a u l a · una reflexión y una invitación a gozarse en la seguridad del pron-to regreso de...

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A U L A Nº 21 Nueva Época – Diciembre 2008 X X X X X X I I V V C C o o n n v v e e n n c c i i ó ó n n d d e e A A E E G G U U A A E E ¿ ¿ Y Y Q Q U U É É H H A A Y Y M M Á Á S S A A L L L L Á Á D D E E T T O O D D O O E E S S T T O O ? ? T T e e o o l l o o g g í í a a d d e e l l a a e e s s p p e e r r a a n n z z a a Editada por: VIAGGIO IN ITALIA COMO OVEJAS EN MEDIO DE LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA UNA TABLILLA DEL MAR MUERTO PARECE HABLAR DEL MESÍAS EL DÍA DE SÁBADO: SEÑAL DE ALIANZA Y TESTIMONIO UN CAMINO ESTÉTICO HACIA DIOS LA EUTANASIA UN DEBATE PERMANENTENTE ¿QUÉ HAY MÁS ALLÁ DE LAS FORMAS GEOMÉTRICAS?

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A U L A Nº 21 Nueva Época – Diciembre 2008

XXXXXXIIVV CCoonnvveenncciióónn ddee AAEEGGUUAAEE ¿¿YY QQUUÉÉ HHAAYY MMÁÁSS AALLLLÁÁ DDEE TTOODDOO EESSTTOO??

TTeeoollooggííaa ddee llaa eessppeerraannzzaa

Editada por:

VIAGGIO IN ITALIA

COMO OVEJAS EN MEDIO DE LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA

UNA TABLILLA DEL MAR MUERTO PARECE HABLAR DEL MESÍAS

EL DÍA DE SÁBADO: SEÑAL DE ALIANZA Y TESTIMONIO

UN CAMINO ESTÉTICO HACIA DIOS

LA EUTANASIA UN DEBATE PERMANENTENTE

¿QUÉ HAY MÁS ALLÁ DE LAS FORMAS GEOMÉTRICAS?

2 Aula7

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A U L A

Nº 21 Nueva Época-Diciembre 2008

PUBLICACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE ESTUDIANTES Y GRADUADOS

UNIVERSITARIOS ADVENTISTAS DE ESPAÑA

Consejo Directivo AEGUAE: Presidencia: Sarai de la Fuente

Vicepresidencia: Ferran Elavoko Sabaté Secretaría: Conchi Mora Tesorería: Marc Planells

Vocalías: Ramon-Carles Gelabert, Samuel Gil, Isaac Llopis, David Martínez, Silvia Palos, Judith Torra

Vocales UAE: Antonio Cremades, Óscar López

Edita Aula7activa Coordinación gestión: Mercè Gascón Redacción: Ramon-Carles Gelabert,

Libros-asesoría jurídica: Francisco Giménez Diseño gráfico y maquetación: Esther Amigó

Informática: Albert Prat Noticias: Ruben Sánchez

Revista Aula7

Redacción y maquetación: Ramon-Carles Gelabert Portada: Isaac Lópes

Depósito Legal: B-6934-2004

Tel.: 616 754 880

E-mail: [email protected] Webs: www.aeguae.org / www.aula7activa.org

www.a7noticias.org / http://www.spectrummagazine.org/cafe_hispano Aula7 está abierta a todo tipo de colaboraciones.

Los artículos publicados expresan exclusivamente las opiniones de sus autores.

Sumario 3 Editorial – Sarai de la Fuente Gelabert 5 La eutanasia un debate permanente – Josep Antoni Álvarez Rodríguez 13 Un camino estético hacia Dios – Ruben Sánchez Sabaté 19 Viaggio in Italia – Ramon-Carles Gelabert Santané 25 «Como ovejas en medio de la globalización económica» – José Manuel López Yuste 31 ¿Qué hay más allá de las formas geométricas? – Isaac Llopis Fusté 37 Una tablilla del Mar Muerto parece hablar del Mesías – Ramon-Carles Gelabert

Santané 43 Dossier - El Sello de Dios para un Nuevo Orden Mundial. El día de sábado:

Señal de alianza y testimonio – Marcel Fernández

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RECOMIENDA la recopilación de las diferentes convenciones de AEGUAE. Bájatelas de nuestra Web

NUEVA ERA Marcel Fernández Un sinnúmero de corrientes filosóficas y espirituales nuevas o antiguas confluyen en la Nueva Era, configurando un confuso sistema de creencias no unificado, a veces mutuamente con-tradictorias, a modo de un nuevo sincretismo espiritual. Las ideas reformuladas por sus partidarios suelen relacionarse con la exploración espiritual, la medicina holística, la música y el misticismo. Por ejemplo, pueden compatibilizar el dogma cristiano de la divinidad de Jesús de Nazaret con el karma como mecanismo de justicia. Todo ello ha sido para Marcel Fernández motivo de una reflexión en profundidad que expu-

so en la Convención de AEGUAE de 1993. LA ESPERANZA ADVENTISTA. 150 años de historia 1844-1994 Rolf Pöhler En el año 1994 se cumplían 150 años del Gran Chasco en 1844 de los pioneros del adventismo contemporáneo. Es por ello que AEGUAE tenía una cita ineludible y que tituló: «La esperanza adventista. 150 años de historia, 1844-1994». Rolf Pöhler fue el magistral conductor en las reflexiones no hacia «...lo que queda atrás...», sino hacia adelante, hacia la esperanza. El texto que ponemos a disposición del lector de las páginas que siguen, es una reflexión y una invitación a gozarse en la seguridad del pron-to regreso de Jesús.

LAS PARÁBOLAS. UNA CLAVE PARA VIVIR LA FE Roberto Badenas En diciembre de 1990, en Guardamar del Segura, Ae-guae se benefició de unas colosales conferencias a car-go del pastor Roberto Badenas que trató con pasión su estudio realizado sobre las parábolas. Este documento no solo va a estimular tu reflexión sobre las parábolas de Jesús, sino que éstas van a encarnarse un poco más en tu vida.

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Editorial Sarai de la Fuente Gelabert presidenta de AEGUAE

lgunas cosas parecen innatas en el ser humano. Preguntar puede ser una de ellas.

Cuando apenas empieza a hablar, un ni-ño interroga insistentemente a sus padres: «¿por qué esto?», «¿por qué aquello?». Y a pesar de que el adulto en cuestión se des-vive por responderle explicando la realidad de la forma más comprensible para su edad, el niño sigue encadenando uno y otro «¿y por qué...?»”, poniendo a veces a prue-ba la paciencia de sus padres.

Lo que a menudo los adultos no recor-damos es que todos hemos pasado por esa misma etapa infantil de innumerables des-cubrimientos. ¿De qué modo sino podría-mos empezar a ser conscientes de la reali-dad que nos rodea? Quizá podamos atre-vernos a afirmar que sin cuestionarse las cosas no hay crecimiento posible ni madu-ración, porque no se da la posibilidad de obtener respuestas o debatirlas.

Pero cuestionar no es prerrogativa ex-clusiva de la edad infantil. Menos mal. La comunidad estudiantil está ampliamente habituada tanto a recibir como a emitir pre-guntas. ¿Quién no se ha encontrado en más de una ocasión con la mano en alto pidiendo turno de pregunta al profesor?

Exámenes de todas las modalidades imaginables, que con más o menos nervio-sismo se superan o se repiten, son el pan de nuestro de cada día. Sin olvidar que, aun cuando la etapa académica se consigue completar –¡por fin!–, los conocimientos adquiridos seguirán poniéndose a prueba día tras día durante la vida laboral, como un continuo examen de aptitud.

Por otro lado, la comunidad científica es uno de los entornos donde la pregunta se hace más omnipresente. Sin planteamiento de hipótesis no hay investigación posible. Es más, si la hipótesis de trabajo no ha sido bien planteada inicialmente, los resultados pueden ser erróneos o sesgados. Y por el contrario, si el método científico ha sido bien aplicado, la solución obtenida que veri-fique esa hipótesis permitirá dar una res-puesta certera que podrá ser reproducible

en otra ocasión –siempre, claro está, con una mínima probabilidad de error asumida previamente–.

En general, la humanidad siempre ha planteado sus grandes preguntas: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?... Allí donde estemos, allí donde haya un solo ser humano, siempre encontraremos alre-dedor miles de preguntas implícitas o explí-citas, con otras tantas posibles respuestas satisfactorias o no.

Reconozcámoslo: en el siglo XXI segui-mos viviendo entre interrogantes. Y eso, a mi modo de ver, lejos de representar una supuesta inseguridad, resulta positivo. Las cuestiones existenciales que el hombre ha ido planteando a lo largo de la historia, si-guen resurgiendo hoy y aún con más fuer-za, sobre todo en el campo de lo metafísico o lo espiritual.

La humanidad necesita respuestas. Y la humanidad que sufre necesita además so-luciones.

Por eso la pregunta: «¿Y qué hay más allá de todo esto?», resuena con mayor potencia en nuestros días. ¿Qué hay más allá de esta vida?, ¿qué hay más allá del sufrimiento?, ¿qué hay más allá de la muer-te?, ¿qué hay más allá de lo que ahora es invisible a los ojos?

Como intelectuales planteamos estas y más cuestiones, buscamos razonamientos coherentes, perseguimos respuestas con-vincentes. Y como creyentes confiamos que en la Biblia podemos encontrar ese evange-lio de “buenas respuestas”. Así fue prometi-do.

Desde AEGUAE deseamos seguir levan-tando la mano y cuestionar para tratar de responder. Contrastar las respuestas cientí-ficas con las respuestas de la fe, compagi-nando ambas si es posible. Deseamos se-guir como inquietos aprendices que necesi-tan entender qué hay más allá, a pesar que algunos desde el “más acá” se empeñen en catalogar la fe y lo espiritual como meros cuestionamientos infantiles.

Al fin y al cabo ya estaba escrito «si no fueseis como niños…»

A

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BBÁÁJJAATTEE DDEESSDDEE NNUUEESSTTRRAA

WWEEBB EESSTTOOSS LLIIBBRROOSS GGRRAATTUUIITTAAMMEENNTTEE

PROCESO Y REHABILITACIÓN DE MIGUEL SERVET José Antonio Valtueña Acercamiento a la figura de Miguel Servet, y una profunda inves-tigación del proceso judicial que le llevó a la muerte. Su autor, José Antonio Valtueña, investiga minuciosamente, a través de las actas del proceso a Miguel Servet, el enfrentamiento entre éste y la Inquisición y, de forma muy especial, Calvino, que eran

los grandes poderes represivos del momento. Un alegato en favor de la libertad de pen-samiento, del derecho a pensar y opinar, y una clara condena de las actitudes fundamen-talistas y, en general, de cualquier tipo de dogmatismo. Un proceso a la intolerancia, a la intransigencia y al fanatismo, desgraciadamente presentes en todas las épocas y culturas. CRISTO, FIN DE LA LEY Romanos 10,4 en la perspectiva paulina Roberto Badenas Roberto Badenas ha dedicado más de treinta años de estudio y pasión a los evangelios de Jesús de Nazaret y las epístolas de Pablo de Tarso. Y uno de los frutos de su encuentro con dichos personajes y sus escritos ha sido un magistral estudio: Cristo, fin de la ley. Romanos 10,4 en la perspectiva paulina. Texto de obligada lectura para cualquier estudioso de las epístolas paulinas y en especial para aquellos lectores intere-sados en el debate ley y evangelio. Sin pecar de exageración, podemos afirmar que estamos ante el texto más profundo y riguroso publicado en castellano sobre el tema de la ley en los

escritos paulinos, y como reza el título en especial sobre un texto tan debatido a lo largo de la historia del cristianismo: «Cristo, fin de la ley». NOTICIAS Aula7activa 2004-2006 Varios autores Los distintos acontecimientos que se han ido sucediendo a lo largo de los tres años que van del 2004 al 2006, en el mundo religioso, la ecología, los conflictos internacionales, los derechos humanos, salud.

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La eutanasia un debate permanente

Últimos conflictos, nuevas perspectivas Josep Antoni Álvarez Rodríguez profesor de matemáticas y física y química Col·legi Urgell, Barcelona El autor ha publicado La eutanasia a debate: Reflexiones desde una perspectiva cristiana (Barcelona: Aula7activa, 2005. En línea: http://www.aula7activa.org/).

s indudable que la eutanasia sigue estando de actualidad y no hay la me-nor duda de que periódicamente los

medios de comunicación se hacen eco de alguna noticia relacionada con la eutanasia. Con ello contribuyen a ese debate perma-nente.

Cuando hablamos de un debate perma-nente en torno a la eutanasia, nos estamos refiriendo a la eutanasia activa y voluntaria, el poner fin de forma anticipada a la vida de una persona mediante la administración de alguna sustancia, ya que la llamada eutana-sia pasiva,1 el dejar de aplicar tratamientos extraordinarios con la finalidad de alargar la vida, es aceptada mayoritariamente en la actualidad. Aunque también es cierto que no existe un consenso absoluto sobre el tema, ya que el límite, la frontera entre lo necesario y lo extraordinario es muy delgada, y siempre depende de la ideología de partida de uno. En ese sentido baste recordar el caso de Inmaculada Echevarría que comentaremos mas adelante.

Es importante matizar e indicar que cuan-do hablamos de eutanasia entendemos que ese poner fin solamente tiene sentido si se dan ciertas circunstancias extraordinarias. La eutanasia no supone en ningún caso una práctica indiscriminada. La eutanasia única-

1 Algunos autores consideran que el término eutanasia se habría de utilizar únicamente para referirnos a la eutanasia activa.

mente se plantea como una opción en el ca-so de un paciente que padece una enferme-dad incurable acompañada de un sufrimiento o dolor insoportable, y que además este haya expresado de forma libre y consciente el de-seo expreso de poner fin a su vida. Hemos de entender que esa opción solo se planteará cuando previamente se hayan agotado todas las demás alternativas (curas paliativas, acompañamiento, etc.). Fuera de esas cir-cunstancias extraordinarias no tiene sentido hablar de eutanasia.

Las posiciones en cuanto a la eutanasia no se han visto modificadas en los últimos años. Los argumentos a favor o en contra siguen siendo los mismos que expuse en el pasado,2 pero si que se han dado algunas circunstancias nuevas que nos invitan a re-flexionar y a hablar nuevamente de la euta-nasia. Estas nuevas circunstancias pueden ayudarnos a matizar nuestra posición y por otro lado a manifestar de una forma más só-lida aquello que creemos y pensamos como cristianos.

Nuevos casos, nuevos dilemas

Cuando nos acercamos a un dilema ético como el de la eutanasia no hay la menor du-da de que la realidad supera todo aquello

2 ÁLVAREZ, J. A.: La eutanasia a debate. Barcelona: Aula7activa, 2005.

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que previamente habíamos pensado. La teo-ría se ve nuevamente superada por la reali-dad que nos rodea.

La realidad a la que nos enfrentamos di-ariamente nos invita constantemente a refle-xionar acerca de como nos acercamos al final de la vida, no tanto al hecho de la muer-te en si, sino a como abordamos el proceso que nos conduce a la muerte. Pienso que la preocupación fundamental es en que condi-ciones voy a llegar al final de la vida y por eso la eutanasia está de permanente actuali-dad.

Hablar de eutanasia, implica hablar de si-tuaciones reales. No estamos hablando de una cuestión teórica. Estamos hablando de una situación que afecta a personas que aman y sufren igual que nosotros. Además, estamos hablando de una realidad que tarde o temprano nos puede afectar a nosotros o aquellas personas que amamos. Esa reali-dad nos invita, casi nos obliga a que al abor-dar el debate de la eutanasia lo tengamos que hacer desde la realidad, desde aquellos casos que nos hablan de personas que su-fren y desean poner fin a sus vidas.

Cuando abordé por primera vez el tema de la eutanasia no pude dejar de hacerlo desde esa realidad, desde esos casos3 que llamaron poderosamente mi atención. Pero, es indudable que en los últimos años se han ido produciendo algunos casos que no pue-den pasarnos desapercibidos. No se trata de casos que difieran sustancialmente de los anteriores, pero si que ponen de manifiesto un cierto grado de hipocresía por parte de nuestra sociedad. Me gustaría por ello recor-dar por un lado los casos de Piergiorgio Wel-by e Inmacula Echevarría y por otro lado los de Jorge León, Madelaine Z. y Chantal Sébi-re.

Piergiorgio Welby, Roma (Italia)

Piorgiorgio padecía distrofia muscular progre-siva, a consecuencia de la cual tenía que estar conectado a un respirador artificial. Fi-nalmente, el día 20 de diciembre de 2006, con 60 años y después de nueve años co-nectado a un respirador artificial, el médico anestesista y de reanimación Mario Riccio accedió a la voluntad de Piergiorgio de ser desconectado del respirador artificial que lo mantenía con vida, y así poner fin a esta. Después de sedarlo y desconectar el respi-rador artificial Piorgiorgio murió.

3 Ibídem, pp. 45-58.

La Iglesia católica consideró inaceptable lo sucedido, calificando lo sucedido como euta-

nasia. Como consecuencia de ello, el carde-nal arzobispo de Roma, Camillo Ruini, impi-dió que Piergiorgio recibiera un funeral cató-lico alegando que «una ceremonia católica habría legitimado una actitud contraria a la ley de Dios».4

Inmaculada Echevarría, Granada (España)

En 2007, Inmaculada Echevarría se convirtió en noticia por solicitar que le retiraran el res-pirador artificial que la mantenía con vida desde hacía 10 años impidiendo que muriese

ahogada. En ese momento contaba con 51 años y llevaba más de 30 años padeciendo distrofia muscular progresiva. Inmaculada únicamente podía mover con dificultad los dedos de las manos y de los pies, y ligera-mente los músculos de la cara. Su enferme-dad se había complicado con osteoporosis, rotura de huesos, dolores continuos y dificul-tades para hablar.

4 GONZÁLEZ, E. «El cardenal Martini dice que la re-nuncia al encarnizamiento terapéutico no es eutana-sia». El País [Madrid)] (23 enero 2007). <http://www.elpais.com/articulo/sociedad/cardenal/Martini/dice/renuncia/encarnizamiento/terapeutico/eutanasia/elpepisoc/20070123elpepisoc_8/Tes> [Consulta: 2 noviembre 2008]

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La solicitud de Inmaculada se fundamen-taba en la ley de Autonomía del Paciente de 2002 que establecía que un paciente tiene la libertad de rechazar un tratamiento. Como era de esperar la sociedad se dividió nueva-mente entre aquellos que consideraban que la solicitud se ajustaba a un derecho y aque-llos que estaban en contra considerando que se trataba de una eutanasia encubierta. La Iglesia Católica después de la decisión de acceder a los deseos de Inmaculada obligó a que está fuera trasladada, ya que se encon-traba en un centro de la Iglesia. Finalmente, el 14 de marzo de 2007, Inmaculada des-pués de ser sedada para evitar el sufrimiento y de despedirse con un beso de todos aque-llos que la acompañaban se le retiró el respi-rador artificial y murió.

Los casos de Piergiorgio e Inmaculada ponen de manifiesto la controversia existente en tono al final de la vida, y como en nume-rosas ocasiones las posturas previas condi-cionan toda reflexión objetiva. Desde mi pun-to de vista es obvio que no estamos ante unos casos de eutanasia, en todo caso de eutanasia pasiva. Afirmar lo contrario es con-fundir los términos y distorsionar la realidad. Las solicitudes de Piergiorgio e Inmaculada implicaban retirar un tratamiento, y a conse-cuencia de ello se derivaría la muerte. Esta ya se hubiese producido hace mucho tiempo de no ser por el respirador artificial al cual se hallaban conectados. En ningún caso hay administración de fármacos para acabar con sus vidas. En ningún caso la muerte es pro-vocada de forma activa, es consecuencia de la situación en la cual se encuentran.

Estos dos casos son sumamente intere-santes porque plantean como mínimo dos dilemas. El primero es hasta que punto hay que someter a un paciente a un tratamiento, dónde se encuentra el límite entre lo legítimo y lo necesario, dónde comienza el ensaña-miento o encarnizamiento terapéutico, cuán-do un tratamiento es innecesario, en definiti-va dónde están los límites. El segundo y no menos importante es hasta que punto esta-mos dispuestos a aceptar la autonomía de las personas a la hora de decidir sobre el final de su vida. ¿Puede la sociedad imponer un criterio a todos por igual? o bien por el contrario ¿hemos de aceptar que otros pien-sen de forma diferente a la mía?

Jorge León, Valladolid (España)

En el año 2000, Jorge León sufrió un acci-dente doméstico al caer de dos metros de altura, después de resbalar de las barras en

las que practicaba gimnasia. A raíz de la caí-da se rompió el cuello y como consecuencia de ello quedó pentapléjico.

Posteriormente, su situación se complicó porque las infecciones se convirtieron en crónicas por la tolerancia cada vez menor a los antibióticos. Tal situación iba acompaña-da de fuertes sufrimientos, tanto físicos como psíquicos. Ante la situación en la que se en-contraba, Jorge expresó su deseo de morir, así como la necesidad de que alguien lo ayu-dara con las palabras siguientes:

«No debería estar aquí. Una nueva, di-gamos, contingencia humana ha vuelto a frustrar el poner fin a esto justo cuando el resto de las circunstancias eran idóneas y mi predisposición fuerte. [...]

»Necesito la mano que sostiene el vaso, la mano hábil que supla mi mano inútil, una mano que actúe según mi voluntad aún li-bre: tengo todo preparado para que quien me ayude quede incógnito».5

Finalmente, recibió la ayuda de alguien y el 4 de mayo de 2006, con 53 años vio cum-plidos sus deseos.

5 DE LUÍS-ORUETA, F. «Necesito la mano que sostie-ne el vaso». El País [Madrid] (8 mayo 2006). <http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Necesito/mano/sostiene/vaso/elpepisoc/20060508elpepisoc_2/Tes> [Consulta: 2 noviembre 2008]

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Madelaine Z., Alicante (España)

Madelaine, padecía desde el año 2001 escle-rosis lateral amiotrófica (ELA), una enferme-dad degenerativa y mortal. Esta se caracteri-za por provocar un debilitamiento progresivo de los músculos provocando finalmente una parada respiratoria. Ella escribió:

«Sabéis, desde que me han dicho que tengo esta enfermedad, ELA, he perdido las ilusiones. Es difícil, es lo peor. Una fra-se bonita que he leído: después de las montañas hay estrellas. Que bonito para la gente que puede luchar contra sus males. ELA no te deja nada sabiendo que poco a poco... nada ¡ni esperanza!»6

Finalmente, Madelaine se quitó la vida el 12 de enero de 2007. En ese momento tenía 69 años y la enfermedad la había debilitado de tal forma que su vida se veía limitada de ir de la cama a una silla. Además, los dolores a

veces eran tan intensos que le impedían rea-lizar cualquier mínima actividad que para cualquiera sería normal.

Chantal Sébire, Dijon (Francia)

En 2002, Chantal Sébire fue diagnosticada de estesioneuroblastoma. Un tumor muy ex-traño del cual se han identificado tan solo unos mil casos en los últimos veinte años. Se trata de una enfermedad degenerativa del sinus y de la cavidad nasal. Esta acaba pro-vocando una deformación brutal e irreversi-ble de la cara. En el caso de Chantal, esta le había desfigurado totalmente el rostro de tal forma que su imagen impactaba fuertemente. Además, la enfermedad la había dejado prácticamente ciega, y le causaba fuertísi-mos dolores que podían llegar a durar horas y que no podía mitigar con morfina porque era intolerante a esta.

6 ALFAGEMA, A. «Mi libertad es morir con dignidad». El País [Madrid] (18 enero 2008). <http://www.elpais.com/articulo/sociedad/libertad/morir/dignidad/elpepusoc/20070118elpepisoc_2/Tes> [Con-sulta: 2 noviembre 2008]

Después de luchar contra la enfermedad y ante el hecho de que era incurable y su ex-tensión irreversible, Chantal solicitó ante el

tribunal de justicia de Dijon que se le practi-case la eutanasia. De hecho, suicidio asisti-do, porque la petición de Chantal consistía en que se le recetase alguna sustancia letal que ella misma se administraría. El tribunal de Dijon amparándose en la legislación vigente le denegó tal posibilidad. Ante el deseo mani-festado y la imposibilidad de finalizar de for-ma legal con su vida. Chantal acabó con esta de forma clandestina el 19 de marzo de 2008 tras la ingesta masiva de pentobarbital, un potente barbitúrico utilizado en veterinaria.

Los casos de Jorge León, Madelaine Z. y Chantal Sébire, independientemente de las circunstancias personales, tienen un elemen-to en común. Y ese elemento común se en-cuentra en el fin trágico de sus vidas, de co-mo su muerte se produjo en la clandestinidad, como si se tratase de delin-cuentes. Es como si su situación personal no fuese suficientemente difícil, es como si el sufrimiento al cual estaban expuestos no fuese tenido en cuenta. Todos manifestaron de forma clara y pública el deseo de poner fin a su vida, en definitiva de morir. La muerte para ellos era una liberación ante la situación en la que se encontraban. Pero la sociedad les denegó el derecho a decidir sobre el final de sus vidas, por lo que tuvieron que recurrir a la clandestinidad, a actuar al margen de la ley. Su muerte tuvo lugar en la clandestini-dad, sin ningún tipo de dignidad, sin poder hacer abiertamente uso de su libertad. Tuvie-ron que recurrir al “delito”.

Yo me pregunto si es legítimo obligar a una persona a actuar al margen de la ley, no tan solo al margen sino en contra de la ley cuando ha manifestado de forma reiterada y libre el deseo de poner fin a su vida, y cuan-do ese deseo no perjudica de forma directa a nadie. Es evidente nos guste o no, que para ellos ese vivir era un no vivir. ¿Qué beneficio obtenemos al impedir de forma legal que una persona pueda elegir poner fin a su vida en

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circunstancias tan excepcionales? ¿Hemos perdido la capacidad de ser sensibles al su-frimiento de nuestro prójimo? ¿Por qué hemos de prohibir aquello que de todas for-mas se producirá de forma irremediable? ¿Por qué no facilitar ese tránsito respetando la libertad individual?

Entiendo que podamos estar en contra de la eutanasia, me parece una posición tan respetable como la de aquellos que están a favor. Pienso que el debate no debe estar tanto en nuestras posturas personales, sino si estamos dispuestos a que el otro actúe ejerciendo su libertad, en función de sus con-vicciones éticas. Además, la capacidad de elegir, en ningún momento coarta mi libertad. Hay que entender que otros en las mismas circunstancias desearán continuar con su vida, pero esa es su decisión, no habría de depender de la opinión de unos cuantos. Cuando reflexionemos sobre la eutanasia hemos de hacerlo siempre desde aquellos que sufren y siempre teniendo en cuenta que es fácil hablar, pero que vivir en determina-das ocasiones puede resultar muy difícil, por no decir imposible.

El caso de Holanda Como ya es sabido, el 28 de noviembre

de 2000 Holanda se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la eutanasia.7 Dicha decisión contaba con el apoyo del 85% de la población.

La legalización de la eutanasia en Holan-da fue un momento decisivo en el debate en torno a la eutanasia. La decisión tomada por el Parlamento holandés, después de un pe-riodo de prueba suponía un cambio en la situación existente y suponía encontrarse ante una nueva realidad. Por primera vez en la historia sería posible evaluar las conse-cuencias que tendría legalizar la eutanasia.

La legalización de la eutanasia se hacía bajo ciertas restricciones. El acceso a esta solo era posible si se daban ciertas circuns-tancias. La ley establecía los siguientes re-quisitos: 1. El paciente lo ha de solicitar de manera

voluntaria y tras una reflexión. Este se ha de encontrar en pleno uso de sus facul-tades mentales.

2. El paciente ha de padecer una enferme-dad grave o incurable, para que la solici-tud sea considerada. Este ha de sufrir de manera insoportable o que no tenga pers-pectiva de vida.

7 La ley entró en vigor el 1 de abril de 2002.

3. El médico habrá de informar al paciente de la situación en que se encuentra y consultar con otro médico.

4. Cada caso deberá comunicarse a una comisión regional que verificará que se han cumplido los requisitos.8

La decisión tomada en Holanda como era de esperar generó toda una serie de opinio-nes contrapuestas. Por un lado, los defenso-res de la eutanasia aplaudieron la decisión tomada por el Parlamento holandés como un paso en el reconocimiento de las nuevas realidades y al mismo tiempo como un reco-nocimiento de la libertad de elección.

En cambio recibió las críticas más duras por parte de aquellos que son contrarios a la eutanasia. Estos afirmaron que la legaliza-ción de la eutanasia se convertiría en un me-canismo para acabar de forma legal con aquellas personas que supuestamente supo-nían o eran una carga para la sociedad. Al-gunos auguraron un aumento de los casos de eutanasia con el tiempo. En definitiva la legalización abría la puerta a una aplicación indiscriminada de esta, aunque la propia ley limitaba de forma bastante precisa dicha po-sibilidad. Los contrarios argumentaban que la legalización de la eutanasia en cualquier ca-so se convertiría en una pendiente hacia aba-jo, una pendiente resbaladiza.

Lo curioso es que la realidad ha sido muy distinta. Esta ha puesto de manifiesto que los casos de eutanasia en lugar de aumentar se han estabilizado en torno a los 2.000 casos al año como se puede observar en la tabla ad-junta. Además, los datos indican que en la mayoría de los casos las personas que han accedido a esta eran enfermos terminales de cáncer. Otro hecho reseñable es que según los datos del año 2005 solo se practicó la eutanasia a tres enfermos de Alzheimer.

Con las cifras en la mano es indudable que la eutanasia se ha aplicado con normali-dad y no se han dado situaciones que nos hagan pensar que la legalización de esta haya supuesto la eliminación de aquellos que podían molestar, más bien todo lo contrario. Los datos indican una mejora de la situación con el tiempo. Parece que las restricciones y controles que la ley establece han funcionado de forma satisfactoria a pesar de los peores

8 En la actualidad existen cinco comisiones regionales. Estas están formadas por un jurista (que ejerce de presidente), un médico y un experto en ética. Estos son nombrados por los ministros de Justicia y de Salud Pública, Bienestar y Deportes por un período de seis años.

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augurios planteados por los contrarios a la legalización de la eutanasia9.

Números de casos de eutanasia en Holanda10,11

año nº 2003 1.815 2004 1.886 2005 1.993 2006 1.923 2007 2.120

El caso holandés se ha

convertido en un modelo de referencia y sin ninguna duda se está convirtiendo en el modelo a seguir por todos aquellos países que tomen la decisión de legali-zar la eutanasia.

La legalización de la eu-tanasia y su posterior apli-cación a puesto de mani-fiesto que algunos de los argumentos esgrimidos para impedir su legalización no responden a la realidad siempre y cuando la ley se aplique correctamente.

El camino a nuevas legalizaciones

La decisión tomada por Holanda de legalizar la eu-tanasia abrió de alguna manera la puerta a que nuevos países siguieran su ejemplo. El primero en hacerlo fue Bélgica el 15 de mayo de 2002.

9 Los detractores de la eutanasia consideran que hay numerosos casos que no son notificados a las autori-dades, y que por lo tanto no están incluidos en los casos de eutanasia que facilita la administración. Ade-más, consideran que en la mayoría de estos casos no se cuenta con el consentimiento expreso del afectado. 10 «Los casos de eutanasia se estabilizan en Holanda a los 5 años de regularse». El País [Madrid] (31 marzo 2007). <http://www.elpais.com/articulo/sociedad/casos/eutanasia/estabilizan/Holanda/anos/regularse/elpepuint/20070331elpepisoc_3/Tes> [Consulta: 2 noviembre 2008] 11 «Number of euthanasia cases rises». DutchNews.nl (9 abril 2008). <http://www.dutchnews.nl/news/archives/2008/04/number_of_euthanasia_cases_ris.php> [Consulta: 2 noviem-bre 2008]

Recientemente, Luxemburgo se convirtió en el tercer país del mundo y de la Unión Europea en legalizar la eutanasia cuando el 19 de febrero de 2008 el Parlamento de di-cho país en primera lectura aprobó por un estrecho margen una ley en dicho sentido por 30 votos a favor y 26 en contra.12

La ley aprobada, a igual que las aproba-das en Holanda y Bélgica, establece unas condiciones para acceder a la eutanasia. Las condiciones son las siguientes: 1. El paciente ha de ser mayor de edad o

menor emancipado. 2. El paciente ha de pa-

decer una enfermedad irreversible asociada a un sufrimiento físico o psíquico constante y sin perspectiva de mejora.

3. El enfermo ha de mani-festar de forma volunta-ria y reiterada el deseo de morir.

4. El médico habrá de consultar con otro es-pecialista.

Además, habrá una co-misión que supervisará la aplicación de la ley caso por caso.

La decisión tomada por los países del Benelux de legalizar la eutanasia, uni-do a las nuevas realidades planteadas anteriormente, así como el apoyo cada vez más mayoritario a su legalización (el 65% de los españoles se declaran a favor de la eutanasia, en Francia esta cifra se eleva

al 75% y en Alemania y el Reino Unido se sitúa en el 85%),13 probablemente lleven en un futuro más o menos cercano a que más países de la Unión Europea tomen la deci-sión polémica de legalizar la eutanasia. Digo polémica porque es imposible alcanzar el consenso como ponen de manifiesto los ca-sos presentados anteriormente. La oposición frontal de la Iglesia Católica y de la mayoría de las confesiones cristianas hará imposible el consenso y la polémica estará servida.

12 Hay que señalar que la entrada en vigor está condi-cionada a una nueva votación. 13 OBELLEIRO, P. «Flores para Sanpedro en As Fur-nas». El País [Madrid] (14 enero 2008). <http://www.elpais.com/articulo/Galicia/Flores/Sampedro/As/Furnas/elpepiautgal/20080114elpgal_2/Tes> [Consulta: 2 noviembre 2008]

«Mar Adentro». elTato. http://everystockphoto.com/

photo.php?imageId=3248072

12 Aula7

La legalización de la eutanasia probable-mente se extenderá a otros países que no forman parte de la Unión Europea.

Conclusiones

Una cuestión que me llama poderosamente la atención, aunque no me sorprende porque es una constante a lo largo de la historia, es la poca predisposición del ser humano a aceptar aquellas opiniones en cuestiones éticas que difieran de las nuestras propias, y no tan solo en cuestiones éticas sino en cualquier tema. Es sorprendente porque to-dos deseamos que nuestras opiniones sean respetadas, y más sorprendente es aún en una sociedad democrática, que defiende teó-ricamente la igualdad y la libertad de los indi-viduos. Es sorprendente las asociaciones que se llegan a hacer para evitar la legaliza-ción de la eutanasia, y la falta de sensibilidad ante ciertas circunstancias. Algunos intentan hablar de buenos y malos, se utilizan expre-siones como la de asesinos y desde posicio-nes religiosas se llega hablar de pecadores, como dijo Eulàlia Solè hablando del caso de Inmaculada Echevarría:

«[...] cuando antaño no existían los me-dios capaces de retrasar la muerte. Esta llegaba sin apelaciones, [...] ¿No será en lo contrario, en la manipulación científica y técnica, donde reside el pecado?»14

Por otro lado, parece que olvidemos que legalizar no me obliga a tomar parte. Parece como si la legalización de esta me fuese a obligar a hacer uso de ella. Legalizar no im-plica estar de acuerdo, implica considerar y aceptar que el otro pueda diferir de mí. ¿Por qué nos resulta tan difícil aceptar la autono-mía de los individuos? ¿Es que alguien tiene el derecho de imponer sus criterios a los de-más?

Además, cuando hablamos de eutanasia parece que nos olvidemos en muchas oca-siones de las personas, de los enfermos. Como dice Clara Blanc:15

14 Solè, E. «A vueltas con la eutanasia». La Vanguardia [Barcelona] (9 marzo 2007). 15 Clara Blanc, tiene en la actualidad tiene 31 años. Cuando tenía 25 años fue diagnosticada del síndrome de Ehlers-Danlos, una enfermedad genética incurable, que afecta al tejido conjuntivo. La enfermedad se ca-racteriza por una perdida progresiva de la movilidad, de tal forma que llega un momento en el cual el afectado solo puede estar en la cama o en una silla de ruedas. Además, necesita ayuda constante porque no puede comer por si mismo, ni controlar las deposiciones. Por si eso fuese poco, la enfermedad va acompañada de

«Hay tanta gente que imparte lecciones de moral sin haber escuchado a los afecta-dos, a los que nos hemos visto obligados a reflexionar en profundidad sobre este tema [...] –Y añade– No tengo, créame, ninguna tendencia suicida; pero no sé hasta dónde podré llegar, lo que podré resistir. [...] Por eso quiero que me dejen elegir el momento de mi muerte. Quiero poder decir: basta ya de sufrimientos, basta ya de lenta agonía, basta ya de una vida que ha dejado de ser-lo. Quiero irme cuando no pueda más. Para mí y para mis seres queridos será una libe-ración.»16

Parece que olvidemos y no tengamos en cuenta que la eutanasia se plantea como un último recurso. Cuando se dan ciertas condi-ciones; que el paciente padezca una enfer-medad incurable y que le provoque dolores constantes, que haya expresado de forma consciente y reiterada el deseó de morir. Además, el médico siempre habrá de consul-tar con otro e informar a una comisión que velará por una aplicación correcta de la ley. Quiero reiterar que de la misma manera que la legalización de ciertas cuestiones no me obliga, la legalización de la eutanasia bajo las condiciones mencionadas previamente tam-poco me obliga a hacer uso de esta posibili-dad.

Pero, independientemente de que la euta-nasia sea legalizada o no. Independiente-mente de que estemos a favor o no. Inde-pendientemente de nuestra postura, tenemos la responsabilidad de ser sensibles al sufri-miento de aquellos que nos rodean. Esta responsabilidad es aún mayor si nos decla-ramos cristianos, porque Jesús es nuestro ejemplo, y es indudable que el vino a conso-lar a los afligidos. Tenemos el reto de dar paz a un mundo que sufre. En un mundo donde la enfermedad nos degrada hasta llegar a situaciones límite, donde la vida se convierte en un constante sufrimiento, hemos de ser capaces de transmitir la paz que nos propor-ciona la libertad que encontramos en Jesu-cristo. Una libertad que nos libra del sufri-miento y de la muerte en una perspectiva de esperanza en las promesas de Jesús. Como seguidores de Cristo hemos de ser sensibles

fuertes dolores desde el principio de tal forma que el enfermo tiene que ingerir analgésicos de forma siste-mática. Su historia salió a la luz pública, después de la muerte de Chantal Sébire cuando escribió una carta al presi-dente de la República Francesa Sarkozy donde solici-taba el derecho a la eutanasia. 16 Blanc, C. Op. cit. En: Cembrero, I. «Su vida acaba aquí». El País (Madrid), 20 abril 2008.

Aula7 13

NNUUEESSTTRRAASS RREEVVIISSTTAASS

ORIGINS Revista editada en inglés origi-nalmente por el Geoscience Research Institute. Revista de referencia para los estudiosos e interesados en el creacionismo, trata todos los puntos de vista respecto al origen de la Tierra y de la vida que en ella habita. Próximamente en www.aula7activa.org encontrarás los números 7 y 8.

ANDREWS UNIVERSITY SEMINARY STUDIES Revista editada en inglés originalmen-te por el Seminario Teológico de la Universidad Andrews. Revista teológi-ca con prestigio internacional y sin duda la más importante en el mundo adventista.

AULA7 La revista de AEGUAE. La nuestra, la de todos.

al sufrimiento de nuestro prójimo como él lo fue. Hemos de amar en lugar de juzgar. Bibliografía reciente COMITÈ CONSULTIU DE BIOÉTICA DE CATA-

LUNYA. Informe sobre la eutanasia y la ayuda

al suicidio. Barcelona: Generalitat de Catalun-ya, 2006.

VVAA. «L’eutanàsia, entre la teoria i la pràctica». Annals de Medicina, vol. 84, núm. 4, octu-bre/noviembre 2005.

Para bibliografía anterior ver ÁLVAREZ, J. A. Op. cit., pp. 99-101.

CONCIENCIA Y LIBERTAD Revista editada por la Asociación Inter-nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa.

14 Aula7

Un camino estético hacia Dios Ruben Sánchez Sabaté redactor A7noticias, Granollers (Barcelona) El «no te harás imagen...» junto a la austeridad propia de la Reforma, vaciaron las iglesias de todo tipo de arte plástico para concentrarse en la música. Los adventistas, de acuerdo con nuestra tradición reformada, hemos ignorado la pintura y la escultura en la construc-ción de nuestros templos. No obstante, en nuestra iglesia existen artistas como Francisco Badilla, pintor chileno y teórico del arte, que proponen rescatar estas expresiones artísti-cas en nuestra relación con Dios.

ecientemente mi vida topó con la de Francisco Badilla. Calificar nuestro encuentro de fortuito sería discutible,

pero fue breve a todas luces. Las menos de dos horas en las que coincidimos en espacio y tiempo me bastaron para convencerme de que el lector de Aula7 gustaría de conocer a este joven pintor adventista de nacionalidad chilena.

Badilla es oriundo de la Novena Región de Araucanía situada en el sur de Chile. Estudió Arte en la Universidad Católica de Temuco, Chile, primero en un ciclo básico de arte du-rante un período de dos años, para luego ingresar a la carrera de Pedagogía en Artes Plásticas y, más tarde, a una Licenciatura en Artes con mención en Pintura de la que se graduó con una tesina acerca del símbolo de la cruz en la historia del arte.

Desde los 15 años cuando Badilla tomó los pinceles por primera vez, el pintor no ha dejado de plasmar su espiritualidad en sus pinturas, muchas de ellas reconocidas con premios y menciones especiales. Además, este artista chileno cuenta con dos murales en dos instituciones educativas de su país.

En agosto de 2006, la revista de la corpo-ración cultural municipal de Valdivia (Chile), Kimelchen, publicó un texto firmado por la periodista Delicia Jaramillo a propósito de la exposición de doce telas que Badilla tituló «Permanencia». A continuación reproduci-mos algunos fragmentos:

«Sobre la estructura de las técnicas mix-tas, Francisco Badilla incorpora al clásico óleo algunos objetos y símbolos, acudiendo a sus obras una diversidad de conceptos que con marcada presencia remiten a la crucifixión de Jesús como temática central.

»Sentimientos de paz y calma invoca-dos a través de albas atmósferas, se fun-den con detalles de objetos que indagan en la figura de Cristo. Recogimiento y pureza busca revelar el artista. “El objetivo de la muestra es presentar un episodio de la his-toria que marca el pensamiento de Occi-dente, me refiero a la crucifixión de Jesús en dos códigos visuales: primero, el con-ceptualismo y pureza de las obras no figu-rativas y objetuales, y segundo, la ‘carnali-dad’ de la imagen de Cristo crucificado como icono religioso tradicional”, –explica el pintor–.

»“Es pertinente, creo, una reflexión hacia la presencia de Jesucristo codificada en su esencia, es decir la cruz, polarizada en esta muestra donde contrasta el anico-nismo (ausencia de imágenes) de lo neta-mente espiritual, con el poder de la ima-gen”, –agrega Badilla–.

»En la necesidad de compartir una ex-presión personal que aspira a ser leída de la forma en que fue concebida, el artista encuentra la motivación que guía sus crea-ciones: “Las obras surgen a partir de mi in-tención de decir que Dios debe estar pre-

R

Aula7 15

sente en cada uno; cuestionamiento perso-nal que me inquieta, motivando mi vida y mi proceso de expresión artística.”

»Las doce obras que componen «Per-manencia» corresponden a un proceso de creación que se inicia el 2003 y que, según indica Badilla, manifiesta su evolución a través del tránsito hacia una propuesta más figurativa y cromática. Es en su taller donde el artista encuentra el espacio físico y vital para conjugar la fase creativa con una pro-funda reflexión personal en torno a su pro-pia espiritualidad. […]

»La confrontación de la figuración y el conceptualismo religioso se aprecian tam-bién en sus trabajos anteriores. Entre ellos figuran “Id” muestra inaugurada el 2003, la que incluyó algunas de las obras que se presentan ahora en Valdivia y que, según explica el artista, “aludían a la necesidad de ‘ir’, de recorrer un camino en esta vida asi-dos de lo espiritual”. Ese mismo año pre-senta “Cruz = Vida” en la sala de exposi-ciones de la Universidad Católica de Temuco y con la que culmina su proceso de formación académica.

»Badilla ha explorado la pintura más fi-gurativa, pero, también se ha aventurado a las expresiones más abstractas, volcando en ellas una mayor riqueza cromática. Ha realizado murales religiosos en el Colegio Adventista y el Colegio Brainstorm de Te-muco trabajo además en el diseño gráfico para una producción musical de la Univer-sidad de la Frontera y realizó un mural acerca de la historia de dicha Universidad en su 25 aniversario. Actualmente trabaja en un mural para el Colegio Woodland en la ciudad de Los Ángeles (Chile).

»Según sostiene Badilla, la pintura le permite «dar forma a espacios para mirar, manipulando lo netamente visual con lo matérico», proceso en que el lograr la fas-cinación con su obra adquiere vital relevan-cia para el artista: “Es importante poder ‘encantarme’ con lo que estoy viendo. El sentido de la apreciación estética es de es-pecial importancia en mi proceso.”

»En una búsqueda más profunda, la pintura es para Badilla una forma de expre-sar su sentido espiritual y la fusión de pen-samiento con lo material. “Me gusta esa mezcla de ser un intelectual y obrero a la vez” –comenta el pintor–.

»Sus más importantes temáticas inspi-radoras son la imagen de Jesucristo –al que reconoce como el principal motor del pensamiento occidental– y el sentido reli-gioso de nuestra cultura posmoderna. “El sentido para mí es que trato de vivir mi es-

piritualidad donde la pintura me es un canal que me permite sacar mis cuestionamien-tos y mis visiones acerca de Dios”, conclu-ye el artista.» (JARAMILLO, D. «Concep-tualismo y materia en torno a la figura de Cristo». Kimelchen [agosto 2006].)

Recientemente, Badilla ha inaugurado www.franciscobadilla.com, una nueva página Web en la que se puede conocer la mayoría de la obra del autor. Hemos escogido tres de sus pinturas y hemos dialogado entorno al arte y nuestra cultura adventista. Ruben Sánchez: ¿Por qué eligió la pintura cuando la tradición adventista manda dedi-carse a la música? Francisco Badilla: Comencé a dibujar desde muy pequeño. Recuerdo algunos de mis di-bujos de cuando tenia 4 años, siempre esta-ba dibujando y pintando. Pasé por varios temas que me gustaban cuando niño, desde soldados y ejércitos, –mi infancia de desarro-lló en el gobierno de Pinochet– animales, músicos, deportes, etc., así podía pasar gran parte del día dibujando y pintando. Por aquel entonces no era adventista, así que puedo decir que conocí el adventismo cuando era adolescente y ya había en mí un gusto por la expresión artística en relación al dibujo y la pintura. Es cierto que la tradición adventista considera a la música como importante para la adoración a Dios, pero creo que Dios usa diversos talentos, cuando se los entregas y decides ponerte en su dirección.

En relación a la tradición musical adventis-ta, creo que existe una distancia hacia la imagen en nuestra cultura, de considerar a la música como cercana a Dios y a la pintura como lejana, menos importante y dada a se-res que no alaban a Dios. Quisiera citar un texto de Régis Debray que, si bien no es cris-tiano, ilustra esta idea.

«En la ascensión espiritual, el ojo se libera del tacto, más bajo, pero este órgano aun más animal, sujeto a la materia, es superado por el oído, el órgano del espíritu que se ele-va. En el último plano se encuentran los án-geles, más dados a coger el laúd y la viola que el pincel o el buril. Ordinariamente músi-cos, pueden ayudar a los pintores en su tra-bajo pero no se los ve a menudo junto al ca-ballete y no se conocen escultores entre ellos» (DEBRAY, R. Vida y muerte de la ima-gen. Paidos, pág. 74). R. S. ¿Cómo nos acerca la experiencia esté-tica a Dios? F. B. Mediante la belleza, aquella que es dirigida por Dios, así mismo por el goce esté-tico que se produce al contemplar una obra

16 Aula7

de arte o al producirla. Además es mediante los códigos visuales del arte, la materia, la textura, el, color y la forma, que están pre-sentes en el arte y que son elementos que Dios creó y que están en su creación. R. S. ¿Qué influencias tiene como artista? F. B. Del arte religioso contemporáneo, me gustan las pinturas de George Rouault, ex-presionista francés y William Congdon expre-sionista abstracto norteamericano. Ambos desarrollaron un arte cristiano de códigos fuertes, y trazos y atmósferas violentas, el mensaje de Cristo se presenta en estos artis-tas de forma clara honesta y bella. Me gusta la abstracción pero también la figuración y la textura, mi obra es una mixtura de abstrac-ción textura y forma, no podría encasillarme en ninguna tendencia contemporánea. R. S. ¿Dónde le gustaría que estuvieran col-gadas sus obras de arte? F. B. En cualquier lugar donde puedan cum-plir su función de comunicar acerca de Dios,

donde puedan alcanzar a un publico inquieto, que aprecie el arte y quiera percibir un men-saje trascendente; también quiero llegar a un publico de galería o de museo, por supuesto, en un lugar que esté legitimado para mostrar arte, en algunos espacios públicos, donde amplíe la dimensión del lugar como escuelas, universidades, iglesias…, en realidad donde las obras encuentren relación con el medio y operen signos que vayan en una misma di-rección, reflejando esperanza. R. S. ¿Considera apropiado que nuestros templos contengan obras de arte? F. B. Sí, pero se debe ser crítico, no todo el arte es para adoración a Dios. Además debe ser de calidad en su técnica, expresión y simbolismo. Acorde con la contemporanei-dad, el arte debe así mismo servir de lengua-je de la palabra de Dios, debe narrar conteni-dos cristianos. En la antigüedad la imagen

era considerada "la letra de los analfabetos" pero ahora debe ser simbólica, contemporá-nea, poética, ampliar los sentidos hacia un conocimiento de Dios.

Creo necesaria la existencia de un arte que sirva de canal para el mensaje de Cristo. Considero que nuestra iglesia carece de educación en las artes visuales, y por consi-guiente de una apreciación estética. Por eso mismo, si los templos tuvieran obras de arte contemporáneas, estas servirían de educa-ción visual y lo principal: una experiencia estética que refuerce la alegría de adorar a Dios. R. S. Háblenos de su proceso creativo. ¿Hasta qué punto se considera inspirado por Dios? F. B. La inspiración no es algo que llega, sino algo que se debe buscar, me siento ins-pirado por Dios cuando lo busco y logro re-flexionar en ideas acerca de Jesús, a veces realizo bocetos rápidos y escribo ideas y re-flexiones en relación a su palabra, de esa

forma comienzo el proceso creativo que mu-chas veces termina en una pintura.

Creo en la humildad del ser artista, y dejar que Dios me use como instrumento en su obra, me gusta pensar que puedo servir de canal para expresar estéticamente su mensa-je.

R. S. En su obra Espacio y tiempo yo veo la encarnación. [ F. B. Así es, simboliza a Cristo, es una obra muy matérica de mucha textura, representa a Cristo en su corporeidad y en su rol de me-diador entre Dios y el hombre. Me resulta interesante aludir a Hegel que propone al arte como intermediario entre la materia y la idea, una obra de mucha "carnalidad" pero abstracta y simbólica.

R. S. ¿Cómo nos puede ayudar el arte a

Francisco Badilla. Espacio y tiempo. http://www.franciscobadilla.com/imagenes/espacioytiempo.jpg

Aula7 17

trascender nuestras limitaciones espacio-tempo-rales y llegar a intuir conceptos pro-pios de Dios como lo eterno, la omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia? F. B. Apreciando primeramente el arte, dete-niéndose en él, dialogando con la obra. Para que esto ocurra debe haber una experiencia estética, en este caso visual, que nos permita gozarnos en Dios. El arte en su lenguaje simbólico y de polisemia abre nuestra per-cepción hacia un mejor conocimiento de Dios. De la misma forma que cuando escu-

chamos una pieza musical sacra y disfruta-mos aquella experiencia, percibiendo am-pliamente un mensaje que fue hecho para la alabanza de Dios, así debe suceder con las artes visuales. R. S. ¿Por qué divide el cuadro en dos par-tes? F. B. El cuadro a manera de díptico repre-senta dos episodios de la vida de Cristo, su muerte y resurrección, el formato pequeño de la derecha es la muerte con colores que sim-bolizan la carnalidad y la sangre.

Y el de la izquierda simboliza la resurrec-ción donde el espacio blanco es el cielo que se abre para recibir a su rey victorioso y tam-bién se abre para nosotros en acceso por medio de Cristo hacia Dios. El uso de textu-ras táctiles refuerza la sintaxis hacia un signi-ficado de la coorporeidad de Cristo, a la ma-

teria, algo muy discutido por los iconoclastas, pero esta vez sin imagen, solo la expresión de estas dos teofanías. R. S. A propósito de su obra Jesús ¿Qué significado tiene un Jesús crucificado en nuestra sociedad posmoderna? F. B. Para nuestra sociedad posmoderna es solo historia, un hecho histórico relevante que inició el pensamiento occidental judeo-cristiano, pero creo que nuestra sociedad no quiere ver a Jesús crucificado, ni de ninguna

forma, en cierto modo le incomoda, aunque sabe que necesitan de él. R. S. ¿No cree que su Jesús es demasiado católico y occidental? ¿Tiene que ver con el hecho de haber estudiado en una universidad católica? F. B. Es que no tenemos iconografía cristia-na protestante por así decirlo o bien no se ha decodificado convencionalmente, por lo tanto es natural que una imagen de la crucifixión de Jesús nos remita a pinturas católicas. Creo que es por la distancia que tenemos como adventistas hacia la imagen y nuestra tradición puritana que se arrastra desde el periodo reformador con Calvino. R. S. Veo que su Jesús, a diferencia de otros, transmite mucha paz. ¿Sentir esa paz

Francisco Badilla. Jesús. http://www.franciscobadilla.com/imagenes/jesus.jpg

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que solo Dios da es imprescindible para po-der pintarla? F. B. Sí, como pintor debo estar en paz, pero a la vez inquieto sintiendo necesidad de Dios. Es importante para pintar a Cristo sentir esa paz que me permite tomar decisiones en la

pintura, confiando en que Dios dirige mi tra-bajo y este llegará al corazón de las perso-nas. R. S. En su obra Símbolo y realidad, ¿Dónde está el símbolo y dónde la realidad?

Francisco Badilla. Símbolo y realidad. http://www.franciscobadilla.com/imagenes/simboloyrealidad.jpg

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F. B. En este políptico se entrelazan símbolo y realidad. La cruz es un símbolo que está representado no como forma convencional sino como una imagen de un hombre que carga un madero, es decir, la cruz es un sím-bolo, pero a la vez es realidad para el aquí y el ahora de cada uno de nosotros. Al pensar en el calvario, vemos nuestra realidad. Los formatos de la derecha simbolizan la trinidad, arriba Dios, al centro Jesús, abajo el Espíritu Santo, y depende de nosotros si los hacemos una realidad para nuestra vida hoy.

R. S. ¿Qué nos aporta el símbolo a nuestra percepción de la realidad? F. B. El símbolo nos entrega identidad, nos remite a lo que somos, nos señala que Cristo murió por nuestros pecados, y eso debiera mostrarnos nuestra realidad, debemos ser capaces de decodificar el símbolo de la cruz cada día en nuestra vida, para así ampliar la percepción de nuestra realidad como hijos de Dios necesitados de él.

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año Convención Ponentes precio1996 Sexualidad: Una perspectiva cristia-

na M. Fernández L. Nunes, A. Nu-nes, J. L. Lasso, J. Llorca

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1997 La seguridad personal de la salva-ción

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1998 El evangelio de los últimos días C. Goldstein 12 €

2000 La mujer y la iglesia. El racismo en la iglesia

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2002 Adventismo: ¿Iglesia, denomina-ción, secta...?

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2004 Bioetica J. A. Álvarez, V. Armenteros, J. García-Pozuelo, J. M. López, N. Viñas

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2006 ¿Vale la pena esperar la Segunda Venida?

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Viaggio in Italia Ramon-Carles Gelabert Santané redactor Aula7activa, Barcelona Viaggio in Italia es una película de 1953 dirigida por uno de los creadores del neorrealis-mo italiano, Roberto Rosselini. Con esta película se marca el punto de partida de la mo-dernidad cinematográfica.

l neorrealismo italiano es el movi-miento cinematográfico que surge en Italia al acabar la II Guerra Mundial.

El neorrealismo empezó a germinar en pleno régimen fascista musoliniano, algunos de sus representantes más destacados se formarán como cineastas en la Centro Spe-rimentale della Cinematografía y a los míticos estudios de Cinecittà, ambos creados por el régimen fascista. Pero un cine de las carac-terísticas del neorrealismo necesitaba de un ambiente más libre que el que se respiraba en la Italia musoliniana, y solamente hundirse el régimen y el ejército alemán ser ahuyenta-do más allá de las fronteras, estalló el neo-rrealismo como el cine que intenta reflejar la realidad de un país derrotado y hundido.

El neorrealismo pretendía «la conversión de la vida en cine», como muy bien dice Za-vattini, uno de los teóricos del movimiento. A la hora de concebir y rodar una película, esta actitud se reflejó en una serie de pautas co-munes: utilización de actores no profesiona-les; rechazo de estudios y decorados, rodar en espacios naturales; temas reales y coti-dianos, eliminar el maquillaje y otros efectos que pudieran quitar espontaneidad y credibi-lidad y buscar el tono de un documento verí-dico.

La obra que inaugura este movimiento es Roma, città aperta (1945), de Roberto Ros-sellini, y le siguen inmediatamente Paisà (1946), también de Rossellini, La terra trema (1948) de Luchino Visconti, Ladri di biciclette (1948) de Vittorio de Sica, entre otros.

Roberto Rossellini nacido al 1906, es uno de los máximos representantes del neorrea-lismo italiano. Roma, città aperta (1945), ro-

dada durante los últimos días de la ocupa-ción alemana a la II Guerra Mundial, es el inicio del neorrealismo italiano, además de ser considerada como una de las obras maestras de la cinematografía. La lucha de la

Resistencia italiana por la liberación de la ocupación alemana y del régimen fascista es también el centro de interés de Paisà (1946), película que rueda un año después, integra-da por seis episodios sobre hechos verídicos que sucedieron en distintas regiones italianas y donde intervinieron algunos de los protago-

E

Aula7 21

nistas reales de las historias narradas. Ger-manía, anno cero (1948), rodada inmediata-mente después, y donde se narra el retorno de un soldado alemán a su país, formará junto a Roma, città aperta (1945) y Paisà (1946) una trilogía sobre la realidad más re-ciente de una Italia que acaba de salir de la guerra.

Rossellini, una vez el neorrealismo ha sido superado, rodará una serie de películas que serán protagonizadas por su pareja en la vida real, la actriz sueca Ingrid Bergman, como por ejemplo las enormemente celebra-das por la crítica cinematográfica Stromboli (1950) y Viaggio in Italia (1953). Ingrid Berg-man, en la mayoría de las películas que in-terpretó bajo la dirección de Roberto Rosse-llini, aparece como una extranjera en una Italia con la que entra en conflicto, el tiempo y el espacio que le rodean son incomprensi-bles para ella.

Posteriormente con Il generale della Rove-re (1959) y Era notte a Roma (1960), Roberto Rossellini va a volver a tratar los temas de la guerra y de la Resistencia. Sin embargo, a partir de 1964 Rossellini predijo la muerte del cine como espectáculo y lo quiso transformar en un medio didáctico; y de esta su nueva orientación surgieron una serie de películas rodadas especialmente para la televisión, la mayoría fueron de temática histórica.

Roberto Rossellini murió en 1977.

Ficha técnica de Viaggio in Italia

Director: Roberto Rossellini. Intérpretes: Ingrid Bergman, George

Sanders, Anna Proclamer, Maria Mauban, Paul Mujer, Natalie Ray, Leslie Daniels, L. Rocco.

Guión: Roberto Rossellini, Vitaliano Brancati.

Fotografía: Enzo Serafin. Música: Renzo Rossellini. Producción: Sveva Junios, Italiafilm. Año: 1953. Nacionalidad: Italiana.

Argumento

La película narra la historia de un matrimonio inglés, Alexander y Katherine Joyce, de clase alta que viajan a Italia con su coche, concre-tamente a Nápoles. Y observan como des-pués de ocho años de matrimonio no se co-nocen bastante, con tan solo un cambio en su rutina habitual para que las contradiccio-

nes de su relación como pareja se pongan de relieve de forma sincera y abierta. Aparente-mente conviven pero no se conocen, para ellos les parece que es el signo inequívoco de que no tienen nada que ver el uno con el otro.

No pasa nada relevante en sus vidas. Una pareja de londinenses metódicos y previsi-bles, situados en el mismo centro del Nápo-les espontáneo, donde todo tiene una veloci-dad diferente, un contexto y un color distinto, es un mundo alejado de su comprensión y sensibilidad. Ambos no parecen tener nada

que decirse cuando están juntos, y son cons-cientes del fracaso como pareja.

Este nuevo mundo que es para ellos Ná-poles, es un mundo donde parece que sus habitantes viven más y con más intensidad lo que los rodea. Katherine, la esposa, lo perci-be claramente.

Ambos viajan a Nápoles por un asunto tan prosaico como liquidar y vender la herencia que les ha dejado un tío de Katherine. Pero esta herencia es una villa situada en medio de un paraíso del Mediterráneo, al lado de una ciudad llena de vida como Nápoles; cer-ca de una de las ciudades en ruinas más impresionantes, Pompeya; a la vista de un volcán grandioso pero amenazador, el Vesu-bio; a la vista de una isla encantadora, Capri, y todo esto en medio de un paisaje pleno de sensualidad y hechizo que proporciona un vino espléndido.

22 Aula7

A Katherine le hubiese gustado que el via-je también fuera de placer y un reencontrarse con su marido. Pero desde el inicio Alexan-der manifiesta su aburrimiento, le reprocha la enorme pérdida de tiempo de viajar en coche ya que en avión ya estarían de vuelta a Lon-dres. Sin embargo, ambos ven este viaje como una opor-tunidad de pasar más tiempo jun-tos.

Pero mientras ella visita mu-seos, ruinas, etcétera, los lugares que un poeta amigo suyo evoca en unos poemas inéditos algunos de los cuales ella ha copiado y los ha memori-zado; Alexander se dedica a ver-ter su ironía y sarcasmo, se ha vuelto escéptico sobre su futuro como pareja y reprocha a su mujer que nunca ha intentado comprenderlo. Katherine le responde que no ha podido hacerlo porque ha encontrado un muro de educada ironía e indiferencia, que no le ha permitido penetrar en sus sentimien-tos y así intentar comprenderlo y que el mie-do al ridículo la paraliza.

Alexander toma la decisión de ir a Capri siguiendo unos amigos que ha conocido en una fiesta propia de la aristocracia napolitana decadente y ociosa, que se autocalifican de “náufragos” que malgrait tout flotan. En Capri conoce a una mujer con la que piensa que podrá flirtear, pero ella le manifiesta que está casada. Vuelve de Capri intenta divertirse en la noche frívola de Nápoles, pero conoce a una prostituta de una forma un tanto atípica. La prostituta le habla de la muerte de una joven amiga de treinta años que deja un hijo de siete meses, y le dice que ella misma iba a suicidarse y que gracias a aquel encuentro no lo ha hecho. Ante un cúmulo de fracasos y situaciones absurdas Alexander decide volver a la villa donde Katherine juega al soli-tario y hace ver una cierta indiferencia con su llegada, cuando es manifiesta su desazón por la ausencia de Alexander.

Al fin parece que se sinceran y aceptan que hay que romper como pareja delante de su evidente fracaso al intentar comprenderse mutuamente.

Pero juntos visitan las ruinas de Pompeya, a contrapelo y por cumplimiento delante de la invitación e insistencia del responsable de la

villa que han heredado. Existe la expectativa de asistir a un hallazgo arqueológico, que les causará inquietud y una impresión próxima a los sentimientos que hervían entre ambos. Los arqueólogos están descubriendo una pareja, hombre y mujer, que murieron de forma súbita bajo la lluvia de la lava del Ve-subio, están abrazados, murieron amándose. Katherine le provoca una tristeza y malestar súbitos que no puede dominar. También Alexander queda conmovido por la visión de las dos figuras. Y entonces ella siente que hay una corriente de solidaridad entre ambos y que su marido no es tan cínico ni impene-trable como ella pensaba.

Esta visión de los amantes de Pompeya muertos de forma súbita hace reflexionar a Katherine y expresar: «que breve es la vida», al que responde Alexander: «por eso tene-mos que aprovecharla».

Por primera vez desde que han llegado a Nápoles pasean, van juntos y sienten las mismas cosas.

Volviendo de Pompeya hacia Nápoles se encuentran atrapados en medio de una pro-cesión religiosa, algo incomprensible para Alexander, pero ambos sienten que sucede algo extraordinario que no está a su alcance

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de comprensión inmediata. En un momento de euforia por parte de los espectadores de la procesión, la masa se mueve y arrastra a Katherine y esta grita auxilio a Alexander, él no lo duda y puede atraparla. Es el reen-cuentro de ambos, donde se prometen amor.

Comentario

Viaggio in Italia (Te querré siempre) es uno de los films que han quedado como una refe-rencia para la cinematografía posterior. Los jóvenes de la Nouvelle Vague François Truf-faut, Jean Luc Godard... toman esta película como un ejemplo de revolución en el lengua-je cinematográfico. Jacques Rivette escribe en Cahiers du Cinéma: «con la aparición de Viaggio in Italia, todas las películas han en-vejecido diez años de golpe».

Y es que Viaggio in Italia es de aquellas películas con las que se escribe y avanza la historia del cine. No se puede describir en palabras lo que Roberto Rossellini expresa en imágenes.

Rossellini intenta penetrar con su cámara en el interior de los sentimientos de los seres humanos y en el interior de las contradiccio-nes que existen y se desarrollan en las rela-ciones y en el mundo de la pareja.

Los críticos siempre han aducido que el interés de Roberto Rossellini por esta temáti-ca viene mediatizado por la propia crisis de pareja en la vida real de él con Ingrid Berg-man. Y la lectura de la novela Duo de la es-critora francesa Colette le proporciona la cla-ve para desarrollar el argumento, que por concernirle personalmente, le resultaba difícil de objetivar.

En un momento histórico en que la falta de referencias precisas y de elementos sóli-dos que mantengan unidos y que creen lazos de solidaridad entre los seres humanos, esta falta de referencias disgregan tantas cosas, y entre estas cosas que disgregan está tam-bién la familia, la solidaridad entre un hombre y una mujer, las relaciones de pareja.

Son temas que en aquellos años en que se rueda Viaggio in Italia están muy tratados y desarrollados en el psicoanálisis y otras disciplinas científicas y literarias, pero no eran temas que el cine abordase, porque el cine se ha sentido o ha ido siempre a remol-que de los avances culturales. Y Rossellini quiere hacer un esfuerzo por llevar al cine todo lo que se debatía, todo lo que eran las cosas más importantes del devenir cultural de su tiempo. Así pues, con este propósito hizo esta película.

Pero esta película obtuvo un estrepitoso fracaso, cuando se estrenó en la sala de ex-hibición de Roma, Fiamma, la sala estaba desoladoramente vacía y no llegaron a ir mu-

chos espectadores, y los pocos que fueron se sintieron indignados y casi insultados. Viaggio in Italia dividió las opiniones entre los que no veían nada más allá que el conflicto sentimental de una pareja interpretada por Ingrid Bergman y George Sanders y el sector de la sinistra que renegó del final, en el que los protagonistas reencuentran el amor en un contexto liturgicorreligioso. Hasta que no pa-saron diez o quince años la película no estu-vo rehabilitada y redescubierta. Entonces pasó a ser considerada como un intento pio-nero, el primero de uno nueva corriente de cine adulto, de cine para adultos, de un cine que se dirige a la inteligencia.

Esta película no parece encajar en ningún género. Tiene comedia, tragedia, también tiene algo de documental, pero es sobre todo el desvelar el alma humana en toda su des-nudez.

El cine de Rossellini, se ha dicho, es de falsos raccords del cine clásico. Raccord es el enlace que se establece entre planos para dar continuidad, unir, para dar uniformidad, para dar coherencia. Se puede decir que aquí reside buena parte de la modernidad de Viaggio in Italia. El cine de Rossellini parte de una nueva concepción del hecho de hacer una película, en la que la puesta en escena no está de manera absoluta al servicio de la narración, como sería en el cine más clásico y ortodoxo, la narración se pone en cuestión en el momento que se incluyen los “tiempos muertos” y el cine entra en relación con las vivencias.

La modernidad en el cine comporta que la pregunta esencial del espectador deja de centrarse en cuál será la próxima acción del relato para concentrarse en la propia imagen. El espectador se interroga sobre lo que está viendo y no sobre el que pasará a suceder

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inmediatamente. El cineasta deja de ser un constructor de grandes realidades imagina-rias, ya no es un demiurgo que manipula los sentimientos del espectador, pasa a ser quien proporciona pistas al espectador para que este reflexione y pueda conocer mejor el mundo que le rodea.

En Viaggio in Italia las primeras imágenes que Rossellini muestra al espectador son un paisaje y una carretera, y después aparecen los dos protagonistas, Khaterine y Alexander, que están mirando lo que hemos visto prime-ro nosotros, el público. Vemos lo que ellos miran, para después verlos a ellos. Cuando Katherine visita el museo de historia de Ná-poles, Rossellini primero enfoca la cámara a la estatua que está viendo la protagonista, y después la enfoca a ella, de manera que nos muestra qué efecto provoca en ella lo que está viendo y escuchando. La cámara no solo quiere reflejar la imagen de unos ros-tros, sino también lo que hay detrás de ellos.

Con Viaggio a Italia Rossellini alcanza el clímax de su propio método y articula las bases de un camino que se dirige hacia el didactismo.

Las vicisitudes un tanto rocambolescas que rodearán la película, el más significativo estuvo que pocos días antes de empezar el rodaje Rossellini se entera que la novela Duo de la escritora francesa Colette tenía ya sus derechos vendidos, lo que deja a Rossellini sin previo aviso compuesto y sin guión. Hay unos actores, un director, un equipo de roda-je, pero no hay ninguna historia que rodar. En esta circunstancia el artista, Rossellini, no le queda otra solución que confiar en el con-tacto con la realidad napolitana por encontrar la inspiración. Eso hace que la película se impregne de un tono documental. Y el impac-to que la imagen documental provoca en la conducta de los personajes-actores de la ficción-documento es una de las llaves fun-damentales de la película. Rossellini no pre-tende dar respuestas, sino que sugiere como buen maestro e intelectual de su tiempo po-sibles reflexiones al espectador sobre temas tan esenciales como la angustia, la soledad humana y la incomunicación en el interior de la pareja.

Sin duda por reflejar todo eso contó con dos intérpretes excepcionalmente adecuados para reflejar esta situación. Una Ingrid Berg-man llena de dudas sobre el proyecto fílmico y sobre su propia vida con Rossellini. Y un George Sanders, que atrajo la atención de Rossellini por su aparición a Eva al desnudo de Joseph L. Mankiewicz, donde interpreta el papel de uno aparentemente gélido e imper-turbable intelectual, actitud que es solamente

la máscara que encubre una completa inse-guridad interior. Papel que se identifica con el personaje real que depende de su psiquiatra para sobrevivir con un mínimo de coherencia y equilibrio mental. Rossellini probablemente aprovechó estas circunstancias y actores, con una contención interpretativa excepcio-nal, para reflejar un ambiente en que la sen-sación de tensión soterrada que reflejan am-bos protagonistas, es posiblemente motivada por una situación próxima a la realidad y que las cámaras son capaces de captar, engullir y alimentar la intensidad de la sensación de dolor por la falta de comunicación de la pare-ja, desorientación personal, soledad...

Viaggio in Italia propone una concepción absolutamente nueva del cine. La película es la consolidación del camino iniciado por Ros-sellini en Paisà. Supone una ruptura radical en referencia a los modelos del cine clásico y los modelos del neorrealismo. La ruptura empieza por la posición del creador-director ante la creación cinematográfica, la idea clá-sica del cine establece siempre la figura de unos demiurgos –guionista y el director– que crean un mundo propio –el del relato–, que se construye a partir de un proceso de repre-sentación. Rossellini en Viaggio in Italia apli-ca un procedimiento, ya sugerido en Strom-boli, en el que no se parte de ninguna verdad anterior, sino de la búsqueda de una posible verdad revelada. El director intenta poner en contacto la ficción –unos personajes proce-dentes del mundo de lo que se percibe como imaginario– con el mundo exterior. De esta manera, la película deja de ser algo construi-do avant match, para pasar a ser algo de nuevo en continuo proceso de construcción.

La posición del creador-director no es la de quien pone en escena un mundo que ha imaginado, sino la de quien se propone atra-par una realidad antes de ponerla en escena. La cámara asume de esta forma el papel de instrumento útil para enseñar y transmitir conocimiento.

Rossellini enfoca la cámara sobre el mun-do que le rodea como quien observa las co-sas por primera vez, y eso hace que esta primera mirada llevé implícita una pregunta sobre el porqué de todo esto, qué está suce-diendo. Esta confianza absoluta en el poder de la mirada, como base para descubrir el entorno, fue la clave que permitió situar a Rossellini dentro de la denominada moderni-dad cinematográfica.

Para Rossellini, mostrar las cosas significó reconstruir el tiempo necesario de los acon-tecimientos para descubrir su razón profun-da. La película se transformó, de esta mane-ra, en una prolongación de la mirada, una

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invitación a ver más allá de la realidad mate-rial exterior.

Roberto Rossellini concebía la realidad como la unión entre una realidad exterior con otra interior de carácter espiritual. Este méto-do exigía un replanteamiento de la idea de la visión.

Para Rossellini toda búsqueda en el len-guaje cinematográfico era sobre todo una búsqueda moral. El cineasta utilizó como

único dogma de comportamiento la búsqueda de la verdad.

Bibliografía QUINTANA, A. Roberto Rossellini. Madrid: Edi-ciones Cátedra, 1995. (Colección Signo e Ima-gen/Cineastas, nº 23)

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«Como ovejas en medio de la globalización económica» José Manuel López Yuste profesor de humanidades Col·legi Urgell, Barcelona Este artículo ha sido publicado en Café Hispano http://www.spectrummagazine.org/cafe_hispano/2008/09/22/como_ovejas (30 septiembre 2008). A propósito de la Escuela Sabática número 5 del tercer trimestre del 2008 titulada Jesús y sus discípulos, José Manuel López Yuste escribió el siguiente comentario que después de las sacudidas económicas recientes cobra todavía más relevancia.

eleer un texto, o un conjunto de textos, para obtener respuestas a una pregun-ta dada, no es tarea fácil. Entre la so-

ciedad agraria de la época de Josué, la pos-terior de los jueces de Israel, y las socieda-des occidentales contemporáneas, hay una distancia considerable a nivel de estilo de vida, y de pensamiento. Nuestra cosmovisión religiosa es el resultado del enfoque del Nue-vo Pacto o Testamento, como apunta Hebreos 1:1-2, no así la de dicha sociedad mencionada. Es desde esta perspectiva que nos podemos aproximar al Texto del capítulo 25 del Levítico. Evidentemente no hay que olvidar los textos propuestos, Mateo 10 y Juan 10:10 en la búsqueda de dicha finalidad perseguida en la siguiente reflexión.

Si evaluamos los riesgos de la situación, contamos con una posible mirada subjetiva que no sea lo suficiente representativa, pero también con el texto, como punto de encuen-tro intersubjetivo, como sujeto activo del acto comunicativo entre la divinidad y nosotros, lectores-receptores, con capacidad reinter-pretativa de dichos mensajes. Así desde una mirada metodológica hermenéutica, se pre-tenderá que los contenidos textuales actuali-zados sean sugerentes, y capaces de poten-

ciar el diálogo entre personas con inquie-tudes compartidas.

Entrando en materia, la primera idea que aparece en el texto es la de Dios como pro-pietario, como terrateniente. La segunda cuestión es la de regular la dote del territorio a cada pater familias de su pueblo mediante un supuesto “contrato”. Mediante este, se establece una relación de respeto hacia sí mismo, y hacia la explotación laboral de la tierra. Serán luz para otros pueblos. Para la mentalidad del israelita inquilino, convertido en nuevo propietario, podría ser cuestionada la sistemática matematización del tiempo de explotación, y de reposo. Se destaca el sép-timo año de cada ciclo para que en un ma-crociclo de medio siglo se establezca un Día del Perdón. Parece que más que obsesionar-se con producir por producir cosechas, fuente de riqueza, –o como mínimo de autoabaste-cimiento–, la finalidad sea corregir la tenden-cia natural del hombre a sobreexplotar la tierra, la gallina de los huevos de oro. Es de-cir, la manera cruda, cruel, y real de los po-derosos de esclavizar a los débiles. Esta es la manía de estos superhombres nietzschea-nos llamados a gobernar países, y a dirigir empresas, pagando el mínimo sueldo posible

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a cambio del mayor número de horas legales. Se trata de maximizar la racionalidad del be-neficio productivo, sin darse cuenta del capi-tal humano que la produce. Reconocer a Dios en nuestra gestión laboral, de dichos ciclos, es depender de su aprobación para disfrutar de su “auditoria”, y que esta sea gratificante, y satisfactoria, para nuestra iden-tidad personal y colectiva. Es como darle un uso respetuoso a la herencia de nuestros progenitores. Mantener una misma filosofía de empresa que nos dignifique a todos.

Me llama poderosamente la atención el grado de escepticismo, y de desconfianza, que Dios presupone que tenemos, y no sin motivo para ello. Explicita y da voz a una posible objeción crítica de nuestro sentido común: ¿Qué pasa si no cum-plo con las condicio-nes de dejar la tierra des-cansar? ¿Qué pasa si no me ocupo de mi trabajo? Para mu-chos de nosotros este plan-teamiento no es una cuestión de fe, sino un imposible contractual con los jefes. Los israelitas a los que se les pide que le dejen a la tierra recuperar sus energías mediante un supuesto “barbecho”, habían sido alimentados durante cuarenta años a capricho. Para ellos era una realidad fáctica. Eran los huéspedes de Dios en su desierto. Nosotros vivimos los periodos del paro labo-ral como una desgracia de la que hay que huir lo más rápidamente posible. Nos move-mos en otro parámetro paulino: el que no trabaje que lo haga si quiere comer. Sí o sí.

Lo que me queda claro es que el plan de Dios en la cuestión del “contrato” con la tierra es más ecológico, generoso, dependiente, y confiado para satisfacer las necesidades de todos de lo que siquiera nosotros podemos creer. Por otro lado, el hombre actual occi-dental no se cuestiona la relación con la tie-rra desde el respeto al Creador, sino más

bien desde la preocupación por la carencia de fuentes energéticas que provocan todo tipo de males, como la sobreexplotación de dichos recursos hasta su agotamiento. No se le deja a la tierra descansar. No importa de quién es la tierra o qué gobierno se la ha apropiado en el devenir histórico. Lo que im-porta actualmente es quién se beneficia para su satisfacción de esta. No siempre existe correspondencia entre el trabajo, y el benefi-cio, debido en parte a la avaricia de los in-termediarios, casi siempre ejecutivos de grandes corporaciones, desligados de res-ponsabilidad con la cultura autóctona. Explo-tan sus propiedades sin piedad, y a bajo pre-cio.

La humanidad sigue instalada en el abuso Norte-Sur;

hambrunas versus

abundancia de centros comerciales; sed de agua potable ver-sus campos de golf, y piscinas por doquier para disfrute del

particular. Hay una larga expo-sición de

tragedias personales provocadas

por los éxo-dos en bus-ca del paraí-so perdido, y

de la tierra prometida, defendida esta bajo el grito de “la tierra es mía” y “vosotros solo estáis de paso por ella como huéspedes mí-os”, en la medida en que las leyes de un país os acogen para su propio beneficio. Esto conlleva la mediatización de las identidades nacionales, revestidas de interés socioeco-nómico, simbolizadas bajo una bandera, e himno nacional, nos sumergimos en la lucha por la supervivencia, lo más salvaje o civili-zada posible, en función de las circunstan-cias. Así defendemos o conquistamos “nues-tra tierra” de los otros, percibidos como posibles potenciales enemigos visibles, o inventados, pero siempre instrumentalizados.

En un mundo globalizado, poderoso tec-nológicamente, seguimos los hombres y las mujeres de los países ricos, desoyendo al Dios propietario que dice: «la tierra es mía, y

4lexandre. «Globalization». http://everystockphoto.com/photo.php?imageId=4002314

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vosotros solo estáis de paso por ella como huéspedes míos» (Levítico 25: 23).

Es significativo que Rousseau dijese que el estado natural de igualdad del hombre se perdiera con la propiedad privada. Es decir, dudo que quisiese decir que no hay que te-ner patrimonio para ser moralmente bueno. Me da la impresión de que la cuestión para este pensador consiste en el uso instrumen-tal que se hace de dicho concepto. Intermi-nables hipotecas por liquidar, con la consi-guiente insatisfacción que provocan las subidas de intereses. Y para más inri, en época de crisis económica como la actual. Somos seres paradójicos. Esclavizamos li-bremente nuestro tiempo para beneficio de otros. Estos son los verdaderos propietarios de nuestra vida espacial, puesto que nos han permitido obtener unos pocos, –casi siempre insuficientes–, metros cuadrados. Cambia-mos tiempo inseguro de vida laboral por un espacio, sometido a la segura especulación arbitraria del sistema de mercado. Quizá aquí lo importante sea reservar tiempo laboral de relación con el Eterno, más que vivir para ser un precario propietario. La eternidad no hace énfasis tanto en lo que haremos como en el lugar concreto, preciso, y precioso, que dis-frutaremos libre de cargas económicas eter-namente.

Cuando Dios dice que «la tierra no debe venderse a perpetuidad», quizá nos esté su-giriendo lo injusto que es especular con la fuerza de trabajo de las personas. No es agradable ser víctima de un sistema de usura bancaria. Afortunadamente en Levítico se va-cuna contra esta tendencia egocéntrica. El antivirus es la relación sentimental estableci-da en el seno familiar. Aquí se establece la piedad, la compasión, el cariño, y la empatía, como fundamento del criterio corrector de la pobreza del ser querido. Es irónico que Aris-tófanes en sus comedias parodiase a Pluto como un dios ciego. Así de caprichosa es la lógica del dinero. El capital acumula más capital, y viceversa. Las deudas incrementan más el déficit. Las grandes acumulaciones de poder económico en pocas familias generan una insatisfacción permanente para la gran mayoría. Solucionar este reparto es misión imposible. Deberíamos entender la humani-dad desde la utopía. Se trata de ser guarda de mi hermano recíprocamente. Solo los pri-meros cristianos, la iglesia apostólica, tenían una expectativa tan abierta a la esperanza como para intentarlo. El capital no se convir-tió en propiedades sino en proyectos. Se invirtió en personas. En templos vivos. En buenas noticias. En lo más parecido a una

familia. Nadie pasaba necesidad en un pri-mer momento. Luego todo cambió.

Siguiendo con el tema de la especulación, ahora se trata de especular a nivel global con alimentos básicos para los más pobres de la tierra como es el caso del arroz, la leche… pero también la luz, el agua…En España las viviendas, compradas el último lustro, están perdiendo su valor de tasación hipotecaria. La ficción se ha convertido en una escalo-friante realidad. Son las leyes arbitrarias y azarosas del nuevo Pluto, llamado libre mer-cado. De libre poco, puesto que la mano invi-sible de A. Smith, ya se ha hecho visible en los nuevos agentes de la globalización eco-nómica: FMI, (Fondo Monetario Internacio-nal); Banco Mundial; OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó-mico); OMC (Organización Mundial del Co-mercio); Banco Central Europeo y la Comi-sión Europea. Se habla de libre circulación de mercancías, pero no de personas. Un sin papeles es una nueva forma de subclase social, sometida a la indefensión ante las mafias, en demasiados casos. Me atrevería a decir que es un condicionamiento legal que permite el aumento de la violencia social. Esta es una respuesta bidireccional.

Muchos nos sentimos estafados por pro-curar un hogar, un techo, para nuestros hijos. Los sueldos no se adecuan al nivel de con-sumo del carrito de la compra. Este carrito regulador del IPC (Incremento de los Precios al Consumo) ya está distorsionado por prin-cipio. Así el trabajador padece la subida es-tratosférica de los precios, pero es convertida su fuerza productiva simultáneamente en un cubito de hielo. La subida de los sueldos se congela con gran facilidad. Y eso, en pleno deshielo de la Antártida. Esto tiene un efecto contradictorio para las familias.

Levítico invita a que cada persona se sien-ta rica por pertenecer a una familia. La eco-nomía no se sitúa solo en un plano personal, sino en uno más amplio, la consaguinidad. De ahí la idea de rescate económico ante los deudores. De ahí la práctica de avales ban-carios exigidos en algunos casos a familia-res, o amigos, para adquirir alguna propie-dad.

En la antigüedad, la esclavitud formaba parte de la mentalidad de los pueblos. Hoy en día legalmente no es así, según los dere-chos humanos, y las legislaciones de nues-tros Estados. Ya hemos apuntado alguna sutil y novedosa forma de esclavitud. Se po-dría pensar que Dios no la acepta para Israel. Lo llama a la libertad. Lo sacó de casa egip-cia de esclavitud. Ahora bien, se regula mo-ralmente el trato a los esclavos de otras na-

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ciones, pero no se prohíbe. Nos sorprende que Dios la tolere desde un prejuicio de iden-tidad nacional. Será de nuevo Pablo el que diga que esta estructura socioeconómica no es el ideal de Dios, pero no por ello permite abolirla a lo Espartaco, mediante revolucio-nes sangrientas. Sentirse persona sin barre-ras ni condicionamientos interiores es una revolución mucho más poderosa y pacífica. Gandhi con su mentalidad ya lo demostró. Los británicos no tienen duda de ello. Ade-más este líder espiritual indio aprendió el pacifismo de los Evangelios, según sus pro-pias palabras. Este principio de trato con el esclavo no israelita sí que es innegociable para Dios. Se prioriza la lectura ética más que la socioeconómica. La primera permitirá que la segunda se desvanezca a lo Livio An-

drónico, que obtuvo su libertad por concesión de su amo al traducir las obras de Homero del griego al latín. La cultura libera por ser siempre un valor añadido. También les suce-dió a Daniel y a sus amigos. Conviene recor-dar que uno de los elementos más unificado-res, y relevantes de la cultura es la identidad religiosa.

De todo lo anterior, hay dos leyes o princi-pios que regulan con su presencia todos los pormenores de los intercambios comerciales: la libertad, y la justicia, entendida esta como proporcionalidad recíproca.

Ningún cristiano debería “esclavizar” eco-nómicamente a otro ahogándolo con inte-reses sobre los productos básicos para vivir. No es ético especular con el trabajo, la vi-vienda, y los alimentos de la humanidad.

Ningún cristiano debería tratar con cruel-dad económica a ningún ser humano, según Levítico 25: 43. Más bien, todo lo contrario, con generosidad, a fin de que el Propietario del tiempo, y del espacio, Nuestro Dios, sea respetado en sus hijos.

Quizá cuando Jesús dijo que sus palabras nos enseñarían el camino de la libertad con

mayúsculas, por ser más auténticas, nos estuviese diciendo más de lo que aparente-mente estemos dispuestos a asumir. Cam-biar un estilo de vida como el consumismo, no es sencillo para nuestra sociedad. Si so-mos esclavos de nuestras decisiones, qué bueno que estas no nos coloquen en la si-tuación penosa del israelita pobre. Que no

Daquella manera «Se vende». http://everystockphoto.com/photo.php?imageId=1442373

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nos condicionen por incapacidad involuntaria, ni tampoco por irresponsabilidad personal por perder la solvencia económica del propietario del Levítico. Eso sí temporalmente. Ser una carga económica permanente no es plato de buen gusto para nadie. Parece que te con-viertes en ciudadano o persona de segunda categoría. Los tabúes sirven para hacer au-dibles las descalificaciones cómodamente silenciadas. No ser productivo, y ser super-fluo para nuestro sistema socioeconómico, daña nuestra autoestima ante el prójimo, y ante Dios. Parece que nuestra personalidad fuese despojada de dignidad, desvelando y presuponiendo todo tipo de inutilidad oculta en uno mismo.

Cambiando de Testamento, el capítulo 10 de Mateo, es archiconocido en cuanto al te-ma de ser discípulos con poder para testifi-car. Lo podemos situar muy en la interpreta-ción carismática, a causa de la espectaculari-dad de los acontecimientos que menciona. Nos deja a nosotros en evidencia aparente, debido a la poca espectacularidad del poder de Dios actuando a través nuestro. Parecería que el Espíritu Santo tuviese que manifestar-se siempre así de contundente. Dudo que en nuestras sociedades de los reality show no se desenfocase lo importante del hecho reli-gioso, y se convirtiesen esos milagros en un reclamo de audiencia por sí mismos. El reino de los cielos se ha acercado, pero bajo unos condicionantes, que explica el propio ex-recaudador de impuestos: 1. No se hace negocio del reino de Dios. 2. Actúa la gracia de Dios a favor de cual-

quier persona. 3. Funciona la ley de la reciprocidad de tra-

to. 4. Reproduce satisfacción inmediata por el

éxito de la misión. 5. El poder de Dios para cambiar situacio-

nes extremas es un hecho empírico. 6. Se les enseña en el valor de la astucia,

entendida como prudencia, con toda una carga filosófica contextual, debido al hele-nismo de la Palestina del Nuevo Testa-mento. Así, la definición aristotélica de la prudencia sería algo parecido a la previ-sión inteligente de nuestras decisiones, calculando las posibles consecuencias de las mismas para evitar daños morales.

7. Se les enseña la sencillez de la humildad en la búsqueda de un estilo de vida con alusiones al epicureismo. Alejado de los placeres que generan insatisfacción por la dificultad de saciarlos, o por su dimen-sión adictiva. Hay toda una lectura distor-sionada del epicureismo, pero ellos eran los primeros críticos con una sociedad

abocada al consumismo irracional de los placeres.

8. No siempre la relación con Dios será fácil de vivir entre hombres no creyentes y crédulos, pero intolerantes, revestidos de fanatismo laico o religioso.

La religión de Jesús acuña un eslogan que resume magistralmente lo explicado: «Como ovejas en medio de lobos». Es cierto, que la calumnia y la mentira son instruyen-tos para desprestigiar. Es cierto, que le pasó al Señor, y a sus discípulos. Y nadie estamos a salvaguarda de ello. Sean por los motivos que sean. Más vale ser desprestigiado por una buena causa, que por otros intereses más superfluos. La ventaja con la que cuenta el cristiano es que todas las injusticias hechas sobre nuestro nombre, y persona, por falsos cristianos, serán restablecidas por Dios, aunque no aquí y ahora ocurra siem-pre.

Me encanta el estilo de Jesús por ser pa-radójico su mensaje. Se aleja de triunfalis-mos superficiales. Salpica nuestras concien-cias de autoengaños. Provoca una ruptura con el sentido común de un Judas, que tam-bién –se supone– respiró triunfalismo espiri-tual durante aquellos días.

Confesar a Dios ha de ser un secreto a voces. Se trata de ejemplificar públicamente la dimensión de privacidad, de encuentro personal a solas con Dios. Tenemos el privi-legio de hospedar a Jesús con nosotros, y de ilustrar a otros para que deseen ser sus huéspedes. Dios quiere recompensar, regalar felicidad, y mentalidad positiva a todos. Lás-tima que no siempre se pueda materializar. La humanidad desoye mayoritariamente la buena praxis de dicho mensaje.

Trabajar “su tierra” en esta tierra debe ser una cuestión que no nos empobrezca ni es-clavice con otros contravalores, distintos a los de su Espíritu de paz, amor, e integridad. Pese a la guerra y a la violencia presente en los mass media.

A todos nos gusta ser recompensados por el trabajo bien hecho. No solo el dinero sino los regalos sentimentales, y las palabras de elogio sincero son de gran ayuda. Ser trata-dos así en nuestras instituciones religiosas, y en nuestras empresas, ha de ser magnífico. Feliz recompensa que atisba la verdadera promesa final. Vivir con Dios allí.

Finalmente, vivimos entre dos sistemas contrapuestos que aspiran a controlar nues-tras decisiones. Somos seres contradictorios, ya que teniendo buenas intenciones a veces producimos hechos lamentables. Nos move-mos entre aguas turbulentas o tranquilas según nuestro devenir macroeconómico. Nos

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rodeamos de falsas conductas religiosas y de seguidores auténticos del Maestro. Ambiva-lencia entre elecciones hacia la vida eterna prometida, y el camino de la decrepitud, se-nectud y decadencia que lleva al cementerio, a criar malvas. Liberar la conciencia a través de la ley de amor a Dios, o adormecerla en las cuestiones que afectan al prójimo, debido a leyes humanas injustas. Difícil solución para este enigma existencial. Salvaguardar la mente para cumplir con el Shema, «Escucha Israel…», o acabar esquizofrénico espiritual-mente, por una mala lectura literal de las Es-crituras. El ideal es disfrutar de la paradójica

existencia, a veces muy dolorosa, esperando con prudencia, autenticidad, y seguridad en un marco de relación con Nuestro Dios, y Señor. Así, quizás nuestras contradictorias y precarias vidas puedan anunciar destellos débilmente luminosos de Nuestro Padre Ce-lestial. Así, quizás otros se contagien de te-ner un dueño, tan paradójicamente generoso, capaz de considerarnos familia, rescatarnos a precio carísimo, y llamarnos a una vida de verdadera amistad libre.

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El mundo en la realidad del día a día en todos los ámbitos que nos atañen e interesan: religión, derechos humanos, ciencia, ecología, salud, cultura, geopolítica, economía… En A7noticias las noticias de Aula7activa estamos de acuerdo con la sentencia de Te-rencio «Homo sum; humani nihil a me alienum puto», porque somos humanos, nada de lo humano nos puede ser ajeno.

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¿Qué hay más allá de las formas geométricas? Isaac Llopis Fusté profesor asociado de la Facultad de Física, Universitat de Barcelona, y de la Facultad de Ingeniería Técnica Industrial, Universitat Politècnica de Catalunya

n este artículo propongo al lector un ejercicio de abstracción que puede serle útil, o no, pero que a mí me ha

ayudado a dar una nueva perspectiva a lo que me rodea y, como consecuencia, a la maravillosa creación de Dios que nos englo-ba y, en cierto sentido, nos pertenece.

La creación de Dios es muy rica en diver-sidad, de hecho se podría decir que es una galería de diseño, una metáfora que me en-canta, ya que dicha creación no se limita a la repetición de un mismo patrón, sino que hay multitud de colores y formas diferentes. Sin embargo, a la vez, el universo es simétrico y tiene su estructuración, no es puro caos.

Formas geométricas

La identidad de un objeto está definida por el conjunto de propiedades (estructura, compo-sición, función, forma, tamaño, color, etc.) que lo distinguen de los demás objetos de la naturaleza. De las diferentes propiedades de la superficie del objeto me voy a centrar en la forma, ya que es quizás la que da una des-cripción más completa, y puede ser percibida tanto por la vista como por el tacto.

A partir de la forma de un objeto podemos intuir su función. En cambio, muchos objetos con la misma forma tienen funciones bien diferenciadas, ya que son objetos que perte-necen a contextos muy distintos. Nos fijare-mos en la función matemática, en una mirada

a grosso modo de la realidad, que nos permi-te simplificar el objeto en cuestión y poder compararlo con otros, llegando a afirmar que dos objetos aparentemente bien diferencia-dos son equivalentes en cuanto a su forma. Por ejemplo, no hay dos objetos iguales, pero todas las esferas del mismo radio se pueden considerar idénticas.

¿Por qué las cosas que nos rodean son como son? ¿Por qué hay ciertas formas más frecuentes que otras en la naturaleza? ¿Hay un propósito? ¿Nos ayudan las matemáticas a resolver este problema? Jorge Wagensberg en La rebelión de las formas,1 y Claudi Alsina en Geometría cotidiana2 tratan de dar res-puesta a estas preguntas, y en este artículo le daremos un poco de relieve a las pregun-tas y mostraremos curiosidades que pueden hacer menos complicado responderlas. Estas curiosidades básicamente las saqué de la exposición (ahora permanente) «Y fue la forma…» del Museo de la Ciencia Cosmo-caixa de Barcelona, que os animo a visitar –aunque no me paguen comisión–.

Una primera aproximación de respuesta al párrafo anterior podría ser: la naturaleza tien-de al equilibrio, donde la suma de todas las fuerzas es igual a cero (primera ley de New-ton). Este equilibrio requiere de la geometría

1 WAGENSBERG, J. La rebelión de las formas. Barce-lona: Metatemas Tusquets Editores, 2004 2 ALSINA, C. Geometría cotidiana. Barcelona: Rubes Editorial, 2005.

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ya que lo alcanzan las figuras que tienden a ser simétricas y puras. Por otro lado, la natu-raleza necesita obtener eficiencia mecánica en sus construcciones, para que sean esta-bles.

Además del mundo natural, nuestro entor-no está repleto de objetos que la humanidad ha ido diseñando, basándose en el gran di-seño que supuso nuestro origen, usando las formas geométricas que hay a nuestro alre-dedor. Desde los utensilios del hogar hasta los rascacielos de Nueva York.

De hecho, todo lo podemos ver bajo el prisma de formas geométricas. Paremos a mirar la mesa del comedor: vasos que son cilindros o prismas regulares, generalmente octogonales o hexagonales, platos que son superficies abiertas cóncavas generalmente de sección circular, aunque ahora estén de moda los platos cuadrados o de diferentes geometrías. No concebimos una cuchara cu-ya cabeza cóncava no sea elíptica ni un te-nedor sin puntas angulares para poder cla-varlo en la comida, y son solo ejemplos sen-cillos, ¡cuánto más si analizamos la arquitec-tura u otras formas de arte en detalle!

En un capítulo de la conocida serie The Simpsons –mi serie favorita–, vemos a Ho-mer J. Simpson viajando a la tercera dimen-sión,3 donde en vez de ser el dibujo bidimen-sional habitual pasa a ser un Homer tridi-mensional en un universo extraño en qué todo lo que le rodea son matemáticas: coor-dinadas cartesianas en vez de señales de tráfico, funciones matemáticas por doquier, además de gran cantidad de objetos geomé-tricos como conos y cilindros moviéndose por el espacio.

Obviamente, se trata de una caricatura, pero a la vez es una metáfora perfecta de lo que quiero decir. Por un momento, mira a tu alrededor, en el despacho, en el tren, en la cama, en la convención de aeguae, allí don-de estés leyendo este artículo. Convierte todo lo que puedas ver en figuras geométri-cas sencillas: esferas, conos, cilindros, polie-dros… –y no es necesario tomar sustancias psicotrópicas–, verás que toda la complejidad que te rodea tiene en realidad una estructura sencilla, y seguirás las palabras del pintor postimpresionista Paul Cézanne: «todo obje-to se puede reducir a figuras geométricas simples, cubos, pirámides, conos…». Cabe

3 El capítulo especial Halloween VI de la temporada 7 de The Simpsons. Véase en: http://www.math.harvard.edu/~knill/mathmovies/swf/homer-3d.html [Consulta: 10 noviembre 2008]

decir que el cubismo siguió al pie de la letra las palabras de Cézanne, sino mirar las obras de Picasso.

Siguiendo con la misma serie de dibujos animados, es curioso comprobar como Matt Groening, el creador de The Simpsons, ideó los personajes basándose en dibujos bien sencillos: uniones de círculos, letras del alfa-beto –has leído bien– y formas simples (ver el video),4 y parecen personajes bien vivos, ¡cuando son cuatro trazos!

La proporción áurea

Se dice que dos números positivos a y b es-tán en razón áurea si y solo si: (a+b)/a = a/b = Φ, donde Φ es el número de oro. Es curio-so constatar que en nuestro mundo aparece constantemente la proporción áurea, y en muchos contextos diferentes.

La anatomía de los seres humanos se ba-sa en la proporción áurea: la relación entre la altura de un ser humano y la altura de su ombligo, la relación entre la distancia del hombro a los dedos y la distancia del codo a los dedos, la relación entre el diámetro de la boca y el de la nariz, etc.

Otros casos con relación áurea: distancia entre espirales de una piña, cantidad de abe-jas machos y hembras de un panal, disposi-ción de los pétalos de las flores, distribución de las hojas en un tallo. ¡Está en todos lados! No sería muy científico decir que Dios incluyó esa proporción en su creación –aunque se le llamaba también proporción divina–, pero sí merece una reflexión el ver tantas coinciden-cias y tanto orden en la naturaleza.

Ejemplos de formas geométricas

Seguidamente trataré brevemente algunas de las geometrías más habituales en nuestro entorno, citando casos concretos llamativos. Es relevante notar que todas estas geometrí-as, y más, están presentes en la obra de Gaudí, cuya obra es el paradigma de la geo-metría tridimensional en el arte, basada en la naturaleza viva.

4 ¿Cómo dibujar el personaje de dibujos animados Homer J. Simpson? Véase en: http://www.youtube.com/watch?v=pdIKtec2ln8 [Consul-ta: 10 noviembre 2008]

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1. La esfera

Cuando el espacio es homogéneo y además no hay restricciones sino que es isótropo, es decir, sus propiedades no dependen de la dirección, emergen con facilidad esferas. Una gota de agua para nosotros es una esfera

alargada –sino ver el dibujo que haría un niño de una gota de agua–, y eso es debido a la gravedad. Sin embargo, cuando un astronau-ta vierte una botella de agua en la nave, las gotas son completamente esféricas. La gra-vedad rompe la simetría, en ausencia de ella las gotas son esféricas, nada impide que no lo sean.

Las estrellas y los planetas, y la mayoría de cuerpos celestes, son esféricos, debido a que el espacio es isotrópico, nada rompe la simetría de la fuerza gravitatoria (que solo depende de la distancia).

La esfera es la forma más simétrica, con lo cual en el mundo vivo es muy presente, véase la gran cantidad de frutas, semillas y huevos esféricos. El calor y la materia que se produce en el interior sale al exterior a través de la superficie; la esfera es la figura geomé-

trica tal que, dado el volumen, su superficie es mínima, con lo cuál se minimiza el flujo de un lado al otro de la superficie, se ahorra espacio en la conservación de la materia.

Dentro del agua la gravedad se ve com-pensada por la fuerza de Arquímedes, de manera que se puede considerar isotropía, lo

que no sucede en tierra. Los huevos que se desarrollan en el agua son esféricos, como es el caso de los huevos de los peces cebra (Figura 1), aunque el pez que sale del huevo no sea nada esférico. En cambio, los huevos fuera del agua no son completamente esféri-cos.

La esfera es protección, los enemigos no saben por donde agarrarla. De hecho, mu-chos animales, como el ciempiés, adoptan una configuración esférica o circular cuando denotan peligro alrededor, eso es fácil de comprobar, solo hace falta tocar uno con un palo.

Figura 1. Huevo de pez cebra (Danio rerio), inicialmente esférico, aunque el recién nacido sea claramente de simetría cilíndrica.

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2. El hexágono

Las burbujas de un jabón son esféricas, por lo comentado anteriormente. Ahora bien, si consideramos un caso bidimensional, es de-cir, si constreñimos la espuma entre dos vi-drios planos, las burbujas serán circulares. A la que la concentración de burbujas crece, compiten entre ellas por ocupar el espacio plano disponible, tendiendo a tener seis veci-

nas a la que la concentración aumenta. Los círculos llenarán casi todo el plano. A con-centraciones todavía mayores, los círculos se deformarán para llenar completamente el espacio, es decir, se crearán hexágonos, polígonos de seis lados, que pavimentan completamente el plano.

Un fenómeno físico espectacular en el que se crean hexágonos es la inestabilidad de

Rayleigh-Bénard,5 en el que se calienta un líquido por la parte inferior y se observan rollos de circulación de masa del líquido que se aprietan en celdas hexagonales, lo que se puede observar desde la superficie.

También vemos una estructura hexagonal en los panales de abejas, en los caparazones de las tortugas, etc. Siempre aprovechando el espacio al máximo, para ahorrar material. Por eso pavimentamos las calles con hexá-

gonos habitualmente. La NASA ha publicado recientemente

unas imágenes de una extraña figura de seis caras con forma de enjambre hexagonal que rodea la totalidad del Polo Norte de Saturno (Figura 2).

5 GETLING, A. V. Rayleigh Bénard Convection: Struc-tures and Dynamics, World Scientific, 1998.

Figura 2. Hexágono de Saturno. Foto de la sonda Cassini de la NASA.

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3. La hélice

La hélice es un movimiento circular en el pla-no que emigra en la dirección perpendicular al mismo, en otras palabras, la traslación de un movimiento circular.

En la naturaleza encontramos muchos ca-sos, como los tornados, huracanes, etc. También hay algunas semillas que caen en forma de hélice, en vez de caer en línea re-cta. Pero el caso más conocido de hélice en la naturaleza es la estructura del ADN, que en realidad es una doble hélice, en la que las dos cadenas de ADN se enroscan sobre sí

mismas formando una especie de escalera de caracol, como la que vemos en la figura 3. Una estructura similar es la que tienen las cadenas de ARN.

En general, podemos decir que la hélice es una buena manera de empaquetar un material en torno a otro material. Dicho esto, el hombre ha creado multitud de objetos heli-coidales, como los tornillos, cables, cuerdas, que sirven para agarrar apropiadamente.

4. La pirámide

Una pirámide es un poliedro cuya base es un polígono cualquiera y cuyas caras son trian-gulares.

Pensar en pirámides nos refiere directa-mente al Antiguo Egipto, cuyas pirámides de Giza son una de las siete maravillas del mun-do (ver Figura 4).

Pero no solamente hay pirámides en Egip-to, sino que la geometría piramidal está pre-sente en casi todas las estructuras socioeco-nómicas: en el trabajo nos pasamos la vida intentando escalar peldaños de la pirámide. A

parte se han diseñado pirá-mides económi-cas y pirámides de población para estudiar la situación so-

cioeconómica. También en eco-logía tenemos pirámides eco-lógicas, de pro-ductores a con-

sumidores primarios, se-cundarios y ter-ciarios.

En psicolo-gía, la jerarquía de necesidades de Maslow se describe a me-nudo como una pirámide que consta de cinco niveles: los cua-tro primeros niveles pueden ser agrupados como necesida-des de déficit y el nivel superior necesidad de ser, la autorrea-

lización. Encontramos pirámides en entornos más

lúdicos, como en las torres humanas que se elevan en Catalunya, los conocidos castells, que están formados por pisos cada vez me-nos poblados en los que se reparten las fuer-zas para que el todo sea rígido y no caiga.

Figura 3. Escalera de caracol de la Sagrada Familia (Barcelona).

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Podríamos discutir también la presencia de ondas, espirales, cilindros, parábolas, catenarias, conos… Un caso especialmente

es el de los fractales, objetos semi geométri-cos cuya estructura básica, fragmentada o irregular, se repite a diferentes escalas, como por ejemplo los relámpagos o las coliflores. Pero he preferido hacer una breve introduc-ción de estas cuatro formas geométricas en concreto. Conclusiones

En este artículo he querido hacer un breve paseo por las diferentes formas presentes en nuestro mundo, dejando muchas preguntas abiertas para que cada uno investigue por su cuenta. El objetivo era doble, por un lado motivar el hecho de que las matemáticas no son simples cálculos mentales que no tienen aplicación práctica sino que están presentes en todo lo que somos y hacemos, y por otro lado mostrar lo maravilloso que es este mun-do en muchos aspectos, tan sencillo y tan

complicado a la vez, y de aquí sacar conclu-siones sobre el origen de todo, que no me atrevo a hacerlas, de momento, pero que

seguro que Dios tiene un papel fundamental en ello.

Para acabar, unas palabras del famoso arquitecto francés Le Corbusier6 para expre-sar lo que es la naturaleza y su análogo creado por el hombre, el arte: «la naturaleza es matemática, las obras de arte están en consonancia con ella y expresan y utilizan leyes naturales. En consecuencia la obra de arte es matemática a la que el sabio puede aplicar el razonamiento implacable y las fór-mulas impecables.»

6 Le Corbusier, El Modulor I y II. Poseidon, 1980.

Figura 4. El autor al lado de las pirámides de Giza, marzo de 2008. Mucho calor.

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Una tablilla del Mar Muerto parece hablar del Mesías Ramon-Carles Gelabert Santané redactor Aula7activa, Barcelona Este artículo ha sido publicado en A7noticias: http://a7noticias.org/2008/07/22/una-tablilla-del-mar-muerto-parece-hablar-de-la-muerte-del-mesias/ (27 julio 2008).

a discusión acerca de uno de los preceptos más básicos del cristianismo, la muerte y resurrección de Jesucristo,

se ha reavivado por la nueva interpretación a un antiguo texto inscrito en una losa de pie-dra encontrada a orillas del Mar Muerto.

La tablilla, que se cree data del siglo pri-mero antes de Cristo, fue descubierta hace diez años.

Ahora, Israel Knohl, profesor de estudios bíblicos en la Universidad Hebrea de Jeru-salén, dice que la lectura de su texto hebreo demuestra que la idea de la resurrección del Mesías luego de tres días, ya era parte de una tradición judía antes del nacimiento de Jesús.

Se cree que la reliquia, conocida como la Visión de las Revelaciones de Gabriel, pro-viene de la margen oriental –jordana– del Mar Muerto.

Fue descubierta hace diez años y ahora pertenece a un coleccionista que vive en Zu-rich, David Jeselsohn, quien la adquirió en Jordania.

La tablilla, de una piedra caliza grisácea clara de un metro de altura, contiene 87 lí-neas de texto en hebreo a dos columnas, en las que se describe una profecía apocalíptica escrita en el siglo I antes de Cristo, de cuya existencia se supo hace solo ocho años.

De manera inusual, el texto está escrito sobre la piedra en vez de estar tallado. Algu-nas letras y palabras enteras de la tablilla son ilegibles.

La teoría de Knohl

Israel Knohl argumenta que su interpretación del texto hebreo podría «dar vuelta a la visión que tenemos de la personalidad histórica de Jesús».

En un estado de deterioro considerable porque el texto está escrito en tinta, el inves-tigador Israel Knohl asegura haber descifrado una palabra clave en la línea 80, que otros eruditos habían sustituido con tres puntos en el proceso de traducción por no poder leerla.

Según Knohl, que presentó el 8 de julio sus conclusiones en una conferencia interna-cional sobre los Manuscritos del Mar Muerto, en el Santuario del Libro del Museo de Israel, se trata de la palabra hebrea ‘hayé’, arcaís-mo de ‘vivir’ en su forma imperativa.

La palabra da un nuevo sentido a todo el texto, de forma que describe al ángel Gabriel resucitando, «tres días» después de su muerte, a un líder local mesiánico al que el desconocido autor de la tablilla llama «minis-tro de ministros».

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El relato guarda una similitud sorprenden-te con la resurrección de Jesús según el Nuevo Testamento, que fue posterior y su-

pone uno de los pilares básicos del cristia-nismo.

La resurrección de los muertos o incluso la idea de un “mesías doliente” como Jesús es también parte de la esencia del judaísmo, pero la muerte previa del mesías y el plazo de los tres días se creían hasta ahora ele-mentos exclusivamente renovadores en el paso de una religión a otra.

«He descubierto aquí una nueva percep-ción en el judaísmo, que la sangre del mesí-as es requerida para la redención nacional… es como el eslabón perdido entre el judaísmo y el cristianismo», sostuvo el investigador en declaraciones a Efe.

Agregó que «esta teoría ofrece nuevas ideas sobre el personaje histórico de Jesús, no como redentor de la humanidad como lo concibe el cristianismo, sino como un mesías cuyo único objetivo era redimir al pueblo al que pertenecía, el judío».

Según Knhol la primera mención «de un Mesías asesinado», llamado Mashiah ben Yosef (el Mesías hijo de José) está en el Talmud (Sukkah 52a). En su libro El Mesías antes de Jesús, sostiene que la historia de este Mesías asesinado está basada en un hecho histórico, que está relacionado con una rebelión judía en la Tierra de Israel des-pués de la muerte del Rey Herodes, en 4 a.C. Esta insurrección judía fue salvajemente reprimida por los ejércitos de Herodes y del emperador romano Augusto, y los líderes mesiánicos de la rebelión asesinados. Estos acontecimientos colocan al Mesías asesina-do de la tradición de José en dicho movi-miento y prepararon el terreno para la apari-ción del concepto de “mesianismo catas-trófico”. Las interpretaciones del texto bíblico ayudaron a crear la creencia de que la muer-te del Mesías era un componente necesario e indivisible de la salvación. La conclusión de Knohl, basada en los escritos apocalípticos de este período, era que ciertos grupos cre-yeron que el Mesías moriría, que resucitaría a los tres días, y subiría al cielo (ver El Mesí-as antes de Jesús, págs. 27-42).

Ada Yardeni y Binyamin Elitzur han publi-cado recientemente el relato de un texto fas-cinante que ellos denominan «Hazon Ga-briel» o la Revelación de Gabriel. Este texto, grabado en piedra, comunica la visión apoca-líptica del arcángel Gabriel. Yardeni y Elitzur lo datan, por sus rasgos lingüísticos y la for-ma de las letras, hacia el final del siglo I a.C.

En las líneas 16-17 del texto, Dios se diri-ge a David como sigue: «Avdi David bakesh minuto lifnei Efraim» («Mi criado David, pre-gunta a Efraín»). En la Biblia, Efraín es el hijo de José. Esto sugiere una equivalencia entre David y Efraín, el «Mashiah ben David» tal-múdico y «el Mesías hijo de José», y según Knohl esto confirma su teoría de que el Me-sías hijo de José era ya una figura conocida al final de siglo I a.C.

Aunque Yardeni y Elitzur ofrezcan una lec-tura perfecta del texto, en opinión de Knohl una de las palabras más importantes no ha sido correctamente descifrada. La línea 80 comienza con la frase «Leshloshet yamin» («En tres días»), seguida de otra palabra que los redactores no podían leer. Entonces vie-ne la frase «Anos Gabriel» («yo, Gabriel»). Para Knohl esta palabra “ilegible” es real-mente legible. Es la palabra ‘hayeh’ (vivo), y

Tablilla del Mar Muerto. En la actualidad es propiedad de un coleccionista de Zurich

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que Gabriel, el arcángel, da órdenes a al-guien: «Leshloshet yamin hayeh» («En tres días, vivirás»). En otras palabras, en tres días, volverás a la vida (compárese «beda-maiyikh ha’ee» –traducido como «en vuestra sangre viviente»– en Ezequiel 16: 6, «te vi revolcándote en tu propia sangre y entonces te dije: Vive»). La palabra ‘haya’ (viva) esta escrita aquí con alef (primera letra del alefato hebreo). Una ortografía similar aparece en los manuscritos del Mar Muerto, por ejemplo en el manuscrito de Isaías, donde la palabra ‘yakeh’ (30: 31) es escrita con un alef des-pués de la yod (letra del alefato hebreo). Además esta seguida de las trazas de dos palabras más. Las letras no son fáciles de distinguir, pero la primera palabra parece comenzar con una gimmel y una vav (ambas letras del alefato hebreo). La siguiente pala-bra tampoco está clara. La letra lamed es completamente legible, y la letra anterior pa-rece ser una ayin (ambas letras del alefato hebreo). Por todo ello según Knhol la oración puede ser reconstruida como sigue: «Lesh-loshet yamin hayeh, anos Gavriel, gozer ale-kha» («En tres días, vivo, yo, Gabriel, lo mando»). El arcángel ordena que alguien resucite dentro de tres días. ¿Pero, a quién se dirige?

La respuesta, según Knhol, aparece en la línea siguiente, línea 81: «Sar hasarin» («Príncipe de los Príncipes»). La oración se lee: «Leshloshet yamin khayeh, anos Gavriel,

gozer alekha, sar hasarin» («En tres días, yo, Gabriel, os lo ordeno, príncipe de príncipes»). ¿Quién es «el príncipe de príncipes»? La fuente bíblica primaria para la Revelación de Gabriel es el Libro de Daniel (8: 15-26), don-de el arcángel Gabriel se revela a Daniel por primera vez. Gabriel describe «a un rey de semblante feroz». Este rey «destruirá a los poderosos y al pueblo de los santos… y tam-bién se levantará contra el príncipe de prínci-pes» (Daniel 8: 24-25).

El autor de la Revelación de Gabriel pare-ce interpretar la narrativa bíblica como sigue: un rey malvado se alza y prácticamente des-truye al pueblo judío, «el pueblo de los san-tos». Hasta logra vencer y matar a su líder, «el príncipe de príncipes». Este es el líder que será resucitado a los tres días.

¿El príncipe de príncipes era una figura histórica? Según Knhol lo era. La clave para su identificación está en la frase «arubot tzu-rim», que viene después de la referencia al príncipe de príncipes. En la Biblia y el Tal-mud, la palabra ‘aruba’ significa una apertura estrecha, grieta o hendidura. Los ‘tzurim’ son rocas (la palabra aparece aquí en una forma no vocalizada, sin vav). «El Arubot tzurim» sería así una grieta. La muerte del príncipe de príncipes de alguna manera tiene que ver con una grieta rocosa.

La Revelación de Gabriel ha sido datada, sobre la base de la lingüística y la ortografía, al final del siglo I a.C. Las circunstancias que

Qumram - Mar Morto - Israel». Elicrisko. http://everystockphoto.com/photo.php?imageId=1438365

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rodean el descubrimiento de la inscripción son desconocidas. Todo lo que nos dicen los redactores es que puede haber sido descu-bierta en la Transjordania. Esto nos conduce a la Transjordania de finales del primer siglo a.C. ¿Sabemos de algún líder o rey judío que fuera asesinado aquí en la antigüedad y cuya muerte tenga alguna clase de relación con un desfiladero rocoso?

La rebelión del 4 a.C. era una búsqueda de libertad. Los rebeldes procuraron liberarse del yugo de la monarquía herodiana, que disfrutaba del apoyo de los romanos. La insu-rrección, que comenzó en Jerusalén y se extendió por todo el país, tuvo varios líderes. El estudio, tanto de las fuentes judías como de las romanas, muestra que entre los más prominentes de ellos estuvo Simón, que ope-ró en la Transjordania. Simón se declaró rey, llevó una corona, y fue percibido como rey por sus seguidores, que depositaron sus es-peranzas mesiánicas en él.

Así describió el historiador judío del siglo I, Flavio Josefo, la muerte de Simón en la bata-lla: «El mismo Simón, procurando evitar un barranco escarpado, fue interceptado por Gratus [un comandante del ejército de Hero-des], quién golpeó al fugitivo en el cuello, separando su cabeza de su cuerpo». Con su referencia a una grieta rocosa y al príncipe de príncipes, el texto parece aludir a la muer-te de Simón, el líder de los rebeldes que fue coronado rey, en un desfiladero estrecho en la Transjordania.

Pero la Revelación de Gabriel también menciona otras muertes. En la línea 57, en-contramos la frase «presa tvuhey yerushala-yim» («la sangre del asesinado de Jerusa-lén»). En la línea 67 se lee: «Baser lo al dam zu hamerkava shelahen» («Lo dicen sobre la sangre. Esta es su merkava [carro celeste]»). El mensaje comunicado es que la sangre de aquellos que fueron asesinados se convertirá en su «carro» hacia al cielo.

Según Knhol, se trata en el fondo de la historia de la ascensión de Elías al cielo: «contemplad, allí pareció un carro de fuego, con caballos de fuego… y Elías subió al cielo en un torbellino” (2 Reyes 2: 11).

Simón, el príncipe de príncipes, era el lí-der mesiánico de un grupo activo en Trans-jordania. La Revelación de Gabriel parece, por lo tanto, haber sido escrita por sus segui-dores, y refleja una tentativa de enfrentarse con el fracaso de la rebelión y la muerte de su líder, recordando versos del libro de Da-niel que incorporan las palabras del arcángel.

«El rey del semblante feroz» es identifica-do como el emperador romano Augusto, cu-yo ejército aplastó de manera brutal la rebe-

lión. Simón, el líder de los rebeldes ungido como rey, es identificado como el príncipe de príncipes. El asesinato de Simón por los par-tidarios del rey malvado es percibido como una realización de la visión de Gabriel. Des-pués de todo, Gabriel predijo que el rey del semblante feroz derrotaría al príncipe de los príncipes. «Pero él será quebrado sin mano», continua el verso. La implicación es que con la muerte del líder mesiánico, sus problemas han llegado a un final: la caída del enemigo y la salvación están cercanas. «Leshloshet yamin tayda ki-nishbar hara melifnay hatse-dek» (”En tres días sabrás que el mal será derrotado por la justicia”), leemos en las lí-neas 19-21.

Si la Revelación de Gabriel data de finales del siglo I a.C., entonces durante este perío-do, próximo a la fecha de nacimiento de Je-sús, había gente que creyó que la muerte del Mesías era una parte integrante del proceso de salvación. Así pues, se convirtió en un artículo de fe que el líder mesiánico asesina-do fuera resucitado dentro de tres días, y subiera al cielo en un carro.

La Revelación de Gabriel, según Knhol, confirma así su tesis de que la creencia en un ‘salin’ y en un Mesías resucitado existió antes de la actividad mesiánica de Jesús. En opinión de Knhol la publicación de este texto es extraordinariamente importante y supone un descubrimiento que pide una revaloración completa de todos los estudios académicos sobre el sujeto del mesianismo, judío y cris-tiano por igual.

Objeciones a la teoría de Knhol

Sin embargo persisten dudas acerca del ori-gen de la piedra inscrita, y algunos académi-cos cuestionan incluso su autenticidad, y no hay constancia de dónde se encontró. Aun-que se cree que fue hallada en la ribera jor-dana del Mar Muerto, frente a la zona de donde provienen los famosos Manuscritos del mismo nombre hallados en las cuevas de Qumrán, los documentos judíos más anti-guos que existen. Pero esto es simplemente una creencia, no una verdad demostrada.

Escrita en caracteres hebreos antiguos, y de un metro de alto por treinta centímetros de ancho, la tablilla es propiedad de un colec-cionista suizo. La tablilla fue al parecer escri-ta en algún momento próximo al nacimiento de Jesús, y si la interpretación de Knhol fuera cierta, significaría que Jesús pudo rescatar ideas existentes en viejas creencias judías para consolidar sus profecías. Según Knohl:

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«Los investigadores sostenían que es-cribanos posteriores fueron los que pusie-ron la profecía (de la muerte y resurrección) en su boca (de Jesús) después de la cruci-fixión. Pero la posibilidad de que esa tradi-ción existiera de antes, indica que Jesús fue influido por estas ideas.» Aún así, para el investigador su teoría no

supone ninguna amenaza a los principios más básicos del cristianismo y, «desde lue-go, no es mi objetivo polemizar con ninguna religión».

La interpretación del texto es la primera realizada, y por tanto está aún sujeta a un debate académico que la rebata o confirme.

«Estamos en el comienzo, en la investiga-ción académica alguien propone y después se abre el debate, por lo que sugiero pacien-cia antes de sacar conclusiones y titulares grandiosos», declaró a Efe el argentino-israelí Adolfo Roitman, director del Santuario del Libro y conservador de los Rollos del Mar Muerto en Jerusalén.

Para este experto, la primera impresión de la investigación de Knohl es de que ha habi-do una «lectura muy creativa, quizás osada» al identificar la palabra clave, que difícilmente se ve, y al completar la interpretación de todo el texto.

«Este texto podría ser el eslabón perdido entre el judaísmo y el cristianismo, en la me-dida en que encuentra raíces en la tradición judía para la creencia cristiana en la resu-rrección del Mesías», dijo a la agencia AFP.

Según la interpretación del profesor Knohl, la línea clave del texto cita al Arcángel Ga-briel diciéndole a un «Príncipe de Príncipes» que «en tres días vivirás: Yo Gabriel te lo ordeno». Esto último parecería concordar

con el texto del libro de Daniel, que se identi-fica por parte de muchos cristianos como una profecía mesiánica.

La teoría del profesor es cuestionada por algunos. Y debido a que falta buena parte del texto, el debate acerca del significado gene-ral de la tablilla está vivo.

Ada Yardeni, una especialista en lenguas antiguas en la Universidad Hebrea que ha estudiado la piedra en cuestión, no concuer-da con las conclusiones del profesor Knohl, aunque acepta que la palabra básica en la cita podría significar “vive”, pese a ser escrita de una manera inusual.

Fuentes: «Se agita debate sobre resurrección». BBCMun-do [Londres] (9 julio 2008) <http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7496000/7496700.stm> [Consulta: 22 julio 2008] «Tablilla milenaria acerca un poco más a cristia-nismo y judaísmo». Terra [Barcelona] (8 julio 2008) <http://actualidad.terra.es/sociedad/articulo/tablilla-milenaria-acerca-cristianismo-judaismo-2605374.htm> [Consulta: 22 julio 2008] Knhol, I. «En tres días, tú vivirás» [En línea] (29 abril 2008). <http://images.google.cat/imgres?imgurl=http://bp2.blogger.com/_42drhiu5nNU/RjS1_JBwPsI/AAAAAAAABD0/ZbosFODWoZE/s320/Israel%2BKnohl.jpeg&imgrefurl=http://safed-tzfat.blogspot.com/2007/04/en-tres-das-t-vivirs-israel-knohl.html&h=320&w=203&sz=22&hl=ca&start=2&tbnid=AB-cS0ni8WIl1M:&tbnh=118&tbnw=75&prev=/images%3Fq%3DMar%2BMuerto%2BKnohl%26gbv%3D2%26hl%3Dca%26sa%3DG> [Consulta: 22 julio 2008]

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El día de sábado: Señal de alianza y testimonio Al Nombre, al reino, al poder y la gloria de Cristo Creador y Salvador Marcel Fernández psicopedagogo y pastor, Francia El presente artículo es el cuarto de Marcel Fernández de la serie «El sello de Dios para un nuevo Orden Mundial» publicada en Aula7 (nº 20 nueva época, diciembre 2007).

l texto de Apocalipsis 13: 16-14: 1 nos revela un momento particular de la historia cuando se instaura de forma

universal Babilonia la Grande. Existen enton-ces dos grupos pugnando por dominar el mundo, ambos tienen dos marcas distintivas, dos señales de pertenencia y sumisión: es-tán, los marcados con el sello de Dios, en sus frentes, y los poseedores de la marca de la Bestia en su mano o en su frente. Ante todo, ¿qué significa de acuerdo a una base bíblica, dicha referencia a una marca en la frente o en la mano, sea el sello de Dios o la marca de la Bestia? Una marca en la mano y (o) en la fren-te, una referencia a la ley de Dios

Los raros textos del Antiguo Testamento en los que Dios estable relación con su pueblo, hacen referencia a la ley y a su práctica: 1) como señal de adhesión y fidelidad al poder libertador de Dios (la Pascua); 2) como me-

morial de pacto y de escucha a Dios. Un «amar con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas» es el más famoso y el más grande de los mandamientos (según Jesús, cf. Marcos 12: 30). En ambos casos, es siempre Dios el que determina el significado particular de la señal en la frente o en la mano.

De hecho, es Dios quien establece esta señal, asociándola a la Pascua. Haciendo memoria de su liberación, el pueblo de Dios debe recordar que fue su Dios que lo libró de la esclavitud y le dio la ley de la libertad (San-tiago 2: 12).

«Por los siete días se comerán los pa-nes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio. Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Yahvé hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Yahvé esté en tu boca; por

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cuanto con mano fuerte te sacó Yahvé de Egipto.» (Éxodo 13: 7-9).

Lo mismo dice en Éxodo 13: 16. Esta marca simbólica en la mano o en la frente era un signo de pertenencia, de adhesión voluntaria a Dios y sobretodo de testimonio (en la boca) al mundo del poder libertador del Creador.

Encontramos los mismos significados en la marca simbólica de la mano y de la frente en el más grande de los mandamientos se-gún Jesús:

«Oye Israel: Yahvé nuestro Dios, Yahvé uno es. Y amarás a Yahvé tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas es-tando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano y esta-rán como frontales entre tus ojos» (Deute-ronomio 6: 4-9).

Estas marcas son señales de unión a Dios, de amor pleno en alma, cuerpo y espíri-tu, al Dios Uno, y sobre todo y siempre, de una voluntad de transmisión, de testimonio en favor de Dios.

Estos dos textos nos muestran claramente que la referencia a la mano y a la frente co-rresponde a una prescripción, a una ley que marca a la vez la adhesión del corazón, del pensamiento y de la acción. Son los únicos textos que emplean tal expresión. Tres textos de Apocalipsis subrayan este nexo de perte-nencia y de adhesión a Dios por parte de los servidores de Jesucristo (Un detalle impor-tante: la marca distintiva de los elegidos está únicamente en sus frentes; la de la Bestia está sobre la frente o en la mano: se trata aquí de una adhesión meditada, voluntaria (la frente) o de una sumisión impuesta (la mano). La autoridad internacional de la Bes-tia suscitará una actitud de ambivalencia co-mo destacan las siguientes expresiones: «¿Quién como la Bestia? –adoración que admira, que entusiasma y que es voluntaria– …y ¿quién podrá luchar contra ella? –sumisión más que forzada ya que viene condicionada por fuertes contratiempos eco-nómicos, cf. Apocalipsis 13: 17– (Apocalipsis 13: 4).

Pero ya sea una adhesión voluntaria o im-puesta a Babilonia la Grande, todas aquellas personas sometidas a ella serán marcadas en su frente: «y en su frente un nombre escri-to, un misterio; Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra» (Apocalipsis 17: 5).

En este caso, el objeto de la gloria de Ba-bilonia (la marca en su frente) es también la razón de la acusación por parte de Dios. Y a la inversa, el objeto de la gloria del pueblo de Dios (el sello de Dios en la frente) es también la razón del boicot económico, de la persecu-ción y de la voluntad de Babilonia para elimi-narlo. El Apocalipsis, a través de tres textos clave, coloca a la humanidad a la espera de hacer la buena elección, de escoger la ver-dadera adhesión, de elegir la alianza buena, de manifestar públicamente, a través de una señal particular en su frente, su obediencia al Dios Creador y Redentor.

«Al que venciere, yo le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo» (Apocalipsis 3: 12).

«Después miré, y he aquí el Cordero es-taba en pie sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.» (Apocalipsis 14: 1).

«Y no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad; y sus siervos le servirán y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes» (Apoca-lipsis 22: 3-4).

Lo importante no es tanto el sello de Dios, sino lo que el sello autentifica y da validez en la vida de los servidores de Dios: el Nombre (o sea el carácter) de Dios como Padre, el Nombre de Jesucristo como Cordero, capaci-tándolos así para su ciudadanía (la de la Nueva Jerusalén elegida en contraposición a la Gran Babilonia).

El mensaje de los tres ángeles, esencia del evangelio, hace referencia a la ley del Dios Creador El mensaje del primer ángel: conlleva la esencia misma del Evangelio Eterno «a toda nación, tribu, lengua y pueblo», hace un lla-mamiento a todos los habitantes de la tierra a «temed a Dios y dadle honra» (Apocalipsis 14: 6-7). No se habla aquí de miedo, sino de respeto, de respeto a la autoridad de Dios a través de la obediencia a sus mandamientos. La Biblia asocia el “temor” de Dios al hecho de “guardar sus mandamientos” (Deuterono-mio 6: 2, 5; Eclesiastés 12: 15-16; 1 Juan 5: 3). El mensaje del primer ángel se proclama con voz fuerte porque «la hora de su juicio ha

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llegado». La alusión a la ley divina está im-plícita; evidentemente, no puede haber juicio, sea este el que sea, sin referencia a una ley. La ley de Dios, base del juicio divino, no pue-de ser según Santiago (2: 12) más que una ley de libertad. Fue promulgada por un Dios libertador para un pueblo liberado de la es-clavitud. Ello explica como en la base misma del juicio divino está la libertad de aceptar o rechazar de acuerdo a nuestra voluntad la redención ofrecida por Dios. Desde esta perspectiva positiva de una ley escrita en los corazones de los siervos de Dios, aliados con Él (y no en tablas de piedra), los elegidos tienen una relación de adoración cara a cara con el Dios Creador. En el enfoque hebraico del juicio está siempre asociada la ley a la liberación, al gran perdón de Dios, al gran día purificador de “las expiaciones”. ¡Se asocia sobre todo el concepto de juicio libertador y redentor al poder de un Dios Creador! Es el mensaje del primer ángel que invita a todos los habitantes de la tierra a «adorar Aquel que ha hecho el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas». No puede haber refe-rencia más clara al cuarto mandamiento de la ley divina, el del día de sábado que invita a recordar el poder creador de Dios. El mensaje del segundo ángel: «Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación» (Apocalipsis 14: 8) ¿Qué referencias a la ley de Dios pode-mos encontrar en esta advertencia? ¿Qué es el vino embriagado de fornicación? La pru-dencia nos invita en pro de una buena meto-dología, a tomar en consideración bajo qué circunstancias cayó la Babilonia histórica en el 539 a.C. El rey de Babilonia y sus nobles, después de un gran festín cogieron una bo-rrachera impía y sacrílega. Se emborracha-ron con las copas de oro y plata del templo israelita. –La destrucción y del pillaje del templo de Salomón, Nabucodonosor, rey de Babilonia, había añadido a su real tesoro los utensilios sagrados, símbolos del proceso de santificación y redención del pueblo de Dios.– Estas copas de oro y plata servían para transportar la sangre de los sacrificios –preconizando a Jesucristo, el Cordero inmo-lado– desde el atrio (dónde estaba el altar de los holocaustos) hasta el lugar santo (dónde estaba el altar del incienso) o hasta el lugar santísimo del templo (dónde estaba el arca de la alianza). Daniel 5 da las razones por las cuales la antigua Babilonia cayó, que acarrea el juicio de Dios manifestado a través de una mano misteriosa que escribía la caída de Babilonia frente al candelabro (Daniel 5: 3);

«Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de ma-dera y de piedra» (Daniel 5: 4). El profeta Daniel explicará al rey Belsasar, culpable voluntario de tal sacrilegio contra «el Altísimo Dios que tiene dominio sobre el reino de los hombres”. «Tú que te has ensoberbecido contra el Señor del cielo, le reprochó Daniel, y no has glorificado a Dios que tiene en su mano tu vida y todos tus caminos.» La misma noche de la borrachera sacrílega e impía, la antigua Babilonia cayó, tomada por las tropas medo-persas de Ciro.

También la Babilonia mística que describe Apocalipsis 17 eleva una «copa de oro llena de las abominaciones y de la inmundicia de su fornicación» (Apocalipsis 17: 4). El ángel anuncia al apóstol Juan que es con ella (la gran prostituida, Babilonia la Grande) que «los reyes de la tierra han fornicado con ella, y que los moradores de la tierra se han em-briagado con el vino de su fornicación» (Apo-calipsis 17: 2). Las referencias de Daniel 5 a la caída de la antigua Babilonia nos permiten decodificar las razones de la caída de la Ba-bilonia mística: 1. Hace alianza con los poderes políticos de

los reyes de la tierra; es esta unión de lo religioso con lo político, esta traición infiel al pacto de Dios que se denuncia como impúdica.

2. Pretende detentar el verdadero culto ele-vando en apariencia la copa de oro de la alianza por la sangre de Jesucristo, pero lo que da a beber es abominable a Dios, porque ¡la orgullosa Babilonia se alza co-ntra Él!

3. No reconoce, a pesar de las apariencias, la autoridad del Dios Creador al no some-terse a la gracia y a la ley «del que ha creado el cielo, la tierra, el mar y las fuen-tes de las aguas». La Babilonia mística caerá, como cayó la antigua Babilonia re-chazando someterse al Dios supremo, al Señor de los cielos.

4. Con todo ello desvía, seduce a los habi-tantes de la tierra presentándoles un evangelio contrahecho (el vino de sus in-mundicias) que niega la autoridad del Dios Creador.

El mensaje del tercer ángel: Es el mensaje a través del cual Dios se pronuncia sobre los que aceptarán la marca de la Bestia en su mano o en su frente (Apocalipsis 14: 9-11) y pone de manifiesto también la relación entre la marca y el rechazo a la alianza de Dios expresada en sus mandamientos. Dada su advertencia, el tercer ángel continúa procla-mando con fuerte voz (Apocalipsis 14: 12) y

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resaltando cuatro puntos importantes del pacto con Dios, en contraposición con la marca de la Bestia: «Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los manda-mientos de Dios y la fe de Jesús.» 1 La perseverancia en la alianza de Dios es

primordial (Hebreos 8: 9-10); esta alianza constituida por las diez palabras, la ley di-vina:

«Y Moisés estuvo con Yahvé cua-renta días y cuarenta noches; no co-mió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos. Y aconteció que des-cendiendo del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano» (Éxodo 34: 28-29).

Estas diez promesas de liberación, es-tas leyes, Dios quería escribirlas en el co-razón de sus servidores, como una alian-za de gracia.

2 Es por la perseverancia de la fe, por la adhesión agradecida y confiada al Dios li-bertador (que nos ha dado una ley de li-bertad) que el pueblo de Dios puede tener el beneficio de la única santidad de Dios; los siervos de Dios no guardan los man-damientos para ser santos. Es Dios, «solo Él es santo» (Apocalipsis 15: 4) el que los ampara bajo el beneficio de su única san-tidad, a través de la fe en Jesucristo, reve-lado en el Apocalipsis como gran sumo sacerdote y cordero inmolado. Cumple así la doble condición para la santificación de los seguidores del Eterno. Veremos más adelante como este proceso de santifica-ción queda resaltado en el sello divino del día de sábado;

3 La capacidad de los servidores de Dios, sus sacerdotes (Apocalipsis 1: 6, 5: 9-10) para «guardar los mandamientos de Dios» es únicamente por el simple hecho de guardar su alianza con este Dios liberta-dor. La ley de Dios y su alianza son la misma cosa; es por lo que esta ley debía ser puesta, bajo mandato de Dios, en el arca de la alianza en el lugar santísimo del santuario israelita, simbolizando el trono de Dios en el cielo;

4 Los servidores que rechacen la marca de la Bestia por permanecer fieles al pacto con el Dios Redentor y Creador, deberán tener «la fe de Jesús». Si es necesario te-ner fe en Jesús, para estar bajo el benefi-cio de la única santidad de Dios, ¿hace falta sobre todo someterse al ejemplo de Jesús para tener su misma fe? ¿Cuál era la fe de Jesús, como Hijo del hombre en-carnado en la debilidad humana? Esta le

lleva a decir: «No puedo hacer nada por mi mismo» (Juan 5: 19); «El Padre mora en mi, él hace las obras; ¿no crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí?» (Juan 14: 10). La fe de Jesús, la que hemos de guardar, consistía en una toma de con-ciencia constante de la fragilidad de la na-turaleza humana y en un refugio continuo en la presencia y en el poder santificador de Dios el Padre: «Santidad al Eterno» llevaba el sumo sacerdote del tabernáculo israelita en su frente. Anunciaba así la fe de Jesús: la santidad no puede ser sino la de Jesús en nosotros a través de su pac-to. Vemos aquí ya que habrá que enlazar el

sello de Dios con este pacto santificador de Dios dónde el día de sábado del cuarto man-damiento de la ley divina es la señal. Aceptar cualquier otra alianza, política, económica o religiosa, ¡aceptar cualquier otra marca de adhesión, es traicionar al Dios Creador y Re-dentor, renegar y negar el pacto de su gracia por la sangre de Jesucristo! De aquí las se-rias advertencias del tercer ángel de Apoca-lipsis 14 que asocia la caída de Babilonia con la aceptación de la marca de la Bestia.

Referencias al Dios Creador y al día de sábado en el Apocalipsis

Si el motivo de la caída de la Babilonia místi-ca en el Apocalipsis está ligado al rechazo del reino, del poder y de la gloria del Dios Creador, deberíamos encontrar en la revela-ción de Jesucristo manifestada a Juan, textos clave que subrayaran la dimensión capital de la validez del sabbat y de la fe en ese Dios Creador. ¿Cuáles son? 1 La revelación es dada a Juan el día del

Señor, el séptimo día, el sabbat (1: 10); al indicar el lugar (la isla de Patmos), es normal también que Juan ubique en el tiempo el momento significativo donde le fue dada la revelación divina. El profeta Moisés también entró un séptimo día, un sabbat, en la presencia de Dios para reci-bir la revelación del santuario (Éxodo 24: 15-18).

2 Jesús ratifica su revelación con la enume-ración reiterativa de sus títulos particulares (sinónimos) de Alpha, Omega, Primero y Último, Principio y Fin. Encontramos estos títulos en el prólogo (1: 8,17) y en el epílo-go (21: 6; 22: 13). Es interesante también notar que Jesús se revela a la iglesia per-seguida (Esmirna) con este mismo título de Primero y Último para animar a sus tes-tigos (sus mártires en griego) a fundamen-

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tar su fe en una fuerte certidumbre: la re-surrección. Estos títulos deben ser inter-pretados según el libro de Isaías, el libro del siervo del Altísimo. Detalle importante, ya que el Apocalipsis es dado a los sier-vos del Altísimo. La expresión Primero y Último en Isaías es una expresión que el Altísimo se da a si mismo para manifes-tarse como Creador y profeta: «Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero. Mi mano fundó también la tierra y mi mano derecha midió los cielos» (Isaías 48: 12-13). El testimonio del Apocalipsis acerca de este Dios creador que profetiza porque es Primero y Último (Isaías 44: 6-7) es más veraz y creíble si es el Dios Único, que dirige el tiempo y la historia de los hombres porque es el Creador de todas las cosas. «Yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mi, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no he hecho» (Isaías 46: 9-10).

3 Jesús se presenta a Laodicea, la última iglesia, la del juicio de su pueblo (según su propio nombre) como el Amén, El Tes-tigo Fiel y Verdadero y Príncipe de la Creación de Dios (Apocalipsis 3: 14). La iglesia de los tiempos finales, la que existe en el momento del juicio de Dios previo al retorno de Cristo, tiene que enfrentarse a reconocer a Cristo como Creador. El ángel del primer mensaje de Apocalipsis 14 asocia también el juicio de Dios a la ado-ración del que «ha creado el cielo y la tie-rra, el mar, y las fuentes de las aguas» (14: 6-7). ¡Una clara y fuerte alusión al cuarto mandamiento del sabbat! Dios no puede ser el juez libertador más que si es reconocido y adorado como el Creador. ¡Su alianza libertadora por la sangre del Cordero no puede ser válida y creíble sino es porque el Cristo es el Dios Creador en-carnado!

4 La relación Juicio de Dios/Reconocimiento del Dios Creador está también subrayada por los 24 ancianos, sentados como jue-ces en sus tronos (Apocalipsis 4: 4; 20: 4). Se postran ante Dios y su trono, lo adoran y proclaman que «es digno de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tu creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas» (Apocalipsis 4:11).Si los jueces, encargados de tener como base de su juicio la ley divina (San-tiago 12: 2) y de hacerla prevalecer, ado-ran al Creador, es evidente que el cuarto mandamiento y el sábado juegan un papel fundamental en el reconocimiento y ado-ración a Dios.

5 El glorioso mensajero divino de Apocalip-sis 10, bajando del cielo, envuelto en una nube, con un arco iris (símbolo de la alian-za) debajo de su cabeza, irradiando la luz del sol, jura «por el que vive por los siglos de los si-glos, que creó el cielo y las cosas que es-tán en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, –una alusión inequívoca al cuarto man-damiento y al día de sábado– que no habrá más tiempo y que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando suene la trompeta, el misterio de Dios se cumplirá, como fue anunciado a sus siervos los pro-fetas» (Apocalipsis 10: 6-7).

La credibilidad del testimonio profético de Dios está fundada en su título de Crea-dor que ratifica en su ley, en el cuarto mandamiento.

El día de sábado, señal del Dios creador, redentor y legislador

Si el día de sábado es una señal, según menciona el propio Dios (Éxodo 31: 13), da evidencia de una convenio entre dos partes (Dios y los hombres) establecido desde el comienzo de su Historia común, la creación del hombre. Pero lo importante de una señal, no está en el soporte, en la marca externa, visible o perceptible del convenio, sino en su significado. «Guardareis mis días de reposo; porque es señal entre mi y vosotros por vues-tras generaciones, para que sepáis que yo soy Yahvé que os santifico» (Éxodo 31:13-17). Es el Altísimo, con su única autoridad de legislador, el que instaura la jornada sabática como marca de su poder creador y redentor, porque es «Yahvé que santifica» (Éxodo 31: 13). • El día de sábado es pues un convenio,

una alianza entre Dios y su pueblo: «entre vosotros y yo».

• El día de sábado es una señal, un signifi-cante arbitrario, un referente visible, con-creto con un significado específico.

• El día de sábado es un testimonio con un significado abierto a todos a través del cual se aceptará y testificará un cuádruple significado: 1. Dios es una persona, no una energía,

un “yo”; 2. Dios solo posee la fuente del ser: “Soy” 3. Dios solo es el Eterno: solo Él es in-

mortal y si el hombre quiere conocer la eternidad y la inmortalidad, debe hacer

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pacto con Él para participar de su única inmortalidad.

4. Dios solo puede ser el Redentor «que santifica» porque es el Dios Único que da la Vida. Solo en él, el hombre tiene la vida, el movimiento y el ser (Hechos 17: 28).

El día de sábado (como el año sabático) fue instituido en vistas a una felicidad que solo puede realizarse desde lo alto. Aparece como la señal de la única fuente de gracia, Dios, e invita a “descansar”, en pro de la feli-cidad personal y salvación, como una pro-puesta de alianza de vida.

La señal del Dios Creador recuerda al hombre que la creación y la redención están perfectamente realizadas. Al «todo era bue-no» de la Creación (Génesis 1: 31) corres-ponde el «hecho está» de la cruz. Desde entonces corresponde al hombre entrar a formar parte de las obras de salvación per-fectas del Dios del cosmos manifestado en Jesucristo. El cristiano, ¿se convertirá en un “legalista” si guarda el principio del día de sábado, expresado en el cuarto mandamien-to de la ley divina? ¡Legalista no, leal, si! Se-ría también “legalista” el que fuera auténtico en su palabra, fiel en su forma de ser, respe-tuoso con el bien y la vida ajenas, actitudes todas que vienen también prescritas en el resto de los mandamientos de esta misma ley, y que ningún cristiano riguroso rechaza-ría con el pretexto de estar «bajo la gracia».

Se ha cometido en el pasado el error de contraponer la ley de Dios a su gracia, como si la gracia de Dios dispensara al creyente de su lealtad y amor a Dios. Al contrario. Dios quiere darle al creyente una perspectiva justa de los Diez Mandamientos del Decálogo, llamados también «las palabras de la alian-za» (Éxodo 34: 8). Estas no deben percibirse como “prohibiciones”, sino como promesas con las que Dios se compromete a hacer todo lo que el hombre no puede: amar a Dios y al prójimo como a uno mismo, vivir en la justicia.

Pero para que estas promesas no queda-ran en “letra muerta” sobre dos tablas de pie-dra, el Dios del cosmos instituyó, en el mis-mo preámbulo de la ley dada en el Sinaí, el espíritu mismo de su pacto con el hombre: tres condiciones para que la ley, «escrita en nuestros corazones» (Hebreos 8: 10) se con-vierta en «la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús» (Romanos 8: 2), en la «ley de la liber-tad» (Santiago 2: 12)

«1) Yo soy Yahvé, 2) tu Dios, 3) que te sa-qué de la tierra de Egipto, de casa de ser-vidumbre» (Éxodo 20: 1-2) 1 La primera de estas condiciones, es reco-

nocer en nuestra vida la prioridad, antes que la ley, es el Señor de la ley, el «Yo soy Yahvé»; Un Dios que es una persona, única poseedora del Ser, de hecho, la úni-ca inmortal, eterna.

2 La segunda de las condiciones para que estas promesas de la ley-alianza sean una realidad en nuestra vida, es que estén es-critas en nuestros corazones; es decir, hace falta que Yahvé sea “mi Dios” que vi-va en íntima comunión con él, para cono-cerlo y amarlo, como dice Cristo: «con to-do mi corazón, con toda mi alma y con todas mis fuerzas» (Deuteronomio 6: 4-5; Mateo 22: 37). «Este es el amor de Dios que guardemos sus mandamientos –dirá el apóstol Juan–, y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es naci-do de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?» (1 Juan 5: 3-5).

3 La tercera de estas condiciones para que esta ley sea una ley de libertad (Santiago 2: 12), es recordar que fue dada en el Si-naí a un pueblo ya liberado de la esclavi-tud de la serpiente egipcia, de su exilio le-jos de Dios. Dicho de otra manera, la gracia redentora de Cristo es la única ga-rantía del creyente para que las Diez Pa-labras del pacto sean una realidad en su vida, para que reciba, por el amor de Dios actualizado a través del Espíritu Santo en él, el poder de amar, y el poder de «cum-plir la ley» (Romanos 13: 8-10). Estas tres condiciones son esenciales pa-

ra vivir armoniosamente el Evangelio: 1) la primacía del Dios Creador sobre la criatura y la creación; 2) la relación íntima con él bajo el lazo de una alianza; 3) la admirada gratitud de su poder libertador. Estas tres condiciones Dios ha querido rubricarlas en el día de sá-bado. Dios lo instituye y lo ofrece como me-morial para el hombre, para que “se acuerde” de poner su confianza solo en las obras del Espíritu. En tanto que Creador y Redentor, las ha realizado para el hombre y a su vez desea cumplirlas en el hombre.

Desgraciadamente estas nociones capita-les para el desarrollo del género humano no fueron percibidas ni aceptadas por nuestros primeros padres en el Edén tras el significado de este día memorable. No es extraño ver todavía hoy erguirse a la serpiente y silbar

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con rabia hacia la señal que es el día de sá-bado, signo protector, también hoy como lo fue al principio, contra el panteísmo del Edén: la deificación del hombre.

El contexto de la institución del día de sá-bado como señal de santificación es claro con respecto a la voluntad de Dios para el hombre. Esta señal, dada por el propio Dios comprende a la vez la institución del santua-rio y el don de las dos tablas de la ley dadas a Moisés en el Sinaí (cf. Éxodo 25-31). Por-que el santuario, con todo el simbolismo de su estructura y de su ritual, es el proceso resumido en imagen de la realización de la promesa de santificación que Dios ha queri-do para la humanidad entera: «Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Yahvé soy vuestro Dios. Y guardad mis estatutos, y po-nedlos por obra. Yo Yahvé que os santifico» (Levítico 20: 7-8). Dios quiere que asociemos a la celebración del sábado su voluntad de santificación para el hombre. «Guardad mis sábados, y tened en reverencia mi santuario. Yo Yahvé» (Levítico 26: 2). El día de sábado fue instituido por Dios mismo, como recono-cimiento, en su ley, de su autoridad como Legislador, Creador y Redentor. Es la señal en su ley a través de la cual aceptamos san-tificar el Nombre de Aquel que nos santifica.

Pero, ¿cuál es el nombre de Yahvé que hay que santificar?, o ¿cómo y cuando se enfrentó por primera vez Moisés –el que fue-ra el primer redactor de los libros de la Bi-blia– al nombre de Dios? Refirámonos al epi-sodio de la zarza ardiente (Éxodo 3: 11-14). En respuesta a la angustiosa pregunta de Moisés frente a la desmesurada misión que se le ha confiado, Dios le da garantías a tra-vés de su Nombre inefable, impronunciable: «Yo soy». Un Nombre para fortalecerlo en su debilidad, un Nombre para paliar su fragili-dad, un Nombre para acompañarlo en su misión, un Nombre para que haya una rela-ción interpersonal. Un Nombre que recordará también Jesús a sus discípulos cuando les confíe idéntica misión. «Y he aquí que estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mateo 28: 20). La revelación de este Nombre es útil para «instruir en la justi-cia a fin que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» (2 Timoteo 3: 16-17). Un Nombre que suple la fragilidad del hombre, criatura, y que le asegura la Vida de Dios, el Movimiento de Dios y el Ser de Dios (Hechos 18: 28); un Nombre que recuerda al hombre que es de la raza de Dios, según expresión del apóstol Pablo, pero que le recuerda también que no es Dios, inmortal por naturaleza, pero llama-

do a participar de la única inmortalidad de Aquel que le ha dado la Vida.

Porque la invitación a obedecer y celebrar el día de sábado va acompañada de un re-querimiento: una exclusión y una pena de muerte. El texto mismo da la respuesta: si rechazo la relación interpersonal que Dios me propone, si no lo dejo vivificar mi ser, llenar con su vida la mía, paliar con su inmor-talidad mi mortalidad, esta falta de fe en su alianza conlleva mi propia condena a muerte. El hombre se condena a muerte a sí mismo porque rehúsa vivir su única vida. Tal fue el caso en el Edén de Adán y Eva: convertidos en mortales por rechazar el proyecto peda-gógico de Dios simbolizado en el día de sá-bado.

El día de sábado o «Santidad a Yahvé» a través de la ofrenda del cuerpo de Cristo

¿Cuál es el sentido del mandamiento del día de sábado: «acuérdate del día de sábado para santificarlo»? Santificar el sábado, es en realidad “santificar el Nombre de Yahvé que santifica”. Como tal, fue dado como conclu-sión en la institución del santuario para re-cordar que el Dios que santifica no puede ser otro que el Dios Creador, el Dios de la perso-na, único garante de nuestro ser y de nuestra inmortalidad.

Juan revela en el Apocalipsis, que la vo-luntad de Dios es que este Nombre inefable, (impronunciable, el nombre del Padre y el nombre de Cristo, Cordero inmolado de Dios), sea escrito en la frente de sus hijos (Apocalipsis 14: 1), un Nombre que impreg-nará su inteligencia, que creará entre ellos un nexo de pertenencia y consagración, un Nombre que va a comprar, como dice Juan (Apocalipsis 14: 3) su rescate de la tierra. ¿Qué tenían escrito en sus frentes, los 144.000 redimidos de la tierra que siguen al Cordero dónde va? Juan no nos lo dice, pero es fácil descubrir este Nombre, porque la referencia al Cordero nos remite al santuario israelita, al gran sumo sacerdote que prefigu-raba a Cristo, mediador de Dios ante los hombres.

En la revelación que Dios da a Moisés so-bre el santuario en el Sinaí, pide que el sumo sacerdote lleve sobre su frente una inscrip-ción escrita en una lámina de oro puro:

«Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella como se graba en los se-llos, SANTIDAD A YAHVÉ. La sujetarás con un cordón de azul, y estará sobre la mi-tra; por la parte delantera de la mitra esta-

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rá. Así estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas por los hijos de Israel en todas las cosas santas, en todas las santas ofrendas que hayan consagrado. Sobre su frente estará siem-pre, para que obtengan gracia delante de Yahvé» (Éxodo 28: 36-38).

Esta tiara de santidad estaba ligada al hecho de que el sumo sacerdote llevaba los pecados de Israel. Solo una persona santa puede cargar los pecados de otros. Como el sumo sacerdote no estaba libre de pecado, representaba a Yahvé quien solo él es santo. El sumo sacerdote representa pues a Dios santo que lleva los pecados de Israel.

Un detalle capital en esta inscripción: es-taba escrita «como se graba en los sellos», pero al revés. Esta inscripción en la frente del sumo sacerdote tenía como fin recordar a todos que Dios les era favorable, que no po-día santificarlos más que a través de la me-diación de Cristo, a la vez Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y sumo sa-cerdote; que Dios quería transferir a cada miembro de su pueblo, la gracia de su santi-dad. Solo Dios autentifica con su sello la san-tidad de Jesús y solo Jesús puede sellar con el Espíritu Santo aquellos que se adhieren a su pacto. Por este, se afirman en un nexo de pertenencia al Señor y un deseo de ser puri-ficados de toda iniquidad (ver al respecto 2 Timoteo 2: 19)

Para todos aquellos que acepten este do-ble ministerio de Cristo en favor de su santifi-cación (sumo sacerdote y cordero de Dios), Juan revela en el Apocalipsis (7: 3) que los siervos de Dios serán marcados con un sello en su frente. ¿Cuál será la señal que dejará este sello en sus frentes?: el nombre del Pa-dre, del Cordero, es decir su carácter: «San-tidad a Yahvé». No puede ser esta señal obra nuestra. De hecho, en el Apocalipsis, una fuerte voz procedente del cielo invita a la humanidad a reconocer y a celebrar lo que el día de sábado significa: «¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro» (Apocalipsis 19: 1-2).

Precisamente, Dios nos dice, que el día de sábado es la señal visible, la marca reci-bida del Eterno, con la que se da testimonio que nuestra santidad no puede ser más que obra de Dios, que es imposible lograrla por nuestras propias fuerzas, por nuestras bue-nas obras; el día de sábado aparece como el testimonio a dar al mundo de un reposo, de una salvación que descansa solo sobre las obras perfectas de Cristo el Cordero de Dios inmolado en la cruz y sumo sacerdote, inter-cesor en el santuario celestial.

El día de sábado brilla con todo esplendor como señal de la justificación y santificación gratuita a través de la fe en la sangre del Cordero. Según Hebreos 10: 5-10 que une la santificación a la ofrenda del cuerpo de Cris-to, el día de sábado es la señal por excelen-cia de esta doble condición de salvación: ¡Cristo sumo sacerdote y cordero perfecto sin mancha ofrecido en la cruz! Podemos santifi-car el nombre de Yahvé a través de la fuerza del pan cotidiano puesto a nuestra disposi-ción: su cuerpo roto por nosotros. Cristo es nuestro maná celestial. Es por lo que, inclu-so, antes que fuese promulgada la ley (Éxo-do 20), Dios quiso asociar lo sagrado del día de sábado a la alimentación del pueblo con el regalo del maná en el desierto (Éxodo 16).

Cristo, el gran «Yo Soy» encarnado, no dudaba, a pesar de la hostilidad de los judíos cuando hacía milagros en sábado, porque su proyecto, como él mismo lo definirá, es curar “al hombre entero”, recordándole el verdade-ro sentido del sábado: la liberación del poder del Maligno. Curará un ciego de nacimiento, un paralítico, un hombre con la mano seca, una mujer con joroba. La lección que dará Jesús con respecto a la curación de esta mujer es significativa de la finalidad que Cris-to quería darle al día de sábado: «Esta mujer, que es hija de Abraham y a quien Satanás tenía atada dieciocho años, ¿no era necesa-rio liberarla de esta cadena el día de sába-do?» (Lucas 13: 16).

Jesús no transgredía el sábado, como pensaban los fariseos, sino que quería recor-dar su verdadero significado, su verdadera función, aquello que había sido dado por el mismo a Moisés en el Sinaí: «una señal para conocer que Yo soy Yahvé que os santifico». Se comprende la razón por la que a lo largo de los siglos, desde la historia de Israel, des-de la historia de los primeros siglos de la iglesia hasta hoy, el Enemigo de Dios ha querido borrar del corazón y de la memoria de los hombres, sobre todo de los creyentes, la señal de salvación gratuita en Jesucristo, con la que santificamos el nombre de Yahvé. Así la marca en la frente del sello de Dios es sobre todo la señal de nuestra liberación de servidumbre a la ley y de nuestra adhesión de corazón a esta ley, reconociendo que no somos nosotros los que nos santificamos a través de la observancia a dicha ley, sino que es Dios el que nos santifica.

Conclusión

Parece exagerado decir que el sello puesto en los 144.000 es el día de sábado como

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marca. ¡Un sello no tiene valor en sí mismo! ¡Lo importante es lo que está sellado! El día de sábado no es válido como sello de Dios sino porque da validez, autentifica una firme determinación en la verdad de la liberación del pecado, de la liberación del servilismo a la ley, a una adhesión sincera a esta ley, a la santificación por la fe en el Dios de Jesucris-to. La marca de la Bestia obedece a los mis-mos principios pero se conforma con una adhesión de la mano, de un gesto. No pide una adhesión de corazón. En ambos casos, la marca o sello no requiere una elección de doctrina, sino de maestro. Es el maestro quien elige el día de reposo. Este maestro, según el caso será Dios o la Bestia o el or-den social, pero el día de reposo es de hecho la marca de nuestro maestro.

Al final de los tiempos, Juan, en visión, ve que los fieles de Dios llamados “santos”, se-rán boicoteados económicamente de entrada (Apocalipsis 13: 16-17); no podrán comprar ni vender; querrán permanecer ante todo y a pesar de todo, fieles al sello de Dios sobre sus frentes, a través del cual Dios ha escrito su nombre: «Santidad a Yahvé». Rechazarán la marca en su frente o en su mano de la autoridad de Babilonia, aquella que rechaza el reino, el poder y la gloria del Cristo Crea-dor y Redentor: querrán permanecer fieles al pacto establecido por el mismo Dios: «Esto será señal entre mi y vosotros para que co-nozcan que Yo Soy Yahvé que os santifico». En un segundo tiempo, Juan ve y lo manifies-ta en el Apocalipsis, que la «la perseverancia de los santos, los que guardan los manda-mientos de Dios y tienen la fe de Jesús» (Apocalipsis 14: 12), excitará el odio venga-dor de Babilonia que se volverá «ebria de la sangre de los santos» (Apocalipsis 17: 6). Pero a pesar de estas profecías alarmantes, Juan ve también a Cristo en persona luchar contra Babilonia, y la tierra entera iluminada por un ángel enviado del cielo, teniendo una gran gloria (Apocalipsis 18: 1-4). Este anun-cia, con voz fuerte la caída inminente de Ba-bilonia, habitación de demonios, guarida de espíritus inmundos, y paralelamente a esta solemne advertencia, Juan oye otra voz des-de el cielo invitando a toda la humanidad. «Salid de Babilonia, pueblo mío» (Isaías 48: 20). ¿Qué significa este mensaje? Qué gloria es esta que debe iluminar la tierra, que da gozo, alegría y anima a los portadores de este mensaje: «Yahvé ha redimido a Jacob su siervo» (Isaías 48: 20). La gloria que debe iluminar la tierra entera, es el testimonio fiel a la señal del sábado, salvación gratuita de Dios que santifica a través solo del don y único nombre de Jesucristo.

El día de sábado o evangelio de la mano tendida

Es por esta invitación de Jesús, por lo que debemos practicar nuestro testimonio de cris-tianos adventistas del séptimo día, con la política de la “mano extendida”. Después de haber enunciado que el «sábado ha sido hecho para el hombre» (Marcos 2: 27), los evangelios sinópticos cuentan también la curación de un hombre con la mano seca en la sinagoga de Capernaúm. ¿Por qué asociar este milagro, entre otros, a la finalidad huma-nista y pedagógica del sábado? ¿Por qué los tres evangelistas insisten de común acuerdo sobre la orden dada por Jesús al hombre de la mano seca: «Extiende tu mano» (Marcos 3: 5)? El concepto de mano fuerte y brazo extendido es un tema que aflora en las Escri-turas en relación con la liberación del pueblo hebreo de la servidumbre egipcia. Moisés debía, a través de una obediencia perfecta a Dios, ser la proyección del poder libertador de Dios. ¡Toda la felicidad de la Pascua es-taba contenida en esta expresión!

«Por los siete días se comerán los pa-nes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio. Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Yahvé hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Yahvé esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Yahvé de Egipto» (Éxodo 13: 7-9).

El significado del sábado está íntimamente ligado a la Pascua y a la gloriosa liberación de la servidumbre egipcia (que en las Escritu-ras es símbolo del pecado). Esta liberación la hizo Dios «con mano poderosa y brazo ex-tendido» a favor de su pueblo. Al final de su ministerio, cuando Moisés recapitula y re-cuerda la obra de Dios a su favor, repite otra vez la ley divina, de la que Israel no deberá apartarse jamás. Este texto recapitulador, que conmemora Deuteronomio 5: 1-21, tiene una particularidad extraña y edificante con respecto al sábado. Tras la promulgación de las diez palabras del pacto sobre el monte Sinaí, en Éxodo 20, el significado del día de sábado estaba asociado a la idea que el Dios libertador de Israel era el Dios Creador

Pero Moisés que había vivido anterior-mente el sentido del maná y lo sagrado del sábado (Éxodo 16), había después de esto sido instruido por Dios mismo, en ocasión de la institución del santuario, símbolo del minis-terio redentor de Cristo, acerca del significa-

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do particular del día de sábado: una señal entre Dios y su pueblo de su poder santifica-dor. Es por lo que en esta recapitulación de la ley de Dios en Deuteronomio, dará al día de sábado del cuarto mandamiento su ver-dadero significado: «Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Yahvé tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Yahvé tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo» (Deuteronomio 5: 15) • El día de sábado es recordado como me-

morial («te acordarás»), del poder liberta-dor de Dios.

• El día de sábado es señal de una alianza íntima con el Dios libertador (nombrado dos veces como debiendo ser “mi Dios”, «tu Dios»); el séptimo día es pues, como dice el profeta Isaías, la señal de su pacto en el que debemos perseverar: «a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo y abracen mi pacto, yo los lle-varé a mi santo monte» (Isaías 56: 6); es interesante constatar aquí Apocalipsis 4: 12 dónde los santos son llamados a la perseverancia... guardando los manda-mientos de Dios y la fe de Jesús.

• El día de sábado del cuarto mandamiento es un memorial, que resume quien es Dios (Yahvé), la necesidad de un pacto ín-timo con él (tu Dios), lo que ha hecho (su poder libertador). El sábado del cuarto mandamiento resume todo el prólogo de la ley. Ya antes de proclamarla en el Si-naí, Dios se había presentado a su pueblo con los mismos términos significativos del

séptimo día: «Yo soy Yahvé tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre» (Éxodo 20: 2) ¡Esta liberación fue hecha con mano fuer-

te y brazo extendido, subraya el cuarto man-damiento del día de sábado! Por lo que Je-sús asocia con toda justicia, el significado del sábado hecho para el hombre (Marcos 2: 27), a la necesidad de tener, por nuestra parte nuestra mano seca curada, como el enfermo de Capernaúm. ¡Diciendo un día de sábado de extender la mano, Jesús invita a todos sus seguidores a convertirse en este mundo de esclavitud, en los proyectores de su gracia santificadora y liberadora! Nos manda predi-car al mundo, a través de la fidelidad a su santo día a «¡salir de Babilonia!» ¿Cuál es el sentido del mensaje que debe iluminar toda la tierra con su gloria (Apocalipsis 18: 1-4)? La llave que abrirá el verdadero sentido a este mensaje de carácter universal se en-cuentra en Isaías: «Salid de Babilonia... dad nuevas de esto con voz de alegría, publicad-lo, llevadlo hasta lo postrero de la tierra; de-cid: Redimió Yahvé a Jacob su siervo» (48: 20).

¡Porque Yahvé nos rescató con mano fuerte y brazo extendido en la cruz, acepta-mos que nuestra mano seca fue curada en Jesús y poder extenderlo para rescate de la humanidad! ¡Este es el sentido del memorial que es el día de sábado!

Traducción Alicia Prat Boix

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1991 Lloret de Mar El sufrimiento humano y el silen-cio de Dios

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1993 Guardamar del Segura Nueva Era M. Fernández 1994 Palma de Mallorca La esperanza adventista: 150

años de historia, 1844-1994 R. Pöhler

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M. Fernández y otros

1997 Alcossebre La seguridad personal de la salvación

M, Venden

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nea varios

2000 S. Lorenzo del Escorial La mujer y la iglesia. El racismo en la iglesia

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ción, secta...? J. Gallagher

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