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Alineamiento Del Espíritu Con La Personalidad El Yo Superior Con El Yo Inferior

Constitución del ser humano:

La constitución del humano, es básicamente triple:

I. La Chispa Divina, el Espíritu Puro o la Mónada,

refleja los tres aspectos de la Deidad o de Dios:

1. La Voluntad o el Poder (Del Padre).

2. El Amor-Sabiduría o Amor Sabio (Del Hijo).

3. La Actividad o Inteligencia Activa (Del Espíritu

Santo).

Y únicamente cuando el humano se ha acercado al fin de

la jornada, y se ha perfeccionado en la quinta iniciación

(Control del vehículo espiritual Átmico o del Espíritu

Divino), puede establecer contacto con el primer aspecto (El Padre).

La Chispa Divina o Mónada, también se refleja en:

II. El Espíritu, el Yo Superior, la Individualidad, el Ego o el

Ser, quien potencialmente es:

1. Voluntad espiritual (Atma, Átmico o el Espíritu Divino).

2. Intuición (Budi o Búdico, Amor Sabio, el Principio

Crístico o el Espíritu de Vida).

3. Idea, Mente Superior o Mente Abstracta (Manas

Superior, Mente Causal o el Espíritu Humano).

Cabe destacar, que la luz reflejada por nuestra Mónada;

la cual si es vista desde abajo o a partir del mundo físico,

se proyecta más o menos igual al revelar la luz blanca

solar a través, de un prisma. Pues de tal luz; simplemente

podemos captar los tres matices primarios (Amarillo,

azul y rojo), los cuales a medida que disminuye su

vibración o descienden, cambian de tonalidad (El azul se

torna violeta, el rojo anaranjado; y el amarillo, verde);

pero que en sí, dichos colores representan:

1. El amarillo la voluntad, el poder o al Padre.

2. El azul el amor sabio o al Hijo.

3. Y el rojo, la actividad o al Espíritu Santo.

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El Yo Superior, el Ser o el Ego, empieza a hacer sentir su poder

en el humano evolucionado en forma acrecentada en el sendero

de probación; hasta que se alcanza la tercera iniciación

(Cuando integralmente se ha dominado el pensamiento: El

vehículo causal, la mente abstracta o el Espíritu Humano y el

cuerpo mental concreto).

En el iniciado espiritual; el apropiado uso del pensamiento,

perfecciona el control que ejerce el Yo Superior o el Ser sobre el

yo inferior o la personalidad; para que el aspecto más elevado

(El Ser), comience a hacer sentir su energía.

El Ego, el Yo Superior o el Ser, también se refleja en:

III. La personalidad o el yo inferior del humano; aspecto el

cual igualmente es triple, por estar conformado por:

1. El cuerpo mental concreto (Manas inferior, mente

concreta o la mente, de color anaranjado).

2. El cuerpo emocional (Cuerpo astral, de color rojo).

3. El cuerpo físico (El físico vital o etérico y el cuerpo

físico químico o denso, de color grisáceo).

Por tanto, el objetivo de la meditación consiste en que la persona conozca

y comprenda integralmente su aspecto más elevado o su Yo Superior o

Egoico; para que la naturaleza inferior o la personalidad, sea controlada

por el Ser. Y precisamente; mediante la meditación se alcanza que el

pensamiento se convierta en un foco del Yo Superior o del Ego, para que

se manifieste en los razonamientos (Del cuerpo mental concreto),

sentimientos (Del cuerpo astral) y actos (Del cuerpo físico) del humano

común.

Alineamiento del Ego, el Ser, el Yo Superior o el Espíritu con la personalidad:

1. Alineamiento de los tres cuerpos inferiores o de la personalidad:

El alineamiento y estabilización de los tres cuerpos (Físico, astral

y mental concreto) dentro de la periferia del vehículo causal o del

Espíritu Humano; mediante un esfuerzo de la voluntad (Del

vehículo Átmico o Espíritu Divino), impulsa el comienzo del

verdadero trabajo que el Yo Superior o el Ser puede realizar en

cualquier encarnación.

Los grandes pensadores y los verdaderos mentalistas son;

fundamentalmente, quienes tienen sus tres cuerpos inferiores

alineados. Es decir, que el cuerpo mental concreto mantiene a los

otros dos (Astral y físico) en un alineamiento circunspecto. Para

que la mente se ponga en comunicación directa con el cerebro físico, libre de obstrucciones e

interferencias.

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Cuando el alineamiento es cuádruple, y los tres cuerpos

antes mencionados están alineados con el vehículo de la

mente causal o el Espíritu Humano y mantenidos

firmemente dentro de su circunferencia; entonces, se ve

actuando a los grandes líderes sociales (Aquellos que

intelectual y emocionalmente arrastran tras sí; por

convicción y no por conveniencia, a grandes cantidades

de personas), como:

Excelsos escritores, visionarios o futuristas, pensadores,

inventores, sabios, guías o maestros espirituales, etc. Ello

se debe, a que dichas personas han establecido un canal

directo entre la mente concreta, con la parte de su Yo

Superior, Ego o el Ser.

Por tanto, se debe estudiar y conocerse a sí mismo todo cuanto

se pueda, practicar la coordinación física (Del cuerpo físico

etérico superior sobre el cuerpo físico denso), luego agregar a

tal coordinación la estabilidad o equilibrio emocional

(Procurando la supremacía de las emociones del cuerpo astral

superior sobre el cuerpo astral inferior); para que ambos

cuerpos (Físico y astral), funcionen como uno sólo.

Y cuando se extiende tal coordinación y equilibrio físico-

emocional al cuerpo mental concreto; el triple humano inferior

alcanza su apoteosis, pasando por la mayor parte de las

transformaciones en el mundo de las formas.

Más adelante, se obtiene la perfecta coordinación entre el Yo Superior o el Ser; canal directo de

comunicación o conducto sin impedimento, con la conciencia del cerebro del cuerpo físico.

Hasta ahora, tal coordinación directa con el Ser o el Ego, sólo se presentaba en muy raras

ocasiones. Pero quienes tienen su personalidad altamente coordinada, los cuatro centros

cerebrales funcionan con una elevada vibración; y

cuando el Ser está próximo a alinearse con los cuerpos

inferiores, la glándula pineal y el cuerpo pituitario se

hallan en proceso de desarrollo y funcionan en forma

correlativa, al establecerse un puente entre ambas

glándulas (Lo que ocurre en la tercera iniciación).

Puente que enlaza el mundo de los sentidos (Del

cuerpo físico etérico, polo negativo del éter luminoso)

y el mundo de las emociones (De la luz anímica,

cuerpo astral superior); por lo que desde entonces el

humano se hace clarividente, para dirigir su mirada a

voluntad. Para el clarividente voluntario, los objetos

sólidos pueden verse a la vez por dentro y por fuera, el

espacio y la densidad como obstáculos para la

observación, han cesado de existir. A partir de allí, el

centro cerebral o de alta mayor (Corteza sensorial), intensifica su vibración hasta entonces

moderada. Y al recibir el humano la quinta iniciación, la interacción entre los centros cerebrales

se perfecciona el alineamiento de los cuerpos, se rectifica geométricamente; para finalmente

alcanzar así, el perfecto quíntuple súper-humano.

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En el humano común, éste alineamiento se produce

únicamente a intervalos (En momentos de tensión,

cuando los esfuerzos humanitarios son necesarios y en

instantes de intensa aspiración espiritual).Antes de que

el Ego o el Ser advierta constantemente al yo inferior o

de la personalidad, se debe haber alcanzado la

abstracción o contemplación en mayor o menor grado.

Cuando tal recogimiento o adoración involucra las

emociones superiores del cuerpo astral, la mente

concreta hace contacto con el cerebro físico; para que

igualmente, comience el alineamiento. De allí, la

importancia práctica de la meditación; pues se tiende a

la abstracción y a despertar las emociones superiores

del cuerpo astral y la mente abstracta, para adquirir

conciencia del Espíritu Humano.

Alineamiento y vibración:

Recuérdese que; en su mayor parte, todo es cuestión de materia y vibración. Y los niveles

abstractos del mundo mental están formados; desde abajo hacia arriba, por tres regiones

superiores (Región de la idea germinal de las formas físicas densas, la región de la idea germinal

de la vitalidad física o

etérica y la región de

la idea germinal de

los sentimientos o

emociones astrales).

Y como se sabe, cada región se relaciona con las regiones superiores correspondientes. Por tanto,

una vez que se ha introducido en los tres cuerpos inferiores materia de la quinta región del

pensamiento causal o del Espíritu Humano (Idea germinal de los sentimientos o emociones

astral); el Yo Superior o el Ser, comienza a proceder en forma más consciente y continua por

medio de una personalidad alineada.

Quizás, se puede invertir la idea y exponer que únicamente cuando los cuerpos inferiores; a

través del cuerpo mental concreto, contienen cierta

proporción (Que constituye un secreto de la tercera

iniciación) de materia de la quinta región (Idea

germinal de los sentimientos o emociones astral) del

Espíritu Humano, la personalidad puede reconocer y

obedecer al Yo Superior o al Ser.

Por lo que necesariamente debe haber en cada

persona un gran y profundo sentimiento de

conocerse a sí mismo y evolucionar para estimular la

acción de alcanzar su Yo Superior, el Ser o su Ego.

Consecuentemente, obtenido tal sublime

sentimiento, entonces se ha de agregar materia de las

dos regiones superiores del mundo del Espíritu

Humano (Idea germinal de las formas físicas densas

e idea germinal de la vitalidad física etérica) a los

cuerpos físico y emocional o astral respectivamente.

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En consecuencia, con las ideas germinales de los sentimientos del Espíritu Humano; usando

como foco el cuerpo mental concreto, se requiere vivificar la vida anímica del cuerpo astral (5) y

al éter vital del cuerpo físico etérico (5). Con las ideas germinales de la vitalidad del Espíritu

Humano (6), se necesita

estimular la luz anímica

del cuerpo astral (6) y el

éter luminoso del cuerpo

físico etérico (6). Y con las

ideas germinales de las

formas físicas del Espíritu

Humano (7), se precisa

avivar al poder anímico del

cuerpo astral (7) y al éter

reflector del cuerpo físico

etérico (7).

A partir de aquí, la lucha

del aspirante para purificar

y disciplinar el cuerpo

físico; básicamente el

cuerpo físico vital o etérico

(Éter reflector y luminoso),

y subyugar al cuerpo

emocional o astral

(Sentimientos, deseos, impresiones y pasiones). Purificación y subyugación que describen el

trabajo a realizar en los dos planos (Físico y emocional o astral). Colateralmente se exige el

empleo de la mente inferior o concreta, para que los tres cuerpos inferiores lleguen a alinearse.

Así, se podrá empezar a sentirse las vibraciones de las regiones de la mente abstracta; por lo que

es necesario recordar que dichas vibraciones llegan por conducto del vehículo causal o del

Espíritu Humano (El vehículo del Yo Superior o del Ser). Y el vehículo causal del humano

común se encuentra en el quinto subplano (Desde

abajo hacia arriba) del mundo del pensamiento o de la

mente. A éste detalle, no se lo tiene suficientemente en

cuenta, por lo que debemos reflexionar al respecto.

El verdadero pensamiento abstracto únicamente es

posible cuando la personalidad; en reciproca vibración

con el Ser, se ha alineado suficientemente como para

formar un canal casi libre de obstrucciones. Pues si se

tienen egoístas impulsos psíquicos (Pensamientos del

cuerpo mental concreto; y sentimientos, del cuerpo

astral), se presentarán obstáculos en el alineamiento

entre el Espíritu y la personalidad.

Luego; a intervalos raros al principio, pero más

frecuentes después, comenzarán a infiltrarse ideas abstractas que irán seguidas a su debido

tiempo con destellos de verdadera iluminación o intuición, que provienen de la Tríada Espiritual

o del verdadero triple Espíritu (Espíritu Divino, Espíritu de Vida y Espíritu Humano).

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Para ampliar mejor el concepto, merece la pena examinar el diagrama 1; que al respecto presento

Max Heindel, en el Concepto Rosacruz Del Cosmos. Pues en tal diagrama, se realiza una simple

comparación de cómo operan los mundos Espirituales y los de la materia; con respecto, a un

operario de película. Quien al proyectar un barco de vela, requiere que su proyector emita luz

para que la imagen del barco; grabada en la película, sea proyectada hasta la pantalla de cine por

un lente. De la misma manera; actuamos en los mundos Espirituales y de la materia. Ya que para

plasmar una acción

en el mundo físico;

con el impulso de

voluntad de nuestro

Ego o del Ser,

imaginamos una

idea; la cual le

damos forma en la

mente, para

finalmente sentir el

incentivo del cuerpo

astral y completar

con el cuerpo físico

la acción. Sin la

idea (La película o

conocimientos) de los hechos conexos a la acción, la mente no puede proyectar ninguna imagen

mental, por lo que la acción no se materializa. Igualmente, si estamos psíquicamente

perturbados; pues a pesar a tener buenas ideas, el enfoque de la mente no será el correcto. Por lo

que el incentivo del cuerpo astral para completar la acción con el cuerpo físico, no será el

apropiado. Similar a como si el lente del proyector de la película del barco, estuviese

desenfocado.

El acorde del Espíritu:

¿Qué se quiere significar con el término "vibración recíproca"? Se anhela indicar la adaptación

de la personalidad o del yo inferior al Ego o al Yo Superior; la preponderancia del rayo del Ser,

sobre el rayo de la personalidad y la combinación de sus tonos. Significa

la mezcla de los colores primarios del Yo Superior o del Ego con los

matices secundarios del yo inferior o de la personalidad, hasta alcanzar

la belleza. Al principio tenemos disonancia y desarmonía, por el choque

de los colores y la lucha entre lo Superior y lo inferior. Pero a medida

que transcurre el tiempo; con la ayuda de un Maestro, se logra la

armonía del color y tono (Pues son sinónimos), hasta que finalmente se

obtiene la nota fundamental de la materia, la tercera mayor de la

personalidad alineada y la quinta dominante del Ser, seguida por el pleno acorde de la Mónada o

el verdadero Espíritu.

Durante el discipulado espiritual, se busca la dominante del Ego o del Ser; pero antes debe vibrar

la tercera perfecta, de la personalidad. Durante varias encarnaciones, hacemos

vibrar los cambios en los tonos intermedios; y a veces nuestras vidas vibran a

un tono mayor o menor, pero siempre tienden a adquirir mayor flexibilidad y

belleza. A su debido tiempo, cada nota se ajusta a su acorde; el del Espíritu, y

cada acorde forma parte de una frase o grupo al cual corresponde el acorde y

la frase completa la séptima parte del todo. Las siete partes completan

entonces, la sonata de nuestro sistema solar (Parte de la triple obra maestra

del Logos o Dios, el Maestro Músico).

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Alineamiento Micro y Macrocósmico:

La meta de la evolución del humano en los tres mundos (Físico, emocional o astral y mental

concreto), consiste en alinear su triple personalidad con el Ego o el Ser; hasta llegar a obtener la

línea recta, para convertirse en el Uno. Cada encarnación

de la personalidad es representada; al término de la

misma, por una figura geométrica utilizando algunas

líneas del cubo y su expresión en un tipo de forma. Las

formas de las vidas primitivas son intrincadas, burdas y

de contornos indefinidos. Las formas construidas por el

humano medianamente evolucionado; de la actualidad,

son de contornos definidos y precisos. Pero cuando entra

en el sendero del discipulado, la meta consiste en

fusionar todas las líneas en una sola, lo cual se realiza

gradualmente. Un Maestro, es quien ha fusionado las

líneas del quíntuple desenvolvimiento; primero en tres y

después, en una. La estrella de seis puntas se trasforma

en la estrella de cinco puntas, el cubo se trasforma en el

triángulo; y el triángulo, en el Uno. Mientras que el Uno (Al fin del gran ciclo), se convierte en

el punto dentro del círculo de manifestación.

De allí, el esfuerzo de enseñar a todos la simplicidad basada en una trinidad de verdades

fundamentales, e inculcar la centralización. Pues cada vida tiende a adquirir una mayor

estabilidad; pero rara vez, se encuentra la triple personalidad alineada (Sí así puedo decirlo) con

la conciencia causal o con el Espíritu Humano. Esto ocurre momentáneamente (En caso de

elevada aspiración y en actos altruistas) en que el Yo Superior o el Ser y el yo inferior o la

personalidad, forman una línea recta. Comúnmente el cuerpo emocional o astral, debido a su

violenta vibración o por alguna inquietud

fluctuante, está constantemente fuera de

alineamiento. Cuando el cuerpo astral se halla

momentáneamente alineado, el mental

concreto actúa como una obstrucción,

impidiendo que la influencia del Yo Superior

o el Ego descienda hacia el yo inferior o hasta

la personalidad, a fin de llegar al cerebro

físico.

Por lo que son necesarias muchas vidas de

paciente esfuerzo, antes de poder aquietar el

cuerpo emocional o astral; para construir un

cuerpo mental concreto, que actúe como filtro

y no como impedimento. Después de haber

alcanzado esto hasta cierto punto, cuando el

cuerpo astral se ha estabilizado y llega a ser

un reflector puro; y cuando el cuerpo mental

concreto actúa como placa sensible, capaz de discernir y explicar inteligentemente la verdad

superior, aún entonces son necesarias gran disciplina y muchas vidas de esfuerzo para lograr

alinearse ambos cuerpos (Mental concreto y astral) al mismo tiempo. Una vez conseguido, debe

adquirirse el control del cerebro físico y su alineamiento final; con el objeto de que actúe como

receptor directo y transmisor de la enseñanza impartida por el Ser y que refleje fielmente, la

conciencia Superior.

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Por tanto ¿dónde se halla, la correspondencia macrocósmica? ¿Dónde está la analogía en el

sistema solar? El alineamiento Logoíco Divino se produce, cuando existe el alineamiento directo

y recíproco con ciertos planetas y con el Sol; y durante el

proceso de evolución, del Sistema Solar. Al reflexionar al

respecto; se quiere hacer una advertencia de no tratar de

formular hipótesis sobre el alineamiento, basándolo en los

planetas físicos. La verdad no reside allí. Únicamente tres

de los planetas físicos (y los tres en materia etérica) entran

en el alineamiento final que señala la adquisición por

parte del Logos, de una conciencia Logoica cósmica que

constituye Su meta. De tales planetas, la Tierra no es uno

de ellos, dado a que es el que recibe los efectos de la

alineación macrocósmica; pero Venus, ocupa el lugar

correspondiente al átomo permanente o simiente

emocional o astral. Colateralmente, el alineamiento puede

aún extenderse más allá, con la alineación de nuestro

Sistema Solar con el sistema de Sirio; cuya meta aún más remota, es un acontecimiento muy

distante pero que encierra el secreto del ciclo mayor.

Información extraída e interpretada de las Cartas Sobre Meditación Ocultista, Carta I,

Alineamiento Del Ego O Alma Con La Personalidad, Libros Azules del Maestro Tibetano

Djwhal Khul Y Alice Ann Bailey, en:

http://www.upasika.com/docs/bailey/Bailey%20Alice%20-

%20Cartas%20sobre%20meditacion%20ocultista.pdf