accidente de helicóptero camino del molino 17 de diciembre de 1996

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MARTES 17-12-96 SUCESOS ABC Pág. 79 Mueren tres personas carbonizadas al segúníosespedaiistasde , i i« / J i n / r i • i Aviación Civil el siniestro se estrellarse un helicóptero cerca de Madrid produjo debido a ia niebla 0 El aparato cayó sobre un sembrado de acelgas, muy cerca de unas casas P o r u n a a v e n a Accidente en el Camino del Molino Madrid. Lissette Bustamante «Sentí un ruido muy extraño y salí para ver qué pasaba. Vi un helicóptero que se venía abajo y parecía que intentaba evitar los cables de alta tensión. Cayó al suelo y se incen- dió», explicó una mujer de los alrededores. Muy cerca de la una y media de la tarde de ayer, un aparato de la compañía española Heliswiss se estrelló en un paraje conocido como Camino del Molino, en Fuenlabrada. Sus tres ocupantes murieron carbonizados. «¡Qué susto nos hemos llevado! Si el he- licóptero hubiera caído sobre alguna de las pocas casas que hay por aquí o en uno de los invernaderos, la tragedia hubiera sido muy grande». Quien no sale de su asombro es Jo- sefa, una de las vecinas, que al ver lo que ocurría avisó a la Policía. «Parecía que el pi- loto estaba evitando los cables de alta tensión por los movimientos que vi que hacía el he- licóptero en el aire. Incluso, creo que en algún momento intentó remontar el vuelo, pero evidentemente fue imposible, murieron todos carbonizados». A este testimonio se une el de un joven que paseaba en bicicleta por el lugar. «El aparato no explotó en el cielo, se estrelló contra el suelo y luego se in- cendió. El humo ya no nos dejaba ver nada». «EraJavi» El helicóptero siniestrado, modelo Jet Ran- ger 206, se estrelló sobre un huerto de acelgas que se encuentra situado a unos cuatro kiló- metros del centro urbano de la localidad de Fuenlabrada y muy cerca de la carretera de Móstoles. Allí, y una vez conocido el trágico accidente, llegaron los bomberos, la Policía Nacional y Local y cuatro ambulancias de la Cruz Roja. En pocos minutos, aquel huerto de acelgas se vio invadido por periodistas, fotó- grafos y técnicos de Aviación Civil que tam- bién se trasladaron hasta el lugar para inves- tigar las causas que provocaron este acci- dente. Uno de ellos, un joven con gafas oscuras, compañero del piloto, ha sido deci- sivo para conocer la identidad de los tres hombres que murieron carbonizados. Cabiz- bajo, conteniendo las lágrimas, dijo a los es- pecialistas que allí se encontraban que el pi- loto «era Javi». Efectivamente, se trata de Ja- vier Boix Rivas y dos técnicos de inspección de tendidos eléctricos de la em- presa Norcontrol, Miguel Leal La- rosa, de 26 años y Félix Quintero Lago, también de 26. Durante los primeros momen- tos todo era confusión, un helicóp- tero destrozado, del cual sólo era reconocible el alerón trasero; un huerto acordonado por la Policía, muchos curiosos y, entre el ama- sijo de hierros calcinados, los tres cuerpos de las víctimas. A medida que transcurrieron las horas se aclararon las mil y una interro- gantes que rodeaban aquel triste escenario. Así se pudo conocer que el apa- rato, de la empresa Heliswiss Ibé- rica S.A., de Barcelona, había sido alquilado por la firma Norcontrol, por encargo de Unión Fenosa, con el objetivo de efectuar un trabajo de revisión de los tendidos eléctri- cos, para lo que estaba previsto la toma de imágenes. En el momento en que se produjo el siniestro, el piloto y los dos técnicos estaban realizando un vuelo de tránsito entre Segovia y la localidad madrileña de Loeches. «El he- licóptero volaba bajo y estaba muy cerca de uno de los tendidos eléctricos de alta tensión y entre la niebla, cuando cayó sobre el huerto de acelgas», explicó otro de los testigos. Los minutos transcurrían entre el frío y la intensa niebla. Aquel sembrado de acelgas se había invadido de tristeza. Sofocadas las lla- mas, aún en el ambiente se respiraba un fuerte olor a gasolina. Los trabajadores que estaban por la zona y los pocos vecinos la- mentaban lo ocurrido, a pesar de que destaca- ban el'hecho de que «el aparato no cayó sobre ninguna de las casas que hay por aquí». Mientras se esperaba la llegada del juez de guardia para que ordenara el levantamiento de los cadáveres, varios agentes policiales buscaban entre los sembrados y por los aire- «Había mucho humo» Fuenlabrada. Ana Moldes Testigos presenciales asegura- ron ayer a este periódico que el helicóptero se estrelló cuando parece que el piloto intentaba es- quivar los cables de una línea de alta tensión que pasa justo por encima del huerto de acelgas donde cayó. «Pienso que el que pilotaba el aparato no pudo re- montar el vuelo y se estrelló». Los hortelanos que se encon-, traban trabajando en la zona donde cayó el aparato, escucha- ron un ruido extraño de motor. «Miramos, buscando qué era lo que hacía ese ruido tan raro y entonces fue cuando vimos que un helicóptero intentaba estabi- lizar el vuelo, pero no pudo, se cayó e, inmediatamente, esta- lló. Hemos pasado un susto enorme». Minutos antes de que se estrellara la aeronave «había- mos estado recogiendo acelgas, ahí mismo, en ese mismo lugar donde hay tantos pedazos de hie- rros y entre ellos tres personas Nada más caer al suelo, se incen- dió y se produjo una explosión muy grande». Otro de los trabajadores que se encontraban ayer al mediodía en el Camino del Molino dicen que sólo oyeron el sonido de la explo- sión. «Yo estaba en mi casa pre- parando la comida para mi hijo y un ¡boom!, me asomé a la ven- tana y vi mucho humo». Uno de los hortelanos, un ciu- dadano marroquí, casi ni podía hablar, sólo miraba al cielo y con una de sus manos intentaba ex- plicar la caída del aparato. dedores la caja negra de la nave, pieza clave para poder determinar con exactitud las cau- sas que provocaron este accidente. Ya al final de la tarde, la caja era encontrada, con lo cual se espera que muy pronto se den a conocer las causas que provocaron el siniestro, ya que en ella quedan registradas todas las conver- saciones que mantiene la tripulación de las aeronaves con su torre de control, así como cualquier referencia que haga el piloto a cir- cunstancias que se hayan producido durante el vuelo. De todas formas, algunos de los técnicos que se presentaron en el Camino del Molino señalaron a la Prensa que, probablemente, debieron de haber tenido una avería en el mo- tor. Esta opinión, sin embargo, no es compar- tida por Evaristo Gómez, responsable de la firma Norcontrol, quien dijo que el aparato pudo chocar con uno de los tendidos eléctri- cos al entrar en un banco de niebla, criterio que tampoco comparten fuentes policiales, ya que consideran que la visibilidad que había era suficiente para la altura de una nave de este tipo. Un posible despiste Otra de las conjeturas que se hacen los téc- nicos es la posibilidad de que el piloto su- friera un despiste motivado por la niebla que había por toda la zona, lo que trajo como con- secuencia que rozara algún cable de alta ten- sión, lo cual provocó la caída. Otra de las hipótesis que se barajan es que el helicóptero sufriera una avería en pleno vuelo y que por ello el piloto perdiera el control y se estre- llara contra el suelo. En síntesis, las causas que provocaron este accidente se sabrán una vez que se analicen los datos que guarda la caja negra del apa- rato, ya que, de acuerdo con las declaraciones de uno de los responsables de Norcontrol, de momento se desconoce si el siniestro se pro- dujo cuando los tres ocupantes realizaban el trabajo indicado o si, debido al mal tiempo del día de ayer, tan sólo estaban desplazándose de un lugar a otro. Esta misma fuente aseguró que la aeronave había superado satisfactoria- mente la revisión prevuelo que pasó ayer mismo, poco antes de salir. «Estaba en perfectas condi- ciones. E l aparato tenía muchas horas de vuelo y siempre había dado buen rendimiento». La empresa, que posee una flota de ocho helicópteros, se creó en 1981 y se dedica a alquilar los apa- ratos. Precisamente la aeronave que se estrelló ayer al mediodía había sido alquilada por la firma Norcontrol para inspeccionar unos tendidos eléctricos. La dirección de Heliswiss Ibé- rica S.A., así como todos sus tra- bajadores lamentan lo sucedido, pero, sobre todo, confiesan que han sufrido un impacto muy fuerte, ya que «esta compañía, en los quince años que lleva alqui- lando helicópteros, nunca había sufrido un accidente de tanta en- vergadura». ABC SEVILLA (Sevilla) - 17/12/1996, Página 79 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

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Page 1: Accidente de helicóptero Camino del Molino 17 de Diciembre de 1996

MARTES 17-12-96 SUCESOS ABC Pág. 79

Mueren tres personas carbonizadas al • segúníosespedaiistasde , „ i i« / J i n / r i • i Aviación Civil el siniestro se

estrellarse un helicóptero cerca de Madrid produjo debido a ia niebla 0

El aparato cayó sobre un sembrado de acelgas, muy cerca de unas casas P o r u n a a v e n a

Accidente en el Camino del Molino

Madrid. Lissette Bustamante «Sentí un ruido muy extraño y salí para ver qué pasaba. Vi un helicóptero que se venía abajo y parecía que intentaba evitar los cables de alta tensión. Cayó al suelo y se incen­dió», explicó una mujer de los alrededores. Muy cerca de la una y media de la tarde de ayer, un aparato de la compañía española Heliswiss se estrelló en un paraje conocido como Camino del Molino, en Fuenlabrada. Sus tres ocupantes murieron carbonizados.

«¡Qué susto nos hemos llevado! Si el he­licóptero hubiera caído sobre alguna de las pocas casas que hay por aquí o en uno de los invernaderos, la tragedia hubiera sido muy grande». Quien no sale de su asombro es Jo­sefa, una de las vecinas, que al ver lo que ocurría avisó a la Policía. «Parecía que el pi­loto estaba evitando los cables de alta tensión por los movimientos que vi que hacía el he­licóptero en el aire. Incluso, creo que en algún momento intentó remontar el vuelo, pero evidentemente fue imposible, murieron todos carbonizados». A este testimonio se une el de un joven que paseaba en bicicleta por el lugar. «El aparato no explotó en el cielo, se estrelló contra el suelo y luego se in­cendió. E l humo ya no nos dejaba ver nada».

«EraJavi» E l helicóptero siniestrado, modelo Jet Ran-

ger 206, se estrelló sobre un huerto de acelgas que se encuentra situado a unos cuatro kiló­metros del centro urbano de la localidad de Fuenlabrada y muy cerca de la carretera de Móstoles. Allí, y una vez conocido el trágico accidente, llegaron los bomberos, la Policía Nacional y Local y cuatro ambulancias de la Cruz Roja. En pocos minutos, aquel huerto de acelgas se vio invadido por periodistas, fotó­grafos y técnicos de Aviación Civil que tam­bién se trasladaron hasta el lugar para inves­tigar las causas que provocaron este acci­dente. Uno de ellos, un joven con gafas oscuras, compañero del piloto, ha sido deci­sivo para conocer la identidad de los tres hombres que murieron carbonizados. Cabiz­bajo, conteniendo las lágrimas, dijo a los es­pecialistas que allí se encontraban que el pi­loto «era Javi». Efectivamente, se trata de Ja­vier Boix Rivas y dos técnicos de inspección de tendidos eléctricos de la em­presa Norcontrol, Miguel Leal La-rosa, de 26 años y Félix Quintero Lago, también de 26.

Durante los primeros momen­tos todo era confusión, un helicóp­tero destrozado, del cual sólo era reconocible el alerón trasero; un huerto acordonado por la Policía, muchos curiosos y, entre el ama­sijo de hierros calcinados, los tres cuerpos de las víctimas. A medida que transcurrieron las horas se aclararon las mil y una interro­gantes que rodeaban aquel triste escenario.

Así se pudo conocer que el apa­rato, de la empresa Heliswiss Ibé­rica S.A., de Barcelona, había sido alquilado por la firma Norcontrol, por encargo de Unión Fenosa, con el objetivo de efectuar un trabajo de revisión de los tendidos eléctri­cos, para lo que estaba previsto la toma de imágenes. En el momento en que se produjo el siniestro, el piloto y los dos técnicos estaban

realizando un vuelo de tránsito entre Segovia y la localidad madrileña de Loeches. «El he­licóptero volaba bajo y estaba muy cerca de uno de los tendidos eléctricos de alta tensión y entre la niebla, cuando cayó sobre el huerto de acelgas», explicó otro de los testigos.

Los minutos transcurrían entre el frío y la intensa niebla. Aquel sembrado de acelgas se había invadido de tristeza. Sofocadas las lla­mas, aún en el ambiente se respiraba un fuerte olor a gasolina. Los trabajadores que estaban por la zona y los pocos vecinos la­mentaban lo ocurrido, a pesar de que destaca­ban el'hecho de que «el aparato no cayó sobre ninguna de las casas que hay por aquí».

Mientras se esperaba la llegada del juez de guardia para que ordenara el levantamiento de los cadáveres, varios agentes policiales buscaban entre los sembrados y por los aire-

«Había mucho humo» Fuenlabrada. Ana Moldes

Testigos presenciales asegura­ron ayer a este periódico que el helicóptero se estrelló cuando parece que el piloto intentaba es­quivar los cables de una línea de alta tensión que pasa justo por encima del huerto de acelgas donde cayó. «Pienso que el que pilotaba el aparato no pudo re­montar el vuelo y se estrelló».

Los hortelanos que se encon-, traban trabajando en la zona donde cayó el aparato, escucha­ron un ruido extraño de motor. «Miramos, buscando qué era lo que hacía ese ruido tan raro y entonces fue cuando vimos que un helicóptero intentaba estabi­lizar el vuelo, pero no pudo, se cayó e, inmediatamente, esta­lló. Hemos pasado un susto

enorme». Minutos antes de que se estrellara la aeronave «había­mos estado recogiendo acelgas, ahí mismo, en ese mismo lugar donde hay tantos pedazos de hie­rros y entre ellos tres personas Nada más caer al suelo, se incen­dió y se produjo una explosión muy grande».

Otro de los trabajadores que se encontraban ayer al mediodía en el Camino del Molino dicen que sólo oyeron el sonido de la explo­sión. «Yo estaba en mi casa pre­parando la comida para mi hijo y oí un ¡boom!, me asomé a la ven­tana y vi mucho humo».

Uno de los hortelanos, un ciu­dadano marroquí, casi ni podía hablar, sólo miraba al cielo y con una de sus manos intentaba ex­plicar la caída del aparato.

dedores la caja negra de la nave, pieza clave para poder determinar con exactitud las cau­sas que provocaron este accidente. Ya al final de la tarde, la caja era encontrada, con lo cual se espera que muy pronto se den a conocer las causas que provocaron el siniestro, ya que en ella quedan registradas todas las conver­saciones que mantiene la tripulación de las aeronaves con su torre de control, así como cualquier referencia que haga el piloto a cir­cunstancias que se hayan producido durante el vuelo.

De todas formas, algunos de los técnicos que se presentaron en el Camino del Molino señalaron a la Prensa que, probablemente, debieron de haber tenido una avería en el mo­tor. Esta opinión, sin embargo, no es compar­tida por Evaristo Gómez, responsable de la firma Norcontrol, quien dijo que el aparato pudo chocar con uno de los tendidos eléctri­cos al entrar en un banco de niebla, criterio que tampoco comparten fuentes policiales, ya que consideran que la visibilidad que había era suficiente para la altura de una nave de este tipo.

Un posible despiste Otra de las conjeturas que se hacen los téc­

nicos es la posibilidad de que el piloto su­friera un despiste motivado por la niebla que había por toda la zona, lo que trajo como con­secuencia que rozara algún cable de alta ten­sión, lo cual provocó la caída. Otra de las hipótesis que se barajan es que el helicóptero sufriera una avería en pleno vuelo y que por ello el piloto perdiera el control y se estre­llara contra el suelo.

En síntesis, las causas que provocaron este accidente se sabrán una vez que se analicen los datos que guarda la caja negra del apa­rato, ya que, de acuerdo con las declaraciones de uno de los responsables de Norcontrol, de momento se desconoce si el siniestro se pro­dujo cuando los tres ocupantes realizaban el trabajo indicado o si, debido al mal tiempo del día de ayer, tan sólo estaban desplazándose

de un lugar a otro. Esta misma fuente aseguró que la aeronave había superado satisfactoria­mente la revisión prevuelo que pasó ayer mismo, poco antes de salir. «Estaba en perfectas condi­ciones. E l aparato tenía muchas horas de vuelo y siempre había dado buen rendimiento».

La empresa, que posee una flota de ocho helicópteros, se creó en 1981 y se dedica a alquilar los apa­ratos. Precisamente la aeronave que se estrelló ayer al mediodía había sido alquilada por la firma Norcontrol para inspeccionar unos tendidos eléctricos.

La dirección de Heliswiss Ibé­rica S.A., así como todos sus tra­bajadores lamentan lo sucedido, pero, sobre todo, confiesan que han sufrido un impacto muy fuerte, ya que «esta compañía, en los quince años que lleva alqui­lando helicópteros, nunca había sufrido un accidente de tanta en­vergadura».

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