algunas observaciones sobre germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    1/18

    Instituto de Desarrollo Econmico y Socialis collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Desarrollo

    Econmico.

    http://www.jstor.org

    Instituto de esarrollo Econmico y Social

    Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internosAuthor(s): Tulio Halperin DonghiSource: Desarrollo Econmico, Vol. 14, No. 56 (Jan. - Mar., 1975), pp. 765-781Published by: {ides}Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3466200

    Accessed: 05-09-2015 17:45 UTC

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    2/18

    ALGUNAS

    OBSERVACIONES

    SOBRE

    GERMANI,

    EL

    SURGIMIENTO

    DEL

    PERONISMO

    Y

    LOS

    MIGRANTES

    INTERNOS

    TULIO HALPERIN

    DONGHI

    *

    En El

    surgimiento

    del

    peronismo:

    el

    rol

    de

    los obreros

    y

    los

    migrantes

    internos ,

    **

    Gino

    Germani

    viene

    a

    refirmar

    vigorosamente

    una

    imagen

    que

    ya

    podria

    considerarse

    tradicional

    del

    surgimiento

    del

    movimiento

    peronista:

    ella

    subraya

    no solo el

    papel principal

    de

    la

    clase

    obrera

    (ya

    senalado

    por

    el

    propio

    Germani a

    partir

    de

    1950)

    sino tambien

    el

    que

    -no solo

    dentro

    de

    ella-

    tuvieron los

    migrantes

    internos,

    cuya peculiar

    cultura

    politica

    es

    invo-

    cada frecuentemente

    para

    explicar

    algunos

    aspectos

    de

    la

    indole

    del

    pero-

    nismo como movimiento.

    Si Germani ha juzgado oportunaesa refirmaciones porque se ha hecho

    cada

    vez

    mais

    recuente

    la

    exploraci6n

    de otras

    lineas

    interpretativas,primero

    como

    alternativasolo

    implicita

    a

    la

    dominante,

    y

    mas

    recientemente

    en

    abier-

    ta

    contraposicion

    con ella. El

    reciente articulo

    de Peter

    Smith

    1

    le ofrece

    un

    excelente

    punto

    de

    partida,

    ya

    que

    en

    1e

    se

    emprende

    una sistematica

    revision

    del

    nicleo

    mismo

    de

    la

    versi6n

    tradicional.

    Smith

    intenta,

    en

    efecto,

    esta-

    blecer el

    peso

    de

    obreros

    industriales

    y

    migrantes

    internos

    en

    el electorado

    peronista

    de

    febrero de

    1946.

    La

    linea

    de

    argumentacion

    de Germani

    partira

    de

    una

    critica

    de esas

    estimaciones;

    seguidamente

    propondra

    cifras

    alter-

    nativas

    -es el

    caso

    de

    obreros

    industriales;

    al

    respecto

    cabe

    solo

    senalar

    que

    si

    pueden

    ser

    atendibles

    las

    objeciones

    de Germanial criterio

    empleado

    por

    Smith

    para

    establecer la incidencia de

    obreros

    industriales

    en el

    electorado,

    Germani

    no

    intenta en absoluto

    establecerla:

    sus

    cifras

    se

    refieren

    a obreros

    manuales

    (asalariados)

    en actividades secundarias

    y

    terciarias ;

    pag.

    487-

    o,

    sin

    proponerlas

    -es

    el

    caso

    de

    migrantes

    internos en

    el Gran

    Buenos

    Aires-,

    considerara

    eliminadas

    de

    la

    discusi6n,

    gracias

    a

    sus

    objeciones,

    las

    estimaciones

    propuestas

    por

    Smith.

    No

    se detendra

    sin

    embargo

    aqui:

    a

    partir

    de

    una

    imagen

    s6lo

    parcialmente

    cuantificada

    del

    peso

    de obreros

    y

    migrantes

    *

    Departamento

    de

    Historia,

    Universidad de

    California, Berkeley.

    ,o

    Publicado

    n

    Desarrollo

    Econdmico,

    Revista

    de

    Ciencias

    Sociales,

    vol.

    13,

    No

    51,

    octubre-diciembre

    1973

    (pags.

    435-88).

    1

    The

    Social

    Base of

    Peronism ,

    Hispanic

    American Historical

    Review,

    52,

    1972,

    pags.

    55-73.

    (Vease

    la nota

    en

    respuesta

    a

    Germani

    de

    PETER

    MITH:

    Las

    elecciones

    argentinas

    de 1946

    y

    las inferencias

    ecologicas ,

    en DesarroUo

    Econo-

    nico. Revista de Ciencias

    Sociales,

    vol.

    14,

    NQ

    54, julio-setiembre

    1974.

    N. de la

    R.).

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    3/18

    TULIO

    HALPERIN DONGHI

    internos

    en el

    electorado

    peronista,

    buscara

    desentraiiar

    a relaci6n

    que

    existe

    entre

    ciertas caracteristicas

    que asigna

    a

    esos

    grupos

    y

    las del movimiento

    que

    surge;

    en

    este

    punto

    sus conclusiones

    se

    van a

    aproximar

    (aunque

    menos

    de lo que podria parecerlea un lector apresurado) a la version tradicional.

    Es un

    ejercicio

    por

    muchas

    razones

    fascinante;

    como suele

    ocurrir

    en

    los escritos

    polemicos

    de

    Germani,

    no solo

    se advierte

    en

    este

    la

    huella

    de

    una

    inteligencia vigorosa,

    siempre

    dispuesta

    a

    armar

    a

    partir

    de

    los datos

    estructuras

    solidamente

    ensambladas,

    en

    las

    que

    se

    encerrara

    como

    en

    inex-

    pugnables

    fortalezas,

    sino tambien una

    riqueza

    y

    variedad

    de recursos

    argu-

    mentales

    que

    solo se

    hace

    evidente

    a

    una

    lectura

    atenta,

    capaz

    de ir

    mas

    alli

    de

    la

    contundenciaa

    menudo

    casi

    brutal

    de sus

    tajantes

    recusaciones.

    Es

    tambien

    un

    ejercicio

    a lo

    largo

    del

    cual no

    dejan

    de

    surgir

    algunas

    perplejidades.En el caso de un lector pasablemente nexperto en las tecnicas

    que

    tanto

    Smith

    como Germani

    manejan

    -como

    el

    suscrito

    y

    (es

    de

    temer)

    buena

    parte

    de

    los

    de

    Desarrollo

    Economico-,

    una demasiado

    justificada

    modestia

    invita a

    achacar esas

    perplejidades

    a

    las

    propias

    insuficiencias.

    De

    inmediato,

    sin

    embargo,

    se

    presentan

    algunos

    indicios

    de

    que

    esa

    no

    puede

    ser

    la

    causa

    unica:

    a

    lo

    largo

    de

    estas

    paginas

    se

    comienza

    a

    tropezar

    con

    mas

    de

    una

    afirmacion frente

    a

    la

    cual

    la

    perplejidad

    proviene

    no

    de

    dificul-

    tad

    alguna para

    entenderla

    sino de

    la

    total

    imposibilidad

    de

    aceptarla

    como

    valida.

    Cuando

    leemos,

    por ejemplo,

    que

    durante

    los

    agudos

    conflictos so-

    ciales

    de

    la

    primera

    decada

    del

    siglo

    (...)

    las

    principalespublicaciones

    de

    izquierda

    eran en

    italiano

    o

    en aleman

    (pags.

    481-2),

    la necesidad de

    revi-

    sar

    con

    mayor

    cuidado

    toda la

    argumentacion

    propuesta,

    y

    el

    conjunto

    de

    datos

    en

    que

    se

    apoya,

    parece

    hacerse

    inescapable.

    Eso

    es

    lo

    que

    he

    procurado

    hacer,

    ante todo

    para

    mi mismo. Como no

    ha sido

    un

    trabajo

    demasiado

    liviano,

    y

    como

    por

    otra

    parte puede

    haber

    permitido

    alcanzar

    perspectivas

    no totalmente

    inuitiles

    a otros

    lectores,

    me

    permito

    ofrecer

    aqui

    sus

    frutos,

    indudablemente

    problematicos.

    *

    *

    *

    La argumenlacionde Germani se ha dicho ya- se desarrollaa la vez

    en dos

    niveles.

    En

    el

    primero

    se esfuerza

    por

    demostrar

    que

    el

    peso

    de

    los

    migrantes

    internos

    en el

    electorado de

    la

    Capital

    Federal

    y

    el Gran

    Buenos

    Aires

    era mayor no

    solo

    de

    lo

    que

    supone

    Smith

    (y,

    en un

    trabajo

    mas re-

    ciente,

    Eldon

    Kenworthy)

    *

    sino tambien de lo

    que parece posible

    deducir

    de

    las cifras del

    censo

    de 1947.

    A

    este

    respecto

    seniala

    que

    investigaciones

    posteriores

    han confirmado

    una

    seria

    subestimacion

    en las

    cifras

    del

    censo

    (respecto

    del numero

    de

    migrantes

    nternos

    en

    Capital

    Federal

    y

    Gran Buenos

    Aires)

    y

    en

    nota

    agrega:

    ALFREDO

    LATTES

    documenta

    esta

    grave

    subestima-

    cion

    en

    Migraciones

    en

    la

    Argentina,

    ITDT,

    Buenos

    Aires,

    1970. Vease

    espe-

    cialmente

    la

    pag.

    66 con la

    comparacion

    entre las tasas de

    migraci6n

    esti-

    madas

    por

    el

    metodo

    de tasas

    de

    supervivencia

    y

    las

    que

    pueden

    obtenerse

    a

    traves

    del censo.

    Para

    Buenos

    Aires

    (Capital

    Federal

    y

    provincia)

    la

    subes-

    timaci6n

    oscila alrededor

    del

    90

    %

    (pag.

    447-8).

    Ahora

    bien,

    salvo

    error,

    *

    Vease

    asimismo la

    nota

    del autor

    citado,

    en esta misma

    publicacion.

    (N.

    de la

    R.).

    766

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    OBSERVACIONES

    SOBRE EL

    SURGIMIENTO DEL

    PERONISMO

    CUADRO 1

    Porcentaje de

    migranteg

    internos

    sobre total de

    la

    poblaci6n

    1947 1960

    Gran

    Gran

    Capital

    Buenos

    Capital

    Buenos

    Federal

    Aires Federal

    Aires

    Provenientes

    de

    provincias

    pampeanas

    (C6rdoba,

    Entre

    Rios,

    Santa

    Fe,

    La

    Pampa)

    10.16

    9.31

    9.27

    13.42

    Resto

    del

    pais

    9.16 6.06 9.01 13.66

    Total 19.32 15.37 18.28 27.08

    Fuente:

    Recchini

    de Lattes

    y

    Lattes,

    ob.

    cit.,

    pdgs.

    48-49.

    ia

    diferencia del 90

    %

    no es

    la

    que

    corre entre

    las

    cifras

    del censo

    y

    otras

    que

    con

    otros

    procedimientos

    habrian

    obtenido Zulma

    Recchini

    de

    Lattes

    y

    Alfredo

    Lattes,

    sino

    la

    que

    separa

    a

    resultados

    que

    los

    Lattes

    obtienen

    apli-

    cando dos

    metodos distintos

    (que

    tienen sin

    embargo

    en comun

    utilizar,

    aunque

    en

    diferente medida

    y

    con

    diferente

    funcion,

    datos

    censales)

    para

    medir algo que el censo no mide: los saldos migratorios netos intercensales.

    Por

    afiadidura,

    os

    Lattes

    no

    parecen

    considerar

    a

    la cifra

    mas alta

    (la

    obte-

    nida

    aplicando

    el

    metodo

    de

    tasas

    de

    supervivencia)

    como intrinsecamente

    mas

    correcta

    que

    la en

    este

    caso mas

    baja.

    Al

    respecto

    es ilustrativa

    la dis-

    cusion

    en

    paginas

    70-73: los

    autores

    concluyen que

    pese

    a

    lo

    grueso

    del

    calculo

    de las

    tasas de

    crecimiento

    migratorio

    ambos resultados concuerdan

    en

    medida

    bastante

    aceptable .2

    Como lo

    muestra

    el

    caso

    mencionado

    por

    Germani,

    esta

    conclusion

    parece

    a

    veces excesivamente

    optimista;

    aun

    asi,

    esa

    confirmacion

    reciproca

    parece

    necesaria

    para

    salvar los

    resultados del

    doble ejercicio emprendidopor los Lattes, que acepta margenesde error no

    solo

    muy amplios

    sino

    imposibles

    de

    estimar con

    precision

    en

    cada uno

    de

    sus

    pesos.

    Sin

    duda,

    los Lattes

    no

    dejan por

    otra

    parte

    de

    formular

    reservas

    sobre

    la

    confiabilidad

    de los datos

    censales,

    pero

    se

    abstienen

    con

    sabia

    pru-

    dencia

    de

    arriesgar

    hipotesis

    sobre

    posibles

    porcentajes

    de

    error.

    En todo

    caso Germani

    no va a

    apoyarse

    en

    la

    supuesta

    subestimaci6n

    documentada

    por

    Alfredo

    Lattes

    para proponer

    una

    cifra

    corregida

    del

    nu-

    mero

    de

    migrantes

    internos

    en

    Capital

    Federal

    y

    el

    Gran

    Buenos

    Aires;

    preferira

    en

    este

    caso razonar

    sin

    apoyo

    de

    cifras

    aproximadamente

    ontem-

    poraneas

    a la

    eleccion

    de

    febrero

    de

    1946: en

    cambio intentara analizar la

    composicion

    del

    peronismo

    en

    194546

    a

    partir

    de

    los

    datos

    que

    sobre

    origen

    de

    migrantes

    internos

    y

    su distribucion

    entre distintos

    grupos

    urbanos

    han

    sido

    elaborados

    sobre

    la

    base

    de

    una

    muestra

    de 43.000

    planillas

    del censo

    de

    1960. Ahora

    bien,

    el

    procedimiento

    mismo

    parece

    extremadamente

    discu-

    2

    ZULMA

    RECCmNI

    DE

    LATTES

    y

    ALFREDO

    E.

    LATTES:

    Migraciones

    en la

    Ar-

    gentina,

    ITDT,

    Buenos

    Aires,

    1970

    (pag. 73).

    767

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    5/18

    TULIO

    HALPERIN

    DONGHI

    tible: coincidiendo

    con la

    mayor parte

    de los

    que

    lo han

    estudiado,

    Germani

    supone

    que

    la

    migracion

    interna

    solo se

    intensifica a

    partir

    de

    1935,

    y

    se

    hace

    dificil

    aceptar

    que

    una

    corriente

    de

    esa

    magnitud

    no

    haya

    variado

    ni

    en areas de reclutamientoni en modalidades de insercion en la sociedad

    receptora

    a lo

    largo

    de

    mas

    de la

    mitad

    de

    su

    desarrollo.

    Por

    otra

    parte,

    los

    mismos

    datos

    censales

    utilizados

    por

    los Lattes

    inducen

    a

    concluir

    que,

    en

    efecto,

    hubo variaciones

    significativas

    en

    cuanto

    a

    areas

    de

    reclutamiento

    (es

    sabido

    que

    los

    Lattes

    no

    incluyen

    entre los

    migrantes

    a

    Capital

    Federal

    y

    Gran

    Buenos

    Aires

    los

    provenientes

    del

    resto de

    la

    provincia:

    ello a

    la

    vez

    disminuye

    el

    porcentaje

    total de

    migrantes

    interos

    y

    aumenta la

    parte que

    dentro

    de

    este

    corresponde

    a

    las

    provincias

    no

    pampeanas).

    El

    cuadro

    1 muestra

    como mientras

    en 1960 la

    proporcion

    de

    migrantes

    internosy la de oriundos de provinciasno pampeanasdentro de ese grupoes

    mayor

    en

    el Gran

    Buenos

    Aires,

    en

    1947

    ambas

    eran

    mayores

    en la

    Capital

    Federal,

    donde

    por

    otra

    parte

    las

    clases

    altas

    y

    medias

    cubren

    una

    porcion

    mayor

    de

    la

    poblaci6n

    y

    el

    voto

    peronista

    es

    proporcionalmente

    mas

    bajo.

    Ni los

    datos

    globales

    ni

    su evolucion

    parecen

    entonces

    justificar plena-

    mente

    el

    enfasis

    de

    Germani en

    la inmiaracion

    del interior

    tradicioeal.

    Tam-

    poco

    la

    justifica

    su

    analisis

    de

    la

    relaci6n entre los avances

    de

    las

    migracio-

    nes

    internas

    y

    la

    evolucion

    de la

    agricultura

    entre 1937

    y

    1947.

    A

    su

    juicio

    la

    agricultura

    sufrio

    solo

    tardiamente

    el

    impacto

    de

    la

    crisis economica

    de

    1929;

    la

    ocupacion

    en

    agricultura,

    tras de

    alcanzar

    su

    cifra mas

    alta

    en

    1937,

    habria descendido

    precipitadamente

    a

    partir

    de

    1938,

    debido

    a

    la

    dismi-

    nuci6n

    del

    area

    sembrada

    con

    cereales,

    s6lo

    parcialmente

    compensada

    por

    la

    expansion

    de

    cultivos

    industriales,

    que,

    segun Germani

    parece

    sostener

    (pag.

    461),

    utilizaban mano de obra

    asalariada

    y

    menos

    numerosa

    que

    la

    empleada

    en

    superficies comparables

    en

    un

    regimen

    de

    arrendamientoo

    apar-

    ceria.

    Ahora

    bien,

    aparte

    de

    la curiosa manera

    de

    presentar

    la transici6n

    como

    una consecuencia

    retardada

    de

    la crisis

    de

    1929,

    cuando

    (como

    por

    otra

    parte

    no

    deja

    de

    sefialarlo)

    surge

    de

    la

    peculiar

    coyuntura

    creada

    por

    la

    guerra

    para

    los

    cereales

    de

    exportacion

    y

    es acentuada

    por

    la nueva

    legis-

    CUADRO

    2

    Superficie

    sembrada

    (En

    miles

    de

    hectareas)

    Afnos

    Regi6n

    pampeana

    Regin no

    Cultivos

    pampeana

    Forrajeras

    agricolas

    Total

    1920-24 690

    11.720

    12.410

    954'

    1925-29 1.673

    14.658

    16.331

    1.413

    1930-34 3.589 15.303

    18.892

    1'.509

    1935-39

    4.236

    15.726

    19.962

    '1.837

    1940-44

    4.936 14.608

    19.544

    1.934

    1945'49 4.854

    12.606

    17.460

    2.108

    1950-54

    4.896

    11.028 15.924

    2.250

    Fuente:

    CEPAL:

    El desarrollo

    econ6mico de

    la

    Argeut.au,

    II,

    Mexico,

    1959

    (pags.

    15

    y

    40).

    768

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    6/18

    OBSERVACIONES

    SOBRE EL

    SURGIMIENTO

    DEL PERONISMO

    lacion de

    arrendamientos

    rurales,

    la

    precipitacion

    con

    que

    el

    proceso

    avanza

    a

    partir

    de

    1938

    es

    postulada

    mas

    que

    probada

    por

    Germani

    (como

    muestra

    el

    grafico

    de

    superficies

    cultivadas en

    la

    decada 1935-45 la

    superficie

    maxima

    se alcanzo en

    1943-44).

    Por

    ainadidura,

    a reducci6nde areas

    sembradas,

    mas

    gradual

    de

    lo

    que

    Germani

    parece

    supo,ner,

    es

    un

    fen6meno

    restringido

    a

    las

    provincias

    pampeanas

    (Vease

    el

    cuadro

    2).

    Como

    se

    ve,

    a

    lo

    largo

    de

    toda

    esta

    etapa

    las

    superficies

    sembradas

    en

    el

    area

    no

    pampeana

    no

    cesan

    de

    crecer. Las

    trasformaciones

    economicas

    del

    sector

    rural,

    cuya importancia

    en

    relacion

    con

    las

    migraciones

    internas

    Ger-

    mani

    se

    ha

    encargado

    de

    subrayar

    vigorosamente,

    hace

    mas

    comprensible

    que

    la

    parte

    de

    los

    migrantes

    oriundos

    de

    provincias

    pampeanas

    sea

    mayor

    en

    1947

    que

    la

    de los

    provenientes

    del

    resto del

    pais.

    *

    *

    *

    Ahora

    bien,

    si

    este

    analisis

    a

    ratos

    laberintico

    de

    cifras

    y

    porcentajes

    toma

    a

    veces

    sesgos

    inesperados,

    no

    avanza

    sin

    embargo

    al

    azar. Lo

    que

    Germani

    parece

    proponerse

    a

    traves

    de

    1e

    es

    confirmar la

    justeza

    de

    una

    cierta

    imagen

    de

    la

    evolucion de

    la

    sociedad

    argentina

    a

    partir

    de

    la

    segunda

    mitad

    del

    siglo

    xix.

    Esa

    imagen

    se

    apoya

    desde

    luego

    en

    la

    oposicion

    entre

    un

    centro

    modernizado

    y

    una

    periferia

    tradicional,

    pero

    tambien

    (aunque

    este

    aspecto

    sea

    menos

    enfaticamente

    subrayado)

    en

    la

    noci6n de

    que

    el ele-

    mento modernizante

    por

    excelencia

    fue en

    la

    Argentina

    la

    inmigracion

    ultra-

    marina: asi se

    nos

    dice,

    en

    pag.

    453,

    que

    la

    periferia

    conserva

    gran

    parte

    de

    lo

    que

    fue

    la

    sociedad

    previa

    a

    la

    inmigracion

    europea, ya que

    solo

    una

    pequefa

    minoria

    de

    extranjeros

    se

    radico

    en

    ella ,

    y

    en

    pig.

    466,

    al

    caracte-

    rizar a

    los

    migrantes internos,

    se

    senala

    que provinieron

    de

    aquellas

    areas

    menos

    modificadas

    por

    la

    inmigracion

    masiva

    de

    ultramar,

    es

    decir,

    de la

    periferia,

    partes

    del

    area

    rural,

    de

    las

    ciudades

    y

    pueblos

    chicos

    que

    habian

    preservado

    en

    mayor

    medida

    la

    cultura original

    previa

    a

    la

    inmigraci6n.

    La

    ,

    n

    cambio,

    habia

    surgido

    del

    gran

    crisol

    cultural

    y etnico creado por la inmigrac'on internacional .Pero esta nocion, nunca

    explicitamente

    discutida

    pero

    implicitamente

    presente

    en

    cada

    uno de los

    razonamientos

    de

    Germani,

    esta

    lejos

    de

    ser

    indiscutible:

    muy

    popular

    en

    la

    Argentina

    antes de

    la

    inmigracion

    masiva,

    posteriormente

    ha

    encontrado

    aceptacion

    sobre todo

    entre

    los

    mismos

    nuicleosde

    inmigrantes.

    Esto

    sin

    duda

    no

    basta

    para

    concluir

    nada

    acerca

    de

    su

    justeza;

    mas

    significativo

    es

    que

    Germani

    no

    intente

    siquiera

    integrar

    en

    ella

    todos los

    elementos

    de

    la

    reali-

    dad

    de

    que

    se

    propone

    dar

    cuenta:

    asi

    no

    cree

    digno

    de

    comentariosel

    hecho

    de

    que

    ese

    grupo cuyo

    ingreso

    en

    la

    sociedad

    argentina

    es

    determinante

    de

    su modernizaci6nsea a la vez el que mas alta tasa de analfabetismopresenta.

  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    7/18

    TULIO

    HALPERIN

    DONGHI

    Villari

    recoge

    la

    constataci6n

    melancolica de

    que

    entre

    albaniiles

    talianos

    en

    Buenos

    Aires

    la

    comunicacion

    se hace

    a

    menudo

    necesariamente

    en

    espafiol,

    ya

    que

    sus

    hablas

    originarias

    son

    dialectos

    mutuamente

    ininteligibles.4

    Sin

    duda, la situacion no es

    siempre

    tan

    extrema,

    y

    tiende a atenuarseen sus

    efectos

    porque, por

    una

    parte,

    la

    inmigraci6n

    masiva va

    a

    ser

    encuadrada

    en

    un

    marco

    institucional

    creado cuando la

    inmigracion

    italiana

    habia sido

    me-

    nos

    numerosa

    y

    mas

    pr6spera,

    y

    por

    otra el

    estado

    italiano

    apoyara

    ese

    encuadramientocon una

    tenacidad

    que

    revela

    como

    (por

    razones

    muy

    com-

    plejas)

    sus

    suibditos

    ejanos

    despiertan

    en

    1e

    mas vivo

    interes

    que

    los

    mas

    humildes

    entre

    los

    habitantes

    del

    territorio nacional. Gracias

    a

    ese

    esfuerzo

    -en

    un

    proceso

    que

    Grazia

    Dore

    ha analizado

    con

    penetraci6n

    5-

    una

    masa

    inmigrante

    predominantemente

    rural

    y

    tradicionalmente

    catolica

    acepta

    la

    direccion de una elite inmigratoria marcada por un militante nacionalismo

    anticlerical.

    Pero este

    proceso

    de nacionalizacion es

    1e

    mismo

    un hecho rio-

    platense,

    facilitado

    por

    ainadidura

    por

    la

    afinidad

    entre

    el

    nacionalismo

    libe-

    ral

    italiano

    y

    el sistema

    de

    ideas

    que

    inspira

    a

    los

    sectores dominantes

    en

    la

    Argentina.

    Pese

    a

    esas

    facilidades,

    es

    dudoso

    que

    ese

    credo

    ideologico-

    politico

    sea

    la contribucion mas

    duradera de la

    inmigracion

    italiana a la

    cultura

    popular

    portefna:

    mientras

    a estatua

    de Garibaldi

    y

    la

    de Mazzini

    han

    dejado

    desde hace

    decadas

    de ser centro de

    cualquier

    culto oficial

    o

    popular,

    la devocion de

    la Virgen

    de

    Pompeya

    y

    las

    procesiones

    de

    Santa

    Lucia

    pare-

    cen resistirmejor el paso del tiempo.

    Tambi6n

    en el

    campo

    mas

    limitado

    del

    movimiento

    obrero la

    presencia

    masiva

    de

    inmigrantes

    ultramarinos iene

    consecuencias

    mas

    ambiguas

    de

    lo

    que

    al

    parecer

    Germani

    supone.

    Sin

    duda,

    en las

    primeras

    manifestaciones de

    inspiracion

    parcialmente

    socialista

    y

    vocacion

    obrera,

    la

    presencia

    de

    grupos

    extranjeros

    es

    dominante

    y

    -tal como lo

    senfalaGermani-

    la

    gravitaci6n

    de colectividades

    relativa-

    mente

    poco

    numerosas

    y prosperas,

    como la

    alemana,

    es

    muy

    grande.

    Pero

    eso ocurre

    hacia

    1890,

    cuando

    aun

    las

    fronteras entre

    las

    orientaciones

    genericamente democraticas y las socialistas permanecen imprecisas (asi

    pueden

    dar

    su adhesi6n al

    acto

    del 19

    de

    mayo

    de

    1890

    el

    Centro

    Republi-

    cano

    Italiano

    y

    los

    circulos

    republicanos

    G.

    Mazzini

    y

    T.

    Campanella)

    y

    -debido a la falta

    de

    relevancia

    inmediata

    en el

    marco

    de

    la

    lucha

    politica

    concreta,

    tal como se

    desenvuelve

    en

    la

    Argentina,

    de

    los

    planteos

    socialis-

    tas-

    tambien

    pueden

    hacerlo

    asociaciones

    de finalidad

    no

    politica,

    sino

    mutual

    y

    recreativa

    (desde

    la sociedad

    Figli

    del Vesuvio

    y

    el

    Circolo Man-

    dolinistico

    Italiano hasta

    la

    Societa

    di Mutuo Soccorso Italiano

    de

    Chivil-

    coy).

    6

    Esa

    falta

    de incidencia

    en

    el

    conflicto

    politico-social

    inmediato

    se

    acompana

    de

    una

    considerable

    heterogeneidad

    social

    del

    grupo que

    se ex-

    4

    PASQUALE

    VILLARI,

    L'Italia

    e la

    civilta,

    Hoepli,

    Milan,

    1916

    (pag.

    407).

    5

    GRAZIA DORE:

    La democrazia

    italiana e

    l'emigrazione

    in

    America,

    Morce-

    Iliana,

    Brescia.

    Una

    presentacion

    breve

    pero muy penetrante

    de

    varios de

    los

    aspectos

    aqui

    aludidos

    la

    ofrece

    por

    otra

    parte

    GERMANI

    en

    Politica

    y

    sociedad

    en

    una

    epoca

    de

    transicion,

    Paidos,

    Buenos

    Aires,

    1968

    (cap.

    VII).

    6

    JACINTO

    DDONE:

    remialismo

    proletario

    argentino,

    Buenos

    Aires,

    La

    Van-

    guardia,

    1949

    (pag. 49).

    770

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    8/18

    OBSERVACIONES

    SOBRE

    EL SURGIMIENTO

    DEL

    PERONISMO

    presa

    en

    esas

    primeras

    manifestaciones. Un

    aino mas

    tarde,

    el Comite

    Inter-

    nacional

    que

    organiz6

    el acto

    se

    dirige,

    ya

    desencadenada

    la

    crisis,

    al

    pre-

    sidente

    Pellegrini.

    Utilizando un

    lenguaje

    mas cefiidamente

    marxista,

    declara

    hablaren nombrede los miles

    y

    miles de miembrosde la clase obrera

    (que)

    ban

    visto

    sus

    capitalitos

    absorbidos

    por

    el

    grande

    capital, y

    ellos

    mismos

    echados

    a

    las

    filas

    del

    proletariado ,

    mientras

    miles

    de

    pequeinos

    patrones

    ban

    desaparecido ;

    7

    como

    se

    ve,

    la

    perspectiva

    estai

    lejos

    de

    ser

    exclusiva-

    mente

    proletaria

    (tampoco

    lo es el

    espiritu

    que

    inspira

    las medidas

    solicita-

    das

    del

    presidente).

    En

    quince

    anfos a situacion va

    a variar

    considerablemente.

    Una

    masa

    propiamente

    obrera

    mas

    numerosa

    gravita

    con

    mayor

    fuerza,

    y

    sus

    objetivos

    aparecen

    mas

    nitidamente

    separados

    de los

    pequeinospatrones

    y

    trabajadores

    independientes. En esa masa los extranjeros son numericamentepredomi-

    nantes

    (aunque,

    como

    lo

    muestra el censo de

    1914,

    en

    Buenos

    Aires,

    su

    parte

    en

    la mano de obra

    propiamente

    industrial

    -del

    58,46

    %-

    es

    considera-

    blemente menor

    que

    la

    que

    tienen

    en el

    conjunto

    de

    trabajadores

    de

    indus-

    trias

    y

    artes

    manuales,

    que

    es

    del

    68,58 %)

    8

    iCual

    es el efecto

    de

    esa

    presencia

    masiva

    de

    extranjeros

    en la

    organizacion

    de un

    movimiento

    obrero?

    Es

    sabido

    que

    se dan en la

    primera

    decada

    del

    siglo

    dos

    tentativas rivales

    de

    organizar

    a la

    clase

    obrera;

    a corto

    plazo

    la

    menos exitosa

    es la

    socialista,

    que

    cuenta

    sin

    embargo

    con

    anclajes

    mas solidos en la sociedad

    argentina:

    el organizadordel socialismo, Juan B. Justo, es un profesional que proviene

    de una

    familia terrateniente:

    su

    colega

    en

    cirugia

    y

    politica,

    Nicolas

    Repetto,

    pertenece

    a una

    de

    origen

    inmigrante

    y

    de

    solida

    aunque

    mas

    modesta

    pros-

    peridad.

    Sin

    duda

    el

    nuevo

    partido

    abre

    sus

    filas con

    mas

    generosidad

    que

    otros

    a

    inmigrantes

    ultramarinos,

    pero

    estos

    no

    son

    necesariamente

    proleta-

    rios:

    Enrique

    del

    Valle Iberlucea es

    abogado y

    catedratico;

    si

    nunca

    se

    nos

    permitira

    olvidar los

    dificiles comienzos

    de

    Enrique

    Dickmann,

    la evocacion

    se

    hace

    mas

    bien en

    el

    espiritu

    de

    Horatio

    Alger que

    en el de

    ninguna

    iden-

    tificacion

    permanente

    con

    la

    clase

    obrera,

    a

    la

    que

    Dickmann -un

    medico

    moderadamenteexitoso-

    desde

    luego

    no

    pertenecia.

    Sin

    duda,

    la orientacion socialdemocratadel

    partido

    fundado

    por

    Justo

    es

    la

    que

    mejor refleja

    las

    tendencias

    que

    podrian

    esperarse

    de una clase

    obrera

    identificada

    con

    un

    proceso

    modernizador:

    a

    pesar

    de eso

    (Qo

    por

    eso

    mismo?)

    su

    capacidad

    de

    expansion

    se revela mas limitada

    que

    la

    de

    la

    corriente

    rival: el

    anarquismo

    (entre

    cuyos

    dirigentes

    y

    orientadores los

    inmigrantes

    tienen

    papel

    mucho

    mayor que

    en el

    socialismo)

    que

    alcanza

    una

    popularidad

    irritante

    para

    sus

    rivales,

    que

    tienden

    a atribuirla

    al

    primitivis-

    mo

    ideologico

    de

    una clase

    obrera

    ni

    consciente

    ni

    evolucionada.

    ZEs

    esto

    demasiado

    sorprendente? ZEn

    los

    mayores

    paises

    de

    emigracion

    al

    Rio

    de

    la Plata no se presentanacaso situaciones analogas? En Espaina a sindica-

    lizaci6n

    de

    inspiracion

    socialista

    halla

    tambien

    dificil

    alcanzar el

    ritmo

    de

    la

    anarquista;

    en

    Italia sin duda

    la

    competencia

    le

    es mas

    favorable,

    pero

    aqui

    el

    socialismo

    termina

    por

    teiiirse

    del

    primitivismo

    que

    achaca

    a la

    7

    ODD,ONE,

    ob.

    cit.,

    pag.

    56.

    8

    El

    primer

    porcentaje

    alculado

    obre

    datos del censo

    industrial

    tomo

    VII,

    pag.

    320);

    el

    segundo

    sobre

    los

    incluidos

    en

    tomo

    IV,

    pags.

    201O.

    771

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    9/18

    TULIO

    HALPERIN

    DONGHI

    corriente

    rival.

    La

    tendencia

    que

    busca

    hacer

    de

    los

    sindicatos

    la

    fortaleza

    de

    un socialismo

    gradualista

    y

    reformista

    fracasa,

    y

    sus

    jefes

    -un

    conjunto

    de

    brillantes

    conductores

    ahora casi

    sin

    tropas-

    deben

    buscar,

    ya

    fuera

    del partido, una clientela alternativa en filas no obreras. Han sido barridos

    por

    una

    izquierda

    capitaneada

    por

    Mussolini,

    que

    agita

    con

    indudable efi-

    cacia toda

    clase de

    mitos

    insurreccionales.

    Mientras en

    Alemania

    el

    centro

    ha

    conservado sin

    excesivo

    esfuerzo

    el

    control sobre las

    fracciones extremas

    (y

    pudo

    por

    lo

    tanto

    eliminar

    a

    los

    revisionistas sin

    ofrecer

    concesiones mas

    que

    verbales a la

    izquierda),

    en

    Italia

    solo

    le

    queda

    mantener

    pasiva

    lealtad

    al

    partido,

    en

    la

    esperanza

    de

    que

    el

    viento

    de

    locura

    que

    lo

    agita

    amaine

    por

    si

    solo

    en

    el

    futuro.

    De

    nuevo en

    este

    caso

    la

    identificaci6n entre masa

    inmigrante

    y

    oi

    ienta-

    ci6n modernizadorano parece excesivamenteclara. Eso no significa desde

    luego

    que

    la

    presencia

    de

    una

    masa

    obrera

    numericamente

    creciente,

    reclu-

    tada

    en

    su

    mayor

    parte

    entre

    inmigrantes

    de

    ultramar,

    no

    sea

    un

    aspecto

    de

    ese

    proceso

    que

    Germani

    lama

    de

    modernizaci6n;

    permite

    en

    cambio

    dudar

    que

    el

    legado

    preinmigratorio

    de la

    mayoria

    de

    esa

    masa

    explique

    adecua-

    damente

    las

    orientaciones

    ideologico-politicas

    que aqui

    le son

    asignadas.

    Es

    cierto

    que

    el

    internacionalismo

    es

    rasgo

    comun

    a

    todas las

    ideologias

    en

    cuyo

    nombre

    se

    intenta

    organizar

    a la

    clase

    obrera

    (y

    es

    mucho

    mas

    marcado

    en

    el

    anarquismo

    que

    en

    la

    peculiar

    forma

    de socialismo

    encarnada

    en

    el

    partido

    argentino). Pero antes de concluir que la presencia masiva de inmigrantes

    extranjeros

    es

    la

    determinante de este

    rasgo

    seria

    preciso

    examinar si

    el

    internacionalismo

    no

    domin6

    tambien

    el

    movimiento obrero de areas

    en

    que

    los

    trabajadores

    no

    provenian

    de

    ultramar: desde

    Chile hasta

    Mexico,

    con

    su

    Casa

    del

    Obrero

    Mundial,

    no

    parecen

    faltar

    ejemplos

    que

    muestran

    que

    no

    es

    preciso

    un

    reclutamientoultramarino

    de

    la

    mano

    de

    obra

    para que

    en

    efecto ese

    internacionalismo

    marque

    con su

    signo

    al

    incipiente

    movimiento

    sindical.

    Y

    tampoco

    esto es extranio: el internacionalismo

    proletario

    es la

    contracara

    de

    la

    negacion

    de una solidaridad

    nacional

    que

    -definida

    en

    el

    marco

    de

    una

    organizacion politico-social que

    no da

    parte alguna

    en el

    poder

    a la

    clase

    trabajadora-

    se orienta

    necesariamenteen

    perjuicio

    de

    6sta.

    Es

    la

    atenuaci6n

    de

    esa

    polarizacion

    extrema

    a

    que

    debilita

    el

    internacionalis-

    mo:

    el

    reformismo

    cumple,

    entre

    otras,

    una funcion

    integradora,

    9

    y

    no

    es

    casual

    que ya

    antes

    de la

    Primera

    Guerra

    Mundial uno

    de

    los

    puntos

    de

    conflicto

    entre

    la

    derecha del

    socialismo

    italiano

    y

    los

    sectores

    mayoritarios

    del

    partido

    haya

    sido la

    actitud

    a

    adoptar

    ante la

    guerra

    colonial

    de

    1911,

    a

    la

    que

    la

    derecha

    no rehusaba su

    patri6tico

    apoyo;

    de

    modo

    semejante,

    no

    es

    sorprendente

    que

    Morones,

    en

    Mexico,

    surgido

    de

    la

    Casa

    del

    Obrero

    Mundial

    pero

    felizmente

    integrado

    luego

    en una

    familia

    revolucionaria

    en

    que los representantesdel proletariadono tienen peso decisivo, oponga la

    mexicanidad

    de

    su

    orientacion

    politica

    a la

    inspiracion

    exotica

    que

    achaca

    a

    quienes

    le

    reprochan

    una cierta

    perdida

    de

    militancia

    en la

    lucha

    de

    clases.

    Sin duda es

    sugestivo

    que

    en

    la

    Argentina

    la

    progresiva

    atenuaci6n

    del

    intemacionalismo

    haya

    coincidido con una

    gravitacion

    creciente

    de

    los

    na-

    9

    Este

    proceso

    demasiado bien

    conocido ha sido

    tambien excelentemente

    ana-

    lizado

    por

    GERMANI,

    ob.

    cit.,

    pag.

    124.

    772

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    10/18

    OBSERVACiONES

    SOBRE

    EL SURGIMIENTO

    DEL PERONISMO

    tivos

    en

    la masa

    obrera.

    Pero la transicion no ha sido lo bastante

    rapida,

    ni

    la

    transformacion

    en

    la

    composicion

    de la

    clase

    trabajadora

    lo bastante com-

    pleta

    -desde

    un

    punto

    inicial

    en.

    que

    la

    participacion

    de nativos

    esta

    lejos

    de ser desdefiable

    hasta uno final en

    que

    la de

    extranjeros

    es todavia eleva-

    da-

    para que

    no

    sea

    posible

    hallar testimonios

    de un

    internacionalismono

    surgido

    de

    filas

    inmigrantes.

    He

    aqui

    el

    de

    Jose

    Peter:

    entrerriano,

    nacido

    en una familia

    de

    chacareros

    arrendatarios,

    se

    gana primero

    la

    vida

    como

    peon

    de

    chacra

    en su

    provincia;

    es

    todavia

    semianalfabeto

    cuando la

    aban-

    dona,

    no

    sin

    tristeza

    ( En

    la cumbrera del

    galp6n

    de

    la

    ultima

    chacra

    en

    que trabaje

    como

    pe6n,

    colgue

    mi

    apero que

    tantos afnos

    me

    habia

    acom-

    painado,

    y

    mezclado

    con

    tropilla

    ajena qued6

    mi

    querido

    tordillo ),

    10

    para

    trabajar

    en la

    deschalada del

    maiz en

    el

    norte

    de

    Buenos

    Aires.

    En el

    camino

    ve algo que va a cambiar su vida ( el tren... paso frente al frigorifico

    Smithfield

    de

    Zarate;

    a

    esa

    hora,

    gruesas columnas

    de obreras

    y

    obreros

    marchaban hacia el establecimiento...

    pude

    contemplar...

    c6mo

    ese mons-

    truo los

    tragaba

    a

    medida

    que

    cruzaban los

    portones...

    desde

    ese mismo

    momento

    senti verdadera ansiedad

    de

    pertenecer

    a ese enorme

    ejercito )

    .11

    Va a

    vivir con

    otros

    entrerrianos

    en

    un

    rancho

    pegado

    al

    negro

    camino

    de

    carbonilla

    que

    llegaba

    hasta los

    portones

    del

    frigorifico ;

    finalmente

    es ad-

    mitido el mismo

    como

    obrero.

    Peter

    no es

    el

    unico

    migrante

    intero entre

    los

    trabajadores

    del

    frigorifico;

    junto

    con los

    inmigrantes

    de

    Europa

    centro-

    orientalabundanlos correntinosy entrerrianos, ucumanosy santiaguenos ,

    tambien ellos

    transformados

    por

    esa

    experiencia

    radicalmente nueva

    que

    proporciona

    la fabrica. Pasan

    afnos;

    por

    su

    forma de ser

    cordial,

    afectuo-

    sa

    y

    su condicion

    de

    ser

    un

    buen

    companero

    de

    trabajo ,

    Peter

    hace

    amis-

    tades

    solidas

    en

    su

    seccion

    que

    -sin contar

    con

    organizaci6n

    sindical- se

    transforma en la

    menos sumisa a decisiones

    arbitrarias. Conoce

    a Arnedo

    Alvarez

    y

    a

    traves

    de

    1l

    al

    comunismo;

    aun

    en

    1927,

    sin

    embargo,

    no

    es

    comunista

    y

    cuando se

    dirige

    a Arnedo

    comienza

    por

    hacer

    una

    mezcla

    de

    senor,

    don,

    etc.

    Es

    entonces

    cuando

    participa

    en

    su

    primera

    accion

    de

    envergadura:

    unai

    huelga general

    en

    apoyo

    de

    Sacco

    y

    Vanzetti.

    En

    el

    epi-sodio el odio

    que

    ya

    sentiamos

    contra los

    ingleses

    y

    norteamericanos

    de los

    frigorificos

    se

    acrecento,

    se

    hizo

    mas

    terminante,

    adquiri6

    un

    mas elevado

    caracter de

    clase,

    odio

    que

    se

    convirtio

    en

    solidaridad

    hacia

    los

    condena-

    dos.

    12

    Esta historia

    que

    repite

    puntualmente

    os

    pasos

    del

    surgimiento

    del

    proletariado

    en el marco

    de la

    revolucion industrial

    culmina

    en

    la

    adopci6n

    de una

    ideologia

    internacionalista

    que,

    desde

    la

    perspectiva

    de

    Peter,

    no es

    un

    aporte

    externo

    sino el

    modo

    en

    que

    se da su

    toma

    de

    conciencia

    de su

    propia experiencia

    obrera.

    Ahora

    bien,

    nadie

    pretendera

    ver

    en

    Peter

    al

    inmigrante

    interno medio

    (del

    mismo modo

    que

    seria absurdover en los

    dirigentes

    sindicales de

    origen

    ultramarino

    a

    buenos

    ejemplos

    del

    inmigrante

    europeo

    medio);

    aun

    asi,

    hasta

    1944

    su

    adhesion de

    principio

    a

    una

    ideologia

    internacionalista

    no

    pa-

    rece

    haber

    limitado

    el eco

    que

    su

    accion

    hallaba

    en

    las filas de

    los

    migrantes

    10

    JOSE

    PETER:

    Cronicas

    proletarias,

    Esfera,

    Buenos

    Aires,

    1968

    (pag.

    14).

    11

    PETER,

    b.

    cit.,

    pag.

    16.

    12

    PETER,

    b.

    cit.,

    pag.

    34.

    773

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    11/18

    TULIO

    HALPERIN DONGHI

    internos de

    los

    que

    provenia:

    solo

    su

    popularidad

    explica

    la atencion

    excep-

    cional

    con

    que

    el

    gobierno

    militar

    sigue

    su

    actuaci6n,

    y

    que

    se

    traduce

    no

    s6lo

    en

    un

    encarcelamiento

    nsolitamente

    largo,

    sino,

    en

    variadas tentativas

    de

    aproximaci6n.

    * *

    *

    En

    el

    marco

    de

    las clases obreras urbanas la

    oposicion

    entre

    inmigrantes

    ultramarinos

    y

    migrantes

    internos

    tiene

    entonces

    un

    valor

    explicativo

    mas

    limitado

    que

    el

    que

    le

    asigna

    Germani.

    Por

    razones mas

    complejas,

    las

    explicaciones

    que propone

    sobre el

    papel

    de

    unos

    y

    otros en el

    sector rural

    resultan

    aun

    menos satisfactorias. En

    primer lugar,

    porque

    tiende

    a

    disminuir

    la

    importancia

    numerica de

    los

    extranjeros

    en

    la

    agricultura

    hasta

    extremos

    dificilmente justificables-no se entiende como puede afirmarse (pag. 464)

    que

    los

    inmigrantes

    habian

    ayudado

    a

    establecer

    una

    agricultura

    moderna

    pero

    incluso

    durante el

    auge

    de la

    inmigracion

    su

    proporcion

    en

    el

    sector

    fue

    muy

    baja

    y

    mds

    jide

    sigui6

    declinando ,

    cuando

    segun

    el

    censo de

    1914

    13

    entre

    los

    directores

    de

    explotaciones

    agricolas

    los

    argentinos

    son

    en

    todo

    el

    pais

    el

    43,43

    %,

    en

    Buenos

    Aires

    el

    31,18

    %,

    en

    Santa Fe

    el

    20,30

    %,

    en

    Entre

    Rios el

    42,13

    %,

    en

    Cordoba

    el

    35,96 %,

    en

    Mendoza el

    48,59

    %,

    en

    la

    Pampa

    el

    12,22

    %,

    en

    Misiones el

    14,36 %,

    en el

    Chaco

    el

    39,42

    %,

    y

    en

    la

    mayor

    parte

    de

    esos

    d'stritos

    los

    directores

    de

    explotaciones

    son

    varias

    veces

    mas

    numerosos

    que

    los

    asalariados

    permanentes, y

    entre

    los

    estacio-

    nales los ultramarinosse cuentan cada aiio en decenas

    y

    quiza

    centenares

    de

    miles.

    Ahora

    bien,

    hay

    una relacion

    entre

    esa sobreestimacionde

    los elementos

    nativos

    y

    la

    acentuacion de

    los

    motivos

    tradicionales en

    la

    caracterizacion

    del

    sector

    rural.

    Ella

    aparece

    ya

    en

    la

    delimitacion

    de la

    zona

    tradicional,

    que

    es

    sin

    duda

    considerablemente

    mprecisa

    (el

    centro

    estaria

    formado

    por

    Buenos

    Aires

    y

    las

    provincias

    del

    Litoral

    y

    la

    periferia por

    la

    mayoria

    de

    las

    regiones

    circundantes

    y

    algunas de las

    provincias

    internas

    centrales ,

    pag.

    453),

    pero

    en

    la

    cual

    -quiza debido

    a

    su

    vaguedad

    misma-

    no,

    es

    evidente

    que

    se tome en cuenta

    por

    ejemplo

    el avance de la

    agricultura

    ce-

    realera

    hacia el interior

    pampeano

    o

    la

    expansi6n

    agricola

    en

    tierras

    nuevas

    del

    norte

    y

    Rio

    Negro,

    o

    aun las

    peculiaridades

    tan

    poco

    tradicionales

    que

    adquiere

    la

    agricultura

    de

    la vid

    en

    Mendoza.

    Mas

    serio es

    que

    esta

    impre-

    cision

    geografica

    sea

    compensada

    por

    una

    nitidez acaso demasiado

    rigida

    en

    las

    contraposiciones

    entre tradicional

    y

    moderno:

    arcaismo

    cultural,

    mar-

    ginalidad

    social,

    subdesarrollo

    econ6mico,

    marginalidad

    ahora

    econ6mica

    y

    origen

    criollo de

    la

    poblacion

    parecen

    ser vistos

    como

    fen6menos

    solidarios

    entre

    si

    (aun

    en

    la

    region

    central,

    asegura

    Germani,

    los

    migrantes

    criollos

    tenian una distribuci6ndesproporcionadaen la arcaica estructuraproduc-

    tiva,

    agricola

    y

    no

    agricola,

    comparada

    con

    los

    inmigrantes extranjeros

    y,

    probablemente,

    sus

    descendientes ).

    14

    13

    Porcentajes

    calculados

    sobre las

    cifras

    proporcionadas

    en tomo

    V,

    pags.

    837

    y sigs.

    14

    Asi

    en

    pag.

    453. La

    afirmaci6n resulta

    tanto mas desconcertante si

    se

    to-

    ma

    en cuenta

    que

    para

    Germani

    el

    arrendamiento

    y

    la

    aparceria

    son

    fenomenos

    774

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    12/18

    OBSERVACIONES

    SOBRE

    EL SURGIMIENTO

    DEL PERONISMO

    Esta solidaridad

    reciproca

    se le

    aparece

    evidente

    a

    partir

    de un

    examen

    que

    no ve

    el

    transito

    de

    sociedad

    tradicional

    a moderna como el

    paso

    de

    una

    situacion hist6rica concreta a otra, sino mas bien de

    un

    modelo

    a

    otro.

    Solo asi

    se

    explica, por

    ejemplo,

    que

    Germani,

    luego

    de

    caracterizar

    como

    formas

    atrasadas

    de tenencia

    de la tierra

    no s6lo

    la

    propiedad

    mini-

    fundiaria

    sino

    tambien

    el arrendamiento

    y

    la

    aparceria,

    a

    menudo

    identifi-

    fique

    ese atraso con

    tradicionalidad;

    al

    parecer

    el arrendamiento

    y

    la

    apar-

    ceria

    no

    tienen

    lugar

    en

    una

    sociedad rural modernizada al

    como

    la

    concibe

    Germani;

    su

    presencia

    en la

    Argentina

    se

    deberia entonces a

    que

    la

    moder-

    nizacion ha sido

    incompleta.

    aPero como

    explicar

    que,

    salvo

    muy

    reducidas

    excepciones,

    arrendamiento

    y aparoeria

    graviten

    menos

    en

    las

    areas menos

    tocadas

    por

    el

    proceso

    modernizador?

    Quiza

    porque

    no se trata

    de

    si

    la

    modernizaci6n ha sido o no

    completa,

    sino de

    que

    ha sido en concreto la

    modernizacion

    que

    se dio

    en

    el

    campo

    argentino

    en

    el

    medio

    siglo

    anterior

    a

    la

    Primera

    Guerra Mundial.

    Porque

    no

    parece

    interesarse

    demasiado

    por

    este

    aspecto

    de

    la

    cuesti6n,

    Germani

    puede

    atenuar

    (hasta

    hacerlas

    desapa-

    recer

    casi

    totalmente)

    las

    diferencias entre

    un

    sector

    rural

    creado

    gracias

    a

    un

    verdadero alud

    de

    inmigrantes

    ultramarinos

    y

    bajo

    la

    direccion

    de

    un

    grupo

    terrateniente,

    6e mismo

    en

    parte

    de

    reciente

    formaci6n,

    estimulado

    por

    la

    expansion

    del

    mercado

    mundial,

    y

    otros sectores

    rurales

    plasmados

    en

    un

    proceso

    plurisecular

    al

    margen

    de

    cualquier

    participacion

    fluida

    en

    merca-

    dos de amplitudcomparablea los que el pais y el mundo ofrecen a partir del

    ultimo

    cuarto

    del

    siglo

    XIX.

    Ahora

    bien,

    las

    consecuencias de

    estai actitud

    serian menos

    graves

    si

    Germani

    restringiera

    su

    analisis

    al

    campo

    socioeconomico:

    es

    indudable

    que

    -ya

    antes de

    1929,

    como

    observ6

    agudamente Alejandro Bunge-

    la

    organizacion productiva

    del area

    cerealera estaba creando

    marginales

    eco-

    nomicos,

    y

    que

    ello

    necesariamentedebia

    traducirse

    en

    la

    acentuaci6n

    de los

    fen6menos

    a

    los

    que

    Germani

    alude

    (agolpamiento

    en tareas

    secundarias

    y

    terciarias,

    crecimiento

    de mano de

    obra

    fluctuante).

    aPero

    es

    prudente

    alu-

    dir a esos rasgos negatives de origen relativamenterecientebajo un titulo que

    al

    oponer

    modernismo

    y

    tradicionelismo

    en

    regiones

    de

    origen

    afirma

    de

    nuevo

    la

    solidaridad

    entre esos fen6menos

    socioeconomicos

    y

    rasgos

    socio-

    culturales

    cuya

    presencia

    se

    postula

    a

    partir

    de

    la

    de

    aqu6llos? ,Sera

    nece-

    sario

    recordar

    que

    en la

    decada

    del

    30 la

    presencia

    de

    mano

    de

    obra

    so-

    brante,

    subocupada,

    ocupada

    temporariamente

    en

    trabajos

    de corta dura-

    ci6n,

    fluctuante

    entre

    distintas

    ramas de actividad

    o

    entre

    cualquiera

    de

    estas

    y

    ninguna,

    no

    es

    caracteristica

    diferencial

    de las

    zonas

    tradicionales?

    La

    predominante

    tradicionalidad

    (asi

    como

    el

    abrumadoramente

    predo-

    minante

    origen

    criollo)

    de

    los

    migrantes

    internos

    son

    proclamados

    entonces

    a

    partir

    de una

    imagen

    a la vez

    imprecisa

    y simplificada

    de la

    Argentina

    rural,

    que

    no

    solo

    exagera

    el

    peso

    de

    ambos factores

    en la

    sociedad

    rural

    en

    su

    conjunto

    sino todavia ve

    en

    la

    presencia

    de

    estos

    la razon

    por

    la

    cual

    arcaicos;

    ahora

    bien,

    el censo

    de

    1914

    muestra

    c6mo

    la

    mayoria

    de

    extranjeros

    es

    mas

    marcada

    ntre

    arrendatarios

    medieros

    que

    entre

    propietarios

    n la zona

    cerealera itoral.

    775

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    13/18

    TULIO

    HALPERIN

    DONGHI

    ciertos

    grupos

    hallan

    especialmente

    dificil

    afrontar la

    adversidad

    economica.

    Pero si

    estos

    supuestos

    tan

    discutibles

    ocupan

    un

    lugar

    central

    y

    no

    acceso-

    rio

    en

    los

    razonamientos

    de

    Germani

    es

    porque

    le interesa

    probar

    no

    s6lo

    que

    el

    papel

    de los

    migrantes

    perifericos

    es decisivo en el

    surgimiento

    del

    peronismo,

    sino

    tambien

    que

    existe

    un

    nexo

    determinante

    entre

    las

    actitudes

    de este

    grupo,

    tal

    como

    fueron

    moldeadas

    en el

    marco de

    una

    sociedad tra-

    dicional,

    y

    ciertos

    rasgos

    peculiares

    del

    mo-vimiento

    politico

    a

    cuyo

    triunfo

    contribuyeron

    decisivamente.

    Notese

    que

    esto

    ultimo

    no

    seria

    necesario

    para

    afirmar

    las

    potenciales

    consecuencias

    politicas

    del

    cambio

    de

    una

    corriente

    migratoria

    ultramarina

    a

    otra

    proveniente

    de

    muy

    variadas ireas del

    pais.

    Aun

    dejando

    de

    lado

    las

    posibles

    diferencias en el

    legado

    premigratorio

    de uno

    y

    otro

    grupo,

    la

    soluci6n de continuidadentre uno y otro hace posible transicionespoliticas

    mas bruscas.

    Estas

    parecen

    aun

    mas

    esperables

    si,

    como

    ocurre

    en el

    Gran

    Buenos Aires

    en la

    decada

    del

    40,

    no

    coexisten

    dos

    corrientes

    migratorias

    que

    hayan

    comenzado

    simultaneamente

    su

    experiencia

    de

    arraigo

    en

    un

    medio

    urbano e

    industrial: los

    migrantes

    internos

    comienzan ese

    proceso

    en

    una

    sociedad

    en

    cuyo

    marco los

    inmigrantes

    europeos

    y

    sus

    descendientes

    han

    te-

    nido

    ya

    tiempo

    de

    adquirir

    un estilo de

    vida

    y

    tambien

    de

    hacerse un

    lugar

    en

    el

    sistema

    economico.

    Por

    razones

    que

    no se

    vinculan

    entonces

    necesariamen-

    te con

    su

    bagaje

    premigratorio

    no tendria

    nada de

    sorprendente

    que

    las acti-

    tudes

    de

    los

    primeros

    se diferenciaran

    de las de estos ultimos. En todo caso,

    aunque

    Germani

    alude

    a

    todas

    estas

    posibilidades,

    no

    buscara

    en

    ellas la

    clave

    de

    las

    diferencias

    que

    seniala

    entre

    viejos inmigrantes y

    migrantes

    internos.

    De

    nuevo

    es la

    experiencia

    premigratoria

    de

    estos

    la

    que

    acufia

    ciertos

    rasgos

    que

    dejaran

    su

    huella en

    el

    estilo

    politico

    del naciente

    pe-

    ronismo.

    Do6nde

    astrear esa huella?

    Germani no la

    busca

    en

    las

    preferencias

    electorales de

    los

    migrantes,

    entre otras

    cosas

    porque

    a

    su

    juicio

    se da

    una

    convergencia

    tan extrema

    entre voto

    obrero

    y

    voto

    peronista

    que

    se

    haria

    imposible

    distinguir

    en

    este

    aspecto

    entre

    obreros

    migrantes

    y

    no

    migrantes

    (aunque

    por

    cierto no se abstiene de asignar diferente motivaci6n al voto

    de

    estos,

    para

    los

    cuales el

    apoyo

    electoral

    a

    las

    listas

    peronistas

    fue

    con

    seguridad

    la

    mejor

    transacci6n

    en

    estas

    circunstancias ,

    pag.

    486).

    Ese

    nexo

    se

    le

    aparece,

    en

    cambio,

    mas claramente

    a traves del

    proceso

    que

    cul-

    mina

    el 17

    de

    octubre,

    durante

    el

    cual a su

    juicio

    la

    irrupci6n

    de

    los

    nuevos

    sectores

    sociales

    en la

    vida

    politica

    asumio

    la

    forma de

    adhesion a un

    lider

    carismatico,

    no

    mediada

    por

    organizaciones

    de

    clase

    ni

    fundada en

    una

    conciencia

    obrera claramente

    estructurada

    (pag.

    480).

    Casi

    de

    inmediato,

    sin

    embargo,

    cree

    necesario

    refinar

    esta

    interpretaci6n:

    el

    legado

    que

    los

    migrantes venidos de la Argentina tradicional aportan al peronismo es

    -todavia

    mas

    que

    el

    personalismo

    que

    caracteriz.

    al

    movimiento- un

    espontaneismo que

    refleja

    su

    especifica

    cultura

    politica:

    La

    participaci6n

    politica

    directa,

    con

    o

    sin

    caudillo,

    frue

    parte

    de de

    la

    cultura

    politica

    crio-

    1la...

    investigadores

    serios...

    ven

    en

    esta

    participacion

    una

    especie

    de

  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    14/18

    OBSERVACIONESSOBRE EL

    SURGIMIENTO

    DEL PERONISMO

    Ahora

    bien,

    lo

    mas

    notable no es

    que

    en este

    punto

    crucial

    de su

    razo-

    namiento Germani

    se

    apoye

    en

    una

    base

    de

    datos

    particularmente

    escasa

    (parece

    sobre todo fundarse

    en

    el

    sugestivo

    estudio de

    Ruben

    H.

    Zorrilla,

    5

    que

    por

    otra

    parte

    esta

    lejos

    de

    poner

    su enfasis en el elementode participa-

    cion

    espontinea

    que

    subraya

    Germani).

    iPero por

    que

    Germani acentfia

    ahora este

    elemento,

    que

    habia

    dejado

    en

    segundo

    piano

    no solo

    en

    su

    pri-

    mera

    caracterizacion

    de

    la

    actitud

    politica

    de

    los

    migrantes

    de areas tradi-

    cionales,

    sino en

    escritos anteriores?

    16

    Si

    al

    respecto

    solo

    caben

    formulat

    hipotesis,

    es

    indudable

    que por

    otra

    parte

    ha

    ofrecido

    ya

    demasiadas

    y

    de-

    masiado

    bien fundadas

    razones

    para

    explicar

    el

    caracter

    personalista

    del

    peronismo,

    al

    margen

    de

    la

    presencia

    de

    migrantes

    internos

    en

    su

    sequito:

    tal

    como en el

    caso de la

    opcion

    electoral,

    en

    el

    de

    las

    altemativas

    de

    orga-

    nizacion del nuevo movimiento el proceso politico fue conducido de tal

    manera

    que

    a

    los

    seguidores

    solo

    les

    quedaba aceptar

    el

    movimiento tal

    como

    iba

    siendo

    estructurado

    o

    marginarse

    de

    el;

    si cabe

    suponer

    que

    mi-

    grantes

    internos

    de

    reciente militancia

    -en

    posiciones

    por

    otra

    parte

    su-

    bordinadas-

    hallaron

    menos dificil

    aceptar

    sin reticencias

    esos

    criterios

    organizativos

    que

    veteranos

    dirigentes

    s'ndicales

    acostumbrados

    a

    actuar en

    marcos

    politicos

    muy

    distintos,

    esa

    suposicion

    se basa

    mas

    bien

    en una

    noci6n

    previa

    acerca

    de las

    actitudes

    eperables

    de

    unos

    y

    otros

    que

    en

    un

    conocimiento

    efectivo de su

    estado de animo en

    esa

    coyuntura.

    Hay todavia otro aspecto de la cuesti6n: hasta que punto el esponta-

    neismo es

    -en

    los

    afnos

    decisivos de 1944-45- un

    rasgo

    diferencial

    del

    naciente

    peronismo.

    Catorce

    meses

    antes

    de octubre de

    1945

    una

    multitud

    de

    dimensiones

    comparables

    se

    reunio en Buenos

    Aires

    para

    celebrar la

    liberacion

    de

    Paris:

    respondia

    a la

    convocatoria

    de un

    grupo

    de caballeros

    que

    solo

    habian contado con limitadisima

    publicidad

    periodistica

    y

    ninguna

    radial;

    en ese

    momento

    partidos politicos

    y

    organizaciones

    estudiantiles

    se

    hallaban

    disueltos

    y

    su accion

    vigilada;

    por

    otra

    parte,

    en

    toda la

    decada

    anterior

    su

    capacidad

    de

    atraccion de

    multitudes se habia revelado limitada.

    Por

    que

    ahora,

    sobre la

    base

    de un

    aparato organizativo

    aiun

    mas

    insufi-

    ciente,

    se

    congrega

    una

    muchedumbre

    tanto

    mas

    grande?

    Es la

    sensacion

    de

    que,

    frente a

    un

    gobierno

    que

    parece

    haber

    perdido

    el

    rumbo,

    la

    acci6n

    se

    ha

    hecho de

    nuevo

    eficaz,

    la

    que explica

    esa

    movilizacion

    que ya

    no

    va

    a

    cesar.

    Sin

    duda

    la

    agitacion opositora

    que

    se

    prolonga

    hasta

    octubre se

    apoya

    en

    una red de

    organizaciones

    cada vez

    mas rica

    y

    compleja, pero

    ello

    no

    es

    asi

    porque

    las

    especificamente politicas

    pasen

    a

    encuadrarla,

    sino

    porque

    son

    practicamente

    odas las de

    clase

    alta

    y

    media alta

    las

    que

    asumen

    gradualmente

    esa

    funcion (hallaremos

    en

    ella desde

    organizaciones

    de

    inte-

    15 RUBEN

    H.

    ZORRILLA:

    Extraccion social de los caudillos, La

    Pleyade,

    Bue-

    nos

    Aires,

    1972.

    16

    Asi

    en Politica

    y

    sociedad

    (ob.

    cit.,

    pag.

    196),

    donde

    el

    caracter

    de de-

    mocracia lemental

    el

    regimen

    de caudillosse

    funda

    en

    su

    comparaci6n

    on

    las

    tendencias

    ristocratizantes

    hasta

    monarquicas

    e las

    elites liberales

    y

    en

    el

    hecho de

    que

    los caudillos ueron a menudode

    origen

    popular

    y

    hasta

    pertene-

    cientes en

    algunos

    casos a

    grupos

    etnicos

    menospreciados

    no

    en

    ninguna

    oma

    de

    conciencia

    del

    derecho

    a

    participar

    or parte

    de

    quienes

    os

    apoyan.

    777

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    15/18

    TULIO HALPEIN

    DONGH1

    reses

    y colegios

    profesionales

    hasta

    organismos

    vecinales,

    comislones

    pro-

    tectoras

    de

    bibliotecas

    populares,

    etcetera).

    A

    lo

    largo

    de mas

    de

    un afio

    de

    presion

    creciente,

    las

    pruebas

    de

    que

    la

    presion

    es eficaz

    se

    acumulan

    de

    modo impresionante.Aun,asi, la vasta agitaci6n opositora va a sufrir las

    consecuencias

    de

    su

    espontaneismo:

    solo

    sabe

    golpear;

    carece

    de la unidad

    organizativa

    que

    le

    permitiria

    hacerlo con

    mayor

    eficacia

    y

    sobre

    todo

    adop-

    tar

    tacticas menos

    rigidas,

    mejor

    adaptadas

    a

    las cambiantes circunstancias.

    Eso

    explica

    su

    total

    ineficacia frente

    al

    avance

    peronista

    de

    octubre,

    que

    -apoyandose

    tambien

    en

    una

    accion

    espontanea

    de

    masa- la

    integraba

    sin

    embargo

    en el

    marco

    de

    una

    tactica

    que

    -lejos

    de

    excluir

    los

    acuerdos

    con

    el

    sector militar

    que

    (desconcertado

    y

    todo)

    controlaba el

    gobierno-

    venia a

    ofrecer a

    este

    una

    salida

    aceptable

    en

    una situacion

    que

    habia

    pa-

    recido no tenerninguna.

    El

    espontaneismo

    no

    parece

    ser entonces

    rasgo

    exclusivo

    de un

    peronis-

    mo

    que

    lo deberia

    a

    la

    gravitaci6n

    de los,

    migrantes

    internos;

    por

    anadidura

    sus alcances

    debieran

    ser

    acaso mas

    rigurosamente

    definidos. Para

    Germani

    esa

    peculiaridad

    del

    peronismo

    se

    refleja

    sobre

    todo en la

    accion

    en la

    calle ;

    ahora

    bien,

    si

    no

    hay

    duda de

    que

    la acci6n en

    la calle

    (primero

    la

    opositora

    y luego

    la

    peronista)

    fue

    extremadamente

    ficaz

    debido

    a

    la falta

    de

    rumbos

    del

    gobierno

    militar,

    que

    lo

    hacia

    extremadamente

    sensible

    a

    toda

    clase

    de

    presiones,

    ello

    mismo hizo

    que

    esa

    accion se

    tradujera

    fun-

    damentalmenteen concentraciones y marchas esencialmente pacificas, en

    las

    que

    no

    faltaron

    desde

    luego

    los

    desmanes,

    pero

    en

    las

    cuales

    los

    choques

    entre

    grupos

    antagonicos

    tuvieron

    papel

    muy

    limitado:

    a

    traves

    de

    ellas

    un

    sector

    y

    otro

    mantenian

    un

    dialogo

    con

    el

    gob'erno,

    mas bien

    que

    un vio-

    lento

    dialogo

    de

    sordos entre si. Desde

    la

    perspectiva

    de

    etapas

    posteriores

    de la evolucion

    argentina

    (como

    desde la

    que proporcionan

    analogas

    crisis

    otrganicas

    europeas),

    ese es

    quiza

    el

    rasgo

    mas notable

    y

    sorprendente

    de

    todo

    el

    proceso;

    si todo ello es torado

    en

    cuenta,

    acontecimientos

    como

    los

    del 17 de

    Octubre

    se hacen

    desde

    luego

    no menos

    deci-ivos,

    pero

    si mas

    comprensibles sin necesidad de acudir para su interpretaci6n a ningun

    improbable

    cambio

    radical en

    el contenido

    de

    la cultura

    politica

    de las

    clases

    populares

    del

    conglomerado

    bonaerense.

    A esta altura

    podria

    parecer

    que

    Germani

    ha

    erigido

    polemicamente

    un

    vasto

    aparato interpretativo

    para

    explicar

    aspectos

    que

    el

    reconoce

    solo

    parciales

    (y que

    quiza

    sean,

    aun

    ias limitados de

    lo

    que

    el

    m smo

    admite)

    del movimiento

    peronista.

    Esa

    impresion

    se afirma

    en

    la

    medida en

    que,

    a

    lo

    largo

    de

    la

    discusion,

    Germani

    ha ido

    explicando rasgo

    tras

    rasgo

    del

    peronismo.

    sin acudir a

    la

    supuesta

    influencia cultural

    de

    los

    migrantes

    de

    areas tradicionales; y se confirma todavia,mas porque se hace cada vez mas

    evidente

    que,

    paralelamente

    a

    esa

    explicaci6n

    basada

    en

    el

    dualismo social

    y

    cultural

    de

    la

    Argentina,

    Germani

    toma

    cada

    vez

    mas en cuenta otra

    que

    acentua

    sobre

    todo

    la

    plasticidad

    de la

    sociedad

    argentina

    en

    su

    conjunto:

    es

    un

    solo

    movimiento

    de ascenso

    de

    clases

    el

    que

    lleva

    a

    tantos

    antiguos

    obreros,

    inmigrantes

    o

    descendientes

    de

    inmigrantes,

    a

    posiciones

    de

    clase

    media,

    y

    abre tantas

    posiciones

    en la clase obrera

    calificada

    a

    migrantes

    internos

    recientes:

    en

    ese

    marco

    social el

    triunfo

    del

    peronismo, lejos

    de

    778

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  • 7/23/2019 Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y lo migrantes internos

    16/18

    OBSERVACIONES

    SOBRE EL SURGIMIENTO

    DEL

    PERONISMO

    constituir un

    episodio

    mas

    en

    la lucha

    de un

    pais

    irremediablemente

    scin-

    dido entre

    un

    sector tradicional

    y

    uno

    moderno,

    es

    un

    paso

    hacia

    su

    total

    integracion,

    y

    en

    1e

    los

    legados

    tradicionales

    se

    fusionan

    finalmente

    con los

    de la tradicion

    especifica

    a la clase obrera de las areas modernizadas.De

    este

    modo

    esa

    Argentina

    que

    arriesgaba

    quiza

    parecerse

    demasiado

    a

    Gua-

    temala

    comienza

    a

    parecerse

    a

    la

    vez

    a

    los

    Estados

    Unidos.

    Germani retoma

    aqui

    motivos

    presentes

    ya

    en

    sus analisis mas

    pene-

    trantes

    de la

    sociedad

    argentina, y

    no

    hay

    duda de

    que

    alcanza

    gracias

    a

    ello

    un

    mayor

    equilibrio

    en

    la

    presentaci6n

    de la

    problematica

    social

    vincu-

    lada con

    el

    surgimiento

    del

    peronismo.

    Pero

    ese

    equilibrio

    se

    logra

    sin

    alcanzar

    una

    verdadera

    fusion

    de

    las

    imagenes

    rivales

    del

    contexto

    socio-

    politico

    en

    que

    se

    dio

    el

    proceso

    en

    examen. Sin duda esta

    fusion solo

    podria

    lograrse en el marco de un analisis a la vez mas complejo y mas concreto

    que

    buscase,

    mas

    bien

    que

    individualizar

    factores

    aislados,

    reconstruir

    su

    intrincado

    entrelazamiento.

    Sin duda

    Germani

    tendria

    razon

    en

    alegar que

    no es

    eso lo

    que

    se ha

    propuesto

    en

    esta

    ocasion;

    aun

    asi,

    su analisis le

    ha

    dado

    oportunidad

    para

    aludir a

    algunos

    de

    los

    aspectos que

    debiera

    tomar

    en

    cuenta

    cualquiera que

    emprendiese

    esa

    y

    otra

    quiza

    mas

    ambiciosa

    tentativa. Entre

    esas

    alusiones

    hay algunas

    admirables

    de

    penetracion

    y

    sagacidad;

    otras en

    cambio

    suscitan

    algunas

    reservas;

    quisiera,

    para

    termi-

    nar,

    aludir

    brevemente

    a

    estas

    ultimas.

    En primer termino Germani hace quiza mas dificil su tarea al postular

    una

    suerte

    de

    prolongado

    aislamiento

    entre

    una

    cultura

    politica

    criolla

    que

    hallaria

    refugio

    en las

    areas

    no

    modernizadas

    y

    una

    moderna

    que

    ve

    expre-

    sada

    sobre

    todo

    en un

    par

    de

    partidos

    de

    vocaci6n

    obrera

    y

    de

    exito

    al

    cabo

    limitado:

    ambas

    habrian

    tomado

    contacto

    solo en

    1945,

    y

    tras

    de

    un

    choque

    inicial

    habrian

    terminado

    por

    fusionarse

    para

    marcar

    con su in-

    fluencia combinada

    el

    estilo

    politico

    del

    peronismo.

    Ahora

    bien,

    esta

    ca-

    racterizacion

    no

    toma en

    cuenta

    que

    en

    un

    pais

    como

    la

    Argentina,

    fuerte.

    mente

    marcado

    (antes

    y

    despues

    de la

    inmigracion

    masiva)

    por

    una tra-

    dici6n

    mediterranea

    y

    catolica,

    pero

    marcado

    tambien

    de

    modo indeleble

    por

    un sistematico esfuerzo

    modernizador,

    el exito de

    cualquier

    intento

    por

    definir

    una

    imagen

    nacional

    (o,

    la

    imagen

    de un

    grupo

    social

    o

    de

    una

    colectividad

    politica)

    en

    la

    que

    puedan

    reconocerse

    un

    numero

    de

    argenti-

    nos

    sufic'ente

    para

    darle

    alguna gravitaci6n

    requiere

    una

    fuerte

    dosis

    de

    eclecticismo. Esta esta

    presente

    desde

    luego

    en

    la

    imagen

    que

    de la

    nacion

    propone

    el

    estado

    oligarquico-modernizador:

    ella

    invita a

    admirar