a joaquín, por estar a mi lado y quererme te quiero
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Prólogo
KAMI
Nadiehubieseimaginadoqueesoocurriría.Simedejasenecharlavistaatrás,alomejor hubiese podido ver las señales, las pistas que de algunamaneramehabía ido autoconvenciendo de no saber interpretar. No quería verlo... ¿Pormiedo?No lo sabía, pero sí sé que sentí algo extraño aquella mañana al entrar al
instituto.Nome preguntéis exactamente qué fue, pero podía olerse algo en elaire...Podéis llamarlo intuición,premonición..., no lo sé, pero cuandoocurrió,mimentesintióalivio,nounalivioreal,claro,perosí lasensacióndehabersequitado un peso de encima, de haber comprendido por fin ese extrañopresentimientoquedesdehacíasemanasrecorríamicuerpoymispensamientos,alertándomedequealgo iba aocurrir, dequealgo se estabagestandoenesospasillos abarrotados de adolescentes, en esas clases donde las mentesfuncionaban para alcanzar lo que la sociedad nos imponía desde que éramoscapaces de hablar: «Estudia, aprueba los exámenes, entra en una buenauniversidad,pideunabeca, estudia, endéudatehasta las cejas, estudia, trabaja,paga los préstamos, trabaja, cómprate una casa, un piso, o vive de alquiler,búscate a alguien que te soporte y que te quiera, ten hijos, ahorra para tusestudios,trabaja...».
Yasíhastaelinfinito.Levanté la cabeza del examen final de física, igual que hicieron todosmis
compañeros,yunescalofríomerecorriódelacabezaalospies.Inmediatamente después del primer estruendo, vino el segundo y luego un
tercero.Sehizoelsilencioduranteunossegundosinfinitosyactoseguidooímoslos
gritos.ElprofesorDibetsepusolentamentedepieyyotuveelimpulsodehacerlo
mismo.De levantarmeycorrer,peroningúnmúsculodemicuerpo reaccionó,asícomotampocolohicieronlosdemiscompañeros.—Quealguien llameal911—dijo lentamenteacercándosea lapuertade la
clase.Nadiesemovió.—¿A qué estáis esperando? —nos apremió, y por fin a mi alrededor los
alumnosempezaronamoverse.Abrílabocaconvoztemblorosa.—Nadietienelosteléfonos,profesor...La mirada del profesor Dibet se clavó en la mía y vi el miedo cruzar sus
facciones.Solté un grito cuando se oyó el estruendo del siguiente disparo, esta vez
muchomáscerca.—¡Todosdebajodelospupitres!—ordenóelprofesor—.¡Ahora!Obedecimos sin decir nada, aunque los llantos no tardaron en llegar a mis
oídos.Miréhaciamiizquierda.Kate parecía totalmente aterrorizada, su cuerpo temblaba y se abrazaba a sí
mismaconfuerza.Mehubiesegustadopoderdecirlealgo,poderacercarmey rodearlaconmis
brazos,sentirelabrazodequienfuemiamigadesdelainfancia...aunqueyanonoshablábamos,todoloquehabíapasadoentrenosotrasnoteníaimportanciaenesemomento.Cuandoescuchéelsusurroquesalíadesuslabios,nofuicapazdeencontrarle
unaexplicaciónlógicaasuspalabras:—Estoesculpamía,esculpamía.Cerrélosojosconfuerzacuandoelsiguientedisparollegóaoídosdetodos.
Metapéautomáticamentelasorejasconlasmanosyempecéarezarensilencio.Thiago.Taylor.Oh,Diosmío...Cameron...Asíempezólapesadilla...,peromejorcomenzardesdeelprincipio.
1
KAMI
Nadie tenía ni la menor idea de dónde estaba Julian. Había pasado ya unasemana desde que Thiago había viajado a Nueva York para descubrir que elacosador del instituto, el que había estado manipulando a todos y alejando yponiendo a la gente en mi contra, había sido Julian Murphy, alias Jules. Elmismoque lanochequeviajamosaFallsChurchmehabía invitadoaverunapelículaensuhabitaciónparadrogarmeygrabarunvídeomíodesnudaysubirloalasredesparaquetodoslovieran.Elmismoquehabíaestadometiendomierdaentreunademismejoresamigasyyo,elmismoquehabíasubidofotosprivadasami propio Instagramdespués de chantajear ami hermano pequeño para queentraraenmihabitaciónarobarme...Elmismoquesehabíahechopasarporgayparallegarhastamí,elmismoquehabíajuradosermiamigo.Dejédeapretarellápizcontraelfolioypaséeldedoporencimadelagujero
que acababa de hacerle a mi dibujo debido a la fuerza con la que sin darmecuentahabíaestadopresionandoelpapel.Noeranadadelotromundo,garabatos sin sentido,peroque, si losmirabas
conperspectiva,tepodíanllegaraponerlospelosdepunta.Nadaquenofueselúgubresalíaúltimamentedeaquelloslápices,algoqueyaeradeesperar.¿Podíairapeoresemalditocurso?
Nolocreía...,nopodíatenertanmalasuerte.Lo que había estado pasando en el instituto me tenía tan distraída que las
últimas semanas ni siquiera había pensado en el divorcio de mis padres. Mimadreestabairreconocible,inestableportodolosucedido,porenterarsedequeasusdoshijosleshacíanbullyingenelcolegio,hartadequesupropiamadre,miabuela, ledijesequenoteníani lamenorideadecómocriarnos,cansadaypreocupada al ver que la paga que mi padre nos enviaba no le bastaba paramantener su alto nivel de vida, al que poco a poco iba a tener que irdesacostumbrándose.Almenosahoraparecíaunpocomáshumana,notanBarbieynotanestúpida
yllenadesuperficialidades.Yanoteníatiempoparaeso,nodesdequeeraellalaqueahoradebía llevar lacasa, llevarnosyrecogernosdelcolegio,hacernosdecomer,encargarsedemihermanopequeño...El día anterior me acompañó a la comisaría a poner una denuncia oficial
contra Julian por acoso, abuso sexual y difamación por medio de un vídeoprivado.No lohabía tenidoclaro,no sabía simeveía capazde enfrentarmeaalgoasí,deirajuiciocontraalguienaquienhastahacíapocohabíaconsideradomiamigo.Noqueríavolveraverlelacara,nopodía,peromimadreymiabuelahabían insistido, habían insistido muchísimo; aun así, los que finalmente meconvencierondehacerlofueronloshermanosDiBianco.¿Quéteníanaquellosdoschicosparaentrarenmicabezayarrasarcontodo?
¿Quéteníanparaquesuopinión,suconceptodemí,fueratanimportantecomoparaborrarmeelmiedoyconseguirenunasimpleconversaciónquehiciera loqueellosymifamiliaqueríanquehiciese?No me había olvidado de ese último momento que había compartido con
ThiagoensucocheeldíaquesedescubriólaverdadyJuliansellevólapalizadel siglo. No podía quitarme de la cabeza sus ojos verdes mirándomeprofundamenteyqueriendollegaramisubconscienteparadejarallíelmensajequelocambiabatodo.Mequería.Thiagomequería,ynisiquierasabíacómohabíapasado.Nohabíamosvueltoaquedarnosasolasdesdeentonces.Taylornoseapartaba
demíniunmomentoyThiagoestabamásdistantequenunca.Solosemehabíaacercado para convencerme de que denunciara a Julian. Nos había estadoescuchando desde su habitación, supongo, porque irrumpió en el cuarto deTayloryconvoztajantemeadvirtiódeque,sinolodenunciaba, loúnicoqueestabahaciendoeraponerenpeligroacientosdechicasque,comoyo,podíanllegaracruzarseenelcaminodeesementirosocompulsivoymanipulador.Solomebastóuncrucedemiradasparasaberqueteníarazón,joder,quetenía
todalarazóndelmundo.Asíquefuialacomisaríaylodenuncié.Loqueocurriódespuésaúnmeatormentaporlasnoches.Fueronensubusca, ibanaarrestarlo,perocuando llegaronasucasavieron
quenoestaba.Suspadresnoteníanideadesuparaderoy,cuandolospolicíaslespreguntaroncuándohabíasidolaúltimavezquelohabíanvisto,afirmaronquehabía sido aquella misma mañana y que les dijo que se iba a estudiar a labiblioteca.Desdeesoyahabíapasadounasemana.Julianestabaenparaderodesconocido,sehabíaesfumadosinimportarledejar
aplenavistadetodos,odecualquieraqueentraseensuhabitación,loscientosde fotos que había estado haciendo de todos los alumnos. Tenía contenidoaudiovisualyfotográficodetodoslosmiembrosdelequipodebaloncestoydetodaslasanimadoras...,perodelaquemáshabíaerademí.Centenaresdefotos,devídeos,fotosmíasprivadas,fotosinclusodeniña,que
a saber de dónde las habría sacado. ¿Tanto tiempo había estado espiándome,siguiéndome...?Julianeraunpsicópata.Unpsicópataobsesionadoconmigo.Había intentado acercarme aKate, él era su hermano, debía de saber algo,
peromiexmejoramigasehabíanegadoaquererhablarconmigo.ElliemehabíacontadoquehabíadejadoelequipodelasanimadorasyquedesdeloquehabíapasadoconJulianapenaslehabíanvistoelpelo.Yome fijé enella losúltimosdíasantesdeaquel finde semana.Noestaba
bienysupusequehaberdescubiertoquesuhermanoeraunmalditoacosadornodebió de ser nada fácil para ella. No es que Julian y Kate se llevasenestupendamentebien,dehecho,apenassetragaban,peroafindecuentaserasu
hermano.Taylorhabíaconseguidoescaparsedel castigo infligidoa todos losalumnos
quedieronunapalizaaJuliansietedíasatrásporqueconsiguióescabullirseentrelamultitud, peromuchos otros habían sido expulsados del colegio durante unmes, Dani incluido. Hubiese dado lo que fuera para que Taylor hubiese sidoexpulsadoconelrestodelosalumnos.Todoslosactostienensuconsecuencia.Peronofueasí.Cerré mi bloc de dibujo y lo guardé en el cajón de mi escritorio. Como
siempre, mis ojos se clavaron en la casa de enfrente, en esa ventana dondenormalmente dormía el causante demismejores sueños, pero también demispeorespesadillas.NohabíavueltoaestarsolaconThiagodesdeaqueldíaensucoche,cuando
me confesó que me quería, y desde ese día todas las células de mi cuerpoansiabanvolveracompartirunmomentoasulado.¿Habéissentidoalgunavezesasensacióndedolor,esasensacióndenecesitarelcontactofísicoconalguien?¿Comosivuestrocuerponecesitaradeesecalorenespecialparapoderavanzaryrecuperarsuvitalidad?Asímesentíayo.CuandoibaaveraTaylorycruzábamoselsalónparallegaralaescaleraque
nos conduciría a la planta de arriba, Thiago estaba allí, tumbado en el sofámirandola tele,odormidobocaabajoycon lacaraapoyadaenelantebrazo...Cuandoavecespasabaporelrellanoymirabahacialaderecha,asuhabitación,ahí estaba él leyendo un libro, o sentado frente a su ordenador, o,Dios no loquisiera,haciendoflexionessincamisetayconlamúsicaatodovolumen.Memoría.Memoría todas y cada una de las veces que pasaba a su lado y no podía
comérmeloabesos.Intercambiábamos miradas, eso no os lo voy a negar. Nuestros ojos se
buscaban como un sediento puede buscar agua en el desierto, nos faltaba unchutedelotroparapoderseguir,yesomedabamiedo,muchomiedo.Taylor estabamuy pendiente demí,muy atento,me tenía sobreprotegida y
temía que Julian apareciese para hacerme daño. La relación entre él y suhermanosehabíavueltomás fríade lonormal,apenas intercambiabanmásde
unafraseenmipresencia,yTaylorparecíaquererevitarcualquiermomentoencompañíadeThiago,especialmentesiestabayoconellos.Esocomplicabaaúnmás lascosas,porqueapenaspodíaverlo,apenaspodía
calmarmi angustia por saber cómo estaba, de querer quemi corazón se vieraanestesiado,aunquefueseporunrato,delomuchoqueloechabademenos.Peroalmenosnosquedabalaventana.Él,alcontrarioqueantes,dejabalascortinascompletamenteabiertasparaque
pudieraverlocuandoquisiera.Yyo,comorespuestaasugesto,hacíalomismo.Nuestrasventanaserandeesasgrandes,delasquellegabanhastaalsueloyporlasqueentrabamuchísima luz.¿Creéisnormalquehubiesecambiadode lugarmicamaparaquecuandomeibaadormirmisojospudiesenveratravésdeloscristalesaThiagohaciendolomismo?Estabaperdiendolacabeza,losé,perolonecesitaba.Asídesimple.
El lunes sepresentó lluviosoycon fuertesventiscas.Cuandome levantéa lassiete ymedia ymiré hacia fuera, sentí un escalofrío de esos que te animan aquedartemetidaenlacama.Esdifícildejarlassábanascalentitasyelrefugiodelahabitaciónsabiendoqueteesperaunalargajornadadeestudios,presentacióndetrabajos...,ytodoelloaderezadoconlahumedaddeundíalluvioso,peronoquedabaotra.Habíaqueintentarvolveralanormalidad.Mis «amigas» —las pongo entre comillas porque aún dudaba de la
autenticidaddesuamistad—habíanvueltoadirigirme lapalabra.Enel fondoteníaelpresentimientodequelohacíanporqueporculpadeJulianyomehabíavuelto a convertir en la comidilla del instituto y ellas, al igual que el resto,deseabanenterarsedeprimeramanodetodoloqueélmehabíahecho.Eraciertoquelarealidadhabíallegadoadistorsionarsehastaelextremoque
muchosafirmabanquehabíanvistoaJulianescondidoenelbosquequehabíadetrásdeljardíntraserodemicasa,ocaminandoporelpuebloaaltashorasdelanocheconunrifleenlamano.InclusohabíaalgunosidiotasqueasegurabanqueJulianhabíaconseguidodisfrazarseyseguíaacudiendoalinstitutodeincógnito.
Lodicho:ridiculeces.Sin embargo, la gente estaba nerviosa, ansiosa, temí que fuese capaz de
desvelarsecretosdeotrosestudiantes,quefuesecapazdearruinarreputaciones,vidas...odesvelarsecretosinconfesables.JuliansehabíaconvertidoenlapesadilladelInstitutodeCarsville,ylomás
curioso de todo fue que, a pesar de que todos le temían, también parecíanadmirarlo.Eraunaadmiracióninnataquecrecíadesdeelinteriordetodosalverque solounestudiantehabía sidocapazdecrear tanto revuelo,quehabía sidocapazdehackear teléfonosyordenadores...Mimejor amiga,Ellie, eraunadeesaspersonas.Esamañanamehabíapropuestoacercarmeasucasa,irmeconellaalinstituto
yasípoderhablaryquemecontaradeunavezquélehabíapasadoconJulian,qué había sido lo que había provocado que hasta ella se alejara de mí, queinclusoseenrollaraconmiex,uncapullointegral.Ellieestabacagada,comotodoslosquenoshabíamosvistoatrapadosenlas
telarañasdeJulian,ynoqueríahablardeltema,perodeesamañananopasabaquemecontaralaverdad.Le envié unmensaje de texto aTaylor diciéndole que nome recogiera,me
pusemi abrigomás calentito,mi gorro rojo ymis guantes y salí tempranodecasa, cuando mi madre y mi hermano aún seguían durmiendo. Mi abuela sehabíamarchadohaciaunpardedías,aunquehabíaprometidopasarsecadapocotiempoparaasegurarsedequenadievolvíaameterseconsufamilia.Fuera hacía un frío glaciar. La noche anterior había nevado y, aunque las
carreteras estaban limpias gracias a que las máquinas quitanieves habíanempezado su ardua tarea bien temprano esa mañana, las casas y los árbolesestabanrodeadosdeunagranmontañablancadealmenosunmetrodealtura.Medicuentadeque,adiferenciade lascarreteras, lasacerasestaban tambiénhastaarribadenieve,porloquetuvequeemprenderlamarchapordondeibanlos coches. Aún no había ni amanecido, pero nome importó. Necesitaba esemomentoparamí.Avecesestarsolohacetanbienalamente...DesdequehabíapasadolodeJuliannadiemedejabasola,nadiemequitabalosojosdeencima,memirabancomosi fueseunabombaapuntodeestallar,ydeseabacon todas
misfuerzassentirquetodovolvíaasercomoantes.Observé el paisaje ami alrededor y admiré el precioso lugar queme había
vistocrecer.Alcontrariodemuchos,quepensabanqueCarsvilleeraunpueblososoyaburrido,amímehabíaencantadocrecerrodeadadenaturaleza.AdorabalasNavidadesconmuñecosdenieveenelbosque;lastardesalsolbañándonosen el lago del pueblo, un lago que, amedida que nos habíamos ido haciendomayores, se había convertido enun lugardondebeber sinque los adultosnospudieranencontrarconfacilidad;lasnochesacampandoeneljardínparaverlasestrellasquelapocacontaminaciónlumínicadelazonanosdejabaver...Carsville...,elpueblodondenopasabanadayelmismoqueelmundoentero
conoceríadentrodemuypoco.LleguéacasadeElliecon tiempodepodercharlarantesdeque tuviésemos
que entrar al instituto. Llamé al timbre sabiendo que seguramente estaría yadesayunando.Meabriósupadre,unhombremuyaltoconelpelorizadoymuyoscuro.ElseñorWebbererauntipoqueintimidabaporsucorpulencia,peroque,enelfondo,erauncachodepan.—¡Hola,Kami!¿Cómoestás,pequeña?—mepreguntóabriéndomelapuerta
einvitándomeaentrar—.¡Entra,entra,quehaceunfríoquepela!¿Hasvenidoandando?—¡Buenosdías,señorWebber!Hoymeapetecíadarunpaseo—dijeconuna
pequeñasonrisa—.¿EstáEllie?—Estádesayunandoenlacocina—respondiócogiendomiabrigo,migorro,
mibufandaymisguantesycolocándolotodosobreelpercheroqueteníanenlaentrada.Dentrodelacasahacíauncalorcasiasfixiantedeloaltaqueteníanlacalefacción. A los pocos minutos de estar en ella me entraron ganas dearrancarme toda la ropa, pero me contuve y seguí al señor Webber hasta lacocina.LacasadeEllienoeramuygrande,lojustoparaquevivieransuspadres,dos
gatosyella.Elliesiempremedecíalomuchoqueenvidiabamigranhabitación,mi salón con televisión de plasma y mis impresionantes escaleras; siemprequeríaquenosreuniéramosenmicasa,yyo,quedeseabaalejarmedeaquellasimponente paredes, siempre buscaba una excusa para que finalmente nos
quedásemosensucasa,dondelaseñoraWebbernospreparabaelmejorpasteldemanzana de la historia. Su casa era mucho más hogareña que la mía, olíasiempreacaféreciénhechoyabolloscalentitos...Esincreíblecómosiempredeseamosloquenotenemos.Cuando entré en la cocina, una cocina asimismo pequeña, con una mesa
redondablancaenunaesquinayelmobiliariodemaderaclaracon limoncitosestampados, Ellie levantó la vista de su cuenco de cereales y me mirósorprendida.—¿Quéhacesaquí?—preguntóalmismotiempoquesumadre levantaba la
miradadelperiódicoymesonreíaautomáticamente.—¡Hola, preciosa! Hacía mucho que no te veíamos. ¿Quieres café? ¿Té?
¿Chocolate caliente? No lo tengo hecho, pero puedo prepararlo en diezminutos... —me ofreció poniéndose automáticamente de pie, dejando elperiódico sobre la mesa y acercándose a los fogones, lista para empezar aprepararloquefueraquemepusiesecontenta:asíeralaseñoraWebber.—Uncaféestaríamuybien,señoraWebber—dijesonriendosabiendoque,si
noledecíaquequeríaalgo,lalistadeopcionesqueempezaríaaofrecermeseríainfinitahastaquealgomegustase.MesentéjuntoaEllieylesonreícontimidez.—¿Teapeteceirandandoalinstituto?—lepreguntéesperandoquemedijera
quesí.Elliedudó...—¿Nocreesqueesmalaidea...,teniendoencuentaque...?—dejólafraseen
elaire.Los padres de Ellie no se habían enterado de casi nada de lo que había
ocurridoenelinstituto.Alnohabersevistoellainvolucrada,desdeDirecciónnosehabíanpuestoencontactoconellos,algoquesíhabíanhechoconlosmíosyconlamadredeTayloryThiago,demaneraqueElliehabíapreferidoahorrarlesasuspadreseldisgustodesaberquehabíaunlocoporahísueltoquesehabíadedicadoachantajearacasitodoslosalumnos.—De aquí al instituto solo hay veinte minutos... —insistí mirándola
significativamente.
Ellieaceptóensilencio,aunquecreíverensusojosciertonerviosismo.Noeratampocodeextrañar,todosestábamosbastanteasustadosyenfadadosportodoloqueJulianhabíaprovocado.MientrasdesayunábamosconlospadresdeEllie,nopudeevitardecirmeamí
mismaqueJulianerainofensivo.Loodiabaporloquemehabíahecho,portodaslasmentirasymanipulaciones,peronopodíacreerquefuesecapazdenadamás.Era un cobarde porque todos los ataques, chantajes y daños que nos habíaprovocadoatodosloshabíarealizadodesdeladistanciauocultandosuautoría.Julianseríaincapazdeabordarnosenlacalleparahacernosdaño.Oesoquisecreerentonces.Después de desayunar, nos pusimos nuestros abrigos, nuestros guantes y
bufandas,ysalimosalacalle.AlpadredeEllie,queeraquiensolíallevarlaencochealinstituto,nolehizomuchagraciaquenosfuésemosandandoconelfríoquehacía,peroconseguimosconvencerlo.Yacuandoporfinnosencontramossolas,caminandojuntoalacarreterapor
el carril bici, fui consciente de que las vibraciones que captaba de mi mejoramiganoeranerróneas.Algolepasaba.Yalgolepasabaconmigo.—Oye,Ellie...—empecéadecirdespuésdeunosminutossumergidasenun
silencioalgoincómodo,solointerrumpidoporeltrinardelospájarosydealgúnque otro coche—. ¿Te pasa algo conmigo?—pregunté yendo directamente algrano.No quería sentirme así con mi mejor amiga, ahora la necesitaba más que
nunca...Elliesequedócalladaunosminutos.—Siento mucho lo que pasó con Julian, Kami —afirmó mirando hacia el
suelo,aúnsinsercapazdemirarmealosojos.—¿AquéterefieresconlodeJulian?—Sabesquetambiénmeobligóahacercosasquenuncahubiesehecho...SelioconDanienlafiestadeHalloween...¡Comoparahabermeolvidadode
eso! La imagen de ellos dos juntos todavíame provocaba pesadillas, pero noporque estuviese celosa ni nada, sino porque que mi mejor amiga, alguien aquien quería y respetaba, fuese detrás delmismo energúmeno queme hizo la
vidaimposibledurantedosañosmecabreabaymeponíatristeapartesiguales.DaninosemerecíaaalguiencomoEllie.Elliesemerecíalomejordelomejor.Semerecíaunchicobueno,divertido,
que lahiciese reír,que lapicara,queconsiguieseempujarla ahacer cosasquesolayporsucuentanuncaharía...Semereceríaalmejorchicodelmundo,yesomismoledijesintitubear.Elliemiróhacialacopadelosárboles.—¿Y si el chico perfecto para mí estuviese fuera de mi alcance? —me
preguntóentonces,ysusojosbajaronhastaposarsesobrelosmíos.—Ningún tío decente y con cabeza te rechazaría, Ellie —respondí yo sin
dudarloniuninstante.Miamigaeraunpartidazo:inteligente,guapa,divertida,dulce...Ellievolvióadesviarlamiradademí,yentoncestuvequepreguntarle.—¿Quiéntegusta?—ledijesonriendo—.¿Loconozco?¿Vaanuestraclase?Hice un repasomental de las caras de nuestros compañeros y no creí ver a
nadiequepudieseacercarseniunpoquitoamerecerseamimejoramiga,perosiaellalegustabaalguno,noibaaseryoquienlequitaralailusión.—Sí...vaaalgunas—respondióylanotéponersemásymásnerviosa.¡Joder!
¿Quiénlegustaba?—Vengaya,Ellie,dímelo—insistícuandoviqueyaestábamoscasillegando
alinstituto.Ellievolvióadudar,perofinalmentetomóaireypareciódecidirse.—Noquieroquemeodiesporestoninada...,deverdadqueyonoquería,los
sentimientos aparecieron sin siquiera yo darme cuenta... —empezó a decir yentoncesescuchamosunbocinazoquenoshizopegarunsaltoalasdos.—¡Dios!—nopudeevitarsoltaralmismotiempoquemegirabaparaverel
cochedeloshermanosentrandoenelinstituto.Ambas, Ellie y yo, lo seguimos con lamirada hasta que se detuvo en una
plazadeaparcamientoquequedabamuycercadenosotras,peromuylejosdelaentradadelinstituto.MiestómagoempezóaburbujearnerviosocuandoThiagobajodelasientodel
conductordandounportazoysevolvióenmidirección.ConelrabillodelojoviaTaylorhacerexactamentelomismo.
—¿Quéhashechoahora?—mepreguntómiamiga,peronomediotiempoacontestar, ya que la imagen de los dos tíosmás guapos y fuertes del institutoviniendohaciamíconcaradecabreometeníatotalmenteparalizada.—¡¿Me puedes explicar qué coño haces viniendo al instituto andando tú
sola?!—me gritó uno de ellos y, al contrario de lo que podáis creer, no fueTaylor,minovio,sinosuhermano.Me quedé un poco en shock, porque normalmenteThiago era el quemejor
controlaba su temperamento en público. Mis ojos se desviaron a Taylor, quetambién me miraba furioso, aunque la furia parecía también ir dirigida a suhermanomayor.ThiagoteníaqueempezaracontrolarsedelantedeTaylor,puesavecesdabala
sensacióndequeseolvidabadequeeranoviadesuhermano,nodeél.—¿Quéquieresqueteexplique?¿Quemeapetecíavenirdandounpaseocon
mimejoramiga?—¡Tumejoramigaquehagaloquequiera,túnopuedeshacerlo!—volvióa
gritarmedeteniéndosefrenteamí.Joder...,tanalto,tangrande,tanjodidamenteirresistible...MiréaTaylorpara intentarconcentrarmeenelquedeverdadsemerecíami
atención.—Taylor, dile a tu hermano que deje de gritarme —le exigí enfadada y
molestaporelespectáculoqueestabadandodelantedetodoelinstituto.Di gracias por que estuviésemos lejos de la puerta y que solo fuesen los
pasajerosdeloscochesqueibanentrandolosquenosmiraranconcuriosidad.—Nopiensodecirlenadaporque,pormuchocorajequemedé, tiene razón.
¿Acasoerestontaynoteacuerdasdequeestásenelpuntodemiradeunloco?—mepreguntócabreadísimo.Mesorprendiótantoquesedirigieraamídeesaformaquedudéunsegundo
encontestar.—No la insultes —le soltó Ellie, metiéndose en la pelea, muy indignada
tambiéncontodalasituación.Taylorpareciórepararensupresenciaporprimeravez.—Mira,ricitos,piérdete—ledijodemalasmaneras—.Quierohablarconmi
novia a solas —agregó ahora mirándome solo a mí y mandándole un claromensajeaThiagotambién.Estemiróasuhermano,quememirabaamí,yluegosusojosvolaronalos
míos.Pudeleerle lamentetanclaramentequemesorprendió:dolor,enfado,rabia,
impotencia...; todo junto mezclado en una situación donde él y su mente mereclamabancomosuya,perodondelarealidadsealejabamuchodeseresa.Unaparte de mí quiso enfrentarse a él antes que a Taylor, aunque fuese parapelearme,peromicorazónestabadividido,puesesapartedemínoeralógicanirazonablecuandoloteníacerca.—Kami, si quieres venirte conmigo y dejar a estos idiotas aquí, hazlo. No
tienes por qué dar explicaciones por simplemente haber venido andado alinstituto.Taylorsevolvióhaciaella.—¿Quépartedelapalabra«piérdete»nohasentendido?MiréaTaylor,queenesemomentonocontrolabasugenio,yluegomefijéen
miamiga.Vidolorensusojoscuandoélsedirigióaelladeesamaneray,loqueespeor,viqueintentabaocultarlocontodassusfuerzas.Mi mente se quedó congelada unos instantes hasta que por fin pareció ser
capazdeencajartodaslaspiezas.AEllielegustabaTaylor.Esoesloquepasaba,loquemeocultaba...yconloquelahabíachantajeado
Julian.—¿Y qué parte de «me importa un comino lo que tú me digas» no
comprendestú?Élfueacontestarle,perodecidíintervenir:—Taylor,para—locortéymirétambiénaThiago,queparecíatenerganasde
ahorcarmeysacarmedeallíarastrasparapodergritarmeenprivadoyahorrarseasí cualquier tipo de escena—.Ha sidomi decisión venir andando, no piensoviviratemorizadaporloqueseaqueunniñodeinstitutopuedaquerer llegarahacerme.SiJulianhubiesequeridohacermedaño,lopodríahaberconseguidoenmilocasiones,pero¡nolohizo!Vosotros loveiscomounapeligrosaamenaza,
pero para mí es un chico patético que necesitó engañarme y engañarse a símismo para conseguir amigos. Es un indeseable, un mentiroso y un patéticogilipollasquesequedarásoloelrestodesuvida.Yahora,sinoosimporta,megustaríairaclaseacompañadademimejoramiga.Dicholocual,cogíaElliedelbrazoyechéaandar.NohabíadadonidospasoscuandoTayloryamehabíacogidodelbrazopor
detrás.—Tenemos que hablar—me exigió apretando los labios y sujetándome del
brazoconfuerza.Thiagofueadetenerasuhermano,perodecidíinterrumpirloantesdequela
situación empeorase hasta llegar a un punto donde se convirtiese en algoinsostenible.Loúltimoquequeríaeraenfrentaraloshermanosotravez.—Hablaremosen clasedebiología,Taylor—dije, y fui tan tajanteque creí
verensusojosquehabíaentendidoqueseestabapasandotrespueblos.Mesoltóy,aunqueelambientenoserelajóniunápice,almenosmedejaron
tranquila...porunrato.
Lasiguienteclasefueunmartirio:matemáticas,yencimasinpoderhablarconElliede loqueestabaseguraqueacababadeaveriguar.ElprofesorGómeznoteníapacienciaconlosalumnosynotolerabaquenadiehablaradurantesuclase.Enunaocasiónpillóadosestudiantesmandándosenotitasyloscastigóhaciendounexamencadasemanaduranteunmes.Lasnotascontaroncomomediadelaevaluación...¡Unalocura!Perolohizo.Ellie, además, no parecía querer entablar ningún tipo de conversación
conmigo,mirabahaciadelanteyapuntaba loqueelprofesordecíasinsiquieradirigirme una mísera mirada. Después del enfrentamiento con los hermanosapenas habíamos intercambiado más de dos frases, y eso que yo insistí enretomarlaconversacióndeaquellamañana.—Llegamostardeaclase,Kami,noesmomentodehablardemistonterías.Pero¡sustonteríasmeimportaban!Mehabíadadocuentadequehabíaestado
taninmersaenmisproblemas,eneldivorciodemispadres,enelacosador,en
miamistadconJulian,enminoviazgoconTayloryenmimalditaaventuraconThiagoqueapenaslehabíaprestadoatenciónamimejoramiga,¡yesonopodíaser!Meprometíamímismavolveraserladeantes,almenosencuantoaamistad
serefería.Nopodíadejardeladoaquieneshabíanestadoconmigoduranteaños,yfuejustoesepensamientoloquemellevóapensarenKate.¿SabíaKateloquehabíaestadohaciendosuhermano?¿Había sido consciente de que él había estado manipulándonos a todos?
¿Habíacolaboradoellaparaqueélconocieralossecretosdelosdemásalumnos?No era la única en el instituto que había estado especulando de esemodo,
muchos creían que Kate había estado ayudando a su hermano, y muchos lehabíandadolaespalda.Ahoraeraaellaaquienmirabanmal,parecíanhaberlacogidocomochivoexpiatorioalnoestarJulianparadarlacara,ydebidoaesoyo había vuelto a ganar el lugar que ocupaba antes. Ellie había bromeadodiciendo que la reina usurpadora había caído y que ahora yo volvía a reinardesde mi trono. Odiaba que se dirigiera a mí de esa forma tan superficial yridícula,peroerasumaneradeponerlehumoratodoloqueestabapasando.Yo no quería volver al lugar de antes, no quería el trono de reina de las
animadoras,noqueríaatención,noqueríanadadeese instituto..., simplementequería acabar ya el curso ymarcharme a la universidad sinmirar atrás. En launiversidadnopasabanestascosas,sesuponíaquelagenteyahabíamaduradoylos padres no estaban cerca para molestar ni coartar libertades, y eso erajustamenteloqueyonecesitaba.Empezardecero.LaimagendeTaylorvinoamicabeza.ÉlqueríaestudiarenHarvard,yyo,en
Yale. Iba a ser un problema cuando nos marchásemos a nuestras respectivasuniversidades, pero me aliviaba pensar que no era la única que tenía eseproblema.Eraalgoquetodossabíamosynopodíamoshacernadaparaevitarlo.Empezar una relación en el instituto siempre llevaba a pensar en qué pasaríacuando hubiera que separarse. Muy pocas eran las relaciones que duraban adistancia,ymáscuandoseempezaba launiversidad.Todasesas libertadesqueansiábamos tener podían llevar al descontrol, derivando en infidelidades o en
rupturastempranas.Quería pensar que mi relación con Taylor no iba a terminar así..., aunque
viendocómosehabíadesarrolladonuestronoviazgoyconThiagoaúnpresenteenmicorazón,habíallegadoalaconclusióndequenomemerecíaaningunodelosdos...,peroerademasiadodébilcomoparadejarlosescapar.¿Meconvertíaesoenlapeorpersonadelmundo?Creoquelarespuestaestabamásqueclara.
2
TAYLOR
Esperéfueradesuclasedematemáticasaquesalieraparapoderhablarconella.Mienfadohabíaquedadoensegundoplano,yaqueeltemaquedebíamostratareramuchomásimportantequeeso:suseguridad.MeimportabaunamierdaloquemedijeraoloquepensarasobreJulian.Ese
tíoerapeligroso,yalgoenmiinteriormedecíaquelahistoriaqueélteníaquecontaraúnnohabíallegadoasufin.Laesperabaapoyadoenlaparedfrentealapuertadelaula.Lasvisalirjuntas,
aunque se las notaba tensas. Ellie empezaba ya a tocarme demasiados loscojones,sobretodoporquenodejabademeterseentodoloqueledecíaaKamiohacíaconella.Quefuesesuamigayquisiesedefenderlameparecíabien,perono soportaba que estuviese buscándome las cosquillas cada vez quecoincidíamos.Cuandomevioalsalirdeclase,elmohíndeturnoborrósutímidasonrisay
me lanzó una mirada desafiante. Mis ojos le dedicaron simplemente unossegundosantesdepasaracentrarmeenminovia, la tíaquemevolvía locoentodoslossentidosdelapalabra.Kamisedetuvounsegundo,miróaEllieyluegoamíotravez;alverquele
costabadecidirse,meseparédelaparedymeacerquéaellas.
—¿Hablamos?—lepreguntésolomirándolaaella.Kamidudóunsegundo,perodespuésasintió.—Nosvemosmástardeenhistoria—leindicóaEllie.Esta asintió, me lanzó otra mirada envenenada y se alejó por el pasillo en
direcciónalastaquillas.Levantéelbrazo,locoléporlacinturadeKamiytirédeellahaciaatráshasta
quemiespaldachocócontralapared.Laabracéenterrandominarizensucuelloyellahizolomismo,dejandocaersucuerpocontraelmíoeinundándomedesufraganciadulceydeliciosa.Habíapasadoverdaderomiedoalnoverlaporelcaminoqueterminabaenel
instituto.Mi imaginación había volado, y había creado todo tipo de imágeneshorriblesqueaúneraincapazdehacerdesaparecer.—Porfavor,novuelvasahacerlo—dijecontrasucuello.Ellaseapartóparapodermirarmealacaraehizounamueca.—Nohehechonadamalo,Taylor—afirmó,ypor suposturapudeentrever
queelenfrentamientoquemihermanoyyohabíamostenidoconellaantesnolehabíahechonipizcadegracia.—¿Es mucho pedir que no te cruces el pueblo tú sola? —le pregunté
controlando las ganas que tenía de zarandearla y hacerla entrar en razón—.Julianestáahífueray,aunquelapolicíahayapasadodeltemadiciendoquesoloesunproblemademalaconductadeunmenor,yoséqueespeligrosoyséquevaavolver:esteasuntonohaacabado,Kamila—dije,pronunciandosunombrecompleto por puro impulso, pero es que no podía entender cómo no se dabacuentadequecorríapeligro.Nosabíaelniveldeesepeligro,perosíqueexistía,ynopodíapermitirquelepasaranadamalo.Kamiretrocedióunospasosymemirómuyseria.—Noestabasola,ibaacompañadadeEllie—respondió.Acontinuaciónmiró
hacia el pasillo por donde ella había desaparecido y se cruzó de brazos paravolveradevolvermelamirada.—Ellienocuenta,Kami,siJulianapareceescomosiniexistiese.—Ellieesmagnífica,Taylor.¿Cómopuedesdeciresodeella?Pestañeé sorprendido por su pregunta, y cuando fui a abrir la boca para
contestarle,meinterrumpió:—Ynomegustacómolatratas,porcierto—añadiómuyseria—.Notevasa
morirporserunpocosimpáticodevezencuando;alfinyalcabo,esmimejoramiga,deberíaimportarte.—Meimportastú—aclarétambiénmuyserioymirándolaalosojos.—Puesyoestoybien—afirmódandootropasohaciaatrás—.Notienesque
preocuparte, lo de Julian es agua pasada y quiero olvidarlo, pero no puedohacerlositúytuhermanoestáistodoeldíarecordándomelo.Respiré hondo e intenté tranquilizarme. Si fuese por mí y estuviese en mi
mano, lepondríaunejércitodetrásparaasegurarmedequeestabaasalvo.Sinembargo, no podía hacer eso y, por tanto, yo y mi hermano nos habíamosconvertidoeneseejércitoprotector.MehubiesegustadoquenofueseThiagoelotroguardián—cuantomásalejadodeKamiestuviesemejor—,peronopodíaprescindirdeél;dehecho,enmihermanoeraenquienmásconfiabasisetratabadelaseguridaddeKami.—Nospreocupamosporti—dijeyhastayofuiconscientedelaamargurade
mivoz.Kami se acercó amí yme colocó lamano enmimejilla.Me acarició con
ternurayluegoposósuslabiossobrelosmíoscondelicadeza.—Lo sé—dijo haciéndome cosquillas con su aliento— y os lo agradezco
muchísimo.Deverdadprometoquevoyaserprecavida,pero,porfavor,relajaosunpoco—insistió,ynopudemásqueasentir.—Vale—terminéaccediendoytirédeellaparadarleunbesodeverdad.Su
cuerposecurvójuntoalmíoymetímilenguasuavementeentresuslabiosparapodersaborearladespacio.Notécómosemeponíaduracasialinstanteyrecordéquenohabíamosvueltoatenersexodesdecuandolohicimosporprimeravez.Todoslosporosdemisernecesitabanesetipodecontactodenuevo,yellalo
sabía...y loevitaba.Seapartóencuantomismanosbajaronhastasuculoy laapretaroncontramierección.—Aquí no, Tay —dijo apartando mis manos, pero sonriéndome con las
mejillassonrojadas.Quéguapaera.
Acaricié su pelo largo y rubio y deseé llevármela a cualquier otro sitio.Anhelabaestarasolasconella,sinquenadienosmolestara,enunlugardondepodertenerrelaciones,dormirdespuésasuladoyprepararleeldesayuno.Avecestenerdiecisieteañoseraunaauténticamierda.—Vamosallegartarde—meadvirtióbesándomeenlamejilla—,yhoydicen
loshorariosdeexposicióndelostrabajosdesexualidad.Lamiréynopudeevitarlevantarlascejasjuguetón.—¿Túquieresdeverdadqueyotedéhoraparauntrabajitosexual?Serioalavezqueponíalosojosenblanco.—Unmesdespuésyaúnsiguesteniendomaterial.Eresuncrío.—Uncríoqueestádeseandometértelaotravez—nopudeevitarsoltar.Sí,erabastantemalhablado¿yqué?Kamimiró hacia ambos lados del pasillo para asegurarse de que nadie nos
habíaescuchado.—¡Taylor!Abrílosojosexageradamenteyellasoltóunarisitaadorable.—¿Teperturbanmiscomentariossalidosdetono?—Meperturbamáslosalidoqueestástú.—Hablólamismaquemerogabaqueselametie...—Metapólabocaconlamanoynopudeevitarempezarareírme.—¡Calla!—dijoponiéndoseaúnmásrojaqueantes.Lebaboseétodalamanoylaapartóhaciendounamueca.—¡Quéasco!—exclamólimpiándoselasalivaenmicamisa.—Vamosallegartarde—comentémirandomirelojdepulsera.Kamiabriólosojosconhorroralverlahora,igualqueyo,ysegirótirandode
mimanoconfuerza.—¡Vamos!Corrimosporelpasillohastalaclasedebiología.Losalumnosyaestabandentrodelaula,ynossorprendióque,cuandoabrimos
la puerta y entramos, no fuese la cara amable y sonriente de la profesoraDennell,sinolaseriayfríademihermanomayor,laquenosdiolabienvenida.Kamisedetuvoensecoyambosintercambiaronunamiradademasiadofugaz
paraquepudieradescifrarla.—Llegáis diez minutos tarde—dijo Thiago molesto al mismo tiempo que
negabaligeramenteconlacabezaalmirarenmidirección.—Losentimos—sedisculpóKamitirandodemíhastallegaranuestramesa
del fondo.Cuandonossentamosynosvolvimosa fijarenmihermano,vimosqueseguíamirándonosconmalacarayqueelrestodelosalumnosparecíaestaraguardandoaverquépasaba.—¿Porquéhabéisllegadotarde?—preguntóThiago.—No creo que estuviesen jugando al parchís, entrenador—soltó Victor di
Viani,ymuchosserieron.Kamimediouncodazoycuandolamirémeseñalóloslabioscondisimulo.
¡Mierda!Me limpié la boca con el dorso de la manga de la camisa y me dicuentadequehabíaaparecidoenclaseconrestosdelpintalabiosrojoqueKamillevabapuestoatodoslados.FulminéaVictorconlamiradamientrasintentabanofijarmucholavistaen
mihermano.Pensabadarleunapalizaaeseimbécil.—Castigados —dijo Thiago sin apenas inmutarse—. Los dos, después de
clase.—¡Vengaya!—exclamésindarcrédito.—Así tendréis tiempo para solucionar lo que sea que os ha hecho llegar a
clasediezminutostarde.—Comodeverdadtenganquesolucionarloqueestabanhaciendoahífuera...
—comentóDiViani.Apretéelpuñoconfuerza.Ibaamataraeseimbécil.—DiViani,tútambiéncastigado—dijomihermanosacandounospapelesde
sumaletíncomoquiennoquierelacosa.AlmenosesoaplacómisganasdepartirlelacaraaVictor,elcualsequedóa
cuadrosalrecibiréltambiénuncastigo.Miréamihermano.Aveceseracomosideverdadselasudaratodoloque
ocurríaasualrededor.MirétambiénaKamiymedicuentadequenolehabíaquitadolosojosdeencimaaThiagodesdequeestehabíadicholodelcastigo.
—Yotrabajoporlatarde—afirmóentoncesymihermanolevantólamiradadesuspapelesylaobservóduranteunossegundos.—¿Tengopintadequererquemeexpliques tuvida?—lecontestóy toda la
clasesesumióenunsilenciosepulcral.—Nopuedofaltaraltrabajo—insistióKamiapretandoloslabiosalacabarde
hablarytensándosesobrelasilla.—Thiago, no volverá a pasar—aseguré yo, que empezaba a cabrearme de
verdadcontodaaquellasituación.Joder,eramihermano:¿nopodíaenrollarseunpoco?—Claroquenovolveráapasarporqueelcastigoosharáaprenderque,cuando
unocometeunerror,dichoerroracarreaconsecuencias.—Túnisiquieraeresnuestroprofesor,siestuvieseaquílaprofesoraDaviesno
hubiesehabidoningúnproblema—contestóKami,yhastayopudenotarcómosuvozempezabaaelevarseunpoco.—Perolavidaesinjustaytehatocadoquehoytuprofesorseayo—replicóél
mirándola sin ningún tipo de arrepentimiento—. Y ahora me gustaría poderempezarlaclase—continuó—.MehadicholaprofesoraDaviesquetenéisquepresentaruntrabajo.Voyadeciroselordendepresentaciónquemehadadoyasípodéis...—Novoyacumplirelcastigo,Thiago.Nopiensoperdermitrabajoporhaber
llegadodiezminutostarde,losiento—anuncióKami,volviéndoloainterrumpirycruzándosedebrazos.Mihermanolevantólamiradadelalistaqueteníaentrelasmanosylafijóen
ella.—Kamila,fuerademiclase—ordenó.—Nisiquieraestuclase—lesoltóella.Leapretélapiernapordebajodelamesaparaquesetranquilizara.Conocíaa
mihermanoyquelehablasenasídelantedetodoslosdemásalumnosnoeraenabsolutounabuenaidea.—Fuera—repitióenfatizandocadasílabayseñalándolelapuerta.Kamise levantóhaciendochirriar lasilla.Cogiósus libros, sumochilayse
encaminóhacialapuertadandounsonoroportazo.
Mihermanocerrólosojosunsegundo,respiróhondo,memiróyyo,amivez,lo fulminé con la mirada. Luego se levantó y empezó a leer la lista depresentacióndetrabajos.Larabiameinundó,perounapartedemísupoqueelcastigonoeraporquele
hubiese molestado que llegásemos tarde, que también, sino porque Thiagoseguía cabreado por el descuido de Kami de venir andando sola al institutoestandoJulianenparaderodesconocido.Esaerasumaneradecastigarlaydeprotegerla.Yunapartedemídeseótenertambiénesepoder.
3
KAMI
Salídelaclasedandounportazo,algoqueibaencontradetodaslasnormasdeautocontrol y educación, pero es que me jodía taaanto que se pusiera asíconmigo...Noteníaningúnsentido...o,bueno,puedequesí,porquedesdequenos habíamos confesado lo que sentíamos, al margen de las miradas por laventana,ambosparecíamosestarmuycabreadoselunoconelotro.Eracomosinos enfadásemos con nosotros mismos por no ser capaces de aclararnos y lapagásemosconlapersonaqueenrealidadnosimportaba.¿De qué me valía que intercambiáramos miradas, momentos silenciosos si
despuésalahoradelaverdadparecíamosodiarnos?Caminéendirecciónalpasilloconlaintencióndemetermeenlabibliotecaa
estudiar,cuandoelchirridode lapuertade laclasemeobligóadetenermeyagirarme:eraThiago.Lo observé con atenciónmientras llegó a donde yo estaba. Iba vestido con
unos vaqueros, camisa, corbata y chaleco de lana azul marino. Era el típicoprofesor que hacía que te volvieras loca. Loca de remate. Y ahí estaba yo,intentandoportodoslosmediosquenosemenotase.—¿Vienesapedirmeperdón?Apretó los labiosunsegundoyporun instantecasicreíquemispalabras le
habíanhechogracia.—Estarás castigada todos los recreos del mes a partir de hoy—dijo como
quiennoquierelacosa—.Asícompensaráselnopoderquedarteporlatarde.—¿Sepuedesaberporquéhascambiadodeopinión?—preguntécruzándome
debrazos.Thiagomirómi postura desde su superioridad innata y siguió hablando sin
contestarme.—Estaréeneldespachodelgimnasioynoenlasaladeprofesores,paraque
losepas.Lomirésinentender.—Quemeesperesallíparaelcastigo.Mequedécalladaunos instantesy,cuandofueagirarseparavolveraclase,
hablé,consiguiendoquesedetuvierayvolvieraamirarme.—Teestáspasandotrespueblos,quelosepas—soltésinpodercallarme.—Teveoenelrecreo,Kamila—dijosinmás,volviendoalaclase.Mequedémirandolapuertapordondeacababadedesaparecerymefuiala
bibliotecaechandohumo.¡Todoslosrecreosdeunmes!Cuandoentréenlabibliotecabusquéunamesaquesabíaqueestabajuntoala
chimenea,queenestaépocadelañosiempreteníanencendida.Habíadossofásmullidosporlosquetodoslosalumnossepeleabanenépocasdeexámenes:nohabíanadacomosentarseallí,calentito,aestudiar,envezdeenlassillasdurasdelasdemásmesas.Al ser horario de clase, en la biblioteca había muy poca gente. Algunos
estudiantes cursaban asignaturas que tenían horas libres de estudio y no meextrañómuchoveralumnosdelúltimocursorepartidosporlasala.En nada empezarían los exámenes de diciembre y, teniendo en cuenta que
dichosexámenescontaríancomoelsetentaporcientodelanotafinal,todosnosjugábamos mucho. Justo cuando giré en la última estantería de cara a lasventanas,lavi:Kateestabasentadaenunodelossillonesjuntoalachimenea.Tenía en su regazo el libro de historia y la vista perdida entre sus páginas.
Estaba demacrada... Parecía muy triste. Cuando entré en su campo de visión
levantólosojosdellibroylosfijóenmíconsorpresa.—¿Te importa que me siente?—pregunté señalando el sillón que quedaba
libre.Katemiróhaciaallíyluegoempezóarecogersuscosas.—Yoyameiba—comentóhaciendoademándelevantarse.—No,no—ledijeacercándomeaella—.Notevayas,Kate.Solohevenido
aquíbuscandounpocodecalma...y,bueno,porquemehanechadodeclase—añadíintentandobuscarlamaneradevolveraconectarconella.NopodíadejardepensarquedesdequeJulianhabíallegadoanuestrasvidas
nuestraamistadsehabíaroto,yunapartedemíteníalasospechadequehabíasidotambiénengranparteculpasuya.—¿Tehanechadodeclase?¿Ati?—preguntósorprendida,loquedemostraba
lo poco que habíamos hablado los últimosmeses.Meses en dondeme habíancastigadoenalgunasocasionessincontarconquecasimeexpulsanporculpadepeleasqueteníanynoteníanqueverconmigo.—Amí,sí—respondísentándomeasulado,viendoquehabíadesistidodesu
ideadesalirdeallí...,porelmomento,almenos.—¿Quéprofesor?—ThiagoDiBianco—contestéconironía.—¿Ahoraesprofesor?—Desustitución—aclaré—.Mehacastigado todos los recreosdelmespor
haberllegadodiezminutostarde.—Yoelotrodíallegueveinteminutostardeaeducaciónfísicayniseinmutó
—medijo,cosaquemehizocabrearmemuchomás.—Esidiota—comentéestirandolasmanosfrentealfuegoparacalentármelas.Sehizoelsilencioduranteunossegundosylasdosnossentimosincómodasal
estarlaunajuntoalaotra.Mesentéenelsillónylamiré.—Kate,¿estásbien?—lepreguntéobservandosudemacradorostro.Ellapestañeóvariasvecesymemiró.—Muybien.¿Porquélopreguntas?Dudéunmomentoantesdehablar.—Imaginoqueloquehapasadocontuhermanohadebidodeserduropara
ti...—Hermanastro—mecorrigió.Podría haberle rebatido eso. Era medio hermano suyo, no hermanastro.
Compartíanpadre,pero,bueno,tampocopensabacriticarlaporquerercrearunaseparaciónentreellaylapersonamásmanipuladoraquehabíaconocidoenmivida.—Estoybien,perolagenteparecequererculparmeporloqueélhizo,yeso
noesjusto—dijoapretandoloslabiosconfuerza.—No,no loes.—Estabadeacuerdoconella—.¿Tienes ideadeporqué lo
hizo?¿Sabesdóndepuedehaberido?Katememiróydespuéssepusodepiecasideunsalto.—¿Creesquetengoalgunaideadedóndeestá?¿Enserio?¿Hasvenidoaquía
intentar sacarme información? ¡Pues no lo sé! ¿Te enteras? —me gritóconsiguiendo que casi todos los alumnos que estaban cerca se giraran hacianosotrasconsorpresaycuriosidad.—Oye, Kate..., lo siento —dije levantando las manos, asustada por su
exagerada reacción. Los ojos parecían querer salirse de las órbitas y por unmomentohastalleguéacreerqueestabacolocada.—¡Nolosientasydéjameenpaz!—chilló.Actoseguidosealejódemíyse
marchódelabibliotecapisandofuerte.Escondí la cabeza entre las páginas demi libro de biología e intenté hacer
como si nada hubiese pasado. La gente de la biblioteca siguiómirándome dereojoy,comoeradeesperar,alahoradelrecreomedioinstitutoparecíahaberseenteradodelencontronazoentreKateyyo.Algunas chicasmepararonen el patioparapreguntarme,yhastaEllievino
corriendoamiladoparaquelecontaradeprimeramanoelcotilleo.—Nopasónada,sepusocomounahistérica,Ellie,telojuro,nuncalahabía
visto así, y eso que Kate siempre ha sido bastante dramática —le expliquéentrandoporlapuertagrandeygirandoendirecciónalgimnasio.Ellie caminó ami lado escuchando lo que había ocurrido, hasta que se dio
cuentadedóndeestábamos.—¿Quéhacemosaquí?—mepreguntómirandosorprendidaelgimnasio.
—Thiagome ha castigado...—contesté ymiré el reloj—, y vuelvo a llegartarde, ¡joder! —dije colocando la mano en la puerta doble con intención deentrarsindemora.—¿Thiago?—mepreguntósorprendida,igualqueKatehacíaunrato.—Luego te cuento —le dije—. ¡Por cierto seguimos teniendo una
conversaciónpendiente!—legrité.Ellameignoróolímpicamente.Megiréycasichococonunamoledemúsculo,pielyhuesos.—¡Joder!—exclaméapartándomecuandosufragancialoenvolviótodo.—¿Vuelvesallegartarde?Di dos pasos hacia atrás para aclararme lamente yme fijé en él. Se había
quitadoelchalecoyllevabalacamisaremangadaylacorbataaflojada.—Veo que te relajas bastante para estar en tu horario lectivo —comenté
señalandosuropaydeseandoqueolvidaraeldetalledequehabíallegadotarde...otravez.—Notengoclasehastadespuésdecomer—dijoobservándomefijamente.Medicuentaentoncesdequeíbamosaestarsolos.Elgimnasioestabavacíoy
apenasentrabaluzporlasventanas,puestoqueafueraestabanevando.—Síguemealdespacho—meindicógirándose,ycruzótodoelgimnasiohasta
llegaraldespachodelentrenadorqueocupabadesdehacíaunassemanas.Cuandoentréviqueestaba todomuchomásrecogidoquecuandoeraeldel
entrenadorClab.No hacía falta pensarmucho para saber que eso era obra deThiago, él y sus neuras lo obligaban a tenerlo todo siempre perfectamenteordenado o «perfectamente desordenado», como solía llamar a su especialmaneradecolocarlascosas.Aparte de un escritorio, había una pizarra blanca donde se suponía que
planeabalasjugadas;enunrincóndeldespachotambiénhabíamuchascosasdelgimnasio,incluyendounmontóndepelotasdesinfladas.Thiagosesentóasumesa,cogióunlápizyempezóaescribiralgoenunfolio.
Yomequedéallídepiesinsabermuybienquéhacer.—Quiero que infles las pelotas y que arregles las que veas que están
pinchadasconesacintaaislantedeahí—dijoseñalándomeelrincón.Lomiréperpleja.
—¿Quieresqueinfletodasesaspelotas?—Sí—contestósimplementey,alverquemequedabacalladamirándolo,me
lanzó una mirada con sus ojos verdes—. No pensarías que te quedarías aquívagueandosinhacernada,¿no?—Es lo que normalmente hace cualquiera en un castigo, sí —respondí
apretandolosdientes.—Puesdeesonada—dijodejandoellápizsobrelamesaydedicándometoda
suatención—.Estoteserviráparaqueaprendasahacerloquesetedicey,sobretodo,anorebatirmeenclasedelantedelrestodealumnos.—¡Siterebatoesporqueeressuperinjusto!Thiagocasisonrió.—Injusticiashaymilesenelmundo,Kamila.Teaseguroqueestanoloes.—¿Porllegardiezputosminutostarde?—leincrepéelevandolavoz.Thiagovolvióamirarme,estavezmásserioqueantes.—Por ponerte en peligro de manera innecesaria —respondió y me quedé
flipandoconsucontestación.¡Asíqueesoeraporlodeesamañana!—¡¿Mehas castigadoporhabervenido andando al instituto?!—legrité sin
darcrédito.AlcontrarioqueTaylor,quealmenoshabíamostradociertoarrepentimiento,
Thiagomemiróyasintiócomoquiennoquierelacosa.—Exactamente—contestó—.Yaveráscomonolovuelvesahacer.—¿Yahorameamenazas?—Mmm...—exclamópensativo—.Sí,creoquesí.—Dejadeser tangilipollas,Thiago—dijeapretando losdientes trashablar,
deseandotirarlecualquiercosaalacabeza.—Dejatúdevolvermelococoncadaunadetussalidasyocurrencias.Surespuestamedejócalladaduranteunsegundo.—¿Tevuelvoloco?—preguntésinpoderevitarlo.Sus ojos y los míos se encontraron en la distancia que nos separaba y me
gustóverquetragabasaliva.—Las pelotas —dijo interrumpiendo la aceleración incontrolable de mi
corazón—.Ponteconellas.—Primero contéstame—rebatí acercándome a su mesa—. Porque hace ya
semanasqueapenasintercambiasmásdedospalabrasconmigo.—Meparece que lo que nos dijimos la última vez que estuvimos solos fue
másquesuficiente,¿nocrees?Mehabíadicho«tequiero»...Noshabíamosdicho«tequiero».Joder.—¿De que sirvió decirnos eso si al final vamos a estar así?—me atreví a
plantearle,sintiendolapenadequererlo,peronopodertenerlo.—Así¿cómo?—preguntóponiéndosedepie,rodeandolamesayapoyándose
enella,peroestavezsequedómuchomáscercademí,tantoquesialargabaelbrazolopodíatocar.—Yasabesloquequierodecir...—¿Asídesecos?¿Asídedistantes?¿Asídesolosenunahabitacióndurante
loquedureelmesdenoviembre?—¿Cómo?—Loquehasoído.Pestañeésorprendida.—Noestarásinsinuando...—Nohepodidoresistirmealatentacióndeestaralmenosmediahoracontigo
asolas—agregóencogiéndosedehombros.Micorazónsedetuvounosinstantes.—¿Mehascastigadoporquequeríasestarconmigo?—No —negó, aún quieto donde estaba, sus ojos eran lo único que me
acariciaba tanto por dentro como por fuera—. Lo he hecho porque estoy tanjodidamentecabreadocontigoquenecesitabaunamaneradeapaciguarmirabia,ycastigarte fueuna formamuygratificantedehacerlo...Elestarcontigoenelrecreoesunañadidoagradableperocasual.Elevélaspestañassinpoderevitarlo.—¿Agradable?—Muyagradable—secorrigióysupeporel levemovimientodesucuerpo
quealigualqueyosemoríaportocarme,porabrazarme,porbesarme...
Diunpasoalfrenteparaestarmáscercadeél,peronosemovió.Meacerquéunpocomás;misojosevitaronlossuyos,peroloquenopudeevitarfueapoyarla frente en su pecho. Respiré hondo e intenté calmar mis impulsos y, justocuando iba a apartarme, sumano subió y se colocó enmi cabeza. Sus dedosacariciaronmipelohastallegaralaspuntasyluegovolvieronarepetirelgestocon cuidado, conmimo. Sentí su boca besar lo alto demi cabeza y su narizaspirandoelaromademichampú.—Tienes que tomar una decisión —susurró, casi tan bajo que no pude
escucharlo.Cuandodijoesomimenteparecióhacerunclicinterno.¿Meestabapidiendo
loquemeestabapidiendo?Thiago pareció hacerse eco de mis pensamientos y me soltó, como si de
repentemipiellequemara.—Lo siento, olvida lo que he dicho —se disculpó apartándose de mí y
regresandoasuasientotraslamesa.Mequedéahíunmomento.—Nopodemos...—Yalosé—meinterrumpióélenuntonocortante.Miré al suelo unos instantes y la imagen de Taylor me vino a la cabeza.
Taylor..., mi chico ideal, quien me adoraba y me cuidaba y me quería comonadie...—Nopuedohacerledaño—dijeesperandoquemediera larazón,peropara
misorpresavolvióafijarlamiradaenmíymehablómuyclaro.—Ya sé lo estás haciendo, Kamila—respondió—. ¿Te crees que no se da
cuenta?Yesoquenosabedelamisalamitad.—Tú y yo tampoco podríamos tener nada —afirmé abriendo las manos y
señalando lo que había a nuestro alrededor—. Por fin te han dado unaoportunidad, podrían llegar a contratarte definitivamente... ¿Crees que quierohacerquepeligreeso?—Enunosmesesteirásalauniversidadynohabráproblema.—Sí, solo que estaré viviendo amiles de kilómetros...—apunté intentando
convencermedequeteníarazón:lonuestronoteníaningúnfuturo.
Eraimposible.—¿Quéesperasque tediga,Kamila?—replicó tirandoel lápizdecualquier
manera contra la mesa, donde rebotó para caer al suelo frente a mis pies—.Estoycansadodeesto,dedesearteatodashorasyverqueconquienduermesesconotro,otroqueesmimalditohermano,hermanoalqueadoro.Suspalabrasfueroncomocuchillosenmicorazón.—Entonces,¿quésolucióncreesquehay?—meatrevíapreguntar.—Ninguna...—respondió,ahoramáscalmado—.¿Ysabesporqué?Permanecíensilencioesperandoaqueélhablara.—Porquenisiquieratútienesclaroloquequieres.¿Tecreesquenoveocómo
lomirasaél?Veocómotehacereír,escuchotuscarcajadasatravésdelpasilloqueseparanuestrashabitacionesy,enelfondo,séqueesoesloquetemereces,séqueélvaapoderofrecertemuchomásdeloqueyopodréofrecertejamás...—Nodigaseso,Thiago—dijeacercándomeaél,pero levantó lamanopara
quemedetuviera.—Unapartedemíestárotapordentroysiempre loestará—admitiócon la
sinceridadgrabadaencadapalabra—.Simplementesoyasí,losacontecimientosme han llevado a ser así y no gozo del privilegio de poder hacer como si nopasaranada.—Todostenemosnuestrosdemonios,Thiago—insistí.—Peroyocargoconlosdemoniosdetodamifamilia...yelúnicoángelque
meprotegenoessuficienteparaahuyentaralosdemás.Sentí cómo mis ojos se llenaban de lágrimas al comprender que estaba
haciendo referencia a Lucy. Ella siempre sería la sombra que nos perseguiríatodalavida...Amí,aTaylor,asumadre...,peroenespecialaThiago.Nuncalosuperaríadeltodoy,pormuchoquequisieraqueesasombranonos
destruyera,siempresentíasupresenciasobrenosotros...acechándonos.Mealejédeélymesentéalotroladodelahabitación.Mesiguióconlamiradaysehizoelsilencio.Esperéunminutohastavolverahablar:—¿Alfinaltengoquehincharestaspelotas?Thiagonimemiró.
4
THIAGO
Nopuderesistirme.Nopude resistirmeapoderestarconellaa solas, aunque fuesemediahora.
Cuandovilaoportunidad,lacogíynomearrepentía.Echabademenossurisa,sumaneradeponermelosojosenblanco...Laechabademenosaella,enterita,dabaigualquenopudiesetocarlaobesarla...Almenosnecesitabaeso.Me habíamuerto de preocupación cuando Taylorme dijo que se había ido
andando al instituto y había tardado en aparecer.Me habían entrado ganas dezarandearlaporsertanestúpida,tanirresponsable,tanimprudente.¿Nosedabacuentadequeunpiradoestabaobsesionadoconellayandabasueltoporahí?Eltrabajodelapolicíaenesecasoestabasiendonefasto.Nohacíannada.Lo
habíanachacadotodoacosasdecríos.¿Cosasdecríos?¿Erancosasdecríosquetedrogaranytegrabaranparacompartirloenlasredes?¿Eracosadecríoshabermanipuladoaalumnosyaniñosacambiodeconseguirinformación?Nadadeloqueestabapasandomedababuenaespinayunapartedemísabía
queJulianapareceríatardeotemprano,yloquemásmiedomedabaeraqueiríaaporKam.Laqueríaaella,ylainsensatanoqueríadarsecuentadelpeligroquepodíasignificarqueJulianlainterceptaraenunodesuspaseosvespertinosporelmalditobosque.
Ahí estaba, sentada en un rincón de mi despacho, inflando pelotas con labomba de aire y soltándolas ruidosamente después por el despacho.No iba aentrarensuprovocación.¿Estabamolesta?Yoloestabamás.Las cosas que habíamos hablado..., las cosas que hacía dos semanas nos
habíamosdicho...¿Estabaperdiendo la cabeza? ¿Nomehabía prometido amímismonomás
Kam?¿Porquéentoncesmeempeñabaenestarcercadeella?Nopodíamostenernada.Joder.¿Cuándoibamicabezaaaceptarlodeunavez?Lamirédereojosinquesedieracuenta.Estabacon lavistaclavadaenel teléfonomóvil,hacíayaunratoquehabía
paradodehacerloquelehabíapedido.Supelorubioligeramenteonduladolecaíaporunodesushombrosyellano
dejabadetocárselo,deelevárseloenunacolapara luegovolveradejarlocaer.Había llegado a descubrir que era algo que hacía cuando se aburría o algo leestresaba.Encontadasocasionesmelahabíaquedadomirandodesdemiventana.Nose
mehabíapasadoeldetalledequeahoraelladormíadecaraalasuyayqueesomepermitíaobservarladesdeladistancia.¿Lohabríahechopormí?¿Paratambiénpoderobservarmeenmissueños?No
eran pocas las veces que hubiese deseado que entre su habitación y la míaexistiese un puente invisible para así poder meterme con ella en su cama yacariciarlahastaquesedurmiera...oacariciarlahastaquegritaraminombreaplenopulmón.Joder.Me removí incómodo en la silla, y sus ojos se apartaron del teléfono yme
miraron.Abriólabocaparadeciralgo,perojustoentonceslapuertademidespachose
abrióyentrómihermanoconcaradepocosamigos.—¿Qué se supone que estáis haciendo?—preguntó molesto, mirándonos a
unoyaotro.Pudeleersussentimientosalaperfección,yvielalivioensumiradacuando
alentrarnosviotanseparadosycallados.—Yo,planificandoelpartidodemañana,ytunovia,inflandolaspelotas—y
lodijeconsegundastambién,yapuestos...TaylormiróaKam,quesehabía tensadosobre su sillayhabíaguardadoel
móvil,ydespuésotravezamí.—¿Yporquécojonestienequeestarellaaquícontigo?—Taylor...—empezóKam,peromedielplacerdeinterrumpirla.—Cumpleconsucastigo—afirmémirándolofijamenteydándomecuentade
pordóndeibanlostiros.—Elcastigoesporlatarde,despuésdeclase.—Me lo ha cambiado para que pueda ir a trabajar, Tay —explicó Kam
obligándoloamirarla.Taylorsequedócalladounossegundos.—Yo también prefiero este castigo entonces —contestó mi hermano
desafiándomeadecirlequeno.Fuetentador...Nohabíamentidocuando la ideadeestarconKamen los recreosmehabía
despertadodetodopordentro,peroconsiderandolaconversacióndehacíaunosminutos...—Meparecebien.—¿Cómo? —preguntó Kam mirándome perpleja y delatándose sin darse
cuenta.—¿Qué pasa?—dijomi hermanomirándola conmala cara—. ¿No quieres
queestéaquí?Kamseremovióinquietaycontestódeinmediato.—Sontodoslosrecreosdeunmes,Taylor—dijoynosupesieraporqueno
queríaqueélsefastidiaraporsuculpaoporquequeríaestarasolasconmigo—.Nocreoquetemerezcalapenacambiarunatardeporunmes.—¡¿Un mes?! —exclamó ahora mirándome a mí—. ¿De qué coño vas,
Thiago?—meespetódandounpasohaciadelante—.¿Nocreesqueyahemos
tenidosuficientescastigosenloquevadeaño?¡Joder,eresmihermano!¿Quéputoproblematienesconnosotros?Mequedécalladounossegundossinsabermuybienquédeciry,cuandofuia
abrir la boca, la campana que daba por finalizado el recreo interrumpió mispensamientosylaconversación.KamselevantóyseacercóaTaylor.—Vamos, no quiero llegar tarde otra vez —dijo obviando que ambos nos
mirábamosdeunaformaenlaqueningúnhermanodeberíamirarsejamás.—Levántale el castigo, Thiago —me pidió sin moverse del lugar—. Se
acabaronestosjueguecitos,telodigomuyenserio.MiréaKamyluegoaTaylor.—Te levantoel castigo,Kamila, si jurasnovolverahacer algocomo lode
estamañana.Kammemiróysusojossoltaronchispas.—Prefieroperderelrecreoamilibertad—dijototalmenteenserio—.Mevoy
aclase.Rodeóamihermanoysaliódemidespachopisandofuerte.Miréhaciaabajoyneguéconlacabeza.Quéinsufribleera.Cuandomihermanovolvióahablar,estabamuchomáscercadeloquehabía
estadoantesdemí.—Aléjatedeella—dijomirándomealosojos—.Aléjatedeella,Thiago,ote
prometoquenorespondo.Nomediotiempoacontestarlequeyasehabíamarchado.Sentípena...,penayculpabilidad,aunquetambiénrabia.¿AcasoKamsedabacuentadeloquenosestabahaciendo?
5
KAMI
El partido contra el equipo del St. Anne era ese fin de semana. Lo habíancambiado de viernes a sábado porque algunos de sus jugadores de baloncestojugaban tambiénenel equipode tenisdel colegioy se les solapabanpartidos.Cosasdecolegiosprivados.AlmenosamímefacilitabapoderiraveraTaylorjugar.Noestabanlascosas
entrelosdoscomoparaencimanoirasuspartidos,perotambiénestaríaThiago,ylascosasdesdeellunesnohabíanidobienentrelosdos.Loscastigosduranteelrecreoerantensoseincómodos.Taylorhabíainsistidoencumplirloconmigo,demaneraquelostrescoincidíamosencerradoseneldespachodeThiagotodoslosdíasaesahora.Medolíavercómoapenassedirigíanlapalabrayyomesentíaenmedio.Thiagonomehablaba,megruñía,yTaylorlegruñíasimehablaba.Unalocura.Ylopeordetodoeraquelanocheanterior,despuésdetrabajar,habíaquedado
conTaylorensucasa.Habíamosvistounapelículaensuhabitaciónyluegounacosahabíallevadoalaotrayhabíamosterminadohaciéndolo...Elproblemavinocuandoyomeencontrémásenlalunaqueenaquellacama
conél.Taylorsediocuentadequenoestabanadapredispuestaysehabíacogido
unrebotedelocos.Mehabíadichoquenoentendíacómonolodeseabadespuésdehaberestadotantotiemposinhacerlo...,queélsiempreibadetrásdemí,yqueyocadadíaeramássecaymenoscariñosa.Leexpliquéqueestabaagobiadacontodo:conlosexámenes,coneltrabajo,
conelasuntodeJulian...yquemicabezaestabaenotraparte,peronadadeloqueledijelequitóesapenaydesilusióndesusojos.Nopodíaseguirasí,nopodíamosseguirasí.Thiagoteníarazón.Debíatomarunadecisión.QuedéconEllieenlapuertadelacafeteríaparapoderiralinstitutoencuanto
yoterminaradetrabajar.Mecambiéderopa,memaquilléunpocoymecaléungorrode lana, labufanday lasbotasdenieve;parecíaqueeseotoño ibaasermásinviernoqueotracosa.Preparé para ambas un vaso gigante de chocolate caliente con el
consentimiento de la señora Mill’s y juntas emprendimos el camino hacia elinstituto.Ellieseguíasiendoanimadora,porloquedebajodelabrigodeplumasibaperfectamenteuniformada,peinadaymaquilladaparalaocasión.Me alegraba saber que cuando veía a mis compañeras animando no sentía
nostalgiaalguna.Animarmehabíatraídomásdisgustosqueotracosa,ypreferíaestarcomoestabaahora.Aprovechéeltrayectohastaelinstitutopararetomaruntemaqueaúnnohabía
quedadoclarodeltodo:¿estabaElliecoladitaporTaylor?Ysinoeraporél,¿porquénoadmitíaqueestabacoladitaporalguien?—Tienesquecontármeloya—insistíporcuartavezmientrasobservábamos
cómo la gente llegaba poco a poco al gimnasio. Algunos padres ya habíanocupadoalgunospuestosenlasgradas,ymepreguntésilaseñoraDiBiancoiríahoyaverelpartido.Elliesoltóunsuspiroqueproyectóunanubedevahofrenteasurostro.—PrimerocuéntameloquepasóconTaylor—medijoyaceptéesetrato.—Nosé,Ellie...,esalgoraroquesientodentro.—¿Algo raro como qué? —me preguntó mirando hacia delante. Algunas
animadoras ya estaban allí charlando amigablemente. No sabía si hacía bien
contándoleestoaEllie,peroalfinyalcaboeramiamiga...,yyahabíaestadoenmisplanesconfesarleloquesentíaenmiinterior,porTayloryporThiago,perosospechar que mi amiga estaba enamorada de mi novio había hecho que mereplantearalascosas...—Estoymuyconfundida,porquedeverdadloquieromuchísimo,pero...Elliememiró,ylaformaenquelohizoconsiguióquedejaradehablar.Ylo
queelladijoentoncesmedejódepiedra.—EstáscoladaporThiago—terminóellapormí.—¡Quédices!—contestécasiautomáticamente.Sehizoelsilencioentrelasdos.Joder,¿tanobvioera?Elliesemequedómirandoysupequelosabía.—Alosdemáspuedesocultárselo,peroamíno—dijoyensusojoscreíver
ciertadecepción—.Desdeque llegaron loshermanos tehascomportadocomouna chica totalmente diferente... Entiendo que todo lo que viviste con ellos temarcó,perodesdeelminutounovicómolomirabas...,ynoaTaylor,Kami,sinoaThiago.—No es cierto—me defendí, temiendo que alguien la escuchara, temiendo
quepudiesellegaraoídosdeTaylor.—Claroqueloes,Kami—insistió—.Ylaverdadesquenoentiendoporqué
juegasconéldeestamanera...—Yonojuegoconél...—dijesintiendocómouncalornadabuenoempezaba
agenerarsedentrodemí.Ellie soltó un suspiro muy sonoro a la vez que dejaba caer los brazos
exasperada.—Admítelo de una vez—medijo elevando el tono y consiguiendoqueme
sobresaltara—.NosientesporTaylor lomismoquesientesporThiago,yél losabe,¡estoyseguradequelosabe!—¡Teequivocas!—repliquéigualandomitonoaldeellasindarmecuenta—.
¡Lo que te pasa es que te gusta Taylor! Por eso te inventas esas cosas, ¡paraconfundirme!LosojosdeEllieseabrieroncomoplatosysedesviaronhacialaderecha.
MiréhaciaatrásyallímeencontréaTaylor,queparecíaestarflipandoconloqueacababadeescuchar.Elliesepusodepiedeunbrincoyyocerrélosojosunsegundo.—Mierda—solté.—¿Yo te gusto? —preguntó Taylor con la incredulidad y la diversión
colmandocadaunadesuspalabras.Elliesepusounpocomásrojadeloqueyaestabaacausadelfríoylehizo
frente.—Ni en tusmejores sueños—contestó con voz ácida para después girarse
haciamí—.Deberíaspreguntarleaellaquiénlegustayquiénno.Esosíqueesparaquedarseflipando—ydichoeso,semarchóparajuntarseconelrestodelasanimadorasquelaesperabanenlapista.Mierda.No,Ellie,joder.Me giré hacia Taylor, cuya expresión de diversión había desaparecido casi
comoporartedemagia,ysentíunfuertedolorenelpecho.—¿A qué ha venido eso?—me preguntó sin quitarme los ojos de encima.
Nuncameimportótantosaberquéleíalagentedemícuandomemirabadeesamanera.Enmicabeza intentéelevar todos losmurosexistentesenmi interior,peronocreoquelohiciesetanbiencomomehubiesegustado.—¿Quiéntegusta,Kami?—preguntóalverquenodecíanada.Neguéconlacabeza.—Nadie—respondísintiendoquelosojossemellenabandelágrimas.—Esperabaquedijesesqueyo—contestóyvireflejadaensusojoslamisma
tristeza que yo sentía, pero inclusomás profunda que lamía; era una tristezaacompañadadedecepción,defuria,detraición...—Megustastú,Taylor—dijeynomentíaaldecirlo.—¿Porquétumejoramigaacabadedecireso,entonces?Neguéconlacabeza.—Nolosé...Yo...Hemosdiscutidoy...Taylormeinterrumpióyconsiguióquetodamiatenciónsecentraraenloque
soltóacontinuación.
—Yoestoyenamoradodeti—dijoconcalma—.¿Loestástúdemí?Dudé en responder..., dudé porque justo en ese instante vi a Thiago desde
abajomirándonosconcuriosidad.¿Se preguntaría por qué estaba llorando? ¿Vería mis lágrimas desde la
distancia?QuégraveerrorfuedesviarlamiradadeTayloraThiago.Taylorsegiróparafijarsequiénhabíacaptadomiatenciónenunmomentotan
vulnerablecomoese,ytodopareciócobrarsentidoparaél...,paramí,paratodos.—Losabía—dijomirandoalsuelounsegundo.—Taylor,no...—¿Tecreesquesoyidiota?—¡No,claroqueno!—contestéconrapidez.—Losabía—repitióunayotravez—.SabíaquenosoloeracosadeThiago,
quise creerlo, quise creer que solo él te miraba como yo te miro. ¿Cuándopensabasdecírmelo?¿Cuántomáspensabasseguirengañándome?—¡Yonoteengaño!—meapresuréamentir.¿Enquémomentomehabíaconvertidoenunapersonatanhorrible?—Tengoquebajaracalentar—dijotantristequemepartióelcorazón.Me puse de pie e intenté alcanzarlo con mi mano, pero se apartó,
imposibilitándomeelacercamientoquetantoansiaba.—Taylor,espera—lepedíperomeignoró.—Yaheesperadodemasiado.Nolevilacaracuandosoltóaquello.Bajóalacanchadebaloncestoypasó
juntoaThiagocasirozándoloconelhombro.Estemevolvióamiraryyonosupequéhacerniquédecir.Porsuertenohabíahabidodemasiadagenteparapresenciarloqueacababade
ocurrirentrenosotrosyagradecíenelalmaquenoseconvirtieraenuncotilleode instituto. Lo último que necesitábamos era volver a ser la comidilla delcolegio, pero de nada sirvió que en ese instante nadie hubiese oído la pelea,Taylorseencargóélsolitodeconvertirseenlacomidilladetodoelmundo.El partido empezó como siempre, los dos equipos enfrentados y Thiago
explicándoleslasjugadasantesdesalirajugar.Perolacosasecomplicócuando
eljuegodeTaylorcomenzóaserprácticamentedesastroso.Seloveíadistraído,enfadado, le pitaron varias faltas, y cuando Thiago pidió tiempomuerto y lollamóparahablarconél,empezaronadiscutir.Lagentenoentendíanada.Thiagolocogiódelbrazoparaalejarlounpocode
la muchedumbre de las gradas, pero Taylor se zafó de su agarre y volvió agritarle. Las animadoras estaban actuando en esemomento, y la música y sucanciónnodejabaanadieoírloquesedecíanloshermanos.Todo pareció detenerse cuando el brazo de Taylor salió volando y el puño
impactódellenoenelpómulodesuhermanomayor.Mepusedepiecasienelacto,aligualquehicieronunoscuantosalverloque
acababadeocurrir.Thiagonosemovió,se tocabalamejillaconlamanoysucaramostrabasu
rabia.—¿Nohacesnada?—leincrepóTaylorypudeoírloporquetodoelmundose
detuvoaescuchar.Thiagomemiróunsegundoysupeexactamenteloqueacababadepasar.Taylorsiguióelcaminodesusojosypareciótransformarse.LoempujóconfuerzayThiagosetambaleó.En ese momento varios miembros del equipo corrieron para separarlos,
aunquesolohizofaltareteneraTaylor.Thiago no hizo nada. Se mantuvo callado, mirando a su hermano de una
maneraquenosoycapazdedefinir.—¡Eresmihermano! ¿Cómohaspodido?—legritómientras lo arrastraban
caminoalosvestuarios.Thiagonolequitólosojosdeencimahastaquenodesaparecióporlapuerta
alfinaldelgimnasio.El partido tuvoque seguir y los chicosque se habían encargadode alejar a
Taylordeallíregresaroncomosinada.Thiagosiguiópendientedelpartidoymebastóunasimplemiradaparasaber
quetodosesperabanverquéhacía.Nolodudé.Yno porque fuera lo que la gente esperaba, ni porque fuese lo correcto, ni
porque era lo que tenía que hacer como novia, lo hice porque de verdad meimportabaesechicoquedurante tanto tiempo fuemicompañerodeaventuras,micompañerodejuegos,quienmeprotegíayquienmehacíareír.EraTaylor...Nopodíahacerledaño.Nopodíahacerlo.Bajédelasgradasyfuidirectaalosvestuarios,aunqueparahacerlotuveque
pasar por delante de Thiago que, al verme, no se cortó en detenermesujetándomedelbrazo.—¿Quélehasdicho?—mepreguntóyensusojospudeverladerrotadeun
hermano que había colaborado en romperle el corazón a alguien que no se lomerecíaenabsoluto.Misojossedetuvieronuninstanteenlarojezdesupómulo,queyaempezabaaponersemorado.—Nada...—dije queriendo queme soltara. En esemomento lo último que
deseabaera tenerlocerca,ynoporqueno lonecesitase,que sí, sinoporque laculpabilidadmequemabapordentro.Mequemabacomobrasasqueseextendíanportodosmismiembros,quemando...quemandomucho.Fuiaseguirmicamino,perovolvióadetenerme.—Novayas,Kamila—mepidióbuscandoconsusojosmimirada—.Noes
buenaidea.Mesoltédeuntiróndesuagarreylofulminéconlamirada.—¿Que no es buena idea? —le increpé a sabiendas de que estaba siendo
egoísta,dequemeestabaportandomalconél,comosifuesesuculpacuandonolatenía,élnohabíahechonada,ningunodelosdoshabíahechonada,todoesoeraculpamía,yenmiinteriorlosabía,peroaveceselcerebroactúademanerasquenonosesperamosytodalairaquesentíahaciamímismafuedirigidahacialaúltimapersonaaquienyodesearíahacerdaño—.Novuelvasatocarme,¡estoesculpatuya!Sequedóparalizado.Mesoltócomosimicontactolohubiesequemadoydiounpasohaciaatrás.—Meconfundes,¡mehasconfundidosiempre!—grité.Thiagoapretólamandíbulaconfuerzaymiróalrededor.
—Porfavor,tepidoquebajeslavoz—dijocontrolandoeltonoyhaciéndomecaer en que estaba a punto de montar una escena delante de todo el malditoinstituto,yno solo eso, sinoque, sime ibade la lengua, el trabajodeThiagocorreríaungravepeligro...Diunpasohaciaatrásymealejédeél.—Losiento—medisculpébajito,peromeescuchó.EnesemomentolamuchedumbregritócomolocayThiagodesviósusojosde
míalacanasta.Acababandeencestaruntriple.Sudistracciónmesirvióparapoderescabullirme.Fuicorriendohacialosvestuariossindudarlo.
Cuandoentréalosvestuariosdeloschicos,alprincipionolovi;lleguéacreerquesehabíamarchadoacasa,hastaqueelruidodeunadelasduchascaptómiatención:eraladuchadelfondo.Conprecauciónfuiacercándomehastallegaralfinal.Cuandogiréparaverdé
quiénsetrataba,allíestabaél.Aúnconlaequipaciónpuesta,peroempapadodearriba abajo. Su cara estaba apuntando hacia el chorro de agua que caía de laducha.Supelo,rebeldeymáslargodeloquelosolíallevarnormalmente,estabachorreando pegado a sus mejillas y de sus ojos salían lágrimas que queríanengañarmehaciéndosepasarporgotasdeagua.Nolodudé.Diunpasohaciadelanteyloabracé.Élsesobresaltó,peronomeapartó.Mimejillasepegóasuespaldaymisbrazoslorodearonconfuerza.¿Cómopodíahaberlehechodaño?¿Aél?Alamejorpersonaqueyohabíallegadoaconocer.Susmanosbajaronhastacogerlasmíasyporunsegundopenséquemeestaba
devolviendoelgesto,quemelasqueríaapretarconfuerzaparasujetarmecontraélynosoltarmejamás.
Peronofueesoloquehizo.Susmanos cogieron lasmías y las apartaron. Cuando se volvió para poder
mirarmealacara,supequelohabíaperdidoparasiempre.—¿Loquieres?—mepreguntómirándomedirectamentealosojos.Losdosestábamosempapados,chorreandoaguaycon toda la ropamojada.
Nisiquierasabíacómoibaahacerparavolveracasadeesaguisa,peroeneseinstantesentícomosielaguaquecompartíamosfueraloúnicoquenosmanteníaunidos.La pregunta queme hizo fue una de las preguntas quemásme ha costado
contestarenlavida.¿Loquería?Nopodíamentirle...Él,detodaslaspersonasquemerodeaban,eralaquemenosselomerecía.Mecostómirarloalosojoscuandoabrílabocapararesponder.—Os quiero a los dos —dije y en sus ojos pude leer a la perfección la
decepciónylapenaporunarespuestatanegoístaymiserablecomoesa.—Loúnicoquesignificaesoesquenoquieresaningunodeverdad.Ymerodeóparasalirdeladucha.Paraalejarsedemíydejarmeallísola...,
sola con mis pensamientos, con mi remordimiento, con mi pena, pena porhaberloperdido,porqueesoesloquedecíansusojosysuúltimafrase:quelohabíaperdido...yqueyanohabíavueltaatrás.HubiesedadoloquefueraporhaberleevitadoesedoloraTaylor,loquefuera
porhaberayudadoaqueesosúltimosdíasfuesenparalosdoscomolosmuchosdíasfelicesquellevábamoscompartiendodesdequenosconocimosydesdequeempezamosasalir.Esaseríaotracargaquellevaríasobremiconciencia,perodeloquemásme
arrepentífuedenohaberledejadoclaroqueparamíélsiemprehubiesesidolaeleccióncorrecta.
6
TAYLOR
Mesequé,mecambiéderopaymefuideallí.¿Enquémomentomividasehabíaconvertidoeneseinfierno?Infiernodonde
lachicaqueamabaeraamadapormihermano,infiernodondenosoloperdíaamichica,sinoqueperdíaamicompañero,aquienmehabíahechodepadre,amihermano,joder...Peronomeimportaba.Yanadaimportaba.Mesentíadestrozadoy,loqueerapeor,algomuyfeoempezabaagestarseen
miinteriorynadapodíahacerparacontrolarlo.¿Cómo iba a mirar a mi hermano sin queme entraran ganas de partirle la
cara?Eraimposiblevivirconélbajoelmismotecho,imposibleseguirteniendola
mismarelaciónquehastaentonces,que,aunquetensapormissospechasdequeél estuviese enamorado de mi novia, seguía siendo de hermanos..., pero¿aquello?NomehabíaatrevidoapreguntarleaKamidirectamente...,nomehabíavisto
capaz de preguntar si algo había ocurrido entre ambos, porque sabía que lomataría...
Sialgúndíallegabaaenterarmedequemihermanohabíatocadoaminoviaacabaríaconél,y loharíade lapeormaneraposible...Élme lohabíanegado,peroKamimeacababadeconfirmarqueloamaba...,queamabaaThiago;unapartedemínopodíasertaningenuocomoparacreerseesaputamentira,aunquelaotrapartedeseabacontodassusfuerzasquefueseverdad.¿Habríantenidoalgo?Claroquesí.Sino,¿cómoseenamoraunodelaotrapersona?¿TanequivocadohabíaestadoparacreerqueKamimequería?Elladecíaque
nos amaba a los dos...; eso es imposible, ¡una mentira! ¡No se podía estarenamoradodedospersonasalavez!Cuando me encaminé hacia el aparcamiento, me encontré con la última
personaquehubiesecreídoqueseacercaríaamíenesemomento...ytambiénlaúltimaconlaquequeríainteractuarentoncesdadoloocurrido.—¿Qué haces aquí? —le pregunté buscando las llaves del coche en mi
bolsillo.—Queríasabercómoestabas...—contestóElliemirándomeconaqueltemple
impasiblequeparecíallevaratodoslados.—Deputamadre—contesté,frío,alavezquelarodeabaymeacercabaala
puertadelconductor.—Queríapedirteperdón,también—añadiógirándoseyconsiguiendoqueme
detuvieraenmiintencióndeabrirlapuerta.—Perdón¿porqué?—lepreguntéfijándomebienenella.Teníaelpelooscuro
yondulado,casirizado,peinadoendoscoletasbajasadornadasconloslazosdelos colores del instituto.Me fijé en que temblaba de frío, a pesar de llevar elabrigoyelgorrodelanapuestos.Normalsidebajosolollevabaeluniformedeanimadora.—Porhabersidounabocazas...—Al menos has sido sincera —la corté—. Al parecer todos me estaban
mintiendoenlacara.Elliepasóelpesodeunpiealotrosinsabermuybienquédecir.—Igualmente,noeramaneradedecírtelo...—contestó—;dehecho,erauna
sospechanounarealidad,peroconozcoaKamilay...—Déjalo—lacortéodiandoquemecompadeciera.—Losiento—dijo,yséqueenverdadsentíavermeasí.Eraextraño...Elliesiemprehabíasidolaamigademinovia.Nadamás.Me había hecho gracia su forma de picarse conmigo y de buscarme las
cosquillaspor todo,peronuncamehabíadetenidoapensarmásallá.Segúnloquehabíaoídoantesenlasgradasyolegustaba...¿LegustabaaEllie?Lamiréconotrosojosporunmomento...,uninstantequemicerebroutilizó
comoexcusaparahuirdelodioylatristezaquesentíaenmiinterior.Ellieeraguapa.Nomuyalta,perodelgadaycurvilínea.Envariasocasiones
se había hablado de su culo en los vestuarios, pero nunca había prestadoatención.Teníalosojosdecoloravellanaconpestañasmuynegrasypecasquesalpicabantodasucara.EraelpoloopuestodeKami...Yalpensaresomicerebroregresóamipenainterior.—Deboirme—ledijeabriendolapuertadelcoche.—¿Y el partido? —preguntó y vi la preocupación en sus ojos marrones.
¿Preocupaciónpormí?¿Oporquedejabatiradosamiscompañeros?—Meimportaunamierda.Mesubíalcoche,metí las llavesenelcontacto,arranquéydimarchaatrás.
Cuandolaslucesseencendieronyvolvíafijarlavistaenella,lovi.Sí,aél.AJulian.
Salí del coche y corrí como alma que lleva al diablo hasta adentrarme en laoscuridaddelbosquecilloquehabíadetrásdelinstituto.Ellievinodetrásdemí.—¿Quépasa?—preguntómientrascorríaintentandoalcanzarme.—¡Sal,hijodeputa!—grité llenode rabia,deodio,de rencorpuroyduro.
Nadamevendríamejorquecogeraesemalnacidoymolerloapuñetazos.
—¿Aquiénhasvisto?—dijoElliedeteniéndoseamiladoyjadeandoporlacarrera.Nos quedamos callados. Su respiración se acompasaba con lamía y ambos
encendimoslaslinternasdenuestrosmóviles.—Nohables—leordenéintentandoaguzareloídoparaasípoderdeterminar
dóndesehabíaescondido.Esecabrónseguíaporaquí.¡Losabía!NoseiríahastanoacabarloquehabíaterminadoyesoerateneraKamipara
él.Sentímiedoalpensarquepudiesellegaraella,quepudiesetocarla,lastimarla.—Taylor..., ¿qué hacemos aquí? —me preguntó Ellie acercándose a mi
espaldaysujetándosedemiabrigo.—HevistoaJulian—respondígirándomeautomáticamentehacialaderecha
cuandoelruidodelcrujidodeunaramallegóhastamisoídos.—¡¿AJulian?!—casigritóymevolvídenuevopara taparle labocacon la
mano.—Chist—leordenémirandohaciatodaspartesyapuntandoconmilinterna.Ellieserevolvióhastaquetuvequesoltarla.Maldijeenvozaltacuandomiinstintomedijoqueyanoestabaallí.—Vámonos de aquí, por favor —me pidió y al fijarme en ella pude ver
claramentequeestabamuyasustada.Volvíabarrerellugarconlamiradaylaluzdelalinternaycomprendíqueno
erabuenaideaquedarmeallíenlaoscuridadconunpsicópatadandovueltas...,almenosestandoEllieallí.Siestuviesesolomehubieraimportadounamierda.—Vamos—repetíymiinstintomeanimóapasarleelbrazoporloshombros.
Parecíamuyasustadaytemblaba,defríoodemiedo,nolosabía.Cuando llegamos al aparcamiento del instituto, nos fijamos en quemuchos
alumnos regresaban ya a sus coches, y por sus caras era bastante obvio quehabíamosperdidoelpartido.Genial.Si no ganábamos el siguiente, no nos clasificaríamos para la semifinal. Y
aunqueenesemomentoteníaotrasmilesdecosasenlacabeza,elbaloncestoal
finyalcabomeimportaba...,meimportababastanteylahabíacagadojugandopésimamentemalaquellanoche.—Hemosperdido—comentóEllieamiladocuandollegamosadondehabía
dejadomicoche.—Yaloveo.—¡Eh, Di Bianco!—me gritaron a mi espalda. Cuando me giré vi que se
tratabadeVictor—.¡¿Québichotehapicadoantes?!MiréaEllieunsegundoyluegootravezaél.Queríamarcharmedeallí,joder,perosentíalanecesidaddeadvertirleaKami
quehabíavistoaJulian...—Olvídame—le dije a Victor y justo entonces vi a mi hermano salir del
gimnasio.Desdedondeestabapudevercómolehabíadejadoelpómulodebidoal puñetazoquenohabía podido evitar darle. Sus ojos se encontraron con losmíosymepreguntécómoibaahacerparaperdonarleloquemehabíahecho.—Deberíamosavisaralapolicía,¿no?YaKami—propusoEllieamilado.Porunmomentomesentítentadodesubirmealcocheylargarmeacasa,oa
dondefuera,peronopodía...Aunqueestuviesedestrozadohabíacosasmásimportantesqueesas.—Tenemosquehablar—anuncióThiagocuandollegóhastadondeyoestaba
—.Asolas—aclarómirandoaEllie.—Yanosveremos...—dijoellaymeapresuréarodearleloshombrosconel
brazo.—Tú no te vas a ninguna parte —contesté al mismo tiempo que Kami
aparecíatambiénaunospocosmetros.Conelpelohúmedoporhabersemetidoconmigoenladucha,parecíatotalmentedestrozada.Miinstintomeanimabaairhaciaallíaabrazarlaconfuerza,aestrecharlaentremisbrazosyahacertodoloposibleparaverlafeliz...,peroeseyanoibaasermicometidonuncamás.MiréaThiago.—HevistoaJulian—dijeypercibícómotodosucuerposetensónadamás
escucharsalirdemibocaesaspalabras.—¿Lo has visto? ¿Dónde? —preguntó buscando inevitablemente con la
miradaaalguienqueseguramenteyaestabamuylejosdeallí.
Ono.—Enlosbosques—respondíseñalandoasuespalda.Cuandosegirólavioigualquehiceyo.Kamiparecíanosabermuybienqué
hacer.—¿Yquéestabahaciendo?¿Haspodidodecirlealgo?¿Tehadichoalgo?—Saliócorriendo.Thiagovolvióamirarme.—Hayquedecírseloalapolicía—resolvió.Yohabíapensadoexactamentelo
mismo.—¿Vastúovoyyo?—planteédeseandolargarmedeallí,sobretodoporquevi
cómoKamiempezabaaacercarsehaciadondeestábamosnosotros.—Vayamoslosdos,Taylor—propusomihermano,yensutonopudepercibir
quedeseabaquearregláramoslascosas.JustocuandoKamillegóanuestrolado,deteniéndosejuntoaThiago,perosin
quitarmelosojosdeencima,decidícontestarle.—Ahora ella es tu responsabilidad —afirmé sintiendo un pinchazo en mi
corazón,peroaliviandomiegoalmismotiempo—.Yomevoyacasa.—Taylor,porfavor—dijoKamiconlavozquebradaporlapenacuandome
encaminéhaciaelcoche.—Olvídame, Kamila —respondí siguiendo mi camino—. Tú y yo hemos
acabado.PoruninstantecreíqueEllievendríaconmigo,peromebastóunasolamirada
paradarmecuentadequepreferíaquedarseconella.¿Cómoibaaserdeotramanera?Ellaeralareina.Yyosiempreseríaelestúpidovasallo.
7
KAMI
Observé cómo semarchaba conuna sensacióndedesazónnunca antesvivida.Sentía que se marchaba una parte de mí, una parte muy importante,imprescindibledesdesiempre...yparasiempre.Pero sumanera demirarmedejaba claro que, aunque estaba destrozadopor
perderme,ladecisiónestabatomada.ClavélosojosunmomentoenEllie,quetambiénhabíaseguidoconlamirada
ellugarpordondeTayloracababadedesaparecerconsucoche,ymepreguntéquéseleestaríapasandoaellaporlacabezaparamostrarsetantristecuandosegiróparapodermirarmeamí.—Hemos visto a Julian —anunció y esa frase me bastó para caer en la
realidaddelaquetantoansiabaescapar.—¿Cómo?—contestésintiendoelmiedoadueñándoselentamentedetodomi
cuerpo.—Dicemihermanoque lohanvistoallí,que lovioysaliócorriendo—me
explicó Thiago y cuando se volvió paramirarme fui incapaz de sostenerle lamirada.Nopodía.Algoenmi interiorsehabíarotoyestarconél,dabaigualquefueseahíen
medio, al aire libre y en compañía demimejor amiga,me incomodaba ymehacíasentirsuperculpable.—Osdije que Julian era un cobarde—les recordé apretando los labios con
fuerza.—Cobardeono,hayquedecírseloalapolicía—contestóThiago.—Habría que decírselo a sus padres también—comenté y una parte demí
consideróqueesoeramásimportantequelootro,porque,pormuchomiedoqueletuviese,enmiinteriorseguíaviéndolocomoelamigoquefue,noeracapazdeatribuirleelpeligroque representabani lagravedadverdaderade loquehabíahecho.—Suspadresmelasudan—soltócabreándoseporalgunarazónquenollegué
acomprender—.Osllevoacasa,vamos—seofreciómirandoaEllietambién.—Nohacefalta—replicóella,volviéndosehaciamí.¿Eraconscientedeloquehabíaprovocadoconloquedijohacíaunashoras?¿Era consciente de que su metedura de pata había hecho que mi novio
rompieseconmigo?¿Lo había hecho a propósito para conseguir eso justamente? ¿Que
rompiésemos?Lamirécomonuncaanteslahabíamiradoysentíquemellenabadealgomuy
feoyajenoamí.Nopensabainsistirenquevinieseconnosotros;dehecho,noqueríaestarcon
ningunodeellosdosenesosmomentos.—Llévalaaella—dijemirandoaThiago—,yocogeréelbus.Los ojos de Ellieme devolvieron lamirada con tristeza y algo parecido al
arrepentimiento.Necesitabaalejarmedeallíinmediatamenteporquesabíaquedeunmomentoaotromederrumbaríaymeecharíaallorar.Sinembargo,cuandofuiaalejarme,unamanomecogióconfuerzaporelbrazo.—Novas a ir en autobús—meordenóThiagomirándomecomo si hubiese
perdidoeljuicioporcompleto.—¿Porquéno?—¿Deverdadtengoqueexplicarteporqué?Sabíaque teníarazón,yaunque lasposibilidadesdequeJulianmeabordara
enunbusllenodegenteeranmuyremotas,casipreferíaesoquesubirmesolaauncocheconél.—Yome voy con las chicas—anunció entoncesEllie dando un paso hacia
atrás.Porsuexpresiónparecíaquererdesaparecerdelmapa—.Tellamomañana,¿vale?—medijomirándomeunpocoincómodaytambiénnerviosa.Nolecontesté.Enesemomentoestabaenfadadaconella,conTaylor,conThiago...¡Joder!,
estaba enfadada con elmundo, ¿y sabéis por qué? Porque a veces, cuando lacagamostanto,envezdemirarhaciadentroyapechugarconlasconsecuenciasdenuestrosactos,latomamosconlagentequenosquiereynosrodea.¿Cuántas veces habéis soltado una mala contestación a alguien que
simplemente os pregunta qué os pasa? ¿O cuántas veces habéis empezado adespotricarcontralavida,elmundoysushabitantessimplementeporquehabéishechoalgomal...vosotros?Es una locura cómo funciona a veces la mente humana; por alguna razón
somoslosseresvivosmáscomplicadosdelatierra,¿no?—Tellevaréacasa,vamos—dijoThiagoempezandoacaminar.Miré a mi alrededor comprendiendo que no me quedaba otra opción y lo
seguí.Alversumotoenelaparcamientodel instituto,comprendíque lascosasya
debíandeestartensasentreloshermanossihabíandecididovenirenvehículosseparados.UnacosaeracogerlamotoenplenoseptiembreyotramuydiferentecogerlaconelfríoqueveníayahaciendohacíavariosdíasenCarsville.—¿Quieresquemecongele?—nopudeevitarpreguntardemalasmaneras.«Dios,Kamila,para.¡Élnotienelaculpadenada!O,bueno,almenosnode
todo.»—¿Prefieresirandando?—mepreguntóysutonotambiénfuemástensode
lonormal.No contesté yme acerqué a él para queme diera el casco negro que tenía
guardadodebajodelasiento.Cuandomelopaséporlacabezasuolormeinundóportodaspartesysentíla
necesidaddeaspirartodoloquepudieraesafragancia,comosidebiesellenarme
deélporalgunarazónquecarecíadesentidoparamí,ymenosenesemomento.Seme acercó para asegurarse de que el casco estaba bien ajustado y en el
procesodehacerlosusdedosrozaronsinquererlapielsensibledemicuello.Todomicuerposeerizóysusojoscolisionaronconlosmíosenunamirada
quedejabaentreveratodaslucesquehabíasentidoperfectamentelareaccióndemicuerpoantesucontacto.—Vámonos—dijosubiéndosealamoto.Quitóconunmovimientodelpieel
caballeteyarrancóconunsonororuidoquecaptólamiradadealgunosalumnosquepasabanporallí.¿EraconscienteThiagodequeesopodíaversecomoalgoinapropiado?¿Era
conscientedequevolvíaaarriesgarsutrabajopormiculpa?Mesubídetrásdeélymesujetéfuertementealosasiderosdelasiento.Casipercibí su irritaciónantemiaversióna tocarlo,peroaceleró tan rápido
quenopudedecirnada,másquecagarmedemiedoalsentircómolamotocogíavelocidad,unavelocidadquesesentíaencadapartedemicuerpo.No fue soloel fríoheladochocandocontramicaraymismanos loqueme
hizoolvidarmede losasiderosysujetarmefuertementecontrasuespalda,sinotambiénelmiedoquesentíalnotar lavelocidaddesplazarmeunpoquitohaciaatrásenelasientodelacompañante.Me dio coraje tener que agarrarme a su cuerpo para sentirme segura, pero
preferíesoacongelarmeoacaerme.Tardéunsegundodemásenveradóndesedirigíacuando,envezdegirarala
derechaporelcaminoquenosllevaríaanuestrasrespectivascasas,semetíadellenoenelpueblo.—¿Dónde vas, Thiago?—le pregunté, pero o nome escuchó o decidió no
contestarme.MetensécuandosedetuvofrentealacomisaríadepolicíadeCarsville.—¿Porquéhasvenidoaquí?—lepreguntédenuevo,deseandocontodasmis
fuerzasestarencualquierotraparte.No quería ir allí a hablar de Julian. No quería recordar el bochornoso y
horriblemomentoenelquemimadreyyotuvimosquepresentarunadenunciayexplicaralosagentesquemehabíangrabadodesnudaylohabíansubidoalas
redes.—Puedesesperarmeaquíoentrarconmigo,túdecides—dijobajándosedela
motoysujetandoelcascoconsuantebrazo.—Nopiensoentrarahí.—Puesentoncesespérameaquí.Nomediotiempoarebatirleporqueyaestabaentrandoenlacomisaría.Miréamialrededor...,alpuebloquemehabíavistocrecer,ymepreguntéen
quémomentomehabíaconvertidoenlachicaalaqueacosaban,enlachicaalaquelagentemirabadereojo,enlachicaalaquesunovioladejabaporhaberseliadoconsuhermano...Cogíelmóvilymarquésunúmero.Nome preguntéis por qué, pero necesitaba oír su voz, necesitaba volver a
pedirleperdón,necesitabaquemeenvolvieraentresusbrazos...Amimente acudieron unmontón de recuerdos, junto a sonrisas robadas y
carcajadas a pleno pulmónmientras hacíamos el tonto en su habitación, en lacafetería donde trabajaba, o simplemente cuando nos sentábamos en su sofá aver una película... Así era Taylor..., alguien que te hacía reír, daba igual lasituaciónenlaqueteencontrases.Nome contestó, y cuando corté la llamada,me fijé en la foto que tenía de
salvapantallasyunalágrimaseescurriódemisojospararecorrerconlentitudelcaminodescendientepormimejillahastaperdersepormicuello.Me la limpié con el antebrazo para no dejar huella de una lágrima queme
merecíamásquenadie,y seguímirandoaquella fotoquenoshicimos la tardequeloayudéadecorarsucasaparaHalloween.SemehabíaacercadopordetrásparaasustarmeconunacaretadeFrankenstein,perolovivenirporelespejodelsalónydecidíhacermelatontayseryolaqueloasustaraprimero.Fuetalsusorpresacuandomegiréquesecayóalsuelodelaimpresión.Me reí tanto y su cara fue tan cómica que no pude evitar inmortalizar el
momento:conmicámara frontaldelmóvilmeacerquéa sucabeza, tiréde sucaretahaciaarribay lediunbesoen lamejilla justoenelmomentoenque ledabatambiénalbotónderechoparahacerelselfi.Su expresiónde aturdimientoy sorpresa en esa foto aún conseguía sacarme
unasonrisa.—Puedohablarconélsiquieres,Kam—comentóunavozamisespaldas.Bloqueéelmóvilymeloguardéenelbolsillotrasero.—¿Mellevasacasa?—contestéponiéndomeelcascootravez.Thiagomemiróunsegundoyparecióquererdecirmealgo.—Sube—dijoencambio,yesohice.Igual que me pasó cuando se desvió para ir a la comisaría, volví a
sorprendermecuando,envezdegirarporlacarreteraquenosllevaríaanuestrasrespectivascasas,sedesvióhaciaelcaminoquesalíadelpueblo.—¿AdóndevasThiago?—lepreguntéporencimadelrugidodelamoto.Nomedijonadayamedidaquenosalejábamos,empecéaponermemásy
másnerviosa,sobretodocuandosemetióporuncampoapenasiluminadoporlaluzdelfarodelamoto.Finalmente pude ver algomás que árboles frondosos aquí y allá, y cuando
Thiagodetuvolamotofrenteaunaespeciedecasacuadradaconruedasparecidaaesascaravanasantiguascasi todosmisproblemasparecierondesaparecer...almenosporuninstante,instantedondelacuriosidadpudocontodolodemás.—¿Qué es esto? —le pregunté cuando apagó el motor y el silencio
interrumpidoporlossonidosdelbosquepasóainundarlotodo.Sebajódelamoto,sequitóelcascoymepidióquehicieralomismo.Hicelo
quemeindicó.Miréamialrededor.Lanieveenesazonaaúnseguíasinderretirseylosaltos
árbolesestabancubiertosporesemantoblancoque,dadosupeso,notardaríaencaeralsuelo.Mefijéenquefrentealacaravanahabíauncírculodepiedrasconcenizasenmedioyalgunostroncosquemados,señaldequealguienhabíahechounfuegonohacíamucho.—Mi nueva casa —anunció y cuando lo hizo mis ojos se abrieron
sorprendidos.—¿Cómo?—lepreguntédandounpasohacialacaravanayadmirándolotodo
conunamiradadiferente.—Melacompréhaceunasemana—dijometiendolasmanosenlosbolsillos
desuchaqueta.
Lacaravananoparecíanuevaenabsoluto,ytampocoesqueestuvieseenmuybuen estado, pero daba la sensación de ser un buen lugar para admirar lasestrellas,sentarsefrentealfuegoycharlardurantehoras.A mí las excursiones en caravana siempre me habían parecido de lo más
divertidas.HacerlaRuta66encaravanahabíasidounademispeticionesdiariasde todos los veranos a mis padres, pero ellos nunca quisieron hacer nadaparecido.Unhoteldecincoestrellaseramejorqueeso,unhoteldondealfinaltodos los días eran iguales y terminabas aburriéndote a pesar del lujo y lasbuenasvistas.Estacaravananoteníapintadepodercircular,almenosnodemomento,pero
sentícuriosidadporvercómoerapordentro.—¿Por quéme has traído aquí?—le pregunté ahora girándome para poder
mirarloalosojos.Seencogiódehombros.—Creo que tenemos que hablar y este es un buen lugar para hacerlo —
respondió.—Nohaynadadequehablar—dijesentándomesobreunadelaspiedrasque
habíacolocadasjuntoalosrestosdelahoguera.—Mihermanohadescubiertoquenosgustamos,Kam,creoquesíhayalgode
loquedebemoshablar...Miré hacia los árboles abrochándome hasta arriba la chaqueta e introduje
despuéslasmanosenlosbolsillos.Hacíafríoyapesardeesounapartedemíempezóasentirseagustoenaquel
lugaralejadodelmundo.Poruninstantemesentícomosimehubiesenmetidoenunaburbujatemporal...,unlugarparapoderpensaryreflexionar...—¿Quétehandichoenlacomisaría?—lepreguntéintentandoevitareltema
quequemaba.Almenosparaganarunpocodetiempo...NomesentíapreparadaparaenfrentarmeamissentimientosymuchomenosalosdeThiago.—Sonimbéciles—contestóalejándosehaciaelladoderechodelacaravanay
reapareciendoconvariostroncosdeleña—.Mehandichoqueinformaránasuspadres,peroquenopuedenhacermuchomás.Consideranqueesunasuntodebullyingdecolegioymehandichoqueprefierenqueseael institutoelque lo
gestione.—¿Que logestioneel instituto?Perosiyanovaanuestro instituto, ¡lohan
expulsado!—Esomismoleshedichoyo—contestócolocandolostroncosyenrollando
elpapeldeperiódicoparapoderprenderelfuego.Lo observé durante unosminutosmientras lo hacía y cuando la hoguera se
encendió, el entorno, blanco y frío, adquirió una tonalidad cálida gracias alreflejodelasllamas.Extendí las manos para poder calentármelas junto al fuego y a los pocos
segundoselcalorempezóadescongelartodosmishuesos.MesentímuyagustoycuandoThiagoentróalacaravanaaprepararunastazasdecafé,másaún.Cuando regresócon loscafés,nose sentó frenteamí, sinoami lado,y fui
muyconscientedeesamaniobramuysutilparapoderfinalmenteacercarseamí.—Toma—medijotendiéndomelataza.Rodeémismanosconellaylediun
traguitoquemecalentópordentro.—Gracias—contestémirandoelfuego.—Kamila,amímegustaestomenosquea ti,créeme—confesóentoncesy
pudesentirsusojosclavadosenmiladoderecho.Yoseguímirandolasllamas,seguímirándolas porque sabía que si giraba la cara y lomiraba de frente, ahíteniéndolo tan cerca de mí, cometería una estupidez, una estupidez que soloañadiríamásleñaalfuego,nuncamejordicho.—Erami novio... y mi mejor amigo—dije, a pesar de saber cuál sería su
respuesta.—Esmihermano—afirmóenfatizandoelverboparadejarmeclaroquepara
éleramásdifícil...Claroqueeramásdifícil,porqueerasufamilia.—¿Tecreesquenolosé?—repliquéelevandoeltono,levantándomedeallíy
alejándomedeél—.¡Soylapeorpersonadelmundo!—gritéalosárbolesalavez queme abrazaba amímisma para volver a calentarme, porque nadamásalejarmedelfuegoelfríohabíavueltoparacalarmeloshuesos.—Venaquí—meindicóThiagoyporel tonodesuvozsupequeesoeralo
únicoquequería.Estarconmigo...almenosunrato,unratodondepudiésemosestarsinnadieal
otro lado de la puerta, o sin nadie a punto de llegar, o sin nadieinterrumpiéndonosporestarhaciendoalgoprohibido.—Nopuedo—dije sin ser capaz aúndevolvermeparamirarlo.Me tapé la
caraconlasmanosyempecéallorar.Yanopudeevitarlomás,yanopudecontenerme.Nada estaba bien desde hacía meses, nada parecía ir encaminado a
solucionarse,sinoalrevés.Meabrazópordetrásymevienvueltaensucuerpograndeyfuerte,calientey
agradable.Susbrazos.¿Quémejorrefugioqueese?Me volví y me escondí en su cuerpo, lo abracé con fuerza y dejé que me
consolara,dejéquemecalentara,dejéqueporunosinstantessolofuésemosélyyo.—Nohaynadademaloenquerer,Kamila—afirmójuntoamioído—,yeso
es lo que tú haces tan bien..., querer, cariño; eso es lo que te ha traído a estemomentoyestelugar.—Noestábienquereradospersonas...Hayalgomaloenmí.Susmanosmesujetaronlasmejillasymeelevaronlacaraparapodermirarme
directamentealosojos.Tuvequeparpadearvariasveceshastaconseguirverconclaridad,ycuandosusojosverdesmedevolvieronlamirada,comprendíqueloquedecíaeraverdad.Ojosverdes.Ojosazules.Losqueríaalosdos.¿Estabatambiénenamoradadeambos?—No hay nadamalo en ti..., lo únicomalo es que eres humana—me dijo
enjugandomis lágrimasconsusdedos—.Ycomohumanoquesoy también tedigoqueamaresalgomuydifícilycomplicado.Sepuedeamaryodiaralavez,sepuedequererydetestaralavez,sepuedeestartristeysonreír,sepuedeestarllenodeiraysoltarunacarcajadallenadejúbilo...Yeneseinstantemedicuentadeunacosa.Sepodíaamaramásdeunapersona,sí...,peroyodeseabasolopoderamara
una.Yesaunaeraél.Esoloteníamásqueclaro.Éleraquiendespertabaenmícosasquesoloélpodíaprovocar.Thiago era el único que con sus besos conseguía que quisiese morir para
poderrecuperarme...Éleraquienconsusimplepresenciaconseguíaquemeentrasenganasdesalir
corriendoporpurasupervivencia...¡Joder!,quererlodelamaneraenlaqueyoloqueríanoerasanoparanadie,noerabuenoparamí,nitampocoloseríaparaél.¿PodíaThiagoquerermebien?¿Podíayodarleellugarquesemerecía?—Pasalanocheconmigo,Kam—mepidióentoncesbajandosuslabiospara
acariciarmismejillasenrojecidasporelfrío—.Quédateaquí,damecalorcontucuerpo,concédemesolamenteeso,yluegoyapodrásdecidirquéquiereshacer...Teprometoqueno intervendré...ennada,da igual ladecisiónque tomes,perocreoquememerezcounanoche...,unasola.Lapropuestaylasimágenesqueibanligadasaellacasiconsiguieronqueme
doblara en dos para amortiguar el cosquilleo que generaban las mariposasgigantescasqueacababandeinundarmiestómago.—Enséñame tu nueva casa...—le pedí tragando saliva y con el pulso y la
menteamilporhora.Lo que hiciese en esa caravana marcaría un antes y un después, lo sabía,
amboslosabíamos.Mesoltóyjuntosfuimoshacialapuerta.SentíacomosifueseaentrarenlamentedeThiago,unapartedemídeseaba
contodassusfuerzasvercómoalguientanenigmáticocomoélpodíadecorarunsitio como ese, pero cuando me abrió la puerta y me invitó a pasar sentí loúltimoquehubiesecreídopodersentirentrandoenunacaravanadeThiagoDiBianco.Losmuebles eran rústicos pero bonitos.A la derecha y en el relativamente
escaso espacio interior, había una mesa con un sofá en tonos grises y conalmohadones de cuadros escoceses azules. Estaba segura de que esosalmohadonesnoloshabíacompradoélymemoríaporpreguntarlededóndelos
habíasacado.Lapequeñacocinaestabanadamásentraryteníadospequeñasventanitascon
cortinas a juego con los cojines. En el suelo, un felpudo de IronMan que alinstante tuve claro que sí lo había puesto él. Platos y vasos acumulados decualquiermaneraenelescurridor,peroesosí,todoslimpios,yalaizquierdaunacamadematrimonioquenosabíanicómocabíaeneseespacio.Lacamaestabahecha, ¿cómo no? Por último, una pila de libros descansaba en una estanteríaquehacíalasvecesdemesilladenoche.Habíaotrapuertaquesupusequeeraladelcuartodebaño,yunateleunpoco
pequeñaenlaesquinadelsalón...Diunpasohaciadelanteymiréconsorpresaeldibujoquelehabíahechoyo
hacíaunosmesesyporelquesehabíacogidounrebotedelocos.La imagendenosotrosdeniños juntoconsuhermanaLiliconsiguióquese
me encogiera el corazón..., pero no de una manera triste o mala, sinoemocionante.Ese lugar era exactamente lo que Thiago representaba...Austeridad, cariño,
añoranza, masculinidad y, lomás importante, simpleza, porque él era así. Unchico simple con sueños pequeños, una mente brillante y una caravana porhogar.Asíeraél,y loquemásmesorprendiónofueratificar loqueyasabía,sino
verquemegustabatodoloqueveía,quemesentíaidentificadaconlaspequeñascosasqueformabanpartedeél...ypartedemí.Mesorprendiósentirmecomoencasa.
8
THIAGO
Verlaallí...,enmiespacio,entremiscosas...Joder.Noestabaorgullosodecómose habían sucedido los acontecimientos para llegar a ese momento concreto,tampoco podía regodearme en las expectativas, que eran muchas, a pesar desaber con certeza que siempre estarían impregnadas de un sabor amargo,producido por saber que estaba haciendo algo que dañaba a una persona quequeríamásqueamímismo,perosomosdébilesy,comolehabíadichoaKamhacíaunrato,somoshumanos.Nopodíacontrolarloquesucedíaenmicuerpoyenmimentecadavezque
misojosseencontrabanconesesermaravilloso.Nuncapudehacerlo:nicuandoera un niño y mi razón de ser —aparte de hacer el cafre— se centraba enenrabietarla, ni ahora, que al mirarla solo podía imaginarme besándola,acariciándola,viviendoconella,siendosuamigo,suconfidente,haciéndolamía,porqueenmimente siempre lo fue,desdeelminutounoenquemis labios seposaronsobrelossuyosenaquellaaventuraqueemprendimossiendocríos.Peroelverdaderoproblemaerajustamenteeso:lamente.Enmimenteellame
pertenecía, y no como si fuese un objeto, para nada, teníamuy claro que laspersonasnosondenadie,sinodeunamaneraqueexcedíamispropiosprincipiosomis propios prejuicios.Mi alma la reclamaba,mimente la necesitaba ymi
cuerpolaanhelabatodoslosdíasquepasaban.Estabaenamorado.Ynomepreguntéiscómolosabíaocómoloteníatanclaro,simplementees
así, uno lo sabe, si hay dudas, es que algo no va bien, y por eso miincertidumbre,mismiedosadarunpasoen falso,porqueKam también sentíaalgo pormi hermano... Si no, ¿por qué lloraba por él? ¿Por qué lo echaba demenos?¿Porquénolebastabaconmigo?¿Eraciertoesodequesomoscapacesdeamaramásdeunapersona?Enmi
cabeza eso no tenía cabida, pero a lo mejor era porque yo, tan terco ycuadriculado,tanchapadoalaantiguasentimentalmentehablando,noconcebíapoderquereranadiequenofueseella.Nopodíajuzgarla, lamentehumanaescomplicada,peroesonoquitabaque
cadalágrimaderramadapormihermanomehundieraenlomásprofundodemipropiatristezapersonal.¿Estabaceloso?No lo tenía del todo claro, pero lo que sentía cuando la veía con él o la
imaginaba con él no era nada que quisiese cultivar o a lo que quisieseacostumbrarme.Era difícil..., todo era difícil, porque entendía las razones por las que podía
estarenamoradadeTaylor.¿Cómonoibaahacerlo?Loquenoentendíaeraporquéestabaenamoradademí.Eso síqueme resultabadifícildecomprender,peromedaba igual..., estaba
allí,¿no?Ylamaneraenlaquesucuerporeaccionabacuandoyoestabacercatambién tenía que significar algo fuerte..., algo importante, algo especial...,¿verdad?—¿Quiéneligióesoscojines?—preguntóentonces.Como siempre, sus salidasme pillaban totalmente fuera de juego. Parpadeé
confusounmomentohastaquecomprendíloquemeestabapreguntando.«¿Loscojines?Yoquésé.»—Estabanaquícuandomelavendieron—contestéfijándomedetenidamente
ensuperfil.Sunariz,diminutayrespingona,siempremehabíahechogracia...,sobretodo
porque era la parte de su caraquemásutilizaba.Ospreguntaréis cómopuedealguienusar lanarizparaexpresarnada...,puesKamilaHamiltonlohacía.Erasumaneradefruncirlacuandoalgoledabaasco,osumaneradeladearlacuandopensabaenalgoconmuchodetenimiento.Cuandoseelevabaunpoquito,cuandosonreía, o cuando respiraba profundamente cuandohabía perdido la paciencia.Luegoestabansusojos...marrones,bonitos,expresivosyrodeadosdepreciosaspestañas.Siempremehabíadespertadomicuriosidadcómounachicatanrubiaytan blanca podía tener las pestañas tan negras y espesas... Su mirada metransportaba,mecalmaba,meenloquecíaymeanimabaahacerloquefueracontaldesersucentroycaptarsuatención.—Ya decía yo... —comentó entonces, adentrándose un poco más en la
estancia.Se detuvo demasiado cerca de mi cama..., no es que lo hiciese adrede, no
habíamuchomásespacioquerecorrer,peromimentevoló,empezóavolaryyanohubomaneradedetenerla.¿CuántasvecesmehabíaimaginadodesnudandoaKam?¿Cuántasversiones
de esa acción aún circulaban por mi pensamiento? Unas veces lo hacía conlentitud, colmándola de besos, saboreando hasta el último recoveco de su pieldesnuda, pálida y suave como la porcelana..., otras actuaba de manera muydiferente.No había lugar para besos, ni para detenerme en nada que no fueraarrancarletodoymeterlemipollahastaelfondo...Supongoquesomosanimalesdeinstintosy,joder,avecesmecostabacontrolaresospensamientos.¿Sentiríaellalomismocuandomeveía?¿Leentraríanganasdearrancarmela
ropaycomermeabesos?Tuvequedarlelaespalday,conlaexcusadeencenderlacalefacción,lediun
momentoamicuerpopararelajarse.—Me gusta esto—comentó entonces y no tuvemás remedio que volver a
girarmeparaencararla.La imagen de ella sonriéndome... con sus ojos aún enrojecidos por haber
lloradoysupelorubiodespeinadotrashabersequitadoelcasco,noteníanombreniposibledescripciónprofunda.Erapreciosa...,eramagnífica...,era ladulzurapersonificada... ¡Joder!,era la
mujerdemivida.—Amímegustastú—nopudeevitarcontestar.Sehizoelsilencioycasipudevercómoellatragabasaliva.—Nisiquieraentiendoporqué—dijo.Joder...—Ojalápudierasestarenmimenteahoramismo—dijedandounpasohacia
delanteensudirección—.Teaseguroquesetedespejaríantodaslasdudas.Sus ojos parecieron no poder seguirmanteniendomimirada y se desviaron
hacialaventanadelacaravana.—Estánevando—comentóyseguísumiradaparacorroborarloqueacababa
dedecir.Eracierto.Nevaba.—Es peligroso llevarte a casa entonces —repliqué dando otro paso en su
dirección.—¿Porlanieve?—preguntóahoramirándomeotravez.—Las ruedas podrían patinar... y no queremos eso—añadí dando un paso
más.—Deberíaentoncesllamaramimadreydecirleque...Sutitubeomeenamoróaúnmásdeella.—Deberíasdecirlequenodormirásencasahoy.Laaceleracióndeloslatidosdesucorazónfueevidenteporquefuejustamente
unecodelosmíos.—Aunquesidejadenevarpodríasllevarmeacasa,¿no?¿Estabaasustada?—Cariño,tellevaréadondemedigasenelinstanteenelquemelopidas—le
dijeparatranquilizarla.Debía recordar que ella eramás joven que yo... que tal vez pasar la noche
conmigonoentrabaen susplanesonoeraunaprioridadcomo loeraparamídesdequedescubríloqueeratenerunaerección.Pareció relajarsecuando ledijeesoymeamonestémentalmentepor ser tan
imbécil.
«Relájate,Thiago.Nopuedescagarla.»—¿Teapetecenunosmacarronesconqueso?—leofrecíseparándomedeella
ydirigiéndomeamipequeñacocina.—Vale—aceptóellayobservéconel rabillodelojocómose sentabaenel
sofá.Lediunpocodeespacioyempecéasacarlosingredientesdelanevera.—¿Túsabescocinar?—mepreguntó.Lamiréofendido.—Sécocinardesde los treceaños,cariño—respondíponiendoelaguaenel
fuegoparapoderhervirla.—Si tú sabes cocinar entonces yo soy chef —replicó levantándose y
remangándose—.Nuncahasprobadomismacarronesconqueso.Megiréhaciaellaapoyandomicaderaenlaencimeradelacocina.—Nosubestimesmishabilidadesculinarias.—Ni tú lasmías—contestó levantando lamiradapara podermirarme a los
ojos.Le sacaba casi una cabeza y en ese instante me hubiese gustado estirar la
mano,enterrarlaensunucaybajarmicabezaparadevorarlelaboca.Supequelovioenmisojos,perotambiénviquenoeraelmomento.Lesonreíy juntosnospusimosacocinar.Fuealgo increíble,porquepor fin
estábamossolosytranquilos,porfinpodíasentirquenadienosinterrumpiríayquenohacíamosnadahorrible...Alfinyalcabo,mihermanoyasabía loquehabía,almenosnoestábamosmintiéndole...,¿no?Sabía que lo que me dijera era simplemente una excusa para no sentirme
comounamierda,peronecesitabaeso,necesitabaesemomentodeintimidadconKam...Yaapechugaríaconlaculpaaldíasiguiente.Pusemúsica y cenamos en lamesa que, bordeada por el sofá, dominaba el
diminuto salón de la caravana. No me avergonzaba por haberla llevado a unlugarcomoaquel,perounapartedemínecesitabaverquéleparecía,cómosecomportaba, ver si su vida y la mía eran de verdad tan incompatibles comosiempremehabíaempecinadoencreer.Peronadamáslejosdelarealidad.Kamparecíamuyagusto,hastasequitó
las botas y se sentó sobre sus rodillas en el sofá mientras que, dando buenacuentadelplatodemacarronesconqueso,mecontabaquedentrodeunosmesestendríalaentrevistapresencialenYale.Esatambiéneraunaespinaquesemeclavabaporquefinalmenteseiría...,se
iría,joder,yyomequedaríaallíviviendoenunacaravanademalamuerteconuntrabajoque,pormuybienquesemediera,eracomplicadoqueseprolongaraeneltiempo,pueseradifícilquemehicieranuncontratofijo.Almenosteníaelconsuelo de que las horas a la comunidad ya habían acabado y, demomento,mientrassiguieratrabajandoenelinstituto,podríavivirallí;quenoeramucho,peroalmenosmepermitíateneralgodeintimidad.La cosa es que aún nome había atrevido a contárselo a mi madre. Taylor
tampoco sabía nada de ese sitio y una parte demí sentía que por ahora debíamantenerloensecreto.—¿Y desde cuándo te gustan las caravanas? —me preguntó Kam
terminándoselosmacarronesydejandoelplatosobrelamesa.—Desdesiempre—leexpliquélevantándomeyrecogiendolamesa.Nohabía
muchoquerecoger,solodosplatosunvasoyunacerveza—.Hacíaya tiempoqueplaneabacomprarmealgo,lospisosestáncarísimosyconloquecobroenelinstitutosolomedabaparaesto...—¡Me encanta este lugar!—exclamó ella interrumpiéndome—.Me parece
acogedoryespecial...—¿Tepareceespecialencontrarteconratasenelvátercuandotelevantaspor
lamañanayvasahacerpis?Kamseencogióabrazándoselaspiernasymiróhaciatodosladosconhorror.Mereí.—Tranquila,yaestácontrolado—ledije,yeracierto,aunqueelsustoqueyo
mellevélaprimeranochequepaséenlacaravananoselodeseabaanadie.—¿Quéopinatumadrey...?—secallócuandofueamencionaramihermano.—Nolosaben—contestévolviendoasentarmeasuladoenelsofá.Mefijé
encómosehabíahechosupropiohueco,apoyandolaespaldacontralapareddelespaciodondeestaba incrustadoel sofá,ydeseéacercarmeybesarla—.Comomi hermano se irá a la universidad el año que viene,me da un poco de cosa
dejarlasola...Iréyvendrésinquesedécuentadequeyatengoalgopropio...Kammemiróconsorpresa.—Esgenialquehagaseso...,muchosnoloharían—afirmóyviensusojosun
brilloparecidoalorgullo.—Aunqueporunaparteestoysegurodequeirmedecasaaliviaríabastantela
tensión que hay ahoramismo entre Taylor y yo, y que sé que amimadre lepreocupa.Kam bajó la mirada y supe que captó mi tal vez no tan sutil giro de
conversaciónparahablardeloqueverdaderamenteeranecesariohablar.—Tuhermanonuncamevaaperdonaresto—dijoaúnsinmirarme.—¿Aquéterefierescon«esto»?Memiróalosojosantesdecontestar.—Aloquesientoporti...—Pues tendrá que aprender a vivir con ello, Kam. Yo vivo sabiendo que
tambiénloquieresaél...,vivosabiendoquetehabesado,quetehatocado...,quetehahechoelamor,joder.Volvióacerrarlosojosunmomentoyseabrazóasímisma.—¿Puedoconfesarteunacosa?—preguntóabriéndolosdenuevo.Asentíesperandoaquehablara.—Nuncalleguéasentirmedeltodoagusto.—Agusto¿conqué?—preguntéponiéndometensosinpoderevitarlo.—Con el sexo...—respondió y pude ver cómo susmejillas se teñían de un
adorablecolorrosado—.Sentíacomosi...comosi...—¿Comosiqué?—inquirí.Kammedevolviólamiradasabiendoperfectamentequeloquesaldríadeesa
bocapodríallegarainclinarlabalanzaenunsentidocontrarioaldeahora.Otalvezno...,nolosabía,peroqueríacreerqueyoteníaalgoquever.—Comosiestuviesehaciendoalgomalo...Mellevéunchascoconsurespuesta,másquenadaporqueesperaba...queyo
tuviesealgoquever.—¿Ahoramevasadecirquecreíasqueestabaspecandooalgoparecido?Esbozóunasonrisaquesoloduróuninstante.
—Sentíacomosi...,comositeestuvieseengañandoati.Contuveelaliento.—¡Losé!Esridículo—exclamótapándoselacara.Meacerquéytirédesusmanoshaciaabajo.—No lo es —respondí, sintiendo una repentina paz interior que no sentía
desde hacía muchísimo tiempo—. No puede serlo cuando yo he sentido lomismo...concadaunadelaschicasconlasquemeheacostado,Kam.Dejastehuella enmí, y lo hiciste cuando aún no era lo suficientementemaduro comoparaentenderquehabíaencontradoalamujerdemivida.—Pero,Thiago—dijonegandoconlacabeza—.Esoesunalocura...,esoes...—Esaesmi realidad—la interrumpí, todavía sujetándole lasmanoscon las
mías.Melasllevéaloslabiosybesésusnudillos—.¿Quieresquetambiénsealatuya?Los segundosquepasaronhastaque abrió laboca fueron los segundosmás
llenosdeincertidumbredemivida.
9
KAMI
Ahíestábamos losdos,comonuncahabíamospodidoestardesdequeélhabíaregresadoaCarsville:solos.Solosdeverdad.¿Cómoexplicarloquesentíaalestarcompartiendoalgodecotidianidadcon
Thiago Di Bianco? ¿Os lo podéis imaginar? Simplemente verlo cocinar meprovocaba contracciones en el útero, me aceleraba la respiración y hacía quesintiesequeelcorazónmeibaaestallar.Era tan guapo... Parecía tan grande, tan masculino, moviéndose por aquel
espaciotanpequeñoyalaveztanacogedor.Nopodíaevitarfijarmeentodoloquehacía,yencómolohacía.Misojosseguíansusgrandesmanosalládondeiban,yafuesesujetarelcoladordelapastaounacerveza...Todoélmeponíaacien,me despertaba de un letargo sexual en que no sabía queme encontrabahastanopasarmásdemediahoraconélasolas,yahoraibaymedecíaqueyoeralamujerdesuvida,quecomprendíaloquehabíasentidoalacostarmeconsuhermanoporqueélllevabasintiendolomismodesdesiempre.¿Mementía?Nopodíamentirmeenalgoasí,peromeparecíatanabsurdo,tanirrealqueél
desdetanpequeñosintieraesaconexiónconmigo.Pero¿porquémesorprendía
cuandoyohabíasentidoyseguíasintiendolomismo?Eracomounacuerdaquetirabademíhaciadondeélestuviese.¿Habéisescuchadohablardelaleyendadelhilorojo?¿Esaleyendaquedice
que nacemos predestinados a conocer a una persona en concreto, y que esapersonaeselamordenuestravida?Suenaabsurdo,losé,peroloquesentíaporélsuperabaconcrecescualquiercosaquehubiesepodidosentirconTaylor,conDanioconcualquierpersonaalaquehaquerido.Conélera...diferente.Noestabadiciendoqueesehilorojoexistiera,perotalvez...talveznosotros
debíamosestarjuntos...,¿no?—Lo curioso de todo esto es que justamente nada parece real...—comenté
viendocómosuslabiosbesabanmisnudillos.—No elegimos a quién queremos—me dijo élmirándome como cualquier
mujerdeberíasermiradaalgunavezensuvida.—Pero¿sídequiénnosenamoramos?—planteé.Sonrióymimundoempezóadarvueltasymásvueltas.—¿Estásenamoradademí?—mepreguntóentonceselmuycanalla.—Soloséquenosénada—contestésonriendo.—¿MecitasaSócrates?—¿Quieres que te cite a otra persona? —contesté automáticamente y sin
poderdejardesonreír.—¿Ysimejordejasdehablarparaquetepuedacomerlaboca?Nosmiramosytodopareciódetenerse.No fue un beso pasional ni nada muy elaborado. Thiago simplemente se
inclinóhaciamí,estirólamano,meacariciólamejillay,entrelazandosusdedosenmipelo,tiródemíhaciaélyposósuslabiossobrelosmíos.Al principio fue algo extraño, como si fuésemos ciegos y estuviésemos
abriendolosojosyviendoporprimeravez,fuecomosinuestrasmanoshubiesenestadocubiertasporguantesy,por fin,nos loshubiesenquitadoparadejarnossentir verdaderamente el tacto de la piel del otro sin barreras ni nada de pormedio.Enelfondomesentíaculpableysabíaqueesosguantes,esosobstáculos,por
muy metafóricos que fueran solo podían resumirse en una sola palabra, en
realidadenunnombreconcreto:«Taylor».Élhabía sidoquiennoshabíamantenido separados,ynome refierodeuna
maneramala,tampoconegabamiresponsabilidadenelasunto,porque,alfinyalcabo,yoloquería,yolohabíabuscadoyyohabíaaceptadotenerunarelaciónconél...,peroaligualquedecíalaleyenda...Medabalasensacióndequeelhilorojo que me unía a mi alma gemela no era muy largo, al menos no en esemomentoenconcreto.—Venaquí—susurrócontramislabioscogiéndomeconsusenormesbrazosy
sentándome a horcajadas sobre él.Al principio apenas había espacio, pero sinparar de besarme apartó la mesa con el pie para así dejarme lugar y poderbesarmecomoélqueríahacerlo.Sentir su lengua entrando en mi boca después de tanto tiempo fue incluso
revelador.Suaromameenvolvíaportodaspartesynosoloporqueexistieseeneseinstantedoscentímetrosdefinoaireentrelosdos,sinoporquetodoloquemerodeabaolíaaél, todoloquehabíaallíerasuyoytodoestabaimpregnadoconsuesencia.Sus grandes manos subieron por mi espalda y me acariciaron mientras yo
hacía lo mismo con su cara: mis manos no pudieron evitar acariciar su pielrasposaporlabarbaincipientenimispárpadosabrirseparapodermirarlo.Nuestrasbocassesepararonysolofueronnuestrosojosloquesedetuvieron
uninstanteparapoderdecirsemuchascosas,cosasquenohacíafaltaverbalizarenvozalta,cosasqueniélniyoentendíamosaún,peroqueadquiriríanmuchosentidoenesemomento,despuésdetantotiempo.Sindecirnada,melevantóymellevóhastasucama.Dejéquelohicieraporqueeneseinstanteesoeraloqueambosdeseábamos.Nosmerecíamosesemomentopara losdos,nosmerecíamosese instantede
intimidadenesaburbujatemporalenlaqueparecíamoshabernosencerradoyenlacualnadaninadiepodíaentrarparainterrumpirnos,porquenadiesabíadóndeestábamos...Cuandosentísupesadocuerposobreelmío,solopudepensarqueestabaen
casa.Pertenecíaaesemomentoyaeselugar...¡Quelesdieranalasconsecuencias,
alosremordimientos,atodoloqueestuvieseporllegar!Algoenmiinteriormegritóqueloabrazaraconfuerzaynolodejaraescapar,
algoenmiinteriormeinstóaaprovecharcadainstantequepudiésemosdedicarlea ese encuentro íntimo, donde nuestros cuerpos solo ansiaban el contacto delotrosinmuchomásquedecir.Sumanosecolópormicamisetaysusdedoscomenzaronatrazartodotipode
dibujosinconclusossobremipieldesnuda.Mereíynopudeevitarpreguntar:—¿Quéhaces?Thiagosonrióymicorazónvolvióasufriruncolapso.¿Quéteníaesechicoquesusimplesonrisaponíamimundopatasarriba?«Quecasinuncasonreía»,medijomivozinterior.Cuandotienespocodeunacosa,máslaansíasymáslavaloras...—Tengociertasdudas—dijomirándomefijamentecomosiquisieseencontrar
larespuestadesusdudasenmisojos.—¿Quétipodedudas?—Noquierocagarlacontigo...Noquieroirdeprisa,nohaynecesidaddehacer
esto ahora, podemos esperar, podemos ver cómo van las cosas, cómo teencuentrastúconrespectoaTaylor.—Letapélabocaconmimanoantesdequeelnombrede suhermano interrumpiera algoquedebíapasar,queansiabaquepasara—. Chist—le dije atrayéndolo hacia mí—, lo que sea que tengas quedecirme,dímeloconbesos.Yesohizo.Mebesóy,joder,quémaneradebesarme.Setomósutiempo,enesomerecordóacuandoéramospequeños,merecordó
aquesiemprequeconseguíamoschucherías,Tayloryyoéramoslosprimerosenacabárnoslastodasyélsiempreteníaunaenelbolsillo.«Hay que administrarlas bien», decía y, cuando se comía la chocolatina, el
chupa-chups o lo que fuera que tuviese en lamano lo hacía con calma,muylentamente,eincluso,aveces,conelpapel,volvíaaenvolverlagolosinaqueseestuvieracomiendoy laguardabaparamás tarde.«Asíseprolongaelplacer»,nosaseguraba.
Yesohizoexactamenteconmigo.Mevolvióloca.Su boca jugó con mi cuerpo a la vez que sus manos me desnudaban con
exasperantelentitud.Lasmíascorríanconganasdearrancarlelaropayveresecuerpoescultural,
besar ese cuerpo escultural, pero no me dejó: con una mano me sujetó lasmuñecasconfuerzamientrasqueconlaotraibaquitándomecapasalavezquesubocalamía,mordíaybesabahastaelrincónmásrecónditodemianatomía.Me revolví inquieta cuando vi hacia dónde dirigía su cabeza y, aunque una
partedemídeseabacontodassusfuerzasquesedetuvieraporvergüenza,laotraagradeció que fuese más fuerte que yo y que me retuviera muy firmementecontralacamaparahacerloquehizoacontinuación.Empezó despacio..., besándome lentamente alrededor y acerándose con una
lentituddesquicianteyplacenteraapartesiguales.Cuandosedetuvoporfinenel centrodemicuerpo, lamiendo...,mordisqueandoybesandoel centrodemiplacer,creíquemoriría,quemoriríaliteralmentedegusto.Mecomiócomosisetrataradeundeliciosomanjar.—Podría quedarme aquí toda la noche —dijo y su aliento haciéndome
cosquillasahí,casimellevadeungolpealorgasmo,perono...,nomedejó—.Aún no —susurró separándose de mí y anclándome firmemente contra elcolchón.Fuera, la nieve había pasado a convertirse en lluvia y el repiquetear de las
gotascontraeltechodelatóncreabaunambientedelomásrománticoenaquellacaravana,delacualdeseabanosalirjamás.—¿Aúnno?—preguntésindarcrédito.¿Estechicoeraconscientedeque loqueestabahaciendoconmicuerpoera
algo de otro universo? ¿Era consciente de que amí normalmenteme costaballegaryquedejarpasarunorgasmoeracasicomoescupirlealcielo?—Tecorreráscuandoyolodiga—ylocuriosodeesafrasefuequeporalguna
extraña razónme puso tan caliente que el siguiente roce de su lengua en miclítorisme hizo explotar como si de una bomba se tratara.Ni él ni yo nos loesperábamos y, cuando acabé de gritar, porque sí, fue el primer orgasmo en
dondenecesitégritarparadeverdadsentirlaliberacióntotalquealgoasípodíaproducirme,Thiagoparecióquererdejarsedetantavuelta,dejardejugarconelcarameloycentrarseporfinenloqueimportabadeverdad.—No puedo creer que te hayas corrido.—Madremía, lo dijo enfadado, sí,
estabamolesto,aunquenomolestoenplanmal...Noséexplicarlo,peroloquesíséexplicaresquenotardónimediosegundoenarrancarmetodaslasprendasycapasquellevabapuestas,yeranmuchas,creedme.—Eres como una cebolla —comentó cuando por fin me quitó la última
camisetainteriortérmica.Mereí,peromesilencióconunamanoenmiboca.—Necesito follarte,Kam—confesóentoncesmirándomedirectamente a los
ojos.Su frase consiguió que cualquier vestigio de broma desapareciese del
ambiente.—Ynecesitohacerlodurantehoras,nomevaleunavez,nidos...—Eres ambicioso —dije mientras mi mano buscaba su miembro y lo
encontrabaparaacontinuaciónapretarloconfuerza.Joder...,lateníatandura...Ahí fui yo la que pasó a tener elmando, aunque creo quemás bienme lo
cediódebuengradocuandocomprendiócuáles eranmis intenciones alvermebajarpocoapocohasta llegara tener sumiembroaescasosmilímetrosdemicaray,porconsiguiente,demiboca.Intentéhacerlomismoqueél...,jugar,lamer,besar,morder,peroaloscinco
segundosdehaceresoseincorporóymemiróconfiereza.—Métetelaenlaboca.Ynotardénimediosegundoenhacerlecaso.¿Porquéengañarme?Amíno
megustabajugarconlacomida.Lachupédurantetodoeltiempoquemedejóhacerlosinllegarélacorrerse.Si seguíamos así al final no llegaríamos a hacerlo, y yo necesitaba con
urgenciasentiresapartedesuanatomíadentrodemí.—No aguanto más —dijo estirando la mano y cogiendo algo de su
improvisadamesilladenoche.Loobservécondetenimientomientrasseponíael
preservativoy,cuandometumbéparaesperarquesecolocaraencima,hizoalgoquenomeesperaba.—Ponte a cuatro patas—me indicó, pero no esperó a que lo hiciera... Sus
manosmecolocaronenaquellaposturaenlaquenuncanadiemehabíacolocadoysupequetodoconélseríanuevoydiferente...porqueeramayor,porqueteníaexperiencia,porqueconseguíadespertarenmíalgoquenadiehabíaconseguidodespertarjamás,yeraquererdisfrutar,saberquepodíagozarydesearcontodasmisfuerzasprovocaresomismoenlaotrapersona.Cuando lo había hecho conDani, todo había sido un desastre, y luego con
Taylorfuebonitoyespecial,lentoyromántico,perotampocomedespertónadaquenopudierasimplementedefinircomosatisfactorio...Thiagomevolvió loca.Descubrióenmíaalguienqueni siquierasabíaque
existíay,joder,quéliberadorfue.No lo hicimos ni una ni dos, sino muchas más veces, algunas lentas,
susurrándonoscosasbonitasaloído,cosasprofundas,empalagosasy llenasdepurpurinaqueenotroinstantemeprovocaríanhastarisa,peronoenese...Fueelmomentodesoltarlaverdadydecirnostodoloquehabíamosguardadodurantemeses.Yotras fueron rápidas, guarrasy llenasde cosasprohibidas susurradastambiénaloído.Podríapasarmemuchaspáginasdescribiendocómohicimoselamor, pero me quedaría corta, así que mejor simplemente os lo dejo a laimaginación...
Noséenquémomentomedormí,soloséquecuandoabrílosojosalamañanasiguienteunaluzbrillanteyblancaentrabaporlasventanasapenascubiertasporlascortinasdecuadros.Estiré lamanoparaapagar laalarmadelmóvilysentícómoalguiengruñíabajomicuerpoysedesperezabahaciendoquenotaracadamovimiento muscular. Miré hacia abajo y sus ojos me recibieron con unasonrisa,lamejordelassonrisas,enrealidad.Nosécómo,perohabíaterminadodurmiéndomeencimadeél...desnuda.Sentícómoelcalordelbochornoseapoderabadetodomisery,cuandofuia
apartarme,susbrazoshicieronunaespeciede llavedekaratepara impedirque
movieraunsolomúsculo.—¿Adóndetecreesquevas?—mepreguntóenterrandosunarizenmicuello
yapretándomecontrasucuerpofebril,febrilydesnudo.No lecontestéymeacerquéabesar sucuello.¿Podíaseguirdisfrutandode
aquella maravillosa experiencia o la mañana traería consigo la realidad y losproblemas?Elmóvilsonóhaciéndomeverquemehabíanllegadovariosmensajesyuna
partedemísupoquealgunosseríandemimadre.—Tengoquevolveracasa—dijeintentandoalcanzarelteléfono,quealestar
prisioneraenlosbrazosdeThiago,sehabíaquedadofuerademialcance.—Esta es tu casa—medijo haciéndomegirar y colocándose encimademí
conmiespaldacontraelcolchón.—Bueno, llamar a esto «casa» es ser un poco ambicioso, ¿no crees?—lo
piquéymeencantósumaneradeencogersedehombros.Ledaba igual...porqueThiagoeraasí, se la sudaban lasapariencias, loque
pudieseopinarlagenteoloquepensasenlosdemás.—Túhacesqueestoparezcaunoasis—medijobesandolapuntademinariz.Sonreí.—Sabesqueestababromeando,meencantaesto—afirmélevantandolamano
yacariciándoleelpelocomohabíadeseadohacerenmilesdeocasiones.—¿Quién lo diría?—dijo en voz alta y me dio la impresión de que se lo
preguntabamásasímismoqueamí.—¿Porquélodices?—Bueno...,estocomparadocontucasa...Lomiréconcondescendencia.—Hablóelquesecrioenunachabola.Serio.—Sabesquetucasaeslamásgrandedelbarrio,lasdemássoloprocuranno
desentonar.—Y lo hacen bastante bien —afirmé a sabiendas que, por mucho que se
quisiera hacer el moderno, él también se había criado en un ambienteprivilegiado y con ciertos lujos—. ¿No te da miedo estar aquí solo? —le
pregunté consciente de que yo no duraría durmiendo ahí sola enmedio de lanadanimediosegundodereloj.—¿Miedoaque?—replicó—.¿Aloslobos?—¿Aquíhaylobos?—dijemirandohacialaventanaconlaintencióndesalir
corriendo.—Estamos al lado del bosque, las posibilidades de que un lobo se presente
aquíexisten,pero sonmuy remotas.Además, tengounaescopetadebajode lacama...porsilasmoscas.Lomirésorprendida.—¿Tienesunaescopeta?—preguntésindarcrédito—.¿Nohayqueteneruna
licenciaparaesooalgoasí?—En Virginia no hace falta, solo hay que ser mayor de edad y no tener
antecedentespenales.—Túlostienes,¿no?—Me dijeron que si hacía un cursillo del control de la ira borrarían mis
antecedentes, ymenosmal, porque encontrar trabajo con antecedentes en estepaísesalgoprácticamenteimposible,almenosuntrabajodecente.Subocamordisqueómiorejamientrasmeexplicabalodelasarmas.—¿Deverdadcreesqueunanimalsalvajepuedeveniraquíamolestarte...?Memiróalosojosantesdecontestar.—Solohayunanimalquemepreocupay¿sabescuáles?Neguéconlacabeza.—El ser humano —declaró incorporándose y dejándome repentinamente
desnudaydesamparada.Saliódelacamaysepusolospantalonesdechándal.—¿Usaríaslaescopetacontraunapersonadecarneyhueso?—Usaría la escopeta si alguien intentara entrar en mi casa a robarme o
hacermedaño.Tengoque tenercuidado.Como túbienhasdicho,estoestáenmediodelanada,sinomeprotejoyo,noloharánadie;lapolicíapasadeveniraquí,estoestáfueradesujurisdicción.—Meestánentrandoganasdesalircorriendo,losabes,¿no?Thiago sonrió de lado y sacó una sartén del pequeñomueblecito que había
debajodelfregadero.—Si estás conmigo no te pasará nada malo, puedes estar segura de eso.
¿Tortitas?—preguntóacontinuacióncomosinada.Asentí mientras empezaba a buscar mi ropa interior entre el amasijo de
sábanas. Encontré mis bragas y mi sujetador, y no tardé ni medio minuto enponérmelosparanoparecerunaneandertalenmediodelaselva.Encuantomelospuse,algodetelaaterrizóenmicabezaycuandolocogívi
queerasucamiseta.—Póntela—meordenódemaneracariñosa,yyo,cualfanidiota,melapasé
porlacabezaysentícomosiloqueacabasedehacerfueselomásemocionantedel universo. ¿Tan colada estaba por ese chico?—. Te queda bien—observóThiagomirándomeconojosdequerercomermeabesos.—A ti te queda bien no llevarla—le dije admirando sus abdominales y su
cuerpofuerteyesbelto.—¿Sí?—mecontestócomoquiennoquiere la cosamientras sacaba lo que
necesitabayseponíaahacerlamasaparahacerlastortitas.—Te ayudo —me ofrecí colocándome a su lado y supervisando si los
ingredientesqueusabaeranloscorrectos...Nopodíaevitarlo,lacocinayyonosllevábamosbienyavecessemehacíadifícilcederelcontrol.Cocinamoslosdosenunsilenciocómodo,ymientraspasabanlosminutosno
pudeevitarrecordarunatardeenlaqueTayloryyonospusimosahacertortitasensucasa.Élnoteníaniideayloúnicoquehizofuemolestarmeydesordenarlotodo. Empezó incluso una pelea de harina y masa que terminó con los dostiradosenelsueloytodohechoundesastre.Sumadrecasinosmatacuandoviocómo dejamos la cocina y ahí me di cuenta de lo diferentes que eran loshermanos.MientrasobservabalometiculosoyperfeccionistaqueeraThiago,nopodíaevitaranhelarunpocoesachispaqueTaylorllevabaatodaspartesyquecontagiabaaquien fueraque lo rodeara.Pero teníaqueentenderquenopodíatenerlos a los dos, que no podía meter a Taylor y a Thiago en un vaso,mezclarlos y tener al chico ideal para mí, eso no existía y cuanto antes mehicieraalaideadequehabíaperdidoaTaylorparasiempre,mejor.Thiagopusolamesamientrasyopreparabaunoscafés.Despuésnossentamos
juntosadesayunar.—¿Cómoquiereshacerlohoyenelinstituto?—meplanteóalrato.—¿Hacerqué?—repliquélimpiándomelabocaconunaservilletadepapel.—Tengo que llevarte y no es buena idea que lleguemos juntos... Creo que
debemos esperar un poco de tiempo para que todo se asiente y mi hermanopuedahacersealaideade...—¿Lonuestro?—pregunté.Thiagoestirólamanoymepellizcóellóbulodelaorejaconcariño.—Sabesqueporahoranopuedesaberlonadie,¿verdad?—mepreguntó.Asentí.Sabíaqueenelinstitutonoloveríannadabien;dehecho,eramuyprobable
quenosexpulsaranalosdossialguienseenteraba.—Nosveremosaquícuandopodamos,¿vale?—medijoconunasonrisatan
cariñosaquesemefuerontodaslasdudasquetenía.No pudimos alargarmás nuestra pequeña escapada y, a pesar de saber que
debíairaclase,deseécontodasmisfuerzasquedarmeallíescondida.Hoy aún sigo preguntándome qué hubiera pasado o cómo se hubiesen
desencadenado las cosas si él y yo hubiésemos decidido faltar a clase yquedarnosallí.Las cosas pasan por algo, estoy segura, y las vueltas que da la vida la
conviertenenunamontañarusadelaquenosabescuándovasapoderbajar.Dehecho,¿algunaveznosbajamos?Lorecogimostodorápidamente,nosduchamosjuntosenladuchadiminutade
la caravana, y compartimos besos robados y caricias que nos calentaron pordentro,peronopudimosrecrearnostodoloquequeríamos.Teníamosqueirnos.Fueraestabatodonevadoycostóunpocosalirconlamoto.AlasochoymediaThiagoestabadejándomeenmicasay,almirarhaciala
suya,solopuderezarparaqueTaylornonosvierallegarjuntos.—Dameunbeso—mepidiócolocando lamanoenminucay atrayéndome
haciaél.Nosbesamosynosdijimoscosasbonitas.Si hubiese sabido lo que nos esperaba aquel día, me hubiese detenido en
10
TAYLOR
Los vi llegar. Los vi llegar y no fui tan tonto como para dejar queme vieranespiándolos.Joder,cómodolía...Cómodolíayquéenfadadoestaba.Peroeramejorlarabia
queeldolor,preferíasentiresomilvecesantesquedejarqueesedolorprofundoyterriblemerompierapordentro.LatraicióndeKamieraalgoquenuncajamáspodríaperdonar,perolademi
hermano...Nuestrarelación,paramí,habíaacabadoparasiempre.Noteníanilamenorideadedóndevenían,sisehabíanidoaunhoteloaun
parque,perounacosaestabaclara:habíanpasadolanochejuntos.Nopodíaevitarpreguntarme:¿porquéél?¿NoveíaKamicómoéramos los
dos cuando estábamos juntos? ¿No sentía esa misma conexión que yo sentíacuandoestabaasulado?Me fijé enqueentrabaa sucasacon rapidezyque segiraba justoantesde
cruzarlapuertaparapodersonreírleunavezmás.Aél...Joderlesonreíaaél.Mealejédelaventanayterminédevestirme.Iralinstitutoeraloúltimoque
meapetecía,yhastameplanteéquedarmeencasayfingirestarenfermoparanotener que enfrentarme a aquella situación tan incómoda y dolorosa, pero ya
habíanempezadolosexámenesyjustoesedíateníaeldematemáticas,cuyanotadebía clavar si quería compensar todas mis faltas para poder entrar en launiversidad.EstabapasándomelasudaderadelosKnicksporlacabeza,cuandomimóvil
vibróllamandomiatención.Había ignorado todas las llamadasdeKami,perocuandodejóde llamarme,
deseéquelohicieraparapodercogerleelteléfonoyescuchardesubocaquesearrepentía, pero nada de eso ocurrió. Las llamadas y losmensajes dejaron dellegar,yyomequedémirandoeltechointentandohacermealaideadequeminoviaestabaenamoradademihermano.Poresocuandovisunúmeroenlapantallaesamañana,mesorprendíyvolví
adudar.Noqueríanipodíahablarconellaymenosdespuésdevercómollegabaenla
motodemihermano.Elmensajequemeenvióentoncesdecíalosiguiente:
Séquesoylaúltimapersonaalaquequieresverenestemomento,pero,porfavor,porfavor,perdónameynoodiesaThiago.Tequieroyesperoquecuandoestéspreparadomedejeshablarcontigoyexplicártelo
¿Explicarmeelqué?¿Quemehabíaengañadodurantetodoestetiempo?Nohabíanadaqueexplicar...Ylodequenoodiaraamihermano...Ellanoeranadieparapedirmealgoasí.¿Cómoseatrevíaainmiscuirseeneso?Joder,quécabreadoestaba.Cogí las llavesdelcocheybajé lasescalerasparasubirmeaélydesayunar
porelcamino,puesloúltimoquequeríaeracruzarmeconThiago,peroalbajaralacocinanosolomeencontréconél,sinoquetambiénestabamimadre,quenadamásvermeaparecerporallísupoquealgonoibabien.MimiradaseclavóenladeThiagoyelambientesetensóhastaelpuntode
quesepodíacortarconuncuchillo.—Desayunaréfuera—comentésimplementeconlaintencióndesalirdeallí.—¿Porqué?¿Quéhapasadoahora?—preguntómimadremirándonosaunoy
aotroalternativamente.
—Taylor, tenemos que hablar—dijo entoncesThiago consiguiendo quemedetuvieracuandoyamedirigíaalapuerta.Megiré.—¿Dequé?¿Decómotehasfolladoaminovia?—preguntéyapesardeque
mimadre abrió los ojos sorprendida y soltó una exclamación amonestándomeporhablardeesamaneraanteella,nofueesoloqueconsiguióquemequedaraacuadros,sinoverlaverdadenlosojosdeThiago.Sehabíanacostado.Nomehacíafaltaningunapruebaniquemeloadmitieraenvozalta,solome
bastóversumiradaparasaberqueeracierto,quelohabíahecho.—¡Serás hijo deputa...!—le espetémirándolo comonunca enmivida creí
quemiraríaamihermano.Me sentí tan traicionado, tanto, que en esemomento lo odié con todasmis
fuerzas.—¡Taylor!—megritómimadrecabreadísimaytensaalmismotiempo.—Nopuedeshablarasídelantedemamá—merecriminóThiagoponiéndose
enpie—.Pídeledisculpas.Soltéunacarcajada.—¿Tecreesconelderechodedecirmecómotengoquehablaryloquepuedo
decirdespuésdeloquehashecho?—Loquetengasquedecirmemelodicesenprivadoynodelantedeella.Miréamimadre.—Losiento,mamá—medisculpésinsentirloniunpoco.Mispuñosestaban
tanapretadosamiscostadosquemeestabahaciendodañoenlaspalmasconlasuñas—. Siento mucho que hayas criado a un hijo que es un mentiroso, unmanipuladoryunauténticonarcisista.—¿Qué has hecho, Thiago?—preguntó mi madre mirándolo directamente,
aunqueélnoapartólosojosdemíenningúnmomento.—¿Deverdadpiensasesodemí?—Sí—afirmédemaneratajante—.Lopiensoporqueloeres,creesquetodoy
todosgiramosatualrededor.Kamieraminovia...¡Noteníasningúnderechoaentrometerte!
—Mira, Taylor, te voy a dejar clara una cosa —dijo acercándose a mí ymanteniendolacomposturacomosiemprehacíaenocasionesasí,cosaqueamíconseguíasacarmedemiscasillas—.SientomucholoquehapasadoconKam,nuncafuemiintenciónquelascosasllegaranhastaestepunto,intentéapartarme,perodenadasirvió...Nocontrolamosaquienamamos,joder.¡Llevocoladoporelladesdequetengodiezaños!—Eramía—afirméapretandolosdientesyaloírmesucarasetrasformó.Sus
manosvolaronymesujetaronconfuerzadelacamiseta.—Ellanoesdenadie—medijo.Yoloapartédeunfuerteempujón.—Novuelvasaponermelasmanosencima.—¿Oquéharás?—mepreguntó.—¡Basta! —intervino entonces mi madre, interrumpiéndonos—. ¡Sois
hermanos!Nopodéisdejarqueunachicaseinterpongaentrevosotros,lafamiliaesmásimportanteque...—Oh, por favor...—la corté—.Nome vengas ahora con ese cuento chino
sobrelafamilia.—Mamá tiene razón —dijo Thiago respirando con profundidad—. No he
hechotodoslossacrificiosquehehechoparaqueahoraterminemosasí—dijopasándoselasmanosporlacara.—Siemprehablasdesacrificiosysacrificios...,pero¡noereselúnicoquetuvo
quehacerlos!—Todoloquehehecholohiceparaqueatiyamamánoosfaltaradenada
—expuso mirándome dolido, pero mi cabeza solo interpretaba hostilidad,mentirasymásmentiras:estabaciegoporlarabiaynoqueríavernadadeloquesabíaqueeraverdad—.Todoloquehicetehapermitidoatipoderoptaraunabuena universidad, poder ser el capitán de un equipo que pasará a las finales,poderconseguirunabecadecente...—Que yo sepa, he tenido que deslomarme estudiando y entrenando para
logrartodasesascosas.Túnohasconseguidoesopormí,lohehechoyosolito.—Sinofueraportodoloquemamáyyohemoshecho,nisiquierahubieses
podidoseguirestudiando...—¿Vasaecharmeesoencara?—contrataquéponiéndomemásymásfurioso
—.¡Fuistetúquiennoquisorecibirniuncéntimodepapá!¡Fuistetúquiendijoquenolonecesitábamos!—¿Queríaseldineromanchadodeunasesino?—¡Thiago!—exclamómimadrecasialavezqueyo.—¡Noesunasesino!—legrité—.Esuncabróninfielygilipollas,pero¡élno
lamató,joder!¡Fueunaccidente!Mihermanosetransformóaloírmedeciresoytampocofuedeextrañar.Ese
tema en mi casa era tabú. De eso no se hablaba, solo me había bastadomencionaramihermanaunsegundoparaquemimadresellevaralasmanosalacarayseecharaallorar.—Suserroresfueronlosquelamataron,porlotanto,sí,esunputoasesino,
unasesinoquemearruinólavidaymequitótodaslasoportunidadesdelasquetúdisfrutasahora.—¡Túnoereselúnicoqueperdióaunpadreyaunahermana,Thiago!Hablas
demisoportunidades,¡yoheluchadoparatenerlas!¡Túelegisteelcaminofácilymiracómotehaido!—¡¿Elcaminofácil?!—¡Me tienes tanta envidia que ni siquiera has dudado en arrebatarme a la
chicaquequiero!¡Vivetuputavidaydejaenpazalosdemás!Mihermanosecallóentoncesysehizoelsilencio.Memiró durante lo que pudieron ser horas o segundos, despuésmiró ami
madre que, calladamente, lloraba sentada en una silla, destrozada al ver a sushijosdiscutircomojamáslohabíanhecho.¿Quénoshabíapasado?—Nuncafuemiintenciónrobartenada,Taylor—declaróThiagoenvozmuy
baja.Derepenteparecíacansadoymuchomásmayordeloqueenrealidadera,yunapartepequeñademí,muyenterradaenelfondodemicorazón,sesintióculpable—.Sideverdadpiensastodoeso,seráporquenohehecholascosastanbiencomocreía...Simepidesquenolavuelvaaver,loharé.Eresmihermanoytequiero...Yaperdíaunahermana,novoyaperderteatitambién.Peroyo...laquiero... Estoy enamorado de ella —confesó ahora levantando la mirada yfijándola en la mía para que leyera la sinceridad en sus ojos antes de
preguntarme—:¿Deverdadquieresquemealejedeella?Tardémenosdeunsegundoenresponder.—Sí—contestésindudarloniunmomento—.Quieroquetealejesdeella...y
demí.Parasiempre.
11
KAMI
Mimadrenos llevóamihermanoyamíal instituto.Desdetodoloquehabíapasado con elMomo, con Juliany con sus compañeros de clase,Cameronnoparecíaserelmismo.Sí,eramihermanitopequeño,elmismoquecorríaporlacasadisfrazadodeoruga,dearañaodealgúnbichoraromientrassujetabaasuiguanaJuanaenunamanoyunapistola láseren laotra,peroalgoenélhabíacambiado: se había vueltomuchomás asustadizo, muchomás dependiente, ymuchísimomásinsegurodesdequelehabíanhechobullying.Los niños podían sermuy crueles y no sería hasta esemomento cuando yo
comprenderíadeverdadlasconsecuenciastancatastróficasquepodíasuponereltrataraalguiencomosifuesebasura.—¿TerecojoalasalidaotepasaabuscarTaylor?—mepreguntómimadre
enlapuertadelinstitutoalavezqueleabrochabaelabrigoamihermanoylecolocabaelgorrodelanaenlacabeza.—Taylormedijoqueestefindemellevaríaaloscars—comentómihermano
mirándomedesdeabajo,conlailusiónllenandosusojosazules.Quemimadreaceptasemirelaciónconelhijodelamujercuyomatrimonio
había destrozadoya era un logro infinito, peroque ademáspermitiese que, devezencuando,nosllevásemosporahíconnosotroseralapruebamásfehaciente
dequemimadrehabíacambiado.¿CómoesexplicabayoahoraquehabíarotoconTayloryquelomásseguro
eraquedentrodeuntiempoempezaseasalirconThiago?Niyoeracapazdeafrontaraúnesarealidadenmicabeza;sabíaquequedaba
un largo camino por recorrer hasta que ambas familias aceptaran almenos laideadequeThiagoyyonosqueríamos.Quéilusafuialcreerquealgoasípodríallegaraocurrir.—Recógemetú—lepedísincruzarlamiradaconella.Noqueríaquesospechasenada,noqueríaqueseentrometiera,niempezasea
hacermepreguntas.—Os veo luego, portaos bien —se despidió besando a mi hermano y
lanzándomeamíunamiradainterrogativa.CogíaCamerondelamanoyempecéacaminarhaciaalinstituto.—Oye, Kami—me dijo el enano rascándose la frente y casi quitándose el
gorro.Selovolvíacolocarbiensobrelacabeza—.¿EsciertoqueelMomoeratuamigodisfrazado?Lomiréunsegundopreguntándomeaquésedebíaahoraesapregunta.Había
hablado largo y tendido con él para explicarle que elMomo no existía y quenadieleharíadaño.—Yanoesmiamigo,Cameron—lecontestémirando inevitablementeami
alrededor...VeraTayloroaThiagometeníaconlosnerviosaflordepiel.Temíaver al primero porque no sabía qué me diría o cómo reaccionaría al vermedespuésdeloocurridoeldíaanterior,yalsegundo,porquememoríadeganasdeenterrarmeentresusbrazosysentirsufraganciainvadiendomissentidosunavezmás.Nohabíapodidodejardepensarenél,derememorarloquehabíamosestado
haciendo aquella noche. Sus manos, su boca, su cuerpo unido al mío de lamaneramáspasional,reconfortanteyplacenteraquehabíapodidosentirjamás...¿Quéharíaalverme?Sabíaqueteníamosqueguardarlonuestroensecreto,almenosporuntiempo,
peroloquenoesperabaeraquepasarapormiladosintansiquieradirigirmeunasimplemirada.
Cuandoalcabodeuninstantepasópormiladoymisojosseclavaronensunuca,penséqueeratodopartedelplan.Penséqueerasumanerademantenerlonuestroensecreto,asalvodelasopinionesydelpeligroquepodríasuponerquelosdemásprofesores,alumnosoelmismodirectorsupieran loquehabíaentrelosdos.En cambio, cuando fue Taylor quien pasó por mi lado, fue totalmente
diferente.Nomerehuyólamirada,nomeesquivóparaquenuestrasmiradasnosecruzaran.Contratodopronóstico,separóparasaludaramihermanito.—¿Qué pasa, campeón? —le dijo a Cam, que lo miró ilusionadísimo—.
¿Preparadoparanuestraexcursióndemañana?Misojosbuscaronsumiradayvique,apesardefingirquenadapasaba,el
dolorestabaahí,comiéndolopordentro.¿Porquéhacíacomosinada?—Oye,Taylor—hablé,pero laexclamacióndefelicidaddemihermanome
interrumpió.—¡¡¡Sííí!!!—gritóentusiasmado.—Nos vemos luego, enano —se despidió sacudiéndole el gorro y, justo
cuandocreíaquesemarcharíasindecirmenada,sedetuvodelantedemí—.¿Tetomasuncaféconmigoalahoradelalmuerzo?—mepreguntó.—Claro—contesté,unpocoaturdida,ymáscuandoseinclinóhaciadelantey
mebesódulcementeenlamejilla.¿Quédemoniosestabapasando?—Vamos,Cam—dijeempujandosuavementeamihermanoparaentrar.Como todas lasmañanas tuve que dejarmi teléfonomóvil en una bolsa de
plásticoyentregárselaenlaentradaaljefedeestudios.Despuésdeloocurridocon Julian, se tomaban lasmedidasantibullyingmuy en serio, y los teléfonosmóvilesquedabancompletamenterequisadosenhorario lectivoydentrode lasinstalacionesdelcentroescolar.Acompañé a mi hermano hasta la puerta de su aula, donde se quedaría
esperandounahoramásomenosaquecomenzaransusclases.—Nos vemos luego, ¿vale, enano? —le dije besándolo en la mejilla y
girándomeparallegaramiprimeraclase.—¡Oye,Kami!—megritócuandoyacasihabíaalcanzadoelfinaldelpasillo.Megiréparamirarlo.—¿Ysinosvamosacasa?—mepropusoyautomáticamenteunasonrisase
dibujóenmicara.—¿Quiereshacerpellas?—repliqué.Camnomedevolviólasonrisa.—Noquieroestaraquí—afirmóyaloírlotuvequeacercarmeaél.—¿Porqué?—lepreguntéarrodillándomeasulado—.Antesteencantabael
colegio.Camseencogiódehombrosyfijósumiradaenlamía.—Prefieroestarencasa...contigoyconmamá—confesócolocándosebiensu
mochila, que casi era más grande que él—. Podríamos llamar a papá...,preguntarlecómoestá...Ahímedicuentadelapocaatenciónquelehabíaprestadoamihermano,del
pococontactoquehabíamostenidolasúltimassemanasconnuestropadreylomalquedebíadeestarpasándolodespuésdelasmalditasmentirasdeJulianysuperversa tendenciaahacersepasarpor seresescalofriantesqueasustabana losniños.—Estatarde,despuésdeclaselollamaremos.¿Teparece?Mihermanoterminóporasentir.—Nos vemos luego—le dije abrazándolo, y luegome dirigí a la parte del
centropertenecientealinstituto.Cuandolleguéalastaquillas,Elliemeesperabaapoyadaenlamía.Lamiréduranteunossegundossinsabermuybienquédecirle.—Losientomuchísimo—sedisculpóyviensusemblantequedeverdadlo
sentía.Una parte de mí seguía muy molesta con ella, se había inmiscuido en mi
relación y había conseguido que Taylor rompiera conmigo haciéndolemuchísimodañoenelproceso,perolaotrapartesabíaqueenrealidadtodoesohabíasidoculpamía.Nopodíaculparlaaellaporalgoquemehabíabuscadoyosolita;alfinyalcabo,habíasidoyoquienhabíaengañadoaTaylor,habíasido
yoquienlehabíaestadomintiendoymiafánpornohacerledañoymiegoísmopornoperderlenoshabíanllevadoatodosaesasituación.—Estábien,Ellie—lecontestéacercándomeaella—.Ahoramismo,contodo
loquetengoencima,loúltimoquenecesitoesperderamimejoramigaporunchico—añadíabriendomitaquilla,cogiendomislibrosparalaclasedefísicaycerrándolaotravez.Elliesonrióyviquesusojossehumedecían.—Oye,tranquila—ledijesorprendiéndomedeverlaasí.—Es que la he liado tanto, Kami... —comentó limpiándose una pequeña
lágrima—.Noséquémepasó...Esqueséquetúnoeresasí,yverquemimejoramigalehacíaesoa...—Alchicoquetegusta—terminéporella.Elliememiróabriendomucholosojosynegandoconlacabeza.—Yo...—Nopasanada,deverdad—la tranquilicéy justoenese instantepudever
conelrabillodelojocómoTaylorseacercabaasutaquillaalfinaldelpasillo.Noestaba solo;me sorprendióver que eraKatequien en ese instantehablabaconél.Elliesiguiómimiradaytambiénpusocaradesorpresa.—¿Quésetraeráentremanos?—Niidea—contestéobservandocómoTaylornegabaconlacabezaymiraba
alaquehabíasidomuyamigamíaconcaradenoentenderabsolutamentenada.Cuandosesepararon,Taylortuvoquepasarpornuestroladoinevitablemente
parairseasuclasedeliteratura,clasequecompartíaconEllie,yapesardetodoloquehabíapasado,apesardeloquehabíavividolanocheanteriorconThiago,sentíunpinchacitodeceloscuando,alpasarpornuestrolado,llamóamiamigaconunasonrisa.—¿Tevienes,Webber?—lepreguntódeaquellamaneraqueconseguíaquea
lastíasnostemblasenlasrodillas.AEllieseleiluminaronunpocolosojos,peromemiróamíantesdetomar
ningunadecisión.—Nosvemosluego—lesdijealosdos.
¿OesqueTaylorsehabíaolvidadodequemehabíadichoquequeríahablarconmigoalahoradelalmuerzo?—Suerteen tuexamende física—medeseóTaylor, con loqueamí seme
aceleróelpulsocasiprovocándomeuninfarto.—¿Cómo has dicho?—le pregunté sintiendo quemi boca seme secaba de
repente.—Tu examen —respondió mirándome un segundo preocupado—. Me ha
dichoKatequeahoratenéiselfinaldefísica,¿no?—¡Mierda!—soltéenvozaltamirandodeunladoaotro.—¿Setehabíaolvidado?—mepreguntóElliesindarcrédito.¡Joder!—Yyoquecreíaque tehabíaspasado toda lanocheestudiando—comentó
Taylormirándomealosojos.¿Eraesounapullita?¿Lodecíaporquesabíaquehabíapasadolanochecon
Thiago?¿LehabíadichoThiagoalgoalrespecto?¿Yporquéahoraderepenteseleveíaotravezdistante,secoymalhumorado?
¿Porquéhacía soloun rato semehabía acercadocomosiempreparadecirmequequeríahablarconmigo?—Joder, voy a suspender... Mierda, mierda, mierda —exclamé para mí
intentandoolvidarmedetodolodemás,deThiago,deTaylor,demihermano,demimejoramiga...¡Joder,teníaunputoexamen!—Tienesdiezminutospararepasarantesdequeempieceelexamen—intentó
animarmeEllie,sinéxito.—Nosvemosluego—dijealejándomecasialacarreraendirecciónalaclase
defísicaconlaintenciónde,almenos,repasarmelasfórmulas...Mierda, lasputas fórmulas, sinome las sabía,¿cómodemonios ibaahacer
losproblemas?Me senté en mi pupitre, y comencé a repasar aquellas letras y números
colocadosdemaneraestratégica,loscualeseneseinstanteseconvirtieronenlomásimportantedemivida.«Memorízalas,memorízalas»,medecíamicerebro,comosimefueselavidaenello.Daría loque fuerapor regresar justo a esemomento.Ese instante endonde
mis preocupaciones eran las de cualquier adolescente: exámenes, peleas conamigas,exnovios,amoresnuevos,padresseparados...Es increíble cómo magnificamos los problemas hasta dejar que gobiernen
nuestrasvidas.Esmuytípicooírdeciraalguienquienteescuchaesode«Noteagobies por eso, piensa que hay gente que no tiene para comer», y es cierto,joder.Lasdesgracias afectan amiles depersonasynoshablande ellas en lostelediarios, en los periódicos... Sabemos de ellas cada día. Aun así, somosincapacesdeverycompararparaserconscientesdelasuertequetenemos.Nosomoscapacesdeverlohastaquenospasaanosotrosmismos,hastaque
es a nosotros a quienes esas desgracias acuden para robárnoslo absolutamentetodoygolpearnoscon la fuerzade la realidad, lapurayúnicarealidaddequesomos un mísero grano de arena en una playa infinita, un mísero grano quesobrevivealasdesgraciasporquesimplementetienesuerte,porque,sideverdadnos detenemos a analizar nuestras flaquezas, hace tiempo que ya deberíamosestarextinguidosenununiversoqueesunaamenazaconstanteypeligrosa...Daría lo que fuera por volver atrás.Hubiese hecho las cosas de formamuy
diferente.Pero¿dequésirvemirarhaciaatráscuandolavidatetira,teempuja,tegolpea
ytearrastrahaciadelante?
12
KAMI
Nadiehubieseimaginadoqueesoocurriría.Simedejasenecharlavistaatrás,alomejor hubiese podido ver las señales, las pistas que de algunamaneramehabía ido autoconvenciendo de no saber interpretar. No quería verlo... ¿Pormiedo?No lo sabía, pero sí sé que sentí algo extraño aquella mañana al entrar al
instituto.Nome preguntéis exactamente qué fue, pero podía olerse algo en elaire...Podéis llamarlo intuición,premonición..., no lo sé, pero cuandoocurrió,mimentesintióalivio,nounalivioreal,claro,perosí lasensacióndehabersequitado un peso de encima, de haber comprendido por fin ese extrañopresentimientoquedesdehacíasemanasrecorríamicuerpoymispensamientos,alertándomedequealgo iba aocurrir, dequealgo se estabagestandoenesospasillos abarrotados de adolescentes, en esas clases donde las mentesfuncionaban para alcanzar lo que la sociedad nos imponía desde que éramoscapaces de hablar: «Estudia, aprueba los exámenes, entra en una buenauniversidad,pideunabeca, estudia, endéudatehasta las cejas, estudia, trabaja,paga los préstamos, trabaja, cómprate una casa, un piso, o vive de alquiler,búscate a alguien que te soporte y que te quiera, ten hijos, ahorra para tusestudios,trabaja...».
Yasíhastaelinfinito.Levanté la cabeza del examen final de física, igual que hicieron todosmis
compañeros,yunescalofríomerecorriódelacabezaalospies.Inmediatamente después del primer estruendo, vino el segundo y luego un
tercero.Sehizoelsilencioduranteunossegundosinfinitosyactoseguidooímoslos
gritos.ElprofesorDibetsepusolentamentedepieyyotuveelimpulsodehacerlo
mismo.De levantarmeycorrer,peroningúnmúsculodemicuerpo reaccionó,asícomotampocolohicieronlosdemiscompañeros.—Quealguienllameal911—dijoconparsimoniaacercándosealapuertade
laclase.Todospermanecimosinmóviles.—¿A qué estáis esperando? —nos apremió y por fin a mi alrededor los
alumnosempezaronamoverse.Abrílabocaconvoztemblorosaycontesté:—Nadietienelosteléfonos,profesor...La mirada del profesor Dibet se clavó en la mía y vi el miedo cruzar sus
facciones.Solté un grito cuando se oyó el estruendo del siguiente disparo, esta vez
muchomáscerca.—¡Todosdebajodelospupitres!—ordenóelprofesor—.¡Ahora!Obedecimos sin rechistar, aunque los llantos no tardaron en hacer acto de
presencia.Miréhaciamiizquierda.Kate parecía totalmente aterrorizada, su cuerpo temblaba y se abrazaba a sí
mismaconfuerza.Mehubiesegustadopoderdecirlealgo,poderacercarmey rodearlaconmis
brazos,sentirelcariñodequienfuemiamigadesdelainfancia...Aunqueyanonoshablábamos,todoloquehabíapasadoentrenosotrasnoteníaimportanciaenesemomento.Cuandoescuchéelsusurroquesalíadesuslabios,nofuicapazdeencontrarle
unaexplicaciónlógica:—Estoesculpamía,esculpamía.Cerrélosojosconfuerzacuandoelsiguientedisparollegóaoídosdetodos.
Metapéautomáticamentelasorejasconlasmanosyempecéarezarensilencio.Thiago.Taylor.Oh,Diosmío...Cameron...Asídioiniciolapesadilla...
Elruidodelaalarmadeincendiosresonóportodoelinstitutoyahogóeldelosdisparos,dejándolomomentáneamenteensegundoplano.«¡Todos los alumnos diríjanse a las aulas de aislamiento!», «¡Todos los
alumnosdiríjansea lasaulasdeaislamiento!»,empezóadecirunavozpor losaltavoces.Eratodouncaos,elruidodelasalarmas,eldelavozartificial,elruidodelos
disparos... ¿Cuántas veces habían disparado ya? ¿Cuántas vidas se habíancobradoentanpocotiempo?¿Erareal?—Poneos todos de pie—ordenó el profesorDibet—. Saldremos de uno en
uno lo más rápido posible. A unos pocos metros de aquí hay un aula deaislamiento,allípodremosencerrarnosyesperaraquevengalapolicía.¡Vamos!Todosnosdirigimosalapuertadeclaseconprisasy,cuandolaabrimos,lode
fueraeraunacompletalocura.Lagentecorríadespavorida,seempujabanunosaotrosparaalcanzarlasalida
máscercana,nadiehacíacasoalosaltavocesquenosindicabanquefuésemosalasaulasdeaislamiento,yesomismopasóconmigrupo.Encuantoseabriólapuertatodosempezaronacorrer.Me vi empujada por los alumnos que había amis espaldas y caí de bruces
contraelsuelo.—¡Kami!—oíqueKategritabajustocuandounpiegolpeabamipómulocon
fuerza.
Poruninstantecerrélosojosaturdidaporelintensodolor.Alagentenoleimportabaqueyoestuvieseenelsuelo,pasabanacentímetros
demicuerpo,corríansinquererverque,aligualqueyo,otroshabíantropezadoyestabansiendopisoteadosporquienessemovíanconfuriosopánicohacia lasalida.Unamano tiró de mi sudadera hacia arriba y me encontré con los ojos de
Kate,quememirabanconhorror.—¿Estásbien?—mepreguntómirandomiherida.Me toqué el pómulo y asentí a pesar de que el dolor seguía siendo muy
intenso.Miréamialrededoryelpánicodelosdemásseadueñódemí.Cogísumano
confuerzaytirédeella.—¡Vamos,Kate!¡Hayquesalirdeaquí!—legritéintentandocorrerhaciael
lugar al que parecían dirigirse todos. Los disparos se escucharonmás cerca ysentícómoelmiedolecausabauncortocircuitoamislatidos,tanaceleradosquesolopedíanvolverasuestadodereposonatural.—¡No!—gritóellatirandodemíendireccióncontraria—.¡Noloentiendes,
Kami!—Memirabaconlosojosmuyabiertos—.¡Nosepuedesalir!—Pero¡¡¿quédices?!—lepreguntéansiandoseguiralresto.—Lassalidasestáncerradas,¡nosepuedesalir!—¿Cómolosabes?—dije,sindarcrédito.—Kami,esmihermano,¿vale?—medijoentoncesdejándomesinaliento,sin
fuerzasyconlamismasensaciónquesimehubiesendesinfladodegolpe—.¡EsJulian!¡Julianestáhaciendotodoesto!Neguéconlacabeza.No...nopodíaser.—Hacerradotodaslassalidasconcandados...Unfuertedisparoseguidodemuchosgritos llegóanuestrosoídosy lasdos
nosagachamosdemanerainstintiva.Visangrealfinaldelpasilloyesobastóparaimpulsarmeareaccionar.Tiré de Kate con fuerza y empezamos a correr en dirección contraria a la
salida.
Diosmío...Diosmío...Julian...Julianestabahaciendoesto...Era difícil correr en dirección contraria al resto de los alumnos y ambas
intentamosdecirlealagentequesedirigíadespavoridahacialasalidaprincipalquenosepodíasalirporahí.Subimos las escaleras que daban a la planta superior, donde estaban los
laboratorios y frené en seco cuando vi el pasillo lleno de sangre. Habíacuerpos...,cuerposdeestudiantesportodoelpasillo.Misojosnoqueríanver,peromimiradasefijabaencadaunodelosdetalles.Loshabíanmasacrado...Lleguéavermásdecincodisparosenelpechode
unaniñadenomásdetreceaños...—Oh,Diosmío—exclamóKatedeteniéndosehorrorizada—.Oh,Diosmío...—Nomires—leordené,apesardequemisojosseguíanrecorriendocadauno
de los cuerpos; todos ellos con cara de pánico, caídos al suelo de cualquiermaneraensudesesperadointentodeencontrarunasalida.En mi cabeza se solapaban muchos pensamientos, todos alarmantes, y no
sabíamuybiencómodeterminarcuáleraelmásimportante.Necesitabapensar,necesitabaunlugardondepoderaclararmelasideas.Empujé la puerta que había ami derecha y entré tirando deKate almismo
tiempo.La clase estaba prácticamente vacía, si no contábamos con los cadáveres,
claro.MequedéenshockcuandovialaprofesoraDenell,muerta,enelsuelo.Sus
ojos miraban hacia arriba, inexpresivos, y en su cuerpo había tres heridas debala: una en el estómago, una en el pecho y otra en la cabeza.A su lado, unenormecharcodesangreseibaextendiendopocoapocohastacasialcanzarlapuerta.Mirémiszapatosyhorrorizadaviquehabíanpisadoesamismasangre.—¡Vámonos de aquí!—bramó Kate y, justo en ese instante, la alarma de
incendiosdejóde sonar.En laplanta en laqueestábamos, losgritos cadavezeranmenosaudibles,pero loquenodejabade resonareran los silbidosde lasbalas.
—Chis—ledijeparaquesecallaratirandodeellahaciamíycruzandoelaulahastaalcanzarlosarmariosdelfinal.—Kami...—Nosmeteremosaquídentro,¿vale?—leindiquéy,concuidadoycomosi
fueseunaespeciedeautómata,empecéasacarlascosasquehabíaallíguardadasparapoderhacernosunhueco.Nofuetareafácilpasarlascosasdeunarmarioaotrosinhacerruido,perolostirosseoíanlejos,enlaplantainferior.—¡Escóndete ahí! —le susurré y nos metimos dentro cerrando la puerta,
apretujándonoscomopodíamosenesepequeñoespacioreducidodondeapenascabíamosdecuclillas.MiréaKate...Sucaraparecíaotra,nuncahabíavistotantomiedoreflejadoen
unasfacciones,yalgomedijocuandonuestrasmiradasseencontraronqueellapensabalomismodemí.—Kami... —empezó a decir con cuidado, en voz muy baja—, no solo es
Julian—revelóabrazándoseasímismaconfuerza.—¿Qué...quéquieresdecir?—lepreguntéhorrorizada.Katetardóunossegundosencontestar:—Nosoloesél...Sonmás...Esonopodíaestarpasando.—¿Cómoquemás?¿Cuántosmás?—lepreguntéintentandomantenermivoz
enuntonobajo—.¿Cuántos,Kate?—Dos—contestómuysegura—.Nosondelinstituto,losconocióatravésde
supáginaweb...«Supáginaweb...»LamismaqueThiagomehabíadichoqueteníacontenido
homófobo,racista...—¿Cómo puede estar pasando esto? —me pregunté a mí misma sin
podérmelocreer.—Julianesunpsicópata,Kami...,yestáobsesionadocontigo.—Porfavor,nomedigaseso...Noinsinúesquetodoestolohacepormí...Nomehacíafaltaqueellameloconfirmaraporqueenelfondodemicorazón
sabíaqueyoeralacausante,nosignificabaquefuesemiculpa,perosíquehabíasido la que había hecho detonar todo aquello. Julian se había obsesionado
conmigo y eso había derivado en cosas muy feas... Lo ocurrido hacía unassemanasenelinstituto,lapalizaqueledieron...—Acabarácontodosmientraspuedahacerlo—declaróKate—.Loharáhasta
darcontigo,Kami...Estáloco...Nosabeslascosasquehahecho,lascosasquemehahechoamí...TodoloquehabíapasadoconKateparecíateneralgodesentidocuandopor
finlavidispuestaasincerarseconmigo.—Deverdadqueintentéalejarme,intentéquemedejaratranquila,hastahablé
con mis padres, pero tiene una manera de engatusar a la gente... No mecreyeron...—Estábien,Kate,tranquila—tratécalmarla,peromeinterrumpió.—¡Túnoloentiendes,Kami!—megritóentonces,sintenercuidadoalgunoy
sincontrolarsutonodevozenabsoluto.Sieraciertoquehabíadosmásapartede Julian, no eradifícil quepudiesen estar cercadel auladebiología.Podríanoírnosyentonces...No...,joder,no;nopodíamorir,nopodíamorirtanjoven.—Porfavor,bajalavoz—lesupliqué.—Sabráqueestamosaquí,Kami—measeguró,yensusojosvilaverdad,y
tambiénnotéelhorrorylasinceridadencadaunadelaspalabrasquepronunció.—No—negué sabiendo que nuestro escondite era bueno: ese instituto era
inmenso, no podía saber dónde estábamos, al menos no tan rápido... Soloteníamosquemantenernoscalladas...Soloteníamosque...—Lehemandadounmensaje,sabequeestásconmigo—confesóalavezque,
conunalentitudinfinita,sacóelteléfonomóvildesubolsillotrasero.—¿De...dedóndelohassacado?—empecéadecircasisinaliento—.¡¿Qué
hashecho,Kate?!—¡Tienesqueentenderme!¡Sinoledigodóndeestás,mematará!—¡Nopuedesdecírselo!—gritéenvozbajasujetándolelamuñecaconfuerza,
lamismamuñecaquesosteníasuputoteléfonomóvil.—Meprometióquenomepasaríanada,mejuróquesi...—¡Esmentira,Kate!¿Noloves?¡Noleimportanadie!—¡Losiento,perotengoquehacerlo!
Ni siquiera dejé que terminara la frase. Abrí la puerta del armario dondeestabametidaysalídeallícorriendo.—¡Kami!Nomiréhaciaatrás.Salídisparadaporelpasilloycorríhastalassiguientesescaleras.Micerebro iba registrando sinqueyomedieracuenta los cadáveresque se
acumulabanpor lospasillos,por lasescaleras...Todosellospilladosa traición,porlaespalda,ensuintentodesalirhuyendo...Habíanqueridohuircomoestabahaciendoyoenesemismoinstante.Vi el hueco que había debajo de las escaleras ymemetí dentro. Tenía que
pensar...Teníaquepensarynoperderlosnervios.Mellevélasmanosalacabezaypenséenmihermano.Joder... Tenía que ir a buscarlo: estaba solo, los alumnos de primero no
entrabanhastalasnueve...Recordéentoncessuinsistenciaenirnosacasaaquellamañana.¿Sabría algo? ¿Habría el hijo de puta de Julian hecho algo para volver a
amenazarlo? ¿Habría conseguido llegar a él de nuevo, sin que nos diésemoscuenta?Enmimente pudever aCameron aterrorizado, solo, sin saber quéhacer ni
adónde ir; en mi mente me imaginé a Julian o alguno de los otros dosapuntándoloconlapistolaydisparando;imaginéquelasangrequehabíaporelsuelo era la de mi hermanito de siete años; me imaginé llegando tarde,contándoleamispadresquenohabíapodidohacernadaparasalvarlo...Abrílosojosymejuréamímismaquenodejaríaquenadamalolepasara.Mefijéenelpasillo,losgritosdelagenteaúnseescuchabandesdedondeyo
estaba,peromeponíalospelosdepuntanotarquecadavezseoíanmenos.Olosquegritabanhabíandecidido esconderse y aguantar a ser rescatados, o habíanmuertoynohabíanadamásaterradorqueeso.¿DóndeestaríaTaylor?¿YThiago?Recordé entonces haber visto a Kate hablando antes con Taylor... ¿Qué le
habríadicho?¿Estaríatambiéntramandoalgoraroconél?¿SeguiríaórdenesdeJulianparaayudarloaencontrarloymatarlocomoqueríahacerconmigo...?
Nuncaentodamividanotétantolaausenciademiteléfonomóvilcomoenaquelinstante.¿SabríaJuliandeaquellanuevanormativa?Obviamente lo sabía.Kate era suespía, ella lehabría estado informandode
todoloqueestabaocurriendoenel instituto...¿Lohabíautilizadoasufavorapropósito?Nosabíaquéhacer,niadóndeir.Yjustocuandocreíaquemevolveríalocaescuchandotantosgritos,lovi.Unchico...yotro.Erandos,e ibancargadoshasta lascejasde todo tipode
armamento.Escopetas,rifles,metralletas,quecolgabandesusespaldascomosise trataran de simplesmochilas inofensivasmientras admiraban la pistola queunodeellosllevabaensumanoderecha.—LacompréenWaltmart.Setentayochodólares—dijoelchicomoreno,no
muyaltoyvestidocompletamentedenegro.—¡Joder! Amíme cobraron ciento cincuenta por esta, tío—le contestó el
otro,unpelirrojogordo,malvestido,que levantó lapistolaycerróunojoa lavezqueapuntabahaciaelfinaldelpasillo.—¿Medejasprobarla?—lepidióelmorenocolocándosesupropiapistolaen
lapartedeatrásdesuvaquero.Cogióladelpelirrojoylalevantó.—Joder,¿nopasanadie?—preguntóyelpelirrojoserio.—¿Hacemoslodeantes?—¡Dalecaña!Los observé casi sin respirar. Horrorizada, petrificada de miedo... Me
temblaban tanto las piernas y las manos que apenas podía controlarme... Loslatidoserantanfuertesquetemíaquepudiesenoírlosdesdedondeellosestaban.—¡Poraquí!¡Aquíhayunasalida!¡Poraquí!—gritóelgordocambiandola
voz y haciéndolamás aguda—.No tengáismiedo, hemos conseguido abrir lapuerta,¡vamos!Lohizotanbien...,sonabatanseguro,tanreal...Yomelohubiesecreído.Miréhorrorizadacómoalospocosminutosdeélseguirgritando,ungrupode
chavalessalierondelaclasequehabíaalfinaldelpasillo.Metapélabocacuandoelarmadelmorenoempezóadispararsintregua.
Cuatrodeloscincoadolescentesdenomásdecatorceañoscayeronalsueloensangrentadosygritandodedolormientrasqueunadelaschicas,rubiaycontrenzas, salía corriendo en dirección contraria sin que ninguna de las balasconsiguieraalcanzarla.—EsaseladejamosaJules—decidióelpelirrojocaminandohaciadondelos
chicoshabíancaídoabatidosporlosdisparosdelotro.Cerré los ojos cuando las balas impactaron en las cabezas de los
ensangrentadosyheridos,rematándolosyacabandoasíconsusvidassindejarlesopciónningunadepoderrecuperarse,depodersalirvivosdeaquellapesadilla.Cuandoabrílosojos,unadelaschicasquehabíacaídoalsueloencontrómi
miradaylafijóenmí.Algoparecióiluminarseensusojoscuandomevio,perosolo le dio tiempo a decir «Ayud...» antes de que el pelirrojo le dispararadirectamenteenlacabeza.Ahogué un grito mordiéndome fuerte el brazo y recé en silencio para que
aquellapesadillaseacabase.«Porfavor,Dios,nodejesquemuera.Porfavor,Dios,protegeamihermano,
protegeamisamigos,protegeaTayloryaThiago...Porfavor,nodejesqueleshagandaño...»¿Dónde estaba Dios cuando pasaban cosas así? ¿Dónde estaba cuando de
verdadlonecesitábamos?—¿Dóndecreesqueestará?—lepreguntóeldenegroapartandolamiradade
los chicos muertos, como si se tratara simplemente de basura que hubieseencontradoenelsuelo.—No lo sé..., pero tengo ganas de ver lo que hace con ella—respondió el
pelirrojo.—Solo espero que la comparta con nosotros—le contestó su compañero y
algoenmiinteriorsupoconcertezaquehablabandemí.Teníaquelargarmedeallí.
13
TAYLOR
Físicaavanzadaerapancomido.Nosotrosnoteníamosexamenhastalasiguientesemanayver a laprofesoraDowley repasar losmismosproblemasunayotravez,yloqueespeor,detenersemilesdevecesporqueaúnhabíagentequenosehabíaenteradodenadamesacabadequicio.Apenashabíaprestadoatención.Sentadoenlamesadelfondo,conEllieami
lado, nos habíamos dedicado a hablar a través de notas.Habíamos elegidomicuadernopara la tarea,ynos lohabíamos idopasandoycontestando teniendocuidadodequelaprofesoranosediesecuenta.Para ella no era nada nuevo que apenas prestase atención; al principio me
había vuelto loco llamándome la atención a cada rato e incluso llegando acastigarme, pero cuando empezó a ver que sacaba sobresalientes, decidiódejarme tranquilo.Ladiferenciade aqueldía esquehabía reclutado a alguienparaquesiguieramismalospasos,ylasmiradasennuestradirecciónsehabíanrepetidoenmásocasionesdelasquemehubiesegustado.¿Elliesacababuenasnotas?Ni puta idea, perome estaba haciendomás amena la clase, todo había que
decirlo.«¿Quétaltúdía,Webber?»,lehabíaempezadopreguntandoyo.
Apesardequeeldíaanteriorhabíasidounamierda,unamierdaporquehabíadescubiertoqueminoviaestabaenamoradademihermanoyencimamehabíavuelto a encontrar con el loco obsesionado con ella en el aparcamiento delinstituto.SaberquelegustabaaEllie,envezdeprovocarmedolordecabeza,mehabíahechosentirmuyhalagado.Noosvoyamentir,nomehabíafijadoenelladeesamaneray tampocoes
que tuviese intenciónde conquistarla, nimuchomenos, peromecaíabien... yhabíademostradoque le importaba...dealgunamaneraextraña,yaqueapenaspodíamosllamarnosamigos,yosiemprelahabíavistocomolamejoramigademinovia,habíasidolaúnicasinceraconmigoenmuchotiempo.«Son lasochoyveintede lamañana»,mehabía respondido sacándome sin
quererunasonrisainesperada.Levantélamiradaylafijéenella.Noshabíamossentadojuntosporqueyose
lohabíasugerido.¿Estabamalquesucompañíamealiviaraunpocoeldolortanintensoqueintentabacontodasmisfuerzasesconderdelantedelosquemásmequerían?Lapeleaconmihermanoaúnconseguíaprovocarmeescalofríos,perohabía
sidocompletamentesinceroaldecirlequesealejaradeKamiydemí.Sehabía acabado esode fingir ser amigos, buenos hermanos, confidentes y
colegas...;esohabíadejadodeserasíhacíayamuchotiempo.«Suficiente para que hayas entendido de una vez los fenómenos
ondulatorios»,lecontestéechándomehaciaatrásenlasilla.Sumiradaasesinamehizograciaymásgraciamehizoaúncuandoempezóa
escribirlateoríadememoria.Le arranqué la libreta y contesté: «Vale, vale; eres más lista de lo que
pensaba».«Másquetú,seguro.»—DiBiancoyWebber,¿podéisprestaratenciónporfavor?Ambosdesviamos lamiradadenuestros ojos y la clavamos en la profesora
Dowleyasintiendoensilencio.Laconversaciónvíalibretasiguiósucurso,hastallegarapreguntarnoscosas
más personales. No os voy a mentir: de nuevo, fui yo quien desvió la
conversaciónhaciaalgomáspersonal...Noséporqué,peroqueríasabermásdeella...Preguntarlesobresuvida,susaficiones,susintereses.Mesorprendióaveriguarquenoeracomoyolahabíadibujadoenmicabeza
—animadora, guapa y simple—, sino que teníamuchas otras virtudes quemehicieron entender por qué había sido la mejor amiga de Kami durante tantotiempo.Puedodecirconcertezaquehablarconellayreírmeconellafuelomejorde
aquellamañana...,aunque tampocoeramuydifícilsuperar loquepasaríaa losveinteminutosdequelaprofesoranosvolvieseaecharlabroncapornodejardehablarynohacerniputocasodesusexplicacionesaburridas.Estábamosennuestromundo...hastaquelooímos.Losentimosmuycerca.Demasiado.Elestruendodeldisparonoshizopegarunsaltoatodosyquedarnoscallados
duranteloqueduróunsegundoquesemeantojóeterno.Losgritosvinierondespués.Yotrosmuchosmásdisparostambién.Proveníandelauladeallado.Estábamospetrificados,peroelshockrealvino
cuando vimos la puerta que compartíamos con esa aula temblar y los gritosacercarse.Fueentoncescuandoenlaventanadelapuerta, laredondatípicadelos laboratorios, aparecieron las caras de varios alumnos que se acercarongritando con intención de escapar... en vano, porque alguien les disparó pordetrás,salpicandodesangreelcristalyprovocandounareaccióncasiinmediataenmipropiocuerpo.Nolodudé.Melevantédemiasiento,cogílamanodeEllieytirédeellahacialapuerta
traseraquecomunicabaconlasiguienteaula.Notécómo losdemásalumnosdemiclasehacían lomismo,peroconunos
segundosderetraso.Segundosqueseríancruciales.Losgritoseranatronadores...,desgarradores:o tecongelabanenelsitioo te
impulsabanacorrercomonuncajamáslohabíasllegadoahacerentuvida.
—¡Diosmío!—¡Socorro!—¡Corred!—¡Todosfuera!Fueloquemásseescuchóduranteesosprimerosminutos.Después ya no sé ni describiros lo que comenzó a salir de las gargantas
aterrorizadasdelcentenardealumnosqueempezaronacaercomomoscasantelosdisparosdelaAK-47portadaporunchicoalto,desgarbadoperofuerte,conelpelooscuro—rapadoasaberporquérazón—aligualquesusojos:Julian.Cuandolovisupequeaquelloseríaelfin.Elfinparamuchos...,perosobretodoelfinparaella.
Bajamoslasescalerasatodavelocidadal igualquehicierontodoslosalumnosquetuvierontiempodesalirhuyendodeaquellamatanza.En mi cabeza solo podía ver la puerta de salida...Si conseguíamos salir,
aquellapesadillaacabaríaaunqueunapartedemíseestremecíaante lasimpleideadepensarqueKamiomihermanoestuviesendentroynecesitasenayuda.Fue terrible... lo quemis ojos vieron nadamás bajar y llegar al pasillo que
dabaalasalida...Creoquejamásloolvidaré.Habíadoschicosmás,armadoshastalosdientes,disparandosinmiramientos,
riéndosemientras lohacíanygenerandolapeormasacrequejamásveríanmisojos.Losalumnoscaíancomomoscas,laspuertasnoseabríanylosgritoserandesgarradores.—¡Diosmío!—escuchéaElliedeciramisespaldas.Nolodudé.Giréenladireccióncontrariaytirandodeellaempezamosacorrer.Nosolo
eraJulian...Habíamás...Porlomenosdosmás.¿Cómopodíaestarpasandoeso?¿En qué momento Julian se había convertido en la pesadilla de todos
nosotros?Algofuenaciendodentrodemípocoapoco,unasganasintensasdevomitar,
unasensaciónrara,deculpabilidad,deresponsabilidad...Nosécómoexplicarosloquesentí,peroenmimentesereproducíaunayotravezloocurridoelúltimodía que todos vimos a Julian... La paliza que le dieron y en la que yomismoparticipé.Noquisedarlevueltaseneseinstante,porqueenmicabezaprevalecíaloque
esehijodeputanoshabíahechoatodosdesdeelminutoenelquellegó:habíamentido,habíarobadoinformación,habíavioladolaintimidaddetodosyhabíaabusadodeKami.Medabaiguallomalquesepudiesehabersentidoentonces...nadajustificaba
susactos,nadaenabsoluto.—¡¿Dóndevamos?!—mepreguntóEllie,peroyosolopensabaenlasiguiente
salida que había por detrás. Recé a Dios para que no nos encontrásemos conningún otro loco desquiciado y asesino, y me tranquilicé al ver que nosalejábamosdel ruidode losdisparos,concentradosenese instanteen lapuertaprincipaldelinstituto.Peroalllegaralapuertadeatrás,mellevéelmismochascoquemuchosotros
estudiantes.—¡Estácerrada!—¡Lasdelgimnasiotambién!—¡Estamosatrapados!—¡Vamosamorir!Hiceunbarridovisualportodoslosalumnosdesesperadosquehabíaallí,pero
noviniaKaminiamihermano.—¡Joder!—gritéyalgunosdelosquehabíaallímeoyeronysegiraronhacia
mí.—¿Dóndepodemosir?—Porfavor,Taylor,¡ayúdanos!¡Porfavor!Noteníanilamenorideadequiéneseran,peromemirabancomosiyofuese
unposiblesalvador.Nopodíaencargarmedemásgente,yateníaaEllieconmigo,ycuantosmás
fuéramos,menosprobabilidadestendríamosdesalirvivosdelinstituto.—Nolosé...Yono...
—Porfavor,iremoscontigo...—Taylor, deja que vengan...—me pidió Ellie demanera que solo yo pude
escucharla.«Piensa,piensa...Joder,Taylor,piensa,¡malditasea!»—Labiblioteca—indiquéentoncesenvozalta—.Vamosalabiblioteca.Nomedetuveenfijarmequiénmeseguía,nopodíateneresaresponsabilidad,
perosíquelideréelcaminohaciaallí.Noestabacerca,peropordondegiramosnoseoíandisparos...De repente las alarmas de incendios se detuvieron y la calma fue
atemorizadora. Algunos pegaron grititos de asombro, repentinamente másasustadosporesoqueporloqueestabaocurriendoapocosmetrosdedistancia.—¡Chisss!—ordenémirandohaciaatrás.Joder...Noshabíanseguidocasidiezpersonas.Loscontémentalmenteenmediosegundo...Uno,dos, tres,cuatro...Eransiete...Vale,ycontandoaEllieyamí,éramos
nueveentotal...¿Dóndedemoniospodíaesconderanuevepersonas?Conseguimosllegaralabibliotecay,paramisorpresa,noparecíahabernadie
porallí.—Coged algo con lo que bloquear la puerta, ¡vamos!—los alenté y todos
empezamosabuscar.—¿Estosirve?—preguntóunachavaladenomásdecatorceañosportandoun
palodeescobaensumanoderecha.—Sí,¡dámelo!—ledijeyatranquélapuertaconél—.Ahoradebemoscolocar
algoparaterminardebloquearla.¡Tú!—ordenéseñalandoaunchicodelúltimocurso cuyo nombre no recordaba, pero que tenía pinta de estar en forma—.Ayúdameaempujarestaestantería.Conlaayudadeesechicoyunpocotambiéndelresto,conseguimoscolocar
laestanteríayelescritoriodelabibliotecariadelantedelapuerta.—Esto losdetendrá,¿verdad?—mepreguntóunaniñaqueaparentabapoco
más de doce años. Era afroamericana yme llegaba un pocomás arriba de lacadera.
—Sí,losdetendrá—lementíyluegolesordenéatodosquesecolocaranbajolasventanas.Entonces corrí hacia el teléfono fijo que sabía que había allí. En contadas
ocasionesmehabíafrustradoalverquelabibliotecariacharlabaamigablementeydemanera eterna con sunovio sin prestar atención a los que estábamos allíestudiando. Por eso había ido hacia allí. Necesitábamos ponernos en contactoconelexterior.¡Malditanormaqueprohibíalosteléfonosmóvilesdentrodelinstituto!Marquédeprisael911,perolaslíneasestabansaturadas.—¡Mierda!—¿Quépasa?—mepreguntóEllie.—Imposiblecontactar,laslíneasestánhastaarriba.—Peroesoesbueno,¿no?—dijoella—.Significaquelapolicíavienehacia
aquí...Noqueríaseralarmante,perosi todas laspuertasestabancerradas...¿Cómo
demoniosibanaentrarsindelatarsusposiciones...?Estoibaairparalargo...,ymássabiendoquehabíaalumnosdentro.Meacerquéalaventanaymeasomé.Seescuchabansirenasypudever las lucesde loscochesdepolicíaquecon
totalseguridadyaestaríanaparcadosdelantedelaspuertas.Noqueríanipensarenloqueaúnnosesperaba...Sacaralosvivosprimero,si
es que alguno conseguíamos salvarnos, y luego los muertos..., que erandemasiados.Nopudeevitarpensarentodaslasvidasquehabíanquedadoarruinadasentan
pocos segundos, padres que quedarían destrozados para siempre al ver quehabíanarrebatadolasvidasdesushijos...Laimagendemimadreymipadrecuandomihermanamuriósematerializó
delantedemisojoscomosisetratasedeunapelícula,ysolopudepensarenquenoledeseabaesoanadie...Noqueríavolveraviviraquellojamásenmivida.Nopodíavolveracausarleesedoloramimadre...Nopodríasoportarlootravez.TeníaqueencontraraThiago...Teníaquesacaraesoschicosdeallí,teníaque
salvarlos.
Nome preguntéis por qué enmi interior sentí que erami deber..., por quépenséquealguienmehabíapuestoallíaqueldíayaaquellahoraparasacaraesosniñossanosysalvosdeeseinfierno,perosimplementeaceptéqueesaeramiobligación.Necesitaba conseguir que los policías supieran dónde estábamos para que
pudieranrescatarnos.Pero¿cómoleshacíallegarelmensajesilasventanasdelabibliotecaquedabanalotroladodelaspuertasprincipalesdelinstituto,queeradonde,porloquepodíaver,estabanlaspatrullas?Laslucesseapagaron.Yentoncessupequehabíacometidounerrorgarrafal.Fue como si pudiésemos sentir la energía del ambiente desaparecer por
completoenunínfimosegundo.—¿Quéhapasado?—preguntóunchicogordito.Elliemiróhaciaarriba.—Hancortadolaluz.No...En elmismo instante en el que esoocurriómedi cuenta demi error, de lo
idiotaquehabíasido.Corríalteléfonoysupequeestabamuerto...Noseoíanadaalotrolado,nos
habíancortado la luzparadejarnossinmaneraalgunadecomunicarnosconelexterior.Ellossabíanquehabíateléfonosfijosenelinstituto...Enlabiblioteca,enlos
despachosdelosprofesores...yenlacocina...Y yo acababa de desperdiciar la única oportunidad de llamar a quien fuera
paraquedieraelmensajedequeestábamosencerradosenlabiblioteca.Podríahaberllamadoacualquieraypedirlequetransmitieraelmensajealapolicía...Amimadre,aalgúnamigodeNuevaYork...—¡MIERDA! —solté tirando el teléfono con fuerza contra la mesa y
llevándomelasmanosalacabeza.Yjustoentoncesoímosunruido.Nosmiramosunosaotrosyaguantamoslarespiración.¿Sabíanqueestábamosallí?
14
THIAGO
Loprimeroquesemepasóporlacabezaaloírlosdisparosfueella.Ellaynadiemás.Noos voy amentir, después vino la preocupación infinita pormi hermano,
pormisalumnos,porlosprofesoresyamigosquehabíaidohaciendoalolargodeesosmeses,peroalprincipioenmimentesolopodíaverlaaella.Consupelorubiodibujandounaestelaenelsueloy lasangrerodeándolay
otorgándoleesaauradepersonasinvida...Esamismaauraquehabíarodeadoamihermanacuandolavidalefuearrebatadaporerror.Esa imagen sería la misma que me haría mover cielo y tierra para
encontrarla...Necesitabaverlaconvidaparaquelaotraimagendesaparecierademicabezaymedejasevolverarespirartranquilo.Me dolía en lo más profundo de mi ser que la última vez que habíamos
intercambiadomiradas,laúltimavezquenoshabíamosvisto,yohubiesepasadode ella de aquellamanera tan fría. Ymás después de la noche que habíamoscompartido.Tenerquealejarmedeellaparapreservarlarelaciónconmihermanoerade
las decisiones más difíciles que había podido tomar. Me había visto entre laespaday lapared,había tenidoqueelegir entremi familiao la chicaa laque
amaba,conlaqueapenashabíacomenzadoalgoyconrespectoalacualhabíamilesderazonesporlasquelascosaspodíansalirmal.Nomejuzguéis,os lopidoporfavor,mipapeldehermanomayormehabía
obligadodesdemuypequeñoatomardecisionesquenuncahubiesetomadodenoserporlascircunstancias.VerlamaneraenlaTaylormehabíadevueltolamirada...Nosetratabadeuna
simple pelea, de un simple encontronazo de hermanos: ahí había odio, habíarencor...,ynopodíapermitireso...Nopodíadejarquemisdecisionesrompierantodavíamásamifamilia...Pero una cosa es hablar de la mente y otra cosa muy distinta hablar del
corazón.Éramos cuatro los docentes que estábamos en la sala de profesores cuando
empezaron los tiroteos. Dos maestras de infantil, entre ellas Maggie, y unprofesor de los mayores que se había acercado para decirnos que su hijo, decuatroaños,noibaairesedíaalaescuela.Lospequeñosestabanapuntode llegar,entrabana lasnuevede lamañana,
unahoramástardequelosmayores,queentrabanalasocho.MeenterédespuésqueloúnicobuenodetodaaquellalocuraeraqueloshijosdeputaresponsablesdelamayormatanzadelestadodeVirginianohabíanpodidomasacraraniñosdeentretresydoceaños.—¿Habéisoídoeso?Me había puesto de pie automáticamente, al igual que Maggie, con quien
habíatenidounarelaciónsexual,quenohabíaidoamás,peroquehastalafechasehabíaacabadoconvirtiendoenalgomástensoqueotracosa.Nos acercamos hasta la puerta y entonces pudimos oír claramente cómo
empezabanlosdisparos.Disparosquetardaríanmuchotiempoenterminar.—Llamaal911—ledije aMaggie, que sehabíaquedadoparalizadapor el
miedo.Peroellanosemovió.Sucarahabíaperdidotodoelcolorysusojosestaban
vacíos.Alverquenoreaccionaba,cogíelteléfonoymientrasmelocolocabaenlaorejaseñalélapuerta.—Corred hasta la puerta de salida. ¡Vamos! Os alcanzo en cuanto pueda
comunicarme...Ellosfueronsaliendodeunoauno.Mientrassentíamilatidoeneloído,rezabaparaquemecogiesenelteléfono.—Emergencias,dígame.—SeestáproduciendountiroteoenelInstitutodeCarsville.—Dígamesunombre,señor.—SoyThiagoDiBianco,entrenadordelinstituto.Estamosenlaparteestedel
centro,enelalainfantil.¡Debeevitarqueningúnniñoentreenlasinstalaciones!—Miréelrelojyviqueeranlasnuevemenoscuarto...¿Habríaentradoalguno?—Laspatrullasvandecamino,señor.¿Estáustedherido?—No,pero...Yentoncesocurrió.Oí los gritos... Los gritos de ellos, de los profesores, de mis amigos..., de
Maggie.—¿Señor?Soltéelteléfonodecualquiermaneraybarríconlosojoslahabitaciónlomás
rápidoquepude.Al final de la sala de profesores había una puerta que comunicaba con un
pasilloquedabaalapartetraseradelasaulasinfantiles,unpasilloconlavabos,enelque losniñoscolgaban losdibujosy lasmanualidadesquehacíanen lostalleres.Apenas pude salir de la sala de profesores, cuando una voz hizo que me
detuvieseenelacto.Meescondítraslapuertaalmismotiempoqueelmiedoamoriramanosde
unlocomeatravesósinapenasdejarmetiempoarazonar.—Venga...Séqueestasahí—dijounavozdesconocida.Teníaquesalirdeallí.Siabríalapuertameveríaymemataría.El miedo que sentí cuando escuché que se acercaba se intensificó casi un
trecientosporciencuandoviqueunadelaspuertasquedabaalpasilloseabríaaunosmetrosdemí.Mi miedo a morir desapareció cuando unos ojos azules me devolvieron la
mirada.
—¿Thiago?Nolodudé.Nomeimportabaquemedispararanporlaespalda...,nomeimportabaloque
pudiesepasar.Élno.Corrícomonunca lleguéacorrerenmividayenelmismo instanteenque
llegué hasta él, la puerta de la sala de profesores se abrió, dejando un blancofácilycertero.Oíeldisparocasialmismoinstanteenquemetirédeladocontralapuertapor
dondeCameronHamiltonacababadesalir.Sentíelsilbidodelabalacruzarmelaorejaizquierdaysuimpactocontralaventanaquehabíaalfinaldelpasillo.Cerrélapuertalomásrápidoquepudecolocandounescritorioysindudarlo
niunsegundocogíalniñoenbrazosysalíalpasillocorriendocomoalmaquellevaaldiablo.Élapenashablóy,sinohubiesesidopor lofuertequemerodeabaelcuello
consusbrazos,habríapensadoqueestabaherido...oalgopeor.Tuve que pasar por delante de los cuerpos de quienes habían sido mis
compañeros...,pordelantedequienhabíasidomiamigayamante.Leshabíandisparadoenlacabeza...ysuscuerposhabíancaídodecualquier
manerasobreelsuelo,quehabíaempezadoyaamancharsedeunescalofriantecolorrojo.—Nomires—leordenéaCammientrasloapretabafuertementecontramíy
salíaalvestíbuloprincipaldelcolegio,dondeseoíantodotipodedisparos.Meagaché intentandoproteger aCameron conmi cuerpo, y unamiradamebastóparaqueelmiedoqueya recorríami cuerpo se intensificarahastaproducirmeganasdevomitar.Cuerposapiladosjuntoapuertasquenoseabrían.Sangreportodaspartes.Gritos.Miedo.Eraelinfiernoenlatierra...ynoteníanilamenorideadequéhacer.Medejéllevarporelpuroinstintodesupervivenciaquesupongoquenossale
atodosenocasionescomoesta,instintoqueyamehabíaguiadoenelpasadoyquemevolvíaasorprender,estavezenalgoquenosolometeníaaterrorizado,sino que sabía que eramuchomás grande que cualquier cosa quemehubiesesucedidoenelpasado...Independientementedelodolorosoytraumáticoquefuepara mí y mi familia, en esto estaban involucradas demasiadas personas...Demasiada gente pasaría hoy por lo mismo que había pasado yo hacía ocholargosaños.ApretéaCameronfuertementecontramicuerpojurándomequeharíaloque
estuvieseenmimanoymásparasacaraeseniñodesieteañosconvida.Nomepasaríalomismoqueentonces.Novolveríaaverlosojossinvidadeunniñoalquelequedabatodalavida
pordelante,unniñoquenosemerecíaverlomaloquepodíaserelserhumano.Mi mente iba a toda velocidad, intentando pensar, intentando recordar las
puertasquehabíaenelinstituto.Corría todavelocidadhacia lacafetería.Enmicabezaserepetíaunayotra
vezquenecesitabaarmarmedealguna forma,quenecesitaba teneralgoenmibolsillo,algoquenofuesenbolisy lápicesparaque,si llegabaelmomentodetenerqueenfrentarmeaesosasesinos,nomepillaranconlaguardiabaja.Mealejédelosdisparosymicorazónpudorelajarse,almenosunpoco.—¿Dóndevamos,Thiago?—mepreguntóCameronaloído.Estabatanasustadoquesuvozeraunfinohiloqueapenaspudeescuchar.—Nosesconderemosenlacafetería.Todovaasalirbien.Ledijecorriendoporaquellospasillos,pasillosdesiertos,pasillosdondeaún
lamuertenohabíadejadosuhuella,cosaqueerabuenaymalaalavez.Ahora lo pienso yme arrepiento, ahora lo pienso y entiendo que esmejor
esconderse donde ya hay sangre, donde ya haymuerte..., porque un lienzo enblancoesparatreslocosmacabroscomoDisneylandiaparaunniñodeseisaños.Cuandolleguéalacafeteríamesorprendiónoencontraranadie.Entendíaque
partede lagentehabríacorridoa lapuertaprincipalsin tener tiempodepodersalir,yaqueahílosesperabanlosasesinos...,pero¿dóndeestabaelresto?Cruzamos la cafetería hasta llegar a la cocina. Las grandesmesas de acero
inoxidablenoteníanningúnalimentosobreellas,alcontrariodelaspocasveces
que me había acercado para pedir más pastel de chocolate... Una de lascocineras, alta, fuerte y más mayor que mi madre había sido mi compinchedurante todos aquellos meses. La señora Puck me había dado pastel extrasiemprequeselohabíapedidoyalentrarenlacocinadeseéquenoestuvieseenelinstitutocuandotodoaquelloempezó,deseécontodasmisfuerzasquealserprimerahoraestuvieseaúnensucasa.BajéaCameronalsueloyleordenéquesequedarajuntoalapuertamientras
yocorríahacialapartedeatrás,dondeestabaelalmacénypordondeabríanaloscamionesquetraíanlosalimentosparaalimentaramásdedosmilalumnos.Cuandovilapuertaelaliviomerecorriódepiesacabeza.Esaeralasalidade
lapesadilla.SoloqueríaqueCameronsefueradeallí...,despuéspodríabuscaraKamyamihermano,asegurarmedequeestabanbienyllevarloshastaallíparaquetambiénsefueran.Fui directo a la puerta para abrirla, pero pormucho que empujé... no logré
moverlaniuncentímetro.—Estántodascerradas—afirmóunavocecitapordetrás.AlgirarmeviqueCameronteníalosojosllenosdelágrimas.—¿Cómolosabes?Cammiró a derecha e izquierda, parecía no saber qué decir. Apretaba con
fuerzaunmuñecoenformadedinosaurioquenomehabíafijadoquellevabaenlamanoymemirabacomosinecesitasequeledijeraqueélnoteníalaculpadenada.—Meobligó...—confesóymeacerquéhastaél—.Meobligóaayudarlo...—¿Quiénteobligó,Cameron?—ElMomo...—contestóyvielterrorensusojos.—ElMomonoexiste.—¡Síexiste!Ymeobligó...Meobligóaponercandadosentodaslaspuertas...Séquedemicaradesaparecióelpococolorquemequedaba.Todaslaspuertas...—Élempezóporladerechayyoporlaizquierda,ynosencontramosdelante
delaclasedelaseñoritaMaggie.Meordenóquemequedaraallí.—¿Lopudistever,Cam?
Negóconlacabeza.—Medejóunacarta...yunacajaconloscandados.—¿Porquénoledijistenadaatumadre...oaKami?—¡PorquedijoquesiselodecíaaalguienleharíadañoaJuana!Juanaerasuiguana...Joder,malditohijodeputa.—Está bien—dije abrazándolo con fuerza y tranquilizándolo—. Está bien,
pequeño...Meseparédeélylomiréalosojos.—Ahora escúchame atentamente—le pedí obligándolo a prestarme toda su
atención—.¿Quépuertascerraste?Cameronsequedóunossegundosensilencio...pensando.—La del gimnasio, la de la cafetería, la que da el patiecito de la sala de
profesores...Enmimenteempezóadibujarseelmapadelinstituto,intentandoaveriguarsi
habíaalgunapuertaqueselehubieseescapado...Nohabíatantaspuertas.Meincorporéprocurandocontodasmisfuerzasignorarelmiedoyelhorror
desaberqueeraelhijodeputadeJulianquienhabíaempezadoestamasacre.Ahoradebíaignorarlaculpabilidadquesentíapornohabertomadomedidas
másserias,pornohabertratadodeconvenceralapolicíadequeJuliannosoloeraun adolescentequehabíahuidode su casa...La culpabilidadpornohaberacabadoyomismoconél...«Céntrate,joder.»Ambos, Cameron y yo, miramos hacia arriba cuando el ruido de los
helicópterosempezóaresonarsobrenuestrascabezas.Yentoncesfuecuandolovi:laventilación.Los conductos de la ventilación eran lo suficientemente grandes para que
cupiéramos los dos perfectamente, solo teníamos que escalar con cuidado yllegarhastalaazotea.—¡Poraquí,Cam!—leindiquécorriendohaciadondeseveíalarejilladela
ventilación.Para llegarhastaarribaypoderromperla, ibaanecesitarunaescalera...¿De
dóndecojonessacabayounaputaescalera?—Estámuyalto...—dijoelniñohaciéndoseecodemispensamientos.—¡Mierda!Mirédesesperadohacia todos lados...Todas lasventanasdel instituto tenían
rejas, no había manera de salir... No si la policía no se ponía a romper loscandados, cosaqueestaba segurodequenoharíanhastaquenocreyesenquefueseseguro.Camyyonosmiramoscuandounavozespeluznanteempezóahablarporla
megafoníadelcolegio:«Estáisencerrados,queridoscompañeros».Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Pude reconocer su voz... Pude
reconocerladeinmediatoapesardeestardistorsionada.Mispuñossecerraroninevitablementeconfuerza.«Todas las puertas están cerradas con candados de acero que, por si no lo
sabíais,sonprácticamenteirrompibles»,siguiódiciendoalavezqueconfirmabaloqueyahabíadescubiertograciasaCam.«Al contrario de lo que pensaréis demí ahoramismo..., no esmi intención
acabarcontodosvosotros.Osdejarémarchar,unoauno,simeayudáisconmicometidodehoy,uncometidoquellevomesesplaneando,uncometidoquenoslibraráatodosdeunalistadeindeseadosqueesmejorfulminardeunavezportodas.»Cammemirabaconhorror.Elniñoestabaaterrorizadoycomprendíqueesa
mismavoz,distorsionadaporalgúntipodeaparato,habíasidolamismaquelohabía estado amenazando y obligándolo a hacer cosas que él jamás hubiesehecho.—Tranquilo—le dije en voz baja y los dos volvimos amirar hacia arriba,
prestandoatenciónaloqueesedementedecía.«Estoesmuyfácil...Solotenéisquetraerantemíalaspersonasquetengoen
mipreciadalista,unalistaqueosleeréacontinuación,luegoospodréismarchar.Repito,simetraéisaestagentuza,osiréisdeaquí,unoauno,sinunrasguño.»Lalistaeslasiguiente...»Y entonces empezó a nombrar a todo tipo de gente, pero no eran gente
cualquiera, casi todos pertenecían al equipo de baloncesto, al grupo de las
animadoras...Nofuefácilescucharunoaunolosnombresdemisjugadores,losnombres demuchas de sus novias... En esa lista se concentraba la élite de laescuelayotroschicospopulares.«Dani Walker, Harry Lionel, Ellie Webber, Chloe Harrison, Aron Martin,
VictoriaTribecky,AmandaChurch,VictordiViani,MarissaDigeronimo,ChloeHarrison...»Losnombressiguieronsumándosehastaalcanzarlaveintena.Semetensótodoelcuerpocuandohizounapausayvolvióahablar:«Yahoralostresmásimportantes,queridoscompañeros.Todoslosconocéis,
todos habéis querido ser ellos, todos hemos caído rendidos a sus pies. Porquecómo resistirse a dos hermanos que parecen sacados de una puta película deHollywood,¿verdad?¿Cómono ibais ababearcomoperrasencelo?¿Verdad,chicas?OsponíaiscachondascuandoveíaisentrarporlapuertaaloshermanosDiBianco».Cammemiróabriendomucholosojos.«Pero nada aliviará mejor mi rabia que si traéis ante mis ojos a quien de
verdadhajodidomividadesdeelinstanteenquelavi.»Ni os puedo explicar lo que sentí... Elmiedome poseyó cuando adiviné el
nombrequediríaacontinuación.«Esa chica a la que todos amáis y odiáis por igual, esa chica que solo con
existir roba toda la luzquepuedealbergarunasimplehabitación...Esamismachicaquejugóconmissentimientos,quemecautivóconsumiradaysusonrisaparadespuésdespacharmecomosifueseunmalditoobjetodefectuoso.»—Hijodeputa—soltéenvozaltaconelcorazónencogido.«Vosotros lo veis como una peligrosa amenaza, pero para mí es un chico
patéticoquenecesitóengañarmeyengañarseasímismoparaconseguiramigos.Esun indeseable, unmentirosoyunpatéticogilipollasque sequedará solo elresto de su vida» dijo Julian, repitiendo lasmismas palabras que había dichoKameldíaquehabíaidoandandoal instituto...,elmismodíaqueTayloryyodiscutimos con ella por exponerse así cuando el paradero de Julian aún eradesconocido.Me chocó muchísimo descubrir que él había estado escuchando..., que él
habíaestadosiguiéndola...«Eso es lo que ella dijo. Pero ¿sabes quién se quedará solamuy pronto?»,
preguntó Julian soltando una risita. «Tú, Kamila Harrison, porque te mataré.Pero antes mataré a todos tus seres queridos delante de tus ojos, uno a uno,porque nomereces seguir viviendo después de lo queme hiciste. Si no vas aestarconmigo,tenporseguroquenoestarásconnadie.»Cam se abrazó con fuerza a mi pierna y yo no pude ni abrir la boca para
intentartranquilizarlo.«Siqueréisqueestopare,traedmeatodosycadaunodelosdelalista,perosi
queréisqueestotermine...,traedmeaKamila.»El pitido del megáfono resonando fuertemente por todo el instituto fue lo
últimoqueescuchéantesdequelapuertadelcomedorseabrieraconunfuertegolpe.
15
KAMI
Temblaba.Temblabaynopodíahacernadaparapodertranquilizarme.Habíavistocómomatabanamiscompañeros,cómolosasesinabanasangre
fría. Había visto cómo intentaban huir y se veían encerrados dentro de uninfierno... Un infierno que acababa de descubrir que había sucedido por miculpa.«¿Sabesquién sequedará solamuypronto?Tú,KamilaHarrison,porque te
mataré,peroantesmataréa todos tusseresqueridosdelantede tusojos,unoauno,porquenomerecesseguirviviendodespuésdeloquemehiciste.Sinovasaestarconmigo,tenporseguroquenoestarásconnadie.»«Mataréatodostusseresqueridos.»«Mataréatodostusseresqueridos.»«Mataréatodostusseresqueridos.»No podía dejar de oír esa frase repitiéndose una y otra vez en mi cabeza,
repitiéndose y consiguiendo que me faltase el aire, que se me revolviera elestómago,quemeentrasenganasdevomitar.Apoyéambaspalmasenelsueloyprocurérespirar.Estabasola.
Ahorasíquenopodíaintentarpedirayuda.¿Meentregaríanmiscompañeros?¿Meentregaríansabiendoqueesosignificaríamimuerte?¿Cómonoibanahacerlo?¿Cómonoibanahacerlosabiendoqueestábamos
pasandoporesapesadillapormiculpa?«¡NoesculpaTUYA!».Megritóotravozdentrodemicabeza.«¡Fuistebuenaconél!¡Fuistesuamiga!¡Élfuequientraicionótuconfianza!
¡Él fue quien violo tu intimidad! ¡Él fue quien utilizó a tu hermanito paraconseguircosastuyas!»Respiréhondootravezyacontinuaciónfijélavistaalfinaldelpasillo.Losdosasesinoshabíandobladolaesquinaysehabíanidoendirecciónala
cafetería. Julian debía de estar en el despacho del director, que era donde seencontrabaelequipodemegafonía,loquelosituabamuylejos...¿Eramioportunidad?Irenbuscademihermanoeracasiunahazañaimposible,loeramientrasesos
dosestuviesencerca.Solo podía rezar para que Cameron hubiese podido escapar o para que al
menoshubieseencontradounbuenesconditedonderefugiarse.Seledabamuybienesconderseenlugaresinsólitos,yenelfondodemialmacreíayesperabaquehubiesepodidodarconunsitioseguro...almenoshastaquepudieseirensubusca.No tenía ni lamenor idea de adónde ir, pero necesitaba un lugar en el que
pudieseocultarme,unlugardondenoestuviesetanexpuestacomoloestabaallí,debajodelasescaleras.Conmuchomiedoeintentandohacerpocoruido,emprendíelcaminohaciala
biblioteca.Intenténopensar,nomirarloscuerposmuertosdemiscompañerosamipaso,
perounapartedemínecesitabacomprobarsiallíestabaalgunodemisamigos,necesitabaasegurarmedequeningunodeesoscuerposeradeTaylor,deThiago,deKate,nideningunademisamigas...Elcaminodesdelasescalerashastalabibliotecaeralargo,teníaqueatravesar
todounbloquedeaulasymicorazónlatióenloquecidodurantetodoeltrayecto.
Ni siquiera sabía cómo conseguía caminar, cómo conseguía moverme haciadelante,yaqueelmiedoestabaimpregnandotodomimetabolismo,eraunmiedoabsorbente,densoeincreíblementeabrumador,perosupongoqueelserhumanoenocasionesasítiradeadrenalina.Yenesosmomentoslaadrenalinacorríapormisvenasdeformaparalelaalmiedoyfuncionabacomocombustibleparahacerquemispiessiguierandandounpasotrasotro.Finalmenteconseguí llegara labiblioteca,peroal intentarempujar lapuerta
viqueestababloqueada.Escuchéungritoahogadodentrodelasalaysupequeallíhabíamásalumnos
escondidos.—¡Dejadme entrar! ¡Por favor!—dije todo lo alto queme permitía aquella
situación.Seprodujounrevueloyentoncessentíalivioporprimeravezdesdequehacía
yacasidoshorashabíacomenzadoesapesadilla.—¡¿Kami?!—¡¿Taylor?!—¡Ayudadme! —dijo Taylor, y a continuación oí el ruido de algo
arrastrándose.Lapuertaseabrióyallíestabaél.Nolodudé.Yéltampoco.Susbrazosmerodearonconfuerzaymicabezaseenterróensupecho.Notéquedabadospasoshaciaatrásmetiéndomeconélenlabibliotecayque
los que estaban allí colocaban otra vez lo que fuera que habían puesto en lapuertaparaquenadiepudieseentrar.—¿Estás bien? ¿Estás herida? —me preguntó mi exnovio sujetándome la
cabezaymirandocadarincóndemipielparaversiteníaalgúnrasguño—.¿Quées esto? ¿Qué te ha pasado? —preguntó de nuevo tocando con suavidad mipómuloderecho.Hiceunamuecadedoloryempecéallorar.Empecé a llorar desconsoladamente y sentí como si la tensión que había
estadoacumulandoporfinabandonasemicuerpodejándomerota.
Rotaporqueaúnnopodíacreerloqueestabapasando,rotaporque,apesardetodo,verqueTaylorestabaallí,asalvo...—Tranquila...,tranquila,nena—medijoabrazándomeotravez.Sentía como si miles de ojos estuviesen puestos en nosotros y aunque una
partedemísemoríadeganasdeverquiénesestabanallí, laotrasabíaquelasotrasdospersonasalasquequeríaverestabanmuylejosdeeselugar.Taylormellevóconélhastaelfinaldelabibliotecaparapoderteneralgode
intimidadyvolvióafijarsusojosenlosmíos.—¿Estásbien?Asentíensilencioehiceunaligeramuecadedolorcuandosusdedosrozaron
consuavidadmipómuloderecho.—¿Y esto? —me preguntó angustiado, examinando el hematoma que
seguramenteempezabayaacambiardecolor.—Mecaí al sueloy alguienmediounapatada...Taylor...Taylor, ¿qué está
pasando?¿Cómopuedeestarsucediendoesto...?—Tenemos que sacarte de aquí, tenemos que salir de aquí todos... —dijo
abrazándomedenuevo.Estabatanasustado...—.Diosmío,nopuedocreerqueestésaquí...Pensé...,pensé...Levantélosojosparabuscarloytrasmitirlemimismomiedo.—Taylor...,laspuertasestántodascerradas—leexpliqué—.Éllashacerrado
todas, me lo ha explicado Kate... Taylor, Kate lo sabía todo... Sabía lo queocurriríaeintentódecirleaJuliandóndeestabaparaquepudieravenirapormí...ElsemblantedeTaylorcambióyalgoensucabezaparecióiluminarse.—Estamañana...—empezó—.EstamañanaKatemedijoquequeríavermea
segunda hora, que tenía que decirme algo importante y que la esperara en laentradadelinstituto...—Julian le pidió que nos entregara... Si lo hacía, la dejaría marcharse con
vida.Estáloco,Taylor...,estálocoyosmataráatodospara...—dijeyentoncesalguienapareciópordetrásynosinterrumpió.Cuandomegiréparaverdequiénsetrataba,viqueeraEllie.—¡Ellie!—grité llenándome de alivio y alegría a partes iguales.Me lancé
sobreellaynosdimosunabrazoquenosreconfortóaambasporigual—.¡No
puedocreerqueestésaquí!Mefijéenlaslágrimasquesedeslizaronporsusmejillasymeasusté.—Kami..., antes vi..., antes vi a Chloe en el suelo... Estaba rodeada de
sangre...Sentícomosimearrancaranunapartedemicorazón.Chloehabíasidonuestraamigadesdelainfancia.Nohabíamoscompartidola
mismaamistadqueyohabíallegadoatenerconKateyEllie,perosiemprehabíaestadoconnosotras,siemprehabíasidolacabralocaquenosmetíaenlíos...NosabrazamosotravezysolopudevolverapedirleaDiosquenosprotegiera
a todos, y que por favor hiciese algo para que la pesadilla que estábamosviviendollegaseasufin.Ellieseapartóymiróporencimademihombro.—Deberíasvolver...,noosvaagustarloquealgunosempiezanadecir—nos
aconsejópreocupada.MiréaTaylor,queestabamuyserio,ylostresregresamosalasalaprincipal
delabiblioteca.Noeranmuchoslosquehabíaallí...Reconocíaunachicagorditademiclase
dematemáticas y el restome sonaba de vista.Todos parecíanmuy asustados,sobretodolosmáspequeños,quenotendríanmásdetreceaños.Fueunchicogordo,alto,elquediounpasoalfrenteynosmiróconelceño
fruncido.—¿Quéesloqueocurre?—preguntóTaylormirándolofijamente.Elchicomiróasuscompañerosyavanzódenuevo.—Ya lo habéis oído, ¿no? —respondió mirándonos fijamente—. Los tres
estáisenlalista.Taylor semovió y se colocó delante de nosotras en una postura claramente
defensiva.—Esperoquenoestésinsinuandoloquecreoqueestásinsinuando—dijocon
unaseriedadquenolehabíaescuchadoenlavida.Losotrosdoschicosquehabíajuntoaéldierontambiénunpasoadelanteyse
pusieronalladodelchicogordo.—Notenemosporquépagartodosporesto—declaróunodeellos,elquese
habíacolocadoaladerechayelqueeraélmásaltodelostres.—Aquí hay críos —añadió el otro señalando al grupo de cinco niños de
primero,queseguíanloqueocurríacomosisetrataradeunpartidodetenis,unpartido en donde no parecían querer intervenir—. ¿De verdad vais a ser tanegoístascomoparapermitirquetodosmuramosporvuestraculpa?LoquehabíatemidocuandoescuchéaJulianhablarconvozdistorsionadapor
losaltavocesestabaocurriendoantemisojos.Taylordiounpasoalfrente.—¿Quévasahacer?—loretó—.¿Llevarnosarastrasyvercómonosmatan?El chico no pareció dudarlo ni un instante y dio otro paso al frente
encarándoseconquieneraprácticamentedesumismaalturaymasamuscular.Enmicabezase reproducíanmilesdesituacionesposiblesy todasacababan
mal.Elloseranmásquenosotros..., sin tener encuentaqueeran tres tíos, contra
Taylor, que, vale, era fuerte, pero ¿qué opciones teníamos Ellie y yo si seproducíaunenfrentamientocuerpoacuerpo?—No pienso morir, tío —afirmó muy serio—. Esta puta locura tiene que
acabar.El ruido de los helicópteros volviendo a sobrevolar el instituto nos hizo
levantaratodoslavistahaciaarriba.Ylomejorquepudopasarentoncesfue lavozdeunpolicíadirigiéndoseal
colegioporprimeravezdesdequehabíaempezadoesalocura:«HablaeljefedepolicíadeCarsvilleymedirijoexpresamentealosasaltantes:deponedlasarmasysaliddelinstitutoconlasmanosenalto.Repito.Deponedlasarmasysaliddelinstitutoconlasmanosenalto».Todoscontuvimoselaliento.El ruido de los helicópteros seguía resonando por encima de nuestras
cabezas...Sipudiésemosllegaralaazotea...—¿Deverdadsecreenqueestoshijosdeperravanasalirconlasmanosen
alto sin más? —preguntó Ellie intentando mantener la atención en lo queacabábamosdeoír.
Elchicoquehabíadejadoclaroquequeríaentregarnosparanomorirvolvióapronunciarse.—No van a rendirse hasta no acabar con lo que se han propuesto hacer—
aseverómirandoaTaylorfijamente.—Mira, pedazo de imbécil—le dijo entonces dirigiéndose a él de la peor
maneraposibleenunasituaciónendondeparecíamosestarenclaradesventaja—,vuelveaamenazarmeconentregarmeaesosasesinosytejuroporDiosquelospróximosminutosvanaserlosúltimosquerespires.Lacosaseestabadescontrolando.Lostresdieronunpasohaciadelanteysupequeteníamosquesalirdeallí.Debíamos alejarnos de la biblioteca lo antes posible y lo más rápido que
pudiésemos,antesdequeTayloryesoschicossepusieranapelearoagritarydelatarannuestrapresenciaallí.MeacerquéaElliedemaneraintuitivaynoscogimosdelamanoconfuerza.—¡Parad ya!—gritó entonces una de las chicas que hasta ahora no había
abierto la boca—. ¿No veis lo que estáis diciendo? ¡¿Quién nos dice que nosdejarán marchar después de entregarlos?! ¡Lo mejor que podemos hacer esquedarnosaquíyesperaraquelapolicíahagasutrabajo!Todos la escuchamos y todos parecimos tomarnos unos segundos para
reflexionar.—Lapolicíanoharánadamientras tengaconstanciadequehayniñosvivos
dentrodelinstituto.—¡Eso no lo sabes! ¡No sabes nada! —dijo la chica, encarándose a él,
mirándoloentreasustadayfuriosa—.Haceunahoraestabasdiciendoquemenosmal que habíamos seguido a Taylor hasta aquí, quemenosmal que habíamospodidoencontrarunrefugio,y¿ahoraquieresentregarloaélyasusamigasparaquemueran?—¡Cállate!—¡Déjalaenpaz!—leordenóTaylor,yentoncessucedióloqueestabaclaro
queterminaríasucediendo.Taylornofueelprimeroendarelprimergolpe,cosasorprendente,perosífue
elprimeroenesquivarlo.
Supuñodiodellenoenelpómulodelgilipollaseseyluegoelgordosesumó.Enmenos de un segundo eran tres contra uno, y los demás no sabíamos quéhacer.Peroentoncesocurriólopeor.Losdisparosregresaron.Ytodosnosdetuvimosyaguantamoslarespiración,expectantes.Oímosgritos,másdisparos...Todosnosalejamosdelapuertaynosescondimosdondepudimosynoseme
escapóeldetalledequenossiguieronconlamiradaencuantonosalejamosdelapuerta.¿Deverdadibanaentregarnos?Taylorme cogió por la muñeca, y lomismo hizo con Ellie, y nos arrastró
hacialaslargasfilasdeestanterías.Corrimosatravesandolasfilasyfilasdeestanteríasconlibrosqueocupaban
unadelaszonasmásgrandesdelinstituto.Aúnpodíarecordarelañoenelquereformaron la biblioteca, haciéndolamás grande, incluyendo salas de estudio,saladevisionadoyunaladeinformática.Cuandoconseguimosllegarcasialfinalnospusimosdecuclillasenelsuelo.—Tenemos que salir de aquí —comentó Taylor muy serio, mirándonos a
ambas.—Nopodemos,estaremosexpuestos...—dijoEllieaterrorizada.—Nos van a entregar —aseguró Taylor entonces—. No lo dudarán. Están
acojonados,haránloqueseaparasalirdeaquí...Eraincreíbleloqueocurríacuandosesometíaalserhumanoaunasituación
devidaomuerte.Losquehabíansidocompañerosnuestros,losquehabíancompartidoapuntes
ypartidosconnosotros,ahoranosamenazabanconentregarnosaunosasesinosquehabíandejadoclaroquenosmataríansindudarlo.—Pero¿cómosalimosdeaquí?¿Adóndevamos?Taylormemiróantesderesponderysehizoecodemispensamientos.—Tenemosquesubiralaazotea.Sillegamosarriba,loshelicópterosharánsu
trabajo; de hecho, no descarto que sea por ahí por donde estén planificando
entrar...—¿Alguiensabecómosellegaalaazotea?Lostresnosmiramosynegamosconlacabeza.—Loprimeroessalirdeaquíyencontrarotrolugardondeescondernos.—Taylor,yonopuedoirmedeaquísinmihermano,tengoqueencontrarlo...
Nosésihapodidosalir,siestáescondidoenalgunaparteosi...No pude terminar la frase. Seme entrecortó lo que iba a decir y tuve que
volveracontrolarmisganasdeecharmeallorar.—ThiagosabequeCamentraantesalcolegio...Élestásiempreenlasalade
profesoresdelospequeños,seguroquehaintentadobuscarlo...NohabíapensadoenesoyTaylorteníarazón:Thiagosiempreestabaallí...¿Habría podido encontrarlo? ¿Se habría acordado de que Cam esperaba
siempresoloenelpasillodesuclaseaquelosdemásniñosyprofesoresllegasenalasnueve?—¿Yquéplanseteocurreparasalirdeaquí?—planteóentoncesEllie.Taylorseasomóalpasillo.—Seráimposiblerazonarconellos...Laúnicaopciónquequedaessalirporla
mismapuertaquehemosbloqueadoconlosmuebles.—Pero¿ysilosasesinosestánfuera?Taylornosmiróyvielmiedoensusojos.—Vendránaquítardeotemprano...—dijoycasipudevercómosucerebroiba
atodavelocidadintentandoidearunplanparapodersalirdeallíyhuirnosolode los asesinos, sino también de nuestros compañeros—. Solo es cuestión detiempo que nos busquen en la biblioteca...Y cuando vengan, aprovecharemosparasalirdeaquícomoalmaquellevaaldiablo.
16
THIAGO
TirédeCameronconfuerzayambosnosescondimosdetrásde lapuertade lacocina.Leindiquéconungestodelamanoquesemantuvieracalladoybusquédesesperadoconlosojosunlugardondepoderescondernos.—Tedijequeaquínohabíanadie—comentóuno,ysupequeeraelmismo
quehacíaunratonoshabíaperseguidoporlasaulasdeinfantil.—Heoídoalgo—dijootro.Eraunavoznuevaparamí.¿Cuántoshabía?—Deberíamosiralabiblioteca,ahíseguroquehayunoscuantos—insistióel
primero.—Julesnoshadichoquelorevisemostodo...,yesoesloquepiensohacer.Measoméporelpequeñohuecoquehabíaentrelabisagradelapuertaylos
viporfinconclaridad.Uno era más gordo que el otro. Iban vestidos de negro, llevaban armas
colgadasdelhombroysendaspistolasenlamano.Miréalniñoqueteníaaterrorizadoamiladoysupequedebíasacarlodeallí
comofuese.Pero¿cómo?Laúnicamaneradeescapareraporlaazoteay,parasubirallí,necesitábamosunaescalera.Sabíaqueenmantenimiento teníanuna,perolasalaestabaenlaotrapuntadelinstituto...¿Cómodemoniosibaallegar
hastaallíyvolverconellasinquemevieran?«Creandounadistracción»,medijo unavoz enmi cabeza. «Claro, como si
fuesetanfácilcrearunadistracciónconlaayudadeunniñodesieteaños».—Miraenlascocinas—ordenóentoncesunodeellos.Tuvequepensarrápido...,muyrápido...,tanrápidocomonuncaenmividalo
habíahecho.CogíaCamerondelamanoymealejédelapuertahastaalcanzarlaalacena.
Nosvimosrodeadosdetodotipodecomida,incluidaslatasdeconserva,salsas,bolsasdepatatas,cartonesdelecheycientosdebebidasenlata.«Piensa,piensa.»Misojossedesviaronhaciaarriba.El falso techo estaba hecho de paneles y no era tan alto como los de las
cocinas.Meayudédelasestanteríasyconpocoesfuerzoconseguíllegarhastaarriba,
donde con alivio pude ver que los paneles se desplazaban simplementeempujando hacia arriba.Al asomarme vi que lamaquinaria de los extractoresestabasuspendidasobreunaplataformaquecolgabadeltecho.Habíahuecoparalosdos.—¡Ven,Cam!—lepedíentresusurros.Elniñopillóalvueloloquepretendíahaceryalzándoloconmismanospude
conseguirquelassuyasllegaranasujetarsealaplataformaconfuerza.—Subeconcuidado—leindiquéymecalléautomáticamentecuandooíalos
asesinosanomuchadistanciadeallí.Porsuerte lacocinaeragrandeyhabíanempezadoamirarporlaotrapunta.—Joder,menosmal,algodecomer—escuchéquedecíauno.—Dameunpocodeeso—dijoelotroy,agradeciendoa todos losespíritus,
santos o lo que fuese que había ahí arriba, pude conseguir que Cameronterminase de escalar y desplazase uno de los paneles. No estaba seguro de siaguantaríamipeso,peronoteníamosotraopción.Porsuertepasaríanporallítansolounossegundosysemarcharían.Subípor lasestanteríasenfrentadashastacolarmicabezaporelagujerodel
falso techo que había quedado libre tras quitar uno de los paneles. Tenía que
subirme conmucho cuidado, puesto que los paneles que lo constituían apenaspodríanaguantarmipeso,peroayudándomeconlospiesyestirandolasmanosconseguícogermedirectamentea laplataformaque, enel interiordeese falsotecho,sosteníalamaquinariadelosextractoresysubíapulsoconlosbrazos.Yasolo quedaba colocar el panel de nuevo y rezar para que esos dos asesinos semarcharanloantesposibledelacocina.Cuando el techo volvió a estar cubierto, pude respirar con algo de
tranquilidad.—¿Estásbien?—lepregunté aCamviendoque sehabíahechounovilloy
temblabaasustadoentrelágrimasquelecaíandeformasilenciosa.—Vanamataramihermana,¿verdad?—medijodeformaentrecortada.Miréalniñofijamenteantesdehablar.—Nopermitiréqueletoquenniunpelo,Cam,teloprometo.Memovíparapasarlemibrazoporencimayreconfortarlodealgunamaneray
seprodujouncrujidoquehizoquenostambaleáramos.—Mierda—exclaméensilencioasomándomeparaverlosagarresdeltecho.Joder...,noibaaaguantar.—¿Quépasa?—preguntóelniñoasustadosiguiendomimirada.—Cam...,notemuevas—lepedíenunsusurro.Casinorespirábamos,pero,aunasí,laestructuravolvióacrujir.«Joder, ¡venga ya!», grité en mi interior, deseando que pasaran ya por la
alacenapara poder bajarme.Una cosa eran los veinte kilos deCamyotra lossetentakilosmíos.Finalmente dejaron de comer y siguieron registrando la cocina. Pudimos
escuchar perfectamente cuándo entraron a la alacena y temí que la estructuradondenoshabíamossubidocrujieseotravezdelatandonuestraposición.—Aquínohaynadie—comentóunodeellos.—Vámonos, anda—le contestó el otro—. Aún quedan unos cuantos de la
lista...Aloírlossupequeyahabíanconseguidomataraalgunos...,pero¿acuántos?
¿CómopodíasabersimihermanooKamseguíanconvida?¿Cómopodíasabersinoloshabíanasesinadoasangrefría?
Cuando estuve seguro de que se habían marchado, me bajé de allí lo másrápidoquepude.Elfalsotechovolvióacrujirydilasgraciasaqueapenashabíatenidoqueaguantarunoscincominutos.Apoyándomeconlospiesenlasestanterías,measoméparamiraraCameron,
queestirólosbrazosenmidirecciónparaqueloayudaratambiénaélabajardeallí.Neguéconlacabeza.—Debesquedarteaquí, colega—ledijedespuésdeasegurarme, almenosa
simplevista,dequelaestructuravolvíaaparecerestable.—¿Qué?¡No!¡Llévamecontigo!—Nopuedo,Cam,espeligroso...Yahasvistoloquesoncapacesdehacer.—
Elniñoempezóalloraryanegarconlacabeza—.Escúchame,tequedarásaquí,yo iré abuscaruna escaleraparapoder salir por los conductosdeventilación.Ahíestarásasalvo...Novolveránabuscarporaquíynadiemiraráeneltecho,créeme—insistí.Finalmenteviqueasentía,aunquelaslágrimasseguíancayendo,silenciosas.—¿Tienesmiedo,Thiago?—mepreguntóentonces.Sentíquesemeencogíaelcorazón.—Muchísimo,pequeño—lerespondí—,perotodovaasalirbien.Tesacaré
deaquí...—¿YaKami...yaTaylor?—Losbuscaréytodossaldremosporlaazotea,¿vale?Elniñoasintióyledediquéunasonrisa,lamejorquepudeconseguirenuna
situacióncomoesa.—Esperaaquíunsegundo—ledijecuandosemeocurrióalgoimportante.Salí de la alacena, asegurándome antes de que no había nadie por allí, y
revolvíenloscajonesdelacocinahastaencontrarloquebuscaba.Cuandovolvíaasomarlacabezaporelfalsotecho,viqueCamparecíamás
calmado.—Ten. —Le tendí un cuchillo—. Úsalo si es necesario. Y Cam... —dije
haciendounapequeñapausa,yaquenosabíamuybiencómodecirloquequeríasincausarleuntrauma—,seloclavasenelojo,¿vale?Justoaquí.—Leseñaléel
lugarexacto.Elniñomemiróasustado,peronodudóenasentir,serio.—Vendréaporti...,teloprometo.Tapéeltechoconelpanelymeguardéelotrocuchilloquehabíacogidoenla
partetraseradelpantalón.Ahoralacosasecomplicaba.
17
KAMI
Notardaronenllegar.Tal como había dichoTaylor, los dos que yo había visto antes cerca de las
escalerasllegaronalapuertadelabibliotecayempezaronaempujar...Ycomotambién había previsto Taylor, los cabrones de nuestros compañeros nosdelataronencuantosevieronanteunpeligroinminente.—¡Abridlapuerta!—bramaronmientrasempujabanyempezabanadisparar
contralamadera,provocandogritosyllantosentrelosqueestábamosallí.Nadieintentódetenerlosy,cuandoconsiguieronabrirsepasoaempujones,los
quenoshabíanamenazadocondelatarnosempezaronagritar.—¡Estánallí!¡Estánallí!—decíaunodeellos.—¡Losdelalista!¡KamilaHarrison,EllieWebberyTaylorDiBianco!¿Cómopodíanhacernoseso?CogílamanodeEllieylasdosmiramosaTaylorconhorror.—Salid corriendo, yo los distraeré —nos indicó él. Ambas negamos
automáticamenteconlacabeza.—No—dijereforzandominegativa.—¡Queosmarchéis!—nosordenóconfiereza.NonosdiotiempodevolveraresponderporqueTayloryasehabíalevantado
delsueloysedirigíaalladocontrariodelapuerta.MiréaEllie sin saberquéhacerodeciryellamemiróa suvezasustaday
nerviosa.—Veporallí—oímosqueledecíaunoalotrodetrásdelapuerta.Mierda,seibanaseparar.Taylornolodudó.Saliócorriendoendireccióncontrariaalapuerta...yelloslovieron.—¡Allí!—gritaronalmismotiempoqueyogritaba«¡Taylor!»,desesperaday
aterrorizadaantelaideadequelepasaraalgo.—¡Vamos!—medijoEllietirandodemí.Corrimostodolorápidoquepudimos,desesperadasporalcanzarlapuerta,la
únicaposiblesalidadeaquelhorror.Unamiradamebastóparasaberque losmismos treschicosquenoshabían
amenazadononosdejaríanescapar.Yentoncesocurrióloúltimoquehubiesecreídoquepasaría.Losdemás...,losotroscincochicosychicasquequedabanallí,seabalanzaron
sobre ellos, cogiéndolos desprevenidos y permitiéndonos llegar a la puerta yescapar.—¡Corred!—chillóunade lasniñas, sin saberque al hacer eso acababade
condenarseasímisma.Nomiréhaciaatrás.Ellienomelopermitió.Salimoscorriendopasilloabajo
comoalmaquellevaeldiablo,huyendoparasalvarnuestrasvidas,huyendoparapoderescaparyentonces...,entoncesocurriólopeor.Casihabíamosllegadoalfinaldelpasillo,casihabíamosconseguidogirarala
derechayalejarnosdeallícorriendotodoloquenuestraspiernasnospermitían,cuando, justo antes de doblar la esquina, el estruendo de varios disparos meobligaronatirarmealsueloytaparmelacabezademanerainstintiva.—¡No!—gritóalguienamisespaldas.Esperéaque llegaraeldolor,esperéasentir loquedebierondesentir todos
losalumnosqueyahabíanmuertoamanosdeesosdesalmados,esperéanotarlahumedaddelasangremancharmiropayaquemisojossecerrarandebidoaladebilidad provocada por la pérdida de sangre, pero nada de eso llegó a
producirse.Todo pasó a cámara lenta... Esamaldita cámara lenta de la que siempre se
hablaenlaspelículas,delaquesiemprenoshablanlaspersonasquehansufridounaexperienciatraumáticaocercanaalamuerte,esamaneraenquedescribencómo todo pareció ralentizarse, cómo fueron capaces de ver varias cosas a lavez,desentirvariascosasalmismotiempoyderegistrarensuscabezastodoslosdetallesdecuantopasabafrenteasusojos.Esacámaralentamepermitióserconscientetantodemipropiacaídacomode
lacaídademimejoramiga.Nofuemisangre laquemanchóelsuelo;nofuemicuerpoelquesufrióel
impactodealgoquelodestrozaríapordentro;nofuemicerebroelqueviosuvidapasarantesusojos,nimimentelaquecontristezatuvoquedeciradiósatodasesascosascon lasquehabía soñadodepequeña;no fueronmisojos losque con cansancio desearon cerrarse ymantenerse abiertos casi con lamismaintensidad,nimicuerpoelquesedebatióentrelavidaylamuertedurantelargossegundos.Fueeldeella...,eldemimejoramiga.EldeEllie.—No...—sentíqueelsusurroseescapabademislabios.Susojossiguieronelsonidodemivoz.Sus últimas fuerzas se concentraron en doblar ligeramente la cabeza hasta
podermirarme.Intentóhablar,intentódecirmealgo,yesasúltimaspalabrasnopronunciadas
seríanlasquemeperseguiríanelrestodemivida.Lasangreempezóasalirdesuboca,sumiradapasódeestarasustadaaserla
deunapersonasinvidaencuestióndesegundos.Murióprácticamenteenelacto.Sinpoderdespedirse,sinpoderabrazarmeniamíniasufamilia...Sumuerte
fue casi instantánea, una muerte que de no haber sido por Julian se habríaproducidodentrodemuchísimos años...Unamuertequehabríavisitado aunaEllie mayor..., con sueños cumplidos, con un marido, hijos, viajes, estudios,risas, cumpleaños, peleas, besos, encuentros, recuerdos y todas esas cosas que
todosmerecemosvivir.Peroqueaellaleacababandearrebatar.Suvida.Alcompleto.Consolodiecisieteaños.—¡Corre,Kami!—elgritodeTaylorbastóparadespertarmedelletargoenel
quemesumíenunossegundosqueparecieronunaeternidad.Lacámararecuperósuvelocidadnormalytodoloquehastaeseinstantehabía
quedadoatenuadoregresóparaatormentarme,másaúnsicabe,hastaconseguirquemicuerporeaccionase.Me levanté del suelo como pude y utilicémi rabia, mi dolor, mi profundo
dolor,paraalejarmedeallí corriendo,paradoblar laesquinaydejarde serunblanco...Ycuandogiréporelpasillolovi.Ahíestaba.Thiago.—Kam...Suslabiospronunciaronminombreyelimpactodeverlovivocasiconsiguió
paralizarme.Nosénicómolleguéaél,nosénisiquierasilleguéamoverme,soloséque
sus brazos me alcanzaron, que su cuerpo me envolvió con fuerza y que derepentepasédeestarenunpasillodondelosdisparosseproducíanaapenasunosmetrosdemíaencontrarmeenunlugarcerrado,pequeñoyllenodepolvo,peroensusbrazos...Joder,enlosbrazosdeThiago.—Kamila...—dijo sujetándomepor lasmejillas, sus ojos casi fotografiando
mentalmentemisrasgos.Susdedosmeacariciaronconcuidadoysentíquemisojos, que apenas habían podido pestañear, como si la imagen de Ellie seresistiese a abandonar mi mirada, volvieron a enfocar... Pudieron enfocarlo aél..., a él..., al amor de mi vida, a la única persona que podía llegar arecomponermetrassufrirtodaaquellaviolencia,desesperación,sangreymuerte.—Hamuerto...—conseguídecirdespuésdenosécuántotiempoensilencio.Ahoraqueecholavistaatrás,séqueestabaenestadodeshock,séqueestuve
asímuchoratoyqueélmesusurrópalabrastranquilizadorasaloído,meacariciólapielcondulzurayternurahastaconseguirtraermedevuelta...Devueltadeunlugaroscuroyfeo,unlugarquellegaríaaconoceralaperfección,unlugarquellegaría a convertir en mi refugio, un refugio de tristeza; tristeza, muerte ydesesperación.—¿Quiénhamuerto,mi vida?—mepreguntó con la voz en calma, pero el
miedoenlamirada.—Ellie... —contesté en un susurro muy bajo, casi inaudible—. La ha
matado...Julianlahamatado.Porque había sido él. Lo había visto, almirar hacia atrás, al sentir que nos
disparaban por la espalda... No habían sido los otros, los otros se habíanentretenidomatandoaloschicosychicasquenoshabíanayudadoytambiénalosquenoshabíandelatado.Julianhabíasalidodedondefueraquesehubieraescondidoyhabíamatadoa
miamigasinpensárselodosveces.Yo seguía con vida... porque no era su intención matarme... Su intención,
comobienhabíadicho,eraacabarcontodosmisseresqueridos.—Chist—medijoabrazándomeyentoncesfuiconscientedequiénlohacía.Sentísuolorllegarmeatodaspartes,sufraganciaysucalor.Abrílosojos,meseparédeélylomiré.Thiagoestabavivo.—¿Thiago?—preguntésinllegaracreérmelo.—Sí,cariño...,soyyo—medijoconlosojosbrillantes,llenosdeemoción—.
Teníatantomiedo,tantomiedodeencontrartemu...—No lo estoy —lo interrumpí intentando recomponerme, intentando
recomponermis sentimientos, intentando borrar demimente la imagen demiamigaydetodasaquellaspersonasmuertasparapoderconcentrarmeplenamenteen él... Joder... Joder, si hubiese sabido todo lo que se nos venía encima..., sihubiese sabido el tiempo que iba a tener que esperar hasta volver a tener unaoportunidadcomoesa...—Thiago,hayquesalirdeaquí...Nosvanamataratodos...—loinstéconel
miedoenlavozylatristezaenelcorazón.
PenséenTaylor... ¿Habríapodidoescapar?¿HabríaconseguidohuirdeesosdosasesinosantesdequeJulianloviese?—Taylor...—dijeysentícómoThiagodejabaderespirar—.Taylornosayudó
aescapar...Estábamosenlabibliotecayalgunosdeloschicosqueestabanconnosotrosquisierondelatarnos,quisieronentregarnosparaquelosliberaran...Hasidohorrible,Thiago...Nosé...Nosésiélestábien,solomedijoquecorrierayluego...,luegoEllie...—¿Taylorestávivo?—mepreguntóThiagoparapoderasegurarse.—Loestaba...Loestabahaceunmomento,pero...Yentoncesmecallé.DejédehablarnosoloporqueThiagometapólaboca
consuenormemano,sinoporquemecalléaloírquehabíaalguienahíafuera.MiréconlosojosmuyabiertosaThiagohastaqueapartósumanodemiboca
ymeindicóconungestodesusdedosquememantuvieracallada.—Quieroquemelostraigáisvivos,¿mehabéisoído?Conlosdemáshacedlo
queosdélagana,peroconesostres...Aesostreslosquierobiendespiertos—ordenóJulian.Semeestremeciótodoelcuerpoalvolveraoírsuvoz.La última vez que habíamos hablado fue antes de que descubriese queme
habíaestadoengañando,connuestraamistad,consuhomosexualidad,contodo.Ese chico estaba trastornado, estaba loco y lo que dijo a continuación casi
consiguióquemeterminaradederrumbardeltodo.—Nohemospodidoencontraralniño,Jules—anuncióentoncesunodeellos.Todomicuerposetensóenelacto.—Tienequeestarporalgunaparte...¡Encontradlo,joder,solotienesieteaños,
nopuedehaberidomuylejos!Thiagome sujetócon fuerza, estavez tuvoque retenermecontra laparedy
apretarfuertementesumanocontramibocaparaquenosemeescaparaningúnsonido.«¡Hijodeputa!»,mehubiesegustadogritarlealacara.Mihermano...,mihermanito...,Cam...Encuantosealejarondedondeestábamosescondidos,Thiagomesoltóyme
forzóaprestarleatención.
—Escúchame —me dijo entonces obligándome a centrar mis ojos en lossuyos—.Tuhermanoestábien...Estáasalvo.—¡¿Has visto a Cam?! —exclamé con la voz temblorosa y las lágrimas
queriendo salir, queriendo empapar mi rostro de nuevo, pero no podíapermitirmeeso,noenesemomentotancrítico,eracomosimicuerpolosupiera,comosiunacorazamehubieseobligadoamantenermeserenaotodoloserenaquesepuedeestarenunasituacióncomoaquella.Debía aguantar..., ya habría momentos para llorar o para derrumbarse y
lamentarseportodoaquello.—Sí,estáescondido.Abrílosojosconhorror.—¿Escondido?¿Dónde?—Diosmío...Diosmío,mihermano...,mihermano
estabaallí,enellugarmáspeligrosoparacualquieraquefueseamigoofamiliarmío—. Llévame con él... necesito verlo, necesito... —le rogué mientras meabalanzabahacia lapuerta, intentandosalir,peroThiagome retuvo, tiródemibrazoymeobligóaprestarleatención.—Está a salvo, Kam, te lo prometo —me aseguró muy serio—. Ahora
necesitoquetecentresyquemeayudesasacarosdeaquí.—Nohaymaneradesalir,todaslaspuertasestán...—Cerradas,losé—terminópormí—,perosaldremosporeltecho,¿vale?Si
conseguimosllegaralaazotea,loshelicópterososverányosrescatarán...Esomismoera loque se le habíaocurrido aTaylor...Esomismonoshabía
dichoaEllieyamí,quedebíamosllegaralaazotea...,pero¿cómo?—¿Cómopiensasllegarallíarriba?—Por la ventilación—me contestómuy seguro—.En las cocinas están los
conductosdeventilaciónydanalaazotea,sonlosuficientementegrandescomoparaquepodamosescalarconcuidadoapoyándonosconlaespaldaylospies...Esallídondehedejadoatuhermano,loescondíenunfalsotecho.—Vayamos con él —le dije deseando salir de allí, deseando ver con mis
propiosojosquemihermanitoestabavivo,queestababien.—Antesnecesitamosconseguirunaescalera—comentóapretándoseelpuente
delanariz,cercadelosojos.
Seloveíacansado...,cansadoymuymuypreocupado.—¿Estásbien?—lepregunté.Élasintiódeinmediato.—Hayunaescaleraenlasalademantenimiento.Siconseguimosllegarallíy
llevarlaalacocina...—¿Podremossalir?—terminéporél.—Podremossalir—meconfirmó.Nosmiramosunsegundo...yelsegundoseconvirtióenminutos.Mehubiese
quedado horas admirando esos ojos verdes, esamirada queme hacía temblar,que me hacía sentir a salvo a pesar de encontrarme en ese infierno, que meprovocabadetodopordentro...—Thiago...—dije,yelmerohechodepronunciar sunombreconsiguióque
metemblaraelcuerpo.Susojosbrillaronconalgoquenoséexplicar,unamezclademiedo,amory
promesasquenosepodíanverbalizar...,yentoncespasó.Subocaseencontróconlamíayelbesofuedistintoatodoslosbesosqueya
nos habíamos dado, que habían sido pocos para disgusto mío. Fue como sisupiera lo que iba a pasar, como si supiera que ese beso podía llegar a ser elúltimo.Miespaldadiocontralaparedysusmanosbajaronportodomicuerpoen una desesperada necesidad de sentirme cerca, de calentar su cuerpo con elmío,devolverasentirmesuya.Por unosminutos solo estuvimos él y yo; todo el horror que se producía a
escasosmetrosdenosotrospareciódejardeexistir.Susmanos sujetaronmi rostro comoqueriendomemorizar cadaunodemis
rasgos,subocalimpiólosrestosdelágrimasqueaúnhumedecíanmismejillasy,cuandodeverdadnosfundimosenunbesoquenosdejóaambossinrespiración,supequeeraél...,quenohabíanadiemás,quenoexistíanadiemás.—Teamo—medijomirándomealosojos—.Nuncaloolvides,¿vale?Pestañeéparapoderverloconclaridad.—Prométemequesaldremosdeestaconvida...Prométemequecuandoesto
acabeestaremosjuntos...,quemellevaráscontigoadondevayasomeseguirásadondevayayo...Prométemequenohabráundíaendondenonosdigamos«te
quiero», que no existirá distancia entre los dos... Prométeme que antepondrástodoanosotrosdos,porqueyolovoyahacer...Sidealgomehaservidotodoesteinfierno,esparasaberconcertezaquelavidaescortayquequieropasarlacontigo.Sus ojos decían de todo almismo tiempo que no decían nada. ¿Por qué se
contenía?¿Porquédudaba?Yentoncesabriólabocaypronunciólaspalabrasmágicas,lasúnicaspalabras
queyonecesitabaoírparaarmarmedevalorysalirahíaenfrentarmecontodo.—Teloprometo.Ysoloentoncessentílafuerzanecesariaparapoderseguir.Meacaricióelpelo,mecolocóunmechónsueltodetrásdelaorejaybesóla
puntademinariz.—¿Estáslistaparasalirdeaquí?Asentí,abrimoslapuertayvolvimosalinfierno.
18
TAYLOR
Todo pasó demasiado deprisa, tan rápido que no estaba seguro de cómo sehabíanproducidolosacontecimientos.SolosabíaquehabíatenidoquedistraeraesoshijosdeputaparaqueEllieyKamipudiesensalircorriendodeallí.Fui rápido, tirécosaspara llamar laatenciónydespuéscorríhacia lapuerta
paraintentarescapar.Mesorprendiódescubrirquelosdemásloshabíanayudadoasalirsinquelos
tres alumnos imbécilespudiesenhacernadapara evitarlo...Eso fue claveparaque yo también consiguiese escapar, ya que salí casi un minuto después queKamiyEllie.Unavez fuera,mi cerebro registró loqueocurría aunavelocidad increíble,
llegando hasta ver varias cosas a la vez. Por un lado, estaban ellas, que casillegaban al final del pasillo, donde doblarían la esquina para desaparecer ybuscarotrorefugioy,porotro,estabalaimagendeJulian,depie,alfinaldeesepasillo,levantandolapistolayapuntandoconincreíblesangrefríaaunadeellasdos.Grité «¡NO!» casi desgarrándome la garganta, pero es que ver muerta... a
cualquieradelasdoseraunaideasimplementeinsoportable.Debíasalvarlas...,debíaprotegerlas...,ynoloestabahaciendobien.
Alprincipioalverqueambassecaíanalsuelopensélopeor.Dosdisparos...Unoacadauna.¿Habríandadoenelblanco?Mehubiesegustadocorrerhaciaellas, tirarmeencimaparaprotegerlas,pero
sobretodoparaasegurarmedequeestabanbien.Peromiinstintodesupervivenciaactuópormí,seadueñódemicuerpoyme
obligó a correr para esconderme. Para esconderme de ese psicópata. Esepsicópataquenimevioomásbiennomequisoniver,cuandotuvodelantealarazóndetodossusproblemas.Asuobsesióndesdehacíatantosmeses,alachicaconlaquehabíasoñadodesdequelavio.Kami era lo único que él en realidad quería... Entonces, ¿por qué perder el
tiempo y detenerse conmigo cuando la tenía a ella a apenas unos metros dedistancia?Podríamosdecirquesuobsesiónconsiguiósalvarme.Ymisubconscientesupoaprovecharsemejorquemiconsciencia.Meescondí.Peronomefuimuylejos,no.Meescondíenlaclasedeenfrente.Pudeverporlaventanitaquehabíaenlapuertacómoalgunosdeloschicos
quehabíanestadoconnosotrosenlaclasecorríanalempezarlosdisparosdentrodelabiblioteca.PudevercómoJulianibadetrásdeKamiquesehabíalevantadoyrecéparaquepudieseencontrarrefugio.Despuésvicómolosotrosdosasesinosdesaparecíanpasilloabajo.Y cuando el pasillo se sumió en un silencio insoportable, salí y corrí hasta
donde estaba ella... Corrí rezando en silencio y pidiéndole a Dios que noestuviesemuerta.Caíalsueloasulado...Sumelenacastañarodeabasurostroylasangreseguía
marchándolotodoasualrededor.—Porfavor,Webber...,nomehagasesto—leroguéapartándoleunmechón
depelodelacara.La esperanza me recorrió por entero cuando vi que pestañeaba levemente
hastaconseguirabrirlosojosymirarme.
—Diosmío,Ellie...—exclamétirandodeellahastapoderacunarlaentremisbrazos—.Tevasaponerbien,tevasaponerbien,teloprometo—leasegurésinserconscientedequemivozsemequebrabatantasvecesqueprobablementenihabía podido entenderme. Las lágrimas caían por mi rostro de una manerainverosímil...inverosímilcuandosetratabadeunachicaconlaqueapenashabíatenidorelación...—Ta-Taylor...—dijoentrecortadamente.—Chis...—lasilenciéacunándoladespacio—.Nohables...—M-megu-ustas,Tay-lor—dijodespacio.Lasangresalíaporsubocaypor
losorificiosdondelasdosbalashabíanatravesadosucuerpo.—Losé..., losé,pequeña...—lecontestésintiendoundolorenelpechoque
nollegabaacomprender.—Mehu-bie-segu-ustadosalircon-tigo—confesóysusonrisaconsiguióque
metemblaratodoelcuerpo.—Y a mí me hubiese encantado —le respondí mirándola de otra manera,
mirándolayborrandolasheridasylasangredesucuerpo.Lamiréyenmisojosaparecieron miles de imágenes de Ellie..., miles de imágenes que mi cerebrohabía ido guardando en mi cabeza sin ser consciente de que lo hacía. Susonrisa..., su manera de buscarme cuando entrenábamos en la cancha debaloncesto y ella practicaba las coreografías de animadora..., sus piquescontinuos en el comedor, y su forma de fruncir el ceño cuando yo aparecía ydecíaalgunatontería.Sumaníademorderselasuñasosupeculiarmaneraderecogerseelpelocon
cualquiercosaqueencontrara,yafueraunboli,unlápiz,unpalillochinoountenedor.Susonrisaerapreciosaypocasvecesmelahabíadedicado,aunquesiempre
serierademisbromas,aunsindarmecuentadequemeestabaescuchando.¿Lahabíapicadoaconciencia?¿Habíadisfrutadohaciéndolarabiar?—Siempre fuiste una tocapelotas —le dije y la dificultad que le supuso
sonreírmemerompiódefinitivamentepordentro.—Ytúsiem-prefu-fuisteuncreí-ído—contratacó.Sonreí.
—Deberíashabérmelodicho—ledijesinpoderdejardeacariciarsupelo,susmejillas...—Es-tabasen-enamoradodelaper-so-naequi-vo...—Empezóatoserytuve
queincorporarlaparaquepudiesevolverarespirar.—Tranquila...Chisss,nohables,porfavor—lepedídesesperadoalverquesu
vidasemeescurríaentrelasmanossinqueyopudiesehacernadaparasalvarla.—Dis-fru-tapor...por...mí,¿va-ale?—mepidió.Asentíconlacabezaymefijéensusbonitosojosclaros.¿Porquésentíaqueestabaperdiendoaalguienimportante?¿Porquémedolía
tantoaquello?¿Porqué?Sin pensarlo, dejándome llevar por mis instintos más básicos, me agaché
sobre ella y posémis labios sobre los suyos. Sumano apretada contra lamíasintiendomis latidosenloquecidossemovióenun intentode retenermecontraella.Ycuandomeaparté...,cuandoporfinmeaparté,supequeyanoestaba.
Nosabíaadóndeir,niquéhacer.Ladesesperanzaempezabaaadueñarsedemíytambiénlatristezayelmiedo.
Me aterrorizaba pensar que podía encontrarme aKami o ami hermano en elsueloigualqueaEllie.No podía dejar de recordar las últimas palabras que le había dicho a mi
hermanomayor,nopodíadejardepensarenlospocosmomentosquehabíamoscompartidoloquellevábamosdecursoyeldañoquenoshabíamoshechoelunoalotro.¿Cómohabíamosllegadoaeso?Mejuréamímismoque,sillegábamosasalirvivosdeaquello,miformade
verelmundocambiaría.Novolveríaasufrirporunachica,nidejaríaquepasaseunsolodíasindecirlealagentequemerodeabaquelosquería.Veríaseriesconmimadre,medabaigualquefueranesostruñosromanticones
que ella insistía en poner en Netflix, me tumbaría con ella en el sofá y laabrazaría hasta quedarme dormido. Con mi hermano planificaría viajes yexcursiones, jugaría un uno contra uno todas las tardes si hacía falta, como
habíamos hecho desde que éramos pequeños, y con Kami..., con Kami lointentaríatodo,perosinoeraposible,ladejaríamarchar...Ysidejarlamarcharsignificabaqueseenamorasedemihermano,loaceptaríayseguiríaconmivida.LehabíaprometidoaElliequeloharía,ypensabacumplirconmipromesa.Vagué desesperado por los pasillos, sin saber qué hacer, intenté buscar una
salida,encontrarunapuertaabierta.Mecrucéconestudiantesquemepararonymepreguntaronquédebíanhacer,perolosignoréyseguímicamino.Devezencuandoseoíandisparos,gritos...Nodebíadequedarmuchagente
conviday, sin embargo,nadieparecíahacernadapara salvar a lospocosqueseguíamosluchandoporsobrevivir.Lapolicíaestabafuera,lasambulanciasesperabanaquenosrescataran,pero
nadieentrabaasalvarnos...Nadiehacíanada,estábamossolos.¿Porqué?¡¿Porqué,joder?!Nomeextrañaquealfinalmeencontrasen.Nomeextraña tampocoque lapalizaquemedieronmedejara inconsciente
durante lo que pudieron ser horas... Tres contra uno..., y uno especialmentecabreadoyllenodeodiohaciamí,yaospodéisimaginarenloquepodíaderivar.Ahoraqueecholavistaatrás,mepreguntoquéhubiesepasadosiThiago,en
vezdeescucharporlosaltavocesdelcolegioqueestabavivo,hubieseescuchadoqueestabamuerto.Seguramentehoytodoseríadiferente.Porqueélsehubiesesalvado...ÉlhubieseescapadoconKamiyconCameronyelqueestaríalejos,muymuy
lejos,seríayoenvezdeél.Pero las cosas no pasan según uno tiene pensado..., sino que la vida te
sorprendedándoteunabofetadaen toda lacarayencimaesperaque sonríasysigasadelante.Puesqueledenalavidayasufilosofía.Pero,sobretodo,quelesdenaesoshijosdeputa.
19
THIAGO
Conseguimosllegarhastalasalademantenimientoyaunqueparezcaunalocura,de verdad os puedo asegurar que fue como si un ángel nos guiara en todomomento.Nonoscruzamosconnadie,losdisparosqueseoíanenlalejaníanosalentaban a seguir adelante, a hacer todo lo posible para poder huir de aquelinfierno.Cruzamos pasillos y subimos escaleras hasta llegar a la sala donde
encontraríamoslaescalera.Unaescaleraqueeragrandeyaparatosa.Aunqueibaahacertodoloposibleparallegarhastalascocinassinservistos,sabíaqueeraalgoprácticamenteimposible.MevitentadodeencerraraKamenalgunaparteyhaceraquellosinella,peroyosolonopodíaconesaescalera,lanecesitaba...yjoder esto también lo hacíamos porCameron.Había que sacarlo de allí comofuera,menegabaaquelamuertedeunniñopequeñovolvieraarecaersobremiconciencia.Esomehizopensarenmihermanayencómo, sin saberlonientenderlo, la
sentía más presente que nunca, por todas partes, a mi alrededor, conmigo,guiándomeparaconseguirnuestroobjetivo.Cuandocogimoslaescalerasabíaquelascosassecomplicarían.Unacosaes
dos personas atravesando el instituto teniendo muchísimo cuidado de no ser
vistosyotramuydistintacargaralgograndeypesadoypasardesapercibidos.Laacerquéhaciamíantesdeabrirlapuertaysalirdeallí.—Teamo—ledijebesandosuslabiosunaúltimavez—,noloolvidesnunca,
porfavor.Kammemiró yme bastó eso como respuesta. El amor, el cariño, el deseo
estabantanclarosenesosojosmarrones,quenadaevitaríaquelucharaporellaenelfuturo.Unonopodíadejarescaparalgoasí...Salimosconcuidado,cargandoconlaescalera,yodelanteyelladetrás.Como
oshedichoantes,fuecomosinosguiaraunángeldelaguarda.No vimos a nadie, no nos cruzamos con nadie; el silencio, el miedo y la
incertidumbre fueron nuestros compañeros durante el tiempo que tardamos enllegaralacafeteríaydespuésalascocinas.—Poraquí—leindiquéaKamcuandoconseguimosapoyarlaescalera.Mesiguióhastallegaralaalacenay,conelcorazónenunpuño,escaléporlas
estanteríasyconseguíabrirelfalsotecho.Unosojosenormesyazules,asustadosyllorososmedevolvieronlamirada.—Teprometíquevolvería,¿no?—ledijesonriendo.Susonrisamellenódealegríaynodudécuandoestirósusbrazoshaciamí.—¿Cam?—preguntóKami,queesperabajuntoalapuertallenadeansiedady
nerviosismo.Cuandobajéalniñopudepresenciaralgomágico.Doshermanosquesereunían,dosvidasquesesalvarían,dospersonasquese
queríanconlocura.—¿Estásbien?¿Tehashechodaño?—lepreguntabaKammientrasrepasaba
sucuerpoconojoscríticos.—Estoybien—asegurabaCameronabrazandoasuhermanacomosifuesesu
salvaciónmásgrande.Queloera.—Ahora toca la mejor parte..., escalar —les dije a ambos intentando
transmitirseguridad.—Estoescomosifueraunamisión,¿verdad?—nospreguntóCamaambos.Nopudeevitarsonreír.
—Exacto,unamisióndeespíassecretos—leaseguréymepusemanosa laobra.Apoyamos laescaleraen lapared, justodebajodeuna rejilladeventilación
queesperabaquesepudiesesacarconfacilidad;sinoeraasí,enprevisiónhabíacogidodosdestornilladoresdelasalademantenimiento.Subíconcuidado,aunqueantesdehacerloatrancamoslapuertadelacocina
conunpalodeescoba,quenoibaaserdemuchaayuda,peroalgodetiemponosdaríaencasodequeconsiguierandescubrirnos.Comotemía,necesitélaayudadeunodelosdestornilladoresparapodersacar
larejillay,cuandomeasoméporelhuecoquehabíadejado,mefijéenqueelespacioestabajustocomoparaquecupieran.Tambiénviqueelconductodeventilaciónenunmomentodadodoblabahacia
laderecha,demaneraqueKamyCameron solo tendríanquegatearhasta allíparadespuésseguiryllegaraunatrampillaquedabaaccesoalaazotea,oesoesperaba.Sino,podríanesconderseallíhastaquetodaestapesadillaacabara.—Cam, sube—leordenéquedándomeenelúltimopeldañoy sabiendoque
ibaa tenerquepegarleunempujónparaconseguirque llegaraacolarseporelhuecoquehabíadejadolarejilla.—Vamos—loalentóKamyelniñosubióconcuidadohastallegaradondeyo
estaba.—Damelamano—lepedíy lo levantéapulsohastaqueconsiguiómeterse
por el agujero—. Ayúdate con los pies... así —lo insté fijándome en que secolocarabienynohubiesepeligrodequesecayera.Elniñonotardónimediosegundo en pillarle el truco a subir apoyándose con la espalda y los pies y,cuandosubióunpoco,memiróentusiasmado.—¡Esfácil!—exclamósonriente.—Ennadaestaréis lejosdeaquí,os loprometo—ledijesintiendocómoun
pesodemipechoempezabaaatenuarse.Necesitaba saber que estaban a salvo, necesitaba asegurarme de que no les
pasaríanada.MiréaKam,quememiróasuvezdeformaextraña.Subióhastallegarhasta
dondeyoestaba.
—Tú no vienes con nosotros, ¿verdad?—me preguntó yme quedé calladocomo toda respuesta—.Thiago..., por favor—me rogó con los ojos llenos delágrimas.—Tengoqueencontrarlo,Kam—ledijesabiendoqueloentendería,sabiendo
perfectamentequeellaharíajustolomismoenmilugar.—Prométemequesaldréislosdosconvida...Porfavor,prométemelo.—Harétodoloquepueda—leasegurébesándolaunavezmás.Mehubiesegustadoentretenermehoras,perodebíadarmeprisa...Silosotros
veníanyveíanlaescalera,seríaelfin.Ayudé aKam a subir hasta el conducto de la ventilación y, cuando los dos
estuvieron ya dentro, puse la rejilla nuevamente, así nadie sospecharía quehabíansalidoporahí.—Ahora solo tenéisque seguir el conducto...Puedequepara salirnecesites
esto... —le indiqué tendiéndole uno de los destornilladores—. Cuando estéisarribaosverányosrescatarán.Kamasintióynosmiramosnuevamente,enesamiradasepodíanconcentrar
milesdecosas,milesdepalabrasnuncadichas,milesdebesosimposibles,perosobretodopudeverensusojoselrecuerdodelanocheanterior...Elrecuerdodelos dos siendo felices, amándonos de verdad, compartiendo risas, secretos yconfesándonostodoloquenosqueríamos,apesardelosproblemasyapesardetodoloquehabíamostenidoqueviviryaguantarhastallegarhastaallí.Ypensarqueesamañanahabíadecididodejarlamarchar...Cómocambiatodocuandoteencuentrasalfilodelamuerte...Escuandode
verdad sabes loquemerece la penay lo queno, lo únicoque te importay loúnicoquedeverdadquieres.Y entonces, interrumpiendo lamiradamás bonita ymás significativa demi
vida,unavozsonóporlosaltavoces.Esavoz...,lapeorvoz.—Estemensajevaparavosotros...—empezódiciendoJulian—.Sí,vosotros,
sabéisperfectamenteaquiénmeestoydirigiendo—añadióylamiradadeKamsetransformóencuestióndesegundos—.Tengoenmipoderalpobrehermanitoque nadie quiere —dijo Julian captando toda mi atención—. Tengo aquí
conmigo al capitán del equipo de baloncesto..., al guaperas que se creemejorqueelresto,algilipollasquepensóquepodría tocaramichicaynopagar lasconsecuencias.Me tensé cuando se escuchó claramente el ruido de un golpe y después un
lamentodedolor.—Taylor Di Bianco... —Kam me miró horrorizada—. ¿Quieres decir unas
últimaspalabras?—Sá-ca-ladea-quí,herma-no.—Suvoz...rotaporeldoloryporlosgolpes
encendióalgodentrodemí.Otravezno...,otraveznopasaría.—Kami—dijo dirigiéndose a ella en particular por primera vez desde que
había empezado esta locura—, si novienes y te presentas antemí...,mataré aeste...yluegoalotro...,ydespuésencontraréatuhermanitoyharéexactamentelomismoconél...MicuerpoactuódeprisacuandoviquelaintencióndeKamieradesatornillar
larejillaybajardelconductodeventilación.—¡No!—exclamémirándolamuyserio—.Saldeaquí,Kamila,yosacaréa
mihermanodeesta.—¡Osvanamatar!¡Mequiereamí,Thiago!¡Nolopermitiré!—dijosacando
elprimertornillo.—¡Mierda,Kam,no!Bajédelasescalerasylasapartédesualcance.Lamirédesdeabajo.—Sacaatuhermanodeaquí...Esaestuobligación...Yoharélomismoconel
mío—ynolamiré,nomequedéaescucharsusquejasnisusintenciones,mefuiporquesabía...,joder,sabíaque,sinomeibadeallí,ellaconseguiríabajarysepondríaenpeligro,ysobremicadáverdejaríaqueeseenfermovolviesesiquieraacruzarunamiradaconella.—¡Thiago,nolohagas!—gritóantesdequeyosalieraporlapuerta.Yaestabahecho...Ahoramequedabalopeor.Loúnicoque teníaparadefendermeeraundestornilladoryuncuchilloque
habíapodidocogerdelacocina.Hastayomedabacuentadequeloqueestabaa
puntodehacereraunsuicidio,peronohabíaotra...NoibaadejaraTaylorallí,no iba a abandonarlo. Estaría con él... hasta el final, porque eso es lo que sesuponequehacemosloshermanos.Poruninstantepenséenmimadre,enlodolorosoqueseríaparaellaperdera
susdoshijos,perdernosatodosenrealidad...Porunmomentomeplanteédarmelavueltayregresar,escaparconKamysalirdeallí,pero¿cómoibaahacerlo?Eldolordemimadre,saberqueesolamataría,fueloquemehizodudar,pero¿aquiénqueríaengañar?SialgolesucedíaaTaylor,mimadremoriríaigualquesinospasabaalgoalosdos.¿Cómosesobrevivíaalamuertenosolodeunhijosinodedos...?Teníaque intentarlo...Era laúnicaopciónquequedaba, laúnicaopciónque
nosofrecíaalgunaposibilidaddequelostrespudiéramosseguiradelante.OtravezpasólomismoquecuandocruzamoselinstitutoconKamllevandola
escalera.Nohabíanadie...Nomecrucéconnadie,sincontarconloscadáveres,claro.¿Cuántagentehabíamuertoesedía?¿Cuántasfamiliasquedaríandestrozadas
despuésdeaquello?Unarabiabrutalseapoderódemí.Unodioracional,puro,abrazador;unodio
quemellenódeadrenalina,quemellenódeenergíayquemeobligóatomarunadecisiónmuyimportante.Moriríaaqueldía...,peromellevaríaconmigoatodoslosquepudiera.
20
KAMI
Nomequedómásremedioquehuir.Nomequedómásremedioquedejaradospersonasqueamabaconlocuraparasalvaramihermano,salvarmeyo.Pensé en dejarme caer... Pensémuy seriamente quitar la rejilla y saltar sin
importarmelasconsecuenciassiasíconseguíadetenerlo,perounamiradaalniñode grandes ojos azules me bastó para saber que Thiago tenía razón. Miobligaciónerasacarlodeallí,ponerloasalvoyrezarparaqueesemomentonofueseelúltimoencompañíadeunhermanoDiBianco.Noscostóunpocodesplazarnosgateandoporelconducto.Fuemuyextrañoir
por el techo viendo a través de las rejillas las aulas donde había dado clase,algunas con alumnos muertos y sangre y otras vacías, como si estuvieranesperandoeliniciodelasiguienteclase.Enunmomentodadoeltimbrequeanunciabaeliniciodelrecreoresonópor
todoelcolegioconsiguiendoquetodoslospelosdemicuerposeerizaran.Muchosyanuncavolveríanaoíresesonidoypensaríancontentosqueporfin
tocaba un descanso. Muchos ya nunca irían sonrientes en busca de suscompañerosyamigos,niabriríansustaquillasconperezaintercambiandolibrospesadosporotros.Medolía...,medolíatantoquenosabíacómoibaasuperarlo.
—¡Mira,Kami!—exclamóentoncesmihermanoseñalandohaciaarriba.Ahí estaba... la trampilla que daba a la azotea. Podríamentiros y decir que
sentí alivio,podríamentirydecirque la alegríameembargó,perono fueasí.Sentí como sime quitaran un peso de encima, eso sí, porquemi hermano sesalvaría,perounapartedemínecesitaba regresar...,necesitabavolveradondeestaban loshermanos,necesitabasalvarlos,hacer loque fueraparasacarlosdeallí con vida, pero ¿quién me garantizaba que ese hijo de perra los dejaríamarcharcuandometuvieseamí?Losodiaba...,nuncadejaríaquesemarchasendeallívivos.Abrí la trampilla y con cuidado salimos afuera. La luz nos cegó
momentáneamente,perodespuéslasombradelhelicópteronospermitióverque,enefecto,habíanestadoesperandoquealgúnalumnosalieraporallí.—¡Estamosaquí!—gritómihermano—.¡Estamosaquí!Cammeabrazóconfuerza,sucorazoncitoaúnibaamilporhoraysualegría
casifuecontagiosa.Mefijéenqueelhelicópterodescendíahastaconseguirposarseenlaazotea
cuyasdimensionespermitíanquelohiciesesinproblema.Unpolicíabajóyvinocorriendohacianosotros.—¿Estáisbien?—nospreguntóechándonosunvistazoymirandohaciaatrás
—. ¡¿Hayalguienmás convosotros?!—gritóparahacerseoír por encimadelruidodelasaspas.Neguéconlacabezaysudecepciónmeterminóderomperelcorazón.Cogióamihermanoenbrazosymeindicóquelosiguiera.Corrimos hacia el helicóptero y nos subimos. Cam flipaba con todo lo que
veía,parecíaajenoaloquepasabaapocosmetrosdedistancia.Nos pusieron unos cascos y el helicóptero se elevó alejándose del instituto,
alejándosedeaquelinfierno.Miréalpolicíaquemeobservabaconatención.—Hantardadodemasiado...—ledijeylarabiaacudióparaborrardemiser
cualquier vestigio de pena, tristeza o culpabilidad—. ¡¿Por qué no han hechoalgo?!Elpolicíanodijonada.
Éltambiénparecíaenfadado.Cuandoaterrizamosenunaexplanadalosuficientementegrandeparaacoger
elhelicóptero,medi cuentadequenoestábamos lejosdel instituto, sinomuycerca.—Necesitoquevengasconmigo—mepidióelpolicía—,necesitoquehables
coneljefe.Su manera de mirarme, su forma de no contradecirme en el helicóptero
consiguióqueloescucharaatentamente.—Todo lo que les puedas decir será de gran ayuda... —dijo, y entonces,
cuandonosacercamosalacallequedabaalaparcamientodelcolegio,vimos...las furgonetas, la gran aglomeración de periodistas y familiares que llorabandesesperados,seabrazabanypedíanquesehicieraalgo.Había ambulancias y carpas... policías por todas partes, furgones inmensos
conhombresarmadosconmetralletas...¿Todoesoynohabíanconseguidodeteneratresadolescentesarmados?—Poraquí—meindicóelpolicía.Teníalamanodemihermanobiensujeta,nopensabaperderlodevista.Cuando la gente nos viomuchos se abalanzaron sobre nosotros, incluida la
prensa.—¿Haysupervivientes?—¿EstáEmilyviva?¡¿EmilyDavinson?!¿Estáviva?—¿Hasvistoamihijo?¡HasvistoaHarry?—¡¿Cómohabéisescapado?—¿Dóndeestáelresto?Mihermanoseabrazóamí,asustadoylapolicíanosescoltóhastalacarpa.Todohabíapasadotanrápidoquecuandomevirodeadadepolicíasynode
familiares ni periodistas sentí la necesidad de salir ahí fuera y dar unaexplicación, pero ¿qué iba a decirles? ¿Que prácticamente todos estabanmuertos?—¿Cómo te llamas?—me preguntó una mujer vestida de traje, una mujer
elegantequeseacercóanosotrosconcalmayunasonrisaenlacara—.¿Estáisheridos?
Fuemihermanoelquecontestópormí.—YosoyCameronyellamihermanaKami...Laseñoralesonrióyluegomemiróamísinpoderocultarsupreocupación.—Cameron, ¿tepareceque tuhermanayyo charlemosun ratomientrasmi
amigotellevaalaambulanciaparaqueseasegurendequeestásbien?—Estoybien...—afirmómihermanosinsoltarme.—Losé...Hassidomuyvaliente,¿losabes?Élasintiódespacio.—Cam,espérameenlaambulancia...,yoiréenunmomento—leindiqué.—Quiero ir con mi mamá —dijo entonces con sus ojos llenándose de
lágrimas.El policía que nos había llevado hasta allí dio un paso hacia delante y se
agachóparapoderhablarconél.—Venconmigoyllamaremosatumamá,¿teparece?Mihermanomemiróyyoasentí.Vi cómo el policía le cogía la mano y lo llevaba fuera. Tuve la urgente
necesidad de correr hacia él, de no perderlo de vista, pero sabía que menecesitabanallí,sabíaquedebíacontarlesloqueestabapasando.—Tienequeentrar—dijedesviandolamiradademihermanoycentrándola
enesamujer—.Ya—añadímuyseria.Lamujermeindicóquemesentara,peromenegué.—¿Aquéestánesperando?—preguntéatodoslosquehabíaallíreunidos,los
cualesmemirabanqueriendosabermás.—Tenemosconstanciadequeelasaltantetienevariosrehenes...Nopodemos
entraryponerlavidadelosniñosenriesgo,elprotocolo...—¡Meimportaunamierdaelprotocolo,losestánmatandoatodos!Lamujercallóymeescuchó.—Apenasquedanadieconvida...Niños...,miscompañeros,miamiga...—La
vozsemequebróytuvequesentarmealsentirquederepentelaspiernasnomesostenían.—Tranquila—meintentócalmarlamujer.—¡Usted no lo entiende! —grité desesperada—. No les importa nadie,
mataránatodossinohacenalgoya.—¿Cuántosson?—Tres—contestédeinmediato.Sumiradadeasombromeconfirmóquenoteníannipuñeteraideadeloque
estabapasandoenelinterior.Segiróhaciaatrásysedirigióaunodelosqueestabanallí.—DíseloaMontgomery—ledijomuyseria,ydespuésvolvióacentrarseen
mí—.Ahoranecesitoquemelocuentestodo...Quieroquemeexpliquestodoloquehasvisto,todoloquesabes.Yesofueloquehice.Lecontétodo,lecontéquesetratabadeJulian,lecontélaimplicacióndesu
hermanaKate,queJules teníaunapáginaweb llenade taradoscomoél,comolos dos que lo acompañaban... Le expliqué lo que había ocurrido hacía unassemanas con él, cómo habíamos descubierto que era una persona totalmentediferente a lo que nos había estado dejando ver, que se había obsesionadoconmigo,quehabíanencontradosuhabitaciónllenaderecortesydecosasmías—fotos,objetos,dibujos,vídeos...—yquenadiehabíahechonadaalrespecto.Le conté que había desaparecido y que lo habíamos vuelto a ver la nocheanterior durante el partido de baloncesto... Le conté cómo se había dirigido atodoslosalumnospormegafoníadesdeeldespachodeldirectorparadecirqueteníaunalistadegentequequeríamatar...Leexpliquécondetallestodoloquehabíanvistomisojos,todosloschicosychicasquehabíavistomoriramanosdeesosdesalmados...LeexpliquéqueThiagonoshabíallevadohastalosconductosdeventilaciónyleconté tambiénquehabíanusadoamihermanitoparacerrartodas laspuertasyquenadiepudiesesalir.LeexpliquécómohabíanmatadoamimejoramigaycómoJulianhabíadejadoclaroqueeraamíaquienquerían.Lapolicíaescuchóatentamentetodamideclaración,sininterrumpirme.—Sinoentranya,noquedaránadieaquienrescatar.Lamujermemiróduranteunos segundosydespués segiróparadirigirsea
todoslosquehabíaallí.—Alamierdalosprocedimientos,vamosaentrar.Yentoncesexplotólalocura.
Todos se pusieron en marcha, todos se movieron mientras que la mujer seponía a discutir con un hombre de prominente barriga y vestido con traje dechaqueta.Agucéeloídoparaintentarescucharloquedecían.—Nopuede...—Claroquepuedo...yloharé.Lediolaespaldayregresóhaciamí.—¿Dóndeexactamentemehasdichoqueestabantusamigos?Lamiréconelúltimovestigiodeesperanza.—Eneldespachodeldirector...EstoycasiseguradequeJulianestáallí...con
Taylor,esperandoaqueyoaparezca.Ella asintió y entonces escuché un revuelo fuera de la carpa donde nos
encontrábamos.Cuandomegiréparaverdequiénsetrataba,viquemimadreylaseñoraDi
Biancoexigíanquelasdejaranentrar.—¡Mamá!—gritécuandolavi.Corríhaciaellacomocuandoeraniña,comocuandomeesperabafueradela
guarderíayverlamellenabadealegríaporquesabíaqueporfinmemarchabaacasaamerendar.Me abrazó con fuerza, enterré mi cabeza en su hombro y empecé a llorar
desconsolada.—¿Dóndeestátuhermano,Kamila?¿DóndeestáCameron?Meapartéunpoco.—Estábien...Estáfueraconlosmédicos,peronotieneunrasguño...Elalivioenlacarademimadrefuetanevidentequecuandomeabrazósupe
deverdadqueelmayormiedodesuvidaacababadepasarledelantedesusojos,peroporsuerte,tanrápidocomohabíallegado,sehabíadesvanecido.—Miniña...yaestá...—Kamila,¿dóndeestánmishijos...?¿Dóndeestánmisniños?—mepreguntó
entonceslamadredeThiagoyTaylor.Lamiréconlosojosllenosdelágrimas.—Estándentro...Thiagonossacóamihermanoyamídeallí,perosequedó
parairabuscaraTaylor...
—Diosmío...—exclamólamadredeThiagollevándoselasmanosalabocaparamitigarelllanto.Misojossedesviaronalainspectora,quehabíasidotestigodeeseencuentro
y se había mantenido en segundo plano. Cuando las tres nos giramos paramirarla,susojossecentraronenlosdelaseñoraDiBianco.—Teprometoqueharétodoloqueestéenmismanosparasacarlosdeahícon
vida.Ypormuyinverosímilquepudieraparecer...,melacreí.Tuvequehacerlo.Mi madre me abrazó con fuerza y, justo cuando me acababa de decir que
fuéramos a buscar a mi hermano, un policía entró en la carpa y corrió haciadondeestábamosnosotras.—Alguienmáshasalidopor laventilación, teniente—anunciómirandoala
mujerqueacababadeprometermealgoimposible.Miréalpolicíaesperanzada.—¿Sabequiénes?—preguntólamadredeTaylor,desesperada.Quise correr hacia allí, quise correr para descubrir que Thiago finalmente
habíadecididoseguirnos,queestabaasalvo...—No,perolosabremosenpocosminutos.Miréhacialapuertadelacarpayrecéensilencio.Porfavor,Dios,queseaél.Porfavor.
21
TAYLOR
Apenas podía respirar.Me habían golpeado,me habían dejado inconsciente y,cuandohabíaconseguidovolveraabrirlosojos...,habíanvueltoacomenzar.Julianmiraba...apoyadoenlamesadeldespachodeldirector,observandocon
satisfaccióncómosusdosperros jugabana intentarmatarme,perosin llegaraconseguirlo.¿Porquénomemetíaunabalaenlacabezayacababadeunavez?AlpensarenesonopudeevitarmirarhaciaelcuerpodeldirectorHarrison,
cuyosojosabiertos, sinvida,presenciaban todo loqueocurríaenelquehacíaunashorashabíasidosulugardetrabajo.—Cuando te sumaste a lapalizaquemedierondelantede todoel instituto,
juréquetemataría...—dijoJulianentonces,interrumpiendomispensamientos,pensamientos desesperados que cada vez eran más reducidos debido al dolorintensoquesufríaenprácticamentetodoelcuerpo—.Vosotros,los«populares»oscreéisconderechoadeciryhacerloqueosvieneengana...Losprofesoresossubenlasnotas,novayaaserquenopodáisjugarunpartido;eldirectorospasapor alto todas vuestras gamberradas; los demás alumnos os miran como sifueseisdioses...¿Yporqué?¿Porquesabéisencestarunapelotitaenunaro?»Desde que tengo uso de razón he sido el mejor de mi clase: todo
sobresalientes. Creí que con eso me ganaría el respeto y la admiración de lagente que me rodeaba, pero ¿sabes lo que me hacían? —me preguntóacercándoseamí,poniéndosederodillasamiladoysujetándomedelpeloparaobligarmeaclavarmisojosenlossuyos—.¿Sabesloquemehicieroncuandotenía diez años, sacaba dieces y levantaba la mano en clase para dar lasrespuestascorrectas?Nodijenada...Loescuchésimplementeporquenomequedabamásremedio.—Mecogíanymemetíanlacabezadondeacababandecagar—dijoconasco
—.¿Algunavezhassentidoloqueesquelamierdasemetaportuboca...,portunariz...,nopoderrespirarporeloloryqueteentrenarcadasyvomites...vomitesenlamierdayluegotemetanlacabezaotravezallí?Cerrélosojosymepreguntéporquéderepentelarabia,elodioytodoloque
sentíahaciaéltambiénincluíalapena.—No es agradable—afirmó zarandeándome para que volviera amirarlo—.
Notardéenaprenderlalección.Mecambiédecolegio,envezdediecesempecéa sacar sietes, seises y medio... Descubrí que si de vez en cuando tenía unsuspenso lagente temirabaconmejorcara, tequeríaensusgrupitos, se reíanporlasnotaspésimasquesacaban...¿Sabeslocomplicadoqueessuspenderunexamenaposta?»Descubríquesi trabajabamicuerpo,sipracticabaalgúndeporte, laschicas
se fijaban en mí... Descubrí que medir uno ochenta y tener los músculosmarcados conseguía sonrisas, guiños, invitaciones a fiestas. Porque ¿quiénquiere a una mente brillante al lado cuando se puede tener a un gilipollasafeitadoyconmusculitos?Me soltóy siguió caminandopor lahabitación,pronunciando sumonólogo,
monólogo que no tenía interés en oír, porque vale, sí, lo que le habían hechoestabamal,peroesonojustificabalamuertedecientosdepersonas.—Siempre me ha gustado observar a la gente..., analizar sus actos, sus
intenciones,sussueñosydedóndevienenestos...Descubríqueentendiendoalagente consigues abrirte paso casi por donde quieras..., descubrí que así podíallegaraconseguirloquequisiera...Notecreasquefueunprocesorápido,paranada...Tuvequepasarpormuchoscolegioshastallegaraentendercómoyqué
debíahacerparaencajar,yentonceslleguéaquíyvosotroscambiasteistodosmisesquemas...Tú,por ejemplo, sin irmás lejos, eres el capitándel equipo, salescon lachicamásguapadeestecolegioy,mirapordónde...,noveoquenadiemetatucabecitaenelretreteporsacardiecesyquererestudiarenHarvard.Selevantóysoltóunacarcajada.—Cambiastetodosmisesquemas...,conseguistequetemiraradeunamanera
diferente,conseguiste...quequisierasercomotú—confesónegandocomosiloque dijera fuese inaudito—. Y de repente me convertí en un idiota más quequiere ser como el chico popular... ¿En qué cabeza cabe que yo en cualquierrealidad, mundo, planeta o universo, quiera parecerme en los más mínimo aalguiencomotú?—planteóy,sinprevioaviso,mepegóunapatadaquemedejósin respiración—. Lo siento. ¿Te ha dolido?—me preguntó; yo simplementeoptéporquedarmeensilencio—.Supongoqueunorecibeloqueda,orecibeloque siembra, no recuerdo muy bien el dicho, pero entiendes por dónde voy,¿verdad?—Otrapatadallegócasisinprevioaviso.Siseguíagolpeándomememataría.—¿Porquénolomatasyyaestá?—ledijoentoncesunodelosasesinos,que
porloquehabíaoídosellamabaRapper.—Buenapregunta—contestó Julianmoviéndome la cabeza conel pie...No
teníafuerzasniparadefenderme..., lohabíahechocongarrasydientescuandomepillaroncruzandoelpasilloquedabaalaescaleraprincipaldelinstituto,perotrescontraunoeraalgoimposible,ymáscuandoteponenunapistolaenlanuca—. ¿Sabes por qué aun no te hematado?—me preguntó y, otra vez, preferíquedarmecallado,aunqueelsilencioqueseprodujoporminegativaadarunarespuestaseviosustituidodeinmediatoalescucharunruidoenelexterior.TodosmiramoshacialapuertayentoncesJulianvolvióhablar:—Poresto...,porestoaúnnotehematado.—Sueltaamihermano,Jules—elsonidodesuvozfuecomosimeaplicaran
algo de anestesia en las heridas..., aunque la sensación de alivio duró poco...,muy poco, ya que mi cerebro no tardó en unir imágenes, en predecir conexactitudloqueibaapasardeahíenadelante...—¡No!—conseguígritar,peroelpiedeJulianvolvióagolpearme,estavezen
lacara.Sentí que la sangre inundaba de nuevomi boca y escupí para quitarme ese
sabormetálicoydesagradable.—¡Suéltalo!—insistiómihermanosinpoderapartarsusojosdemí.Porsuexpresiónnodebíadetenermuybuenaspecto.Me bastó una simplemirada para saber que el talRapper y el otro estaban
apuntandoaThiagoconsuspistolas.¿Por qué había vuelto? ¿Por qué se metía en la boca del lobo cuando las
posibilidadesdesalirconvidaeranprácticamentenulas?«Porquenuncatedejaríaenlaestacada,poreso.»Julianempezóareírse.—¿Yporquédeberíahacerlosisepuedesaber?—lepreguntóalejándosede
míyacercándoseaélcomosifueseunleónacechandoasupresa.—Porque a cambio me tendrás a mí —contestó separando las manos y
enseñándolelaspalmasparademostrarlequesehabíapresentadoallísinningúntipodearma.—¿Por qué soltarlo cuando puedo teneros a los dos?—contestó Julian con
unasonrisa.—Porunasimplerazón...—dijodandounpasohaciadelante—:Kate.Sehizoel silencioencuantomihermanomencionóa lahermanadeJulian.
Inclusodesdemiposición,tiradoenelsuelo,pudevercómosetensabaycómoelambientecambiabaencuestióndesegundos.—¿Dóndeestá?—inquirióapretandolospuños.—Vaya...,nomeesperabaesareacción, loadmito...Acabasdedemostrarme
queahoraestamosempatados.Tuhermanapormihermano,yseamossincerosenesto,Jules...,aquiendeverdadquieresmeterleunabalaenlacabezaesamí,noaTaylor.—¿Porquéestástansegurodeeso?—replicóysuvozsonótangélidaqueme
estremecíaloírla.—Porque la chica por la que estás obsesionado de manera enfermiza está
enamorada demí... y no sabes cómo lidiar con ello. Por eso estás aquí, ¿no?Porqueporunavezhabíasconseguido todoloquequerías,porunavezhabías
conseguidoa lachica...,yvay seenamorade loopuestoa loque llevasañosintentandoser.¿Quétengoyo?Notengocarrera...,notengotrabajo...Hetenidoquetrabajarparalacomunidady,sicometounsolodelitomás,memeteránentrerejas...QueKamseenamorarademírompiótodostusesquemasporqueporfinte diste cuenta de que daba igual lo que hicieras, daba igual que fueses elempollónquesacababuenasnotasoelchicopopularquejugabaenelequipoysejuntabaconlosotrospopulares...Dabaigualporqueelproblemalotienestú,elproblemaestáenti.Ysiempreloestará.—Cierra la boca y dime dónde estáKate—exigió apretando los dientes—.
¡Dimedóndeestáonometemblarálamanoalapretarelgatillo!—meamenazóapuntándomeconlapistola.Mihermanosonrió.¡Joder,Thiago!—SueltaaTaylorynostendrásalosdos.Eseeseltrato.Yentoncessupequeelplandemihermanonosaldríabien...Julianeraincapazdeamar.Julianeraincapazdesentirempatía,penaoremordimiento.—No hay trato, Di Bianco —dijo levantando la pistola y apuntándolo
directamentealacabeza.Yjustoentonces,justocuandocreíaqueveríaamihermanomorirdelantede
misojos,unestruendoprocedentedefueranossobresaltóatodos.Yacontinuacióntodopasómuydeprisa.Alguiengritó«¡Policía!»,mimenteintentóretenerloqueocurría,loquemis
oídosescucharonyloquemisojosvieron,yaún,mecuestaentenderbienloquepasó.Seescucharondosdisparosantesdequeconsiguieranentrar eneldespacho
del director y eso bastó para que todo se desvaneciera, para que todami vidadieraungirodecientoochentagradosytodoloquemásqueríadesaparecierademivista.Mihermano...Mihermano sangrandoen el suelo, la sangre saliendode su cabeza, porque
esehijodeputa,esehijodeputa,antesdesuicidarsehabíadecididollevarseami
hermanomayorconél.Mearrastréhastaélcomopude,comomepermitieronmisheridas,yfuecomo
silosdosnosquedáramosatrapadosenunaburbujamientrasanuestroalrededorseproducíauntiroteosincontrol,desesperadoyterriblementepeligroso.Ningunodelostresconsiguiósalirdeeselugarconvida,perolostresdejaron
elmundohabiendoconseguidoloquepretendían:llevarseconellosatodoslosquepudieron:lesdioigualquefueranchicasochicos,lesdioigualquefueranprofesores o niños, no les importó nada... Nada hicieron para dejar algo deesperanza,entraroneneseinstitutoaprovocarunamasacre,allenarlospasillosdesangre,lágrimas,tristezainfinitayterrorhumano,ysemarcharonenloqueamiparecerfueunamuerterápida,nadadolorosaylosuficientementeplacenteracomoparaqueañosdespuésaúnmecostasecerrarlosojosydormirmesinrabia.Peronosolosellevaronacientosdeestudiantes,acientosdeinocentes...,sino
quesellevaronamihermano.Aél...,amihermanomayor,alniñoquemehabíaprotegidosiempre,alniño
quehabíasaltadoelríoprimeroparadespuéspodercogermedelamano,alniñoquecrecióymeenseñóajugaralbaloncesto...Aladolescentequemeenseñóafumaraescondidasdenuestramadre,elmismoquemeanimócuandomedabamiedo besarme con mi primera novia y, sonriente, me dijo que, una vez queempezase, no habría quien me detuviese... El mismo que me hacía losmacarronesconquesomásricosqueheprobadoenmivida;elmismoquemedabacollejas sin razóncadavezque tenía laoportunidad;elmismoquehabíavistotodosycadaunodemispartidos,aunsabiendoqueéljamáspodríavolveracompetir;elmismoque,cuandonuestropadresefue,lodiotodoparaqueesafigurapaternanomefaltase...Mihermano.Thiago.
22
KAMI
No pude evitar sentir decepción cuando a quien rescataron de la azotea fue aKate. Cuando la trajeron, totalmente aterrorizada a la misma carpa en cuyointerior me habían obligado a sentarme, solo pude gritar por dentro. Ya nadapodíahacer,habíacontadotodoloquesabía, todoloquehabíavistoytodoloquecreíaquepodíallegarapasar.—¿Cómo te llamas?—lepreguntó la inspectoracuando la trajeronenvuelta
enunamantaylasentaronamilado.Lamadre deThiago lamiraba como si en ella se escondiese la respuesta a
todassusplegarias.Nuestrasmiradassecruzaronynopudeevitarabrirlabocaparahablar.—¿Loshasvisto?¿HasvistoaThiagooaTaylor?—lepreguntédesesperada.—SeñoritaHamilton,dejequeseayoquien...—Mehasalvado...—anuncióKatemirándoselasmanos.—¿Quiéntehasalvado?—intervineignorandoalainspectora.—Él...medijoquehabíaunamaneradeescapar...mepidió...mepidióqueos
dijera...—¡¿Quién,Kate?!—Thiago—dijomirándomealosojos—.Losientomuchísimo,Kami,yono
quería...Yonoqueríahacerledañoanadie,yo...—MiróalamadredeThiago,queescuchabaensilencio,ysepusoallorardesconsoladayatemblarcomosiestuviesesufriendounataquedepánico.—¡Llamenaunmédico!—gritólainspectora.—No,no—dijoKatelimpiándoselacaraybuscándomeconlamirada—.Me
preguntóalgunascosas...Medijoquenecesitabaganar tiempo,quenecesitabaconseguirtodoslosminutosposiblesparaquelapolicíapudieseentrar.—¡Selodije!—legritéalainspectora—.¡Tienenquedarseprisa!—Ya he dado la orden para entrar, Kamila —anunció—. ¿Te dijo dónde
estarían?Kateasintió.—Estáneneldespachodeldirector...Lasegundaplantaa laderecha,detrás
delasescalerasquedanalazonadeloslaboratorios.Lainspectoraselevantóyseacercóasuscompañerosquehabíanoídotodolo
quehabíamosdicho.Cogiósuwalkieysedirigióalosagentes.—Confirmamos posición de los asesinos... Se encuentran en la segunda
planta.—Novanallegaratiempo...—comentóentoncesKate.—¿Por qué lo dices? —le pregunté cogiéndola del brazo y obligándola a
mirarme.—Se lo dije..., se lo dije a Thiago... A mi hermano no le importo... No
conseguirá nada amenazándolo con que amíme pueda ocurrir algo para quedejenmarcharaTaylor...—¿Esotedijoqueibaahacer?Kateasintió.—Dios mío... —exclamó la señora Di Bianco temblando y sofocando los
sollozos.—Ledijequeviniera conmigo,Kami, te loprometo, insistímucho,pero se
negó.Estabadecididoa salvar a suhermano.Medijo...,medijoque tedijeraquetequiereyqueloperdones...Las lágrimas empezaron a rodar pormismejillas y justo entonces pudimos
escuchar losdisparos.Primero fuerondos, lejanos,nadaqueveracomohabía
sido escucharlos desde dentro del instituto, y luego, casi al mismo tiempo,vinieronmuchosmás.—¡No!—gritédeformaimpulsiva.Salícorriendodelacarpa,corríhastadondemedejaronllegar,corríhastaque
pudeverconmispropiosojoslaspuertasdelquehabíasidomicolegiodesdelainfancia,peroentoncesalguienmesujetóconfuerzaymeimpidióacercarme.—¡Lleváosladeaquí,espeligroso!—gritóunpolicía.En la lejaníapudeescuchara lamadredeTaylorydeThiagogritandopara
queladejaranpasar,paraqueladejaranalcanzarme,paraqueladejaransentirsemáscercadesushijos,paraquepudierahacerexactamenteloqueyohacíaeneseinstante.Me bastó una sola mirada para ver el despliegue de policías armados,
apuntandoconsusmetralletasalapuertadelinstituto.—¡Abatidos!—anuncióentoncesunavozporelwalkiedelpolicíaqueteníaa
miderecha—.Lostreshansidoabatidos,señor.Pude respirar... Pude respirar un poco al oír que se había acabado, que los
habíancogido.—¿Nohaypeligro?Confirmen.—Nohaypeligro,señor.Elpolicíaindicóalrestoquepodíanavanzaryentonceslamismavozvolvióa
hablarporlaradio.—Solicito una ambulancia, ¡una ambulancia urgente, señor, dos chicos
gravementeheridos,unoconheridadebala!Mimundopareciódetenerse...Mividasepusoensuspenso...—No...—dijeensilencio,enunsusurrodesgarrado—.No...Elhombrequemeteníasujetaconfuerzaporlosbrazosaflojósuagarrealver
quedejabadeponerresistencia.Misfuerzashabíandesaparecido...Yentonceslossacarondeallí.Pude oír la radio... Pude oír las palabras del agente que desde dentro
notificabaasujefeloquepodíaverseenelcolegio.—Muchosmuertos,señor...Buscamosalgúnsobreviviente...Estoes...Hasido
unamasacre...Peromisojosseguíanclavadosenlaentrada,ajenaalosgritosdelamadrede
Thiago,ajenaa lospadresqueseagolpabancontra lospolicíasporquequeríanentrarybuscarasushijos,buscarlosparaencontrarlosmuertos,sangrandoenelsuelo,acompañadosdeamigos,profesores...Yentoncesdoscamillas salieronprecipitadamentede lapuertaprincipaldel
institutoempujadasporparamédicosquecorríandesesperadospara llegara lasambulancias.Solounvistazobastóparasaberquiénveníaprimero.—¡Thiago!—Saquéfuerzasquenomequedabanparazafarmedelpolicíaque
meteníasujetaycorrídesesperadahastaalcanzarlo—.¡Diosmío!Sangraba... ymucho. Sus ojos estaban cerrados, su cuerpo laxo, sin vida...,
pero,entonces,¿cómopodíaseguirsangrando?—¿Quélepasa?¡¿Estágrave?!—¡Apártate,niña!—meordenóunmédico.LamadredeThiagoconsiguióabrirsepaso.—¡No!—gritócuandoviolomismoqueacababandevermisojos.Lehabíandisparado...enlacabeza.Noibaasobrevivir...Noiba...—¡Esmihijo!¡Esmihijo!¡Dejadquevaya,dejadquemeacerque!—rogóla
señoraDiBiancoyfinalmenteladejaronpasar.Vilaambulancia...,corríhastaallíyvicómodejabanentrarasumadre.Antesdequemecerraranlapuertaenlasnaricesmehabló:—Taylor,Kami...Cuidadeél...Asentí con las lágrimas dificultándome la visión y el corazón queriéndose
salirdemipecho.—Heridadebalaenlaparteizquierdadelcráneo,conorificiodesalida.Pulso
débil...Lapuertasecerró.«Heridadebalaenlaparteizquierdadelcráneo.»Esonopodíaestarpasando...
Yfueentonces,cuandocasimetirodecabezasobrelaambulanciaparaquemedejaransubirmeconellos,cuandoescuchéminombre...Minombrepronunciadoconunavozdébilydestrozada.Cuandomegiré,vi
queveníaotracamilla,estavez llevandoaTaylor,que tenía tantosgolpesqueapenasselepodíareconocerbien.—¡Taylor!—Corríhaciaél.Lloraba.—Kami...,mihermano...,mihermano...—Está vivo, Taylor...—le dije. Era lo único a lo que en esemomentome
aferrabaynecesitabaqueélhicieralomismo.LosmédicosseapresuraronameteraTaylorenotraambulanciay,cuandoles
rogué queme dejaran estar con él,me dijeron que solo los familiares podíanacompañarlos.—Pero¡estásolo!—lesgritéalosmédicos,quemeignoraronysefueroncon
él,dejándomeallísola...Respiré hondo y mi cabeza empezó a dar vueltas. Giré sobre mis pies y
empecéaverloquesucedíaamialrededor.Gritos... gritos por todas partes... Llantos, llantos desgarradores y ruidos de
sirenas.Ambulanciasquellegabanyseiban,periodistas,fotos,másperiodistasenarbolandograbadorasqueseacercabanqueriendounadeclaración...«Eresunadelaspocassupervivientes.»«¿Conocíasalosasesinos?»«¿Esechicoeratunovio?»Mi cabeza giraba y giraba. En un momento dado subí la vista al cielo...,
helicópteros con cámaras... nos grababan. Querían saber lo que había pasado,queríancontar...,contarlealmundolatragediadeprimeramano.Mevolvíhacialaspuertasdemicolegio...Empezabanasacarcadáveres,cubrían loscuerposconlonasy losapoyaban
enlosjardinesdelaentrada.Comenzabanaamontonarse...¿Estabaentreesoscuerposcubiertoseldemimejoramiga?Todomedabavueltas...—¡Kami!
Elgritodemihermanoenlalejaníaconsiguióllegarhastamissentidos,peroestosfueronclaros:tocabadescansar.Laoscuridadmealcanzóymicuerpocayóalsuelootorgándomelapausaque
micorazónnecesitaba.«Porfavor,Dios,nomehagasdespertarsiélnodespiertaconmigo.»Esefuemiúltimopensamiento.
Medespertéenelhospital.Alprincipiomicerebromejugóunamalapasadaymehizocreerquemedespertabaundíamásenmihabitacióncon losmismosproblemasquehabíavenidoacarreandohastalafecha.¿MeseguiráodiandoTaylor?¿PodrépasarunratoconThiago?¿Mesaldrábienelexamendefísica?Pero cuando vi dónde estaba..., cuandomis ojos recorrieron la habitación y
asimilaron lo queme rodeaba, aquella presión que se había instaurado enmipecho desde que había empezado toda aquella pesadilla volvió, pero esta vezmás intensamente,más intensamenteporque recordéqueThiagocorríapeligrodemuerte,porquerecordéquemimejoramigaestabamuerta,porquesupequeTaylorestabagravementeherido.Meincorporéysentíunpinchazodolorosoenelbrazo.Albajarlavistaviquemehabíanpuestounavíaynodudéenarrancármela
deunfuertetirón.—¡¿Quéhaces?!—mepreguntómimadre,quejustoenesemomentoentraba
enlahabitación—.Notelaquites,Kamila...—¿Cómo estáThiago? ¿YTaylor?—pregunté desesperada, ignorando ami
madre,queseacercóparasujetarmeeintentartranquilizarme.—Losestánoperando...alosdos—mecontestóconlapreocupacióntiñendo
surostro.Me fijé en ella. Parecía como si de repente hubiese envejecido diez años.
Tenía los ojos rojos e hinchados, y eso hizo que me preocupara, que mepreocupara más todavía, porque temía que no me estuviese contando toda la
verdad.—Mamá...Mamá,¿quépasa?—Nada,Kami, tranquilízate, ¿vale?He estado acompañando a lamadre de
Thiago, cariño, están haciéndole una neurocirugía de urgencia. La bala noatravesólalíneacentraldelcerebro,noshandichoqueesoesunabuenanoticia,peroquelaoperaciónvaadurarhoras...—¿Dóndeestá?Llévameconsumadre—lepedíbajándomedelacamilla.Mimadre no intentó retenermey agradecí queme indicara el caminoyme
acompañara hasta llegar a la sala de espera. Allí estaba Katia Di Bianco, lamismaquehacíaañoshabíatenidoquepresenciarcómosuhijapequeñamoríaentresusbrazos,lamismaqueahoradebíaaguardarenlasaladeesperaaquelaaccióndeunosasesinostrastornadosnoarrebataralavidadesusdoshijos.—¡Kami!—dijoencuantomevio.Meabrazócon fuerzay sentí sucuerpo
temblorosocontraelmío—.¿Estásbien?Tedesmayaste...—Estoybien.¿CómoestáTaylor?—lepreguntéodiandolavida,odiandoel
odioquehabíaenelmundo,lamaldadylaviolencia,odiandotodoaquelloquenoshabíallevadoaviviresatragedia,esahorribletragedia.—Lo están operando... Tenía dos costillas rotas y una contusión—contestó
respirandohondo—,peroestábien.Mehandichoquenoesnadagrave,queenunassemanasestarábien,peroThiago...—añadióyunsollozosaliódelomásprofundodesualma.Sentícómomisojosactuabancomoreflejodelossuyos,ysehumedecíanpor
completo.—Sepondrábien...,losé...Sepondrábien,señoraDiBianco.—Diosteoiga,cariño...—dijoysusojossedesviaronparafijarsemásalláde
mihombro—.Tumadretienemuchasuertedesaberquelosdosestáisbien...Mesentítanmal...Sentí tanta rabia, tanta tristeza en mi interior... Me entraron ganas de salir
corriendo,dehuirdeaquellarealidadespantosa,debajarmedeese trenque loúnicoqueparecíaeraquererirmásrápidohastallegaraestrellarse.Viamimadrequesujetabaamihermanitodormidoenbrazos.Loquehabíatenidoquever...
Ylasuertequehabíamostenido.La madre de Thiago y Taylor no podía volver a perder a un hijo... No
podíamosperderaThiago;noahora,nocuandonosquedabantantascosasporvivir,cuandonosquedabatantoporconocerelunodelotro...Hacía apenas unas horas habíamos estado durmiendo juntos..., habíamos
estado enredados en los brazos del otro, comiéndonos a besos, conociendonuestros cuerpos, dándonosplacer y empezando a querernos..., a querernosdeverdad, porque eso se sabe... Se sabe cuándo es la persona, se sabe porque laconfianzasurgeencuestióndeminutos,porquelasganasdehacerlepartícipedetodoloqueterodeanacedesdelomásprofundodelcorazón;esalgoreal,casipalpable.Lohabíasentido,habíavistonuestrofuturoynomehizofaltaestarsaliendo
conélaños,nomehizofaltaconocerhastasumáspequeñodefectonisuvirtudmásgrande,simplementelosupe.Porqueeraél...,éleramimitad,mimedianaranja,mialmagemelaocomo
queráisllamarlo,medabaigual.Yosolosabíaunacosa:éleraelquemeharíalachica más feliz del mundo, el que me haría rabiar más que nadie, el queconseguiría consolarme del más profundo dolor, el que me protegería con sucuerpoyconsumente,elquemedaría todo loqueestuvieseensusmanos,y¿cómolosabía?Losabíaporqueyoharíaexactamentelomismoporél.Esperamos durante horas en aquella sala. Taylor salió el primero. La
operaciónhabía idobienyahorasolohabíaqueesperaraquedespertarade laanestesia.Ibaanecesitarmuchoreposo,perosuvidanocorríapeligro.Sentí un inmenso alivio cuando supe que estaba bien, cuandopude ver con
mispropiosojosquerespirabaporsímismoyque,apesardelascontusiones,seguíasiendomiTaylor,mimejoramigo.Encambio,conThiago...Soloenunaocasiónsalióunodelosmédicospara
decirnosquehabíasufridounaparada,peroquehabíanconseguidoreanimarlo.Estábamosenvilosabiendoquesuvidapendíadeunhilo,sobretodoporquelaoperaciónnohacíamásquealargarsemásymás.Fuerondiezhoras lasqueestuvieron intentandosalvarle lavida.Diez largas
horasdondetuvieronquecontrolarsupérdidadesangre,extraerlosfragmentosde hueso que habían penetrado en el cerebro y deshacerse del tejido cerebralmuerto que había dejado la bala en su recorrido a través de su cabeza. Nosexplicaronqueesohabíasidobueno,yaquesignificabaquelaenergíadelabalasehabíadisipadoenelespacioynodentrodesucavidadcraneal.Apartedetodoeso, tuvieron que realizarle una craniectomía descompresiva, lo que viene asignificar que tuvieron que extraer parte de su cráneo para que la inflamaciónproducida en el cerebro no lomatase. A diferencia de los demás órganos delcuerpo,quetienensuficienteespacio,elcerebroeselúnicoqueestálimitadoporloshuesoscraneales...oesofuemásomenosloqueentendícuandolosmédicosnosloexplicaron.—Los siguientes días serán cruciales —dijo el neurocirujano, que parecía
agotado tras haber estado operando durante tantas horas seguidas—. Si lainflamacióndelcerebrobaja,podremosvolveracolocarlelapartedelcráneoyconcluirlaintervención.—Entonces,¿sepondrábien?—preguntósumadremirandoalmédicocomo
sifueseDiosquehabíabajadoalatierra—.¿Vaarecuperarse?ElmédicomiróaKatiaconmuchaseriedad.—Suhijoestágravementeherido,señora..., lasposibilidadesdesobrevivira
un balazo en la cabeza son del cinco por ciento, diecinueve de cada veintepersonasmuerenenelactoysuhijoacabadepasarsediezhorasconlacabezaabiertaenunquirófano.Todos parecimos quedarnos sin respiración hasta que el médico volvió a
hablar.—Peroesjoven...,hademostradounafortalezaporlaquemuchospagaríany
su buen estado físico ha hecho que, a pesar de la hemorragia, su presiónsanguínea no bajara durante casi toda la intervención y el abastecimiento deoxígenodesucuerposemantuvoestable.—Elneurocirujanohizounapausaycontinuó—: Fue crucial que al llegar aquí no estuviera completamenteinconsciente, respondió cuando le pedimos que nos apretara la mano, y esodemuestraquesusfuncionescerebralesseguíanactivas,apesardel trauma.Lacirugíahasidounéxito,señora,peroahorasoloquedaesperar...
Solodejaronquelovierasumadre.Thiagoingresóenlaunidaddecuidadosintensivosconuncomainducidoyasíestuvoveintiocholargosdías.Surecuperacióneralenta,lainflamaciónbajaba,peromuypocoapocohasta
quepudieronoperarlodenuevoparacerrarleelcráneo.Esosdíasfuerondurísimos.Lospeoresdíasdemivida.NosolosufrimosporThiago,sinoporquenuestro
pequeñopueblo,nuestropequeñopueblodeCarsvilleseconvirtióenlanoticianacional y mundial por excelencia. Fueron cientos los periodistas que seaglomeraron fuera de la casa de los supervivientes y a las puertas de nuestroinstituto para poder contarle al mundo lo ocurrido allí. Fueron doscientas lasmuertesqueseregistraronalolargodelossiguientesdías,yentrelosfallecidosseencontrabaprácticamentetodoelpersonaldocente,incluyendoeldirector.Elrestoerancientosdealumnosquefueronasesinadosasangrefríayquemurieronensumayoríaenelactouhorasdespuésenunquirófano.Elpueblosesumióenunlutototal,lamayoríadelosestudiantesdelInstituto
de Carsville eran hijos, nietos, amigos o familiares de los dueños deprácticamentetodosloscomerciosdelpueblo,quecerraronparapoderempezarundueloqueseprolongaríaduranteañosoinclusotodalavida.Todosperdimosaalguien.Aunamigo,aunhermano,aunprofesoroaun
simplecolega.TodostuvimosqueandardetrásdeloscientosdecochesfúnebresquerecorrieronelpueblohastallegaralcementeriodeCarsville.Latristezainundabatodoslosrinconesexistentesenesepueblodequincemil
habitantes,ahorademenos,claro,ytodostuvimosquevercómonuestrosseresqueridos eran enterrados delante de nuestros ojos, seres queridos que en sumayoría no superaban ni los diecisiete años de edad. Vidas truncadas, sueñostruncados, vidas enteras, llenas de entusiasmo, alegría, objetivos y ganas devivir.Tuve que presenciar cómo enterraban a tres demis amigas.Lisamurió dos
díasdespuésdeltiroteo...Nosuperólasoperacionesnilostraumasqueprovocóen su cuerpo el impactode losbalazosquedestrozaron su cuerpo.Melissa, aligualqueEllie,murióenelacto,cuandolasbalasatravesaronsucabeza.Verasusfamiliasdestrozadas...,veralosseñoresWebberenterrarasuúnica
hija...Eldolor...Eldolorera tan intensoqueni siquierasécómoexplicarlonidescribirloenestaspáginas.NopudeevitarsentirrabiacuandoviaDani,vestidodenegro,enelentierro
denuestroscompañeros.Élhabíatenidolasuertedeestarexpulsadocuandoseprodujo el tiroteo. No había presenciado nada de lo que el resto de nosotroshabíamostenidoquever,imágenesquesequedaríangrabadasennuestrasretinasel restodenuestrasvidas...Ypensarqueélhabíasidounode losprimerosenprovocarlapalizamonumentalqueseledioaJulianenlaentradadelcolegio...Sabía que eso no justificaba lo que Julian había hecho, pero simplemente
necesitaba buscar un chivo expiatorio, necesitaba buscar a un responsable,porqueelverdaderoresponsableyanoestaba...,habíatenidosupropiofuneral,funeral al que muchos fueron para poder gritar a su tumba todo lo que nopudierongritarleenpersona,funeralalquetuvoqueacudirlapolicíaparaevitarlosdisturbiosqueinevitablementeseterminaronproduciendo.Ojalásepudrieraenelinfierno.Fuerondíasmuyduros,semanasinterminables,conentierrostodoslosdías...
Todoseranseresqueridos, todossemerecíanundueloyque losrecordásemosenvida.Mipadrevolvióacasaencuantoseenteródeloocurrido.Sequedócuatrodíasconnosotros,cuatrodíasduranteloscualesdurmióenel
sofá, nos hizo la cena e intentó hacer todo lo que estuvo en su mano paraayudarnosasanar.Intentamosmanteneralejadoamihermanopequeño,nolollevamosaningún
entierro,ymiabuelacuidódeélcuandomipadresefue.Camnoterminabadecomprender lo que había ocurrido y tampoco sabía que se habían presentadocargoscontraél,yaqueélsehabíavistoinvolucradocuandocerrópartedelaspuertasconloscandadosqueJulianledio.Por suerte las pruebasde acosoy losmensajes que lemandaba Julian ami
hermanito fueronsuficientesparaque lacosano fueramásallá,pero, aunasí,Camnoeraelmismo.Misdíasdespuésdel tiroteose resumíanenacudira funeralesyenvisitara
los hermanos en el hospital.Me senté horas junto a la camadeThiago, horas
durantelasquerezabacadadíaparaquevolvieraaabrirlosojosymededicarauna sonrisa.Dividíami tiempopara estar conTaylor, aquiendieronel alta alcabodeunosdías.Lloramosjuntos...abrazadosensuhabitaciónportodoloquehabíamostenido
queveryvivir,yportodaslaspersonasalasquetuvimosquedeciradiós.A pesar de sus muletas y de que estaba muy dolorido, no faltó a ningún
entierro,aningunamisa,yjuntosnoshicimoscompañíaynosdimosconsuelohastaquelosfuneralesylasmisasacabaron.Tuvimosqueverapsicólogosytuvimosquehablarconlapolicíaytambién
conlaprensa.Fuimosdelospocosquevivieronparacontarloyasumimosesepapelcontodalaresponsabilidadqueesoimplicaba.Fueronmuchoslospadresqueacudieronanosotrosenbuscaderespuestas,enbuscadeunconsueloquenunca llegaría, pero hicimos lo que pudimos...Hicimos todo lo que estuvo ennuestras manos para ayudar y para dejar de sentirnos culpables por habersobrevivido...Fue duro ver las imágenes en la televisión, fue duro escuchar hablar de las
víctimasyverlasentrevistasdelospadresquellorabandelantedelascámaraspidiendorespuestas,pidiendoresponsables.LostreschicosinvolucradoseneltiroteosellamabanJulianMurphy,Rapper
VantinskyyLucasO’Donnel.Los treseranmenoresdeedady los treshabíanconseguidocomprararmasymunicióncomoparapoderllevaracaboloqueenadelanteseconoceríacomola«matanzadeCarsville».Tres chicosmenores de dieciocho años fueron capaces de comprar armas y
municiones e introducirlas en un instituto lleno de niños y adolescentes, yllevarse con ellos a más de doscientas víctimas y ahí... joder, ahí es dondeverdaderamente estaba el problema, el gran problema que abriría debates entodaslascadenasdetelevisión,elgranproblemaque,adíadehoy,eraunadelasgrandeslacrasdenuestropaís.¿Porquécojonessevendíanarmas?Yloqueespeor:¿porquécojonesselas
vendíananiños?¡Lasarmasmatan,nosirvenparadefenderse,esoestareadelapolicía! ¡En eso se nos iban los impuestos, joder, en pagar a todos losorganismosdeseguridadqueexistíanenestaputaprimeranacióndelmundo!
Perodenadaserviríadeciresoentelevisión,eraunaluchaquenollegaríaaningunaparteydelacualyonomeveíaconfuerzasparapoderformarparte.¿Eraunacobarde?Puedequelofuera,sí.Peroenesemomento,eneseprecisomomentodemi
vida, solome importabaunacosa:queelamordemividavolvieseaabrir losojosyasonreír.Ynadaapuntabaaqueesofueseaocurrir.
23
KAMI
Esperar...Quémal seme daba... Qué poca paciencia tenía. Siempreme había creído
alguienpaciente,alguiensereno,alguienquesihacíaeltrabajomentalnecesariopodía ir contra marea si era necesario, pero esta espera..., esta jodida esperaestabasiendolapeor.Thiagonosedespertaba.Losmédicosinsistíanenquetodohabíaidobien,enquelasoperacionesalas
quelotuvieronquesometerhabíansidounéxito,quehabíaactividadcerebral,pero que de momento, desgraciadamente, no mostraba signos de quererdespertar.Medejaroniraverlo,sumadremepidióquefuerayestuveallí...ensilencio,
observándolo.Unavendablancalerodeabalacabeza.Respirabaporsímismo,peroestabamuyquieto...,muytranquilo;esosí,parecíaestardurmiendo.Sumadremedecíaquealcabodepocodespertaría,queestabaseguradeello,
y yo creía lomismo.Enmi pensamiento no existía otra posibilidad, no podíasoportarnisiquieraimaginarmelocontrario.Thiagoibaadespertar.Perolosdíaspasaban,ydespuéslassemanas.
Lavidasiguiósucursoyyotuvequetomardecisiones importantes.Unadelasgrandesdiscusionesfueaquécolegionosmandarían.ElInstitutodeCarsvillecerrósuspuertas,nadiequisoregresarasuspasillos,
nadie quiso ni pasar por delante de ese edificio. A los pocos alumnos quesobrevivimos nos reubicaron en institutos de pueblos cercanos, pero yo meneguéenredondo.—Tienesqueterminarelinstituto,Kamila—dijomipadremuyseriocuando
cenábamosporNavidad.HabíadecididoregresaraCarsville,almenosporuntiempo,parapoderestar
cerca de nosotros. Mi madre parecía más contenta de tenerlo de vuelta. Eraextraño,perolosucedidoenelinstitutohabíaprovocadoenellaunaespeciedecatarsisoalgoasí...Desdeesemomento,todocambióparatodos.Tambiénparamipadre.Nohizofaltaquelovivieradeprimeramano,porquedurantelashorasque no supo si seguíamos vivos se había replanteadomuchas cosas, y una deellaserasuformadeverlavida.Parecía que como familia podíamos sacar algo bueno de lo ocurrido, pero
ahoramispadresparecíanhabersealiadoenmicontrayqueríandecidirsobremifuturoysobreloqueeramejoropeorparamí.Peronoloibaapermitir:sidealgomehabíaservidoloocurridoenelinstituto,eraparadarmecuentadequelavidaesunregaloquepuedeevaporarsecasisinquenosdemoscuenta,yqueesdemasiadofrágilparavivirlacomoquieranlosdemás.—Y lo haré—contesté mirándolo con calma—, pero lo voy a hacer a mi
manera.—ElColegioSaintMichaelseselmejordelestado...Osbecaránalosdos,no
hacefaltaniquepaguemos...Esoeraotra...Losucedidoenelinstitutohabíasidotanmediáticoquetodoel
mundoparecíaquerervolcarseendarnosalossupervivientesloquefuera.Noshabíanllegadoregalos,famosossehabíanpuestoencontactoconnosotros,noshabían ofrecido becas... Parecían olvidar que lo único que queríamos eradespertardeesapesadilla,yesononoslopodíaregalarnadie.—Nopiensoir—declarémuyseria.Mi padre golpeó la mesa y los tres, mi hermano, mi madre y yo, nos
sobresaltamos.—¡Acabaráslosestudioseirásalauniversidad!Nopiensopermitirqueesos
asesinosarruinentambiéntufuturo.Dijo«también»porquemividaestabaarruinada.Yanadaeralomismo,eracomosimehubiesenquitadoelalma.Era un ente que seguía instrucciones vitales. Comía, dormía, hacía algo de
ejercicio...Peronadamás.Noquiseiralpsicólogo.Noquiseseguirtrabajando.NoquisehacernadaquenofuerairaveraThiagoalhospital.Enesoconsistíamivida.Eniravisitarloyhacerlecompañía.Ni siquiera hablaba con él... Solo me sentaba en una silla a su lado y lo
observaba.Díatrasdía...,esaeramividaenesaépoca,yesoharíahastaqueélvolviesea
abrirlosojos.—Taylorempezaráeneneroaestudiardesdecasa.Melodijoayersumadre...
Esotradelascosasqueoshanofrecidodemaneragratuita,asípodrásgraduartesiguiendotupropiohorarioynotendrásqueveranadie...Eseeraotrotema.Noqueríaveranadie.Anadie.NisiquieraaTaylor.No podía mirarlo a los ojos y no sentirme culpable, no podía estar con él
cuandosentíaenlomásprofundodemialmaquetodoloocurridohabíasidoenparteculpamía.YohabíasidoamigadeJulian...Yodebídarmecuentadequenoeranormal,dequealgooscuroescondía,ylopeoresqueellosmeadvirtieron.Ambos.TayloryThiagomeadvirtieronsobreélyyonoquiseescucharlos.Yahorasusvidasestabanarruinadaspormiculpa.—Nomeparecebuenaidea.Kamitienequeacabarconlasmejoresnotassi
quiereentrarenYale,yesonololograráestudiandodesdecasa.
—Yano tengo interés en ir aYale, papá—le dije dejando el tenedor en lamesaymirándolofijamentecomonuncahabíahecho—.¿Deverdadcreesqueme importa la universidad ahoramismo, cuando la persona a la que amo estápostradaenunacama?—No puedes parar tu vida por eso, Kamila —me contestó igualando mi
seriedadoinclusosuperándola.—Solovoyapararlahastaqueéldespierteyluegopodré...—¡Nova a despertar!—megritó entoncesdejándomedepiedra.Al vermi
cara,bajóeltonoehizoelamagodecogermelamano.Laapartécasiporactoreflejo.—Losiento—sedisculpómipadre—.Nopretendíaserinsensible,niquitarte
laesperanza,pero,hija,lasprobabilidadesdedespertardeuncomapasadaslastressemanas...—Despertará —le dije de manera tajante, sintiendo cómo mi corazón
acelerabasuritmo—.Vaadespertar,losé,ycuandolohaga,yoestaréasuladoesperándolo.Nodejéquemedijerannadamás,ypocomeimportóquefueseNavidad.Me
levantédelamesaymeencerréenmihabitación.Nadieibaaobligarmeadejarlo...Noloharía.Jamás.
Finalmenteoptépor seguirelcursodesdecasa.Amihermano lomandaronalSaintMichaelsytodaslasmañanasobservabacómoconsuuniformeazuldejabalacasaparairconunasonrisaasunuevocolegioque,segúnél,eraunapasada.Esa admirable cómo los niños a veces son capaces de superar cualquier
trauma. También había que tener en cuenta que Cam había visto «poco» enrelacióncontodoloquehabíaocurridoennuestroinstituto...,todoloqueyooTaylorhabíamostenidoquever.Taylorhabíavenidoavisitarmeprácticamentetodoslosdíasdespuésdesalir
del hospital y nos habíamos dicho todo lo que debíamos decirnos durante esaprimera semana que duraron los entierros, pero después de eso le había dicho
que necesitaba espacio. El único momento en el que nos veíamos era en elhospital, cuando a veces nos cruzábamos al ir o venir de ver a Thiago.Finalmentellegamosaunaespeciedeacuerdoentresumadre,suhermanoyyoynosturnamosparahacerlecompañía.Sihubiesesidopormíymispadresmehubiesendejado,mehabríapasadoel
díaylanocheconél.Era curioso que a pesar de todas las horas que pasaba a su lado nunca fui
capazdedecirlenada.Apenaspudeabrirlaboca,sololomiraba.Lomirabamientraslasagujasdel
reloj seguían avanzandoy llegaban a la hora enque teníaquemarcharme.Envozaltanoemitíasonido,peropordentroteníaganasdegritar.Lomásdurofuevercómosucuerpoempezabaadeteriorarse.Subarba,que
él solía dejarse crecer muy poco, era densa, y el pelo, que llevaba siempredespeinado, lucía repeinado por las enfermeras de una forma que, de poderverse,estabaseguradequeélodiaría.Tambiénperdíamasamuscular,apesardelosesfuerzosdelosfisioterapeutas.Fueduronotarcómodesaparecíasufísicodeatleta,peromásdurofuevercómoselollevabandelhospitalaunaclínicaparacuidadosespeciales.Mi alma se rompía y mi corazón sangraba al ir comprendiendo que las
posibilidadesdevolverahablarconélcadavezeranmenores.Sumadre estaba destrozada, perome sonreía cada vez queme veía llegar.
Tenía fe en que si seguía visitándolo, él volvería a abrir los ojos, y yo queríacreerla...Queríacontantasfuerzasqueesoocurrieraquehabíapasadoaocupartodoeltiempodemivida,todoeltiempodemimente.InclusoTaylor, pasados los tresmeses desde el tiroteo, dejó de ir con tanta
asiduidad.Le dolía verlo así,me confesó una tarde queme invitó a tomar uncaféenlacafeteríadelaclínica.—Tienes que seguir adelante, Kami—me dijo cogiéndome las manos con
fuerza—. No puedo ver como tú también desapareces —me confesó conlágrimasenlosojosylapenaenlamirada.Neguéconlacabeza.—Va a despertarse, Taylor..., lo sé—insistí y tuve que mantener la calma
cuandomepidióqueloabrazara.—¿En quémomento lo nuestro se convirtió en esto,Kami?—me preguntó
consubocainmersaenmicuelloysufraganciainundándolotodo.Nosupequédecir...Nosupequédecirleaélparapodercurarsucorazónroto,
un corazón roto por partida doble, pormí y por su hermano. Simplemente loabracéydespuésmemarchédeallí.Losmesessiguieronpasando,cumplílosdieciochoyagradecíquemispadres
respetaranmidecisióndenocelebrarlo.Lesdijequenoqueríaregalosnitartasnifiestas,noqueríaabsolutamentenadamásqueestaresedíaconThiagoenelhospital. Los dieciocho hubiesen sido unmomentomuy feliz de haber estadoThiago consciente. Hubiese significado que ya no violábamos ninguna ley,puestoque losdoséramosyamayoresdeedad.Hubiese seguidoexistiendoelproblemadelinstitutoydequeéleraprofesoryyoalumna,peroesoalmenosera un problema que se solventaría cuando los meses avanzaran y yo megraduara.Pero cumplir dieciocho no fue como había planeado... Y todos parecieron
comprenderloynadiemeregalónada.NadieexceptolamadredeThiago,quiendecidióhacermeunobsequioaquellatardedeenero.Se acercó a la habitación donde estaba su hijo y me tendió un pequeño
sobrecitodeterciopelo.—Felicesdieciocho,cariño.SéqueThiagohubiesequeridoquelotuviesestú.Cuando lo abrí, vi que dentro estaba la pulsera de colores que él siempre
llevabapuesta...Lapulseraquesuhermanitalehizoyqueéljamássequitó.Eraunapulserahechaconpiedrecitasdecolores,deesasdeplásticoconlasquelasniñasjugábamoscuandoéramospequeñaseintentábamosvenderenlaspuertasdenuestrascasas.—Selatuvieronquecortarparalaoperación...Sonreícomopudeapesardequelaslágrimasempezabananublarmelavista.—Gracias, señora Di Bianco —dije con la voz entrecortada mientras me
colocaba la pulsera y ellame ayudaba a hacerle un nudo fuerte—.Nome laquitaré.Mebesóenlafrenteysemarchó.
Elinviernodejópasoalaprimaverayconlaprimaverallegaronlosexámenesfinales.He de admitir que seguir el curso desde casa me ayudó a concentrarme y
estudiarensífueloquemicabezautilizócomoexcusamomentáneaparadejarde pensar en Thiago, al menos durante algunas horas. No hacer ningunaactividad, almargen de estudiar e ir al hospital, se tradujo en unas excelentesnotasenlapruebadeaccesoalauniversidad.Cuandolasvi,nopudecreérmeloyunaparteínfimaenmiinteriorsealegróysesintióorgullosademímisma;encambio,otrasolopudopensarenEllie...,enmiamiga.¿Cuántasveceshabíamoshabladodeiralauniversidad?¿Cuántasveceshabíamossoñadoconvivirenlaresidencia, salirde fiestaypasárnosloengrande?Yal acordarmedeEllie,nopude tampoco evitar pensar en los demás..., en todos ellos: en mis amigos.Amigos que ya no conseguirían ir a la universidad, ni graduarse, ni crecer, nienamorarse, ni nada..., porque estaban muertos, muertos por culpa de unasmalditas armas cargadas por el diablo... o más bien por tres indeseablesperturbados.Mispadressealegraronmuchísimoeinsistieronenquepresentarasolicitudes
a distintas universidades, incluyendo Yale. Toda mi vida había esperado esemomentoconilusión...Sinembargo,cuandotuvequerellenaruncuestionarioenelqueponía«Escribeunhechodifícilentuvidaquehayastenidoquesuperar»,lailusiónseconvirtióenlapeorexperienciademivida.Revivir loocurridoyplasmarloenunpapel...Nisiquierasési lohicebien,
porqueningunapalabraeracapazdedescribirloquevivíenelinstitutonialoquemeenfrentabadíaadía,cadavezqueabríalosojosporlamañana.Nohabíamanera humana de describir lo duro que era ver cómo la persona de la queestaba enamorada se moría cada día un poco más..., tal vez porque no habíapalabraseneldiccionarioparadescribirtantodolor.Sinembargo,miredacciónpareciósurtirefecto,porquegraciasaellayamis
notasmeadmitieronentresuniversidadesdelaIvyLeague.Los cincosgrandes sobresmeesperaban sobre lamesade la cocina cuando
lleguéaquellatardecalurosadelhospital.Mispadres,quecadavezparecíanmásinseparables, esperaban impacientes para que los abriera, aunque ni siquiera
hacíafalta.—Tehanadmitidoentodas,Kami...EnPrinceton,enHarvardyen...—Yale—dije acercándome a lamesa y levantando aquel pesado sobre con
letrasazulesydoradas.—¡Cariño, has entrado! —exclamó mi padre abrazándome con fuerza—.
Annie,sacalabotelladechampán...Abracéamipadre,peroloúnicoqueparecíarepetirseenmicabezaunayotra
vezeralosiguiente:«YaleestáenConnecticut,NewHaven».«YaleestáenConnecticut,NewHaven».«YaleestáenConnecticut,NewHaven».Nopodíairmedeaquí...—No puedo irme...—empecé a decir, y mis padres callaron.Mimadre se
detuvofrentealaneveraymipadrememiróextrañado.—¿Quéquieresdecirconeso?Noqueríatenerqueenfrentarmeaellos,noeneseprecisoinstante,cuandola
realidaddesaberquenopodíamarcharmemedolíaamítambiénymeremovíatodopordentro.Mipadreparecióleermelamente.—Noestarásinsinuandoque...—Haréloquetedije.Esperaréaquedespierteydespués...—¡Deningunamanera!—megritófurioso—.Heaguantadoyheesperadoa
que los días, las semanas y losmeses te ayudaran a superarlo, pero se acabó,Kamila,¡seacabó!Lomiréconincredulidad.—¿Elqueseacabó?—Novasavolveraesehospital.Mereíamargamente.—Nopuedesdecirmeadóndepuedoonopuedoir.—Vasairalauniversidad...¿Mehasoído?¡VasairaYale!—¡No!¿Noloentiendes?—legritésindarcrédito—.Noquieroalejarmede
Thiago,nopiensoirme...
—VoyahablarconKatia,Kamila...Sisiguesempecinadaenesto,mevasaobligarahaceralgoquenoquiero.Ahísíqueconsiguiócaptarmiatención.Mequedéquietamirándolo.—Katiadeseaqueestéallí,creeigualqueyoquesiseguimosyendo,quesi
estamosconél...—¡Basta,Kamila!—megritóentoncesmimadreconlágrimasenlosojos—.
¡Tienesque superarloy seguir con tuvida!—Respiróhondoy seacercóamílentamente—.Nosevaadespertar,cariño...—dijosuavizandoeltono—,noloharáycuandoecheslavistaatrásverásquedejastepasartuvidaesperandoalgoquenuncavaasuceder.—¡Vosotrosnosabéisnada!Memarchéfuriosaamihabitaciónyllorédurantehoras.AntesdedormirmemiréporlaventanaesperandoqueThiagoaparecieraallí
porartedemagia,deseéqueseprodujeraunmilagroymeloimaginéabriendolosojos,preguntandopormíyregresandoasucasaparaasomarseasuventana,justo como estaba haciendo yo, y sonreírme desde allí, como había hecho encontadasocasiones.Perosuhabitaciónestabaaoscuras.
EldíasiguientederecibirmicartadeingresoenYale,medespertétemprano,apesardequeapenashabíapodidodormir,ymefuialhospital.Nosdejabanestarallídurantetodoeldíasiqueríamos,ysumadremehabíapuestoenlalistadepersonasquepodíanvisitarlo.Llegué,mesentéasuladoyallímequedédurantehoras.Todaslashorasque
medejaronestar,hastaquesumadreaparecióen lahabitaciónymepidióquesalieraparahablarconmigo.—Tus padres me han llamado, Kam... —me dijo. Oír ese diminutivo
consiguióquemicorazónseencogieradedolor—.Mehandichoquenoquieresiralauniversidad...—IrécuandoThiagodespierte.
Sumadremesonrióyluegomeabrazó.—Nosabesloquemeayudasaberquetú,aligualqueyo,confíastantoenque
miniñovolveráaabrirlosojos,pero,Kamila,nopuedodejarqueechesaperdertuvida...Meapartédeellaylamirésincomprender.—Pero es mi decisión, Katia... Yo quiero estar aquí, mis padres no lo
entienden, pero lo harán... —me detuve cuando ella empezó a negar con lacabeza.—Losiento,cariño...—dijoconlosojosllenosdelágrimas—,nopuedodejar
quesigasasí...—¡Pero...! —empecé notando el miedo en mi voz, sintiendo que me
ahogaba...—Hoyserátuúltimavisita—meanunciómirándomemuyseriaapesardela
tristezagrabadaensumirada.—No...—A partir de mañana dejarás de estar en la lista de visitantes... Lo siento
muchísimo, Kami... De verdad que hacerte estome duelemás amí que a ti,créeme,peroeslocorrecto.—No...no,no,porfavor—roguéacercándomeaella,cogiéndolelasmanos
—, por favor, nome separes de él...No lo hagas, por favor, yo sé que puedohacerquevuelva,yoséquevaadespertar.Porfavor,nomealejes...—Empecéallorarymispiernasmefallaron.Caíderodillasfrenteaellayseguísuplicandoquemedejaravisitarlo,peronohubomanera.Lloró conmigo hasta que finalmente comprendí que no había nada que yo
pudierahacer.Me alejaban de Thiago... Me alejaban de él y eso significaba que no lo
volveríaaver...Seríacomosiestuviesemuerto.
Llorédurantesemanas.Lloré,grité,rompícosas,meencerréenmihabitaciónyapenashabléconmispadresdurantetodoelverano.Llorétantoquemequedésinlágrimasy,cuandoesoocurrió,tuvequepensar
una manera de no perder el contacto con Thiago. Necesitaba saber cómoevolucionaba,necesitabasabersihabíaalgúnavance.Taylor vino a verme en dos ocasiones y lloré sobre su hombro. Lloramos
juntos porque él sentía mi dolor y lo entendía. A él lo habían aceptado enHarvard...ytambiénsemarchaba,tambiéndejabaasuhermanoatrás.Sumadresequedabasolaconesacarga,peroentendíaqueéldebía seguiradelante,quedebíavivirporsuhermano,porqueporesoThiagohabíaregresadoabuscarlo,poresohabíasacrificadosuvidaporlasuya,paraqueTaylorpudieseconseguirtodossussueños.Debíavivirporél,yesofueexactamenteloquemedijo.Cuandosemarchómesentéenmiescritorio,mirépormiventanaymandéun
correoalauniversidadaceptandomiplaza.Cuando se lo conté a mis padres me miraron como si hubiese perdido la
cabeza.—¿AHarvard?—¡¿AHarvard?!—Sí, a Harvard —respondí muy seca. Llevaba semanas sin hablarme con
ellos—.Queríaisquefuesealauniversidadyesoesloquevoyahacer.—Pero¿porquéHarvard?¿QuépasaconYale?Mimadrefuelaquerespondiópormí:—VaaHarvardporqueallíesdondeiráTaylor.Nodijenada,peromesorprendióquedescubrieraperfectamentemisrazones.—¿QuétienequeverTaylor...?Nolescontesté,salídelacocinaysubíaencerrarmeenmihabitación.MeibaaHarvardporqueTayloreramiúltimaconexiónconThiago.Siambos
empezábamosendiferentesuniversidades,endistintosestados,yanuncajamássabría nada de Thiago, no más de lo que su madre aceptara contarme porteléfono. Y, además..., Taylor era como un analgésico para mí... Calmaba midolorymepermitía seguir sintiendoaThiagocerca...Séqueera retorcido, séquenoeralocorrecto,peronomeimportaba,nomeimportabaloquepudiesenpensarmispadres,oKatia,oTaylor,oinclusoThiagosiestuvieseconsciente.Nisiquieraselodijeaél.Dehecho,élnolosupohastamuchotiempodespués.
Paramíeralamejorsoluciónaalgoquemeconsumíapordentrocadadíaunpocomás.Finalmentellegóelmomentodeirme.Tuvequehacermaletasquenoquería
hacer, tuve que hacer un esfuerzo emocional para cerrar puertas que aún nopodía ni quería cerrar y tuve que dejar a una familia que, aunqueme costaseadmitirlo,habíasidomisalvavidasdurantetodosesoslargosmeses.LepedíaKatiaquemedejaradespedirme.Mispadreslocomprendierony,finalmente,ellaaceptóquefueseaverlouna
últimavez.Recuerdoentraryapenasreconocerloenesacama.Habíapasadoelveranosin
poderiraverloysuaspectosehabíadesmejoradoeltriplequeenlosprimerosmesesdecoma.Entréensuhabitación,pero,adiferenciadetodasmisotrasveces,mequedé
alpiedesucama.Nomesentéyloobservéensilenciopensandocontodasmisfuerzasenque
quería que se despertase, sino que la rabiame inundó por dentro y el enfadoacabócontodoeldolorqueteníaguardado...Almenosduranteunosminutos.Semehizorarooírmivozenaquellahabitación,peroabrílaboca...,laabríy
empecé a hablar... Empecé a soltar todo lo que tenía en mi interior. Empecéhablandoyterminégritando,gritandoconfuria,conganasdepegarle,dehacerledaño, tantodañocomoélmehabíahechoamímarchándoseydejándomeallísola.—¿Cómohaspodidohacermeesto?—empecé—.¡Meprometistequesaldrías
deallíconvida!¡Meprometistequeestaríamosjuntos!¡Mejurastequeestaríasamilado,paralobuenoyparalomalo!¡Tepedíquenofueras!¡Tesupliquéqueviniesesconmigo! ¡Perohiciste loque tedio lagana, tuvisteque ser elhéroe,tuvistequesacrificar tuvida...!¿Cómopretendesqueyoahoracontinúeconlamía si no estás conmigo? ¿Cómo pretendes que siga adelante sabiendo querespirasysueñas?¡Sabiendoqueentuinconscienciaaúnmequieres...!Medejécaerasu ladoyapretésumanoconfuerza, la rabiadio lugaraun
llantosinfin,asollozosquesoloyopodíacomprender...otalveztambiénél.—Vuel-vecon-mi-con-migo,porfavor...—lesupliquéllenándolelapalmade
sumanoconmis lágrimas—.Vuelveconmigoparaqueestapesadilla termine,para que esto acabe de una vez... Por favor, te necesito... Siempre te henecesitado, siempre te he querido... Desde que éramos pequeños siempre hasdespertadoalgoenmí...Por favor,nomedejessola,nomeabandonesenestemundollenodeodio,miedo,tristezaypena...Porfa-vor,vue-lve...Nosécuántotiempoestuvellorando.Pudieron ser horas... o más, lo único que sé es que nadie entró en la
habitación, lo único que sé es que me dejaron mi espacio y me dejarondespedirmecomoquiseynecesitéhacerlo.—MevoyaHarvard—dijecuandocomprendíqueyaerahorademarcharme,
cuando me cansé de esperar a que abriera los ojos para mí—.Me obligan aseguir con mi vida, pero lo que ellos no saben es que nunca voy a dejar deesperarte...—Limpiélaúltimalágrimasilenciosaquerodópormimejilla.—Tequiero,Thiago...Cerrélapuertaalsalirdesuhabitación.Loquemis ojos novieron fue el levemovimientoque sudedo anular hizo
nadamáscerraryolapuertaymarcharmedeallí.
24
KAMI
Dosañosdespués...
Muchascosaspasanendosaños...,tantasquenuestrocerebroguardalamitaddeellas muy al fondo de nuestros recuerdos porque es prácticamente imposibletenerlaspresentes todasennuestrodíaadía.¿Cómoos loexplicoparaqueoshagáisunaideadeloqueocurriódurantetodoesetiempo?¿Paraqueentendáisloserroresquecometí,todosellosprovocadospormidesesperadanecesidaddeseguiradelanteysuperarundolortanprofundoquealprincipionomedejabanisiquierarespirar?Memarché a la universidad en contra de todosmis deseos, obligada por la
gentequesupuestamentemequeríaydeseabalomejorparamí...Talvezahora,coneltiempo,puedollegaraentenderlos,peroenesosmomentostodosellosseconvirtieronenmisgrandesenemigos.Apenashabléconmispadresduranteeseprimerañodeuniversidad,yconKatia...Lasconversacionesconellaempezaronsiendolargas,yolehablabasobremividaenHarvardyellamecontabacómoseguía esperando que Thiago despertase, pero llegó un momento..., llegó unmomento en que la conversación empezó a durar cada vez menos, cada vezmenos, hasta que sentí el dolor en su voz cuando tenía que decirmeque nadahabíacambiado,quetodoseguíaigual.
Fuedurotomarladecisióndedejardehablarle.Ymásduro fue tener que enfrentarme aTaylor, queme rogóquedejara de
agobiarasumadreyaél...porqueasíeraimposibleavanzar.Talvezteníarazón,tal vez lo que debíamos hacer era seguir hacia delante..., pero para mí eraimposible si mirar hacia delante significaba dejar a Thiago atrás. Necesitabasaberdeél,mantenerlaesperanza,peroTayloryKatiamerogaronqueparara...Lafrustraciónmeinundabacadavezqueibaallamarparapreguntarypensabaenloquemehabíanpedido,tantoque,alfinal,enunarrebatoderabiayllantos,meviobligadaatirarmiteléfonoalabasura.Eralaúnicamanera.Asíperdíloscontactos: el de su madre, el de Taylor, el de cualquiera que pudiese seguirdiciéndomequeThiagoseguíaigual,encama,deteriorándosecadadíaunpocomás.Fuedurorenunciaraesasllamadas,alúnicovínculoqueaúnmequedabacon
CarsvilleyconThiago,peroaveceslaesperasehacetanlargaquelaesperanzaseevaporaconcadaunodelosdíasqueesperasquetellamenparadecirtequeporfinhahabidoalgúncambioreal.Me di cuenta con los meses de que estaba haciendo mucho daño... A mis
padrespornollamarlos;amihermanito,pornosercapazdefingirfelicidadalteléfono;alamadredeThiagoporhaberlaabandonadoy,encima,poratosigarlaconllamadasquesololerecordabanquenadahabíacambiadoyquetodoseguíaigual...,pero,sobretodoydeloquemásmearrepentí,fuedeldañoquelehiceaTaylor.Nopuedojustificarmisactos,niporquélohice,peromicorazón,micuerpoy
mimentelonecesitaronporuntiempocasicomoelairepararespirar.No fue algo automático, de hecho, al principio, cuando llegué aHarvard lo
evitétodoloquepude.Enunaocasiónnosencontramosenelcampusyflipótantodevermeallíque
simplementenosabrazamosconfuerza.Nostomamosuncaféenunacafeteríapequeña,charlamosdenimiedadesyfinalmenteélsoltólagranpregunta:—¿Quédemonioshacesaquí,Kami?Ynopudementirle.Nosupehacerlo.
—Túeresloúnicoquememantienecercadeél...La pena en sus ojos, el dolor que le ocasionabanmis palabras no era nada
comparado con lo que yo sentía, o eso creí en ese momento. Me olvidé porcompleto de que Taylor, además de haber perdido a su hermano, me habíaperdido a mí; no pensé en sus sentimientos ni en que un abrazo mío podíahacerleestremecerdearribaabajoytampocosupeque,enladistancia,susojosme habían seguido por el campus o que había habladomuchas veces conmicompañeradehabitaciónparasabersiestababien.Soncosasdelasquenoeresconscienteporquecuandoestásenelestadoenel
quemeencontrabayo,soloestásahogadaentupropiodolor,entupropiodueloyentupropiamente.Charlamos, sí, Taylor y yo hablamos durante horas, pero después de ese
encuentronosvolvimosadistanciar.Ignorésusmensajes,ignorésusllamadasyvolvíaencerrarmeenmímisma.Despuésdeesacharlanosseparamosdurantemeses,yapenasnosvimos,hastaquefinalmentecoincidimosenunafiesta.Yo había estado meses sin salir... Mi compañera de habitación y algunas
amigasquehabíahechoenelcampusyanisiquierameinsistían,aprendieronaquerermetalcomoyoera,omásbientalcomomehabíamoldeadoeldolor,yrespetaronqueconmigosolopodíancontarparatomarnosuncaféoiraverunapelículadevezencuando.No recuerdo qué fue exactamente lo queme empujó a ir con ellas aquella
noche,noséquéfuequésentíparaporfinlevantarmedelacama,ponerellibroqueestabaleyendoaunladoyarreglarmeparasalirconellas.No os creáis que esa decisión era una especie de señal de que empezaba a
superarlo o algo parecido, al contrario, estaba tan sumida en la pena y en ladesesperaciónquecreoquemimentehizo loúnicoquecreyóqueevitaríaquecometieraunalocura.Necesitaba desesperadamente volver a sentir..., volver a tenerlo cerca y por
esarazónfuiaesafiesta...,paraencontrarlo,parapodervolveraverlo.NoaThiago,claro...Perosíalúnicoquemelopodíarecordar.Al principio no lo vi.Me ofrecieron una copa y la acepté; luego otra, y ni
siquieralodudé...Bebíydejéqueelalcoholmeayudaraarelajarme,algoque
habíahechoenmásdeunaocasiónmientrasllorabasolaenmihabitación.Cuandoporfinloviyoestabaenunaesquinayélenotra.Sonreía.Estabaguapísimo.Habíadoschicasconélyhablabanamigablemente.Al principio me molestó verlo tan a gusto entre tanta gente, verlo bien...;
joder,verloasídebiencuandosuhermanosepudríaenunacama,sepudríaenuna camaporhaberlo salvado,pero tan rápido como tuve esepensamiento, loexpulsédemicabeza.Yahabíapasadopor la fasedeodiar la causapor laque lohabíaperdidoy
sabíaquenopodíaculparaTaylorporhabersobrevivido,aunapesardequelohabíahechograciasasuhermano.Supongo que sintió que alguien lo observaba porque de repente empezó a
recorrerlahabitaciónconlamirada...hastallegaramí.Vilasorpresaensusojosylasonrisaqueaparecióunsegundodespués.Noleimportóinterrumpiralachicaconlaquehablaba,simplementesealejó
deellasydesuamigaycruzólahabitaciónhastallegaramí.Le sonreí y fue como si hubiese olvidado cómo se hacía, no sentí dolor ni
muchomenos,perosíunatirantezextrañaenmismejillas.—Creí que nunca te vería en una de estas fiestas —me comentó con
amabilidad.—Yo tambiénme siento un poco rara estando aquí—le contesté sin poder
evitarfijarmeenlodiferentequeestaba.Sehabíadejadoalgodebarbayllevabaelpelomáscorto.Sabíaquejugabaen
elequipodebaloncestodelauniversidadyviéndolosupequeseguramenteteníaacientosdechicasdetrás.—Creoquehashechobienensalirunpoco—dijomirandomicopa—.¿Qué
bebes?—Gin-tonic—respondí,sinconfesarqueenmibebidahabíamásginebraque
tónica.Tuvo que hacer un esfuerzo para poder oírme, ya que la música estaba
altísima.
—¿Teapetecesalirafuera?—mepreguntóysusonrisamerecordómomentosbuenos,cariciasdulcesyrisasexplosivas.Asentí y salimos al porche de la casa. Era una casa enorme, muy
probablementedealgunahermandad,aunquenoestabasegura.—¿Cómollevaslosexámenes?—empezópreguntándome.LociertoeraqueelnivelacadémicodeHarvarderaunalocura,perocomolo
únicoqueyohacíaeraestudiar...—Bastantebien,porsuerte,¿ytú?—lepreguntéamivez.—Voy tirando..., aunque no te voy a engañar, muchas veces me siento un
inútil.Puselosojosenblanco.—Estoyseguradequenohastenidoproblemas.Volvióasonreírmeyesasonrisafueeliniciodetodo.Después de esa fiesta me acompañó a casa, me confesó que se alegraba
muchísimo de verme y me pidió que, por favor, le cogiera el teléfono ycontestarasusmensajes...,quesuintenciónsoloerasabersiestababien.Ylohice.Empezamos a hablar..., volvimos a quedar. Un café se convirtió en quedar
paracomerydespuésenquedarparacenar.Volvimos a ser Taylor y Kami, inseparables, y cuando creía que habíamos
recuperadolaamistad,esaamistadquenoscaracterizaba,quenosdefinía...,mebesó.Fueunbesodulce,llenodesentimientosencontrados,llenodealgoquenosé
explicar.Noloparé.Nolohiceporquemegustó lasensación,cerrar losojosyvolverasentir lo
quefuera...Loquenoesperéfueenloquenosconvertimos.Porquedelodulcesepasórápidamenteaalgocarnal.Dejamos de quedar para cenar, dejamos de quedar para tomar café: solo
quedábamos para tener sexo, para follar, porque no hay otra palabra paradescribirloquehacíamos.Fue raro... Una búsqueda en el otro de un perdón que no nosmerecíamos,
porque, joder, la culpa era enorme. Me sentía como una mierda, sentía queengañabaaThiago,mecreílapeorpersonadelmundoyesofuefinalmenteloquenosterminódestruyendo.El sexo se convirtió en algo salvaje, en algo posesivo. Tan posesivo que el
Taylor y laKami que una vez se enamoraron desaparecieron para dejar en sulugaralgofeoydesesperado.Despuésdelsexosalvajeveníanlaspeleas,losreproches,loscelos,elquerer
ser alguien que jamás seríamos porque había demasiado dolor dentro denosotros,yyaestábamoscansadosdenadarcontracorriente.YonuncaolvidéaThiago.Nuncadejédepensarenél,eraaélaquienveía
cuando Taylor me tocaba, era en él en quien pensaba cuando sus manos meapretabanconfuerzaymehacíanllegaralorgasmo.Por aquel entonces ya estábamos en segundo año de carrera, ya no éramos
unos niños y una parte de mí empezó a hacer preguntas equivocadas. FuedespuésdequeKatiayyocortáramoselcontacto,cuandoTaylormepidióquedejaraasumadretranquilaporquesololehacíadaño.Cuandoperdíesecontactofueaélaquienacudí.Primerodemanerasutil—«Todosigueigual,¿verdad?»,«¿Hay alguna novedad»— y luego ya desesperada por saber cómo estabaThiago: «¿Sabes algo nuevo?», «¿Tú crees que despertará?», «¿Has podidoverlo?»,«¿Quéaspectotieneahora?»...—¡Basta!—megritódeteniendoelcocheenmitaddelacarretera.Measusté.—¡¿Notedascuentadeldañoquehaces?!¿Quédemoniosestamoshaciendo,
Kamila?¡Explícamelo,malditasea,porqueyoempiezoavolvermeloco...!Yteníatodalarazóndelmundo.—Estotienequeacabar...—dijomoviendolacabezadeunladoaotro—.No
lohassuperado...,pormuchoquemehayasdichoquemequieres,siguesconélenlacabeza,ynoporqueteimportesusalud,sinoporqueestástanjodidaporhaberloperdidoquenosabesseguircontuvida.Meestásutilizandoparasaberdeél...¿Novesloretorcidoqueestodoesto?—Taylor,yo...—Losiento...,deverdad,peroahoramismonecesitoalejarmedeti,necesito
olvidarteparapoderseguiradelante.Yotequiero.¿Noloentiendes?—Yotambiéntequiero...—ledijeconsinceridad.—Peronoestásenamoradademí—meinterrumpióenfatizandocadapalabra
yconsiguiendoquemequedaracompletamentecallada—.Yahoraporfinloheentendido.Siempre en el fondo lo he sabido, pero cuandovolvimos a liarnos,creí...,nosé,creíquepodíamosserelsalvavidasdelotro,quejuntospodíamosllegara ser felices,quepodíacuidarteyhacerte sonreír,peroal final solonoshemoshechomásdaño...Nomegusta,nomegustaenquiénmeheconvertido.Túyyonoestamoshechosparaestar juntos,ypormuchoquemeduela,creoqueeselmomentodeponerlepuntoyfinalalonuestro.Llorémuchísimo.Claro que lloré, porque Taylor era mi droga, mi analgésico y ver cómo se
alejabademímedestrozó...Porque,creedme,sealejó,muchísimo,nosupenadadeélenmeses,nosabríanadadeélhasta...,bueno,hastaquepasó.Finalmente volví a casa por Navidad, regresar a Carsville fue tan doloroso
comohabíaimaginado.Mihermanoestabaenorme,ycuandomevio,yanoseseparódemídurantetodamiestanciaallí.Hice las paces con mis padres, que volvían a estar juntos, aunque seguían
peleándosedevezencuando,peroalmenosveíaamihermanofeliz.Elpueblo,apesardelatragedia,volvíaatenereseencantoespecial,ycuando
di un paseo por la plaza fue como si nada hubiese ocurrido... Dicen que eltiempolocuratodo,peromegustaríadecirleaquieninventóesedichoquefueraaCarsvilleylesdijeralomismoalasfamiliasquedepuertasparaadentroaúnlloraban las pérdidas de sus hijos.Fueduro entrar en la cafetería de la señoraMill’s y descubrir que su marido había fallecido... Cuando me vio parecióalegrarse, pero la pena de sumirada era la de alguien que había perdido a sucompañerodevida,alpadredesushijos,aquienlaconquistó,enamoróehizofelizdurantecincuentalargosaños.Me sirvió una taza gigante de café con una pizca de canela y charlamos
duranteunbuenrato.Mepreguntópormifamilia,ypormisclasesenHarvard,me dijo que el instituto tenía planeado abrir el año siguiente, a pesar de quemuchos padres eran reticentes a enviar a sus hijos allí. Finalmente nos
despedimosycuandosalídelacafetería,yadenoche,mefijéenqueempezabaanevar.Nollevabaparaguasninada,perodisfrutédeunpaseoque,sinsaberlo,tanto
necesitaba...Necesitabahacerlaspacesconmipuebloquemehabíavistocrecer,pormuydolorosoquefuese,yaquecualquierrincónincluíalapresenciademisamigas,amigasqueyanoestabanyqueechabatantísimodemenos.FinalmentemeatrevíavisitaralamadredeThiago.Katiamerecibióconuna
sonrisa,sumiradaestaballenadedolor,peronadamásvermetiródemíymeabrazócon fuerza.Supe en elmomento enque lavi que algomaloocurría, ycuandofinalmentedescubrídequésetrataba,creíquemequedabasinaire,creíquemecaeríaalsueloynovolveríaadespertarjamás.—Taylordicequeeslomejor...,queThiagonuncahubieseaceptadovivirasí
durantetantotiempo,queesonoesvida...—¿Taylorhasidoquientehametidoesaideaenlacabeza?Katiasemirólasmanos.Estabatanhundida...—Yoyanoséquéhacer...Veocadadíacómosedeteriora,cómolapersona
queundíafueyanisiquieraestá...—¡Claroqueestá,Katia!¡Esél!¡Yvaavolver!¡Losé!Ellanegóconlacabeza.—¡Nopodéisdesconectarlo!—gritésindarcrédito—.¡Nopodéishacerlo!Katiasequedócallada...—Sitúpudieras...—empezódiciendo,perosecalló.Lamiréfijamente.—Siyopudiera,¿qué?Negóconlacabeza.—Katia,dímelo.Loquesea,haréloquesea...—Taylormehizoprometerlequenotelodiría...,quetúyaestabasmuymaly
quenecesitabasavanzar...Tuspadresmepidieronqueteprohibieseiravisitarlo,yocreí...Esperéaquecontinuara.—Laúltimavezqueloviste...,durantelossiguientesdíasmostróunamejoría
muynotoria..., inclusomovió losdedosy enunaocasión abrió losojos...Los
médicos me dijeron que era normal, que eran respuestas inconscientes aestímulos,peroquenosignificabaquefueraadespertar...Losdíaspasaronyyanovolvióaocurrirmás,peroyo...—dijomirándomeesperanzada—,creoquefueporti...Yocreoqueteescuchóyquequeríaregresar.Loquesentíenesemomentofuealgoindescriptible.LaúltimavezqueviaThiagofueparadecirledetodo,legrité,medesquité
con él pensando que no podía escucharme, pero lo había hecho..., lo habíahecho.Yopodíahacerqueéldespertase.—¿Otravezconeso,mamá?—escuchamosquedecíaTaylordesdelapuerta
delacocina.CuandomegiréviaunTaylormuydisgustado,inclusoenfadado.Nuestrasmiradassecruzaron.Hacíamesesquenonosveíamos,desdequehabíamosrotoloqueteníamosy
él me había pedido que necesitaba alejarse de mí... Alejarse de mídefinitivamenteparapodersuperarloyavanzar.—Tedijequedejarasamimadretranquila—dijoentoncesdirigiéndoseamí.Abrílabocaparahablar,perofueKatiaquiencontestópormí:—Kamnomemolestaenabsoluto,Taylor—replicómirándolomuyseria.—¡Claroquelohace!Me levantéde la silla con intenciónde irme,pero sumadremecogióde la
muñecareteniéndomeasulado.—¡Nosquiereayudar!—legritóycreoquefuelaprimeravezqueviaKatia
Di Bianco dirigirse a su hijo de esa forma—. ¡Voy a probarlo todo antes dedesconectaramihijo!Taylorabriólabocaconincredulidad.—¿Túteestásoyendo?—legritóenrespuesta—.Kamilanoes lasalvación
deThiago,mamá, ella no tiene la cura a su enfermedad... ¡Estás perdiendo eljuicio!—¡No puedo perder a otro hijo!—dijo rompiendo a llorar—. Si Thiago se
muere,yoirédetrás,¡¿noloentiendes?!Taylorsecallóylamirófijamente.Pasaronvariossegundoshastaquedecidió
romperelsilencio:—Pues tendré que aprender a vivir sabiendo que ya no tendré ni madre ni
hermanos.Dichoesto,diomediavueltaysemarchó,nosinanteslanzarmeunamirada
dedecepción.Pero¿quépodíahaceryo?¡YoeracomoKatia!¡Yonecesitabacreerqueaúnexistíaunamaneradehacerlovolver!Porqueexistíaunamanera,¿verdad?
25
THIAGO
¿OsacordáisdelapelículaInterestelar?Seguroquesí...EsapelimaravillosadeChristopher Nolan, donde Mathew McConaughey nos introduce en unaespectaculartramadeunviajeintergalácticoparasalvaralahumanidad...Esunpeliculón,conmuchosgirosysecuenciasincreíblesquesucedenensumayoríaenelespacio.Alverlasiempresentícuriosidadporunacosa,nadaquetuvieraqueverconelargumentodelapelículaensí,sinoconlarazónporlaquetodoelmundoparecíaquedarseconunaescenaconcretadelapelícula...,solouna:esaescena en donde Anne Hathaway y Mathew McConaughey deben bajar alplanetadeMiller,queorbitatancercadeunagujeronegroqueeltiempoenéltrascurre tan lento que una hora allí significan siete años en la Tierra. ¿OsimagináisdarosunpaseoporMilleryquealregresardescubrieraisquevuestramadre,vuestroshijos,ovuestrosnietostienensieteañosmás?Seríaalucinante,¿verdad?Pues bien, a mí era como si me hubiesen obligado a pasar la noche en el
planeta de Miller. Como si me hubiesen dicho: «Duerme aquí, amigo, no tepreocupesdenada,descansaquedentrodeochohorastedespertaremosparaquepuedasregresaratuvidanormal».¿Amividanormal?
¿Porquéibaaquererregresarcuandoaquíseestabatanagusto?¿Porquéibaaquerermarcharmecuandolateníaaella,aquí,amilado?—¿Jugamosotravez?Abrílosojosyahíestaba.Susojosazules,supelorubio...Seguíateniendocincoaños,cosaquenotenía
ninguna lógicao,bueno, talvezsí, si teníamosencuentaqueestábamosenelplanetadeMiller.—¿Oooootra vez? —le pregunté alargando la palabra, lo que hizo que su
sonrisaseensanchara.—Ahorame toca amí ser la que se esconde—medijo abriendo losojosy
empezandoaalejarse.Sonreí.—Estábien...¡Uno...,dos...,tres...!¿Cómonoibaajugarconmihermanita?¿Cómonoibaaaprovecharhastael
último segundo cuando llevaba años sin verla, cuando creí que nunca jamásllegaríaaverladenuevo?Habíamoscreadonuestrapropiarutina,onuestrapropiadinámica,másbien.
Desdehacíasolounosdías,nosdedicábamosadarpaseosporaquellalagunasinnombre, después comíamos macarrones con queso (siempre lo mismo) yjugábamos a las cartas, al escondite, a las muñecas o incluso se animaba yjugábamosabaloncesto.Era un retiro queme estaba tomando con calma, una calma necesaria para
poder recuperar el tiempo perdido conmi hermanita, con lamisma hermanitaquemuriósieteañosatrásydelacualnisiquierapudedespedirme.Aprovechéesetiempoconellaparahablardeaqueldía.Ella apenas recordaba nada, pero aceptó mis disculpas cuando un día,
llorando,lesupliquéquemeperdonara.Preguntabamuchopormamá,esosí,atodashoras.Medecíaque laechabademenos,sobre todocuandodebía irseadormir,peroquelegustabaestarallí...Allí...,pero¿dóndeera«allí»?En mi cabeza era el planeta de Miller, vale, pero eso era porque veía
demasiadacienciaficción.Enrealidaddebíamosdeestarenalgunaparte,¿no?
¿Lleguéacreerqueestábamosenelcielo?Porsupuestoquelohice,creoquefueloprimeroquesemepasóporlacabezacuandolaviaella,pero,¡vamos!,¿no había nadie más aquí? ¿Éramos los únicos que habitaban el más allá, elcielo,elotromundoocomoqueráisllamarlo?Esoeraimposible.Perocomonoteníarespuestas,dejédehacermepreguntas.Disfrutédemiestanciaallí,tuvetiempodepensar,decurarmicorazónconla
presenciadelapersonaquelohabíaheridoalmarcharsedemilado.¿Estabarealmentemuerto?Llegó un momento durante mi corta estancia allí que de verdad llegué a
creerlo, inclusohastaasimilarlo...,peroentonces..., entonces,¿porquéavecescuandosoñabalaveíaaella...?Estaba muy enamorado de esa chica... Joder, tanto que a veces deseaba
regresarcontodasmisfuerzas,medabaigualquetuvieraaLucyacurrucadaenmiregazo.Aveces...,soloaveces,creíaoírla,peromuypocasapesardequelasentíamuymuycerca.Amimadre también lasentíyamihermano...Escuchésusdisculpas tantas
vecesquecasime las sabíadememoria,queríadecirleque seolvidarademí,que no necesitaba pedirme perdón por nada, que estaba bien, que estaba conLucy,queera...¿feliz?¿Loera?Enelfondosupongoquesiempresupequepodíaregresaryporesoestabatan
tranquilo. Tranquilo en especial por mi familia, por mi madre, a la que leencantaríaoír todoloquesabíadeLucy,a laquelecuraríaelalmadiciéndolequesuniñaestabaperfectamentebien,asalvo,ybien.Pero¿aella?¿Quéhabíasidodeella?Podíarecordarlavezquemegritóunmontóndecosas...Solohabíanpasado
unosdíasenrealidad...creo,peroséqueeneseinstantetuvemuchasganasderegresar,deabrazarlaparapodertranquilizarlaydecirlequelosentía,quesentíahaberfaltadoamipalabra,quenohabíasidomiintencióndefraudarlaypedirlequemeesperara...Soloenesaocasiónmesentímáscercadeallíquedeaquí,máscercademi
vidaen laTierraquemividaenelplanetadeMiller, peroesa sensaciónduróapenasunsegundo...Despuésyadejédeescucharla...Yanopudeoírlamás...Eso fue extraño,porquedealgunamanera suvozera comounhiloqueme
manteníacercadeallí,unhiloquecadavezsealejabamásymásymeanimabaa quedarme donde estaba... Si, total, estaba muy a gusto y en muy buenacompañía.LaTierramehabíadadomuchosdoloresdecabeza,mehabíaencontradocon
demasiadas piedras en el camino, y ya, para rematar, el tiroteo del instituto...¿Cómoibaaquerervolver?Pero entonces su voz..., su bonita voz volvió a resonar en alguna parte de
aquellugar,oalomejorsimplementepodíaoírlaenmicabeza.«Thiago...,porfavor,vuelve...Porfavor,vuelveconmigo.»Levantélavistaalcieloyunagotacayósobremicabeza.¿LlovíaenelplanetadeMiller?—Sonlágrimas—dijoentoncesmihermana.Apareciódelanadaymecogiódelamanoconfuerza.—¿Lágrimas?—pregunté.Asintió.—Sí..., las de ella, las deKami—expuso, como si la hubiese visto ayer o,
bueno,comosipudieraverlaeneseinstante.—¿Cómolosabes?—Porquelosé—contestóencogiéndosedehombros—.Quierequevuelvas...Nodijenada...,solodejéquelalluviaempaparamicara,mipelo,miropa...Yentoncessupealgoconcerteza.—Fuistetú,¿verdad?—lepregunté.Lucysonrió.—¿Aquéterefieresconquesifuiyo?Meagachéasuladoparapodermirarladirectamentealosojos.—Túmeguiasteporelinstituto...TúhicistequeconsiguierasacaraKamya
suhermanodeallí.¿Aquesí?
Lucyasintióensilencio,susonrisaaúnensuslabios.—Sabíaqueyonopodíatenertantasuerte...—Te dispararon en la cabeza... —dijo mi hermana con un poco de
incredulidad.—Y de alguna manera aún sigo vivo..., contigo..., aquí, en el planeta de
Miller...—¿Endónde?—mepreguntóriéndose.Lamirésindecirnada.—Estonoesningúnplaneta,tonto...—Entonces,¿quées,listilla?—repliquéysequedóunsegundocallada.—Supongoqueesellugardondedebíasestar.Noentendíesacontestación,perotampocolepedíquemelaexplicara.Nosquedamoscallados,viendollover,sentadoselunoalladodelotro,hasta
quesuvozinterrumpióelsilencio.—Vasairte,¿verdad?—mepreguntó.Mirésusojosazulesydudé...—Nolosé...
26
KAMI
Apesardelareticenciademispadres,alfinalmearmédevalory,casidespuésdeunañoymedio,volvíalaclínicadondeestabaingresadoThiago.Sumadreestabaallíy,cuandomeviollegar,meabrazóconfuerza,conlosojoshúmedosylaesperanzaensusirisclaros.Volverallídespuésdetantotiemponofuefácil,fueremovertodoeldolor,la
tragedia,lapérdida;recordaresosdíasoscurosdondemesentabaasulado,sindecirnada,yllorabaporquenoestuvieseconmigo,peromásdurofueentrarensuhabitaciónyverelestadoenelqueestaba.EsapersonanoseparecíaennadaaThiago.Estabaconsumido, tandelgado
que daba miedo. Su cara parecía la de otra persona, su musculatura habíadesaparecidocasiporcompletodespuésdemásdeunañoymedio,yvereso...fueduro,peromásduroeraverlorespirarporuntuboyalimentarseatravésdeunavíaintravenosa.Meentraronganasdesalircorriendoy,alverlasmáquinasqueloayudabana
seguirconvida,empecéapreguntarmesiloqueTaylordecíaqueeramejorparaél,erarealmentelomejorparaél.¿QuépensaríaThiagosisevieseasí?¿Quénospediríaagritossisupieraquetodoapuntabaaquelequedabanaños
postradoenunacama?Sentímiedo...,miedodeempezaracreerqueestabaequivocada,que loque
tanenelfondocreíaqueeralomejorparaélquizánolofueseenrealidad.Losprimerosdíasmequedésentadaasulado,sinsabermuybienquédecir.
Empecé contándole un poco cómo era mi vida... Le hablé de Harvard y leexpliqué mis razones para haber elegido esa universidad en vez de Yale. Alprincipiofueraroporqueunapartedemísentíaquehablabasola,peropocoapocofuesiendomásymásfácil,inclusoseconvirtióenunaespeciedeterapiapersonal.Elprimersignodequeaquellofuncionabanotardóenllegar.Ocurriódosdías
después de acudir a la clínica, fue algomuy leve, casi imperceptible, pero viclaramentecómounodesusdedossemovíasobreelcolchón,apenasfueunlevemovimiento,peropasó.Losegundoqueocurriófuequedespuésdevisitarlotodoslosdías,alséptimo,
suspárpadostemblaronotravezligeramente.Aviséalosmédicosdeambascosas,peroningunodeellosdemostrósorpresa
o esperanza. Me explicaron que Thiago tenía actividad cerebral, que inclusosoñaba,yqueesoslevesmovimientospodíanserresultadodeloquefueraqueen ese momento estuviese soñando; en definitiva, me aclararon que era algonormal.Perodenormalnada.Nomeimportóloquemedijeron,mellenédeilusión,deesperanzaylesdije
a mis padres que no acudirá ese trimestre a la facultad. Hubo una peleamonumentalencasa,inclusomispadresvolvieronahablarconKatia,peroellamerespaldóentodomomento.Estoeramuchomásimportantequetodolodemás,ynopararía...,nopararía
hastademostrarqueambasllevábamoslarazónyqueThiagoabriríalosojos...,losabriríaparamí,parasumadre,parasuhermano,porque,joder,estabaseguradequesemoríadeganasdeseguirviviendo,peronodevivirasí,postradoenunacama,sinodevivirdeverdad.Alasdossemanasdeiraverlo,lossignosdequealgoestabacambiandoya
erantanevidentesquelosmédicostuvieronqueprestarnosatención.
—Vamosairquitándolelasedaciónpocoapoco...Cuandolointentamoshaceun año, su cuerpo no reaccionó como esperábamos, pero creemos que ahorapuede llegar a ser diferente —nos informó su médico, que ya nos habíaexplicado que no nos hiciésemos ilusiones, que simplemente intentarían vercómorespondíaanteesecambio.Lohizofavorablemente,peroapasosmuylentos.Sucuerposeagitabaysu
corazón sufría taquicardias, pero consiguieron bajarle la sedación, muy poco,peroalgo.Sumadreyyoestábamosexultantes.Loquehacíamosfuncionaba:Thiagome
oía,queríaregresar...,queríavolveramí.Pasó unmesmás y consiguieron quitarle el tubo que respiraba por él. Ver
cómovolvía a respirar por símismo fue la alegríamásgrandequeviví desdeantesdeltiroteo...Mifelicidad,miesperanzanecesitabanhacerlovolver.Yo seguía contándole mi vida, todo en orden, aunque evitando contarle la
relaciónque tuveconTayloryqueacabódefinitivamenteconnuestraamistad,hastaqueyasupequenopodíaseguirocultándoselo.Le conté todo, le confesé que volvimos a salir, que estuvimos juntos varios
meses. Le expliqué que nuestra relación empezó bien, pero que acabóconvirtiéndoseenalgorepulsivoytóxico.Lecontéquenosacostamos,yquenome arrepentía de haberlo hecho porque así habíamos podido probar que lonuestro nunca hubiese funcionado... Le conté que me pegué a él de formaegoísta,porquemerecordabaaél,porqueeraloúnicoquememanteníacuerda.Nofuefácilhablarledeello,pero,adíadehoy,creoquefueeldetonanteque
impulsósumejoríahastallegaradespertarlo.Porquesí...,Thiagodespertó.
Dosaños...,dosañosexactospasaronhastaqueThiagoDiBiancodecidióvolveraabrirlosojos.Fue un día cualquiera, aunque un día que recodaré toda mi vida. Un día
lluvioso,undíafrío.LaNavidadestabacerca...,seríalaterceraNavidaddesdeque ocurrió el tiroteo. En unmes cumpliría veinte años... ¿Quién lo diría? El
tiempohabía volado cuando en realidadhabía sido congelado, congeladoparaThiago, para su madre, para Taylor, para mí..., porque el tiempo se congelacuandoalguienaquienquieresseencuentraentrelavidaylamuerte.Yoestabaconélcuandoabriólosojosyoslocuentodeestamaneraporque
nadapasócomoyocreíaqueibaapasar.¿Sealegródeverme?Porsupuestoquesí,aunqueenesemomentoélnisabíadóndeestaba,niquién
era,nirecordabanadadeloquehabíaocurrido.Tardóunosdíasenorientarse,enrecordarlarazónporlaquehabíaestadoencomadurantedosaños.No fue fácil contárselo, ni tampoco ver su cara cuando los médicos le
explicaron las lesiones que había sufrido su cerebro y las lesiones que habíasufridosucuerpoalhaberestadodormidotantotiempo.Ahí fue donde todo empezó a flaquear. Donde mis visitas dejaron de ser
recibidas con sonrisas, donde empezamos a comprender que lo que le habíasucedidoaThiagopodíadejarmuchassecuelas...,demasiadas,enrealidad.Sefrustrabacuandolaspalabrasnolesalían,cuandohablarseconvirtióenun
problemaparaél.EramuyduroveraalguientanfuertecomoThiagopasarporalgoasí,yuna
partedeélempezóanoquererquefueseaverlo.Apenasme hablaba, decía que le costaba, pero yo sabía por las enfermeras
quecadadíaprogresabamásymás.Setensabacuandoentrabaasuhabitaciónyparecíaincómodoconmigoallí.¿Porqué?¿Porquésesentíadeesaforma?—VuelveaHarvard...—medijoduranteunadesussesionesdefisioterapia.
Estabatandébilqueapenaspodíalevantarseydarmásdetrespasosseguidos.—Quieroestaraquí...,quieroayudarte...—Pero¡yono!—megritóconsiguiendoquetodosenlasaladerehabilitación
segirasenparamirarnos—.Memataquemeveasasí...Nopuedo...,nopuedotenertecercaahoramismo.Necesito...necesitoquetevayas.Seagitó,tuvoqueparar,losmédicosvinieronyalfinalsumadremedijoque
lomejorseríaquemefuera.—Dale espacio,Kami—dijo en la cafetería del hospital dondeThiago aún
seguíaingresado—.Nosesienteélmismo,sucuerpoysumentelotraicionany
noquierequeloveasasí...Conozcoamihijo,yséque,aligualqueyosabíaquelo traerías de vuelta, ahora mismo que estés aquí solo va a hacer que surecuperaciónvayamáslenta.Fue difícil tomar la decisión, me resistí al principio, pero era cierto que
cuandomeveíaseponíapeor,cuandoentrabaaverlosecabreabaygritabaquemelargara.Lloréporlasnochesyforcésonrisasporlasmañanas...¿Qué estaba pasando? ¿Iba a perderlo finalmente... después de todo lo que
habíatenidoqueesperarparatenerloconmigo?Alfinalnomequedóotraopciónquehacerloquemepedía.—Voyaesperarte—leasegurécuandofuiaverloasuhabitacióneldíaantes
de regresar a la universidad. Sus ojos estaban clavados en la ventana. Por susemblante, parecía estar enfadado o molesto, y no lo entendía... Joder, noentendíaquéocurríaniporquésenegabaaprestarmeatención.—Estaba conmi hermana—dijo entonces abriendo la boca por fin, por fin
para decir algo que no fuera una queja sobre su cuerpo o su mente o sobrenecesitarestarsolo.Mequedédepiedracuandodijoaquello.—¿Aqué...aquéterefierescontuhermana?—Puesmerefieroaqueestabaconlaúnicahermanaquetengoyqueperdí...
Estabaconella,podíaverla,podía abrazarla,podía correry jugar al esconditecon ella... Comíamos y charlábamos, hasta que al fin sentí que ese dolor tanintensodesaparecíadedentrodemí.Mequedécalladaesperandoaquecontinuara.Tampocosabíamuybienqué
decir, ya que su hermana estaba muerta. Así que, si había estado con ella...,¿significabaesoqueThiagolohabíaestadotambién?—Metrajistedevueltayteloagradezco,peroaveces...—¿Avecesqué?—lepreguntéconelcorazónenvilo.—Avecesmepreguntosideverdaderaloquedebíapasar,sideverdadeste
esmilugardespuésdeloqueocurrió...—Tu lugar es donde este yo..., ¿no?—pregunté intentando con todas mis
fuerzasnoecharmeallorar.
Susojosverdessefijaronenlosmíos.—Ni siquiera sé si la recuperación será completa..., ni siquiera sé si podré
volveracaminarcomoantes,acorrer,ajugaralbaloncesto...Nisiquierasésimicuerposevaaterminarrecuperandodeesto...—Hizounapausayaguardéaquecontinuara—:Temerecesalgomejor.—Memerezcoestarcontigo...—empecédiciendo,peromeinterrumpió.—¡No!—megritómuyalterado—.Temerecesteneraalguienquenoseauna
cargaparati,temerecesaalguiensano,cuerdo,fuerteycapazdedartetodoloquenecesitasyencambioyo...—Vasaponertebien...—Necesitoquetevayas,Kamila—dijopronunciandominombrecompleto,y
todos sabíamos lo que eso significaba—.No quiero volver a repetírtelo—meadvirtiómirándomealosojos.Sentírabia...¿Sabíaéltodoloqueyohabíasufrido?¿Eraconscientedelesfuerzomentaly
emocionalquesupusoveniraverlotodoslosdías,sacarfuerzadedondenolateníaparapoderconseguirunmilagro?¿Asímeloagradecía?Mepusedepie.—Creo que me merezco mucho más que esto...—respondí procurando no
derramarniunasolalágrima—.¿Tienesideadeloque...?—Yono te lo pedí—mevolvió a interrumpir—.Agradezco tu esfuerzo, tu
ilusiónytuempeñoenconseguirquedespertase,peronopuedoseguirdondelodejamos,nopuedonimirartealacarasinsaberquenotemerezco,asíque,porfavor,márchate y empieza tu vida de una vez por todas, porque amí aúnmequedaunlargocaminoporhaceryesuncaminoquequierorecorrersolo.¿Solo?Me fui de allí con la cabeza a punto de explotar y la tristeza del rechazo
doliéndomeportodaspartes.Noentendíamuybienloquemepedía,noentendíanada.Peropusedistancia.VolvíalauniversidadydejéatrásalaKamidepresiva,alaKamisinfuerzas,
alaKamiquesequedabaencerradaensuhabitaciónleyendocasosdegenteque
había despertado del coma, o informándome sobre los efectos secundarios deunalesióncerebral.Volví a ser yo, dejé el dolor atrás a pesar de que al principiomedolió,me
doliódemasiado,peronopodíaseguirsacrificandomividaporotros.Yohabíacumplido,habíaluchadoporél,pornosotros...Siélnoqueríaverlo
y su formade agradecérmelo era esta, entonces tal vez..., tal vezhabía estadomuyequivocada.
27
THIAGO
Me convertí en alguien que no era. Despertar y verla allí... fue lo másmaravilloso que podría haberle pedido a la vida, pero nada sale como unoespera,ynadaestansencillo,ymenoscuandounodespiertadeuncomadedosaños.¡Dosaños!Joder...,perosiparamíhabíanpasadodías;esaeralasensaciónquesentíaen
mi interior. Al principio me encontré muy desorientado, muy perdido, perodespués los recuerdos fueron apareciendo y recordé con todo detallemi final.Recordéeltiroteo,elmiedo,ladesesperación,lanecesidaddesacaraKamiyasu hermano de allí, el riesgo que corrí al regresar para intentar salvar a mihermano,unamisióncasi imposible,prácticamente suicida,peroquealmenoshabíasalidocomoesperaba...o,bueno,casi.Habíaaceptadoque irallísuponíamimuerte, lohabíaaceptadoysabíaque
causaríadolor,peroquesalvaríaaTayloryesoparamíerasuficiente.Nuncacreíquepodría sobreviviraundisparoen lacabezaymuchomenos
imaginéquemepasaríadosañosencoma.Kamestabadiferente...Sumiradaeradistinta,eralamiradadeunadulto,un
adultoquehabíapasadopordemasiado,unadultoqueescondíatantodolorque
incluso hasta incomodaba. Su aspecto era parecido, pero parecíamayor, habíaperdidoesaauraadolescentequesiemprelahabíaacompañado,esainocenciayternura que la caracterizaba habían dejado lugar a la chica que me mirabaesperanzadadesdelospiesdelacama.La quería..., joder, la amaba con locura, pero mi mente era incapaz de no
sentirotracosaquedespreciohaciamímismo.No fue fácil verme en un espejo, ver mi cuerpo deteriorado. Estaba tan
delgadoytanpálidoquealprincipionisiquieramereconocíenelreflejoquemedevolvía la mirada. Pero eso fue lo demenos..., lo peor fue no tener controlsobremicuerpo,nopodermovermeconagilidad,noencontrarlaspalabrasparaexpresarme...Parecíacomosimicerebrosiguiesedormido,aturdido,aletargadoynuncafueseasereldeantes.Empecéaleer,ainformarmeyhabléconlosmédicos.Medijeronquetuviera
esperanza,queconrehabilitaciónytiempovolveríaasereldeantes,peroesonomelopodíanafirmaralcienporcien,ysinunarecuperacióncompleta,yonomeveríacapazdeestarconella,noasí,joder,nosiendounacargaparaelladeporvida.Latratémuymal,ahorapodíaverlo.Nosemerecíaaalguiencomoyo,nose
merecíaalapersonallenaderabiaenlaquemehabíaconvertido,nosemerecíaa esa persona oscura, deprimida, enfadada y dolorida que solo era capaz depensarensímisma.No había lugar en mi cabeza para ella porque solo podía pensar en
recuperarmedetodaslassecuelasquemicuerposufríaporelcoma,peroahorapodíaentenderporquémepuseasí,porquéesofueloúnicoquemeimportó.Porella...lohacíaporella.Queríasereldeantesporqueesaeralaúnicaformaderecuperarla,detenerla
en mi vida, de poder amarla como se merecía... Joder, nos merecíamos unaoportunidad,unapuñeteraoportunidadporfin.Nosupedeelladuranteunaño.Me llamaba pero no le cogía el teléfono, así que llegó unmomento en que
dejódehacerlo.Alprincipio loagradecí, fueunalivio,porque rechazarlaunayotravezme
mataba por dentro, pero pasados unos días empecé a desear volver a ver unallamada perdida suya.Aquello solo podía significar una cosa: queKamhabíaseguidoadelante...sinmí,talcomoyolehabíapedidoquehiciera.Mi hermano, por el contrario, estuvo ahí para mí durante toda mi
recuperación,nosealejó,meaguantóyaguantótodosmisataquesdeira,todosaquellosmomentosenlosquedeseetirarlatoalla.—Tienesquerecuperarla,Thiago...Sino,¿dequéhaservidotodoesto?—me
dijoundíaenelquedeverdad,deverdad,queríadejarlotodoyabandonar.—Yanoleimporto...—dijellevándomeuncigarroaloslabios.Habíavueltoafumar,unerrorpormiparte,perounerrorquemepermitípara
podertranquilizarmedealgunamanera.—Que su vida haya vuelto a la normalidad no significa que no te quiera,
hermano...Nuncahevistoaalguienluchartantoporotrapersonacomolohizoella por ti...—Hizo una pausa y levanté los ojos para mirarlo—. Te ama deverdad...Ypormuchoquemeduelaadmitirlo,ahoraséquedebéisestarjuntos...Tienesquerecuperarla,yparahacerlo,tienesqueponertebien.Y así seguí... Mi hermano fue mi gran apoyo. Siempre que podía venía a
verme y pasábamos horas charlando. Empecé a notar que cada vez parecíadolerlemenoshablarmede ellay también comencé a sentirmiedocuandomecontaba que a ella se la veía bien, que salía con sus amigas, que acudía a lospartidosdebaloncestode launiversidadyque incluso seapuntabaa todas lasfiestas.Nuncamedijosisalíaconalguienono,yyotampocoquisepreguntar.Enesosmomentos,loquenecesitabaeracentrarmeenmirecuperaciónynada
más.Mehizo faltaunañoenteroparapodervolvera sentirquemicuerpoerael
mismoqueantesdelcoma,aunasí...Joder,aunasí,nomerecuperédeltodo.—Tedaunairesexy—medijoTaylorcuandolostres,mimadre,mihermano
yyo,sentadosenelporchedecasa,dejábamosqueelsolnosbañaraycalentara.Mimadresonrióynosmiróconalegría.—¿Tú crees? —pregunté levantando el bastón pinchándole en los
abdominales.
Losteníatandurosquefuecomosipinchaseaunapared.Elmuycabrónteníaunestado físico envidiable, yno eraparamenos, porque acababande ficharloparajugarenlaligaDdelaNBA.Nos reímos y al verlos... al verlos allí conmigoy a salvo, por fin sentí que
volvíaaseryo.Nopodíaseguirmanteniendoesaactitudautodestructiva.Joder,¡seguíamosvivos!YdeciresosiendodeCarsville...eraunputomilagro.NuncahabíallegadoacontarleamimadremiencuentroconLucy.Nuncale
conté cómo sentí que mi hermana pequeña me había guiado por el instituto,cómomehabíaprotegido,ni tampoco lehabléde losmomentosquecompartíconellamientrasestabaencoma.Nomehabíavistocapazdehacerloporqueunapartedemísesentíaculpable
dehaberladejado,peroahora,despuésdemesesderecuperación,sabíaquemilugarestabaaquíyqueLucy...estaríabien.Miréamimadreylavifeliz,laviencalmaporfin,connosotrosasulado,y
supe que había llegado el momento de contárselo todo, por muy irreal odescabellado que pudiera parecer: necesitaba explicárselo y ella necesitabasaberlo.—Lucyestábien,mamá—volvíacontestarledespuésdecontárselocontodo
lujodedetalles.Mihermanonosdaba laespalda... conuncigarroen laboca.Sabíaque sus
ojos estaban hinchados intentando contener las lágrimas ymimadre... parecióqueporfinpodíaponerlepuntoyseguidoaesemomentoycontinuaradelante.Levantósumanoymeacariciólamejilla.—Sabíaqueellacuidaríadeti...,eligierasloqueeligieses.Sabíaqueestaríais
juntos.—Medijoquetedijeraquetequiereyquenotepreocupesporqueeltiempo
allí y aquí es diferente...Me dijo que cuando os volvieseis a reunir para ellahabríanpasadosolounosdías.Novolvimosahablardeesetema.Jamás...,perosupequecontarlesmihistoria,contarlesloquesentíconellalos
ayudóporfinacerraresecapítulo.
Tardé en tener el valor de ir a buscarla... Tardé tanto que el tiempo parecióestirarsehastaqueellaacabólacarreraysegraduóenBellasArtes.No me arrepiento de no haberla ido a buscar antes. Creo que los dos
necesitábamoscrecer,madurarydejarpasarel tiempoparapoder lamernos lasheridasyaprenderaquerernoscomoesdebido,comonosmerecíamos.Mepresentéenlauniversidadeldíadespuésdesugraduación.Noteníanila
menor ideadecuáleseransusplanesodequédiríacuandoposarasusojosenmí. No sabía si estaba con alguien, si se había enamorado de otro o, por elcontrario,seguíapensandoenmí.Tuvemuchomiedo,osloadmito.Perocuandomepresentéantesupuerta,supequehabíahecholocorrecto,lo
supe muy en el fondo de mi corazón. Pasara lo que pasara entre los dos, almenospodíadecirquehabíavueltodeentrelosmuertosparairensubusca...,quehabíavueltograciasaellayque,joder,esodebíadesignificaralgo...,¿no?Alprincipio, cuandomeabrió lapuerta,no la reconocí.Sehabíacortadoel
pelo y lo llevaba peinado en dos trencitas a ambos lados de su cabeza.Vestíaunosvaquerosrotosysuciosdepintura,untopnegrodetirantesyunacamisarojaacuadrosatadaalacintura.Meabriólapuertaytodopareciódetenerse.Meabriólapuertaylavidacontuvoelaliento.¿Medejaríaregresarconella?¿Medejaríaamarlacomoqueríaamarla?¿O,porelcontrario,mecerraríalapuertaenlasnarices?Creoqueospodéisimaginarloquepasó...¿Verdad?
28
KAMI
Alprincipiomequedéparalizada.Comosihubiesevistounfantasma.Misojosrecorrieron su cuerpo, recorrieron cada centímetro de su anatomía, intentandoencontraralchicoquedejédosañosatráspostradoenunacama...,aesechicosin fuerzas, malhumorado, enfadado y lleno de rabia, ese chico que no supoquerermecuandoyolohabíadejadotodoparahacerlovolver,parahacerlovivirotravez.Nofue fácilasimilaresa imagen,yaunquemicorazónsequedócongelado,
mi cerebro siguió funcionando y mandando imágenes a mi cabeza para quepudiese asimilar que sí, que era él..., que ese chico altoy fuerte, ese chicodeojosverdesypelocastaño,despeinadoyconunbastónenlamanoderechaeraél,eraThiago.Sentídetodo...Milesdecosas,algunasbuenasyotrasmalas,perosobretodo
lo que sentí fue rabia..., rabia por no haber podido estar con él, rabia por nohaberpodidoayudarloallegarallí,rabiaporquemividahabíacambiado,porqueélyanoformabapartedeella,ymuchamásrabiaporqueesolohabíadecididoél,noyo.—Kam,¿puedo...?—No—locorté—.Nopuedes.
Merecorrióconsumirada...Susojosverdesviajaronportodomicuerpoysedetuvieronenmisojos.Parecíaperdido...,muyperdido.—Solodejaquetediga...—No quiero queme digas nada—contesté apretando la puerta con fuerza,
contantafuerzaqueempecéasentirdolorenlosdedos—.Nopuedesdecirnada,absolutamente nada porque lo que nos dijimos en el pasado es lo que nos hallevadoaestemomentoy sé..., joder, séque sivuelvesamirarmeyaabrir labocaharásquetodamividavuelvaaseruncaos,ynopuedo...,joder,nopuedo,noahora,losiento.Fuiacerrarlapuerta,perosumanomedetuvo.—Porfavor—insistió—,damecincominutos...Solocincominutos.Neguéconlacabeza.—MevoyaEuropa,Thiago—dijeconlavozalgotemblorosa—.Mevoytres
mesesyahoramismoloúltimoquequieroesquemehagasdudarsobrealgoquellevo planeando hace mucho tiempo, algo que quiero hacer y algo que memerezcodespuésdetanto...,detantodolor,detantoestudiar,detantoechartedemenosaunsabiendoquenoibasavolverydetantoesperarquemellamarasoquetepresentarasanteestamalditapuerta...—Kam...—¡Ya es tarde! —le grité perdiendo la compostura—. Lo siento —me
disculpéconlavozmáscalmada.Necesitabacerrarlapuerta.Vi la tristeza en sus ojos y casi flaqueo..., casi vuelvo a dejarlo todo para
lanzarmeasusbrazos,peroalgoenmi interiormedijoqueno,meexigióquesiguieraconmivida,quesiguierasegúnloplaneado.Yesofueloquehice...,almenosduranteuntiempo.
Recorrí Europa. Viajé por Francia, paseé por los Campos Elíseos y subí a laTorreEiffel.VisitéLondresyEscocia,ycuandomefuideallíhastasemepegóalgoel acento...ViajéaBerlínyme llenédehistoria.También recorrí Italiaycomípastaareventar.VisitéPragayLuxemburgoyviajétambiénaEspaña,para
disfrutar de sus playas y de aquel plato tan rico llamado «salmorejo». MeenamorédelmardeGreciaycorrípor lasmontañasdeAustriacomo lohabíahechoSissiemperatrizconsushermanas.Me subí en aviones y en trenes, en coches compartidos y enmotos que ni
siquiera sabía conducir. Crecí, pensé,maduré, lloré, extrañé, reí, conocí gentequellevaríasiempreenmicorazóny,cuandoterminédeviajar,supeque,apesarde mi empeño, a pesar de todo mi esfuerzo en dejarlo marchar, en cerrar lapuertaporfin...,nofuicapazdehacerlo.Dioigualcuántoskilómetrospusededistancia,cuántosmareshuboentrelos
dos, enmi cabeza permanecía la imagen deThiago, triste, pidiéndome que ledejarahablaryyocerrándolelapuertaenlasnarices.En ese momento creí que se lo merecía, que de verdad era lo que debía
hacer...,perocuandoelcorazónquiereloquequiere...,¿porquénegárselo?¿Sehabíaequivocado?Por supuesto que sí, pero también lo hice yo, también lo hice yo
abandonándomeamíparasalvarloaél,porqueunonopuedeabandonarse,unonopuedeolvidarsedesímismo...Éllohizobien,élsecentróenélparasanar,paracurarseyregresarmásfuerte,yyo,encambio,tirédeuncarrollevándomea gente conmigo, arrastrándolos ami dolor, y eso lo único que consiguió fuehacerqueyo...,joder,queyomeperdieraenelcamino.Eseviajemeabriólosojos,mehizoentenderquenadaescomounoleeenlos
libros, que no hay un manual sobre cómo querer o sobre cómo superar untrauma. Cada persona es diferente y las decisiones que tomamos pueden serbuenasparaunosymalasparaotros.Laúnicaverdadesquehayquevivir,joder,porquelavidasondosdíasyporqueamardebeseralgobueno,algoquetellenede paz, algo que te haga recorrer un aeropuerto corriendo, subirte a un taxi,pagar una fortuna y llegar a una puerta tras la cual no sabes lo que te vas aencontrar.Esperé...esperéaquemeabrieraycuandolohizo...Joder,cuandolohizosolopudedarunpasohaciadelante.Solopudedarun
paso hacia delante taparle la boca conmimano y decirle lo que seme habíaquedadoatascadoenlagargantadesdequevolvíaverloantemipuertadespués
Epílogo1
KAMI
Dosañosdespués...
Abrí los ojos y el leve traqueteo volvió a causar enmí una sensación de pazinfinita.Alprincipiotuvedudasdesiseríacapazdeaguantareseestilodevida,perodespuésdecasiunañoviviendoenlacarretera...,joder,habíadescubiertoquehacerlomellenabademilesdecosasbonitas.Fuedivertidísimoelprocesodecamperizarelautobús,porquesí,decidimos
dejaratráslacaravanaylanzarnosaunaaventuraaúnmayorqueesa:decidimoscomprar un autobús... Sí, sí, comopodéis oír, un autobús amarillo, además, eltípicoautobúsescolaramarillodetodalavida.Tuvimos que ahorrar muchísimo y trabajar sin parar. Vendí uno de mis
mejorescuadrosparapoderayudaraThiagoacomprarlo,peromereciólapena.Juntos conseguimos hacer de un autobús hecho pedazos nuestro hogar, y nosquedóunacasitaespectacular...,espectacularteniendoencuentaquenoeraunamansión, ni mucho menos, pero si estábamos juntos, no necesitábamos nadamás.Élseencargódeldiseñoydelamanodeobra,yyodeponerlobonito.Yasí, de esa forma, al año de empezar nuestra relación, dijimos adiós a todo elmundo y nos lanzamos a la aventura.Yo pintaba allí donde íbamos y Thiagoteletrabajabaenelautobúsconsuordenador.Estabaempezando,peroyahabía
conseguido tres inversores para un proyecto de alquiler de campers de lujo yestabamuyentusiasmadoconla idea.Sisalíabien,podríamosempezaravivirsin tenerqueapretarnoselcinturón,aunque tampoco teníamosprisa:vivíamosbien,nonos faltabadenadayamímeencantabadespertarmecadadíaenunsitio diferente. Nos recorríamos ferias de arte, donde yo intentaba venderalgunosdemiscuadros,yconesoyeltrabajodeThiagoíbamostirando.Medesperecéymeincorporéconmisbrazosaúnporencimademicabezay
miréhaciadelante.Ahíestabaél,sentadoalvolantedenuestroautobús,conunatazadecaféapoyadaenelposavasosysusojosenlacarreteraquenosllevaría...¿dónde?Nolosabía...Megustabaquemesorprendieraconnuestronuevodestino.Me
bajédelacama,mepusemiszapatillasconformadeconejoyconunasonrisavimidesayunoenlamesa.Melopreparabasiempre,ysiemprehacíaalgunacaritaconloshuevosyelaguacatesobreelpan.Cogímiplatoymitazadecaféymesentéasulado,lacarreterasealargabainfinitafrenteanosotrosysusonrisamerecibióconalegríayentusiasmo.—Buenosdías,preciosa—medijo tirandodemíparadarmeunbesoen los
labios.—¿Adóndevamos?—pregunté,aloquerecibíunarisacomorespuesta.Nuncamelodecía...,peroyoseguípreguntando.—Yaloverás...,tevaaencantar.Meloquedémirandosinpoderevitarlo.Lamanera en la que nos queríamos era..., no sé ni cómo explicarlo, pero a
vecesme sentía hasta desbordadade amor.Mi corazónyano tenía lugar paraquererlomás,paraamarloconmáslocuradelaqueyalohacía,ycadavezquememirabasabía...,sabía...queelsentíaexactamentelomismopormí.Québonito,¿no?Québonitoeselamorcuandoescorrespondido,cuandoes
sano, respetuoso, valiente, pasional y divertido... sobre todo divertido. Con eltiempofuidescubriendoesafacetaqueThiagocompartíaconTaylor,peroquehabíamantenidoescondidadurantemuchotiempo.Thiagoeramuydivertido.Eraesaclasedepersonaquehacebromas,peroque
no se ríe, y eso era lo quemás graciame hacía.Así era él, que, además,me
amabasobretodaslascosasymecuidabacomosifueseunareina.Alprincipio,nos costóhacerborróny cuentanueva.Discutíamosmucho,y
luegoarreglábamos lascosasde lapeormaneraposibleo,bueno,de lamejor,dependedecómosemire,conelsexo.Tuvimosquesentarnosydecirnostodoloquellevábamosdentro.Fueundía
muyduro,peroundíaquemarcóunantesyundespués.Nosgritamos,lloramos,perofinalmenteencontramosconsueloelunoenelotro,ydesdeesedía...,desdeesedíatodofuesobreruedas,ynuncamejordicho.A Taylor apenas lo vimos durante ese primer año. Sabíamos de sus logros
porque hablábamos con él yme hacíamuy feliz saber que había cumplido susueño, y aunque sabíamos que tenía sus rollos y que chicas no le faltaban,Thiagoyyocoincidíamosenquenohabíasidocapazdevolverseaenamorar,yeso...,esonospesaba...Sobretodoamí.Finalmentellegamosanuestrodestino,elGranCañón.Mefuidandocuenta
cuandoeldesiertoylatierrarojaempezaronaformarpartedenuestropaisaje.Mesorprendícuandodejamosel autobúsaparcadoenuncampingyThiago
me dijo que no dormiríamos allí.Me sorprendió porque intentábamos ahorrartodo lo posible, pero tampoco iba a decir que no a dos noches en un hotelitopreciosodonde,sinsaberlo,élyahabíareservadodosnochescontodoincluido.Nosinstalamosenunahabitaciónpreciosaconvistasaldesierto.Mientrasyo
sacabalaropademimaletaybuscabamineceserparaponerloenelbaño,élsefuefuera,albalcón.Loseguíconlamirada.Cómono,seibafueraparapoderfumar.Aúnnecesitabaelbastónaveces,peroyacasi lohabíaabandonadoporcompleto. Su cuerpo, después del coma, tardó en recuperar lamusculatura deantes,peroañosdespuésThiagovolvíaasereltíoimponente,altoyfuerte,quemevolvíalocaymehacíasentirseguraalmismotiempo.Observécomoseapoyabaenlabarandillayfumabadisfrutandodelasvistas.
Paramí,eneseinstantelasvistaseranél.Dejéloqueestabahaciendoysalíalbalcón,colocándomeasulado.Subrazomerodeóporloshombrosytiródemíhaciasucostadoparapoder
besarmeelpelo.Nosquedamosensilencioadmirandoelpaisajehastaqueélabriólabocapara
poderpreguntarmealgocurioso.—¿Eres feliz conmigo? —dijo, y tuve que mirarlo a los ojos antes de
contestar...,aesospreciososojosverdes.—¿Ytú?¿Loeresconmigo?Sonrió.—¿Algunavezdejarásdecontestarmeconotrapregunta?Meencogídehombroshaciéndomeecodesupropiasonrisa.—Esunamaníaquetengo.Sehizounpequeñosilencioyélsepusoserio.—Túmehaceslapersonamásfelizdeesteplaneta,Kam—dijoycontuveel
alientosinsiquieradarmecuenta—.¿Tienesideadeladevecesquepenséqueno llegaría a congeniar con nadie? ¿La de veces que creí en el fondo de micorazónquenadieseríacapazdeamarme?Neguéconlacabezayfuiahablar,perometapólabocaconunbesocortóy
siguióhablando.—Notienesidea...Notienesniideadecómomehacessentir...,detodoloque
tequiero.Esquetequierotantoqueaveceshastameduele...Meduelequererteasíporquemehacessentirdébil...,débilenelmejorsentidodelapalabra,pero,alfinyalcabo,débil.—Esperéaquecontinuarasinatrevermeadecirnada—.Tienesentusmanosmividaymicorazón,enunsuspiropuedesrompermeenmilpedazos,yesomeaterroriza,pero,joder,fuistecapazdeconectarconmigoaun cuando estaba prácticamente muerto... ¿Te das cuenta de la locura queparecetodoesto?—Paramíeselreflejodelomuchoquetequiero—dije.Susmanosacunaronmicaraysubocaseacercólentamentealamía.—Parasiempre,¿verdad?—mepreguntó.Sonreí.—Parasiempreymásalládeparasiempre.Serio.—¿Esoexiste?—mepreguntó.—Nosé...Dímelotúquepasasteunatemporaditaporallí.Mebesócomorespuestaysentíquemederretía.
Fueunbesobonito,precioso, llenodeamorydecariño,ynuncapenséqueseríaelúltimobesoantesde...—¿Quierescasarteconmigo?—mepreguntóderepente,separándosedemíy
esperandounarespuesta.Mepillótandesprevenidaquemequedécallada,enshock.¿Thiagopidiéndomeenmatrimonio?¡Nolepegabanada!Yporunsegundocreíquesupreguntahabíasidofrutode
la emoción delmomento, pero no...Metió lamano en su bolsillo y sacó unacajita.¡Unacajita!Abrílosojosconincredulidad.—No es un arrebato..., que ya veo por donde van tus pensamientos—dijo
nerviosoesperandounareacciónpormiparte.El anillo era precioso..., con un pequeñodiamantito en el centro,muy fino,
elegante,ynadapresuntuoso...—Pero...—dijesindarcrédito—.¿Cuándo?¿Cómo?—El anillo lo compré hace unosmeses... en aquel pueblecito del norte que
visitamosyquetegustótanto.¿Teacuerdas?Asentísintiendocómolaemociónmeembargabaporcompleto.—Hetardadoenpedírteloporquequeríahacerlodeunamaneraespecial,en
un lugar especial..., pero al final me he dado cuenta de que cuanto más loplaneabamásveíaquenada ibaaser losuficientementebuenopara ti,asíquedesde entonces lo llevo siempre en el bolsillo. Supe que, cuando fuese elmomento,losentiríayahora...aquí...Unalágrimasedeslizópormimejillaysonreícomounatonta.—Tequierotanto...—dijesintiendoquetodomicuerpotemblabadeemoción,
denerviosismo,desorpresaydeamorinfinito.Memiróaunesperandoaqueledieraunarespuesta—.Claroquesí...,claroquemecasarécontigo...Meabrazóconfuerza,levantándomedelsueloyhaciéndomegirar.Nosbesamosconlocura,conpasiónytuvimosqueforzarnosapararparaque
pudieraponermeelanilloenmidedoanular.Fuecomositodocobrarasentido...,todo.Elconocernosdepequeños,nuestra
separaciónduranteaños,nuestro reencuentro,nuestrosenfados,el casihaberlo
perdido, el haberlo recuperado... Todos esos años nos habían llevado a esemomento,yfueentoncescuandoporfinpudeperdonarme...Pudeperdonarmeamímismayaaquellosquenoshabíanhechodaño.Perdonarmeliberó...,medejóvolverarespirartranquila,mepermitióavanzar
yseguiradelante,empezardecero,empezardeceroconesehombrealquetantoqueríayconquienmemoríadeganasdecompartirmivida.Daba igualque fueradeunamanera tanpeculiar, connuestroautobúsy sin
rumbo fijo, daba igual porque estábamos juntos, estábamos a salvo y juntos...porfin.Hicimos el amor aquella noche, nos besamos y acariciamos y nos dimos
placerdurantehoras,sinquererdejardehacerlojamás.Finalmente nos dormimos abrazados sobre aquella cama de hotel y fue
entoncescuandosupequetodoestabadicho.Noshabíamosamadobajito...,ensecreto...yconmillonesdebesos.
Epílogo2
TAYLOR
Supongo que no todos tienen ese final «fueron felices y comieron perdices».Desde lacanchadebaloncestopodíaverlosdarsebesosenelcuello, sonreíryhastasalirenlamalditaKissingCam...Peronoosequivoquéis:yanomedolíacomoantes,lohabíasuperado,deverdad.Pormuchoquemehubiesecostadoenelpasado,verlosjuntosahoramehacía
feliz,porqueaellaselaveíaradianteyaél...,bueno,amihermanoselecaíalababa,literal.Quéascodaelamorempalagoso...,enserio.Al menos yo tenía esto..., y cuando digo «esto», me refiero al baloncesto.
Había conseguido entrar en laNBA: jugaba en el equipo del Boston Celtics yestabacobrandounapasta...Mividahabíadadoungirodecientoochentagrados,ahoravivíaenunputo
pisodemillonarioenelcentrodeBostonymepasabalosmesesviajandodeunladoparaotro,compitiendo,ganandopartidos—avecesperdiendo—einmersoen una vida que era la hostia, pero que también se había convertido en algosolitaria.Lamayoría demis compañeros de equipo o estaban casados o se tiraban a
todoloquesemovía,(yosololohacíadevezencuando),perocontantoviajey
tantoentrenamientoavecesunoechabademenosunpocodeafecto...Novoyaponermeenplanlloricaninada,pero, joder,desdeKaminohabía
vueltoasentirnadaigualporningunaotrachica,yyaempezabaapreguntarmesimidestinoeraquedarmesolodeporvida.Eltípicoricachónsolteroquetienequepagarparaconseguirafecto...Quétriste,joder.De ese humor estaba yo aquellamañana, justo lamismamañana en la que
debíanegociarunodelosmejorescontratospublicitariosdemicarreraydebíahacerloconella...,joder,quépocolaaguantaba,quépocolasoportaba,conesosaires de superioridad, esa manera exigente de decirme que tampoco se mesubieralafamaalacabezayque,simedecíaquedebíallevarelputosignodeNiketatuadoenlafrente,debíahacerlosinrechistar,porqueellaeraquienhabíaconseguidoquelamejormarcadedeportesdelahistoriaquisiesepatrocinarme.EralahijadeunodelosgrandesjefazosdelosCeltics,oseaqueyaospodéis
imaginar cómo de insufrible podía llegar a ser. Cuandome la presentaron, loprimero que pensé fue que estaba muy buena, y que sus ojos negros eranpreciosos,pero,claro,alosdosminutosabriólabocayyanopudetragarla.Mehubiese encantado pedir otro representante, pero ¿cómo iba a decirle que noqueríatrabajarconellasiendolahijamayordeJackGates?Siesetíodecíaqueella debía representarme, tenía que agachar la cabeza y decir que sí, y mássiendoelreciénllegadoyteniendoaúntantoquedemostrar.Dejé que entrara en mi despacho y no pude evitar fijarme en su atuendo.
Vestidodetubonegro,siemprenegro,ytaconesdeinfarto(eramásbajitaqueunMinion).Avecesmeparecíaquesustaconescadadíaeranmásaltos,yesosolopodíahacermeverelcomplejoqueteníalapobrecitaconsumetrocincuentadealtura.Avecesparamolestarlamecolocabadepie,apoyadoenelescritorio,soloparaintimidarlayhacerlasentirinferior(soloenaltura),porqueyaosdigoqueparecíaladiosadelasnegociacionesysabíaperfectamentequeellaeraquienenrealidadteníalasarténporelmango,hechoqueleencantabadejarclaroalamásmínimaoportunidad.—Buenas,DiBianco—dijopasandopormiladohastallegaramiescritorio,
donde sacó unos papeles y los colocó encima de la mesa—. Aquí está el
contrato.Me acerqué y me senté en mi sillón cogiendo el contrato y empezando a
leerlo. Cuando me di cuenta de que eran más de treinta páginas, levanté lamiradayclavélosojosenella.—Estoesbroma,¿no?—¿Demasiadaspáginasparauncerebrosinneuronas?Tiréelcontratoencimadelamesaymelaquedémirandoensilencio.Sonrió.—Losiento,mehepasado.—Soyingeniero, lista.Alcontrarioqueotros,yomehetenidoquecurrarel
estaraquísentado.Algooscurocruzósusfaccionesysupequemehabíapasado.—FuilamejordemipromociónenHarvard,niseteocurraveniraquía...—¿EnHarvard?¿Tú?—¿EnHarvard?¿Tú?—merebatióelevandosucejaperfectamentedepiladay
mirándomeconcondescendencia.Maldijeparamisadentrosymecentréenloquerealmenteimportaba.—Bueno,dejemosdeverquiénlatienemásgrandeyvayamosalgrano.—Ni siquiera voy a contestar a esa vulgaridad que acabas de soltar por la
boca,ymenosteniendoencuentaqueteacabasdereferiramícomoauntíoconpolla, pero tienes razón, vamos al grano: Nike te quiere a ti y te quiere porcompleto.—¿Cómotú?—Nisiquierasédedóndecojonessalióaquellarespuesta.—Loúnicoqueyoquierodetiestufirmaenesecontratoquemehallevado
mesesnegociar.—¿Cuánto?—pregunté.—Unmillónportemporada.—Hashecholosdeberes,¿eh?—contestéimpresionado.Joder,esoeramuchísimodinero.—Y de eso exactamente quería hablarte —dijo sentándose en la mesa y
mirándomeconesosojosqueerandemasiadodeseablesparanoimaginármelosclavaditosenmímientrasderodillas...—.Quierosubirmiporcentaje—anunció,
ycualquierpensamientoeróticodesapareciódemicabeza.—¿Qué?—contestécasiatragantándome—.¡¿Túestásloca?!Nisiquierapareciópestañear.—Sinofuesepormí,notendrías...—Sinofueseporti,nada,tendríaotrorepresentanteyachuparla.—Exacto, a chuparla te irías si llegases a conseguir un contrato como este
siendotuprimeratemporadaenelequipo.—Esonolosabes.—Claroquelosé,idiota.¿Quiéntecreesquehablóconmipadreparaquete
recomendaraaNikecomolapróximaestrella?Estecontratoesbueno,sí,perocuandolleguesademostrarquiéneresycómojuegas,podremosnegociarhastaeltriple.Nos quedamos callados... los dos, y creo que no fue consciente de que
acababadepiropearme...unmontón.—¿Túhablastecontupadre...demí?Vicómosusmejillassecoloreabanligeramenteycasicreíqueestabametido
enunsueñotipoMatrix.¿Esachicasonrojándose?Pero¡sinoteníasangreenlasvenas!—Espartedemitrabajo...Observo,valoro...—Dasporculo...Golpeó la mesa con suminúsculamano y no pude evitar sonreír como un
idiota.—¿Puedesaceptaryfirmar?—Nosé...Necesitootroalicientequemellameunpocomás...—¿Másqueunmillóndedólares?Estirélosbrazosporencimadelacabezaymedesperecé.—¿Teaburro?—mepreguntóellafulminándomeconsumirada.—Mevendríabienunmasajitoenlaespalda...Estoyreventadodelpartidode
ayer...—dijesinquitarlelosojosdeencima.—Notepasesniunpelo,DiBianco—meadvirtióapretandolos labioscon
fuerza.Meinclinéhaciadelanteyclavémisojosensucara...,enesosojosdeespesas
pestañas,enesoslabiospintadosdecarmín...—O,sino,¿qué?—dijesorprendiéndomeotravezconloguapaqueera.—O,sino,puedohacerquetuvidaenesteequiposeauninfierno—contestó
contodalaseriedadquelacaracterizaba.—Joder,mehaentradohastamiedo—comentériéndomedeella.Sebajódelamesaymearrancóelcontratodelasmanos.—Oaceptasmiofertaoadiósaestecontrato—medijoamenazándomecon
romperlo.—Nitútecreescapazde...—Joder,quesinolocreía,loacababaderomper...
delantedemisnarices—.Pero¡quécojones...!—Sijuegasconmigo,estoesloquepasa.—¿Quetirastodotutrabajoportierra?—¿Tecreesqueereselúnicojugadorconelquepuedotrabajar?—Soylafuturaestrella,túlohasdicho...,yaunqueteconozcoahoraséque
noescasualidadquehayaselegidotrabajarparamí.Erescomoyo...,quiereslomejor.Nosmiramosduranteunossegundoseternos.—Firmamimaldito treinta por cientoyvolverás a tener esaoferta sobre la
mesa—dijomuysegura.Dudéduranteunossegundos.—Lofirmaré...—afirmé,yenseguidalevantéundedoparadetenersusonrisa
desatisfacción—,peroconunacondición.Esperóaqueabrieralaboca.—Deberássermiacompañanteenlabodademihermano—dijeobservando
sureacciónconatención.Memiró y luego soltó por la boca el aire que estaba conteniendo, como si
estuviesealiviada.—Nisiquierasabíaqueteníasunhermano.—Tengomis secretos—contestéobservándolaconatención.Deverdadque
parecíaaliviada.—¿Quécreíasqueteibaapedir?—preguntéahoraconcuriosidad.—Nada—dijo colocando el contrato sobre la mesa—. Está bien iré... Me
parece patético que no seas capaz de conseguirte una cita sin tener quechantajear,peroyaerespatéticodeporsí,porqueloseasunpocomás...Firma—meordenó,yviensusojosquedeseabamarcharsedeallí.Mepusedepie,rodeélamesaquenosseparabaymecoloquédelantedeella.Tuvoquelevantarlosojosparapodermirarmedirectamente.—¿Quécreíasque te ibaapedir?—volví apreguntar empezandoaverpor
dónde iban los tirosycabreándomeporelmerohechodequeellamecreyeracapaz...—.Contesta,Victoria—la insté llamándola por su nombre de pila porprimeravezdesdequenosconocíamos.Parecióestremecerseantelamencióndesunombre.—Firmaelcontrato,Taylor—dijoyminombreensuslabiosporprimeravez
meprodujoundolorpunzanteenlaentrepierna.De repente me moría de ganas de besarla..., de morder ese labio tan
voluptuosoconmisdientesysentirsulenguaenroscadaconlamía.Joder,teníaquecontrolarme.Sinapartarmisojosdelossuyos,cogíelbolígrafoquemetendíayfinalmente
meagachésobrelamesaparafirmarelaumentodelporcentajedesusganancias.Unasonrisaaparecióensucarayalgodentrodemíparecióvolveradespertar.—Encantada de hacer negocios contigo —declaró dándome la espalda y
metiendoelcontratoensumaletíndecueronegro.Sefuehastalapuertayantesdequesemarcharadecidíhablar.—Yo nunca te pediría que hicieras nada de eso, Vic—comenté usando el
motequesabíaquemásodiaba.Sedetuvodelantedelapuertaynosemovió—.Notelopediríaporquelaquevaaterminarrogándomequelohagavasasertú.Y no pude callarme..., joder, no pude cortarme porque lo que acababa de
sentir...Ni siquiera se giró para darme una de las contestaciones de las suyas. Se
quedóensilencio,sinmirarmeyfinalmentesaliódemidespacho.Mequedéquietomirandopordondeacababadedesaparecer.¿Acababa de insinuarle a la hija de mi jefe que se moría por acostarse
conmigo?¿Yquésignificabaesesilencio?
«Joder,Taylor...,nosalesdeunaqueyateestásmetiendoenotra...»,ysabéisperfectamentealoquemeestoyrefiriendo,nomeseáismalpensados.O,bueno...,sí.
Agradecimientos
¡Yyasonocholibros!¿Quiénlodiría?HanpasadocasicuatroañosdesdequepubliquéCulpamía,desdequeelsueñodetodamividasecumplió,ydeverdadqueaúnmecuestacreerlo.NuncaolvidaréesosmesesenlosquesubíamilibroaWattpad y las poquitas lectoras que teníame hacían comentarios yme pedíanmás. Nunca creí que fuese capaz de llegar tan lejos, y por ello debo dar lasgraciasatodoslosquehancontribuidoaquehoypuedadecirquesoyescritora.GraciasalequipodePenguinRandomHouseporlaoportunidaddecrecery
dellegaralugaresalosquenuncacreíposiblellegar,ygraciasenespecialamiseditoras,RosayAda,porsupacienciayporestirarlosplazosdeentregahastacasiconvertirlosenalgoimposible.Sé que ha sido duro para todos, pero al menos podemos decir ya con
seguridad¡quehemosterminadolatrilogíaconéxito!Graciasamifamilia,quemehaayudadoyescuchadocuandocreíaquenoiba
asercapazdeterminarlaatiempo.Soismimejorapoyoyosquieroconlocuraatodos.Ydebodarlasgraciasamiequipodelectorasexprés:miprimaBarymishermanas Ro y Belén, por leeros el libro en horas y darme opiniones muynecesariasparaqueestoslibrosfuesenlomejorquepodíanser.Bar,siempreestásahí,apesardeladistancia,ydeverdadquesintimislibros
nuncallegaríanaserloqueson.Graciasportusinceridadyportuscorrecciones.Graciasa ti, Joaquín,porsermimejorcompañeroyporaguantarmeenmis
peoresmomentos.
Y,porúltimo,graciasotravezati,porseguiraquí,porconfiarmetutiempoyesperarquepueda sorprenderte, enamorarte, lloraryhacérselopasarmal, pero¿quéseríadeunlibromíosinotehicierasufrirunpoco?Deverdadqueesperoque lo hayas podido disfrutar y que vuelvas a darme la oportunidad desorprenderte...,peroalmenosdarmealgunosmeses.;)¡Osquieroatodos!¡Hastaelpróximo!
EnamóratedeloshermanosDiBancoTusmejoresamigos.Tumayorperdición.
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Kamila Hamilton debe decidir entre los dos hermanos Di Bianco: Thiago oTaylor…TayloroThiago.Escogeraunosignificarenunciaralotro,pero¿cómopuededejaratrásunapartedesímisma?
Thiagohaceque toque el cielo con losdedos,Taylor sabeque jamásva asoltarsumano.
PerocuandoKamicreequeporfinsucorazónhadecidido,lapesadillamásrealestáapuntodecomenzar.
¿EstaránTayloryThiagoalaaltura?¿PodráevitarKamiqueelamorarrasecontodo?
¿Quésucederácuandolavidadecidaporellosunavezmás?
MercedesRon es una joven escritora española que ha triunfado enWattpad,dondetienemásde258kseguidores.Losdosprimerostítulosdelasaga«Culpamía» llevan más de 33 millones de lecturas acumuladas. Actualmente seencuentraescribiendolatercerapartedelasaga.
Ediciónenformatodigital:abrilde2021
©2021,MercedesRon©2021,PenguinRandomHouseGrupoEditorial,S.A.U.
TravesseradeGràcia,47-49.08021Barcelona
Diseñoeilustracióndeportada:©EstudioSantaRita
PenguinRandomHouseGrupoEditorialapoyalaproteccióndelcopyright.Elcopyrightestimulalacreatividad,defiendeladiversidadenelámbitodelasideasyelconocimiento,promuevelalibreexpresiónyfavoreceunaculturaviva.Graciasporcomprarunaediciónautorizadadeestelibroyporrespetarlasleyesdelcopyrightalnoreproducirnidistribuirningunapartedeestaobraporningúnmediosinpermiso.AlhacerloestárespaldandoalosautoresypermitiendoquePRHGEcontinúepublicandolibrosparatodosloslectores.DiríjaseaCEDRO(CentroEspañoldeDerechosReprográficos,http://www.cedro.org)sinecesita
reproduciralgúnfragmentodeestaobra.
ISBN:978-84-18318-42-9
Composicióndigital:leerendigital.com
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Índice
DímeloconbesosPrólogo.KamiPrimeraparte
1.Kami2.Taylor3.Kami4.Thiago5.Kami6.Taylor7.Kami8.Thiago9.Kami10.Taylor11.Kami12.Kami13.Taylor14.Thiago15.Kami16.Thiago17.Kami18.Taylor19.Thiago20.Kami21.Taylor22.Kami23.Kami
Segundaparte.Eldescenso24.Kami25.Thiago26.Kami27.Thiago