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Familia de Pedro Bienvenido Noailles, escucha : “Toda la creación gime...” (Rom 8,22)

Tú ¿qué respondes?

Revista anual publicada por las cinco vocaciones de la

Sagrada Familia de Burdeos La Familia espiritual del

Padre.Pedro Bienvenido Noailles

Equipo de Redacción Hna. Ana María Alcalde

Consejera General Apostólica Teresa McElhone

Contemplative Antonio Garrido Asociado laico

Mª Dolores Perez-Ple Instituto Secular

Sr. M. Lourdes de la Fuente Sr. Maristella Soosaipillai

Servicio Internacional de Comunicación

Editada por el Servicio Internacional de Comunicación del Instituto Religioso

Santa Famiglia di Bordeaux Via dei Casali Santovetti, 58

00165 Roma. Italy Tel (+39) 06 6650071

Fax (+39) 06 66411470

Email: infoserv@sfbordeaux.org sfbinfostella@pcn.net

Website: www.sfb.pcn.net

Traductoras : Marie Paule Chauvin (Burdeos)

Gemma Corbett (Irlandad)

Cubierta La Sagrada Familia

Realizada por Hna . Maria Teresa Florensa

Contracubierta Escudo de la Sagrada Familia.

Realización Hna. Anxos Renieblas

Editorial M. Lourdes de la Fuente – Hermana apostólica 2 Artículo de fondo Toda la creación gime …¿tú, qué respondes? 3 Thérèse Demeyere Comunidad contemplativa de Martillac Nuestra Espiritualidad Escuchar el gemido de la creación 9 P. Michael Savundranayagam, Sacerdote Asociado, Jaffna, SRI LANKA Una Familia comparte Nuestra respuesta al gemido de la Tierra 12 Una ecología humana y humanizante Françoise Daigneault, Comunidad contemplativa de Posadas Cómo interpretar el gemido de la creación desde una perspectiva cosmológica? 13 Comunidad de Campohermoso (España)) Creemos en la vida antes de la muerte 15 Hna. Ida Joseph - Filipinas Responder al gemido de la creación 17 por la justicia y el amor María Dolores – Secular de España El gemido de la creación nos desafía 18 Shantélle Lawrence, Asociada laica Grupo de Durban , Sud-África La creación gime, se ha roto la armonía 21 Mons. Melchor ESPERIDA Sacerdote asociado - Filipinas Noticias de Familia Instituto religioso– Apostolicas 24

Contemplativas 29

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EDITORIAL

“La creación entera gime y sufre dolores de parto….con la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción, para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios….” (Rom 8,21-22)

arece que San Pablo está describiendo lo que vivimos en la actualidad. Sí, la creación gime, y

si tenemos un oído atento, podemos escuchar su gemido inenarrable en las inundaciones, terremotos, tsunamis, corrimiento de tierras, hambre, discriminación, pobreza, sufrimiento, guerras… En ese gran gemido está envuelta la creación entera “sometida a la vanidad no espontáneamente, sino por aquellos que la sometieron”. Escuchando este llanto, sentimos en nuestra propia carne la interrelación de todo lo creado, la pasión dolorosa de los más indefensos, los pobres, los abandonados, los débiles, las especies en vías de extinción, la erosión que, implacable, va deshaciendo el paisaje, las enfermedades nuevas, frente a las que el género humano no tiene respuestas. Gimen los pobres, gime la tierra. Esta situación nos conmueve y provoca compasión por la tierra y por los hijos de la Tierra. Necesitamos adoptar un nuevo paradigma que reinvente las relaciones de los seres y de los humanos entre sí y con la Tierra. Pero también hay rayos de luz en medio de la sombra. Chispas de esperanza en medio del llanto. El universo cuenta con

una corriente subterránea de vida que nace del caos y de la muerte: el instinto de conservación. La consciencia de la creación se pone en movimiento para defender y conservar la vida. Todo esfuerzo individual y colectivo a favor de la misma. Todos los movimientos que se dedican a defenderla en sus múltiples manifestaciones, y con los que muchos de nosotros colaboramos, son como un rayo de sol en la oscuridad del caos, exigiendo a gritos el retorno a la libertad primera. Para nosotros, como Familia, la compasión y el cuidado de la vida serán valores fundamentales, capaces de recrear esa alianza de comunión a la que somos llamados por nuestro Carisma. Envueltos en esta corriente de vida, ponemos en juego las semillas de resurrección que llevamos dentro. Cada uno de los gestos que hacemos para suscitar y proteger la vida, es la creación entera, que goza, ya, pero todavía no, la plena libertad de los hijos de Dios. Participa en ese primer acto creador. Vive, con Cristo, ese misterio de muerte y resurrección que está fuera del tiempo, revelando, aquí y ahora nuestro ser profundo: la gran familia cósmica, todos los seres, los del cielo y los de la tierra, hermanos e hijos del mismo Padre.

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TODA LA CREACIÓN GIME… ¿TÚ, QUÉ RESPONDES?

Thérèse de Meyere - Hna. Contemplativa Comunidad Contemplativa de Martillac

Introducción

na corta frase de San Pablo a los romanos nos invita, como Familia, a profundizar esta Palabra que

engloba toda la Escritura, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, deteniéndose en el misterio central de nuestra fe: el misterio de Cristo Redentor, en quien Dios quiso que habitara toda la plenitud, y reconciliar consigo todos los seres por medio de él, el cual nos convierte en hijos e hijas del Padre. Por eso, avanzar juntos en nuestro carisma de comunión es la manera propia de comprometernos con la nueva visión cosmológica. Esta visión, en realidad es tan antigua como la Creación, como se dice en el Génesis 1,31: “…y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno”. Creación que engloba todo el cosmos, teniendo al género humano como centro, ya que Dios hizo alianza con él. Esta alianza,

que se renovará en el Verbo hecho carne, en Jesús, que da su vida para restaurar y ennoblecer la primera creación. En el Apocalipsis, Cristo se presenta como el que vendrá. El mundo entero espera, y nuestra oración debe tender hacia el cumplimiento escatológico…”Ven, Señor Jesús”. Esta oración asume todas las esperanzas, todos los sufrimientos…todo es arrastrado por ese movimiento de la creación hacia Cristo que pondrá todo en las manos del Padre. ¿Cuál es nuestro pequeño aporte a esta obra grandiosa que el Padre soñó para nosotros? Las líneas que siguen quieren ser una lejana aproximación. El cambio del Cosmos comienza en nuestro corazón.

“Y Dios vio todo lo que había hecho y era muy bueno” Así termina el primer capítulo del Génesis…Aunque actualmente la ciencia habla de millares de años al evocar el cosmos, también es verdad que Dios, es el Creador, el Hijo la causa eficiente, y el

Espíritu Santo, el que hizo pasar la creación del caos al cosmos. El género humano es la cumbre. Dios, en su amor infinito hizo alianza con los humanos. Es la historia de la

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salvación, de la felicidad, el futuro de la esperanza en la inmortalidad. La creación entera se sitúa en la dinámica de esta historia. El cosmos es la cuna de la tierra; el universo la cuna grandiosa que Dios ha preparado para el género humano, colaborador responsable de un universo, inacabado, en continua evolución. La creación entera gime con dolores de parto (Rom 8,22), dirá, más tarde San Pablo. Su papel es humanizar este mundo que Dios sueña transfigurado. El hombre bíblico, el género humano, hecho de polvo de estrellas, adora al Creador que se revela por la creación. Pero el pecado rompió la armonía, introdujo la disonancia y con ella la violencia, la esclavitud, la muerte… Dios, en su misericordia, selló una alianza después del diluvio, una alianza simbolizada por el arco iris que une el

cielo con la tierra. En la historia todo es santo, Dios sostendrá a su pueblo hasta el momento único de la Encarnación de su Hijo, cumplimiento total del acto creador. La alianza nueva y eterna realizada por Cristo en la cruz, transfigurada en la mañana de Pascua, prefigura la finalidad de toda la creación, y ennoblece la vida humana y toda la materia. “Cuando seré elevado sobre la tierra, atraeré todo ser hacia mí” (Jn 12,31-32) Primogénito de la creación renovada, ha impreso en el corazón de cada ser humano y de la creación, un surco de luz, una atracción permanente hacia el Reino de su Padre. En su cuerpo transfigurado, recapitula todo el universo creado que lleva consigo en la resurrección. El cuerpo glorioso de Cristo constituye, ya, las primicias de “los cielos nuevos y la tierra nueva”.

Una visión crística del cosmos San Pablo se manifiesta como el apóstol de la creación entera. En la primera carta a los corintios, predica un Cristo cósmico que, al final de los tiempos reunirá en él todo el universo: “…Cuando todo el universo le quede sometido, también el Hijo se someterá al que le sometió todo, y así Dios será todo en todos” (1 Cor 15,28) Y en la Epístola a los Romanos (8,22-23) San Pablo escribe: “Sabemos que hasta ahora la creación entera está gimiendo con dolores de parto. Y no sólo ella, también nosotros , que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, esperando

la condición de hijos adoptivos, el rescate de nuestro cuerpo.” Esta alianza cósmica, que el hombre puede destruir, engloba la totalidad del universo. Es lo que San Pablo nos dice en su Epístola a los Colosenses (1,15-20) “Él es imagen del Dios invisible, primogénito de toda la creación, porque por él fue creado todo, en el cielo y en la tierra: lo visible y lo invisible…Todo fue creado por él y para él, él es anterior a todo y todo se mantiene en él…Es el principio, el primogénito de entre los muertos”

El ser humano rompió la armonía, que no es el paraíso original perdido, sino una promesa que es realidad, pero todavía

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no. La cruz levantada en medio del mundo para renovar y salvar todas las criaturas. El acontecimiento pascual de Cristo es un acontecimiento cósmico que concierne a cada uno de nosotros y al

conjunto de la creación. Es importante descubrir el soplo cósmico del designio creador de Dios que quiere “recapitular” y transfigurar todos los seres visibles e invisibles en Cristo.

Filiación divina y fraternidad universal

Ese es el designio del Padre desde toda la eternidad, designio que realiza en su Hijo, el verbo hecho carne, por el Espíritu. El Padre no nos considera solamente hijos, lo somos, en realidad, porque él nos comunica gratuita y realmente su vida divina, haciéndonos participar de la plenitud de su Hijo querido, Jesucristo. Es San Pablo quien nos lo reveló en su Carta a los Gálatas (4,6) “…Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama a Dios llamándolo Abba, es decir Padre” “y el Espíritu atestigua a nuestro espíritu que somos hijos de Dios” (Rom 8,16)

Dios es amor infinito, ternura eterna, poniendo en nuestros corazones su Espíritu, nos hace participar en su misma vida. ¡Cómo no volver a evocar aquí los primeros versículos del Génesis!: “…y Dios vio lo que había hecho, y era muy bueno…”

Misterio insondable, insólita riqueza que se nos revelara plenamente en la eternidad. Revelación que nos sobrecoge…que nos introduce en el secreto de Dios. Existe en Dios una comunicación esencial, eterna, de donde brota la Trinidad de personas. El Padre no cesa de comunicar a su Hijo único la plenitud de su divinidad. Y de su mutuo amor nace el Espíritu Santo. En un exceso de amor, Dios Trinidad, Dios Familia, quiso compartir su alegría divina libre y gratuitamente, llamando a las criaturas a compartir su propia vida, y este designio lo realizó uniéndose a nuestra humanidad, en la persona de su Hijo eterno. Necesitamos mucho silencio, mucha contemplación para captar algo, pero sobre todo, hemos de acoger en nuestro ser, ese don maravilloso del amor. Dios Padre quiere reunir el género humano en su Hijo querido…y la creación entera está llamada a participar de esta gloria de los hijos de Dios.

Transformar nuestro cosmos interior…

para nacer a nuestra humanidad plena y fraterna…

La fraternidad es el aprendizaje del amor de Dios que abre el corazón. El cambio real del cosmos, de la humanidad, lleva consigo un viraje radical, una mutación interior profunda. Hemos de morir a

nosotros mimos, adquirir ojos y oídos nuevos. La fraternidad es la conversión de toda una vida de dominación, a una vida de servicio. Tenemos que transformar los

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deseos de poder en deseos de servicio, nuestra agresividad natural, en deseos de paz. Hemos de purificarnos de todo lo que entorpece la acción del Espíritu Santo en nuestro corazón, es un trabajo de toda una vida. En el lavatorio de los pies Jesús hace un gesto profético: se hace servidor. Cuando el hombre sirve a su hermano o hermana se asemeja más a Jesús. La fraternidad es el lugar donde se aprende a compartir, donde se da y se recibe con confianza. La fraternidad es un lugar de conversión: ir hacia el otro, llegar a la fuente profunda que nos habita, acoger el amor del Padre por cada uno e ir hacia los demás con su mismo amor. El único camino es el que escogió Jesus: olvidarse y llevar la cruz, buscar el bien, asumir el sufrimiento de

los demás, comulgar con su angustia, ayudar según nuestras posibilidades. Es la Pascua cotidiana. La salvaguarda de la creación comienza por abandonar el hombre viejo y abrirse a los demás. Puesto que el género humano y toda la creación están heridos por las fuerzas del mal, la culminación, la lenta divinización del ser humano y de la creación, queridas por Dios, se han convertido en misterio pascual. Creemos que nuestro cuerpo, como el de la tierra, aún no están acabados, pero fecundados por la Palabra, poseen una estructura oculta de resurrección. Cristo cura, salva, desarrolla las potencialidades recibidas al principio de la creación. El cosmos nos ha precedido y nos seguirá en esta lenta transfiguración.

Hacia una lenta transfiguración

A la luz de la Pascua comprendemos que nuestra vida es una lenta subida hacia la Luz. Ese “volver a nacer” se realiza según nuestra disponibilidad interior al trabajo del Espíritu. Es tarea de toda la vida, una larga conversión. Depende de nuestra apertura y disponibilidad interior. La transfiguración es espiritual, comienza ahora. Cada vez que crece el amor en nosotros, a través de la muerte a nosotros mismos, cada vez que hay un paso del yo posesivo a la entrega de sí mismo para crecer en

el amor…para dilatar nuestro corazón a fin de que pueda ser portador de un amor universal. Es así como Dios, por un nuevo acto creador, hará que vea la luz un hombre nuevo. Jesús transfigurado prefigura la finalidad de toda la creación: Cuando yo sea elevado de la tierra, atraeré todo ser hacia mí” (Jn 12,32). Cristo resucitado recapitula en su cuerpo transfigurado toda la creación. Es el primogénito de la creación renovada.

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En este mundo en el que las ciencias han ampliado el horizonte de la humanidad, debemos testimoniar la dimensión cósmica de la transfiguración del mundo

por Cristo. Toda la creación, aguarda ansiosamente la manifestación de la gloria de los hijos de Dios.

Nuestra carisma de COMUNIÓN en el núcleo de la nueva visión… Estamos llamados a vivir como hermanos y hermanas de Jesús, a ser conscientes de que somos hijos e hijas de un mismo Padre. La confesión de la fe verdadera abre de par en par nuestra mente y nuestro corazón al inagotable misterio de Dios, que penetra la existencia humana y engloba todo el cosmos. Esta perspectiva fascinante, de la que nos habla Benedicto XVI, en su encíclica “Dios es amor”, presenta a la Iglesia como Familia de Dios. Es la misma que fascina al Buen Padre cuando escribe: “El Hijo de Dios vino a la tierra para formar en ella la Sagrada Familia”. La de Nazaret primero, y la que nace de su muerte en la cruz y de la que María es la Madre: la Iglesia. Es el centro de la experiencia fundadora, el don que manifiesta el espíritu que se confió a la Asociación de la Sagrada Familia para hacerlo fructificar en la Iglesia y en el mundo. Aprender a estar devorados por el deseo de conocer y amar a Jesús como deseaba el Buen Padre que lo hicieran los asociados, adheridos especialmente al misterio de la Sagrada Familia. La Sagrada Familia imagen de la Trinidad, constituida por y para la misión de Jesús, y sobre la respuesta, sin reservas, de María y José a la llamada divina.

La Sagrada Familia es el lugar por excelencia donde las relaciones humanas están transfiguradas por el amor de Dios, el lugar donde nació la Palabra y penetró en las existencias humanas sin encontrar ningún obstáculo. De la vida de Jesús, María y José aprendemos lo que es “el celo y el desprendimiento llevados hasta el heroísmo”. El Espíritu dirige nuestras vidas para hacerlas cada vez más filiales y fraternas; para ensanchar nuestros horizontes haciendo que cobren las dimensiones de toda la humanidad, de todo el cosmos. Cuando Jesús en San Juan 17 reza a su Padre: “porque el amor con que me amas esté en ellos y Yo en ellos…” es eso lo que se realiza, primero en Nazaret, donde María y José, en su peregrinación de fe, acogieron en su hijo al Hijo de Dios, dejando penetrar en su vida de humanas criaturas, la vida de un Dios Trinidad, de un Dios comunión y relación. La Sagrada Familia penetra la profundidad, el peso, el sentido de lo cotidiano y nos abre a toda la humanidad, a todo el universo… Hoy, Jesús está presente en nuestra vida; nos indica el camino, abre su palabra, y comparte con nosotros el pan de nuestra vida comprometiéndonos en su ofrenda a la gloria del Padre por la salvación del mundo.

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Dios atrae nuestros corazones, como el de su Hijo Jesús, hacia el anonadamiento, la humildad, la mansedumbre, la pobreza radical. Ese camino, donde siguiendo a Cristo, aprendemos a ser creadores, hijos e hijas del Padre, hermanos y hermanas en humanidad, artífices de paz,

reconciliación, perdón, en la Iglesia: la Familia universal. Somos una porción de la humanidad, Dios confía en nosotros, nos hace sus colaboradores para que hagamos avanzar su Reino de amor y de paz.

¡Ven Señor Jesús, ven…!

Así acaba la Biblia, la última palabra de Juan en el Apocalipsis…Jesús va a volver y presentará a su Padre toda la humanidad y la creación entera participará de la gloria de los hijos de Dios. Todo el universo será transfigurado por la mirada de Jesús. Ese es el fin, la visión grandiosa que nos presenta. “Vengo pronto”. Y en el mismo libro (3, 20,21) “Mira que estoy a la puerta llamando. Si uno escucha mi llamada y abre la puerta entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo. Al vencedor le haré sentarse en mi trono, junto a mí, igual que yo vencí y me senté junto a mi Padre en su trono.”

La historia de la humanidad es una larga ascensión hacia Cristo. ¿No son los sacramentos, particularmente la Eucaristía, un trabajo de alumbramiento donde el pan y el vino, fruto del trabajo de los humanos, son signos de la transfiguración de la tierra?

“La tierra es una capacidad de transfiguración. Pero la transfiguración última del mundo, al final de los tiempos no será sólo la prolongación de una evolución natural, ni la cumbre del

esfuerzo humano, sino será don de Dios, un acto creador.

Durante la eucaristía se actualiza el misterio Pascual de Cristo. La Iglesia entera, y cada cristiano, están invitados a morir a las fuerzas destructoras del mal y a renacer a la vida en el Espíritu, comulgando sacramentalmente con Cristo transfigurado, fuente de crecimiento del hombre nuevo”. (Michel Hubaut”. Y Maurice Zundel: “La eucaristía es un acontecimiento cósmico, histórico, humano donde los humanos comparten mutuamente lo más profundo de sí mismos, un acontecimiento donde hombre y mujer se vacían de sí mismos para compartir lo infinito, llegan a ser capaces de un encuentro verdadero con el Señor, aptos para asociar el universo a esta vibración operada por la humanidad de Cristo…”

Como miembros de la Sagrada Familia, estamos invitados a vivir plenamente esta dimensión cósmica de la Eucaristía, y a dejarnos envolver por el misterio pascual de Cristo para que “el amor sea más amado hoy” entonces el Señor vendrá.

¡“Y Dios vio lo que había hecho y era muy bueno”!

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NUESTRA ESPIRITUALIDAD

ESCUCHA EL GEMIDO DE LA CREACIÓN

P. Michael Savundranayagan. Sacerdote Asociado

Jaffna

a llamada a escuchar es urgente, y más aún para aquellos que están seriamente interesados en hacer de

nuestro planeta un lugar mejor para vivir. El tema sugiere que nosotros, miembros de la Familia de Pedro Bienvenido Noailles, tenemos que recordar, una vez más la urgente necesidad de escuchar con los oídos, con el corazón, con todo nuestro ser, el gemido de la creación entera. Quisiera compartir con vosotros algo que me sucedió, hace muchos años, en Canadá. Fui a visitar a un amigo, mi hermana me llevó en el coche, junto con su hija. Recuerdo que la niña tenía en la mano un lápiz de color, cuando se metió en el coche. Pasamos una tarde muy agradable mientras los niños jugaban en el patio. Ya era tarde cuando, después de una buena cena, nos disponíamos a regresar a casa. La niña comenzó a llorar porque quería su lápiz. Mi amigo le dio una caja llena de lápices de colores. La niña la tiró llorando aún más fuerte. Bajamos al patio con la niña y estuvimos

media hora buscando el lápiz, pero no pudimos encontrarlo. Entonces ella dejó de llorar y se metió en el coche. Este hecho me sirvió de lección sobre la necesidad de escuchar con el corazón. La solución no era una nueva caja de lápices. La niña había perdido algo, que para nosotros, no tenía importancia pero que para ella era un tesoro. Nuestro Fundador era experto en escuchar con el corazón, las diferentes necesidades de la gente de su tiempo. El punto de partida de muchas de sus fundaciones era una necesidad sociológica urgente. Tenía la habilidad de escuchar atentamente con el corazón. El centro de su espiritualidad era practicar la caridad con el prójimo necesitado. Cada necesidad era, para él, un camino para conducir a la gente a Dios y Dios a la gente. Los contemporáneos del Fundador hablaban de su contemplación de Dios en la naturaleza, “toda la naturaleza le hablaba de Dios. Los árboles, los

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bosques, una flor le hacía exclamar con alegría: “si Dios ha adornado así el lugar de nuestro exilio, qué no será la tierra del Padre. Lo que más me impactó en mi visita a Martillac fue el ambiente que se respira, favorable para las personas seriamente interesadas en desarrollar la soledad del corazón. Su amor por la soledad externa, física, era la expresión de su deseo profundo de la soledad del corazón. Aunque todo el lugar y los alrededores de su vivienda eran solitarios y silenciosos, él hizo una isla que me gustaría llamar: “una mayor soledad dentro de la soledad.” Como ya sabemos, la isla le ofrecía un lugar particularmente tranquilo en los alrededores de la capilla donde hacía penitencia. En la paz de la isla escribió las Constituciones en la contemplación de Dios, bajo el poder del Espíritu Santo, y con la ayuda de la Virgen. Incluso hoy día podemos tener una idea de la armonía de la naturaleza que le rodeaba. Una persona que ha desarrollado la soledad del corazón no se dejará distraer por lo que le atrae. La soledad del corazón mejorará nuestra capacidad de escuchar los mensajes escritos y tácitos de los demás con quienes vivimos y de todos aquellos a quienes servimos. Nos permitirá escuchar el gemido de la creación que ha sufrido un terrible abuso. Si, como el Fundador, podemos desarrollar en nosotros la soledad del corazón, podremos disfrutar de nuestra meditación bíblica y de un oído interior que nos ayudará a reconocer la voz de Dios, que habla directamente al núcleo íntimo de nuestra experiencia. Tenemos que escuchar la voz de Dios y dejarle que hable a cada fibra de nuestro

ser. Entonces seremos capaces de vivir en el mundo sin ser del mundo. La influencia de la espiritualidad de la Escuela Francesa en la vida de nuestro Fundador se manifiesta en su forma de percibir la Encarnación, la Eucaristía, la Sagrada Familia y la doctrina de Solo Dios. El papel de la Virgen María en la Encarnación es único. Es la madre del hombre-Dios, modelo y guía de la vida espiritual. Hablando de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, San Francisco de Sales se refiere a ellos diciendo que son la Trinidad de la tierra. Dios, al encarnarse se hizo hombre en esta tierra. Dios creó el cosmos. Puso orden y armonía en la creación. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que quien crea en Él no muera sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo sino para que el mundo se salve por medio de Él.” (Jn 3,16-17) El profeta Oseas expresa claramente los efectos del pecado del hombre sobre la creación. (Os 4,1-3) Hemos visto y oído cómo, por el egoísmo y la avaricia del ser humano una buena parte de la naturaleza, y su hábitat inmediato se está destruyendo. He visto a pescadores que en un accidente perdieron las manos porque querían pescar de “manera inteligente”, y sin mucho trabajo, una gran cantidad de peces detonando dinamita en el mar. En este proceso, no sólo mueren los peces grandes, sino también todos los pequeños de la zona. Cuando pasamos por zonas bombardeadas recordamos la destrucción de vidas humanas y vemos los restos de cientos de árboles que en el

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pasado dieron fruta abundante a varias generaciones. Las palabras de Oseas son un desafío para los miembros de la gran Familia internacional de Pedro Bienvenido Noailles, que queremos agradar a Solo Dios en todo lo que hacemos y promover la comunión. ¿Podremos hacerlo mejor en el futuro? “Escuchad la Palabra de Dios, hijos de Israel, el Señor tiene una litigio con los habitantes de la tierra. No hay verdad ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra; hay palabras soeces, lites, mentiras, asesinatos, robos; se cometen adulterios; se traspasan todos los límites; hay homicidio tras homicidio. Por eso la tierra está de luto, y todos los que la habitan están enfermos, también las bestias del campo, las aves del cielo, e incluso los peces del mar que morirán.”(Os 4,1-3) El antiguo salmista hebreo percibe la presencia de Dios en la naturaleza, llama a todo el cosmos a celebrar a su Creador: “Alégrense los cielos, salte de gozo la tierra, Retumbe el mar y cuanto contiene. Salte de gozo la campiña y cuanto hay en ella, Aclamen gozosos los árboles del bosque Delante del Señor que llega Que ya llega a regir la tierra.” “Nuestro hermoso planeta no presenta un espectáculo apasionante actualmente. Todos hemos oído hablar de los grandes problemas ecológicos: contaminación del

aire; agujeros en la capa de ozono; lluvias de acido nítrico e incluso de acido sulfúrico; erosión del suelo; contaminación del agua y de los océanos; deforestación, en particular en la selva tropical; eliminación de residuos peligrosos; y la total destrucción de muchas especies. Está amenazada la biosfera de la que dependen las futuras generaciones.” “La falta de humanidad entre las personas ha dado lugar a numerosas amenazas a la paz y al auténtico desarrollo humano e integral, a las guerras, los conflictos internacionales y regionales, el terrorismo y las violaciones de los derechos humanos. No son menos preocupantes las amenazas que surgen de la negligencia o del abuso de la tierra y de los bienes naturales que Dios nos ha confiado. Por eso es imperativo que la humanidad renueve y fortalezca, “esa alianza entre el ser humano y el medio ambiente, que debe reflejar el amor creador de Dios, del cual procedemos y hacia el cual caminamos” (Mensaje del Papa Benedicto XVI para la celebración del Día Mundial de la Paz 2010) Vamos a intentar seriamente estar en sintonía con la naturaleza para escuchar el gemido del mar, de los peces, de los árboles, de nuestra madre tierra, muy herida por la acción de los seres humanos, a quienes Dios ha confiado la belleza y la bondad de su creación. Sigamos el ejemplo de nuestro Padre y encontremos el modo de responder sin demora.

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UNA FAMILIA COMPARTE

NUESTRA RESPUESTA AL GEMIDO DE LA TIERRA

UNA ECOLOGÍA HUMANA Y…HUMANIZANTE

Françoise Daigneault - Hna. Contemplativa Comunidad de Posadas

uestro monasterio está situado a las afueras de Posadas, capital de la provincia de Misiones. Inserto

en un medio sencillo, humilde, como dicen aquí. Nuestro primer vecino es una escuela rural de enseñanza primaria que acoge 200 niños. Con ellos compartimos el aire y la misma tierra roja que es la característica de esta región. En el monasterio hay árboles de naranjas, mandarinas, pomelos y limones. Es fácil pensar que son una fuente de tentación para los niños, como lo fue para todos nosotros cuando éramos como ellos. Como comunidad nos preguntábamos como ayudar a los niños y como ayudarnos a afrontar esta realidad: ayudar a nuestros jóvenes vecinos a actuar con responsabilidad y a la vez mantener una buena relación con ellos, y he aquí que intervino la directora de la escuela. Ella misma presenció la invasión de la propiedad, y su comportamiento más o menos correcto. La conversación que tuvimos con ella trató de sus esfuerzos para inculcar a los niños responsabilidad, respeto, dignidad

y solidaridad. Evidentemente la formación intelectual también tiene su lugar, pero nuestra interlocutora deseaba, sobre todo, que todo ello repercutiera en el comportamiento habitual de los niños. Su intervención fue muy oportuna. Nos pusimos de acuerdo para colaborar con ella, apoyando sus esfuerzos, trabajando en el mismo sentido, ayudando a los niños a sentirse responsables de la protección de la naturaleza, a respetar la propiedad privada, y a sentirse orgullosos de la confianza que les hacemos. Es una pequeña realidad, una gota de agua en el océano, como lo es nuestra vida cotidiana. Sobre todo, somos conscientes de participar a la enorme obra de la salvaguarda de la creación, sentimos la responsabilidad de preparar la futura generación humana. En una palabra, sembramos, y Dios hará crecer a su tiempo y como Él quiera. Al mismo tiempo, nos sentimos interpeladas e invitadas a colaborar para que la ecología sea cada vez más humana y humanizante. Eso nos ayuda y anima a hacer pequeños gestos que están a nuestro alcance.

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INTERPRETANDO EL GEMIDO DE LA CREACIÓN

Comunidad de Campohermoso (España)

oda la creación gime hoy, debido a nuestra actitud pomologista de la conquista, de la dominación y de la

explotación del mundo, con vistas a un progreso y crecimiento ilimitado. Se caracteriza por ser mecanicista, determinista, atomicista y reduccionista. Por causa de esta cosmovisión se han creado innegables beneficios para la vida humana, pero también contradicciones perversas de injusticia y discriminación, empobreciendo a personas y pueblos –grandes mayorías- y enriqueciendo a unos cuantos. Para llegar al progreso la mitad de las grandes selvas han sido destruidas. Perdiéndose tierras de cultivo y, especies de seres vivos han desaparecido por los elementos químicos tóxicos esparcidos en los suelos, aire y aguas. El efecto de todo esto es el desequilibrio del sistema-Tierra por el calentamiento global. El predominio de los intereses económicos especulativos, capaces de reducir países a una miseria bruta, y el consumismo, han trivializado nuestra percepción del peligro que vivimos y conspiran contra cualquier cambio del mundo. Pero esta “creación que gime, tiene el Espíritu como anticipo y espera el momento…” Pues en contraposición está apareciendo cada vez con más fuerza una cosmología alternativa y potencialmente salvadora; que se deriva

de las ciencias del universo, de la tierra y de la vida. El universo está continuamente expandiéndose, organizándose. Su estado natural es la evolución, la transformación y la adaptabilidad. En él todo es relación en redes y nada existe fuera de esa relación. Por eso todos los seres son interdependientes y colaboran entre si –como familia cósmica- para co-evolucionar y garantizar el equilibrio de todos los factores. Por detrás de todos los seres, actúa la Energía de fondo –el Espíritu de Dios creador- que dio origen y anima al universo y hace surgir nuevas emergencias. Sí, es nuestra esperanza, como familia de Pedro Bienvenido Noailles, y si en verdad todos colaboramos a que en la crisis que vivimos nada ni nadie salga “mal parado” surgirá una vida nueva. A pesar de la crisis y falta de empleo que está viviendo España; a las costas de Almería llegan pateras llenas de personas en busca de lo necesario para poder vivir con dignidad. Los que logran pasar se van hacinando en cortijos abandonados y al encontrar trabajo mal viven y la bebida esta siendo frecuentemente el escape.

¿Qué estamos haciendo ante esta situación? ¿Cómo hacer que de este caos surja la vida? De alguna manera estamos trabajando en red tres congregaciones –Inmaculada

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Concepción de Castres, Mercedarias, Sagrada Familia de Burdeos y colaboradores Laicos- e intentamos dar algunas respuestas a través de: • Caritas parroquial, que recibe comida

del banco de alimentos, del ayuntamiento y Cruz Roja, ayudando así, un poco en sus primeras necesidades y al mismo tiempo, luchar con ellos por unas condiciones de vida más justas y dignas.

• Las clases de español que son muy

solicitadas, pues al mismo tiempo que aprenden y se inculturan, reciben un certificado que les ayuda a la hora de conseguir su estabilidad en España.

• Otra colaboración, es el taller de ayuda, en el que aprenden manualidades y reciben una colaboración de 5 euros, que aunque no es mucho les ayuda, en algo, y por eso están muy solicitados; cada día se quedan fuera varias personas, ya que solo tenemos capacidad para 15 o 20 personas. La ayuda que

tenemos, es sólo de personas voluntarias, que con la crisis esta disminuyendo. Nos es difícil vender lo que hacemos. Últimamente nos han hecho dos encargos para bodas.

Pero todavía nos seguimos preguntando: ¿Qué hacer para que estas personas con las que cada día convivimos tengan un trabajo digno que puedan sentirse personas amadas y respetadas? ¿Cómo impedir los abusos de patronos sin escrúpulos que explotan y no pagan? ¿Cómo crear grupos de reflexión que podamos pensar e intentar juntos hacer una nueva sociedad donde el amor y la solidaridad sean posibles? Con todo esto en nuestro corazón, y confiando en el Dios de Vida, queremos reavivar en nuestra misión, el sueño del Fundador de “ser y hacer una Gran Familia Cósmica” poniendo nuestra esperanza en Jesús de Nazaret que es “el camino, la verdad, la vida” y la felicidad.

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CREEMOS EN LA VIDA ANTES DE LA MUERTE

Sr. Ida Joseph – Hna. Apostólica Filipinas

sta es una frase de gran alcance, una gran verdad que invita a la reflexión y que retuvo mi atención

ya que me estaba dando de lleno a la preparación del tema de este Ágape. Nosotros como cristianos creemos en la vida antes de la muerte, pero quizás nos puede pasar desapercibido que la realidad de la vida antes de la muerte debemos vivirla plenamente, Jesús dijo: “…Yo vine para que tengan vida y la tengan en abundancia”. (Jn 10,10b). Nuestra preocupación por el gemido de la creación, nos desafía a dirigir nuestra atención no solo a las causas que lo motivan sino al cómo y al por qué de esos gemidos.

El génesis nos dice que “Dios vio todo lo que había hecho y era muy bueno” (Gen 1,31). Es evidente que la creación revela la bondad y la belleza de Dios. Esto no puede suceder sin el género humano, que está en el centro de la creación hecho a imagen y semejanza de Dios. Los seres humanos son la presencia constante de la creación de Dios, el universo en acción. Estamos admirados ante la creación y ante la obra de Dios en ella. Pero al mismo tiempo no podemos negar que está sujeta a cambios; no es autónoma y depende del ser humano, el conservar su belleza, su dignidad y su significado cultural y religioso. Para mantener la belleza y la originalidad de la creación, es indispensable que el ser humano conserve su dignidad y originalidad que es estar creado a imagen y semejanza de Dios.

La creación gime porque…

• La imagen de Dios en el ser humano está desfigurada, distorsionada. • El ser humano abusa de otros seres humanos y de la creación. • La codicia y la posesividad de unos pocos priva

a la mayoría pobre y vulnerable de su dignidad y de cubrir las necesidades básicas de la vida.

• La sed de poder y los privilegios de los poderosos han conducido a la minoría marginada a convertirse en refugiados, desplazados, solicitantes de asilo y vagabundos.

• La cultura de la muerte se ve como el estilo de vida moderno.

• El sistema de valores ha pasado de sostener la vida a destruirla. • La ciencia y la tecnología orientada hacia el lucro y a proyectos de desarrollo

competitivo se consideran como progreso pagando como precio la vida de todos.

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La familia de Pedro Bienvenido Noailles se siente desafiada e invitada a escuchar. Es esencial una intensa escucha interior para reconocer y hacerse consciente del gemido de la Creación y hacer frente a las injusticias que amenazan la vida. Estamos llamados a: • Reconocer la estrecha relación que

existe entre Dios, los seres humanos y la creación, para abordar seriamente los problemas de ruptura de relaciones y de interconexión con todo lo que existe, y ponerlos en el centro de nuestra fe y de nuestra vida.

• Incluir los programas de Formación de Base y Formación permanente, el concepto de salvaguarda e integridad de la creación con un plan de acción que aborde las cuestiones relacionadas con dicha integridad.

• Abrir nuestros corazones a las condiciones de vida difíciles y miserables de los pobres y necesitados del mundo, a todos los que viven por debajo de la línea de pobreza, a las situaciones de miedo, tensión, ansiedad, calamidades, amenazas contra la vida, debidas a la guerra o a las calamidades provocadas por el hombre o por la naturaleza. Cultivar un espíritu de compasión, cualidad notable en nuestro Fundador.

• Ser testigos creíbles de Evangelio escogiendo una vida sencilla para hacer que la “ética de lo suficiente” se convierta en el distintivo de la Familia de Pedro Bienvenido Noailles.

• Esforzarnos en usar sólo lo que necesitamos haciéndonos cons-cientes de los millones de personas que viven sin tener cubiertas sus necesidades básicas y de los millones que mueren de hambre en el mundo entero.

• No sólo practicar el principio: “reduce, reutiliza, recicla” sino estar atentos a rehusar la compra y el consumo de productos peligrosos para el medio ambiente y oponerse firmemente a los programas y planes de acción que amenazan a todo tipo de vida.

• Tomar conciencia de que el sufrimiento de unos engendra el de otros, debido a la violencia humana. Por eso nuestro compromiso con la JPIC nos conduce a luchar contra toda forma de discriminación para poner en práctica el Compromiso Colectivo.

• Buscar sinceramente la luz, y tomar conciencia de la parte que tenemos en las estructuras de pecado, causa del gemido de la creación, para convertirnos en agentes de paz, de reconciliación y promotores de vida.

El mayor reto para nosotros, como Familia de Pedro Bienvenido Noailles es aunar nuestros esfuerzos para “ser y hacer familia” y para vivir el Carisma de tal manera que se convierta en reto e invitación para que otros unan sus manos a las nuestras y así la comunión será posible. Que esta gracia especial del carisma de nuestro Fundador para la Iglesia y el mundo de hoy nos haga capaces y nos de la fuerza, a nosotros, Familia de Pedro Bienvenido Noailles, de llegar a ser profetas en el contexto actual para ser vínculo de relación e interconexión y salvaguardar todo lo que vive.

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RESPONDER AL GEMIDO DE LA CREACIÓN POR LA JUSTICIA Y EL AMOR

María Dolores – Secular

España

a vida de la Secular es la vida de una mujer que, con sencillez, está entre las personas de su ambiente,

no se distingue en nada respecto a los que la rodean, simplemente, la diferencia está, en que su vida pertenece a Dios y consciente de ello, intenta hacer felices a los que la rodean; felicidad que la lleva a poner al servicio de los demás toda su persona. Hacer felices a los demás, implica, ser conocedoras de lo que puede beneficiar al resto de la humanidad. Esta actitud, nos lleva a tener una concepción cristiana de la creación, en Juan 1,3 (prólogo de su Evangelio), está la base del respeto por la creación. “Todas las cosas fueron creadas por El”…Pero, no podemos olvidar que nos está reservada una nueva creación sustentada en los pilares de la justicia. La creación, es una realidad, abierta al proyecto salvador de Dios, con el que todo hombre es llamado a colaborar para hacer del mundo un espacio habitable y solidario. Cuando leemos en el Gn. 2,15, la narración de la creación, debemos pensar en la custodia y en el cuidado de lo creado por parte del hombre, responsabilidad que nos lleva a la reflexión dicha anteriormente: la dimensión salvadora de la misma creación. La responsabilidad del hombre hacia el mundo es una elección ética, en la cual

cada uno se compromete a rendir cuentas al Creador y al resto de la humanidad, de las propias relaciones con la naturaleza. Aquí entra el concepto del amor por lo creado (ecología), que no deriva de una simple admiración estética, de la utilidad que de ella se puede extraer, o de la necesidad de salvar el «ecosistema» bajo pena de extinción de la misma existencia de los hombres. Es amar a toda la creación en su conjunto y en sus elementos, en cada hoja, en cada rayo. Cuidar los animales y las plantas. Amando cada cosa, comprenderemos el misterio divino, se agudizará nuestra sensibilidad y trasmitiremos la felicidad en el lenguaje silencioso que nos caracteriza. Eso supone que las cuestiones de nuestro tiempo se deben enfocar de una forma global, universal, aunque luego se apliquen soluciones locales. Las cuestiones son globales, como por ejemplo la nutrición, la sanidad, el empleo, la información…; pero las soluciones deben ajustarse a cada caso, cada país, cada pueblo, y a cada persona. Con esta visión global centrada en el ser humano, vemos la responsabilidad que tenemos para poder llegar a alcanzar una calidad de vida. El entorno ecológico, en el que estamos inmersos debe ser para nosotros, como un todo del que constituimos una diminuta parte. Es necesario no perder

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de vista la visión cosmológica, estamos sujetos a los sucesivos y continuos cambios de las condiciones ambientales, y el proceso evolutivo continúa. Como miembros de la Familia de Pedro Bienvenido Noailles, creo que nuestra visión y actuación debe ser de justicia,

amor, servicio y respeto. Y siguiendo las palabras de nuestro Fundador “nada puede detener vuestra carrera…”, renovemos constantemente nuestro deseo de entrega, dando la imagen silenciosa de algo que nos empuja a hacer feliz al otro.

EL GEMIDO DE LA CREACIÓN NOS DESAFÍA

Shantélle Lawrence, Asociada laica. Grupo de Durbán - Africa del Sur

l siglo XXI es un tiempo crítico en la historia de la tierra.

La humanidad se enfrenta a muchas miserias y desafíos. La familia, tradicionalmente unida, se desintegra por los numerosos divorcios. A través de los avances de la técnica, la humanidad juega a ser Dios. El mensaje que todo esto nos dirige es: “No necesitamos un padre o una madre para tener hijos”. Se añade también otro elemento al control de la especie humana sobre la vida, el hacer del aborto y de la eutanasia una norma social. En medio de todo esto, lo que aparece claramente en Sud África es la desigual distribución de la riqueza. En un polo del espectro están las personas que viven en medio del lujo, y en el otro extremo, la gente que vive en la pobreza más abyecta. Más de un billón de habitantes no tiene cubiertas sus necesidades básicas. Cuarenta mil niños mueren cada día a causa de la desnutrición. Alrededor de un billón de personas no tiene acceso al

agua potable, y más de dos billones carecen de las condiciones mínimas de higiene. Anualmente cinco millones de personas, sobre todo niños, padecen enfermedades causadas por el consumo de agua contaminada. Los desechos tóxicos, la extinción de especies, y la deforestación, son señales de advertencia que invitan a la humanidad a despertar y proteger su hogar: la tierra. Se han patentado nuevas iniciativas en ingeniería genética. Las comunidades locales, donde se cultivan estas plantas están obligadas a comprar, a determinadas empresas, lo que antes les pertenecía. Se están patentando productos alimenticios básicos como el maíz, el trigo y el arroz. Millones de granjeros, que sembraban para su subsistencia, se ven forzados a dejar sus tierras para emigrar a las grandes ciudades superpobladas, porque no pueden darse el lujo de comprar las semillas patentadas.

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A los que quieren escucharla, la tierra está pidiendo a gritos una transformación de valores y actitudes para mejorar el mundo. San pablo nos exhorta a “…vivir de acuerdo con la vocación que hemos recibido” (Ef 4,1), ¿No es ésta la vocación cristiana , y en especial la vocación de Asociados de la Sagrada Familia? “Un camino de vida” los Estatutos en el artículo 4 dicen: “Los Asociados laicos…viven su consagración bautismal en y por el mundo de hoy” Nuestro Fundador, Pedro Bienvenido Noailles nos urge así: “Asociados al ministerio de Jesucristo… como los apóstoles, debemos llenarnos de su amor…” (Guía Espiritual nº 66) El ministerio de Jesús está definido en lo que Él, por vez primera, leyó en la sinagoga: “…El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido me ha enviado para dar una buena noticia a los pobres. Me ha enviado para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la liberación a los cautivos y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor” (Is 61,1-2) San Pedro nos recuerda que aquellos que participan de la naturaleza divina deben participar en la acción divina. (Cf. Pe 2,1-4) Nuestros Estatutos, en el artículo 60, nos sitúan en el buen camino: “…procurando vivir auténticamente las Bienaventuranzas en nuestras vidas, queremos ver, con mayor facilidad, el rostro de Cristo en todos, especialmente en los pobres, marginados, excluidos que nos interpelan constantemente. Ellos nos llaman a la conversión y nos impulsan a

cambiar la estructuras, causa de las situaciones injustas.” Esto es evidente en las Ramas que fundó Pedro Bienvenido Noailles. Las Hermanas de San José realizaban su actividad entre las huérfanas; las de la Inmaculada Concepción trabajaban con los obreros y enseñaban en las escuelas parroquiales; las hermanas de la Esperanza cuidaban a los enfermos en sus casas y en los hospitales; y las Agrícolas ayudaban a las familias campesinas en granjas y orfanatos. Hemos de preguntarnos: ¿Cómo podemos hoy continuar este trabajo? Tenemos a los pobres a nuestro alrededor proporcionándonos la oportunidad de vivir nuestra vocación. Cuando nos encontramos con la injusticia, debemos ser la voz de Cristo en este mundo caótico, luchar por la paz y la justicia. ¿Somos soldados de Cristo, fuertes y confiados frente a cualquier situación, o debemos irnos por otro camino e ignorar las injusticias? ¿Unirnos en una sola voz y luchar contra el aborto, o usar una vía de escape diciendo: “es su problema…” La Asociación de la Sagrada Familia nos urge, también, a cuidar la creación de Dios: En el artículo 62 de los estatutos leemos: “En nuestro caminar hacia el Reino, acogemos la creación que emana de Dios. La respetamos y cuidamos como obra de Dios compartiendo su deseo de restaurar todas las cosas en Cristo.” ¿Tengo que hacer todo lo que está de mi parte para cuidar la tierra? ¿cómo

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enseñar a mis hijos a tener en cuenta el “medio ambiente" y por lo tanto el cuidado de la creación de Dios? ¿qué hacer para admirar su belleza y darle gracias por ello? La sociedad cambiará con el tiempo, lo necesitamos para “buscar constantemente caminos nuevos y más

adaptados al servicio de la familia humana en el mundo actual” (Estatutos. Art 63), y así construir una nueva sociedad como lo había previsto el Fundador, según la visión de Pedro Bienvenido Noailles. Habéis escuchado la llamada, llega el momento de responder.

Dios de misericordia, abre nuestros corazones y nuestros ojos, para descubrir las maravillas de tu presencia a nuestro alrededor. Que podamos ver los signos de tu belleza en nosotros y en torno nuestro y admirar siempre los sencillos regalos de la vida. Que Podamos ver los signos de tu belleza dentro y alrededor de nosotros, y admirar los dones sencillos de la vida. Ayúdanos a salir de nosotros mismos, y a dar gracias por todos los seres de la creación que comparten el universo con nosotros: pueblos de todas las naciones, animales de todas las especies, todas las formas de vegetación, los planetas, las estrellas y todos los elementos. Te lo pedimos unidos a la Palabra encarnada de Dios a cuya imagen todo fue creado. Bendice todos los seres por los siglos y por la eternidad. Señor Jesucristo, Hijo del Padre, envía tu Espíritu sobre la tierra. Que tu Espíritu habite los corazones de los habitantes de todas las naciones para que sean preservados de la degeneración, los desastres y la guerra. Que la Señora de todos los Pueblos, María, sea nuestra abogada. Amén

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LA CREACIÓN ESTA GIMIENDO, SE HA ROTO LA ARMONÍA ORIGINAL

Mons. Melchor ESPERIDA

Sacerdote Asociado – Filipinas

La Creación como proceso

e gustaría exponer, contrariamente a lo que algunos piensan, que la creación no es un

hecho realizado por el mismo Dios al principio; la creación se realizará plenamente al final de los tiempos. Es un proceso, ya está hecha pero todavía no. El paraíso del que hablan las escrituras no es algo del pasado, sino el proyecto de creación de lo que será el futuro. Es el producto final de la creación. ¿A caso la condición humana universal en la que consta que el ser humano fue creado a

imagen y semejanza de Dios, no significa que el género humano, como la Santísima Trinidad, siendo muchos llegan a ser uno porque están unidos por el amor recíproco? ¿No es esa la condición en la que se desarrolló el universo, pasando de la oscuridad a la luz, del caos al cosmos, del desorden y la discordia, al orden y la armonía? En otras palabras, cuando todo se realice según el designio de Dios el universo será un cosmos de perfecta paz, orden, unidad, armonía, dicha y prosperidad.

La condición normal del mundo y de la humanidad

No necesitamos ser muy observadores ni tener una mente muy clara para decir que nuestro mundo está muy lejos de ser un paraíso, y la comunidad humana de ser imagen de un Dios Trinidad, de ser unidad y amor. Es obvio que el mundo y la humanidad están a una distancia de años luz del proyecto establecido por Dios en el principio de los tiempos: el mundo como paraíso, y la humanidad como imagen y semejanza del Dios trinitario. La atmósfera que debería proporcionarnos aire limpio y fresco está muy contaminada. Y el peso de la polución destruye la capa de ozono. Esto

a su vez provoca el temido cambio climático que causa estragos y destrucción al resto de la creación. Los ríos y los océanos, cuyas aguas normalmente deberían estar limpias y frescas ahora están sucias, incluso los peces que deberían multiplicarse en ellas se han ido extinguiendo. Las montañas que normalmente estaban cubiertas de bosque, están actualmente desnudas. Los valles y llanuras de vegetación verde y exuberante, poco a poco, se están convirtiendo en desiertos. Los arrecifes de coral, que eran como santuarios y zonas de reproducción de los peces y de otros organismos se han destruido, sin opción a posible rehabilitación. Existe

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una reducción constante de las existencias de agua ya en situación de estrés hídrico. El nivel del agua del mar no deja de aumentar. Son frecuentes las inundaciones costeras y continentales, así como la erosión del suelo. Todos los acontecimientos anteriormente mencionados son los dolores de la creación que gime causando efectos nocivos en los seres humanos que, su vez, gimen de dolor con la creación entera. Y si añadimos a todas estas

adversidades del medio ambiente los numerosos problemas de la humanidad como la guerra, las revoluciones e insurrecciones, la pobreza, desnutrición y hambre, pandemias como el SIDA, tuberculosis, cáncer, malaria, dengue, fiebres e infecciones de intestino, tan fatales para los niños. Si no fuera por nuestra fe, podríamos pensar, que llega el fin del mundo, y que la humanidad está condenada a la aniquilación completa.

Espiritualidad de la cocreación y

soluciones de gestión

Nuestra fe nos dice que no debemos perder nunca la esperanza. Creemos que Dios es el principal arquitecto e ingeniero de la creación. Creemos que Dios inmutable nunca abandonará sus planes. El séptimo día, es decir al final de los tiempos, descansará porque todo se llevará acabo según su voluntad. Mientras tanto, a los seres humanos de la generación actual, Dios nos está dando el tiempo y la oportunidad de disfrutar de la bendición que Él nos otorga (Gen 1,28) Por esta bendición Dios estableció la dignidad del ser humano, le confió la misión y responsabilidad de suscitar y proteger la vida allá donde surja. Básicamente, la espiritualidad es hacer lo que Dios quiere que hagamos y convertirnos en lo que Dios quiere que lleguemos a ser. Los diferentes tipos de espiritualidad nos hablan de los diversos acentos que se ponen al vivirlas. San Francisco obedeció y siguió a Cristo haciendo hincapié en la vida de pobreza; Santo Domingo en la importancia de la predicación del Evangelio; Santa Teresita en una vida de sencillez y humildad,

haciendo cosas pequeñas y sencillas para agradar a Dios. La guía básica de toda espiritualidad son los mandamientos, las enseñanzas y el ejemplo de la vida de Cristo y la doctrina de la Iglesia. Dios Trinidad, mucho antes de que entregara los diez Mandamientos a Moisés, hizo al ser humano a su imagen y semejanza le bendijo y le dio dos mandamientos fundamentales destinados a toda la humanidad: 1. Multiplicaos y dad fruto; 2. Llenad la tierra y conservadla. El primer mandamiento establece que la familia humana, familia de Dios debe crecer en cantidad y calidad. Como el árbol mencionado por Jesús en el Evangelio, debe dar buenos frutos sino se la cortará. El ser humano, para crecer en calidad, debe llevar una vida íntegra y hacer obras buenas. La guía básica para hacer realidad estas enseñanzas es la vida y la doctrina de Jesús, sobre todo el mandamiento que nos dejó la noche de su muerte:

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“Un mandamiento nuevo os doy: amaos los unos a los otros como Yo os he amado.”

Este tipo de amor es la fuerza más creativa del mundo”. El segundo mandamiento habla del ser humano como co-creador y administrador en el proceso continuo de la creación. La creación debería llevar el sello de la fuerza creadora de los seres humanos. Durante este proceso, los humanos no debemos perder de vista el paraíso descrito en la escritura como la meta y el plan de la creación. Hemos de construir y no destruir, como constructores y administradores debemos gestionar su uso. Todo ser humano tiene derecho al uso y a la protección que la creación le puede proporcionar. Es triste decirlo, la humanidad no es lo que Dios quiso que fuera y no está realizando el plan que Dios soñó para ella: ser colaboradora con Él, co-creadora y administradora de la creación. En lugar de construir demolimos; en lugar de desarrollar, destruimos; en lugar de producir consumimos. La mayoría de las realidades mencionadas y los resultados adversos dependen de la desobediencia al plan de Dios: creced y dad fruto; llenad la tierra y salvaguardadla. El ser humano es responsable de todos estos males pero la mayoría de las veces actúa por ignorancia. Pensemos en el problema de la escasez de alimentos, del hambre. El mundo en general y algunos organismos en particular son culpables porque consideraron que la superpoblación es la causa de la escasez de alimentos o del hambre en países como el mío: Filipinas.

Partiendo de este razonamiento la mayoría de las ayudas que llegan se destinan a apoyar el control de natalidad, de la forma que sea, incluyendo el aborto. Se intenta persuadir a la gente de que cuantas más personas haya la cantidad de alimento disponible será menor. Creo que no peco de presunción si digo que todos estamos familiarizados con el término “recursos humanos”. Eso es exactamente el género humano: recursos. Entre todos los recursos que Dios ha hecho somos uno de los más importantes. Cuantos más “recursos humanos” haya, mejor estará el mundo. No se trata del número, sino de la falta de calidad, del tipo de seres humanos que somos. ¿Somos constructores o demoledores, desarrollamos o destruimos, producimos o sólo consumimos? Escuchad, hermanos y hermanas toda la creación, incluida la humanidad, todo gime de dolor. Es verdad que nosotros, los seres humanos somos culpables de la mayoría de los males y problemas que nos acosan, pero con la ayuda de Dios podemos superarlos. Vamos a escuchar atentamente lo que Dios nos pide que seamos y que hagamos: aumentar en calidad y cantidad; ser fecundos; llenar la tierra y salvaguardarla. Vamos a ser lo que Dios quiere que seamos: co-creadores, mayordomos de la creación. Recordémoslo: si los seres humanos crecemos en calidad y responsabilidad habrá más alimento en nuestras mesas y la creación entera mejorará. Sólo entonces la creación entera, toda la humanidad, dejará de gemir de dolor.

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NOTICIAS DE FAMILIA NOTICIAS DEL INSTITUTO

APOSTÓLICAS Noticias de la RED AMERICA LATINA: Bicentenario de la República Argentina 1810-2010

rgentina: Durante la Revolución de Mayo de 1810 un grupo de revolucionarios puso final al gobierno colonial español en el territorio del Rio de la Plata. Fue el comienzo de una nueva etapa de la historia Argentina, hoy, a 200 años de aquél

acontecimiento, compartimos algunos ecos de esta celebración llamada “Bicentenario”

Dice el poeta Gabriel García Márquez: “que la vida no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda”. La celebración del Bicentenario de la proclamación del primer gobierno patrio en la Republica Argentina, ha acrecentado la importancia del recuerdo. Para algunos probablemente, desde una aproximación superficial, a lo sumo llega a las efemérides; para otros, sin embargo, un aniversario puede ser una invitación y/o provocación para repensar cosas que encierran un sentido, quizás una revelación; en definitiva, que valga la pena todo lo celebrado.

Lo cierto es que nuestras retinas y todos nuestros sentidos guardan, el recuerdo de

lo vivido en la celebración de los 200 años. Sí, fue una verdadera fiesta popular, sin distinciones ni banderías, la emoción fue el sentimiento dominante de unas jornadas inolvidables.

En las grandes ciudades, donde sus habitantes habitualmente se desconocen y

maltratan, la alegría, la apertura, por una vez sin desconfianza, a una periferia asolada por la inseguridad y la pobreza, era una gran necesidad para todos. A lo largo y lo ancho del país el ánimo era idéntico. Celebrábamos un sentido de pertenencia, que nos hacía estar juntos, y festejábamos también pertenecer a la misma Historia, con deseos profundos de emprender el vuelo hacia una mística común, para traducirla en obras, comportamientos y valores y soñar juntos, tal vez sin saberlo, con un país equitativo, igualitario, justo y solidario.

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Han pasado los días, las luces se han apagado, y el sentimiento que nos envuelve

es que la Patria no se celebra solamente con el recuerdo de lo vivido, es también el reclamo de un origen, es la construcción de un relato sobre el porvenir, de un horizonte, de una meta, que anidan en nuestra sociedad que sueña con una vida cada vez más justa, fraterna y solidaria.

La memoria y el anhelo de la patria nos recuerdan que los ideales, por los que

tantos lucharon y dieron su vida en los orígenes de nuestra existencia independiente, son a la vez una promesa por alcanzar. La libertad, la equidad, la justicia, sólo existen en el acto por el cual se las conquista y se las sostiene cotidianamente, en el arduo empeño que ellas suponen, en el amor a los más pobres. Sólo así los aniversarios serán recuerdos para todos los que vivimos en esta patria, compartiendo felicidades y adversidades, todos en la misma tierra, trabajando, con deberes y derechos, con alegría y dignidad.

Adela Fernández - Argentina

PARAGUAY

el 13 al 18 de febrero 2010, en la ciudad de Asunción Paraguay hemos tenido el primer encuentro de los equipos de participación de la Red de América Latina (formación de base, formación continua, pastoral vocacional, gestión de bienes,

Consejo de Red). Estuvieron presentes en total 24 hermanas. El objetivo de este encuentro fue dinamizar la vida de las hermanas de la Red, poner en marcha los diferentes equipos de participación, teniendo como referencia la sesión de equipos de participación internacional ya realizada en Roma. Fueron espacios de reflexión, trabajo en grupo, oración y compartir la vida en esta experiencia de abrir nuevos caminos desde la nueva visión cósmica. Uno de los temas tratados fue la visión cósmica a la luz de la Biblia, a cargo de la Hna. Margot Bremer que subrayó lo siguiente:

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El símbolo del paraíso: desde esta nueva visión, el Paraíso se comprende como la relación equilibrada entre Dios, los hermanos y la naturaleza. En este contexto en el que la misma naturaleza muchas veces se rebela y hace sentir el sufrimiento, que le es ocasionado, “los dolores de parto”, necesitamos más que nunca rescatar y actualizar el símbolo bíblico del paraíso. Además el hecho de que Dios plante los árboles nos indica que El ama la vida y que toda vida es sagrada. Dios entrega la naturaleza al ser humano para que la cuide y la cultive. Podemos constatar que manteniendo la relación tridimensional: Dios – ecologia – fraternidad, podemos vivir el Paraíso. El Paraíso es cuestión de relacionamiento. Esto nos ayudó a relacionarlo con nuestro Carisma de Comunión. Veíamos la importancia del respeto mutuo, la interdependencia, la solidaridad, las relaciones circulares, la defensa de la vida. Sentíamos que necesitamos también un cambio no de valores sino de actitudes, ya que la espiritualidad Sagrada Familia es relación trinitaria. Constatamos que la Creación es un canto, y que es necesario redescubrir la Palabra que impregna la naturaleza. Durante el encuentro cada equipo ha elaborado y presentado creativamente la visión que le dará impulso, le acompañará durante éstos 2 años y que es fruto de los sueños y desafíos compartidos. Finalizamos estos días de encuentro con el corazón agradecido a Dios por todo lo recibido de él a través de cada una de las hermanas. La invitación del Buen Padre se hizo sentir con fuerza: ¡¡¡Nada podrá detener su carrera sigan adelante!!!

Hna. Selva Encina- Paraguay PERÚ

NUESTRO COMPROMISO COLECTIVO: “ESCOGER LA VIDA”

os preguntamos ¿Cómo escogemos la vida, en el día a día, en esta parte de la Red América Latina llamada Perú? Podemos decir que en la sabiduría de los pequeños signos, dando pasos cortos pero reales. Sensibilizándonos. El Consejo de la Red

nos envió un trabajo cuyo título era: “LA COMUNIDAD DE LA TIERRA POR LA INTEGRIDAD DE LA CREACIÓN, DE LA JUSTICIA Y LA PAZ”, al hacer este trabajo todas hemos tomado conciencia de que la crisis ecológica afecta y pone en peligro todas las formas de vida en el planeta. Somos conscientes de que la causa de la crisis ambiental es espiritual y moral, es cuestión de fe. Hoy Dios nos habla también a través de la voz de la tierra. Escuchamos esta voz y cuidamos el agua, utilizamos bolsas de tela para comprar el pan cada día, así protegemos también nuestra propia existencia. Para no atrofiarnos y depender del coche al desplazarnos, utilizamos los medios públicos de transporte y caminamos 12 cuadras

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ida y vuelta, media hora, así se emiten menos gases contaminantes, y empezamos a ser más coherentes y responsables con nuestros actos. Como dice Leonardo Boff ya no somos homo sapiens, sino el homo demens. Al desconectarnos de nuestro Creador y del resto de seres que él ha creado, hemos enfermado, perdiendo el verdadero sentido de nuestra existencia; por eso una acción que hemos empezado a practicar es sanarnos a nosotras mismas, es un trabajo personal y comunitario, un proceso. En este trabajo nos están ayudando algunos talleres que realizan algunos hermanos y que luego comparten, así como intercambiar experiencias con otras personas que están haciendo este mismo proceso en los lugares donde trabajamos. Nos conectamos con nuestro Creador dándonos permiso para sentir su amor, dejándonos amar por El. Este ejercicio nos hace más sensibles, más humanas, nos capacita para conectarnos con los demás seres de la creación y con nosotras mismas. Ahora podemos vivenciar, con más intensidad, que somos templo del Espíritu Santo y dar gracias, alabar a Dios con el hermano sol, la luna, las aves, las flores; como lo hacia San Francisco de Asís. Estamos empezando a ser transmisoras de paz, el amor de Dios, que acogemos agradecidas, nos va sanando. Nos unimos a los hermanos de la Sierra y de la Selva del Perú de una manera nueva y agradecemos su fidelidad y su práctica de lo que aprendieron de sus antepasados. Esa sabiduría que comparten y difunden estos días, con marchas y movilizaciones, pidiendo a gritos que no les sigan matando, destruyendo sus tierras, su medio ambiente, con tanta contaminación, sobre todo con las actividades de extracción de minerales, petróleo y gas. Acabamos de celebrar un año de los sucesos de Bagua, donde en una gran movilización en defensa del medio ambiente, de la justicia y la paz hubo víctimas, algunos tuvieron que exiliarse y todavía hay desaparecidos. Algunas hermanas han participado también en la marcha por la VIDA en Lima junto con otras organizaciones populares. Hoy somos conscientes de que la producción de biocombustible para alimentar las máquinas, agota las reservas de alimentos para las personas También caemos en la cuenta de que la producción de transgénicos es un invento que mata la vida y contamina y daña la biodiversidad. Nuestra oración va siendo más viva, más humana, y menos mecánica, oramos cada vez más en comunión con todos nuestros hermanos, en nuestros cantos de auxilio, de acción de gracias y alabanza participa toda la creación.

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La Nueva Visión nos está ayudando, a contemplar la creación, a sentirla siempre conectada con su Creador, a apreciar lo que nos comunica de Él, sobre todo su amor, y esto nos hace cantar con las aves, las flores, el sol y la luna a Cristo Salvador y dador de vida. En fin la creación entera nos está ayudando a ser templos de Dios expresión de su amor. Estas últimas semanas hemos trabajado en nuestras reuniones comunitarias sobre el tema “Mística y Profecía, un estilo de vida”; en este trabajo hemos confirmado que hoy no podemos ser religiosas si no vivimos la mística y profecía. El darnos permiso para sentir y acoger el amor nos está ayudando a vivir ambas dimensiones. Cuando hacemos desaparecer todos los límites del “yo” y nos llenamos de vida, como lo hace la naturaleza, ya no necesitamos manipular a Dios ni hacer nada para que nos ame, el amor es su naturaleza y también la nuestra, porque nos hizo a su imagen y semejanza. Ahora nos va siendo más fácil dejarnos amar por El, que nos sana y nos salva. Poco a poco nos vamos escuchando más a nosotras mismas, a los demás, a Dios, a la creación entera, y dejamos que Dios hable también por nosotras, que seamos su voz, su cuerpo entregado para la vida.

En el trabajo que vamos haciendo en la Diócesis de Carabayo y Chimbote: ser discípulas y misioneras con todo el pueblo de Dios, vamos compartiendo, dando y recibiendo, esta nueva manera de ser y hacer familia. Compartimos nuestra vida en los antiguos y nuevos areópagos: en la pastoral social visitando y acompañando a los enfermos. En el Colegio con niños, jóvenes y profesores. En el trabajo de escucha que realizamos junto con nuestros hermanos asociados.

En la atención a los que llegan a la parroquia pidiendo diferentes servicios. En la catequesis familiar, donde encontramos personas con diferentes problemas de adicción, sobre todo en nuestra comunidad, poniendo cada una de nuestra parte, para que nuestra casa sea hogar de comunión. Nos unimos a la oración de Jesús “Padre que todos seamos uno contigo para que toda tu creación nos sanemos y salvemos” haciendo de nuestras vidas acogida y expresión del amor del Señor Jesús. Encuentro de hermanas de más de 68 años en Perú

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En el mes de abril en Perú se reunieron las hermanas de la Red de más 68 de edad, compartieron un bello momento de su vida dialogando sobre su larga y rica experiencia en la Sagrada Familia, profundizaron en la nueva visión cósmica y cómo seguir viviéndola, comprometiéndose, una vez, más a buscar caminos para hacerla realidad. También conocieron algo de la cultura del país. Dejaron un bello recuerdo de su paso entre nosotras. Inicio del grupo de Jóvenes Sagrada Familia en Perú En el mes de mayo empezamos con el grupo de jóvenes Sagrada Familia. Un pequeño grupo, pero con muchas ganas de llenarse de Dios y conocer nuestra Familia. Están profundizando la Vida del Buen Padre e intercalando momentos de dar y compartir su tiempo en lugares que necesitan ayuda como es el Hogar de la Paz, donde hay niños, jóvenes y ancianos abandonados que viven de la solidaridad de la gente. Como Iglesia estamos viviendo un momento de “persecución”, y esto se manifiesta en el caso del Hno. Paúl Mac Auley, de la Salle, quien trabaja en la selva amazónica con los indígenas. Su labor de concientización a favor de la vida, molesta a grandes empresarios y al gobierno que le ha expulsado del país, pues su labor es considerada como delito y alteración del orden público. Por ello, como Familia de Pedro Bienvenido Noailles, Iglesia local, y Vida Religiosa participamos en una Vigilia de protesta contra estos actos contra nuestros hermanos misioneros extranjeros.

Hna. Isabel Tamayo Perú

CONTEMPLATIVAS

ompartimos, con todos los miembros de la Familia, los acontecimientos que han marcado la Vida del Vicariato durante el año 2009.

En momentos diferentes, pero con un mismo espíritu, los cuatro monasterios han celebrado el 150 aniversario de la fundación de las Contemplativas: el 7 de junio en Nagoda; el 14 del mismo mes en Oteiza; el 6 de septiembre en La Solitude y Posadas. En cada celebración participaron todos los miembros de la Familia, presentes en los diferentes lugares. Juntos hemos “hecho memoria” de esta fundación, deseada desde hacía tanto tiempo por el Fundador, y realizada al final de su vida. Agradecemos los numerosos testimonios recibidos, y la comunión expresada de diversas maneras.

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Continuamos, como Vicariato, el proceso de discernimiento que decidió el Capítulo de 2009 y que se puso en marcha en abril del mismo año. Actualmente entramos en la 2ª etapa del proceso, que confiamos a vuestras oraciones. La Solitude continúa acogiendo a jóvenes hermanas de Ruanda y de la República Democrática del Congo. Odette, natural de Ruanda, ha renovado los votos el 18 de diciembre, Marie Constantine, también de Ruanda, comenzó el noviciado el 29 de abril. Gisèle y Silvérie del Congo, después de una estancia de 6 meses, han solicitado seguir su formación en la vida contemplativa. Acogemos con alegría a estas jóvenes, que el Señor llama, y las confiamos a vuestra oración. La comunidad de Nagoda, formada por diferentes generaciones, con la gracia de Dios, vive en armonía y las hermanas se apoyan mutuamente. Renovaron sus votos cuatro hermanas el 12 de junio . Una hermana joven, Catherine, está terminando el 2º año de Teología en “El Angelicum”, en Roma. Posadas acogió, con alegría, dos hermanas de Nagoda el 12 de octubre. Sor Anette y Sor Elisabeth que respondieron generosamente a la petición de Sor Bernadette. En mayo se decidió que Sor Trinidad Paniagua, último pilar de la fundación de Posadas, llevada a cabo al final de 1993, se integre la comunidad de La Solitude donde ya vivió varios años. En unas y otras es evidente que el Espíritu de Solo Dios está vivo y actúa. Con los habitantes de Sri Lanka, nos alegramos por el fin de la guerra. Continuamos pidiendo para que todos puedan gozar de una paz justa y duradera. La provincia de Misiones, donde está inserta la comunidad de Posadas, continúa creciendo, de tal manera que en 2009, el Papa creó una tercera diócesis: Obera. El primer obispo de la nueva diócesis fue Mons. Victor Arenhardt, un hijo de esta tierra colorada. El 17 de mayo fue el último día de su peregrinación por este mundo porque murió en un accidente de coche junto con el canciller. En la nueva diócesis se vivió una consternación general, la esperanza es una fuerte llamada para la Iglesia de Oberá, posadas e Iguazu.