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n MAR DEL PLATA n DOMINGO 5 DE SETIEMBRE DE 2010 1 ¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario y cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer? -No sé si los llamaría “errores”, pero me molestan las historias mal contadas y más aún si encima son pretenciosas; me irrita la poesía sin talento; me aburren las novelas aburridas. Y desdichadamente hay demasiado de todo esto. Mempo Giardinelli nació en Resistencia, Chaco, en 1947. Es dueño de una obra abundante, con varias novelas, entre las que se destacan La revolución en bicicleta (1980), Qué solos se quedan los muertos (1985), Santo Oficio de la Memoria (1991), Imposible equilibrio (1995), El cielo con las manos (1981 y reeditada recientemente), entre otras. Algunos de sus libros de cuentos son Vidas ejemplares (1982), Cuentos-Antología Personal (1987). También escribió ensayos, cuentos infantiles y numerosas antologías. Su obra ha sido traducida a veinte idiomas y ha recibido numerosos galardones literarios en todo el mundo, entre ellos el Premio Rómulo Gallegos 1993. En 1996 creó su fundación para el desarrollo de la lectura y el libro (www.fundamgiardinelli.org.ar) Las 8 preguntas para Mempo Giardinelli ( * ) MIGUEL REPISO (REP) “Tengo simpatía por el demonio pero no soy peronista, soy dibujante” POR NATALIA PRIETO [email protected] El creativo dibujante presentó su nuevo libro en la ciudad, a la que viene con frecuencia debido a que se siente cómodo, “como un vecino más”, y donde tiene amigos. Además, en una plazoleta del centro local está uno de sus murales. Dibujo, tecnología, amigos e historietas, en un diálogo con LA CAPITAL. -La tapa de “200 años de peronis- mo” hace pensar en Mar del Plata. -Remite a Mar del Plata (piensa). Y sí, debe ser eso, porque aparte un lu- gar paradigmático del peronismo es Mar del Plata. Cambió la ciudad, se volvió una cosa popular y que los gorilas huyeron. Dejaron sus vesti- gios pero pasó a ser la ciudad “Mar del Grasa” en ese sentido, por culpa del peronismo. Eso se ve mucho en los dibujos que se hicieron en esa época, por ejemplo José Luis Medrano, que hace muchos dibujos sobre el aluvión zoológico que vie- ne acá, gracias a los sindicatos y todo eso. Definitivamente es Mar del Plata, el Perón de la tapa, que está haciendo una casita rosada de are- na, ese Perón niño es un Perón que está en una playa que no está abarro- tada de gente y en esa época no esta- ba abarrotada de gente. Ahora que lo pienso, quizás sea Perón del ‘44, soñando con la Casa Rosada. -¿Argentina es peronista? -Es un país peronista y antipero- nista. Luego siempre peronista, es como los que somos ateos, agnósti- cos o los católicos: existe a qué adhe- rir o contra qué pelear. Es importan- te siempre la base esa, no es que esta- mos en la nada. Hay algo y alguien toma decisión, definitivamente, es- te es un país peronista. En 1810 ya era peronista. Lo que pasa es que en 1810 estaban Moreno, Castelli y Belgrano y el antiperonismo era Saavedra y toda su gente que fue la que ganó. Siempre termina ganado el partido del ajuste acá. Esperemos que se revierta eso, pero la verdad que en el sentido peronista del te- ma, vendría a ser el partido de la in- clusión y el reparto, brutalmente di- cho. No soy maniqueo, pero básica- mente la propuesta es esa. El otro partido es conservador, que quiere un país que sea de Europa. El otro es uno que se va a ir haciendo, indus- trialista, y el otro es agroexportador. -¿Vos te considerás peronista? -Tengo simpatía por el demonio pero no soy peronista. Soy dibu- jante, necesito libertad, no puedo estar en un club catalogado, sobre todo porque no creo que haya pe- ronistas. Perón, para mí, se llevó el peronismo ni bien muere. Esa es la teoría de mi libro. Cuando hablo en mi libro de los 200 años de pero- nismo me refiero de 1945 a 1974, no hablo del después. -¿O sea que hubo solo peronis- mo con el lider vivo? -Luego hay posperonismo y puede haber neoperonismo, se po- dría decir que los viejos militantes pueden ser peronistas porque han vivido ese peronismo y han tenido ese sueño. Los que vinieron des- pués son post o neoperonistas, al- A pesar de sus trabajos en TV y radio, lo que más disfruta es hacer libros y murales. Continúa en página 4

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en mi libro de los 200 años de pero- nismo me refiero de 1945 a 1974, no hablo del después. -¿O sea que hubo solo peronis- mo con el lider vivo? -Luego hay posperonismo y puede haber neoperonismo, se po- pero no soy peronista. Soy dibu- jante, necesito libertad, no puedo estar en un club catalogado, sobre todo porque no creo que haya pe- ronistas. Perón, para mí, se llevó el peronismo ni bien muere. Esa es la teoría de mi libro. Cuando hablo Continúa en página 4

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n MAR DEL PLATA n DOMINGO 5 DE SETIEMBRE DE 2010

1¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario

y cuál es el último que halló en el libro que está leyendoo que acaba de leer?

-No sé si los llamaría “errores”,pero me molestan las historias malcontadas y más aún si encima sonpretenciosas; me irrita la poesía sintalento; me aburren las novelasaburridas. Y desdichadamente haydemasiado de todo esto.

Mempo Giardinelli nació en Resistencia, Chaco, en 1947. Es dueño de una obra abundante,con varias novelas, entre las que se destacan La revolución en bicicleta (1980), Qué solos sequedan los muertos (1985), Santo Oficio de la Memoria (1991), Imposible equilibrio (1995), El cielocon las manos (1981 y reeditada recientemente), entre otras. Algunos de sus libros de cuentos sonVidas ejemplares (1982), Cuentos-Antología Personal (1987). También escribió ensayos, cuentosinfantiles y numerosas antologías. Su obra ha sido traducida a veinte idiomas y ha recibidonumerosos galardones literarios en todo el mundo, entre ellos el Premio Rómulo Gallegos 1993.En 1996 creó su fundación para el desarrollo de la lectura y el libro (www.fundamgiardinelli.org.ar)

Las 8 preguntas para Mempo Giardinelli (*)

MIGUEL REPISO (REP)

“Tengo simpatía por el demonio perono soy peronista, soy dibujante”

POR NATALIA [email protected]

El creativo dibujante presentó su nuevo libro en la ciudad, a la que viene con frecuencia debido a que se siente cómodo, “como un vecino más”, y donde tiene amigos. Además, en una plazoleta del centro local está uno

de sus murales. Dibujo, tecnología, amigos e historietas, en un diálogo con LA CAPITAL.

-La tapa de “200 años de peronis-mo” hace pensar en Mar del Plata.

-Remite a Mar del Plata (piensa). Ysí, debe ser eso, porque aparte un lu-gar paradigmático del peronismo esMar del Plata. Cambió la ciudad, sevolvió una cosa popular y que losgorilas huyeron. Dejaron sus vesti-gios pero pasó a ser la ciudad “Mardel Grasa” en ese sentido, por culpadel peronismo. Eso se ve mucho enlos dibujos que se hicieron en esaépoca, por ejemplo José LuisMedrano, que hace muchos dibujossobre el aluvión zoológico que vie-ne acá, gracias a los sindicatos y todoeso. Definitivamente es Mar delPlata, el Perón de la tapa, que estáhaciendo una casita rosada de are-na, ese Perón niño es un Perón queestá en una playa que no está abarro-tada de gente y en esa época no esta-ba abarrotada de gente. Ahora quelo pienso, quizás sea Perón del ‘44,soñando con la Casa Rosada.

-¿Argentina es peronista?-Es un país peronista y antipero-

nista. Luego siempre peronista, escomo los que somos ateos, agnósti-cos o los católicos: existe a qué adhe-rir o contra qué pelear. Es importan-te siempre la base esa, no es que esta-mos en la nada. Hay algo y alguientoma decisión, definitivamente, es-te es un país peronista. En 1810 yaera peronista. Lo que pasa es que en1810 estaban Moreno, Castelli yBelgrano y el antiperonismo eraSaavedra y toda su gente que fue laque ganó. Siempre termina ganadoel partido del ajuste acá. Esperemosque se revierta eso, pero la verdadque en el sentido peronista del te-ma, vendría a ser el partido de la in-clusión y el reparto, brutalmente di-cho. No soy maniqueo, pero básica-

mente la propuesta es esa. El otropartido es conservador, que quiereun país que sea de Europa. El otro esuno que se va a ir haciendo, indus-trialista, y el otro es agroexportador.

-¿Vos te considerás peronista?-Tengo simpatía por el demonio

pero no soy peronista. Soy dibu-jante, necesito libertad, no puedoestar en un club catalogado, sobretodo porque no creo que haya pe-ronistas. Perón, para mí, se llevó elperonismo ni bien muere. Esa es lateoría de mi libro. Cuando hablo

en mi libro de los 200 años de pero-nismo me refiero de 1945 a 1974,no hablo del después.

-¿O sea que hubo solo peronis-mo con el lider vivo?

-Luego hay posperonismo ypuede haber neoperonismo, se po-

dría decir que los viejos militantespueden ser peronistas porque hanvivido ese peronismo y han tenidoese sueño. Los que vinieron des-pués son post o neoperonistas, al-

A pesar de sus trabajos en TV y radio, lo que más disfruta es hacer libros y murales.

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EN EL RINCÓN

2 C U L T U R A Domingo 5•09•2010

El taxistaPOR SEBASTIÁN CHILANO

Cuando lo vi venir, no lo pude creer. Llamé aCelso, que estaba dormido con la cabeza apoya-da sobre el mostrador del bar, y lo hice salir a lacalle.

–No lo puedo creer –me dijo.Así confirmé que era él. Venía caminando por

la mitad de la calle, a las tres y media de la madru-gada, sin zapatos y agarrándose la cabeza.Cuando notó que lo mirábamos se acercó hacianosotros.

–Señor ministro… –empezó a decir Celso, pe-ro se interrumpió a mitad de frase.

–¿Qué le pasó? –pregunté.–Me robaron –dijo mirando el pañuelo de seda

que apretaba contra la frente–. Me robaron dosveces: en el Casino y en la calle.

–Entre, entre, por favor, entre –pidió Celso.Nos hicimos a un lado y el Diablo pasó al inte-

rior del bar. Se sentó en una de las banquetas dela barra.

–¿Le preparo un café con leche? –ofrecióCelso.

–No tengo plata para…–Invita la casa, señor ministro –dijo Celso.–La próxima vez –dijo el Diablo.Me senté a su lado. Celso calentó la leche y la

sirvió junto con el café en una taza. Una sola tazapara el Diablo. Nada para Celso ni para mí.

–¿Y ustedes?Cuando el Diablo terminó de tomar su café

con leche estaba helado. Se pasó tanto tiempohablando que podría haber hecho un viaje hastaLos Acantilados y volver con tiempo para escu-char el final de la historia. Habló de los agentesde la SIDE, habló de todos los números y lasapuestas que había hecho, detallando las proba-bilidades de ganar en cada tiro, cuanto hubieseganado en el mejor de los casos y cuanto perdiócada vez que la suerte le fue esquiva. Cuando secansó de hablar, dijo que agradecía el café y queno se olvidaría del buen gesto.

–Pero ahora necesito ir al aeropuerto –agregó.Si me hubiese negado a llevarlo, Celso hubiese

comprado un auto con tal de complacerlo. Perono me negué. Lo llevé hasta el auto y lo hice sen-tar atrás. Donde van los pasajeros. Bajé la bande-ra cuando puse en marcha el auto y el tacómetroempezó a contar las fichas. El Diablo me mirópor el espejo, pero no dijo nada al respecto, sólome indicó la ruta.

–Vamos por Champagnat.Con lentitud fui conduciendo entre calles mu-

das y autos perdidos hasta llegar a la avenida.–Ahora más despacio –pidió el Diablo.Me hizo detener un par de veces, para conver-

sar con los travestis. Conversar amablemente.No pidió precios ni nada. Sólo les preguntaba co-mo iba el negocio, si tenían problemas con la po-licía y cosas así. Después me indicó seguir hastael aeropuerto.

–No tengo plata para pagarle el viaje –me dijocuando estacioné en el aeropuerto.

–No importa. Con que no se lleve mi alma essuficiente.

El Diablo me sonrió.–Veo que sos inteligente. Pero no te preocu-

pes. No pienso llevármela. Ni tampoco la de tuamigo Celso. No soy así. Esta noche me basta.Tengo dos almas de agentes de la SIDE, cuatro decrupiers, dos de ladrones y tres de travestis. Esmás que suficiente para una noche en Mar delPlata. Pero otro día no te descuides.

Se bajó del auto cerrando la puerta con suavidad,silbando una canción que me resultó conocida.

(Continúa la próxima semana)

Las 8 preguntas para Mempo Giardinelli

2¿Qué situación de su vida cotidiana encontró reflejada con sor-presiva exactitud en un libro, una película, una canción o cual-

quier otra obra de arte?

-En general no suelo identificarme con lo que se narra en los libros. Soyla clase de lector que no espera encontrar reflejos, identificaciones ni lec-ciones de vida en la literatura.

BIBLIOTECA MUNICIPAL DE ESCRITORES MARPLATENSES

La ficción local ya tiene su lugarFunciona en 9 de Julioentre Independencia y Salta. Contiene obras de teatro, poesía, novelas,libros de cuentos y tambiénrevistas literarias y ensayosque hayan sido gestadaspor autores locales. A quién se consideraescritor marplatense.

Concepto resistido, a veces soslaya-do, el del escritor marplatense sue-le despertar inmensos comenta-

rios entre quienes escriben y entre quie-nes son lectores. Connotaciones y polé-micas aparte, el gentilicio es útil para deli-mitar la enorme -y desconocida- produc-ción literaria de esta ciudad, aunque losautores no hayan nacido en estas costas.

Con más de un año de funcionamien-to, la Biblioteca Municipal de EscritoresMarplatenses agrupa libros de cuentos,poesías, novelas, obras de teatro, ensayosliterarios y revistas de literatura gestadaspor ciudadanos nativos que viven aquí, obien por vecinos que, a pesar de haber na-cido en otras latitudes, adoptaron a Mardel Plata como su hogar.

La clave para empezar a desentrañar es-to de “escritor marplatense” es el nivel deinvolucramiento del autor con su comu-nidad, indica la bibliotecaria MónicaRoca, encargada del espacio que se em-plaza en 9 de Julio 3276, en el interior delcentro cultural de Smata.

“Es problemático lo de escritor marpla-tense -arranca-. Sería más fácil si fuéramosguaraníes y viviéramos en Misiones.Considero que un autor marplatense es to-da aquella persona que interactúa con lacomunidad marplatense, no sólo al que esnativo. Hay casos de marplatenses que,aunque viven en otros lugares, siguenmandando material a esta ciudad, y haymarplatenses que nacieron acá pero hicie-ron toda su vida y su carrera en las letras enotra parte y su obra no es considerada co-mo marplatense. Y hay otros que vivenacá desde hace 10, 15 ó 20 años y que de in-mediato se integraron a la vida cultural lo-cal. A ése lo considero autor marplatense”.

Para ejemplo, alcanza con mencionarlos casos de Victoria Ocampo, AlfonsinaStorni o, más cerca en el tiempo, OsvaldoSoriano y Ricardo Pigl ia . AunqueOcampo tuvo su residencia de veraneoen el barrio Los Troncos y Storni se hayasuicidado en La Perla, ninguna de las dosmujeres puede considerarse como escri-tora marplatense, indica la bibliotecaria.Es que toda su obra pasó por alto el latirlocal. Y lo mismo ocurre con Soriano yPiglia, ambos nacidos en Mar del Plata.

Roca menciona una anécdota que pintala situación: “Trabajé ocho años en el

Bibliobús (colectivo con libros que visita-ba diversos barrios de la ciudad). Un añoque se hizo la Feria del Libro en BuenosAires tomamos todos los libros de Sorianoy se los llevamos para que los firmara.Hicimos la cola en la feria, cuando se ente-ró de que estábamos paralizó la cola, nosrecibió porque éramos marplatenses y nosconfesó que una vez se perdió en el centro,r e c o r d ó q u e e s t a b a p a r a d o e nIndependencia y Luro y que no sabía paradonde estaba el mar. Tuvo que preguntaren un quiosco. El había nacido en Mar delPlata, pero se había criado en La Pampa, niél mismo se consideraba un marplatense”.

“Para el imaginario colectivo -sigue-Soriano,Victoria Ocampo y AlfonsinaStorni son escritores marplatenses, de he-cho es el material de lectura que muchasveces vienen a pedir, pero yo les aclaro queson personas que sólo han tenido un vín-culo con la ciudad y que existe un mundo,una comunidad de escritores locales ya fa-llecidos, jóvenes, vigentes, que se acabande retirar o que están produciendo que nu-tren la cultura marplatense”.

Entre los autores cuyos libros llenan losestantes de esta biblioteca, se encuen-tran, entre otros, los de Enrique Borthiry,Manuel García Burgos (un escritor queprodujo su obra entre 1930 y 1940),Carlos y Oscar Balmaceda, Juan CarlosGarcía Reig, Leticia Pichot (en literaturainfantil), Graciela Ovejero, MartaCarlomagno, Raquel Guidi, Luis María

Sobrón, Aurora Olmedo, Cristina Galli ymuchísimos nombres más.

Lejos de ser un espacio muerto, la biblio-teca fue apropiada por muchos autores,quienes se reúnen para debatir, para leer aotros colegas o para interactuar con los lec-tores en ciclos que denominaron “tertu-lias literarias” y que suelen organizarse losdomingos. Y en septiembre (entre el 10 y el24), se organizará la Fiesta del LibroMarplatense con múltiples actividades.

Asimismo, la biblioteca desarrolla susclásicas funciones: recibe donaciones delibros y ofrece a los cientos de textos queposee en préstamos que se extienden du-rante quince días. Sólo hace faltar llevar elcarnet de socio de otra biblioteca munici-pal para que se realice el primer préstamo obien acercar el documento de identidad yuna foto carnet para empezar el trámite.

Todavía falta que los profesores de lite-ratura locales y los mismos alumnos co-nozcan los servicios de este lugar y losaprovechen. “El año pasado vinieronchicos de escuelas a armar una antologíade autores locales, algo muy interesan-te”, cuenta Roca y anuncia que tambiénse organizan visitas guiadas a institucio-nes educativas. (Sólo hay que concretar eldía al teléfono 495-7234 o al correo elec-trónico [email protected]).

Además de todas estas funciones, la bi-blioteca es también un ámbito para en-trar en contacto con una porción de la -discutida- identidad local.

Mucha poesíaLos libros de poesía constituyen el material más numeroso de esta biblioteca. “Es prácticamente lo que más se

publica y además se lee bastante, sobre todo entre los mismos poetas”, cuenta Roca, que entiende que esta abun-dancia de poetas obedece a que “Mar del Plata da a la persona espacios para conectarse con sus emociones”.

Mónica Roca, encargada de la Biblioteca de Escritores Marplatenses.

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Domingo 5•09•2010 C U L T U R A 3

Las 8 preguntas para Mempo Giardinelli

3¿De qué lugar, personaje común o circunstancia en general que ofrece Mar del Plata se apropiaría

para incorporarlo como pasaje central de alguna de sus obras?-Quizás de Osvaldo Soriano, ¿no? Pero no hay cuidado, no está en mis planes.

Editan las obras de Cooke,las polémicas de Jauretchey los cuentos de Allan PoeEdiciones Colihue acaba de lanzar al mercado

auspiciosos libros como las obras completas deJohn William Cooke, “Las polémicas” de ArturoJauretche y los cuentos completos de EdgardAllan Poe.

Artículos periodísticos, reportajes, cartas ydocumentos (1947-1959), tomo IV de lasObras Completas de John William Cooke, aca-ba de ser publicado por Colihue. Precedido deun análisis temprano del proyecto de gestiónperonista (año 47) se suceden artículos, entre-vistas, disertaciones, cartas y ensayos escritosen un tiempo particularmente aciago de unavida que, en general, no fue fácil ni tranquila.Se trata del período que va desde el ‘54 hasta el‘59, cuando el general Perón le encargó, luegodel bombardeo a Plaza de Mayo, la reorganiza-ción del Movimiento, donde primaba el espíri-tu de descorazonamiento y desbande, luegovienen los años donde la tarea encomendadaal más alto nivel fue la de la “resistencia pero-nista”, misiones todas asumidas con el costode la persecución, la cárcel y el destierro. Añosdonde ya no exponía sus ideas como brillantediputado, sino en reuniones clandestinas,mensajes cifrados, volantes mimeografiados ycitas fugaces.

Cooke fue abogado y profesor universita-rio. Con la llegada del peronismo al poder ycon tan sólo 25 años fue electo diputado na-cional en 1946. Su labor parlamentaria, sig-nada por una solidísima formación cultural ypor una mirada aguda de la realidad social ypolítica, dio cuenta de su postura anticapita-lista y antiimperialista.

En otro aspecto, en la colección “Las polémi-cas”, que consta de cuatro tomos en total se reú-nen algunos de los mejores escritos de ArturoJauretche, intelectual y político argentino insos-layable, integrante del grupo Forja y autor de “Elmedio pelo en la sociedad argentina” y “El ma-nual de zonceras argentinas” entre otros.Seleccionados, introducidos y comentados porNorberto Galasso, Jauretche aborda en ellos lostemas irresueltos de la revolución nacional, através del debate con algunas de las figuras reso-nantes de la historia política e intelectual argen-tina. Sus críticas, elaboradas con agudeza y gra-cia, con ese estilo típicamente “jauretcheano”,nos advierten sobre aquellos vestigios del pensa-miento colonial que impiden un mejor conoci-miento de nuestra realidad y un mayor creci-miento como país.

Por último, se encuentran en las librerías loscuentos completos de Edgar Allan Poe, con tra-ducción, introducción y notas de Rolando CostaPicazo.

Edgar Allan Poe es un escritor clave del sigloXIX, tanto por sus temas como por su estilo, elautor de textos como “La caída de la casaUsher”, “Ligeia”, “El entierro prematuro” o “Elgato negro” (incluidos en esta edición) no so-lamente reformuló la poética del relato breve ysentó las bases del género policial y de cienciaficción, sino que también influenció a toda laliteratura moderna, especialmente el simbolis-mo francés y el esteticismo inglés. Su obra (queabarca registros que van desde el terror góticohasta la sátira literaria) es una rara mezcla deexaltación imaginativa y lógica estricta. Enella la descripción de estados mórbidos y per-sonajes perturbados y vengativos se combinancon tramas rigurosas, construidas según lospreceptos de una teoría que concibe el trabajoliterario como una lúcida actividad conscientey premeditada.

Los treinta años de “Flores robadasen los jardines de Quilmes”

El siguiente es un extractodel prólogo de la ediciónaniversario de editorialPlaneta, del libro “Floresrobadas de los jardines deQuilmes”, de Jorge Asís.

“En la frontera de los 30 años, me sentí -34años atrás- en condiciones de encarar unprecipitado balance generacional. Escribí

“Flores robadas en los jardines de Quilmes” en-tre noviembre de 1975, y octubre de 1978.Entre las virulencias del final de Isabel y la con-solidación del Proceso de Videla. La pasión porla cronología me induce a registrar que 1979 en-tero lo pasé entre rechazos honorables. Los que,simultáneamente, me fortalecían. Las editoria-les “no podían” publicarme las “Flores”. Debíaentenderlo. Sin embargo los rebotes elegantestrascendían. Y -reitero- me enaltecían. Evoco,incluso, alguna ironía de Carlos MarceloThiery, compañero en la redacción de Clarín(que inspirara un posterior libro fatídico):

“Asís se obstina en encerrarse a escribir librosque nadie nunca le va a editar”. Pero se creaba,paulatinamente, el marco propicio. La favora-ble expectativa. Mientras tanto, asomaba la le-vedad de una apertura respiratoria. Evoco aquelsarcasmo de un texto que felizmente nunca pu-bliqué: “¡Vendrá Viola y seremos felices!”.Cuesta aceptar, hoy, que el traspaso del generalVidela hacia el general Viola representaba, parala época, un avance. Como una rendija. Desdedonde se perfilaba la luz (pero no debo caer en latraición de exagerar. Nunca escribí con mayorlibertad interior. Sin urgencias. Tenía la certezade saber que nadie esperaba mis textos). Para latrágica frivolidad del momento histórico, entrelos escasos iniciados que habían tenido acceso alas “Flores”, la novela era calificada de “dura”.Imposible de ser editada. Thiery, en definitiva,tenía razón. Debo aceptar también que la victi-mización me resultaba gratificante. Sobre todopara aquellos que me creían víctima (en adelan-te traté de apartarme de todo aquello que pudie-

ra parecerse a la queja. Aquel que se queja, en laArgentina, pierde, en especial en materia deconsideración interior).

Pero por intermedio de Jorge Lafforgue, en fe-brero de 1980, el original -las dos carpetas de“Flores”- desembocó entre los mármoles de laEditorial Losada. Debo renovar, aquí, como siem-pre que tengo la oportunidad, el agradecimientohacia dos formidables escritores muertos.Pertenecían a ”la Casa”. A Losada. Suelo emocio-narme al evocar aquel apoyo de Beatriz Guido,narradora hoy menos frecuentada por la prover-bial estupidez de la vida literaria. Y de mi eternoamigo Elvio Romero, “el poeta de los inventos”.

La tirada iba a ser de recatados tres mil ejem-plares. Pero de pronto apareció Hugo Levin, dela Distribuidora Galerna (cuya editorial tam-bién la había explicablemente rechazado).Con su intuición comercial. Sorprendió Levincon la compra anticipada, antes que el libro sa-liera, y en firme, de mil ejemplares. EntoncesLosada, pese a la cintura de mármol, decidióhacer cinco mil.

En julio de 1980, después que me entrega-ran los primeros diez ejemplares, partí -envia-

do por el diario-, hacia Roma. Por mi cuenta, ycomo siempre que pude, pasé después a París.Conste que sin la hegemonía cultural del celu-lar, ni la dependencia comunicacional de lanotebook. Desde una cabina del BoulevardSaint Germain, a la que debía ponerle mone-das de cinco francos, me entero que “Flores”,en la Argentina, era best seller. Puedo mentir yafirmar que no podía creerlo. Pero estaba segu-ro que la iba a embocar.

Las ediciones, en adelante, se multiplicaban.De repente, era el protagonista infatuado del“fenómeno Asís”. Me enfrentaba a la imprevisi-bilidad del éxito que deseaba. Y que esperaba.Lo había construido con paciencia oriental. Eléxito finalmente iba a condicionar, a través desus derivaciones, mi literatura. O que sea dichosin el menor efectismo dramático. Tal como lohabía diseñado, iba a condicionar mi vida.

La respuesta, favorablemente masiva, de loslectores, contrastaba severamente con la ad-versidad, casi general, de las críticas. Las admi-raciones me capitalizaban. Pero crecía, con su-perior magnitud, la fervorosa denostación. Laconjunción interminable de impugnadores.Podía amontonarlos, desde mi provocativa al-tivez, en clasificaciones imaginarias. Si a los 30años me sentí en condiciones de encarar unbalance, anticipo que a los 64 años me sientopreparado para redactar mis memorias.

Son 45 años de literatura, periodismo y polí-tica.

Pasaron ediciones innumerables. Distintaseditoriales. Colecciones de bolsillo. Pero 30años después, “Flores” -independiente de mí-insiste. Merece, acaso, después de tanto tiem-po, que pueda ser leída como lo que es.Literatura. Narrativa. Ejercicio del lenguaje(”mi distrito es la palabra”). La novela que sig-na el precipitado balance generacional de laépoca que, aún, nos paraliza. Aparte de habercondicionado, para siempre, la existencia delpersonaje polémico que la escribió. Al que, suprestigio, paradójicamente suele jugarle encontra de su obra. Pero aquel autor, Jorge Asís,tanto en primera o en tercera persona, fue ra-cionalmente feliz al escribirla. Como lo es hoy,después de 30 años, al sentirla irreverente, di-vertida, desopilante, conmovedora. Viva”.

Enciclopedia de la comunicación científica y tecnológicaEncyclopedia of Scienceand Technology CommunicationSusanna Hornig Priest (Editora)SAGE Publications, Inc.1144 páginas, 1ª edición, 2010

La prestigiosa editorial SAGE Publica-tions de los Estados Unidos, lanzó enjulio una enciclopedia que aborda in-

finidad de temas vinculados a la comunica-ción de la ciencia y la tecnología. La colosalobra, dividida en dos tomos, trata práctica-mente todas las disciplinas científicas y tec-nológicas, pasando por biografías de desta-cadas figuras de la historia y la ciencia, cien-tíficos que se destacaron como divulgado-res, descubrimientos, organizaciones inter-nacionales y reconocidos referentes de la es-pecialidad. Apartados temáticos específicosque fueron asignados a más de un centenarde colaboradores y expertos provenientesde todas las latitudes del planeta.

La cuidadosa edición está a cargo deSusanna Hornig Priest, distinguida profesora

de periodismo y medios en la Universidad deNevada, con sede en Las Vegas, EstadosUnidos. Antropóloga, socióloga y doctora enciencias de la comunicación, Priest investigael rol de la ciencia en la cultura actual, su mani-festación en los medios masivos y el compro-miso público en las políticas científicas. Es au-tora de varios libros de periodismo e innume-rables artículos en revistas especializadas, ade-más de desempeñarse como consultora de or-ganizaciones y publicaciones académicas.

La propagación de la información científi-ca ahonda la brecha informativa entre el pú-blico que accede y aquéllos que no lo hacen.Las maravillas de la ciencia y la técnica, noexentas de potenciales amenazas y riesgospara la sociedad, llega de diversas formas auna audiencia diversificada y estratificada.Mientras los medios de prensa en el mundoexperimentan una reorganización económi-ca sujeta a los vaivenes de la economía inter-nacional y las modernas herramientas queimpone Internet, la sociedad tiene formas devida crecientemente dependientes de la

ciencia y la tecnología. Así, la comunicaciónde la ciencia se incrementará y representaráuna marcada actividad en la formación y elcompromiso del ciudadano. Como intro-ducción al tema para los estudiantes, para elacadémico o el profesional en la materia, estaconsumada enciclopedia aporta una impor-tantísima e imprescindible compilación demateriales ordenados temáticamente.

La obra presenta útiles estrategias y recursospara los comunicadores de la ciencia, entre lascuales se destacan controversias propias y teo-rías de especialistas en el campo filosófico y so-ciológico. La comunicación de la ciencia im-plica conocer disciplinas variadas que abarcanla historia y el contexto político, elementos deepistemología, filosofía y sociología de la cien-cia; por supuesto sin dejar de lado las técnicaspropias de la comunicación y el periodismo. Yhe aquí el desafío que la publicación se propo-ne enfrentar: amalgamar los temas básicos deciencia con aquellos concernientes a estudiosde la comunicación pública de la ciencia.

Alejandro Manrique

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4 C U L T U R A Domingo 5•09•2010 C U L T U R A 5

Las 8 preguntas para Mempo Giardinelli

Con Luz PropiaCon Luz Propia

Belleza POR DIEGO IZQUIERDO

diegoizquierdoblogspot.com

(Fotografía de autor)

4¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dos personajes de ficción?

-Son varios. Los de Ernest Hemingway, Daniell Hammett y RaymondChandler en general; los del Viejo Jeeter en “El camino del tabaco”, deErskine Caldwell; y los de Soriano en prácticamente todas sus novelas.

5Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar a un personaje,¿cuál sería y qué haría?

-Me encantaría ayudar a Eva, inolvidable personaje de la novela de Ja-

mes Hadley Chase del mismo nombre, que es tan fría y calculadora comobella y atractiva. Escrita en 1945 en Inglaterra, es una de las mejores obrasde Chase.

go que utiliza las banderas del peronis-mo clásico pero que las tiene que aggior-nar. Yo soy, en ese sentido, me siento unlibre pensador, con algunas adhesionesy muchas contras. ¿Cómo puedo estaradherido a un movimiento donde estáaplicada también la derecha?

-El movimiento contempló co-rrientes como el menemismo, elduhaldismo, ¿ahora el kirchnerismo.

-Metés a todos en la misma bolsa, amí me pasa eso. Me pasa lo mismo concantar el Himno Nacional en un esta-dio. ¿Cómo puedo cantar el Himnodónde capaz mi enemigo está cantan-do? Yo necesito decidir con quién es-toy cantando el Himno. Es como ir aBariloche y cantar una que sepamostodos con unos fachos. Esas generali-dades a mí me sacan de quicio. No pue-do creer esas cosas pero en este país seutilizan y si no cantás terminas siendoun amargo o subversivito.

RUTINA CREATIVA-¿Qué te inspira a la hora de di-

bujar?-Tengo que pensar en tal día. Para ve-

nir a Mar del Plata adelanté hasta la tiradel lunes. El lunes cuando llegue al estu-dio pensaré la tira del martes. ¿Qué meinspira? Es muy variado porque, porejemplo, voy en un colectivo y escuchoalgo y eso me dispara una idea. Al no se-guir personajes no tengo un compro-miso con mi personaje que tengo que si-tuarlos siempre. Si tengo una idea parapersonaje, hago uno de los personajes.Ahora, si veo una situación, como lo delos 33 mineros, los dibujo. Es tan rico elmundo en cuanto a temas, que a vecesse extraen de la realidad cotidiana o dealguna noticia o de mis estados de áni-mo e introspección, algo que descubrícon “El Culpo”. Ese personaje ya va so-lo, pero para ir a el debo hacer profundaintrospección. Al principio no era pro-funda, porque era lo más básico, pero siquiero renovar el tema de la culpa tengoque meterme cada vez más, sino hagosiempre el mismo chiste.

-¿Y qué es la culpa para vos?-La culpa tiene muchas situaciones

negativas pero también es necesariapara seguir socializando, porque si noserias un psicópata. Entonces tengoque jugar con esa dicotomía, en la cualel personaje parece nefasto pero tam-bién necesario y tierno. No es unmonstruo total, es necesario, sin culpanos estaríamos despedazando. A laculpa la exacerba el catolicismo, las re-ligiones, pero en dosis necesaria es laresponsabilidad. Lo que pasa es que lassituaciones son tan complicadas, lasrelaciones se complican con la culpa ylo que hay que percibir es qué te sirvede ese sentimiento. Es un personaje ca-tártico, que me sirve a mi y a otros.

-¿Te identificás con los personajes?-Va pasando el tiempo, tengo pe-

dacitos de Gaspar, Luckas, los bebés,ninguno es mi totalidad. El que másme simpatiza, el más libre, es el niñoazul. Es el nonato, aquel que no na-ció todavía, y lo está descubriendotodo. Siempre me sorprende.

VARIEDADES-¿Cómo es tu rutina laboral?

¿Cómo te llevás con la tecnología?

-Llego tipo 11 al estudio, prendo laradio, preparo mate, prendo la compu-tadora para mails, utilizo muchos losmails, me simplifican la vida y la com-plican también. Ahora hacés muchosmás dibujos por la comodidad de tras-lado. A la tecnología la uso para scan-near y para pintar a veces. Pero no louso como tableta, dibujo con plumínsobre papel. A veces, según el dibujo, lopinto con la máquina. Si necesito colo-res brillantes los obtengo con la com-putadora, no me entrego a ella sino quela utilizo como una herramienta más.

- Te n é s u n a t i r a d i a r i a e nPágina/12, dibujás para el progra-ma de TV de Pablo Feimann, hacesradio, libros y murales, ¿cuál es elmedio que preferís?

-Las dos cosas que más me gustanson hacer libros, me da mucho placer,me gusta ir y defenderlo después, y losmurales. Eso me ha cambiado la vida.Puedo pasar lo de la TV, tienen que verotras personas en el medio, pero en elmural y en los libros no hay camelo.

-¿Cómo definís al nuevo libro“200 años de Peronismo”?

-Es un libro de revisionismo gráfico.Hay libros de revisionismo histórico,éste es gráfico. La historia argentina es-tá llena de imágenes que hizo el vence-dor, hicieron blancos a los morochos,eliminaron al negro, situaron en unpaisaje inexistente tal batalla, los pró-ceres están pulcros hasta el final, y hay

grandes zonas de ausencias gráficas.Me meto en esos lugares que necesita-ron revisar. Perón y el peronismo es to-do en blanco y negro, increíble, le metícolor porque el peronismo es una situa-ción vital y mortal también.

-¿Cómo ves a la historieta argentina?-La historieta es mi potrero, es como

la madre que me parió aunque el tiem-po me fue llevando a otros lugares.Asimismo, siempre voy a volver, es unmundo que me abriga, que domino,que me sale fácilmente, y por eso meescapo. Hoy soñé con historietas. Es elmundo de la infancia y juvenil, perono mío, sino que vas a las inauguracio-nes y ves muchos chicos y jóvenes. Escomo el rock, algunos sobreviven.

-¿Sos autodidacta?-No me defino, esa palabra la utili-

zan los demás. No estudié con un pro-fesor particular, soy un eslabón más deuna larga cadena de aprendizaje. Noexistiría sin Quino, sin Caloi, sin Oski.No hay que confundir autodidactacon “autistadidacta”, el marciano queaparece y genera su propia escuela. Yoelegí mis propios maestros y maestras.Tenés que elegir, hacerte pelota, sufrirmucho para aprender.

QUERER HACER-¿El dibujo es tu vocación? -Y sí, voy a terminar mi vida dibujan-

do por más que haga infidelidades, tipola radio, la tele, alguna vez cine o algo

que se parezca a la literatura. Dibujar eslo más puro mío. Me puedo quedar mu-do, puedo prescindir de la palabra, perono puedo dejar de dibujar. Es como unoes también, podés ir a los mejores hote-les, comer los mejores comidas, peroterminas en tu barrio comiendo chu-rrasco. La cultura careta trata de meterteen la alforja cosas que no sos vos. Vos sosdos o tres cositas, nada más, después an-dás histeriqueando por ahí.

-¿Cuál es tu relación la ciudad? Acátenés uno de tus murales (NR: En laplazoleta de La Rioja y San Martín).

-Quizás es el mural más importante.Si bien el dibujo es mío, es de un colecti-vo de trabajo, sin la escuela de cerámicano hubiese hecho ese mural. Quizássea el único que perdure y perdure másallá de mi muerte. Los que hago en to-das partes son sobre maderas o pared osobre papel o ahora en Frankfurt sobretela, pero en exteriores no garantizoque vayan a durar. Este sí, está muybien pensando sino la sal ya se lo hubie-se morfado. A Mar del Plata vengo por-que tengo amigos y gente con la cualno me tengo que andar presentando,soy como un vecino más. Y empecé avenir más a partir de Franga (MarceloFranganillo). Hay dos o tres ciudadesen el país en las que me siento así:Mendoza, Rosario y Mar del Plata, co-mo en un barrio más de Buenos Aires.Con otras no me pasa, no encuentro lagente con la misma sensibilidad.

“Tengo simpatía por el demonio pero no soy ...”Continuación de página 1

Rep dice que puede dejar de hablar,pero no de dibujar. Uno de sus famososmurales está en la plazoleta de La Rioja y San Martín.

Historieta nacionalHasta fin de mes, se desarrollará en

la ciudad la 2ª Edición del Día de laHistorieta Nacional con muestras co-lectivas y distintas actividades que sedesarrollarán tanto en la Villa Victoria(Matheu 1851) como en el CentroCultural MDQ (San Luis 1752).

La muestra colectiva y permanen-te está compuesta por las exposicio-nes de Enrique Breccia, SalvadorSanz, Javier Rovella, Max Aguirre,Tute, Juan Sáenz Valiente, MiguelReo, Gustavo Sala, Ariel Olivetti,Lucas Nine, Quique Alcatena,Marce lo Bor s t e lman , D iegoAgrimbau, Pablo Lizalde, ValentínLerena, Pedro Sanna, Humberto

Miranda, Gabriel Luque, AndreaJen, Nicolás Colacitti, SantiagoMaisonnave, Iñaki Echeverría,Diego Garavano, el editor LautaroOrtiz y las publicaciones indepen-dientes “La baba”, “Abiertamenterock” y “Troche y moche”.

La misma está abierta a todo el pú-blico, con entrada libre y gratuita.

Además, debuta en la ciudad laexposición “Ida y vuelta”, una re-trospectiva de la Revista Fierro.

Asimismo, en Villa Victoria se desa-rrollarán las celebraciones del Día dela Historieta Infantil, oportunidad enla que se presentará “El FascinanteMundo de la Historieta”, una serie di-

dáctica ideada por el grupo organiza-dor de Banda Dibujada y la presenta-ción especial de Diego Garavano.

Asimismo, el 18 de septiembre alas 9 se llevará a cabo la jornada pa-ra docentes sobre historietas en elaula, trabajándose sobre el lengua-je propio de la historieta, a partir dedos modalidades:

- Seminario intensivo: “LaHistorieta: escritura dibujada y di-bujo escrito”.

- Taller de lectura: “De la palabraal cómic”.

Esta Jornada tendrá entrada gratui-ta, pero necesita previa inscripción [email protected]

Belleza, aquello que produce esasensación..., ese placer más alláde lo racional, de lo que puedo

comprender, pero ¿para qué enten-der algo bello?, aquello que me da esaemoción en mi cuerpo, busco esabelleza para mí.

Busco belleza en la simplezas; no, noes vanidad, no busco paganas sensa-ciones como las que da el viento del este.

Siento la belleza en el tiempo, en lanostalgia de lo acontecido, en las mar-cas impresas en la piel, en el brillo de

los ojos, en los pies pisando la arena,en el roce del cuerpo con el mar, en lasformas de una fruta, en el sentir delviento en el rostro, en la pasión devivir, en el salto a lo que no se conoce,en una sonrisa, en una lágrima.

Belleza en las simplezas.¿Qué es más sublime o más banal

que esto?cosas tan cotidianas y tan comunesbelleza en cosas tan simples, sim-

ples, simplemente simplezas, simple-mente belleza.

NUEVA GENERACIÓN DE JÓVENES ARTISTAS EN EL AUDITORIUM

Marina Fages y su proyectomultidisciplinario de arte

“El Portal Bonaerense” es el nombre de la muestra con que Marina Fages, una joven artista queencarna un proyecto multidisciplinario de arte, desembarca en Mar del Plata como parte de

una novedosa y singular propuesta integral que contempla, diseño, imagen y música.

POR MARCELA LISTORTI

Habitualmente permeable a toda expresiónnovedosa del arte, el Foyer del TeatroAuditorium ofrece las obras que Marina

Fages expondrá hasta el 15 de septiembre y tuvie-ron su origen a partir de la producción creativa, laexhibición, el intercambio y la interacción.

Reconocida por su talento en el diseño y lamúsica a pesar de su juventud extrema, Fages noduda en definirse sencillamente como “dibu-jante”. Si bien reconoce que las artes visuales sonlo que más la atraen, el dibujo representa su sín-tesis, su oficio y su modo de vida.

“Fuera de mi trabajo cotidiano, la pintura es loque me gusta fundamentalmente y la música vie-ne después”, en referencia a su destacado rol den-tro de la banda El Tronador, donde compone, po-ne su voz a los temas y se acompaña con la guitarra.

Sus presentaciones son así de abarcativas. Unaartista integral con un mensaje único y diversasvertientes y modos de expresión. Según Fages“la mediatización y el internet tienen muchoque ver con esta nueva generación de artistasglobales, que transmiten su idea o discurso a tra-vés del dibujo, la pintura, el diseño y la música”.

“Creo que todo esto tiene que ver y respondebásicamente a la sobreestimulación a la que fuesometida nuestra generación joven desde muychicos”, explicó con naturalidad la artista queno obstante aclaró que en su caso particular “to-do surge primero por el diseño y recién después,en una etapa posterior, llega a la música”.

Con respecto al mensaje que en su caso pre-tende transmitir al público que se acerque a versu muestra o a escuchar su música, Fages consi-deró que “si bien creo no tener un mensaje únicoy claro, pretendo dar una visión optimista y po-sitiva de la vida y el universo, porque es lo queme hace sentir bien”.

En diálogo con LA CAPITAL, explicó que “la ex-perimentación y la improvisación” son el eje de es-ta movida cultural de la que ella se siente parte acti-va. Con una sólida formación musical desde muyniña y una posterior formación universitaria en di-seño e imagen, Fages forma actualmente parte de“Marder”, un colectivo artístico conformado porjóvenes creativos de Mar del Plata y Buenos Aires.

En Marder “conformamos un grupo de improvi-sación en el que se realizan actividades donde el ejefundamental es la experimentación”, dijo y agregó:“Lo mismo ocurre con la música donde trabajamossobre sets resultan ser obras únicas e irrepetibles”.

Ante una consulta sobre cuáles son sus influen-cias a la hora de desarrollar su arte, esta joven artis-ta porteña respondió que no suele mirar lo queocurre fuera de las fronteras del país. “Me influen-cio por amigos y otros artistas de Buenos Aires. Memovilizan motivos generacionales. Casi todos losque estamos en esta movida comenzamos dibu-jando animales y ahora nos vamos volcando ha-cia una temática más cósmica”.

Reveló que para un artista “es muy difícil serabsolutamente original. Actualmente todos es-

tamos influenciados por el universo y la temáti-ca espacial, mayoritariamente venimos del ani-mé. Creo que nos vamos contagiando, retroali-mentando y supongo que tiene que ver con laetapa de la historia que nos tocó vivir”.

L a m u e s t r a q u e e x p o n e e n e l Te a t r oAuditorium conformada por siete obras inéditasse llama “El portal bonaerense” porque “me gus-ta mucho la provincia de Buenos Aires. Me en-canta viajar hacia el interior y salir de la ciudad”.

Sobre sus obras pintadas en óleo sobre tela, relatóque comenzó pintando “animales muy realistas,pero luego fui incorporando elementos que provo-caron una mutación y el ingreso a otra dimensión.Creo que pude generar un estilo propio donde lamúsica complementa el dibujo”, consideró.

Explicó que sus trabajos “ahora tienen muchocolorido. En una etapa anterior trabajaba sobreuna paleta restringida, pero ahora estoy vincula-da a una visión calórica. Mis obras dejan de sernocturnas para transformarse en diurnas”.

Tras una etapa de adolescencia alejada del mun-do del arte Fages retomó hace un año con la activi-dad. “Tengo mi propio taller y galería que me vin-culó al circuito artístico y el contacto con pintoresfue una experiencia increíble que me atravesó e in-

sertó definitivamente en este ambiente”.En Mar del Plata, paralelamente a la presenta-

ción de la muestra grabó un nuevo trabajo musi-cal con El Tronador, durante un recital electroa-cústico que ofreció en el Café del TeatroAuditorium. “En la Argentina no es difícil ser ar-tista, lo difícil es vivir del arte”. Es complicadotrabajar y tener tiempo disponible para invertiren una actividad que a uno le guste”.

“El Tronador” se especializa en pop folk punkde montaña. Los responsables de esta particularmezcla artística son Chac de Lassaletta en con-trabajo, Marina Fages en voz y guitarra, LucyPatané en banjo y guitarra de 12 cuerdas, MeneSavasta Alsina en melódica y caja norteña ySantiago RS Martínez en sintetizador.

Simultáneamente Fages se desempeña ha-ciendo storyboards en publicidad donde dibujóde más de 80 comerciales, y también dirige vide-oclips para bandas nacionales.

En julio de 2009 expuso por primera vez su obraen Club Provincia, y luego en el Centro CulturalGeneral San Martín junto al artista marplatenseMaximiliano Aduki, en Cobra Libros y reciente-mente una muestra individual en el CentroCultural Recoleta, titulada “Brigada Trueno”.

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6 C U L T U R A Domingo 5•09•2010

Grandes libros, pequeños lectores

La Piedra Azul.Jimmy Liao (Texto e ilustraciones)México: Fondo de Cultura Económica. 2006

POR ELENA STAPICHIntegrante de la ONG Jitanjáfora

Pertenece a la colección Los espe-ciales de A la orilla del viento y po-dría considerarse un libro-álbum,

en la medida en que gran parte del rela-to está a cargo de las imágenes. Se cuen-ta una historia en la que, como en el an-tiguo mito, lo que es separado buscavolver a unirse, más allá del tiempo, delespacio y de las dificultades.

El relato es circular y termina comohabía empezado: “Pasaron diez mil años,mil años, cien años, diez años y un añomás…”. El lector no puede menos queidentificarse con la piedra (o con un frag-mento de ella), ya que, llevando al ex-tremo el animismo y la personificación,se nos cuenta que la piedra azul sentía“Un arranque de profunda nostalgia, ca-paz de partir el cielo y la tierra…”.

Relato no exento de cierto llamado a laconciencia ecológica, pero que, afortu-nadamente, no cae en el didactismo y,en cambio, roza lo poético: la piedra era“como una ballena que perdió suocéano”. El personaje sufre muchastransformaciones sin alterar su identi-dad, pero esa identidad está dividida.Impulsada por el deseo de volver, lapiedra corre una aventura que la lleva, através de episodios que se encadenan,de vuelta al añorado origen y a la unidadprimitiva.

PARA CONTAR EXPERIENCIAS

La ONG Jitanjáfora, Redes Socialespara la Promoción de la Lectura y laEscritura, convocó a participar de las XJornadas “La literatura y la escuela”,que se realizará los días 20 y 21 de agos-to de este año en Mar del Plata.

La convocatoria está abierta a do-centes, profesores y demás integrantesde la comunidad educativa para quepresenten ponencias que reflejen expe-riencias áulicas, con la idea de ser leídaso comentadas durante las jornadas.Para mayor información, los interesa-dos podrán consultar la página webwww.jitanjafora.org.ar o enviar uncorreo electrónico dirigido a [email protected]

6¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuál o cuáles?

-Los libros no deben robarse. Bajo ninguna circunstancia cabe aprobarla sustracción de nada ajeno, libros incluidos. Me molesta muchísimo elsupuesto “permiso” que tanta gente suele darse a este respecto.

Las 8 preguntas para Mempo Giardinelli

CodornicesPOR ALEJANDRO J. RAMÓN

La mujer se sentó en la sala de espera, era ellugar más fresco. En medio de la calma unrastro de humo melancólico se abría paso atientas por el cielo.

“Qué razón tan poderosa pudo haber, quéjustificativo, para que no nos hayamos vistopor tantos años. Ninguno, al fin y al cabo noestábamos tan lejos. A decir verdad nuncame lo propuse realmente. Siempre surgía al-go más importante. Excusas, sólo excusas.Mamá tiene el mismo olor a jabón amarillo,los mismos ojos, las mismas manos. Reciénen el cementerio me di cuenta de lo chiquiti-ta que está. Puede que la pena la haya reduci-do. Cuando la vi sentada junto al cajón, pen-sé que la vejez se había apoderado de ella deun golpe. No, ha sido de a poco, lo que ocu-rre es que no fui testigo. Cuando me abrazósentí que era a mí a la que se le habían venidolos años encima. Allí tomé conciencia de ha-ber salteado unos cuantos. Papá estaba tandistinto que me costó reconocerlo. Tantotiempo pasó que ni llorar pude, y me aver-güenzo. Pobre viejo, murió orgulloso de ha-bernos legado “su reputación”. De qué valesi no podremos usarla. Se fue y me lo perdí.Mis hijos también se lo perdieron, se queda-ron sin el único abuelo que podían disfrutar.Al otro los nietos le molestan. Tal vez, apro-vechen a la abuela, aunque lo dudo. Ya estángrandes para querer venir. Se aburren.Envejecí más que las otras chicas. La “pro-ducción” lo disimula. Todo influye. Pareceque no, pero el trabajo, siempre corriendo,la separación… Ellas llevan una vida máspausada. Hasta comen juntos todos los días.Al medio día y a la noche. Mis sobrinos casino se acercaron. No me conocen. Quizásdesconfíen de la tía “aporteñada”, de la ro-pa, del perfume, del maquillaje. No estánacostumbrados. Los demás, distantes. Meencuentran parecida pero no igual. Debendudar si soy o no soy. Quizás sientan algo deenvidia. Creerán que trabajar en el centro,andar siempre empilchada, hacer las com-pras en el shopping, ver vidrieras en Alvear,es lo máximo. Soy yo la que los envidia. Si es-te tren sigue retrasándose llegaremos paralas calendas griegas. Con las cosas que tengoque hacer...”.

Un joven se paseaba sudando bajo la reso-lana. La mujer y él eran los únicos que aguar-dan. Ellos y el empleado que atisba desde suescondite, tras la reja de la boletería.

“Y esta carrindanga que no acaba de llegar.Quisiera dormirme y despertar en casa.Quién sabe cuándo podré volver. Estaré lejospara viajar a cada rato. A don Aitor se le nublóla vista cuando le dije que me iría. La tristezase le notaba a la legua. Es lógico, después detrabajar tantos años con él. No tuve otra al-ternativa. Hebe dice que aquí siempre seré undependiente de tienda y que el que no tieneambiciones es como un muerto que camina.Lo ha repetido tantas veces que me ha hechosentir como un idiota. Tal vez lo sea por noquerer perderla. Las ciudades grandes, conmucha gente, me dan miedo. A decir verdadtoda esta aventura me da miedo. A veces creoque es por un capricho. Aunque pensándolobien, quizá no lo sea. Ella quiere que progre-se, que cambien las cosas. No llego a enten-der qué es el progreso ni por qué tienen quecambiar las cosas. Cómo haré para vivir sin elpueblo, la familia, los amigos. Podré hacernuevos, aunque no será lo mismo, los del co-legio son como los socios fundadores. Y elolor. Cada lugar tiene el suyo. He estado enotros y huelen distinto. Los ruidos también

son diferentes. Uno se acostumbra y cuandofaltan los extraña. No recuerdo cuál profeso-ra dijo que la patria no es el mapa, la banderao el himno, sino el sitio y los afectos de la in-fancia. Esto será como un exilio para mí.Primero iré a lo del tío para que me oriente”.

Repechando dolorosa la mancha oscurafue agrandándose desde el horizonte. Lamujer salió de la sala y caminó en silenciohasta la línea de sombra que proyectaba eltecho sobre el andén. El joven esperó cercadel cartel que, en letras blancas sobre fondonegro, decía: CODORNICES.

Descendió un pasajero que llevaba un pa-quete bajo el brazo y en la otra mano una tra-jinada maleta con etiquetas de lejanísimosaeropuertos, luchando contra el olvido.

La mujer subió al coche de primera claseque se detuvo frente a ella. El joven, con as-pecto atildado y expresión aburrida, huía ensegunda clase. La locomotora lanzó un es-pléndido resoplido, a continuación otrosmenores y el estertor de tres impulsos falli-dos. Tras el sacudón inicial, el monstruoechó a andar con desazonante parsimonia ydos horas de demora.

El auxiliar de estación le alcanzó algo almaquinista. Luego cerró la oficina y desapa-reció sin aspaviento montado en su bicicleta.

Se detuvo en la casa de Hortensia. Al aso-marse le anunció su llegada. Después volvióa pedalear apurado sobre la calle cubierta depolvo seco y grueso.

En un santiamén el pasajero se encontrósolo, en medio del andén, ante los dos ban-cos vacíos y la campana con la cuerda inmó-vil que colgaba del badajo. Nada más. Todaslas puertas cerradas.

Comenzó a caminar. Había escuchado

tantas cosas, tantas veces, que sería capaz deencontrar la casa sin ayuda, de recorrerla aciegas, de reconocer a amigos y parientes.Dónde estarán todos, se preguntó. Quizátras las paredes. Tras las ventanas. Viéndolopor las hendijas de los postigos entornados.Sólo un niño vio a lo lejos y a cuatro perroscruzando la plaza al trote. Y los pájaros.

Encontró la tienda de don Aitor y siguió.Cómo lo recibirían. Hubiese deseado sentar-se a descansar. Tenía la boca seca y la frentemojada. Era mejor llegar de una vez.

Y la puerta se abrió.Qué hacía él con su acento extraño, con el

paquete, frente a esa anciana enlutada y aus-tera. Su padre no le advirtió que se quedaríamirándolo de ese modo, con los ojos turbiosy apagados, perdidos en una maraña dearrugas. No supo qué decir. Lo tomó del bra-zo y entraron. Le acariciaba los cabellos sinhablar. Un par de lágrimas sufridas resbala-ron lentas hasta la tierra. Después apareció latía Hortensia que lo cubrió de besos.También lloraba. Tampoco habló.

––Bueno, ya está bien tía –dijo el hombre,pero ella no podía parar.

––Esperamos treinta años. –Ella hizo unapausa larga y cuando estuvo algo más com-puesta continuó diciendo. –Mañana lo ha-remos. Es domingo. Podrán venir todos.

––Él siempre quiso que fuera bajo el alga-rrobo del fondo.

––Sí, allí será, bajo el algarrobo.La mujer quitó el envoltorio del paquete y

dejó la urna con las cenizas de su hermanoesperando sobre el cristalero, en el comedor.

No pasará ningún tren hasta dentro dedos días. Hace mucho que en Codornices nopasa nada. Sólo arriban los que se fueron.

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La casa editora perteneciente alGrupo Z, Ediciones B, apuestaen setiembre a la diversidad en

sus novedades y por ello es que sedestacan libros de investigación pe-riodística, revisionismo histórico,asesoramiento espiritual y literatu-ra argentina de ficción.

El título más impactante del meses “Cristina - De Legisladora com-bativa a presidenta fashion”, deSylvina Walger.

Sylvina Walger, una de las intelec-tuales más rigurosas, contundentesy admiradas de la Argentina, analiza

en su nuevo libro los años políticosde esta abogada platense cuya figuraha ido mutando desde la combativay temperamental legis ladoraFernández a Cristina, la Presidenta,la mujer contenida e irritable –perofashion– que, según dicen, cumplelas órdenes de su marido. Y Walger ladescribe con la agudeza y la ironíacon que retrató los frívolos 90, losaños menemistas en los que campe-aban la ostentación y el desparpajode la “pizza con champán”.

Otro título es “XX/XX, Diario de

una lesbiana precoz”, de AyelénAngélico, que es la historia de unachica de pueblo, menudita, amable,simpática, linda y con rasgos de ne-na, que aprendió a ser mujer mien-tras transitaba la adolescencia, por-que fue allí donde conoció el secre-to de su felicidad, que era hallar lamanera de ser ella misma, con de-terminación y madurez.

De Gustavo Dalmazzo, “El primerdictador, Uriburu y su época” repasaaquel momento de la historia políti-ca argentina. El 6 de setiembre de

1930 el general Uriburu derrocó algobierno constitucional de HipólitoYrigoyen y se convirtió en el primerdictador del siglo XX argentino.Durante los diecisiete meses que du-ró su gobierno practicó la censura y lapersecución política de adversarios ytambién de antiguos amigos.

F inalmente , “Los Hi jos delDivorcio, Guía de tenencia comparti-da”, de Julio Trucco, puede significarde gran ayuda a muchas personasatravesadas por ese tipo de conflicto.¿Cuántos padres y madres actuales en

situación de divorcio destruyen sinquererlo el psiquismo de sus hijos alinculcarlos contra el otro progenitor?¿Al utilizarlos como armas para ven-garse, como rehenes de guerra, comojueces, como aliados o espías?

Todo divorcio implica una situa-ción traumática que es necesarioatravesar con el menor costo de do-lor posible. Por eso este libro se pro-pone como una guía para hallarnuevas soluciones al tema de la te-nencia. Aporta luz actualizada des-de la psicología y la jurisprudenciasobre el tema.

Domingo 5•09•2010 C U L T U R A 7

n Lecturas Fuente: Cámara de Libreros del Sudeste de la provincia de Buenos Aires

Libros más vendidos de la semanaFicción:

”Blanco nocturno” Ricardo Piglia Anagrama $59”La venganza de los patriotas” Miguel Bonasso Planeta $69”El rey blanco” Gyorgy Dragomán Del nuevo extremo $59

No ficción:

”Firmenich. La historia jamás contada del jefe montonero” Felipe Celesia y Pablo Waisberg Aguilar $69”Siete fuegos. Mi cocina argentina” Francis Mallmann Vergara y Riba $139”Sangre en el monte” Daniel Gutman Sudamericana $59

Recomendados:

”Monoambientes. Micro relatos del noroeste argentino” Ed Desde la gente $18”Contra el revés del cielo” Jimena Busefi Ediciones del Arbol $38“Malvinas” Mario Sampaolesi Ediciones del Dock $30

Fragmento de “Sangre en el monte”,de Daniel Gutman (Editorial Sudamericana)Algunos se inquietaron pero na-

die se sorprendió aquella noche enSanta Lucía, cuando se vio a cuaren-ta o cincuenta militares rondandolas calles de tierra del pueblo. Era el20 de septiembre de 1974 y, desdeque se sabía que los guerrillerosacampaban en las sierras delAconquija y solían bajar a las pobla-ciones de la zona, no era la primeravez que llegaba el Ejército.

Cincuenta kilómetros al sudo-este de San Miguel de Tucumán,en el comienzo de la ruta que subeserpenteando por los cerros hacialos Valles Calchaquíes, SantaLucía tenía en esa época menos de

setecientas casas. Por encima detodas ellas, en el centro mismo delpueblo, se erguía un colosal edifi-cio de ladrillos a la vista con los vi-drios de sus ventanas rotos y el te-cho de chapa oxidado: el ingenioazucarero, que desde 1882 les ha-bía dado trabajo a casi todos loshabitantes del pueblo, había sidocerrado en 1968.

Desde entonces, Santa Lucía pa-recía un pueblo abandonado por lamano de Dios. Las casas estabandespintadas y la basura se acumula-ba en las esquinas. Muchos de loshabitantes se habían ido corridospor el hambre y los que se quedaron

sobrevivían como peones rurales,como empleados públicos o comopodían. La desocupación, dicen laspublicaciones de la época, superabael cincuenta por ciento.

El único policía que estaba esanoche de guardia se llamabaHermenegildo Medina, aunque to-dos lo conocían como Polenta. Elfue el primero en el pueblo que su-po que los visitantes, aunque vestí-an uniformes verde oliva y llevabanarmas, no eran militares.

Apenas salió de la comisaría a verqué pasaba se encontró con un gru-po de hombres que lo apuntabancon fusiles FAL y metralletas.

Las novedades de Ediciones B

Las 8 preguntas para Mempo Giardinelli

7Un extraño hongo se esparce por su biblioteca y consume de ma-nera irrefrenable los libros. Solo dispone de unos segundos para

actuar y salvar a tres de ellos. Lo que usted hace para ganar tiempo esarrojar a la voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían lossacrificados y cuáles los salvados?

-Es fácil: salvaría segura y velozmente “Don Quijote de la Mancha” y“La Divina Comedia”. El tercero a salvar podría ser “La Ilíada”, “La Odi-sea”, “La Eneida” o “Gargantúa y Pantragruel”; el que esté más cerca. Yarrojaría cualquier best-seller o libro de autoayuda que se hubiera infil-trado en mi biblioteca, donde no suelen tener cabida.

Novela del escritory periodista localFernando del Rio

Un joven que busca el sentido desu existencia, ingresando en unahermandad. Un médico que expe-rimenta el tambaleo de su vida pro-fesional y matrimonial. Una enfer-mera que, presa del miedo y delprejuicio, sucumbe en la trama delchisme y de una religiosidad paca-ta. Estos son algunos de los perso-najes que construyen esta singularnovela, atravesada por “efectos depequeñas causas”.

Fernando del Rio nació en Mardel Plata en 1972 y desde su adoles-cencia trabaja en el diario LA CAPI-TAL, y en esta novela propone acuatro personajes en busca de nodejar de satisfacer a las fuerzas su-periores que rigen sus vidas.

“Como en el acto de ordenar unrompecabezas, el lector reubica lasacciones, los sentidos, los voca-blos, colocados ingeniosamentegracias a una escritura cuidadosa,arquitecta de los signos, que la lec-tura irá relevando como pistasorientadoras. Las microhistorias seenlazan e iluminan en un tejidocomplejo, y a la vez, armonioso”,reza la contratrapa del libro edita-do por Ediciones B y que componela colección “Clase B”.

Las voces de los personajes -que

identifican sus diversas concepcio-nes socioculturales-, así como la es-tructura en la que la novela las en-marca, arrojan al lector a un mun-do literario que ha sabido trazar lascorrespondencias entre el fondo yla forma.

Del Rio es autor del libro decuentos Botellones de Aire, pre-miado en 2008 en el ConcursoLiterario Osvaldo Soriano, y juntoa Sebastián Chilano publicó“Furca, La Cola del Lagarto”, unanovela experimental que formaparte de una trilogía, cuyo segun-do episodio se presentará en lospróximos meses.

Manual de Manejo de Barreras MedanosasLas barreras medanosas de Buenos

Aires fueron originalmente terrenosindómitos donde ni siquiera los in-dios ingresaban debido a la escasez deagua potable. Pioneros forestadoreslograron transformar algunos secto-res para dar lugar a poblaciones queen poco tiempo se pusieron de modacomo villas balnearias. Actualmenteeste proceso continúa: nuevos loteosse proponen a partir de sectores fores-tados, mientras que las más viejas es-tán tomando dimensiones de ciuda-des costeras. No obstante, los méda-nos litorales son vulnerables a la ero-

sión, contaminación, a la presión tu-rística. Se recopiló información sobreestos problemas particulares de lasbarreras medanosas, se plantean re-comendaciones y sobre todo se pre-tende dar pautas de manejo costeroque no repitan errores ya cometidos.

Federico Ignacio Isla es doctor enCiencias Naturales del Museo de LaPlata (UNLP). Es investigador delConicet y profesor de la UNMdP.Desde su graduación cumple activida-des en el Centro de Geología de Costas(CGCC). Realizó cursos de especializa-ción en Estados Unidos y España. Es

miembro de comités editoriales de re-vistas de Argentina, España, Brasil yEstados Unidos. Fue director delCGCC y decano de la Facultad deCiencias Exactas y Naturales.

Carlos Lasta es licenciado enZoología y doctor en CienciasNaturales de la Universidad Nacionalde La Plata, con especialización enGestión Ambiental y GerenciamientoCostero. Biólogo Pesquero en elInstituto Nacional de Investigación yDesarrol lo Pesquero (Inidep,Argentina) en el Area de Manejo,Evaluación y Desarrollo de Pesquerías

Costeras del litoral argentino.Es investigador responsable de va-

rios proyectos de ordenamiento coste-ro, en particular para el Partido de LaCosta de la Provincia de Buenos Aires,donde se ha establecido el Centro deEstudios de Recursos Costeros, queaborda áreas de Investigación yTransferencia, Educación Ambiental yFormación de Recursos Humanos.

Ha sido director provincial deRecursos Naturales del OrganismoProvincial para el Desarrol loSostenible (OPDS) de la provincia deBuenos Aires.

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8 C U L T U R A Domingo 5•09•2010

Infierno. 2POR LUCIA5NO W. FRANCO

Hay quienes dicen que no, pero sí. Me refiero aque, por mi omnipresencia, puedo tener accesoa cualquier sitio, incluso a los confines donde

reina (y reina es una forma de decir) el Innombrable. Su-cede algo que trataré de argumentar al precio de revelarel mayor de los secretos: siempre soy indulgente y bon-dadoso. O el efecto de la bondad es el perdón. Pero, y esfácil comprender, en el Paraíso no hay destinatarios pa-ra el indulto porque no hay infractores, por lo cual miacto de eximir culpas y evitar castigos puede producirseen un solo sitio: en el Infierno. Y en el Infierno, quienallí more eternamente gozará de los beneficios del fuegodespués de mi perdón. Revelador, ¿verdad?

Lauro Ricatti tenía 14 años y todavía hablaba italiano. Erapara él una gran dificultad aprender el español, no por anal-fabeto tanto como por tímido. Poco se relacionaba con losdemás niños y eso lo llevó a ensimismarse en la faena de cre-ar una huerta en la tierra fértil de la nueva casa, a cuyos frutoslos comenzó a cambiar por nuevas semillas y herramientas.Al cabo de algún tiempo, antes de alcanzar la mayoría deedad, Lauro tenía un carro que empleaba para llevar verdu-ras, legumbres, hortalizas y frutas a la región. El negociomarchaba bien, hasta que en uno de sus paseos matinalesobservó que podía incrementar sus ganancias si tomaba loslimones del árbol que se inclinaba hacia el camino, comoqueriendo salirse del campo de los Carmona.

Los limones no sólo le dieron dinero sino la confirma-ción de que robando era menos esforzado el progreso. Lerobó limones a los campos vecinos y dinero a sus propiosclientes, modificando el calibre de la balanza a contrape-so. Luego intuyó con absoluta certeza que si abría un localen el pueblo y exponía la mercadería la gente compraría deaburrida nomás. Y así fue.

Unos años después, también supo con anticipación quesi quitaba del negocio a su hermano, sería más rentable pa-ra él, y entonces esperó la muerte de su madre, a quien ja-más le causaría semejante disgusto. Una vez que la tierracubrió el cuerpo maltrecho de la viuda Ricatti, Lauro le pi-dió a su hermano que viajara a Buenos Aires para buscar unlugar en donde expandir las verdulerías. El viaje nunca ter-minó porque aquel Ford perdió las dos ruedas delanteras yse desbarrancó en los acantilados de Camet.

Ayer sábado el único pulmón de Lauro Ricatti no le dioel suficiente oxígeno y lo llevó a una breve agonía en la ca-ma del sanatorio privado que él mismo se procuró con do-naciones onerosas durante años. Esperó, aún consciente,que uno de sus tres hijos pasara antes de la noche porqueintuía, con el mismo grado de certeza de cuando hacía ne-gocios, que no iba a ver el amanecer. Pero el hijo del mediono lo visitó y en la madrugada comenzó el deterioro final.

Allí son las 10.16 de la mañana y Lauro Ricatti saldrá eneste mismo momento de su agonía.

-¿Estoy dormido? –pregunta.-No, muerto –dice el Innombrable.-¿Y la luz blanca?, ¿Por qué está tan oscuro?-Porque estás en el Infierno.Un llanto acompañado por un grito plañidero se apode-

ra de Lauro Ricatti.-Tranquilizate Lauro –dice el Innombrable.-Eso, tranquilizate –le digo yo.Al escuchar dos voces diferentes Lauro reacciona, pero

sigue sin ver. -No quiero estar en el Infierno… Qué Dios me perdo-

ne…-Ya te he perdonado –le digo-, pero debes quedarte acá.Otra vez el llanto y Lauro Ricatti que no sabe que en el

Infierno están los que, como él, satisficieron en vida los de-seos del Innombrable. Y la recompensa no vuelve en for-ma de ardor sino de orgía, lujuria y promiscuidad. Queellos hagan lo que quieran.

(Finaliza la próxima semana)

Las 8 preguntas para Mempo Giardinelli

8Se le concede la extraordinaria excepción de hacerle una única pre-gunta a uno de sus tantos escritores predilectos. ¿Qué le preguntaría? -Le preguntaría a Julio Cortázar si quiere ser mi amigo.

PoemaPOR MAURICIO HANKOVITS (*)

Diáfanas gotas de rocío como frutos

pendían en la intemperie de la catedral de hojas,

donde la noche era una boca oscura

abriéndose por las ventanas de la túnica verde.

Y al desplomarse la hematita carnívora,

sobre la húmeda dinastía de erizadas mandrágoras

el cielo arrebol fue devorado por el sosiego

de cien cuevas abiertas como fauces podridas.

Al núcleo de las tinieblas ahora me dirijo,

con versos que sólo serán más granos en el rojo

granero de nuestro fatal destino,

enervado por dioses lejanos del oprobio y la desidia.

Desde la médula viscosa de la selva,

nos contagiamos de las palpitaciones sagradas

y con lívidos pies prometemos

embriagarnos de pasión de lanzas procelosas.

Romperemos el prisma que encierra a la rosa

y con él las lóbregas cadenas

que los demonios acerados entrelazan entre

sulfurosos silbidos de plomo que araña.

Beberemos de la pócima de nuestro polen de tierra

y sentiremos las yemas de la esencia

apretar como caricia a la mano nuestros pechos

y lianas enredando nuestras venas.

Prometemos embeber en nuestra sangre

este futuro serpentario, nido de calcáreos pesares

con nuestro epitafio como sombra de planeta

eclipsando hasta el último día de la última estrella.

Sólo un sonámbuloPOR JOAQUÍN GALINDO (*) (**)

Largas túnicas azabaches, encerrando a erráticas

almas en pena.

Oscura, profunda cueva

apenas clareada por los tímidos haces que en íntima comunión con la sangre púrpura,

atraviesan diáfanos prismas rojos.

¿Quién es Dios aquí?

Las quebradizas yemas crujen. Los deliciosos granos de cereal,

recuerdo de tiempos venturosos y ricos se deslizan suavemente por el enervado dedo.

Si se caen al suelo, ya se habrán olvidado de ser,

si es que se puede olvidar, si es que se puede caer

siendo nada.

La naturaleza se desploma y es engullida por el mismo devorador del hombre,

que araña el núcleo de su médula que aprieta su fláccida nuca.

Se devora y prescinde de sí mismo, inmortalizando su semblante en áurea figura,

sobreviviendo a su propia combustión fatua.

Sólo un sonámbulo o sólo un soñador

podrá despertar de este triste averno.

En mi periferia

Antes de que el tiempo se acuñara en díasintenté andar por tus caminosAntes de verte bajar imponente entre montañasintenté subir por tu senderoCuando tu pelo todavía no se trenzabaCuando tus ojos todavía no decían nadayo vagaba por tus caminosahora ya no soy

ya no puedo másmientras caes a mi ladono puedo ni pensarhasta del hablar me despojasteSe agolpan solo a un ladopara dejarme pasarantes de que el tiempo se acuñara en díasya no podía ni mirar…

POR RAMIRO ALFAYA (*)

(*) Poemas que escribieron estos alumnos del

Colegio Arturo Illia en las XI Olimpíadas Nacionales de Poesía

(**) Poema ganador de la segunda mención de honor

en las XI Olimpíadas Nacionales de Poesía