ali chumacero -...
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A L I C H U M A C E R O
IbEWECPOTiA kMARCO A N T f l T N ^ -AMPOS
Luis Antonio de Villena
Los senderos y el bosque
XX años del Premio Loewe
- A n t o l o g í a -
Colección Msor de Poesía
A DE MÉXICO
N Ú M E R O 106
J U L I O - A G O S T O · 2008 · $37,00
P L A Z A DE LA C I U D A D E L A 4, C E N T R O H ISTÓRICO
DE LA C I U D A D DE MÉXICO,
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CERTIF ICADO DE LICITUD DE T ÍTULO # 6270
CERTIF ICADO D E LICITUD D E C O N T E N I D O # 4380
C O N S E J O N A C I O N A L P A R A
L A C U L T U R A Y L A S A R T E S
P R E S I D E N T E
S E R G I O VELA
D I R E C T O R G E N E R A L D E B I B L I O T E C A S
FEDERICO H E R N Á N D E Z P A C H E C O
R E V I S T A B I B L I O T E C A D E M É X I C O
D I R E C T O R F U N D A D O R :
JAIME G A R C Í A TERRÉS f
D I R E C T O R : E D U A R D O LIZALOE
E D I T O R : JOSÉ A N T O N I O M O N T E R O
E D I T O R A S O C I A D O : MARIO B O J Ó R Q U E Z
S E C R E T A R I O D E R E D A C C I Ó N :
JOSÉ DE LA C O L I N A
C O N S E J E R O S F U N D A D O R E S :
J U A N ALMELA, F E R N A N D O ALVAREZ DEL CASTILLO.
MIGUEL C A P I S T R A N , A D O L F O ECHEVERRÍA.V ÍCTOR
T O L E D O Y RAFAEL VARGAS
P R O M O C I Ó N E D I T O R I A L :
MIGUEL G A R C Í A RUIZ
D I S E Ñ O : RENE H D E Z .
A S I S T E N C I A E D I T O R I A L : MARINA G R A F
A S I S T E N C I A T É C N I C A Y C O R R E C C I Ó N :
LINA GARAY V A Q U E R A
RAÚL Z E N D E J A S DE LA P E Ñ A
C O M E R C I A L I Z A C I Ó N Y D I S T R I B U C I Ó N :
RUYSDAEL NAVA
I M P R E S I Ó N : E D I C I O N E S C O R U N D A S.A. DE C .V
P O R T A D A : ALÍ C H U M A C E R O
2· D E F O R R O S : P O R T A D A DE LOS SENDEROS Y
EL ROSQUE. DE LUIS A N T O N I O DE V I L L E N A
4· D E F O R R O S : ALÍ C H U M A C E R O
LAS F O T O G R A F Í A S DE ALÍ C H U M A C E R O Q U E
I L U S T R A N ESTE N Ú M E R O F U E R O N T O M A D A S D E
EL MAGO DE LAS LETRAS MEXICANAS. C A T Á L O G O
E D I T A D O P O R EL F O N D O DE C U L T U R A
E C O N Ó M I C A .
A G R A D E C E M O S EL A P O Y O B R I N D A D O PARA
ILUSTRAR ESTE N Ú M E R O AL P E R S O N A L DEL
F O N D O R E S E R V A D O DE LA B IBL IOTECA D E
iá^OCO:^ - .
2 Eduardo Lizalde · 90 años de Alí Chumacero 7 Alí Chumacero · Poemas
π Mario Bojórquez · Entrevista con Alí Chumacero
16 José Antonio Montero · Tres visiones urbana^
y otro poema 18 Luis Antonio de Villena · 20 años del Premio
Loev\/e. Incesantes caminos de pluralidad Juan Luis Panero · Galena de fantasmas Jaime Siles · Semáforos, semáforos Juan Pablo Zapater · La coleccionista Bernardo Schiavetta · Fórmulas para Cratilo Aurelio Asiain · República de viento
iü Vicente Gallego · Santa deriva 3t AlvaroValverde · Una oculta razón u Felipe Benítez Reyes · Sombras particulares
34 Vicente Valero 'Teoría solar ^
35 Luis García Montero · Habitaciones separadas 36 Alejandro Duque Amusco · Donde rompe
la noche
Rafael Courtoisie · Estado sólido Josefa Parra · Elogio a la mala yerba César Simón «Templo sin dioses JenaroTalens «Viaje al fin del invierno José Eugenio Sánchez « Physical graffiti José María Alvarez « La lágrima de Ahab
4S Silvina López Medin · La noche de los bueyes 4c Antonio Cabrera · En la estación perpetua 4B Bruno Mesa « El laboratorio 4í Lorenzo Olivan « Puntos de fuga •i) Vicente Gallego · De recogida
Miguel Ángel Velasco « La miel salvaje Carlos Marzal « Fuera de mí Javier Cano « El idioma de Adán Guillermo Carnero · Fuente de Médicis Joaquín Pérez Azaustre · El jersey rojo Vicente Valero « Días del bosque Carlos Fonseca Grigsby · Una oscuridad brillando en la claridad que la claridad no logra comprender
Marco Antonio Campos « Por la calle de los anticuarios —
EDUARDO L IZALDE
90 AÑOS DE ALí CHUMACERO
Q ue los poetas nacen -se sabe hace milenios- pero que también , todos, se hacen. Me gusta repetir la idea de don Miguel de Unamuno sobre el tema (no cito textualmente) : hay autores ovíparos y vivíparos; los ovíparos, como las criaturas de su especie, ponen primero el huevo , lo depositan tiernamente en algún nido, lo empollan largamente y esperan con paciencia que se rompa feli zmente el cascarón . Los vivíparos no: ellos poseen como las hembras de todos los mamíferos la potencia engendradora, pero al engendrar, paren de un golpe a la criatura, sin cuidados previos del huevo o del embrión inexistentes.
Aun los superdotados y los monstruos de la precocidad, que suelen darse más en la matemática, y el ajedrez o la música, que en la literatura, dan muestras en la infancia y en la adolescencia de luminosos hallazgos, pero denotan siempre tentaleos , primeros pasos, que anticipan las horas de la final obra madura, inédita y genial.
AJí Chumacero es miembro de una pasmosa generación de extraordinarios escritores y poetas mexicanos que nacen todos durante la segunda década del siglo XX (de Octavio Paz, Efraín Huerta, o José Revueltas a Juan Rulfo o Juan José Arreola, para sólo mencionar a unos cuantos), que es asimismo heredera directa de otra
2
BIBlIOmA O¡ MÉXICO
imponente generación nacional de poetas y autores nacidos en los primeros años de la década anterior, entre los que forman fil as tanto vivíparos como ovíparos ("eran acidiosos" porque no eran prolijos, aunque sí rigurosos, llegó a decir Octavio Paz).
No intento afirmar que AIí Chumacero fue, desde el principio , vivíparo integral , porque sus primeros poemas denotan rigor formal, reconcentrada búsqueda de musicalidad y de sentido, que son más bien tareas propias de otros redomados ovíparos, ya lo ha dicho él mismo: que como auténtico ovíparo suele luchar con el horror vacui de las 130 versiones suyas de un mismo poema, antes de publicarlo. Pero sorprende advertir, se ha dicho creo muchas veces, la pureza, la impecable dicción, la madurez de los poemas publicados en 1942 (Letras de México), cuando el poeta cumplía 23 o 24 años, y que formarían , intactos, parte de su primer libro de 1944 (Páramo de sueños). Sobre esas "escasas muestras" que AIí daba a la circulación, declaraba en la revista su fraternal y sabio amigo José Luis Martínez, que cumplía los mismos años: "No sé que
1
818l10mA O¡ M~ICO
90 AÑOS DE ALÍ CHUMACERO
§ XX EDICIÓN DEL PREMIO
DE LA FUNDACIÓN LOEWE
A AH Chumacero, hoy ilustre decano de la poesía mexicana, a quien se han rendido justos homenajes en todo el país, dedicamos tanto la portada como las primeras páginas del presente número de Biblioteca de México, que incluyen una nueva entrevista concedida por el gran poeta a nuestro colaborador Mario Bojórquez.
En la siguiente sección de la revista, y con la autorización del generoso Enrique Loewe, patrono de la Fundación que lleva su nombre, publicamos una antología de todos los creadores que han obtenido el premio de poesía que esa institución otorga desde hace 20 años, y reproducimos el excelente prólogo que nuestro amigo el poeta español Luis Antonio de Villena escribió para el volumen que conmemora ese aniversario.
Durante la entrega de los premios a los dos triunfadores del concurso en su edición número XX, y en una concurrida reunión celebrada en el majestuoso restaurante del Teatro Real de Madrid (octubre de 2007), se rindió también homenaje al poeta mexicano Octavio Paz, que presidió durante diez años el tribunal del certamen y se presentó la bella edición de una nueva antología poética de nuestro premio Nobel, prologada asimismo por el poeta Villena y llevada a las prensas por la colección Visor.
exista entre los jóvenes ninguna poesía más estricta, consciente y lúcida, que la de AIí Chumacero", y a continuación señalaba en esos textos el "labrado minucioso, un disciplinado sentimiento y un sentido penetrante de lo que un poema significa, dotes éstas, tan envidiables como inusitadas."
y muchos años después (en homenaje de 1980 en la Sala Ponce de este recinto), Octavio Paz decía: " .. .los poemas de AIí Chumacero son sucesos de la carne o del espíritu, que ocurren en su tiempo sin fechas y sin historia ... " y "hay en ellos versos y líneas que nos suspenden, nos entusiasman, o nos obligan a recogemos en nosotros mismos, como esa Pastora de esplendores, o esa Petrificada estrella frente a la tempestad, o ese tigre incierto en cuyos ojos un náufrago duerme sobre jades pretéritos o ese estanque taciturno ... "
Octavio Paz admiró siempre a AIí Chumacero, y en algún homenaje consumado una década más tarde, decía en un texto sobre esos "libros breves y perfectos", que AIí era "el mago de la poesía mexicana".
Esos libros perfectos, que el poeta escribió en las dos décadas que van desde la redacción de los primeros textos, al despuntar los años 40, a la aparición de sus Palabras en reposo de ! 956, conforman una lección creativa de conmovedora belleza y no tendría el autor por qué recibir el reproche de la supuesta brevedad extrema del trabajo consumado, porque, como también lo afirmaba yo mismo en esos homenajes de los 80 y los 90, la obra de AIí no es más breve que la de Villaurrutia y otros maestros y amigos suyos de Contemporáneos, ni es más breve, por ejemplo que la publicada por el admirable peruano Emilio Adolfo Westphalen y la de otros muchos del siglo XX.
Por lo pronto, AIí Chumacero continúa, con todo derecho y dignidad, leyendo en todas sus comparecencias, los perfectos poemas de la juventud como si fueran escritos ayer, para convencemos de que el vivíparo y ovíparo que hoy celebramos, nació de un golpe como gran poeta y se encuentra de pie frente a nosotros para seguimos asombrando con la exactitud, la potencia lírica y la música originalísima de sus versos.
(Palabras leídas en el homenaje al poeta
en el Palacio de Bellas Artes, por el nonagésimo aniversario
de su nacimiento.)
23 de junio de 2008.
s 81BuomA Of MÉXICO
MENTllIElte
El director de esta revista tuvo el honor de formar parte del jurado del premio integrado en esta ocasión por Carlos Bousoño (presidente honorario desde 1988), Víctor García de la Concha, actual presidente de la Real Academia de la Lengua, Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Eduardo Lizalde, Ana María Moix, Jaime Siles y Luis Antonio de VIlIena.
Al término de la selección se incluyen, naturalmente, poemas de los dos jóvenes triunfadores de este premio 2007 de la Fundación, VIcente Valero (por el premio de la edición XX) y Carlos Fonseca Grigsby (premio a la joven creación).
Un breve remate del presente número es un texto inédito en prosa del poeta Marco Antonio Campos.
E.L.
ALí CHUMACERO
POEMAS* POEMA DE AMOROSA RAíz
A ntes que el viento fuera mar volcado,
que la noche se unciera su vestido de luto
y que estrellas y luna fincaran sobre el cielo
la albura de sus cuerpos.
Antes que luz, que sombra y que montaña
miraran levantarse las almas y sus cúspides;
primero que algo fue ra fl otando bajo el aire;
tiempo antes que el principio.
Cuando aún no nacía la esperanza
ni vagaban los ánge les en su finne blancura;
cuando el agua no estaba ni en la ciencia de Dios:
antes, antes, muy antes.
Cuando aún no había flores en las sendas
porque las sendas no eran ni las flores estaban;
cuando azul no era el cielo ni rojas las honnigas,
ya éramos tú y yo.
(De Páramo de sueiios)
. A lí C humacero. Amor entre ruinas, Poesía amorosa reunida.
Prólogo y selecc ión de Dionicio Morales.
AMOR ENTRE RUINAS .. .le gOliterai le Jard pleuré par tes pal/piéres.
pour vair s' il sail donner au C(PUf que rufrappas /'insellsibilité de /'azur et des pierres.
Como un incendio al aire desatado
o una flor suspensa sobre el agua,
en lenta consunción
ST~PHANE MALLARM~
nuestros desnudos abren el cauce del deseo
desbordándose en alas y gemidos de silencioso aroma;
encienden sobre el tacto un suave mar que inunda
con sus trémulas olas palpitando
a través de la piel , acumuladas
bajo el húmedo aliento de los labios
y este duro anegarse en humo o en temblor
surgido desde el sueño, como eterna marea que consume
el herido temor donde flotamos.
Cerca mi cuerpo al tuyo dolorido,
cíngulo ardiente que a tu carne ciñe
volcándola hacia el vuelo de mi mano
al tacto deslizada,
ola, caricia o llama
sobre el silencio de tu piel,
en esta soledad de nuestro lecho.
Pero entre el fuego al fin la carne es mar herido,
es caracol devuelto hacia la playa,
luz temblorosa que no asoma
su densa claridad sobre el abismo,
y como pluma, sólo ofrece bajo el aire
la impalpable tersura de su sombra,
sin ser ya más incendio o pétalo, sueño o cauce
sino la roca misma y su dureza,
un lento ver la arena creciendo sobre el cuerpo
hasta sentir que la violencia es sólo yeso destrozado
en la inmovilidad yacente del silencio.
2 Sube la espuma, hacia el aliento asciende
nacida de este sueño que en alas se desata,
hiriente, desolada, afinnando en los labios
su duro incendio congelado
y su lento sabor a mar que nos satura
con un turbado anhelo,
dejándonos tan solos con la noche,
7
ilillOmA o¡ MÉXICO
tan íntimos en ella que su apagada imagen somos,
ya olvidado su ardor entre la niebla,
cuando ella se desploma espesa,
tal una ola funesta que rozara
con sus labios la huella de la rosa,
ahí donde los muslos trémulos, anhelantes
sueñan con el azogue más ciervo del espejo
y la huida del agua arrastrando una sombra.
Como vino de túmulo o un sabor precipitado en alas,
te siento diluida entre los labios;
en la playa del cuerpo yergues tu aliento mudo;
sobre mis dedos corres; creces en mis cabellos, vivos tallos
que en ti murmuran una canción de brisa derrumbada,
y el tiempo se detiene en su carrera, convertido en el témpano que al agua inmoviliza,
como largo silencio o paloma si n alas,
cuando tal una imperceptible ráfaga,
la más pequeña arena perdida entre las olas,
deslizada en tus venas
dejo la imagen de mi amor, cautiva
dentro, bajo el correr de tu desnudo.
Mas cuando sólo la caricia nos embriaga
te ciñes al cristal, vives la clara vida
de este limpio sonido que en mis oídos yace;
desnuda y silenciosa caes
con lentitud de aroma en la penumbra,
hecha rumor del tacto
bajo la sábana que como lluvia
transformada en rocío desciende sobre el pétalo
y nos erige, diáfanos,
ya para siempre espuma, aliento derrotado,
más rescoldo que cauce o alarido,
más ceniza que humo,
más sombra, más desnudos.
3 ¿Desde cuándo, en qué espacio de silencio
miras, maduras, mueres?
¿En qué oído reposa el eco. la forma de tu voz quebrada bajo el labio?
¿Dónde extraviaste el impalpable vaho
que de pronto rompía los silencios? ¿Bajo cuál aire nace el tacto, esa lenta agua
que en su humedad delata la presencia invisible de la [llama,
la huella mortecina de tu cuerpo? Muere el deseo, mas el sueño en tu desnudo vive
invadiendo tu aliento con su niebla,
y es la profunda música oída entre tu rostro
o aflorando a la piel que te contiene.
Porque tu voz al fin fue derribada
bajo esta florecida calidez de mi aliento,
deslizándose agónica, marchita
bajo el silencio espeso de la almohada.
Lánguida espuma,
muda penumbra convertida en sombra,
espesura tronchada cuando destrozas el cristal y mueres,
y eres el inoído pulso hermano,
el paralelo aroma que se apaga
o la herida que duele sin sentirse,
tal el invierno de una flor antigua que no cediera forma ni color;
cuando sabes a mar, ya congelada,
a íntimo sepulcro, a lágrima rodando por el mármol
delatándolo todo con su paso,
y no miro a tus ojos
por temor de encontrarme asesinado.
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Escucho más allá del lecho tu agonizante aliento,
tan leve como un hielo olvidado en el frío ,
opaco más aún que las pupilas náufragas
de quien advierte su descenso
hacia las aguas de la noche
y en la sombra palpita adormecido.
Eres la niña que rompió el espejo
destruyendo la imagen de mi aliento;
mujer desnuda y recostada en nieve,
semejante al retoño,
al corazón que ahonda en la ceniza
buscando vanamente su destrozada sístole.
Más allá del espacio de tu cuerpo,
de la inmovilidad que a tu desnudo oprime,
como un incendio en ruinas
a través de la lluvia contemplado,
tal un abierto cielo sin ángeles ni plumas,
sin ecos que respondan,
estás como la brisa,
tímida alondra de las alas rotas;
clara, inmóvil, desvanecida,
mirando el angustiado movimiento,
el temblor sollozante de mis brazos;
viendo cómo amanezco inmerso en la humedad nacida de tu piel,
con el tacto apagado entre el aroma espeso que nos ciñe,
nadando entre el desnudo y el descenso
bajo espumas de fuego,
8 818l10Tf(\ DE ',1[\,(0
IMAGENES DESTERRADAS
por ALÍ CHUMACERO
NUEVA FLORESTA en la EDITORIAL STYW
MEXICO, 1948
en tanto un sueño grave. un miedo
que se adhiere a los cuerpos y a los lab ios
navega entre mis manos.
5 Ve n a morar en mí. acércate a mi due lo
bajo m is brazos fat igados
y e l ca ll ado rumor que nos desc iñe:
vue lca tu aliento estremec ido.
e l dolido perfume de tu cuerpo,
desnuda. so la rosa aérea.
fl or que en la sábana deshie la
mas no se rompe y sí naufraga
en la isla fruta l de nuestro lecho.
Amortaj ado río .
cómo des lizas y en penumbra duermes
dejando transparente el cuerpo
para después morir en las ti nieblas:
cómo so lloza por tu piel el sueño
hasta dejar en ti la roca,
e l mar, la brisa, e l pétalo de aroma d isecado.
Osc ura estás. oscura
mujer tendida sobre e l lecho. perd ida entre tus olas
mientras descansa, agónico y destruido,
el aliento lucero que incendiaba los ai res
ab riendo entre la noche un gran árbo l de luz.
Ahora tu desnudo yerto está.
amort iguado bajo su agonía,
qu ieto como la noche y la tri steza de mis labios,
y tus brazos al fin cedidos,
derrumbados bajo mi cuerpo.
me dejan a tu ori lI a, solo
con so ledad de pluma y abandono o río subterráneo.
Vivo bajo la piel
y soy la sombra sólida que contra el sueño lucha:
respiro inconsolado reposando
en tus labios los míos temblorosos,
agoni zante entre tus manos
como náufrago o ala sin espac io,
dejando inmóvil mi desnudo
tal un sonido amargo de sílabas deshechas,
y soy un balbuceo ,
un aroma caído entre tus piernas rocas:
soy un eco.
RESPONSO DEL PEREGRINO
Yo. pecador. a orill as de tus ojos
mi ro nacer la tempestad.
Sum iso dardo, voz en la espesura.
incrédulo desciendo a l mananti al de grac ia:
en tu solar o lvida e l corazón
su fal so testimonio , la se rpiente
de luz y ac iago fallecer, re lámpago vencido
en la límpida zona de laúdes
que a mi maldad despliega tu tern ura.
Elegida entre todas las muje res.
al ángelus te anuncias pastora de esplendores
y la alondra de Herác lito se agosta
cuando a tu pie l acerca su den uedo.
Oh, cítara de l alma, armó nica al pesar.
del luto hermana: a íslas en tu efig ie
e l vértigo camino de Damasco
y sobre e l aire dejas la orla de l perdón.
como s i ung ida de piedad sintieras
el aura de mi paso deso lado .
María te des igno, paloma que ins inúa
páramos amorosos y esperanzas.
reina de erguidas arpas y de soberbios nardos:
te miro y el silenc io atónito presiente
pudor y languidez. la corona de mirto
llevada a la ribera donde mi s pies reposan.
donde te nombro y en la voz fl ameas
como viento imprevi sto que incendi ara
la melodía de tu nombre y fuese ,
síl aba a sílaba, erigiendo en o las
el muro de mi salvac ión.
Hablo y en la palabra permaneces.
No turbo , si te invoco,
e l tranquilo fl uir de tu mirada:
bajo la insomne nave tornas el cuerpo emblema
del ser incomparable, la obedienc ia fugaz
al eco de tu in fanc ia milagrosa,
cuando, juntas las manos sobre el pecho,
limpia de infamia y destrucción
de ti ascendía al mundo la imagen de l laure l.
(De Imágenes desterradas) Petrificada estrella, temerosa
frente a la virgen tempestad.
10
81BlIOHCA Ol MÉXICO
II
Aunque a cuchillo caigan nuestros hijos
e impávida del rostro airado baje a ellos
la furia del escarnio: aunque la ¡ra
en signo de expiación señale el fiel de la balanza
y encima de su voz suspenda
el filo de la espada incandescente.
prolonga de tu barro mi linaje
-contrita descendencia secuestrada
en la fúnebre Patmos, isla m í a -
mientras mi lengua en su aflicción te nombra
la primogénita del alma.
Ofensa y bienestar serán la compañía
de nuestro persistir sentados a la mesa,
plática y plática en los labios niños.
Mas un día el murmullo cederá
al arcángel que todo inmoviliza;
un hálito de sueño llenará las alcobas
y cerca del café la espumeante sábana
dirá con su oleaje: "'Aquí reposa
en paz quien bien moría."
III
Ruega por mí y mi impía estirpe, ruega
a la hora solemne de la hora
el día de estupor en Josafat.
cuando el juicio de Dios levante su dominio
sobre el gélido valle y lo ilumine
de soledad y mármoles aullantes.
Tiempo de recordar las noches y los días,
la distensión del alma: todo petrificado
en su orfandad, cordero fidelísimo
e inmóvil en su cima, transcurriendo
por un inerte imperio de sollozos,
lejos de vanidad de vanidades.
Acaso entonces alce la nostalgia
horror y olvidos, porque acaso
el reino de la dicha sólo sea
tocar, oír, oler, gustar y ver
el despeño de la esperanza.
(Bajo la inerme noche, nada
dominará el turbio fragor
de las beatas, como acordes:
"Ruega por él. ruega por él . . .
En ti mis ojos dejarán su mundo,
a tu llorar confiados:
llamas, ceniza, música y un mar embravecido
al fin recobrarán su aureola,
y con tu mano arrojarás la tierra,
polvo eres triunfal sobre el despojo ciego,
júbilo ni penumbra, mudo frente al amor.
Óleo en los labios, llevarás mi angustia
como a Edipo su báculo filial lo conducía
por la invencible noche:
hermosa cruzarás mi derrotado himno
y no podré invocarte, no podré
ni contemplar el duelo de tu rostro,
purísima y transida, arca, paloma, lápida y laurel.
Sola, comprenderás mi fe desvanecida,
el pavor de mirar siempneel vacío
y gemirás amarga cuando sientas que eres
cristiana sepultura de mi desolación.
Fiesta de Pascua, en el desierto inmenso
añorarás la tempestad.
pSJiÉDe Palabras en reposo)
T
Regresarás a casa y, si alguien te pregunta,
nada responderás: sólo tus ojos
reflejarán la tempestad.
Niñetas de José Antonio Montero
II
ÍIBUOTECA DE MÉXICO
EL TRIUNFO DEL SOSIEGO
Sobre el aroma del café, el humeante ciganillo
alentaba su hermosa columna transparente,
y al través de su velo el habla y tu sonrisa descubrían
imágenes de muebles, libros, colores, uvas
y ventanas abiertas al sonar de la música en la sala
asombrando el silencio.
Dominaba el afán
de estar entre nosotros y ser hijos perennes
de un mundo semejante a la piedad de su derrota,
enemigos del vuelo estéril de la estrella
que no se multiplica, y éramos la muralla que detiene
la hostilidad al alma desplomada.
Días después el perezoso azar ahogó el preludio de las horas
al convertir en pálida penumbra el viaje al interior,
hacia el callado huerto, junto al árbol sin frutos
donde el canto de un ave solitaria abruma de ceniza
el vaso del sosiego inscrito en la palabra
antes de pronunciarse.
Olvidada de mí,
perdida en el remanso que, entre el sabor y el tiempo, aquieta
su leve eternidad atravesando olores y sonidos,
siempre recordarás el resplandor insomne de los ojos
aguardando la noche, la cólera invisible
que entre las sábanas solia hallar su cementerio.
Hoy sólo sé que iluminabas el corazón sombrío. Y sonreías.
(Poema no recogido en volumen).
11
BIBliOTECA DE M~ICO
!
M ARIO B OJÓRQUEZ
ENTREVISTA CON ALI CHUMACERO
N ac ido en Acaponeta. Nayarit , en 1 9 1 ~ . Alí Chumacero es autor de una obra
esplendente y d iscreta. tres títulos básicos son su bibliografía: Páramo de sueiios
(1944). II/lágel/ es desTerradas (1948) y Palabras el/ reposo (1956). Sus poemas
han acompañado a los lectores como una lección de pureza y delicada expres ivi
dad que recupera los e lementos carac terísticos de la estét ica de COI/Temporáneos:
e l sentido superior de idea, imagen y sonido, el uso decantado de la silva con sus
combinac iones métricas de heptasíl abos, eneasílabos, endecasílabos y alejandri
nos. la celebración del amor desd ichado. Su obra poética ha sido el vínculo con
esa generac ión de la primera mitad de l sig lo XX y ha permeado su ejemplo a lo
largo de toda su segunda mitad. El silencio de su voz poética apenas ha sido roto
en dos. tres ocasiones, con algún nuevo poema de elaborada fac tura, se han cum
plido más de cincuenta años de su más rec iente publicación y su poesía continúa
en vigenc ia de leitando a l lector del siglo XX I.
MB
Mario Boj!Írq ll e~ : E, tamos aquí con el poeta Alí Chuma- de Montellano, Villaurrutia, Gorosti za y a lgunos más.
ce ro conversando acerca de la poesía. A él le tocó estar Una rev ista que abrió los campos a poetas de mi época
muy cerca de proyectos ed itoriale, muy importantes en que vi nieron a enriquecer la literatura mex icana.
México. como fueron la, rev istas El hijo pródif!,o. Tierra
1/11 1' \'(/ . LeTras de México. ¿Q uiéne" eran 1m, 4ue hacían
Alf ClIII/I/(/cew: E,a, rev istas. sobre todo El hijo pródigo
y LeT ras de México. la, manejó un hombre cuya preocu
pación e ra 4ue la literat ura no interrumpie ra sus formas
ex pres iva,. es dec ir. su publicación constante. Se llama
ba el hombre Octavio Barreda.
MB : Octavio Barreda. que fu e el traductor de AI/ábasis
de Saint-John Perse ..
AC: Efec ti vamente. la traducc ión que hi zo fue proba
blemente la primera traducción que se hi zo de Saint
John Perseo
MB : Entonces la poesía de l mundo estaba circulando en
Méx ico a través de estas revistas. Es decir, había un in
tercambio, un diá logo ...
AC: Sí. Bueno, ya había un antecedente que era
la apertura a la lite ratura contemporánea de esa
época hecha por los Contemporáneos. La revista
CO I/Temporáneos que manejaron Torres Bodet, Ortiz
MB: Estando dentro de esas revi stas, usted estaba al
mismo tiempo conociendo todo lo que se producía en
el no rte , en Estados Unidos y las cosas más importan
tes. Usted además hacía traducción del francés.
AC: Yo produje a lgunos tex tos. Me formé principalmen
te, claro. en literatura española. La generac ión del 27, con
el más famoso que era García Lorca, fue la literatura que
a mí me enseñó a hacer de la expresión poética una pro
fesión, un ofic io, una manera no ext raña sino constante
de saberse en este mundo.
MB: Ahora bien , yo pienso en una palabra que actual
mente se usa mucho, que es "neobarroco". Estas formas
barroquistas del lenguaje que de nueva cuenta circulan .
Los usos de Sor Juana, por ejemplo, la expresión del en
decasílabo, cierto tipo de metáforas o de imágenes ex
presivas y que yo veo en usted , en poemas como aquél
que dice "Cae la rosa , cae ... " CA una fl or inmersa").
¿Puede recordar una parte de ese poema?
AC: Sí. cómo no. Es un poema que no es nada sino una
imagen. Una rosa que se va deslizando a través de una
corriente de agua. Va cayendo, cayendo, cayendo, hasta
tl
ilillOmA Of M[XlCO
que por fi n se deshace. Es un poco una
imagen defi n itoria de la poesía: la poe
sía que va descri biendo y describiendo
hasta que queda en nada.
MB: Sólo deja un perfume, un a ire ..
AC: Exactamente, una imagen pálida.
Pero. al fi n y al cabo, no concreta.
MB: Eso que usted hace es a lo que
ll aman neobarroco y es una de las co
rrientes más reconoc idas de nuestros
d ías.
AC: Y del pensamiento. Recordemos,
por ejemplo. Muerre sin fi ll. Es un poe
ma que no se ha podido defi nir de l todo
y que, grac ias a estudios constantes de
muchos investigadores, ha tenido más
de una explicación. Un poema sobre el
cual yo mismo escribí y me equivoqué
de tal manera que cuando me encontré
con Gorostiza me dio una palmadita
y me dijo: "Me gusta mucho que mi s
am igos me digan qué qui so decir lo
que escribí". Una forma burlesca y muy
graciosa de decirme que lo que yo había
expresado acerca de su poema no tenía
que ver nada con el poema. Sin embar
AC: Sí se le entendía de esa manera por.
que no es tanto la acción sino el significa.
do de la acción. el aroma, el movimiento
no es sólo el movimiento. No es sólo el
caballo que corre sino el resplandor del
caballo corriendo. Eso es lo hermoso de
Rulfo. Mi falla con él, que ha causado
c ierta sonrisa, es que a l final dije que el
libro estaba muy bien pero que no esta.
ban controlados los tiempos. Como es un
libro que está escrito en varias tesituras
d ije que no estaban bien controlados, fue
todo el "pero" que puse. Pero, advert í.
después de todo es la primera novela de
Rulfo, ya se corregirá . ..
AC: Sí. Bueno, el neobarroco es una go yo creo que hay derecho a tener una
fo rma de manejo del idioma.
MB: Exacto, pero también de la ima
gen. Entonces esa imagen decantada
que usted tiene en el poema podría ser
un ejemplo perfecto de esa maravi lla.
AC: Sí. Eso quiere ser. Eso busca ser. Y
lo es en cierta forma.
MB: ¿Y con quién se emparenta? ¿Con
idea sobre un poema, aunque no sea la MB: Pocos libros tuvo Rulfo, pero tam
idea que tuvo el poeta. bién e l poeta Alí Chumacero nos dejó,
MB: Pero además usted se ded icaba
puntualmente a escribir sobre todas las
novedades de aque llos días.
AC: Sí, yo hice crítica (o public idad
literaria) durante 25 años. Escr ib í in
finidad de artículos sobre libros que
aparecían.
hasta ahora. pocos libros. Ése es un
asunto que tratar. ¿Usted cómo lo en·
tiende, cómo lo asimila y cómo le dice
a sus lectores qué deben entender?
AC: Bueno, mi poesía es muy difícil de
entender. Es una poesía que está hecha
más que de objetos, de significado de
objetos. Entonces, muchas veces, yo la
Gorosti za, en la expresión? leo y no la entienden. Eso es porque la
MB: Puedo recordar el caso de Rulfo conclusión de aquello que yo manejo
AC: Mmm. No, yo fui un poeta muy donde también tuvo usted otra ··caída". no es directa sino que es más bien el
vi llaurrutiano. También se podría em- recuerdo de ese objeto. Yo hablo por
parentar con Gorostiza, pero Gorostiza AC: En el caso de Rulfo para mí era fá- ejemplo de violencia y pongo una ser·
fue un poeta que le importaba más que c il porque yo hice el libro en e l Fondo piente ..
nada expresar el sentimiento, la pasión, de Cultura Económica. Yo conocía el
pero defi nida como algo interno, no libro "al centavo", íntimamente. Yo lo MB: ¿Pero qué dice entonces el poeta
como una expresión hacia fuera. preparé, le puse los guiones, las comas, Alí Chumacero cuando dice "Yo peca-
MB: Y Villaurrutia era más una expre
sión externa porque era una visión pre
ciosista del mundo, una expresión cele
bratoria de la belleza del mundo .. .
AC: Claro. Villaurrutia es una expre
sión poética mucho más evidente.
MB: De la carne, digamos.
AC: De la carne, del trato continuo del ex
terior, de la relación. Del trato humano.
MB: Y en el caso de Gorostiza es una
visión del interior. Cómo salir del inte
rior para explicárselo al mundo . . .
las mayúsculas ...
MB: ¿Cómo era el ma nusc rito de
Rulfo?
AC: Muy bien hecho, era un hombre
que sabía escribir, que sabía ordenar los
guiones, los paréntesis... En a lgunos
casos, como todos los escritores, tenía
alguna falla . Esa fue mi contribución a l
libro de Rulfo: exclusivamente colocar
la coma donde había que ponerla y no
donde no estaba bien colocada.
MB: En aquel momento, ¿fue entendi
da la novela de Rulfo como un poema,
como poesía realmente?
14
818l10mA o¡ M~ICO
dor, a orillas de tus ojos / miro nacer la
tempestad"?
AC: Ahí veo en los ojos la expresión de
la vida, la tempestad de la angustia. Y
es el tema, la base, de un poema mío
que creo que es mi mejor poema.
MB: A mí me gusta mucho ...
AC: A mí también me gusta, de los po
cos que me gustan, de hecho.
MB: Díganos unos versos de él.
AC: "Ruega por mí y mi impía estirpe.
ruega / a la hora de la hora / el día de
estupor en Josa fat. / c ua ndo el juic io de
Dios levante su dominio / sobre e l gé
lido va lle y lo ilum ine / de so ledad y
mármoles au ll :lI1tes ." Es una expresió n
que habla de l va lle de Josafal. e l va lle
en que. según los judíos. tendrá luga r e l
Juicio Fina l. do nde resurgen lo, mue r
tos (los " má rmo les au llando") y llega
Dio, y los levanta .
MS : Sue nan la, trompeta, . .
AC: E,o que d ices es muy inte resante
porque es una idea judía. Tambié n c ri s
tiana. c la ro. Es un poema hecho con
vienta n a llí y es un ve rso ta n fuerte que
tolera toda la column a e n que se está
enunc iando. Por eso el poema. desde e l
punto de vista de la construcc ión. est<Í
bie n hec ho. Desde e l punto de vista de
la belleza es bonito. Y es mi poema
m<Ís famoso.
MS: y ade más q ue los que lo leen van
a buscar un poema que de alg ún modo
re prese nte ese sentimiento tan natural.
ta n uni versa l que es q uerer a a lguien.
Uno pie nsa que antes de l tie mpo ya es
taba dado ese amor.
ideas c ri , tianas. es un respo n,o. Es una AC: Exac to. esa es la ve rdad. La gente
orac ión de l pereg rino. e l hombre que cree en eso cuando es joven. Cuando se
pa, a por el mundo. e l hombre que e, tá e, maduro como yo . ya no se cree mucho
en el mundo. " Respo nso de l pe reg rino" en eso. Va variando constantemente.
qu iere dec ir "Orac ió n por e llJue vive".
MS : Ahora. también a la gente le g usta
mucho sU poema de " la, ho rmigas ,on
rojas" (" Poema de amorosa raíz" ).
AC: Ah. si. Bueno. es un ma l poe ma ..
MS : iNo ' . ¿cómo que un Illal poe ma·)
AC: ... pe ro bon ito . .
MS : ¿Hay inéditos de Alí C humacero')
¿Cuándo los ve mos')
AC: No. nunca . Esos los voy a dejar
inédit os pa ra que a lg ún investigador
lo, desc ubra .
MS : A mí me tocó edi tar un li bro suyo
que es e l libro que pre paró Dion ic io
Mora les. El hec ho es que siempre que
sa le una edic ión de Alí Chumacero to
do~ tenemos la espe ran za de que a lg ún
poe ma inéd ito aparezca a ll í. Entonces
va mos y buscamos e l li bro por si acaso
a lguien lo convenció de que había que
sacar a lgo. Pe ro usted no ti ene inte rés
en eso ..
lite ratura es un arte selec to que tie ne que
darse en un proceso de individuac ión.
No es un arte plura l. sin que yo quiera
dec ir que e l arte plura l no sea digno de
m i ate nción. que lo es. No. pero sí son
formas d ife re ntes. Una persona que no
tiene educación no puede goza r Mu en e
sin .fin . Para gozar Muerte sin fi n. que
es un poema magnífico. se requiere te
ner preparación y una sensibilidad muy
parti cul ar y muy inclinada hac ia la be
lleza. La poesía ti ene que busca r sobre
todo la be lleza . Indepe ndientemente de
los temas. indepe ndienteme nte de las
expresiones. independientemente de
la ocasión. independientemente de la
oportunidad. ti ene que terminar en la
be lleza. Decir por ejemplo "ya éramos
tu y yo" es muy boni to porque indepen
dientemente de lo que estoy d ic ie ndo es
un ve rso que en sí mismo .. . es como
aquel verso de Bécquer. " Hoy creo en
Dios". Es un poema parecido.
MS : Pues eso era lo que yo quería pre
g untarle. Estoy muy contento que este
usted aquí. junto a nosotros. Los orga
ni zadores todos son muchachos muy
jóvenes. gente muy inteligente que des
de lueg0 son lectores suyos y que tienen
g ran inte rés en acercarse a usted. en
conocerlo. Por eso es una a legría pa ra
nosotros tenerlo aquí.
AC: Yo. encantado. Y puestísimo para
ser útil no sólo en estos momentos sino
siempre. Todo mundo sabe que yo me
MS : E, un poema muy bonito. Yo me
acuerdo que usted en una ocasión en que
e, tábamos comie ndo dijo: " No. es que
no se debe empezar siempre del mi , mo
modo. cansa. Debemos cambia r" y ese
es el ejemplo ju , to de ese uso retórico
de la anáfo ra. Además yo creo que lo re
, uelve de un modo prodigioso.
dedico a alentar a los jóvenes. a darles
AC: No. no. Yo decidí. hace muchos consejos. a correg irles los textos y a de
a li os. dedicarme en buena parte a mi- cirles que tengan fe en la literatura que
AC: E, un poe ma fác il. Es un poema
abstracto completamente. Es una idea
tota lme nte hiperbó lica: antes que nada
está ese amor nuestro que es eterno. Y
para filtrar toda esa solemnidad que tie
ne e l poe ma le puse a l final las hormi-
mar a los muchachos. a que no se in
te rrumpa e l amor por la literatura en
tre los muchachos aficionados que so n
amigos míos. La literatura no debe ser
un lujo sino una corriente constante.
gas. que so n muy bonitas porque es una MS: En a lgú n momento el poeta está
relac ión. respecto de lo a nterior. muy rec ibiendo la herencia de una tradic ión
senc illita, coloq uia l. Después de las y de una lengua ...
horm igas viene "ya éramos tu y yo" , lo
que aún me gusta porque es lo que e n
vuelve, lo que sostiene la base de toda
la serie e numerativa de hechos que re-
AC: Efectivamente. Debe haber una
continuidad . Yo no creo en la literatura
como expresión de todo un pueblo. La
15
ilillOmA Of MÉXICO
no deja nada bueno económicamente
pero que deja la paz. Para mí la vida se
concreta en la poesía. Nunca he queri
do hacer otra cosa. He sido también un
hombre de imprenta. Llegué a conocer la
imprenta. Ahora ya la estoy olvidando.
24 de noviembre de 2006 .
JOSÉ A NTON IO M O NTE RO
TRES VISIONES URBANAS y OTRO POEMA
DF: 7:30 AM
A vizoro que corre
en sentido contrario
al automóvil que conduzco
en el difícil tráfico
de la mañana
un hombre entre 24 o 28 años
que imagino semidesnudo
pues el flujo vehicular
sólo permite verle
la parte superior del torso
pero cuando continúa su trote
por el lado del copiloto
mi mujer que me acompaña
lo mira y me dice
no tiene ninguna ropa
y está totalmente drogado
Sigo el curso lento del tránsito
por la avenida congestionada
para tomar el trébol
que me incorpora
a la vía rápida
y observo entonces
que el exhibicionista intoxicado
da media vuelta
desanda su carrera
y en cuestión de segundos
se detiene
y se arroja por un puente
hacia el vacío
Concluye así
una práctica de vuelo
equivocada
Ícaro extraviado
Prometeo
ya sin fuego
Para Alí Chumacero en sus vívidos 90 años
Viñetas del autor
PUEBLO O CIUDAD
No puedo imaginar
esta vida y la otra
en el pueblo o en la ciudad
pero sé que aquí
este lugar es cruel
sin diálogos ni salidas
a tal punto que incluso
sobran las preguntas
¿Qué hacer?
Hay demasiados venenos
Abundantes cuchillos
Excesivas navajas
Infinidad de púas
Todo esto sobra
Sobran muchas cosas
Faltan otras faltan
Lámparas gises
Togas y birretes
Obituarios
Muchas cosas
ni siquiera imaginadas
sobran o están de más
Suspiros bodas bautizos deseos
Temores y palabras
Pueblo o ciudad
preguntaste hace años
y elegiste ésta
que hoy te otorga
infierno
químicamente puro
Ciudad o pueblo
todo es igual ahora
Múltiples formas de cáncer
corroen un territorio
a punto del despeñadero
16
BIBliOTECA DE M~ICO
NEWS DIVINE*
Miro tenis dispersos
Sueltos o alineados
Pares e impares
Con colores y estilo~
a la moda
Casi nuevos
y breves prendas
de vestir femeninas
abandonadas
sin orden
ropa de fiesta quizás
para usarse en domingo
aunque era viernes
Demasiados sueños
en el país de las maravillas
mediáticas
Il
Miro cuerpos inertes
que apenas comenzaban
a entender la vida
y sus flamígeros contrastes
Recién llegados
a la juventud caídos
con sólo un pie calzados
o descalzos
con y sin calcetines
Ajenos ya
a un mundo tortuoso
cerrado expropiado
Pocos sueños
Muchas pesadillas
* Nombre del lugar en que ocurrió la tra
gedia donde murieron 12 personas en el·
O.F. el viernes 20 de junio de 2008.
III Miro niños
que apenas empezarían
su educación sentimental
o iniciarían
la enseñanza media
en donde algo
aprenderían sobre el valor
de la existencia
poco sobre su sociedad
o su historia
y menos sobre arte
o literatura
Algo en la escuela
menos en una familia
volátil
Sueños no
Nada más pesadillas
IV
Miro niños
Niños que solamente
intentaron reproducir
en ese aciago día
todo lo aprendido en la TV
acerca de alcohol
música sexo y drogas
Veo niños
Pero no miro adultos
capaces de ofrecer cariño
respeto seguridad
futuro
Miro abandono
Soledad
Enajenación y caos
Una sola pesadilla
Miro al siglo XXI
que aquí camina de regreso
hacia el siglo XIX
EL INSOMNE* a AJí Clwmacero, maestro de obra
Los papeles reposan
Las palabras también
La mayoría duerme
Sólo unos cuantos velan
Así es la vida
Tú no sabes qué hacer
a mitad de este insomnio
acusador
que no te deja en paz
Por fin
te incorporas
A tientas buscas
un libro
un papel
la luz
No quieres
molestar a nadie
en esta hora
Escribes
Vida soñada
Sueños sin vida
Mundo sin sueños
• José Antonio Montero. Augurios y obstina
ciones. SEP. México. 1988.80 pp.
17
818l10HCA D[ M~ICD
, , ~
'~
~ ,
LUIS ANTONIO DE VILLENA *
20 AÑOS DEL PREMIO
LOEWE
:.;~ 1 ~'1~ls:crsT~~ , , J. PLURALIDAD
, l-
\ . ;
t : ,
! ,
i" *Luis Antonio de Villena. Los senderos y el bosque. XX años del Premio Loewe, ~ , Colección Visor de Poesía. Gráficas Muriel. Madrid. España. 2008. 328 pp,
" ~
¡J :~
'1 I t
18
818110HCA OE MalCO
Cuando se fundó en 1988, el Premio Internaciona l
de Poesía Fundación Loewe cumplió (y rápida
mente) dos objetivos en c ierto modo extrínsecos a las
ambic iones íntimas del Prem io en sí: crear un gran pre
mio de poesía en España y Latinoamérica -en aque l mo
mento muy en baja- y otorgar a ese premio de poes ía una
dotac ión económica digna, muy supe ri or a todos los que
en aque l momento se otorgaban. La idea motri z era que,
aunque la poes ía tuvie ra menos lectores y consec uente
mente menos ventas, e llo no la hac ía en nada inferi or a la
novela, en cuanto a va lor o calidad. (Pensemos que por
aque ll as calendas e l envejec ido y antaño tan presti g ioso
"Adonai s" todav ía daba al ganador 5,000 , muy s im bó li
cas, pesetas.)
Al Loewe le han salido competidores en alu vión , y por
supues to la mayoría se han acercado a aq ue ll a dotac ión
económica inicia l (dos millone ~ de pese tas, luego ha cre
cido) tan insó li ta en e l te rreno de la poes ía en ese mo
mento inaugura l. Gracias al "Loewe" hoy qui zás hay un
exceso de prem ios poéticos en España - ahora sobran ,
que no fa ltan- y la mayoría están econó micamente bien
dotados, aunque aún se echen de ve r d iferencias notables
con e l ámbito más comercial de la novela. Sí, hoy hay
muchos premios de poes ía en España y a lgunos notables,
pero e l más prestig ioso (bastaría hace r una encuesta en
tre poetas) sigue siendo e l ya ve terano " Loewe", no :,ólo
porque paga y ed ita bien , s ino porque lo hace exce len
temente -y hab lo con expe rienc ia-, otra cosa bastante
defic iente en los demás prem ios , cuando no ll anamente
mal hecha: Loewe cuida la propaganda y la publi c itación
o promoción de l li bro ganador de una manera profes ional
y eficaz --con un só lido equipo detrás- cosa que está bien
lejos de ocurrir. menos o más, en todos los demás pre
mios. La promoción (tan impol1ante hoy) es su más que
débil ta lón de Aquiles. En e l " Loewe", no.
Creo que el hecho de que e l premio " Fundación Loewe"
sea hoy en día acaso e l más importante (fuera de los de
ámbito instituciona l) que se dan en lengua española , se
debe a la fidelidad a su ini c ial propósito: premiar libros
buenos - si de jóvenes mejor, pero como es lógico la ca
lidad primaba y prima sobre la juventud- y haber tenido
un jurado prestig ioso y notorio. Qui zá la variación ma
yor en la segunda década de l Premi o (para la primera
debo remitir a mi antología La poesía plural, que celebró
aque ll os primeros di ez años, Visor, Madrid, 1998) haya
radicado en la movilidad mayor del jurado. Ese mismo
año murió Octavio Paz , que fue rea lmente un hito en los
primeros años del premio, y se planteó la idea (al tener
obl igadamente que substituir a Paz) de que e l jurado fuera
más móvi l, salvo a lgún miembro fundador, lo que llevó
a la presidencia honorífi ca a Carl os Bousoño. Debía se
gu ir ex istiendo presencia lati noamericana y hacer entrar
a alguna mujer. Los jurados de estos diez segundos años
han sido más cambiantes, pero a títu lo de ejemplo puedo
decir que en esta etapa han estado o están , a veces más de
un año (y exc luyo naturalmente a los poetas ganadores de
cada convocatoria) poetas crít icos de tan notable trayec
toria y obra como e l chileno Gonzalo Rojas, e l mexicano
Eduardo Lizalde , la uruguaya Cristina Peri Ross i, y otros
nombres españoles como Ánge l González, José Manuel
Caballero Bonald , Lui s María Anson, Víctor García de la
Concha (presidente de la RAE) , María Victoria Atencia
o Clara Janés, nombres que se han unido a los habituales
Brines, Siles, De Vi llena , etc.
Diría, sin embargo, que la gran obsesión de este pre
mio está (y ha estado) en el respeto y aceptación de la
plura lidad de las voces poéticas. En España ha llegado a
ser desagradable y ce lTil -y en parte de Hispanoamérica
sucede lo propio- ll egando incluso a la descalificación
"ad hominem", e l enfrentamiento entre modos diversos
NOTA DEL ANTÓLOGO
Como otras antologías mías, esta se ha hecho también contando con la voluntad de
la mayoría de los antologados a la hora de escoger sus poemas. Sólo cinco no han
respondido a la llamada, y yo he seleccionado, pues , a mi gusto. La mayo r parte han
enviado un máxi mo de quince poemas de los cuales yo he seleccionado los que se
leerán a continuación. De ese modo, antólogo y antologados participan realmente
en el resultado final. Recuerdo con tristeza que César Simón falleció apenas un año
después de obtener este premio. Doy las gracias (además de a todos los poetas que
aquí van) a la generosidad y al limpio mecenazgo de Enrique Loewe y de la Fundación
que preside .Y al editor Jesús García Sánchez, amigo nuestro y amigo de la poesía.
19
ilillOmA Ol MlXICO
LUIS ANTONIO DE V ILLENA
de entender la poesía (más reali, ta ° más metafís ica) sim
plemente por e<,o. por , er diversos. Naturalmente que los
conflicto, literarios -y virulentos- están más que cert ifica
do, en la Hi storia de la Literatura. pero si pensamos que la
Histori a ,e mueve o avanza. y conc luimos que la plurali
dad , iempre ha ex istido. pese a polémicas e interdictos. en
el ámbito literari o. una edad como la nuestra (que aunque
plagada de errores y contrad icciones. siente tal plu ralidad
como hecho consustancial al fenómeno humano) sería nor
mal que admitiera. y de buen grado, también igual plurali
dad en el territorio de lo poético y de lo literario. El premio
Loewe se esfuerza en e llo. y lo primero que se les dice a
los cinco preseleccionadores -poetas bien conocidos- que
hacen la criba de las obras recibidas (dejando unas treinta
fi nali stas para el jurado) es que hagan lo posible por prete
rir sus gustos propios, y busquen y validen la calidad en el
est ilo que fuere . La tarea no es simple. pero puedo asegurar
que la intentamos todos. Suele decirse que para muestra un
botón , pero aquí en verdad la muestra son los premiados en
sus dos modalidades y desde el comienzo ... Vicente Ga
llego y Vicente Valero (los dos únicos poetas que han ter
minado obteniendo el Premio a la Creación Joven y luego
el Premio sin más) pertenecían en sus orígenes poéticos a
esferas muy di stintas, poesía del realismo meditativo la de
Gallego en Los ojos del extraiio ( 1990), Y poesía claramen
te metafísica (aunque con evidente apetito sensorial) la de
Valero en Teoría solar (1992). Valero -<:on avances- se ha
mantenido fiel a su estética con el último libro premiado
Días del bosque, sin embargo Gallego en su premiado San
ta deriva (200 1) inició un camino distinto -en el que persis
te- de poesía re fl exiva, con clara desaparición del elemen
to narrativo, y una intensificac ión de la imagen y del tono
de pensamiento lírico, si bien no hermético. Jenaro Talens
es un poeta al que nadie uniría literariamente con Carlos
Marzal, y ambos han sido premiados. Incluso José María
Álvarez y Guillermo Carnero pertenecen a dos modos muy
diversos de una poesía personal , íntima, pero que prima la
expresión esteticista y culturalista. El joven nicaragüense
Carlos Fonseca (que ganó en 2007 el Premio a la Creación
Joven con 18 años) ha hecho un primer libro arrebatado y
algo jazzístico, que podría tener concomitancias con la ex
periencia "beat", muy lejos de la poesía vital , directa y de
referencias cultas o cotidianizantes de otro joven español,
Joaquín Pérez Azaustre en El jersey rojo (2005).
Nada unifica al premio "Loewe" sino la calidad (aunque
no todos los años sea fác il pedir el máximo) y desde luego
la diversidad de modos y lenguajes poéticos. Por eso esta
antología que celebra los xx años de vida saludable de este
premio se titula Los senderos y el bosque. Si naturalmente
el territorio y las posibilidades de la poesía son un bosque
(como un bosque) y no son pocos los poetas que culminan
perd idos en él, los poetas buenos hallan una senda que les
permite recorrer ese bosque o parte de él, bien que un ob
servador algo objetivo -<:omo debiera ser el crítico- notará
enseguida que la senda o sendero para no extraviarse está
muy lejos de ser una exclusiva y sola, como quieren cier
tos híspidos gurús de lo único, sino que bien al contrario,
los senderos son muchos (tantos como las posibilidades del
poeta, su dominio de la tradición y del oficio) y lo que es
mejor, ninguno se excluye entre sí. Creo que los treinta li
bros premiados en estos veinte años serán la mejor mues
tra de lo que afirmo. Del realismo a la metafísica pasando
por la poesía experimental, quien afirme que este premio es
uniforme será que llanamente ni por encima ha mirado los
libros.
Claro que toda poesía (e incluso toda poética) es hija de
su tiempo, porque la circunstancia -en el sentido orteguia·
no- está asimismo en el poema; por ello quien recorra in·
cluso con no excesiva atención esta muestra de veinte años
de trayectoria poética, notará (sobre todo en los más jóve·
nes, pero no únicamente) signos de movilidad en las prefe·
rencias. Si al inicio los caminos del realismo meditativo y
los de la experiencia o videncia interior estaban nítidamente
diferenciados (véase el libro de Juan Luis Panero, Galería
de fantasmas y Estado sólido del uruguayo Rafael Courtoi·
sie, por ponerme en lo evidente) no será menos visible que,
al acercarnos al hoy, esas líneas han tendido a amalgamarse
algo o cuando menos a admitir algo de la otra y viceversa.
Es la actitud que yo bosquejaba ya claramente en mi antolo
gía Lo lógica de Orfeo (Visor, 2003) y que todavía se ha ido
evidenciando más al acercarnos al presente .. . Ejemplos de
ese camino, en buena medida de síntesis, están en el libro
de Lorenzo Oliván, por ejemplo, Puntos de fuga (2001 ), y
en cierto modo desde la otra ladera en Eros es más de Gon
zález Iglesias (2006).
Ninguna trayectoria -yen ningún arte- deja de reflejar
en alguna medida el movimiento que, a la postre , resulta
consustancial a todo lo vivo. Siempre recuerdo -y vale para
la poesía- que cuando al gran Einstein , ya viejo, le pregun
taron si podría resumir en un decir muy simple, la com
plejidad de sus investigaciones físico-matemáticas , desde
la famosa "Teoría de la relatividad", él pareció meditar un
momento y contestó, indudablemente sin improvisación
ninguna: "Sí, creo que todo mi trabajo podría sintetizarse
en esta expresión: algo se mueve."
Sin embargo también hay algo en todo artista, en todo
creador (ya que no en todo arte) que propende a la estabili
dad y ello es lo que en poesía suele llamarse "la voz" y qui-
20
818l10mA o¡ MÉXICO
Vicente Valero
Días del bosque
4 ^
1' R F Μ 1 ( ) I Ν Τ F. R Ν A (' I ( ) Ν A \. I) F 1' ( ) F S I A
F U N D A C I Ó N F C 1 F ^ X ' E
Colección Visor de Poesía
Carlos Fonseca Grigsby
Una oscuridad brillando en la claridad que la claridad
no logra comprender
m P R E M I O I N T E R N A C I O N A L D E P O E S Í A
F U N D A C I Ó N L O Ε W E
J O V E N C R E A C I Ó N
Colección Visor de Poesía
zás en pintura "el estilo". Cuando un poeta o un creador
(cosa que no suele suceder en la juventud) tiene un modo
o una dicción que le son propios, de modo que al comen
zar a leer, enseguida habremos de decir: esto es de Peren
ganito -y a veces a esa especial dicción también ayuda la
constancia o la mirada respecto a ciertos temas- seguro
que estamos ante un rasgo de calidad (de singularidad
seguro) que en este contexto también puede significar
ahora quietud. Si yo he leído otros libros de José María
Álvarez, por ejemplo, o del último Carlos Marzal en otro
tono, no tendré más remedio y de inmediato al leer La
lágrima de Ahab o Fuera de mí, que afirmar que esos
libros sólo pueden ser de esos autores o de un imitador
extrañamente experto. A los incultos les suele sonar a
"tongo" que un jurado advertido reconozca rápidamente
a los autores con voz, sin necesidad de saber que optaban
al premio. Es lo lógico en alguien informado. Lo malo
sería lo contrario, que no lo reconocieran, porque ello
hablaría únicamente de su ignorancia y por tanto de su
incapacidad para ejercer como tales jurados ...
Solemos decir alguna vez Enrique Loewe y yo (reca
pitulando) que quizás al Premio Internacional de Poesía
Fundación Loewe se le siguen todavía resistiendo dos
cosas: hay menos mujeres premiadas que lo que desearía
mos, y no está ni mucho menos bien cerrado el lazo con
América, pese al vínculo y a los varios homenajes (uno
en el mismo México a fines de 2002) que hemos emble
matizado en la figura magisterial de Octavio Paz. Para
ambos problemas -reconociendo, pues, que lo son- hay
respuesta. Pese a los muchos años que lleva luchando la
vindicación feminista (al menos un siglo ya) es imposi
ble no reconocer que, salvo excepciones notables y cada
vez más numerosas, la poesía mejor aún es más mascu
lina que femenina. No es naturalmente una cuestión de
ser sino de historia. Y recuerdo que eso lo explicaba muy
bien alguien tan poco sospechoso como Rosa Chacel
(Clara Janés, que también fue buena amiga suya no me
dejará mentir) . Decía Rosa que el papel hogareño y ma
triarcal de la mujer en clara inferioridad de condiciones,
y que aunque mucho se ha mejorado, en modo alguno
se ha llegado a la equiparación. El hombre aún no com-
/ parte el hogar con la mujer en igualdad de condiciones
y además está el tema (no masculino) de la maternidad.
Aunque parezca haberme alejado de la poesía o de la
cultura no lo he hecho. Cada año lo comprobamos. A la
mujer (pese a las muchas notables) le queda aún camino
por andar, y ese camino consiste en acercarse y apro
piarse con plena igualdad de la cultura que ha detentado
el hombre, y el tema no se resuelve imponiendo cuotas,
sino haciendo brillar el valor y la paridad conseguidos.
En eso estamos. Y a ese camino hemos querido contri
buir, aunque sean aún cortos los resultados.
El otro asunto no es menos complejo. A partir de la Se
gunda Guerra Mundial la poesía en España y en Hispano
américa, en líneas generales, no ha seguido la misma ruta.
Aunque también haya muchas coincidencias. Y de otro
lado los libros de un lado y otro del Atlántico (pese a los avances tecnológicos) se ven y comunican hoy mal o muy
mal, salvo en nombres consagrados -la mayoría novelis
tas- como Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Fernando
Vallejo, Mario Benedetti o (muy recientemente) Blanca
Varela .. . Nos conocemos mal y nos valoramos desigual
mente, exactamente al revés de lo que sucedió durante el
modernismo (digamos en los primeros años del siglo xx)
cuando Amado Nervo, Manuel Machado, Darío, Valle
Inclán, José Asunción Silva, Unamuno, Lugones o hasta
el más exquisito Herrera y Reissig, circulaban con entera
naturalidad en ambas orillas ... De otro lado (y asumien
do la fragmentada comunicación y el corto conocimiento)
hoy los españoles perdemos en la liza, incluso en terrenos
académicos. Hispanistas hay que tratan de los sudameri
canos y excluyen a los españoles por europeos, cuando en
literatura el idioma cuenta (debe contar) mucho más que
el mero aspecto geográfico o político ... Creo, en efecto,
que hoy los españoles somos mucho menos conocidos en
América -hablo en general- que los latinoamericanos en
España. Quizá ese nexo, como he dicho, sea otra de las
asignaturas pendientes del Loewe que, más de una vez, ha
pensado (pero no es fácil, hacen falta muchos medios) que
el premio se fallara en Ciudad de México, en Bogotá o en
Buenos Aires . ..
Tienes, lector, en las manos la síntesis de 20 años de
poesía, sobre todo, el afán de unir en calidad España e
Hispanoamérica. La tarea dista mucho de haber conclui
do. Pero como dijo el gran Rubén Darío (nicaragüense,
tan defensor de lo español): "Lo que el árbol desea decir
y dice el viento, I Y lo que el animal manifiesta en su ins
tinto, I Cristalizamos en palabra y pensamiento, I Nada
más que maneras expresan lo distinto." Madrid, Enero de 2008
13 BIBLIOTECA D[ MÉXICO
LA DUSE EN PIAZZA CAVOUR Festival de Poetas, Roma 85
Robert Creeley habla, inteligentemente, de su poesía y Dario
Bellezza despotrica contra los poetas extranjeros
-los invitados a este curioso festival-
mientras afirma la supremacía de los poetas romanos,
o sea de él mismo -pequeña polémica provinciana-o
Pero allí en el escenario, no está la poesía, no lo estará nunca.
La poesía la traes tú, en esta noche tórrida de final de julio,
sin saber nada de mí, ni siquiera que escribo,
sentada a tus ochenta años, con el pelo cuidadosamente teñido,
tus medallones, tu pequeño gato en una jaula y tus manos al aire recitando a d'Annunzio,
en la terraza de este bar desierto de la Piazza Cavour.
Sé que esperas, mientras me cuentas hermosas mentiras,
que te pague esta copa, que te regale una liras,
lo que no sabes, no lo sabrás nunca,
es hasta qué punto me has hecho feliz.
"Me decía d'Annunzio", repites, inventas, recitas
y se escuchan sus versos en la plaza en silencio,
mientras el camarero retira ya las mesas.
Fingida Duse de esta noche loca,
mascarones de proa, riéndonos tú y yo,
sin querer me has traído, de verdad, la poesía,
con su mezcla de fábula y sueño, de fantasma y fracaso, con su oscura verdad que nunca se define.
Fingida Duse, muchas gracias por todo,
brindemos por d'Annunzio esta última copa,
ahora que se pierde en el aire el eco de tu voz
y a través de los árboles llega un poco de brisa.
Que nuestras voces roncas de tantas carcajadas y tu rostro de magia, de pasión y de farsa,
nos expliquen un poco este absurdo destino,
este extraño conjuro que afirma que aún vivimos.
14
BIIUOTECA DE MÉXICO
mm.
&
25
BIBLIOTECA DE MÉXICO
9 w
ESCRITO EN UN MACHETE -Malcolm Lowry-
y m Eras tú, apestoso borracho tartamudo,
I mirándome terco, húmedos, enrojecidos ojos,
Su siguiéndome por el mercado de fierro viejo
rus en la nublada mañana de Oaxaca.
, Eras tú, comprando conmigo aquel machete,
: plateada hoja y borrosa inscripción:
"Sólo sirvo a mi dueño", letras roñosas
! y la fría empuñadura que mi mano recuerda.
E B H Eras tú, en la noche del mezcal agotado,
EES -los dos indios cantando y los secos gusanos-
ir**» y en la dulce y dorada llamarada del ron
ftg bajo estrellas temblando como el vaso en tus labios.
Eras tú, quien huyó, tambaleándose,
M con el viejo machete colgado a la cintura,
[ tropezando en las piedras de aquel amanecer,
¡ag borrándote en la luz, fantasma que ahora invoco.
Eras tú, en Cuernavaca, sentado junto al puente,
í ¿ 5 mirando la barranca y el perro desventrado,
S j i la botella en la mano y en la otra el machete,
5*2? aullándole a los cielos insultos y perdones.
Eras tú, tras las ventanas del torreón desierto,
J$W andrajoso habitante en tu cárcel de vidrio, '~¿\^-í jgcj que de pronto rompías con un golpe meta&Q» vi
sonámbulo monarca de un reino de aW^^. % \ ' S í ' ^
Eras tú, a quien no veré más, fST) 'fi *¡S''i^N^y^ i fy?ff desvanecido espectro de lActí^^^mgp/bfcfé. 4
U £ | acuchillado fantasma que dibuj^¿'h^rt«t „ 7 , , , * S ) V ~
entre manchas de vómito y -ba^ | ^^qpfua^Sf?
afi?-' Eras tú, luminoso e s q u e l e t p J d a J ^ a ^ ^ L ^ ^ S
ÜU( perdiéndose en la calle, )\m^^í^^^^^wíbTa,
¡$SS y el filo de un machete e s c i * ^ ^ í l ^ M ' e | ^ y o
S g sucias letras de sangre: "Sóld ^ \ № ^ l p } ; ^ ¿ H Í £ .
, .:~ '(.< ' ''''' .. ~'" ...
" , . " o / . \ I
. . .. 1, ..
\ I . , .. q'
\~I~'; '0. . .. "~I~ ....
-.. ·;ft;ii \._--~
........... -. .... ':
. : : : : " :: .. ~'": ,., ' . . . .. .. .. . . . . _. -' 'lo •
, .. ' • ' 11 PREMi o FUNO CIÓN LOEWE . . .. .. . ..
: : : .... ..;: : :: :; : :: : i; : ~::::::: ... _--- ......... .. .... -- ...... ..
JAIME SILES
SEMÁFOROS, SEMÁFOROS A Pedro Laín Entralgo
La falda, los zapatos,
la blusa, la melena .
El cuello con sus rizos.
El seno con su almena.
El neón de los cines en su piel, en sus piernas.
Y, en los leves tobillos,
una luz violeta .
El claxon de los coches
se desangra por ella.
Anuncios luminosos
ven fundirse sus letras.
Cuánta coma de rimmel
bajo sus cejas negras
taquigrafía el aire
y el aire en una idea.
El cromo de las motos
gira a cámara lenta.
Destellos, dioramas,
tacones, manos, medias.
Un solo parpadeo
y todo se acelera.
El carmín es un punto
y es un ruido la seda.
La falda, los zapatos,
la blusa, la melena
se han ido con la luz
verde que se la lleva.
En un paso de cebra
la vi y dije: ¡ella!
y todos los motores
me clavaron su espuela.
El semáforo dijo hola y adiós. Y era
muy pronto para todo,
muy tarde para verla.
26
818UOHCA o¡ M¡XICO
El ámbar me mordía
los ojos y las venas
y la calle tenía
resplandor de pantera.
En qué esquina de yodo
su mirada bucea.
En qué metro de níquel
o burbuja de menta .
Ningún libro me dice
ni quién es ni quién era.
Ni su nombre ni el mío intercambian fonemas.
Lloran los diccionarios,
lloran las azoteas
y dicto mis mensajes
en una lengua muerta.
Ha llegado hasta junio
y estoy en las afueras.
La costura del cielo
tiene blondas de niebla.
Las boquitas pintadas
dejan polvo de estrellas
en el borde de un vaso
boreal de ginebra.
Escrito en cuneiforme
el perfil de sus ruedas
los taxis amarillos
tatúan la alameda.
La noche me maquilla
con su breve tormenta
de bares y de hoteles
sonámbulos que tiemblan.
Otoño de terrazas
vacías y de mesas,
de toldos recogidos
y sillas genuflexas.
Los lápices de labios
con la aurora despiertan.
Los espejos los miran
dibujar sus dos letras.
En un paso de c~bci -. la ví y dije: i~lla! :.
y todos los moto¡;:es
. -me clavaron su espuela.
Esta es la mism.a calle.
JUAN PABLO ZAPATER·
'. ~ ..
ERES TODA'S LAS H.EMBR'AS Q\J:E ME EXClTA,N, .'
, - .. / , ' .. , ' ~.. ~.. ... . .,.~.: ~ """ ...... , :
he podido saberlo en 'estos añes tle aparadá'e%istencia ',o , • 1-1 ( •
cuando alguna mujer 'ha nfurecido la' emoei'ón de mi cline
y en sus ojos no he visto otra mirada ' .~:,: -;:. ':\ . . ,.r ..... ... que la tuya acechañdb, • • . • " ':','. ':\ \,\' .'".;,. ..r. ... ti ",. t .. , '~ ,t..t
" , . ......
ni he sentido ewlajaula de.su cuerpo agitarse cautivo. ". ~' •. ~ o":~'~ ~,.:.~.,,: ,', ~ ~ , .. . .. .... - \ , ." .
sino el mismo animal que, de oe siempre: " • . -: .•• : ":':~) -.. ~~. en tu 'interior habita. : ,.,. ,';, ::'.' .' . ~:..:: ~ .
, ' . '\"~"".' ~". .. "'-:., .... Tal vez soló por'eso haya acepMap ~ cpflsue1o ' .'. o'. • .. ••• ; . '. ~ 1,,1.1' f ;:.'. '. .. . l. ••• ...... • ', •
de una forma mel)or de posee,tel,pues c0¡lla I!USenclaJ'\llste: ••• ' • ',::,:.:, en' la puerta de1·templo la git~t a'. tlé'so~I;á.~iI.~üy.aSJTI~os-· Y . ': '1
~ posabaal 'darlimo~Q~~i'des' o: :" ;':'::',":':':'.: " ..... : •• : ';';:'"r p# • • '. ' •• :, :".,", ...... : "." ~,',~
Esta, la misma acera. " 0 en un vreJo hote1ucho de 'la ,COStíll ~. '~. ... . '.' • " .. ',; ': ..... ,- ... ...'. ..... . ,,", " ~,' .. , y la ho~ la n¡jsma. .,-:. la ansiosa camarer-a qye-ampirradª"..e\} ~a noche. :,,: ....... '. ~ ~ ... : •• : .• : •••..
• ¿;;-:.: ..... -'~".". - \. ' ·lIto_ ••• • ' ....... Sólo ella no e~·ella. _.-:', ~ . subía hasta mi cuarto su aderezo de alñiiClén :sr ocina, " • ~"":". '. . .:. ' .' : . , r.. .. :-::~ también l~ adolescente.de las plaY<ls so!ita~ias~de ~aizo ' .~~~~~ ~, . '.<, ':. . ... La falda, los zapatos!" ;; :~'--:. dispuesta a seducirme desde el brote de sus. pecnos futurps; ,'.', ~:'~;' .,~~ .-.'
la blu:;a, la m~le~a . . ,:: : 'ir' "" 0 aquella fiel esposa que a lasodoce, ' . ;:. ' ' . ',.'. -~.' :~. '1., . •• .. '_ .. , _ • "I, '. • ... " .,;',-' t, .. '
El cuello.con s.us rizó .;:: e , jQ~tllls las uvas" .. l. .: .",.... ;:, :,. ••.• ' -
El seno con su -ainieffa .~. despreei~ú 'Ór.tud y me propuso temblando de ergijenza ' '. -',' ..•.. .-. '.' " ..... ;. ' ••....
L • - •• :-:: éompartir i sa tnisma madr-ugada su primer'adulten.q.:' ... .. ' . :<:,:.' : -.. _._ . :~J~a ~~::j:;"~~~~ ~ Ocioso fué bUSC~¡~~lqUierrefUgig, ~. . (.. ~ ~:}y' .~~:~/-:~.
# E( aire me ;'¡fía!..; .;,~;-' ...... :... cuatquier nueva:ciudad y hacer.apenas las J1!stas ~istadeS', ¡:.~:~'~"'" .. ':- _' .... aú 'sú s¡jeta·, - -.-. ":. :.~ .: :: ,-'.. l?e'tq~ tarde o- temp;al\o·un 'S.i:~iinien o de nudo corrediZG • ;. ~ • : '. - '~: ~-.. ,: ~ ".::,'
• ...... .... • _ • ~ ....... \ 'l.", • '... _ "', ", .' • - -' '., •
• ~ • ..::.~ ~ •. , • -... ". '_',',' ' . s.e ~ . ref~l:>a en' el. al'rña_y·transffi1tía su lo;,eslsQ.ble al\ogo . Esculp\B,a en'el ámbar_· .. : ,... a'los litbibs'setlientos, . , '. .. '"'"\.~: ,
de,algi\n 'paso·1fe·ccl,;a'·_, <:'· ... ' ... los-.Hevab.a:. slncomp,a$iól\ n ' tq:guª, . , •. , _ '. " \\. --.h fOSf~é:C~;i ,picl.~:;,·~.:~~·.:,:",~-""·,,.:· 'ai tépt tu. salixa~v.o~ s l:!oc s ajenas al engaño,. .. - .'.. ". .:,
~ t .", •••••• .,.,~.,.,,, ....... ,.\l... .~, ..... '" ' ,\\'"'' 'o,,' --- .' . ." fosrore· ñ·.sÜ~·~dia: .. ",·:··.··.:.~··'. ietricéS' - .éúrr~9í:· •• y.'mé,¡l~ié& ·. ~ ',' • \.~', ';'0' '. \, .' .. :.:: '_.', . : :'.
. ' _,_, __ ,. t., ... .~ "'."'. '.' .', "., •• ~,.~ •.. ~ ........... -~~ :' '. : ,.' • :. " ••.•... '. .' con' qúie'nes ehsáya'báéada élía im -reenéuentf<1 c!?ntigp,: . ••.. . ': . - '. ' ,:
\ , , . ,,'" 1. . , : ~ ,1,'. . .' .• :.... Temo ¡¡.hora que.acudan t<;>das ellas,cuando ~l fin .interpreto rI ~ .
.... :" " ..... '···:·;..\ ..... -.· .. ~.~.-.• f enfe·.áti.)ás · e<,;úénéiasd~cisiXas., ''-:':'!, :'
.' ,'\ \ \ ' ••• '... " ~"," l1li .'" "l1li' '" • .." ." .. ' " .. ~" ~. ,', ,,) ... • f I # ~ \ -: ... ,~ ~~ ,.,.", '.' .' .'.',',','"";,',',"f',,'d,, ~sl~ lhéÍn}"tl ·qtdc) r~tb~nó:,.: ",',' .',', , ", ~' .
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.. ,', ~ _ . 4' •••• ·,".· .. "# ' ••• " , _ •• *'., ••• jI,,~. '.;~;, ,/1/ 40 ' , '\ ~ " ~ t •• ', '., , ", '. '.' '.. a 'saldar.,(o" 4eddfo cen ~us".báj~'s ~'asioJle . / / / J / / ~ • • ~ . "
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/:··jt(:(:~-1/~,~j///~#J ' ,'d"'",, ',',', , .• W///A/;/;~:~'on~~/~~
:':"~.::::'::." " ....
B ERNARDO SCHIAVETTA
ESPEJO DEL RELOJ
tácticas dicta tu tictac si ntáctico
a áticos cánticos con tic didáctico
tácticas dicta tu tictac sintáctico
a áticos cánticos con tic didáctico
tácticas dieta tu tictac sintáctico
a áticos cánticos con tic didáctico
tácticas dicta tu tictac sintáctico
a áticos cánticos con tic didáctico
tácticas dicta tu tictac sintáctico
a áticos cánticos con tic didáctico
tácticas dicta tu tictac sintáctico
18 BIBliOTECA OE MÉXICO
SEX TINA CAÓTICA
Del caos saco asco, ocas, caso y cosa,
porque el Caso fortuito es ley del Caos
y porque quedan ocas en el saco:
si anagrama del caos es el asco
en veinticuatro canjes se da el caso
casual que de sus letras salgan ocas.
11
Esta segunda estrofa empieza en ocas
porque quiero lograr la extraña cosa
del hacer una sextina sobre el caso
fortuito y milagroso que del caos
se pueda entresacar en más del asco
las cuatro otras palabras que le saco.
111 Guante vuelto al revés, sale del saco
un palíndromo estricto: saco ocas,
y aunque no haya palíndromo de asco,
etcétera, ¿no es ya curiosa cosa
que el reflejo de un orden muestre el caos
en la casual permutación de un caso?
IV
En la lengua de Adán, pongo por caso,
"caos" y "sóac" (que a la inversa saco)
son los nombres del orden y del caos:
en la lengua de Adán ocas son ocas,
copian su Original palabra y cosa
y asco provoca la palabra asco.
A URELlO A SIAIN
DE QUÉ MODO SE ESCRIBEN LOS POEMAS
V
Pero hay dejos de l a~co a l decir asCII.
todo es casua l en la pa labra ca ~o
y es una cosa la palabra co~a :
ocas contiene la pa labra ,aco.
la pluma esc ribe la palabra oca'
y un caos hay en la palab ra cam.
VI
Esta sextina saco a,í de l cao,
De qué modo se escr iben los poemas.
no sabría decirlo y sin embargo.
como en e l duermevela. la ot ra noche.
e l sueiio me vencía mientras riendo
me llamabas a l día y yo bogando
entre dos aguas respondía es ve rde
la hierba a tu pregunta por la hora
de irnos. y es tan lenta: desde dónde
me reía contigo agradec iendo
tene rte aquí a mi lado todavía
donde yo peso ahora y tú pesabas
cerca entonces. fluyendo. desde dónde
a l d i ~ ipa rse me ll amaba. urdimbre
de mi lumbre sac iada. la espesura
,onúmbula de sílabas de va ho
movida por la luna y la redonda
plenitud de tus nalgas en mis manos
frut o de lu z madura entre las sombras
donde sed iento bebo sin sac iarme
de ti. sumido en ti y a tus orillas
,iempre llevado. a mis orillas. a lba
con algo de place r y a lgo de a ~co . de m í lo que no llamo con mi nombre
con un ordenador y pluma, de oca,. aunque lo ll ame mío ya en tu lumbre
mas por casualidad la ha escrito el Caso... de~po~eyé ndome: sa liva. labios.
yen la lengua de Adún. porque la ,aco humedad de mi al iento y ese tacto
como sale del caos toda cosa.
Del caos saco asco. ocas. caso y co,a
porque el Caso fort uito es ley de l cao,
y porque quedan ocas en e l ,aco
m ío con que te tocas. desde dónde
lIamú ndome a mi pul so. mi extraviado
temblor de agua profunda en la que eres
estre llas en silenc io. luz de l fondo
en un pozo por e l que yo desc iendo
lamiendo las paredes. lenta fieb re
que busca demorándose la oscura
nuez de tu ano y tu sabor de sav ia:
yo soy en ti la hiedra y la adherencia
sedienta desatada. soy la oscura
avidez de lo oscuro. soy la lengua
y la sed reclamándote a la lengua
de tu pie l. soy el hambre a la deriva
devorándose. lengua que claudica
de las palabras y mudez que guía
la voz del extravío. espesa urdimbre
que la luna evapora, soy la sombra
y la sed , soy la lengua y no sabría
de qué modo se escriben los poemas.
29
818l10mA Of M[XlCO
DESDE LA CAMA
Halo de oro en la ventana,
vaho, niebla delgada:
luz de faroles en el agua
de la mañana.
No dura nada.
AMOR
La bestezuela está mirando,
viendo
en la hierba el abrazo de dos cuerpos.
La bestezuela está lamiendo.
DEDICATORIA
Estoy pensando en ti mientras escribo.
Siempre lo hago, y nunca he dicho nada
que de veras te nombre. Las palabras
en que pienso al pensar en ti no pueden
ser un símbolo tuyo, ni tú puedes
ser símbolo de nada que no tenga
nombre preciso desde siempre.
Cosas elementales, que no vale la pena
empeñarse en nombrar: a fin de cuentas,
no hablaremos jamás de nada diferente.
VICENTE GALLEGO
LA PREGUNTA A Fernando Sebastiá. Manuela Serrano y Lola Fons *
A medida que vivo ignoro más las cosas;
no sé ni por qué encantan las hembras y las rosas.
R A M Ó N LÓPEZ V E L A R D E
En la noche avanzada y repetida, mientras vuelvo bebido y solitario de la fiesta del mundo, con los ojos muy tristes de belleza fugaz, me hago esa pregunta. Y también en la noche afortunada, , . ·
. . . o cuando el azar dispone un cuerpo hermoso • · . para adornar mi vida, esa misma pregunta me inquieta y me seduce como un viejo veneno. Y a mitad de una farra, cuando el hombre reflexiona un instante en los lavabos de cualquier antro infame al que le obligan los tributos nocturnos y unas piernas de diosa. Pero también en casa, en las noches sin juerga, en las noches que observo desde esta ventana, compartiendo la sombra con un cuerpo entrañable y repetido, desde esta ventana, en este mismo cuarto donde ahora estoy solo y me pregunto ; durante cuánto tiempo cumpliré mi condena ] de buscar en los cuerpos y en la noche todo eso que sé · ' • ', que no esconden la noche ni los cuerpos.
30 «lOTÍCADElilálCO
VARIACIÓN SOBRE UNA METÁFORA BARROCA
Λ Curios Aleixandre
Alguien trajo una rosa hace ya algunos días, y con ella trajo también algo de luz. yo la puse en un vaso y poco a poco se ha apagado la luz y se apagó la rosa. Y ahora miro esa flor igual que la miraron los poetas barrocos, cifrando una metáfora en su destino breve: tomé la vida por un vaso que había que beber y había que llenar al mismo tiempo, guardando provisión para días oscuros; y si ese vaso fue la vida, fue la rosa mi empeño para el vaso.
he buscado en la sombra de esta tarde eiíi luz de aquel día, y en el polvo
í^que es ahora la flor, su antiguo aroma, y en la sombra y el polvo ya no estaba
,̂ i|ÍB sombra de la mano que la trajo. ahora veo que la dicha, y que la luz, todas esas cosas que quisiéramos
V'^onservar en el vaso. S)n igual que las rosas: han sabido los días
^ traerme algunas, pero ^&,qué quedó de esas rosas en mi vida inoren el fondo del vaso?
ENCLAVE
Como quien nada espera,
sentado frente al muro que levanta
dos árboles meciéndose,
mirando en la distancia
la sombra desvaída de la ausencia,
la torpe maquinaria de las horas.
LA SOMBRA DORADA
Abro la verja del jardín sin nadie.
Espera mi llegada el viejo limonero
y al verlo me parece
que no hubiera pasado en parte alguna
todo este largo tiempo,
que siempre hubiera estado
Como quien ve pasar delante -sin moverse- sentado en esta sombra, silencioso,
la película gris de los recuerdos viendo pasar los días
y en nada ya repara o desespera,
sin que se note apenas, olvidándose.
Así, desde la noche, en el origen,
en el turbio presente casi exacto
de una vida pasada inútilmente,
ese ser que yo he sido -sin conciencia
siquiera de saberlo-, la figura
que ahora me contempla -la inocente
apariencia de su rostro-, parece interrogar
ante el espejo
una razón que valga la respuesta
de estar -frente a este tiempo
aquí esperando.
con la mirada turbia de los que nada esperan,
pero al fin sobreviven.
Con tanta asiduidad he recordado
este mismo lugar
que no es extraño
sentir la vuelta a casa
como un hecho casual, como si ahora
volviera una vez más y simplemente
cerrara una vez más la misma puerta.
La casa es hacia dentro el laberinto
que siempre he perseguido. Permanece
sitiada por los muros
azules de la infancia,
por ecos de una edad sobrevenida.
En la azotea,
el puerto sigue siendo un sueño antiguo
y arriba en las estrellas
leo de nuevo
el rumbo del viaje que comienza.
FELIPE B ENíTEZ R EYES
LOS ANTEPASADOS
En cafetines de aire espeso, mírelos:
unos tipos sombríos con chambergo,
con chalina y cachimba, haciendo cuentas
del pago de periódicos y trazando proyectos
de libros que se vendan y den fama.
En un principio de siglo cualquiera
deténgase a observar esa estampa curiosa
de unos hombres de letras muy bebidos,
dando tumbos violentos por las calles mojadas
de una noche cualquiera de una ciudad que existe
en los libros que aspiran
al minucioso horror del costumbrismo.
Son calles solitarias las calles que se cruzan
a través de los libros y del tiempo.
Pero ahora que está
en el lugar sin tiempo de una página,
¿ve usted el coche que cruza? Y la luz de ese coche ¿qué lugar ilumina
que no es la realidad, y que igualmente está
al margen de ese mundo de papel
que los libros levantan y derrumban,
conciben y arruinan
en una sola noche, al tiempo que se escribe una página oscura
que alza y destruye mundos que no existen? (Alguien huye en un coche que no existe
a través de un camino que no existe,
a través de unos libros. Velozmente.)
Imagínese a tipos con la imaginación defonne,
charlistas de casinos y sablistas de esquina, perdidos en el ciego laberinto de una mala metáfora.
II
!1!lIOmA o¡ Mál(O
Piense
en un adolescente en la noche en que da
forma a su primer verso.
Cualquier mundo se alza
l'
con materias fugaces que elevan decorados
ante los cuales nadie
representa un papel.
y llega
la voz yacía desde algún decorado vacío,
la voz sin nadie
de personajes yertos.
De tal modo que usted
¿ve ya el barco que cruza
por esta página, perdiéndose en un mapa
de humo y con signos falsos ,
perdiéndose en la niebla de los mares
muertos de la memoria?
Todas las aventuras literarias
inducen a proezas similares,
conducen a lugares parecidos.
y en el lugar de encuentro
sólo brilla el cadáver de una estrella.
Nuestros antecesores
en esta profesión de modelar con sombras
-e iguales abstracciones de derribo-
las sombras de la vida
siguieron esa luz, pero no basta
con escribir la palabra vida en un poema:
allí no hay nada.
y en el recuerdo quedan
las luces de otros faros fantasmales
en la humedad de madrugada,
indicando los puertos que nunca pisaremos,
que nunca hemos pisado,
pues nuestro barco está
encallado en las aguas que son páginas
y en páginas que son
olas de un falso mar hecho de páginas,
en este falso mar lleno de náufragos.
Un tipo atormentado cruza calles sin nombre
y ese tipo no existe, y esas calles no llevan
sino a calles vacías con tipos que no existen.
y la luna es la diosa de un mundo de papel.
(Alguien sueña en un barco, surcando el agua inmóvil,
camino de otros mares de artificio,
surcando el agua inmóvil de esta página.)
Pero, enfrente de usted,
¿ha visto ya ese faro?
No es el del paraíso.
33 BIBLIOTECA DE M~I(O
VIC ENTE V ALERO
TEORíA SOLAR
IV
Ah . pájaro. Tú sí que sabes ver, a solas.
girar. ser perseguido bajo la lluvia. estar
de otra manera. Mírame. Si te dijera cómo,
i te dijera cuántas mañanas he salido
sólo por encontrarme allí, en el gran árbol
en llamas de la noche .. Porque tú siempre esperas,
cantas a pesar de todo, como bebido,
terco en la luz. soñado por la estac ión más pura.
Ah. pájaro. La luna, los almendros, el mar,
la sangre transparente de la tierra, ¿no vemos
las mismas cosas tú y yo, la misma muerte
resucitada en ecos caudalosos y mágicos?
Detrás del muro. solo, donde la fuente vieja.
Estás y no te vemos. Te vemos y no estás.
Canta. canta. (La noche se abre para nosotros).
¿Cómo salir contigo, de aquí. sin ser notada?
V
(bañista)
Éste que sale a media tarde y solo,
sin nada más que una toalla limpia
bajo el brazo, a la luz
menos comprometida de septiembre,
con cara de haber visto, no sé, algo muy nuestro,
y ganas poderosas de bañarse,
de entrar como si nada en este mar
de oleajes sin fondo,
en este mar que ya ni es cielo ni es azul,
pero busca y alcanza y desaloja
con fuerza todavía;
éste que sale a media tarde y solo,
en fin , con ganas de bañarse y disfrutar de veras, a la luz
ya casi clandestina de las playas,
para salir después como borracho,
otro y el mismo, limpio,
con los ojos a punto para ver nuevamente,
parece saber algo de nosotros,
algo que ya sabemos,
pero qué.
XIV
(compañeros de viaje)
Islas hay muchas, sí, pero ninguna nuestra.
Flotan remos, zapatos, medusas. (Ni siquiera
el mar tuvo su día, ni dónde caerse muerto
aquella noche.) Ah, los ojos del ahogado.
Detrás del muro blanco de Troya, qué esperabas.
Flotan ruedas, ceniza. Y en la isla de Circe,
dormías cuando fuimos transformados en cerdos.
Sin piedad en los versos brillantes del poeta .. .
Después de lo que hicimos por ti , enaltecidos,
encaramados, sucios, de un lado para otro.
y encima nos pedías rigores imposibles:
abstenernos de carne de vaca (qué locura.)
Islas hay muchas, sí, pero ninguna nuestra.
(Estás y no te vemos. Te vemos y no estás.)
¿Qué destino era el tuyo éste en el que tuvimos
nosotros que sufrir escarnio, miedo y muerte?
XXI
(visión de noviembre)
Como estamos a punto de perderlos;
(se van rápidamente hacia lo otro),
en la humedad de las fotografías ,
ya por los entresijos de los años,
han salido a buscarnos esta noche,
tan tranquilos. Y como no dejamos,
últimamente, de pensar en ellos,
(no queremos perderlos para siempre),
en todo lo que hacían o decían,
han salido a buscarnos esta noche,
risueños como nunca. Se les nota
otro mirar: extraño, diferente.
(Saben alguna cosa más que callan.)
Otro salir a oscuras, verdadero.
No van de primavera porque sí.
34
818UOTECA Of MÉXICO
UNAS CARTAS DE AMOR
Casi cromos pegados en la noche,
se recortan los árboles
y es el mismo amarillo de un noviembre
que yo no conocí, cuando llegaron,
la misma mansedumbre de la belleza enferma
y silenciosa,
la misma luz. Tan sólo en los portales
han cambiado los números antiguos.
Puedo verlos llegar. Hasta conozco
sus sentimientos de recién casados,
con palabras hermosas
tomando posesión de las habitaciones,
los ecos de familia en los primeros muebles,
la voz de los amigos por la casa,
todo lo que se oculta
en una dirección, nueve palabras
escritas en un sobre,
al sentirse de pronto separados.
Noviembre, tinta gris, cincuenta y siete:
era la fecha de sus primeras cartas.
Paisaje de una guerra colonial ,
ausencia y miedo, sueños y un destino
imprevisto en Marruecos,
hace frío también en el norte de África,
palabras encantadas donde el amor se mezcla
con la necesidad,
cuánto tardan los días de permiso,
Sidi ¡fni, diciembre,
la indicación del sastre y el encargo
del uniforme nuevo,
deseos y preguntas sobre papel celeste,
obligaciones, cartas de verdadero amor,
los sueños que más tarde yo buscaba
en el cajón cerrado
de su dormitorio.
Mientras miro la casa recuerdo vuestras cartas:
barrio antiguo, nobleza
entre vulgares edificios sórdidos
poco a poco asumidos,
nostalgias de un amor
que se duerme en costumbre o se despierta en odio
y define el silencio de la noche,
al sabemos la sombra de un deseo,
tan diferentes de nosotros mismos.
35
BIBLIOTECA DE MÉXICO
Han cambiado los números,
estas cartas no hubiesen encontrado destino.
Yo puedo regresar hasta vosotros,
porque se crece siempre en busca del pasado,
vuestra ciudad de aquel otoño
también me pertenece,
y vuestros sentimientos,
que dejasteis escritos a causa de una guerra.
¡Yero cómo se vive
la humillación del tiempo? ¿Qué pensamos
junto al río que pasa sin nosotros,
agua herida en el pozo de los años?
Como cartas escritas bellamente,
las historias comienzan
entre buenas palabras
y un corazón sacado de los libros.
En vosotros aprendo que la vida
tiene menos que ver con los principios
que con la dignidad de los finales.
FIGURA SIN PAISAJE
He vendido mi alma dos veces al diablo,
por monedas de niebla y curso clandestino
en países que nadie se ha atrevido a fundar.
Un realista que vive el mundo de los sueños,
un soñador que quiere vivir la realidad.
Mal destino es el tuyo.
Así te va.
CONVERSACiÓN CON JONÁS
Ueg6 a Jonás, hijo de Amitai, palabra de Yavé,
diciendo: Levántate y ve a N(nive ...
LIBRO DE JON ÁS, 1, 1-2
Entre el decir y el hacer queda un espacio. Nada lo ocupa. Un hueco. Sólo un hueco por el que el tiempo desliza su opacidad interrogante.
Yo converso entre tanto contigo, Jonás, y las palabras se encienden y se apagan, y luego caen, apuradas como cigarrillo que el fumador arroja, desustanciadas, amarillas, en un estatismo de ceniza.
Entre el decir y el hacer queda un espacio. Mira la gran ciudad. La vida circula por arterias y avenidas bajo la bóveda de los árboles con su esquelética gravedad.
y toda la vital fantasmagoría entre la lluvia y los porches azulados es un acto de simulación.
Vayamos hacia el final vayamos hacia el final por la angosta calleja.
36
~IUOTECA DE MÉXICO
JI
Entre el hacer y el decir
hay un límite. Cada acción
comienza en la palabra
en la palabra acaba. ¿Ves cómo todo
aspira a engendrarse en esa carne iluminada
que es la palabra misma?
Por deseo de ser,
de ser más y alzarse sobre sí,
la materia sufre y renace muchas veces
esperando su llama de Pentecostés.
Más que al acto, todo aspira a ser dicho.
La palabra es el lecho para gozar y herir,
el deseo de la acción resuelta,
¿quién no la siente como tumultuosa música
-roce y daga a la vez- danzar y perdurar sobre el recuerdo,
tras la muda mirada del adiós?
En el fiel remolino
de este circo de átomos impalpables,
vayamos hacia el final del hacer y el decir.
III
Hacer, y no decir. Ese es el negro vientre, Jonás, que nos
fuerza y doblega.
Pero tú has visto desde la musculosa viscosidad
cumplirse el ciego mandato, y una ola arrastrarte,
y la certera meta presentida.
Tú supiste, en la engullida sombra,
sobre la orilla de tu soberbia alzada,
que todo extravío es realmente una búsqueda,
y cada paso de huida una aproximación,
y cada posesión una pérdida.
Jonás es el destino de cualquier hombre.
La muerte, con la diana perforada en su centro.
Llamarte así, y ser nada: un arbusto que vive
y se calcina en repentino milagro
a las puertas de la gran ciudad,
erguido el puño de la cólera -ya echadas fueron las suertes
que golpea y se abate sobre nuestra ignorancia
y que dice al oído del viento: "Hay más".
37
BIBlIOncA OE MÉXICO
ELEGíA
La pierre passe aussi
par le froid de la morl
R OGER MILLIOT
Un hombre no precisa
de razones
para morir.
El sufrimiento basta.
La verdad
es este cráter,
más pavorosamente
abierto cada vez,
hasta que
todo el ser
es devorado
por la oscuridad.
La piel
graba el tatuaje
del dolor.
Incandescente
noche.
RAFAEL COURTO ISIE
EL AMOR DE LOS LOCOS
Un loco es alguien que está desnudo de la mente. Se ha despojado de sus
ropas invisibles, de esas que hacen que la realidad se vele y se desvíe. Los
locos tienen esa impudicia que deviene fragilidad y, en ocasiones, belleza.
Andan solos, como cualquier desnudo, y con frecuencia también hablan so
los ("Quien habla solo espera hablar con Dios un día").
Más difícil que abrigar un cuerpo desnudo es abrigar un pensamiento.
Los locos tienen pensamientos que tiritan, pensamientos óseos, duros como
la piedra en torno a la que dan vueltas, como si se mantuvieran atados a ella
por una cadena de hierro de ideas.
El cerebro de un pájaro no pesa más que algunos gramos, y la parte que
modula el canto es de un tamaño mucho menor que una cabeza de alfiler, un
infinitésimo trocillo de tejido, de materia biológica que, con cierto aburri
miento, los sabios escrutan al microscopio para descifrar de qué manera, en
tan exiguo retazo, está escrita la partitura.
Pero desde mucho antes, y sin necesidad de microscopio ni de tinciones,
el loco sabe que el canto del pájaro es inmenso y pesado, plomo puro que
taladra huesos, que se mete en el sueño, que desfonda cualquier techo y no
hay cemento ni viga que pueda sostener su hartura, su tamaño posible. Por
eso algunos locos despiertan antes de que amanezca y se tapan los oídos con
su propia voz, con voces que sudan de adentro, de la cabeza.
Los pensamientos del loco son carne viva, carne sin piel. En el desierto
del pensamiento del loco el pájaro es un sol implacable. El canto cae como
una luz y un calor que le picara al loco en la carne misma de la desnudez.
Pero la desnudez del loco es íntima: de tanto exhibirla queda dentro. Es
condición interior, pasa desapercibida a las legiones de cuerdos cuya ánima
está cubierta por completo de tela basta, gruesa, trenzada por hilos de la costumbre.
El único instrumento posible para el loco, para defender su desnudez,
es el amor. El amor de los locos es una vestimenta transparente. Esos ojos
vidriosos, ese hilo ambarino que orinan por las noches, ese fragor y ese
sentimiento copioso y múltiple que no alteran las benzodiazepinas, que no
disminuye el Valium, permanecen intactos en el loco por arte del amor.
Es un martillo, y una cuchara, y un punzón. Es todo menos un vestido,
no cubre sino que atraviesa, no mitiga sino que exalta. El amor de los locos tiene una textura, un porte y una sustancia.
La sustancia se parece al vidrio, pero es el vidrio de una botella rota.
18
BllUOTEa DE MÉXICO
I y EL FONDO
Cuando la forma comienza a declinar aparece el fondo. Se
adelgazan las paredes, se afina la membrana, la noche ex
tensa, sencilla o intrincada de la forma. El fondo se opaca
entonces, comparece.
Hay un instante de atraso, de desfasaje entre la forma y el
fondo y es allí donde se ve su orilla, su materia dispersa, su
líquido sin continente. Espesura, densidad opaca.
Un punto. El punto concentra el fondo, el fondo despojado.
La intemperie como una precipitac ión en el seno de un
líquido, como un cuerpo extraño. Pero el fondo siempre es
tu vo en la forma, la pulpa en la fruta , el agua en el vaso,
la carne con sus linfas en el cuerpo. El cuerpo dentro del
mundo. El mundo dentro del cuerpo.
Pues abandonada la forma queda una circularidad, una
huella.
Cuando la forma comienza a declinar, aparece el fondo.
JOSEFA PARRA
LOS OTROS CUERPOS SON COMO CAMINOS
Entre el humo caliente de los puestos de feria,
te encuentro desli zándote, delfín incandescente,
en el gesto fugaz de un hombre que no eres,
o en los ojos bellísimos de algún desconocido.
Por apresarte, entonces, no me importa besarte
en otros labios, darme a un cuerpo que te evoca.
Por estrecharte un cerco, oficio extraños ritos
y adoro a extraños seres como tú masculinos.
Pienso que la insistencia por fuerza ha de vencerte,
que una noche serás de verdad tú el que llegue
en medio de los ruidos y los rancios olores.
y, aunque nunca te he visto, vaya reconocerte .
RECUERDO QUIETO
Sigo viendo la mar anhelante y compacta
cuando cierro los ojos,
y las columnas dorias con su abrazo de yedras
sobre el monte, a la izquierda,
como una foto fija o una antigua vidriera.
Sube a mí la fragancia quieta de las adelfas,
la aguja del salitre,
la primitiva voz del viento en la retama.
Como un fanal de plata
la luna observa el sueño callado de la aldea.
Sigo viendo la isla cuando cierro los ojos.
Todo se ha conservado.
No llegará el invierno a desnudar los árboles
de mi recuerdo. Tienes
aún el gesto parado de cuando me adoraste.
39
818l10ncA O[ MÉXICO
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... .. .. ...
LA INFIDELIDAD IRREMEDIABLE -
Si, al final ,
ha de comer la tierra tus delicados huesos,
......... . -. ..... ..
y ha de dormir tu boca como una orquídea tierna debajo de raíces y limas, qué importa,
... -0-... ::-- ... --. que estés tan descubierto y accesIble,
que encauces tu saliva en otros surcos, que te des a pedazos cada noche-
. . . &_--- .... ---=--.... ..
..;::..:: "-:"'" ~ .. ... -....
--.. -.. ...
. -. ... :: .. :.-... ::":............ - ......
..... :::
como Profana, y Cruel, y Santa. Forma. Si, al final ,
has de ser a despecho de tu carne radiante ... .'"' ." .... : : : ...
y de todo el deseo con que te he corona do ... .. ... .. . .. .. - .. . .. .. .. ...
espléndido despojo que posea la mueI:~; .. .: -. - - -
-. . .. '. " :,,,.;r .•• ,.:~ ....;.
... ,_ .. -" ---- ... ......
AL ESTE DEL EDÉN
Hay los bares, las copas, las madrugadas lentas del vino y del deseo.
Hay las luces, los ruidos, las músicas sin tregua, la ciudad extasiada.
Pero no me acostumbro a vivir de este lado triste del paraíso.
.. ---- -
....... .. .. .. .. .. -...
.... ------ ..
'---
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=:
LAS ÁGUILAS
Durante los veranos
las vi volar, familiarmente.
Parecían polluelos que piaran;
eran águilas , sin embargo.
Sobre el azul de agosto,
las imaginaba como símbolos,
significado eterno,
majestuoso,
solemne.
"Ya están ahí", pensaba, cuando llegá
bamos.
Un verano llegamos.
Noté un vacío,
un silencio de muerte.
Águilas de los años
ausentes.
NOCHE DE SAN JUAN
Por el balcón abierto,
entra la noche de San Juan,
y su música de feria.
Al fondo del pasillo,
veo las lumbres -que me observan
de Merlín, mi gato.
Del fondo de la carne,
surge también una música.
Es muy oscura,
y suena de otra vida,
aunque nunca ha muerto.
CONOCIMIENTO
Cuando caminas lento,
por el pasi llo si lencioso,
al comedor, y te acomodas
en el sofá tranqu i lo,
y acaricias sus telas,
y miras vagamente las honduras
del cielo fuera,
y sientes cómo late
tu corazón, que nunca quiso
abandonarte,
y respiras tan lento que lo escuchas;
cuando, como una misteriosa
libélula, contemplas
las líneas de los bordes
de las terrazas de las casas,
sí, cuando las contemplas
y ni afirmas ni niegas;
cuando en la música callada
de tu carne, ya antigua,
suenan voces distantes;
cuando mueves muy lento la cabeza
como animal antiguo,
como animal extraño de la tierra,
del universo, el más extraño,
el único consciente, que no sabe
y que lo sabe todo, que no es nada,
entonces te confiesas:
esto es conocimiento, ningún juicio,
aspirar y espirar discretamente,
mas con los ojos luminosos
y tenebrosos, que contemplan
y saben que contemplan, y que miran
y en la verdad resbalan: apariencias.
41
818l10mA Of M[XlCO
QUÉ VIAJE TAN DISTANTE
Vuelve a tu cuarto si lencioso,
abre la puerta, espera,
qué viaje tan distante,
qué lluvia cuando enciendes
esa luz de bombilla que pende desde el
techo,
qué nevada, qué cántico,
qué noche de los años de la vida,
madre, no estáis aquí,
estáis todos abajo todavía,
junto a la chimenea,
yo rezo a san Pancracio.
J ENARO TALENS
ZOEY Founderuos wilding weeds endear paradise
LoUls ZUKOFSKY
Los impactos de luz no son el día,
aunque canten la vida que no sé
y haya un sol tan extraño
que aspire a serlo sin palabras, sin
viejos nombres, sin furia, sin misterio,
ese albor de la muerte donde se asienta el mar.
Yo ya no juego con la luz. No quiso
saber de mis raíces, de las sensaciones
que me acunaron, las que observo en ti,
sumida, como estás, en el instante
frágil de una niñez que una vez fue mi reino.
En lo más hondo de su plenitud
hay un candor que inventa mediodías
con el fluir concreto de las horas:
un mundo hecho de cosas que se dan y perduran
transmitiendo su flujo copo a copo.
Mientras, el tiempo (que no se repite)
me circunda. Héme aquí. Ya no podría
abrir mis puertas a tu amanecer,
pero la noche ha sido mi morada,
y aún puedo percibir, sin su desasosiego,
ese aluvión de estrellas y de auroras en flor
que reclaman su cuota de rocío.
Si parco fui, tu sueño se ha vengado
de mi silencio, en esta concha
donde reposa el río que nos lleva.
Dejemos que su claridad disuelva mi costumbre.
No intentaré siquiera comprender.
Un árbol no comprende el viento que lo visita.
FANTASMA CON MONÓCULO
La patria es el lugar donde no estoy,
el arrabal de mi melancolía;
en ella inscribo gestos, la grafía
de los muchos que fui, de quien no soy.
Viajé (perdí lugares) hasta hoy,
de noche en noche, sin buscar el día.
Tú, negro sol de la sabiduría
que iluminas la senda, díme, ¿voy
o vengo? Pasajero de una nave,
no tuve luz, ni rumbo, sí ternura:
creí que un cielo en el infierno cabe.
Me inventé una ciudad. Yo fui Lisboa,
y di nombre a una máscara: Pessoa.
Amé. Pensad en mí sin amargura.
42
BIBLIOTECA DE MÉXICO
JOSÉ EUGENIO SÁNCHEZ
MICK JAGGER NO CANTARÁ SATI SFACCiÓN A LOS 50 A 111; padre
estabas en los brazos de tu madre
y el país en manos de díaz ordaz
la pantera negra enloquec ió wembley
la bola de hechicera en sus botines
el pasto: una alfombra a palac io: pero no
bobby moore - qué seriedad-
charlton el muchachito burgués que untaba la pelota
con melancolía
& gordon banks dándole vuelta al sentido de la gravedad
(entre las espantosas tomas del vídeo)
alzaron la ju les rimet
con el gol fantasma que todos vimos que no entró
la jules rimet se dejó besar por la rea leza
sí isabel 11 a la que le dieron un bote llazo a su auto
en belfast
y franco: españa llena de polvo y ca lles gri ses
johnson bombardeando haiphong hanoi
y nueva delhi aprobando la matanza de vacas sagradas
marlon brando filma motín a bordo
y compra por 200.000 dólares
a madame duran la isla tetiaroa en haití
con la promesa (muy hippie de su parte) de no talar
ningún tow
y luego tragedias: los beatles se niegan a dar conciertos
paul mc cartney le borra las pistas a ri ngo y graba otra
batería encima:
yoko ono inicia su maléfico plan para destruir el cuarteto
balbuceabas y la gente habl aba de la muerte de george
duhamel
buster keaton anna ajmátova andré breton
de la guardia roja en pekín
de fidel castro y la encíclica del paul six
del polipropileno la terlenka el poliubretano expandido
o peter paul & mary
todo mundo andaba ocupado
yo por ejemplo
me dedicaba a comentar cualquier cosa
acerca del culo de brigitte bardol.
43
BIBliOTECA OE MEXICO
J O SÉ M AR íA Á LVAR EZ
ANATRON - ¿Y tú quién eres?
-La Ocasión poderosa
P OSID IP O
Raya alg ún destello histórico
allá entre las lobregueces del siglo
EDW A R D GIBBON
Para Evelyne Sinnassamy y Michael
Nerlich
No existían. He aquí un producto del siglo xx en sus finales. Genuino:
Esta criatura, aún ni siquiera adolescente, vestida y maquillada como puta, exhibiendo (ignoro si sintiendo)
lumbre de furia sensual, fantástica, letal.
Esas piernas, ese culo, ese cuerpo moldeado por la Iycra, no son ya piernas, culo, cuerpo, -como no lo es esa mirada
pervertida- capaces de una devastación normal. Esos ojos, esa boca, ese rostro con ese maquillaje, es otra dimensión de la belleza y la sensualidad que controlábamos.
Mientras tú aún estás pensando en Lampedusa, el Rey Arturo, o en el
Ramayana o en Rimbaud,
o dándole vueltas a la Guerra de los Treinta Años,
que van al mar I morir,
este Ser de la Noche, bizarre déité como diría
el disipado Baudelaire, ha descubierto que ni Gatopardos ni Wallenstein, ni siquiera el mar I morir. Sino que
todo es, simplemente, una molestia, y que toda molestia ha de evitarse. La televisión, y el colegio,
y en su familia, ha aprendido que el mundo es suyo.
y ah, cómo retoza, cómo brilla, fantástica, a las luces de este bar, qué hermoso es ese rostro sin destino, excitante, cómo mastica
nuestras entrañas, ese juguillo que le resbala por la comisura de los labios ...
Por fin, la quintaesencia de la sonrisa de la Esfinge, morfina de la desesperación,
que bailará, llamándonos más allá de las cenizas, las ruinas, los
despojos,
o qué sé yo, pensando aún que nuestras por fin , la dulce mano vidas que sostendrá, arrancado del cadáver son esos ríos, según Manrique, el corazón aún latiendo del Horror.
44
BIBLIOTECA DE MÉXICO
ZEBECH
Ese
Tus pensamientos passivo>
Deuen ser contemplati vo>
Pedro de Verag üe
relamerse. esos labios
brillantes de sa liva. ese mohín
entre infa ntil y d isoluto.
esos ojos burlones que cruzan como rayo
el universo de pl ástico del aeropuerto . . .
Su amiga. sin embargo.
aun siendo hermosa. acaso más hermosa. no
exc ita.
y es que no es la be lleza la que irrad ia
ese mi sterio que te hechi za.
esa lumbre de júbilo.
ese pájaro con las alas en llamas.
No es la belleza de esos ojos. sino su fo rma de mira r:
el desmadejamiento de esas piernas.
esa lengüec ita incandescente.
esa lividez canalla bajo sus ojos.
cómo mueve el pelo.
cómo lo sabe.
Eso
que los Dioses conceden
sólo a muy pocas,
y a veces sólo poco tiempo.
Esa dicha a la que no puede
tocar
el Destino.
SILVINA LÓPEZ M ED IN
BOAZ, EL AVI ADOR ISRAELí
C uando pienso en café oscurece de golpe
desaparece el bolso que tira de mi hombro
estoy desca I za
no estoy dent ro de la ropa
la ropa me rodea
desde el bolsillo Buko\Vski
me dice a llá hay un charco
que todos ev itan como a un gato negro
pero a mí
me gusta el olor a cuero ti ñéndose de agua
llena de pisadas
el agua en la boca de los otros
trepa por mis med ias de nylon
y se detiene
al borde de las rod illas
como Boaz al principio
LA CASITA DE LOS PISOS DE HILO
Afuera los árboles calvos
los gritos de la vieja
los tapados
deseos de envolverte.
Adent ro
nos deshojamos
el ti empo se quiebra
derritiéndonos
en una caric ia
abrirnos todas las puertas.
OTNEIMICÁN
Temblando
bajo los gritos de la lluvia
con un saquito de té
y otro de lana
me acurruqué en el oja l de tu vientre
y flotando en una burbuja de piel
me encogí.
45
818110ncA OE M~ I(O
A NTO NIO CABRERA
LA ESTACiÓN PERPETUA
El invierno se fue . ¿Qué habré perdido?
¿Qué desapareció, con él, de mi conciencia?
(Esta preocupación -seguramente absurda
por conocer aquello que nos huye,
me obliga a convertir el aire frío
en pensado cristal sobre mi piel pensada,
y a convertir la gloria entristecida
de los húmedos días invernales
en la imposible luz que su concepto irradia;
esta preocupación, en fin, tiene la culpa
-y qué confuso y dulce me parece-
de que duerman en mí los árboles dormidos.)
El invierno se fue, pero nada se lleva.
Me queda siempre la estación perpetua: .
mi mente repetida y sola.
LUGAR DE RUISEÑOR ES
Está junto a una fuente. No es secreto.
Un barranco con zarzas, con aliagas,
con rosales silvestres, con adelfas.
Es un espacio donde el tiempo esculpe
un bronce vegetal exacto y limpio.
A ese lugar retoman por abril
los ruiseñores, y abren de inmediato
en las ramas su diálogo nocturno
, sobre quietas verdades misteriosas, ~ ~~"I~~, en un idioma lleno de razones
__ .--._' que son un raro compromiso y son
al mismo tiempo hipnosis y soberbia.
-"".-..-.:.'11" No he vuelto a ese lugar. Lo guardé un día
en el firme paisaje de mi mente
donde el cielo pensado está cubriendo
~~~iII'!J,' la misma luz difícil, el prodigio I de la fidelidad que lo impalpable
a veces establece con lo grávido,
con lo real, con lo que el aire toca.
Allí también puedo escuchar el canto,
la conjetura ardiente que medito.
46 BIBLIOTECA OE M~I(O
LA INTIMIDAD
Vine hasta aquí para escuchar la voz.
la voz que según dicen nos habla desde dentro
y endul za la verdad si la verdad
merece una degustac ión serena.
o la hace más amarga si es amarga.
con sólo pronunciar la negra hiel
que ha reposado intac ta entre sus síl aba, .
Vine hasta aquí para escuchar la voz
que no sabe, ni quiere, ni podría engañarnos.
Elegí este lugar de be lleza imprevi sta.
(Llegué hasta é l casualmente un día de abril
por el que navegaban nubes grandes.
manchas oscuras sobre e l suelo, pruebas
acaso necesarias de que la luz hab ita
entre nosotros: esa transparencia
que olvidamos y que es. al mi smo
tiempo,
difícil y evidente.)
Diré por qué es tan bello este lugar:
forma un valle cerrado entre montes boscosos.
un c irco escueto que c ircundan pe iias
rojizas. donde el viento es un cuervo
delicado aunque fúnebre:
los hombres han arado su parte más profunda.
y allí crece el olivo y unos pocos almendros
y un ciprés y una acac ia: las sombras del pinar
EL PERDÓN
Alguien ha muerto.
La tarde extiende al aire
una luz empapada en violeta y en gri s.
Todo es calma. La peñas corrompidas
por el viento y el liquen amarillo
tocan esa luz. dicen algo que es denso y leve
como la tarde misma.
Cantan los estorninos del otoño:
su silbido también guarda riquezas
minerales, el cuarzo oscurecido.
y aquí, un viento igual y un liquen semejante
han podrido las lápidas entre las que camina
el cortejo. La luz en ellas se hace un sitio.
Seiior, ten piedad; Cristo , ten piedad,
ha dicho el sacerdote, innecesariamente.
Alguien ha muerto.
La tarde extiende al aire
su perdón infinito.
asedian desde entonces las lindes de estos campos.
su yerba luminosa. y el pedregal res iste
como un altar al sol: todo ti ene una pátina
de rea lidad . un ansia, un presti gio remoto.
Porque creí que este silencio era
igual a l de una estancia so litaria,
vine a escuchar la voz que desde dentro
nos habla de nosotros mi smos. Pero
pasa el tiempo y escucho solamente
la prisa del lagarto que se aparta de mí
y e l vue lo siseante de la abeja.
no mi voz interior.
Todo es externo.
y las palabras vienen
a mí y en mí se dicen e llas so las:
la ladera encendida bajo la nI/be exacta ,
el brollce dellenrisco ,
I/lIa roca que el liquen acaricia.
Lo íntimo es e l mundo. Con su callado oxígeno
sofoca sin remedio la voz que quiere hablar,
la disuelve. la absorbe.
He venido hasta aq uí para escucharme
y todo lo que alienta o es presente
me ha hec ho enmudecer para decirse.
47
ilillOmA O¡ M[XICO
B RUNO M ESA
TACTO
Si no creyera en lo que se derrama,
en lo que muere o brota ante mis ojos,
y es por ello vida y nunca sombra;
si no creyera en la materia viva,
en lo palpable, en el áspero roce
de los cuerpos, en lo que mancha, toca
y ensucia, en lo que suda y jadea;
si no creyera en el tacto de la vida
jamás hubiera escrito este poema
que sólo es la caricia de lo que arde,
el pulso visible de tanta nada.
EL LABORATORIO
Sólo buscas las pruebas
que refuten tus sueños,
le ecuación perfecta
que derrumbe esta luz
poblada de mentiras.
Sólo persigues
la vacuna precisa
que te cure del mundo.
Pero cuentas con poco presupuesto.
Nada tienes, excepto
las antiguas palabras
que la vida derrama, equivocada,
sobre tus manos ciegas.
Sólo te quedan
estas prácticas de laboratorio,
estas vagas hipótesis
en que apuestas tu vida.
- -ABU NUWUS
Habla un amigo del poeta
El lento viaje del humo en el aire,
la tensa luz en los garitos del arrabal
donde se esconden navajas
sedientas de sangre adolescente.
El vértigo de un cuerpo bien pagado,
un cielo bruno y una urbe silenciosa,
y estrellas a lo lejos como ojos de nácar,
como anuncios de un destino irrenunciable.
Esclavas lavarán tu cuerpo con su lengua,
y serás el bufón y el rey de los poetas;
cuando mueras nadie llorará sobre tu tumba,
porque fuiste el emperador de todas las tabernas
y el peor jugador y el poeta más libre y el amante
insaciable.
Que en los poemas no haya nada del hombre
es lo que desean tus enemigos.
Que en el hombre haya algo de sus poemas
es lo que yo te deseo.
VARIACiÓN SOBRE UN TEMA DE EDGAR LEE MASTERS
No me cubráis con concha del río.
Enterradme desnudo y sin rituales
en una noche sin luna de un día cualquiera.
Viví sin asombro, odiando la tierra y el cielo.
Nunca participé en el eterno desfile de la vida.
Fui una sombra que camina sobre la sombra del mundo.
48
BIBUOmA o¡ M[XlCO
-:: ::; ?-
BANCOS DE ARENA
¿De dónde hemos salido tantos muertos
con este falso aspecto de turistas?
Un reluciente sol.
con un brillo de plástico,
incongruente en medio del invierno implacable, se ha sumado a la farsa
y prodiga una luz que no calienta.
Todos nos contemplamos
con asombro. ¿Qué diablos ha podido
hacer que los variados cursos de nuestras vidas confluyan hoy aquí, en un remoto,
perdido, frío y gris embarcadero?
Mientras llega la hora
de partir, ocultamos la creciente
extrañeza, exhibiendo
cierto interés -que es falso-
por las tiendas fantasmas de la orilla
llenas de baratijas: regalos para muertos,
que confirman que todo es espectral en tan yerto escenario.
Por fin , un hombre, casi sin rostro, extiende
la pasarela y, mecánicamente, vamos subiendo al barco,
que ha de llevarnos río abajo, hasta su desembocadura.
Una voz oficiante explica en alto
las maravillas -que nadie contempla
de tan desoladora travesía
entre lodos y barros.
Corriente arriba, sí, alguien exclama,
mirad, allá a lo lejos, pasa un pájaro.
El motor agoniza lo mismo que las aguas. Las riberas
muestran s610 hierbajos, pajas, juncos.
A la vuelta del último meandro,
de pronto, el mar,
de frente. y esa voz, que nos habla del peligro
de que queden varadas nuestras vidas
en sus bancos de arena.
49 BIBLIOTECA DE MÉXICO
LA SUBIDA A LA TORRE
Has entrado en un círculo de piedra.
Bajo tus pies hay piedra, piedra hay
ante tu frente y piedra hay sobre ti.
Es un pozo de piedra sin más agua
que piedra aquí en su fondo , desde donde
no puedes ver su oculta superficie.
Apoyándote en piedra, vas girando
en espiral. Tu mano toca un árbol
de piedra. Va surgiendo de tu palma
mínima un tronco gris inagotable.
Has encontrado un eje, un centro. En tomo
a él das vueltas, vueltas, sin saber
si está fuera o en ti - ¿Subes o bajas? -
y de repente el pozo, el árbol se abren
en fronda y en brocal de plena luz,
y tus ojos no miran; reconocen.
Estás al otro lado. Pero, ¿de qué? ¿de quién?
50
BIBLIOTECA OE M~ICO
TESEO EN EL LABERINTO
Dentro del aparente
sinsentido de calles
que enmarañan mis pasos indecisos,
permanezco ligado
todavía a la externa realidad
por un fino, invisible, leve hilo.
¿O he de decir, mejor,
que la oscura, huidiza irrealidad
me conduce a su antojo en su guarida,
y envuelve mi destino
con su tela de araña más sutil?
Ariadna, no me obligues
a matar el misterio. Si lo hago
y regreso a tu lado, victorioso,
¿qué quedará de ti?
¿qué quedará a mí?
DE RECOGIDA
A Josepe, Vidal , Merenciano, Migue y Tifo
Llama fría del alba, te conozco:
tú vienes a ofrecemos el destilado amargo,
la comunión marchita, la quirúrgica luz
con que el cielo ilumina nuestra herida más honda.
Llama
fría
del alba,
despedazado cráneo del ingrato deseo:
¿quién se atreve a mirarte tras la noche de magia?
Los amigos se han ido.
Conducimos ya solos. ¿ y adónde nos conduce
la alegría gastada, el oscuro consuelo
de haber sido felice s en la noche?
Satisfacción del mundo,
generosa limosna de una hora,
no hay engaño en tu don insuficiente
aunque quiera negarlo la luz rota del día.
Hemos sido felices en la noche.
Los amigos se han ido, conducimos ya solos.
Buscando algún refugio, regresamos a casa.
y esta destartalada y alta bóveda
en la que el sol incendia
eternamente el aire es nuestra casa.
51
BIBlIOncA O[ MExICO
ESCUCHANDO LA MÚSICA SACRA DE VIVALDI
Ί-'-\'VÍ~Í~"K Γ ' Ί '
A Carlos Marzal y Felipe Benítez
; \. •'· Como agua benditjt,-;- — ; » - ; - ; - j - I
como santo rocío tras la noche de fiebre " lava el alma esta música con su perdón sincero, ^ t
ente arquitectura que en el aire vertebra \ la ilusión de otra vida /
salvada ya para gozar la gloria de un magnánimo dios. ' / ' /i
1 * 1 "
De lo terrestre naces, \ del metal y la cuerda, de la mader^nβ%^k ̂
de la humana garganta ·, Ν estremecida afirma la hora suya en el muntíe;!
^ sin e/ntargo vuelas, gratitud hecha OJúsÍ£f.^í ] ¿ J L I j . • ^ . ¡ , ' ; i . «vanescente espíritu ^"^¿Ju í . . ! ' , t
^νΛ . ϊ^ ^kí-lmfeeá el viento construyes tu perdurábteireinoi'J;_!j''_'1^ l"-^
vO^LJ—i Si algún eco de ti sonata en nuestra mu^ér.-i''--- - f - ' ' * - ' * > s .
En mitad de la muerte suenas hoy, / - / tr\ cadencioso milagro, pura ofrenda de-fe ^ / y
en honor de ese dios que no escucha tu rueéo o que escucha escondido, tras su silencio oscuro, la demanda de luz con que el hombre lo abruma,
\ 1 no existe un dios, TT¿q5Ilií1nspífa^^'tu canto tan cumplídó'cóñlu^i
l^l^y^^j^extraña melodía de blasfema belleza , - i i %--(,> , i (^?TfU^lós hombres sugieres su condición divi iTi^lTí-iTr^iTi'JTi-j 1 \~i. pawqu4 59rdo9Ído I í l-i Μ - 1 ' Γ -Cuando sea ya él ílueistro desmemoria en elpolvé-i» i j j'jj^l^^l^iil;;}^ LÍ^riy::^^enil}i|¡>dde la muerte, orguUosa plegaria e m q a g a ^ d a ^ ^ J-j^if,^ U^TJ^
celebras esa frágil plenimd de no sé qué verano o qué huérfana espuma
feliz de aquella ola
que en la mañana fuimos?
52 ÍIIIIOTECA Oí MÉXICO
LA ROSA SECRETA
El cáncer es una fiesta de las células
Hay una oscura rosa acurrucada
allá en tu propio fondo, en lo más tuyo,
profundo y extranjero.
No sabes su color, pero es tu sangre.
Arraiga en el ramal de tus entrañas.
La abonas con tu amor y con tu miedo.
Se cuaja en ese lecho de tus sueños más firmes
y entre la grava de tus pesadillas.
La riegas con tus lágrimas
no vertidas a tiempo.
Estaba en ti esa rosa desde siempre,
inscrita su semilla antes del vértigo
del ovario y del rayo.
Desde el caudal abierto fue a parar
a tu breve corriente;
la transportó tu savia, y se hizo carne.
Allí, sin prisa, espera; hace memoria
de su lejano clima;
desarrolla su órbita precisa,
el milenario anillo repetido;
extiende las raíces, excavando
su soterraño cielo.
Se anuda en tierno hilo a ese pespunte
de las estrellas hondas,
aguardando el instante
de pulsar una música extremada:
esa apretada munición que impulse
el mortero del tiempo, dispersando
la alta metralla de la noche en fuga.
Será entonces cuando la inusitada rosa alumbre,
con naturalidad, la artificiera carga de su paciencia y lance, airosa,
en sed de firmamento sus bengalas
de fiebre, hacia el exceso renovado
de una fiesta remota.
Se encumbrará la púrpura
de tu jardín recóndito al son de una violenta primavera.
Abrirá un cauce por tu cuerpo, en pos
de su cuenca escogida. y al llegar a la bóveda del ojo,
con la presión de un pétalo encendido,
levantará su párpado esa rosa
hambrienta de luz. Y estarás ciego.
53
BIBlIOmA o¡ MÉXICO
RESINA En las Navas del Marqués.
A Isabel Escudero
Desde la herida vieja
de este pi no sangrado se derrama
el melodioso acíbar de su tuétano:
la lágrima encendida.
Entró el tiempo a degüello en esa brecha,
con su zarpa de sol, con el colmillo
sucesivo de inviernos y sequías,
con guadaña de escarcha.
y dejó para siempre
vibrando en ese riel de su angostura
un crujido de hielo. Cae lento
como un óleo de luz desde el costado
del leño secular
el sudor limpio. Cae
apretada de soles esa gota
ofrecida en la pulpa.
y bajo la lanzada
del mediodía es bálsamo que unge
la llaga del mirar menesteroso.
LAS GARZAS
Para Angelika
La vi al cruzar el puente, en un rasguño
de la noche cerrada; trascunían
en formación precisa,
un sereno triángulo
como flecha segura que apuntara
al corazón del sol adivinado
más allá de la niebla,
tatuaje rojo inscrito en el calor
del territorio propio entre las alas.
Batían en la fe de un solo pulso
el plomo de los cielos, sacudiéndose
las bajas nubes tardas.
Volaban de memoria aquellos pájaros,
fantasmas de pureza con la mirada baja
en la línea de acero de una ancha tierra santa.
Quedé como imantado
en toda mi estatura a la alta aguja
de su navegación, mientras seguía
con los ojos errantes el vector de su rumbo.
Al cabo, la bandada
fue mullendo su esquema en una mecha
de bruma, hasta perderse
en la tinta del cielo.
las garzas? Sólo sé
que algo de mí partió
¿A dónde irían
como saeta fiel aquella noche
desde el arco del puente;
algo de mí se fue y boga dichoso
hacia algún sur de luz en la flecha del vuelo.
54
BIBliOTECA DE MÉXICO
CARLOS M ARZAL
FUERA DE Mí
Sobre esta levedad, convaleciente,
sobre esta frágil osamenta hennana,
consigno mi relato
y voy que tiemblo.
Este pender de un hilo, más me enhebra,
más zarpo, en mí, sin mí, con la maroma
que ata mi cuerpo a tierra y me da el rumbo.
Salud por mi salud,
el promontorio que doblo, a la deriva, sin ayuda,
con sólo este fanal
de carne en que titilo.
La ventisca me mece, y voy que fluyo.
El vendaval me acuna, y voy que nazco.
Salud por mi salud,
ya no hay quien vuelva.
Desde esta flojedad quiero más finne.
Más me complazco, y más yo me disfruto,
cuando me libro, en mí, de lo superfluo.
Con párvulo dolor beso mis párpados
y me atempero de liviana fiebre.
Estas décimas simples son la hoguera
con cuyo fuego, en círculo, me abrigo,
y observo, a ojos atónitos,
el éter constelado,
y aúllo hacia la luna,
y silabeo, y danzo,
y soy mi tribu.
55 BIBLIOTECA DE MÉXICO
HECHO DE NADA FELICES LOS FELICES
Hecho de nada. De fábrica fugaz y came en vilo, barro que siente euforia de ser barro.
Eco de nada. Música de un metal que nos conmueve, cuando dobla de luto en su alegría.
Rezo de nada. Salve que canta a coro este vacío, bajo la ciudadela impávida del cielo.
Techo de nada. Bóveda fantasmal de estar con vida, que cubre allá en su cúspide este mundo.
Lecho de nada. Ara donde inmolar la duermevela de nuestro loco idilio con el tiempo.
Leño de nada. Amorosos carbones en que pudre el recóndito bosque de ser hombre.
Felices los felices, los más fuertes, los timoneles de su mar propicio, los de la risa madre de lo propio, los ilesos del poso de la vida, los ilusos del paso de los sueños.
Ya estaban en su orilla y nos llamaban, los desde siempre en pos, los más alerta, los embebidos del primer aroma, los del cristal de aumento sobre nada, los de la lupa en paz del sol desnudo.
Nos honran con su luz los atrevidos, los de la desmesura, los radiantes de ser nos enaltecen. Los trágicos alegres en su cáliz.
Dichosos los dichosos en su dicha, los del humor febril del universo, los simples partidarios, los devotos, los de la pura rí^ón voluptuosa.
Cero de nada. | Número en arrebato que ni ordena |̂ ni cifra en su defecto nuestra fiebre. .'j
Fuego de nada. Antorcha inextinguible del espíritu con que incendiar en ansias nuestra noche.
Verso de nada. ÜiC" JB̂ —^̂ ' Pájaro de canción tan en su vuelo, ^ ^ ^ ^ j s | que no piensa entender jamás de nidoj^
Lleno de nada voy.
Beso de nada os doy.
Hecho de nada estoy.
Los dilapidadores nos redimen, los héroes terrestres, los sin culpa, los de ya no caber en sí de gozo, los en su misma esencia, los posesos.
Y felices nosotros, sus discípulos. Por lamemos en miel la llaga viva, por extasiados en el tiempo amigo, por aprendices de este amor demente.
Hecho de nada.
S6 IIILIOTEa DE MÉXICO
JAVIER C ANO
LENTO
El miedo con que todas las ventanas
asoman la mirada sobre el vértigo
mutuo de un mi smo prec ipicio.
El frío
que asumen las estatuas, pues se aprende
sólo en los ámbitos de la quietud .
La rosa que, incl inándose, resume
sus ciclos.
La corriente que concluye
fuera del mar.
El fondo indesc ifrable
de los charcos, después de haber llov ido.
Lo que se anda entre sueños: su fatiga.
La impresión de saber que uno es su término.
ARIA
Como quien busca en todas las palabras
la precisa acepción que lo defi ne
y acaba por abrir un dicc ionario
de páginas aún por escribir.
Como el que mira el mundo de un espejo
y cree reconocerse en su mentira.
Como ese que no duerme y se pregunta
quién es y qué hace aquí, adónde va,
de dónde viene, y nunca se responde.
NOCTURNO La l1oche, desnudo anTiguo.
R AFAEL P ORLÁN
Cuando miras la noche mi ras algo
más que la noche: miras en el centro
de un agujero que hac ia ti converge
en una sola osc uridad: desnudas
la noche con los ojos, como a un cuerpo
lejano entre tus sábanas: penetras
el sexo de la noche, len tamente,
hasta ese fondo donde te diluyes
ya líquido, buscándote el principio,
buscando el molde antiguo de tu carne.
SOLO DE SILENCIO
Antes que tú y después de ti , algún día
sin rastro ni almanaques, la palabra
desconoc ió tu nombre y pronunció
su inex istencia hasta encontrar el aire
preciso donde anclarlo. Tú estás dentro.
Gritas con una voz que nadie oye.
57
!1!lIOmA Ol M[XlCO
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XVIII
:
.. " " , ,
) GUILLERMO CARNERO
)
FUENTE DE MÉDICIS
-¿A qué vienes? Tuviste tu verano:
-- .' yo puse en tu camino a una feliz : .... -::~-'
y hermosa criatura, mucho más que los versos que le escribes,
a la que heriste y renunciaste. Era
niña de pocos años, mi encarnación, lo que yo soy en piedra
yen concepto, perfecta pero viva,
cálida en la aureola de su sangre;
y vuelves viejo y solo, condenado a vivir en el recuerdo
y esperar el alivio de la muerte.
Yo he conducido a muchos
a la felicidad ; no quiero ser
tu maldición.
-Esta fuente me atrae por sus aguas
inmóviles y negras, por sus flores
pútridas; y tu estatua,
tu desnudez, que encarna
la Hermosura suprema
junto al Amor ardiente, helada y rígida,
mohosa, tantas veces recubierta de nieve,
me recuerda mi error y mi fracaso.
. • Tan pronto te mostraste
'o. me indujiste a creer en lo absoluto,
y el ser tu hechura me hace más amarga
la noche de este invierno.
• - No olvides tus recuerdos más hermosos:
busca refugio en su ilusión de vida.
\ .:: '0-... -....... ...... ----l ...... ~ t.I. __ ~_.
-Aquello que viví
ya ha sido una ilusión; no lo acepté,
no advertí su valor ni lo retuve,
y el tiempo me arrastró, dejándome en las manos
el pálpito indeciso de una sombra;
y me ofreces el misero consuelo
de perseguir la sombra de una sombra.
58
818l10TECA OE M[XICO
-No me atrevo
a olvidar el milagro
que sólo ell a concede:
que en tinta negra brillen
los signos del amor
radiante, o que el radiante
amor que se desliza
hasta el fondo del agua azul turquesa
en la luz vertical brille y se apague
trazando un signo negro. Mira el páramo,
al que cualquiera impone su sonido:
los ecos lo recorren y lo manchan.
Hablar sobre el vacío signifi ca
más que el vacío de no hablar,
y yo quiero el castigo
de quien cambió su vida
por un sueño de libros y museos.
Hace tiempo buscaba estos jardines
abandonados para percibir
mi identidad creciente en su vacío
de árboles grises y de estatuas ye rtas.
Su soledad me daba fortaleza,
y al verte entre los brazos
de tu pastor, un dejo de arroganc ia
cubría de desdén mi penitencia.
Hoy sólo veo en ellos abandono,
sin vida ni esperanza,
ni más aspirac ión que ser escrito.
Llévame de la mano
a las aguas tranquilas.
-Todas serán tranquilas para ti
ya que vas de la mano que no sientes.
JOAQuíN PÉREZ A ZAUSTRE
BREVE HISTORIA DEL GIN -TONIC
En el siglo diecinueve
todo el que tenía un pasado que ocultar
solía buscar su puerto.
El principal enemigo de esos navegantes era el escorbuto.
y en esto es cuando nace el combinado:
se vence el escorbuto en el limón ,
y viene así el ungüento en ese ali ño
con una vitamina que apuntala.
Se vence el escorbuto en la quinina,
en esas manos blancas de la tónica.
Su llegada a España es tardía:
fue el hijo de Pedro Salinas, Jaime,
quien lo trajo de ultramar.
Encontró en Barcelona
camaradas para el rito ,
y así mudé el coñac por el gin-tonic,
entre otras cosas,
porque el régimen era frec uentado
por otros escorbutos bien notables;
Gabrie l Fen'ater, Costafreda,
Jaime Gi l de Biedma, Carlos Barral,
Manu Portal y otros tantos.
alentados por Sali nas,
se pasaron del brandy a la ginebra.
Ninguna escuela enérgica y crucial
para aprender a vivir
como la escuela que invita
a aprende a beber.
No se puede explicar una literatura
sin explicar, también,
la forma de alternar lo que se escribe:
lo real con lo imposible,
que casi siempre es posible.
En el rito del gin-tonic
miramos un espejo de burbujas pagadas.
La distancia no es olvido
y tampoco es ausencia:
depende de lo largo de este sorbo.
59 BIBlIOmA OE M[XICO
EL FOTÓGRAFO
Estás tan bella descalza y en vaqueros
que decido quitarte el jersey rojo:
ese deseo antiguo de horadarte
con una transparencia de tejidos que se hace transfusión vertida adentro.
Aparece tu vientre,
hay una niebla intacta en tu desnuda
manera de quitarte los zapatos.
2
Podría desabrocharte con testigos
y masticar los peces de tu espalda;
entrar quizás al mar para allí entramos
igual que el sol avanza y cambia el tono.
En el descapotable está el equipo;
quién quiere buscarlo en el calor
si es tu calma de esperma en los tobillos
salpicando la espuma enternecida.
EL JERSEY ROJO
Un rumor de lluvia,
un paso entreabierto en la ventana.
Cuando el cuerpo y las ganas son color
los poros reconocen un letargo,
una luz comprimida en unas cestas,
un rumiante de tiempo
o una imposición.
Se puede diseñar una estructura,
el diente de una espera,
una musculatura física y mental:
pero cómo vivir lo que nos viene,
cómo asimilar en un minuto
la dinamita o carga de una vida.
El hombre sigue sujeto a la mecánica de la casualidad,
y hay un sentido o un significado
en la inminencia blanca de la lluvia:
un chaparrón perdiendo sus agujas
sobre la colcha gris de la piscina.
La lluvia sólo quiere que la escuches: salir a acariciarla,
dejar que se te moje el perfil rubio,
el jersey rojo,
los tacones que ensalzan tu esbeltez;
dejarla sobre el peso de unas hojas,
del aire desenvuelto en su latencia
o en un acecho de agua.
Acepta un nuevo estado, sal afuera
por mucho que prefieras un paraguas.
Antes o después la lluvia nueva
hará que sí la escuches, que prefieras
salir de donde estás para mojarte.
60
BIBLIOTECA OE M~ICO
V ICENTE V ALERO
DíAS DEL BOSQUE
Como palabras son las hojas de esta higuera. Como palabras dichas en voz baja.
El mirlo las convoca y las pronuncia con su negra lengua del amanecer. Creo en vosotras todavía.
Creo en el aire amarillo de este invierno y en las hojas sin luz que ahora resbalan, desnudas, se deslizan, como
palabras últimas del mundo:
mensajeras oscuras de una más honda y perfecta claridad.
II Un día, en el bosque secreto de las palabras, cierto ciervo que vi, que se veía, me dijo, allá donde no había caminos ni senderos, sino solamente la hierba alta y el ramaje esparcido, que a los desesperados el río de la noche los
alumbra, pero sólo si bañan sin miedo su dolor.
IV Para el zorzal el limonero es sólo un rayo más del sol, aunque siempre el más cálido y el más duradero:
el único que alumbra por la noche.
V Lazos sagrados como raíces, redes invisibles.
La escritura de la primavera . vierte su tinta de color una vez más sobre el lecho oscuro, enfebrecido, del animal
solitario.
Nunca lo salva, pero le dice con qué ropa partir.
VI Sueña que ha sido una gota de lluvia, un padre para los
ruiseñores.
61
BIBLIOTECA OE M!xICO
Sueña que ha sido también una lámpara en la noche, un
hogar para los desterrados, una sombra para los caminantes
del mediodía.
Ahora que va a ser derribado, sueña que ha sido un árbol
el árbol.
vn El caminante ahuyenta, caminando, a sus demonios.
Estos son siempre sedentarios.
vrn El pensamiento más profundo de un cazador es su disparo.
Con él penetra a solas, siempre, en el silencio de las largas
distancias, en la humedad salobre del amanecer.
Con él penetra en el corazón oscuro de las tórtolas.
IX
Palabras que hemos visto sumergirse, a solas, muchas
noches, en las aguas oscuras de este río.
Cierto ciervo que vi bebía entonces, lavaba sus heridas invisibles.
Un nuevo idioma renacía a oscuras, temblaba como animal nocturno, ardía hasta el amanecer.
CARLOS FON SECA G RIGSBY
UNA OSCURIDAD BRILLANDO EN LA CLARIDAD QUE LA CLARIDAD NO LOGRA COMPRENDER
(sonido de gotas cayendo en un balde)
Porque en mis manos nació una sombra que canta. Porque
en un triste coro de insectos se refugia mi boca y mis
palabras deambulan en un suspiro. Porque a mi pecho lo
azotan los recuerdos ajenos y en el declive de esta tarde
una metáfora me ofreció una flor de cuatro pétalos, esta
voz barroca y hueca es necesaria. Pero ya se levantará mi
alma de un cenicero. Porque mi Tristeza, que tiene vida
propia, ha sido feliz. Y en cualquier momento todas las
lágrimas del mundo se transformarán en seres vivos.
Yo estoy encerrado en una melancópolis, rodeado de
animales del ocio. Para pasar mis tardes, aguardo, pienso,
y le designo a algunas partes de mi cuerpo metáforas:
mis manos pájaros que emigran hacia la nada todos los
inviernos, mi pecho el basurero donde van las cosas más
bellas del mundo, mi mirada un horizonte sin curvatura.
Mi alma esa noche infinita, ese día fugaz, ese momento
entre la noche y el día donde mis ojos tienen alas de
mariposas.
Yo soy un pezcador que no atrapa nada; es la metafísica
de los peces que nadan en una pecera con agua de
clepsidras.
(Enero 2006)
Cómo asesinarte dolor sino con dolor. Te ofrezco un
puñado de ojos parpadeantes que vuelan como colibríes;
unas letras acendradas como una estrella sin fulgor; esa
oscura región de la luna que sólo yo conozco; flores
raras, extravagantes, que sólo se encuentran en el interior de las mujeres.
De este dolor, quedará su poesía.
Poesía que lucha contra la poesía de otro dolor que se acerca.
62
BIBLIOTECA DE MÉXICO
III DIECISIETE
Con el mismo desaliento de una estrella
ue de repente pierde su marbete ,
"mi rostro se apergamina
y se disi~a el chorro de la infanc ia.
4 vj¡:ginidad de mi alma se evaporiza
para después transformarse en una única lluvia:
, Nadie se toma la vida en serio a los diecisiete .
~ Una supemova es mi corazón.
, ntre el soto de mis ojos anda una pantera
¡Ó simetría perfecta!
, es la noche hecha animal
deyorándome
\ bajo la noche de mis ojos .)
I
~ Nadie se toma la vida en serio a los diecisiete.
Es la edad en que mi ri sa ya no conmueve al corazón de la
nada
y mi cuerpo aún no es el cadáver de un ahogado que Rota
en
el río del tiempo-
y el rito del tacto
y el lenguaje de la mirada hambrienta.
(Aaaaah . .. Sí. También hay días --esto ocurre recientemente-
en que en el momento exacto en que muestra su cuerpo
embalsamado
el alba, me parece que con mis párpados, y bajo mis cejas, el silencio ha abierto sus ojos).
III
Entro en la noche como entra un nadador en la ola;
y retirado a esa oficina nocturna, sueño.
VII SECRETOS
--en ese mome)1to
en que aún no sos poema
y podés temblar sin yo antes
haberte dado el temblor.
--en esos instantes
en que todavía no soy tu dios creador,
de sensibilidad extra-ordinaria
y espléndido don literario.
en que la sonrisa de la muerte aún no muestra sus dientes de
amalgama-
Cuando tu boca ante mí
es simplemente tu boca;
yen mi corazón hay tanta sustancia de sombras
que podría convertirme yo en el obrero de un abismo.
, Es que entre tanto silencio agrietado, entre tantos gestos
eléctricos,
a eces pareciera que mi sombra asusta y pajariza al sol
yes una sombra que habla con otras sombras
sobre el tiempo en que ellas dejaron de conmover al Corazón
de la nada;
sobre cómo aprendieron la orografía de los cuerpos y el culto del beso
eso no se entrega a la literatura.
Ese gozo es mío.
VIII LA PALABRA
J
Y Dios dijo "Hágase la luz" y la luz se hizo.
y dios no era poeta.
63
ilillOmA D[ M[XICO
MARCO ANTONIO CAMPOS
POR LA CALLE DE LOS ANTICUARIOS
P or la calle de los anticuarios casi a diario oigo mi nombre
en el vidrio de las vitrinas y casi a diario me saludo para no
olvidar los objetos que no quise ni quiero comprar: espejos
y relojes garigoleados como los de la casa del abuelo pater
no, pupitres niños iguales a los de la escuela de mi niñez,
libros de miedo a deshojarse sin página por escribir, gran
des santos que nadie reza porque nadie recuerda el libro de
oraciones. Me miro detrás de las vitrinas como un objeto
antiguo y en el reflejo de las ventanas se miran los casta
ños en el mes de mayo, como si el otoño no fuera a llegar
nunca. Creo oír cerca, muy cerca,
las aguas del Escalda que regresan
y van, regresan y van ...
Madre tenía alma de anticuaria y
era hábil para que la casa pareciera
una copia europea del siglo XIX. A
su amiga Senta Kram, de oficio an
ticuaria, le compró alguna vez una
linterna mágica con fin de proyectar
mis imágenes en la sala de la casa
y demostrar a las visitas que yo era
el parásito de la familia y que hice
trizas mi juventud leyendo novelas
y libros de poesía.
No es fácil para mí llevar en la es
palda proyectos que nunca empecé o
que se trizaron más tarde. A la verdad
uno se queda sin espalda de quebrársela tanto. No sé dónde
siquiera quedaron los proyectos: si en los objetos de madera
o de hierro o de cristal de las tiendas de los anticuarios o en
los muebles antiguos de mi casa. No sabría decir, de veras,
dónde quedó la película que creí que filmaría y que verían y
oirían ustedes de la manera que les digo: la música de Mozart
y de Schumann, imágenes con aires de tristura azul y gris
del gran cine italiano, la palabra dispar del par del diálogo,
pero no el silencio en el que terminó todo. Tampoco podría
detallar mi peregrinación a Yemen y a Abisinia para poderme
explicar qué diablos pasó por la cabeza de Rimbaud con el
fin de agenciarse dinero y conducir caravanas para que
pájaros de cuenta se lo llevaran al baile. Menos sabría
decir en qué ángulo de qué gaveta dejé el cuaderno de
la saga de la conquista y los siglos de la colonia, y en
cambio perdí innumerables horas corrigiendo manus
critos que me hacían desesperar, desleyendo libros para
no perder amistades, reescribiendo artículos y notas
que me sabían en la garganta como ajo y nuez podrida, o dictando conferencias para completar el bolsillo.
Camino por la calle de los anticuarios, y al ver los ob
jetos, pienso que tal vez madre
anheló viajar y conocer Euro
pa. Ya no podrá venir, ni quién
podrá traerla, pero Europa, de
haberla conocido a tiempo, le
habría hecho entender muchas
cosas que nunca comprendió.
Quizá no vino o no quiso venir
por enfermedades de columna
e hígado, o por miedo a lo vie
jo y extraño, o por no gastar lo
que le parecía malgastar. Ha
blaba con la gente de mis via
jes (negaba al escritor), creyó
que debía morar mi propia casa
(yo que casa no tuve ni tendré)
y que el dinero del pez grande
se come el dinero del pez chico (a mí que en amarillo
pálido me provoca bilis quien sólo piensa en dinero).
Enfermos los dos terriblemente, ella rezaba para que la
muerte le apostara a ella.
Por la calle de los anticuarios paro en el café Helder,
se me pega al cuerpo el humo de todos los que fuman,
me tomo amargo el lado amargo del café ajeno, de
un trago trago la cerveza que me escupo, y salgo a la
calle, recalo en una tienda de anticuarios y toco a la
puerta para que me abran de nuevo.
Y madre lo contempla y se echa a llorar.
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BIBliOTECA DE MEXICO
NíADRtD MIRADA 1 4 artistas latinoamericanos Del 12 de a g o s t o h a s t a el 19 de s e p t i e m b r e de 2 0 0 8
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GOBIERNO
FEDERAL
NUM. 52 JUNIO 2008
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ntrevistas
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Adolfo Castañón Sobre Carlos Monsiváis
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Vicente Leñero Souvenirs de Garibay
. Ignacio Solares 'Sobre Hernán Lara
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A SOLAS
Cier ro los ojos al jazmín y al nardo; en densa oscuridad, ciego, dormido, nada perturba el duelo que me abrasa, en vano lamentarse del olvido.
Flor alada, el aroma de la noche que a esta soledad tranqui lo llega, transforma el viento en grave lenti tud, en aire suave que a mi cuerpo anega.
Escucho sólo el duro palpitar, el latir impetuoso del oído, ante el voraz saberme sobre el lecho un desplome del t iempo, un gemido.
Al í Chumacero (De Imágenes desterradas)
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