a rostro oculto #14
Post on 08-Apr-2016
231 Views
Preview:
DESCRIPTION
TRANSCRIPT
-
PORTADA
Revista cultural y de expresin pblica.
Nmero 14. Ao 2
-
A Rostro Oculto Marzo
A nuestros apreciables lectores y colaboradores, los invitamos a
dar vida y crecimiento a este proyecto, quedando a disposicin
los siguientes medios de contacto:
http://issuu.com/ARostroOcultoRevista
https://www.facebook.com/groups/a.rostro.oculto/
a.rostro.oculto@gmail.com
Somos voz sin censura,
imagen que detalla el universo.
Somos A Rostro Oculto.
Portada: Alejandra Koraki.
Ttulo: Niebla.
Contraportada: Mi Yo Literario
Ttulo: Cielo rojo
Dedicamos el nmero a quien ha sido parte de este sueo desde el inicio:
Alejandra, gracias por todo.
Todas las colaboraciones incluidas son propiedad intelectual de sus autores,
queda restricta cualquier reproduccin total o parcial sin autorizacin de los
autores.
-
Introduccin Jess Hernndez 3
Prologo Daniela Metserhy 5
Fragmentos de papel pt.1 Anel Hernndez 6
Ausencias Sergio Coronel 7
Hambrienta de Pasin Carmen Rodrguez 8
Orfeo Juan Jos Enrquez 9
Afortunado Gabriela M. Torres 11
Necrofilia Carmen Rodrguez 14
La rutina Elizabeth Vzquez M. 16
Adaptacin Carmen Contreras 20
Vida Kenzo 22
Lujuria Carmen Rodrguez 23
Escapar con una flor Yoyita Margarita 25
Me gusta Divagante 28
Los injusticiados Mi Yo Literario 29
Fragmentos de papel pt.2 Anel Hernndez 32
Eplogo Alejandra Korki 33
Editorial 34
Contenido
-
A Rostro Oculto Marzo
Ya se fue el invierno, pero el tiempo sigue cambiando; son momentos de
censura e indignacin. No slo para los medios masivos de informacin.
Tambin para aquellos que callan ante lo que los rodea; y es que nosotros
somos quienes se han ido callando.
Los absurdos nos dominan, pues hay circo, aunque el pueblo se quede sin
pan. Son polticas de gobierno que ahogan, personajes impunes que
sonren ante el despojo.
Privatizan nuestros recursos, hasta los ms imprescindibles, como el agua;
al menos eso pretenden. Al ser un medio libre, de crtica y divulgacin de
cultura, es imprescindible no detenerse, pues flaquear sera un delito
contra la libre expresin y nuestra propia visin donde todos los mundos
caben en un solo mundo. Es necesario detenernos y preguntar, qu pasara
si se pierde la libertad de comunicarnos a nuestra manera, si censuran
nuestra visin del mundo y de lo que en el ocurre. Esa creo yo, tambin
sera la muerte.
Por eso, a pesar de la agona, las palabras rondan y las imgenes se
plasman en este espacio. Gritan libertad y esperanza.
Cada colaboracin es desahogo, rebelda, anhelo. Cada colaborador una luz
para que la oscuridad sea menos hiriente, para que se transforme en arte y
se disemine otra forma de confrontar la adversidad.
Nos mantenemos firmes, sensibles, expectantes, pero ante todo, con la
mirada a futuro, intentando lograr lo imposible a travs de lo real sin
ms prembulo, disfrute usted de otra entrega ms de A Rostro Oculto.
Jess Hernndez. Marzo 2015
Somos voz sin censura,
imagen que detalla el universo.
Somos A Rostro Oculto.
Introduccin
-
Temblar y estremecerse no es lo mismo.
Tiemblo cuando no te veo y
me estremezco cuando me miras.
Daniela Metserhy
sweet_dany08@hotmail.com
Prlogo
-
A Rostro Oculto Marzo
Anel Hernndez
@leipzing
Lienzos
He pintado de negro este lienzo,
aquel que me dice que no habr retorno,
te aviso que la muerte viene por nosotros.
Vida
Un da ms cobra sentido, la vida,
sonremos al vernos uno junto al otro,
compartir sueos dentro de un sueo.
Playa
Volteaste a verme
con esa mirada extraa,
aquella que decid ignorar,
mi dulce mar.
Fragmentos de papel
(parte 1)
-
Sergio Coronel
Cuntos desvelos requiere mi insistencia
espero y desespero aguardando impasible
un retorno efmero difuso oblicuo y traslcido
difuminado por los ecos perennes de tu ausencia
Vacos interminables y huecos insondables
persiguen mis vivencias mordiendo mis entraas
socaban mi esperanza y magnifican mis nostalgias
repletas de una esencia perfumada con tu aliento
Sentidos resentidos, dolidos y esparcidos
cual coplas de una oda olvidada, desdeada y moribunda
palpitan an en mi alma carcomida y araada
maltrecha y hostigada por esta interminable espera
Un ventarrn de deseos atormenta mis anhelos
martirizando con insistencia mis sueos
convirtiendo en quimeras la sencillez de tenerte
de poseerte de volver a vivir aunque la vida me cueste
Ausencias
-
A Rostro Oculto Marzo
Carmen Rodrguez
Exhausta por lo vasto del apasionado acto sexual, tal vez dos horas sin
parar, al levantarse, se liber del cuerpo lacio que yaca encima de ella
despus de la enardecida cpula. Al cruzarse sus caminos, mirndose uno
al otro, decidieron sin ms dar rienda suelta a sus instintos.
Una gran atraccin los dominaba y en lo que pareca el lugar adecuado, los
olores de ambos crearon la atmsfera maravillosa donde se desencaden
despus el frenes. Nada los fren, nada los detuvo.
Pasado el breve ritual previo se acoplaron de forma apasionada. Fluidos,
movimientos, el cmulo de caricias a veces suaves y sorpresivamente
fieras, los llevaron a un nivel exorbitante, embriagador.
Ninguno de los dos supo en qu momento, aquel delicioso juego se
intensific de tal forma, que ella lo empez a mordisquear, primero
averiguando su sabor. Una vez que de cierto aprob la exquisitez en la
carne de l, las mordidas se hicieron ms fuertes, arrancando el primer
trozo. l se encontraba tan embebido en penetrarla que los mordiscos,
lejos de asustarlo, motivaron ms su arrebato. Estaba de tal modo excitado
que toda su sensibilidad se concentraba en embestirla, una y otra vez. Al
soltar su fluido, en el orgasmo, perciba como placenteras las dentelladas
de ella, que para entonces lo devoraba, hasta qu perdi el sentido.
Entonces, continu comiendo parte de su cabeza. De cualquier forma,
igual que en hembras de otras especies, lo importante fue garantizar el
advenimiento de su progenie.
Ahora la mantis, indiferente, dejando el cuerpo muerto se levant y sigui
su camino. Llevaba ese mismo paso lento, seductor y majestuoso, con que
cautiv a su macho.
Hambrienta de pasin
-
Juan Jos Enrquez Rivera finisterrax@hotmail.com
Lgrimas inocentes, opacas, sensuales
Brilla un pesado coraje mortal en mi piel
Era el primer da de mi cuerpo ms all permanente y fugaz El primer da no dice nada Slo el destino del abandono
del que hice mi refugio, el lugar del polvo, tu otra parte de m
que el corazn en luz crucial aprendes a separar
de alegra y respiro ciego Ahora paras,
superviviente hoy Agradezco eternamente La confusin al hasto
Encadenas sin dolor alguno Amor
Esta vez Lames las punzadas de odio que descarga el juicio final
Amor Nunca has estado en nada
cuando el silencio me arrastra sin lstima y provoca la muerte del tiempo
El ltimo beso Dispersa la mitad de mi cordura,
donde cubre el instante hasta el fin Mis sueos ardientes
Y tu prodigiosa sonrisa Nunca ha sido nada
Orfeo
-
A Rostro Oculto Marzo
La vida en Rosa
Carlos Salazar
@momoztla
-
Gabriela M. Torres
vaginasangrante.blogspot.mx
Cae una lluvia torrencial, el parque est tan vaco y apenas iluminado por un par de farolas que, con ese ambiente, hacen ver a aquel hombre todava ms infeliz de lo que se siente. Francisco lleg al parque pasado el medioda y un vagabundo sentado al otro lado de la banca, al notar su pena, se acerc a platicar con l. Al principio slo emita monoslabos y no haca menor caso al hombre pestilente ahora a su lado. Cuando al fin hubo regresado del sopor, el vagabundo ya no le cuestionaba y Francisco comenz a contarle lo que haba sucedido unas horas atrs: Despert temprano, mi esposa ya preparaba caf para el desayuno, beb media taza y tom mis cosas para ir al trabajo. La oficina no es de mis lugares preferidos, pero me agrada mucho mi trabajo. A las dos horas de haber llegado me llam mi jefe para que fuera a su oficina. Sin ms motivos me agradeci los aos que haba servido a la empresa y me ech a la calle. Pero no crea que perder el trabajo es lo que me tiene as, para nada. Llegu a mi casa y justo frente a la puerta encontr unas cajas llenas con mis cosas, intent abrir la puerta pero ninguna de mis llaves entr en la cerradura. Mi esposa me haba echado de la casa. Ella no estaba, met las cajas al coche y, como no tengo a dnde ir, aqu estoy pensando qu hacer ahora con mi vida. Vaya desgracia la suya! Contest el vagabundo. A diferencia de usted, hace algn tiempo, decid deshacerme de todo. Yo era el gerente de una importante empresa, tena un mundo de gente a mi cargo; coma en excelentes restaurantes y con un solo movimiento de manos obtena lo que quisiera. Cierto da, terminando una junta de negocios, celebraba con mis colegas el triunfo que acabbamos de obtener, la secretaria me abraz y me dijo: Qu suerte tiene, ingeniero. Qued todo el da pensando si en realidad era yo un tipo afortunado y fue entonces que decid dejar todo, empleo, casa, amigos, comodidades. Si mi suerte era tan buena, no me faltara nada.
Afortunado
-
A Rostro Oculto Marzo
El vagabundo pas toda la tarde contndole a Francisco las cosas que le sucedan a causa de su buena suerte. Frente a ellos pas un vendedor de dulces y Francisco compr un par de cigarros, el vagabundo acept de buena gana y cuando el sol estuvo ya por ocultarse prendi su cigarro y se fue. Francisco no se movi de la banca y pensaba en aquel hombre que jugaba con su suerte cuando l se senta tan desafortunado. Comenzaron a encenderse las farolas del parque y el cielo amenazaba con hacer an ms triste el da de Francisco. Fue a su carro y tom una chamarra. Todava no haba resuelto a dnde ir, as que volvi a la banca encontrndose en ella una nota y un billete de lotera, la nota deca: Hoy ha tenido la desventura de perderlo todo. Que cambie su suerte. Sinti que el vagabundo se burlaba y rompi los papeles en pedacitos. Molesto, se qued sentado en la banca un par de horas ms, se puso los audfonos para no tener que conversar con otro vagabundo y sintoniz en su celular una estacin de radio. Tocaban una vieja cancin que le gustaba Algo bueno! pens. Al final de la cancin se escuch a los nios gritones anunciando los nmeros ganadores del Premio Mayor, Francisco record cada nmero impreso en el billete al mismo tiempo que los escuchaba. Arm el rompecabezas que haba hecho con el billete y cuando descubri que era el ganador, el cielo se desplom al mismo tiempo que Francisco, llevndose en el caudal los restos de la buena suerte que le haba obsequiado el mal oliente vagabundo.
-
Tulipn Mexicano
Carlos Salazar
@momoztla
Los pelos de punta
Carlos Salazar
@momoztla
-
A Rostro Oculto Marzo
Carmen Rodrguez
No dur ni dos das en la familia. Entre Carolina y Teresa se enfrasc una lucha encarnizada por el pequeo conejo; ambas rondaban esa etapa egosta cuando piensan que todo les pertenece. Sobrevivi la tarde del viernes porque salieron a realizar algunas diligencias con su mam, pero llegado el sbado no hubo obstculo; las dos nias de tres y cinco aos, pelearon por la preponderancia sobre el orejn a lo largo del da.
Por primera vez tenan un juguete vivo, o vulgo mascota. Lo trataban como si fuera uno ms de los muecos. Llevndolo en sus brazos lo arrullaron, lo vistieron como a sus muecas, lo enrollaron en su cuello como bufanda. Ya entrada la tarde, en medio del furor, ambas jalaron con tal fuerza tratando de arrebatarlo una a la otra, que no se parti en dos de puro milagro; el conejito, empez a convulsionar y a los pocos minutos, muri. Despus de un severo regao y algunas lgrimas, mam les orden tirarlo a la basura. Carolina, la ms pequea, se ofreci a llevarlo, mientras Teresa perdi por completo el inters.
Dos das despus, cuando mam fue a dar un beso a Carolina, que fue a dormir sin dar las buenas noches, un tufo insoportable le golpe el rostro al levantar la cobija; era la mascota muerta abrazada por su ama, a medio envolver en una frazadita. Horrorizada y aguantando el olor nauseabundo, trato de tomar de entre los brazos de la pequea el bulto, Ante el asombro de mam, sta se levant con una rapidez inconcebible abrazando con fuerza al conejo; fij sus ojos en los de ella con mirada siniestra y un gesto de fiera defendiendo a la presa obtenida en una cacera. Con voz amenazadora dijo solamente: Mo!
Necrofilia
-
Mi Yo Literario
Jacaranda impresionista
miyoliterario.blogspot.mx
-
A Rostro Oculto Marzo
Elizabeth Vzquez-Marroqun
Ayer estaba atrapado por la dicha y la alegra, sin embargo, hoy
entr un poco de angustia a mi vida. Trato de pensar que esto es pasajero,
que pronto se ir esta angustia y seguir mi camino como lo he hecho sin
ningn temor. He tratado de hacer una lista de los factores que pudieron
haber provocado en m este tipo de sensaciones.
Voy caminando por la vida, como lo hacen todos, pues la vida sigue su
curso, pero me entra ese sentimiento de rareza ante la realidad que me
hace ver espejismos y me confunde.
En estos das me siento muy lejano a la tierra a pesar de que no hay forma
de salir de ella, me siento extrao en mi propio cuerpo a pesar de que llevo
aos dentro de l. Me siento atrapado en mi rutina, siento que ella me
pertenece y yo a ella, somos dos, somos uno, no podemos dejarnos y
cuando nos apartamos un poco, ah est aquella sensacin, esa sensacin de
sentirme como un extrao.
Esa rutina que a veces odio por ser tan repetitiva e inconsciente de lo
nuevo, esta rutina que es la que se forma por s misma sin pedir
autorizacin, esta rutina que sigue la misma secuencia a diario, uno, dos,
tres, etctera, y se vuelve a repetir da con da, esa es la rutina. La rutina
me ha hecho creer que ya no hay nada en donde parece haberlo todo. La
rutina se estremece cuando se aparece la novedad dentro de la secuencia
que se repite. La rutina es enemiga de la frase voy hacer algo diferente y
La rutina
-
por eso, es la rutina la que precisamente me venda los ojos para no ver lo
diferente. La rutina es el marcar de mis pasos que resurge para que
contemple lo que no contempl en los das anteriores.
Apenas hoy por la tarde, la rutina ya no fue rutina para m, me hizo notar
los pincelazos rojos del cielo crepuscular cuando caminaba rumbo a casa.
Hermosos pincelazos tan vivos y rojos, naciendo casi a la hora en la que el
da muere, ah estn, llenos de vida, intentando hablarme. El da termina
su rutina con esos crepsculos colorados, yo termino mi da tomando un t
nocturno para arrullar este cuerpo.
La rutina es la secuencia de movimientos que se repiten, ah est, no tiene
nada exclusivo, entonces para qu le dedico estas lneas a la rutina o por
qu pienso en ella, no lo s.
La rutina marca de forma inconsciente al ser humano. La rutina, aunque es
rutina genera recuerdos nuevos, pues aunque se repita da con da, la vida
sigue su curso, la vida camina, la vida deja a veces por recuerdos las ms
pequeas cosas. Ah va el ser humano, caminando por su sendero,
acumulando vivencias que con el paso del tiempo se forjarn como
recuerdos. Al principio eso es, una vivencia, una ancdota, pero despus es
el recuerdo, es la sensacin, es la irona de pensar que eso ya fue, y que
ahora ya no est. Los recuerdos se van marcando con el vaivn de la
rutina.
-
A Rostro Oculto Marzo
La rutina existe, los recuerdos van existiendo, el ser humano ah est para
acumularlos o desecharlos, rara vez se atreve a desecharlos, el ser humano
es una esponja especializada en abstraer todos los recuerdos de su larga o
corta vida. Los recuerdos le generan al ser humano sentimientos. Esa
sensacin de tristeza, de alegra o de angustia que se meten en el ser
humano cuando recuerda un episodio de su existencia, es la que lo hace da
con da ms fuerte, aunque lo debilita cuando tiene la mente vulnerable. Es
el ser humano jugando con su existencia para parecer un ser humano.
La rutina soy yo tratando de escribir con palabras lo que muchas veces
pienso, pero no puedo expresar delante de los dems. La rutina soy yo
tratando de entender los atardeceres por sus colores, pero no me interesa
compartirlo con nadie ms. La rutina soy yo dndole un beso a Alejandro
por las maanas y dicindole que lo amo. La rutina soy yo pensando que
no tengo por qu angustiarme, hay que seguir caminando todos los das,
as es la rutina, hay que entenderla, hay que aceptarla, hay que sumarse sin
miedo a la cascada de acontecimientos, sean nuevos o repetitivos, pues no
solo es la rutina, sino que as es la vida.
-
Mi Yo Literario
Soledad
miyoliterario.blogspot.mx
Mi Yo Literario
Volver del trabajo
miyoliterario.blogspot.mx
-
A Rostro Oculto Marzo
Carmen Contreras
@Utopia_Urbana
La ciudad se crea y se recrea en la mirada y en la mente de los
desarrolladores de utopas, quimeras y deseos. La ciudad de Mxico,
ancestral, prehispnica, csmica, fue levantada por el mito que conducira a
la bsqueda de un mejor lugar para el ethos sedentario. Se volvi el
ombligo de la luna en medio de una batalla de dioses provenientes de los
cuatro puntos cardinales.
Siglo XXI. Se agota la ciudad jardn, la que en casi cinco kilmetros
cuadrados de chapines, acequias, canales y canoas rsticas mal llamadas
trajineras, nombre para el Instagram-; aliment a un Imperio y a sus
aliados.
Xochimilco y Tlhuac se pueden ver en los ojos claros de Pedro, su
memoria es fresca como un cleo recin trasplantado a una mejor tierra.
Ojos verdes que brindan la foto sepia en el imaginario colectivo de aquel
encuentro ente Zapata y ejidatarios de San Gregorio y de San Luis en los
lmites con Mixquic.
Siglo XXI. Los ejidatarios se han replegado. Nadie habr de cultivar de
nuevo en esta tierra. Irnicamente, se encuentra invadida de otro frente,
de una tribu moderna que lleva el nombre de Francisco Villa. Casas de
cartn, lminas txicas, cables entrecruzados, indican el asentamiento
irregular. Es la ciudad precaria, construida con el material duro de la
corrupcin.
El deseo de la vivienda popular tiene dos caras: la del negociante del
territorio, edificador de bases sociales y la del ocupador empobrecido pero
hbil para la sobrevivencia clientelar. La reforma al artculo 27
constitucional empuj hacia la pendiente al ejido en todo el pas. La ciudad
de Mxico no fue la excepcin. En 25 aos ha disminuido de nueve a tres
por ciento la superficie de cultivo en el Distrito Federal. Estos fueron
Adaptacin
-
palacios dijo el escritor de La regin ms transparente, estos fueron
ejidos dicen los ecologistas.
Pedro mantiene presente el mito de Xipe-Totec. El cambio, las estaciones,
y de todos los ciclos, especialmente el del agua:
-No hay cultivo; no hay filtracin al subsuelo. El resultado es el
hundimiento de hasta doce metros por cada ao. Lo expresamos a los
ingenieros que estudiaban la forma de construir la Lnea Dorada del
Metro. A ellos los gua otra quimera-.
Adaptacin. Los ejidatarios se han integrado a los corredores del mercado
de plantas importadas en Cuemanco, a los vehculos de transporte pblico
concesionado, a la venta mltiple que se da en la va pblica, a lo que en el
lenguaje plano pero eficiente de la estadstica se le llama sector terciario.
Hay una urbanizacin posible para la economa, hay una urbanizacin
imposible para la identidad cultural. Parece que en Muyuguarda, en donde
la tierra ha bajado doce metros en 12 meses, se hundi el mito de Aztln.
Los ojos agua verde de Pedro se cierran.
Ciudad de Mxico, Centro Histrico.
Mi Yo Literario
-
A Rostro Oculto Marzo
Kenzo
Nac entre las palabras de un poema,
deseo morir al ser recitado.
Crec con los renglones,
como cuna las comas.
Aprend a caminar con saltos de letra en letra,
aventarme desde lo alto de un fonema.
Y me enamore de las alas del mismo poema,
Engendre y cuide de mis prrafos;
los ame, y volaron para situarse en los libros indicados.
Camino ms despacio porque en el horizonte veo el punto final,
marcado con tinta de eternidad,
en la ltima letra de mi recital,
t, lector, vuelve a comenzar.
(Dedicado a mis amigos y familia)
Vida
-
Carmen Rodrguez
Tal pareca que el pequeo perro chihuahua, de nombre Eros, le haca
honor a su nombre o, al llevarlo, le era obligacin actuar de esa forma
sicalptica. Desde que lleg a la edad adecuada, se la pasaba trepndose en
cuanto mono de peluche, almohada u otro objeto pachoncito que pudiera
hacer las veces de la prenda amada. Su ama insista que era chiquito para
cruzarlo, pero bueno, tal vez no consideraba que Eros nunca sera de ms
tamao o que para el amor no hay edades. No podan ir a ninguna parte
sin que el can en cuestin hiciera gala de sus impulsos carnales en
cualquier cosa, incluyendo los pies de las personas. Por fin, un da, en un
parquecito donde solan caminar, Eros percibi el olor inequvoco de la
pasin. Busc por todas partes y en un descuido de su ama, jal fuerte de
su cadena haciendo que esta se soltara de entre los enjoyados dedos.
Corri y corri hasta encontrarse con un montn de perros callejeros; en
medio de ellos estaba la hembra que no expela, supuraba la fragancia
provocadora. Se escabull entre las patas de los canes y por mucho alcanz
la rodilla de la hembra. No llevaba ni tres embestidas, al aire por cierto,
cuando unas fauces del tamao de su cuerpo, lo tomaron, sacudieron y
aventaron lejos. Cuando su ama lo encontr entre unos arbustos, slo
pudo comprobar que la ereccin no se pierde ante la muerte repentina.
Lujuria
-
A Rostro Oculto Marzo
Hay una fiesta; bienvenidos, todos caben
Carlos Salazar
@momoztla
-
Yoyita Margarita
Me gustan las flores,
Sus olores
Aromticas y frescas,
Ventajosas fortunas
Aire fresco en mi cara
Y ellas,
Siempre ellas, mirndome
Con gloria suprema
De esa que viene de arriba,
De esa mismo.
La luna fresca con su brillo
Y su resplandor inocente
Las colorea de noche,
Y sueo tambin
En ser pintada.
La luna da calor,
Es como un ngel en el cielo
Bajado para m,
Que est en los rincones
Nocturnos,
Gracias a Dios.
Escapar con una flor...
-
A Rostro Oculto Marzo
Hay terciopelo y bronce,
Hay dulces y caramelos
Y engordo,
No me gusta
No me quedar bien el vestido
Ni aquel sombrero.
Gracias por todo
Extranjera luna,
Tu ayuda y aprecio.
Te acordaste de m
Y el cielo y las flores
Estn ah para m.
Es necesario saber
De estas cosas,
Estas materialidades
Extraas,
Extraterrestres.
Gracias por tus gramos
De paciencia
De oro y plata,
Por comprenderme,
Por escuchar las llamadas
Del viento
Y recibir cargas
Del carcter
Divino de Dios.
-
Expandindose
Carlos Salazar
@momoztla
-
A Rostro Oculto Marzo
Divagante @deliha25
Me gusta ir un poco despeinada por la vida y sentir como el aire se hace cmplice de mi cabello, como urden secretos, como confabulan y se enamoran a cada paso... Me gusta encontrarme con tus ojos y que cada da me regales tu sonrisa... Me gusta ese guio travieso y el sabor de tus besos en mi mejilla... Me encantan las cosas simples de la vida, como escuchar el roce de tu piel bajo las sbanas, ese murmullo que al contacto cuenta que me amas... Me gusta ver crecer el pasto, como se desperezan los jazmines, me gusta ver el canto de las aves, ver cada nota bailando por los aires... Me gusta saborear el aroma de la tierra y beberme el aliento del sol... Hay veces que amanezco en desvaro, no me hagas mucho caso, a veces me enamora ms la vida... Tampoco prestes atencin... A veces solo soy feliz y comparto; por favor acepta mi regalo... Me gusta disfrutar de la impaciencia de los nios, me gusta desbocar el amor en cada abrazo... Me gusta ser as... Slo yo... Despeinada y sonriente por la vida.
Me gusta
-
Mi Yo Literario
miyoliterario.blogspot.mx
Ellos viajan por senderos de muerte, atraviesan un silencio sepulcral, se
desviven en las instancias de la guerra, en el vaco de una sociedad sin
libertad. Sus voces se ahogan en medio de la soledad, en medio del hambre,
la miseria y la esclavitud. Defienden su tierra y su trabajo, su herencia y su
tradicin.
Son parte nuestra y aun as estn en el olvido, pues nadie los mira, aunque
gritan con desesperacin la tristeza que los oprime, el abandono que les
hemos propinado. Estn relegados a la esquina del mundo, a la izquierda
de la tierra. Son nuestros, son suyos, son de nadie, somos todos. Porque
esta pobrecita patria esta tan cerca de la ausencia, pero tan lejos de su
propia identidad.
Somos producto de un secuestro del patriotismo, del predominio de la
razn. Somos olvidados de nuestra historia, viajeros sin rumbo dentro del
mar de las posibilidades cristalizadas, porque vivimos en sueos, en
ilusiones que raramente se alcanzaran. Tenemos magia, tenemos races,
pero nos acaba la idea de la vacuidad, de lo inmediato, de lo material.
Nuestro refuerzo se llama consumo, se llama olvido, se llama pobreza,
pero ms se llama falsedad.
Duele mirar su vida a travs de la nuestra, sentir las llagas de su esfuerzo
silencioso, ahogarnos en el humo, en la demencia y en la podredumbre que
nosotros mismos les hemos generado, que nos hemos generado.
Los injusticiados
-
A Rostro Oculto Marzo
An as hemos viajado, con el rencor en nuestras espaldas, con la
esperanza tatuada en la frente, con el sudor y la tierra que impregnan la
ropa, con las heridas que laceran la mente. Esperamos descansar en la
tierra prometida, en la solucin que la fe nos ha creado, en una fe que nos
vende indulgencias y nos mantiene muertos de hambre, ataviados en el
estigma del fracaso y el anhelo, entre harapos y efigies, porque si es
posible la pattica mezcla de la pobreza y la magnificencia. Sin embargo,
mantenemos nuestra mente en espera de una mirada, de una palabra, de un
ejemplo que seguir. Buscamos vida, acercndonos a la reverencia de la
muerte, coqueteamos a la alegra sin tirar el pao que seca nuestras
lgrimas.
Nuestro anhelo es simple, nos ha domesticado la cultura del otro, la que
nos encadena, la que nos apresa y nos halaga con terror. Porque somos
uno y no somos nada, seguimos esperando una voz que nos llame, una que
siembre un arcoris de redencin para nuestra raza, para nuestra tradicin,
para nuestro pueblo.
Somos faltos de justicia, somos expectantes del dolor, somos el resultado
de la imaginacin de nuestros antepasados y el alimento del depredador.
Somos uno y no somos nada, porque nos hace falta vida, nos hace falta
amor. Pobrecitos de nosotros, tan alejados de nosotros, tan cerca de
caminar solos a media noche.
Eso es vivir en injusticia, en la injusticia de la cultura y el valor; vivir de
sueos frustrados, vivir para ser injusticiado, para lograr injusticiar, para
recaer en el malestar de esta cultura.
-
Los Trenes
Alejandra Korki
facebook.com/ale.koraki
En carretera
Alejandra Korki
facebook.com/ale.koraki
-
A Rostro Oculto Marzo
Anel Hernndez
@leipzing
Verdades
Abraza la inmensidad del universo dentro de mi mirar, que opaco la
realidad.
Amor
No existe. Contrato indefinido de reglas, patrones, entre dos seres.
Amistad
Aquella crueldad que siento cuando te vas, cuando te extrao, vil soledad.
Fragmentos de papel (parte 2)
-
Si tuvieses que partir ahora.
Si tuvieses que empacar toda tu vida.
Si tuvieses que abandonar este mundo,
sta vida,
ste cielo,
ste todo...
Habras dejado tu huella?
Como una estrella fugaz que se marcha sin mirar atrs, pero que deja un camino de luz para que otros la sigan. Como si fuera un camino de ptalos
blancos que se adornan tras tus pasos... Como un sendero que has trazado con tu vida.
Habras dejado tras de ti una estela luminosa?
No esperes a que se acabe el tiempo.
Persigue tus sueos. Alcanza tus metas
No lo hagas por otros. Hazlo por ti.
Alejandra Korki
Eplogo
-
A Rostro Oculto Marzo
Direccin
Jess Hernndez
Alejandra Korki
Diseo
Alejandra Korki
Consejo de editores
Cynthia Galicia
Javier Olivares
Relaciones Pblicas
Jess Hernndez
Colaboraciones y comentarios:
a.rostro.oculto@gmail.com
Colaboran:
Daniela M / Anel H / Sergio C / Carmen R / Juan E / Gabriela T / Carmen R /Elizabeth V / Carmen C
/ Kenzo / Yoyita M / Divagante / MYL / Alejandra K / Jess H
top related