bienestar y consumo

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BIENESTAR CONSUMO Y EL CONSUMIDOR MEXICANO DEL SIGLO XXI JOSÉ MERINO COORDINADOR

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El consumidor mexicano del siglo XXI

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  • BIENESTARCONSUMOY

    EL CONSUMIDOR MEXICANO DEL SIGLO XXI

    JOS MERINOC O O R D I N A D O R

  • BIENESTARCONSUMOY

    EL CONSUMIDOR MEXICANO DEL SIGLO XXI

    JOS MERINOC O O R D I N A D O R

  • BIENESTARCONSUMOY

    EL CONSUMIDOR MEXICANO DEL SIGLO XXI

    JOS MERINOC O O R D I N A D O R

  • Bienestar y consumo. El consumidor mexicano del siglo XXI PROCURADURA FEDERAL DEL CONSUMIDORISBN 978-607-96002-0-4

    Av. Jos Vasconcelos 208, col. Condesa, del. Cuauhtmoc, Mxico, DFCP 06140 Tel. 5625 6700 y 01800 468 8722www.profeco.gob.mxwww.consumidor.gob.mx

    Queda prohibida la reproduccin parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorizacin expresa y por escrito de los editores, en trminos de lo as previsto por la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, por los tratados internacionales aplicables.

    Ilustracin de portada: Jonathan Isaac Lpez VillanuevaFotografa adicional: Dreamstime

  • PROCURADURA FEDERAL

    DEL CONSUMIDOR

    Bernardo Altamirano RodrguezProcurador Federal del Consumidor

    COMIT EDITORIAL

    Gerardo Rodrguez Snchez Lara Coordinador General de Educacin

    y Divulgacin

    Tania Rodrguez OrtizCoordinadora General de Administracin

    Roberto Bello SalcedoDirector General de Difusin

    Alejandro P. Celis AlbarrnDirector General de Estudios sobre Consumo

    Pilar Lpez FernndezDirectora de Anlisis de Mercados

    Carlos Martnez VelzquezSecretario particular del Procurador

    Federal del Consumidor

    Joel PhillipsEditor

    Marco MenndezCorrector de estilo

    COORDINACIN

    DE LA PUBLICACIN

    Jos MerinoCoordinador

    Fernando del Villar AriasCoordinador editorial y direccin de arte

    Cynthia Castan LealSubcoordinadora editorial

    Hugo Alfredo Hinojosa DazEditor

    Gabriela CordourierConsultora cuantitativa

    Alejandro Snchez Entrevistas

    Jonathan Isaac Lpez VillanuevaInfografas

    Marisol Cruz Martnez Diseadora editorial

    Patricia Madrigal ElizondoFotografa

  • ndice

    Introduccin

    Consumo energticoAntonio ViVAnco cAsAmAdridDirector general de la Comisin Federal de Electricidad (CFE)

    entrevista39

    Gasto en movilidad

    GUiLLErmo PriEto trEVioPresidente de la Asociacin Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA)

    GUstAVo A. crdEnAs ViLLAfAAPresidente de la Cmara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat)

    entrevistas48

    40

    50

    viii

    Bienestar va consumo privado bsico

    Consumo alimentario John scott AndrEttA Profesor-Investigador del Centro de Investigacin y Docencia Econmicas (CIDE)

    BrUno fErrAri GArcA dE ALBA Secretario de Economa

    BErnArdo ALtAmirAnorodrGUEz Procurador Federal del Consumidor

    entrevista

    sntesis

    presentacin

    presentacin

    hctor BoUrGEs rodrGUEzDirector de Nutricin del Instituto Nacional de Ciencias Mdicas y Nutricin Salvador Zubirn

    VicEntE YEz soLLoAPresidente ejecutivo de la Asociacin Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, AC (ANTAD)

    27

    x

    1

    29

    30

    8

    Bienestar va consumo de bienes pblicos

    Empleo y fuentes de ingreso

    Capital humano: educacin y salud

    Uso del tiempo

    sALomn chErtoriVski woLdEnBErGSecretario de Salud

    JUAn LUis GmEz chAPitALCountry manager Bumeran Mxico

    mArcELA EtErnod ArmBUrU

    entrevista

    entrevista

    entrevista

    86

    108

    118

    52

    Directora investigadora de la Direccin General de Integracin, Anlisis e Investigacin del INEGI

    12

    10

    32

    56

    90

    112

    sntesis 54

  • Glosario

    Anexo. El papel de las acciones colectivas en el ordenamiento jurdico mexicano

    Conclusiones

    entrevista

    entrevista

    ensayo

    Bienestar va consumo comunitario

    Capital social JAcQUELinE BUtchEr GArcA-coLn Directora del Centro de Investigacin y Estudios sobre Sociedad Civil, AC

    182

    Gasto cultural y recreativo 190

    consUELo sizAr GUErrEro Presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta)

    170

    194

    204

    Bienestar va consumo de bienes financieros

    Servicios bancarios

    Crdito, certidumbre y propiedad privada

    JAimE rUiz sAcristnPresidente de la Asociacin de Bancos de Mxico (ABM)

    entrevista

    AriEL cAno cUEVAsDirector general de la Comisin Nacional de Vivienda (Conavi)

    entrevista

    136

    147

    122

    Bienestar va consumo de tecnologa e informacin

    Telefona fija y mvil

    Internet mAUricio BrAVErmAnPresidente de la Asociacin Mexicana de Internet (Amipci)

    entrevista

    entrevista168

    158monY dE swAAn AddAti Comisionado presidente de la Comisin Federal de Telecomunicaciones (Cofetel)

    148

    162

    152

    140

    126

    174

    184

    220

    sntesis 124

    sntesis

    sntesis

    150

    172

    Jos rAmn cosso dAz Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin rodriGo montEs dE ocA Secretario Auxiliar

  • El consumo es un compo-

    nente fundamental de la

    economa. De una u otra

    manera, todos somos

    consumidores y participantes

    del ciclo econmico.

    Compramos alimentos, ropa,

    calzado y otros bienes; usamos transporte

    pblico o privado, rentamos o somos

    propietarios de una vivienda; y somos

    consumidores de servicios como la

    energa elctrica, el agua potable, el telfono

    y la televisin, entre otros.

    De esta forma, el consumidor consti-

    tuye un agente primordial de la economa,

    pues participa y es elemento clave en el ciclo

    econmico, al mismo tiempo que, a travs

    de sus decisiones, define la etapa final de los

    procesos productivos. A su vez, estos patro-

    nes de consumo reflejan la solidez y la din-

    mica de la economa e impulsan nuevos

    mercados y nuevos procesos productivos,

    econmicos y sociales.

    Es por ello que el consumidor no repre-

    senta un individuo ni una decisin aislada de

    otros procesos sociales, sino que forma parte

    de un sector definido que participa de manera

    relevante en diferentes etapas del ciclo eco-

    nmico. Esto hace que el consumo no sea

    un proceso exclusivamente de adquisicin y

    usufructo de bienes y servicios, sino tambin

    un proceso de inversin, en el que el

    consumo es un componente esencial en el

    desarrollo de las empresas y en el fortale-

    cimiento de las capacidades productivas de

    una sociedad.

    Por ejemplo, podemos apreciar cmo el

    consumo de ciertos alimentos puede reper-

    cutir en los patrones de conducta y en la

    salud de las personas, lo que, indudable-

    mente, impacta su posibilidad de desem-

    pear actividades productivas o de adquirir

    otros bienes que incrementen sus niveles de

    bienestar como la educacin, la informacin

    o la recreacin. En este sentido, el consumo

    es un elemento fundamental en el mejo-

    ramiento de las condiciones de vida y en el

    bienestar de las familias.

    De acuerdo con lo anterior, hoy resulta de

    gran relevancia contar con un estudio minu-

    cioso y detallado, como el que aqu presenta-

    mos, que nos permita conocer los patrones

    sEcrEtArio dE EconomA

    Bruno ferrari Garca de Alba

  • de consumo de las familias mexicanas a fin de

    atender sus necesidades como consumidores.

    As, este trabajo constituye uno de los esfuer-

    zos ms completos que se han realizado para

    describir y analizar esta dimensin de la vida

    econmica del pas.

    Es importante sealar que para estos

    efectos, el estudio se construy a partir del

    anlisis de dos variables muy importantes

    que determinan los patrones generales de

    consumo: el ingreso y el gasto total de las

    familias de Mxico.

    As, mediante el estudio sistemtico de

    la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos

    de los Hogares (ENIGH) entre 2000 y 2010,

    este anlisis ofrece un panorama compa-

    rativo de la estructura y de los cambios que

    ha tenido el gasto de las familias mexicanas,

    tanto por niveles de ingreso como por

    niveles de gasto total.

    De esta forma, el estudio muestra que

    a lo largo de la ltima dcada, los mexica-

    nos hemos aumentado nuestro consumo en

    varios rubros como resultado de una mayor

    estabilidad econmica y de un mayor ingreso

    real de las familias. En este sentido, uno de

    los hallazgos ms importante ha sido que los

    mexicanos de menor ingreso fueron quienes

    tuvieron un mayor incremento, no solo en su

    ingreso, sino tambin, y en mayor proporcin,

    en trminos de gasto total.

    De acuerdo con los resultados del anli-

    sis, se encontr que el ingreso corriente

    promedio de los hogares de los deciles uno,

    dos y tres creci en 17%, 14% y 17%,

    respectivamente, en trminos reales entre el

    ao 2000 y el 2010, lo que signific que, ante

    un mayor ingreso, estos hogares pudieron no

    solo cubrir sus necesidades bsicas, sino tam-

    bin acceder a otros bienes y servicios que

    incrementaron sus niveles de bienestar. As,

    al finalizar dicha dcada, 70% de hogares con

    menores ingresos contaba con un ingreso real

    mayor que en el ao 2000.

    Estos resultados han estado acompaa-

    dos de cambios en la estructura laboral y en

    la dinmica de la participacin de la poblacin

    econmicamente activa. Mediante el anlisis

    de la Encuesta Nacional de

    Ocupacin y Empleo (ENOE) de los aos 2005

    y 2010, esta obra tambin presenta hallaz-

    gos importantes acerca de los cambios en

    el mercado laboral mexicano. Entre esos

    aos, por ejemplo, el nmero de mexica-

    nos econmicamente activos creci ms

    que la poblacin total y registr niveles de

    edad y de escolaridad promedio ms altos.

    De igual modo, en ese quinquenio la par-

    ticipacin laboral de las mujeres se incre-

    ment con respecto a la de los hombres, de

    manera tal, que hoy en Mxico las mujeres

    son un componente insustituible de nues-

    tro capital humano y de la riqueza de nuestra

    fuerza productiva. Avanzamos por el camino

    correcto.

    Estos y otros hallazgos no son solo

    datos aislados. A lo largo de los ltimos

    quince aos, Mxico ha construido una

    economa fuerte, con finanzas sanas y con

    esfuerzos focalizados en los grupos ms

    vulnerables, lo que nos ha permitido llegar

    a los resultados que aqu presentamos.

    Mxico se fortalece y sigue creciendo a pesar

    del adverso entorno econmico mundial, y es

    claro que en la administracin encabezada

    por el Presidente Felipe Caldern hemos

    generado las condiciones de una economa

    slida y en crecimiento y con un mayor bien-

    estar para toda la poblacin, en especial, para

    los sectores ms desfavorecidos.

    Los invito a que sigamos trabajando

    juntos, con fuerza y determinacin, a fin de

    seguir avanzando hacia mayores niveles de

    bienestar para las familias mexicanas y para

    que sigamos construyendo las condiciones

    para un crecimiento econmico slido y sos-

    tenido en los aos por venir. Solo con el tra-

    bajo y el esfuerzo conjunto de los diferentes

    rdenes de gobierno, del sector privado y

    de la sociedad civil, podremos construir el

    Mxico ms justo, ms prspero y con ms

    oportunidades que todos anhelamos.

  • Bernardo Altamiranorodrguez

    ProcUrAdor fEdErALdEL consUmidor

    La Procuradura Federal del

    Consumidor (Profeco), en el

    marco de la conmemoracin

    de su 35 aniversario, realiz

    diversas actividades durante

    2011, entre ellas las orien-

    tadas hacia la investigacin

    y generacin de conocimiento. La organiza-

    cin de foros estatales merece una mencin

    especial, ya que a travs de ellos se convoc

    a acadmicos, autoridades estatales y muni-

    cipales, representantes de cmaras indus-

    triales, lderes de opinin y organizaciones de

    la sociedad civil, para reflexionar, a partir de

    las realidades de cada regin, acerca

    de la transformacin del consumidor del

    siglo XXI, la evolucin de los patrones de

    consumo y las reglas para prevenir riesgos

    y combatir abusos.

    En ese mismo contexto, destaca la invi-

    tacin que hizo Profeco al doctor Jos Merino

    y a su grupo de investigacin, para analizar

    los datos de la Encuesta Nacional de Ingre-

    sos y Gastos de los Hogares (ENIGH), en el

    periodo de 2000 a 2010, y para conocer la

    correlacin que existe con los resultados de

    la ENIGH y sus campos de accin, por parte

    de los responsables y los especialistas en

    materia de salud, cultura, vivienda y servicios

    bancarios, entro otras. El resultado de este

    enorme esfuerzo es el libro Bienestar y con-

    sumo. El consumidor mexicano del siglo XXI.

    El presente estudio es pionero en la

    investigacin del cambio en los patrones de

    consumo de la sociedad mexicana durante los

    primeros aos de este siglo. En sus pginas

    se documenta la drstica transformacin del

    consumo en Mxico, que se deriva, en parte,

    de los cambios tecnolgicos, sociales y cultu-

    rales. Tambin se da a conocer la evolucin de

    los consumidores mexicanos, diferenciada por

    grupo de ingreso y su efecto en el bienestar,

    a travs de rubros como alimentacin,

    transporte, tecnologa, educacin y uso del

    tiempo, por citar algunos.

    Los cambios en el sistema poltico,

    la economa mundial, las nuevas tecnolo-

    gas y las polticas que han construido mejo-

    res condiciones de equidad y libertad, as

    como espacios de participacin ciudadana

    han determinado el rumbo del pas durante la

    ltima dcada. Dichos cambios han generado

  • nuevas oportunidades y retos en el camino

    por alcanzar un mejor nivel de vida en los

    hogares mexicanos.

    Los patrones de gasto y consumo se

    han diversificado tanto que, en ocasiones,

    se han extendido ms all del gasto en bie-

    nes bsicos como los alimentos o medicinas

    o, incluso, se han dirigido hacia rubros como

    educacin, vivienda, transporte y tecnologa.

    Algunos productos que se consumen actual-

    mente en varios sectores de la poblacin

    mexicana eran poco accesibles hace

    algunos aos e inclusive eran considerados

    artculos de lujo, como los telfonos celulares

    y el internet.

    En esta investigacin se seala en qu

    consisten los cambios y en qu mbitos se

    han manifestado durante esta ltima dcada.

    Lo anterior se realiza mediante un anlisis

    del gasto y el consumo de los distintos gru-

    pos socioeconmicos de la poblacin y la

    relacin que estos mantienen con el bienes-

    tar. Los datos aqu expuestos resultan inva-

    luables, no solo por su valor acadmico, sino

    tambin porque nos ofrecen dos panoramas

    sobre la evolucin de la sociedad mexicana.

    En el primer panorama, que es sin duda

    alentador, las cifras muestran la magnitud

    de la mejora en la calidad de vida de muchos

    mexicanos en aspectos trascendentales como

    la alimentacin, la educacin y la vivienda. Por

    ejemplo, durante este decenio se dio un gran

    paso en la mejora de la calidad de vida de

    los sectores de la poblacin con menos

    recursos con el incremento de su ingreso,

    el cual se ha traducido en un aumento en su

    gasto en bienes bsicos, principalmente en

    alimentos, combatiendo as la pobreza alimen-

    taria que padece esta parte de la poblacin.

    Dicho aumento en los ingresos tambin

    permiti a estos sectores expandir sus gastos

    en rubros como vestido, productos de cuidado

    personal, salud y educacin. As, adems de

    cubrir sus necesidades bsicas, los sectores

    ms necesitados ahora pueden invertir parte

    de su ingreso en desarrollo humano, lo cual

    es clave para dotar de un mejor futuro a las

    nuevas generaciones.

    La vivienda es otro mbito en el que se

    ha presentado una mejora considerable. En

    contraste con el ao 2000, en 2010 ms hoga-

    res de todos los sectores socioeconmicos

    El presente estudio es pionero en la investigacin del cambio en los patrones de consumo de la sociedad mexicana durante los primeros aos de este siglo. En sus pginas se documenta la drstica transformacin del consumo en Mxico, que se deriva, en parte, de los cambios tecnolgicos, sociales y culturales

  • rEVistA dEL consUmidorn0.1

    (1976)

    n0.30

    n0.59

    n0.88

    n0.3 (1977)

    ed

    icio

    ne

    s

    n0.39 (1980)

    n0.63 (1982)

    reportaron estar pagando la propiedad de

    sus viviendas. Esto es el resultado de la

    puesta en marcha de programas de crdito

    para la vivienda por parte del gobierno fede-

    ral, con los que se ha favorecido a millones

    de mexicanos.

    El segundo panorama que ofrece el pre-

    sente estudio corresponde a los retos actuales

    y futuros que sociedad y gobierno, juntos, debe-

    mos enfrentar para que todos los mexicanos

    contemos con los recursos suficientes para

    gozar de una vida digna. Uno de los grandes

    retos es continuar desarrollando la cobertura

    de servicio de salud y educacin para que estn

    al alcance de los hogares ms pobres.

    De la misma forma, el desarrollo

    tecnolgico, la generacin de nuevas ten-

    dencias de comunicacin y transporte nos

    plantean desafos inditos. Aqu se muestra

    una sociedad moderna con un consumo

    extenso de aparatos elctricos, transporte y

    redes de telecomunicaciones. En concordan-

    cia, resulta necesario mantener un desarro-

    llo sostenible, por medio del uso eficiente de

    recursos y el mayor aprovechamiento de las

    oportunidades que nos ofrece la tecnologa.

    Con base en lo ya expuesto, Profeco

    promueve la construccin de conocimiento

    y de espacios donde todos los actores cum-

    plan con su responsabilidad en torno al tra-

    tamiento de temas vinculados con los retos

    que enfrentan. Es fundamental reconocer

    que el consumidor es al mercado, lo que el

    ciudadano es a la democracia: la esencia y

    la razn de existir del sistema que lo cobija,

    que lo promueve, y que l mismo genera.

    La interdependencia entre los involucrados

    en los intercambios comerciales es la clave

    En esta investigacin se seala en qu consisten los cambios y en qu mbitos se han manifestado durante esta ltima dcada. Lo anterior se realiza mediante un anlisis del gasto y el consumo de los distintos grupos socioeconmicos de la poblacin y la relacin que estos mantienen con el bienestar

  • n0. 29

    n0. 58

    n0. 87(1984)

    n0.99 (1985)

    n0.100

    n0.15 (1978) n0.27(1979)

    n0.51 (1981)

    n0.75 (1983)

    para llevar a cabo la proteccin de los dere-

    chos del consumidor: desde el gobierno, la

    empresa y la sociedad civil. Profeco

    promueve el esquema de corresponsabilidad

    en la construccin de una Comunidad Pro

    Consumidor basada en la confianza. A travs

    de herramientas como el Portal del Consu-

    midor y la Revista del Consumidor, el consu-

    midor puede tomar las riendas de su propia

    proteccin, al mantenerse informado, parti-

    cipativo, vigilante y propositivo en cuanto a la

    evaluacin del trabajo de la autoridad y de las

    prcticas comerciales. Esta investigacin es

    un ejemplo en el que se concreta un exhaus-

    tivo anlisis de las prioridades y necesidades

    en Mxico, desde la perspectiva del gasto y el

    consumo y de la modificacin de patrones.

    Profeco, como agencia moderna de

    proteccin al consumidor, debe generar

    investigacin y debate sobre las tendencias

    de consumo y las prcticas comerciales.

    De esta manera podr combatir abusos y

    prevenir riesgos de una forma ms eficaz. El

    dinamismo de los mercados supera la rigi-

    dez operativa en la que se desarrollan las

    instituciones. Por eso estas investigaciones

    fortalecen a los consumidores en sus anli-

    sis para la mejor toma de decisiones.

    Es mediante la generacin de informa-

    cin, como la que se presenta aqu, como se

    pueden plantear estrategias de desarrollo,

    tanto econmico como social, para la

    construccin de una sociedad con mayor

    igualdad y bienestar. Con esta publicacin,

    Profeco reitera su compromiso con la inves-

    tigacin y estudios de utilidad pblica para el

    desarrollo de una sociedad mexicana ms

    consciente e informada.

    Las cifras muestran la magnitud de la mejora en la calidad de vida de muchos mexicanos en aspectos trascendentales como la alimentacin, la educacin y la vivienda

  • ed

    icio

    ne

    s

    n0.101

    n0.131

    n0.161

    n0.190

    n0.105-106

    n0.136 (1988)

    n0.200 n0.195 (1993)

    n0.171 (1991)

    n0.112 (1986)

    n0.201

    n0.230

    n0.259

    n0.288 (2001)

    n0.207 (1994)

    n0.243 (1997)

    n0.267 (1999)

    ed

    icio

    ne

    s

    n0. 301

    n0.330

    n0.359(2007)

    n0.389

    n0.311 (2003)

    n0.335(2005)

    n0.396 (2010)

    ed

    icio

    ne

    s41

    8

  • n0. 130

    n0. 160

    n0. 189

    n0.146-147 (1989)

    n0.124 (1987)

    n0.159 (1990)

    n0.183 (1992)

    n0. 229

    n0. 258

    n0. 287

    n0.219(1995) n0.228(1996)

    n0.255 (1998)

    n0.281 (2000)

    n0.300

    n0.267 (2002)

    n0.329

    n0.358

    n0.323 (2004)

    n0.347 (2006)

    n0.371 (2008) n0.383 (2009)

    n0.407 (2011) n0.418

  • http://bit.ly/librobienestar

    CONSULTA DE DATOS

    En este link puedes consultar los datos con los cuales se hicieron las grficas de este libro (en formato Excel), as como los datos fuente (en formato stata, junto con los do files), generados a partir de las bases pblicas del INEGI, de la ENIGH y/o la ENOE.

  • Introduccin

  • 2 Bienestar y consumo II Introduccin

  • Introduccin II Bienestar y consumo

    por qu hacer este libro?El perfil del consumidor mexicano

    ha cambiado drsticamente

    durante las ltimas dos dcadas.

    Hoy tomamos decisiones ms

    sofisticadas sobre una canasta

    ms amplia de bienes. En esta

    transformacin concurren dos

    cambios histricos: apertura

    econmica y apertura poltica.

    La primera ha incidido en los nive-

    les de competencia en el mercado,

    afectando los precios, a la vez que

    ha ampliado el rango de bienes de

    consumo disponibles. La segunda

    ha permitido un ejercicio ms efec-

    tivo de derechos asociados con el

    consumo, al tiempo que ha abierto

    la puerta para que los votantes

    reaccionen electoralmente ante

    cambios en sus niveles de bien-

    estar, y evalen el desempeo de

    quienes toman decisiones.

    Estos dos grandes cambios

    coinciden, adems, con la genera-

    cin de polticas pblicas dirigidas

    a una mejor medicin y combate

    de la pobreza. La creacin del Pro-

    grama de Educacin, Salud y Ali-

    mentacin (Progresa) en 1997 y

    su continuacin y profundizacin

    va el Programa Oportunidades

    ha estado dirigida a incrementar

    el consumo alimentario presente

    en los hogares en condiciones de

    pobreza, y a elevar la adquisicin

    de capacidades que se trasladen

    en el acceso a fuentes de ingreso

    futuro, a travs de la adquisicin de

    capital humano (i.e. nutricin, edu-

    cacin y salud). En la concepcin

    misma de estos programas hay un

    entendimiento de la pobreza como

    la exclusin respecto del consumo

    asociado al bienestar, ya sea ali-

    mentario, de bienes generadores

    de capacidades, o de acumulacin

    patrimonial que permita consumo futuro.

    As, nuestro entendimiento econ-

    mico sobre bienestar ha descansado hist-

    ricamente en consumo. Por ello, al intentar

    medir y comparar niveles de bienestar en la poblacin,

    es comn que usemos sus niveles de ingreso y gasto

    como una aproximacin vlida, dado que ello nos da

    un indicador sobre el acceso de los individuos al con-

    sumo de bienes bsicos para su sobrevivencia digna, a

    la vez que permite prever consumo futuro, por medio

    del ahorro y la inversin.

    Este libro presenta un mapa del consumo de los

    mexicanos en la primera dcada del siglo XXI, justa-

    mente a partir de esta concepcin de bienestar que lo

    vincula con la adquisicin de ingresos y decisiones de

    gasto, pero que no se agota ah. Lo hacemos anali-

    zando a detalle la evolucin diferenciada entre varios

    tipos de consumo y bienestar de los mexicanos entre

    distintos grupos de ingreso. Este es el primer

    ejercicio que concentra en un solo lugar la descrip-

    cin del consumo de los mexicanos en todos los

    rubros asociados a bienestar.

    Este mapa de consumo es posible gracias a la

    disponibilidad de datos generados junto con las pol-

    ticas pblicas de medicin y mejora en bienestar de

    los hogares y sus miembros. En concreto, usamos la

    Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hoga-

    res (ENIGH), que es bienal e incluye informacin deta-

    llada sobre las fuentes y montos de ingresos de los

    hogares; as como sobre sus decisiones de gasto y el

    acceso al consumo de bienes pblicos. La continuidad

    en el levantamiento de esta fuente nos permite, ade-

    ms, contar la historia de la evolucin de los consu-

    midores mexicanos durante la dcada pasada, entre

    2000 y 2010. Eso es importante, no solo porque provee

    una fotografa de los cambios en consumo y bienestar

    entre ambos aos, sino porque nos permite ponderar

    los efectos, tanto en ingreso como en consumo, de la

    crisis financiera ocurrida entre 2008 y 2009.

    Los consumidores mexicanos toman hoy deci-

    siones ms sofisticadas de consumo sobre un

    rango ms amplio de bienes. Esto se relaciona con

    una diversificacin en las canastas de ingresos

    de los hogares (i.e. trabajo, transferencias, nego-

    cios, etctera); pero tambin con el arribo de nue-

    vos bienes (i.e. bienes tecnolgicos y financieros), y

    con un entendimiento ms complejo del consumo,

    3

  • 4 Bienestar y consumo II Introduccin Bienestar y consumo II Introduccin

    que incluye, por ejemplo, decisiones o restriccio-

    nes sobre el uso del tiempo. La ENIGH ha ampliado,

    paralelamente a este proceso, el rango de temas y

    la especificidad de su medicin. Durante la dcada

    pasada se detallaron mediciones previas, por ejem-

    plo, en el consumo educativo y de salud, a la vez que

    se incluyeron bateras de preguntas para medir el

    consumo de otros bienes, como telefona celular,

    internet, bienes financieros y, desde 2006, uso del

    tiempo dentro de los hogares.

    En la redaccin de este libro hay tambin un

    enigma emprico: la evolucin y diversificacin del

    consumo no se empata con cambios similares en

    ingresos, particularmente en hogares de ingresos

    menores. La evidencia presentada a lo largo

    del libro confirma este enigma y ofrece algunas

    respuestas: los hogares de menores ingresos son los

    nicos que mostraron incrementos, aunque peque-

    os, en ingreso corriente durante la dcada pasada,

    explicados en gran parte por transferencias

    (pblicas y privadas); al tiempo que elevaron sus nive-

    les de ingreso disponible mediante la adquisicin de

    bienes de consumo pblicos, especialmente salud;

    estos cambios marginales en ingreso implicaron

    cambios importantes en patro-

    nes de consumo, tanto en montos

    como en el rango de bienes con-

    sumidos por estos hogares.

    Por supuesto, el bienestar

    no se limita al consumo presente

    de bienes privados bsicos. Una

    aspiracin legtima de los indivi-

    duos y los tomadores de decisio-

    nes, es maximizar la adquisicin

    de capacidades y facilitar su tra-

    duccin en fuentes de ingreso

    necesario. El bienestar es, sobre

    todo, un espacio de libertad para

    que los individuos lleven a cabo

    sus aspiraciones y lo hagan con

    la garanta de acceder a fuentes

    de ingreso para cubrir sus nece-

    sidades de consumo bsicas.

    Por ello, en este libro intentamos

    agotar de forma descriptiva los

    mltiples caminos por los que

    el consumo tiene un efecto

    positivo en el bienestar.

  • 5Introduccin II Bienestar y consumoIntroduccin II Bienestar y consumo

    cubrir necesidades bsicas (alimentacin, energa y movilidad)El consumo alimentario es

    condicin necesaria para el

    bienestar presente y futuro de los

    individuos, es el rubro de consumo

    irreductible bajo cualquier enten-

    dimiento de bienestar. Ahora bien,

    los incrementos en ingreso no se

    traducen en incrementos similares

    en consumo alimentario; de

    hecho, el crecimiento en recursos

    disponibles incrementa ms que

    proporcionalmente el consumo de

    otros bienes privados, como ropa y

    calzado, vivienda, alcohol y tabaco,

    y productos de cuidado e higiene

    personal. Por su parte, el consumo

    de bienes energticos afecta

    directamente la calidad de vida en

    los hogares, mientras que eleva

    el consumo de otros factores aso-

    ciados a bienestar, como higiene,

    salud, tiempo e informacin. Finalmente, movilidad se

    vincula con dos factores centrales en el bienestar de las

    personas: uso de tiempo y acceso a fuentes de ingreso.

    garantizar la adquisicin de capacidades (educacin, salud y tecnologa)El concepto de bienestar, como se mencion, se basa

    en la ampliacin de libertades y capacidades para que

    las personas puedan acceder efectivamente a fuentes

    de ingreso y garantizar el consumo futuro. En ese sen-

    tido, educacin y salud son formas de consumo pre-

    sente para la acumulacin de capital humano para la

    generacin futura de ingresos, va el mercado laboral.

    Por otro lado, el consumo tecnolgico, medido aqu en

    gasto y acceso a telefona fija, mvil e internet, facilita

    el acceso a bienes pblicos (como salud y seguridad),

    a la vez que reduce costos de transaccin en la adqui-

    sicin y distribucin de bienes privados. Del mismo

    modo, el consumo de bienes tecnolgicos potencia la

    acumulacin de capital humano y el acceso a informa-

    cin relevante para el bienestar de los miembros del

    hogar, facilita el acceso a bienes pblicos y eleva los

    niveles de transparencia y rendicin de cuentas.

  • Bienestar y consumo II Introduccin

    traducir capacidades en ingresos (empleo)El principal espacio en el que las capa-

    cidades de los individuos se traducen en

    bienestar es el mercado laboral, que permite

    convertirlas en ingresos. Los ingresos monetarios y

    no monetarios de los hogares se transforman en con-

    sumo de bienes privados bsicos, pero tambin en

    capacidades para otros miembros del hogar, ya sea

    a travs de ingresos o del acceso al sistema de segu-

    ridad social asociado al empleo formal. Asimismo,

    incrementos en ingresos monetarios derivan en la

    posibilidad de ampliar el espacio decisional sobre el

    uso del tiempo, el ahorro y la acumulacin de capital

    fijo. Por supuesto, los ingresos de un hogar pueden

    ser tan diversos como las ocupaciones y decisiones

    econmicas de sus miembros; no podemos escribir

    un libro sobre consumo y bienestar sin analizar mon-

    tos y fuentes de ingresos en los hogares, es decir, la

    evolucin en la composicin de las canastas de ingre-

    sos monetarios.

    permitir decisiones de consumo intertemporales (bienes financieros)Cualquier mapa de consumo estara incompleto

    sin la inclusin del acceso a los bienes que por defi-

    nicin permiten la toma de decisiones econmicas

    intertemporales: ahorro y crdito. El ahorro implica la

    acumulacin de ingresos como garanta de consumo

    futuro, mientras que el crdito es el traslado de ingre-

    sos futuros en consumo presente. De igual manera,

    ambos permiten la acumulacin de capital para

    invertir o acumular capital fijo; es decir, para salir de

    niveles de ingreso, consumo y bienestar presentes.

    Ahorro y crdito pueden ocurrir por medio del

    sistema financiero formal, pero tambin por

    mecanismos informales, como la construccin

    de una vivienda propia o el uso de cooperativas

    y esquemas comunitarios.

    ampliar el espacio de libertad para generar ingresos y bienestar (uso del tiempo)El tiempo es un bien escaso en cuya distribucin las

    personas obtienen bienestar directo, al consumir

    ocio; o bien, de manera indirecta al permitir el con-

    sumo de generadores de capacidades que elevan

    potencialmente el bienestar futuro;

    garantizan el bienestar de los

    miembros del hogar mediante ocu-

    paciones no remuneradas (i.e. cui-

    dado, preparacin de alimentos,

    limpieza, acarreo de agua, etc-

    tera). El tiempo tambin es un bien

    de inversin para la generacin de

    ingresos, va su uso en trabajo

    remunerado. Claro, hay restriccio-

    nes sobre la libertad para distri-

    buir el tiempo, que generan costos

    de oportunidad: el trabajo no remu-

    nerado dentro del hogar es tiempo

    que tendra un valor de mercado si

    se hubiese usado en una actividad

    remunerada, por ejemplo.

    reforzar vnculos comunitarios (capital social y cultura)Los hogares consumen regular-

    mente bienes que son provistos

    gratuitamente por miembros de

    su red social inmediata. Se trata

    de bienes de consumo, en especie

    o monetarios, que afectan posi-

    tivamente el ingreso corriente

    disponible; o de servicios que tie-

    nen un valor de mercado, como

    el cuidado de nios, la atencin a

    enfermos, o incluso, la consecu-

    cin de un empleo. Al ser este un

    libro sobre consumo y bienestar,

    es inevitable incluir una descrip-

    cin de este consumo, ya sea en la

    adquisicin de estos servicios gra-

    tuitos, o en la medicin de trans-

    ferencias de ingreso. El efecto en

    bienestar de estos bienes comu-

    nitarios no se limita a su valor de

    mercado, sino que afectan inte-

    gralmente la calidad de vida de los

    hogares y las comunidades en las

    que se ubican.

    En suma, el consumo afecta

    el bienestar en varios momentos:

    6

  • 7Introduccin II Bienestar y consumo

    desde la cobertura inmediata de

    necesidades bsicas, hasta la

    garanta de ingresos futuros y

    el acceso a oportunidades para

    salir de trampas de pobreza en el

    largo plazo. El primer paso para

    la adquisicin de capacidades y

    su traslado en ingresos futuros,

    es comer hoy. La dotacin de bie-

    nes pblicos; la acumulacin de

    capital humano; la adquisicin de

    nutrientes; el acceso al consumo

    de bienes financieros y tecnolgi-

    cos; todos ellos tienen un efecto

    positivo en el tiempo sobre el

    nivel de ingreso de los individuos

    y/o los hogares; y, por tanto, en

    los niveles y tipos de consumo

    que elevan sus niveles de bienes-

    tar presente y futuro.

    El libro est dividido en

    captulos que describen estas

    conexiones entre consumo

    y bienestar. En el primer cap-

    tulo abordamos la evolucin de

    los ingresos y gastos corrientes

    en los hogares, y su efecto en consumo alimentario,

    energtico y en movilidad; as como en otros bienes

    privados bsicos, como vestido y calzado, produc-

    tos de higiene y cuidado personal, o vivienda. En el

    segundo captulo nos enfocamos en el consumo de

    bienes generadores de capacidades, primero a tra-

    vs del tipo de acceso al mercado laboral y la diver-

    sificacin de fuentes de ingreso, luego por medio

    del consumo en educacin y salud; y en el uso del

    tiempo dentro de los hogares. En el tercer captulo

    mostramos la evolucin en el consumo de bienes

    financieros, ya sea mediante servicios bancarios

    formales o en trminos de otros mecanismos de

    ahorro y crdito. En el cuarto captulo centramos

    nuestro inters en el consumo de tres bienes tec-

    nolgicos en los hogares: telefona fija, telefona

    mvil e internet. Finalmente, en el quinto captulo,

    describimos a detalle la percepcin sobre el acceso

    a bienes comunitarios con un valor de mercado (i.e.

    cuidado), la evolucin de transferencias pblicas y

    privadas en la conformacin de los ingresos de los

    hogares, y el gasto en entretenimiento, cultura y

    educacin extracurricular.

    He aqu, pues, una ambiciosa y exhaustiva carac-

    terizacin del consumidor mexicano de la primera

    dcada del siglo XXI y sus niveles de bienestar.

  • consumo alimentarioconsumo energticogasto en movilidad

    Bienestar va consumo privado bsico

    captulo 1

  • 123240

    Bienestar va consumo privado

  • En trminos de ingreso corriente total (pesos de 2010), es posible apreciar

    un crecimiento constante entre el ao 2000 y 2006, as como una cada de

    2006 a 2008, y un segundo desplome, de menor magnitud, entre los aos

    2008 y 2010. Los hogares de menor ingreso constituyeron el nico grupo

    que durante toda la dcada increment de manera sistemtica su gasto

    alimentario y tuvo un crecimiento relacionado con transferencias guberna-

    mentales en dinero y en especie (como

    desayunos escolares, despensas y

    programas para adultos mayores).

    En este tenor, entre los aos

    2000 y 2008, los hogares mexicanos,

    en todos los niveles de ingreso regis-

    trados, aumentaron su gasto mensual

    en electricidad debido, en gran parte, a

    que existi una mayor cobertura de la

    infraestructura elctrica. Por contraste,

    entre 2008 y 2010, dicho gasto mensual

    Los hogares mexicanos ms

    pobres lograron un mayor

    incremento en trminos de

    ingreso entre el ao 2000

    y 2010, el cual fue mayor en

    trminos de gasto total.

    Un hogar promedio en el 10%

    de mayores ingresos gastaba

    34,014 pesos en el ao 2000 y

    23,543 pesos en 2010.

    En los hogares con pobreza

    alimentaria, el gasto total

    pas de 3,242 pesos en el ao

    2000 a 4,303 pesos en 2010

    (el mximo se ubic en 2008:

    4,338 pesos), mientras que el

    gasto en alimentos pas de

    1,444 a 1,708 pesos.

    sntesis

    10 Bienestar va consumo privado bsico II Resumen ejecutivo

  • se redujo, y para la totalidad del periodo 2000-2010, nicamente 30% de los

    hogares con menor ingreso gast ms en electricidad.

    En este captulo se observa, adems, que el grupo en el que se

    increment el gasto en transporte fue en el de menores ingresos, lo cual

    significa que se trasladan ms para consumir bienes, en tanto que los

    segmentos poblacionales que ms dependen del transporte pblico son

    los intermedios. Entre 2000 y 2010, la

    proporcin de hogares con vehculos

    particulares creci, con excepcin del

    10% de hogares de mayor ingreso que

    permaneci con pocas variaciones.

    Sin embargo siguen siendo los propie-

    tarios de la mayor cantidad de autos: en

    2010, por cada auto en 10% de hogares

    de menor ingreso, haba 7 en 10% de

    hogares de mayor ingreso.

    En 2000, un hogar promedio

    en el 10% de menor ingreso

    erogaba 61.6 pesos (de 2010)

    para el pago de energa

    elctrica. Esta cifra remont

    a 117.7 pesos en 2008 y cay a

    86.8 pesos en 2010.

    En 2010, por cada auto en el

    10% de hogares de menor

    ingreso, haba 7 en el 10% de

    hogares de mayor ingreso.

    11Resumen ejecutivo II Bienestar va consumo privado bsico

  • alimentarioconsumo

    Solo los hogares de menores ingresos reportaron crecimientos en gasto durante la dcada pasada, mayores incluso al incremento en sus ingresos corrientes totales. Esta situacin se reflej en sus montos de gasto alimentario y de manera notoria en los gastos en otros rubros. Por contraste, los hogares de mayores ganancias fueron los que reportaron mayores prdidas en ingresos corrientes y una disminucin an mayor en gasto, en donde el rubro menos sacrificado fue, precisamente, el alimentario.

  • consumo alimentarioIngreso, gasto y alimentacin son las variables anali-

    zadas en esta seccin, y el principal hallazgo es con-

    tundente: los hogares mexicanos de menor

    ingreso son los que mayor incremento

    tuvieron en trminos de ingreso entre 2000

    y 2010. Sin embargo, el incremento es an

    mayor en trminos de gasto total; y de forma

    interesante, el rubro de gasto de menor crecimiento

    en estos hogares fue el de alimentos. Ciertamente, de

    entre todos, estos hogares fueron los que ms incre-

    mentaron su gasto alimentario, pero el incremento

    fue mayor en otros rubros de gasto, como vivienda,

    ropa y zapatos, y productos de higiene y cuidado per-

    sonal. En contraste, los hogares de mayores ingresos

    tuvieron un decremento notorio en el mismo periodo

    en trminos de ingreso, gasto total, gasto alimentario,

    y el resto de rubros de erogacin. Estos resultados se

    confirman si clasificamos a los hogares por condicin

    de pobreza en lugar de nivel de ingresos. Ahora bien,

    todos los grupos tuvieron una cada en ingresos entre

    2006 y 2008, y otra cada, aunque menor, entre 2008 y

    2010, particularmente notoria en los hogares de mayor

    ingreso (y/o no pobres).

    los hogares mexicanos contados por decilesHace 12 aos, en 2000, ramos 99.2 millones de mexi-

    canos que vivamos en 23.67 millones de hogares;

    para 2010, sumbamos 112.7 millones de personas,

    habitando 29.97 millones de hoga-

    res. Cmo dividir tantas personas

    y tantos hogares de un modo que

    nos permita entender la evolucin

    de ingresos, gastos, y patrones de

    consumo? Por razones de compa-

    rabilidad con otros estudios y por

    claridad descriptiva, optamos por

    dos criterios: deciles de ingreso y

    condicin de pobreza. Dentro de los

    hogares hay miembros que reci-

    ben ingresos por actividades fuera

    del hogar o por transferencias, y

    puede haber miembros que no

    reciben ningn tipo de ingreso (pro-

    bablemente porque no estn eco-

    nmicamente activos); si sumamos

    los ingresos de todos los miem-

    bros, obtenemos el ingreso del

    hogar; si adems dividimos este

    ingreso entre todos los miembros

    del hogar, entonces obtenemos el

    ingreso per cpita de los hogares.

    Ahora imaginemos que pode-

    mos ordenar los hogares mexi-

    canos en orden ascendente de

    acuerdo con este ingreso per

    cpita, desde el hogar en el que,

    en promedio, sus miembros reci-

    ben menos, hasta aquel en el que

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 1010 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 % 10 %

    Menor ingreso o gasto

    Menor ingreso y gasto

    Mayor ingreso o gasto

    Mayor ingreso y gasto

    Deciles de ingreso o de gastoSi formamos los hogares o personas con base en su ingreso o gasto, y los dividimos en 10 partes iguales, obtenemos los deciles de gasto o ingreso por hogares o individuos.

    Pobreza Utilizamos aqu la clasificacin de pobreza utilizada por Coneval.

    Ingresos insuficientes para cubrir una canasta bsica de alimentacin. Deciles de ingreso 1 y 2.

    Ingresos insuficientes para cubrir necesidades bsicas de salud,educacin y vestido. Deciles de ingreso 2 y 3.

    Ingresos insuficientes para cubrir necesidades bsicas relacionadascon la vivienda. Deciles de ingreso 3 y 4.

    Ingresos suficientes para cubrir las necesidades bsicas. Deciles de ingreso 6 a 10.

    alimentaria capacidades patrimonial no pobre

    Bienestar va consumo privado bsico II Consumo alimentario

    14

  • 12345678910

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    Menos desiguales, pero con dos ngulos posibles. Los primeros siete deciles tienen ms ingreso hoy que en 2000, pero los ltimos tres deciles tienen menos ingreso hoy, y la prdida es proporcionalmente mayor.

    ingreso

    Deciles de ingreso

    10

    9

    87654321

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000 2002 2004 2006 20102008

    10

    9

    8

    7

    6

    5

    4

    3

    2

    1

    alimentosgasto totalingreso

    45,000

    40,000

    35,000

    30,000

    25,000

    20,000

    15,000

    10,000

    5,000

    0

    50,000

    Deciles de ingreso

    Ingreso corriente mensual (pesos de 2010)

    Gasto e ingreso son dos fenmenos distintos.El gasto total creci ms que el ingreso en los primeros deciles (pero el crecimiento en gasto en alimentos fue menor); mientras que en los ltimos deciles el decremento en gasto fue mayor que en ingreso.

    Decil

    es

  • sus miembros reciben ms; formaramos una

    fila de 29.97 millones de hogares. Si dividimos

    esa fila en 10 partes iguales, obtenemos grupos

    idnticos en tamao (2.9 millones de hogares

    en cada uno), separados por su nivel de ingreso.

    As, el grupo 1 estara formado por el 10% de

    hogares de menores ingresos, mientras que el

    grupo 10 correspondera al 10% de hogares de

    mayores ingresos. A estos grupos, as forma-

    dos, se les llama deciles, y en el resto del libro

    usaremos esta clasificacin de hogares (con

    base en el ingreso per cpita de sus miembros),

    para entender su evolucin en trminos de

    ingreso, consumo y bienestar.

    Pero las fuentes de ingreso son mltiples,

    y al momento de sumar necesariamente

    tomamos una decisin sobre qu incluir y qu

    dejar fuera. Hay dos tipos de ingreso bsicos:

    neto y corriente. El ingreso neto incluye lo que

    entra en los hogares, monetario o no mone-

    tario (pagos en especie, autoconsumo, rega-

    los recibidos, y la estimacin de la renta por el

    uso de vivienda), pero excluye regalos dados

    por el hogar. Es este el ingreso con base en el

    cual estimamos los deciles de ingreso descri-

    tos en el prrafo anterior. El ingreso corriente,

    que usamos como medicin del ingreso por

    hogares a lo largo del libro, agrega igualmente

    ingresos monetario y no monetario, pero no

    resta los regalos dados por el hogar. Esta dis-

    tincin fue hecha con el propsito explcito de

    permitir la comparabilidad entre el contenido

    de este libro y los anlisis hechos por el Con-

    sejo Nacional de Evaluacin de la Poltica de

    Desarrollo Social (Coneval).

    Del mismo modo, y siguiendo la metodo-

    loga de Coneval, reprodujimos algunos resul-

    tados con base en la condicin de pobreza de

    los hogares: alimentaria, en capacidades, patri-

    monial, o no pobre. Como definicin elemental,

    un hogar en pobreza alimentaria es aquel en el

    que sus miembros, dado su ingreso per cpita,

    no pueden adquirir una alimentacin mnima-

    mente aceptable; en un hogar con pobreza en

    capacidades se pueden satisfacer esas nece-

    sidades alimentarias, pero no aquellas asocia-

    das con el consumo de bienes generadores de

    Ingresos estables en hogares pobres. Hay un crecimiento pequeo en el ingreso de los hogares con alguna condicin de pobreza, entre 2000 y 2010, y una cada ms notoria en los hogares no pobres.

    Ingresos estables, gastos variables. El gasto total creci ms que el ingreso de los hogares con alguna condicin de pobreza, especialmente en aquellos en pobreza alimentaria.

    2000 2002 2004 2006 20102008

    No pobre

    Pobreza patrimonial

    Pobreza de capacidades

    Pobreza alimentaria

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    alimentosgasto totalingreso

    ingreso

    No pobre

    Pobreza patrimonial

    Pobreza de capacidades

    Pobreza alimentaria

    17

  • capacidades (i.e. educacin y salud); un hogar

    en pobreza patrimonial logra satisfacer los

    dos anteriores, pero su ingreso per cpita no

    alcanza para adquirir mnimos indispensables

    de vivienda, vestido, calzado y transporte de los

    miembros del hogar; finalmente, un hogar no

    pobre es aquel en el que el ingreso per cpita de

    los miembros basta para cubrir las tres necesi-

    dades de consumo sealadas.

    Por supuesto, en estas categorizaciones

    de pobreza, el ingreso es un factor central; no

    sorprende, entonces, que sean mediciones

    altamente correlacionadas. La correlacin

    entre las condiciones de pobreza y el ingreso

    corriente mensual de los hogares era 74.2%

    en 2000 y 72.2% en 2010. Una correlacin muy

    alta, pero no perfecta, dado que la medicin

    de la pobreza incluye otros factores asociados

    con el acceso a bienes pblicos, as como con-

    diciones de la vivienda. Si hacemos un cruce

    estadstico entre los deciles de ingreso y las

    condiciones de pobreza, los cambios en el

    tiempo se vuelven notorios: en 2000, 54% de

    los hogares en pobreza alimentaria se encon-

    traba en el primer decil de ingreso; esta

    proporcin creci a 83.2% en 2006, para colo-

    carse en 67.7% en 2010. Por definicin, los

    hogares en pobreza alimentaria se colocan

    nicamente en los primeros dos deciles de

    ingreso, mientras que los hogares con pobreza

    en capacidades se ubican entre los deciles 2 y

    3; y aquellos en pobreza patrimonial se distri-

    buyen bsicamente entre los deciles 3 y 4. Ello

    implica que la mayora de los hogares con-

    siderados como no pobres se ubica entre los

    deciles 6 y 10 (i.e. 50% de hogares de mayor

    ingreso). No obstante, en todos los aos una

    proporcin se ubica entre los deciles 4 y 5; en

    2010, por ejemplo, 11.5% de los hogares no

    pobres se ubicaba en alguno de estos deciles.

    La imagen se vuelve ms difusa cuando

    el cruce lo hacemos por gasto, no por ingreso

    (tambin medido en trminos corrientes). Ello

    no sorprende dado que, en general, el gasto no

    crece en la misma proporcin cuando hay incre-

    mentos en ingreso (o viceversa, no decrece

    en la misma proporcin cuando hay cadas en

    Diversificacin del gasto. Los deciles de menor ingreso destinan una proporcin mayor de gastos a rubros como vivienda y productos de cuidado personal; mientras que los deciles de mayor ingreso han incrementado su proporcin en gasto alimentario.

    Consumir en la pobreza. Ante incrementos pequeos en ingresos, los hogares en pobreza alimentaria elevaron su gasto total, especialmente en rubros no alimentarios. Por contraste, respecto al ao 2000, los hogares no pobres gastan proporcionalmente ms en alimentos.

    alcoholvestidoalimentoviviendaresto

    2000 2002 2004 2006 20102008

    2000 2002 2004 2006 20102008

    No pobre

    Patrimonial

    Capacidades

    Alimentaria

    10

    9

    8

    7

    6

    5

    4

    3

    2

    1

    Decil

    es d

    e in

    gres

    o

    19

  • drsticamente han reducido su

    tamao.

    ingreso y gasto en los hogaresPara la descripcin de ingresos

    hemos optado por medirlos en

    trminos corrientes; es decir, con

    la inclusin de regalos y transfe-

    rencias dadas y recibidas. Conside-

    ramos que es as como se obtiene

    una medicin ms acertada de lo

    que los hogares reciben y consu-

    men; y todo indica que, al menos en

    lo que toca a los hogares de menos

    ingresos, la relevancia de regalos

    y transferencias ha crecido en el

    tiempo. Por ejemplo, en 2000, el

    ingreso neto en los hogares en el

    decil 1 representaba 81% de su

    ingreso corriente; mientras que

    en 2010 represent 76%. Esto

    es, los regalos y las transferen-

    cias en especie representaron casi

    una cuarta parte de su ingreso

    corriente. No podemos omitir esta

    tendencia si queremos entender la

    dinmica de ingreso y gasto en los

    hogares mexicanos.

    Si hacemos un corte entre

    2000 y 2010, como una imagen

    de la dcada, 70% de hogares con

    menores ingresos (i.e. los prime-

    ros siete deciles) report mayores

    ingresos en el ltimo ao, parti-

    cularmente aquellos en el 30% de

    menores ingresos. As, el ingreso

    corriente promedio de los hoga-

    res en el 10% de menores ingre-

    sos creci 17% en trminos reales

    en la dcada; mientras que en el

    10% de mayores ingresos decreci

    en 22%. En consecuencia, la rela-

    cin de ingresos entre los hoga-

    res ms pobres y ms ricos cambi

    sustancialmente: en 2000, por cada

    peso de ingreso en un hogar en el

    ingreso). Por ejemplo, en 2000, 97% de los hogares en

    pobreza alimentaria se encontraba dentro del 50% de

    hogares de menor gasto; mientras que para

    2010 esta proporcin cay a 90.5%. Esto es,

    para 2010, casi 10% de los hogares que,

    por definicin, estaban en el 20% de meno-

    res ingresos, se colocaba entre el 50% de

    mayor gasto; lo mismo ocurri ese ao con 18% de

    hogares pobres en capacidades y 39% de hogares en

    pobreza patrimonial. Como es de esperarse, la pro-

    porcin de hogares no pobres ubicados entre el 50%

    de mayor gasto es mucho ms elevada, 86% en 2010

    (91% en 2000).

    Emerge un patrn: los hogares de menor ingreso

    parecen haber incrementado su consumo, mientras lo

    opuesto ocurre con los de mayor ingreso. Confirma-

    remos este hallazgo en las siguientes secciones; por

    ahora podemos hacer un cruce entre deciles de gasto

    y deciles de ingreso. Por ejemplo, en 2000, 74% de los

    hogares que se encontraban en el decil 1 de ingreso

    tambin se encontraban en el decil 1 de gasto; esto es,

    7 de cada 10 hogares colocados en el 10% de hogares

    con menores ingresos (netos, per cpita) se ubicaban

    tambin en el 10% de hogares que gastaban menos.

    Para 2010, esta proporcin cay a 57%; y 30% de ellos

    report niveles de gasto correspondientes a los deci-

    les 2 y 3. En contraste, en ese mismo ao, 70% de los

    hogares en el decil 10 se encontraba en el mismo decil,

    contra 78% en 2000.

    Esta es una seccin que caracteriza de forma

    muy bsica a los hogares mexicanos, como primer

    paso para evaluar en las secciones siguientes la evo-

    lucin de su consumo. No podemos cerrar este apar-

    tado sin describir un fenmeno interesante en cuanto

    al tamao de los hogares; es decir, el nmero de

    miembros promedio que los componen: los hoga-

    res, en todos los deciles de ingreso, redujeron su

    tamao; sobre todo aquellos ubicados en el 10% de

    menores ingresos (que pasaron de 5.7 a 5 personas),

    y aquellos en el 10% de mayores ingresos (de 3 a 2.6

    personas). Ahora bien, el nmero promedio de miem-

    bros se reduce linealmente, conforme incrementa el

    decil de ingreso en el que se encuentran los hoga-

    res. Esto muestra un patrn demogrfico que afecta

    montos y patrones de consumo: a mayor ingreso,

    menor nmero de miembros, pero respecto de 2000,

    son los hogares de menor y mayor ingreso los que

    Bienestar va consumo privado bsico II Consumo alimentario

    20

  • Pobreza

    Alguna vez usted o algn menor de 18 aos se acost con hambre?

    A AlimentariaB CapacidadesC PatrimonioD No pobre

    A AlimentariaB CapacidadesC PatrimonioD No pobre

    Alguna vez usted o algn adulto en su hogar dej de desayunar, comer o cenar?

    Decil

    1

    1A

    A

    C

    C

    B

    B

    D

    D

    2

    2 3

    3

    44

    5

    5

    6

    6

    7

    7

    1010

    2010

    9

    9

    8

    8

    Pobreza

    Alguna vez usted o algn menor de 18 aos se acost con hambre?

    Alguna vez usted o algn adulto en su hogar dej de desayunar, comer o cenar?

    Decil

    1

    1

    A

    A

    C

    C

    B

    B

    D

    D

    2

    2

    3

    3

    4

    4

    5

    5

    6

    6

    7

    7

    10

    2008

    10

    9

    9

    8

    8

    Alguna vez se quedaron sin comer? Entre 2008 y 2010, en todos los deciles de ingreso, hay un incremento en la proporcin de hogares en los que adultos y menores se quedaron sin comer por falta de dinero; particularmente notorio en el 10% de hogares ms pobres, en los que pas del 22.1% al 30% en adultos, y del 18.4% al 22.4% en menores de edad. En hogares en pobreza alimentaria los cambios fueron de 20% a 30% y de 16% a 23% respectivamente.

  • 2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    10987654321

    decil 1, un hogar en el decil 10 reciba 16.3 pesos; para

    2010, este monto cay a 10.9 pesos. Debe tomarse en

    cuenta que todos los valores en ingresos entre aos

    estn deflactados a pesos de 2010; de modo que resul-

    tan perfectamente comparables, y los cambios porcen-

    tuales son reales.

    Ahora bien, durante esos 10 aos, la dinmica

    es ms compleja. Con excepcin de los hogares en el

    10% de mayor ingreso; el resto de hogares mostr cre-

    cimientos en su ingreso entre 2000 y 2006; una cada

    importante entre 2006 y 2010, y otra cada menor entre

    2008 y 2010. Por ejemplo, un hogar promedio, en el

    10% de menores ingresos, obtena 2,638 pesos en

    2000; 3,538 pesos en 2006; 3,122 pesos en 2008; para

    terminar el periodo en 2010, con 3,083 pesos. Sos-

    pechbamos que la crisis financiera de 2009 haba

    tenido un efecto negativo en los hogares mexicanos

    y descubrimos una historia ms

    compleja: los hogares de menos

    ingresos recibieron un golpe mayor

    antes de la crisis financiera, y el

    efecto de esta en sus ingresos fue

    marginal, mientras que s afect

    claramente a los hogares de mayo-

    res ingresos.

    La historia es an ms sor-

    prendente si vemos la evolucin

    del gasto corriente total de los

    hogares: el 10% de los hogares

    de menores ingresos (i.e. el decil

    1) fue el nico grupo de hogares

    que mostr incrementos en gasto

    corriente durante todo el periodo

    (2000-2010). As, en 2000, por cada

    $ 34,014

    alcohol y tabacovestidoalimentoviviendaresto

    $ 16,340

    $ 12,264

    $ 10,734

    $ 8,917$ 8,217

    $ 7,023

    $ 5,993$ 5,165$ 3,910

    Cambio relativo. El 10% de hogares de menores ingresos fueron los nicos con incrementos en gasto permanentes entre 2000 y 2010.

    $ 5,165

    Peso sobre peso.Los deciles de menor ingreso gastan ms en alimentos (pesos de 2010), pero sobre todo en otros rubros de gasto no alimentarios; exactamente lo contrario ocurre en los deciles de mayor ingreso.

    Deciles

  • 2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

    2000

    Alimentaria Capacidades Patrimonial No pobre

    peso gastado por un hogar en el decil

    1, un hogar en el decil 10 gastaba 12.8

    pesos; en contraste, en 2010, por cada

    peso gastado en un hogar en el decil

    1, un hogar en el decil 10 erogaba 6

    pesos. Esto se debe a incrementos en

    el gasto corriente de los hogares en el

    10% de menores ingresos, pero tam-

    bin a decrementos en el gasto de los

    hogares en el 10% de mayores ingre-

    sos. Por ejemplo, entre 2000 y 2010 el

    gasto corriente mensual de un hogar

    en el decil 1 pas de 2,655 a 3,910

    pesos; mientras que en un hogar en el

    decil 10 pas de 34,014 a 23,543 pesos.

    En tanto que el gasto corriente

    total creci 43% en la dcada en un

    hogar en el decil 1, el gasto en alimentos cre-

    ci 28%. S, este es el decil de ingresos con un

    crecimiento ms grande en gasto alimentario,

    pero otros rubros de gasto crecieron an ms.

    Ante una mayor disponibilidad de ingreso,

    estos hogares cubren necesidades alimen-

    tarias, pero tambin se permiten decisiones

    de gasto centradas en el consumo de bienes

    no alimentarios. En pesos de 2010, el gasto

    en alimentos en el 10% de hogares de meno-

    res ingresos pas de un promedio de 1,242 a

    1,587 pesos mensuales; mientras que en un

    hogar en el 10% de mayores ingresos pas de

    4,445 a 4,469 pesos. As, por cada peso gas-

    tado en alimentos por un hogar en el decil1

    en 2000, un hogar en el decil 10 gastaba 3.6

    pesos, contra 2.8 pesos en 2010. Visto de otro

    modo, de cada 100 pesos de gasto, en 2000 un

    hogar en el decil 1 destinaba 47 pesos a ali-

    mentos y un hogar en el decil 10, 13 pesos;

    para 2010 este monto baj a 41 pesos para el

    decil 1 y subi a 19 pesos para el decil 10.

    El patrn es claro: en el 30% de los

    hogares de menores ganancias, el ingreso

    corriente creci en la dcada ms que en el

    resto de hogares; el gasto corriente creci an

    ms que el ingreso, pero el gasto alimenta-

    rio creci en menor proporcin. En contraste,

    el 30% de hogares de mayores ingresos son

    los nicos con cadas en ingreso corriente en

    la dcada, y reducciones mayores en gasto. El

    patrn se confirma incluso si clasificamos a

    los hogares por condicin de pobreza en lugar

    de decil de ingreso.

    Pensemos en un hogar en pobreza ali-

    mentaria. En 2000, este hogar reciba un

    ingreso corriente mensual promedio de 3,417

    pesos; gastaba 3,242 pesos, y de estos, 1,444

    pesos se destinaban a alimentos. Para 2010,

    reciba 3,631 pesos en ingresos corrientes

    mensuales; gastaba 4,303 pesos (recorde-

    mos que incluye regalos y transferencias),

    y destinaba a alimentos 1,708 pesos. As,

    en la dcada entre 2000 y 2010, un hogar en

    pobreza alimentaria report un incremento

    de 6.3% en ingreso corriente, 32.7% en gasto

    corriente, y 18.2% en gasto alimentario. En

    Crisis y gasto. Los hogares en alguna condicin de pobreza elevaron su gasto, con una cada pequea despus de la crisis financiera de 2009, y particularmente aquellos en pobreza alimentaria, que pueden, en consecuencia, gastar ms en rubros no alimentarios. La historia es exactamente opuesta en el caso de los hogares no pobres.

    $14,502

    $5,426

    $4,338

    $6,550

    23

  • contraste, en el mismo periodo, un hogar no pobre

    tuvo un decremento promedio de 10.4% en ingreso y

    de 15.2% en gasto total, aunque el gasto en alimentos

    se mantuvo estable.

    La conclusin apunta al mismo lugar. Los hoga-

    res ms empobrecidos estn hoy mejor respecto al

    inicio de la dcada en trminos de ingreso, pero noto-

    riamente en trminos de gasto, que se refleja en

    gasto alimentario, y, sobre todo, en otros rubros (que

    analizaremos en la seccin siguiente). Esto se debe

    centralmente a un efecto marginal de la crisis finan-

    ciera en estos hogares, que no revierte las ganan-

    cias notorias en todos los rubros entre 2000 y 2006.

    En contraste, los hogares no pobres mostraron incre-

    mentos ms moderados en esos primeros seis aos,

    pero decrementos ms dramticos durante los cuatro

    ltimos aos de la dcada, terminando el periodo con

    ingresos ms bajos, que derivaron en reducciones

    an ms amplias en trminos de gasto, aunque man-

    tienen montos similares de gasto en alimentos.

    otros rubros de gastoRespecto al inicio de la dcada, los hogares de

    menor ingreso gastaron, en 2010, una proporcin

    menor en alimentos, y una proporcin mayor en

    otros rubros, particularmente vivienda, transporte

    (analizado a detalle ms adelante), y productos

    de cuidado e higiene personal. Exactamente lo

    contrario ocurre en los hogares con mayor ingreso.

    El principal resultado de esta seccin no es menor:

    entre 2000 y 2010 solo los hogares en el decil 1

    erogaron montos mayores en todos los rubros de

    .0001.0001

    .00008.00008

    .00006.00006

    .00004.00004

    .00002.00002

    00 5,000 10,000 15,000 20,00020,000 40,000 60,000 80,00000

    Distribucin de ingreso corriente total. El ingreso encuentra su mxima frecuencia entre los 5 y 6 mil pesos, mostrando una mejora entre 2000 y 2010, y un leve retroceso entre 2008 y 2010, mayor a ms altos niveles de ingreso.

    gasto; mientras que en el mismo

    periodo, solo los hogares en el

    decil 10 mostraron decrementos

    en todos los destinos de gasto.

    Un incremento de 17% en

    ingreso corriente y de 43% en

    gasto corriente, muestra cambios

    drsticos en decisiones de gasto

    en los hogares de menores ingre-

    sos en Mxico. En efecto, estos

    hogares son los que reportan un

    mayor incremento real en gasto

    alimentario, de 28%, pero el incre-

    mento en el resto de rubros es

    mayor. Un hogar promedio, en el

    10% de menores ingresos, gast,

    en 2010, 67.6% ms en vivienda;

    66.1% ms en transporte y pro-

    ductos de cuidado e higiene per-

    sonal; 60.9% ms en alcohol y

    tabaco; y 42.9% ms en vestido

    y calzado. Esto parece confirmar

    que pequeos cambios en ingreso

    disponible derivan en cambios

    radicales en decisiones de gasto

    en hogares de muy bajos ingresos.

    En sentido contrario, el gasto

    parece ser altamente voltil

    a cambios en ingreso en los hogares

    de mayores ingresos. Decamos

    antes que el ingreso corriente pro-

    medio en los hogares del decil 10

    2002 2004 2008 2010 Versin aumentada de la grfica izquierda

  • .0001.0001

    .00008.00008

    .00006.00006

    .00004.00004

    .00002.00002

    00 5,000 10,000 15,000 20,000500,000 1,000,000 1,500,00000

    Distribucin de gasto corriente total.En ingreso, el gasto ha mejorado respecto al 2000; sin embargo, en 2010 este se ubica en un rango menor que en 2006 y 2008.

    cay en 22% entre 2000 y 2010; con

    una cada asociada de 30.8% en el

    gasto corriente total. Qu rubros

    de gasto sacrificaron estos hoga-

    res? No el alimentario, que se man-

    tuvo estable (+0.5%); pero s el resto:

    -38.3% en alcohol y tabaco; -37.4%

    en vivienda; -35.6% en transporte y

    productos de cuidado e higiene per-

    sonal; y -20.6% en vestido y calzado.

    De manera ms general, en

    la dcada pasada solo 70% de los

    hogares de menor ingreso report

    mayor gasto en vivienda, trans-

    porte y bienes de higiene personal;

    y entre menor el ingreso mensual

    de los hogares, ms alto el incre-

    mento. Por su parte, el crecimiento

    en gasto en vestido y calzado

    ocurre solo en 30% de menores

    ingresos, mientras que en 70%

    de mayores ingresos decreci, y

    a mayor ingreso de los hogares,

    mayor el decremento proporcio-

    nal. Por ltimo, el gasto en alcohol

    y tabaco crece nicamente en los

    deciles 1 y 9.

    Quiz sea ms ilustrativo si se

    presenta el cambio en pesos. Pen-

    semos en dos hogares entre 2000

    y 2010, uno ubicado en el decil 1 y

    otro en el decil 10. El gasto mensual

    promedio en vivienda pas de 437 a 733 pesos para el

    primero, y de 9,084 a 5,685 pesos para el segundo. El

    gasto en vestido y calzado pas de 132 a 189 pesos para

    el primero, y de 1,300 a 1,032 pesos para el segundo. En

    el resto de gastos (transporte, productos de higiene per-

    sonal, entre otros) pas de 837 a 1,390 pesos en el pri-

    mero, y de 19,005 a 12,246 pesos en el segundo. Por

    ltimo, en alcohol y tabaco, el gasto en el hogar en el

    decil 1 pas de 7 a 11 pesos, mientras que en el hogar en

    el decil 10 pas de 179 a 111 pesos mensual promedio.

    A partir de los resultados descritos, se puede

    inferir que los hogares en alguna condicin de

    pobreza incrementaron su gasto en todos los rubros,

    en particular aquellos en pobreza alimentaria, mien-

    tras que los hogares no pobres lo redujeron. Lo inte-

    resante es observar cmo distintas condiciones de

    pobreza derivaron en patrones distintos de asigna-

    cin de gasto. Por ejemplo, el gasto corriente creci

    33% en los hogares en pobreza alimentaria, con un

    incremento del 18% en gasto alimentario; pero tuvo

    un crecimiento de 51% en el rubro resto, que incluye

    transporte y productos de higiene personal, entre

    otros; de 38% en vivienda; y 28% en ropa y calzado. En

    contraste, en los hogares con pobreza en capacidades

    y patrimonial, el incremento en gasto es ms mode-

    rado, y su principal destino es el rubro de vivienda,

    el destino de gasto, junto con transporte y productos

    de cuidado personal, en el que los hogares no pobres

    redujeron ms su gasto en el periodo. En suma, los

    ms pobres gastan un poco ms, los no pobres un

    poco menos; y los primeros redistribuyeron su gasto

    en los rubros que los segundos sacrificaron.

    2002 2004 2008 2010 Versin aumentada de la grfica izquierda

  • JohnScott Andretta

    Durante la crisis de 1994 a 1995

    se dio un aumento en la pobreza:

    esta pas del 21% al 37%. Existie-

    ron algunos casos en los que las

    familias sacaron a sus hijos de

    las escuelas para ponerlos a tra-

    bajar; muchos de esos jvenes,

    por desgracia, nunca regresa-

    ron a las aulas. Por si fuera poco,

    aument la mortandad infantil

    por la baja calidad de nutrientes

    y por las pocas posibilidades de

    tener atencin mdica general.

    Con esas palabras, John

    Scott muestra el panorama real

    de mediados de la dcada de

    los noventa, mientras contina

    narrando otras historias de fami-

    lias de todas las clases sociales

    que lo perdieron todo. Con lo ante-

    rior, nos adentramos a conocer

    distintas interrogantes de inters,

    como el patrn del consumo nacio-

    nal actual, luego de haber gozado,

    durante aos, de una supuesta

    consolidacin financiera.

    Mientras la conversa-

    cin avanza, Scott se encuentra

    frente a su computadora, en la

    que despliega diversas estadsti-

    cas, tablas de esos aos y anli-

    sis comparativos que contrastan

    los efectos de la crisis mundial de

    la dcada pasada (2006 al 2009).

    Despus nos habla un poco sobre

    el cambio en el consumo que se

    dio en los ltimos aos.

    Quienes perdieron sus traba-

    jos y enfermaron, en ese tiempo,

    dejaron de consumir los medi-

    camentos necesarios y de reci-

    bir asistencia mdica. Tambin se

    modificaron los hbitos alimenti-

    cios, se dej de consumir ciertos

    alimentos por otros de menor cali-

    dad, es decir: fuentes de caloras

    ms baratas, menos carne, ms

    tortillas. Imaginmoslo de esta

    forma: uno est destinado a con-

    sumir con respecto a lo que gana;

    antes se poda invertir y ahora se

    pierde el dinero fcilmente.

    Luego de la crisis de los aos noventa, la economa mejor. Sin embargo, lleg 2006. Qu pas exactamente?La pobreza alimentaria estaba en

    un 13.8% (cifras no muy distantes

    de principios de los aos noventa),

    pero para 2008 nos encontrbamos

    ya en un 18.8%, y la razn principal

    que provoc esto fue el desmedido

    incremento a los precios de la

    canasta bsica, por la crisis inter-

    nacional.

    No obstante, para 2009 se vivi otra crisis financiera, cmo nos impact?Sin menospreciar la magnitud de la

    crisis, se puede decir que no nos fue

    tan mal como se esperaba, gracias

    a que el pas contaba con buenas

    finanzas internas. Si contrastamos

    la crisis de 2009 con la de 1995, de

    la segunda se pudo salir pronto

    debido a que era un problema de

    finanzas interno. La crisis de 2009

    le peg ms a los sectores urbanos

    que a los sectores pobres del medio

    rural, ya que estos estn desconec-

    tados de la economa de los mer-

    cados y de los centros de actividad

    econmica nacional.

    Debido a esa crisis se perdieron ms de seis puntos del PIB, acaso fue la poblacin rica la que resinti ms la problemtica econmica?La crisis de 2009 no afect a los

    pobres extremos; a los pobres con

    un nivel moderado y a la clase rica

    les fue mal.

    Para John Scott Andretta, investigador del Centro de Investigaciones y Docencia Econmicas (CIDE), explicar los

    problemas de la crisis ocurrida en Mxico entre 1994 y 1995, en comparacin con los problemas econmicos

    actuales, no es ningn reto.

    profesor-investigador del centro de investigacin y docencia econmicas (cide)

    27

  • La diversificacin de los deciles de gasto. Entre 2000 y 2010, la proporcin de hogares que se encuentran en el mismo decil de gasto e ingreso se ha reducido, particularmente en los deciles 1 (que se ubican en deciles de gasto ms altos) y el 10 (que se ubican en deciles de gasto menores).

    Proporcin de hogares en el mismo decil de gasto e ingreso.

    Condicin de pobreza y decil de ingreso. Por construccin, los tipos de pobreza se empatan con deciles de ingreso de manera ms o menos estable; no obstante, respecto al 2000, en 2010 una mayor proporcin de hogares en algn tipo de pobreza se ubic en deciles inferiores de ingreso.

    10

    9

    8

    7

    6

    5

    4

    3

    2

    1

    987

    123456

    2000

    23

    45

    67

    89

    10

    1

    10987

    123456

    2010

    2

    3

    4

    56

    78

    9

    10

    1

    10

    Decil

    es d

    e in

    gres

    o

    Decil

    es d

    e in

    gres

    o

    Decil

    es d

    e in

    gres

    o

    Proporcin en el mismo decil de gasto

    Deciles de gasto

    Deciles de gasto

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

    100

    80

    60

    40

    20

    0

    2010

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

    100

    80

    60

    40

    20

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 100

    2000

    Prop

    orci

    n de

    hog

    ares

    den

    tro d

    e la

    cond

    icin

    de

    pobr

    eza

    Pobreza Ingreso

    PatrimonialCapacidadesAlimentaria

    No pobre

    Deciles de ingreso

    2000 2010

    75.6 57.7

    49.4 29.5

    38 25.9

    32.5 21.4

    27.7 23.5

    30.4 22.2

    34.9 25.2

    38.3 30.4

    52.1 41.1

    79.5 71.6

  • Hctor Bourges Rodrguez

    En la actualidad, los especialistas aseguran que el consumidor

    nacional es muy inteligente. Los consultorios mdicos y los hos-

    pitales, sin embargo, demuestran que los mercadlogos tam-

    bin lo son para lograr ciertos objetivos comerciales. El mdico

    nutrilogo Hctor Bourges sostiene que la mercadotecnia ha

    distorsionado ciertos hbitos de consumo entre la poblacin,

    provocando que las personas enfermen por el abuso de los pro-

    ductos pobres en nutrientes. Por todo esto, es necesario que la

    poblacin aprenda, da con da, a conocer mejor los alimentos

    que consume.

    Cul es la enfermedad ms comn en los nios debido a la mala alimentacin? Podemos detectar, segn los ndi-

    ces de desnutricin infantil, que uno

    de cada siete nios tiene una talla

    insuficiente para su edad.

    Podramos hablar de la obesidad como una enfermedad?La obesidad complica los partos en

    las mujeres, complica las cirugas y

    favorece a otras enfermedades que

    genticamente estn relacionadas.

    Pero con un tratamiento adecuado

    lo anterior puede controlarse.

    Qu enfermedades derivan del aumento de peso?La diabetes, la hipertensin, coles-

    terol en la sangre, adems de otros

    padecimientos ginecolgicos en el

    caso de las mujeres. Sin embargo,

    todo lo anterior tambin puede

    prevenirse aprendiendo a lle-

    var ciertas dietas que beneficien

    a nuestro fsico y salud. El ejerci-

    cio es una parte importante, no solo

    una buena dieta.

    El problema son los productos en s o cmo los consumimos?Un adulto no debe consumir por

    da ms de 50 gramos de azcar.

    Cada refresco de lata les da 28 o 30

    gramos, y no se toman solo uno.

    Hoy, el consumo promedio es de

    160 o 170 gramos. Consumimos la

    quinta parte menos de lo recomen-

    dado en frutas y verduras. Digamos

    que los productos y las personas

    son responsables. Es decir, noso-

    tros debemos aprender a llevar

    dietas balanceadas y eso nos ayu-

    dara, ya que podramos consumir

    cualquier producto, pero

    de manera moderada.

    director de nutricin del instituto nacional de ciencias mdicas y nutricin salvador zubirn

    gramos de azcar al da es la dosis mxima recomendada para un adulto

    50

    29

  • Vicente Yez Solloa

    Hblenos sobre las caractersticas del consumidor actual, en relacin al pblico de hace ms de 10 aos.Hoy se realizan compras en menor

    tiempo, pero con mayor frecuencia.

    Ahora tambin se le da importancia a los

    artculos para la salud y para el medio

    ambiente, pues compran cosas orgnicas.

    Con respecto al ao 2000, cmo se ha dado ahora la compra de alimentos y de algunos otros productos necesarios?El 60% de la poblacin destina ahora un

    45% de su ingreso en alimentos. Existe

    una mejora. Por ejemplo: desde hace 10

    aos a la fecha, el consumo de pollo pas

    de 20 a 28 kilos cada mes, por habitante.

    Antes pocas familias podan acceder a

    este tipo de productos. Esta es una mejor

    alimentacin y ms barata. Hoy las muje-

    res tienen menos tiempo para ir de com-

    pras, pero van con mayor frecuencia, ya

    que se sumaron a la vida laboral. El que

    cada vez haya menos familias en las que

    solo el padre trabaje y la mujer se quede

    en casa a cocinar y a encargarse de los

    hijos, propici que hoy exista una revolu-

    cin tanto en las procesadoras de comida

    como en los puntos de venta. Las nuevas

    tecnologas y la globalizacin han favore-

    cido que hoy la calidad sea mejor. Ahora

    existen consumidores ms inteligentes,

    exigentes y con mayores aspiraciones.

    No necesariamente la exhibicin del

    producto en los anaqueles marca la

    pauta de compra.

    Hoy ANTAD vende alimentos u otros artculos que antes no venda?Esta es una parte importante contrario a

    lo que se pueda pensar. Antes en ANTAD

    nosotros no tenamos estadsticas. De unos

    tres aos para ac hemos logrado

    desagregar por lnea de mercanca. Antes

    nada ms tenamos supermercado, mer-

    cancas generales y ropa, pero ahora los

    desagregados se dividen en electrnica,

    electrodomsticos, hogar. Aqu es donde te

    das cuenta de que la gente est comprando

    ms cosas y no solo comida y vestido.

    Ahora la gente compra aparatos doms-

    ticos o electrnica, algo a lo que antes no

    tena acceso. Existe un crecimiento enorme

    que se aprecia en la adquisicin de ropa,

    calzado, enseres mayores, enseres meno-

    res y hasta juguetes, que reflejan una

    medida de bienestar econmico.

    Qu tanto han influido las tarjetas de crdito?Con la ayuda del crdito ya pueden com-

    prar artculos como lavadoras, pantallas,

    refrigeradores. Esto se debe a que existe

    una inflacin baja en cuanto a los crditos,

    Pocos hombres en Mxico conocen las peculiaridades del consumidor de alimentos del nuevo siglo como Vicente

    Yez Solloa, presidente ejecutivo de la Asociacin Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales

    (ANTAD). Tambin sabe de la capacidad que hay en los hogares para satisfacer sus necesidades alimentarias, pues

    47.2% del menudeo de los productos alimenticios que se comercializan en el pas se hace en sus tiendas.

    presidente ejecutivo de la asociacin nacional de tiendas de autoservicio y departamentales (antad)

    30

  • que ayudan a brindarle una estabilidad

    econmica al pas.

    El consumidor de ahora es ms racional y eficiente?

    Hoy los costos se redujeron en un 13%

    contra los costos de hace 10 aos, debido a

    que la distribucin est centralizada y tam-

    bin porque ahora se atiende mejor.

    Se puede decir que la crisis de 2009 afect los precios, la calidad y la venta de diversos productos? Todo habra sido peor si no hubiramos

    tenido un manejo responsable de las

    finanzas pblicas. Sin embargo, en ciertos

    estratos, el consumidor cambi de forma-

    tos ms finos a formatos ms baratos.

    Actualmente ustedes tienen un nivel ascendente en la demanda?El nivel de venta es muy plano para el

    potencial econmico de nuestro pas.

    Creceramos ms con mejores refor-

    mas estructurales.

    Qu es lo ms destacable del consumidor del siglo XXI?Un consumidor est ms educado e infor-

    mado y toma sus decisiones de compra,

    adems tiene dnde escoger sus pro-

    ductos, ya que hay una gran variedad de

    ellos; considero que ese sera el eje ms

    importante. Adems, el consumidor ha

    obligado al productor a ofrecer una mejor

    calidad, pues el cliente ya no compra

    aquello que no cumple con esta caracte-

    rstica. Por ejemplo, en productos pere-

    cederos tienes un mejor manejo de fros.

    Existe tecnologa que impide el maltrato

    del producto que se traslada desde la

    fbrica procesadora hasta llegar al con-

    sumidor con las respectivas etiquetas

    que garantizan la calidad.

    47%

    Hoy los costos se redujeron en un 13% contra los costos de hace 10 aos, debido a que la distribucin est centralizada y tambin porque ahora se atiende mejor

    del menudeo de productos alimenticios se comercializa en ANTAD

    31

  • energticoconsumo

    Tanto en montos reales, como en proporcin respecto a ingresos, nicamente el 30% de hogares de menos ingresos elev su gasto en electricidad durante la dcada pasada, lo que puede reflejar un crecimiento en acceso al servicio. El resto de hogares mantuvo un gasto similar o marginalmente menor. Asimismo, dichos hogares fueron los nicos que elevaron su gasto en combustibles para el hogar (gas, lea o carbn).

  • consumo energticoEl acceso al consumo de bienes energticos mejora

    directamente la calidad de vida en los hoga-

    res, al afectar otros factores asociados al

    bienestar como nutricin, higiene, salud

    y, por supuesto, informacin. Asimismo, el

    consumo energtico tiene un efecto indirecto en

    bienestar al permitir, potencialmente, una redistribu-

    cin en los patrones de bienes de consumo asociados a

    la adquisicin de capacidades generadoras de ingreso,

    en especfico: tiempo.

    En todos los niveles de ingreso los hogares mexi-

    canos incrementaron su gasto mensual en electricidad

    entre 2000 y 2008, y lo redujeron entre 2008 y 2010.

    Para la totalidad del periodo, 2000-2010, nicamente

    30% de los hogares de menor ingreso gast ms en

    electricidad. Del mismo modo, en la adquisicin de

    otros bienes energticos (i.e. gas, carbn o lea),

    solo 20% de hogares de menor ingreso increment

    sus erogaciones; particularmente notorio en el 10%

    de menos ingreso, cuyo crecimiento fue de 29% en el

    periodo, mientras que, por ejemplo, el 10% de mayor

    ingreso lo redujo en 15%.

    Estos hallazgos confirman las conclusiones de la

    seccin anterior, en la que se observ un crecimiento

    ms alto en ingresos y gasto en los hogares de menor

    ingreso, que deriv en un creci-

    miento en gasto alimentario, pero,

    sobre todo, en otros bienes de con-

    sumo, como vivienda y, en este

    caso, energa. Un patrn que se

    confirma si el anlisis se hace con

    base en condicin de pobreza, en

    lugar de niveles de ingreso.

    electricidadMayor gasto en electricidad en los

    hogares puede ser reflejo directo de

    un cambio en tarifas, en intensidad

    de consumo, y/o sntoma de una

    mayor cobertura. Esta aclaracin es

    relevante dado el principal hallazgo

    de esta seccin: entre 2000 y 2010

    solo 30% de hogares de meno-

    res ingresos increment su gasto

    en electricidad; particularmente

    aquellos ubicados en el decil 1, que

    reportaron un incremento real de

    41% en este rubro, mientras que, en

    contraste, un hogar promedio ubi-

    cado en el decil 10 redujo su gasto

    mensual promedio en 31%.

    Pobreza, gasto vs. alimentos.Gasto en electricidad como proporcin de gasto en alimentos por condicin de pobreza.

    Pobreza, combustible por ingreso (%).Gasto en combustible para la vivienda como proporcin de ingreso por condicin de pobreza.

    2010

    2004 2002

    2008 2006

    2010

    2000

    2010

    2008

    2004 2002 2000

    2006

    capacidades patrimonial no pobrealimentaria

    Bienestar va consumo privado bsico || Consumo energtico

    34

  • 2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    109

    8

    2010

    $0 - 1

    00

    $100

    - 200

    $200

    - 300

    $300

    - 400

    $400

    - 500

    $500

    - 600

    $600

    - 700

    Ms gasto en electricidad a menor nivel de ingreso. Gasto promedio del hogar en energa elctrica por decil de ingreso (pesos 2010).

    7

    6

    5