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La historia del argot

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  • Moenia 17 (2011), 289-302. ISSN: 1137-2346.

    Argot: historia documentada de un trmino en la lingstica espaola

    Ivo BUZEK

    Masarykova univerzita RESUMEN: El artculo estudia la historia del trmino argot en la tradicin lingstica hispnica. En primer lugar contempla su acogida, propagacin y tratamiento en algunas obras clave para la historia de la lingstica espaola en el siglo XX, siempre con documentacin textual. La se-gunda parte del trabajo estudia la historia de la voz en la lexicografa espaola, sobre todo en la acadmica. PALABRAS CLAVE: Argot, terminologa, historiografa lingstica, lexicografa. ABSTRACT: The paper studies the history of the term argot in the Spanish linguistic tradition. In the first place, the acceptance and propagation is being studied, as well as its treatment in some key works of 20th century Spanish linguistics. Authentic texts and examples are always in-cluded. The second part of the paper reflects the history of the term in the Spanish lexico-graphy, mainly in the academic one. KEYWORDS: Argot, terminology, linguistic historiography, lexicography. 1. INTRODUCCIN El concepto de argot es bastante ambiguo y es capaz de encerrar en s una ver-dadera encrucijada terminolgica. En las pginas que siguen intentaremos delimitar los diversos matices del trmino y seguir su paulatina acogida y evolucin en la tradicin lingstica hispnica siempre con documentacin textual. Aparte del lado terminolgico prestaremos atencin tambin a su no menos interesante historia lexicogrfica.

    2. EL ARGOT EN LA TRADICIN LINGSTICA HISPNICA Como es bien sabido, argot es un trmino tomado de francs que originaria-mente se refera a la corporacin o profesin de los ladrones y que solo despus ha

    Recibido: 9-2-2010. Aceptado: 11-6-2010.

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    venido a significar su lenguaje (Clavera 1967: 351)1. Coincida, pues, en principio, con el tradicional trmino hispano de germana. Esta sinonimia terminolgica se ha-llaba bien enraizada en la lingstica espaola hasta fechas relativamente recientes, ya que en varias obras clave para la historia del pensamiento lingstico espaol del siglo XX argot y germana se tratan como sinnimos2.

    Uno de los representantes de esta actitud tradicional es Julio Casares (1992 [1950]: 272), que afirma de forma bastante categrica al respecto:

    El argot francs, el furbesco italiano, la jacarandina espaola, el rotwelsch alemn, el cant ingls y todos los sistemas de comunicacin semejantes tienen como principal caracterstica la aspiracin a formar una lengua secreta, es decir, una lengua que no sea comprendida fuera del grupo de los iniciados.

    En cuanto a la creacin lxica a la que acudan estos sociolectos, comenta Casares (ibid.) que:

    El argot en todos los pases, y la germana en nuestro caso, forman su lxico con de-formaciones convencionales de vocablos corrientes, con metforas ms o menos inge-niosas, que pretenden ser esotricas, y con prstamos de lenguas extraas en proporcin escasa; pero, en cuanto a sintaxis y analoga, no se apartan de la respectiva lengua comn.

    Una actitud bien diferente es la que adopta Rafael Lapesa, que en su monu-mental Historia de la lengua espaola no define el trmino de manera tan tajante o restrictiva o ms bien tradicional como Casares y habla indistintamente sobre el lxico vulgar de las ciudades, moderna germana y argot. Dice al respecto que [m]uchos trminos de la moderna germana han pasado a ser simplemente populares y hasta a generalizarse en el uso coloquial []. De todos modos el acceso del argot a la conversacin media no tiene la importancia y proporciones como en francs [] (1997: 474). Si entendemos correctamente el prrafo, algo ambiguo el trmino apa-rece solamente dos veces en la obra y siempre en contextos similares, Lapesa ya anticipa la nocin moderna de argot, definida en los aos sesenta por Clavera (19673), como veremos ms tarde.

    Aparte de quedar relacionado con la germana, entramado conceptual tempo-ralmente ubicado en la poca urea por ello Lapesa habla de la moderna germana para diferenciarla de la barroca, el argot ha entrado en competencia con otro tr-mino ms tradicional: jerga, y ha coincidido con l en todos sus significados.

    1 Para la historia de las acepciones de argot en la historia de la lingstica francesa, vase, por ejemplo, el trabajo de Lpez Carrillo (1987-1988-1989); para las denominaciones del argot en Es-paa nos puede servir a la vez la nota de Roff Gmez (1989). 2 No obstante, los investigadores especializados en el lxico del Siglo de Oro, como Alonso Hernndez (1976 y 1979), Hernndez Alonso & Sanz Alonso (2002) o Chamorro (2002), emplean exclusivamente el trmino germana. 3 Aunque con mucha probabilidad el concepto ya se hallaba definido en otro artculo anterior de Carlos Clavera (1941): Sobre el estudio del argot y del lenguaje popular. Revista Nacional de Educacin I/12, 65-80, trabajo que no hemos podido consultar.

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    La sinonimia conceptual entre jerga y argot est documentada en otra obra clsica del pensamiento lingstico espaol del siglo XX que sigue reeditndose hasta hoy da: el Diccionario de trminos filolgicos de Fernando Lzaro Carreter4. Si bus-camos all la entrada argot, encontramos una remisin interna a jerga (pp. 251-2). Ve-amos ahora con ms detenimiento los diversos matices de jerga y de argot en concepcin de Lzaro.

    Segn Lzaro Carreter, jerga es, en primer lugar, [l]engua especial de un gru-po social diferenciado, usada por sus hablantes slo en cuanto miembros de ese grupo social.

    Es una definicin muy amplia y, en principio, imprecisa, y por eso el autor se siente urgido a proporcionar a continuacin diversos matices de esta primera acepcin de jerga como lenguaje profesional: puede comprender la idea de [l]enguaje del hampa, con finalidad esotrica, de naturaleza muy artificiosa. Es la jerga, por antono-masia, o germana, en Espaa; [] y el argot, en Francia (nombre este ltimo que se ha hecho internacional, en sta y en las restantes acepciones), concepto tradicional que ya hemos visto en el manual de Casares.

    Otro matiz es el de lenguaje profesional estrictamente dicho. El siguiente es el de lenguaje de cualquier grupo social, no necesariamente gremial, y el ltimo hace re-ferencia al [c]onjunto de palabras, procedentes de fuentes oscuras, [] que por broma o irona se introducen en la conversacin de todas las clases sociales, es decir, precursor del lxico vulgar de las ciudades de Lapesa.

    La segunda acepcin que le da el autor es la de [l]engua de mal gusto, com-plicada e incomprensible. El trmino jerga alterna en esta acepcin con el de jerigon-za5.

    No obstante, el concepto de jerga como equivalente ms castizo de argot trmino que probablemente en las fechas de la redaccin de la obra se perciba to-dava como un extranjerismo no asimilado que es preferible evitar no ha triunfado, ya que, segn apunta Clavera (1967: 349), argot tiene la ventaja de que esa palabra ha tenido difusin internacional y es generalmente aceptada como denominacin ge-neral de lenguaje de los bajos fondos sociales. Pero aparte de ello no slo ha ser-vido para designar el lenguaje del hampa, sino tambin los lenguajes especiales, tc-nicos o secretos, de ciertas profesiones o de ciertos grupos sociales, el habla del pue-blo bajo o hasta el lenguaje coloquial.

    Hasta aqu la nica ventaja de emplear argot en vez de jerga que hemos no-tado es el carcter internacional del primero. Sin embargo, argot supo incorporar tam-bin otro matiz diferenciador importante, procedente probablemente del concepto de slang de la tradicin angloamericana, a saber: ambos trminos tienen en comn el

    4 La primera edicin es de 1953 y la ltima de 2008; manejamos la quinta reimpresin de la tercera edicin, de 1981. 5 Para jerigonza, vase el interesantsimo trabajo de Alonso Hernndez (1990).

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    designar variedades internas y secundarias de la lengua general cuyos lmites son difciles de fijar, ya que gran parte de su vocabulario y formas expresivas desembo-can paulatinamente en la lengua hablada por todos, acabando por incorporarse defini-tivamente a ella (Clavera 1967: 349). Aqu cabe apuntar, no obstante, que no todos estn convencidos del cruce entre argot y slang en espaol. Carbonell Basset (2000: XIII) advierte que argot no describe todo lo que en ingls se conoce como slang. No hay quien lo dude, pero opinamos que la interferencia terminolgica se ha producido dentro del espaol: argot y slang eran trminos forneos, en va de acomodacin en espaol, y es natural que no traan todo el bagaje nocional que posean en sus lenguas de origen.

    Otro matiz que le ayud a argot a vencer la tutela de la castiza jerga es el ma-tiz un tanto peyorativo que esta encierra y tambin el hecho de que el uso de la pa-labra argot est ampliamente difundido, mucho ms aceptado que jerga, y su signifi-cado es comprendido con mayor rapidez por un pblico ms extenso (Daniel 1994: 14-5).

    Para denominar este argot de todos, y para diferenciarlo de sus restantes acepciones, Daniel utiliza las denominaciones argot urbano y argot comn. Este l-timo luego hizo fortuna y ha logrado establecerse firmemente en la tradicin lings-tica hispnica, sobre todo gracias a los trabajos de la investigadora probablemente ms reconocida y citada en el mbito de los estudios del argot espaol peninsular actual, Julia Sanmartn Sez, que delimita claramente las diferencias entre el argot comn, el argot como forma especfica de varios grupos sociales y humanos delin-cuentes, prostitutas, militares, homosexuales, estudiantes, etc. y los argots profesio-nales artesanos, mdicos, albailes, etc., de modo que el argot comn

    no depende de las caractersticas del usuario, de su edad, profesin o grupo sociocultu-ral. Es, ms bien, una variacin lingstica horizontal, propiciada por la situacin comu-nicativa. Para que surja, debe existir una relacin de proximidad entre los interlocutores o hablantes (amistad, vinculacin familiar, etc.) y unos temas cotidianos, no especiali-zados, en torno a los cuales gire la comunicacin []. Todos estos rasgos condicionan un tono informal frente a lo formal, que impera en la interaccin del da a da (Sanmartn Sez 2006: XII).

    El mismo concepto de argot, es decir, la actitud de reflejar el trasvase pau-latino del lxico de los argots especficos, crpticos y caractersticos de grupos socia-les o profesionales cerrados a este argot comn por razones de expresividad, hu-mor, sobre todo en situaciones comunicativas informales y en el ambiente de proximi-dad lo encontramos tambin en otros repertorios, como Oliver 1985, Ruiz Fernn-dez 2001 o Iglesias 2003.

    La nica excepcin parece ser Garca Ramos (1994: 18), que propaga una defi-nicin muy estrecha de argot y tambin de jerga, ya que lo concibe como un tr-mino criminolgico (argot como tecnicismo de otro argot). Define argot como [l]enguaje especial que se desarrolla en actividades delictivas y marginales, inteligi-ble slo para los que las practican habitualmente, con forma ambivalente social y pro-

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    fesional (ibid.); mientras que bajo jerga entiende [l]enguaje particular de tipo tcni-co, del que se sirven las personas que ejercen el mismo arte o la misma profesin o que se hallan relacionados por unos factores sociolgicos (ibid.). Empero, el uso ha consagrado la concepcin ms amplia, segn veremos a continuacin.

    3. DOCUMENTACIN TEXTUAL Hasta ahora hemos hablado del concepto de argot en la tradicin lingstica hispnica, pero nada hemos dicho sobre la documentacin textual del trmino. Segn los datos del CORDE6, la primera documentacin de la voz en textos espaoles se ha-lla en Orgenes de la lengua espaola, de Gregorio Mayans y Siscar, de 1737, y refle-ja el significado original de la voz francesa lenguaje de la delincuencia organizada de la poca renacentista y barroca que pretende poseer funcin crptica. Vase el texto de la cita:

    A este modo se halla en Francia una especie de mendigos de professin con nombre de gueux, que forman entre s una como repblica, baxo de un rey, o caudillo, a quien intitulan Gran Gouaire; y usan assmismo para no ser entendidos un lenguaje particular, que llaman el argot; de cuyas voces se ha sacado ya diccionario. (CORDE: 16-9-2009 [Mayans Orgenes]).

    No obstante, parece que entonces la voz no cobr mucha popularidad. Faltan ejemplos para gran parte del siglo XIX y tampoco se documenta en los diccionarios burlescos y de galicismos que proliferaban en aquella poca7 y criticaban el uso abu-sivo del lxico de origen francs en espaol.

    Si nos limitamos al espaol de Espaa, tenemos para el siglo XIX tan solo tres citas8. No obstante, estos ejemplos ya documentan el cambio de significado que sufri la voz y su incipiente polisemia, ya que en todos los casos su significado es lenguaje profesional. Creo que nos podemos permitir el lujo y reproducir aqu las tres cit

    ra del argot de la literatura y de la

    es la poca de Goya, como nadie (CORDE: 16-9-2009 [Blasco Contemporneos]).

    as:

    En suma: vuelve ser tema de discusin el cuarto estado de la materia, y aun es pro-bable que no sea el ltimo que le lleguen las atrevidas hiptesis de algunos fsicos que pudiramos llamar modernistas, tomando esta palabpintura (CORDE: 16-9-2009 [Echegaray Ciencia]).

    Especialista en su gnero, pinta lo que se llama en el argot de los talleres espaol

    6 Real Academia Espaola: Banco de datos (CORDE) [en lnea]. Corpus diacrnico del espa-ol. [16-9-2009]. 7 Hemos acudido al Diccionario crtico-burlesco de Gallardo (1811) y al Diccionario de gali-cismos de Baralt (1855), pero la consulta no dio resultados; en ambos casos hemos utilizado las edi-ciones digitalizadas de Google Books. 8 Otras tres proceden del espaol argentino de aquella poca, donde un ejemplo corresponde al lenguaje especial, otro al lenguaje crptico de la delincuencia y el ltimo dice argot callejero, es decir, parece abarcar ya la nocin de slang o argot comn.

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    Era ella. Rafael conoca la msica: un lieder de Schubert, el favorito de aquella poca; un maestro que an tena lo mejor por descolgar, segn deca la artista en el argot aprendido de los grandes msicos, aludiendo a que slo se haban popularizado las obras ms vulgares del melanclico compositor (CORDE: 16-9-2009 [BIbez Naran-jos]).

    Segn atestiguan las citas recogidas en el CORDE, en la primera mitad del si-glo XX el uso del trmino va difundindose y consolidndose en espaol en la mayo-ra de los sentidos descritos por Lzaro Carreter. He aqu un par de ejemplos para las acepciones que recoge el autor: lenguaje del hampa, lenguaje profesional, len-guaje de un grupo social, slang y lengua corrompida de mal gusto; sin embargo, como se puede ver en los dos ltimos ejemplos, la distincin entre slang y lengua corrompida de mal gusto parece ser algo borrosa.

    Marcel me hablaba del argot de la gente maleante de Pars (CORDE: 16-9-2009 [Baro-ja Memorias])

    Esta operacin puede prorrogarse indefinidamente al llegar cada nueva liquidacin; asimismo puede deshacerse en el tiempo que media entre el da en que se concierta y la liquidacin, mediante una operacin contraria; a esto en el argot burstil se llama casar la operacin (CORDE: 16-9-2009 [Hurtado Contabilidad])

    El convoy es, en el argot soldadesco de hospital, la comida (CORDE: 16-9-2009 [GCaballero Notas])

    Yo no comprenda bien estas canciones, pronunciadas en un argot populachero exage-rado (CORDE: 16-9-2009 [Baroja Memorias])

    Se ha ido formando y existe, por desgracia, todo un vocabulario, verdaderamente de-gradante, para hablar de las cosas del amor, que debera estar prohibido en absoluto a todo joven que se preciase de nobleza de alma. Aquello de Nec nominetur inter vos (Ni se mencione entre vosotros) debera ser la sola regla cristiana que prevaleciese, no slo respecto al argot encanallecido, lenguaje propio de granujas, sino incluso a las reticencias, alusiones o palabras de doble sentido que puedan tener aire picante o cierto color ambiguo (CORDE: 9-16-2009 [Alba Traduccin]).

    Con el paso de tiempo va apareciendo cada vez ms el concepto de argot como slang, o argot urbano o argot comn. Aunque el fenmeno ya haba sido descrito por Clavera en los aos sesenta, y despus por Daniel y otros autores, el primer docu-mento de lo que podra ser argot comn aparece fechado en el CORDE en 1972:

    La respuesta de nuestro amigo fue precipitada y, por ende, equivocada, pues las pe-ticionarias no buscaban un mdico, sino el sustituto de ciertos profesionales, llamados floreros en el argot del barrio, y de los que no haba existencias en plaza (CORDE: 16-9-2009 [TBallester Saga]).

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    Los ejemplos luego se van multiplicando en el CREA9 y dan fe de la plena lexicalizacin del trmino en todas sus acepciones en el espaol peninsular actual.

    4. DOCUMENTACIN Y TRATAMIENTO DE ARGOT EN LA LEXICO-GRAFA ESPAOLA

    Si no estamos equivocados, el primer repertorio lxico publicado en Espaa en cuyo ttulo figura la palabra argot es el Diccionario de argot francs10 de Luis Besses. Del mismo autor proviene tambin el primer diccionario de argot espaol, titulado Diccionario de argot espaol o Lenguaje jergal gitano, delincuente profesional y popular, publicado en 190511. El autor ya entonces tena en cuenta la polisemia del trmino, su irreparable lexicalizacin e incipiente difusin en espaol de su tiempo, ya que justificaba la utilizacin de la voz con siguientes palabras:

    [] no podremos por menos de aceptar para el espaol ese vocablo francs, si quere-mos referirnos no solo al lenguaje del delincuente, sino ese conjunto de expresiones atrevidas llenas de viveza, de ingenio y de colorido, creadas en gran parte por el pueblo, sin finalidad de ocultacin de su pensamiento, sino por la necesidad de librarse de la rigidez del idioma oficial, que en ocasiones desconoce en otras no hiere sus sentidos tan exactamente como las que l inventa (Besses 1989 [1905]: 12).

    Como se puede leer, se hace referencia aqu a lo que aos despus se llamar argot comn. Otro significado de argot que ya estaba vigente en la aquella poca como hemos visto en las citas arriba incluidas es el argot como lenguaje espe-cial. Dice el autor:

    A esas frases, esos giros, esos atrevimientos de expresin, que surjen de improviso, que brotan expontneamente en las distintas formas de relacin humana y que con el tiempo llegan muchos de ellos infiltrarse en el lxico oficial, es lo que conmigo lla-man argot cuantos en la Prensa, en la conversacin en el libro, hablan del argot del teatro, el argot de la Bolsa &. diferencindolo as de la germana cal (Besses 1989 [1905]: 12-3).

    9 Real Academia Espaola: Banco de datos (CREA) [en lnea]. Corpus de referencia del es-paol actual. [16-9-2009]; hay 178 casos en 149 documentos para el espaol de Espaa. 10 Diccionario de argot francs, segn los mejores autores antiguos y modernos y observacio-nes propias, Madrid, Imp. de los hijos de M. G. Hernndez, s. a.; segn el catlogo de la British Li-brary se public en 1904, sin embargo, la Biblioteca Nacional de Espaa y otras bibliotecas donde se encuentra el libro dan la fecha de publicacin por desconocida. 11 Barcelona, Sucesores de Manuel Soler, 1905. La obra conoce una edicin facsimilar, publi-cada en Cdiz, a cargo de la Universidad de Cdiz, en 1989; es la edicin que manejamos nosotros. El diccionario de argot de Besses lo hemos estudiado en La nocin de argot en la tradicin lings-tica hispnica y su primer diccionario: el Diccionario del argot espaol de Luis Besses (1905), co-municacin leda en el simposio El otro - lo otro - la otredad, celebrado en la Universidad Comenius (Bratislava) del 21 al 23 de octubre de 2009.

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    Aunque Besses trae argumentos contundentes para defender la acogida del neologismo necesario, la propuesta no parece haber sido aprobada por sus coet-neos12, parcialmente por la censura a los galicismos llevada a cabo en aquel entonces y seguramente porque la voz no figuraba en la edicin vigente del diccionario acad-mico y, como veremos, tardar dcadas en ser recogida.

    El primer diccionario monolinge del espaol que registra el trmino lo define en su acepcin primitiva, tal como la vimos en la cita de Mayans y Siscar, y sin haber tomado en cuenta la propuesta de Besses. Aparece en el Suplemento del Diccionario de la Lengua Espaola de Jos Alemany y Bolufer13, definido como Germana o cal francs.

    Como vemos, en realidad se trata de dos acepciones, amalgamadas en una sola definicin disyuntiva, porque si buscamos en el diccionario de Alemany la entrada germana, encontramos la siguiente definicin: Jerga o modo de hablar de los gita-nos, ladrones y rufianes, usada por ellos solos y compuesta de voces del idioma caste-llano con significacin distinta de la genuina y verdadera, y de otros muchos vocablos de origen muy variado14, mientras que cal se define como Jerga que hablan los ru-fianes y gitanos. Son, pues, definiciones muy parecidas con la nica diferencia de que la de germana aporta detalles de lexicognesis: sus textos dan a entender que denominan conceptos muy cercanos, si no idnticos, y, por tanto, la utilizacin de los dos trminos sera antieconmica. La diferencia estriba en algunos detalles histricos y culturales que no vienen especificados. Estamos pensando en el concepto de germa-na como fenmeno nacional, restringido a la poca urea, e incompatible, desde luego, con el de cal15, y menos con una realidad extranjera, como la francesa.

    El siguiente documento, el Diccionario general de Rodrguez Navas16, publi-cado tan solo un ao despus, ya refleja la paulatina lexicalizacin de la voz. Recoge no solamente el sentido de lenguaje secreto de los delincuentes sin referencia a la germana urea, sino tambin el de lenguaje gremial: Palabra francesa para de-

    12 No creemos que sea un silencio envidioso y malintencionado de parte de sus colegas. El li-bro era probablemente de pequea tirada y, adems, como comenta Clavera, la ambicin que el tr-mino encubre est un poco en contraste con la modestia que la obra recoge y presenta (1967: 351). 13 Barcelona: Ramn Sopena, 1917; citamos por la edicin electrnica incluida en el Nuevo Te-soro Lexicogrfico de la Lengua Espaola (NTLLE) de la Real Academia Espaola (2001b). 14 La misma definicin la encontramos tambin en la edicin entonces vigente del DRAE, que era la 14, de 1914 (en NTLLE). 15 Es obvio que Alemany utilizaba el trmino cal para referirse no solamente al lenguaje de los gitanos espaoles, sino tambin al sociolecto de los delincuentes, es decir, acuda al concepto del cal jergal, vigente en aquel entonces y utilizado por socilogos y criminlogos de la poca (cfr. Sa-lillas 1896 o Gil Maestre 1893). 16 Rodrguez Navas y Carrasco, Manuel (1918): Diccionario general y tcnico hispano-ameri-cano. Madrid: Cultura Hispanoamericana (en NTLLE).

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    signar el lenguaje secreto de los truhanes o el convencional y picaresco de gentes del mismo oficio17.

    En cuanto a la lexicografa acadmica, argot entra primero en la edicin de 1927 del Diccionario manual e ilustrado de la lengua espaola de la docta casa18. La definicin que recibe all versa: Jerga, jerigonza, germana. Curiosamente, lleva la marca diafsica de uso familiar, que es difcil de interpretar. Quiz relacionaba la cor-poracin el trmino con el registro coloquial e informal, en el que aparecan habitual-mente muchos galicismos superfluos de moda. Es cierto, segn hemos comprobado en el apartado sobre la documentacin textual, que en aquella poca la voz no contaba con muchos ejemplos textuales, y por ello suponemos que se trata ms bien de un error de etiquetado.

    Como hemos visto ms arriba, las definiciones de Alemany y Rodrguez Navas no presentan ningn problema de entendimiento o, por lo menos, son fcilmente inter-pretables. No obstante, si el usuario emprende una segunda bsqueda de los supuestos sinnimos de argot, se queda bastante desconcertado.

    Jerga se define en su primera acepcin como Lenguaje especial que usan los individuos de ciertas profesiones y oficios, como toreros, estudiantes, etc. y su se-gunda acepcin versa Jerigonza, lenguaje difcil de entender, donde jerigonza es una remisin interna. Y aqu empieza la sorpresa e incertidumbre: por qu se junta jerigonza como segundo sinnimo de argot en su definicin si la segunda acepcin de jerga remite a jerigonza aunque sea remisin para una sola acepcin?

    Mientras tanto, las acepciones de jerigonza se definen como: Jerga, lenguaje de toreros, estudiantes, etc., donde jerga es una remisin interna, y Lenguaje difcil de entender, esta con las marcas de uso figurado y familiar. Segn vemos, las defini-ciones de jerga y jerigonza son muy similares y remiten una a otra. Se trata, pues, de un crculo vicioso. En nuestra opinin, el definidor jerigonza se podra suprimir del listado de sinnimos que forman la definicin de argot sin daar en absoluto la clari-dad y comprensin de la definicin19.

    El ltimo supuesto sinnimo de argot es germana, definida como Jerga o manera de hablar de los gitanos, o de ladrones y rufianes, es decir, sociolecto de los delincuentes y la etnia gitana. Aunque el acadmico Alemany distingua en su propio diccionario la germana espaola urea de la jerga de los delincuentes france-ses, aqu es de suponer que la Academia no hila tan fino y utiliza el mismo trmino para el habla de los delincuentes tanto pretritos como contemporneos.

    17 Dejamos aparte las consideraciones etimolgicas que aporta el autor sobre el origen de la voz, ya que no nos interesan aqu. 18 Real Academia Espaola (1927): Diccionario manual e ilustrado de la lengua espaola. Madrid: Espasa-Calpe (en NTLLE). 19 Si es que se puede hablar de claridad y comprensibilidad en el caso de definiciones sinon-micas Pero esta es una cuestin terica que sobrepasa los lmites del presente trabajo.

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    La edicin del Diccionario manual de 1950 mantiene el artculo sin cambios20, igual que los de sus supuestos sinnimos definidores.

    Los cambios vienen con la siguiente edicin del diccionario manual de la cor-poracin21. Se suprime la absurda marca de uso familiar que figuraba en el artculo de argot y se da acogida tambin a la acepcin de tecnolecto, lo que provoca segn veremos an ms confusin que antes.

    En primer lugar descubrimos que se reduce el texto de la primera acepcin que llega a versar ahora Jerga, jerigonza, dejando fuera a partir de este momento todo lo referente al concepto de la germana en todos sus posibles sentidos.

    Si buscamos otra vez jerga y jerigonza llegamos a entender mejor la errnea marcacin familiar de argot, ya que a partir de esta edicin se produce un cambio significativo en el texto de la primera acepcin de jerga, que llega a versar ahora Lenguaje especial y fam.[iliar]22 que usan entre s los individuos de ciertas profesio-nes y oficios, como toreros, estudiantes, etc. Creemos que es aqu donde deba haber figurado desde principio la marcacin familiar que errneamente llevaba argot en las ediciones de 1927 y 1950 del diccionario manual. Dicho en otras palabras, es de nivel familiar el lxico que constituye el argot y la jerga para sus hablantes y no es argot ni jerga tampoco una voz de sentido familiar.

    En cuanto a la estructura del artculo jerigonza, tambin hay cambios impor-tantes: se modifica el texto de la primera acepcin, que ahora es Jerga, lenguaje de algunos gremios o grupos sociales, que es una solucin ms moderna y elegante que la de estudiantes, toreros, etc. y, adems, entra aqu tambin el sociolecto de los delincuentes que tambin son, al fin y al cabo, un gremio o un grupo social. La segun-da acepcin de jerigonza sigue siendo Lenguaje difcil de entender, con lo que sigue sin haber sido cambiada.

    La confusin de la que hemos hablado surge a partir de la segunda acepcin de argot, una novedad de esta edicin, que representa el lxico gremial y es como sigue: Lenguaje especial entre personas de un mismo oficio o actividad. Esta acepcin ya est incorporada dentro de las definiciones de jerga y jerigonza y no hay, pues, necesidad expresa segn nuestra opinin para una enmienda como esta, ya que lo nico que provoca es estupor del usuario.

    20 Real Academia Espaola (1950): Diccionario manual e ilustrado de la lengua espaola. Se-gunda edicin. Madrid: Espasa-Calpe (en NTLLE). 21 Hemos manejado los siguientes volmenes: Real Academia Espaola (1983): Diccionario manual e ilustrado de la lengua espaola. Tercera edicin revisada. Tomo I. A-Capachero. Madrid: Espasa-Calpe; y Real Academia Espaola (1984): Diccionario manual e ilustrado de la lengua espa-ola. Tercera edicin revisada. Tomo IV. Incgnito-Papel. Madrid: Espasa-Calpe (ambos en NTLLE). 22 La cursiva es nuestra.

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    Huelga decir que la misma divisin de acepciones y textos de definiciones se mantiene tambin el la ltima edicin del diccionario manual23.

    En estas dos ediciones del Diccionario manual encontramos dentro del artculo argot otra informacin sorprendente. Nos estamos refiriendo a la nota de procedencia de la palabra: Voz francesa. Los parntesis etimolgicos son muy raros y asiste-mticos en el Diccionario manual. En este caso parece que se trata de un simple trasvase de materiales de la nueva edicin del DRAE la 20, de 1984 a la del Diccionario manual de 1983. Como es bien sabido, los artculos no contenidos en la edicin vigente del DRAE se marcan en el Diccionario manual con un corchete, pero aqu no aparece ninguno, aunque la edicin vigente del DRAE en el momento de sa-lida del tomo la 19, de 1970 no recoge la voz. Otra razn que corrobora la tesis es la idntica estructura del artculo en la 20 edicin, publicada en 1984.

    Como acabamos de adelantar, en cuanto al diccionario acadmico propiamente dicho, la voz se recoge all tan solo a partir de la 20 edicin, de 1984. La divisin de las acepciones y el texto de sus definiciones desde entonces hasta la ltima edicin, la 22, de 2001, no ha variado; es decir, la disposicin del artculo es la misma, como en la edicin de 1983 del diccionario manual. La nica diferencia es el parntesis etimo-lgico, que tanto en la 20 como en la 21 edicin, de 1992, coincide con el parntesis incluido en la edicin de 1983 del diccionario manual: Voz francesa. Con el paso de 21 a la 22 edicin la nota de etimologa cambia para versar ahora: Del fr.[ancs] argot.

    Hemos dejado fuera la inmensa mayora de los diccionarios del espaol, ya que generalmente siguen muy de cerca la evolucin del diccionario acadmico. La nica excepcin es el Diccionario del espaol actual del equipo de Manuel Seco (1999). Veamos, pues, a manera de remate, el tratamiento que recibe la entrada argot en este diccionario.

    La entrada argot ofrece dos subacepciones de una sola acepcin: Jerga de una profesin u oficio y Jerga de maleantes ser maleante tambin es, como ya hemos apuntado, una especie de profesin u oficio. Se ofrece la posibilidad de emprender una segunda bsqueda para jerga. El resultado es un artculo con tres subacepciones: la primera es Lenguaje informal propio que usan entre s los individuos de una pro-fesin o actividad o de un grupo y viene acompaada por una nota pragmtica que matiza que tambin puede ser despectivo, designando un lenguaje tcnico; la segunda subacepcin especifica que designa especialmente Jerga de maleantes y la tercera indica que a la vez se refiere al Lenguaje que no se comprende con facilidad24.

    23 Real Academia Espaola (1989): Diccionario manual e ilustrado de la lengua espaola. Cuarta edicin revisada. Madrid: Espasa-Calpe (en NTLLE). 24 El Diccionario del espaol actual generalmente prescinde de las definiciones sinonmicas y as se evit en este caso la colisin con jerigonza. A manera de curiosidad comentamos que la pri-mera subacepcin de la primera acepcin de jerigonza versa Lenguaje complicado y difcil de en-tender, que provocara pues un crculo vicioso con la tercera subacepcin de jerga; la segunda sub-

  • Ivo Buzek 300

    5. CONCLUSIN

    Nuestras pesquisas terminolgicas y lexicogrficas en torno a la historia de la acogida de argot en la tradicin lingstica hispnica nos han llevado finalmente a la siguiente conclusin: aunque entr primero como un extranjerismo y como competi-dor de las denominaciones tradicionales jerga y germana, argot lleg a difundirse y enraizar relativamente pronto.

    Una de las razones de la victoria ha sido probablemente su internacionalidad y neutralidad frente a las connotaciones despectivas de jerga y al historicismo de ger-mana, unidas en jerigonza. Otra razn del xito se halla en el hecho de que argot ha logrado aportar un rasgo antes desconocido en la terminologa tradicional. Nos estamos refiriendo, claro est, a la nocin de vocabulario procedente originariamente de las capas bajas de la sociedad que, gracias a su alta expresividad, informalidad y hasta humor, ha logrado abrirse paso en el lxico activo de amplias capas de la pobla-cin generalmente urbana; es decir, se ha llegado al concepto de slang angloameri-cano, que en la terminologa lingstica espaola viene recibiendo normalmente eti-quetas como argot urbano o argot comn.

    En cuanto a la historia de argot en la lexicografa espaola, vemos que la lexi-cografa extraacadmica reaccion con bastante rapidez. Alemany se dej guiar por la tradicin y quiz por el ejemplo de Mayans y Siscar, mientras que Rodrguez Navas refleja con fidelidad la realidad lingstica y su definicin est acorde con la docu-mentacin textual que hemos reunido para la poca.

    No obstante, el tratamiento acadmico es deficiente. En primer lugar, sorpren-de y desagrada el tiempo transcurrido entre la acogida del trmino en el Diccionario manual y su paso al DRAE. Ya se sabe que el Diccionario manual sirvi como una especie de sala de espera para voces y acepciones todava no estabilizadas en el sis-tema, o con poca documentacin textual, pero creemos haber demostrado que argot ya estaba plenamente difundido y lexicalizado a mediados del siglo XX y no haba, pues, ninguna razn convincente para negarle la acogida oficial hasta la edicin de 1984.

    El tratamiento que recibe la voz en los repertorios acadmicos tambin deja mucho que desear. Es verdad que refleja los significados ms habituales sociolecto profesional y lxico de grupo social, pero el empleo de definiciones sinonmicas desemboca en un crculo vicioso que una obra como el diccionario acadmico el repertorio normativo del espaol debera evitar. Lo logr en su momento el acad-mico Alemany, lo logr hace no mucho el tambin acadmico Seco, as que ahora es el turno de la docta casa para enmendar los fallos cometidos.

    acepcin dice, de hecho Jerga (lenguaje informal de una profesin o actividad), pero informa al usuario que en este significado es hoy rara informacin que no aporta el DRAE. Y, para finali-zar, incluimos la tercera subacepcin Jerga (lenguaje de maleantes), que tambin producira un cr-culo vicioso si apareciera jerigonza junto a jerga en un definicin sinonmica.

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