actividad 4 teoría y práctica docente

5
Universidad Fermín Toro Vice Rectorado Académico Decanato de Investigación y Postgrado Maestría en Educación Mención Docencia Universitaria Realizado por: Luz Eilen Hurtado Ríos C.I.: 25.724.567 Grupo 6 Materia: Teoría y Práctica Docente Prof. Héctor González San Cristóbal, 30 de marzo de 2015

Upload: luz-eilen-hurtado-rios

Post on 01-Oct-2015

212 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Análisis sobre la observación pedagógica o participante

TRANSCRIPT

  • Universidad Fermn Toro Vice Rectorado Acadmico

    Decanato de Investigacin y Postgrado Maestra en Educacin

    Mencin Docencia Universitaria

    Realizado por:

    Luz Eilen Hurtado Ros

    C.I.: 25.724.567

    Grupo 6

    Materia: Teora y Prctica Docente

    Prof. Hctor Gonzlez

    San Cristbal, 30 de marzo de 2015

  • Tema 3 Actividad 4: La Observacin Participante o Pedaggica

    El presente ensayo critico hace referencia a la observacin

    participante o pedaggica, y tiene como objetivo analizar cmo ha sido la

    prctica educativa y reflexionar acerca de cmo los docentes observan los

    principios que rigen las relaciones dentro de la convivencia en el entorno

    educativo formal.

    En el transcurso de la prctica educativa son diversas las

    interacciones que el docente ejerce con sus educandos durante el proceso

    de enseanza-aprendizaje; dichas interacciones determinan un sin fin de

    acciones comunicativas para ser atendido, mirado, observado, escuchado,

    reconocido e interpelado por los alumnos, con la finalidad de conseguir

    generar procesos de aprendizaje.

    En base a lo expuesto anteriormente podemos decir que son los

    modelos educativos asumidos por el docente, los que fundamentan

    determinadas prcticas de enseanza en el aula; sin duda el medio

    fundamental donde los docentes desplegamos todos nuestros recursos

    pedaggicos y personales para cumplir con nuestra labor, que tiene como eje

    medular la relacin con el alumno. Y como toda relacin humana, posee una

    serie de caractersticas que le imprimen un sello y una dinmica particular.

    Sin embargo la relacin docente-educando en el aula presenta una

    estructura que la hace especialmente diferente de cualquier otra

    interpersonal. Personalmente considero que la relacin entre docente-

    educando no se establece en principio sobre una base de simpata mutua.

    Ms bien, est fundamentada en una especie de imposicin, ya que se da

    sin consulta o consentimientos previos de ambas partes, lo cual genera

    principalmente al inicio de cada periodo lectivo, expectativas mutuas que se

    confirman o no de acuerdo al desempeo de ambas partes. En la mayora

  • de las ocasiones esta relacin se establece al principio ms que con respeto,

    con miedo de parte de los estudiantes, muchas veces fundamentada en

    experiencias de sus compaeros.

    Por otro lado tenemos que la diferencia de edad y grado de madurez

    marcan la intensidad, variedad e irracionalidad de las reacciones,

    comportamientos, actitudes y motivaciones de los alumnos. Hay una serie de

    estudiantes que en varias oportunidades se comportan como nios pequeos

    ante cualquier exigencia del docente reaccionando en la mayora de las

    oportunidades con violencia, y es aqu donde el docente debe reaccionar con

    prudencia, paciencia y ecuanimidad pero sin dejar de exigir, para que de esta

    forma se pueda solventar la situacin; claro en algunas ocasiones esto es

    imposible ya que los estudiantes actan sin ningn tipo de tolerancia ni

    respeto hacia el docente.

    Cuando la docencia se ejerce por conviccin y con amor, lo que

    buscamos es servir a los fines particulares de los alumnos, es decir, los

    docentes damos y los educandos reciben, sin devolver. Los estudiantes, en

    el buen sentido del trmino son ingratos ya que por lo general no devuelven

    lo que reciben, aunque como cada regla tienen su excepcin hay estudiantes

    que demuestran su agradecimiento por los aprendizajes alcanzados y lo que

    signific el paso del docente por sus vidas, lo que es una recompensa a

    nuestra labor.

    En nuestra condicin de docentes nos corresponde generar un clima

    apropiado en el aula de clase, basado en tolerancia, pluralismo y respeto,

    para de esta forma garantizar la fluidez de las relaciones con los estudiantes.

    En este sentido, tenemos en nuestras manos la posibilidad de generar un

    ambiente rico en situaciones de crecimiento, por defecto, un ambiente lo

    suficientemente tenso e incmodo que termine frenando las particularidades,

  • iniciativas y participacin de los estudiantes. A este respecto para lograr un

    buen clima es importante que los docentes procedan con tolerancia, respecto

    al conocimiento de los alumnos, estableciendo confrontaciones con respeto

    donde se pruebe si algo es de una manera o de otra; en diversas situaciones

    los estudiantes reaccionaran de acuerdo con lo que han visto de su profesor;

    esto sucede porque el docente es un ejemplo para sus estudiantes; si el

    educando descubre en el profesor los mismo defectos o vicios contra los

    cuales predica la accin del docente no se cumplir correctamente.

    Para que las relaciones docente-alumno no se vean deterioradas es

    necesario que el profesor establezca regla claras y sanciones efectivamente

    impuestas, debe existir objetividad y continuidad, los alumnos esperan que

    las reglas se cumplan y es al docente a quien le corresponde establecer el

    control disciplinario en el aula. Trasladar por comodidad, por debilidad, o por

    no afectar su popularidad a los superiores, la correccin o la sancin,

    supone una prdida de prestigio para el docente.

    Finalmente, podemos decir que la relacin docente-educando se basa

    en la apreciacin de los papeles que ambos desempean y que con el

    tiempo se delimitan, se precisan y consolidan. Como docentes debemos

    instruir, corregir, estimular formar y orientar. Los docentes debemos ser

    ntegros en el conocimiento de la materia que impartimos y clidamente

    exigentes por ser ejemplares de esta forma lograremos el afecto y la

    admiracin de nuestros estudiantes, nuestro prestigio mover a los alumnos

    a responder con respeto, atencin e inters por nuestra clase. La forma de

    ser, las necesidades, los prejuicios y las obligaciones de los profesores

    influyen significativamente en lo que transmite a los estudiantes y tambin

    sus respuestas. Cuando los docentes no dominamos las reacciones, nos

    dejamos llevar por nuestra emociones y simpatas, reflejamos nuestro tedio,

    externalizando contrariedad con alguna norma de la institucin, cuando

  • extrapolamos nuestra experiencia personal como modelo de lo que debera

    ser o lo que se debera hacer, mediatizamos y contaminamos la relacin con

    sus alumnos.

    En definitiva, considero muy personalmente que la prctica docente en

    el mundo de hoy, debe por obligacin abandonar el paradigma tradicional

    donde la base principal de relacin con el alumno y el conocimiento es el

    docente; adoptando un paradigma donde se atienda la diversidad y se

    respeten las individualidades de nuestros estudiantes, reconociendo que

    cada uno de ellos son seres totalmente diferentes, con diversas necesidades,

    intereses, motivaciones, adems de ritmos y estilos de aprendizaje distintos.

    Esto nos obliga como docentes a plantear procesos de aprendizaje

    diversificados que se adapten a las exigencias educativas diferentes de

    nuestros estudiantes, cambiando no solo nuestra postura, sino tambin

    nuestras acciones, que plantean ahora un curriculum ms abierto y flexible,

    que busque el aprendizaje de todos y no slo de un pequeo grupo.

    Generando una educacin con tolerancia, pluralismo y respeto.