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Uruguay siempre está cercaSolo hay que cruzar el Río dela Plata para cambiar de aire,mezclarse con paisajes decasas coloniales y murallas de piedra invadidas de flores.El recorrido invita a sumaralgunos kilómetros y hacer pie en la histórica capitaluruguaya para reconocercuántos encantos culturales,patrimoniales, gastronómicosy de identidad rioplatensetenemos en común.

Colonia del Sacramento es la pe-queña ciudad capital del De-partamento de Colonia. Su

costa mira directamente a BuenosAires y por eso que se llega fácil yen poco tiempo en barcos de pasa-jeros que salen tanto de PuertoMadero o desde Tigre ( en este caso,con destino a Carmelo, localidadmuy cercana) con buenas frecuen-cias diarias. Los ‘paquetes’ de via-je suelen incluir dos o tres díascomo máximo (incluyendo los al-rededores). También es posible op-tar por las escapadas, una modali-dad que atrae a muchos paseantes.Se trata de ir a pasar el día y en po-cas horas conocer sus puntos turís-ticos, almorzar y, si queda tiempo,relajarse mirando el río. En estoscasos, es ideal tener a mano una bi-cicleta para ir parando en cada lu-gar, hacer fotos, compras, descansary volver al ruedo las veces que unoquiera.

En Colonia de Sacramento todoqueda cerca pero los mejores luga-res se despliegan horizontalmente,mirando la costa, de ahí que para co-nectar los puntos más turísticoshaya que pedalear bastante. Sepuede llevar la bici propia (cobranun adicional en el pasaje) o direc-tamente alquilar una allá apenas sebaja del barco. Los precios son ba-jos y los programas de visita de undía, generalmente las incluye.Para quienes “crucen el charco” porcuenta propia, lo recomendable escomenzar con la obligada visita a laoficina de turismo ubicada a la sa-lida del puerto y pegada a la termi-nal de ómnibus, donde se puedenconseguir mapas de recorridos bienseñalizados con los lugares imper-dibles, más una pequeña reseña decada punto turístico. Para ubicarse históricamente, esimportante saber que Colonia fuefundada en 1680 por Manuel Lobo,quien fuera gobernador de Río deJaneiro en la época y se independi-zó en 1825, luego de varias disputas.Queda a 177 km de Montevideo, ca-pital uruguaya y sus límites están de-terminados por el Río de la Plata yel Río Uruguay. Es un punto es-tratégico desde donde trasladarse ala vecina Carmelo (a 77km), los vi-ñedos del interior y otros pueblosencantadores como Nueva HelveciaoConchillas.Casi todo siguiendo laruta 21 que nace allí.A simple vista llama la atención sucurioso trazado, siempre de frenteal río y el paisaje urbano. Esto esporque pasó de dominio varias ve-

ces, de ahí que tenga edificacionesde estilo colonial típicamente por-tugués y viviendas de porte español,afortunadamente muy bien con-servadas. Por esa característica fuedeclarada Patrimonio Histórico dela Humanidad en 1995 y es uno delos sitios más reconocidos de Uru-guay.La travesía comienza descubriendola ciudad en su parte más antigua,que no es una zona comercial típi-ca ya que solo se ven casas antiguasy calles adoquinadas que son un do-lor de cabeza para cualquier ciclis-ta, pero a baja velocidad y entu-siasmados con el paseo es fácil-mente soportable. Saliendo del cen-tro histórico todo es pavimentocon subidas y bajadas.La Puerta de la Ciudadela (o puer-ta de campo, como también se la co-noce) es la primer parada y queda

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frente a la actual Plaza de 1811. Estaentrada de piedra con un puente esla que daba acceso a la ciudad de-trás de los muros de defensa. Fuecreada en 1745 a pedido del gober-nador Vasconcelos, uno de los ma-yores constructores de Colonia delSacramento. Visitar los restos de lamuralla de la antigua fortificación esposible subiendo por un extremo ybajando por el otro, desde dondeademás se ven las primeras cons-trucciones de la época colonial.Muy cerca de ahí se llega a la má-gica Calle de los Suspiros, que debesu nombre a varias historias, aunquela más popular advierte que esa erala zona de burdeles y prostíbulosdonde iban los marineros. Es unacalle muy angosta de piedra, con ca-sas muy bien conservadas que pue-den visitarse. Una de ellas es la ga-lería de arte que recibe el mismo

nombre de la calle y reúne a los másdestacados artistas uruguayos. Lasflores y las vistas del río en cada cru-ce de calles, son el marco perfectopara lograr las mejores fotos.A metros del lugar, asoma la PlazaMayor, la más grande y antigua. Asu alrededor se agrupan bares y res-taurantes, lo que la convierten enparada obligada para disfrutar lasvistas del barrio histórico. En estesector, algunas casas típicas estánabiertas para las visitas como la CasaNacarello o la Casa del Virrey, aligual que la Basílica del SantísimoSacramento con sus fabulosas cú-pulas azulejadas y la Iglesia Matriz,la más antigua del país, justo fren-te a la Plaza de Armas. El paseo si-gue rumbo al faro de la ciudad,construido en 1857 (entre los restosdel Convento de San Francisco Xa-vier) para alumbrar la bahía, que se

CALLE DE LOS SUSPIROS

playas más anchas en la zona fran-ca y las playas de la rambla, hacia elnorte. Primero hacia el este, unaparte que no es tan visitada por losturistas son las grandes y tranquilasplayas que se encuentran pasandoel puerto. Los bosques y senderosvan llevando hacia los mejores pa-rajes como la playa Ferrando (a2km) de arena blanca y agua muyclara que parece mar. Ideal para unchapuzón oportuno o una remoja-da de pies antes de empezar el ca-mino hacia el otro extremo de la ciu-dad. La Plaza de Toros Real de San Car-los es una “joya” que merece visi-tarse y disfrutarse. Es una hermosaestructura de carácter colonial inau-gurada en el año de 1910 que al-bergó a toreros españoles que ve-nían a realizar sus corridas a este lu-gar, por entonces una prácticade moda y admirada por los habi-tantes de la región. La arquitectu-ra inspirada en el arte moro, utilizapiezas de metal para construir al-gunos de los arcos y mosaicos y la-drillos. En la actualidad, la estruc-tura de la Plaza de Toros se man-tiene bastante firme, aunque rajaday en algunas partes rota, pero al me-nos se puede apreciar desde afuerael viejo esplendor de esta reliquiaque albergaba la corridas de torostan famosas en Europa.

puede recorrer durante el día perosubiendo largas escaleras para lle-gar hasta lo más alto, donde el pre-mio es la mejor fotografía panorá-mica.

HUELLAS DE LOS QUE LLEGARONComo toda ciudad antigua, Coloniatiene una gran cantidad de museosen los que bucear un poco por suhistoria; muchos de ellos se en-cuentran dentro de antiguas y asom-brosas casas que, si hay tiempo omucho interés, se pueden recorrer.El Museo Portugués, es uno de losque alberga mayor cantidad de an-tigüedades relacionadas con el pe-ríodo fundacional de la ciudad, aligual que el Museo Español, quecuenta la historia de los primerosibéricos que se instalaron en 1770.El Museo Municipal Dr. BautistaRebuffo, integra una vasta colecciónde curiosidades surgidas de dona-ciones particulares y las culturas ori-ginarias también tienen su lugaren el Museo Indígena Roberto Ban-chero, donde es posible apreciar lashuellas que dejaron en toda la re-gión aquellos pobladores pre his-pánicos. Sin embargo, el favorito esel Museo del Azulejo, que funcio-na en una pequeña casa de piedra

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de 1750 con sus paredes y pisos ori-ginales. En él se ve una amplia co-lección de azulejos artesanales deorigen francés, español, portuguésy catalán donados por el artistaCarlos Paez Vilaró. Todos ellosdan cuenta de la enorme y diversainmigración que recibió la ciudad yexplican el origen de los azulejosazules y blancos que están por todoslos rincones indicando el nombre delas calles. Estos azulejos son el sou-venir obligado para quien buscaquedarse con algo de la magia quetransmiten y que se venden en la fe-ria artesanal.Saliendo del casco antiguo, todavíahay mucho que ver hasta llegar a las

PLAZA DE TOROS REAL DE SAN CARLOS

La capital uruguaya tiene muchopara ofrecer y pasear por la his-tórica Montevideo significa en-

contrarse con sorpresas y saboresque sorprenden. En toda la ciudad,cada barrio tiene sus exquisiteces yhay ofertas para cada bolsillo, des-de las más refinadas, a los carritosal paso frente al río y hasta en bo-degones tradicionales. Los mariscos,el pescado, la carne asada y sus fa-mosos chivitos, son todas opcionesválidas para entregarse al placer gas-tronómico frente a la otra orilla delRío de la Plata. Hay que recorrer el barrio históri-co y también el puerto hasta Ca-rrasco, pero la parada obligada esel Mercado del Puerto, sobre laRambla 25 de Agosto, en la ciudadvieja. Todos los caminos conducenallí. Es preferible ir de día paraaprovechar este paseo gastronó-mico y cultural donde conviven res-taurantes con artesanos, músicos ypintores ofreciendo lo suyo. Espintoresco en todo sentido, porsobre todo, su antigua estructura de

hierro que recuerda a las viejas ter-minales de trenes. Pero como no sólo de carne y pes-cado se alimenta el hombre, bienvale orientar el paseo hacia el Te-atro Solís en la vieja ciudadela. Esel teatro nacional más importantede Uruguay, una obra arquitectó-nica que siempre conquista al visi-tante. Esta situado en diagonal a laPlaza Independencia, la principaly en su interior también hay un je-rarquizado restaurante. Es un am-biente muy tranquilo que ofreceademás servicio de té para la tarde. El Teatro Solís fue Inaugurado el25 de agosto de 1856 con la operaErnani de Verdi pero las obras, quecomenzaron en 1842 pero fueroninterrumpidas durante el Sitio deMontevideo. En 1937 lo adquirió laIntendencia de Montevideo y en-tonces, el desafío fue convertirse enun teatro público con políticas cul-turales más relevantes con la cre-ación de la Comedia Nacional, laOrquesta Sinfónica, la escuela deformación de actores (EMAD) y

coros -entre otras-. Este impulso alas artes escénicas delineó el siste-ma teatral montevideano que exis-te hasta el presente, de la mano deJustino Zavala Muniz, MargaritaXirgu y Angel Curotto. En el 2004se reabrió luego de la restauraciónmás importante de su historia. Hoybrinda una programación artísticatodo el año en sus dos salas, visitasguiadas, sala de conferencias, salade exposiciones, fotogalería, centrode investigación y tienda de rega-lería,

EL CENTRO HISTÓRICOMontevideo nace como coloniaespañola y enclave militar estraté-gico. Sus murallas fueron levanta-das hacia 1741 y se comenzaron ademoler en 1829. Aún quedan res-tos visibles de las fortificaciones alo largo de la calle Bartolomé Mi-tre, la rambla portuaria y la rambla

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Por las calles de Montevideo

MERCADO DEL PUERTO

lizados sobre el Río de la Plata, com-binan espacios urbanos y naturalesde alto valor arquitectónico y pai-sajístico que dan cuenta del ayer yel hoy de la arquitectura de la ciu-dad, todo esto sobre una de las másmagníficas playas de la costa capi-talina. Caminar por Pocitos es via-jar en el tiempo más de un siglo através de lugares, historias y anéc-dotas.El recorrido se inicia en la PlazaGomensoro, que surgió con el ba-rrio y ha mantenido su imagencomo punto emblemático de Poci-tos y remanso en la Rambla. Sepueden ver las residencias seño-riales de veraneo del Pocitos bal-neario de comienzos del siglo XX,llamado el Biarritz de Sudamérica,pasando por las décadas del 20 y el30, cuando se consolidaba como ba-rrio de residencia permanente,con casas pintorescas y rinconesacogedores, hasta la proliferaciónde edificios en altura de los últimos60 años. Muy cerca de la rambla,hay que degustar una vieja tradiciónde la cafetería: el café en vaso jun-to a los grupos de veteranos que pa-san horas conversando. Otro circuito por los barrios, quebordean la maravillosa costa mon-tevideana, es el Parque Rodó yPunta Carretas que atraen por sushermosos paisajes urbanos y natu-rales. La rambla y el parque son losdos paseos típicos que reúnen mon-tevidean y turistas. Allí, sobre larambla se encuentra el edificio delex Parque Hotel, inaugurado en elaño 1912, donde actualmente fun-ciona como sede administrativa delMERCOSUR. Frente a este anti-guo edificio y a pocos metros delmar, se ubica la pista de patinaje pú-blica donde se practica skate, patíny bicicleta.<

sur. Lo más emblemático es laPuerta de la Ciudadela que co-nectaba el pequeño fuerte amura-llado con la ciudad colonial a tra-vés de una zanja y un puente le-vadizo.. En la actualidad esta Puer-ta conecta la Ciudad Vieja con elCentro de la ciudad de Montevi-deo.También cerca de Plaza Inde-pendencia hay bodegones antiguos

con columnas de hierro, paredes deladrillos y mesitas de mármol, queofrece un respiro para el alma y elestómago.

BARRIOSTRADICIONALESPocitos y Buceo son de los barriosmás privilegiados de Montevideopor su ubicación geográfica. Loca-

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TEATRO SOLÍS

PLAYA POCITOS