8 de marzo de 2020 máquinas en el tiempo · máquinas en el tiempo beneficios de la meditación...

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8 DE MARZO DE 2020 4 CAPITALINAS Máquinas en el tiempo Beneficios de la meditación POR: NAYAREN RODRÍGUEZ SOCARRÁS FOTOS: CORTESÍA DE OM MEDITACIÓN O riginaria del oriente del mun- do, la meditación es una prác- tica que ha ganado muchos seguidores en Cuba, especialmente dentro de La Habana, a lo largo de los últimos 20 años. “En ello ha in- fluido el accionar de OM Meditación, a partir de sus esfuerzos por que se conozcan sus beneficios en cualquie- ra de sus vertientes o manifestacio- nes”, destacó en entrevista exclusiva a este semanario, Juan Dávila Sánchez, presidente de esa organización y de la cátedra OM Meditación Confluencia de Saberes de la Universidad de las Artes, ISA. Los conceptos de esta actividad milenaria varían en dependencia de las apropiaciones de cada sujeto. Para Dávila la meditación es la capacidad que poseemos de expandir la percep- ción limitada de los sentidos y lle- gar a otra dimensión o nivel de co- nocimientos. “Meditar es observar la mente y, en esa actitud de paz in- terior, poder trascenderla”, señaló. Con este objetivo, se creó OM Medi- tación en 2009, vinculado a la Ofici- na del Historiador de la Ciudad, del cual nació el Encuentro de Medita- ción de La Habana. En 2013 ya existía En un restaurante, una familia espera por el pedido, no median palabras entre ellos, cada quien absorto en el di- choso móvil. Ya no hay sobremesa placentera, cada uno es absorbido por lo que ve en ese pequeño teléfono, comen, pagan la cuenta y continúan por la calle absortos, siempre en ese mundo virtual. En un parque está sentada una pareja, quizás un matri- monio o sencillamente novios; no se miran, no se acari- cian, no se dicen palabras de amor al oído, solo observan sus respectivos móviles. Una madre trata de entablar una conversación con su hijo –difícil tema–, está jugando en la computadora por- til (laptop) con audífonos puestos: no la escucha, no la atiende ni la entiende…, cuando al fin logra llamar su atención, él solo responde: “No puedo parar el juego ahora”. Y continúa. Con gran decepción y mayor soledad, ella se retira. Dos amigas hablan en el chat, pero la conversación es complicada, y una prefiere llamar por teléfono a la otra: “¡No, por favor!, continúa en chat que estoy haciendo va- rias cosas a la vez y es complicado coger la llamada”. POR: CLARA LUZ DOMÍNGUEZ AMORÍN H ace unos cuantos años era impensable que la ciencia ficción llegara a formar parte de la cotidianidad. A pe- sar de ya haberse probado que las creaciones de Julio Verne (un maestro del género), son en la actualidad cosas normales y corrientes, existe un espacio de la espiritualidad de cada ser humano, que pertenece a la empatía, la sociali- zación, el compartir, vivir una vida real, relacionarse de ma- nera sencilla como lo hacíamos en otros tiempos, que se va perdiendo de forma indetenible, día a día. Los que vimos la película Her , conocimos de esta histo- ria en la que un hombre con una soledad devastadora se enamora de la inteligencia artificial en su teléfono celular, –la cual posee como don una bella y dulce voz–, hasta el punto de convivir y serle suficiente compañía. Le llenaba la existencia de satisfacción, aunque su final fue de decep- ción; y, aunque no hemos llegado a ese extremo aún, cada vez más, se alargan los intercambios con las máquinas, entiéndase computadoras, celulares, y se acortan los cer- canos y personales. No hay duda alguna de que la tecnología es necesaria, ha resuelto grandes problemas en todos los sentidos, nos ha facilitado el trabajo y la comunicación, pero también se torna peligrosa, cuando se vuelve excesiva y llega a convertirse en un vicio, algo así como una droga, con sus correspondientes efectos. Observen atentamente su entorno. Muchos, cada vez con mayor ahínco, dedican más horas a estar sentados delante de la PC o mirando el celular que a sus parejas, amistades o colegas. En una misma oficina he presenciado conversaciones de tres trabajadores, mediante el chat, cuando podían ha- ber intercambiado ahí mismo cara a cara. Los ejemplos serían interminables y esto es tan solo un comentario que pretende llamar la atención, sobre la “so- ledad tan concurrida”, sí, como el poema de Benedetti, a la cual nos dirigimos sin frenos. Repito, la tecnología es buena, nos beneficia en múlti- ples aspectos; pero, la comunicación, la palabra directa, un buen intercambio real y no virtual es algo intrínseco al ser humano. No nos convirtamos en máquinas, porque el tiempo se nos escapa con velocidad y lo que dejamos de vivir no regresa; la sonrisa, las frases de cariño o amor, los susurros de la complicidad, es imposible expresarlos con stickers o emoticones. No voy a hablar ahora de los padecimientos surgidos debido a ese frenesí tecnológico actual, eso lo dejo para un próximo comentario, solo piensen que, cuando sea- mos conscientes, nos embargará el más yermo desam- paro, pero ya será tarde para reconquistar los momen- tos perdidos. A veces, se pierde incluso el contacto directo con nuestros seres queridos. FOTO: JOYME CUAN Muchos jóvenes hacen de las tecnologías el centro de sus vidas. FOTO: OILDA MON en cada municipio capitalino un gru- po de meditación y al año siguiente la experiencia comenzó a expandirse al resto de Cuba. Los más de 60 encuentros cele- brados hasta el momento en nuestra urbe ofrecen un espacio para el logro de la paz interna, “que nos lleva a la paz social, la autorrealización, la es- piritualidad y la convivencia armóni- ca con el entorno y los ecosistemas”. Por otra parte, mientras se incor- poran practicantes, aumentan los es- fuerzos por validar científicamen- te la meditación en nuestra nación. “En Cuba, las primeras acciones en ese sentido ya están dando resulta- dos”, aseguró Dávila. Desde 2015, comenzaron los diálogos con la So- ciedad de Neurociencia de Cuba (So- necub) y hoy OM Meditación sostiene excelentes relaciones con institucio- nes del Ministerio de Salud Pública, como la Dirección de Medicina Na- tural y Tradicional y el Grupo Ope- rativo de Salud Mental y Adicciones. EN LA NEUROCIENCIA Y EL ARTE El doctor en Ciencias Nibaldo Her- nández Mesa, presidente de la Sone- cub, ha explicado que lo ideal sería tener en equilibrio los dos hemisfe- rios del cerebro, algo posible a través de la meditación, los ejercicios físicos, la visualización y la estimulación. Esto conduce también a una auto- sugestión positiva y cuando uno piensa positivamente aumenta la actividad inmunológica. Por otra parte, el máster en Ciencias Osvaldo León Bravo, presidente del capítulo de Neu- rodeporte de la propia sociedad, hace alusión a que nuestro cere- bro emite constantemente fre- cuencias según nuestro estado de conciencia; los meditadores tienen un amplio dominio de la onda Alfa, perfecta para relajarse y desarrollar la creatividad, la me- moria y la intuición. Según los especialistas, varios estudios registran cambios en la materia gris cerebral de personas sometidas a experimentos relacio- nados a esta práctica. Se demostró un aumento de la población neu- ronal con respecto al control de las emociones y el aprendizaje. En el deporte, académicos cuba- nos insisten en que la meditación ayuda a mejorar/controlar los es- tados sicológicos, a partir de la vi- sualización mental de ejercicios y competencias. En el campo artís- tico, OM Meditación cuenta con una cátedra en el ISA e imparte un curso desde 2011 en el Instituto Su- perior de Diseño, el cual ha propicia- do óptimos resultados en los procesos creativos de los estudiantes. La organización ha realizado con- ferencias y charlas en el Instituto In- ternacional de Periodismo José Mar- tí y planea participar con diferentes propuestas en la Semana Mundial del Cerebro, evento internacional al que Cuba se suma por segunda vez, del 16 al 22 de marzo. La fecha será aprove- chada por OM para celebrar también el World Happiness Fest (Festival de la Felicidad) en tierra nacional, donde la felicidad es observada como nuevo paradigma de desarrollo humano. Juan Dávila Sánchez, presidente de la organización OM Meditación y de la cátedra OM Meditación Confluencia de Saberes del Instituto Superior de Arte.

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8 DE MARZO DE 20204 CAPITALINAS

Máquinas en el tiempo

Beneficios de la meditaciónPOR: NAYAREN RODRÍGUEZ SOCARRÁS

FOTOS: CORTESÍA DE OM MEDITACIÓN

Originaria del oriente del mun-do, la meditación es una prác-tica que ha ganado muchos

seguidores en Cuba, especialmente dentro de La Habana, a lo largo de los últimos 20 años. “En ello ha in-fluido el accionar de OM Meditación, a partir de sus esfuerzos por que se conozcan sus beneficios en cualquie-ra de sus vertientes o manifestacio-nes”, destacó en entrevista exclusiva a este semanario, Juan Dávila Sánchez, presidente de esa organización y de la cátedra OM Meditación Confluencia

de Saberes de la Universidad de las Artes, ISA.

Los conceptos de esta actividad milenaria varían en dependencia de las apropiaciones de cada sujeto. Para Dávila la meditación es la capacidad que poseemos de expandir la percep-ción limitada de los sentidos y lle-gar a otra dimensión o nivel de co-nocimientos. “Meditar es observar la mente y, en esa actitud de paz in-terior, poder trascenderla”, señaló. Con este objetivo, se creó OM Medi-tación en 2009, vinculado a la Ofici-na del Historiador de la Ciudad, del cual nació el Encuentro de Medita-ción de La Habana. En 2013 ya existía

En un restaurante, una familia espera por el pedido, no median palabras entre ellos, cada quien absorto en el di-choso móvil. Ya no hay sobremesa placentera, cada uno es absorbido por lo que ve en ese pequeño teléfono, comen, pagan la cuenta y continúan por la calle absortos, siempre en ese mundo virtual.

En un parque está sentada una pareja, quizás un matri-monio o sencillamente novios; no se miran, no se acari-cian, no se dicen palabras de amor al oído, solo observan sus respectivos móviles.

Una madre trata de entablar una conversación con su hijo –difícil tema–, está jugando en la computadora por-tátil (laptop) con audífonos puestos: no la escucha, no la atiende ni la entiende…, cuando al fin logra llamar su atención, él solo responde: “No puedo parar el juego ahora”. Y continúa. Con gran decepción y mayor soledad, ella se retira.

Dos amigas hablan en el chat, pero la conversación es complicada, y una prefiere llamar por teléfono a la otra: “¡No, por favor!, continúa en chat que estoy haciendo va-rias cosas a la vez y es complicado coger la llamada”.

POR: CLARA LUZ DOMÍNGUEZ AMORÍN

Hace unos cuantos años era impensable que la ciencia ficción llegara a formar parte de la cotidianidad. A pe-sar de ya haberse probado que las creaciones de Julio

Verne (un maestro del género), son en la actualidad cosas normales y corrientes, existe un espacio de la espiritualidad de cada ser humano, que pertenece a la empatía, la sociali-zación, el compartir, vivir una vida real, relacionarse de ma-nera sencilla como lo hacíamos en otros tiempos, que se va perdiendo de forma indetenible, día a día.

Los que vimos la película Her, conocimos de esta histo-ria en la que un hombre con una soledad devastadora se enamora de la inteligencia artificial en su teléfono celular, –la cual posee como don una bella y dulce voz–, hasta el punto de convivir y serle suficiente compañía. Le llenaba la existencia de satisfacción, aunque su final fue de decep-ción; y, aunque no hemos llegado a ese extremo aún, cada vez más, se alargan los intercambios con las máquinas, entiéndase computadoras, celulares, y se acortan los cer-canos y personales.

No hay duda alguna de que la tecnología es necesaria, ha resuelto grandes problemas en todos los sentidos, nos ha facilitado el trabajo y la comunicación, pero también se torna peligrosa, cuando se vuelve excesiva y llega a convertirse en un vicio, algo así como una droga, con sus correspondientes efectos.

Observen atentamente su entorno. Muchos, cada vez con mayor ahínco, dedican más horas a estar sentados delante de la PC o mirando el celular que a sus parejas, amistades o colegas.

En una misma oficina he presenciado conversaciones de tres trabajadores, mediante el chat, cuando podían ha-ber intercambiado ahí mismo cara a cara.

Los ejemplos serían interminables y esto es tan solo un comentario que pretende llamar la atención, sobre la “so-ledad tan concurrida”, sí, como el poema de Benedetti, a la cual nos dirigimos sin frenos.

Repito, la tecnología es buena, nos beneficia en múlti-ples aspectos; pero, la comunicación, la palabra directa, un buen intercambio real y no virtual es algo intrínseco al ser humano. No nos convirtamos en máquinas, porque el tiempo se nos escapa con velocidad y lo que dejamos de vivir no regresa; la sonrisa, las frases de cariño o amor, los susurros de la complicidad, es imposible expresarlos con stickers o emoticones.

No voy a hablar ahora de los padecimientos surgidos debido a ese frenesí tecnológico actual, eso lo dejo para un próximo comentario, solo piensen que, cuando sea-mos conscientes, nos embargará el más yermo desam-paro, pero ya será tarde para reconquistar los momen-tos perdidos.

A veces, se pierde incluso el contacto directo con nuestros seres queridos. FOTO: JOYME CUAN

Muchos jóvenes hacen de las tecnologías el centro de sus vidas. FOTO: OILDA MON

en cada municipio capitalino un gru-po de meditación y al año siguiente la experiencia comenzó a expandirse al resto de Cuba.

Los más de 60 encuentros cele-brados hasta el momento en nuestra urbe ofrecen un espacio para el logro de la paz interna, “que nos lleva a la paz social, la autorrealización, la es-piritualidad y la convivencia armóni-ca con el entorno y los ecosistemas”.

Por otra parte, mientras se incor-poran practicantes, aumentan los es-fuerzos por validar científicamen-te la meditación en nuestra nación. “En Cuba, las primeras acciones en ese sentido ya están dando resulta-dos”, aseguró Dávila. Desde 2015, comenzaron los diálogos con la So-ciedad de Neurociencia de Cuba (So-necub) y hoy OM Meditación sostiene excelentes relaciones con institucio-nes del Ministerio de Salud Pública, como la Dirección de Medicina Na-tural y Tradicional y el Grupo Ope-rativo de Salud Mental y Adicciones.

EN LA NEUROCIENCIA Y EL ARTEEl doctor en Ciencias Nibaldo Her-

nández Mesa, presidente de la Sone-cub, ha explicado que lo ideal sería tener en equilibrio los dos hemisfe-rios del cerebro, algo posible a través de la meditación, los ejercicios físicos,

la visualización y la estimulación. Esto conduce también a una auto-sugestión positiva y cuando uno piensa positivamente aumenta la actividad inmunológica.

Por otra parte, el máster en Ciencias Osvaldo León Bravo, presidente del capítulo de Neu-rodeporte de la propia sociedad, hace alusión a que nuestro cere-bro emite constantemente fre-cuencias según nuestro estado de conciencia; los meditadores tienen un amplio dominio de la onda Alfa, perfecta para relajarse y desarrollar la creatividad, la me-moria y la intuición.

Según los especialistas, varios estudios registran cambios en la materia gris cerebral de personas sometidas a experimentos relacio-nados a esta práctica. Se demostró un aumento de la población neu-ronal con respecto al control de las emociones y el aprendizaje.

En el deporte, académicos cuba-nos insisten en que la meditación ayuda a mejorar/controlar los es-tados sicológicos, a partir de la vi-sualización mental de ejercicios y competencias. En el campo artís-tico, OM Meditación cuenta con una cátedra en el ISA e imparte un curso desde 2011 en el Instituto Su-

perior de Diseño, el cual ha propicia-do óptimos resultados en los procesos creativos de los estudiantes.

La organización ha realizado con-ferencias y charlas en el Instituto In-ternacional de Periodismo José Mar-tí y planea participar con diferentes propuestas en la Semana Mundial del Cerebro, evento internacional al que Cuba se suma por segunda vez, del 16 al 22 de marzo. La fecha será aprove-chada por OM para celebrar también el World Happiness Fest (Festival de la Felicidad) en tierra nacional, donde la felicidad es observada como nuevo paradigma de desarrollo humano.

Juan Dávila Sánchez, presidente de la organización OM Meditación y de la cátedra OM Meditación Confluencia de Saberes del Instituto Superior de Arte.