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6.12) El positivismo sociológico jalduniano. El positivismo histórico Es el primero en considerar como sujeto de la historia a la sociedad en su conjunto. El positivismo de Ibn Jaldüm está reservado a lo que a él le interesaba, y por eso no le impresionó la vida civil de las grandes ciudades del Valle del Nilo, ni la continuidad del Reino de Granada; y al mundo cristiano que conoció en Sevilla lo convirtió en un “telón de acero” histórico. Parece como si quisiera mostrar el reverso del elogio de al-Andalus que había hecho Averroes. Que la vida ciudadana de la España musulmana, parece querer decir que lo que hizo fue aburguesar y arruinar a los árabes y bereberes primero, como a los caballeros beduinos almorávides y almohades después, hay mucho resentimiento en la España vivida del Pedro el Cruel en Sevilla y en su crítica a los campesinos, pues piensa que fueron los causantes de la ruina del al- Andalus. Las líneas donde se apoyan la concepción de la historia son: 1) Valor meramente positivo de los datos históricos. 2) Finalidad sociológica de la historia. 3) Voluntarismo político. 4) Relación negativa entre progreso científico y fuerza política. 5) Causación meramente positiva y natural de los fenómenos históricos. 6) El sujeto de la historia no es el individuo concreto, sino el grupo social unido por el espíritu del cuerpo 7) El individuo y el grupo social están condicionados por el medio social y no por la herencia. Las bases positivas de la sociedad La sociedad es un fenómeno natural que se apoya en dos elementos: la economía y la seguridad. La psicología individual y social está condicionada por la forma de vida impuesta por la necesidad económico- geográfica. Los climas secos hacen a los hombres nobles, duros y esforzados, el desierto los acrisola para la luca; los climas exuberantes y ricos los apoltronan y debilitan; la vida ciudadana arruina las fuerzas físicas y morales de los pueblos. El hambre es la gran catapulta que lanza a los

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6.12) El positivismo sociolgico jalduniano.

El positivismo histrico

Es el primero en considerar como sujeto de la historia a la sociedad en su conjunto.

El positivismo de Ibn Jaldm est reservado a lo que a l le interesaba, y por eso no le impresion la vida civil de las grandes ciudades del Valle del Nilo, ni la continuidad del Reino de Granada; y al mundo cristiano que conoci en Sevilla lo convirti en un teln de acero histrico. Parece como si quisiera mostrar el reverso del elogio de al-Andalus que haba hecho Averroes. Que la vida ciudadana de la Espaa musulmana, parece querer decir que lo que hizo fue aburguesar y arruinar a los rabes y bereberes primero, como a los caballeros beduinos almorvides y almohades despus, hay mucho resentimiento en la Espaa vivida del Pedro el Cruel en Sevilla y en su crtica a los campesinos, pues piensa que fueron los causantes de la ruina del al-Andalus.

Las lneas donde se apoyan la concepcin de la historia son:

1) Valor meramente positivo de los datos histricos.

2) Finalidad sociolgica de la historia.3) Voluntarismo poltico.4) Relacin negativa entre progreso cientfico y fuerza poltica.5) Causacin meramente positiva y natural de los fenmenos histricos.6) El sujeto de la historia no es el individuo concreto, sino el grupo social unido por el espritu del cuerpo7) El individuo y el grupo social estn condicionados por el medio social y no por la herencia.Las bases positivas de la sociedad

La sociedad es un fenmeno natural que se apoya en dos elementos: la economa y la seguridad. La psicologa individual y social est condicionada por la forma de vida impuesta por la necesidad econmico-geogrfica. Los climas secos hacen a los hombres nobles, duros y esforzados, el desierto los acrisola para la luca; los climas exuberantes y ricos los apoltronan y debilitan; la vida ciudadana arruina las fuerzas fsicas y morales de los pueblos. El hambre es la gran catapulta que lanza a los hombres a la conquista, por medio de la guerra, que es un medio tan natural en el orden social como comer en lo fisiolgico. La posesin de la fuerza es el arma esencial de la poltica y el nico principio en que debe apoyarse la soberana.

Los caracteres psicolgicos de un pueblos se deben a las condiciones materiales de la vida, pero no son hereditarios, sino por la educacin y se fijan por las costumbres, que son una segunda naturaleza.

Los hombres miran como un ser superior a quien los ha sometido y dominado. De las guerras nace el poder poltico.

Su concepcin tico-sociolgica pesimista seala el agotamiento de la cultura musulmana