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UNIVERSIDAD DE MEXICO 25 ral, sin tener conocimientos sobre lo que se ha producido CIl este otro lado del mundo. A'sí, el título "Modern Pain.fing", res1llta exesh1o, no obstante las alusiones a la pintura de México y la de los Estados Unidos y resultaría más exacto si se leyese "European Modrrn Painting". En la. bibliografía selecta que se ofrrce al final drl volumen se nota más aún la falta de información al día. En las uotas biogrdficas de los artistas se hace jJateute la ausencia de Oroz- co, de Rivera y de Siqlleiros, si biell se incluye ti T amayo. Y eu 10.1 eventos artísticos de 1952 no fig1lra la exposición de Arte Mexicano, de la que, en 111M forlJ/a 11- otra, se ocupó prácticalJ/r))te toda la prema r1lm/Jea JJOr espacio ca.li dr 1111 a;io. J. F. REVISTA DE VENTA EN LAS MEJORES LIBRERIAS DE LA REPUBLICA AR TES DE MEXICO NUMERO 2. ENERO-FEBRERO DE 1954 COLABORAN: JOR.GE CARRION • CARLOS PELLICER FRANCISCa DE LA MAZA MIGUEL SALAS ANZURES RICARDO DE RO- BINA MIGUEL COVARRUBIAS EN- RIQUE GONZALEZ ROJO. cosa, es UII querer ser; si la cosa es un ser plenario. sin un solo in- tersticio de .nada, el hombre; fren- te a los ohJetos, es nna existencia que se caracteriza por el querer ser; el homhre-ser, el hombre-cosa :'constituye una imposibilidad", e mtentar esa plenitud propia de una .eSencIa se halle en el hombre Significa reducir "la vida humana a nn fracaso y a ulla frustración". Con:o la categoría ontológica exis- tenCial se caracteriza, entonces, plJr ser un ser qne quiere ser ello si"- ni fica la introducción lie';l;o en el Scr o, (hcho de 01'1'0 modo, lIe- nal' al hombre de gránulos de nada, La gellte, en sn hablal' cotidiallo, ha j'omado conciencia d<' este he- cho; expresiones cama "estar pa- sándola", "Inatal" el ticlnpo"t ""i- vir la vicia" una descripci/lIl de la existencia. Ya que el hombre es fulum .\i- rau analiza esta ci rcunstanci;1 - en dos mani fcstaciones artísticas que develan con claridad dici1:1 futu- rización: 1'1 fu/ul'·islllo que, como ya lo indica sn (Ienominación, es una tendencia que ha hecho hinca- pié en el ser-no ser del hombre; v la obra. de Chirico que angustia espectador, evidenciándole su ser- un-querer-ser, al mostrarle en sus pinttll'as la plenitud inalcanzahle de una rígida esencia. Salvo algunos aspectos en que Ramón .\irau aporta muy poco a la investigacie')]] filosMica, este libro de ensayos, escri to con puleri tud como se dijo, y pensando con lIantez, signi fica en el ambiente in- fecundo que, en la producción de ensayos de esta clase, nos rodea, nna revelación digna de encomio" - E, G, R. Este libro constituye un duro " efectivo ataque al lil)eralismo y, ; la vez, una reconsideración histó- rica de sus beneficios, Laski se pro- pone analizar los elementos que ori- ginan el predominio de esta co- !Tiente que, durante los tlltimos cuatro siglos, trajo a la sociedad occidental cambios radicales, El aU- 101' del libro piensa que el examen histórico de la doctrina liberalista puede ayudarnos a salvar los esco- lios que han legado las luchas an- teriol'es al mundo de nuestros dias. Hasta el siglo X\'l, dice Laski, "se hahía hecho del privilegio una fun- ción del Estado, asociando la idea de los derechos con la de la pose- sie'lIl territoria''', Era un mundo en donde las normas religiosas impe- raban sohre las costumbres, donde el mercado era sohre todo local y donde "la cultura y la ciencia, más un lujo que actividades profundas", Con la reforma econúmica origina- da por el liheralismo se explica Laski el triunfo del espíritu capI- talista que con métodos nuevos se adelantaba hacia una I'iqneza que no pudo encontrar satisfaeei'Jn para sus apetitos en el reducido ceren medieval; de ahí la resistencia que el capitalismo prcsente', al sistema ético-religioso, cuyas normas cran 1111 impedimento para cstahleccr d derecho a la riqueza. Así el capi- talismo tomó dos actitudes: prime- HA ROLO J. LA5KI. El liberalismo ('1IrojJ(,o, Versión española de Victoriano Miguélez. Fondo de Cultura Económica. 1953, 243 pp. La crisis de la ciencia se oh"er- \'a, incluso, en sn mctodologia. La indncción, en efecto, parte de su- posiciones a priori, no siendo, así, ni "inductiva" en SllS comienzos. Max Hartmann dice: "no se podría avanzar de lo particular a lo ge- neral si no se supusiera de ante- mano algo general", Si se ban vuel- to cuestionables el método resolu- tivo (o inducción) y el compositi- vo (o deducción)" hay (IUe inves- tigar más el ser-qué de Szilasi que el Dasein heideggcriano, El pensa- miento contenido en este opúsculo da la impresión de que si nace <,n- ·tre una sel'ie de concepciones a!;o- nizantes, pretende dar su justo si- tio tras un connubio realizado es- mdradamente entre la ciencia y la filosofía, a la investigación episte- mológica de los datos empíricos. E. r.. R. RAMÓN XIRAU. Sentido de la Presencia. E11Sayos. Fondo de Cultura Económica. 1953. 134, pp. Este libro de ensayos, escrito con pulcritud, está constituido por un;¡ serie de reflexiones acerca de los problemas filosóficos y artísticos que más preocupan a los pensado- res actuales, Recoge el .autor, en consouancia con éstos, la negación de todo sistema deshumani zado "los sistemas, escrihe Ramón Xirau, en tanto, instituciones abstractas de tipo general, no pueden interesar- nos". Se adhiere Xirau con decisión a ciertas tesis existenciales como la de que el hombre, .frente a la SUMARIO: LA VIDA Y LA MUERTE EN LOS MEXICANOS MATER AMABILIS LAS PINTURAS DE LA CASA DEL DEAN EN PUEBLA MITO Y MAGIA EN LA ESCULTURA ZOOMORFA PREHISPANICA AROUITECTURA MEXICANA· CHI PAI SHIH EXPOSICIONES Y LIBROS SECCION EN INGLES EOUARO MAY. Filosofía Natural. Fondo de Cultura Económica, 1953, 168 pp. El filósofo Eduard May escrihe mllY atinadamente, en este· hr<'via- rio, qne "a la filoso fía le incum h<' exponer y aclarar los prohlemas implicados por toda investigación de la naturaleza, pero qlle no pne- den ser abordados con los recllrsos y métodos de ésta", De la ciencia, por IIn lado y de la filosofía, por otro, nace esta filosofía natural que intenta aprender los fundam<'n- tos de 10s dates empíricos que la ciencia investiga, ordena y encauza. A esta filosofía le interesa lo ante- rior porque desde principios del si- glo que vivimos -este breviario "ie'> la luz por primera vez en 1.949- se ha evidenciado la problemática de los fundamentos, debido a la fí- sica moderna y a las críticas de los conceptos clásicos de' la sustancia, de la causalidad y de la conserya- ción de la energía. Si en la filo- sofía tradicional el axioma era un principio incontrovertible, después de esta revolución iniciada alrede- dor de 1900' se ha trocado, :nenos •. en un principio que tiene sólo validez por su posic'ión pl'Ovisi01lO1 en.un sistema, 10, Clue equivale a deCIr (jue' son poslbles otros principios· básicos, Si se exa- minan los motivos del cambio radi- cal del uso de algunos conceptos, se advertirá que dependen de la pro- blematización de los sustentáculos, del tránsito de la necesidad causal a esa contingencia más o menos disfrazada· qlle se denomina cálculo de probabilidades, KARL JASI>ERS. La Fisolofía. Fondo de Cultura Económica. 1 95 3, 151 pp. E, G. R. El pensamiento f.ilosófico, según I\:arl 'aspers, uno de los filósofos existe;lciales de más personalidad, es anterior a todas las ciencias, a todas las disciplinas que trabajan con las cosas, con lo particular. La filosofía presenta las siguientes ma- ni festaciones : l.-Es inherente a todos, "Tencmos que librarnos, di- ce el autor, de la idea dc que el filosofar sea en sí y esencialmente nna incumbcncia de profesores. Es nna cosa del hombre tal cual. es ... " 2,- Tienc uno que pensarla, no que se la piensen. Ponc Jaspers varios ejempios dc niños que. mueven y conmuevcn su pcnsanllento ante problemas filosóficos. "Un niñ?, escribe refiriéndose a una cspecle de Fichteni.ño, mani fiesta su ad- miración diciendo: 'me en rensar que soy otro y sigo Siendo. siempre va'." 3.-Se presenta ha§- la en Jos' enfermos mentales en los que "pasa a veces -r.aras- como si sc rompiesen las cadcnas y los velos gencrales y hablase una VCT- dad impresionantc", it-Es necesa- ria. porquc hasta h filosofia, profesa tamhlen \,ma filo- sofía, pero sin ser conSClCnte de ella", "La husca de la vet:<lad, añade más adelantc, no la posesión de ella, es la esencia, de la filosofía", "Sus 11reo-untas son más escnciales que sus "'respuestas." El fin de la bús- queda es la plcnitud, alcanzada a veces, pero que no es una certeza enunciable, Los orígenes de la filosofía son tres: el asombro; la duda y la límite, Esta última cons- ti tuve una tesis que se ha hecho fan{osa en la filosofía rá-nea. Todos· estHl110S' en una, sr.\ua- ción, Podemos cambiada, yendo de una situación a otra;, pero po- siciones -las situaCIOnes lu,uJte- que no se pueden opt-ar o dejar. de elegir, que son, dicho con .una ter- minología clásica, necesanas: mo- rir, padecer, luchar, acaso, culpa- bi lidad, etc,; hay, con a ellas, dos posibles : aceptarlas ? sr se las lllC- o-a -y se vive dlstraldo de la te, por ejemplo- se !Ieya una VKa de ins·inceridad ontologlCa, Hav dos clases de requerimien- tos: -los condicionales (como la autoridad. el placer, o sea los l1a- mamientos que hacen las co- sas) y los incondiCIOnales (que ,son los l1amados de la "Lo incondicional, aSlcnta Jaspers, no es lo que se quiere desde lo cual se quiere, La propiamente existencial de este fI- lósofo aparece cllando qne la relación con el requenmlento 111- condicional (Dios) no mana de esencia, de una receta que nos oblt- gara a ponernos contacto con lo Circunvalcnte, S1110 que.I,lace de la lihertad, "Donde hay hbertad, dice, me doy cuenta de que bases incondicionales." De aql1l te para fijar una ética de lo condicional, en que todo lo c011(h- cionado sería moralmente desdeña- ble, Para l1egar a lo incondicional -a lo Circunvalente o a la tras- cendencia- sólo existe el camino de leer esa "escritllra ci frada" (Iue es la meta física con la lente de la "fe filosófica".

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Page 1: A R - f002.backblazeb2.com · 70. 6R 69. 26 ro la de tr;ulsformar la suciedaJ.s, más tarde, cuandu el Estado!lU funciouaba al compás de sus inte reses la de apoderarse del Estado

UNIVERSIDAD DE MEXICO25

ral, sin tener conocimientos sobre lo que se ha producido CIl esteotro lado del mundo. A'sí, el título "Modern Pain.fing", res1lltaexesh1o, no obstante las alusiones a la pintura de México y la de losEstados Unidos y resultaría más exacto si se leyese "EuropeanModrrn Painting". En la. bibliografía selecta que se ofrrce al finaldrl volumen se nota más aún la falta de información al día. En las

uotas biogrdficas de los artistas se hace jJateute la ausencia de Oroz­co, de Rivera y de Siqlleiros, si biell se incluye ti Tamayo. Y eu 10.1

eventos artísticos de 1952 no fig1lra la exposición de Arte Mexicano,de la que, en 111M forlJ/a 11- otra, se ocupó prácticalJ/r))te toda laprema r1lm/Jea JJOr espacio ca.li dr 1111 a;io.

J. F.

REVISTA

DE VENTA EN LAS MEJORES LIBRERIASDE LA REPUBLICA

A R TESDE

MEXICONUMERO 2. ENERO-FEBRERO DE 1954

COLABORAN:

• JOR.GE CARRION • CARLOS PELLICER• FRANCISCa DE LA MAZA • MIGUELSALAS ANZURES • RICARDO DE RO­BINA • MIGUEL COVARRUBIAS • EN­RIQUE GONZALEZ ROJO.

cosa, es UII querer ser; si la cosaes un ser plenario. sin un solo in­tersticio de .nada, el hombre; f ren­te a los ohJetos, es nna existenciaque se caracteriza por el quererser; el homhre-ser, el hombre-cosa:'constituye una imposibilidad", emtentar q~le esa plenitud propia deuna .eSencIa se halle en el hombreSignifica reducir "la vida humanaa nn fracaso y a ulla frustración".Con:o la categoría ontológica exis­tenCial se caracteriza, entonces, plJrser un ser qne quiere ser ello si"­ni fica la introducción (I~I lie';l;oen el Scr o, (hcho de 01'1'0 modo, lIe­nal' al hombre de gránulos de nada,La gellte, en sn hablal' cotidiallo,ha j'omado conciencia d<' este he­cho; expresiones cama "estar pa­sándola", "Inatal" el ticlnpo"t ""i­vir la vicia" ~Oll una descripci/lIlde la existencia.

Ya que el hombre es fulum .\i­rau analiza esta ci rcunstanci;1 - endos mani fcstaciones artísticas quedevelan con claridad dici1:1 futu­rización: 1'1 fu/ul'·islllo que, comoya lo indica sn (Ienominación, esuna tendencia que ha hecho hinca­pié en el ser-no ser del hombre; vla obra. de Chirico que angustia ~lespectador, evidenciándole su ser­un-querer-ser, al mostrarle en suspinttll'as la plenitud inalcanzahle deuna rígida esencia.

Salvo algunos aspectos en queRamón .\irau aporta muy poco ala investigacie')]] filosMica, este librode ensayos, escri to con puleri tudcomo se dijo, y pensando con bri~lIantez, signi fica en el ambiente in­fecundo que, en la producción deensayos de esta clase, nos rodea,nna revelación digna de encomio"~rn~~es. -

E, G, R.

Este libro constituye un duro "efectivo ataque al lil)eralismo y, ;la vez, una reconsideración histó­rica de sus beneficios, Laski se pro­pone analizar los elementos que ori­ginan el predominio de esta co­!Tiente que, durante los tlltimoscuatro siglos, trajo a la sociedadoccidental cambios radicales, El aU­101' del libro piensa que el examenhistórico de la doctrina liberalistapuede ayudarnos a salvar los esco­lios que han legado las luchas an­teriol'es al mundo de nuestros dias.

Hasta el siglo X\'l, dice Laski, "sehahía hecho del privilegio una fun­ción del Estado, asociando la ideade los derechos con la de la pose­sie'lIl territoria''', Era un mundo endonde las normas religiosas impe­raban sohre las costumbres, dondeel mercado era sohre todo local ydonde "la cultura y la ciencia, másun lujo que actividades profundas",Con la reforma econúmica origina­da por el liheralismo se explicaLaski el triunfo del espíritu capI­talista que con métodos nuevos seadelantaba hacia una I'iqneza queno pudo encontrar satisfaeei'Jn parasus apetitos en el reducido cerenmedieval; de ahí la resistencia queel capitalismo prcsente', al sistemaético-religioso, cuyas normas cran1111 impedimento para cstahleccr dderecho a la riqueza. Así el capi­talismo tomó dos actitudes: prime-

HA ROLO J. LA5KI. El liberalismo('1IrojJ(,o, Versión española deVictoriano Miguélez. Fondode Cultura Económica. 1953,243 pp.

La crisis de la ciencia se oh"er­\'a, incluso, en sn mctodologia. Laindncción, en efecto, parte de su­posiciones a priori, no siendo, así,ni "inductiva" en SllS comienzos.Max Hartmann dice: "no se podríaavanzar de lo particular a lo ge­neral si no se supusiera de ante­mano algo general", Si se ban vuel­to cuestionables el método resolu­tivo (o inducción) y el compositi­vo (o deducción)" hay (IUe inves­tigar más el ser-qué de Szilasi queel Dasein heideggcriano, El pensa­miento contenido en este opúsculoda la impresión de que si nace <,n­·tre una sel'ie de concepciones a!;o­nizantes, pretende dar su justo si­tio tras un connubio realizado es­mdradamente entre la ciencia y lafilosofía, a la investigación episte­mológica de los datos empíricos.

E. r.. R.

RAMÓN XIRAU. Sentido de laPresencia. E11Sayos. Fondo deCultura Económica. 1953.134, pp.

Este libro de ensayos, escrito conpulcritud, está constituido por un;¡serie de reflexiones acerca de losproblemas filosóficos y artísticosque más preocupan a los pensado­res actuales, Recoge el .autor, enconsouancia con éstos, la negaciónde todo sistema deshumani zado "lossistemas, escrihe Ramón Xirau, entanto, instituciones abstractas detipo general, no pueden interesar­nos". Se adhiere Xirau con decisióna ciertas tesis existenciales comola de que el hombre, .frente a la

•SUMARIO:

LA VIDA Y LA MUERTE EN LOSMEXICANOS • MATER AMABILISLAS PINTURAS DE LA CASA DEL DEANEN PUEBLA • MITO Y MAGIA EN LAESCULTURA ZOOMORFA PREHISPANICA• AROUITECTURA MEXICANA· CHIPAI SHIH • EXPOSICIONES Y LIBROS

SECCION EN INGLES

EOUARO MAY. Filosofía Natural.Fondo de Cultura Económica,1953, 168 pp.

El filósofo Eduard May escrihemllY atinadamente, en este· hr<'via­rio, qne "a la filoso fía le incumh<'exponer y aclarar los prohlemasimplicados por toda investigaciónde la naturaleza, pero qlle no pne­den ser abordados con los recllrsosy métodos de ésta", De la ciencia,por IIn lado y de la filosofía, porotro, nace esta filosofía naturalque intenta aprender los fundam<'n­tos de 10s dates empíricos que laciencia investiga, ordena y encauza.A esta filosofía le interesa lo ante­rior porque desde principios del si­glo que vivimos -este breviario "ie'>la luz por primera vez en 1.949­se ha evidenciado la problemáticade los fundamentos, debido a la fí­sica moderna y a las críticas de losconceptos clásicos de' la sustancia,de la causalidad y de la conserya­ción de la energía. Si en la filo­sofía tradicional el axioma era unprincipio incontrovertible, despuésde esta revolución iniciada alrede­dor de 1900' se ha trocado, :nenosaMbiciosam~nte•. en un principio quetiene sólo validez por su posic'iónpl'Ovisi01lO1 en.un sistema, 10, Clueequivale a deCIr (jue' son poslblesotros principios· básicos, Si se exa­minan los motivos del cambio radi­cal del uso de algunos conceptos, seadvertirá que dependen de la pro­blematización de los sustentáculos,del tránsito de la necesidad causala esa contingencia más o menosdisfrazada· qlle se denomina cálculode probabilidades,

KARL JASI>ERS. La Fisolofía.Fondo de Cultura Económica.195 3, 1 5 1 pp.

E, G. R.

El pensamiento f.ilosófico, segúnI\:arl 'aspers, uno de los filósofosexiste;lciales de más personalidad,es anterior a todas las ciencias, atodas las disciplinas que trabajancon las cosas, con lo particular. Lafilosofía presenta las siguientes ma­ni festaciones : l.-Es inherente atodos, "Tencmos que librarnos, di­ce el autor, de la idea dc que elfilosofar sea en sí y esencialmentenna incumbcncia de profesores. Esnna cosa del hombre tal cual. es ..."2,-Tienc uno que pensarla, no quese la piensen. Ponc Jaspers variosejempios dc niños que. mueven yconmuevcn su pcnsanllento anteproblemas filosóficos. "Un niñ?,escribe refiriéndose a una cspeclede Fichteni.ño, mani fiesta su ad­miración diciendo: 'me ~mpe~o enrensar que soy otro y sigo Siendo.siempre va'." 3.-Se presenta ha§­la en Jos' enfermos mentales en losque "pasa a veces -r.aras- comosi sc rompiesen las cadcnas y losvelos gencrales y hablase una VCT­

dad impresionantc", it-Es necesa­ria. porquc hasta "quic,l~ rechaz~ hfilosofia, profesa tamhlen \,ma filo­sofía, pero sin ser conSClCnte deella",

"La husca de la vet:<lad, añademás adelantc, no la posesión de ella,es la esencia, de la filosofía", "Sus11reo-untas son más escnciales quesus"'respuestas." El fin de la bús­queda es la plcnitud, alcanzada aveces, pero que no es una certezaenunciable,

Los orígenes de la filosofíason tres: el asombro; la duda y la~ituación límite, Esta última cons­ti tuve una tesis que se ha hechofan{osa en la filosofía contel~lpo­rá-nea. Todos· estHl110S' en una, sr.\ua­ción, Podemos cambiada, yendo deuna situación a otra;, pero ~;~): po­siciones -las situaCIOnes lu,uJte­que no se pueden opt-ar o dejar. deelegir, que son, dicho con .una ter­minología clásica, necesanas: mo­rir, padecer, luchar, acaso, culpa­bi lidad, etc,; hay, con resll~cto aellas, dos posibles ~ctllaclOn~s :aceptarlas ? neg,arla~; sr se las lllC­

o-a -y se vive dlstraldo de la mu~rte, por ejemplo- se !Ieya una VKade ins·inceridad ontologlCa,

Hav dos clases de requerimien­tos: -los condicionales (como laautoridad. el placer, o sea los l1a­mamientos que no~ hacen las co­sas) y los incondiCIOnales (que ,sonlos l1amados de la t~aseendenml),"Lo incondicional, aSlcnta Jaspers,no es lo que se quiere s~~o aqnel~odesde lo cual se quiere, La tes~s

propiamente existencial de este fI­lósofo aparece cllando ~fi~ma qnela relación con el requenmlento 111­

condicional (Dios) no mana de l11~a

esencia, de una receta que nos oblt­gara a ponernos ~n contacto conlo Circunvalcnte, S1110 que.I,lace dela lihertad, "Donde hay hbertad,dice, me doy cuenta de que ~eL1go

bases incondicionales." De aql1l p~r­

te para fijar una ética de lo n~­

condicional, en que todo lo c011(h­cionado sería moralmente desdeña­ble, Para l1egar a lo incondicional-a lo Circunvalente o a la tras­cendencia- sólo existe el caminode leer esa "escritllra ci frada" (Iuees la meta física con la lente de la"fe filosófica".

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ro la de tr;ulsformar la suciedaJ.s,más tarde, cuandu el Estado !lU

funciouaba al compás de sus inte­reses la de apoderarse del Estado.El en'riquecimiento del individuo lle­vaba implícita, según la persuasióncapitalista, el bien colectivo; y esteconvencimiento, ahora más dañinoque nunca, invadió finalmente e!mundo occidental.

El liberalismo, dice Laski "ha si­do escéptico por tendencia y siem­pre ha adoptado una actitud nega­tiva ante la acción social", porquesólo sirve a los homhres que estánen posesión de la propiedad y elindividuo al que se intenta prote­<rer es una cosa abstracta que 111111­

~a recibió pleuamente los beneficiosde la doctrina liberal. El individuoes libre para comprar su libertad"pero ha sido siempre una minoríala que tiene recursos para haceresa compra".

El liberalisnio trajo, sin emhar­go, grandes progresos porque origi­nó un clima propicio al desarrollode la ciencia y llevó a la clase nJ('­dia al poder lo que "después de todoha sido -dice Laski- una ele lasrevoluciones más henéficas de lahistoria",

El liheralismo es di fícilmente unadoctrina armónicamente proyecta­da, es 'una idea que se va adaptan­do a ciertos intereses su friendo de­formaciones y pasando por las ma­nos de muchísimos pensadores deeliversas tendencias, desde Maquia­velo, Tomás Moro, Bacoil, Calvino,Tomás Hobbes, Locke, de cuya fi­losofía arrancan todos los lihre­pensadores ingleses, de! XVI, hastadar con la visión de Adam Smith,de Diderot o de David Hume.

La clase media sólo pudo eman­ciparse con ayuda del liberalismo;basta observar el caso de GiordanoBruno o el de Galileo, para darsecuenta de la uociva resistencia queel sistema medieval o freeía al des­nollo científico. Grau parte de losdescubrimientos técnicos fué posi­ble debido a los iustrumentos 11I1e­vos que, en manos de los científi­cos se convirtieron en formidahlesmedios (le investigación.

Pero la doctrina liberalista es­taba destinada a derrumbar su pres­tigio. Llegó el momento de la cri­sis porque no se puede engañarcoustantemente a un pueblo con pe­queñas dosis de efímero bienestarmaterial; y cuando la producción yla distribución empezaron a medir­se con distinto compás, las guerrasy la falta de trabajo sobrevinieronoriginadas por el deseo de riqueza,"a la demanda de justicia -diceLaski- contestaron con el ofreci­miento de la caridad". En e! si­glo XIX el socialismo dió el golpemás grande a la doctrina liberal,Marx y Engels demostraron que larevolución burguesa sólo había lo­grado cambiar de sitio los pril'i­legios; así C0l110 la clase mediapudo sacar de sus tronos a los aris­tócratas feudales, la clase traba­jadora pugna por derrocar el im­perio de la burguesía.

La decadencia del liberalismo loimpulsó a contradecir incluso losprincipios fundament:1lrs del espi­ritu liberal, para poder seg-uir pro­tegiendo al propietario. De ahíproceden los terrihles impedimen­tos de una gran parte de nuestromundo, que trata de alcanzar unaperfección social con lós imtnllllen­tos de \Ina filosofía decadente. "Co­mo en el sig-lo x\'[ -dice' H. J.J_aski- b humanidad parece en-

PRETEXTOSde Andrés HENESTROSA

El 15 de febr{'ro del 929 apareció en Barc{'lona la jJrimera edi­C/Ol/. de Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos. Muy pocos ej{'mplaresdebieron llegar a México, pues hasta donde puedo acordarme sóloUIIOS cuantos de nosotros la leímos aquel miSil/O a,1.o. Pudiera. sertambién, cosa que ocurre frecuentemente, que muchos no la leyeranhasta que la fama 1/0 la propagó por el 1mmdo..Era aquel ,1'¡0 deSI/ j11lblicación uno particularme11te cargado de h{'chos trascendentesp//ra los jównes mexicanos. Vasconalos había mtrado al ¡¡aís, traslargos liños de IIusencia, por Noga/{'s, llamándonos a 111111 cllmpaiíach'ica contra el callismo. F{,J'lJoroso defensor de /a de1110cracil/ 111I1{'­

ricalla, 1II1.0S all-/es habí¡1 librado espectaculares batallas contra latiranía venezolan.1, balltizando a GÓ'mez con el mote de Juan Bi­sonte, y Rómulo Gallegos era ve11eiolano, y Doña Bárbara teníaun pulso, un latido político. Era la visión de una tierra donde mástarde o mas temjJrano iba a ser verdad el tren sobre los llanos, lavida civilizada, los caminos rectos de la cultura contra los torcidos.de la b"rbari{'. Muchos de 1toSOfTOS veníamos del Facundo, y cncon-,trábamos allí una prolongación de la vieja lucha de los grand{'s,{'scritores am{'ricallos por fraguar las patrias nu('vas, o, como ,"/1 IP,C(lSO dI' S/íS portas y novclistas mayores, 'l'aticinarlas, anunciar/as,antiei/}(Ir SIl S imágei/{'s ·wniderlls. Eso era Doña Bárbara. OtrasnO/II'/IIS la hll/Jilln IIlItCC('dido, {'ncel1diendo U1u'stra imllgil1aeióII,I/pulltallllulo nuestra rebeldía, jJlaneando j}(/I'{e dias futuros obrasI'n <lue el hombre de México, y su .1I1lbiente, encontrllYl¡n horizolltesmás lejanos, menos estrechos. Asi La Vorágine y Don Segundo Som-'bra, publicadas uno~ seis al1.0S antes, en 1924. Con ser nove/asfan..,.imjJares, ninguna provocó en meestro ánimo una admiración que dmiSil/O tiempo impulsara a la acción. La lucha de los personajes dr/colombiano contra los caucheros y {'nganchistas de las selvas ,1mazó­nieas, eo.nfra las tambochas, contra la sr/va dispuesta siempre a .1sa/­tamos hastll {'I grlldo que he podido d{'eir 'lile {'n 'rtuestrlls tierrassi el hombre se descuida 1(' 1111cen bojas, jJroyectaron ante 'l/uestrosojos lujosos palloramlls, distilltos a los ulIestros, pero 'no más d'YIl­mdticos. Su jlOmjlO.lO lirismo, su temblor de canto y deSlIaría, afir~

maron la llacació" literaria. En tanto Güiraldes, en quien lo 'ame­rican.o y lo eurojJeo, desde el jnento de vista de Slt condición de es­critor, lo habia llevado a escribir una obra de arte de aquel/a perfec­ción, sin por eso rehuir a 111.1 notas de .111 condición argentina, nosdijo que también la Revolución, si-n recurrir 11 lo tremendo, podríaparir 111 nove/a 1I1exicall'/ que desde entonces estamos esjJerando.

Pero Gallegos nos daba todo {'so, y má.l. Había en su nov('la{'l t0/10 de los graudes libros IIm('riclmos, y sin ser un JJOlitico, niun /,ensador, encontrábamos {'n S1IS {'scritos UJl. treno, 1111 timbre querecordaba a los 1IÍi'jOS y all1l11los mlll~stros, VIIsconce/os, en primerlugm·. Y con el libro bajo el brazo, nos .11111/(/1110.1 un mes de febreroa la call1pII¡ia vasconcelista, en León de los Ahlamas.

Dentro de unos días se cumjJlirán veinticinco a,1.os de habersepublicado esta obra maestra de la literatura alllericanll. Presentedel acontecimiento, lmlvimos una vez más a sus páginas. Y encon­trall/os que, jJese al tiempo, y a los desengailos, y velllduras que eltiempo aleve se complace en poner sobre las COSIIS, la novela siguesiendo buenll y cajJaz de revivir aquellos impulsos que s{'mbró ennuestro corazón y en lIuestra mente, cl/ando los días nuestros eranlI1ás altos, más azul{'s.

COLECCfON DE ESCRITORES MEXICANOSUltimos títulos publicados:

POESTAS COMPLETAS. EL MTilJUTERO. PorRamón López Velarde. Edición y prólogo de AntonioCastro Leal. Méxíco, 1953. xx-37.:1 páginas. Rústica.$10.00.CUENTOS Y NOTAS de Rafael Delgado. Prólogode Francisco Sosa. Notas de Pedro Caffarel Peralta.México, 1953. xliv-360 páginas. Rústica. $10.00.LAS CTEN MErORES POESIAS URICAS ME­XICANAS. Por 'Antonio Castro Leal, Cuarta edicióncorregida. México, 1953. xxiv-306 páginas. Rústica.$10.00.CllENTOS y NARRACTONES. Por Victoriano Sa­lado Ah·arez. Prólogo de Ana Salado Alv;!rez . .\féxiro,·1<).~.1 .\:xx-324 páginas. Rústica. $ 10.00. ,/;

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Dolores) Tel. 36-57-40.MEXTCO 1, D. F.

UNIVERSIDAD DEMEXICO

trar en un largo período inverual"y termina con la ~speranza de queun nuevo orden ~ocial más establey fecundo en bienestar efectivopara la sociedad, componga los ma­los pasos )' recobre el salelo de be­neficios que nos queda' al terminaruna l~rga'era de sangrientas eqni­VOGIClOnes.

E. L1ZAI.IlE

MARGARITA MICHELENA. 3 Poe­mas y una nota autobiográfica.Sociedad de Amigos del LibroMexicano. 1953, j 9 pp. .

Los tres poemas que contiene ellihro llevan el inconfunelible acell­to lópezvelardiano; y hablar de laprovincia nuevamente puede ser unavirtud, porque es posible elaborarun buen poema con elementos tra­dicionales, . pero para hacerlo' 'hayque tener la conciencia y la capaci-'dad estética que se requieren'; noimporta que las evocaciones pro­vincianas de Margarita' Michelenaesten menos relacionadas con unambiente real que los' poemas eleLc',pez Velarde; si el amhiente denna poetisa capitalina está forma­do con pueblos imaginarios, eJio­puede convertirse en c"ualidad crea­tiva, como nos hubiese dicho \Vil­de; pero a Margarita Michelena lesucede a vec.es que, sin agregar casi'nada, cae en la ¡mi tación· ele cOSaS

muy leidas, cuando dice, por ejem-.plo:

"un océano de linfas entraíiahlesiha sohre una espalda:los aZl1les' inviernos elel rehozocon su nimia Y. simétrica nevada".

N os recuerda inmediatamente"aquel rebozo de maleza y nieve"que era "como un golfo intenso vpuro" y "en que lo blanco iba so·­bre lo gris Cal! gentileza" sobre una"espalda leve". No tendría interéspor ahora iusistir eu la~ analogías,pero no es posible olvidar que lospoetas actuales han adoptado untono uni forme para producir, ~. quea todos los aquejan vicios -que IlU­

dieron ser en otra época, cualida­des- como son: el discurso o:mbi­gua que niega la función social dela poesía, la falta de, originalidadque hace monótono el nlensaj e poé­tico y la facilidad que implica enparte los anteriores defectos y queautoriza a todos para cousiderarsepoetas de profesión. N o me parece,por cierto, que la poesía de Marga­rita Michelena sea muy oscura eneste libro, aunque sí adolezca delos otros defectos; la parte positivade su obra viene a residir frecnen­temente en la claridad de ciertasbellas imágenes qu'e no tienen re­lación con el sentido del poen;a yque 1)0 significan sino 1In jueo'oretórico de procedimiento e¡eme~l­tal; pero es, a pesar de todo, enesas imágenes donde vemos la ca­¡~lcidad ge Margarita Michelena.En su segundo poema "Corola sinSonido" dice:'

"En torno a ti de~ciendell'

igual que cataratas susp~ll(lidas,las copas de los fresnos y los

sauces.Sn verdor rei nciden te,-que es como la memoria de los

;'n'holes"-, 'etc.

No es posible decir que Marga­rita Michelena haya adoptado unaactitud muy diferente a la de mu­chos de nuestros poetas mayores,susdcfectos proceden, como ya se