a dónde fue jesús después de morir en la cruz

28
¿A dónde fue Jesús después de morir en la cruz? La Biblia no establece específicamente qué le sucedió a Jesús inmediatamente después que murió en la cruz. Debido a esto, existe un debate alrededor de la respuesta a la pregunta “¿A dónde fue y qué hizo Jesús después de morir en la cruz?” Aquí presentaremos diferentes puntos de vista para que Usted pueda conocer el alcance de la respuesta y decida por sí mismo cuál es la posición más acorde a la Escritura. Tal vez, la Escritura mejor conocida que trata con este tema es la que encontramos en 1ª Pedro 3:18-20: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.” Cuando Jesús fue “vivificado en espíritu”, no se está diciendo que Su espíritu murió (ya que el espíritu no muere) y que posteriormente fue resucitado para vivir nuevamente. La frase “…vivificado en espíritu…” contrasta con “…siendo a la verdad muerto en la carne…” Cristo vivió como los hombres mortales, pero “…Él empezó a vivir una vida de ‘resurrección’ espiritual, por medio de la cual Él tiene el poder para traernos a Dios .”1 Aún más, algunas Biblias traducen el versículo como “…pero lo resucitó el Espíritu Santo…” refiriéndose a la obra del Espíritu Santo en Cristo: "'el Espíritu' traduce una palabra, 'pneumati', la cual podría referirse a la tercera persona de la Trinidad como el agente de la resurrección de Cristo."2 Un punto de vista de dónde estuvo Jesús y lo que hizo después de Su resurrección es que Él fue al Hades (el lugar de los muertos) y le proclamó a aquellos que estaban en prisión espiritual. Con referencia a 1ª Pedro 3:19, la palabra en el Griego para proclamar” es “kerusso”, la cual es diferente a la palabra “evaggelizo

Upload: arturo-nunez-jr

Post on 18-Feb-2015

60 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

¿A dónde fue Jesús después de morir en la cruz?

La Biblia no establece específicamente qué le sucedió a Jesús inmediatamente después que murió en la cruz. Debido a esto, existe un debate alrededor de la respuesta a la pregunta “¿A dónde fue y qué hizo Jesús después de morir en la cruz?” Aquí presentaremos diferentes puntos de vista para que Usted pueda conocer el alcance de la respuesta y decida por sí mismo cuál es la posición más acorde a la Escritura.

Tal vez, la Escritura mejor conocida que trata con este tema es la que encontramos en 1ª Pedro 3:18-20:

“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.”

Cuando Jesús fue “vivificado en espíritu”, no se está diciendo que Su espíritu murió (ya que el espíritu no muere) y que posteriormente fue resucitado para vivir nuevamente. La frase “…vivificado en espíritu…” contrasta con “…siendo a la verdad muerto en la carne…”

Cristo vivió como los hombres mortales, pero “…Él empezó a vivir una vida de ‘resurrección’ espiritual, por medio de la cual Él tiene el poder para traernos a Dios.”1 Aún más, algunas Biblias traducen el versículo como “…pero lo resucitó el Espíritu Santo…” refiriéndose a la obra del Espíritu Santo en Cristo: "'el Espíritu' traduce una palabra, 'pneumati', la cual podría referirse a la tercera persona de la Trinidad como el agente de la resurrección de Cristo."2

Un punto de vista de dónde estuvo Jesús y lo que hizo después de Su resurrección es que Él fue al Hades (el lugar de los muertos) y le proclamó a aquellos que estaban en prisión espiritual.

Con referencia a 1ª Pedro 3:19, la palabra en el Griego para “proclamar” es “kerusso”, la cual es diferente a la palabra “evaggelizo” que significa predicar el Evangelio. Por lo tanto, es muy probable que Jesús no estaba predicando el Evangelio a aquellos que se encontraban en el Hades/Prisión espiritual para que ellos pudieran ser salvos, más bien, les estaba proclamando la verdad a ellos. Después de todo, la Biblia dice:

Hebreos 9:27: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.”

¿Pero quiénes eran aquellos que estaban en la prisión espiritual? Algunos creen que eran las personas que estaban vivas al momento del diluvio en la época de Noé y que fueron muertas en éste. Otros

Page 2: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

creen que son todas aquellas personas de la humanidad que murieron hasta el momento antes de la cruz. Parece existir soporte para la primera posición en 2ª Pedro 2:4-5:

“Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron sino arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; 5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;”

Sin necesidad de mencionarlo, este pasaje levanta también muchas preguntas y se puede encontrar mucho debate en cuanto a su significado preciso. No obstante, en cuanto a la otra opción, que Jesús simplemente presentó los hechos relacionados a Su obra en la cruz a aquellos en prisión espiritual, podemos leer en Efesios 4:8-10:

Efesios 4:8-10: “Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. 9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.” (cf. Salmo 68:18).

Algunos teólogos creen que durante los tres días entre la crucifixión y resurrección de Jesús, Él descendió al seno de Abraham (Lc 16:19-31)3proclamándoles el misterio del Evangelio a aquellos que habían muerto por fe esperando al Mesías, y llevarlos así al cielo para habitar con Dios. La creencia es que a ellos no les era permitido entrar en la presencia de Dios en el cielo hasta después de la expiación. Una vez que ésta hubiera sucedido, o sea, al haber muerto Jesús y haber resucitado, descendió al seno de Abraham, proclamó el Evangelio para posteriormente llevar a sus residentes al cielo.

Aun cuando no podemos determinar precisamente dónde y qué hizo Jesús durante esos tres días, parecer ser que presentó el mensaje del Evangelio a aquellos en prisión espiritual y posiblemente a aquellos en el seno de Abraham.

¿En dónde estaba Jesús los tres días entre Su muerte y resurrección?

1ª Pedro 3:18-19 declara, “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados.”

La frase, “en Espíritu”, en el versículo 18 tiene exactamente la misma estructura de la frase, “en la carne”. De manera que, parece mejor relacionar la palabra “espíritu” a la misma esfera de la palabra “carne”. La carne y el espíritu son la carne y el espíritu de Cristo. Las palabras “pero vivificado en espíritu”, apuntan al hecho de que al llevar Cristo el pecado y la muerte, produjo la separación de Su espíritu humano del Padre (Mateo 27:46). El contraste es entre la carne y el espíritu, como Mateo 27:41 y Romanos 1:3-4, y no entre la carne de Cristo y el Espíritu Santo. Cuando se completó la expiación de Cristo por el pecado, Su espíritu reanudó el compañerismo que había sido quebrantado.

Page 3: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

Primera de Pedro 3:18-22 describe un vínculo necesario entre el sufrimiento de Cristo (versículo 18) y Su glorificación (versículo 22). Solamente Pedro da información específica acerca de lo que sucedió entre estos dos eventos. La palabra “predicó” en el versículo 19 no es la palabra usual para describir la predicación del evangelio en el Nuevo Testamento. Ésta literalmente significa anunciar un mensaje. Jesús sufrió y murió en la cruz, Su cuerpo fue llevado a la muerte, y Su espíritu murió cuando fue hecho pecado. Pero Su espíritu fue vivificado y lo rindió al Padre. De acuerdo con Pedro, en algún momento entre Su muerte y Su resurrección, Jesús hizo una proclamación especial a “los espíritus encarcelados”.

Para comenzar, Pedro se refería a la gente como “personas” y no “espíritus” (3:20). En el Nuevo Testamento, la palabra “espíritus” es utilizada para describir ángeles o demonios, no seres humanos; y el versículo 22 parece corroborar este significado. Además, en ningún lugar de la Biblia se nos dice que Jesús visitó el infierno. Hechos 2:31 dice que El fue al “Hades” (Versión Reina Valera), pero el “Hades” no es el infierno. En el original del griego, la palabra “Hades” se refiere a la esfera de la muerte, un lugar temporal en donde ellos esperan la resurrección. Apocalipsis 20:11-15 en las versiones de habla inglesa NASB y la Nueva Versión Internacional, dan una clara distinción entre las dos. El infierno es el lugar permanente y final de juicio para los perdidos. El Hades es un lugar temporal.

Nuestro Señor rindió Su espíritu al Padre, murió, y en algún momento entre la muerte y la resurrección, visitó la esfera de la muerte en donde pronunció un mensaje a los seres espirituales (probablemente ángeles caídos; vea Judas 6) quienes fueron de alguna manera relacionados al período anterior al diluvio en el tiempo de Noé. El versículo 20 pone esto en claro. Pedro no nos dijo lo que proclamó a estos espíritus encarcelados, pero este no podía ser un mensaje de redención, debido a que los ángeles no pueden ser salvos (Hebreos 2:16). Fue probablemente una declaración de victoria sobre Satanás y sus huestes (1ª Pedro 3:22; Colosenses 2:15). Efesios 4:8-10 también parece indicar que Cristo fue al “paraíso” (Lucas 16:20; 23:43) y llevó al cielo a todos aquellos que habían creído en El previo a Su muerte. Este pasaje no da una gran cantidad de detalle acerca de lo que ocurrió, pero la mayoría de los estudiosos de la Biblia concuerdan en que eso es lo que quieren decir con “llevó cautiva la cautividad.”

Todo eso para decir que la Biblia no es enteramente clara acerca de lo que Jesús hizo exactamente, los tres días entre Su muerte y resurrección. Parece, no obstante, que El estaba predicando victoria sobre los ángeles caídos y/o los no creyentes. Lo que podemos saber con seguridad es que Jesús no estaba dando a la gente una segunda oportunidad para la salvación. La Biblia nos dice que nosotros nos vamos a enfrentar al juicio después de la muerte (Hebreos 9:27), no a una segunda oportunidad. En realidad, no hay una respuesta clara definitiva para lo que Jesús estaba haciendo en el tiempo entre Su muerte y resurrección. Tal vez este es uno de los misterios que vamos a entender cuando alcancemos la gloria.

Page 4: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

Análisis de la Primera Epístola Universal del Apóstol Pedro

Autor : Pedro, el apóstol.

Este no era el Simón Pedro del comienzo, impulsivo y lleno de debilidades, a quien Cristo llamó Simón (Mr 14:37; Lc 22:31; Jn 21:15 - 17). Este era el Pedro que Cristo había profetizado que se convertiría en una roca, (Jn 1:42). El mismo hombre que se había disciplinado a través de años de sufrimiento y pruebas, y se había fortalecido con el bautismo del Espíritu Santo. La carta evidentemente pertenece a los últimos períodos de su vida.

Fecha y lugar: Indeterminados. La Babilonia a la cual se refiere en el versículo 5:13, puede o no ser la ciudad a orillas del río Eufrates. Muchos creen que era Roma, llamada figuradamente Babilonia.

Destinatarios: Los elegidos esparcidos a través de Asia Menor. Probablemente a todo el cuerpo de cristianos en esa región, tanto judíos como gentiles. Pedro envía este mensaje espiritual de ánimo, instrucción y amonestación más que todo a las iglesias fundadas por Pablo.

Propósito: Al escribir esta carta, Pedro obedeció dos órdenes específicas que Jesús le había dado:

Animar y fortalecer a los hermanos (Lc 22:32)

Alimentar el rebaño de Dios (Jn 21:15 - 17)

Palabra Clave: Sufrimiento, ocurre quince veces o más en la carta.

Texto Clave: 4:1

"Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento, pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,"

Tema Central: La victoria sobre el sufrimiento como fue ejemplificada en la vida de Cristo.

El año 63 a.C., el general romano Pompeyo conquistó Jerusalén. Desde entonces, los judíos, llevados del profundo odio y desprecio que Roma les inspiraba, comenzaron a llamarla «Babilonia», el nombre de la antigua ciudad que evocaba en ellos la imagen de un mundo pagano, blasfemo y corrupto.

La iglesia, al igual que los judíos, también utilizó el nombre de Babilonia para simbolizar a la poderosa Roma imperial (cf. Ap 14.8; 16.9; 17.5; 18.2, 10, 21). Y así Pedro se refiere a ella cuando transmite a los destinatarios de su carta el saludo de «la iglesia que está en Babilonia» (5.13).

Page 5: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

Fecha y lugar de redacción

La Primera epístola de Pedro (=1 P) no ofrece datos que permitan identificar a sus lectores inmediatos. Tan solo dice que vivían «expatriados» en los territorios de «Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia» (1.1), cinco regiones del centro y norte de Asia Menor (actualmente Turquía). Probablemente se trataba de pequeños grupos cristianos, compuestos por conversos de origen gentil y que formaban parte de la «diáspora» o «dispersión». En general, debían su creación a la obra misionera del apóstol Pablo y sus colaboradores (1.14, 18; 2.9–10; 4.3).

Aunque no poseemos indicaciones precisas acerca del tiempo de composición de esta carta, se cree que fue muy cerca del año 64, en Roma, poco antes de la gran persecución que Nerón desató contra los cristianos de aquella ciudad.

Propósito

El texto de 1 Pedro está redactado en un griego de notable nivel literario. En 5.12 aparece un dato interesante: «por conducto de Silvano... os he escrito». Esto puede significar que, aun cuando Pedro fue el autor y firmante del texto, para su redacción contó con un secretario erudito. Y dado que Silvano es la forma latina del nombre arameo Silas, cabe suponer que aquí se trata del que fue compañero de viaje y colaborador de Pablo (Hch 15.22–18.5; cf. también 2 Co 1.19; 1 Ts 1.1; 2 Ts 1.1).

El objeto principal de esta epístola es alentar a sus lectores a mantener, aun en medio de quebrantos y persecuciones, una conducta limpia, digna de quienes profesan la fe en Jesucristo (1.6–7; 2.12; 3.17; 4.1, 4, 12–16, 19). Junto a ese objetivo primordial, las enseñanzas que contiene la carta aparecen más bien como el indispensable soporte de una exhortación pastoral.

Contenido y estructura

Después de un breve saludo (1.1–2), el autor introduce el tema general del plan de redención dispuesto por Dios (1.10–12) para quienes ponen su fe en Jesucristo, una fe que es «mucho más preciosa que el oro» (1.7) y cuya meta «es la salvación de [nuestras] almas» (1.9). Dirige luego una serie de consejos y recomendaciones a los creyentes (1.13–2.10), que son «linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios» para anunciar «las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable» (2.9).

Alienta el autor a los cristianos a actuar de tal forma que en todo sean ejemplo (2.11–4.6), incluso en situaciones en que su buena conducta podría resultar incomprensible a la vista del mundo y reportarles menosprecio y hostilidad. Contiene también esta sección consejos referentes al cumplimiento del deber en los diversos casos que plantean las relaciones humanas (2.13–14, 17, 18; 3.1–7), y al comportamiento que corresponde a una verdadera comunión fraternal en el ámbito de la

Page 6: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

iglesia (3.8–4.6). Esta comunión tiene como base el amor, y debe ser objeto de la mayor solicitud porque «el fin de todas las cosas se acerca» (4.7).

La parte última de la carta incluye una nueva exhortación a mantener firme el testimonio de la fe. Los creyentes, siendo «participantes de los padecimientos de Cristo», también lo serán de su gloriosa revelación (4.12–19).

Algunos consejos a pastores y responsables de iglesia (5.1–4), y otros a los creyentes en general (5.6–11), más unos breves saludos de parte de la «iglesia que está en Babilonia... y [de] Marcos mi hijo» (5.13–14), ponen punto final a la epístola.

Esquema del contenido:

Prólogo (1.1–12)

Salutación (1.1–2)

Una esperanza viva (1.3–12)

1. Nueva vida en Cristo (1.13–2.10)

Llamamiento a una vida santa (1.13–2.3)

La piedra viva (2.4–8)

El pueblo de Dios (2.9–10)

2. Deberes de los creyentes (2.11–4.6)

Vivid como siervos de Dios (2.11–25)

Deberes conyugales (3.1–7)

Una buena conciencia (3.8–22)

Buenos administradores de la gracia de Dios (4.1–6)

3. Los creyentes ante la proximidad del fin (4.7–19)

El servicio a los demás (4.7–11)

Participación en el padecimiento de Cristo (4.12–19)

4. Consejos particulares (5.1–11)

A los ancianos (5.1–4)

Page 7: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

A los jóvenes (5.5–11)

Epílogo: Salutaciones finales (5.12–14)

I. Primera carta de Pedro

1. Cuestiones histórico-literarias

El autor de la carta es, según indicación propia, el apóstol Pedro (1, 1), que ahora es «anciano», o sea, ministro de la Iglesia (5, 1). Los destinatarios son las Iglesias del Asia Menor (1, 1). La carta está escrita en Babilonia (5, 13), es decir, sin duda Roma. Babilonia, que en los profetas es la gran capital, voluptuosa e impía (Is 13; 43, 14; Jer 50ss), constituye una figura de Roma (igualmente en Ap 14, 8-18, 2; Sib 5, 143 159ss; ApBar [sir] 11, 1; 4 Esd 3, 1). Esto está de acuerdo con otras noticias según las cuales Pedro vivió y murió en Roma. Sin embargo, la paternidad petrina de la carta no deja de discutirse. Ésta se halla escrita con seguro sentido estilístico griego. En ella se cita frecuentemente el AT y siempre según los LXX. ¿Disponía Pedro de ese conocimiento de la lengua griega? Ciertos rasgos de contenido y lenguaje unen 1 Pe con las cartas paulinas (respecto de la teología de la pasión: 1, 19; 2, 24; 3, 18 21; 4, 13; sobre la subordinación al poder civil: 2, 13-17; la fórmula paulina «en Cristo» se halla en 3, 16, etc.). ¿Se subordinó Pedro de este modo a la teología de Pablo? Al tiempo de la carta la Iglesia aguarda persecuciones amenazadoras tanto en Roma como en Asia (2, 12; 3, 13-17; 4, 16ss). ¿Se refiere esto a la persecución neroniana? ¿Pero no fue ésta un caso particular limitado a Roma? ¿Habrá, pues, que pensar en las primeras persecuciones cristianas generales bajo Domiciano? En tal caso, habría que fechar el escrito en el año 90. La carta misma indica en 5, 12 que fue escrita por Silvano. Éste acompañó a Pablo en el Asia Menor (Act 15, 40; 18, 5; 1 Tes 1, 1). ¿Escribió Silvano la carta por mandato de Pedro con alguna independencia y estableció el enlace con las Iglesias del Asia Menor? En caso extremo, Silvano (o un desconocido) pudo haber escrito la carta aun después de la muerte del apóstol, persuadido de que servia a la intención de éste, o por mandato de la comunidad romana, que se sentía una con Pedro. Una parte de los exegetas tiene a 1 Pe por un pseudoepígrafe; en tal caso la carta debería ser entendida como testimonio del espíritu y herencia del apóstol Pedro.

2. Circunstancias en que se escribió la carta. Ésta lleva el nombre de Pedro como su autor (1, 1). El autor dice haber estado presente en el monte de la transfiguración (1, 16ss ), como Pedro (Mc 9, 2). Pero la carta no puede ser escrita por Pedro. Las circunstancias de la Iglesia y de su doctrina que en ella se suponen o describen, apuntan a un tiempo posterior. El escrito puede fecharse hacia fines del siglo i. La carta es un ejemplo de pseudoepigrafía, posible en la Biblia y en la Iglesia primitiva, como en la antigüedad en general; el procedimiento puede compararse a los escritos actuales bajo un pseudónimo. El autor quiere que su tiempo escuche la predicación de los apóstoles. Por eso pone su carta bajo el nombre del apóstol Pedro (1, 1). Admite en su escrito la epístola de Judas como carta de otro apóstol (Jds 4-16 = 2 Pe 2). Se refiere también al apóstol Pablo, a quien llama su hermano (3, 15ss). Pedro y Pablo están últimamente juntos en Roma — donde sin duda se escribe la carta (3, 1) — y

Page 8: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

desde allí enseñan a la Iglesia y al mundo (cf. 1 Clem 5, 3-7; IgnRom 4, 3; IRENEO, Haer. III 1, 1; EusEBio, Hist. Eccl. ir 25, 8). Dentro del NT, aquí comienza la Iglesia católica romana, cuyos maestros y columnas son Pedro y Pablo como príncipes de los apóstoles.

La verdadera batalla espiritual

El apóstol Pablo dijo: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Ef.6:12). Basándose en este versículo se dice que el creyente esta en medio de una gran batalla espiritual. Esto es cierto pero en nombre de esta verdad se están enseñando en algunas iglesias doctrinas erróneas. Los argumentos que se emplean aparentemente responden a una sólida base bíblica pero, como se dice comúnmente, “las apariencias engañan”. Por tanto el objetivo del presente artículo es alertar al lector sobre estas falsas enseñanzas y presentar la verdad bíblica al respecto. La seducción de lo oculto:

El ocultismo esta ganando adeptos. Para verificar esto basta leer los periódicos o revistas populares donde los “parapsicólogos” prometen realizar todo tipo de “trabajos” a fin de lograr el “éxito” deseado tanto en la faz económica como en lo sentimental. Este renovado interés por las ciencias ocultas ha atraído la atención de numerosos cristianos. Aun la Iglesia Católica Romana admite que el Papa, Juan Pablo II, realizó en 1982 un exorcismo.

Este interés por la acción del maligno no sería reprochable si se limitara al estudio de la revelación bíblica. Pero lo cierto es que al hablar acerca de la Batalla Espiritual muchos exaltan a tal punto el poder demoníaco que en realidad terminan promoviendo lo que dicen combatir. También, como veremos más adelante, exageran a lo sumo la autoridad del creyente frente a las fuerzas del mal. El apóstol Pablo advirtió que en los postreros tiempos la cristiandad apóstata rechazará la correcta enseñanza bíblica de modo que se “apartarán de la verdad y se volverán a las fábulas.” (2 Tim.4:4). Las fábulas o cuentos suelen ser atractivos pero no son veraces. Nuevamente viene bien recordar otra advertencia del mismo apóstol: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.” (Col.2: 8).

Page 9: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

Un cuento de ciencia - ficción:

Bajo este título quisiera presentar las doctrinas erróneas respecto a la batalla espiritual.

Los creyentes estamos inmersos en una batalla espiritual. El apóstol Pablo dice que estamos en una lucha contra las huestes espirituales del mal. Pero estos autores enseñan que el creyente “debe entrar en batalla espiritual” por medio de la oración intercesora. Ellos dicen que si queremos ser efectivos en la evangelización debemos hacer este tipo de oración. Peter Nicoll dice: “Hay muchos que tienen amigos o familiares a los cuales les han predicado el evangelio por muchos años pero ellos no comprenden. No son estúpidos pero no entienden ¿Por qué? Pablo dice que Satanás cegó su entendimiento (2 Co. 4:4). No es suficiente predicarles a ellos el evangelio a menos que tu entres en batalla espiritual.”.

Satanás no es dios y no puede estar en todas partes. Para poder cegar el entendimiento de millones de personas en el mundo se ha organizado distribuyendo sus huestes demoníacas asignándoles territorios. El ángel Gabriel cuando tuvo que traer un mensaje al profeta Daniel fue demorado porque el demonio que dominaba Persia se interpuso (Daniel 10:12-13).

En cierta media podemos esta de acuerdo con esta afirmación pero estos autores van mucho más allá de lo que la Biblia dice y permite.

Afirman que para que el evangelio progrese es necesario liberar o exorcizar a los territorios de los demonios que los ocupan. Peter Wagner, al no encontrar suficiente apoyo en el Nuevo Testamento para sostener esta doctrina, recurre a un libro apócrifo; “Los Hechos de Juan”. En el mismo se cuenta que el apóstol Juan pronunció en Efeso la siguiente oración para liberar a la ciudad del demonio territorial que la ocupaba: “Oh Dios... ante cuyo nombre todo ídolo huye y también todos los demonios y poderes inmundos ¡Que el demonio que esta aquí salga ahora en tu nombre!” (1). Agrega que el altar de Artemisa cayó y a partir de entonces el evangelio progresó con gran fuerza por toda la región.

Para liberar a un territorio de los demonios que lo oprimen ha que seguir los siguientes pasos:

a) Identificar a los demonios: el primer paso consiste en identificar a los demonios que están activos en la ciudad. Para ello es necesario “pedirle a Dios que nos indique cuales son las fortalezas que impiden que Jesús sea el Señor.”. Para identificar tales fortalezas o demonios es menester analizar cuales son los pecados recurrentes en una determinada sociedad porque las características espirituales de la comunidad son un reflejo de los demonios que la dominan. La base bíblica para apoyar tal creencia se encuentra en el libro del profeta Ezequiel donde, según ellos interpretan, el carácter del rey de Tiro es

Page 10: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

el reflejo del carácter del demonio que lo dominaba (Ez.28:1-3).

Otro elemento innovador en la búsqueda de las huestes del mal que dominan a la ciudad es la “cartografía espiritual”. Por medio del estudio de los mapas y la historia de la ciudad se busca aquellos monumentos que de alguna manera representan el poder maléfico que influye sobre la ciudad.

Pero por si todo esto fuera poco también dicen que es necesario identificar a los demonios territoriales por su nombre. Señalan que en la oración liberadora del territorio debe ser lo más específica y por ello se debe tratar de descubrir los nombre de los demonios. En alguna ocasión, cuando se exorciza a algún individuo, se ha logrado identificar al demonio que oprime una región por su nombre. En otros casos, cuando no se sabe el nombre del demonio, se lo debe describir con la mayor precisión posible.

b) Arrepentimiento por los pecados de la ciudad o país: Basándose en algunos pasajes del Antiguo Testamento (Neh.1:6, Dn.9:5-6) y diciendo que somos parte de la comunidad en que vivimos insisten en que debemos pedir perdón por los pecados de la ciudad. Tal muestra de arrepentimiento es un arma eficaz contra las huestes demoníacas. Poco importa que esta hipótesis no encuentre apoyo en el Nuevo Testamento.

No basta pedir perdón por los pecados presentes de la sociedad sino estudiando la historia del país hay que detectar cuales fueron los pecados pasados de la nación o región. Los pecados inconfesos permiten que Satanás siga dominando la nación. Peter Wagner cita a modo de ejemplo los abusos cometidos por los colonos contra los indígenas de Estados Unidos como razón de la gran actividad demoníaca en ciertas regiones de su país.

c) Adorar a Dios: para combatir a los demonios territoriales la alabanza es un armamento poderoso. Cuando la iglesia alaba a Dios se esta reconociendo su soberanía y a los poderes del mal no le agrada que esta verdad sea declarada. Sin embargo el Nuevo Testamento enseña muy bien que los demonios conocen a Dios y tiemblan.

d) Orar a Dios: la oración “guerrera” es el arma más poderosa en la batalla espiritual. No se trata de una oración común y corriente sino a través de la misma el creyente se involucra en la batalla espiritual.

Basados en Mateo 18:18 enseñan que una vez que el creyente ha detectado los demonios que afectan cierto territorio debe atarlos en el nombre de Jesucristo.

La batalla espiritual culmina en el siguiente punto cumbre: “llegará el momento en que nosotros tendremos que pararnos y decir en el nombre de Jesús: Fuerzas espirituales de la ciudad yo las ato.”.

Page 11: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

Esta serie de ideas han sido presentadas muy escuetamente. Unas cuantas barbaridades más quedan en el tintero pero en líneas generales este es el cuento de ciencia-ficción sobre la batalla espiritual.

La verdadera batalla espiritual:

Ante estas enseñanzas debemos considerar lo que en verdad enseña la Biblia:

a) La actividad demoníaca y la tarea evangelística: como hemos visto, esta falsa doctrina, descansa sobre la liberación de demonios territoriales. Sin embargo, cuando leemos el Nuevo Testamento, no encontramos cosa que se le parezca. Por ejemplo en el caso del ministerio del Señor observamos una gran intensificación de la actividad demoníaca. Si bien él liberó a muchos endemoniados en ninguna ocasión libró a una región de los demonios que operan en ella. Como paso previo a la evangelización los apóstoles no libraron a las ciudades de los demonios que allí operaban. Simplemente, el apóstol Pablo, por ejemplo, apenas llegaba a una ciudad predicaba el evangelio.

Aun en el Antiguo Testamento tampoco encontramos cosa semejante.

Daniel mientras oraba no estaba entrando en batalla espiritual.

Simplemente él rogaba por su pueblo cuando el ángel le rebeló algo acerca de la batalla que se libra en los cielos. De sus dichos es posible concluir que las huestes del mal están organizadas y distribuidas territorialmente pero en ningún momento el profeta pretendió liberar a las regiones ni el ángel le autorizó a hacerlo.

Debemos admitir que estamos ante una falsa doctrina.

b) Los pecados colectivos y la remisión de los mismos: considerando algunos pasajes de los profetas (Neh. 1:6 y Dn. 9:20) dicen que el creyente debe arrepentirse de los pecados de la colectividad donde vive para, así debilitar las fuerzas del mal. Pero tal creencia ignora el trato distintivo que Dios tuvo con Israel. El pacto entre Dios e Israel anunciaba grandes bendiciones en tanto que el pueblo fuera fiel y a la vez advierte el castigo a la nación entera cuando la mayoría pecare (Dt. 30:10-20).

Daniel y Nehemías como parte del pueblo de Israel sentían que ellos habían quebrantado el pacto y por ello manifiestan su arrepentimiento.

Además Dios anunció por medio de los profetas, Ezequiel y Jeremías, que llegaría un tiempo cuando Dios ya no imputaría el pecado a la colectividad sino a cada persona (Jer. 31:29-33, Ez. 18:1-4).

Page 12: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

También Ezequiel anunció que a través del Nuevo Pacto, cuyo autor y consumador es Cristo, cada uno daría cuenta por su propios pecados y las consecuencias del mismo no afectarían a su descendencia (Ez. 18:18-20).

La conclusión evidente es que cada uno debe dar cuenta por sus propios pecados. La remisión de pecados colectivos no es aplicable en la presente dispensación.

c) Los textos y su contexto: un viejo dicho hermenéutico dice: un texto fuera de su contexto es un pretexto. A modo de ejemplo citaré los siguientes:

Mateo 18:18: este versículo es empleado para decir que el creyente tiene autoridad para atar a las huestes satánicas. Sin embargo el versículo es sacado de su contexto ya que en el mismo esta hablando de la disciplina en la iglesia. Las medidas que son tomadas aquí en la tierra son tomadas en cuenta en los cielos.

2 Corinto 10:4: el apóstol Pablo describe la lucha espiritual del creyente afirmando que Dios le concedió poderosas armas espirituales para la destrucción de las fortalezas las cuales son, según estos autores, los demonios territoriales. Pero al analizar el contexto veremos las fortalezas a las cuales Pablo hace referencia son los “argumentos, y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.” (vers. 5). El pasaje completo tiene que ver con la presión satánica ejercida sobre el intelecto.

Efesios 6:12: Estos versículos son los predilectos para tratar este tema pero también lo sacan de su contexto. En primer lugar este versículo no presenta la batalla espiritual cono algo opcional. El creyente esta en medio de una batalla espiritual. En segundo lugar, el apóstol no habla sobre la liberación de territorios ya que el no creía esto ni lo practicaba.

Pablo describe la armadura del creyente que consiste en la verdad, la justicia, el evangelio de paz y la Espada del Espíritu que es la palabra de Dios.

Esto no sólo demuestra una mala hermenéutica sino también evidencia el intento de proveer sustento bíblico a algo que no lo tiene. Este método es semejante al empleado por la Iglesia Católica Romana para justificar sus doctrinas particulares.

d) El reino de Dios y el principado de Satanás: La acción de los demonios territoriales impide que el reino de Dios avance por lo cual urge que los creyentes estén involucrados en la “batalla espiritual”. Sin embargo, tal afirmación responde a una errónea interpretación del Nuevo Testamento. La iglesia de Dios no es el reino de Dios. Si bien Satanás ha sido derrotado por Cristo en la cruz, todavía es el príncipe de este mundo. El y sus huestes promueven el mal y continúan cegando el entendimiento de

Page 13: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

los incrédulos. Nuestro deber es predicar el evangelio y el Espíritu Santo es quien se encarga de romper toda barrera que impide que los escogidos vengan a la fe.

Estos argumentos son suficientes para demostrar la falsedad de esta doctrina de moda. Lejos de pretender liberar a los territorios nuestro deber es predicar el evangelio. Hermanos, estemos atentos y no prestemos atención a estas fábulas. Dios quiere que nuestra mayor preocupación sea la predicación del verdadero evangelio de Cristo ya que este es el único modo de liberar a los oprimidos por el pecado.

La guerra espiritual | Estudios Biblicos |

Efesios 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,

contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las

regiones celestes.

Los ataques de Satanás contra la iglesia son de una naturaleza distinta a lo que eran en los tiempos

antiguos, diferentes en el sentido de que son más intensos que nunca. El enemigo no usara las mismas

tácticas una y otra vez, porque una vez que se descubran, ya no serán efectivas.

Como nunca antes hay gente que sufre tremendos ataques en su mente. Muchos de los hijos de Dios están

recibiendo ataques de enfermedades. Otros experimentan crisis financieras. Algunos sufren ataques de

pánico.

¿Cómo puedes luchar contra el diablo quien es la fuente de estos ataques?

1. La alabanza es una vestimenta que te protege de la derrota. Ponte la vestimenta de la alabanza.

2. Permanecer en Cristo y tener comunión con El es una de las mejores maneras de hacer la guerra

espiritual. Escóndete en Dios, y su presencia te protegerá.

3. La Palabra de Dios es una espada de doble filo. Tu mente es el campo de batalla. Cuando Satanás te

dice algo, vuelve a hablarle con la Palabra de Dios.

4. Caminar en el amor es otra forma de guerra espiritual. Es imposible ganarle a Satanás mientras vives un

estilo de vida egoísta.

¡Usa tus armas espirituales!

Page 14: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

Llamó a la oficina, con insistencia. Una y otra vez. Recibí la nota cuando llegué. ""Hay alguien que quiere habar contigo—me dijo un compañero de trabajo--. Dice que es urgente". Inmediatamente me comuniqué: "Si puede atenderme hoy mismo, se lo agradezco muchísimo", indicó la persona al otro lado de la línea.

Cuando nos encontramos en una cafetería cercaba me encontré con un intelectual joven, abogado, lentes de aro redondo, dos libros grandes y la expectativa reflejada en el rostro.

--He leído el material que publica--. Abrió el diálogo--: No comparto en absoluto lo que dice sobre esa supuesta guerra espiritual--. Guardó silencio unos segundos, midiendo sus palabras--: Siento que usted es un fanático religioso. Me da la sensación que cayó en el misticismo--.

Creí que se había desahogado y le dije que en las Escrituras se relaciona una batalla en la dimensión sobrenatural.

--Insisto: eso de los demonios y que nos atacan, no son más que cuentos de viejos. No se usted, que veo es tan estudioso, cómo se deja arrastrar por esas creencias. No, no vine para que me convenciera, sino para decirle lo que pienso—dijo, mirándome fijamente.

No era la única persona que me expresaba su rechazo al tema de la guerra espiritual. Es una posición—lamentablemente—generalizada en una sociedad secularizada y humanista como la nuestra. Sólo se cree en lo que se ve y se puede palpar.

Pero, ¿tiene fundamento bíblico la guerra espiritual? Compartí con mi interlocutor eventual varios elementos que relaciono ahora para usted, que le ayudarán a despejar el interrogante central de este Estudio Bíblico.

Page 15: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

Una batalla permanente

Si bien es cierto hay oposición en algunos sectores de la iglesia cristiana evangélica al tema de la guerra espiritual, es evidente que en medio nuestro se libra una tremenda batalla que la dimensión sobrenatural, sobre la que advierte el apóstol Pablo en su carta a los Efesios: "Porque no estamos luchando contra gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, que tienen mando, autoridad y dominio sobre este mundo lleno de oscuridad" (Efesios 6:12, Versión Popular).

El autor sagrado no solo confirma esa confrontación, en la que estamos inmersos los cristianos querámoslo o no, sino que además enfatiza que las fuerzas de maldad reúnen tres características sobre las que debemos mantenernos alerta: tienen mando, autoridad y dominio.

Es por esa razón, conciente de la situación que enfrentamos, real y no producto de la ciencia ficción, que Pablo recomienda: "Ahora, hermanos, fortaleceos en vuestra unión con el Señor y su fuerza poderosa. Protegeos con toda la armadura que habéis recibido de Dios, para que podáis manteneros firmes contra los engaños del diablo" (Efesios 6:10, 11).

Se ponen de manifiesto dos hechos de suma trascendencia: el primero, que los demonios, además de que existen y son atemporales, se oponen a los cristianos y a los propósitos de Dios, y segundo, que hoy día a través de la apostasía y toda suerte de filosofías con un fuerte componente ocultista, sigue obrando y ganando espacio: "Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos se apartarán de la fe para seguir a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios" (1 Timoteo 4:1).

Piense por un instante sobre cuál es la razón para que establecer en televisión, radio o Internet un espacio para la proclamación del evangelio transformador de Jesucristo resulta tan difícil, cuando para los parasicólogos, brujos y orientalistas, no solamente se abren puertas sino que sus programas registran día a día altos estándares de sintonía. Sin duda Satanás está moviéndose a través de sus instrumentos, engañando a muchos.

Page 16: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

El demonio obra a través de líderes, artistas, hábitos e imágenes

En una ciudad latinoamericana se han dado, en lo corrido del año, sinnúmero de violentes incidentes –que incluyeron heridos y hasta pérdidas humanas-- protagonizados por fanáticos de grupos de rock pesado, en cuyas canciones se hacen abiertas invocaciones y exaltación al diablo. ¿La razón? No podían entrar a las presentaciones, por falta de dinero o agotamiento de la boletería, y movidos por espíritus de maldad, desencadenaban violentas reacciones.

¿Y qué decir de líderes políticos que llegan a ostentar posiciones de poder en los gobiernos? Desde allí promueven leyes que abren puertas a la drogadicción, el homosexualismo, la drogadicción, erradicación de enseñanzas de contenido cristiano en establecimientos educativos y, además, bajo el amparo del desarrollo de la "libre personalidad", son permisivos para que las personas vivan sin "Dios ni ley".

Y un tercer escenario: ¿Ha visto a personas, de todas las condiciones sociales, políticas, culturales y hasta religiosas portando cuarzos, amuletos y adornando sus casas con imágenes orientalistas? Si todo esto no es idolatría, hábilmente promovida por las fuerzas del mal, ¿entonces qué puede ser?

La idolatría es sutil en su forma de introducirse socialmente, pero arrastra multitudes, aspecto sobre el cual advirtió el apóstol Pablo: "Con esto no quiero decir que el ídolo tenga valor alguno ni que la carne ofrecida al ídolo sea algo más que otra carne cualquiera. Lo que digo es que, cuando los paganos ofrecen algo en sacrificio, lo ofrecen a los demonios y no a Dios. Y yo no quiero que vosotros tengáis parte con los demonios. No podéis beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios; ni podéis participar de la mesa del Señor y, a la vez, de la mesa de los demonios."(1 Corintios 10:19-21)

Como cristianos debemos pararnos en la brecha y elevar la voz de alerta en nuestras iglesias, no solo para defendernos sino para asumir una posición ofensiva, como recomienda la propia Biblia a través del apóstol Santiago (Cf. Santiago 4.7).

Dominio físico y espiritual de Satanás

Page 17: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

Si asumimos una posición abierta y aterrizada, concluiremos que la batalla es real y no podemos quedarnos pasivos mientras que el diablo hace de las suyas. A través de los demonios ejerce dominio en los ámbitos físico y espiritual de las personas, provocando—como lo testimonian los cuatro evangelios--, mudez (Mateo 12:22), demencia (Lucas 8:26-35), inclinaciones suicidas (Marcos 9:22) y enfermedades de diverso género (Lucas 13.31).

El obrar demoníaco pude anular la voluntad del ser humano, llevándolo a pensamientos y acciones que le acercan al precipicio. Reconozco, eso sí, que no todos los casos de afecciones físicas y sicológicas obedecen a posesión demoníaca porque pueden estar asociados a la naturaleza caída del hombre, que se ha ido degenerando con el paso de los años, pero es necesario mantenernos alerta frente a cualquier situación.

También es cierto que muchos de los defectos y desórdenes de personalidad están vinculados a las obras de la carne, que deben ser modificadas por el mover de Jesucristo en las personas. Sobre este particular el apóstol Pablo escribió: "Por lo tanto, digo: Vivid según el Espíritu y no busquéis satisfacer vuestros malos deseos. Porque los malos deseos están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. El uno está en contra de los otros y por eso no podéis hacer lo que quisierais... Es fácil descubrir cómo se portan quienes siguen los malos deseos: cometen inmoralidades sexuales, hacen cosas impuras y viciosas, adoran ídolos y practican la brujería. Mantienen odios, discordias y celos. Se irritan fácilmente, provocan rivalidades, divisiones y partidismos. Son envidiosos, borrachos, glotones y otras cosas por el estilo. Os advierto, como ya antes lo hice, que quienes así se conducen no tendrán parte en el reino de Dios" (Gálatas 5:16-25)

La idea no es que andemos viendo demonios incluso con la persona que cruza frente a nosotros en la avenida, pero sí que nos mantengamos sobre aviso, identificando con ayuda del Señor Jesús dónde hay ataques demoníacos, y reprendiéndolos en la autoridad que nos concedió el Hijo de Dios.

Un mandato del Señor Jesús

Con el propósito de eludir su responsabilidad en la guerra espiritual en que se encuentran inmersos como cristianos, muchas personas piden basamento bíblico para dar la batalla. Y es allí donde

Page 18: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

recordamos la Gran Comisión del Señor Jesús a su pueblo redimido, cuando instruyó: "Y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas."(Marcos 16:17)

Observe que fue claro en ordenar que los demonios debieran ser expulsados. Nuestro amado Salvador en su ejercicio ministerial aquí en la tierra, rechazó abiertamente la oposición de Satanás: "Pero Jesús se volvió y dijo a Pedro:–¡Apártate de mí, Satanás, pues me pones en peligro de caer! ¡Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres!" (Mateo 16:23).

Jesús no fue condescendiente con el adversario, porque si bien es cierto la propia Biblia dice que el mundo está bajo el dominio del maligno por el pecado, es evidente que Dios no ha abdicado su soberanía y sigue gobernando. Por ese motivo, como cristianos, tenemos autoridad y la ejercemos contra el mundo espiritual de maldad.

Dos formas de lucha espiritual

En la Biblia encontramos documentadas dos formas específicas de lucha espiritual: la confrontación directa y la oración.

a. La confrontación directa

La Biblia relata que tras llegar a la región de Gadara, el amado Señor Jesús fue abordado por un espíritu inmundo que vivía entre las tumbas. Producto de la acción demoníaca en su vida, tenía una fuerza descomunal, había perdido la razón y "Andaba de día y de noche entre las tumbas y por los cerros, gritando y golpeándose con piedras.".(Cf. Marcos 5:1-5)

El demonio le pidió al Hijo de Dios que lo dejara en paz, pero el Señor ordenó a la legión de demonios –porque eran muchísimos y con diversos grados de operación—que salieran de él (Cf. Marcos 5:6-13).

Page 19: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

La liberación trajo como consecuencia que este hombre volviera a sus cabales. "Los que cuidaban de los cerdos salieron huyendo, y contaron en el pueblo y por los campos lo sucedido. La gente acudió a ver lo que había pasado. Y cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su cabal juicio al endemoniado que había tenido la legión de espíritus. La gente estaba asustada, y los que habían visto lo sucedido con el endemoniado y con los cerdos, se lo contaron a los demás. Entonces comenzaron a rogar a Jesús que se fuera de aquellos lugares" (Marcos 5:14-16).

Nuestro amado Salvador Jesucristo confrontó a los demonios. No se marginó de la situación. ¿Se ha preguntado cuántas personas podrían ser libres del dominio del mundo espiritual de maldad su usted como siervo o sierva de Dios asumiera su papel protagónico en la guerra contra el ejército de Satanás? No pase por alto el hecho de que Gadara estaba dominada por Satanás, hasta tal punto que sus moradores le pidieron al Señor Jesús que se fuera de su región. ¡No resistían la luz de Dios en medio de ellos!

b. La oración

El Señor Jesús instó a sus discípulos y a nosotros: "Velad y orad para que no entréis en tentación; espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil."(Mateo 26:41). Es evidente que Dios no nos tienta, sino que es obra de Satanás y también, cuando nos dejamos arrastrar por la concupiscencia (Cf. Santiago 1:13).

Cuando oramos, estamos confrontando abiertamente las estratagemas de Satanás. ¿Había pensado en eso? Le invito a considerar este aspecto. Oramos y guerreamos, de ahí que debemos evaluar qué lugar ocupa la oración en nuestra vida.

Ahora, una vez estamos orando, lo hacemos por tres aspectos, del cual voy a iniciar con la aflicción personal y ataques que libra Satanás en nuestra contra para llevarnos a un revés espiritual, caída o estancamiento.

Page 20: A dónde fue Jesús después de morir en la cruz

El apóstol Santiago recomendó que: "Si alguno de vosotros está afligido, que ore. Si alguno está contento, que cante alabanzas" (Santiago 5:13). Tome nota de la preponderancia de la oración en este caso específico.

Hace pocos días respondía a la carta de un líder cristiano que manifestaba su preocupación: entre más se comprometía y buscaba a Dios, más tentaciones enfrentaba. Incluso, experimentaba largos períodos de desánimo por esa situación. ¿Qué hacer? Sorprenderá si le digo que no hice una exposición de versículos bíblicos sino que me circunscribí a algo fundamental: ore. Si está siendo atacado por Satanás, la batalla la libramos y ganamos, de rodillas, en oración. Tiempo después me compartió que había obtenido la victoria.

Un segundo aspecto desde el que damos la pelea contra las artimañas de Satanás, es orando por los enfermos, incluso cuando nosotros enfrentamos alguna dolencia: "Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor le apliquen aceite" (Santiago 5:14).

Las enfermedades pueden obedecer a desórdenes en el organismo o por ataques directos de las fuerzas de maldad, por eso atamos sus ataques.

Y un tercer elemento, aunque por supuesto no son todos, es que oramos cuando el diablo desata oposición contra la obra de evangelización (Cf. Hechos 4.24-31)

Sí, estamos en plena guerra y como ejército de Jesucristo, tenemos asegurada la victoria. Pablo nos advierte sobre la importancia de estar bien preparados para la confrontación: "Por eso, tomad toda la armadura que habéis recibido de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, después de haberos preparado bien, manteneros firmes" (Efesios 6.13).

No deje que el demonio siga atacándolo, y usted resistiendo pasivamente. ¡Es hora de batallar! El enemigo ciega el entendimiento de las personas para que no conozcan la verdad, pero usted es la excepción como soldado de Jesucristo. (Cf. 2 Corintios 4:4). Está llamado a pelear y vencer en la autoridad del Hijo de Dios.