afecto, familia y escuela

AFECTO, FAMILIA Y ESCUELAUNIVERSIDAD DE CHILE - ILAE

SOCIOANTROPOLOGIAYOLIMA PUENTES GONZALEZ

AFECTO, FAMILIA Y ESCUELA

¿Qué tan importante puede llegar a resultar el afecto en el aprendizaje de

nuestros estudiantes?

La experiencia al trabajar durante un tiempo en ciudad Bolívar, localidad 19,

con estudiantes de bajos recursos económicos, que pertenecen a familias con

situaciones particulares, que dificultan a la familia del estudiante, tener las

condiciones óptimas y a veces ni siquiera las mínimas para desarrollar su

actividad escolar, hizo evidente que los padres y madres de muchos hogares

deban salir a trabajar muy temprano y regresar tarde a sus hogares y que por

su preocupación por conseguir el sustento diario, no están pendientes de los

hijos, porque se limita el tiempo con ellos e incluso se dialoga poco.

Aunque algunas administraciones locales y distritales han procurado darle a

Ciudad Bolívar algo de bienestar no es suficiente. Estas familias se ven

enfrentadas a sufrir con valentía esta difícil realidad: Niñas y niños en un

abandono casi total. Para evidenciar esta situación se pueden tomar como

muestra dos colegios, uno en el barrio Villas del Diamante y otro en el Barrio

Los Alpes, que aun cuando están en Bogota, están situadas en sitios que no

parecen barrios de ciudad, si no que se asemejan a pueblos pequeños, con

estudiantes que al entrar en contacto con los maestros se refugian en ellos, de

tal forma que los docentes deben asumir un rol mas bien de padres, pero no

padres sustitutos, si no que toman un rol que no asumen los verdaderos. Son

los profesores quienes los que escuchan, abrazan, solucionan problemas de

afecto y convivencia e incluso saben cosas de sus estudiantes que los propios

padres nunca sabrán.

Los niños en ausencia de una institución como la familia, buscan remplazarla

con otra u otras, ya que de todas formas la necesitan. Como lo afirman Berger

y Luckman, “El Proceso por la cual las instituciones aparecen fuera del

individuo, persistentes en su realidad "están ahí", existen como realidad

externa "[...] el individuo no puede comprenderla por introspección: debe "salir"



a conocerlas, así como debe aprender a conocer la naturaleza[...] el mundo se

experimenta como algo distinto a un producto humano".1

Surge un cuestionamiento al ver este panorama. ¿Por qué los padres delegan

totalmente la socialización primaria a los educadores de sus hijos?, y ¿Por qué

se da este fenómeno? ¿Es totalmente su culpa? ¿Será culpa de las

condiciones dadas por el estado? ¿Se está violando el derecho del niño a tener

una familia2?

Berger y Luckman, presentan La socialización primaria como aquella que crea

en la consciencia del niño una abstracción progresiva que va de los roles y

actitudes de otros, específicos, a los roles y actitudes en general. Esta

abstracción se denomina el otro generalizado3. Su formación dentro de la

conciencia significa que ahora el individuo se identifica no sólo con otros

concretos sino con una generalidad de otros, con una sociedad, siendo esto,

como sostienen los autores, una fase decisiva de la socialización, entendiendo

además que el lenguaje es el vehículo principal de este proceso. La relación

entre el individuo y el mundo social es como un acto de equilibrio continuo.

Ésta se da principalmente en el seno familiar, pero ¿qué pasa cuando el padre

y la madre deben salir de la casa desde las 5 de la mañana y deben laborar en

la informalidad, reciclando, vendiendo dulces u otros productos e incluso

delinquiendo para llevar lo poco que consiguen para el sustento diario de su

familia, y regresan ente las 10 y 11 de a noche cuando sus hijos están

dormidos? Es una realidad triste, que deben vivir los niños de este sector, y su

socialización la dan la calle y la escuela, que de una u otra forma, terminan

remplazando la familia.

El proceso dialéctico de construcción social de la realidad es resumido por

Berger y Luckman así "La sociedad es producto humano, la sociedad es una

1 BERGER, Peter L.; Luckmann, Thomas. La construcción social de la realidad. H.F. Martínez de Murguía. 1991.2 CONTITUCION Política de Colombia, Titulo I, De los Principios fundamentales, art. 5. Imp. Nacional.19913 Ibíd. Pág. 85



realidad objetiva, el hombre es un producto social".4 ¿Pero que producto social

se puede obtener en estas condiciones?

Los estudiantes aprenden más con afecto. Es lógico pensar que en esta

deprivación afectiva, el afecto debe ser conseguido en la calle o la escuela, en

donde se aprende lo que no se pudo en la familia. La escuela puede tomar un

papel protagónico, que permita crear un nuevo habitus, en el que el menor

pueda aprender, a socializarse y formarse como persona útil a la sociedad, a

pesar de su historia familiar. Entendiendo el habitus como “El proceso de

inculcación de un arbitrario cultural y como incorporación de determinadas

condiciones de existencia; lo que parece sugerir dos modos distintos de

generación del habitus: la inculcación y la incorporación”5. La inculcación, tal

como es analizada en “La Reproduction”, Bourdieu dice que es “una acción

pedagógica efectuada dentro de un espacio institucional”, que en el caso de

muchos escolares, no es encontrada en su familia, sino en la escuela donde

son los profesores, quienes están dotados de autoridad de delegación, que

imponen normas, imparten conocimientos y dan el afecto que necesitan. La

incorporación, en cambio, remite a la idea de una interiorización por los sujetos

de las regularidades inscritas en sus condiciones de existencia, que estos niños

y niñas encuentran tanto en la escuela como en la calle.

“La acción pedagógica de la familia y de la escuela [...] se ejerce por lo menos

en igual medida a través de condiciones económicas y sociales que son la

condición de su ejercicio, que a través de los contenidos que inculca”6. Lo que

Bourdieu postula es, entonces, una articulación dialéctica entre inculcación e

incorporación, entre lo institucional y la experiencia del mundo social. Como

señalan Berger y Luckman" “El individuo no nace miembro de una sociedad,

sino que es inducido a participar en la sociedad a través de la internalización de

sus normas”. 7

4 Ibíd. Pág... : 1655 BOURDIEU, Pierre et Jean-Claude Passeron, 1970, La Reproduction, Éléments pour une théorie du système d’enseignement. Paris: Ed. de Minuit. 19706 BOURDIEU, Pierre, La Distinción, París: Ed. de Minuit. , 19797 BERGER, Peter L.; Luckmann, Thomas . La construcción social de la realidad. H.F. Martínez de Murguía. 1986 Pág.. 164



Es un hecho que muchos autores consideran a la familia como cimiento de la

sociedad, “Las relaciones sociales y afectivas que el niño establece con las

personas que están a cargo de su cuidado desde el momento del nacimiento

son fundamentales para su supervivencia y desarrollo. Diversos investigadores

interesados en el estudio del desarrollo socio afectivo de los niños coinciden en

afirmar que el modelo de relación afectiva que se establezca entre el niño y sus

cuidadores en el contexto familiar, se convertirá en el cimiento de su proceso

de socialización y de su adaptación en otros contextos (por ejemplo, la escuela)

(Ainsworth, 1991; Bowlby, 1969; Cassidy, 1999; Weinfield, Sroufe, Egeland,

Carlson, 1999).”8 Pero en los últimos tiempos se ha venido perdiendo ese papel

protagónico por delegación o por abandono, debido a causas como el trabajo,

la pobreza y muchas otras circunstancias del mundo de hoy.

Desde la experiencia se puede decir que las relaciones interpersonales, entre

el niño y el docente, pueden llegar a ser verdaderos lazos de afecto, que

pueden ser usados como “enganche” para motivarlo a aprender y no sólo es

aprender ciencia y conocimientos académicos, sino aprender a vivir con otros,

a confiar en personas diferentes a su familia. Muchas veces la familia resulta

algo lejana al niño y es el maestro y sus compañeros de clase quienes se

convierten para él en su imaginario en su nueva Familia. “Los maestros tienen

un papel preponderante en la vida de los niños una vez éstos ingresan al medio

escolar, y que la relación que se establece entre ellos puede llegar a tener una

influencia tan fuerte en el ajuste social y académico de los niños como la que

tiene la relación con los padres (Pianta, 1999; Birsch & Ladd, 1997; Howes,

Matheson & Hamilton, 1994; Lynch & Cicchetti, 1992).9 Por esa razón, se

puede decir que en la localidad en general, la importancia del docente y la

escuela, son la base para que los estudiantes puedan encontrar el afecto que

les es negado por sus familias y los aleje de los peligros de la calle.

En los últimos 8 años en que se ha tenido contacto y relación directa con

estudiantes de estos dos colegios, en los que se dio especial énfasis en la

8 Citado por: REVISTA INFANCIA, ADOLESCENCIA Y FAMILIA, Vol. 1, No. 1, Abacolombia. 2006. Pp. 39-609 Ibit.



enseñanza enmarcada en la potenciación y aprendizaje de valores y la

enseñanza en el afecto, se ha visto que los niños y jóvenes que han participado

en dicho proceso son:

Menos agresivos en el colegio que por fuera de él.

Prefieren estar más en la escuela que en casa.

Son más afectivos y se interesan más en las personas.

Esta forma de usar el afecto como estrategia para mejorar la convivencia en las

aulas, propiciando las manifestaciones de solidaridad, cooperación y cariño,

logra cambiar la forma en que se relacionan con sus pares y sus maestros,

reflejado en una forma mas agradable de convivir. Al comparar a estudiantes

que han vivido este proceso con estudiantes nuevos que no han estado en él,

se manifiesta que se comportan de una forma más individualista y a veces más

violenta.

En ocasiones estos resultados se reflejan también en las familias de estos

estudiantes cuyos padres agradecidos, saludan de forma muy cordial y lo

hacen aun cuando han pasado varios años de que sus hijos estuvieron en

dicho proceso.

Toda persona, como ser humano inteligente, crece físicamente y en

capacidad cognitiva y por medio de su voluntad, modifica, mejora y

produce cambios en su conducta a nivel personal y en relación con los

demás de su grupo y el entorno. “El niño, el joven, el adulto viven una

realidad social, conforme con la naturaleza, la civilización y la cultura.

Tienen que relacionarse con los demás por su característica de ser

gregarios”10.

Las estrategias pedagógicas que se han venido usando e implementando para

lograr mejores resultados de convivencia y trabajo en valores por medio del

afecto, han sido variadas, algunas de ellas son:

10 Sociología: Naturaleza social del hombre. N. J El ser humano crece y se perfecciona en el grupo. El ser humano es un ente social... (fotocopias)



La ronda, el canto, el juego, cambio de roles, el contacto con juguetes y

muñecos de trapo y/ o peluche, el propiciar relaciones afectivas con el maestro,

por medio del abrazo, del afecto o expresado por medio de estímulos, tales

como: el reconocimiento verbal, las bromas, las tarjetas, los dulces los mimos y

otras expresiones de cariño.

Estas estrategias han propiciado que muchos niños, niñas y jóvenes se sientan

reconocidos, valorados y aceptados, lo cual ha permitido que se reconozcan a

ellos mismos y se aumente su auto estima y mejore la forma en que se

relacionan con el otro. “[…] de tal manera, que toda vivencia y saber

contribuye a su bienestar y al bienestar de todos. Para ello, se hace

necesario que cada uno conozca los principios y valores de la convivencia

para que puedan hacer una recta utilización de los recursos en orden a un

desarrollo sostenible y vida plena”11.

Con el transcurso del tiempo, la historia del hombre demuestra cómo se

vienen generando ciertas condiciones sociales para mejorar el sitio en que

le corresponde desarrollarse. El joven del colegio, para ser libre y

pensante, con capacidad de decidir y obrar, necesita de una buena

educación y buen desarrollo de sus habilidades y destrezas intelectuales,

éticas y demás que juegan un papel importante en el proceso de su

preparación para la vida individual y como integrante de un grupo, sea la

familia, sea en el trabajo, el deporte, la vida social o política en cada uno

de los cuales debe aprender a vivir y a relacionarse. Esto es la

convivencia....

Sólo con una buena educación la persona se conoce a si misma, conoce

sus capacidades y asume actitudes favorables para sí mismo y su entorno

que lo llevan a lograr una autoimagen positiva. Y a ubicarse con éxito en la

vida y a ser aceptado y aún seleccionado para formar parte de un grupo

importante. La buena educación se desenvuelve en un medio socializante y

socializador.

11 BEDOYA B., William y DUQUE J., Hernando. Pedagogía de los Valores. Santafé de Bogotá. San Pablo. 1996



“El hombre está asociado con la naturaleza y debe comprender los

términos de esa asociación. Esta asociación comprende todos los valores

cualitativos que el hombre necesita. Esa asociación es la expresión de

respeto y de responsabilidad por los demás seres de la tierra”12

Seria interesante que en los colegios se pudiera trabajar con la pedagogía del

afecto, para disminuir las agresiones, las amenazas entre estudiantes y entre

ellos y sus maestros. Se debería pensar en un mundo más cordial.

La enseñanza con amor y reconocimiento y por lo tanto respeto hacia el

estudiante, es una forma de lograr que las familias, en el futuro, cambien los

esquemas que han hecho que surjan problemas como la violencia y el maltrato

en todas sus expresiones.

12 RIOS DUQUE, José Gildardo. Ecología y Desarrollo humano. Santafé de Bogotá. Edit. Magisterio 1996.



BIBIOGRAFIA

BEDOYA B., William y DUQUE J., Hernando. Pedagogía de los Valores.

Santafé de Bogotá. San Pablo. 1996

BERGER, Peter L.; Luckmann, Thomas . La construcción social de la realidad.

H.F. Martínez de Murguía. 1986

BOURDIEU, Pierre, La Distinction, Paris: Ed. De Minuit. , 1979

BOURDIEU, Pierre et Jean-Claude Passeron, La Reproduction, 1970,

Éléments pour une théorie du système d’enseignement. Paris: Ed. de Minuit.

1970

CONSTITUCION Política de Colombia, Titulo I, De los Principios

fundamentales, art. 5. Imp. Nacional.1991

REVISTA INFANCIA, ADOLESCENCIA Y FAMILIA, Vol. 1, No. 1, Abacolombia.

2006.

RIOS DUQUE, José Gildardo. Ecología y Desarrollo humano. Santafé de

Bogotá. Edit. Magisterio 1996.

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