Los dos, madre e hijo, suben al coche rojo. El coche rojo avanza lento por la ciudad. La ciudad para l es un murmullo, un ruido. Para ella, el mismo camino, los mismos muros. El estmago de ambos protesta. La casa, su casa, los espera como un abrazo de cemento. Una cacerola con arroz blanco espera tambin el fuego. La estufa duerme como duermen los universos antes de ser creados. El camino a casa es un museo de montonos recuerdos. El estmago de ambos vuelve a protestar. El coche rojo avanza rpido por la ciudad. La ciudad es un restaurante sin mesas ni sillas. El coche negro cambia de carril inesperadamente. El coche rojo frena de repente. Los frenos del coche rojo estn oxidados. El volante del coche rojo se tuerce. Los ojos de los transentes se tuercen. El coche rojo esquiva al coche negro. La puerta del coche rojo se tuerce. Los dos, madre e hijo, sienten cmo el corazn se tuerce. El estmago de ambos deja de protestar. La ciudad para l es un panadero atropellado. Para ella, el mismo camino, los mismos muros que ahora son testigos de una huida. El coche rojo avanza vertiginoso por la ciudad. La casa, su casa, les da el esperado abrazo de cemento. Para l la cacerola con arroz blanco que humea sobre la mesa es un panadero atropellado. Las sbanas blancas de la cama son un panadero atropellado. Los ojos abiertos en la madrugada son un panadero atropellado. Los sueos son un panadero atropellado. Despertarse es un panadero atropellado. Las caricaturas son un panadero atropellado. El estmago vaco, el corazn y la maestra de la escuela son un panadero atropellado. El agua que cae de la regadera es un panadero atropellado. La libertad es un panadero atropellado. El camino a casa es un museo de montonos recuerdos. El olvido del panadero atropellado es un panadero atropellado. El panadero atropellado es un panadero atropellado. Los dos, madre e hijo, suben al coche rojo. El coche rojo avanza lento por la ciudad. La ciudad para ella es un murmullo, un ruido. Para l el mismo camino, los mismos muros. El estmago de ambos protesta. La casa, su casa, los espera como un abrazo de cemento.

Juan Pablo Garca GordilloCinematografa BUAP