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Alpostanos 8

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  • 1

    LA PGINA DE LOS CUATRO

    ALPOSTANOS

    Plaza Zapiola, Villa Urquiza

    N 8

    2015

  • 2

    NDICE

    Presentacin p. 3

    Luis Alposta. Mito y leyenda de Pier de Vries (Una propuesta

    centrada en la figura humana y literaria de

    Pier de Vries) p. 4

    Federico Caivano. Un hallazgo literario p. 8

    Radulfus. Un remanso en Villa Urquiza p. 10

    Dos vecinos del barrio, con Denevi p. 11

    Eufrasio Lpez. Paseo literario p. 13

  • 3

    PRESENTACIN

    Primero una explicacin sobre el nombre, peregrino por cierto.

    Lo de cuatro se refiere al nmero de sus integrantes; a saber: Luis Alposta, Juan Jos Delaney, Fernando Sorrentino y quien escribe estas

    lneas.1 Incluso dudo de la conveniencia de poner cuatro; quizs

    debera haber puesto tres, porque son tres ilustres personalidades y un servulus.

    Alposta es mdico, poeta y ensayista, de notables mritos en

    todos esos campos.2 Delaney, conspicuo hibrnico, y Sorrentino son

    reconocidos cultores y estudiosos de la literatura; ambos tienen

    importante obra publicada. En cuanto a m, intento cultivar un latn de

    baja latinidad y un espaol de baja hispanidad. Poco conocido, podra

    informar que soy escritor, actor, maestrico, sportman, charlista y poeta;

    todas esas cosas claro est que las hago mal.

    Como Delaney es gran conocedor del gnero policial, quise

    rendirle tributo hacindome eco de The sign of the four, clebre cuento de Sherlock Holmes. Por ltimo, me queda la explicacin de mi

    invento alpostano. Los cuatro viven o han vivido en Villa Urquiza, Ciudad de Buenos Aires.

    3 Al no haber, que yo sepa, un gentilicio para

    ese barrio y como no me gustan ni urquizense ni urquizano, decid

    inventar alpostano, en homenaje al primero de la lista, que es adems

    amador activsimo de ese terruo porteo.

    Como en esta poca es imprescindible poner los objetivos de lo

    que se hace, doblo mi rodilla ante la sapiencia pedaggica. Me propongo

    entonces, en este humilde lugar, garabatear sobre cualquier cosa

    relacionada con Villa Urquiza. Tambin quiero volcar lo que mi

    admirado tro u otros deseen escribir sobre el barrio. Te invito, querido

    lector, a que leas y escribas.

    RADULFUS

    1 Me llamo Radulfus, con nombre latino, y Rolo de Capital, con nombre popular.

    2 Cf.: http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Alposta.

    3 Viv en lo que tambin se llama Belgrano R, aunque Borges, cuando visitaba a su

    prima Norah Lange (en la otra cuadra de la que era mi casa), entenda que eso era Villa

    Urquiza. A este respecto, lase a Alposta en uno de sus deliciosos Mosaicos Porteos:

    Acerca de Borges y Villa Urquiza (http://www.noticiabuena.com.ar/MP66.html).

  • 4

    MITO Y LEYENDA DE PIER DE VRIES (Una propuesta centrada en la figura humana y literaria de Pier de Vries)

    LUIS ALPOSTA

    Cuanto ms he tratado a Pier de Vries, ms he tenido la

    impresin de que en l lo abstracto se corporizaba al mismo

    tiempo que lo concreto se desvaneca.

    Siempre me pareci una especie de Hamlet debatindose

    entre el ser y el no ser, a tal punto, que su realidad muchas veces

    me ha llegado a parecer una ensoacin; como si toda su vida

    fuese una sucesin de postales, una realidad ambigua. Y la

    ambigedad -que no es ajena a la poesa- en l se intensificaba

    tanto por momentos, que su persona misma lleg a ser para m

    una verdadera incertidumbre.

    Lo conoc en Villa Urquiza; una lluviosa tarde en que fui

    llamado, como mdico, para asistir a un paciente que result ser

    l. Era extremadamente delgado, de aspecto sombro y de voz

    grave. Su delgadez, su rostro anguloso y su cabello arremolinado y

    corto, me trajeron inmediatamente el recuerdo de Discpolo en

    Blum.

    An antes de haber ledo sus versos intu al poeta. Y vaya

    si lo era! La suya era una poesa de mano maestra, altiva y

    demonaca. Era una voz nueva y distinta. Sus poemas invitaban a

    la inmensidad, demoliendo y educando.

    Escriba sus versos escalonando palabras como las cartas de

    un solitario y hacindolo siempre con la sangre de su corazn.

    Siempre tuve la sensacin de que de Vries estaba viviendo

    un exilio voluntario en el territorio de la soledad, y que era,

    precisamente, en ese territorio donde escriba su poesa. Una poesa

    con una secreta luminosidad que, aunque a veces poda parecerme

    hermtica e impregnada de misterio, no por eso dejaba de

    conmoverme.

    Siento ahora la necesidad de escamotearle al olvido algunos

    hechos y circunstancias que me refiri puntualmente en muchas de

    las conversaciones que mantuvimos.

  • 5

    Hijo de padre holands y madre blgara, naci en Bulgaria,

    en Pokresville, un pueblo ubicado a orillas del Maritza, cerca de

    la frontera con Grecia, en la calle de los Pltanos.

    La imagen global de aquel pueblo se le desdibujaba ahora

    entre unas pocas calles arboladas, una pulcra estacin de trenes y

    un mercado hmedo y sombro. Una realidad ya tan lejana que se

    le confunda con un sueo.

    Fue al regresar de las que seran sus ltimas vacaciones a

    orillas del mar Negro, que su padre tom la decisin. El clima

    blico que ya se respiraba en Europa fue lo que los llev a

    emigrar. Un nuevo domicilio en un nuevo pas. Se instalaron en el

    barrio porteo de Villa Urquiza.

    El padre aprendi castellano rpidamente y sin mayores

    dificultades, como todos ellos. El destino, y tambin su talento, le

    abrieron las puertas de un popular diario de la poca, donde, con

    un seudnimo que despus llegara a alcanzar cierto prestigio, se

    ganaba la vida como dibujante.

    Pier curs los estudios primarios en una escuela estatal,

    ubicada a cuatro cuadras de su casa. Entre los nombres que

    evocaba con gratitud figuraba el de su primera maestra, Mara

    Yole Fornoni, quien escriba cuentos para nios que ms tarde

    sola leerles en clase.

    Buenos Aires les haba brindado, rpidamente, todas las

    posibilidades para que se sintiesen como en su propio hogar. Y as

    fue. La familia en pleno se aporte fcilmente, sin que por ello su madre dejase de preparar en los das de lluvia los sabrosos

    piruschky y la exquisita vnitza, infaltable en todos los

    cumpleaos.

    Su padre, artista y terico de la pintura, escriba versos, y,

    segn Pier, lo haca con cierto talento. Le gustaba la poesa y le

    transmiti a su hijo su amor por ella explicndole el significado

    de las metforas y el valor de las imgenes. De los poetas

    clsicos sola leerle a Horacio, preferentemente su poema A

    Leuconoe; y de los blgaros a Nikaj Sabzemg. Todo aquello fue

    msica para l y, desde entonces, con avidez, comenz a leer

    poesa.

  • 6

    Cursaba el primer ao del secundario cuando en la

    biblioteca de su padre descubri un libro de Segrb. Ley y

    reley su obra y por primera vez escribi un poema.

    Desde entonces comenz a publicar con cierta periodicidad

    en distintas revistas literarias, muchas de las cuales fueron vctimas

    de la indiferencia y de un olvido a corto plazo.

    Despus llegaron los das del poema diario escrito en una

    mesa del caf Costa Rica, de la esquina de Triunvirato y Monroe.

    Un caf al que sola llamar mi lugar de trabajo.

    Cada vez que concurra a la casa de de Vries, no era

    extrao encontrarlo con el odo atento, tanto a Wagner como a

    Jorge Casal, a quien admiraba, mientras respiraba su mescolanza

    diaria de humo de cigarro y espuma de cerveza.

    Una tarde me entreg una abultada carpeta que contena sus

    poemas inditos, pidindome, como lo hiciera Virgilio con sus

    amigos al darles el manuscrito de La Eneida, que, despus de

    leerlos los quemara. Volv a su casa una semana despus y ya no

    lo encontr.

    Fue en la calle Brcena. Su domicilio de siempre; en el

    que viva solo.

    Desapareci, con la misma reserva que guardan los que

    cambian de barrio al morir.

    Supe, mucho despus, por intermedio de un diplomtico

    amigo, que su nico libro de poemas, La balanza de hielo, cuyo manuscrito aun conservo, ha sido traducido al farsi por no s

    quin ni s cmo, y publicado en Isfahan, generando en una

    importante revista literaria de esa ciudad, el siguiente comentario:

    Si no fuera por ciertas exageraciones que rayan en la impiedad, la obra de Pier de Vries sera lo ms hermoso que ha

    sido traducido a nuestra lengua, pues no hay poeta occidental

    entre los antiguos ni los modernos que se halle a su altura,

    siendo ste el mayor poeta de todos en absoluto.

  • 7

    Olvid decir que de Vries hablaba ocho idiomas; entre ellos

    el persa.

    Aunque su vida, hecha de realidades y ficciones, no es

    ajena a situaciones histricamente verdicas, en el hecho de que

    aqu, en mi barrio, no haya un slo vecino (y no digamos un slo

    lector) que lo recuerde, est el germen de su mito y su leyenda.

    LUIS ALPOSTA

    Una importante obra de Luis Alposta

  • 8

    UN HALLAZGO LITERARIO

    FEDERICO CAIVANO1

    Pasando por una librera (de las que venden carpetas y tmperas)

    en Villa Urquiza, descubr que en un rincn se escondan ocho humildes

    estantes con algunos libros. La mayora eran los ubicuos best-sellers de

    la temporada, pero en un rincn de ese rincn vi un cartelito mgico:

    "oferta". Esa palabrita, que en general significa que los productos no son

    de muy buena calidad, funciona distinto con los libros; por eso capt mi

    atencin enseguida. Pues bien, en ese recoveco di con "Zoologa lrica",

    de Juan Burghi. El ttulo y la portada fueron suficientes para que me

    interesara:

    1 El autor de este artculo es un joven escritor, vecino de nuestra querida Villa Urquiza.

    Le agradecemos que nos haya permitido tomarlo de su blog, el cual aconsejamos

    visitar: http://simpletranquiloyautentico.blogspot.com.ar/.

  • 9

    El libro consiste en pequeos artculos acerca de distintas especies que pueblan la vida cotidiana del autor. De entrada me gust la

    idea de describir especies animales usando un lenguaje ms artstico que

    cientfico, pero una vez que lo empec a leer me decepcion un poco. No

    tanto por lo que est escrito, sino por todo lo que se le podra agregar.

    Creo que lo que pas fue que yo esperaba que hablara de las especies, y

    en lugar de eso habla ms bien de observaciones acerca de animales

    particulares. Al menos a m, que me maravillan las aves (y hay muchas

    en el libro), me dan ganas de escribir mis propios artculos. Tal vez sea

    la envidia que hace que me pregunte por qu no se me ocurri a m

    primero, pero de cualquier manera pens en ofrecer este pequeo aporte

    al apartado Golondrinas: Las golondrinas me fascinan. Cunta libertad de ir a donde quieran! Cunta gracia y precisin en sus movimientos! Son dueas del aire; tan giles que parecen el mismsimo viento encarnado. Se mueven sin moverse, planeando constantemente, bailando en las alturas. Viven en el aire, dando vueltas, comiendo y bebiendo sin tocar el suelo ms que para descansar. Van de levita azul pasendose como si fueran prncipes y princesas del cielo. Con un canto corto y alegre se mofan de nosotros, los pesados y torpes terrestres. Y cuando se avecina una tormenta, sus figuras se recortan contra las nubes grises, mostrndose solamente al que sabe y puede observar bien; tan lejos estn de este profano suelo.

    En conclusin, el libro me gust ms como hallazgo, como

    objeto interesante y raro que como lectura apasionante. De cualquier

    manera, sin duda vale la pena hojearlo.

    FEDERICO CAIVANO

  • 10

    UN REMANSO EN VILLA URQUIZA

    El domingo pasado, en una hoja de misa, le un aviso de la

    Posada del Orante. Fui a la Red1 y en el sitio hall esta definicin:

    Somos Sacerdotes integrantes de la Comisin de Espiritualidad de la Arquidicesis de Buenos Aires, delegados por nuestro ex-Obispo el

    Cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, para predicar retiros y

    dictar talleres en el mbito que nos compete. En otras palabras, una casa de retiros y un lugar para oracin, adoracin y meditacin, en

    nuestros lares (Capdevila 3090, esq. Quesada, a una cuadra de

    Triunvirato y a una de Congreso, Villa Urquiza).

    Las bellas calles de nuestro querido barrio son seoriales y

    serenas: favorecen la contemplacin. Ms todava ahora, porque

    albergan la Posada del Orante.

    RADULFUS

    1 Cf.: http://www.buscarsoloadios.com.ar/nuestracasa.htm.

  • 11

    DOS VECINOS DEL BARRIO, CON DENEVI

    En mayo de 2015, en la Biblioteca Nacional, los cuatro autores

    de la foto presentaron un libro sobre el gran escritor argentino Marco

    Denevi. No pude asistir, pero estoy seguro de que tal presentacin fue un

    xito. No tengo el honor de conocer a Horacio Callegari, escritor e

    historiador, destacado vecino de Tres de Febrero. S conozco a Hctor

    lvarez Castillo,1 escritor, poeta, hombre de teatro. A lo anterior aado

    que Hctor es tambin muy buen cultor y estudioso del ajedrez: mi

    ignorancia sobre el tema no quita valor a sus conocimientos sobre l.

    Pero a estas pginas interesan muy especialmente los nombres de

    Delaney y de Sorrentino.

    1 Sobre l y sobre Callegari el lector encontrar mucha informacin en la Red.

  • 12

    Varias veces estos prestigiosos vecinos y amigos de Villa

    Urquiza se hicieron presentes en esta revista, con escritos que muestran

    su sabidura y tambin su ingenio y humor. En esto sin duda son muy

    buenos discpulos de Denevi. Felicitamos entonces a vecinos y no

    vecinos por tan importante obra literaria. Los saludo con mi dbil musa:

    En ceremonia secreta

    cuatro amigazos de ley

    arcano libro escribieron

    para leer de diez a diez.

    RADULFUS

  • 13

    PASEO LITERARIO

    El pasado 9 de julio haba quedado en tomar un caf con Don

    Mario Rojman, El Payador Urbano, a quien solo conoca por escrito.

    Dicho encuentro era en Belgrano R, cerca de nuestro amado barrio Villa

    Urquiza. Y todo fue, como podrs ver, querido amigo, un paseo literario.

    En primer lugar estuvo el viaje en el subte de la lnea B, que tiene que

    ver mucho con las letras. Pensemos en Carlos Gardel y en dos grandes

    opuestos: me refiero, claro est, a Echeverra y Juan Manuel de Rosas.

    Me baj en la estacin que homenajea al autor de El matadero y

    baj rumbo a otra, pero de tren: Belgrano R, del Ferrocarril Mitre (dicho

    sea de paso, otro gran literato, porque traducir al Dante es como navegar

    a Corinto). Pas por San Patricio, que me trajo recuerdos de las iglesias

    de Dubln y tambin de mi entraable amigo Edgardo Murray, muchsimos aos secretario de la redaccin de The Southern Cross, con

    quien nos reunamos en el Caf Martnez. Segu bajando y me llam la

    atencin en una vetusta casa la veleta en forma de cigea. Me puse a

    buscar una adaptacin del dicho popular, segn el cual, en Espaa, para

    el 3 de febrero San Blas trae las primeras cigeas. Si no llegaron, es

    porque la nieve y el fro todava persisten:

    Dicen que para San Blas

    suelen venir las cigeas;

    si no se va la fra nieve,

    an no las ves a ellas.

    A mi glida vejez,

    te pido, ave amiga, vengas.

  • 14

    El punto de encuentro con Don Mario fue una confitera llamada

    El Torren, un poco antes de Echeverra y la va. Hablamos sobre

    infinitos temas, todos los que pueden caber en dos horas de conversacin

    antioxidante. Por el peso de mis aos, poco recuerdo de esos bocadillos.

    Lo nico que s es que me aliviaron las penas de ese da, porque buena

    parte gir alrededor de los libros y el mismo Don Mario me lo subray la biblioteca es como un botiqun del alma. Me gust la idea y escrib

    sobre la servilleta esta copla:

    El alma tiene sus cuitas,

    amigo de larga fama,

    pero es la biblioteca

    un botiqun de las almas.

    Y, hablando de letras, quizs conozcas, querido amigo, mi aficin

    a tener libros dedicados. Cul le llev a Don Mario para que me

    dedicara? Me pareci muy a propsito: el Santos Vega, uno de los

    primeros volmenes de la GOLU de Kapelusz, con prlogo de Fermn

    Estrella Gutirrez. En fin, tuve un da de trato con dos payadores. Pero la

    mejor manera de terminar es que leas el homenaje de El payador urbano

    escrito para un 23 de julio, Da del Payador.

    Payador, vos sos la esencia de una infancia prodigiosa, que me dej, entre otras cosas, la marca de tu excelencia. Vuelvo a la vieja querencia sin pactar con el olvido; noble pjaro sin nido que, en fogones intimistas, a tu canto repentista has honrado y distinguido. Por tu guitarra andariega, ambas orillas del Ro se nutrieron con el bro y el alma de Santos Vega. En aquella leal entrega del canto noble y genuino que nos legara Gabino aquel negro pasional se sustenta el potencial de orientales y argentinos.

  • 15

    En tu trova cadenciosa florecieron sentimientos, y supo aplacar los vientos tu guitarra melodiosa. A veces parsimoniosa tu voz, buscando la rima, pona suspenso en el clima de un contrapunto impaciente, en el que dos contendientes ocupaban la tarima.

    Fuiste y sers referente de un legtimo criollismo; enraizada en tu lirismo crece una antigua vertiente. Sos la tradicin latente y desde muy vieja data, sencillito y de alpargatas o con tus pilchas de lujo, de tus coplas al influjo floreci el Ro de la Plata.

    EUFRASIO LPEZ

    Estatua del Payador

    (Tres Arroyos)