actividad tesoro documental j c g a

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Asignatura: Capitalismo y mundialización económica Actividad: Tesoro documental Grupo: 1303-0300-02 Asesora: Villegas Vidals Tania Alumno: EAD121_0216 González Aguilar Juan Carlos Fecha: 23/04/13

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Page 1: Actividad Tesoro Documental J C G A

Asignatura: Capitalismo y mundialización económica

Actividad: Tesoro documental

Grupo: 1303-0300-02

Asesora: Villegas Vidals Tania

Alumno: EAD121_0216 González Aguilar Juan Carlos

Fecha: 23/04/13

Page 2: Actividad Tesoro Documental J C G A

Francisco Javier Clavijero es considerado el primer historiador mexicano de importancia.

Francisco Xavier Clavijero (su nombre puede también encontrarse escrito con Javier en lugar de Xavier o Clavigero en lugar de Clavijero, y en su forma italianizada Francisco Saverio Clavigero o Clavijero) fue un historiador y religioso mexicano (o, con más precisión, novohispano). Hijo de padre español y madre criolla; Fue el tercer hijo del matrimonio formado por Blas Clavijero y Ma. Isabel Echegaray. Nació en el Puerto de Veracruz (México) el 9 de septiembre de 1731; murió en Bolonia Italia el 2 de abril de 1787.

Su padre trabajaba para el gobierno de la corona española por lo que la familia se trasladaba de una población a otra constantemente, y casi siempre en regiones con fuerte presencia indígena, así fue como desde niño aprendió la lengua náhuatl, lengua que le serviría más tarde. Su acervo cultural también incluye el conocimiento de numerosas lenguas, entre ellas, además del español, el griego, el latín, el hebreo y diversas lenguas europeas.

Con relación a las lenguas indígenas, Clavijero habla y escribe en náhuatl, otomí y mixteco, manejando gramaticalmente otras 20. Cuando se convirtió en maestro misionero e historiador. Vivió la familia en Teziutlán Puebla, y más tarde en Jamiltepec Oaxaca, en la región Mixteca del estado.

Sus primeros estudios los efectuó en la ciudad de Puebla. Allí asistió al colegio de San Jerónimo, donde estudió gramática, y luego al centro jesuita de San Ignacio, donde inició sus estudios de filosofía, latín y teología. Al terminar sus estudios sintió vocación por el sacerdocio e ingresó en el seminario de Puebla, en donde estuvo muy breve tiempo, pues decidió convertirse en sacerdote jesuita, por lo que en febrero de 1748 se trasladó al colegio que esa orden tenía en Tepotzotlán. Allí perfeccionó sus conocimientos de latín, y aprendió griego clásico, francés, portugués, italiano, alemán e inglés.

Su poliglotía le permitió dedicarse a estudiar distintas culturas, estudios que le servirían más tarde. En 1751 fue enviado de regreso a Puebla, donde se dedicó a profundizar en el estudio de la filosofía. Entre sus lecturas de aquella época están Descartes, Newton, Leibniz y muchos otros. Así surgió el interés que siempre tuvo por la filosofía y el pensamiento crítico modernos, que lo llevaría a plantear la necesidad de transformar los estudios científicos y filosóficos que se impartían en el ambiente colonial de su tiempo.

A continuación fue enviado a la Ciudad de México para que completara su formación teológica y filosófica en el Colegio de San Pedro y San Pablo. Allí convivió con estudiantes de la talla de José Rafael Campoy, Andrés Cavo, Francisco Javier Alegre, Juan Luis Maneiro, Pedro José Márquez y otros más que han sido llamados "los humanistas mexicanos del siglo XVIII". En ese tiempo, cuando aún no había concluido sus estudios, se dedicó a la docencia por algún tiempo, y fue prefecto del Colegio de San Ildefonso. Tiempo después sus superiores le encomendaron la cátedra de retórica en el Seminario Mayor de los jesuitas; nombramiento excepcional, puesto que Clavijero todavía no había sido ungido sacerdote.

Hacia 1755, Clavijero fue consagrado sacerdote jesuita y a partir de entonces se dedicó por completo a actividades ligadas a la docencia e investigación, estuvo impartiendo enseñanza en el Colegio de San Gregorio, creado al inicio de la colonia para impartir educación y formación cristiana a jóvenes indígenas, allí pasó cinco años durante los cuales al margen de sus labores docentes se dedicó a seguirse cultivando.

Sin embargo su paso por el Colegio de San Gregorio no estuvo exento de percances, en una carta fechada el 3 de abril de 1761, el padre Pedro Reales provisor de la Orden de la Compañía de Jesús le reclama: de haber sacudido enteramente el yugo de la obediencia, respondiendo con un no quiero a lo que se le encarga, como ayer sucedió, o por lo menos esa respuesta se le dio al superior, que a la verdad no sé qué camino tomar para que Vuestra Reverencia se componga y contenga en su deber. Mudanza de lugar es poco remedio, y ninguna satisfacción a la vida y ejemplo que Vuestra Reverencia ha dado, abstrayéndose casi todo del fin único de los que viven en ese Colegio, y entregándose a otros cuidados y estudios que le embargan (...)

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Queda claro lo que eran esos "otros cuidados y estudios que le embargan" al padre Clavijero, no eran otros que los códices aztecas y libros de la época de la conquista que se guardaban en el colegio vecino, como apreciada herencia de don Carlos de Sigüenza y Góngora al Colegio de San Pedro y San Pablo.

Es probable que como resultado de la amonestación del padre Pedro Reales previsor de la Orden, el padre Clavijero fue enviado a la ciudad de Puebla al Colegio de San Javier en Tepotzotlán, dedicado a la formación de jóvenes indígenas, lugar donde pasó tres años. En 1764 sus superiores le trasladaron a Valladolid (hoy Morelia) para hacerse cargo de la asignatura de filosofía en el seminario mayor de la localidad. La buena labor desarrollada le valió para ser enviado a la ciudad de Guadalajara una población más importante que sus dos anteriores destinos, en donde también le fue encargada la cátedra de filosofía. Es allí en donde redactó y concluyó su tratado de Physica Particularis que junto con Cursus Philosophicus revelan su pensamiento filosófico-científico.

La Compañía de Jesús, influyente y poderosa también tenía sus detractores y enemigos, a raíz de acusaciones y traiciones fue expulsada de los dominios españoles en 1767, los misioneros jesuitas trabajaron en forma pacífica casi desde la fundación de la Orden en la Nueva España, hasta que en febrero de 1768 les llegó a orden de expulsión decretada por Carlos III de España.

Expulsados los jesuitas, Clavijero embarcó rumbo a Italia donde viviría el resto de su vida, al llegar vivió un tiempo en Ferrara Italia y finalmente se radicó en Bolonia Italia donde moriría.

Al trasladarse a Italia el padre Clavijero al fin tuvo todo el tiempo para dedicarse a sus investigaciones históricas y aun cuando le faltaban los códices aztecas, libros de consulta y libros de los primeros cronistas españoles que había estudiado, guardaba en su memoria la información necesaria como para escribir la obra que siempre había acariciado, La Historia Antigua de México. Por esos días llegó a sus manos un libro titulado Investigaciones filosóficas sobre los americanos y escrito por un autor prusiano llamado Cornelius Paw. Ese libro le reveló a Clavijero la ignorancia que tenían en Europa sobre la naturaleza y cultura americana y lo animó a iniciar sus obras para mostrar la verdad de la historia de los mexicanos.

Durante varios años trabajó en su Historia Antigua de México, ya consultando las bibliotecas italianas que tenían libros sobre el tema, ya enviando correspondencia a sus amistades en México para que consultaran las obras allí guardadas y le enviaran notas sobre tal o cual libro o códice. Finalmente pudo comunicar a sus amistades que había concluido la obra compuesta por 10 tomos en los que narraba la realidad cultural del México de antes de la conquista española. Originalmente la obra fue escrita en idioma español, sin embargo el padre Clavijero la tradujo al italiano con ayuda de amistades que eran hablantes nativos de ese idioma para pulir el lenguaje antes de mandarla imprimir, así fue como en 1780 salió la obra a la luz y rápidamente fue recibida por los estudiosos de la época con gran satisfacción al grado que no pasó mucho tiempo antes que fuera traducida el inglés y al alemán. Habrían de pasar muchos años antes que la obra fuese publicada en el idioma original en que fue redactada, el idioma español. Además, la primera edición en español, publicada en Londres en 1824, fue una traducción de la versión italiana, realizada por el español José Joaquín de Mora.1

El padre Francisco Javier Clavijero falleció en Bolonia el día 2 de abril de 1787 a las cuatro de la tarde, tenía al morir 56 años de edad. No vivió lo suficiente para ver publicada su Historia de la Antigua o Baja California, historia que escribió apoyándose en las cartas y escritos de misioneros jesuitas que evangelizaron la península de Baja California ya que el padre Clavijero jamás visitó esas tierras.

El 5 de agosto de 1970 los restos del padre Clavijero fueron repatriados, llegaron a su natal Veracruz donde fue recibido con todos los honores debidos al ilustre hijo ausente. En la actualidad descansa en Rotonda de las Personas Ilustres en el panteón Dolores de la Ciudad de México.

Escuelas, bibliotecas, jardines botánicos, avenidas y parques le han sido dedicados a su memoria a lo largo y ancho de la república mexicana.

Fuentes todas el 23/04/13 de:

“http://187.141.18.108/mod3/moodle/file.php/34/capitalismo/index.html”“http://www.inah.gob.mx/reportajes/5797-un-2-de-abril-hace-245-anos-inicio-la-travesia-jesuita-al-exilio”“http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Javier_Clavijero”

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