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, , RETAZOS DE LA HISTORIA DE MOQUEG CAPITULO VIII.- VIDA ECONOMICA DE MOQUE 1.- Los V iricdo s de Moq 2. - Los Viuos y Aguardicntes . J. -:- La Av;ri<'lJltura ; Ocupación pr imcra de Moqucguu. Otras .aerividadcs del quehacer moqucguano . - Tinnioncs y botijas.' _ o ti -- Las Consrruccioucs, - Otras ocupaciones. 5.- ellajOllc y Qucllavcco. 1.-LOS VIJ\'JEDOS DE iv10QUEGUA Garcilazo de la Vega en sus "Comentarios Reales" Francisco de Caravantes, natural de Toledo y uno d ros conquistadores que vino al Perú, envió al parece 1551 a un emisario a España para traer cepas, pero dic no dió cumplimiento debido al encargo, pues en su p que los mugrones a conseguir llegaran más frescos a recaló en las islas Canarias. El enviado poco conoced lidad y variedad de las plantas, las tomó de uva prieta, a Lima en cuyas afueras Caravantes las plantó, llevand mientos al pago de Tacaraca en lea. También Garcilaz 356

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LUIS E. I{UON CABEI.LO

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RETAZOS DE LA HISTORIA DE MOQUEGUA

CAPITULO VIII.- VIDA ECONOMICA DE MOQUEGUA

1.- Los Viricdo s de Moq ucg~l p~ • 2. - Los Viuos y Aguardicntes. J. -:- La Av;ri<'lJltura ; Ocupación primcra de Moqucguu. 4. ~ Otras .aerividadcs del quehacer moqucguano.

- Tinnioncs y botijas.' _ o ti Ardcr:lj~.

-- Las Consrruccioucs, - Otras ocupaciones.

5.- ellajOllc y Qucllavcco.

1.-LOS VIJ\'JEDOS DE iv10QUEGUA

Garcilazo de la Vega en sus "Comentarios Reales" relata que Francisco de Caravantes, natural de Toledo y uno de los prime­ros conquistadores que vino al Perú, envió al parecer por el año 1551 a un emisario a España para traer cepas, pero dicho emisario no dió cumplimiento debido al encargo, pues en su propósito de que los mugrones a conseguir llegaran más frescos a su destino. recaló en las islas Canarias. El enviado poco conocedor de la ca­lidad y variedad de las plantas, las tomó de uva prieta, llevándolas a Lima en cuyas afueras Caravantes las plantó, llevando otros sar­mientos al pago de Tacaraca en lea. También Garcilazo da cuenta

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que estando enel Perú había oídoa "un caballero fidedigno"que un español curioso había sembrado pepitas de pasas traídas de España, germinando algunas de ellas, pero como las tiernas plantas parecían muy delicadas, tuvieron que mantenerlas en almácigos durante tres o cuatro años para que adquirieran vigor, resultando al separarlas productoras también de uva prieta que al igual que las cepas de Caravantesprodujeron vinos-tintos "aloques" o "alo­quillos'vcaracterizadospor sucolor clarete.

Elcultivo de cepas llegó a extenderse a algunos lugares del Perú, corno en' Lima,lea, Huarnanqa, Arequipa, Cuzco y también en Chile y pórlos'años1554y 1555, según el autor de lbs Comenta­rios Reales, el vino llegó 'a escasear tanto quealcanzólos elevadísi­rnos predosde300,400y 500 ducados la arroba; no existiendo en )Lima ni para decir. misa. Sediceque antetal.escasez. el Arzobispo )

de Lima Fray Jerónimode Loayza lrrrploró él los vecinos limosnas dé vino para la celebración de las misas yque al nocónsequirlo, las autoridades procedieron a la requisa del vino en lascasas; sin resultados positivos, pero en una vivienda llegaron a encontrar media botija de ese Iíquidoque sú propietario-la tenía escondida como un tesoro. El cultivo de las primeras parras fue considerado por sus propietarios de tanto valor que en previsión decualqúier

. hurto :deellas mantenían guardianes armados durante todo el día; Y este aprecio valorativo de tales plantas; lo confirma Berriabé Cobo, padre jesuita y cronista de la Colonia, al referirse ala prime­ra parra llevada del Perú a Chile y vendida en tres mil pesos y cada sarmiento en cien pesos. .

Siendo Virrey del. Perú 'Francisco deToledo (1569:""1581 )¡e1 Rey Felipe II ledió instrucciones, confirmándoselas en las postri­merías de su reinadoen 1596, al noveno Virrey Luis de Velasco para que tuviesen cuidado de no GOllsentirque en estos.reinosse fabricasen paños nlse plantasen viñas por muchas causas de gran 11

consideración, principalmente, porque habiendo (en España) pro­vlslón bastantede estascosas,no se enflaqueciese el trato y comer­cio. eón estos rei nos" •. - . ,

. -. Aunqueel cultivo de la vid pudo haber tenido inicio' enMoque­quadesdeJ 580 o tal vez antes, los prirnetos vinos de que se tie­nennoticia sólo figuran escriturados en 1587. Y desde aquellos lejanos años, la bondad' del suelo,aunque escaso de, aguas y el clima, del valle de Moquegua, propicio para el cultivo de la' vid dieron auge asu incremento y la producción devinos primero y

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de' aqnardierttes después constituyeron ·Ia principal preocupación de los hacendados del valle en laColon ia.

-. El oriqende unade las más extensas áreas viñateresdata desde las postrimerías del siglo XVI, durante eJvirreynaticiode García Hurtado de Mendoza, Segundo Marqués de Cañete y octavo Virrey del Perú que gobernó de 1589 a 1596. Y como lejano antecedente . de aquello, mucho antes, el 20 de Abril de 1567, doña fJlaría Dáva­los, cuarta hija legítima de Nicolás de Rivera el, Viejo,. Primer AI­calde de Lima, se casó con Lucas Martínez degazoel, rico enco­mendero de 110 a Tarapacá, quien en trance de muerte quiso favorecer ~on su extensaencomienda a la famllia-Dávalos.va que ella habíainflu Ido mucho en su favor, en el juicio que La Gasca siquiera al encomendero como' rebelde por las circunstancias al lado de Gonzalo Pizarro COntra las fuerzas de La Gasca. Fallecido Martínez Begazo diez días después de su matrimon io, María Dáva­los heredera de la rica encomienda de su esposo, después de ocho años.' de vuidez.i el 25 de Mavode 1575, se casaba en segundas nupcias con el noble extremeño don Alonso de Vargas Carvajal, Contreras y Carrillo deMendoza, del hábito de Alcántara y Señor deta Villade Valero en Españáquien falleció el 8de Noviembre de 1607 y su esposa .Maríael.17de lVlayo, de 1608, dejando el matrimonio tres hijos., Diego Domingo, NicolásyElvira, sin que ninguno. de etlos recayera la encomienda que su madre poseía, la que con posterioridad, fuera otorgada por el Rey de España a otros nobles de la pen ínsula. Por los servicios que prestara aSu Majestad, el primogénito Diego Domingo y tal vez también en compensación por la pérdida del disfrute de la encomienda de 110 a Tarapacá, el Segundo Marqués de Cañete, Virrey García Hurtado de Mendoza.rfavoreció a Diego Dorriinqo por sólo tres mil pesos, el 26 de Enero de 1596cori las tierras de Cupina y amo, en 11110­quegua, desde laanqosturadel río Osrnore hsta Corpanto con uria extensión de dos leguas y media hasta -los cerros."": Casado en 1624 en el Cuzco, Diego Domingo deVqrqasCarvajal, Caballero de la Orden de Alcántara con doñaUsenda de Loayza y Bazán, emparentada con Fr. Jerónimo de Lbayza, Primer Arzobispo de Lima, doña Usenda firmó en Los Reyes ese misma año Una escritu­ra con diferentes personas para plantar en Cupina en Moquegua y eh Chiviquina en 110, 50 milcepas, Y al enviudar quedando dueña de la extensa heredad de su esposo en el\lalle de Moquegua, cele­bró el 6de Enero de 1628, una escritúra con el Licenciado Domin­go Pérez,'Cura y Vicario de Móquegua y con Cristóbal RodrígUez de Carbonera, vecino también de la Villa para plantar al partir60 mil cepas de Cupina,' debiendo hacerse también dos casas, dos

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bodegas y formar dos huertas, de todas una para la dueña y la otra para los dos copartícipes. ' ,

Doña Usenda se casó otras dos veces, la segunda en 1628 con don Alberto Cervantes yCarranza, Caballero de la Orden de, Cala­trava y la tercera vez en 163g con don Diego Górnez de Sandoval, Cába lIero de la Orden de Santiago. Desde este año habiendo to­madoa su carqo el Patronato del Convento de La ¡Vlerceddel Cuz­co, por escritura de18de Julio de 1639, ante el Escribano Fran­cisco Ruiz Negrete, doña Usenda favoreció a dicho Convento otor­qándoleIas.Süü fanegadas de tierra con sus viñas, casas y bodegas en el valle de rJloquegua, teniendo que venderse algunas propieda­des para cancelar .las deudas y obligaciones que pesaban sobre ellas. Se pagaron de deudas 41,900 pesos, además 30 mil pesos a los indiosCollana Aymara y 30 mil pesos a los Conventos Santo 00­mingo,San Francisco y San Agustín al parecer del Cuzco. Falleci­da doñaUsenda en 1646 en el, Cuzco, no teniendo descendencia, por testamento cerrado de 25 de Julio de ese año-ante Bartolomé de Arce, Escribano Público V de la Real Hacienda. respetando la occisa la parte que a sus socios el Licenciado Domingo Pérez y Cristóba I Rodr íguez de Carbonera les correspond ía, dejó cornohe­redero de sus extensas propiedades del valle de 1VI0quegua, al Con­vento de La lJierced delCuzco, endonde en unade lasvisitas que hice a esa ciudad, aprecié un óleo de muy regulares dimensiones de su 'dadivosa benefactora que dejó también all (sus casas para esta­blecimientos religiosos e instituyó algunas capellantasv'sin acor­darse para nada de Moquegua, lugar simiente de sus haberes" co­mo dijera í\IIontenegroy Ubaldi.

En la relación de la visita que a la Villa Santa Catalina de Mo­quegua, hizo don Antonio Alvarez y Jlrnénez. Gobernador Inten­dente de Arequipa, del 22 de Setiembre al 29 de Octubre de 1791, informabaquelas haciendas de viña que pertenecían a los Padres del Convento de LalVlerced del Cuzco "son treinta y cinco, que "subdivididas en varios Sucesores pasan de cincuenta los posee­"dores de todas ellas, todos vecinos de esta Villa que las han corn­"prado en enfiteusis éidicha religión por tres vidas de 50 años "cada una, los más y algunos por nueve arrendamientos cumplí­"dos en 81 años".' '

Otro' viñatero.dmportante de los primeros tiempos,trabajan­do la hacienda Yaravico de su .esposa Jerónima de lVIiranda,fue Alonso de Estrada a quien Cervantes de Saavedra cita entre den poetas en su "Canto :de Calíope" de la égloga "La -Galatea">­

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Alonso de Estrada español sevillano, según Aurelio JV1irÓ Quesada, vino al Perú con su hermano Diego de Vizcarra que llegara a ser el Primer Corregidor de Moquegua. En Arequipa uno votro se ca­saron con dos hermanas, Diego con Beatriz de Arana y Alonso con Jerónima de Nlirarl'da las que con otrosdos varonesy tres mujeres más.ierrtótalsieteveran hijos-de Herrián Buenó"EI Mozo", 'Cuyo progenitor Hernán ' Bueno" E1Viejo" fue beneficiado por e I con­quistadorFrancisco Piiarro¡el22 de Enero de 1540 con la'enco­miendade Carumas. Es-depresumir que la proximidad a esta en­

"comíerida yel conocimiento que iba extendiéndose entre losespa­ñolesde la fertilidad y buen clima de las tierras deMoquequa, atra­jera a ellas a Alonso de Estrada \-i a suesposa Jerónimaque hab ía

, recibido una dote de sietemilpesoa otros bienes Vtierras, tal vez Yaravico y Locumbilla, 'en donde Estrada se dedicarfa alculti­vo de las viñas. Estuvo Estrada ausentedeMoquequa cerca de un año, pues el 10 de Octubre de 1588, el Virrey don Fernando de Torres V Portugal, Conde de Villar don Pardo', lo nombró Corre­gidor de Atacarna por el aprecioque se conquistó Estrada al res­ponder ante la Caja Real de Arequipa, por los cargos que se hicie­ran a su hermano Diego de Vizcarra corno CorreqidordeMoque­qua, a su fallecimiento. Además, Alonso se hizo cargo de los hijos de su hermano, Alonso, Isabel e Inés de Vizcarra;aumentanddcon ello su familia, púes, aunque no tuvo hijos en Jerónima, llevo a su hogar áfos'quettuvo antes, 'Felipe e Isabel de Estrada y en otra mujer rV1ada de Estrada." . " '"

Como dice Miró Quesada, del Corregimiento de- Atacama no se sabe mucho. "No ganó all í dinero y sólo parece qué le queda­ron como recuerdo algunas armas y las indias Inés y Ana que le sirvieron hasta el fin de sus días". Vuelto Estrada a Moquegua en 1589, all íllegóa aumentar losbienes de su esposa ehizo fortuna ysuarraigadoespíritu religioso,a;.raíz del terremoto de 1604,10 llevó a intervenir en la venta del sitio que ocupaba la primera Igle­sia de Santa Catalina, para comprar eJ terreno de la Plaza de Ar­mas.vconstruvendo en la nueva Jglesiados de las seis capillas con que llegó a contar dichotemplo: la de San Juan yla de' SanAn­toniode Padua. Heredero universal.a la, muerte, de su esposaacae­cidael 13 de Febrero de 1606, Alonso de Estrada quedó con "Ia "viña y tierras que tenemos en este dicho valle y asiento de Yaravi­"co con la huerta, bodega y vasija y molino y casas de vivienda y "esclavos y cabalgaduras y vestidos y preseas V demás cosas que "están de . las puertas adentro'! Jerónima dejó además,donacio­nes a parientes, criados e indios de Torata y Carumas.. y años an­tes de, SU fallecimiento en 1593, el matrimonio Estrada favoreció

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a Isabel de Vizcarra, bija de Diego con 5,600 pesos, aparte de 3,000 que recibiera de Hernán Bueno de Arana,cuando se casó con Dieqo Fernández Maldonado. Y en 1605"Alonso de Vizcarra, el hijo mayor de Diego, tambiénfue favoreddopqrsus tfos con la. hacienda Locumbilla y12 mil pesos de ocho reales cuando se casó con la limeña Catalina de León y Biedrna. hija de Luis de Lean, Corregidor de Characato y Vítor; durante el Gobierno de García Hurtado de Mendoza, Segundo JJJarquésde Cañete.

, 'Muerta Jerónima de Miranda y acrecentadosu fervor religioso, Estrada se hizo subdiácono y clérigo de Epístola. Fallecido el ,11 deMavo de 1610, por disposición suvafue sepultado en la Capilla de San Antonio de Paduaqueedificóen la Iglesia Santa Catalina de rJloquegua yen donde también hab Ia deseado reposaran sus res­tos, su esposa Jerónima de Miranda, sinque se hubiera cumplido este anhelo por hallarse inconclusa la fábrica de dicha Capilla cuando murió. '

En su testamento de 11 de Aoril de 1610; ce~rado,selladoy entreqado a Diego Dávila, Escribano de Su [':1ajestad, un mes antes de SLJ muerte, serefiere Alonso de Estrada a una Capilla de su ha­ciendaYaravico que temía un frontal de tela de oro, misal, cáliz y ostiario de plata, vinajeras de vidrio y un .atril forrado de tercio­pelo carmesí. .. "señaló sus viñas y sus casas; su heredad en el "asiento de Yaravico con treinta y ocho mil cepas V árboles Cas­"tilla y de la tierra, las bodegas, botijas y lagares, los calderos de "cobre, las espumaderas, las pailas,los peroles, los cazos y los.hor­"nos que hab fa utilizado en la preparación olorosa del vino. Seña­"Ió también sus alfalfares y molinos, sus tierrasquecorrfán por "el valle arriba.. ..los pedazosde.tierra que riega la acequiadela

'''cociríay otro al principio de la -quebradaoe donde se saca el ba­"rro para las botijas". - Dejó Estrada dos casas; la de 1\lloquegua yla de Yaravico indicando lo que había en ellas y los animales que tenía en su hacienda que eran siete mulas con nombre.propio, nueve burros y más o menos 250 cabras. Decía haber comprado con escritura trece esclavos y que en su poder habían nacido seis, haciendo un total de ocho: hombres y once .hembras entre grandes y chicos, disponiendo se diera libertad a la esclava Isabel por el amor con que les hab ía servido a él y a su esposa. "

A su hijo Felipe, le dejaba Estrada una casa,botijas de vino, dos mulas y todas las vacas desu estancia en las lomas de Talamolle en .1\0; a su hija Isabel, doscientas botijas de vino en caldo; asu sobrina Inés de Vizcarra, monja del Convento de. La Concepción

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de Lima, 200 pesos; a su sobrina Catalina de Esquivel que vivía en Sevilla, 2,750 pesos;aotrásobrinahija de Hernán Bueno de Arana, tres mil pesos para que Se casara; otros tres mil pesos asus sobrinas Ursula de Arana y Ana ijlaría de IJliranda. A Catalina de Miranda que vivíaen su casa, dispuso se le diera cien botijas de vino cuando se casara. Asimismo, testó se entregara un ornamen­to de damasco de Castilla para la iglesia de Santa Catalina y que en Juli se labrara la irnaqen de Nuestra Señora de la Concepción para reemplazar a la que había que tenía las manos rotas. Se acor­dó también de señalar dinero para misas y para las Cofradías del Santísimo Sacramento, de La Limpia Concepción de, Nuestra Se­ñora, y de Las_ Animas del Purgatorio. Instituyó por legítimo y universal heredero de lo que quedaba, de sus bienes al Convento y Colegio de la Compañia de Jesús de Arequipa. Los padres jesui­tas desilusionadosconla herencia recibida pusieron en elTestimo­nio de las diligencias llevadas a cabo para la apertura del, testa­mento cerrado de Estrada, la siguiente anotación que consigna Mi­ró Quesada, en la diligente investigación que sobre Estrada hizo en "Un Perulero alabado por Cervantes": que dice: "Testamento y "codicilo de Alonso de Estrada que nos dejó por herederosdeEs-' "ta. (tal vez estancia) y viña ymolino de Moquequa cargada dedeu­"das. Murió en Moquegua,siendo de epístola el 11 de Mayo de "1606 V en 12 de Noviembre del mismo año vendió la Cornpañ ía "de dicha viña y Esta tan adeudada".

Además de Alonso de Estrada, Montenegro y Ubaldi menciona como primeros viñateros de .lvloquequa en 1597, a Pedro Cancino, Diego Fernández de Córdova, Diego Fernández God ínez Maldo­nado, Alonso FernándezAndrada, Pedro Ladrón de Guevara, el Mozo, Bernabé Vélez de Córdova, Juan de Dios Ochoa, Antonio Delgado de Abriego, María de Sepúlveda, Diego Fernández Dávila, Nicolás Hernández. Hernán Paria, Diego Velásquez,' Bernabé Rivera Villalta,Andrésde Espinoza Velásquei, Pedro de Bóveda, Diego de Ochoa, Ramón Pares, Juan de Dios Escobar, Cristóbal Pérez Cugate, Juanes de Zaconeta, Francisco Corso, Manuel de Acosta, Diego Fernández Talavera yJuan Cancino Bilbao, espa­ñoteso hijos de ellos que seaflncarorr en rJloquegua al disfrutar de los atributos seductores de su suelo. "

La introducción de los esclavos negros en el Perú desde las últi­mas décadas del siglo XVI, constituyó un verdadero alivio para los hacendados en las faenas agrícolas que atrajeron además en lasépo­cas de poda y vendimia, principalmente, y también en las siembras y cosechas de otros artículos a jornaleros ind ígenas de Toratá, Ca­

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rumas,Omate, Puquina, Ubinas, Chucuito y Acora. Pero las gran­des haciendas comenzaron a desaparecer desde que losPadresdel Convento de la Merced del Cuzco hicieron ventas fraccionadas de laextensa heredad de doña Usenda Loavzav Bazán de' la que fueron beneficiarios, sumándosea ellas las particiones hereditarias, las transferencias de domi niode parcelas divididas, causales del minifundio a que ha llegado lapropiedad rural en Moquequa. Así surgieron valle arriba fundos, huertas vchácaras cuva nominación algún significado debieron tener para sus primeros poseedores, co­

. mo: El Molle, El Yaral, El Palomar, Chincha, Tarnavo, San Julián, Sacatilla, Sacat ita , Sacata, Cupina, La Soledad, Merced Chica y Merced Grande, Testamento', Santa Ana, El Pacae, Mavorazqo, El Conde, Tres Quebradas, San José Corpanto, Bodequilla, Garban­zal,La Pampa, amo, Locumbilla, ~,~ontalvo, El Trapiche, Yaravi­co, Inquilpata, Yaracache, Santa Rosa, La Chirnba, Huaracane, Ouilancha, acolla, Buena Vista, Desamparados, Loma Quemada, Escapalaque, La Peña, Tambolombo, Estuquiña, Samegua. '.

En previsiónde los perjuicios a' que susintereses podría ocasio­narIaexlstencia de otras viñas, dentro de otros límites, los hacen­dados de Moquegua dieron poder el 10 de Aoril de 1796 a don Ma­tecCossto, Brigadier de los Ejércitos Reales y Coronel del Regi­miento de Milicias de Arequipa, para que se .opusieraal plantío de viñas en la Provincia de La Paz por losperjudiciales resultados queaellos traería. También ·Ie hicieron encargo que consiguiese la prohibicióna una compañía de Chile para internaraguardien­te en Potosí y otros lugares que eran mercados para los productos elaborados en las viñas de Moq uequa. .

. En las cuatro invasiones que tuvo iv'loquegua durante la guerra con Chile, el 31 de Didembrede 1879~ eh rv'larzo y Octubre de 1880 y en el 'mismo mes de 1883, es probable que se introdujera a losplantíos de viñas de Moquegua, la 'filoxera, minúsculo insec­to transportado en los cascos de las acémilas del ejército invasor. La desvitalización que tal insecto ocasionara en la vides, fue el comienzo de la decadencia de tan floreciente industria que paula­tinamente llegara a acusar menores rendimientos, sumándose a ello, la pérdida por diferentes causasde los tradicionales merca­dos en las tierras del Altiplano. Resultarían infructuosos los estu­dios y recomendaciones de una Comisión Francesa de Enólogos, tratando de combatir las enfermedades causantes del malestar qeneral que atravesaban los agricultores, a que hace referencia en su Memoria de Mayo de 1903,el Prefecto de la Provincia Litoral de Moquegua, JuaníVlanuel de La Torre, al dirigirse al Ministro de Gobierno." ." .Ó: .'

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Tanto estrago causó la filoxera en los viñedos, que cuandael Ferrocarril de 110 a lVIoqueguase puso en funcionamiento en 1908 reconstru ídó par el gobiernode José Pardo, los vecinos de ésos tiempos recuerdan la frecuencia conque se veían alineados a lo largo de la vía férrea en las haciendas de valle, los, torcidos tallos de las vides, para alimentar el fuego de las locomotoras. Y cuando estalló.la primera guerra mundial en 1914, la demanda y altospre­ciosque alcanzó "eforo.blanco'tdecidió a la mayoríade viticulto­res a sustituir sus plantíos por el algodón llevando con esta medida .al máximo la muerte de la industria vitivin ícola, cuya prosperidad permitió" a Moquequa, levantar en la Colonia cuatro monumentos arquitectónicos: La Matriz, Santo Domingo, el Convento de iosJe­suitas, el Convento y Hospital Beletrnitico, llamado después "San Juan de Dios", correspondiendo la construcción de la Iglesia Belén sólo a la primera década de la República. "

El cultivo de Ia vid en Moquegua desde la penúltima década del Antonio y Julio Biondi Bernales. Jorge Ghers: ívlenéndez, Alfonsb Gambeta, Manuel Valdlvia: los herrnanosCsmüo y Armando Val­divia Rivera y algunos otros, se har: dedicado eón encomiable afán en aumentar la extensión vitícola del vallecón nuevos culti­vos en sus propiedades vcon distintasvariedades aparté delanegra

-vde Ia itaiia. como la albilla, la quebranta, la moscatel, la Rosa del Perú, la rosada V la uva americana entre otras. De las 3,400 hectá­reas cultivables que en total comprenden los valles de r.10quegua y Torata, ún icamente un tr~spor .ciento con cien hectáreas abarcan los cultivos de vid en 1979, (La I)irección Nacional de Estad (stica y Censos, en su última publicación de los años 1970 - 1971, seña­la únicamente 60 hectáreas cultivadas con' vid), mientras en la Colonia, sólo la extensa -propiedad que heredaradoñaUsenda de Loayza y dazán alcanzaba 30b fanegadas de tierra, a 28,978 metros cuadrados la ,fa,negada, hacían algo más de 869 hectáreas cultivadas casi todas ellas con cepas, aparte de los demás viñedos en toda la extensión del valle. ' ,

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2,..- LOSVINOSYAGUARDIENTES

En cultivo de la vid e'i1lrVloqllequadesde la penúltima década del siglo XVI, dió lugara la industria vin ícola que alcanzó granaugey desarrollo durante tres siglos. Francisco de Caravantes que introdu­jolas primeras cepas en elPerú, después de plantar algunas en las afueras de Lima, llevó unas cuantas a la región de lea, eligiendo a Tacaraca, posiblemente por el conocimiento que tenían los espa­

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ñolesque d¡¿ho'p~eblo había sido el más irnoortante de esa zona desde.que-Pachacútec, noveno inca,lo habría mandado edificar pa­ra que sirviera de residenciaalcuracaAranvilca, cuya bella hija Chumbillalla, se casó con TupacYupanqui hijo de Pachacútec, alianza que facilitó aesteinca.extendersus conquistasdesde Majes al valle de Chincha que llegó a ser.el centro de Chinchaysuyo,uno de los cuatro suyosdel imperio incaico.

Garcilazode la Vega no ~a~':n]ilención de los vinos de Tacaraca o '''1cala Vieja"como'se le conociera después y másb ien se refiere a Pedro 'Lóoez deCasallaco-no etorirner productor 'de vino en el Cuzco 'por '1560, agregando queenteriormente"otras ciudades 'del Perú como Huamanga y Arequipa lo tuvieron antes y todo era "haloquitlovesdecir vino tinto Clarete,

En lYIoquegua si hubo producción de vinos antes de 1587 no hav.referenciasr.pues sólo las hay de eseañoen el instrumentopú­blicootorqado en el pueblo de JullporPedrode 3óveda decuvas viñas vendía aDieqo Avila cien botijas de vino por 400 pesos, cae mo los menciona. ;\~ontenegro y Uba Idi.

Cuando falleció el11 de Mayo de 1610; Alonso de Estrada uno de.Ios.prirneros y grandes viñaterosquetuvo Móqueqaa.iensu.tes­tamentode 11 de Abril' del-rnismo año, hace mención de las bodegas; botijas,lagaresyde los diferentes implementos que había utilizadoen la producción olorosa del vino que debióser.aprecia­ble en su hacienda' Yaravico, en donde tenía 38mil cepas;

En 1619, AntonióVásquez de Espinosa, decía que en. la parte norte delrío rJloqueguaquepertenecíaªlaAudiencia de Lima,' -'pues ladel Sur correspondía ala deCharcas->, se cogían 30 mil botijas de vino. Un siglodespuésen 1713, el francés Frezierse ad­mirabade que.en terreno-tan Pequeño; refiriéndose al valle de Mo­quegua,se cosechara todos los años tan qrancantidad de frutos de vid que producían más de cien mil botijas de vino y aguardiente. Y

.Cosme Buenoalqo más de 50 años después .rnencionaba que la mayor parte desus vinos se reducían ~aguardi,entes,(talvezvinos torcidos), observación también de TadeoHaericke.y que "deeste fruto. se cogen en el valle de)J1oqu'egua -;aguardielltes-6P.mil árrobas,(750mil litros) que se nevan ala sierra, Potosí, Oruro yí.a Paz. . .

.. En la visita que del 22 de Setiembre al 29 de Octubre dé 1791 .hiciera aiVloquegoa, Anton id AlvaréZ y Jiménez,Gobernadorl n'-'

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tendente y Vice-Patrón Real de Arequipa, aque hace referencia el Padre Barriga, encontró que los agricultores del valle para festejar a su Patrón San Bernabé, a quien habían levantado una Ermita en . la cima del Cerro que por ello lleva su nombre (al comenzar -la Avda. 25de Noviembre) habían acordado contribuir a su celebra­ción con ;'::edio tri"!! por cada botijade 'vino que se cosechara en ese año, alcanzando la producción "sin embargo de la considerable rebaja experimentada en las cosechas de este año" a 249 ,724 boti­jasde vino osean 14'234,268 litros, a razón de 57litrosporboti~

[a, Dicha producción rindió pues para los festejos de San Bernabé, la suma de 15;607 pesos y 6 reales, a ocho reales por eso. Tam­bién.informaba el Intendente Gobernador que en los buenos años se cosechan 40 mil quintales de aguardientes (Dos millones de li~

tros a 50 litros por quintal que se distribuyen en la sierra y se Ile' van a Potosí, Oruro, La Paz y pueblos de esas comprensiones. Y al referirse a los vinos dice que son generosos y buenos y que se colocan en la clase de exquisitos quecompitenaonlos famosos de Europa y que "embarrilado por algún tiernpc.isu calidad, su color, su fragancia y dulce natural deleitan al sentido".PorICi anotado, ya en ese año (1791) existían barriles para almacenar y tal vez también para transportar los vinos y aguardientes en vasija hecha posiblemente con maderas de Guayaquil' trafda por los pudientes para la construcción de) sus casas. Pero las primeras vasijas-para depositar los vinosfuéronlos tinajones fabricados en las haciendas y para el. transporte de. los mismos se empleaban las botijas con capacidad para 57 ó60 litros (5 arrobas) que se acond icionaban en aparejos de carga con una concavidad convenientemente acolchada para llevar dos botijas, una a cada lado del lomo de los acémilas. Sólo a partir de 1749 se introdujeron los odres en Moquequaque comenzaran.a desplazara las botijas de arcilla, habiéndose utiliza­do primero y con el mismo fin en el valle de Vítor en Arequipa, empleando para hacerlos los cueros de chivoquese embadurnaban interiormente con brea que extraían del mineraldaChumpfen Caravelf. .

. Según Méndibüru la primera constanciaéscrituradaqüeseen­cuentra en Moquegua de .haberse hecho aguardiente en su valle: es la de diez botijasvendidas porJosé Espinosa de laTorre aSe­bastiánGuarachl.rvecinode Jesús de Machaca y' enviadas a Potosí el 9de Setiembre de '1701. Sin embargo, en "Lacolecclónde do­cumentos relativos a la historia de Bolivia durante la épocacolo­nial"Vicente Ba!livián y Roxas, al tratar de los Anales de la Villa Imperial de Potosí, en referencia al año 1656, oseaA5años antes de loconsiqnado por M.epdiburu;,anota dicho autor: "De los

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"vallesde Cinti,-Oconlota, Tarachipa yMoquegua, Locumba, Ari­"ca y Arequipa y muchos valles y lugares y provincias se abastece "(Potosj) con más de cien mil botijas de vino y aquardientevricas "aceitunas.: Asi mismo, consu me muchos da res de claro y sabroso "aceite cada año">Por la cita anterior; es muy probable que por.la mediacenturia de mil seiscientos o tal vez antes va'se produjeran aquardienteseri f"loqueguél. En 1619, Vásquezde Espinosa uno de los primerósviaierosque dieran a conocer conprolijidad las pro­ducclónes de ~.10quegua,· señalaba que "El río de este hermoso

. "valledivldeIasIurtsdicciones de la Audiencia-de Lima, y la de "Charcas.porque todo el valle vviñas que están de la parte norte "del río que corre este-oeste, pertenece a la A'udienciade Lima, y "en esta parte pone el Virrey un Correqidor para su buen gobierno "y que administre justicia, cójense én esta parte más de 30 mil.bo­"tijas devinO','ElviajerÓrlO hace referencia alguriaa los aguardien­tes que entonces no se producían. .

El riesgo que corrían los Viticultores de que sé avinaqraransus excedentes' de vinos no comercia lizados, los llevar íaae laborar los aguardientes para verse libres de aquella eventualidad V el comer­cio que ya ten ía íilloquegua .con OruroyPotosí, pueblosproducto­res de estaño les facilitaría esepropósltotravendode los-centros de producción el estaño, no sólo para la fabricación de sus falcas con fondos de cobre, para la destilación de los mostos provenien­tes dé las Uvas de sus viñedos, sino además para hacer las tinajas para el almacenamiento dell iquidoobtenido.:

En 1756, duranteelqoblemo de José Manso de Velasco, Conde de Superunda, se realizó un cabildo abierto enMoquequa parasolí­citar al Virrev la prohibición de introducir el aguardiente de Chile en la sierra, por los incalculables perjuicios que ello irrogaría a los valles de Moquegua, Locumba, Vltor; Sigúas y Tarapacá. Ochen­tiséis años más tarde en nota. dell de Mayo de 1842, dirigida por el-dlputadoMarlátequi al fVljnistro de. Relaciones Exteriores, le in­formaba que mientras que los aquardientes peruanos que se ven­él la en los mercados de 30 livia'sólo ten ían 119 de alcohol per­diendounqradoal.Ileqar a la Cordillera, los aguardientes europeos conocidoscorno catalanes ten ían 36.gra,dos, siendo pues legíti rnos alcoholes qua excedjan en 200 a los peruanos. Por otro lado, los aguardientes europeos que venían en barriles de seis arrobas paga­ban.sólg,cil1Co derechos que equival ían al44 o/o desu valor, rnien­tras..que los aquardientesperuanos, ten íanque abonar siete dere­

:-chosque representabanel49112 o/ode su.importede-venta,

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Estrechamente vinculada la econom (a de Nioquegua a los pro­duetos.de-susviñas, el 28 de Octubre de 1845, los hacendados en número de 95,.se dirigen en memorial a Prefecto para que.ínter­cediera ante la Junta de Gobierno Provisorio que presid ía Castilla por fallecimiento del Mariscal f'Jieto,afin de impedir que desern­barcaranen Arica 4mi.1 barriles de aguardiente catalán con destino a i3olivia; vaque esto como en anteriores ocasiones entrañaba una. desventajosa competencia paraJoslicorea.rnoquequanosv los del sur, del pa (s. En esa época Bolivia compraba elaguardienté .de .170 de Moquequaenveinte pesos de loscuales descontando el flete V 10s,derechosdeinternaciónenLaPa;z que ascendían a13 pesos, dejaban Iibres para el productor únicamente) pesos.

__ Ahi (zdef terremoto: del 13 de Agost() de 1868 que ocasionó estragos incalculables eh todo el, sur, del Perú V"Em fVloquegua la destrucción de, la población, sus templos, hospital vpérdidas de más de 40 vidas aparte de los que no fueron rescatados de los escombros..el .sismo llegó también .alas haciendas del valle yen los informes trasmitidos él la Capital se decía que las bodegas estaban destrufdas.vque-Ios Iicores habían corrido porel campo.por rotu­ra o agriE;!tamie,nto de los tinajones que los con ten ían. Entre las medidas adoptadas por el. Gobierno por Decreto de 21 de Setiern­brede1868, puso a: disposición del Cónsul del Perúen Nueva York cien mi I pesos o sea ochenta milsolespara la COmpra de vasi­jas vtoneles.eon destino a losvalles de Moquegua, Locumba Vr,/lajes. Una comisión constituída por los .rnoquequarros José Camilo Angulo VJosé Tudela marchó a Nueva York V compró 500 cubas de fermentación de 1,500 galones cada una; 1,000 pipas de no­venta galones V 8,OOO'barriles de quince galonés, vasijerfatoda de búenrobleblancopara repartirseuna terceraparte para Locurnba ' y Majes y dos terceras partes para los vinicultores de Mdquegua, ' debiendo hacerse el pago enveinte años con 50/0 deamortización y50/0 de intereses.' En Octubre de 1869/1egabana Arica 1670 atados de flejes venEnerode 1870 desembarcaban enel,'mismo puerto 207 bultos y4;134dueléis. Transportadalavasüenaát¡o, de all í fuéconducldaenrnulasa Moqúegua, habiendo adquirido el EstadcBü de estos animales con susaparejos.tconténtíoseade­más con', lasacémilas de' los hacendados. A Moquequa-corresporitíe­rían 333 cubas-de fermentaclóndel-l ,500 galones; 660pipásde ' noventa galones V 5,330 barriles de quince galones. "" ,

'Eh la Memoria' estad Istica de la agricultura en Moquegúáen 1874'sehace mención de lagráh produccióndeuva neqraentodo el valle, "cerrlaque se elabora vino tinto¡ blanco; jerez; oporto, no

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existlendo por esa época gran cantidad de uvaitalia. Se informa también de los felices resultados obtenidos por Gregorio Cabello, quien venía elaborando vino por más de 20 años con los métodos aplicados en Francia,' permitiendo que sus' experienclas lleva­ran a los vinicultores a notab les progresos en la vi nificación. En ese año se produjeron 49,678 quintales de vino (2'384,544 litros a 48 litros por quintal) que sevend ían de 9 a 12 pesos el qq, o sea de 7;20 a 9.60 soles. El mismo año se destilaron 228,213;qq. de uva que produjeroh.55,825 qq de aguardiente de 180 (2'791,250 Iitrosa50 litros por qq.) equivalentes a un rendi­miento de 4.08 qq, de uva por uno de aguardiente. Se vendíade 10 a 14 pesos o sea de 8.00 a 11.20 soles por qq,

Antes del terremoto de 1868, una, Estadística de Jacinto López en su obra "Manuel Pardo" sobre lascontribuciones directas de la República en 1865, de un total de 156,572 soles en un semestre, figura como primer contribuyente Lima con 66,398 soles (42AO oto), en segundo lugar Moqtiegua con 15,788 soles (10.08 o/o), en tercer lugar Arequipa con 14,422 soles (9;21 oto). De la contribución que a Moquegua correspondía, el mayor aporte es por impuestoa los Predios Rústicos con 5/. 7,852.70 seguido de la contribución industrial con 3,231 :05 por la elaboración de licores; luego, el impuesto de Patentes con 5/. 2,878.00 y por úl­timo los Predios Urbanos con 5/.1,826.55.

Interferida la producción de licores por el terremoto con las ro­turas o resquebrajaduras de- los tinajones, comenzó nuevamente su recuperación desde 1870 con la vasijería traída de Nueva York, pero sólo ocho años más tarde, desde 1880.con la guerra conChile en suelo moqueguano el vandalismo del invasor dejó huella des­tructora saqueando la población, inutilizando su vía férrea, incen­diando sus haciendas, destruyendo sus bodegasy después de em­briagarse hasta la saciedad dando rienda suelta a sus sádicos instin­tos y.con-placer no.disimulado, hicieron corr'é¡--b?l)')º'f1güa.~11íqui­

.do detos toneles:<la 'liloxera que vino en los,'Sa.~é:~sde las acérni­las del.éjércltochileno. las requisas, de sus recuás.dé mulas en las tres últimas invasiones de las cuatro que sufrió Moquegua, pro­dujeron con otras causas. secu ndarias el totalq uebrantode la in-. dustriavitivinícola hasta hoy no recuperada.

"Como se anotó anteriormente, Moquegua:-prodlljo; , ')

En1874 Eh 1905 5 años antes de la'guerra. 21 años después del término

de la,guerra

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Vino: . litros2'384,544 Vino: .. litros. 478,948.00 o sea: qq.... 9,978.08o sea: qq. 49,678

Aguardy. Aguard y derivados: litros 2'791,250 derivados:litros 38,722.00 o sea: qq. 55,825 o sea: qq . 774.44

.Producciónen cinco años recientes En 197-5 En 1976 Vino: litros 60,285.00 Vino: lit ros 68,283,00 o sea: qq. 1,255.94 o sea:qq. 1,422.56 Aguard. y Aguard y derivados.: litros 80,456.00 derivados: litros 63,473.00 o sea: qq. 1,609.15 o sea: qq. 1,269.46

. En 1977 . En 1978_ Vino: litros 30,775.00 Vino: litros 15,200.00 o sea: qq. 641.15 "osea: qq, 316.67 Aguard y Aguard. y derivados: litros 31,091.00 derivados: . litros 37,283.00 osea: qq. . 621.82 . o sea: qq.. 745.67

En 1979 Vino: ·litros 15,900.00­o sea: qq. 331.25 Aguard. y Derivados: litros 47,887.00 o sea: qq. 957.74 ­

En vinos la producción era de vino tinto, blanco, italia, oporto tinto, oporto blanco y jerez, .variedad esta última desaparecida desde hace algunos años. En los aguardientesmás conocidos como piscos, se producían y continúan 'haciéndose, el mosto verde, el pisco albilla yel italia y como derivados el cognac, el anisado y el bitter, este último ya sin producción. En las décadas del 30 al 60 eran muy conocidos los licores C.A.H., iniciales de Carlos Arito­nio Hurtado cuyos productos embotellados y etiquetados tuvie­ron bastante aceptación en el Sur y en Lima.. . Los numerosos lagares, falcas y bodegas que existieron a lo

largo de todo el valle hasta Samegua, desde los tiempos de la Colo­nia, han ido desapareciendo paulatinamente desde la primera dé­cada del presente siglo, principalmente a consecuencia de la desa­

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pariciónde la mayoría de los viñedos al ser atacadospor la filoxera, plaga tra ída por las acémilas del ejército chileno durante la guerra

, con el país del sur. Las cuatro bodegas existentes en la actualidad, manteniendo aún lafama de los licores moqueguanos, son relativa­mente recientes. La Bodeguilla,en la hacienda del mismo nombre, instalada por Alfonso Gambetta G. desde 1948, hoy explotada por la Sucesión constitu ída por sus hijos; Negociación NorvillNillegas y Cía levantada en el este dela ciudad en 1928 en base de la vasija existente en la hacienda San Julián del valle, por don Norberto Vi­llegas Talavera, a cuyo fallecimiento pasó la propiedad á sus hijos, concentrada luego en los hermanos Alberto y Mario Vi llegas Var­gas; la Bodeqa Escapalache, la más antigua, en el Alto de la Villa, sucesivamente propiedad de Baltasar Valdivia, Manuela Rivera de Valdivia y los hermanos Camilo y Armando Valdivia Rivera, el último no hace mucho fallecido. Y desde 1971,ha establecido en. su hacienda "OMO" implementando su bodega con maquinaria moderna, Antonio Biondi Bernales, cuyos productos Pisco Albilla y Pisco Italia, sin más propaganda que la de los mismos degustado­res ha revigorizado, más allá de los límites nacionales el presti­gio de los mostos industrializados de I~ soleada tierra tan pró- ' diga también en' mejores tiempos, en, sabrosos y aromáticos fru­tos cuando libres aún se hallaban del gusanillo de la mosca.

Desde hace un buen número de años, para alcanzar una escasí­sima producción quena cabe compararla siquiera con lo alcanzado en la media centuria del siglo pasado, las cosechas locales de los pocos viñaterosque quedaron que, según la Dirección de Estadísti­ca' vCensos, con alguna variación tal vez en los años siguientes, al­canzaron en 1971 á 381 mil kilos de uva a razón de 6,360 kilos por hectárea, han tenido que reforzarse con uva tra ídade los valles de Locumba, Vítor, Majes y en ocasiones de lca, para la produc­ción de licores. Dejando de lado el interés por cultivos más lucra­tivos y de mejores rendimientos se han venido haciendo por unos cuantos nuevos plantíos de vides, principalmente de cepa americana resistente a la filoxera, pero el mejor precioalcan­zado como fruta de mesa, ha constituído el principal de los mo­tivos para que los propietarios de viñedos sin bodega,se abstengan o lo hagan en forma limitada yconsus excedentes, de contribuir con sus frutos al incremento de la producción de los contados fa­bricantes de .llcores. De otro lado, el elevado impuesto que grava lashebiq~sálcoh6Iiéas'q'Cié' der27 "o!o-en" 1975,-'"sübió'a"4'2 o deSde'~iiíé(Had()"s'de 1978, bajando al 40 o/(f'desdeSetielilbre de 1979 y luego al 36 % desde Marzo de 1980, se"ha constitufdo en una barrera difícil de saltar, para pretender alcanzar una mayor productividad, ya que los mayores costos de los licores elaborados

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vienen restringiendo al mismo tiempo la demanda y consumo de ellos. En esta situación que se agrava con el estricto eontrol.ejer­cido por el Estado en la producción de bebidas.alcohólicas.tno-se incurriría en desacierto el predecir que nunca llegará Moquequaa recuperar el envidiable sitial que alcánzóenlaColonia como gene­roso productor de vinos y aguardientes, los que alcanzaron dentro y fuera dela. tierra esa bien ganada reputación de buenos yexquisi­tos como los calificara el Intendente Gobernador de Arequipa AI­varez y Jiménez y que ha seguido manteniéndose con el correr del tiempo, llegando los buenos catadores llamar a los vinos "'E I Burdeos Moqueguano" ,en las épocas doradas de la producción

:f- LA AGRICULTURA, OCUPACION PRIMERA . DE MOQUEGUA

En todos los tiempos y en las distintas latitudes enrelación con el medio ecológico, la principal preocupación del ser humanoyen los animales el instinto de la supervivencia, ha sido buscar y conse­guir el alimento necesario para s~bsistir.Yello, haceindiscutible qué la primera y prirnordialocupációri de los primeros pobladores de Moquequa, como sustento de sus vidas, ha sido la agrícola, des­de los Uro-Pu'tinas, siguiendo con los avrnaras, los quichuas y los aventureros castellanos.

Los Uro-Pukinas con la experiencia, sobre todo en irrigación, que habían alcanzado en losvalles arequipeños, luego del desalo­jo que sufrieron de su región del Collao yde .lasislas y orillas del Titicaca llegarían a Moquequa en donde aplicarían su técnica agrícola en una-tierrafértilcpero.ven todo tiempo escasa de a' guas. Luego los aymaras que siempre vivieron de los productos de la tierra, continuarían, con su habitual ocupación dedicándose a los cultivos por ellos conocidos. Y cuando los capitanes de Mai­ta Cápac llegaron a la región encontraron la tribu llamada o norn­bradapor los mismos conquistadores "MOQUICHUAS" debido tal vez, a su asentamiento en una tierra templada en laque habían continuado su ancestral dedicación a una de las plantas gramíneas originarias del Perú:el maíz. Y aunque ala tierra que conquista­ron loslugarten lentes del Cuarto Inca la llamaron" MOQU EHUA", nombre que se ha mantenido hasta la fecha, considero como lo he sostenido en el Capítulo de esta obra.t'Etimoloq ía de Moquegua" que el significadaoviene de "MOOUICHUA" quederivarfa de las voces "IVJOHO oMUHU'~la tierra templada o de temple caliente y "QQUICHUA" grano de semilla quesería.el maíz o seaque

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"MOqUICHUA" significaría ültierra templada propicia para el cultivo. derun qrano COrJ1o el maíz. "qranovdel qué .fuera para el cultivo de un grano como el maíz "qrahotíelquefuera Moquequa por esos tiempos un granero que.corno Sama,Arequipa y l.arecaja en Bolivia, proveían a otras zonas en donde escaseaba este cereal como lo decía por 1567 Garcí Dfaz de San Miguel,pro­ducción queconf rrnaría50 años más tarde Vásq uez de Espinosa y . por 1764 Cosme Bueno que decía que Moquéqua producía "mu­cho maíz que se lleva a las provincias vecinas y vinos que la mavor parte se reducen a aguardiente y se llevan ala sierra ... Produce también esta provincia algunas azúcar, trigos y otras semillas ... Hay bastanteqanado mayor y rnenorv los demás frutos y anima­les de sierra". . . . .. .

" Cuando Antonio Váquez de Espinosa, religioso dela Orden de Nuestra Señora del Carrnenvisitó-Moquequa por 1618 01619, encontró "muy abundante y regalado este valle", en donde a más de sus haciendas de viñas se daban "muy buenos membrillos, melo­"cotones; carnuesas, higos y otras frutas de España y de la tierra, "hay ingenios y trapiches daazúcar v por el valle abajo muchas "chacras y sembrados de maíz, quaranzosfrejoles, paliares y otras < "semi lIas y muchoaj í o pimiento que ~. cogeen este valle y todo "tiene muchovalor por lamucha salida que hay de los frutos en "carneros (así llamaban' los españoles a las llamas) a la provincia de "Chucuito y a toda. la tierra arriba, cójanse en este valle muy bue­"nos camarones y es todo abastecido y rico y parece un Paraíso" .

En Octubre de 1791, Antonio Alvarez y Jirnénez Gobernador Intendente de Arequipa enel informe que emitió a raíz de su visita a Moquequadecía de su valle "cuya longitud es.de siete leguas y su "latitud de media y en algunas partes de poco rnás..esde los más po­"derososdel reino y sumamente delicioso por la abundancia de sus "viñas y por la hermosura de las chacras y huertas qué lo rodean. "Produce rnuehe vino y delicadas frutas como chirirnovas.rpaltas, "plátanos, naranjas Y limas dulces, carnuesas. limones.t.prlsces '(abridor de melocotón)¡ higos". Habían alfalfares, pues, enlas.cha­eras y haciendas se manten ían caballos para lbs continuos viajes' a la Villa y sus inmediaciones y burros y mulas como animales de carga y transporte y también muchas ovejas y cabras; Vacas, novillos y toros, an imalesque en inveterada necesidad no desa­parecida, se enviaban a las lomas de ILOen las épocasdelcreci­miento del pasto por la llovizna invernal. Se menciona también que toros por su fiereza servían para las corridas que en las fiestas reales y en otras ocasiones de diversión¡ se hacían en la Villa. Por las anotaciones de Vásquez .de Espinosa yAlvarez de Jirnénez en dos. siqlos.diferentes, XVI l/y XVIII respectivamente, la extensión

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cultivable de Moquegua, comprend ía los viñedos en su mayor par­te, segúidos de los huertos y alfalfares y en parcelas más reducidas las chacras para los cultivos de pan llevar, principalmente el maízv luego el trigoeste último de producción limitada en la Colonia y que al pareceralcanzó mayor desarrollo algunos años antes de la media centuria del siglo pasado cuando el italiano Pedro Converso instaló en Estuquiñael primer molino de trigo con su enorme y pesada piedra circular para la molienda del grano. Dichains­talaciónpasó' con el tiempo, a propiedad de Pedro Bianchi y en el presente siglo a Esteban AcerboAssunta, ambos italianos. Algunos años después de la primera instalación una compañ ía estableció el, molino del Alto de la Villa cuyo último propie­tario fuera Francisco Kuong. Ambos molinos que llegaron' a funcionar hasta por la década del sesenta del presente siglo, atendieron en parte la demanda local de harina V sus derivados, sémola, fideos y afrecho, llevándose el excedente de 1. grano a Arequipa. Con buen peso hectolítrico que llegaba alrededor de lós 80 kilos por hectólitro, cuando los trigales no eran atacados por la roya o argenia que constituyó una de las plagas más desalentado­ras para los productores de este cereal,el cultivo de esta gramínea " que en 1950 ocupaba en eldepartarnenteo 1,109 hectáreas con una producción global de 1,442 toneladas métricas y 1,300 kilos por Ha, comenzó a desaparecer hasta casi su extinción de] queha­cer aqr ícola del valle de Moquequa con la introducción de la ceba­da cervecera por Maltería Lima, desde la década del sesenta. La provisión de semillade cebada, el compromiso de compra de la producción íntegra y el trillado de las espigas con maquinaria de la misma firma, han sido alicientes suficientes para la desapa­rición de los trigales y de las eras de las doradas y nutrrtrvasrnie­ses, cuya trilla daba lugar en las haciendas del valle a las tradicio­nales reuniones festivas, amenizadas en ocasiones parlas bohemios de la guitarra, sin que en ellas faltara el apetitoso asado de cordero, el aromático sango del mismo trigo, la refrescante chicha de jora y el vino tinto corno alegre y estimulante dicharachero. Sin el bucóli­co recuerdo de otros tiempos pero con resultados.económicos más positivos para el productor, el beneficio del grano industrial de la cebada cervecera hasustituído completamente al cultivo del trigo. La extensión aprovechada parla cebada en el departamento de Moquegua llegó en 1971 a470 hectáreas con una producción de 785 mil kilos, a razón de 1,670 ks, por Ha., superficie y rendimien­to, superados posiblemente en los últimos años.

Tal vez con alguna posterioridad al plantío de viñas, se cultivó la caña de azúcar o "caña de chupar"en Moquegua, pues por 1619 Fray Antonio Vásquez de Espinoza encontró "ingenios y trapiches de azúcar", Sin dedicarse grandes parcelas a su producción.iJas

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haciendas que la cultivaban contaban con trapiches para la extrac­ción del jugo con la que elaboraban "alguna azúcar" como dice Cosme Bueno por 1764, pero sobre todo, en la elaboración de miel;

.melcochas y roscas y en el recetario de muchas de las gasolinas que conquistaran rnerrecida.farnaa la reposteríamoqueguana desde ros años florecientes de la Colonia. Por la existencia de un molino de caña, aún mantiene su nombre deí'Traplche" la zona agrícola en donde confluyen los ríos Tumilaca, Torata y Otora o Huaracane, para formar el Tambapalla o río Moquegua.Los cañaverales que se renovaban a los tres o cuatro años de producción y que constitu­yeron siempre lugares de atracción para los paseos sabatinos, do­minicales o festivos de grandes y chicos, fueron desapareciendo desde la década del cincuenta.

. . .

La baja producción que venían acusando las viñas de Moquegua a 'consecuencia de la plaga de la filoxera, obligó a los propietarios a extirpar paulatinamente sus plantíos de cepas a partir de 1906, llegando a la extinción casi total al estallar.la primera guerra mun­dial en 1914 ante la enorme demanda que en Europa tenía la fibra blanca. Años después del término de la guerra, el Ciudadano ale­mán Juan Tidow, instaló en 1925 la Fábrica Pacocha en 110, para la producción de jabones, perfumes, crema de calzado, aceite de pepita de algodón, entre otros productos, permitiendo a su vez, la '. instalación de tres desmotadoras en Moquequa, la primera por Gaspar Zapata Vélez (padre), por Francisco Flores y por la Com­pañía Barber - Vásquez, de las cuales la primera, algunos años des­pués pasó a propiedad de FranciscO Kuong. Beneficiadas en estas instalaciones las bellotas de Moquegua y Locumba, el algodón des­motado se despachaba en fardos o pacas a Inglaterra y Alemania mientras la pepita era aprovechada por la fábrica Tidow. Si el es­tallidode la primera guerra mundial revivió la agricultura deMo­quegua que estaba lanquideciendo, con la segunda guerra mun­dial decayó hasta casi desaparecer, lo que ocurrió en años poste­riores, la producción algodonera. El cierre de la fábrica Pacocha por la nacionalidad alemana de su propietario por 1939 ó1940 y el traslado de la misma a Lima que originó la falta de un mercado cercano para la pepita de algodón, y la difícil colocación de la fibra' en países convulsionados por la guerra, trajo corno consecuencia a su vez, ·Ia paral ización de las desmotadoras y la falta de incenti­vos en el agricultor para continuar con un cultivo cuya. fibra no encontraba fácil negociación. Aún por 1940, el cultivo del algo­dón ten ía 97 hectáreas ocupadas con una producción de 40 tone­ladas métricas y en 1971, apenas 5 Ha. con 2tÓri. rnétricasprodu­cidas.

375 .

Otro de los cultivos cuyo fruto ha constitu ídodesde su inicio la principal fuente de ingresos de los agricultores de-Samegua,ha sidoves la paltacuvorneior mercado de venta fue. y sigue siendo Arica, de donde se distribuye a distintos puntos de Chile; En me­norescala 110, Cuajone,Tacna, ToquepalavArequipav la misma plaza de Moquegua, son tamb ién lugares de consumo de las.Va fa­mosas paltas deSarnequa. Originaria de distintos países de Arnéri­ca, en su variedad aguacate (Persea Gratisirna) y conocida en.las que antes fueran colonias. francesas americanas con el nombre de Avocar (Juan de Arona), la palta es también oriunda del Perúy su nombre se debe a los "indios palta"que la cultivaban-en sus.tie­rras, Su sabroso V carnoso fruto que se obtiene a los seis o siete años de cultivo de la planta, era de consumo corriente entre los antiguos peruanos que la producían. Garcilazo dice que de la pro: vincia de los "indios palta" se comunicó a las demás y que los es­pañoles las ¡Iamaban perasporsu parecido conesafruta' deEspaña, aqreqandoq ueson dos o tres veces más qrandes que las peras de ese pa ís, que tienen una vaina tierna vdelqada.ríebajo dela médu­la de un dedo de grueso, dentro de la cual se encuentra "uh cues­coo hueso 'cornoquieran los muy mirlados..., lafruta es muy sa­brosa, rnuv saludable para los enfermos, comida 'conazúcar es co­mer una conserva muy delicada".' . .

, . .

,-, "-. .

Al. igual que muchos otros cultivos, es probable que suintro­ducción enSamegua delos lugares peruanos de producción se deba alos españoles y para algunos la palta corriente de cuello largo que ya desapareciendo de Samegua,es de procedencia antillana, traída tal vez en algunas pepas por los hispanos. Los viajeros, entre ellos Vásquez de Espinoza no mencionan la palta entre los frutos que encontraron en el valle dé Moqueguaen la centuria del mil seis cientos.i.Sóloen 1791, el. Gobernador Intendente de Arequipa AI­varez de .IirnénezIa. cita entrelosfrutos queencontró, siendopre­sumible deducir que su cultivo .seiniciara años antes, quizá a me­diados daese siglo. Peroel mayor. interés en incrernentarel área productiva.del palto gata de la década del sesenta del.presente si­glo, con la introducción por el MlnistetiodeAqriculturade distin­tasvariedades, principalmente "Ia paltafuerte",queporlamayor duración del fruto recogido y por su mejor aceptación en el mer­cado, ha originado la casi desapariclón de la sabrosa-peltacorriente, cuyosárboJes han venido sirviendo de patrones para el injerto, de aquella variedad de palta mejicana. Con algunos paltosenel "Al­to de-la Villa" y Gharsagua,la principal concentración de suculti­vo porlacaiidad de ,las tierras que resultan bastante apropiadas para su existencia, siguesiendo Samegua. Una su perficie de 88 hec­

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táreas;da una producción promedio de 375 mil kilos con 4,261 kilos porHa: y un peso aproximado deS paltasderegular tamaño,' por kilo, dándose también muchísimos frutos que se aproximan ­o sobrepasan con excesoesepeso. ­

-Durante el Gobierno de Ramón Castilla seJntentóIntroducir en el Perú la cr ía del gusano de seda, fomentándose previamente el cultivo de la morera por intermedio de los Prefectos. Contratis­tapara la importación de los pies de dicho árbol fue Juan José Sarratea quien distribuyó en el Perú 101,400 pies de morera el año 1846, manteniendo además un almácigo de 70lJliLplantas en Lima; Ladistribucióh se hizo a Paita,La Libertad, Santa, Huarás, Cajarnarca, Jun ín; Ayacucho, HuancaveLica, Puno, Cuzco, Arequi­pa y Moquegua,a donde llegaron 8,900 pies de morera. Aunque en La Libertad obtuvo algún éxito Pedro Joséí3arnuevo que remi­tió al Ministerio de Gobierno nueve medias madejas de seda benefi­ada de los capullos de su plantación, no prosperó esta industria en el país y en Moquegua si hubo intento de implantarla, sólo-que­daron de ese propósito algunos árboles de morera que son los que existen en la actualidad, sin que exista mayor preocupación por su multiplicación, salvo aislados casos por el fruto que producen.

. ­

Uno de los frutos que viene alcanzando cada año mayor de­manda, tanto dentrocornofuera de, la localidad, ya sea al natural o macerado en deliciosa bebida, es el demasco, variedad del albari­coque o albaricoquero, árbol rosáceo originario de Armenia. en el Asia Menor, cuya introducción en Moquegua, debe datar sólo de las últimasrdécadas del siglo pasado. Siendo su _producción de Oc­tubrea Diciembre, siempre encuentra -inmediata acogida en los degustadores del jugoso y aromático, fruto que en las huertas de esta ciudad son de excelente calidad, tal vez, por los injertos he" chos en patrones de durazno. Reputados como exquisitos los de "las huertas del río", la escasez de agua y la persistencia de la pla­gadela mosca de la fruta, han restado empero, el interésy el ali­ciente que debieran animar a los propietarios de esa zona, para una mayor multiplicación del damasquero que sí viene alcanzándose por los seguros ingresos que 'reporta, en los fruticultores de Tumi­laca, .Torata y Omate, lugares en los que, además vienen propaqén­doselos cultivos de diferentes variedades de ciroleros.

._Pueblo dependiente de la vida de sus campos, Moquegua ha sen­tido en todo tiempo, la inquietud que alegra o acongoja a los ha­hita1') tes del valle. Bienestar y satisfacción por lasbuenas cosechas; desesperanza ante las plagas, sequ (as o avenidas torrenciales, como las ocurridas en Enero y Febrero dé 1750, de las que hace mención

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Montenegro y Ubaldi y que invadiendo y haciendo destrozos en el valle llevaron a los agricultores a solicitar condonación de los im­puestos al Virrey José Manso de Velasco, Conde de. Superunda. Aún existen algunas personas que en su niñez vivieron también las angustias de sus mayores con las destructoras avenidas de 1900 que desquiciaron una vez más la economía del agro moquequano,

El agua generalmente escasa, ha sido desde los primeros tiempos el problema capital del campo y de la ciudad, agudizándose en esta última y en forma desesperante tal situación con el crecimiento de la población en los últimos años, sin que los estudios y proyectos de factibilidad hayan encontrado con su realización la solución a tan tremenda problemática. Y en el campo, con los altos precios alcanzados por la propiedad rural.. por la demanda.de ella, llegan­do a fluctuar la hectárea entre los dos y tres millones desoles y en ocasiones mayor suma (200 o 300 o más soles el metro cuadra­do), han venido afincándose en diferentes parcelas del valle buenos y expertos agricultores como son desde su ancestro losdelagro de Carumas. No hay desperdicio de tierra y cada quien trata de erra­dicar la persistente grama que por much ísimos años fuera un ver­daderoflagelo para la agricultura, o se esmera en ampliar los Iírni­tes de su heredad, ganando para el cultivo tierras hasta entonces eriazas o invadidas por la maleza. Y el problema siempre es el agua, cuyo uso en uno de los pocos beneficios que para el agro del país trajo el gobierno del septenatodel General Velasco Alvarado,tiene ahora más racional distribución, con la desaparición del sistema colonial de la mitación, en la que unos cuantos disponían de varios días V horas de riego, mientras otros, con unaescas ísima dotación, tenían además que comprarla, prestársela y en ocasiones hurtarla para poner a salvo sus sembrío y sus cosechas. Con una abundan­te y permanente fuente de aprovisionamiento en su serran ía, bien podrían satisfacerse los requerimientos, hídricos de la ciudad y del campo tanto en r,10quegua como en 110, de llevarse a ejecución entre los diferentes proyectos elaborados para el mejoramien­to' del riego del valle de r.10quegua, el del Ing.Guillerm03an­da (1960) con el aprovechamiento de las aguas de Pasto Gran­de, cuyos estudios de factibilidad técnico-económico contra­tó el Gobierno con la empresa norteamericana Mc Creary Koretsky Engineers. Una de las alternativas del Proyec~-' l3anda, considera utilizar las aguas de Pasto Grande que requlael caudal del río Viz­cachas y la cuenca de la laguna de Lariscota uti Iizando un canal de desviación desde la parte alta de! Vizcachas a los ríos del Torata V Tumilaca. En una segunda alternativa del Proyecto Banda, al pa­recer de mejores proyecciones acu íferas para Moquegua ello, se aprovecharían' los recursos; .idrolóqicós de las cuencas tributa­

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tias delr ío Coralaque, o sea los ríos. Vizcachas, Huachunta, Chiluta y Titire , así como la cuenca de la laguna de Loriscota, requiriendo el proyecto la construcción detres vasosrequladores en Pasto Gran­de, en Huachuntay en Titire sobre los 4,300 de altura sobre el nivel del, mar. Con la ejecución de esta-provecto, no sólo se satisfaría la demanda de agua de consumo de dos pueblos, Mo­quegua e Ho, que angustiosamente se consumen de sed, sino que además, se mejoraría el riego de las 3,400 hectáreas de las tierras cultivables de Moquegua y Torata y se ganarían asimis­mo con la irrigación; 12,000 hectáreas en las lomas de 110, zo­nas adyacentes y eh las pampas de Hospicio, desviando el agua por la margen izquierda del río, .generándose al mismotiempo 60 mil

. kilowattsde energía eléctrica hidráulica que darían opción al esta­blecimiento de diversas pequeñas industrias en la zona; Empero, estas aspiraciones vienen dilatándose en su cumplimiento, entre otras causales, aparte del económico, por las miras ambiciosas de Tacna que ha venido planificando con el abierto padrinazgo del Instituto Nacional de Planificación, el aprovechamiento de los po­tenciales recursos acu íferos de Moquequa. para aumentar el caudal de la laguna Aricota, con los consiguientes beneficios para aquel departamento en desmedro de los vitales intereses de tres pueblos de la Provincia Mariscal Nieto; Torata, Moquegua elLO.

4 ..,-OTRAS ACTIVIDADES DEL QUEHACER 1VI0QUEGUANO

Tinajones y Botijas

Cuando llegaron los españoles a Moquegua, tuvieronsin duda alguna, extremas limitaciones en la satisfacción de las múltiples necesidades que en todo tiempo 'se le presentan al ser humano,li­mitaciones más perentorias en aquellos tiempos, en los que no se dispon ía, de los adelantos de la época actual. En un territorio ha­bitado por ind ígenas de costumbres y medio de vida en todo di­ferentes a las de los castellanos, éstos tuvieron que luchar y traba­jar duramente para alcanzar en parte siquiera aquello que tuvieron o disfrutaron en la pen ínsula. Ardua tarea en sus comienzos en una tier:ra)Jastante fértil, pero escasa de aquas.ique los nativos sin ma­yor necesidad de ella, aparte de la que requerían para el riegode sus chácaras y no muy abundante para usarla en-sus alimentos y como bebida, les bastaba conservarla-en las pequeñas vasijasque desde su ancestro, eran bastante expertos en félbricarlas.A los españoles no les bastaba reducidos recipientes para almacenar el agua que re­querían "Para su uso diario, tanto en el valle como en el asiento que habían elegido para vivir, en lo que hoyes Moquegua. De ah í que la costumbre española de contar con ti_~ajas para quar­

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dar sus líquidos como agua, vino, aceite y también sus granos la implantaron lJO sólo. en Moquegua, sino en otros lugares del Perú,

. sin que quepa ninguna duda que los indios señaiaran.alosespa­ñoles los lugares de donde extraían para sus vasijas la arcilla que mezclada con barro gredoso yagua, proporcionaba una pasta que se colocaba en el molde del tinajón.para una vezseco, fuera some­tido a cocción en hornos especiales que se fueron levantando en las diferentes haciendas donde los hispanos se afincaron:

El tinajón llevado al patio interior-del Concejo Provincial de Moquegua, que lleva muy cerca de su cuello la inscripción:"SAN AI\lTOI\1I0 AÑO PE 1540", hace presumir, como dijera másade­lante,. que probablemente desde años antes vivían Jos españoles en Moquegua, entre 1538 y.1539,0 el mismo año de 1540 con menos posibilidad. Y si los vinos de Moquegua comenzaron a producirse hacia el año 1587, todos los tinajones hechos en años anteriores, servirían principal mente para el. almacenamiento de agua para el consumo humano, inveterada costumbre que hasta la fecha se conserva en muchas naciendas del valle y se vino observando tam­bién en la población misma hasta la instalación del servicio de agua potable a partir de 1951; Con la elaboración de los vinos, los tina­jones sirvieron también para depositarlos, fabricándose además en las mismas haciendas las botijas del mismo material con capacidad de 57 litros O algo más, para. su transporte-a los mercados de con- . sumo. Al seguir a los vinos los aguardientes más de sesenta años más tarde, se incrementó también la producción de los buenos ti ­najones, en la que no estaría ausente la experiencia alfarera de si­glos del elemento indígena. Enterradas hasta el cuello .para la me­jor conservación de los líquidos provenientes de los mostos, si­guiendo la Gostúmbreespañola,nohubo hacienda viñatera queno contara con' sus propios depósitos, algunos con la inscripción del nombre de algún santo o santa yla fecha de la fabricación.

. .. Cuando Luis Alavza y Paz Soldán visitó en 1941 la tierra de sus

antepasados, en una excursión porel valle"a loIarqo delascasas "y bodegas de las haciendas de las que sóloquedan murallones.. _ "En algunas hasta las paredes desleídas por las lluvias torrenciales "cayeron para no levantarse más". Al llegara Calaluna heredad de los abuelos del autor dei'MiPéÍ ís", encontró el visitante en rui­nas la propiedad y tres grandes salas con 45 tinajones cada una. "Enla más antigua, se lee cerca del cuello de una enorme vasija: "NuestraSeñoradel Pilar de Zaragoza, Año de 1762" V "Santa Ca­"talina de Siena 1726" en otra.i--J'San Juan de Dios, Año de 1787" "y asr.por elestilo nombres de santos y fechas hasta .las de 1826

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"que son las rriás-jovencitas.> Algunas llevan inscripciones decla­"slficación "Vino de IlIIesa", "Arrope", "Italia Dorado". .

En uso los tinajones hasta Agosto de 1868, la mayoría de ellos dejaron de emplearse por las roturas o agrietamientos que sufrie­roncoríel sismo de ese mes, siendo reemplazadospor la vasija de roble traído de Nueva York. En fas últimas décadas, se ha veni­do efectuandó un verdadero .desmantelamiento lucrativo de las bodegas de las antiguas haciendas viñateras, tanto en su vasijeria de madera y estaño como en la de arcilla. En diferentes sitios de la ciudad se exhiben tinajones como exponentes reveladores de la altacalldad alcanzada por la industria de la arcilla en Moquequa durante la Colonia. Y desde hace algunos años, camionesespecial­mente contratados por foráneos o residentes del lugar, han.condu­cido con fines comereíales gran número de tinajones que en la ac~ tualidad se lucen en much ísimos chalets de las urbanizaciones resi­denciales de la Capital, como un preciado motivo ornamental que esconde bajo la capa de barniz modernizante, una voluminosa pie­zaalfarera dela riqueza viñatera alcanzada en tiempos pasados por la otrora floreciente y opulenta Villa de Santa Catalina de Guadal­cazar de iJloquegua.

ELARRIEHAJE

Por el año de 1561, la Casa de Contratación de Sevilla que con­trolaba el comercio de España con las Colonias del que tenía el monopolio, sin permitir que ningún otro país o extranjero lo hi­ciera, despachaba lasnaves mercantes en flotas protegidas por bu" ques de la armada real para impedir fueran asaltadas por los navíos corsarios. Anualmente salían dos flotas, Una con destinoa Nueva España como sé conocía entonces a Méjico y otra para Tierra Fir­me, hoy Venezuela y Colombia, tocando esta última enPcrtobeló (hoy Colón en Panamá), con cargamento de telas, lino hierro, azo­gue, vino, aceite, comestibles y otros productos de utilidad para los habitantes de las colonias y también adminículos y baratijas inútiles V sin importancia que servirían a los hispanos para su tráfi­coconlos aborígenes. Tanto este cargamento como los productos de otras colonias españolas americanas que se reunían en la gran feriadePortobelo, se despachaban de este puerto aPanamá, para ser-conducidos de allí al Callao, Arica y otros puertos en la flota existente en el Pacífico. De los puertos de destino las mercaderías europeas eran transportadas a los distintos puntos del Virreynato y hasta la lejana región de La Plata a lomo de mula; siendo las pri­meras que seemplearon, procedentes, al parecer, de Nueva Segovia

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de darquisimeto en España. La conducción delas mercaderías dió lugar a la formación de distintos grupos que con sus piaras de mu­las se dedicaron al arrieraje que se constituyó en un solicitado y necesario medio de transporte.

La comercialización ,de los vinos primero a partir de 1587 y po­siblemente antes y hacia media centuria del, mil seiscientos, se hacía con los pueblos del Altiplano y principalmente con La Paz, Oruro y Potosí, a másde otros sitios de menos demanda y también conlos chunchos, Amadée Francois Frezier,ingeniero militar fran­cés que con una Comisión enviada por el Rey de Francia Luis XIV, a estudiar las fortificaciones de Chile y el Perú, estuvo en ILO tres meses, del 13 de Agosto a Octubre de 1713, decía: "Una nación "de indios amigos libres llamados chunchos que viven al Este de la "Cordillera, viene todos los años a Moquequa a comprar vino y "aguardiente para llevarlo a su tierra. Al pasar por Potosí venden "trabajos de plumas de avestruz, plumeros, etc. "Traen también quina-quina y otros productos del país con la "plata que sacan traen su provisión, de vino y algunas mercaderías "europeas" .

Tal comercio desarrolló en forma notable el arrieraje en Moque­gua, utilizándose en él las mulas que se internaban de la Argentina por la vía del Desaguadero y cuya capacidad de carga era de tres quintales. En su viaje de retorno, atendiendo las necesidades de una población en crecimiento, se traían lumas, jaquimones o ron­zales. bridas para los caballos, sillas de montar, jergas, pellones, estribos de madera, alforjas, algunos muebles, cobre y plata en ba­rras suelas. frazadas, tejidos de lana, anís, cacao, café, charqui. ta­marindo, cascarilla, man í y otros productos, y de Cochabamba, sólidos muebles y puertas labradas que aún ,Iucenalgunasvivien' das, casonas solariegas en otros tiempos. ','

Cuando testó Alonso de Estrada, importante viñatero de Mo­quequaelTr de Abril de 1610, se refería en él a las pailas,espu­maderas y peroles de cobre de su hacienda Yaravico, utensilios traídos posiblemente de Bolivia, en' donde existía y trabajaban el cobre y a mediados de la centuria de mil seiscientos por la necesi­dad de destilar mostos, se traería también de esa región al estaño con el que se harían' las falcas con fondo de cobrecil índrico y de poca altura y también se confeccionarían las tinajas del mismo me" tal para [a conservación de los aguardientes. En Moquegua, tanta era la existencia de estas vasijas que por lo general ten ían dos me­tros de altura por uno de diámetro, que cuando no hubo experan­

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za alguna de una recuperación en la elaboración de vinos y aguar­dientes, algunos comerciantes se dedicaron a la compra de las-tina­jas de estaño entre 1925 y -1935; para reducirlas a trozos y conver­tirlos luego en planchas de unos 60 x 15 centímetros de altura que se remitían principalmente a Inglaterra. La apreciable cantidad de estaño exportado, hizo que Moquegua estuviera considerada como productor de este metal como dijera Luis Alayza y Paz Soldán.

-y no sólo en tinajas se empleaba el estaño boliviano, pues por el año 1953, cuando se desempedraban las calles para pavimentar la ciudad se encontró en las cuadras dos y tres del jirón Callao una canaleta de este material, instalada tal vez, para conducir el agua potable al Convento de los Jesuitas, con ramales a algunos inmue­bles de dicha arteria. -

Acaecido el falleci miento de Carlos 11, Rey de España, en 1700 sin dejar descendencia, candidatos de algunas monarquías europeas aspiraban a ceñirse la Corona Española. Felipe de Anjou nieto de Luis XI V, Rey de Francia, ascendió al trono español con el norn­bre de Felipe V al término de la guerra de Sucesión que-contra Es­paña y Francia hab ían emprendido el Emperador de Austria y las potencias marítimas de Inglaterra y Holanda. Por la paz de Utrecht firmada por los países en conflicto, España tuvo que ceder Gibral­tar y Menorca en las islas, Baleares a Inglaterra y Felipe V, se vió obligado a renunciar al trono de Francia.

La autorización que concedió Felipe V, primer soberano de la dinastía borbónica, para que las naves francesas fuesen recibidas en las colonias españolas,legalizó por un tiempo el comercio de contrabando que ya existía desde años atrás, dando oportunidad tal autorización para que muchas naves de esa-nacionalidad se presentaran a comerciar en los puertos del Pacífico sus mercade­rías que, por baratas, tuvieron acogida favorable en las colonias. Expirado el permiso continuó -el contrabando, no -sólo por los franceses sino también por los holandeses y los ingleses que en aspiración de alcanzar amplia libertad de 'comercio paralnglate­rra, dieron origen a 1732 a la guerra con España por las medi­das tomadas por la metrópoli en defensa de su comercio mono­polista que pretend í~ mantenerlo con sus colonias. Aunque el Virrey José Antonio de Mendoza, Marqués de Villagarcía, organizó una armada contra los ingleses en 1737, no consiguió restablecer la feria dePortobelo que cayó en poder de los inglesesen 1739.

Años antes en 1735, cuando se hallaba en pleno auge el comer­cio il ícitoen -las colonias españolas de América, los hermanos

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Jorge Juan y Antcniode- Ulloa,Tenientes Generales de la Real Armada Española, con los astrónomos franceses Luis Godín y Bourqer saueronen la expedición de Charles la Condarninea la América del Sur para medir un grado terrestre sobre el Ecuador. Cumplida su misión, los científicos españoles hermanos de Ulloa, se dedicaron a hacer acopio dedatos que más tarde, por 1746 pre­sentarían en un informe secreto al soberano Fernando VI, sobre el estado poi ítico y admin istrativo de los territorios que hab ían visi­tado; De su estada en el Perú,y su visita a 110, decían: "Ni-élpuer­"to ni el pueblo tienen defensa alguna y por esto ha sido uno de filos más libres, .donde iban los franceses cuando pasaban a comer­"ciar a la Mar delSur porque estaban en él Gamo si fuera puerto "propio y hacía libremente su comercio con los que bajaban de las "provincias interiores del Cuzco. Chucuito. Arequipa y otros" .

.El transporte de las mercaderías de contrabando no sólo a todo el sur del Perú, sino también a 130livia activó el servicio mular del arrieraje en 110, Moquegua y todo el sur "porque las mercaderías -como dice Frezier en 1713- que llegan de diversos puntos leja­nos, tienen que tener gran número de mulas para remudar las de "carga que se cansan en el desierto y mueren si se empeñan en "quedarse atrás. Dividen el ganado en recuas de varias piaras d~

"diez mulas cada una que manejan dos hombres y como hay jorna­"das de 30 V 40 leguas de cerrros elevados y cuestas difíciles las. "mulas de remuda tienen que ser a veces el doble de las piaras. A "pesar de esta precaución, muere tal cantidad de mulas que los ca­"minos del Perú, se reconocen tanto por lashuellas de laspatas.co­"mo por los esqueletos de las que se cansan en regiones, donde no "encuentran que comer porque casi nunca hay agua ni pastos. Por "tal motivo se ven obligados a traer anualmente ochenta míla cien "mil mulas de Tucumán o de Chile en reemplazo de la pérdida "constante Los comerciantes vienen a 110, desde elCuzco, "La Paz, Potosí, La Plata,Upez (en Potosí) de manera que .el "puerto es el mejor de toda la costa, para el comercio de las mer­"caderíasde Europa".,

Medio detrasnporte de importancia para el país y pilar funda­mental en el florecirneinto económico de Moquegua en la Colonia y durante la República hasta las primeras décadas del siglo XX; el arriera]e mereció la atención de diferentes gobiernos que libera­ron .de todo impuesto la internación de mulas, caballos y asnos tanto de Argentiriacomode Chile. En 1874, cinco años an­tes de la guerra' con Chile,' en la Memoria del Subprefecto

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de Moqueqúa.Emillode la Flor, al Ministro de Gobierno, Policía y Obras Públicas le ínfórrrrabaquéentre "las industriasde Moque­gua estaba la arriería, puessólo a lomo de mula se exporta el aguar­diente a La Paz y Punov el vino al Cuzco, Arequlpa, Iquique y otros puntos de la costa", Añad ía que a más de los particulares que se ocupan de este ramo algunos hacendados contaban con recuas propias, calculaildoel número de mulas existentes en más de mil, con un valor de 150 soles cada una.

Durante la guerra con Chile, las requisas de acémilashechas por el ejército invasor en las tres últimas ocupaciones de las cuatro que sufrió Moquegua y como consecuenciadel conflicto, la insospecha­da y deprimente baja de la producción de vinos y aguardientes por la plaga de la filoxera tra ída en los cascos de los equinos que ane· mizó y aniquiló las plantaciones de viñedos, luego, la construcción del ferrocarril de Arica a .La Paz por Chile a comienzos de este si­glo, facilitándose con ello el ingreso de los licores de ese país al mercado boliviano, en el que por otro lado, se, habían venido ex­tendiendo las plantaciones de la caña dulce para la elaboración de aguardientes, con lo que vino limitándose en extremo la demanda de los licores rnoquequanos,y más tarde por la década del treinta la construcción de la carretera a Tambo, fueron hitos jalonados que en ,forma paulatina señalarían la extinción de la arriería en Moquegua y simultáneamente, la desaparición de los diferentes ta­Ileres de herrería que amenguaron hasta el silencio el resoplido de sus fraguas y elqolpeteo en sus yunques impuesto por la herradura de las bestias y la Gomposturao hechura de los aperos y utensilios de labranza. Casi inactivas las recuas, no tuvieron entonces otro re­corrido que los caminos de la serranía del sur y del Altiplano por los que aún no se había sentido el ruido de los vehículos automo­tores. Los burros en los que lascaseras campesinas llegaban con sus frutas y hortalizas hasta las mismas puertas de las viviendas; o car­gando sobre sus lomoslas rajas de leña para alimentar las rústicas cocinas hogareñas, fueron también desapareciendo: los caballos in" c1uyendo ros muy apreciados "de paso" iban pasando a propiedad de agricultores de la sierra o de los aficionados a las-buenas rnon­tas, al entrar en circulación los automóviles.Y asimismo, a los ojos del vecindarlode la .ciudadv de los esmirriados moradores de [as dispersas aldehuelas de la Cordillera y también de las chozas aisla­das de los páramos costeños o de lasrústicas viviendas de los valles intermedios, dejaron de ser habituales las piaras de mulas guiadas por su madrina tintineando asu paso el cobrizo cencerro colgado de su cuello. Ytambién en las lomas, la visión especulativa de unos cuantos, los condujo al aprovechamiento de los asnos y caballos

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cerriles.r.conosin dueño, para darlesmuerte. charqueando luego sus carnes y vendiendo sus cueros.en las curtiembres del sur, yen· carnales clandestinos abigeos sin escrúpulos beneficiaban.equinos y jumentos ajenos; expendiendo su carne como de vacuno en épo­casde embutidosde la Capital. Yfosalfalfares que sustentaban con sus buenos pastosa las recuas de acémilas, desaparecidas éstas, han seguido cumpliendo-su finalidad nutritiva con el ganado vacuno lechero que ha alcanzado notable incremento en cantidad v.cali­dad con la importación de reproductores y vacas lecheras de raza holandesa cuyo producto la leche, no sólo abastece la demanda lo­cal yenbuenapartedello, sino-además acusa un apreciebteexce­dente aprovechado por la fábrica en leche "G loria" de Arequipa.

LAS CONSTRUCCIONES

Enlosviá]es devuelta delas recuas que marchabanalos pueblos de i30livia con los vinos y aguard lentes, se tra fanentre otros pro­ductos, las lumas madera durfsirna inatacable por la polilla eim­perietrable a los clavos, originaria de Chile, pero existente también en aquel. pafs, empleándose en l\IIoqueguacomo pies derechos en las quinchas de caña y barroy como vigas; en los tijerales de los llamativos techos demojinetéque el modernismova llevando a su desaparición, para sostener las cañas unidas por tinllas de cuero fresco sin curtir y que con una capa. de barro encima, se hacían descansar én las paredes de adobe de las viviendas populares, cuvo

piso de tierra, luda en é!ígunas, baldosasde piedra labradadecali ­canto; cuandcsu uso se generalizó al descubrise . las canteras en Moquequa. . , . . - .

De más solidez, con paredes de adobe de cerca de un metro de grosor-y cinco o más metros de altura son las casonas delVloquegua algunas de ellas con fachada o portada de piedra; zaguán con po­yos adosados, a las paredes: arco también de piedra; habitaciones, unas con artesonadoartfstico de madera por cieloraso V piso de

( ladrillos, quemados tal vez, en los mismos hornos de los tinajones; patio y traspatio con corredor, pavimentados concantosrodados con-adornos romboidales de piedra de calicanto; ventanas y rejas artísticas, rematadas algunas en una cruz, trasplantedelarte penin­su lar; puertas y portones tra ídos. desde Cochabarnba ,claveteadas con medias lunas de hierro o bronce, al igual que las pesadasalda­bas en forrnade mano ode cabeza de león, cuyo golpeteo anun­ciaba al visitante. Las casonas solariegas de Moquegua, hablan aún

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- -

de su grandeza a los residentes del lugar y principalmente a los visitantes y de la bonanza económica de sus primeros propietarios cuando el trabajo del campo y la fructífera producción de los vi­ñedos, se constituyeron en el sólido soporte del agro-moqueguano.

Bastante socorrido debió ser el oficiode albañil en losprimeros tiempos de los españolesen Moquegua, en los que amás de su tra­bajo tuvo que "emplearse a decenas de indios y principalmente __es­clavos cielos 1;526 que habían en Moquegua cuando el naturalista alemán Tadeo Haenke; la visitó por 1795. Mano de obra requerida para lac9nfección_d~.losrniles de Qlillares de adobes.paralaccns­trucc ión-de 'vivien<:lasy rnuchjsimas.décadas después.para la.extrae­ción y semiléíbradodelasRiedrasde canteríaempleadasenlaedi­ficación-d/:llostempI9s, y tarnl:iién de los rnlles.detoneladasde.ple­dra caliz~(qlJemadas en tos hornos adaptados para-ello, pa~a obtener-lácal.viva. - -­

A parecer muy pocas fueron las construcciones urbanas que uti­lizarían la piedra hasta la media centuria del siglo mil setecientos. Por esa época, Un cantero y albañil, Matías Iturrisara, natural de

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. Azángaro,casadocon doña Eugenia Poncede.León "hizo varias "portadas que hasta la fecha' existen en Moquegua, muy talladas, "grandes y galanas y otras", como lo recuerda Montenegro y L1bal­di, en su "Margesí" manuscrito en los años 1768-1769 (foja 130 vuelta).

: Alvarez y Jiménez, decía: "Elempedrado.delascalleses ninqu­"no. ysólo tres casas tienen sus pertenencias este adorno... La "Plaza es regular, no mal cuadrada, Con una pila ofuente pública "de basta construcción y piedra tosca. El adorno de dicha Plaza "es ninguno, por no tener edificio de consideración ni casas capi- . "tularesque la hermoseen... Los edificios de la Villa en generál "son malos y fastidiosos por su mala construcción y ningún aseo a "excepción de cinco o seis por ser ,de personas distinguidas, ofre~ "cen mayor gusto en lo interior y exterior: son todas las fábricas "de adobe y maderas de Guayaquil en que algunos tienen doble "aseo por lo costoso yfino de las vigasy ensambladuras".

De los templos decía: "Hay cuatro iqlesias a saber: La Matriz "que estácolateralmente en la Plaza de Armas y,que se está cons­"truyendode nuevo, San Francisco con su correspondiente pla­"zuela, y cuyo edificio aunque antiguo y arruinado no deja de, es­"tar aseado y mucho más lo.estatá.cuandoconcluvan la iglesia que "de cal y piedra, están edificando los religiosos misioneros y que "acabada, será la mejor alhajáoue tenqa la Vilía por su buenaar­"qultectura.vla de Santo Domingo y la de los Padres Beletmitas, "ambas son de adobe con sus plazuelas regulares v arriesqadas a de­i'molerse con álgúnterremoto".· .,' ,

Siete años a~tes de lavisita ele .Alvarez y Jirnénez, ocurrió el gran terremoro delJ S de, Mayo de 1784 que dejó en ruinas.a Are­

. quipa, Nloqueguay el. sur. Es por ello que el GobernadorInteden­te-encontró en plena reconstrucción y por cuarta vez la Iglesia Matriz, esta vEgdElpiedra y ;cal,estrEmándose en Setiembre de 1792.con gran solemnidad, En cuanto a.San Francisco, losreliqio­sos del Colegio de Propaganda Fide.que hab ían ocupadoel Cole­gio de los jesuitas cuya expulsión dei Perúfuadispuesta por.el Virrey Manuel Amat y JunietenAgosto de 1767, saliendo de Moquegua el Ifi.de Setiembre, sufrieronel terremoto de.ese año al desplomarse las bóvedas del segundo piso, sin causar.averfasen.el pri­mero que se conoce como "105 subterráneos".A: consecuencia. de los daños ocasionados por ese movimiento sísmico, los religiosos edificaron la .' Iglesia. San .Franciscoríe piedra 'y cal, .estrenándola el. 3. de Enero de 1795.,....,-$anto Domlnqoserlamente.averiado tam­

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bién en su construcción deadobe, se reconstruyó conmurosybó­'veda de piedra y cal a partir de 1796; terminándose 28 años más tardeen 1824. Respecto al Convento Beletrnita deadobe,Juere­faccionado con el mismo material en 1792; porel Prefecto de esa Orden religiosa, Fray Juan de Santa Teresa y sólo en el siglosiguien­te después de algunos años de construcción, el 19 de Marzo de 1819,seinaugurósolemnementeel Convento HospitalBeletm íti­co, tipo cruGero,con muros y bóveda de piedra y cal, y con cova­chas ensusqruesas paredes.en donde acondicionaban lasbarbaco­vaso tarimas.peralos enfermos, Dicho nosocomio con posteriori­dad a 1840,t()m6elnombrede Hospital "San Juan de Dio~".EI templo del mismo, conocido como la Iglesia delén; construldo i­qualmente ,eje piedrayc;a 1, se inauguró con. grandes festejos 'el· 29 de Marzo de, r830 alos 18 meses de haberse colocado laprimera piedra'~129ide'Setiembre de 1828. . . .

Ara íz del 'terremoto del 11 de lVIayo de 1948, sin que sufriera mayores daños el .. Hospital "San Juan de Dios", aparte de una que otra cuarteadura sin importancia en los gruesosyresistentesmuros, vun boquete por desprendimiento de unas cuantas piedras de la bóveda en elIado izquierdo del crucero, sin que' ninguna de las averías sufridasbusieran en peligro la estructura qerreral del hospi­tal, la ignara ceguera de las autoridades de Moquequa de esetiern­po, en lamentable actitud pasiva que siempre será recriminada permitiéron lademoliciórrdispuestapor el GeneralZenórr Norie­ga, Ministro de Guerra del Gobierno dé Manuel Ddría, que mandó para tal fin a uncuerpo dé zapadores del ejército; para levantar so­bre nuevos cimientos un burdo remedo de Centro de Salud que bien pudo construirse en otro lugar. Quien haya visitado el Hospital 3eletrnita.de Cajarnarcaqueconfiqura Una T, sin 'prestar atención hospitalária,su construcciónde piedra y cal, se ha constltufdo en un admirado y- concurrido centro de atracción turística que no hubierapodido compararse, porsuextensión vfortnadecnrcero, de ltaberseccnservadocon la misma tinalidadt,urística el que fuera HOspital "San Juan ele Dios"; como lo serfaiqúalmente, si sedescu­brieran y <habilltáraritpara" ser visitados-t''jcs subterráneos" del Conventóde'[csjesultas.rocúpado eh la actualidad en su segundo plsov-partedel primero pbrelCentro Educativo de lVIújeres"San­taFortunata"",I\I ingunaantigua ciudadperuana cuenta consimi lar estructuraarquitédónicaen'lossubterráneos'del antiguo Colegio San j6sé,más tárder'La Libertad". . .

Un saltoen 'el tiempo hasta1980;encuéntra 'a-la.éolonlaf ciu­dad; rebasando susextrarnurovtrepárrdo vescalonandoerrmlra­

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dores habitacionales las fáldasdel~~ cerros I'ELPortillo;'; en donde han Jlegadoalacima; "El CalvariouendOndea principios de mil setecientos hab ían tres cruces y" Chenchén" . A partir de 1955 con los trabajos preli minares de Toquepala y el aumento de la pobla­ción, 'fueron surgiendo nuevas urbanizaciones: San Francisco, John Kennédv, Mariano Lino Urquieta.i'El Portillo, El Siglo, Mariano Melgar,IVlariscal 'Nieto, Los Angeles y Alto Sarnequa, expandidas todas-ellas con los trabajos del Proyecto Cuajone 1970"1976. De dichas aqrupacicnespoblaclonales-vhan sido declaradas Pueblos Jóvenes: San FrandsGo,'EI 'Siglo, Mariscal I\lieto, Los Angeles y AltoSamequa, -en los que prima como material de construcción el adobe, empleándose también en.muchas edificaciones el fierro, el ladrillo vel cemento.

En el Censo de Viviendas de 1972, contaba la ciudad coI) 4,037 de ellas, duplicadas y tal vez con excedencia en 1980. Y como construcciones de aliento dentro del panorama citadino, se encuen­tran; un atractivo y bien ubicado Hotel deTuristas, en el Alto de laVilla condoce buriqalows y dieciséjsdepartarnentos. cinco hos­tales; un moderno Centro-de Salud con cápacidadpara 130carnas; dos agrupamientos 'de'vlviendás, constru ído'uno por el Estado con 50 Gasas en 1965y otro por Julio Biondi Hernalesen 1973 con 29 viviendas de dos pisos en la Urbanización La Florestaa espaldas del Estadio entregadaseri alquiler venta a 20años;unfuneional Mercado de .Abastosrlocales para los centros 'educativos de los di­ferentes nivelesr'destacando por su importancia; el local del Simón Bolívar en la Avenida 25 de Noviembre (1958); el del antiquo.Co­legioNaeional, "La Libertad"; primitivamente San José (1711), ocupado por el Centro Educativo de Mujeres "San Forturtata": el de la Escuela Superior de Educación Profesional "José Carlos Mariátegui" (ESEP) que se construyera para la desaparecida Escue­la Normal (1964) y el novísimo Centro de Educación BásicaLa­boral Perú-Birf, Gonstruído e implementado en el Pueblo Joven San'Francisco a un Gostode64'500,OOO'soles rnedianteelConve­nio: del Perú con el Banco Internacional de Reconstrucción yFo­mento Educativo, en füncioría rnlérrto desde los últimos meses de 1979; la nueva-edtñcacíóncon fachada de.estitocolorriat de la Em­presa' Nacional de Te lecornu 1'1 icaciones deI Perú'( Entel Perú 1980) . en la Plaza 'de 'Armas y los Cuarteles deMoqueguay Sarnequa,con un agrupamiento de casas para la oficialidad en cada inmediación, arnásdeun grupo tarnbién para oficiales enlaPlazade'tosHéroes y el e€l'Ifició sede de la Tercera 'DiVisión. Ycomocentros deesparci­miento : tres Cines-ef'eatnos. el Estadio-25' de Noviembre .incon­cluso, para' Unas ocho mi I personas; Un Coliseo -de Gallos H967)

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y un Coliseo de Basket para 1,500 espectadores, levantado, por el esfuerzo deun grupodemoqueguanos, entreellosel autor de esta obra, con el profesor Juan.B. Scarsi Valdivia al frentey sorteando durante ocho años las limitaciones del med ío.jnedlante diferentes actividades de beneficio, entregaron a la juventud en 1958 el Coli­seo de basket "Mariano Lino Urquieta", a un costo de 118,762.55 soles. En 1979, siendo Director del lnstituto Nacional de .Hecrea­ción y Deporte ONRED) de Moquegua, Gaspar Zapata, Luna, se efectuaron las obras adicionales para cerrar y techar dicho local, construyéndose también una tribuna más y dotándolo de nuevas instalaciones eléctrico-sanitarias" empleándose en las, mejoras efec­tuadas alrededor de 8'500,000 soles.de los cuales aportó el-Comí­te de Desarrollo de Moquegua (Codemo) a través dela Zona de Educación 3'264,904 soles y la diferenciael INRED de Lima. Tam­bién se entregó en 1960 por César Vizcarra Vargas la Casa del Deporte, (local 1NRED).

y en la añeja ciudad, viejas construcciones han venido siendo reemplazadas por otras de fierro, ladrillo, V cemento de dos y tres pisos yla demandahabitacional ha llevado a la mayoría de propie­tarios de las casonas coloniales a dividirlas en departamentos o ha­bilitarlas en cuartos de alquiler, mientras la inoperancia municipal

, ha permitido que en algunos sectores, se rompa la árrnonía que en ellos existía con sus típicos techos de mojinete que, con las ca­sonas de estilo colonial y las calles empinadas y tortuosas, endesa­fiantaetentado contra la, línea recta, imprimieran a la apacible ciudad una fisonomía de originalidad que ha despertado en todo tiempo el interés de los visitantes nacionalesy extranjeros, admira­dores de las viejas construcciones y de las expresiones novedosas de los años idos que aún siguen encontrándose en Moquegua.

- : :'::.

Otras Ocupaciones

En todo' pueblo conelcorrerdelosaños han venidotrasmitién­dose trad iciones, ,consejas, .rltos, usos,costu mores. y q uehaceres que casi siempre dan acadaluqar, alqún atractivo o característica peculiar que lo distinguen de otros lugares.- Moquegua 1'10 fue una excepción y si mucho de lo que tuvo vadesapareciendo, queda aún en diferentes rnenesteresalqún rezaqode otros tiempos. "

Pueblo. vlñateroporexeelencia, desde las últimas, décadas del siglo mil seiscientos hasta pocos años. después deconclu ídQ el conflicto con e.hile;' Moqueguagozó2fama'y aún la mantiene en sus búenosvinos y aguardientes, productos-de sus deliciosas uvas

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que saben de-aromática miel por el dulzor de sus granos. Y es que el clima propicio para el cultivó de la vid que atrajo a muchos es­pañoles para dedicarse a él, permite por la misma escasez de agua que padecen sus tierras concentrar alm íbar en losracirnosapretu­jados de granos, más medianos que grandes, que reciben durante diez horas/os rayos solares, en las épocas en que más calientan la tierra, como es la primavera, el verano y algunos días de otoño. Ello explicaría el perfumado y sabroso dulzor de las uvas moque­guanasque al decir de los visitantes que las degustan,enpocos.si­tios las encuentran de tan excelente calidad.

En .Iasépocas devendimia en tiempos pasados, para el acarreo dejos miles de toneladas desde. los viñedos a los laqares-debió em­plearse los llamados "canastos de vendimia" que van desaparecien­do, tejidos. con .cañabrava partida, entrelazada en varillas de mim­bre, originando una pequeña industria que daría ocupación a algu­nas familias del campo, principalmente. Mucho tiempo después, este quehacer derivaría en el tejido de las canastas también refor­zadas con mimbre, con capacidad para cinco docenas de palta para su despacho a los diferentes mercados de consumo; principalmente Arica. El ingreso a fVloquegua de frutas de otros sitios en jabas de madera; cuyos destinatarios la vend fan casi como envase desecha­ble él losexportadoresdepalta,porsucosto menor al del canasto, determinó ladesaparición de éstos por la década del setenta. Ya su vez, las jabas vienen siendo sustituídas por los envases de fibra de nylon de los abonos sintéticos adquiridos por los productores y también. por las bolsas de papel de los.alimentesbalanceados para aves. Con ello, la industria canastera ha quedado limitada ala.cons­trucción de canastones para las panaderías y las canastas y canas­tillas deforma cilíndrica u ovalada.

, . ,

Para Juan Domingo Zamácola y Jáurequi-sacerdcteespañol.que fue Cura de Caima, en Arequipa, desde 1778 hasta su muerte acae­cida el 23 de Mayo de 1823, cuando publicó en 1804 "Apuntes para la Historia de Arequipa", decía: "toda la subsistencia de Are­"quipa velprincipalnervio de sus provincias consiste en los vinos "y aguardientes que producen sus valles de Vítor;Siguas, rlllájes, "M6quegua V Locurnba-que llevan al Cuzco; La'Paz, Oruro, Poto­"sí'y demésprovincias de la sierra, y lo mismo el azúcar Vdulce eh "cajetas'L'Y para Antonio Pereyrá y Rúiz, Visitador General de Oratorios y Notario del Santo Oficio de Lima, que estuvo.erí .Mo- ' queqaa en 1814:"las señoras moql1eguanasestánsiempre'el'lteh­"diendo en la labor de sus haciendas en las quepasari la mayor par­"te del año, al mismo tiempo que-son muy delicadas y primorosas

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"para todo género de costura y bordados; no menos para hacer "exquisitosdirlcés que mandan eonqranestimación a Arequipa".

Lápreparacióri de dulces por las damas de MOcjuegua desde mucho, antes de los años citados, cortstitüvómasqueafición una costumbre de las-dueñas de-casa, qué sigue manteniéndose, por completar y satisfacer con golosinas la· buena mesa de los hogares, V para algunas familias unsócorrldomedio de trabajo la confec­ción de la gran variedad de dulces de los quésehace mención en otro capítulo. El verano fue principalmente la estación propicia para la preparación de algunos por las frutas que en esa estación se producen, como los dulces de durazno, cuaresmillo, membrillo y manjarblantode leche, I íquido que alcanza mayor producción y menor-demanda en la epoca veraniega. 'En la actualidad lasdul­cer ías vpastelerrass¡ bien nolos preparan enmuchas variedadesv sin el esmero y cornpletosInqredientes, mantienen sin-ernbarqo el "prestiqiosó crédito alcanzado desde antaño porfareposterfa rnoquequana. . = = = =.==

La traída de vasijas y duelas de roblé 'de Nueva YOrk a-cense­cuencia del sismo de 1868 que inutilizó los tiriajonesde arcilla;dió hacimiento ala tonejerfaen-lvloquequa. Y ron duelas de roble en bruto tra ídas también de Chile, las propias haciendas vpor partí­cularéscomenzarbnacohsfruirsey repárarse.vutilizandóftejesde fierro o "sunchos" parasosténdela arrnazóndecubas defermen­tación ,pipas,fonelésy ba rri les.Tlarnadosimpropiamente "anclotes" en el-luqar.de-óinco, 'cuatroo menos capacidad que lleqaronareem- . plazara lasbótijas y: a los odres en el comercio de vinos y aquardien­

.tes. La torielería sirvió tamb iérra los hogares con la hechura de ma­ceteros y principalmente de cubas para el lavado de ropayalguribs otros recipientes. La casi extinción de la industria viñatera, deter­minó asimlsrnorladesaparlción de la toneler ta-como ocupación. - ., . . . -.. '

~ = == = ~c.= ;". ....•. Láelabor~ción,de I~sélpetecidos quesos de vaca yde cabra en las mismas lomas, cuando el. pasto .abundanterepletando.las ubres de los vacunos v.caprinos. hembras, activó el uso delosmoldes de totora yelemple() de-/~Iasalde tierJ9"extralua·de la parnpaSaii­nas, Elfl territorio Ileño. deja sentir "a notabled isminución .de este alirnenroentosañosoe sequía vsin [ornas.i.enlos mercadosde 110.; MoquegljayTaml;>(), .a-los que sehª sumado TO'que.palalíace cinco l\Jstrosy.CuajOl'1e:desd~bacediez.años, al: iniciarse los tra­bajos. c:le.su Proyecto: Productóres-princi petes-de-quesos Torata y Tumilaca,¡elmayor· precio deJa leche, ha determinado. también

, 394

el aumento del precio a250 o más soles por unidad, reduciendo.al mismo tiempo su tamaño vladernanda.de este artículo que por deliciosovno faltaba en la rnesahoqareña de ctrostlernposen los que con salarios por debajoríe íos-actuales. se cóntabaconuna mejorV más abundante ración alimenticia. .

Una fábrica de quesos del tipo suizo Gruyere v una planta pas­teurizedora de leche dela misma firma Alfonso Garnbetta Suceso­res,una deaquas gaseosas, panaderías, dulcerías y restaurantes; al rededor de Ocho o más productoras de helados y paletas¡ cuatro bodegas que elaboran vinos y aquardientes.una novísima impreso­ra sistema offset y tresi rnprentas para trabajos pequeños, sastrerías, pe luquerías,za palerías, renovadóraseléCtricas de caIzado,ta Ile­res de; mecánica, de reparación, planchado y pintado devehícu­los, dos fábricas de veso.rcinco.Jadrlllerasv carpinterías de madera

. v.rnetálicas.runade losetas y quizá alqunaque.otra actividad orni­tida.vconforrnan el cuadro por demás limitado de la-actividad ma­nual y mecánica de la ciudad.

. .

======= Con Toquepala y Cuajone.se mejoró en for.nlaríotable la econo­

mía de muchos hogares y elrnovlrniento.comercialse ha intenslfi. cado enormemente en.Moquequa, 1\10 havpediqúeñosrii.mendiqos. yl6sque se encuentran, vienencon.ocasión dedlferentes.flestas a ampararseen el espíritu .caritativo de sus pobladores. Sin.ernbar­go, existen hoqaresendonde.acecha la rnlseriavaquijonéa elharn­bre, pero lila pantorrilla de Tos rnoquequa nos" de laque siempre se ha hablado vque viene desde tiempos atrás, les cohibe en' gesto de dignidad estirar la mano en demanda dela ayuda del prójimo. En Moquegua, aunque con menos intensidádcjúeen el pasado, . sigUen moviéndose aún con alguna lentitud las manecil las delrejo] del tiempo y es que los que se hicieron profesionales, al término de sus estudios encontraron en otros sitios mejor albergue para sus co­nocimientos y más.amplloshorizontes páraéllogro de sus huma­nas aspiraciones. En la vieja ciudad parecería cumplirse con des­concertante fuerza admonitivael dlchov''Nadte es. profeta en su tierra"vno por-falta de ingenio o tes6ndel rnoquequanoquesiern­pre triunfa en cualquiera otra . latitud, sino por so idealismo, fre­cuentemente perjudicial, que casi siempre .10 llevó a anteponer la espiritualidad deun Ouijoteal.rnaterialisrnode un.SanchovEn su concepción :dela vida, ha sido las más de las veces Quijote antes que Sancho.rporsu propia naturaleza o por las circunstancias" irn­puestas por el medio v.al.calor de una-vidaapacibíe; tranquila y sinmavores preocupaclonesque en muchos casos viene ,arrastran­do desde sus antepasados. Y..parella a.dos.qua-enla.tierra.queda­

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ron ~ y novivieron.la angustia de otros sitios, les falta, tal vez, el empuje, 'Ia audacia yel riesgo aventurero de los que salen de su terruño, en busca-de-mejores horizontes, o para.Iabrarseuna me­jor .posición que sí la alcanzan, a veces en formaextraord inaria y encomiable, en Moquegua pese él sus limitaciones, o en otros lu­gares.

Pero si el esfuerzo individua I lleva al bienestar personal y colec­tivamente puede contribuir al progreso de un pueblo, es al Estado principalmente, como rector de los destinos de un pa(s, al que corresponde promover e . impulsar el desarrollo de los pueblos.' Ello ocurrió en Moquegua yen todos los departamentos del Perú con la creación de las Juntas de Obras Públicas, convertidaslue­go en Corporaciones de Desarrollo que tras ocho años de labor' progresista desaparecieron en 1968; para ser reemplazadas por un organismo politizado desde su creación por el Gobierno Revolu­cionariode la Fuerza Armada, y al que el gobierno del General Juan Velasco Alvarado nominó "Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social" más conocido con su sigla de Sinamos y cuya discutible actuación, más negativa que positiva, determinó su su­presión por la llamada Segunda Fase de dlchoqoblerno.rdespués de

. diez años de Il1grataycombatida existencia .. Con la Corporación de Desarrollo de Moquegua' de 1961 a 1968, manejando sus pré­supuestos, es cuando más obras públicas, locales escolares y d ife­rentes trabajos necesarios, se ejecutaron en todos los distritos del departamento, ocurriendo todo lo contrario desdequeMoquegua y sus provinciasquedaron lmpiiestasrcóntrariando sus intereses, a la dependencia administrativa de Tacna, en cuyos presupuestos co­mo cabeza del organismo regional, se minimiza cuando no se rilar­qina o se ignora alas tres provincias-del departamento de Mó­quegua.

·5.- CQAJONEY QUELLAVECO.

'El 25 de,Noviembredej976, elPmsident~del Gobierno Revo­lucionario de la Fuerza Armada, .General de División .Prancisco Morales Berrnúdez Cetruti. al oprimir un botón que determinó una inmensa polvareda de urraespectacularexplcston, puso en marcha el complejo cuprífero más grande del Perú, yalmismotiempo, uno da-los mayores del mundo:CUAJONE, ante la alborozada expectativa. de todos los peruanosv.del.mundo entero, a cuyas más apartadas-regiones .llevó la. noticia la televisión ,la radio,el télex ylos.diferentes medios de información escrita; Y para todos los informantes, esta.puesta en marcha arrancaba su partida de na­

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cimiento del año 1942, cuando la Cerro de Pasco Corporation, ini­ció sus operaciones en ese año, con la exploración del mineral en los cerros de Cuajone. Se ignoraba que a fines del siglo pasado, en forma tal vezprimitiva, s,eextraJal1 cuatrofoneladasanuates de concentrado décóbre.por. Hinold.Companv. .. Ysédescón().cíaigual: mente, que en.un intento de.mayorenvergadura, por escritura pú­blica de 18 de Febrero de 1915, otorgada en Moqvegua,anle el Notario Juan Antonio Ferl"lández DávUa, se constituyó laSOCIE­DAD IVIINERA COSMOPpUTA,en la cual Manuel A.Chip()co, natural de IVlaquegua,dúeñó de laminade cobre ¡,qUELLAVECO" y Manuel Isidoro. EIJas,iqueño,propietariode la-mina °pERSE' VERANCIA", 'eo~ veintepertenencias .cad~una~ Ubicadas ambas enelCerro Cuajone;·en losaltósde.Ichupampa. pago de Chuchus: quea, 9istritode Torata,ced tan la propiedad derSO'?/oalcitldada'­noamerieano. Carlos Wilburt BeIloas; elque ápórtaba Veinte Mil soles, para la adquisición de' maquinarias y eqseres;;'cbnsfrueción deed ificios paraofidnas,. talleres, almacenes para el mineral ben~~ ficiado, casasohabitaci()ny provisión de mercader [as y v íveres para los trabajadoresde las minas, Además se har[andenuncios'aeagua, construcción de acequiasv canales paralaconducción del .aqua a utilizarse, arreglode caminos de herradura paré3 eYtral1sportedelos minerales a Torata y nuevos denuncios en toda la extensióndel cerro Cuajonév.caminode Aroridava hasta laquebrada-de Chunta­cala en el rloTorata. Laventa del metatservida para cubrir los mayores gastos 'Y'parael laboreo lo~ dosduéñosaportadarfel50o/ó y el otro 500 / 0 el socio Betloos, .

- -'. . - . . . '.-. ",' "

Ante el mismo Nótario por escritl.Írá de 14de Agosto de 1915; se amplió la Soci~dadMineraCosri10politaconel ingreso deldoc­tor Adolfo Chipoco que e aportaba la mitáddesumina"RECOM­PENSA", ubicada en el cerro Hualrurl.vtambién en Chuchusquea, con lo que cada uno de lossocios, resultó poseedor de untercio dela mitad, correspóndlendola otra a Belloos. .

Por cinstrumeritopúbli~o .de r3de EnerOae1916, -Belloos se comprometía a ponej'elcapitaí suficienteparacorrtinuar los.tra­bajos y adquirir una plélnÚlconcentradorapara50toneladas,cons" truirfa Jos edifiGigs.quefaha.bany transportarú:¡los minerales a la fundición delextranjero.~on.esfeaporte_el.americanotendr(a en la posesiónybenefici0s eI700 /ó' y cada uno dé los tres socios restantes el diez por ciento. . .­

Una nueva escritura, la del 3 de Abril de 1916, extendida en Lima ante el Notario Francisco Flores Chinarro, determinaba la

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cesión del 700/0 que pose (a t3elloos,de una tercera parte a cada uno.de-los nuevos socios, sus compatriotas LewisGlennSurnmers y Williarn KeperHunyón, quedando Belloos CQn la tercera parte restante. Y unajiuevamodiñcaciónríe la Sociedad se introdu­JO, con el ingreso de Guillermó I<uon,quienpor escritura (je30 de Marzo de 1917áportaba siete. milsoles.rdéndosele.eldiez por' cientadelossetenta de los tres sociosamericanos.vcon lo que la parte de éstos quedó reducida al sesenta por ciento.

El 19 de Diciembre de' 1919, ante el Notario-de.Ídoquequa, Adolfo GÓmez;.eIJuez de .Prirnera Instancia Hicardo Alayza,hi­zo extender de oficio la escritura de venta de derechos a favor de Guillermo Kuoriyen rebeld ía de Carlos Bélloos.William Kermper . Runyóny Lewis GlennSUmmers. En el júicio que por cobro por provisión de víveres siguiera Kuon por 8,673 soles que con los in­te reses devengados llegaban a 12,460 soles, el ejecutante solicitó ) embargO de los derechos del sesenta por ciento que ten íari los demandados en laSociedad lvlinera Cosmopolita, porcentaje que fue aprobado por auto jud icia Ien 27.738 so les.: EI remate de di­chos derechos efectuado el 24 de Noviembre de 1919, fue adju­dicadoa Guillermo. Kuon por 12,375.98 soles que deducidos de la deuda qUe se le ten ía, quedaba a favor de Kuonun saldo de 84.02 soles, más las costas del juicio.

Con el sesenta por ciento embargado y el diez por ciento de su propiedad, llegó Kuon,aJ700 / 0 en la posesión de .las minas "QueHaveco", "Perseverancia", "Recompensa" y "Progreso",to­das-ellas en el Cerro Cuajone, distribuyéndose el 300/ 0 restante. entre los tres socios peruanos, Manuel A. Chipoco, Manuel Isidoro Elías y Adolfo Chipococon un diez por ciento cada uno.

. Los datos consignados se encuentran en Tomo 1; del Registro Mercantil de Moquegua.

Siendo niño, en compañía de uno de mis hermanos y deGenaro Soto, cuidante de las minas a sueldo, pero en nombre ya que resi­

.día en Torata.jvisltamos a caballo las instalaciones de Cuajone que contaban todavía. con la concentradora, 'una turbina Pelton, las ca­naletas de madera para conducir el agua, los carriles consus.vaqo­netas que partían delos socavones de donde se extra ía el mineral y el campamento con restos de su buena armazón-de pino oregón que se hallaba en esqueleto, pues la calamina importada sustraída, al.iqual.que la madera sirvieron engranparte para techarmuchas de las Casas de Torata.

399

En explotación Jas minas durante algo más de tres años; a partir del segundo semestre de 1915; hasta fines de 1918, durante la primeraguerra mundial, la primera vez que las recuas conduciendo el metal hicieron su entrada eh Torata, sus pobladores exterioriza­ron su júbilo en diversas formas, yen IVloquegua cuando elimpac­to de los cascos· de la!'; mulas en el empedrado de las calles V eltin­tinearde las esquilas sedejósentir. una salva de cohetillos fue el saludo de los comerciantes al paso de las acémilas que en talegui­llas de lona de un quintal, conducían el polvo del cobrizo metal a la estación del ferrocarril, para su embarque en 110, consignado ala firma Leonel Barber de Liverpóol-para su refinación.' .

.' . . ~ .- ,

y aconteció, años más tarde, lo que en diferentes ocasiones se viene viendo en el écransobre la época de la fiebre del. oro en California... Enlos primeros años de la década del treint-a, por la ambición de uno de los socios, residentes en Uma, se descuidó adrede el 'pago de la contribución minera, para que un testaferro suyoal igual que otro interesado, . presentaran sendas solicitudes de denuncio él la Delegación de Minería de Moquegua. En juicio de los dos denunciantes por la posesión, un tercero presentóse cofñó mediador y negociando las minas con la Cerro de, Paseo Cor­poration, recibieron algunos millones de Jos que aprovecharon, en gran parte el socio instigador del denuncio y en menor proporción los dos denunciantes .

.' Cristina Cabello Hevilla, 'madre de los hermanos KuonCabello y viuda del socio mayoritario Guillermo Kuon, que murió con vi­sionaria fe enel futuro destino de las minas, con sus hijos estudian­tes de primaria unos, otros en secundaria y uno en la Facultad de l\IIedicina en 'Lima, no pudo soslayar la deslealtad de uno de los socios y sin apoyo ni recursos, tampoco nada pudo hacer ante la inconsecuente acción del causante, tanto más reprobable cuanto que en la época de bonanza, las arcas de su esposo, en más de una oportunidad, estuvieron abiertas con generosidad a las demandas de sus ocasionales socios.

Adquiridas las minas por la Cerro de Pasco Corporation, dicha Cornpañía hizo 'estudios exploratorios de 1942 a,1945 y más tar­de, de 1950 hasta Setiembre de 1954; corriendo a cargo de ellas como Superintendente en la última etapa, el·lng. de Minas Luis Jirnénez Bor]a,

Después de un juicio de algunos años, seguido con la Cerro de Pasco Corporation, quedó en posesión de las minas deCuajone

400

la Northern Perú que dió origen a la Southern Perú Copper Cor­poration constitu ída por las empresas norteamericanas Sarco In­corporated (52.20/ 0 ), Cerro Marmon Corp .. (21.2%), Phelp Dodge Overseas Capital Corp. (16.20/0) y l\Jewmont Mining Corp. (10.4 0/ 0 ). .

Southern Perú Copper Corporation celebró 'con"elgobierno peruano el 19 de Diciembreríe 1969 el contrato bilateral para la explotación de los yacimientos cupríferos de Cuajone y de acuer­doaél se 'iniciaron los trabajos del "Proyecto Cuajone" ello de Abril de 1970. Durante algo más de seis años se, removieron cerca de 300 mil toneladas de material estéril para llegar a los mantos mineralizados, empleándose máquinas de la más alta tecnología ydando ocupación a más de diez mil personasacargo de cornpa­ñ ías constructoras extranjeras Y' másde treinta empresas perua­nas. Al mismo tiempo, sé constru ía una línea férreade30 kilórne­tros a Toquepala que pasaría por cinco túneles con un total de

, 27 Kms., de los cuales el túnel NO 4 ocupa el cuarto lugar enIon­guituden el mundo con 14.7 Kms., después de "EISimplón"en 'Suiza con 19.8 Kms., el Italiano de 18.5 Kms. yel Henderson en Estados Unidos con 15.5 Kms.

Al término de los trabajos del proyecto minero de mayor en­verqadura.en .el mundo-como se le Ilamó-, llegaron a invertir­se más de 7·50 millones de dólares, aportados por Southern Perú, la empresa holandesa Royal Dutch Shell Billington 8V. yprés­tamos de más de 50 instituciones financieras de cuatro continen­tes.-'- Cuajoner''la mina-más moderna del mundo" y una de las más grandes empresas llevadas a cabo por el capital privado en el Perú, 'se halla ubicada en el distrito de Torata, cuya capital es la Villa San Agustín de Torata, en el departamento de Moquegua. Cuenta con dos modernos centros urbanos Ievantados de 1970 a 1976: Villa Cuajone yVilla Botiñacaquenaeierrdo como Villas y reun iendo las condiciones de dicha categor íapol ítica, precisan de la ley que las confirme como tales. .

Villa Cuajone a 8 Kms. de Villa dotiflaCa, se halla ubicada frene te al valle d-e Torata a 2,700 metros de altura sobre el nivel del mar, siendo un atractivo lugar residencial de los funcionarios V supervisores del complejo minero, con un agrupamiento de hermo­sos, cómodos y amplios chalets y con dos centros educativos de formación inicial que albergan una población escolar con más cien alumnos y nueve profesores, llevando uno de ellos el nombre deí conspirador moquequano "Juan Vélez de Córdova", el "Precur­

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sor del Cacique de Tinta" como loHarnara VargasUgarte. Además tiene un plantel sujetoal plan de estudios norteamericano..'

Villa Botiflaca, el nervio y motor d~1 complejo técnico meta­lúrgicoa 3,325 metros s.n.m.ee halla unida por vía férr~ade.34 Kms. para el transporte del mineral a Toquepala y también por una carretera de 32 Kms.- Distante 45 Kms. de Moquegua, cuen­ta Cuajonecon excelentes servicios qeneralesde luz, agua, desagüe, teléfono. edificios de vivienda de 8 y 12 departamentos de.tres pi­sos.Tqlesia, cine, centro comercial.Juqaresde recreación, un hospl­tal de cien camas para la atención de una población que bordea los .dlez mil habitantes en las dosvillas, acreditado como el más modernoyunode. los mejor implementados del país. Además dos centros'de' educación. in icial V' uno de educación básica; soste­nidosal igual que los deCuajonepor la Empresa, dancabida ensus aulasa 1,500 alurnnosconBd docentes y 5 administrativos en 1980...

Con material mineralizado con una riqueza de unopor ciento de cobre, se obtiene elconcerttradoque tras un complicado proceso es transportado porelferrocarril para su conversión en barrasblis­ter a "La Fundición", situada en Tablones a 17 krnsrdelpuertode 110. Con Cuajone se amplió dicha fundición con tres hornos para alcanzar una capacidad de 290 mil toneladas de cobre arnpolloso por año, comprendiendo la producción de Toquepala yCuajone, para llegara lasbarrasbtlster, convirtiéndose con' la citada amplia­ción en una de las tres más grandes fundiciones de Cobre del mun­do. Asimismo, el aurnentodeIaproducclón ha determinado que. laReflnerfadeMlnero Perú que produce 150 mil toneladas de cátodos de cobre industrial con una pureza de. 99.9% de cobre esté en proyecto de arnpl iarse con dos nuevas naves de refinación que duplicarían su capacidad.

Cuajone da ocupación a cerca de. dos mil personas y alberga una población aproximada a los diez .rnil habitantes, muchos de ellos naturales del departamento. Sus reservas se calculan en 430 millones .de toneladas métricas de sulfuros con un promedio del uno por ciento de cobre, además existirían 20 millones de to­neladasde óxidos V molibdeno,queasegúrarían unaexplotación estimada de 30 a 40 años.

. . .' ~ '.. ..:' . . - . - - .

En declaraciones del lnq, Frank Archibald, Presidente deSou­thern Perú Copper Corporation (El Comercio, 11 de Febrero de 1979), en 1978 seprodujeron 325,899 toneladas cortas de cobre a 907.185 kgs. por tonelada equivalen a 295;651toneladas rnétri­

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I

caso De la cantidad anotada correspond fan 197,790 toneladas cor­tas a Cuajone (179,432 trn.)' y 128,109 toneladas cortas a Toque­pala (116,219 tm.). Hasta 1976, Toquepalafiguraba como el pri­mer productor de cobre en el país con 570 / 0 de las 200 mil tone­ladas que se beneficiaban. Con las 179,432 tm. producidas porCua­jone en 1978, se superó en ese año en 63,213 tm. a Toquepala, desplazándola desde el año anterior del primer lugar; y al mismo tiempo se incrementó con más del 800 / 0 la producción nacional que era de 200: a 220ton.métricasal año superándose con un mar­gen bastante significativo el 600 / 0 de incremento previsto en el Convenio Bilateral celebrado para la explotación del yacimiento cuprffero.

Del 70 lugar que ocupaba el Perú en la producción mundial de cobre en 1976, después de Estados Unidos, Rusia; Zambia, Chile, Canadá y Zaire (ex-Congo belga), ha saltado al 40 puesto después de Estados Unidos, Rusia y Chile. Importantfsima fuente de divisas para el erario nacional desde el inicio de su explotación en Noviembre de 1976, Cuajone no ha tra fdo,sin embargo, para el departamento de Moquequalosbeneflctos que.en forma' bastan­te optimista se esperaban de tan colosal explotación. En el proce­so electoral de 1980,. los candidatos moqueguanos coincidieron en clamar, corno se ha venido haciendo desde la puesta en marcha del complejo minero, porque un porcentaje de las utilidades obte­nidas por el Estado, se asigne para obras públicas en el departa­mento. Y Moquegua espera que el Gobierno cumpla en hacer efec­tivoel Art. 1210 de la Constitución Poi Itica, promulgada el 12 de Julio de 1979, que dice: "Corresponde a las zonas dondelosrecur­"sos naturales están ubicados, una participación adecuada en la "renta que produce su explotación, en armon fa con una' poi ítica "descentralista. Su procesamiento sehace preferentemente en la zona de producción". . . .

. En cuanto al asiento minero de Ouellaveco, ante la imposibili­dad de la Compañia Minera Southern Perú CopperCorporation de explotarlo simultáneamente con Cuajone, revirtió al Estado el 4 de Enero de 1971, pasando dicho yacimiento a la empresa esta­tal Minero Perú en Enerode 1972. Ouellaveco con una reserva esti­rnadaen '198 millones de tm, con un promedio de 0.940 / 0 de co­bre, se halla en distrito torateñoal igual que Cuajone y ubicado entre este asiento minero y Toquepala, al que se halla unido' por una carretera de 32 kms. de longuitud por 10 metros de ancho, y asimismo, una carretera de 35 Kms. por 12 y 19 metros de an­cho y dos puentes se une a Villa í3otiflaca. Dista Quellaveco "de

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Torata hasta Cerro Baúl 55 Kms. y a Moquegua BüKrns,

Por un nuevo contrato bilateral celebrado por Southern Perú en 1977. con el Gobierno Peruano y mediante unainversión de ocho millones de.dólares dicha empresa minera-ha instalado en Cuajone una planta de molibdeno, cuya producción alcanzó-en el país en 1979 a 2,163.4 Tm. Con pruebas metalúrgicas inciales realizadas en Enero de 1980, Southern Perú estimaba alcanzar en plena producción tres millones de libras de molibdenita.por año, 'equivalentes a 1,380 trn. incrementando con tilo en 64% la pro­ducción nacional. ... ...

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30 de Julio 1845 16 de Febrero 1846 12 Setiemb. 1846 25 Noviembre 1846 10 Febrero 1847 24 Agosto 1868 21 Julio 1969

8 Febrero 1870 9 Agosto 1870

24 Junio 1871 18 Junio 1874

5 Noviembre 1874 26 Octubre 1903 26 Junio 1905

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