actitudes de un medico con su paciente

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Actitudes de un medico con su paciente La entrevista médica y la relación con el paciente: Debe ser buena y de confianza para esto tenemos los siguientes pasos. Lugar dónde se desarrolla la entrevista. El lugar y las circunstancias donde se desarrolla la entrevista médica deben ser adecuados. Es necesario disponer de algún grado de comodidad, privacidad, silencio e iluminación. En una consulta el paciente se abre al médico y le confía aspectos muy personales. Es necesario que el lugar tenga suficiente privacidad. El médico debe guardar las reservas del caso, respetando el “secreto profesional”. Es normal que durante esta conversación quieran estar presentes uno o más familiares, a quienes hay que saber acoger. No conviene que participen muchas personas ya que es fácil distraerse y la comunicación con el enfermo se puede ver interferida. El manejo del tiempo. Se debe programar un tiempo razonable para atender bien a cada paciente. La citación de los enfermos debe estar debidamente planificada. Se debe evitar hacer perder tiempo a los pacientes. El medico debe tener el cuidado de llegar sin atrasos a su consulta. También debe saber ajustarse a la programación. Para lograr el mejor uso del tiempo disponible, es importante poder guiar la entrevista, saber qué preguntar y evitar que el paciente divague sobre aspectos que nada aportan. Actitud y preparación profesional. El médico debe mantener siempre una actitud de servicio y tener la serenidad y tranquilidad necesarias para ofrecer su atención en las mejores condiciones. También, y aunque parece obvio decirlo, debe tener una preparación

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Actitudes de Un Medico Con Su Paciente

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Page 1: Actitudes de Un Medico Con Su Paciente

Actitudes de un medico con su paciente

La entrevista médica y la relación con el paciente:

Debe ser buena y de confianza para esto tenemos los siguientes pasos.

Lugar dónde se desarrolla la entrevista.

El lugar y las circunstancias donde se desarrolla la entrevista médica deben ser adecuados. Es necesario disponer de algún grado de comodidad, privacidad, silencio e iluminación.

En una consulta el paciente se abre al médico y le confía aspectos muy personales. Es necesario que el lugar tenga suficiente privacidad. El médico debe guardar las reservas del caso, respetando el “secreto profesional”. Es normal que durante esta conversación quieran estar presentes uno o más familiares, a quienes hay que saber acoger. No conviene que participen muchas personas ya que es fácil distraerse y la comunicación con el enfermo se puede ver interferida.

El manejo del tiempo.

Se debe programar un tiempo razonable para atender bien a cada paciente. La citación de los enfermos debe estar debidamente planificada. Se debe evitar hacer perder tiempo a los pacientes. El medico debe tener el cuidado de llegar sin atrasos a su consulta. También debe saber ajustarse a la programación. Para lograr el mejor uso del tiempo disponible, es importante poder guiar la entrevista, saber qué preguntar y evitar que el paciente divague sobre aspectos que nada aportan.

Actitud y preparación profesional.

El médico debe mantener siempre una actitud de servicio y tener la serenidad y tranquilidad necesarias para ofrecer su atención en las mejores condiciones. También, y aunque parece obvio decirlo, debe tener una preparación profesional adecuada. Si por algún motivo no se siente en condiciones de ayudar al paciente en su problema, la integridad y honestidad deben ser para un médico aspectos muy importantes de su persona.

Page 2: Actitudes de Un Medico Con Su Paciente

Saber escuchar y ser capaz de dirigir la entrevista.

Es fundamental, ¡saber escuchar! Esto no significa dejar hablar al paciente libremente sin ninguna limitación ya que desgraciadamente algunas personas “no paran de hablar” y sin embargo, aportan poca información útil para el diagnóstico. Los primeros minutos deben ser dejados para que el paciente exprese sus molestias y dé a conocer el motivo de su consulta. Posteriormente, en la medida que el médico se orienta respecto a los problemas, toma más control de la entrevista para precisar mejor las molestias.

Cuidado con el lenguaje no hablado.

Este aspecto puede traicionarnos fácilmente. La actitud, la expresión del rostro, el tono de la voz, la capacidad de mantener contacto ocular, son elementos que se deben usar para enriquecer la relación. No es posible lograr una buena comunicación si el paciente nota que el médico está distraído, desinteresado, impresiona apurado, es interrumpido con llamadas telefónicas, etcétera. Además, es una falta de respeto.

Respetar el pudor del paciente.

Este es un aspecto muy importante. Los pacientes necesitan un rincón aislado por un biombo para sacarse y ponerse la ropa. Al momento de examinar, se debe lograr un balance entre la necesidad de ver bien el cuerpo del paciente y respetar su pudor. Esto se logra descubriendo al enfermo por sectores, o que se quede con la ropa interior, o ayudándose con alguna sabanilla. Esto varía según el tipo de examen que es necesario efectuar.

Informar al paciente.

Saber escoger el trato más adecuado para cada paciente.

Este es un aspecto interesante que resulta ser bastante importante. El médico debe ser capaz de hacer sentir cómodo a su paciente, de ganárselo, lograr que cuente sus problemas.

El trato debe ser siempre respetuoso, aunque ajustado a las circunstancias. Con personas adultas con las que no hay mayor confianza, lo más adecuado es un trato formal, en el que la relación es de “usted”. Con niños o personas conocidas resulta mejor un trato más informal. El resultado final depende mucho de la personalidad del paciente, su edad, su situación, y también de la personalidad del médico y las circunstancias en las que está viendo al enfermo.

Page 3: Actitudes de Un Medico Con Su Paciente

Se debe explicar al paciente lo que tiene y lo que le conviene hacer. Esto es lo que al paciente más le interesa.

El médico debe ser muy honesto y prudente en la forma de entregar la información, especialmente en el caso de diagnósticos de mal pronóstico. Se debe tener la sensibilidad suficiente para producir el mínimo de alarma o angustia.

La despedida también es importante.

Una vez concluido todo este proceso, llega el momento de despedirse. Si el encuentro ocurrió en una consulta, se acompaña al paciente y sus acompañantes a la salida y se despiden.