america en el idioma de la memoria

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mérica en el idioma de la memoria. (del muro de Gioconda Belli) Gioconda Belli ¿Cómo habría sido América si Colón no se hubiese topado con ella? Era inevitable que sucediera de un modo u otro, pero nunca es una mala excusa para especular. Hace unos años escribí un poema dolido para el 500 Aniversario, que aquí comparto con ustedes. Es un poco largo pero viene al caso. América en el idioma de la memoria. He oído la lengua de mis antepasados en sueños. He visto sus figuras en habitaciones confusas, que sólo puedo nombrar con el habla ajena de quienes para siempre los confinaron a la región de las sombras. No entiendo sus palabras, pero en los sueños se alargan como palmeras, brillan como las plumas del Quetzal. ¿Cómo habrán sido los mercados en Tenochtitlán, el pregón de los vendedores de penachos de papagayo, la voz de la mujer ofreciendo quequisques o yuca, la sombría voz del vendedor de papas? ¿Con qué palabras sonando a río o aguacero, se declararían el amor el héroe del juego de pelota y la muchacha dulce con las cestas de jipijapa? Las palabras de los pueblos se parecen a sus montañas y a sus lagos, se parecen a sus árboles, a sus animales. ¿Cómo sería la lengua que hablaría de los ceibos y los jaguares, de la luna incandescente y ecuatorial, de los volcanes erectos? He oído la lengua de mis antepasados en sueños, en habitaciones confusas que sólo puedo describir con la lengua del despojo. II Ocultamos nuestros Dioses, nuestros mitos, bajo la púrpura vestidura de sus santos. Recreamos su idioma. Lo rehicimos nuestro, le hicimos decir la lluvia torrencial, y el dulce ulular de la quena, la altura de los Andes, y la selva impenetrable del Amazonas. Nos cambiamos los nombres para sobrevivir,

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mrica en el idioma de la memoria.(del muro deGioconda Belli)

Gioconda BelliCmo habra sido Amrica si Coln no se hubiese topado con ella? Era inevitable que sucediera de un modo u otro, pero nunca es una mala excusa para especular.Hace unos aos escrib un poema dolido para el 500 Aniversario, que aqu comparto con ustedes. Es un poco largo pero viene al caso.Amrica en el idioma de la memoria.He odo la lengua de mis antepasados en sueos.He visto sus figuras en habitaciones confusas,que slo puedo nombrar con el habla ajenade quienes para siempre los confinarona la regin de las sombras.No entiendo sus palabras,pero en los sueos se alargan como palmeras,brillan como las plumas del Quetzal.Cmo habrn sido los mercados en Tenochtitln,el pregn de los vendedores de penachos de papagayo,la voz de la mujer ofreciendo quequisques o yuca,la sombra voz del vendedor de papas?Con qu palabras sonando a ro o aguacero,se declararan el amor el hroe del juego de pelotay la muchacha dulce con las cestas de jipijapa?Las palabras de los pueblos se parecen a sus montaasy a sus lagos,se parecen a sus rboles, a sus animales.Cmo sera la lengua que hablara de los ceibosy los jaguares,de la luna incandescente y ecuatorial,de los volcanes erectos?He odo la lengua de mis antepasadosen sueos,en habitaciones confusas que slo puedo describircon la lengua del despojo.IIOcultamos nuestros Dioses,nuestros mitos,bajo la prpura vestidura de sus santos.Recreamos su idioma.Lo rehicimos nuestro,le hicimos decir la lluvia torrencial,y el dulce ulular de la quena,la altura de los Andes,y la selva impenetrable del Amazonas.Nos cambiamos los nombres para sobrevivir,pero el mundo lo nombramoscon cdigos y cdices que an ahora les son indescifrables.Nos quisieron cambiar de piel,pero untamos de cacao sus genespara engendrar el chocolate claroy el chocolate quemado:hombres y mujeres de chocolatepoblando de nuevo el Continentedel Trueno y la DesolacinReconstruimos nuestras ciudades magnficasMxico, Buenos Aires, Lima, Roy guardamos en lo ms hondo de nuestras tinajasla sabidura de nuestra memoria avasallada.IIINo triunfamos.ramos inocentes y hablbamos a la Tierra con respeto,como huspedes, no como Seores.Sacrificbamos la Vida al Solellos, en cambio, se la ofrecan al oro,que no hace ms que imitarlo.La Tierra era nuestra cmplice.La honrbamos, la celebrbamos.Ellos no amaban la Tierra,la despojaban como si les perteneciera,igual que nos despojaron a nosotroscomo si tambin les perteneciramos.Nos obligaron a usar sus palabrasa vestirnos con sus ropasNos obligaron a adorar al Diosque ellos mismos haban crucificadoNi siquiera de la culpa que sentan por su muerte nos eximierondicindonos que tambin haba muerto por nosotrosy que tenamos que pagar con nuestras vidasel pecado de no conocerloIVHe odo la lengua de mis antepasadosen sueos.En sueos he escuchado sus gritos.El crujir de sus genitales,el dolor de los partos mestizos,de los hijos de las violaciones.Ya no pudimos nombrar a los nioscon nombres de flores, de cactos, de rbolesde constelaciones.Aprendimos a contar el tiempo con sus medidasy llamamos a los das con sus nombres extraos.V.Quienes somos?Quienes son estos hombres, estas mujeres sin lengua,escarnecidos por su color,por sus pieles, sus plumas y sus adornos?Para que no leyramos ms que sus cdices,quemaron los nuestros en altas piras incendiarias.Nuestra historia, nuestra poesa, los anales de nuestros pueblosnos llenaron de humo los cuencos de los ojos,nos llenaron de lgrimas las entraas.Ardieron los amates pintados cuidadosamente por los escribas.Ardieron las historias que nos hacan ser lo que ramos.!Cmo aullaban los viejos en las plazas,viendo arder los nombres de sus padres en el fuego!Ah! noche larga, noche triste de las cenizas!Noche en que nos quedamos sin manos,sin lengua, desmemoriados!VILa Tierra nos salv, la sangre, el color de las frutas,el vahdo del viento en los desfiladeros de Machu Pichu.Se apropiaron de todo pero la Tierra nos segua cantando,las Cataratas del Iguaz, el Titicaca, el Orinoco, la Pampa,Atitln ,Momotombo, Tikal, Copn.La Tierra conoca el toque de nuestras manos:Los volcanes nos hablaban; los ros nos lavaban las lgrimas,la selva nos escondi.A ellos los acababa la nostalgia.El oro les cobraba su precio. Se mataban entre s.Se hundan sus barcos. Sus hijos los desconocan.En los vientres de nuestras mujeres se fueron extinguiendo.Sus genes hirvieron en el cacaoy no se reconocieron en sus descendientes.VIIHe odo la lengua de mis antepasados,en sueos.En sueos he escuchado sus risas.Paciente la paciencia,la resistencia.Siglos de silencio, de espera.El tiempo fluido haciendo espirales,subiendo desde los desiertos de la Patagonia,cruzando los Andes, las cordilleras, el trpico hmedo,las praderas de los bfalos.El hombre de las grandes ciudades destruye su mundo.El hambre, la violencia, cava tneles bajo sus pies,socava los cimientos de los dolos forasteros.Los ojos de Amrica aguardan el retorno de Quetzalcatl-la serpiente emplumada-He odo la lengua de mis antepasadosen sueos.Sueos que nunca duermen.Gioconda Belli