“5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... una...

31
“5-4-5”

Upload: doantruc

Post on 20-Sep-2018

220 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

“5-4-5”

Page 2: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

Escrito por: Jorge Iván González Félix

Todos los derechos reservados Código de registro: 1710134404924 Fecha de registro: 13-oct-2017 2:31 UTC

Page 3: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

De parte de Iván González

“Para todas aquellas personas que

saben que son especiales y también

para las que sienten que lo son”

Page 4: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

“Hombre espacial”

Algunas nubes grises comenzaron su habitual recorrido, las montañas se quedaron quietas

cual estatuas, el fuerte sonido del viento cesó, los árboles que llegaron a enterarse de la

noticia mantuvieron sus ganas de llorar y el baile encantador de las hojas secas recubrieron

gran parte de las solitarias calles.

Todo el planeta sabía que ese día era memorable y que los sobrevivientes deberían de dejar

en su corazón un hueco para este acontecimiento. Las miles de personas que vivían en la

tierra, en ese entonces, se quedaron pasmados y callados por lo que se avecinaba. Sin duda

deberían estar ansiosos y nerviosos al mismo tiempo.

Una gran señal de respeto se podía sentir desde el suelo hasta el cielo. Los pasos de

izquierda a derecha que daba ese hombre parecían mover las piedras en todo el mundo.

Nadie podía sentir pena, tristeza o compasión por su caminar. Ningún ser humano que lo

miraba desde su televisor o directamente en persona no podía sentir más que un orgullo

sincero.

El silencio entre cada minuto se hacía más y más tenebroso, nadie hablaba para no

interrumpir las pisadas de aquel hombre. Las calles estaban vacías y los automóviles

quedaron inmovibles. En la costa lo único que se escuchaba eran las olas, aquel encantador

sonido se escuchaba a kilómetros de distancia. Los principales lugares de entretenimiento

cerraron sus puertas, nadie reía, nadie gritaba de algarabía por haber ganado una apuesta ni

por apoyar a su equipo favorito. El silencio se extendía cada vez más por aquella sociedad

acabada y dirigida hacia la destrucción. Tanta calma se sintió ese día que daba mucho

miedo.

Algunas personas por inercia pusieron su mano en su pecho para sentir por última vez el

latido de su propio corazón. Otras personas volteaban a mirar en ese instante la tierna

mirada de sus pequeños niños pues querían dejar marcado en su mente aquella radiante y

bella sonrisa que los acompañaría por la eternidad.

Eran exactamente las 8:30 de la mañana cuando todos estaban a la expectativa. Ni una sola

alma quería perderse de tal suceso mundial. Ese hombre que daba sus pasos de izquierda a

derecha y que hacía tambalear la tierra no era otra persona más que yo.

Caminaba casi siguiendo el tono de una canción a piano entre miríadas de gente que me

observaban con sus frentes en alto. Me sentía completamente seguro de mi deber, como si

el día que nací alguien me hubiera descrito como la persona que soy ahora.

Page 5: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

Mientras caminaba hacia una colosal construcción una encantadora niña de rizos color

marrón, una sonrisa enorme acompañada por pequeñas chispas oscuras en forma de pecas

se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. Yo la tomé sin vacilar y

sin pena, porque sabía perfectamente que esa pequeña niña la cortó de su propio jardín a

punto de marchitarse solo con el objetivo de hacerme este regalo. Le agradecí y ella regresó

corriendo con su mamá que la abrazó a punto de llegar al llanto. Me detuve unos 40

segundos para mirar esa escena: Quise que me acompañara por toda la eternidad ese

abrazo y esas lágrimas. Reaccioné y regresé a mi camino rumbo a esa construcción que

mantenía aquella nave espacial. Imagino que ahora ya saben de qué trata todo este asunto

que les estoy relatando.

Estábamos viviendo en una era muy difícil, más difícil de lo que pueden imaginarse. Hubo

muchas personas que estuvieron años investigando una posible solución pero todo fracasó.

Lentamente la tierra perdía la magia de la vida. La humanidad no pasaba por un buen

momento. Todos perdieron la esperanza. Así que se pasó de la lógica, lo que todos

sabíamos, la ciencia se terminó y lo que llamábamos tecnología lentamente comenzó a

llamársele basura. Nada nos fue útil y toda la humanidad se caía en pedazos pequeños de

cristal.

Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

millones olvidaron. Fue esa palabra que cambiaron las cosas y que dio algo de respiro a

mucha gente. "Fe", fue la palabra que se escuchó a pesar de los incontables llantos, de los

ladridos y los gritos de desesperación. Nada, ningún ruido fue capaz de silenciar aquella

palabra que se escuchó por parte de ese hombre sin nombre. Llenos de amor por sus vidas

se ideó un plan tan lleno de "fe” que se calificó como un fracaso total. Los medios y muchas

personas desamparadas odiaron con mucha intensidad aquella idea. Tanto fue así que esta

nueva forma de salvaguardar a la humanidad tuvo que retrasarse 25 años. Sin embargo

gracias a esas trabas se les otorgó el tiempo suficiente para terminarlo como se deseaba.

Se inventó una nave singular que era llamada cariñosamente por sus creadores como "bala"

y un prodigio de nave conocido como "la pistola". Cuando escuché por primera vez el plan y

el nombre de sus dos más importantes elementos, imagino que también les sucederá a otras

personas, pensé que querían que la tierra misma se suicidara. Suena loco pero nada

parecido. La idea era que una valiente persona entrara en "la bala" y con ayuda de "la

pistola" fuera lanzado a una velocidad más allá de la velocidad de la luz. ¿Con qué finalidad?

Encontrar algo o a alguien para pedirle ayuda. Se tenía una gran fe ciega de que

posiblemente al final del universo se podría encontrar una solución.

¿Ahora ven por qué fue tan odiado este plan? Una velocidad así sería impensable. Además

de que para el cuerpo humano sería imposible soportarlo. Llámenme incrédulo pero hasta

ese momento en el que caminaba tras esas personas me seguía preguntando si lo

soportaría.

Page 6: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

Un equipo de 52 personas confirmó que la bala lo resistiría y que el traje que llevaba estaba

listo para ser usado por primera vez ante aquella tremenda velocidad. Era un momento de

todo o nada. Esa colosal construcción detenía el movimiento de aquella aún más colosal

nave espacial. La gente que estaba reunida allí para darme mi despedida quedó

boquiabierta. Yo alcé la vista y miré también esa súper nave.

No supe si lo hacían en señal de respeto, si desconocían el resultado de este experimento, si

confiaban en mí o si estaban para ver mi caída. Debieron de sentir un cálido y al mismo

tiempo refrescante sabor a fe en sus entrañas. Porque algunos intentaron detener este

trabajo pero se logró terminar sin importar cuántos tenía en su contra. Supongo que la gente

comenzó a creer ya que no tenían otra alternativa. Mientras subía a mi nave especial tomé

un recipiente para ahí echar esa hermosa rosa roja que me regalaron y posiblemente sería

mi eterna compañera. La numeración final comenzaba a escucharse mientras el suspiro de

las personas se escuchó en ese instante, fue tanta presión que se me partía el corazón.

Cuando aquella persona terminó de contar esos números ya era demasiado tarde para

retractarme. La nave que me impulsaría salió de inmediato sin ningún error de cálculo. Tal

como se había pronosticado acontecía. Mientras subía intentaba mirar hacia atrás para ver

por última vez a mi querido planeta y a mi querida gente.

Intentando recordar algún suceso feliz en mi vida, mis ojos solo comenzaban a observar

atónito la oscuridad casi siniestra del universo. Llegamos a nuestro punto de disparo y solté

una lágrima. El momento de la verdad era ahora. Comencé a escuchar fuertes explosiones

de la misma nave, no era nada malo, ese era el funcionamiento de todos los mecanismos.

Estaba estallando lentamente porque estas explosiones serían las que me impulsarían a una

velocidad inimaginable y que jamás se volvería a repetir. Todo desde atrás comenzó a

explotar como era el plan. La pistola estaba siendo accionada. Y se disparó la bala.

Esa experiencia fue lo peor que viví. Ninguna otra persona soportaría el dolor que

experimenté. Mientras viajaba más allá de la velocidad de la luz, comencé a sentir cómo mi

piel estaba a punto de desprenderse de mí mismo, sentí como si mis ojos fueran filosos

puñales que querían atravesar mi cráneo. Mis pies se doblaban de un lado para el otro, la

velocidad me asfixiaba. Toda mi nave se movía sin sentido, con mucho dolor y frustración.

No quería cerrar los ojos, sentía que si hacía eso ya no los abriría nunca.

Lo único que miraba eran luces formadas de estrellas. Recordé muchas películas de ciencia

ficción. Cuando las miraba me reía algunas veces de las locuras que uno podía mirar. Eran

tan fantásticas y algunas malas. Pero lo que miré mientras viajaba fue espantoso. Algo que

no se lo deseo a nadie. El disparo duró 15 segundos pero me pareció que fueron horas,

incluso días. Como se calculó: Gracias al material de la bala, del campo creado por aire, de

Page 7: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

mi traje y de mi preparación todo salió bien. Cuando por fin terminaron esos infernales 15

segundos cerré los ojos y me quedé dormido por un espacio de tiempo que olvidé.

Había sobrevivido y pude llorar amargamente por haberlo hecho. En ciertos momentos del

viaje me saltaban las lágrimas pues me sentí resucitado, como si hubiera muerto en aquel

instante pero que alguien recordó que no era mi momento. Pasar por todo ese dolor y ahora

vivir para contarlo parecía un cuento de ficción. Me encontraba en la bala viajando ya a

velocidad normal y mirando todo el hermoso espectáculo luminoso por todos mis

alrededores.

Lo único que me acompañaba en mi bala era un medidor de tiempo, un medidor de

kilómetros, un cable conectado directamente hacia mis venas que me alimentaba de algo

poco nutritivo pero que me mantendría vivo supuestamente por millones de años, una sonda,

unos pedales hechos para que cuando se terminara el combustible yo mismo siguiera

pedaleando hasta llegar al final de la oscuridad y aquellos números escritos en mi nave. "5-4-

5". Esos números estaban escritos en la nave y solamente era el único adorno. Según

escuché antes de aceptar este experimento, esos números eran un simbolismo muy

profundo que pocos entendían. Debió ser muy inteligente el que lo ideó porque yo tampoco lo

entendí.

El tiempo corría muy de prisa estando en el universo. Recuerdo que el indicador del tiempo

me marcaba que ya habían pasado 800 años en la tierra y a mí me parecía que solamente

ocurrieron unas 48 horas. Mi cuerpo no resentía todo ese tiempo. No supe si eso era normal

o si el aparato estaba averiado por tanto impulso recibido. Cuando miré por primera vez

cómo explotaba una estrella justo frente a mí me prometí que ya no miraría esos marcadores

del tiempo y de distancia porque me estaban volviendo loco preguntándome qué estaría

ocurriendo en la tierra o hasta cuándo encontraría el final. Algunas veces contaba chistes

para despejar un poco la mente. El vidrio limpio frente a mí sólo me mostraba el infinito

universo oscuro, llano y solitario. En algunas ocasiones admiraba las cometas y me

sorprendí al mirar lo raro que eran las famosas estrellas fugaces. Tenían una forma tan

extraña que me parecía imposible dibujarlas. Seguía observando con respeto la eternidad.

Algunas veces llegué a compararlo al gigantesco mar pero me reía pues sabía que si

naufragaba tenía una gran posibilidad de encontrarme con una isla y allí quedarme viviendo

comiendo pescado. También estuve contando todas las lunas que me encontraba. Hasta las

llegué a coleccionar en mi mente. La mayoría eran de colores extraños. Y se terminó el

combustible.

Comencé a pedalear lentamente y en muy contadas ocasiones ya que el alimento cada vez

era menos y me comenzó a doler un poco la aguja que estaba insertada en mis venas. No sé

cuánto tiempo faltó para que rompiera mi promesa y miré aquellos indicadores. El indicador

del tiempo tenía espacio para 15 números y lo único que se leía era: "999999999999999". Y

el indicador de distancia solo tenía espacio para 10 números y lo que se leía era:

"9999999999". ¿Habían llegado al final de su capacidad? O ¿Habían dejado de funcionar?

Page 8: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

Alguna de esas suposiciones tendría que ser cierta. Entre mis pensamientos comencé mis

clases sobre la vida en la tierra. Porque me había olvidado de muchas cosas. Olvidé cómo

cepillarme los dientes, por más que lo intenté no recordaba ese programa en la televisión que

miraba por las noches, no sabía qué era un perro o un gato, había olvidado lo deliciosa que

era una sandía y hasta olvidé mi nombre. No quería que mi cabeza olvidara cosas

semejantes por eso desde ese momento me dispuse repetir en voz alta cualquier cosa

insignificante que me viniera a la mente igual como si estuviera en la escuela.

Cerraba los ojos para dormir cuando una lluvia de meteoros me despertó, no recuerdo

cuántas lluvias pasé en ese interminable viaje. Algunas 200 posiblemente. O tal vez más.

Pero esa fue significativa porque sentí que duró más de lo habitual. Ya no moví más la nave

y dejé que esa lluvia hiciera conmigo lo que quisiera. Nuevamente cerré los ojos como

cuando era niño e intentaba dormir aunque tuviera miedo y utilizaba la sábana blanca como

escudo protector. Escuché cómo se abría la puerta lentamente y con valor miré para ver de

quién se trataba y para mi sorpresa era ella. Mi única e invaluable mamá. Me dijo al oído que

no tuviera miedo, con su abrazo alivió mi ser y luego se metió conmigo a mi cama hasta estar

segura de que yo estaba en el mundo de los sueños. Para mi sorpresa lo único que escuché

fue el sonido del final de la lluvia de meteoros. Quería a mi mamá. Quería estar con ella.

Desde la ventana se miraba más y más oscuro. En un momento determinado, mientras mis

indicadores seguían marcando el espantoso nueve, llegué a pensar que estaba dando

vueltas en círculo pero era difícil saberlo sin ningún instrumento de medición.

Ya no tenía fuerzas para mover los pedales y no era por falta de comida, aunque era muy

escasa me mantenía con vida. No tenía fuerza de voluntad. Ya quería que todo parara

porque lo que miraba por la ventana cambió. En realidad era diferente. No era igual. Antes

miraba el universo lleno de luces amigables y ahora todo se convirtió de un color negro muy

pero muy intenso. Eso tiró todas mis esperanzas al suelo y me di cuenta que en realidad el

infinito no tenía final. Suena tonto, pero no por nada este experimento se llamaba “fe”.

No sabía qué hora era. No sabía a qué distancia me encontraba lejos de casa, ni cuánto

tiempo me la pasé vagando por el infinito universo, desconocía muchas cosas. Pero de algo

sí estaba seguro y mi corazón fue testigo de esto: Que era el tiempo para morir. Con las

pocas fuerzas que aún tenía me quité el cable que me alimentaba, no había visto mis manos

en años. Era casi un esqueleto viviente. Era horrible el estado en que se encontraba mi

cuerpo. Los vellos que aún tenía en mis brazos eran blancos como la nieve. Quería hablar

pero no salía palabra alguna de mi boca, me quedé encerrado en mis pensamientos. Y

recordé una anécdota que me pasó antes de iniciar el viaje: Cuando miré por primera vez

cómo era la estructura de la nave yo en broma dije que se parecía mucho a un ataúd. Ahora

llegó a ser eso mismo. Fue construido para mí y lo seguirá siendo por siempre.

No sé cuánto tiempo pasó pero comencé a sentir hambre y fracasé en mi intento de muerte.

Page 9: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

Tomé nuevamente el cable y me lo puse de inmediato. Me sentí muy avergonzado de mí

mismo. Y hasta me dejé de hablar por varios días. Estaba molesto conmigo porque no había

nadie más que reclamara mi cobardía.

Aunque estaba enojado yo mismo me alivié. Pues ese coraje comenzó a convertirse en

mucho odio. ¿Por qué tenía que morir por esas personas que solas arruinaron aquel

hermoso hogar? ¿Por qué no fue otro ser humano el que eligió venir hasta aquí para nada?

¿Fui yo un hombre bueno? No lo recordaba. Y en la ventana que miraba la oscuridad pronto

comenzó a reproducirse una película, era la película de mi vida. Comencé a llorar porque

algunos dicen que cuando miras toda tu vida frente a ti es porque todo terminó. Recordé

cuando salvé a esa pequeña niña en un incendio provocado por un alcohólico que le dejaron

de vender licor. Recordé que en ese momento yo me prometí que el resto de mi vida lo

dedicaría a cambiar las cosas en el mundo. Qué equivocado estaba. ¿Cómo iba a intentar

cambiar algo si las personas que necesitan el cambio nunca quisieron cambiar? Era la única

verdad que pensé.

Después de un tiempo me di cuenta de que estaba ya muy viejo y que alimentar un odio así

tan aborrecible era muy innecesario. Intenté alzar las manos hacia el universo y di las gracias

a todo aquel que se lo merecía. Esta vez estaba yo preparado para morir y no había otra

alternativa. Dejé que mi nave divagara tanto que mi mente no recordaba quién era yo y qué

hacía allí. Había pasado tanto tiempo que hasta olvidé qué era el sueño y qué era la realidad.

Estaba a punto de cerrar mis ojos para mi sueño eterno hasta que nuevamente otra

turbulencia arruinó un final perfecto.

Todo comenzó a tambalearse otra vez. Y paulatinamente mi indicador del tiempo que tenía

15 espacios empezó a marcarme “000000000000000” y mi marcador de distancia que tenía

10 espacios comenzó a marcarme “0000000000”. Me alegré mucho ya que creí que la bala

estaba 100% descompuesta y muerta. Supongo que la bala no quiso verme fallecer y por eso

decidió caer ella primero. Yo asentí con mi cabeza y todo terminó. Cerré los ojos. Y una

nueva turbulencia hizo que los abriera nuevamente. Fue muy fastidioso pero necesario. No

me había dado cuenta pero estaba cayendo en picado. Como si algo me estuviera jalando,

como si algo me estuviera atrayendo, como si alguien se hubiera dado cuenta de mi agonía,

como si hubiera encontrado a alguien, como si hubiera llegado al final del infinito y lo que

quedaba era una tremenda energía de imán. Caía como un águila fallecida. Me impresionaba

lo que miraba, estaba cayendo hacia un planeta, algo me atraía como si fuera gravedad. Me

dejó impactado. Tanto que sería difícil de expresar.

Hasta cuando menos me di cuenta caí estampándome en algo que parecía ser suelo.

Caí y me quedé atascado en un cráter. Algunos seres parecidos a personas comenzaron a

auxiliarme. Eran tantos seres con manos que rápido destruyeron mi nave especial y yo

quedé tendido ante sus miradas. Recuerdo que estaba yo allí dentro recostado mientras la

parte de enfrente estaba destruida y rayos semejantes a los del sol me daban una calurosa

Page 10: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

bienvenida. Yo moví mi mano hacia la derecha sintiendo vidrios. Eran cristales del frasco con

la rosa que me regaló una pequeña niña. Había una espesa nube de polvo por mi caída.

Esperé con ansias a que se disipara. Cuando lo hizo miré de qué se trataba todo esto. Lo

primero que alcancé a distinguir era una encantadora niña de rizos color marrón que tenía

dibujado en su rostro una sonrisa enorme acompañada por pequeñas chispas oscuras en

forma de pecas.

En ese momento le entregué la rosa y ella quedó en shock total. En ese segundo entendí

todo el asunto. Comprendí que todo aunque termine vuelve a comenzar nuevamente.

Entendí que todo aquello que llega a su final siempre tiende a comenzar. Aquello que se

acaba, comienza. Que aunque nos caigamos podemos levantarnos nuevamente. Que

aunque se pierdan las esperanzas nuevamente se pueden llegar a encontrar. Miré

nuevamente mi indicador de tiempo, apareció un nuevo apartado donde se leía un 6

acompañado por 400 ceros. Había llegado al final del universo y del tiempo y lo que seguía

era nuevamente el inicio del universo y del tiempo.

Al verme cómo entregué aquella rosa roja un llanto inconsolable empezó a oírse por toda la

tierra. Era la prueba del arrepentimiento y la redención. Solo porque el mundo esté

completamente perdido y en llamas ¿quiere decir que todo está listo para desaparecer sin

manera de que nuevamente renazca? ¿Y por qué no puede suceder lo contrario?

Realizar un viaje eterno de un 6 acompañado por 400 ceros, sencillamente para descubrir la

maravillosa verdad de que todo lo que termina siempre, siempre, siempre volverá a

comenzar... puedo decir que sí valió la pena.

Eso hermoso encerrado en esos números misteriosos “5-4-5”.

Escrito por: Jorge Iván González Félix

Todos los derechos reservados Código: 1509095130658 Fecha: 09-sep-2015 19:38 UTC

Page 11: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

“Retorno” El cielo nuevamente comenzaba a tomar su estado normal. Las nubes con discreción se

marchaban para despejar totalmente el firmamento después de la intensa lluvia escuchada

aquella madrugada. Todavía se podía escuchar cómo algunas gotas en forma de rocío

jugaban encima de los árboles, al pasto húmedo le quedaba ese aroma matutino y las

familias se levantaban para agradecer el nuevo día.

Los padres felices se despertaron para ir al trabajo, las madres hacendosas ya estaban listas

para despedir a sus esposos y los niños alegres miraban por la ventana los restos que dejó

la intensa lluvia del día anterior. Dicen que después de la tempestad viene un periodo de

tranquilidad pero no ocurrió para un hombre que vivía en ese mismo vecindario.

Dentro de la calle menos popular de la ciudad había una serie de casas consideradas como

las más pobres. La mayoría evitaba pasar tarde por esos alrededores porque era muy

famosa por los robos. Incluso una vez la televisora más prestigiosa de la región realizó un

documental muy visto pues hablaba sobre el asesinato de una familia entera.

En una casa pequeña, sin nada especial que lo identificara, descuidada, desarreglada y

sucia se encontraba aquel hombre que después de la lluvia no encontró esa paz que todos

sintieron cuando el aire fresco entró hasta sus hogares. Era un hombre de 40 años vestido

con su pijama para dormir, tan agitado que pronto se le terminaría el aire en los pulmones,

cansado, sudando, sus ojos estaban empañados, su rostro no estaba limpio, en su cabello

todavía habían residuos de cenizas, con una mirada de terror que nadie podía negar y en su

mano derecha con todas sus fuerzas llevaba agarrado un bate de beisbol.

En la cocina la llave del fregadero continuaba partida a la mitad y litros de agua se

desperdiciaban sin que nadie se preocupara por el medio ambiente; los ollas estaban

esparcidas en diferentes puntos sin existir el orden, la estufa quedó volteada después de una

intensa pelea, el refrigerador continuaba abierto y pronto la comida dejaría de servir, aquella

mesa que una vez dio de comer a personas respetadas colapsaría en cualquier momento y

las paredes quedaron manchadas de un liquido rojo que nadie sabía qué era. En la sala los

muebles estaban rasgados, golpeados y mutilados, la mesa que utilizaban para coser la ropa

de los chicos fue rota de dos patas y yacía inútil en la esquina; los libros que jamás

terminaron de ser leídos quedaron inservibles y sus hojas cubrían todo el piso, los retratos de

la familia fueron rotos con mucho odio, era el lugar favorito para pasar la tarde con los

amigos y ahora solo quedaron migajas.

En el baño había una mezcla de lodo embarrada por todos lados, desde el piso hasta el

techo, el retrete estaba agujerado, el espejo cuarteado de un puñetazo, el lavabo pecaba de

sucio y de la regadera no dejaba de salir agua negra. En la habitación adjunta la pared

principal tenía un hoyo, las joyas falsas estaban pisoteadas, la ropa de gala rasgada con total

Page 12: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

descaro, una lámpara comprada en otra ciudad también fue destruida, la fragancia más cara

quedó regada en el suelo como basura, todo lo que se encontraba ahí fue roto.

En la habitación de sus hijos la ropa de ellos estaba profanada, las camas tiradas en el suelo,

los vidrios de las ventanas rotas, la alfombra fue cortada con un cuchillo como si buscaran

algo de valor; los juguetes quedaron tristes y mancos. La recamara de los esposos también

recibió el mismo trato que toda la casa, las cortinas que la señora de la casa confeccionó con

sus propias manos fueron hechas trizas, el colchón fue rasgado con una navaja para ver si

encontraban dinero. La ropa de la mujer y la del hombre estaban juntas en medio de la

habitación con olor a gasolina con la clara intención de dejar un mensaje.

Si no entrabas con cuidado a esa casa era seguro que te harías daño por la cantidad de

vidrios esparcidos por todas partes. Y el hombre todavía continuaba agitado esa mañana:

Observó cómo quedó todo su hogar soltando el bate de beisbol afianzado en su mano para

después caer de rodillas y bajar su mirada directamente hacia el suelo lleno de cristales. Dio

tan solo un respiro para recobrar el ánimo levantándose con total poder y sin pena.

Tomó varios trapos junto con un bote lleno de agua. Dentro de la cocina empezó a limpiar

toda la pared hasta dejarla blanca como su memoria le recordaba que era. Levantó cada una

de las ollas esparcidas en el suelo acomodándolas lentamente en el estante de acuerdo a los

colores y también a las festividades. Arregló el fregadero justo como su papá el plomero le

enseñó, reutilizando el agua que quedó útil después del incidente. Limpió la estufa desde el

interior antes de acomodarla nuevamente en el lugar que siempre perteneció. Levantó

aquella mesa donde recibía a la gente importante del vecindario recordando alguno de los

platillos especiales de su esposa, las risas que escuchaba y el olor de la comida recién

hecha. Luego comenzó a seleccionar la comida dentro del refrigerador para no continuar

enfriando lo inservible. Como despedida utilizó el recetario familiar oculto debajo de un

apartado para cocinar aquel platillo que siempre lo enamoró; colocó la mesa como su

memoria se lo permitió. La cocina quedó justamente como su amada esposa lo dejó.

La sala a paso lento recobrara esa envidiable paz que siempre la identificó. El mueble

principal estaba siendo reparado nuevamente con gran maestría por el dueño de la casa, una

vez tuvo ese trabajo pero lo dejó al ser estafado. La mesa de en medio también fue vendada

como si de un brazo roto se tratara, demostrando que ese cariño por su hogar era verdadero.

En vez de tirar cada una de las hojas de los libros regados en el suelo: Los leía para

averiguar a qué libro pertenecía y así regresarlo a su estado natural. Reía cuando veía un

chiste gracioso, se emocionaba al encontrar una hoja llena de misterio, se sentía incómodo

cuando encontraba la descripción de una criatura horrenda y se tocaba el pecho al leer la

despedida de un chico a su madre. Su hija mayor amaba la paz que sentía al estar sola

dentro de esa pequeña sala junto con un mar de imaginación bien acomodado en un librero.

La sala quedó justamente como aquella niña lo dejó la última vez.

La ropa que llevaba puesta quedó totalmente oscura al igual que su rostro después de sacar

con mucho esfuerzo aquella horrenda capa de lodo esparcida por todo el baño. Utilizó los

Page 13: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

mismos utensilios que en la cocina pero esta vez quedaron totalmente desgastados. A la

regadera le dio el mismo tratamiento que la llave y recordar aquellos momentos felices junto

con su padre el plomero fue una paga adicional. El espejo quedando inservible tuvo que

cambiarlo, poniendo uno más barato. El papel higiénico, dentífrico, jabones, el botiquín, todo

fue cambiado por nuevos pues quedaron manchados por aquella suciedad. El retrete fue

armado desde cero utilizando uno de los viejos trucos que su padre le enseñó con gran

esmero. Dentro de aquel pequeño baño, el hombre logró escuchar la voz orgullosa de su

padre haciendo eco en sus oídos oyendo “bien hecho”. El trabajo de reparación que realizó

aquel hombre fue exactamente como un viejo plomero lo haría.

Saliendo del baño era visible el mal estado de la habitación adjunta, pero eso no lo desanimó

en lo más mínimo. Limpiando sus ropas y cara levantó del suelo todas las pertenencias que

su hija menor creó con sus manos en el taller de manualidades. Aquellas hermosas joyas sin

ningún valor las volvió a colocar dentro del joyero que reparó después de la cuarteaduras. El

aroma del perfume de su mujer nuevamente lo enamoró locamente como antaño. La lámpara

que reparaba con mucho cuidado le recordó ese hermoso viaje realizado hacía tantos ayeres

pero que aún calaba hondo dentro de su corazón aquella semana inolvidable. La ropa la

regresó otra vez a los armarios correspondientes, reparó los hoyos como si fuera un

carpintero profesional y se ganaría un aplauso si lo viera su antiguo patrón. Dejó aquella

habitación adjunta tal como su hija menor la hubiera dejado, conocía el carácter de ella

dejándola perfectamente al igual que sus indicaciones.

Las tres camas en las habitaciones de sus hijos fueron arregladas con el fiel amor de un

padre, las cobijó con sábanas de colores vivos para olvidar aquella profanación. Sus

atuendos fueron cocidos otra vez para tener esa misma presencia. Y hasta le dio tiempo de

jugar con los juguetes regados por doquier logrando que aquellos recobraran el ánimo por

ser utilizados. Las fotografías de los pequeños regresaron al buró. Los cristales rotos también

los quitó con cuidado, colocó una nueva alfombra con una figura que inspiraba alegría y

comodidad. Estar dentro de aquellos cuartos únicamente traía felicidad.

En su propia habitación levantó su cama para repararla junto con el colchón desgarrado. Una

lástima que las cortinas no tuvieron solución, siendo cambiadas por unas con una tela más

corriente. La ropa la levantó para lavarla, dejarla con ese aroma familiar y regresarla a su

lugar correspondiente. Las fotografías de la boda también fueron rescatadas mientras

observaba hipnotizado el traje que utilizó aquel día maravilloso. El vestido blanco todavía

guardado no recibió ni un rasguño, el hombre se arrodilló frente a éste para rememorar el día

que pidió su mano. Nada lo hizo sentir mejor que hacer aquello.

El duro trabajo de aquel hombre de 40 años de edad debía ser recompensado, pero él

mismo no creyó que eso fuera oportuno. Regresó a su habitación tomando el uniforme de su

trabajo actual, se vistió, dio otro recorrido por su hogar y salió de la casa para sentarse en la

pequeña banqueta que tenía enfrente. Todo su esfuerzo se quedó sentado allí junto con él

durante horas y horas, los vecinos lo miraban derrotado sin embargo no hacían nada. El

Page 14: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

calor tampoco lo hicieron desistir quedándose totalmente solo fuera de su hogar que ahora

estaba reluciente. Aunque tampoco fue una escena que nadie conociera: De hecho sus

vecinos sabían perfectamente por qué hacía todo aquello, incluso se enteraron cuando

cambió el número de su casa por un “545”. Muchos decían que era una creencia antigua

procedente de su familia y algunos otros solo decían que quería olvidar el pasado.

Dos policías recibieron la orden de llegar a aquella casa con el número 545. Pero tampoco

fue tomada con mucha alarma porque conocían al hombre que vivía en ella. Mientras

llegaban en su patrulla ambos conversaban sobre la situación del pasado. El que conducía

era un viejo policía que conocía bien aquella masacre. Contó aquel suceso al más joven que

lo acompañaba: Le dijo que aquel hombre de 40 años mientras trabajaba, una pandilla de

delincuentes entraron a su hogar asesinando a su amada esposa que cocinaba un platillo

especial, también le dieron el golpe final a su hija mayor mientras leía pacíficamente en la

sala los libros del librero, cómo su padre no logró hacer nada por estar arreglando un

desperfecto en el baño, la muerte de su hija menor que se estaba maquillando en la

habitación adjunta para parecer algo mayor y el terrible estado en el que encontraron a su

único hijo varón que dormía en su habitación. Nadie hizo ni dijo nada por miedo a las

represalias. Hasta que llegó el hombre y miró aquella escena envuelta en sangre.

El policía joven se aterró al escuchar el horrible asesinato de una familia entera. Sin embargo

no entendió el propósito de esa visita pues aquel suceso había ocurrido 20 años atrás. El

policía más viejo se molestó porque no había terminado su relato: Aquel hombre que ahora

tiene 40 años de edad todas las madrugadas realiza exactamente los mismos destrozos que

hicieron aquella pandilla dentro de su hogar. Quedó tan impactado por las escenas que miró

que las recordaba perfectamente y no lo era difícil copiarlas nuevamente. Al principio gritaba,

maldecía y hacía tanto ruido que todos sus vecinos se le acercaban para tranquilizarlo e

interminables llamadas de auxilio llegaban hasta la estación de policías. Después otra vez

limpia toda su casa y la deja justamente como su familia la tenía antes de sus muertes.

Llegaron a aquel vecindario estacionándose delante del número 545. Observaron a aquel

hombre sentado en la banqueta esperando algo extraordinario mientras el policía más joven

todavía tenía esa inquietud sobre por qué continuaba haciéndose daño aquel hombre. “¿Has

visto una cinta de video cuando corre de reversa? Cómo todo lo destruido otra vez comienza

a formarse, cómo una mesa tirada se levanta, una pared ensuciada es limpiada nuevamente,

cómo todo vuelve a ser como era antes. Justo eso es lo que intenta hacer ese hombre.

Quiere que su vida sea como una cinta de video que ahora corre hacia atrás. Al revés. Desea

tremendamente que el asesinato de su familia cambie por lo que estaban haciendo mientras

respiraban. Y él cree que recreando aquel suceso su esposa, padre e hijos también

aparecerán como si de una película se tratara. No lo culpo, también me gustaría que fuera

así de sencillo arreglar el pasado”. Fueron las palabras exactas del policía.

El hombre de 40 años se levantó de la banqueta al presenciar la noche. Volvió a la puerta de

su casa y la tocó con sus manos. Entró esperando que su plan haya funcionado y que su

Page 15: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

familia regresara justamente como estaba antes del asesinato. Dio un último recorrido por

todo su hogar que ahora quedó exactamente como su familia la dejó, pero no recibió la

respuesta que tanto soñaba. Entonces entró a su habitación, se vistió con su ropa de dormir,

se recostó en su cama con los brazos en su pecho esperando que ahora la cinta de su vida

continuara y al despertar ver el retorno de su amada familia una vez más. Solo necesitaba

que fuera una única vez para no marcharse a trabajar como hace 20 años lo hiciera y morir

junto con ellos.

Page 16: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

“Monstruo” — Ayer fue uno de los días más terroríficos que viví. — ¿Por eso estás todo sudado y agitado? Cuéntame por qué. — Por la tormenta. Relámpagos que seguían el tono de una canción alumbraron toda mi

habitación. El cielo estaba completamente azul marino y las nubes blancas. Me sentí muy asustado, pensé que la tormenta jamás acabaría. Vine a buscarte pero no respondías. Escuché pisadas en las escaleras mientras las ventanas me susurraban que saliera, ramas de árboles querían llevarse la luz eléctrica. La señora de la casa me escuchó hablando solo, por eso abrió la puerta y dijo que la acompañara al sótano para buscar velas. Me sentí tranquilo cuando ella me llevó de la mano.

— Sí te escuchaba pero se me impidió responderte. Recuerdo cuando cayó el primer trueno y te saliste de tu cama corriendo, te vi desamparado y tu mirada demostraba terror. Tus ojos mostraron ese mismo pánico como cuando te cambiaron de escuela.

— ¿Tan obvio sigo siendo? Pensé que ya lo había superado. — Me temo que las burlas y el desprecio de tus compañeros de clases son difíciles de

olvidar. Pero te sigo repitiendo que tú no tienes la culpa de los actos de tu padre al explotar esa bomba en aquella escuela, tu madre lo apoyara y matara a tanta gente.

— Que los otros niños me llamaran “monstruo” todo el tiempo me dolió mucho. Y no es que discrimine a los de tu especie. Pero que se la pasaran golpeándome y diciéndome así fue insoportable. Incluso los monstruos que dibujé no me pudieron ayudar, se la pasaron escondiéndose entre las sombras y los botes de basura.

— No me ofendes por no querer que te apoden así. Es que recordar cómo tu padre mató a tanta gente, que a los sobrevivientes los apuñalara a sangre fría mientras tu madre lo grababa todo fue espeluznante...

— Detente. Debes controlar tus malos impulsos. — Mi naturaleza me obliga a recordar sucesos catastróficos, pero te pido una disculpa.

Estoy intentando escapar, comportándome como todo un chico bueno. Si lo hago se me permitirá salir de tu armario y podremos conocernos.

— Eso es lo que más me encantaría. Por eso siempre tengo que recordártelo. Recuerda que no me queda mucho tiempo en esta casa. Escuché que los señores estaban discutiendo acerca de mí. Dicen que mi reputación les está dañando, no los culpo. ¿Quién va a aceptar a un niño como yo con mis antecedentes?

— No seas tan negativo. — No lo soy. Tampoco es algo que me quita el sueño, recuerdo todavía cuando ocurrió el

accidente y me refugié en mis dibujos. Aquellos monstruos horribles eran mis leales compañeros. Ese tambo de basura con manos y ojos, el espantapájaros de ramas me hacía sentir seguridad y el monstruo debajo de la cama... Ustedes fueron mi único apoyo luego de que la policía llegara a la casa. Ahora que también me echen de aquí estoy seguro que conoceré y dibujaré a más seres como tú para dejar de hablar solo.

— Mientras tú no nos olvides, nosotros tampoco lo haremos. Tienes que recordar ese alivio que sentiste cuando dibujaste a tu primer monstruo.

— Cuando vi la mano de papá queriéndome llevar junto con él y los policías me sentí destrozado. Yo me sentía como una mala persona, pero jamás lo he sido. Al sentirme

Page 17: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

tan solo dentro de mi pequeña casa pude sentir la presencia de lo desconocido, pero ese miedo que debí sentir se convirtió en paz.

— Recuerdo esa historia. Desde allí tu imaginación estalló y comenzaste a realizar esos hermosos dibujos de tus amigos. Me alegro que el terror te diera tranquilidad.

— Muchas gracias. Y hablando sobre dibujos: Hoy la maestra me felicitó. Me dijo que mi proyecto es un éxito y debería dedicarme a ello.

— ¿Cuál fue tu proyecto? Discúlpame si lo olvidé. — La semana pasada visitamos un museo. La maestra nos dijo que podíamos dibujar

alguno de los recuadros más famosos del mundo pero desde nuestra perspectiva. Dejando nuestra opinión personal al reverso. ¿Conoces ese recuadro famoso sobre el niño sonriente de capucha que sostiene una manzana?

— El niño de la granja. — Exactamente. Ese recuadro. Bueno, yo dibujé la versión “mala”. El niño estaba triste, la

manzana podrida, el cabello rapado, el campo de cultivo con un toque gris y la granja se incendiaba junto con la tumba de sus padres.

— Decías que yo era el negativo. Sigo sin entender cómo le agradó eso a la profesora. — Por la explicación que le di: Le dije que siempre hay dos versiones de las cosas, una

buena y otra mala. Le mostré las dos imágenes y le pregunté: ¿Qué dibujo se parece más a la vida que usted está viviendo? Ella respondió que en donde el niño sonreía. Entonces le dije que disfrutara la vida que tenía o terminaría como el niño triste.

— Interesante explicación. No tengo idea de cómo se te ocurrió. — Mientras mis padres estaban en la cárcel a mí me mandaron a un psicólogo para

evaluarme y que no haya quedado traumado por aquel suceso. Un día dejó un periódico en la mesa y yo lo tomé. En la primera plana aparecía la fotografía de mi padre con un arma apuntándole a un pequeño niño, en letras pequeñas aparecía el nombre del infante y cómo su familia exigía justicia. Entonces tomé una hoja y un lápiz: Dibujé a papá en un parque columpiando a ese niño junto con mamá preparando los aperitivos. Así de fácil era cambiar esa imagen por la versión buena. Aunque mis padres eligieron escenificar la versión mala.

— Eso nunca me lo contaste. — Por eso pienso dedicarme a eso y luchar por un futuro: Pintaré la versión negativa de

los recuadros más famosos, de una fotografía de boda, fotos de los hermanos que se aman; o la versión positiva de las imágenes de niños sufriendo y la guerra. Para que la gente aprecie la vida que tiene porque si no lo hace entonces la versión negativa se hará una realidad.

— Un mensaje muy positivo. Te tengo mucha envidia por tener tan claro tu futuro. Aunque seas tan pequeño.

— No creas que soy un genio de la pintura pero debo confesarte que cuando miré al niño con la manzana sonriente y feliz me pregunté por qué yo no lo era, reconociendo que a mí me tocó vivir la versión mala. Pero únicamente somos nosotros los que podemos decidir en cuál de las dos imágenes queremos vivir. Me han cambiado de casa tantas veces que no pensé que tendría una vida, pero ahora las cosas van a ser distintas.

— Me llena de orgullo escucharte hablar así. Estoy completamente seguro que serás un dibujante reconocido a nivel mundial. Debes darle una lección a los seres humanos y apreciar la posición que les tocó vivir.

— Tú eres el único que me entiende. Espero que te den permiso pronto para salir de ese armario. Fuiste con el que más platiqué y antes de que me echen me gustaría conocer cómo eres. Creo que serás de piel roja, escamas y escupirás fuego.

Page 18: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

— Solo estoy en una esquina con un poco de luz, por eso no me puedo mirar. Tampoco puedo ver hacia afuera y tengo deseos de ver cómo eres también.

— Yo soy un niño normal ¿No habías visto ninguno antes? — Por supuesto que no. Desde que llegaste eres con el único que he hablado. — ¿Y no tienes ningún recuerdo de cuando llegaste hasta mi habitación? — Nada más recuerdo estar yo solo abrazándome por el frio y esa poca luz. — ¿No te dan ganas de ir hacia esa luz? — Una vez lo intenté pero me dio mucho miedo y regresé hasta mis cadenas. — Yo también tenía mucho miedo cuando llegué. Los golpes de mis compañeros, incluso

los maestros me trataban muy mal, me decían monstruo y me encerraban en los baños. Pero gracias a ti y los demás tuve valor para continuar.

— Ambos nos ayudamos para no sentir temor. De algo sirvió conocernos. — Tenlo por seguro. Oye ¿Y si mientras hablamos abro las puertas del armario? No

podremos vernos aunque sea un poquito. — La puerta está muy lejos y no puedo moverme más para allá. Dudo que la luz sea

suficiente para vernos. Pero estás muy insistente en eso, ¿pasa algo? — Es que... — No tengas miedo. Todo estará bien. — Yo no quería decírtelo, pero cuando los señores peleaban sobre mí yo salí de mi

escondite para enfrentarlos. Les dije que no se preocuparan demasiado. — ¿Se molestaron contigo? — Me dijeron que no me querían ver. Entendí que pronto me devolverían. Así que me fui

de la casa, porque no quiero regresar a la escuela para ser maltratado. Pero pude meterme por la ventana hasta mi habitación porque tenía que despedirme de ti. Perdón por armar todo este espectáculo y no decirte la verdad desde el principio. Quería que supieras que ahora tengo un propósito en la vida que quiero cumplir.

— No sé si pueda salir de aquí. Pero estoy feliz que te hayas tomado la molestia de regresar para decirme esas palabras cálidas.

— Por supuesto, eres mi único amigo. — Dicen que los monstruos aparecen de las cloacas y de las sombras. Cuando se me

permita salir de aquí te iré a buscar. — Espero que cumplas tu promesa. — Y yo espero no asustarte cuando nos veamos. — La gente suele espantarse con lo desconocido y dice que los monstruos son horribles,

pero los seres humanos pueden ser peores que cualquier otra cosa. Le tengo más miedo a ellos que a ti. Será un gran reencuentro.

— Todos tenemos algo horrendo que queremos ocultar. Estoy de acuerdo. — Por lo pronto te dibujaré en mi cuaderno para tenerte presente hasta que puedas salir.

Y si no nos vemos en este ciclo de la vida, tengo confianza que nos veremos después de una eternidad.

— Aprendiste muy bien. No sé ni por qué tenía en mi mente eso sobre “el ciclo de la vida” o los números 5-4-5. Tal vez no siempre fui lo que soy ahora.

— No importa lo que seas: Siempre serás mi monstruo favorito. — Y tú eres mi monstruo favorito también.

Page 19: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

“Sin amor” El cielo estaba tan rojizo aquella tarde por los rayos naranjas del espectacular sol. Dentro de

un hospital se escuchaban los gritos de una mujer, la tenue voz de un hombre preocupado, la

expectación de unas enfermeras primerizas y luego el llanto de un pequeño bebé dándole

una bienvenida infeliz al universo.

Pueden creer que estoy loco pero recuerdo cada momento vivido en este planeta. Las

sonrisas fingidas de mis tías, mientras me encontraba dentro de una cuna, el temible

“felicidades” de los pacientes que se acercaron a mis padres. Ver a todo ese cúmulo de

gente reunida alrededor de mí no me hacía sentir felicidad. Las personas sentían una

obligación invisible por estar presentes ante mi nacimiento. Cuando mis padres, los doctores

y gente desconocida se marcharon dejándome sin el muro de protección falso que crearon,

fue cuando me dieron mi primera cucharada de realidad.

Como una canción vieja todavía escucho la risa de la hermana de mi mamá: Su burla porque

sería igual que el fracasado de papá, era una gran posibilidad. La aplastante decepción de

los abuelos se sintió hasta en otro planeta, sin siquiera darme la oportunidad por demostrar

lo contrario. Las groserías dirigidas hacia mí por el mejor amigo de mamá, no fue mi culpa

que yo fuera la razón por la que ella no lo aceptó. Todavía me siento acongojado después de

recordar esa mirada penetrante de la abuela, sentía tristeza y al mismo tiempo resignación,

sus ojos de color claro me anunciaban un mal presagio. El inicio de la vida suele celebrarse

con emoción pero para mí, esto estaba pintando como un total desastre.

Mi llanto era el único que se escuchaba dentro de aquella sala con innumerables bebés. Los

sentimientos negativos me ahogaban con agua intoxicada. Y como bonito final la enfermera

encargada en esa noche solo me aventó un pañuelo, un truco para callarme. Ahora que lo

medito: Ese toque de realidad sirvió para formar lo que ahora soy.

Una mujer que pasó en prisión 40 años salió llena de fuerzas por seguir con su vida

jurándose intentar olvidar los horribles pasajes que vivió estando encerrada. Pero lo que más

añoraba de la libertad era probar un guisado que vendían en una lata, ella corrió a la tienda

para comprar una y así saciar su deseo. Tomó aquella lata cuidándola como si fuera un

tesoro, acarició el metal, lo pasó por su frente y lo apretó con tanta fuerza que dejó una

marca. Su sueño era una tontería, ella misma lo dijo, pero tenía tantos deseos por degustar

otra vez ese sabor que llegando a su casa olvidó cerrar la puerta y rápido se dirigió hacia la

cocina. Tomó el aparato para abrir la lata y luego de hacerlo se decepcionó terriblemente: La

lata estaba vacía, su deseo se esfumó con una pena incalculable.

¿Qué tiene que ver eso conmigo? Mi corazón es esa lata vacía. Puedo recordar mi niñez,

también cómo mi familia me llenaba de regalos, aquellas sonrisas falsas, las palabras tiernas

que le repetían a todos los niños, el esmero de mi padre por conseguir un trabajo, la fortaleza

Page 20: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

de mamá por mantener su buen empleo. Yo era una persona atrapada que al nacer anhelaba

que mi corazón sintiera ese amor. Pero a pesar de que la hipocresía era muy bien actuada,

mi ser jamás sintió esa calidez que muchos dicen sentir al experimentar amor verdadero.

Mi padre nunca fue bueno haciendo nada. No había tarde que no llegara con el semblante

caído, derrotado, insatisfecho e infeliz. Se me acercaba exigiéndome ser mejor en mis

estudios, me imponía miles de reglas para convertirme en un hombre de provecho. Se

cansaba en repetirme cuánto me amaba. Pero si su padre le enseñó esas mismas palabras

¿por qué él no es un buen hombre? Siempre me hizo sentir que yo sería lo que él jamás

pudo ser. Me hacía sentirme atado a sus proyectos. Mi padre pensaba que era su propiedad

y tendría que hacer todo lo que me pidiera. Su amor fingido tenía que dármelo de esa forma

porque era la única que conocía, sin embargo con los años sus abrazos y besos perdían más

veracidad.

Nadie en su sano juicio dudaría del amor de una madre. Ellas son las únicas que pueden dar

vida. Un don así tan especial es duro de debatir. Mentiría si les dijera que tengo contabilizado

cuántas veces me dijo mi mamá que me amaba, fueron miles. Pero su compromiso con su

trabajo, al mismo tiempo mantenernos a nosotros dos, la responsabilidad de su puesto y el

miedo por la opinión ajena la sumieron en un hoyo tan profundo que era imposible sacarla.

¿Por qué repetir tantas veces que me quería si con sus acciones demostraba lo contrario?

Sus caricias solo me hacían sentir un vacío incluso más grande que aquel pozo. A la vista de

todos era una mujer trabajadora y ejemplar que se merecía mucho respeto, mi madre me

decía algunas veces que todo lo hacía por mí, su trabajo era para tener un futuro y que algún

día se lo agradecería. Pero ¿Eso no es lo que hacen todas las madres? No quería a una

exitosa empresaria, ni tampoco que se convirtiera en el centro de atención, solamente

necesitaba alguien que me demostrara esa calidez y me asegurara que sí existe. Si la vuelvo

a tener frente a mí dudo que le agradecería esas mañanas que se despertaba desesperada

por llegar a su trabajo, las veces que luchó para que me aceptaran en esa prestigiosa

escuela, tampoco esas lágrimas que derramó durante largas noches al no encontrar una

salida, las veces que calló al ver al fracasado de papá, la preocupación por no saber si comí.

Más bien le preguntaría: ¿No era más sencillo solo amarme?

Pueden creer que soy egoísta por no apreciar aquel esfuerzo de mis padres. Pero ese amor

era vacío, sus acciones me hacían sentir como un mueble más en la casa que necesitaba

reparaciones, nunca les pregunté si fui planeado para sus vidas, cuántas veces anhelaron

tenerme y no se atrevieron a decirme si al verme era a mí a quien esperaban. Incluso

recuerdo aquella noche que discutían sobre mí, alguno de ellos o algún familiar tenían que

hacerse cargo de mí después de la separación. ¿Dónde quedó ese amor que prometieron

sería eterno? Ese amor fingido fue ocasionado porque era su hijo, era su obligación amarme

y nada más. ¿Qué quiero ser de grande? ¿Cuáles son mis sueños? ¿Qué puedo hacer bien

y qué puedo hacer mal? ¿Saben cuán solo me siento luego de una reunión familiar?

¿Conocen el nombre de esa canción que suena todo el tiempo en mi habitación? ¿Saben si

Page 21: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

soy feliz? ¿Quién rompió las fotos de su boda? ¿Todavía tengo fuerzas para continuar? Son

preguntas que ese amor de mis padres no puede responder.

Los padres aman a sus hijos porque deben amarlos. Una frase que se quedó arraigada muy

dentro de mi mente. Y si no lo hacen solo son considerados “malos padres”. Nada más pasa.

Y ¿Qué hay de los hijos? ¿Su sufrimiento no vale nada? El amor de la familia es tóxico.

Si ellos aman porque tienen la obligación de amar ¿Dónde encontrar ese amor verdadero?

Durante mi adolescencia esa pregunta tenía cientos de respuestas. Las revistas, la televisión

y la opinión popular aseguraban que uno sería feliz si encontraba esa parte necesaria para

que uno se sintiera completo.

Desde el asiento que se encontraba en la esquina del salón miraba a todos mis compañeros.

Tanta dicha se hallaba dentro de ellos cuando se paseaban en parejas. Sin ninguna

preocupación, sin sentir estrés por las tareas y tampoco sentir nerviosismo. Un día leí que

uno mismo tenía la culpa por quedarse solo. Aquella noche mi mente tomó una decisión y

tenía que ser más sociable para encontrar ese amor que tanto buscaba. Pero como

respuesta solo recibí el rechazo, no era un chico normal para cualquiera que se me acercara.

Hubiera preferido que me humillaran, que me maldijeran, me golpearan y mandarme al

hospital como vi con otros chicos. Sin embargo fue peor: Sencillamente me ignoraban porque

no era digno de ser acosado.

La indiferencia fue una de las sensaciones más dolorosas que pude experimentar. No

significar absolutamente nada solo podía terminar con las pocas esperanzas de un soñador.

¿Cómo podían unas personas lograr hacerme sentir tan mal? No eran necesarios para vivir,

ni tampoco me daban el aire que respiro, no me mantenían, tampoco eran los más

inteligentes, ni los más bonitos de la escuela. Sin embargo ese rechazo me desmoronaba

como una galleta en un puño.

Las relaciones rotas, las amistades hipócritas, el ardor de los chicos al ser expuestos, la

lástima que daban las chicas al terminar golpeadas y ese amor fingido concluyeron porque

ya nadie era de utilidad al terminar el año escolar. No me hizo sentirme mejor escuchar cómo

los corazones radiantes de mis compañeros se hacían añicos al ser lanzados desde la cima

del edificio más alto de la escuela. El amor en la amistad es tóxico.

Pude estar más tiempo con mis compañeros de clase pero estoy seguro que saldríamos más

lastimados que aquella señora que salió de la prisión. El verano llegó junto con la noticia de

una vecina nueva. Nuestros padres hicieron química en ese instante y querían que nosotros

dos también sintiéramos aquel sentimiento. Recuerdo su maravillosa sonrisa, sus ojos como

llamarada y su risa pegajosa. Sus historias interminables sobre aventuras en los diferentes

distritos que ha vivido, su entusiasmo por no quedarse sin hacer nada. Aquella valentía al no

tenerle miedo a los retos ni a ser libre. Sus rizos se podían mirar a kilómetros de distancia.

Escuchar su voz se hizo una costumbre, convirtiéndose en una bonita rutina. Sin embargo el

final del verano llegó más pronto de lo esperado y su energía no minó ni un poco ante su

Page 22: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

despedida. Su vigor no podía contenerse casi al igual que mi tristeza. Las cosas no son para

siempre y ella lo demostró. Pudimos lograr muchas cosas estando juntos, ambos nos

sostendríamos para protegernos, cada noche le repetiría lo necesario que es para mi

existencia, trabajaría tan duro que no sería ni la sombra de mi padre, pudimos ser mejores

personas, bailar delante del mar en una boda en la playa, tener nuestra propia casa, soñar

juntos y hacer realidad nuestros sueños. Pero el amor no es eterno. ¿Por qué me empeñaba

en buscar ese amor si no se quedará conmigo? No le veía caso alguno. Ese amor intoxicó

otra vez mi negro corazón.

Un árbol viejo estaba en el patio trasero de la casa, tan firme como cualquier monumento

importante e imponía respeto. Algunos decían que tenía en nuestra familia cientos de años y

otros aseguraban que tenía milenios. Incluso de niño llegué a pensar que fue el primer árbol

que existió en el mundo. Pero en la actualidad fue uno de los sobrevivientes después del

incendio que terminó con la vida del bosque que rodeaba mi casa. El humo que causó el

fuego ocultó la montaña más alta del distrito y como consecuencia perdimos la casa junto

con el bosque después que alguien a propósito intentara dañarme.

El odio estaba tan presente en mi vida que tardé tanto en reconocerlo.

Me dirigí con valor a aquel árbol que sobrevivió y que tenía muchos años de vida. Coloqué

una soga en una de sus ramas y luego la puse sin pena en mi cuello. Ya no tenía nada que

perder y después del fallecimiento de mis padres nadie más me apoyó. El primer toque de

realidad que me dio el mundo cuando nací ahora cobraba factura: El amor falso intoxicó tanto

mi vida que no sobreviviría a esta infección.

Salté mientras en mi mente deseaba que alguien apareciera de la nada para detenerme,

esperaba que alguien me demostrara qué es el amor y salvara mi vida. Quería experimentar

por única vez la misericordia.

Forcejeaba con la cuerda, mis manos en automático tocaron mi cuello para intentar

sobrevivir, la respiración se hacía muy densa y quería gritar suplicando ayuda. Mis ojos

miraban todo mí alrededor pero nadie me rescataría. Quizá el odio era todo para mí.

Mis fuerzas se terminaron, mis brazos cayeron a mis costados y ni una palabra más salió

desde mi boca. Recuerdo que una última lágrima le dio la despedida al mundo.

Después de aquel acontecimiento recuerdo estar en una habitación completamente blanca

sin poder moverme. Alguien me tenía atado y no era posible ver mis extremidades. Me sentía

confundido. ¿Esto era una segunda oportunidad? No estaba seguro.

“Tú todavía no debes morir. Tú buscabas algo que no debiste hallar. El amor que tanto

esperabas no existe para ti. Tu única labor para la cual naciste es para amar, no para ser

amado. ¿Tan difícil era comprender tu propósito?” La voz de un anciano se escuchó.

Page 23: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

¿Amar sin recibir nada a cambio? Era una tontería. Todos queremos recibir un beneficio por

nuestro tiempo, por gastar nuestra fuerza y era lo justo. Cómo alguien me dice que estaba

equivocado al esperar que alguien me amara por dar amor.

Mi familia nunca esperó nada de mí pero yo tampoco me esmeré por hacerlos cambiar de

opinión. Mis padres no esperaron que les pagara por todo el dinero que invirtieron en mí, sin

embargo yo no fui capaz de querer hacerlos sentir orgullosos. Tampoco mis compañeros

esperaban un mejor trato de mi parte, aunque ni siquiera intenté ser cortés. Pero ¿Qué

hubiera pasado si les demostraba a todos ellos amor? ¿Las cosas serían diferentes? ¿Mi

familia se hubiera fijado en mí, mis padres vivirían, tendría muchos amigos y una esposa?

Jamás me esforcé por amar a nadie. Siempre esperé ser amado. Y perder el tiempo

esperando fue mi error, quizá.

El árbol era tan viejo que se partió en dos partes y yo caí inconsciente hasta que un

guardabosque por casualidad me encontró. Ni eso pude hacer bien.

Regresé a ese sitio unos días después y un brote en el tronco indicaba que nuevamente ese

árbol renacería como uno nuevo. Nunca es tarde para empezar desde abajo.

Sin necesidad de que alguien fuera a rociarle un poco de agua ni que alguien se preocupara

por el árbol: Él solo nuevamente estaba dispuesto a darnos sombra y aire. Fue lo que una

sensación extraña me hizo ver al llegar hasta donde quise morir. Ahora tenía que cambiar,

debía dar ese amor que jamás pude tener. Miré el bosque desolado y todavía negro por las

cenizas de aquel incendio. Como una nueva persona dediqué mi vida entera en reforestar

nuevamente ese bosque hasta llegar al árbol número 545. Hasta la fecha fue el número que

logré plantar sin que yo pudiera darle una explicación.

Una vida sin amor es para aquellas personas especiales que nacieron solo para amar y no

para ser amados. Una frase deprimente pero que por lo menos a mí me hace sentir paz.

Page 24: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

“Sueños imposibles” La noche estrellada estaba preparada para el gran suceso. Vestida de una larga prenda

elegante el cielo nocturno brillaba con su máximo esplendor y belleza. La luna no se perdería

tal evento mundial pues se encontraba más llena que en ningún otro año. Ni siquiera los

expertos podían dar una explicación clara ante el fenómeno natural que faltaban segundos

por suceder.

Los noticieros de todo el planeta se reunieron en el lugar más alto de sus ciudades para

llevar la nota del milenio a todos los hogares de los escépticos. Las voces en los diferentes

idiomas relataban con asombro el furor vivido ante tal suceso. Cámaras de distintas

resoluciones eran dirigidas hacia el cielo nocturno con total decisión.

Algunas personas llevaron la comida hasta el techo de sus casas para verificar que el

anuncio que duró días fuera verídico. Los negocios más importantes cerraron temprano para

que sus trabajadores estuvieran en sus hogares y ellos mismos tomaran la decisión sobre

qué hacer. Importantes monumentos cedieron ante la petición del público y sus luces fueron

apagadas por respeto a los espectadores. Unos más temerosos alegaban que el fenómeno

luminoso era una señal mala y se refugiaron en sus sótanos abrazando a sus hijos. El señor

rico guardaba su chequera en la caja fuerte junto con el efectivo que le sobró la noche

pasada. La señora más hacendosa dejó los platos ante el ruego de sus pequeños y salió al

patio aún con el mantel puesto. Incluso se escuchó el “te amo” de una chica tímida que se le

acercó a su compañero de años después de construir su telescopio profesional.

Las miradas penetrantes acosaban al cielo nocturno luminoso. La enorme expectación se

sintió por todos lados y un silencio estremecedor dio pie para que el gran acontecimiento

comenzara. Aunque se tardó 4 minutos más de lo esperado la gente en todo el mundo sería

testigo de ese fenómeno espacial que los científicos no explicaban por qué se vería con total

fuerza en cualquier lado que estuvieras, sin importar nacionalidad ni raza ni idioma. Un

suceso milagroso.

Primero fue una estrella fugaz a la que se le dio permiso de iniciar dicho espectáculo. Fue

una tan enorme que hasta gente muy creyente dijo que se movieron algunas piedras debajo

de sus pies. Luego miles de estrellas comenzaron a rodear el globo terráqueo al compás de

una guía misteriosa. Millones fueron pasando creando luces verdes y de algunos otros

colores. Las estrellas luminosas cubrieron por completo todo el cielo y lo único que podías

mirar eran estelas como de diamantes. Las cámaras grababan hipnotizadas aquel hermoso

regalo de la naturaleza. Luego fue tanta luz que el mundo entero comenzó a iluminarse. Si

mirabas tus manos podías presenciar cómo estaban totalmente blancas. Los árboles se

hicieron de nieve, los autos quedaron cubiertos de ceniza blanca y las personas estaban

cubiertas por un aura totalmente pura. Los gritos de miedo duraron solamente los 60

Page 25: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

segundos que duró aquel aparatoso acontecimiento. Aquellas estrellas desaparecieron sin

despedirse ni anunciar otro espectáculo así por muchos años.

Tristemente cualquier grabación hecha por cualquier cámara solamente era una imagen

totalmente blanca con los gritos alucinados de la gente que los rodeaba. Un suceso de tal

magnitud únicamente quedaría grabado con total mérito en las mentes de los millones de

personas que vivían en ese entonces en la tierra. No sorprendió que después de aquellos 60

segundos el sonido de las ambulancias y policías fuera lo único que se escuchara a

kilómetros.

Ese mismo día pero varias horas antes del suceso de 60 segundos: Un pequeño niño de tan

solo 5 años de edad fue contagiado de la fiebre que se generó en torno del fenómeno

nocturno. Su padre lo llevó a comprar unos lentes oscuros y también una gorra gris luminosa

con la fecha del 16 de Agosto para todos los años conmemorar ese hermoso espectáculo

que unió a toda su familia en el techo de su hogar. Sin embargo nada resultó como se

planeó. El pequeño niño de 5 años salió feliz del establecimiento y miró un cártel pegado en

el vidrio, en él se hablaba sobre lo maravilloso que sería esa noche, pero en la esquina con

letra muy chica estaba escrito con un bolígrafo rojo una serie de números. Eran tres números

que cambiaron su vida. “5-4-5”. El niño sin ordenarle a su cuerpo puso la rodilla izquierda en

el suelo, después la derecha y todo su cuerpo cayó sin sentido estampándose contra la

banqueta. Su gorra y lentes cayeron mientras su padre le tocó la frente dándose cuenta que

aquella “fiebre de la cual se contagió” era de verdad. Con sus fuertes brazos lo cargó y el

vendedor le dio una bolsa para sus compras.

La mamá del pequeño niño sabía identificar perfectamente los síntomas que padeció su hijo

y no hizo un gran escándalo. Ordenó que lo recostaran en su cama dentro de su habitación

adornada con todo el sistema solar. Obligó al niño para que se tomase un medicamento, le

llevó un pequeño plato con comida caliente y un beso para que su muchachito se recuperara.

Después el niño sintió un tremendo cansancio junto con dolor de huesos, la mamá no se

sorprendió porque conocía muy bien lo que sucedía. Despidiéndose le dijo que descansara.

El cansancio del pequeño niño de 5 años duró hasta el día siguiente. Perdiéndose

completamente del suceso que añoraba. Sus padres alegres por su recuperación confesaron

que no se pudo grabar nada de lo ocurrido la noche anterior. Sentados en la mesa para

desayunar se sintieron tristes por no cumplir la promesa que se hizo días atrás de estar

juntos en el techo. El niño no se amargó, ni tampoco se puso a llorar, ni repeló como lo haría

cualquiera de su edad. Con una sonrisa les aseguró que estaba feliz porque despertó de su

largo sueño. La curiosidad entró en sus padres pero no pudieron platicar más pues a la

escuela tenía que llegar.

En los pasillos lo único que se escuchaba eran relatos asombrosos sobre el suceso de ayer.

Algunos contaban con arrogancia que no tuvieron miedo, las más grandes con entusiasmo

dijeron que abrazaron a sus novios y los maestros discutían sobre hipótesis de ese único

suceso, también otro grupo de jóvenes hablaron sobre el fin de la sociedad. El niño caminaba

Page 26: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

con total orgullo observando a su alrededor los murmullos de todos sus compañeros,

anécdotas increíbles oyó sin embargo nunca se sorprendió.

La clase empezó con el profesor más crédulo que podía existir en esa institución. Llegando

preguntó a todos sus pequeños alumnos: “¿Quién no vio el extraño fenómeno de anoche?”

Una risa envidiable resonó por todo el salón, porque aquello fue tan grande que nadie debió

siquiera poder dormir ante lo ocurrido. Pero el pequeño niño de 5 años levantó feliz su

pequeña mano. “¿Por qué?” Sorprendido no dudó en preguntar. “Porque no soy como

ustedes. Yo soy especial. No nací para que esa luz me purificara. Haré grandes cosas en mi

vida porque fui el único que no miró aquel raro fenómeno, el universo me tiene preparado

algo más espectacular que aquello”. El profesor le dio la razón total y lo invitó a sentarse

nuevamente. Los demás niños no entendieron.

El pequeño niño de 5 años pronto se convirtió en un niño de 10 años de edad que organizó

en su escuela la primera batalla medieval para coronar a un rey. Su sueño quedó truncado

pues no ganó.

El niño de 10 años se convirtió en un instante en un adolescente de 15 años. Al no encontrar

ni sentirse “especial” entró a los más prestigiosos concursos que la academia le ofrecía.

Pasó por el examen de conocimiento de matemáticas, literatura, ciencias e historia. En cada

una de esas materias fracasó por un resultado que daba vergüenza. El adolescente supo que

allí no sería donde se encontraba enterrada su “especialidad”.

El adolescente de 15 años llegó sin poder detenerlo hasta sus preciados 20 años. Al no

poder entrar en ninguna universidad de su localidad en su corazón supo que en los estudios

no estaba su futuro. Sus padres rogaron casi llegando al llanto que continuara intentándolo,

que tenía el apoyo incondicional para seguir. El adulto joven de 20 años sintió por sus venas

que ese no era el destino que el universo le dictó al nacer. Aquel sentimiento especial lo hizo

desistir y tomar el camino difícil.

El joven adulto de 20 años de edad rápido entró a los 25 años. El sentimiento de soledad

apenas comenzaba a sentirse ligeramente por todo su cuerpo, que entendió cuál podía ser

una solución ante la petición que le hizo sentir aquel cielo estrellado: Hizo caso a una mujer 4

años mayor que él. Las promesas pronto comenzaron a escucharse como el eco dentro de

una pequeña cueva. La mujer estaba enamorada de la persona que ahora tenía enfrente. Él

únicamente pidió apoyo porque todo su cuerpo vibraba de emoción cuando se decía así

mismo lo “especial” que era.

El adulto de 25 años de edad no se percató cuando llegó hasta los 30 años. La mujer 4 años

mayor sintió un terrible vacío y desilusión cada vez que escuchaba decir a su esposo: “No

tardaré en encontrar la manera de demostrar lo especial de mi existencia”. Después del

divorcio no dudó en regresar nuevamente a aquella habitación que aún continuaba adornada

con el sistema solar. Ni siquiera la decepción de sus viejos padres caló hondo en el corazón

radiante y lleno de orgullo de su hijo que no paraba de repetir lo especial que es.

Page 27: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

A los 31 años de edad conoció a un familiar lejano viviendo en una granja. Una franquicia

compró sus terrenos y el trabajo abundó como en ningún otro año. Con esa noticia supo que

ahora buscaría cómo demostrar al mundo que su existencia tenía un propósito especial. Su

primo, ahora un empresario millonario, le encargó cuidar sus ovejas pero todas murieron

cazadas por los lobos. Sus manos sucias entendieron que su destino no estaba allí.

Los 33 años se presentaron junto con un buen trabajo de electricista que su papá logró

conseguirle. El adulto que ahora tenía esa edad no cerró su mente y creyó fielmente que salir

de la comodidad sería una gran ventaja para encontrar aquello que sus vellos erizados le

anunciaban cada vez que espetaba lo especial que era. Un accidente en la planta eléctrica

demostró con la muerte de 14 hombres que tampoco cambiaría el mundo afianzado en los

cables de luz.

Durante los años posteriores y sin evitar llegar hasta los 36 años de edad escuchó una voz

casi divina asegurando que sería escritor. Envuelto en ánimo supo que esa sería la

respuesta. Su madre tenía tantas historias en su, cada vez más, canosa cabeza que lo apoyó

como nunca antes. Él consiguió un bolígrafo llenando cientos de hojas blancas con los

relatos tiernos de una anciana. No satisfecho con su labor inventó historias llenas de

esperanza para un público joven apasionados por la vida estelar. Nadie estuvo dispuesto a

escuchar lo que sus propias manos escribieron, ni siquiera los más allegados. Los relatos

fantásticos en un hospital lentamente se estaban olvidando, no hubo ningún medicamento

que lograra salvarlos y murieron junto con las expresiones mal utilizadas de un escritor

especial. Pero sabía que no era una derrota.

El escritor que no recibiría ningún reconocimiento de 36 años de edad entendió que ya tenía

40 años. Pero su gozo por ser alguien con un propósito original se mantenía más joven que

nunca. Mientras caminaba un anuncio llegó hasta sus ojos y dejar la correspondencia en

diferentes lugares pudo ser la respuesta que tanto esperaba. Era un trabajo de mucha

responsabilidad pero logró llevarlo a cabo porque ser especial te daba la fuerza para soportar

cualquier dificultad. Un virus informático afectó el sistema de entrega haciendo que muchas

cajas jamás llegaran a sus destinos, la molestia de cientos de clientes llegó a oídos del

dueño que no dudó en despedir en masa a sus empleados. Acontecimiento que hizo recordar

al señor de 40 años cuál era su meta.

Cuando uno llega a la edad de 45 años, como ahora es el de este hombre, era ridículo y

escandaloso asegurar la fantasía de ser especial y no parecerse a los demás. Sin embargo

para el hombre del que hablamos no había otra cosa que lo avivara más que asegurar ser

especial. Tampoco la muerte de su padre logró penetrar dentro de su cabeza y hacerlo

reaccionar de que posiblemente siempre estuvo equivocado. El llanto de su madre fue

silenciado cuando miró al producto de sus entrañas sin futuro y dirigido sin remedio a la

perdición. Ella tomó la herencia de su difunto esposo, vendió todas sus pertenencias junto

con la casa llena de recuerdos y las propiedades que con ilusión un día adquirió para darle

ese dinero a su hijo que ya no sabía si amaba. La voz ronca que emanaba angustia en

Page 28: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

aquella anciana ordenó el momento para que él partiera y ella se quedaría para siempre en

un asilo para gente de su edad. Le repitió 35 veces marcharse, casarse e intentar ser feliz.

Las frías palabras de su anciana madre que escuchó aquel hombre de 45 años retumbaron

en sus tímpanos cada día hasta llegar a los 50 años de edad. No fueron suficientes para

callar la voz interna que le aseguraba que su existencia fue posible para cambiar el mundo.

Aquella noticia rumoreada durante varias semanas no llegó a oídos del hombre que ahora

contaba con 55 años de edad. Su madre murió pero dejó muy claro que jamás fuera

notificado a su único hijo. Algunos decían que por su edad ya no recordaba quién fue su hijo

pero otros más aventurados aseguraban que no lo quiso en su funeral por su odio. El hombre

de 55 años no se quedó quieto y alguien le dijo que tenía facha de carpintero. Hasta que se

cortó un dedo de su mano izquierda paró su labor.

¿Quién puede si quiera creer que llegaría a los 60 años aquel anciano loco que aseguraba

no haber mirado un suceso extraordinario de hace varias décadas porque el universo le

traería algo mejor? Para impacto de todos ese anciano existía y cada vez que respiraba, en

sus pulmones de acumulaba la pasión por demostrar “quién era en verdad”.

Un día antes de llegar a los 65 años, el loco anciano se sentó en un parque muy concurrido

hablándole a gente extraña para relatarles lo mismo que contaba a todo aquel que se le

acercara. Ese particular día la mayoría de los transeúntes ya sabían quién era y con sutileza

supieron cómo pasar sin ser detectados por aquel viejo. Sin sentir tristeza, se levantó todavía

erguido dirigiéndose hasta su pequeña casa. En el vecindario donde ese año vivía se

organizó una venta de artículos antiguos. Muchos eran fanáticos del pasado. El anciano que

estaba a punto de cumplir otro año sintió emoción al mirar a mucha gente pues aprovecharía

ese momento para lograr que lo reconocieran como el que cambiaría el mundo. Pero el

organizador al verlo tan decidido lo detuvo sin poder defenderse. El anciano no lucharía por

la artritis que padecía, dijo que echaría un vistazo a los artículos y la gente lo apoyó.

Una nota dentro de una botella de cristal se apoderó de la borrosa vista del anciano que

pronto cumpliría 65 años. Quedó tan atónito del artículo que ni siquiera entendió por qué

quedó tan asombrado, hasta perdió una buena oportunidad para alardear de su “utilidad”

para el planeta. Se acercó tan rápidamente como sus viejas piernas le permitieron, la fractura

en su espalda casi impedía continuar pero llegó hasta el mensaje que contenía aquella

botella de cristal. Quitó el corcho, observó cuidadosamente su interior, olió el papel que se

mantenía encerrado y sin piedad lo arrojó al suelo: Quebrándose totalmente. Él sabía que el

mensaje era importante.

“No sé ni siquiera cómo demostrarte que esto que estás leyendo fue escrito por ti mismo

hace milenios y milenios de años. Me siento estúpido al escribir este tonto mensaje que

seguramente se perderá dentro del gigantesco mar, se ahogará antes que alguien pueda

encontrarlo o la botella no resistirá el poder de las olas y este escrito no te llegará. Pero no

pienso perder la esperanza, eso ya es lo único que me queda en este momento. He recibido

Page 29: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

la visita de unos seres extraños que aseguraron conocerme, estoy casi seguro que los

fuertes medicamentos que tomo no me están haciendo alucinar. Deposito mi entera

confianza en que estas palabras te ayudarán porque estás pasando por un momento terrible,

el dolor se volvió tan insoportable que ni siquiera te das cuenta del sufrimiento que causas a

las personas que verdaderamente te aman. Sin importar que escuches lo decepcionado que

esté tu familia jamás dejarás de importarles. Eres muy valioso. Yo sé que pensarás mal

sobre este mensaje, que fue escrito para una persona más pero no puedo pensar una idea

para demostrar que te equivocas. Al momento de tomar esta hoja te darás cuenta de lo

especial que eres, no lo negarás. No puedo dejar de llorar mientras escribo estas últimas

palabras. Me encantaría relatarte lo feliz que fuiste, las cosas que pudiste lograr, todo ese

éxito que te llevó hasta la cima y lo orgulloso que hiciste sentir a tus padres. Debo de confiar

que si sientes todo este amor que deambula sin control en todo mi corazón es porque sabes

perfectamente que estas palabras escritas son únicamente para ti”.

Las lágrimas no se hicieron esperar viajando por aquella piel arrugada en aquel anciano loco

que cumpliría sus 65 años de edad en el hospital de la ciudad. El mensaje lo pegó con gran

fuerza en su pecho haciendo que un paro respiratorio lo llevara hasta la camilla de una

habitación completamente blanca. Por extraño que suene ahí en ese hospital recibió un

regalo: La grave noticia de que tenía un cáncer muy avanzado. La misma fuerza que le

aseguró a aquel pequeño niño de 5 años de edad que era especial se encendió exactamente

como una llama rojiza dentro de su anciano cuerpo de 65 años. Después de leer el mensaje

sabía que el mundo lo recordaría: Sabía que él sería el primer hombre en curarse del cáncer

sin necesidad de ningún tratamiento.

Las ideas locas y los intentos fallidos por demostrar al mundo que su existencia era

necesaria duraron algunos años más hasta concluir con 72 años de su vida. Los doctores

aseguraron que con el nuevo tratamiento experimental posiblemente lo haría llegar hasta los

80 o 90 años de edad, pero aquel anciano confiaba en que por ser especial la muerte no

aplicaba en él.

El anciano cascarrabias vivió hasta los 72 años de vida y algunos meses más, sin embargo

el día domingo 16 de Agosto se presentó con un cartel en mano: Era su día final. El cáncer lo

destruyó completamente.

El anciano que nadie amó no quiso ir a ningún hospital pero con el dinero que le quedó logró

que su habitación fuera adornada con el sistema solar.

Y dentro de las cuatro terroríficas paredes de su cuarto una película de su vida comenzó a

reproducirse, esa que aseguran muchos sucede cuando todo está por terminar: Recordó esa

mano pequeña del niño de 5 años, los fracasos que sufrió el joven de 15 años, los 20 años

de decepciones que inundaron de lágrimas los ojos de sus esperanzados padres, al

fracasado escritor de 30 años cargando de un lado para el otro hojas en blanco y el pobre

hombre de 50 años que no fue aceptado ni siquiera en el funeral de su madre.

Page 30: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

Una risa como lo escucharías de cualquier viejo comenzó a escucharse por todos lados. El

anciano de 72 años empezó a reírse y burlarse después de mirar toda aquella película.

Como si de una comedia se tratara. Luego aquella risa se juntó con las interminables

lágrimas, la baba que no se detenía de su boca ni el crujir de su incompleta dentadura. “¿Por

qué tardé toda una vida en darme cuenta de lo inútil que fue mi existencia? ¿Por qué fue la

muerte la encargada de demostrarme el perdedor que fui y la vida no se dignó a darme una

señal para tomar otro camino?”. El dibujo del sistema solar fue el único que escuchó sus

interrogantes.

“Perdón. Donde quiera que estén todos mis seres amados. Si ahora siento esta terrible

decepción de mí mismo no puedo ni imaginar lo triste que debí dejarlos”. Sus lamentaciones

comenzaban a tener forma y era desgarrador escuchar la triste voz de un anciano loco.

Cuando alguien desde la puerta de salida escuchó la palabra “perdón”, entendió que era

momento de hacer acto de presencia para terminar con su agonía.

Un hombre que daba sus pasos de izquierda a derecha y que hacía tambalear la tierra entró

sin permiso hasta la habitación del anciano loco. Llevaba un traje blanco como la nieve que

solo los astronautas con su experiencia podían portar sin ninguna clase de pena. “Pobre

anciano loco. No debes estar triste, porque nosotros hemos venido hasta aquí para

acompañarte hasta tu final”. Aquellas cálidas palabras ahogaron al pobre anciano

desconsolado. “¿Quién eres tú?”. No tardó en preguntar sin impactarse por ver a otras

personas entrar sin su autorización y postrarse a su alrededor causándole gran felicidad pues

no moriría solo.

“Tú eres la persona más importante y más especial que ninguno de nosotros llegó a conocer.

Que cambió al mundo entero con su gran pasión”. El anciano esperó toda su vida para que

alguien reconociera que su existencia estaba para un propósito que cambiaría a la

humanidad. Escuchar las suaves palabras de un desconocido dándole semejante título lo

hizo recobrar la alegría.

“Todos nosotros somos una extensión de ti, en otras palabras: Nosotros somos tú pero

hemos vivido en un ciclo de la vida diferente. Por esa razón no debes sentirte decepcionado

porque aunque en esta vida que viviste por nosotros no lograste ningún sueño que

anhelaste: Estamos aquí para asegurarte de todo corazón que alguna vez fuiste un

extraordinario dibujante ganador de muchos premios por decirle a la gente que apreciara la

vida que le tocó vivir, que encontraste la cura de muchas enfermedades gracias a años en

tus investigaciones, lograste tener una familia feliz hasta mirar a tus bisnietos, pudiste

colocarte en la cima de los más grandes escritores, soportaste con gran valentía las burlas

de tus compañeros de escuela, trajiste a la vida un bosque entero y la gente erigió un

monumento de cobre con tu imagen, el agua salada la convertiste en potable salvando un

país entero que se encontraba en sequía extrema y sobre todo viajaste una eternidad por

todo el infinito universo para cambiar los sentimientos de toda una generación. Los que

estamos presentes podemos asegurarte que tú fuiste todo lo que te mencioné. Aunque tú

Page 31: “5-4-5” · se me acercó y me regaló una hermosa rosa de un color rojo intenso. ... Una persona sin nombre levantó la mano y dijo una palabra muy sencilla, corta y que

eres el más especial de todos porque sin importar los obstáculos, el dolor, la tristeza, soledad

y amargura jamás perdiste la fe en lo especial que desde milenos atrás siempre has sido.

Todos los aquí presentes sentimos desconfianza y necesitamos ayuda para mantener

nuestra esperanza. Pero tú solo confiabas sin necesidad de ninguna prueba. Sencillamente

sabías que eras muy especial porque siempre lo fuiste”.

“Puedo decirles que no me sirve de nada conocer lo que fui, amargarme por arruinar mi vida

y sentirme fatal por desperdiciarla ya que en este ciclo de la vida nadie se dio cuenta de que

mi existencia tenía como propósito cambiar el mundo, pero después llegan ustedes para

decirme lo contrario y hacerme feliz porque siempre tuve razón, no me equivoqué con lo que

sentí y soy una persona diferente a los demás”. Una sonrisa fue lo último que sus fuerzas le

otorgaron realizar.

Cerraba los ojos mientras las personas a su alrededor le rendían el debido respeto, casi

llegaba a lo más profundo del sueño eterno, pues ahora tenía que esperar una eternidad

sabiendo que nuevamente tendría otra oportunidad para ser cualquier cosa que quisiera

mientras aquellos números eran recordados por última vez: “5-4-5”.