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    http://www.jstor.org

    Facultad de Economia, Universidad Nacional Autonoma de Mexico UNAM)

    ESTADO, ACTORES Y DESARROLLO: LOS INTERCAMBIOS ENTRE POLTICA Y ECONOMAAuthor(s): Carlos M. VilasSource: Investigacin Econmica, Vol. 55, No. 212, Seccin temtica: Economa mexicana (

    abril-junio 1995), pp. 177-195Published by: Facultad de Economia, Universidad Nacional Autonoma de Mexico (UNAM)

    Stable URL: http://www.jstor.org/stable/42778251Accessed: 20-08-2015 16:58 UTC

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    Investigacin

    conmica 212

    abril-junio

    de

    1995,

    pp.

    177-195

    ESTADO,

    ACTORES

    Y DESARROLLO:

    LOS INTERCAMBIOS

    ENTRE POLITICA

    Y ECONOMA

    Carlos

    M.

    Vilas

    *

    El

    debate

    actual

    sobre el

    papel

    del

    Estado

    en la economa est

    sesgado

    hacia un

    enfoque predominantemente

    cuantitativo: cunto

    Estado

    y

    cunto mercado deben

    existir en

    una

    economa

    y

    en

    una

    sociedad deter-

    minadas.

    Del nfasis

    estatista

    de

    los aos cuarenta a

    setenta,

    hemos

    pasado

    a

    un nfasis mercadista .

    Ambas

    posiciones comparten por

    lo

    menos dos ingredientes: i) un enfoque esencialista del Estado y del

    mercado,

    que

    equipara

    a

    uno u

    otro con

    la

    racionalidad econmica

    y

    culpa

    a

    uno u otro

    de

    la ineficiencia.

    De

    acuerdo a ambos

    enfoques,

    existen ciertas funciones

    que

    tienen

    que

    ser

    desempeadas por

    el Esta-

    do,

    y

    ciertas otras

    que

    deben

    ser llevadas a

    cabo exclusivamente

    por

    el

    mercado;

    ii)

    los

    argumentos que

    defienden la soberana del

    mercado

    o

    la intervencin

    del

    Estado

    sealan hechos reales tanto como el

    impac-

    to

    de

    la

    ideologa

    o los intereses

    sobre

    la

    percepcin

    de

    los

    hechos.

    Hay

    tambin un dualismo

    maniqueo implcito

    en

    estos

    argumentos,

    en cuan-

    to reducen el

    desarrollo

    a una

    cuestin de

    o

    el

    Estado,

    o

    el

    mercado

    propia de las disputas ideolgicas y de los manuuales escolares, pero

    que

    tiene

    poco que

    ver con

    las

    economas reales.

    La

    extensin de la intervencin

    del

    Estado

    en la economa

    no

    es

    irrelevante

    para

    el desarrollo:

    comparaciones

    internacionales

    de am-

    plia

    cobertura

    sugieren

    la

    existencia de una relacin

    positiva

    entre la

    dimensin del sector

    pblico y

    su

    eficacia

    en

    la

    promocin

    del creci-

    miento econmico

    (Ram,

    1986).

    Estas

    comparaciones

    indican sin

    em-

    *

    CIIH-UNAM.

    177

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    178

    Carlos

    M.

    Vilas

    bargo que

    las reas

    y

    modalidades de la

    intervencin resultan tanto

    o

    ms relevantes

    para

    la

    promocin

    del

    crecimiento, que

    el

    simple

    ta-

    mao del Estado. reas

    y

    modalidades: cuestiones

    en

    las

    que

    el

    juicio

    tcnico

    de los

    economistas

    se

    interna

    en

    el

    terreno de

    la

    poltica.

    Las limitaciones del modo

    predominante

    de

    encarar las cosas se ad-

    vierten

    cuando

    se

    atiende al

    desenvolvimiento efectivo de las econo-

    mas

    modernas.

    Todas

    las

    que

    pueden

    considerarse exitosas

    -

    es decir

    que

    consiguieron

    conjugar

    crecimiento,

    estabilidad,

    distribucin,

    com-

    petitividad

    internacional

    -

    cumplieron

    con tres condiciones

    bsicas

    que constituyen

    otros tantos

    rasgos

    distintivos:

    i)

    una clase

    empresarial

    productiva,

    no

    rentista,

    que

    asume

    riesgos

    de inversin

    y presenta

    un

    comportamiento

    relativamente austero

    -

    el

    consumo

    productivo

    es

    pro-

    porcionalmente

    mayor

    que

    el no

    productivo

    -

    ;

    ii)

    una clase

    trabaja-

    dora

    productiva,

    vale

    decir

    bien

    alimentada,

    entrenada

    y disciplinada;

    iii)

    un Estado

    regulador

    que

    promueve

    intereses

    y

    objetivos

    definidos

    y

    aceptados

    como nacionales.

    El mercado

    fue

    un

    espacio

    ms o

    menos

    amplio,

    ms o

    menos

    reducido,

    pero

    nunca

    excluyente,

    en el

    que

    se

    conjugaron

    esos tres elementos

    bsicos.

    De

    manera

    muy

    esquemtica,

    en lo

    que

    sigue

    de esta

    presentacin

    se discuten

    esos elementos.

    I. Empresarios

    Es conocida la

    amplia

    literatura sobre

    los factores

    que

    favorecen el

    sur-

    gimiento

    de una

    clase

    empresarial.

    Werner

    Sombart,

    Max

    Weber,

    Thorstein

    Veblen,

    Joseph Schumpeter,

    H. R.

    Tawney,

    y

    otros,

    seala-

    ron

    con

    argumentos

    no

    siempre

    coincidentes el

    papel

    de

    algunos

    fac-

    tores

    ticos, religiosos

    y

    culturales,

    en actores sociales

    que

    contaban

    con

    una

    dotacin

    inicial de

    recursos de

    capital,

    para

    aplicarlos

    de manera

    sistemtica a la produccin de excedentes a su turno reinvertidos pro-

    ductivamente. La

    aplicacin

    del

    progreso

    tcnico

    a la

    produccin

    con-

    tribuy

    a

    cimentar este

    proceso y

    a

    dotarlo

    de

    mayor

    dinamismo.

    En

    conjunto,

    esos

    enfoques

    indican

    que

    el desarrollo de una clase

    empre-

    sarial obedece

    a una

    conjuncin

    de factores

    objetivos y subjetivos,

    tcnico-econmicos

    y

    culturales,

    en un marco

    poltico

    institucional

    pro-

    picio

    a

    este

    tipo

    de

    emprendimientos:

    los

    espacios

    libres de las ciuda-

    des

    europeas

    y,

    posteriormente,

    los

    Estados

    de

    vocacin nacional

    y

    potestad

    soberana.

    Clase

    empresarial

    y

    Estado

    moderno

    constituyen

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    Estado,

    actores y desarrollo

    179

    desde sus

    orgenes

    una relacin

    que experimentar etapas y

    momen-

    tos de

    confrontacin

    y

    otros de

    adaptacin recproca.

    El

    carcter intensamente

    explotador

    de la clase

    empresarial

    hasta

    que

    los

    trabajadores consiguieron

    imponerle

    lmites

    por

    la

    va

    de

    la

    orgnizacin

    y

    la

    legislacin

    est

    fuera

    de cuestin. Sin

    embargo,

    la

    diferencia

    especfica

    entre las clases dominantes

    en sociedades no

    capi-

    talistas

    y

    la

    burguesa

    moderna es

    que

    sta convirti

    la

    desigualdad

    social

    y

    la

    explotacin

    en

    recursos de

    capital,

    en insumos

    para

    la acu-

    mulacin. Mientras

    que

    las

    lites

    dominantes

    en las sociedades anti-

    guas y

    en el

    feudalismo

    orientaban

    el

    producto

    de la

    desigualdad y

    la

    explotacin

    del

    trabajo

    humano a la construccin de

    pirmides,

    jar-

    dines

    colgantes,

    catedrales

    o

    mausoleos

    -

    sin discutir

    aqu

    el

    valor

    social

    asignado

    a tales

    inversiones

    ,

    el

    gran

    invento

    del

    capitalismo

    consisti

    en

    hacer

    de la

    desigualdad

    social

    un insumo

    para

    el

    desarro-

    llo,

    orientando lo fundamental del esfuerzo

    de inversin

    a

    la

    produc-

    cin;

    vale

    decir,

    la reinversin

    productiva

    del excedente

    financiero

    proveniente

    de

    la

    desiguladad

    y

    la

    explotacin.

    Se advierte

    que

    el as-

    pecto

    subjetivo

    de

    las

    clases

    empresariales

    modernas

    pudo

    alcanzar

    proyecciones

    prcticas

    cuando

    el desenvolvimiento

    previo

    de

    la

    econo-

    ma

    comenz a

    generar

    extensas redes

    de

    intercambio

    y

    grandes

    activos

    en dinero, y cuando el progreso cientfico y tcnico hizo posible un

    desarrollo

    exponencial

    de los ritmos

    y

    volmenes de

    produccin.

    La

    organizacin

    tcnica

    y

    econmica

    de

    la

    produccin,

    en

    particular

    de

    los

    procesos

    de

    trabajo

    en el

    marco de la nueva

    unidad

    empresa ,

    desempe

    un

    papel

    similarmente relevante

    para

    que

    la

    nueva tica

    capitalista

    pudiera

    generar

    resultados

    tangibles y

    en

    gran

    escala.

    La literatura

    sobre los

    factores

    culturales

    del

    desarrollo seala

    la

    austeridad

    de

    las clases

    empresariales

    como

    una

    condicin

    para

    el

    xito,

    en

    la

    medida en

    que

    el ahorro

    personal

    era una fuente

    importante

    de

    formacin de

    capital.

    El

    surgimiento

    de fuentes

    de financiamiento

    en

    gran escala por los cambios en la escala de la produccin y el inter-

    cambio,

    la

    conquista

    de

    Amrica

    y

    los desarrollos

    tcnicos,

    redujeron

    la

    gravitacin

    directa de este

    aspecto

    sobre

    la

    acumulacin,

    pero

    no

    la

    eliminaron;

    uno

    de los

    objetivos

    de la

    regulacin

    estatal del mercado

    consisti en dotar de estabilidad

    y

    continuidad al

    proceso

    de

    acumula-

    cin

    por

    vas

    tributarias u otras

    (Green

    &

    Sutcliffe,

    1987 : 185

    y ss.)

    En

    general

    las sociedades

    que

    ms

    avanzaron

    por

    la

    senda del de-

    sarrollo

    fueron

    -

    por

    lo menos en las

    etapas

    del

    despegue y

    del

    big

    push

    -

    sociedades austeras.

    Esto

    significa,

    ante

    todo,

    clases

    empresa-

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    180 Carlos

    M.

    Vilas

    rales

    austeras,

    ya que

    los

    pobres y

    los

    trabajadores

    siempre

    lo son.

    La

    informacin

    anualmente

    difundida

    por

    el

    Banco Mundial sobre dis-

    tribucin del

    ingreso

    familiar

    muestra, por ejemplo, que

    las sociedades

    del

    sureste asitico recientemente

    industrializadas,

    lo mismo

    que

    Ja-

    pn,

    presentan

    niveles de

    desigualdad

    social menores

    que

    los de

    la

    mayora

    de

    los

    pases

    de Amrica Latina

    y

    el Caribe.

    Esta

    situacin

    no

    obedece

    a

    que

    los

    grupos

    de

    ingresos

    ms

    bajos

    del Asia

    capten por-

    ciones del

    ingreso

    nacional

    mayores que

    las de

    sus

    homlogos

    de Am-

    rica

    Latina,

    sino a

    que

    las

    burguesas

    asiticas

    captan porciones

    de

    ingreso

    considerablemente menores

    que

    sus

    equivalentes

    latinoameri-

    canas

    (Banco

    Mundial, 1994,

    cuadro

    30). Mxico,

    la estrella de la

    modernizacin

    neoliberal,

    ofrece en

    este sentido los contrastes

    ms ilus-

    trativos:

    con

    una economa

    virtualmente

    estancada,

    una balanza

    co-

    mercial

    sistemticamente deficitaria

    y

    la mitad de su

    poblacin

    en

    condiciones de

    pobreza,

    el

    nmero

    de

    supermillonarios

    mexicanos

    creci

    de

    dos

    en

    1991

    a

    siete

    en

    1992,

    trece en 1993

    y

    24 en

    1994,

    hasta ocu-

    par

    en

    este

    exclusivo rubro

    el

    cuarto

    lugar

    mundial

    solamente detrs

    de Estados

    Unidos,

    Alemania

    y Japn (Button,

    1994).

    Junto

    con

    esta

    propensin comparativamente

    mayor

    destinada al

    consumo no

    productivo,

    las

    burguesas

    latinoamericanas

    muestran

    acti-

    tudes y comportamientos rentistas relativamente marcados. La genera-

    cin

    de

    los

    excedentes

    por

    la va del comercio exterior

    determin

    que

    rentabilidad

    y

    acumulacin

    dependieran

    tanto de la

    organizacin

    de

    los

    factores de

    la

    produccin,

    sobre los

    que pueden

    incidir,

    cuanto de

    las

    condiciones

    del

    mercado

    internacional,

    sobre las

    que

    carecen de mr-

    genes significativos

    de

    decisin.

    Esto

    no

    significa que

    las

    latinoameri-

    canas

    sean

    lumpenburguesas ,

    como

    alguna

    vez

    exager

    Andr

    Gunder

    Frank,

    o

    simples

    burguesas compradoras,

    sino

    que

    sus estilos

    empresariales

    se

    caracterizan

    por

    un

    complejo

    entrelazamiento

    de com-

    ponentes

    productivos

    y rentsticos,

    debido en definitiva al modo en

    que

    la regin qued articulada a la economa internacional. Por otro lado,

    tampoco significa que

    el rentismo

    haya desaparecido

    del

    comporta-

    miento de

    las

    lites latinoamericanas con el

    surgimiento

    de la sustitu-

    cin de

    importaciones y

    el desarrollo hacia adentro

    o,

    ms

    reciente-

    mente,

    con

    las

    privatizaciones y

    el

    adelgazamiento

    del

    Estado.

    Las

    burguesas

    industriales nacionales nunca rechazaron

    y

    ms bien

    bus-

    caron mantener estructuras sobredimensionadas de

    proteccionismo

    para

    aprovecharse

    de mercados cautivos

    y

    subsidios

    estatales,

    del

    mismo

    modo

    que

    el

    actual

    esquema

    neoliberal favorece a travs de

    la

    desregu-

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    6/20

    Estado,

    actores

    y

    desarrollo

    181

    lacin,

    de

    la

    apertura

    asimtrica,

    del

    manejo

    del

    tipo

    de

    cambio

    y

    las

    tasas

    de

    inters,

    la

    generacin

    de

    rentas

    financieras en beneficio

    de

    actores

    econmicos determinados. El rentismo

    no es

    caracterstica ex-

    clusiva

    de determinados actores

    econmicos,

    sino del

    tipo

    de

    relaciones

    que

    se entrelazan

    entre

    los actores

    y

    el Estado.

    Se

    desprende

    de lo

    anterior

    que

    el mercado

    no

    basta

    para generar

    una

    clase

    empresarial

    productiva.

    El

    espritu productivo ,

    vale

    decir

    propiamente

    empresarial

    de

    las

    burguesas

    latinoamericanas debi mu-

    cho

    al

    papel desempeado por

    el

    Estado en

    la formulacin

    de

    objetivos

    de

    desarrollo

    nacional

    y

    en la definicin de estmulos

    y penalizaciones.Lo mismo

    que

    en los

    pases

    de desarrollo tardo de

    Europa,

    el Estado

    intervino en

    Amrica

    Latina

    para romper

    las inercias del mercado

    que

    reforzaban la

    primaca

    del

    rentismo

    y reproducan

    las tendencias

    al

    atraso. Las

    proposiciones

    de Mariano

    Fragueiro

    en

    Argentina

    equi-

    valen

    por

    su sentido a las

    que,

    aos ms

    tarde,

    formularan Liszt

    y

    Fichte

    para

    el desarrollo econmico

    de

    Prusia,

    aunque

    el

    constituyente

    de

    1853

    tendra menos xito

    en sus

    proposiciones que

    sus

    colegas

    teuto-

    nes

    (Fraguerio,

    1854).

    Romper

    con

    las inercias

    significa

    reformular la

    relacin del

    Estado con

    determinados actores de la sociedad en

    funcin

    de

    objetivos

    nacionales

    -

    vale

    decir

    objetivos

    que

    van ms

    all

    de los

    intereses y metas de actores particulares- . Nuevamente nos encontra-

    mos,

    pues,

    con

    que

    la

    identidad

    de

    los

    actores

    econmicos

    posee

    cons-

    titutivamente

    una dimensin

    poltica.

    II.

    Trabajadores

    La

    interaccin entre

    economa

    y poltica que

    se acaba de esbozar en

    relacin con

    la

    clase

    empresaria

    se advierte asimismo

    en

    lo

    que

    toca

    a

    los

    trabajadores.

    Desaparecidos

    o cuestionados en

    los

    tiempos

    moder-

    nos los factores culturales y religiosos, materiaels y simblicos, de com-

    pensacin,

    la

    moderacin

    de la

    explotacin

    laboral

    pas

    a

    depender

    de la

    capacidad

    de

    organizacin

    y

    lucha de

    los

    trabajadores.

    La for-

    macin

    de una clase

    trabajadora

    tuvo una dimensin

    poltica

    -

    orga-

    nizacin sindical

    y poltica;

    capacidad

    de

    presin

    sobre las clases em-

    presariales

    y

    sobre las

    agencias

    gubernamentales

    -

    adems de

    la

    estructural

    -

    prole

    tarizacin.

    Con

    el fordismo

    y

    la

    macroeconomia

    keynesiana

    el

    consumo de los

    asalariados

    se

    convirti

    en

    ingrediente

    de

    la acuumulacin

    y

    en

    uno

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    7/20

    182

    Garlos

    M.

    Vilas

    de los

    puntales

    de

    la

    ampliacin

    del

    mercado.

    En

    la medida

    que parte

    del excedente

    se realiza a

    travs

    del consumo

    de los

    trabajadores y

    sus

    familias

    el desarrollo del mercado interno deviene meta

    nacional

    y

    se

    sientan las

    condiciones

    para

    un nuevo

    tipo

    de concertacin

    social.

    La

    base de este

    esquema

    es

    la

    escasez relativa de fuerza de

    trabajo:

    esca-

    sez

    en sentido

    econmico,

    no

    demogrfico.

    Las

    necesidades tcnicas

    y

    polticas

    de

    educacin,

    entrenamiento,

    salud,

    bienestar,

    etc.

    de

    los

    trabajadores

    elevaron el costo

    de

    produccin

    de la

    mano

    de obra

    e

    introdujeron

    rigideces

    al mercado de

    trabajo, que lleg

    a

    ser adminis-

    trado de manera

    tripartita por

    la

    patronal,

    el Estado

    y

    los sindicatos.

    El entrenamiento

    y

    bienestar de la fuerza de

    trabajo

    se

    present

    como

    una necesidad

    derivada tanto

    de

    la

    mayor capacidad organizativa

    y

    de

    presin

    de

    los

    trabajadores

    cuanto

    del

    propio

    avance tcnico de

    la

    produccin.

    Populismo

    y

    desarrollismo

    constituyeron

    la variante

    latinoamericana

    de

    este

    esquema,

    enmarcado

    por

    una

    amplia

    movilizacin

    social

    y pol-

    tica. Los

    factores

    estructurales se

    articularon a los

    de

    ndole

    poltica

    para

    dotar de

    mayor espacio

    de desarrollo

    o

    conducir a

    un

    ms tem-

    prano agotamiento

    a

    estas

    experiencias.

    Cuando

    los

    exportables

    son al mismo

    tiempo bienes-salario,

    incre-

    mentos en la

    productividad

    del sector

    exportador

    implican

    incrementos

    en

    la

    productividad

    de la

    produccin para

    el consumo local.

    Constantes

    otros factores la reduccin de costos de

    produccin

    en

    el

    sector

    expor-

    tador

    genera

    una reduccin en

    el costo de

    reproduccin

    de

    la

    fuerza

    de

    trabajo,

    definindose una

    renta

    laboral diferencial

    en

    escala inter-

    nacional

    compatible

    con

    una

    aceptable

    satisfaccin de

    necesidades

    b-

    sicas de los

    trabajadores,

    en

    principio

    sin necesidad de una

    intervencin

    poltica

    explcita

    en

    tal sentido. La

    intervencin estatal se

    orienta

    ms

    bien

    a la

    asignacin

    de

    cuotas hacia

    uno

    y

    otro

    mercados,

    implcita-

    mente

    (interviniendo

    en la

    fijacin

    de

    precios),

    o

    explcitamente.

    La

    condicin de viabilidad de este modelo es la continuidad del proceso

    inversionista

    en

    el sector de

    exportables;

    de

    lo

    contrario,

    se alcanzar

    un

    punto

    en

    que

    la

    competencia

    entre

    exportacin

    y

    consumo

    interno

    se

    tensionar

    pudiendo llegar,

    en la

    hiptesis

    lmite,

    a un

    juego

    de

    suma cero . Cuando en cambio

    hay

    una diferenciacin

    marcada

    entre

    el sector

    productor

    de

    exportables

    y

    el

    que produce

    para

    el mercado

    interno

    -

    como

    es el

    caso de la

    mayora

    de las

    economas

    de

    agricul-

    tura

    tropical y subtropical,

    o

    extractivas incrementos en

    la

    produc-

    tividad

    del

    primero

    no tienen

    en

    principio

    impacto

    sobre

    el

    costo

    de

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    8/20

    Estado,

    actores

    y

    desarrollo 183

    reproduccin

    de

    la fuerza de

    trabajo.

    La rentabilidad externa

    reposa

    en

    definitiva

    en una

    compresin

    absoluta

    de las

    condiciones

    de vida

    de

    los

    trabajadores.

    El

    desarrollo de la

    organizacin

    sindical se vio favorecido

    por

    la

    con-

    figuracin

    estructural de

    situaciones

    como

    las

    del

    primer

    tipo,

    pero

    de

    todos

    modos fue el

    resultado de

    luchas intensas

    y

    prolongadas.

    Diver-

    sos factores actuaron

    en

    el mismo sentido:

    urbanizacin,

    industrializa-

    cin,

    difusin

    de determinadas

    doctrinas

    polticas

    o sociales.

    La escasez

    relativa

    de

    fuerza

    de

    trabajo

    fortaleci la

    capacidad negociadora

    de

    los

    sindicatos;

    a

    mayor

    calificacin

    posibilidad

    de sustitucin

    de la

    fuerza de

    trabajo y

    ms fuerte la

    posicin

    institucional del sindicalis-

    mo.

    En

    periodos

    de

    desaceleracin del crecimiento o de

    recesin esto

    exacerb

    las confrontaciones sociales

    por

    la

    distribucin del

    excedente,

    llegando

    en el

    lmite a

    cuestionar la

    reproduccin

    del

    esquema

    de

    acu-

    mulacin.

    En

    situaciones del

    segundo tipo,

    en

    cambio,

    el hiato

    entre

    mercado interno

    y

    exportaciones

    demand

    una

    intensa lucha sindical

    y poltica

    para

    trasladar

    siquiera precariamente

    los

    incrementos de

    productividad

    a

    los

    salarios,

    mientras

    que

    la oferta

    abundante

    de fuer-

    za de

    trabajo

    haca ms difcil

    an la

    organizacin

    sindical.

    Una

    pluralidad

    de factores

    puso

    en crisis el

    esquema

    keynesiano-

    fordista. Adems de los sealados ms arriba, deben mencionarse para

    el

    caso

    especfico

    de

    Amrica Latina las

    transformaciones en

    el sistema

    internacional

    a

    partir

    de las

    dcadas

    cincuenta

    y

    sesenta;

    el

    surgi-

    miento

    de

    nuevos actores sociales

    que

    carecan

    de

    representacin

    pol-

    tica

    institucional;

    el acotamiento del

    espacio

    de

    convergencia

    de las

    demandas de

    empresarios

    y

    trabajadores;

    las crecientes tensiones

    fisca-

    les

    y

    de

    balanza de

    pagos.

    El

    desarrollo

    tecnolgico

    -

    cuyas prioridades

    y

    orientaciones

    son

    definidas

    por

    el

    Estado

    y

    las

    empresas privadas

    -

    respondi

    a los desafos buscando reducir los

    coeficientes laborales

    y

    ampliando

    la

    sustituibilidad

    de

    la

    mano de obra. La flexibilizacin

    de

    la fuerza de trabajo y la desagregacin de procesos laborales complejos

    en

    operaciones

    simples

    (de-skilling),

    desarrollados a la

    largo

    de

    la

    ltima

    dcada,

    contribuyeron

    a

    la

    desarticulacin

    de los determinantes

    estruc-

    turales

    y organizativos

    de la clase

    trabajadora,

    al

    retroceso de la

    capa-

    cidad de

    negociacin

    de los

    sindicatos,

    y

    a la sustitucin

    regresiva

    del

    derecho laboral

    por

    el derecho

    civil

    y

    comercial.

    El movimiento

    hacia la

    flexibilizacin laboral es universal

    y

    acom-

    paa

    a la

    restructuracin

    global

    de

    la economa. Sus efectos son

    par-

    ticularmente

    severos

    en

    los

    pases

    que

    no

    son

    generadores

    de

    progreso

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    9/20

    184

    Garlos M.

    Vilas

    tcnico, ya

    que

    la

    presin

    combinada

    de

    empresarios y gobiernos

    para

    reducir

    los costos laborales

    se

    intensifica

    y adquiere

    dimensiones

    abso-

    lutas. Es

    flagrante

    el

    contraste,

    en este

    sentido,

    entre la reducida

    pro-

    porcin

    del

    gasto

    pblico

    destinado a educacin

    en

    las economas

    ms

    industrializadas

    de Amrica

    Latina

    (como

    Brasil

    y

    Mxico) y

    las

    asig-

    naciones

    mucho ms altas

    en

    la

    mayora

    de los

    pases

    de industrializa-

    cin reciente del

    sureste asitico. La

    degradacin

    del mercado de

    tra-

    bajo

    se

    conjuga

    con el

    deterioro

    de los

    sistemas,

    usualmente

    precarios,

    de

    seguridad

    social.

    Al

    reducir los

    requerimientos

    tcnicos

    y

    acotar

    el

    espacio

    de

    accin

    legtima

    de los

    sindicatos,

    estas

    tendencias convierten

    a la fuerza de

    trabajo

    en un insumo

    abundante;

    se

    regresa

    de

    alguna

    manera,

    en el

    mbito urbano

    industrial,

    al modelo de

    oferta ilimitada

    de

    fuerza

    de

    trabajo (Lewis, 1954).

    La

    crisis

    de

    la

    dcada

    de

    los

    ochenta cre

    condiciones

    propicias para

    esto;

    pero

    antes

    que

    la crisis

    los

    regmenes

    militares

    y

    autoritarios

    y

    la

    represin

    poltica, y

    la des-

    movilizacin social

    que sigui

    al

    restablecimiento de

    los

    gobiernos

    de-

    mocrticos,

    abonaron

    el terreno en

    que

    habra de

    actuar la

    flexibiliza-

    cin

    laboral.

    III. Estado

    La

    poltica

    se

    refiere

    a

    las

    acciones

    individuales

    y

    colectivas

    orientadas

    a

    la

    asignacin legtima

    de

    recursos

    entre

    clases,

    grupos

    e

    individuos;

    entendiendo

    por

    asignacin legtima

    la

    que

    suscita acatamiento

    por

    un

    mnimo

    de

    conviccin

    normativa

    y

    no slo

    ni

    principalmente

    por

    la

    virtualidad de una sancin a los

    miembros

    renuentes de la

    sociedad.

    Individuos,

    grupos y

    clases,

    directamente

    o

    ms

    corrientemente

    a

    tra-

    vs de

    organizaciones

    y aparatos que

    los

    representan,

    compiten

    y

    se

    coligan

    tanto

    respecto

    de los recursos del mercado

    como

    respecto

    de

    los recursos estatales administrados y adjudicados por las agencias gu-

    bernamentales

    a travs

    de

    las

    polticas pblicas.

    Estado

    y

    mercado son

    enfocados

    por

    los actores sociales como instancias

    de

    mediacin

    que

    permiten

    alcanzar determinados

    objetivos

    econmicos,

    polticos,

    cultu-

    rales,

    o de

    otro

    tipo.

    La discusin

    sobre

    qu

    debe hacer el

    Estado,

    y

    cmo

    debe

    hacerlo,

    refiere

    a

    esa matriz

    de relaciones sociales

    y

    econmicas

    entre las

    clases

    y

    grupos que

    dan vida a la sociedad

    y

    a las diferentes

    coyunturas

    y

    momentos

    que

    es

    posible

    identificar

    en

    ella;

    en

    definitiva,

    a la estruc-

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  • 7/23/2019 42778251

    10/20

    Estado,

    actores

    y desarrollo 185

    tura de

    poder

    en la

    sociedad,

    y

    al

    perfil

    e intereses

    de

    los

    grupos

    domi-

    nantes

    en

    ella.

    Las

    polticas pblicas,

    en

    cuanto abren

    y

    cierran las

    puertas

    a

    ciertos

    recursos,

    contribuyen

    a la definicin de los

    ganadores y

    los

    perdedores

    en

    el

    mercado.

    Desde

    esta

    perspectiva,

    el tamao del

    Estado

    y

    del

    mercado

    -

    es

    decir,

    la

    extensin

    y

    complejidad

    de

    la intervencin

    estatal,

    el

    espacio para

    las

    regulaciones gubernamentales,

    la

    amplitud

    de las relaciones directas

    entre

    agentes

    de la economa

    -

    y

    el modo

    en

    que

    las

    polticas pblicas

    y

    los recursos del Estado se

    articulan

    a las

    fuerzas

    del

    mercado,

    no son relevantes en s

    mismos,

    sino

    en

    la medida

    en

    que

    se relacionan con intereses sociales

    y

    econmicos

    especficos,

    y

    por

    consiguiente

    a actores

    promovidos

    o

    marginados

    a travs de la

    in-

    tervencin estatal

    directa

    o

    indirecta,

    o

    mediante

    los

    mecanismos del

    mercado. Esto tiene

    lugar

    tanto en

    lo

    que

    toca

    al mercado

    interno

    cuanto al mercado internacional

    y

    los

    actores

    transnacionalizados, y

    a

    la articulacin entre uno

    y

    otros.

    En

    la medida en

    que

    vincula al Estado

    y

    al

    mercado con los

    intereses

    y

    las acciones de los

    actores,

    este

    enfoque permite

    superar

    la

    concep-

    tualizacin del

    Estado

    como un instrumento

    polticamente

    neutral

    o

    como un

    escenario inerte

    en

    el

    que

    ocurren las

    tensiones,

    conflictos

    y

    coaliciones entre los clases y grupos sociales, y entre los actores trans-

    nacionalizados

    y

    los

    que

    permanecen

    como

    predominantemente

    locales.

    Esta

    perspectiva

    de anlisis reconoce la

    autonoma del

    Estado en rela-

    cin

    con

    los

    actores

    sociales,

    pero

    refiere

    el

    alcance

    y

    los lmites de

    la

    autonoma

    estatal a :

    l)

    la

    competencia y

    contradicciones

    entre

    frac-

    ciones de

    las

    clases o

    grupos

    dominantes;

    2)

    la

    competencia

    entre

    gru-

    pos

    sociales

    que

    no

    son

    clases,

    cuando esta

    competencia

    carece

    de

    impacto

    relevante en

    el

    carcter de

    clase

    del

    liderazgo

    poltico.

    El

    Estado

    capitalista puede

    ser

    concebido como relativamente

    aut-

    nomo

    de los

    partidos polticos

    y

    de los

    grupos

    sociales

    o

    de

    inters,

    como

    el escenario en que esos actores desenvuelven sus estrategias de poder,

    o

    como el

    referente

    y

    destinatario de las

    mismas,

    pero

    no

    es autnomo

    en

    relacin con el carcter del sistema

    socioeconmico del

    que

    emerge

    y

    a las

    relaciones de

    poder que

    lo

    expresan;

    por

    tanto,

    no es

    autnomo

    ni

    neutral en relacin con las tensiones

    y

    crisis

    que

    amenazan

    con minar

    el carcter de dicho sistema. En otras

    palabras:

    no

    es

    posible

    afirmar

    ms,

    pero tampoco

    menos,

    que

    la

    existencia de una delimitacin

    para-

    mtrica del

    espacio,

    alcance

    proyecciones

    de la dinmica

    del

    Estado

    y

    sus

    agencias por parte

    de

    los actores econmicos

    y

    sociales.

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  • 7/23/2019 42778251

    11/20

    186 Carlos

    M.

    Vilas

    Toda

    vez

    que

    nuevas modalidades de

    acumulacin de

    capital

    rem-

    plazan

    a

    otras,

    se

    ampla

    el terreno

    de

    intervencin de factores

    extra-

    econmicos. Es a travs

    de

    la

    poltica

    y

    de

    las

    polticas

    pblicas que

    se

    alcanza un

    nuevo

    equilibrio, y que

    las fuerzas dominantes

    en

    el

    mer-

    cado devienen

    intereses de

    gobierno y,

    eventualmente,

    objetivos

    nacio-

    nales.

    Polanyi (1944)

    demostr el

    papel

    estratgico

    del Estado

    moder-

    no en

    la constitucin

    y

    consolidacin

    del

    mercado,

    en

    la

    configuracin

    del

    capitalismo

    europeo y

    en su

    proyeccin

    como

    sistema mundial.

    Por

    su

    parte,

    la

    mayora

    de

    los estudios sobre los cuatro

    tigres

    del sudeste

    asitico llama la atencin sobre el

    papel estratgico

    del Estado

    en

    la

    promocin

    del

    capitalismo exportador (por ejemplo

    Harris, 1986;

    Kolko, 1988;

    Jenkins,

    1992;

    Hart-Landsberger,

    1993;

    etc.).

    Mas

    re-

    cientemente,

    algunos

    observadores

    han

    identificado como uno

    de

    los

    obstculos

    ms

    serios

    para

    la creacin

    de

    una

    economa de

    mercado

    en

    la

    Rusia

    postsovitica,

    la

    ausencia

    o extrema debilidad

    del sector esta-

    tal

    para

    establecer

    las condiciones iniciales

    de

    la

    acumulacin

    capi-

    talista

    (Clarke,

    1992;

    Burawoy

    &

    Krotov,

    1993).

    Algo equivalente

    ocurre

    en

    Amrica Latina.

    La

    rearticulacin

    inter-

    nacional

    y

    la restructuracin

    capitalista

    encaradas desde mediados

    de

    la dcada

    de los

    ochenta iban a

    contrapelo

    de los

    intereses de

    grandes

    porciones de la poblacin y de los actores econmicos, del mismo modo

    que

    al

    principio

    el desarrollo

    hacia adentro

    iba a

    contracorriente

    de

    las tendencias

    predominantes

    en el mercado en

    las

    dcadas

    de

    los

    vein-

    te

    y

    los

    treinta,

    o

    como

    la

    especializacin

    primario exportadora

    de en-

    frent

    a

    los intereses

    precapitalistas

    que

    an

    prevalecan

    en las dcadas

    de los sesenta

    y

    los

    setenta

    del

    siglo

    xix.

    Cada

    vez

    que

    se alcanz

    tal

    punto

    de

    conflicto,

    el

    protagonismo

    estatal

    y

    el

    recurso de la

    poltica

    resultaron

    estratgicos para

    la

    restructuracin de la economa

    y

    la

    promocin

    a

    posiciones

    de

    liderazgo

    en el mercado

    de

    aquellos

    actores

    econmicos

    y

    sociales

    que

    hasta entonces haban estado subordinados

    a fuerzas ms tradicionales (vid por ejemplo Schvarzer, 1993a). La

    competencia

    en

    y

    por

    el

    mercado fue

    de

    la mano

    con la

    competencia

    en

    y

    por

    el

    terreno

    poltico

    y

    los

    recursos del

    Estado.

    En

    tiempos

    de

    agudizacin

    de

    conflictos

    en

    el

    mercado,

    como fue el caso de la

    reciente

    etapa

    de

    crisis,

    la

    intervencin del Estado

    aumenta,

    con los diferentes

    grupos

    y

    clases sociales

    enfocando los alcances

    y

    las metas de la

    inter-

    vencin estatal

    desde

    diferentes

    perspectivas

    de inters.

    La sustitucin

    de

    determinadas fracciones

    del

    capital

    como fuerzas

    directrices de

    la acumulacin

    implica

    una redefinicin de las

    relacio-

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    12/20

    Estado,

    actores

    y

    desarrollo

    187

    nes

    polticas

    y

    sociales,

    tanto

    entre

    fracciones de

    la clase dominante

    como

    entre sta

    y

    las

    clases subordinadas.

    Muy sucintamente,

    es

    posible

    reconocer

    tres

    grandes

    escenarios recientes en

    este

    particular:

    i)

    En los

    regmenes

    opulistas picos

    l

    Estado

    impuls

    y

    en su

    turno

    e

    apoy

    en

    un sistema

    de acuerdos

    polticos

    mplcitos

    ntre

    fraccionesde

    la

    entonces

    denominada

    burguesa

    nacional ,

    grandes

    segmentos

    e los

    sectores

    medios,

    y

    la

    clase

    obrera

    y

    el

    movimiento

    indical.

    A

    travs de

    un

    amplio espectro

    de

    polticas

    ue

    encontraron

    esigual

    xito,

    a intervencin

    statal maniobr

    para

    establecer

    as

    condiciones

    perativas

    de

    la

    estrategia

    opulista

    de

    acumulacin

    de capital a travs del consumo internoy la ampliacin de la participa-

    cin

    poltica

    y

    social

    de

    las masas

    (Vilas,

    1988).

    La

    ampliacin

    del

    mercado

    interno

    e

    articul

    a la universalizacin

    el

    sufragio,

    a

    extensinde

    los ser-

    vicios

    ociales,

    etc.

    Tpicas

    de

    este

    esquema

    fueron as nacionalizaciones

    de

    la

    infraestructurae

    transportes

    comunicaciones,

    del

    sistema financiero

    y

    del

    comercio

    xterior,

    a

    creacin

    de

    grandes

    mpresas

    estatales

    n

    algunos

    rubros

    de la

    industria

    pesada,

    bienes

    intermedios insumos

    ndustriales,

    la

    inter-

    vencin

    en el mercado de

    tierras

    a

    travs

    ncluso

    de la reforma

    graria;

    ii)

    Cuando el

    mercado nterno

    resent ignos

    de

    agotamiento

    omo

    fuente

    de

    dinamismo,

    o

    cuando

    su

    ulterior

    xpansin puso

    en

    cuestionamiento

    a

    estructura

    dominante

    de

    poder,

    el

    Estado

    reorient

    u intervencin

    hacia

    la promocinde fraciones mpresarialesnteresadas n desarrollaruna indus-

    trializacin

    vinculada

    a las

    exportacionesy

    a

    la

    produccin

    de

    bienes

    inter-

    medios

    y

    de

    capital

    -

    la llamada sustitucin ertical

    de

    importaciones

    .

    Mediante

    polticas

    definidas,

    n

    pases

    como

    Brasil, Mxico,

    y

    hasta

    cierto

    punto Argentina,

    l Estado

    auspici

    transferencias e

    excedentes

    financieros

    desde

    las

    fracciones

    de

    la

    burguesa

    orientadashacia el mercado

    interno

    y

    de

    las clases

    trabajadoras,

    hacia

    lats

    fracciones

    el

    capital

    ms

    vinculadas a

    las

    nuevas

    exportaciones,

    ratando

    de mantener

    un

    difcil

    quilibrio

    entre as sus-

    titucin

    vertical

    asentada

    en

    el

    mercado

    interno,

    y

    una

    mayor

    apertura

    ex-

    terna

    por

    la

    va de la sustitucin

    de

    exportaciones por ejemplo

    Teitel

    &

    Thoumi,

    1986;

    Sunkel,

    1991;

    Alarcon

    &

    McKinley, 1992).

    En

    este

    esquema

    el Estado medi activamenteen la progresivarearticulacin ntremercadointerno

    y

    mercado internacional

    promoviendo

    nuevas formasde asociacin

    entre

    capital privado,

    corporaciones

    ransnacionales

    capital pblico.

    Se

    hizo

    cargo,

    asimismo,

    e

    un

    arco

    muy

    amplio

    de

    empresas

    privadas que

    no

    pudie-

    ron

    hacer

    frente

    los

    nuevos

    trminos

    e

    la

    economa;

    iii)

    Hoy,

    el

    Estado

    apoya

    la

    restructurac;n

    apitalista mpulsando

    a

    aper-

    tura asimtricade

    la

    economa

    domstica

    l

    mercado

    internacional,

    pelando

    a

    la

    privatizacin

    de

    activos

    pblicos,

    construyendo

    uevos

    espacios para

    las

    inversiones

    xternas,

    edistribuyendo

    ngresos,

    y

    reorientando

    a

    intervencin

    pblica

    hacia

    la infraestructura

    conmica

    y

    algunas

    variables

    fiscal-finan-

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    13/20

    188

    Carlos

    M.

    Vilas

    rieras.

    El

    retroceso e

    la

    intervencin statal de

    tipo

    microeconmico

    s

    para-

    lela

    a una reformulacin e

    la

    intervencin

    n

    el

    nivel

    macroeconmico:

    tipos

    de

    cambio,

    polticas

    crediticias

    impositivas,

    asas

    de

    inters,

    egulacin

    del

    mercado

    de

    trabajo,

    reforma

    del escenario

    nstitucional

    e los

    flujos

    externos

    de

    capital,

    trabas institucionales la

    circulacin

    nternacional e la

    fuerza de

    trabajo,

    etc. Es

    importante

    estacar

    que

    Chile

    y

    Mxico,

    los

    pases

    de

    Am-

    rica Latina donde

    la

    restructuracin e la economa

    y

    la reinsercin

    xterna

    se

    ejecutaron

    de manera

    ms

    amplia,

    son tambin os

    que

    cuentan

    con

    estruc-

    turas estatales ms slidas

    y

    eficaces

    en

    materia

    de extraccin

    y asignacin

    de recursos.

    En cada uno de estos tres escenarios el

    objetivo

    central de la inter-

    vencin del

    Estado

    en

    la

    vida econmica

    y

    social

    fue

    la

    generacin

    de

    externalidades

    para

    la

    acumulacin

    de

    capital

    de determinadas

    frac-

    ciones de

    la clase

    empresarial.

    Este

    objetivo

    coexisti con otros de

    carc-

    ter

    ms

    amplio y mayor proyeccin

    social,

    y

    frecuentemente entr

    en

    contradiccin con

    ellos,

    subrayando

    el

    tensionamiento entre

    acumu-

    lacin

    y participacin

    que

    constituye, segn

    Ral

    Prebisch,

    una

    de

    las

    constantes del

    desarrollo econmico

    en Amrica Latina

    (Prebisch,

    1981).

    El

    concepto

    de

    externalidades vara

    de

    clase

    a

    clase

    y

    de una

    frac-

    cin a otra dentro de la clase empresarial; por consiguiente, tambin

    vara el costo

    que

    las

    distintas

    clases

    y

    fracciones estn

    dispuestas

    a

    pagar por

    esas externalidades. Por

    ejemplo,

    de

    acuerdo a

    diferentes

    estrategias

    de

    acumulacin

    de

    capital y

    a las

    perspectivas

    de distintas

    fracciones

    empresariales,

    los

    programas

    de

    educacin

    y

    salud

    pblica

    y

    el fomento

    de

    la

    vivienda

    popular pueden

    ser consideradas tanto

    como

    externalidades

    que

    reducen el costo de formacin

    y reproduccin

    de

    la fuerza de

    trabajo,

    como

    gastos improductivos. Algo

    similar

    puede

    decirse

    de

    la construccin estatal de la infraestructura

    de

    transportes

    y

    comunicaciones,

    cuyo

    diseo

    bsico

    puede

    no

    adaptarse

    a todas

    las

    fracciones del capital o a cualquier despliegue espacial de los activos

    fsicos.

    Del mismo

    modo,

    desde

    el

    punto

    de

    vista

    de los

    grupos

    empre-

    sariales

    orientados

    hacia

    el mercado

    interno,

    salarios

    altos

    pueden

    ac-

    tuar como

    incentivos a

    la

    elevacin de la

    demanda de bienes de

    con-

    sumo

    y

    a la

    reactivacin de

    la

    produccin,

    las ventas

    y

    las

    ganancias

    en

    las

    ramas

    respectivas,

    mientras

    que

    desde

    la

    perspectiva

    de

    las

    fracciones

    orientadas hacia las

    exportaciones

    los

    salarios

    altos

    incre-

    mentan

    los costos de

    produccin,

    reducen

    la

    competitividad

    externa

    y

    refuerzan

    las

    presiones

    inflacionarias.

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  • 7/23/2019 42778251

    14/20

    Estado,

    actores

    y desarrollo

    189

    La

    relacin entre

    el mercado interno

    y

    el mercado internacional,

    entre

    los

    actores

    predominantemente

    internos

    y

    los actores

    externos

    o

    transnacionalizados,

    obedece a la

    misma

    lgica.

    La relacin

    entre uno

    y

    otro

    ingredientes

    est

    sometida a

    una

    persistente

    tensin,

    cuya

    reso-

    lucin

    en cada

    etapa

    del

    desarrollo es una

    funcin de

    los

    actores

    ex-

    genos

    sin

    duda, pero

    tambin del modo

    en

    que

    los

    agentes

    locales

    dise-

    an

    las

    respectivas polticas pblicas: tipo

    de

    cambio, aranceles,

    niveles

    de

    regulacin

    de los

    flujos

    financieros,

    regmenes

    de

    inversin

    externa,

    etc. Tambin en

    este

    particular

    diferentes

    grupos empresariales

    y

    so-

    ciales

    poseen posibilidades

    e intereses de articulacin

    externa

    dismiles,

    y en consecuencia promueven polticas y estrategias divergentes. En los

    momentos

    actuales,

    por ejemplo,

    la ntima

    imbricacin entre el

    Estado

    y

    los

    segmentos

    ms

    transnacionalizados de los mercados

    nacionales,

    da

    lugar

    a una

    amplia apertura

    externa en materia

    de

    inversin,

    finan-

    ciamiento

    y

    comercio, junto

    con

    fuertes controles

    a la movilidad

    inter-

    nacional

    de la fuerza de

    trabajo

    y

    a la difusin

    internacional

    del cono-

    cimiento

    y

    sus

    aplicaciones

    (marcas y patentes).

    El

    paso

    de

    una

    a

    otra

    etapa

    no fue inevitable ni obedeci a una se-

    cuencia

    prefijada.

    Los cambios

    fueron el resultado de

    conflictos socia-

    les

    y

    polticos

    intensos

    que

    se

    gestaron y

    desenvolvieron

    en el

    tiempo.

    El auge actual de los enfoques de tipo neoliberal fue el resultado de esos

    enfrentamientos,

    en

    un

    marco

    extremadamente conflictivo

    signado por

    las

    transformaciones de la

    economa

    global,

    la

    crisis

    regional,

    los

    reg-

    menes

    polticos

    autoritarios,

    la

    recomposicin

    de

    los

    sistemas

    demo-

    crticos

    y

    la

    reconfiguracin

    de los actores sociales. Se ha

    sealado

    asi-

    mismo

    el

    papel que desempearon

    algunas

    agencias

    del

    gobierno

    de

    los Estados Unidos

    en

    la

    difusin

    de

    las

    recetas

    neoliberales

    y

    en

    el

    diseo de

    las

    recetas neoliberales

    y

    en el

    diseo

    de

    las

    polticas

    de los

    gobiernos

    latinoamericanos en

    funcin de

    ellas,

    con

    el fin de

    eliminar

    las

    barreras

    nacionales

    que

    se

    oponan

    a

    la libre circulacin de

    produc-

    tos y de servicios del capital (Flix, 1992; Vilas, 1993a).

    El resultado de estos

    cambios,

    en

    lo

    que

    toca a la relacin

    entre

    Estado

    y

    mercado,

    no es menos

    Estado

    y

    ms

    mercado,

    sino

    otro

    tipo

    de Estado

    y

    otro

    tipo

    de

    mercado.

    La afirmacin de

    que

    se

    ha

    pasado

    de

    una matriz Estadocntrica

    a otra de

    tipo

    mercadocntrico

    (Cava-

    rozi,

    1992)

    -

    es

    decir

    que

    el

    Estado

    ha

    dejado

    de ser el

    punto

    central

    de referencia de los

    actores econmicos

    y

    sociales,

    y que

    dicho referente

    se

    ha

    desplazado

    hacia el mercado

    -

    debe

    ser

    analizada con

    cuidado.

    La

    proposicin

    refleja

    con

    acierto

    el

    discurso acadmico

    y poltico

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  • 7/23/2019 42778251

    15/20

    190 Carlos M.

    Vilas

    de

    moda,

    pero proyecta

    una

    imagen

    distorsionada

    de

    la

    realidad

    de la

    poltica y

    la economa

    y puede

    conducir a

    conclusiones desacertadas.

    Cuando se advierte el

    papel

    crucial

    desempeado por

    el Estado en

    la

    fijacin

    poltica

    del

    tipo

    de

    cambio

    en

    Argentina,

    o

    de

    la banda

    de

    flotacin del dlar en

    Mxico, y

    la

    centralidad de

    esta intervencin

    estatal

    en el subsidio

    de

    algunas

    actividades

    y

    la

    penalizacin

    de

    otras,

    y

    en

    la

    consiguiente

    definicin de

    ganadores y

    perdedores

    (Vilas,

    1993b):

    estamos

    en

    verdad ante el

    achicamiento

    del mbito

    y

    alcances

    de la intervencin

    del

    Estado? Frente a la

    amplia

    intervencin

    es-

    tatal

    en

    los

    procesos

    de

    privatizacin

    -

    que incluy adjudicacin

    direc-

    ta de

    empresas;

    asuncin de

    pasivos;

    concesin de subsidios a las em-

    presas

    privatizadas;

    garanta

    de mercados cautivos

    y

    proteccin

    frente

    a

    la

    competencia

    externa;

    fortalecimiento

    de

    grupos

    financieros vincu-

    lados

    a altos

    funcionarios de

    gobierno,

    con el

    consiguiente

    incremento

    de los niveles de

    oligopolizacin

    (Vemon-Wortzel,

    1989;

    Wienen

    y

    Waterbury,

    1991;

    Schvarzer,

    1993b;

    Basualdo,

    1994;

    etc.):

    puede

    hablarse realmente de menos Estado

    y

    ms

    mercado?

    Significa

    ms

    mercado la

    expulsin

    del

    mercado

    a

    causa del

    desempleo,

    la

    prdida

    de

    ingresos,

    la contraccin

    de

    la

    poltica

    social,

    y

    otras

    dimensiones del

    empobrecimiento,

    de

    un

    cuarto

    (Argentina) y

    la

    mitad

    (Mxico)

    de

    la poblacin? El surgimiento y crecimiento aparentemente irrefrenable

    de los nuevos

    pobres

    :

    es ms

    mercado? La

    formacin de

    monopo-

    lios

    y oligopolios

    privados

    a causa

    de la

    desregulacin

    estatal

    :

    ampla

    el

    mercado

    o

    lo reduce?

    La lista

    de referencias concretas

    puede

    extenderse mucho

    ms

    pero

    los

    ejemplos

    anteriores

    son

    suficientes

    para

    sealar

    que

    lo

    que

    aporta

    la

    etapa presente es, por

    encima

    de

    todo,

    un

    nuevo acomodo de

    po-

    der entre

    Estado

    y

    mercado

    (Ibarra, 1990).

    El

    Estado retrocede

    en

    mbitos de

    intervencin microeconmica

    directa al

    mismo

    tiempo

    que

    incrementa su intervencin

    en las

    definiciones macroeconmicas

    y

    en

    el diseo de las opciones bsicas a que se enfrentan los actores del mer-

    cado;

    abandona a

    su

    propia

    suerte a

    algunos

    actores

    y promueve

    a

    otros.

    En

    virtud

    de

    estas redefiniciones

    las

    grandes corporaciones

    trans-

    nacionales,

    las lites

    financieras,

    los actores

    mejor

    articulados a las

    nuevas lneas de

    dinamismo

    del

    mercado

    internacional,

    las

    grandes

    cor-

    poraciones,

    se convierten en

    el

    punto

    de

    referencia de

    la

    accin estatal.

    Mientras

    que

    en

    las dcadas

    pasadas

    la

    intervencin

    del

    Estado

    en

    la

    economa

    expresaba

    una correlacin

    poltica

    de

    fuerzas

    diferente de

    la

    jerarquizacin

    social derivada del

    mercado,

    ahora se

    registra

    una

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  • 7/23/2019 42778251

    16/20

    Estado,

    actores y desarrollo 191

    notable coherencia

    entre

    las orientaciones de los

    actores

    que

    controlan

    el

    mercado

    y

    el sentido de

    la

    intervencin

    estatal.

    Lo

    que

    usualmente

    se

    interpreta

    como retirada

    o

    achicamiento del

    Estado,

    es

    en

    realidad

    institucionalizacin de intereses

    y

    perspectivas

    de

    actores

    especficos.

    A

    fines del

    siglo

    xx,

    la

    prctica poltica

    de

    la

    modernidad

    neoliberal

    conduce a esos

    segmentos

    del mundo del

    big

    business a abrevar

    de las

    fuentes doctrinarias

    del

    siglo

    xviii

    haciendo

    suya

    la

    premisa

    de

    Adam

    Smith :

    El

    Estado,

    en

    la medida en

    que

    es

    establecido

    para

    la

    seguridad

    de la

    pro-

    piedad, ha sido instituidon realidadpara la defensadel ricofrente l pobre,

    o

    de

    quienes

    tienen

    lguna

    propiedad

    frente

    los

    que

    carecen

    de

    ella

    (Smith,

    1776:674t).1

    Entre

    tanto,

    porciones amplias

    de las clases

    trabajadoras y

    de

    las

    clases

    medias

    se

    desbarrancan

    hacia

    el Estado

    de naturaleza de

    Thomas

    Hobes:

    un

    mundo en donde no

    hay

    sociedad, y

    lo

    que

    es

    peor,

    existe

    un miedo

    continuo,

    y

    el

    peligro

    de muerte

    violenta;

    y

    la

    vida

    humana

    solitaria,

    pobre,

    srdida, brutal,

    y

    breve

    (Hobes

    1651

    :65).2

    La

    pri-

    maca

    poltica

    de una clase rentista

    en un escenario de

    degradacin

    intensa de

    la fuerza

    de

    trabajo,

    se

    expresa

    institucionalmente

    en

    un

    Estado cautivo de la

    especulacin

    financiera.

    IV.

    Consideraciones finales

    Estamos

    frente al fin

    de

    la

    Historia,

    o

    frente

    al

    desarrollo de una

    etapa

    de ella? Una

    respuesta, siquiera

    tentativa,

    demanda una

    pers-

    pectiva

    de

    mayor

    alcance

    que

    el

    cortoplacismo,

    incluso

    inmediatismo,

    de

    las visiones neoliberales.

    Al analizar el desarrollo del capitalismo desde la revolucin indus-

    trial hasta

    la

    primera

    mitad de nuestro

    siglo,

    Karl

    Polanyi

    identific

    un

    doble movimiento histrico. En

    una

    primera

    fase el Estado

    fue

    vaciado

    de

    toda actividad econmica

    sustantiva,

    pero

    asumi la

    fun-

    1

    Civil

    goverment,

    o

    far

    t

    s

    instituted

    or he

    ecurity

    f

    property,

    s in

    reality

    nstituted

    for

    he

    defense

    f

    the ich

    gainst

    he

    poor>

    r of

    those

    mhohave

    ome

    roperty

    gainst

    hose

    who

    have

    none

    t all.

    2

    No

    Society,

    nd

    what s

    worst

    f

    all,

    continued

    eare,

    nd

    danger

    f

    violent

    eath

    and

    the ife f

    man,

    olitary,oore,

    asty,

    rutish,

    nd

    short.

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  • 7/23/2019 42778251

    17/20

    192 Carlos

    M.

    Vilas

    cin

    de

    sancionar

    institucionalmente

    y garantizar polticamente

    la vi-

    gencia

    de

    las

    leyes

    del

    mercado,

    que

    era visto como

    una entidad

    auto-

    regulada.

    Tras sta

    surgi

    una

    segunda fase,

    en

    la

    que

    amplios

    sec-

    tores sociales

    respondieron

    a

    las consecuencias socialmente

    destructivas,

    no

    previstas

    por

    la

    teora,

    del

    mercado

    autorregulado.

    Esa

    respuesta

    volvi

    a

    legitimar

    el

    papel

    del

    Estado como

    regulador

    de la economa

    y garante

    de un mnimo de

    equidad

    social

    (Polanyi,

    1944; Cox, 1992).

    En este

    movimiento,

    los

    sindicatos de

    trabajadores,

    los

    partidos

    socia-

    listas

    y

    socialdemcratas

    y

    los movimientos

    feministas

    y

    antirracistas,

    desempearon

    papeles

    fundamentales. El Estado de

    bienestar, regula-

    dor del mercado y promotor de la ciudadana social (Marshall,

    1950)

    y

    de una

    democracia

    ampliada,

    fue el

    resultado

    de esas

    res-

    puestas.

    La

    crisis

    de los

    ochenta

    fue

    la

    crisis de este

    tipo

    de Estado.

    Debe

    reconocerse

    que,

    hasta el

    momento,

    las

    perspectivas

    y

    recomendaciones

    neoliberales han sido ms

    eficaces

    en desacreditarlo

    y

    en narrar

    la

    his-

    toria

    negra

    del

    estatismo,

    que

    en

    alcanzar

    un

    desempeo

    superior

    en

    trminos de crecimiento

    estable,

    insercin internacional

    slida,

    bienes-

    tar

    social,

    democracia.

    El

    propio

    carcter

    excluyente

    de la articulacin

    Estado/mercado

    que emerge de la crisis y de las polticas para encararla desde el ngulo

    de los intereses

    de los acreedores

    externos

    y

    de

    las

    lites

    financieras,

    lleva a

    pensar que

    estamos frente a una situacin

    que

    de

    ningn

    modo

    es

    definitiva.

    El desencanto con

    la

    intervencin del

    Estado en

    la

    eco-

    noma es slo

    parcial

    entre los

    diferentes

    grupos

    sociales

    y

    actores

    econmicos.

    El

    cuestionamiento neoliberal de la

    regulacin

    estatal

    del

    mercado

    y

    el

    desmantelamiento de

    los

    mecanismos

    intervencionistas

    involucr desmontar los mecanismos

    de

    participacin

    social

    y poltica

    que integraron

    a

    amplios

    sectores de

    poblacin

    de menos

    recursos,

    a

    una vida

    mnimamente

    decente.

    Los resultados alcanzados

    hasta

    ahora

    son cuestionables incluso desde la perspectiva estrecha de los objetivos

    fijados

    por

    los

    enfoques

    neoliberales: el

    adelgazamiento

    del

    Estado

    ha

    generado

    frutos

    magros.

    Por encima de

    oposiciones maniqueas

    simplistas

    del

    tipo

    o

    Estado,

    o

    mercado ,

    es

    plausible suponer

    que

    el avance

    hacia una

    organizacin

    econmica ms satisfactoria

    implicar

    una reformulacin de los

    aco-

    modos

    presentes y,

    ante

    todo,

    una ms

    eficaz

    regulacin

    del

    mercado

    por

    un

    Estado

    que

    exprese, por

    encima de

    todo,

    consensos sociales

    b-

    sicos de

    promocin

    del

    desarrollo,

    la

    equidad y

    la

    democracia.

    Con-

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    18/20

    Estado,

    actores

    y

    desarrollo

    193

    sensos,

    por

    tanto,

    de

    confrontacin al

    estancamiento,

    el

    privilegio, y

    la

    siempre presente

    tentacin

    autoritaria.

    Se

    impone

    finalmente

    la

    interrogante respecto

    de

    qu

    puede

    hacer

    un

    pas

    de Amrica

    Latina,

    por

    ms

    amplio que

    sea ese consenso de

    confrontacin

    y

    de

    bsqueda

    de

    alternativas,

    cuando las

    reformas neo-

    liberales son

    parte

    de

    un

    proceso

    global

    de restructuracin. La

    cues-

    tin

    se

    refiere,

    en el

    fondo,

    a la necesidad

    y posibilidad

    de articular

    alternativas

    globales

    frente

    a

    desafos

    globales.

    Una

    problemtica cuya

    complejidad

    y

    proyecciones

    demandan un

    tratamiento

    especfico.

    La

    exposicin precedente

    plantea

    una relacin

    entre estructura

    e

    intervencin de los actores que enfatiza la eficacia de esta ltima para

    romper

    con

    las

    rigideces

    de

    aqulla,

    y

    esto en un

    doble

    sentido: los

    obstculos

    estructurales

    slo

    pueden

    ser

    superados,

    o

    moderados,

    por

    la accin consciente

    e

    intencional de los

    actores;

    la

    existncia

    de

    posi-

    bilidades estructurales

    debe

    ser activada

    por

    la

    intervencin de los

    actores

    para que

    lo

    posible

    se

    convierta en efectivo. Amrica Latina

    podr

    hacer

    frente

    a

    los

    desafos

    actuales

    en

    la medida

    en

    que

    con-

    vierta

    la

    mayoritaria

    insatisfaccin

    por

    el actual orden de cosas

    en

    criterio de diseo

    de

    alternativas

    y

    de formulacin de

    estrategias,

    y

    coloque

    la

    equidad

    social

    como

    principio

    de

    adaptacin

    a

    la

    dinmica

    cambiante de la globalizacin. Los grandes momentos del desarrollo,

    la democratizacin

    y

    la

    creatividad

    cultural

    de

    Amrica Latina

    obe-

    decen

    a

    la

    conjugacin

    de

    esos

    elementos. Sobre

    todo,

    a la

    forja

    de soli-

    daridades slidas entre

    la

    demanda

    de

    justicia

    de

    los

    pueblos,

    la hones-

    tidad

    de los

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