5771 el amor en las sagradas escrituras 4
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parashát
TEMA:
Por Iosef Martínez Pérez
Archivado en Haftarah Hashavuah, 5771, Vayigash
4 de Tevet de 5771
11 de Diciembre del 2010
Bereshit / Génesis 44:18-47:27
Introducción
Génesis 44:18 Y Judá se llegó a él y dijo: Ruego, mi señor, que pueda hablar tu
siervo una palabra en presencia de mi señor, y no se encienda tu ira contra tu
siervo; porque tú eres igual al Faraón.
Bereshit 44:18 Vayigash elav Yehudá vayomer bi adoni yedaber-na avdeja davar
be’ozney adoni ve’al-yijar apja be’ avdeja ki jamoja keParoh
Si el Eterno habló, no cabe duda que se cumplirá, y en esta semana damos lectura al cumplimiento del sueño que tuvo Ioséf –José- de muy chico, cuya explicación era que
sus hermanos estarían inclinándose a él, ahora Ioséf se encontraba en eminencia en
Egipto y sus hermanos que en su oportunidad le vendieron e incluso hicieron creer a su
Vayigash
Y se Acerco
padre que Iosef había muerto, ahora le pedirían su ayuda, cuál sería su sorpresa que a la
persona que se la solicitarían sería su propio hermano al cual no le reconocerían.
Ioséf aprovechándose de las circunstancias haría traer a su hermano menor, lo cual
marcaría el desenlace de su revelación como Ioséf ante sus hermanos. Bereshit 44:19
Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre o hermano? 20 Y
nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre anciano, y un hermano
joven, pequeño aún, que le nació en su vejez; y un hermano suyo murió, y él solo
quedó de los hijos de su madre; y su padre lo ama.
En la contestación de sus hermanos que le dan al respecto de su padre y hermano enfatizan el hecho de que Benyamin –Benjamín- era “amado” por su padre, motivo
que usaré para impartir la cuarta parte del estudio que he titulado “El amor desde el
punto de vista de las Sagradas Escrituras”.
Temas de la Parashá
Primera Alía (44:18 -44:31)
Yehudá ofrece sus argumentos al respecto del por qué, Benyamin no puede quedarse en Egipto,
todo esto por causa de que su padre, desfallecerá de dolor por su hijo amado.
Segunda Alía (44:32- 45:8)
Yosef se entera de que Benyamin es hijo de su misma madre, y esto provoca que él se manifieste a
ellos como su hermano, a lo que ellos avergonzados se humillan ante él, sin embargo Yosef
reconoce que era parte del plan divino.
Tercer Alía (45:9- 45:19)
Yosef les solicita a sus hermanos venir a vivir a Egipto y por supuesto que traigan a su padre. Les es
concedida de parte de Faraón lo bueno de la tierra.
Cuarta Alía (45:20-45:28)
Llegan Canaán los hijos de Yaacov con grandes presentes, Yaacov al enterarse de las noticias, su
espíritu revive.
Quinta Alía (46:1-46:28)
Yaacov y los suyos parten hacia Beer Sheva, donde ofrece sacrificios al Eterno, Hashem le
confirma su voluntad en cuanto a Egipto y le reafirma que hará de ellos una gran nación ahí; Se
hace el recuento de todos los hombres de la familia de Yaacov que entraron a Egipto.
Sexta Alía (46:29- 47:11)
Yaacov mandó Yehudá para que trajera a Yosef a la tierra de Goshén; Yosef les sugiere que le
indiquen a Faraón que son pastores de ovejas y le soliciten la tierra de Goshén; Faraón les otorga
buena tierra en Goshén, y conoce a Yaacov, el cual le bendice.
Séptima Alía (47:12- 47:27)
Se acentúo la hambruna tanto en Egipto como en Canaán; Ioséf junto todo el dinero cuanto pudo de
la venta de alimento; Yosef compró la tierra de los de Egipto para Faraón a cambio del alimento;
Yisrael habita en la tierra de Egipto multiplicándose en gran manera.
Enseñanza
Es menester que aquellos que no han leído las tres primeras parte de este estudio lo
hagan, ¿dónde se encuentran? En las parashot de este año 5771 de nombre “Vayetze” y
“Vayishlaj” y “Vayeshev”.
Solo a modo de recordatorio, es importante que retome los conceptos del amor, el primero que maneja el diccionario y el segundo el que he compartido desde una óptica
Escritural: Amor. 1. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia
insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. || 2. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el
deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y
crear. || 3. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
Amor: es una elección mental basada en la razón, de dar a través de actos a la persona receptora de nuestro amor, cuidado, atención, afecto, cariño, obediencia y
sobre todo protección, es complacer a la persona amada, antes a que nosotros, a
través de sus gustos y preferencias; el amor surge a partir de la identificación de aspectos admirables en la persona amada.
En los anteriores estudios he señalado las diferencias que se dan entre uno y otro, en
el sentido de que el mundo asocia al amor con un sentimiento, situación que he
desacreditado en los estudios anteriores basándome sobre todo en que los sentimientos no son perdurables, por lo tanto si el amor se basara en ellos (en los sentimientos)
tampoco sería perdurable y no existiría el amor eterno, pero el concepto que he
obtenido después de estudiar concienzudamente las Escrituras, me he encontrado que el amor tiene su base en la razón y no en los sentimientos, situación que requiere que se
encuentre una explicación para sustentarlo, es decir, encontrar razones o argumentos
reales que sean la demostración racional del por qué se ama.
No obstante de lo breve que pueda ser la explicación anterior, me he tomado el
tiempo en los anteriores estudios para demostrar mi dicho, por lo que les vuelvo a pedir
a los que no los han leído, que se tomen el tiempo para hacerlo.
En el tercer estudio aborde el amor pero enfocándolo al matrimonio, en él hablé del enamoramiento y de un principio básico en el matrimonio, el de estar juntos como
pareja, poniendo todo lo demás en su lugar, incluyendo a los hijos e incluso a los
padres de los cónyuges, demostrando que este principio que lo encontramos en las Sagradas Escrituras fue el sustento de su relación en los inicios, y que fatalmente las
actividades y el tiempo que se pasa juntos como pareja se empieza a dejar de lado,
situación que lleva al traste a la relación de pareja por lo que es un deber retomarlo todos aquellos matrimonios que lo han perdido.
Continuemos con esta cuarta parte del estudio.
EL MANDATO PRINCIPAL PARA AMBOS CÓNYUGES
En otra oportunidad compartiré el papel que cada cónyuge debe tener, así como la
principal problemática que tiene tanto la mujer como el hombre por su naturaleza
dentro del matrimonio, pero antes de verlos, deseo abordar el principal mandato
para cada uno de los cónyuges, ya que al conocer cuál sería el punto débil de cada
uno de los cónyuges y que como consecuencia se deriva en un mandato de parte del
Eterno para ellos, serviría para prestar atención en el, ayudando a un mejor éxito
del matrimonio.
El principal mandato de la mujer
En la actualidad por la diversidad de opiniones que existen en torno al papel que
debe desempeñar la mujer en el matrimonio, la mujer se ha visto en una encrucijada en
cuanto a la forma de actuar, dado que por un lado tiene lo que vio en su madre en un contexto de sometimiento, y por otro, lo que le dice la sociedad contemporánea en
cuanto al feminismo, al valor de la mujer e incluso la igualdad de sexos.
Debido a lo anterior, la mujer casada, se encuentra en un problema a enfrentar: La
sujeción. A mi juicio es normal, dado que difícilmente se ha transmitido correctamente y más aún practicado como se debería, ahora, creo que la principal problemática a la
que se enfrenta la sujeción es que la confunden con la sumisión (sumisión desde una
óptica hispana), ¿cuál sería la diferencia entre una y la otra? Sumisión y sujeción.
A mi juicio el sujetarse implica el reconocimiento a la autoridad conferida en este
caso al marido, dándose a través de un acto voluntario de la esposa, pero la sumisión,
sería el sometimiento a la autoridad aún en contra de su voluntad.
Para entender la sujeción es interesante considerar el vocablo en el griego koiné del Brit Jadasha que da origen a este mandato para la mujer, el vocablo es Hupotasso, este
vocablo proviene de dos raíces: Hupo que significa Bajo y Tasso que significa orden,
de ahí que podríamos concluir que la sujeción Escritural significa “bajo un orden”.
Cabe hacer la aclaración que el problema de la sujeción se vivió con más fuerza en los tiempos de los talmidim –discípulos, estudiantes- seguidores de Yeshua Hamashíaj
–el Mesías- y conforme avance la historia se extenderá, por ello su principal registro lo
tenemos en el Brit Jadasha –mal llamado Nuevo Testamento- como lo veremos más adelante.
Antes de profundizar en la sujeción es necesario considerar que en todos los ámbitos
de la vida humana existe un orden, y dicho orden requiere que exista un liderazgo que
sea el que asuma la responsabilidad, así como la autoridad, por ejemplo en el trabajo existen los directores o gerentes, además en cada uno de los departamentos se cuenta
con jefes de área que llevan la responsabilidad y la autoridad, en un equipo de futbol
existe un entrenador que decide quién juega y quien no, en la escuela existe el director y los maestros, en un país el presidente o primer ministro, y como esos ejemplos,
podríamos seguir hablando de cómo en todos los ámbitos de la vida existe un orden en
la autoridad, en esencia la sujeción esta en ese contexto.
Pero en el matrimonio se estableció por mandato del Eterno, que la autoridad
juntamente con la responsabilidad sea asumida por el varón, y por eso vemos: Seis
veces en el Brit Jadasha que a la mujer se le exhorta que se sujete al marido, las
citas son: 1 Corintios 14:34; Efesios 5:22; Colosenses 3:18; Tito 2:5; 1 Pedro 3:1 y 5. Leamos algunas: Efesios 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos,
como al Señor;
Colosenses 3:18 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
1 Pedro 3:1 Asimismo ustedes, mujeres, estén sujetas a sus maridos; para que
también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta
de sus esposas,
El plan perfecto del Eterno es que el matrimonio tuviera una cabeza, es decir,
alguien que asumiera la autoridad junto con la responsabilidad, ¿por qué no dos
cabezas? Porque algo de dos cabezas es un monstruo y ese no es el matrimonio, ahora, debemos entender que detrás de esta forma de ver a la sujeción, es muy susceptible
para la crítica, pero no por la explicación que estoy dando en sí, sino por la
interpretación que se le da, ya que si solo se usa a conveniencia del marido es común encontrar grandes abusos, no obstante, si entendemos que la sujeción lo único que
busca es un orden, comprenderemos mejor el plan de Hashem.
Otro aspecto a resaltar detrás de la sujeción es que pareciera como si el que lleva la
autoridad es el que tiene más valor, pero eso no es así, siguiendo con los ejemplos anteriores, el presidente de un país no vale más que un ciudadano, o el entrenador vale
más que un jugador, o el gerente que una persona de intendencia, sino que ambos valen
lo mismo, por ello rabí Shaúl –conocido como Pablo- aclaró: 1 corintios 11:11 Pero
en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; 12 porque así
como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo
procede de Elohím.
Con lo anterior nos damos cuenta que la sujeción nada tiene que ver con el hecho de que la mujer sea de menor rango que el hombre, sino simple y sencillamente, que el
hombre es el designado para cargar con la responsabilidad así como con la
autoridad. Y esto cambia todo lo que pensábamos antes.
Para entender más de la sujeción, me remito a algo que siempre me ha cautivado de las Escrituras, y es que en lugar de decir no, no, no, siempre nos enseña con el ejemplo,
dejando a nuestra consideración la consecuencia positiva, tanto como la negativa de
nuestras acciones, y la sujeción no es la excepción, leamos: l Corintios 11:3 Pero
quiero que sepáis que Mashiaj es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza
de la mujer, y Elohím la cabeza de Mashiaj.
Si observamos con detenimiento, la mujer no es la única que tiene una cabeza, es
decir, el varón también la tiene, ¿quién es? Mashiaj, y aún el mismo Mashiaj tiene una cabeza: el Padre. Con ese ejemplo práctico debemos reconocer que la sujeción a final
de cuentas todos debemos realizarla por lo que hablaré de ella al final de este estudio.
Toda sujeción a una autoridad implica que la responsabilidad no es de la persona,
sino de aquel que tiene la autoridad, es decir, entre menos autoridad se tenga, menos responsabilidad, por ejemplo: en el trabajo si algo sale mal, el principal responsable es
el director, en el caso de un equipo de fútbol es del entrenador, y en el de un país es del
presidente. Por lo anterior, yo no concuerdo en que en un matrimonio cuando se
disuelve necesariamente tienen la culpa los dos ¡No! sino que el varón al ser la cabeza es el primer responsable, ahora, que la esposa pudiera tener culpa, no lo dudo, pero, el
fracaso primero viene por la cabeza, es decir por el marido.
El Mesías nos ilustró como es la sujeción con su vida, y por ello, encontramos
ejemplos como los siguientes: Juan 5:19 Respondió entonces Yeshua, y les dijo: De
cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve
hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
Juan 5:30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi
juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la
del Padre.
La sujeción del Mesías iría en el entendido que existía una autoridad sobre de él, es
decir el Padre, y que las consecuencias de asumir la autoridad no serían de él, sino del
padre: Mateo 26:39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y
diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo
quiero, sino como tú.
En mi experiencia personal, cuando pude comprender en su plenitud a la sujeción,
me di cuenta que contrario a lo que la mayoría de personas respondería al cuestionamiento de ¿qué preferirías ser mujer u hombre? Créanme que conociendo las
responsabilidades del hombre, preferiría ser mujer, ahora, si fuera en el contexto que
se favorece al hombre, y que solo toma lo que le conviene desde luego que nunca
desearía ser una mujer.
El estar bajo una orden es de alguna forma descansar en que es otro, quien tiene la
responsabilidad, ¿alguna vez has oído a una persona decir que él prefiere no tener el
dinero de otro, por la responsabilidad que conlleva? Bueno, pues entendamos que la
sujeción implica no nada más mandar, sino también la responsabilidad.
¿De quién es la principal responsabilidad de la manutención en la casa? ¿De pagar la
luz? ¿De educar a los hijos? ¿De resolver los problemas del vehículo? ¿De dar
permisos a los hijos? Y podría seguir con una infinidad de cuestionamientos cuyas
respuestas deben ser “el marido”, ahora, quiero que medites en esta: ¿de quién es la
principal responsabilidad del éxito matrimonial?
Si los varones nos diéramos cuenta que el éxito del matrimonio depende de la
felicidad de nuestra esposa, otra cosa seria.
En una próxima parashá hablare del principal mandato para el hombre casado, pero
mientras tanto, démonos cuenta que toda autoridad, no por serla, debe actuar autoritariamente, de ahí que la sujeción al no implicar sometimiento, sería incorrecto
que se obligara a la mujer en un ámbito que rebase a su ser y sobre todo que le
perjudique, e incluso que se oponga a los designios del Eterno, por lo que la mujer seguirá en sujeción, con la consideración de que su cabeza se sujetará al ejemplo de
Mashiaj y por lo tanto en el marco de justicia que el Eterno nos dejó en su palabra,
cualquier cosa que sea diferente a ello, sería violentar la voluntad de la cabeza
máxima que es Hashem.
¿Por qué manda el Eterno a la mujer sujetarse? Porque sabe que será una de sus
principales problemáticas, de ahí que detrás de la sujeción está un secreto para obtener
un matrimonio exitoso, la mujer no debe nunca competir con el marido, la mujer no debe luchar por la autoridad con sus hijos, la mujer debe ampararse ante su autoridad
que es el marido y sabiamente delegarle sus responsabilidades.
La sujeción también implica el hecho de no realizar acciones (siempre) que le
competan a la cabeza, y el solo hecho de asumirlas hará que se cree, un círculo vicioso en el cual si al marido le conviene la dejará actuar en ello, y la mujer llevará cargas que
no le corresponden. En lo anterior me refiero a que la mujer no debe asumir
completamente cargas que le competen al marido (aunque puede auxiliarle), por decir, la educación, las colegiaturas, las deudas, etc. todo ello le compete al marido, y por lo
tanto él debe sacarlas adelante.
El ejercitamiento de la sujeción debe considerarse como una enseñanza de la
autoridad, debido a ello, el marido debe entender que así como él es la cabeza de su esposa y de sus hijos, en su ausencia ella lo será, y por lo tanto él deberá salvaguardar
la autoridad de ella delante de sus hijos, y considerar que todo desacato a ella, es un
desacato a él, y siguiendo el orden, un desacato al Mesías y por lo tanto al Eterno.
La sujeción de la esposa, debe ser una enseñanza para los hijos, pero igualmente la sujeción de los hijos debe ser un resultado de la autoridad ejercida por el padre, si los
hijos no respetan la autoridad de la madre, el primer culpable es el padre, ya que él
deberá preocuparse por que sus hijos nunca le falten a su madre dado que ella también es una autoridad. Pero tampoco el debe darles ejemplo malo a sus hijos.
Yo le he comentado a mi hijo Jonathan, que siempre, que el desobedece a su mamá,
no lo hace a ella nada más, sino a mí, y por lo tanto al Eterno, de ahí que no puedo
permitir que eso suceda. La enseñanza que hay detrás de todo esto implica el no rebasar los límites con el Eterno mismo.
Cuando el padre se encuentra presente en el hogar él debe corregir a los hijos, ¿por
qué? porque él lleva la máxima autoridad; en ausencia del padre, la máxima autoridad
se constituye en la madre; en presencia del padre, él debe sacar la cara ante los vecinos; ante cualquier otra autoridad; ante la cajera que los atendió mal; ante un problema
familiar; etc. etc. y por ello la mujer al cumplir con la sujeción se librará de actuar en
condiciones que la dejarán en desventaja, librándola y sobre todo detrás de ello, encontrando la protección en su cabeza que es el marido. Incluso no mande a su esposa
a pedir prestado vaya usted.
Conclusión
Desde luego que la Escritura no nada más le enseña a la mujer a sujetarse, sino
como ya he dicho, la sujeción es para todos, y por ello ejemplo tenemos.
A) Debemos sujetarnos a los padres
Hebreos 12:9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos
disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no nos sujetaremos mucho mejor al
Padre de los espíritus, y viviremos?
Así que desde temprana edad debemos aprender a sujetarnos y todo ello comienza
con los padres.
B) Debemos sujetarnos a los mayores de edad
1 Pedro 5:5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos
unos a otros, revestíos de humildad; porque: Elohím resiste a los soberbios, y da
gracia a los humildes.
Es de suma importancia que nosotros como hijos del Eterno les enseñemos a
nuestros hijos a respetar a los mayores, a no ser soberbios, a darles su honra y sobre todo, a no ponerse al tú por tú con los adultos.
C) Debemos sujetarnos a los que sirven a la obra de Hashem
1 Corintios 16:15 Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las
primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos. 16 Os
ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan.
La autoridad en el judaísmo observa mucho esto, por ello no debes tratar las palabras de un siervo del Eterno con la misma importancia que las de tu amigo.
D) Debemos sujetarnos unos otros en el temor del Eterno
Efesios 5:21 Sujetense unos a otros en el temor de Elohím
La sujeción de unos con otros está delimitada por el temor al Señor, es decir, en la línea que el Eterno marca para conducirnos
E) Debemos sujetarnos a toda autoridad
4 Veces en las Escrituras se nos manda a sujetarnos a las autoridades (Romanos
13:1,5; Tito 3:1; 1 Pe 2:13).
Romanos 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no
hay autoridad sino de parte de Elohím, y las que hay, por Elohím han sido
establecidas.
Espero que con todo lo explicado, podamos cumplir honrosamente cada uno de
nosotros con lo que el Eterno nos ha mandado, y ustedes mujeres casadas, descansen,
estando consientes que detrás de la sujeción es quitarles a ustedes cargas, ¡Baruj
Hashem!
¡Shabbath Shalom!
Oración sacerdotal
Ye-varejeja Adonaí veyish-merejah. Yaer Adonaí panav elejah viju-nejah. Yisah
Adonaí panav elejah v`ya-sem l`jah shalom. beShem Y`shua Ha Mashiaj, Sar
Hashalom. Amein.
Que El Eterno te bendiga y te guarde. Que El Eterno haga resplandecer su rostro sobre ti y te dé, de su gracia. Que El Eterno alce sobre ti su rostro y te de paz. En el nombre del príncipe de paz, Ieshúah Ha Mashiaj.
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