8 lunes, 3 de octubre, 2016 informaciÓn alicante...

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mpezaba a cerrarse la no- che cuando los vecinos del barrio supieron del milagro que se había producido. Muchos de ellos acudieron, entre es- cépticos y sorprendidos, hasta la casa número de la calle de San Miguel, y los que conseguían entrar hasta el dor- mitorio donde reposaba el muchacho, se lo quedaban mirando boquiabiertos y callados, o quizá murmurando algu- na oración con que conjurar cualquier hechizo que pudiera permanecer agi- tándose, invisible, acechante y silen- cioso, alrededor del chico. Algunos de ellos lo habían velado aquella noche en esta misma habitación; muchos otros habían visto cómo una carroza lo llevaba dentro del ataúd o lo habían acompañado hasta el cementerio de San Blas. ¿Cómo era posible que aho- ra, apenas un par de horas más tarde, estuviese de vuelta en su casa, de nuevo agonizante, pero vivo? Paquito era el único hijo de Francisco Marco y Adela Pablo. Formaban una familia humilde, pero unida. El padre ganaba el sustento de los suyos desempe- ñando cualquier trabajo que es- tuviera a su alcance: conserje de la Casa de Socorro, sacristán de la iglesia de San Francisco, obre- ro de una fábrica, vendedor am- bulante…, ayudado desde hacía un par de años por su hijo, que trabajaba también en lo que po- día. Paquito había nacido en . Fue a la escuela hasta los años y había sido monaguillo. Dejó la escuela a los para empezar a trabajar, pero siguió estu- diando música, de manera autodidac- ta y especializándose en instrumentos de cuerda. Trabajó en casa de don Juan Montoro, en la calle de los Ánge- les; en la cocina del café Diana; en el café Español; de pinche en el hotel Vic- toria; vendiendo carbón; y últimamen- te en el estudio fotográfico de don Juan Gisbert Ambit. En su tiempo libre se dedicaba a tocar el bandolín, la bandu- rria o la guitarra con un grupo de ami- gos. Durante la última víspera de San Francisco, Paquito organizó una serenata con sus amigos, pero no pudo terminarla porque empezó a sentirse enfermo. Hacía unos días que no se encontraba bien, que le dolía la cabeza y tenía algo de fiebre, pero ahora le ar- día todo el cuerpo, tosía y le costaba respirar. Cuando aquella noche del al de octubre de , con años, Pa- quito se encamó, no sospechaba que esa enfermedad acabaría metiéndole en un ataúd. El médico le visitó a la mañana si- guiente y le diagnosticó fiebre tifoidea. Tenía todos los síntomas: fiebre muy alta, de casi grados, que le producía delirios, cefalea, la lengua tostada, pe- queñas úlceras en el paladar, diarrea… Cuando Adela le enseñó las últimas deposiciones, de color verdoso y olor parecido al de puré de guisantes, el fa- cultativo no tuvo dudas de cuál era el mal que había invadido al chico. Sin embargo, no reparó en las moscas que E Alicante INFORMACIÓN LUNES, 3 DE OCTUBRE, 2016 8 Momentos de Alicante Gerardo Muñoz RESURRECCIÓN Francisco Marco Pablo junto al ataúd que conservaba en casa y el periodista que le entrevistó. 23-3-1955

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Page 1: 8 LUNES, 3 DE OCTUBRE, 2016 INFORMACIÓN Alicante RESURRECCIÓNgerardomunoz.com/artimomentos193.pdf · 2016. 10. 4. · 8 LUNES, 3 DE OCTUBRE, 2016 INFORMACIÓN Momentos de Alicante

mpezaba a cerrarse la no-che cuando los vecinos delbarrio supieron del milagroque se había producido.

Muchos de ellos acudieron, entre es-cépticos y sorprendidos, hasta la casanúmero de la calle de San Miguel, ylos que conseguían entrar hasta el dor-mitorio donde reposaba el muchacho,se lo quedaban mirando boquiabiertosy callados, o quizá murmurando algu-na oración con que conjurar cualquierhechizo que pudiera permanecer agi-tándose, invisible, acechante y silen-cioso, alrededor del chico. Algunos deellos lo habían velado aquella nocheen esta misma habitación; muchosotros habían visto cómo una carroza lollevaba dentro del ataúd o lo habíanacompañado hasta el cementerio deSan Blas. ¿Cómo era posible que aho-

ra, apenas un par de horas mástarde, estuviese de vuelta en sucasa, de nuevo agonizante, perovivo?

Paquito era el único hijo deFrancisco Marco y Adela Pablo.Formaban una familia humilde,pero unida. El padre ganaba elsustento de los suyos desempe-ñando cualquier trabajo que es-tuviera a su alcance: conserje dela Casa de Socorro, sacristán dela iglesia de San Francisco, obre-ro de una fábrica, vendedor am-bulante…, ayudado desde hacíaun par de años por su hijo, quetrabajaba también en lo que po-día.

Paquito había nacido en .Fue a la escuela hasta los años y había sido monaguillo.Dejó la escuela a los paraempezar a trabajar, pero siguió estu-diando música, de manera autodidac-ta y especializándose en instrumentosde cuerda. Trabajó en casa de donJuan Montoro, en la calle de los Ánge-les; en la cocina del café Diana; en elcafé Español; de pinche en el hotel Vic-toria; vendiendo carbón; y últimamen-te en el estudio fotográfico de don JuanGisbert Ambit. En su tiempo libre sededicaba a tocar el bandolín, la bandu-rria o la guitarra con un grupo de ami-gos.

Durante la última víspera deSan Francisco, Paquito organizó unaserenata con sus amigos, pero no pudoterminarla porque empezó a sentirseenfermo. Hacía unos días que no seencontraba bien, que le dolía la cabezay tenía algo de fiebre, pero ahora le ar-día todo el cuerpo, tosía y le costabarespirar. Cuando aquella noche del al de octubre de , con años, Pa-quito se encamó, no sospechaba queesa enfermedad acabaría metiéndoleen un ataúd.

El médico le visitó a la mañana si-guiente y le diagnosticó fiebre tifoidea.Tenía todos los síntomas: fiebre muyalta, de casi grados, que le producíadelirios, cefalea, la lengua tostada, pe-queñas úlceras en el paladar, diarrea…Cuando Adela le enseñó las últimasdeposiciones, de color verdoso y olorparecido al de puré de guisantes, el fa-cultativo no tuvo dudas de cuál era elmal que había invadido al chico. Sinembargo, no reparó en las moscas que

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Alicante

INFORMACIÓNLUNES, 3 DE OCTUBRE, 20168

Momentos de AlicanteGerardo Muñoz

RESURRECCIÓN Francisco Marco Pablojunto al ataúd que conservabaen casa y el periodista que le entrevistó. 23-3-1955

Page 2: 8 LUNES, 3 DE OCTUBRE, 2016 INFORMACIÓN Alicante RESURRECCIÓNgerardomunoz.com/artimomentos193.pdf · 2016. 10. 4. · 8 LUNES, 3 DE OCTUBRE, 2016 INFORMACIÓN Momentos de Alicante

revoloteaban alre-dedor del orinal, verdaderas cau-santes de la infección, al transmi-tir las bacterias de la salmoneladesde las heces a los alimentos.

A pesar de que Adela le sumi-nistró puntualmente las medici-nas que le había recetado el mé-dico, Paquito fue empeorando alo largo de las semanas siguien-tes, hasta el punto de que sus

amigos no tuvieron más remedioque dejar de visitarle. Si en losprimeros días intentaban ani-marle contándole las últimas no-vedades o recordándole anécdo-tas, durante la segunda semanales costó sonreír mientras per-manecían sentados alrededor dela cama (incluso el Galinche, elmejor amigo de Paquito y el másgracioso del grupo, le observabaserio y con mirada circunspecta),y en la tercera ya ni siquiera en-traban a verle, quedándose en lasalita con sus padres, pues el en-fermo estaba casi todo el tiempodormido.

Una noche, Adela se encontrócon que su hijo no daba señalesde vida. Estaba rígido, boquia-bierto, frío. Un alarido de doloralertó a su marido y a los vecinos,que acudieron presurosos conánimo de consolar y de ayudar.Unos minutos más tarde, el mis-mo facultativo que le había trata-do, firmó el certificado de defun-ción de Francisco Marco Pablo,después de auscultarle.

Un par de vecinas amortajaronel cuerpo de Paquito con su ropade domingo y comenzó el velato-rio. Parientes, amigos y vecinosvisitaron la casa mortuoria hastala tarde del día siguiente. Llegóun telegrama remitido por el her-mano de Adela, en el que avisabade que llegaría a Alicante a me-dia tarde, y pedía que no enterra-ran a su sobrino sin que antes

pudiera él darle un beso de des-pedida. Pero el ataúd, sencillo yforrado de paño negro, en el quehabían metido el cuerpo de Pa-quito, fue tapado a las cuatro deaquella tarde y cargado en el co-che fúnebre. Varias decenas depersonas acompañaron el féretropor las calles alicantinas hasta elcementerio de San Blas.

Una vez en la entrada del cam-posanto, Adela le rogó a Santon-ja, el conserje del cementerio,que permitiera tener un rato elataúd en el depósito, hasta quellegara su hermano, que queríadespedirse de Paquito, antes deque lo enterraran. Santonja acep-tó, pero al cabo de una hora em-pezó a impacientarse. Anoche-cía, se acercaba la hora de cerrarel camposanto, y había que pro-ceder a la inhumación. El tren enel que venía el hermano de Adelase retrasó, como era habitual,pero él llegó por fin al cemente-rio a tiempo de despedirse de susobrino. Destaparon el ataúd y, albesar a Paquito, notó que no es-taba todo lo frío que cabía espe-rar en un cuerpo que lleva finadocasi un día. Le tocó un brazo, ycomprobó que no estaba rígido.Incluso creyó ver cómo los dedosde una mano le temblaban lige-ramente. Paquito tenía los ojoscerrados y no parecía respirar,pero su tío llegó a la conclusiónde que todavía estaba vivo. Locogió en brazos y, guiado por un

empleado del cementerio, yacompañado por los familiares yamigos que esperaban para asis-tir al entierro, lo llevó hasta lacercana casa del reverendo, enmedio de un guirigay creciente.

Ya dentro de la casa, el cuerpodel chico fue envuelto con man-tas y acostado en una cama. Con-forme transcurrían los minutos,su rostro empezó a recuperaralgo de color y su pulso, aunquedébil, fue tomando presencia, talcomo comprobó el reverendopresionando una de sus muñe-cas.

Anocheciendo, Paquito fue lle-vado a su casa en un automóvil.La noticia de su regreso causó ungran impacto entre sus vecinos,que acudieron a verle como pe-regrinos.

El doctor Rico, avisado por lospadres, reconoció a Paquitocuando ya era casi medianoche.Confirmó su enfermedad: tifusabdominal, y le recetó una medi-cación urgente. A Francisco yAdela les dijo que un de suhijo todavía estaba en el cemen-terio, y a continuación les instó aque fuesen escrupulosos en elsuministro de la medicación, enla higiene y en la alimentación.

Poco a poco, Paquito volvió a lavida. Tardó nueve meses en recu-perarse. Tan larga convalecenciasupuso un grave quebranto eco-nómico para la familia, pues a lafalta del ingreso que aportaba el

chico con su trabajo, se unieronlos gastos en medicación, perosalieron adelante.

Francisco Marco Pablo se hizomayor, se casó y tuvo dos hijos.Formó parte de casi todas lasagrupaciones musicales de laciudad (Rondalla de Rafael, Mu-sical de Chapí, Antonio Ferri, LaWagneriana…). Su primogénitotambién fue músico. Como supadre, tocaba todos los instru-mentos de cuerda, y la batería enun conjunto de jazz.

En , el periodista EusebioRoncero Cano quiso recordar alos lectores de INFORMACIÓN laexperiencia que había vividoPaco Marco Pablo, cuando su tíole libró de que le enterrasen vivo.Una experiencia ya olvidada paracasi todo el mundo, menos paraPaco, claro está, que a sus años conservaba el ataúd dondeiba a ser enterrado a los en sucasa, situada en la plaza del Car-men. Amable y tímido, respondióa todas las preguntas que le hizoRoncero en aquella entrevista,publicada el de marzo.

Paco falleció de verdad a los años. Fue enterrado el de agos-to de en la fosa señaladacon el número , fila , del cua-dro , del actual cementeriomunicipal de Alicante.

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Alicante

INFORMACIÓN LUNES, 3 DE OCTUBRE, 2016 9

Francisco MarcoPablo. 1955

9 d’Octubre

La Generalitat Valenciana conti-nua amb una ampli ventall d'activi-tats de tipus cultural, musical i lúdicdins de les propostes programadesamb motiu de la celebració el prò-xim diumenge del d’Octubre.

Hui es programa una jornada deportes obertes al Palau de la Gene-ralitat entre les i les hores. La ins-titució obri les portes perquè totaquell que vullga puga visitar el PatiGòtic, la Sala Daurada i la Sala del'Escrivanía.

Per la vesprada els xiquets són elsprotagonistes. A València es repre-senta El cuento de Jaume I al Palaude la Generalitat en el Carrer Cava-llers. A Castelló, es presenta JaumeI El Conqueridor a la Casa dels Ca-ragols en el Carrer Major. A Alacantarriba Això es una volta al Teatre Ar-niches ubicar en l’Avinguda de Agui-lera. L'any passat es va obrir perprimera vegada al públic el Palau dela Generalitat, també amb motiu del d'Octubre, amb un gran èxit d'as-sistència: més de . persones esvan acostar a conèixer la històricaseu del govern valencià.

El d'octubre de Jaume I vaprendre possessió de la ciutat de Va-lència i va iniciar el projecte de

construir l'epicentre d'un nou regnei cent anys després, els nous pobla-dors van començar a celebrar l'efe-mèride i van fer perenne en el ca-lendari anual aquell record. Segonsla Generalitat Valenciana, hui ésuna de les festes més antigues d'Eu-

ropa i és referent irrenunciable delpoble valencià, que amb aquesta tra-dició vol insistir en la seua arreladavoluntat de fer valdre els valors de lallibertat, la concòrdia i la solidaritatamb l'esperit d'un poble que miracap al futur. Per primera vegada la

programació d'actes de ha si-gut realitzada de manera conjuntaentre la Generalitat, els Corts Va-lencianes, la Diputació de Valènciai els Ajuntaments de València, Ala-cant i Castelló de la Plana. Durant elsset dies anteriors al d’Octubre,

per a concloure amb el tancamentde la festa el Dia de la Comunitat Va-lenciana, hi haurà més de actesdedicats a joves i majors distribuïtsal llarg del territori. Entre els actes,hi haurà i ha habut concerts deDani Miquel per als més xicotets, unhomenatge popular a Tombatos-sals a Castelló, entrades i alardos deMoros i Cristians a València, expo-sicions i actuacions de cant i repre-sentacions a l'aire lliure.

Aquest d'Octubre servirà, a més,com a plataforma de llançamentde la campanya de la Generalitat Totsa una veu, una crida a «la força de launitat» de tots els valencians per a re-cuperar «l'orgull de pertinença a laComunitat Valenciana«, segons vadeclarar el president de la Genera-litat, Ximo Puig, en l'acte de pre-sentació del missatge.

J. M. VIGARA VALÈNCIA

Dilluns, 3 d’octubre

Els xiquets són hui els grans protagonistes

Les cues per accedir plenaren les escales del Palau i els carrers dels voltants. GERMÁN CABALLERO

València, Alacant i Castelló programen obres teatrals sobre Jaume I per acostar la figura del Conqueridor als més xicotets�

Més de 40.000persones van visitar elPalau de la Generalitaten 2015 també a la festade tots els valencians