Una lluvia plateada de limaduras de estaño invade el agua de una pecera. Un pez sube desde el fondo y empieza a comer. Los otros no tardan en seguirlo, y uno a uno van muriendo. Muy despacio, flotan hacia la superficie dados vuelta, inertes.Sobre esas imágenes, un narrador nos introduce en el mundo del “Gavilán”, un niño de apenas 12 años que vive en el barrio “El Viaducto”, en la localidad de Avellaneda, a principios de la década del 80, aún bajo el régimen de la dictadura. La zona es un polo Industrial, de oleoductos, curtiembres y precarias quintas donde se produce “el vino de la Costa”.El Gavilán vive junto a sus padres, su abuela y su hermano Alejandro, apenas mayor que él, en una humilde casa situada en la parte de atrás de la tornería de su padre. Sin embargo, el Gavilán pasa la mayor parte del tiempo con su banda de amigos, conocida por todo el barrio como “Los Pibes”. Entre ellos se destacan su hermano Alejan-dro, Marisa -la única chica del grupo- y Tumbeta, hijo de una familia adinerada y el único de la banda que asiste a un colegio privado. Los Pibes tienen un único objetivo, sobre el cual fantasean día y noche: iniciarse en la vida sexual. Para conseguirlo, deciden juntar dinero vendiendo rifas a los vecinos y usar las ganancias para pagar los servicios de las prostitutas que viven en la Villa Mariel.Con el dinero en sus manos, los Pibes planifican cómo será su esperado debut sexual y tras debatir, llegan a la conclusión de que dicho evento no puede consumarse de ninguna manera sin previamente tomar unos tragos de vino. Para esto emprenden un camino hacia la Quinta de los Mellizos, en donde saben, pueden conseguir algunas damajuanas.

SINOPSIS

Los Pibes se preparan para la aventura, eligen como jefe al Gavilán, y encaran por las vías hacia el arroyo Sarandi, pasando por oleoductos y curtiembres abandonadas. Luego de caminar un par de horas, Los Pibes, llegan a la Quinta de los Mellizos. Aprovechando que el lugar está desierto, fuerzan la puerta de la bodega y entran temero-sos.En vez de llevarse las damajuanas e irse, Los Pibes se tientan y prueban de cada uno de los barriles que hay apilados en esos pasillos oscuros. Beben descontrolada-mente del vino que hacen brotar de los barriles y se emborrachan.El vino los lleva de la euforia al lento adormecimiento y cuando todos están tirados en el piso embarrado, cantando canciones del Arsenal (el club de fútbol de sus amores), Marisa se acerca al Gavilán, toda mojada de vino y lo besa en la boca.Cuando Los Pibes despiertan, todavía están mareados por la resaca del alcohol. Al salir, temen ser descubiertos por algún quintero borracho o cruzarse con el mismo mellizo. De todas formas deciden llevarse una serie de damajuanas. De esta manera, inician un camino arduo pero eufórico, enfrentando un montón de peligros -la posibildad de que algún quintero que los descubra, la explosión que provocan los desagües de los oleoductos,los basurales llenos de ratas- sólo fortaleci-dos por un canto de amistad que los une: “Dale campeón, dale campeón”.Luego de la travesía, ya en el asfalto, un camionero los recoge y los lleva hasta su esquina, Magán y Rivadavia. El barrio los recibe con un clima extraño: las calles están vacías, ni siquiera están los padres en sus propias casas.

SINOPSIS

Cortos en la net: Ficción y Literatura

"EL ESTAÑO DE LOS PECES" Basada en la obra "El origen de la tristeza"

de Pablo Ramos

Una lluvia plateada de limaduras de estaño invade el agua de una pecera. Un pez sube desde el fondo y empieza a comer. Los otros no tardan en seguirlo, y uno a uno van muriendo. Muy despacio, flotan hacia la superficie dados vuelta, inertes.Sobre esas imágenes, un narrador nos introduce en el mundo del “Gavilán”, un niño de apenas 12 años que vive en el barrio “El Viaducto”, en la localidad de Avellaneda, a principios de la década del 80, aún bajo el régimen de la dictadura. La zona es un polo Industrial, de oleoductos, curtiembres y precarias quintas donde se produce “el vino de la Costa”.El Gavilán vive junto a sus padres, su abuela y su hermano Alejandro, apenas mayor que él, en una humilde casa situada en la parte de atrás de la tornería de su padre. Sin embargo, el Gavilán pasa la mayor parte del tiempo con su banda de amigos, conocida por todo el barrio como “Los Pibes”. Entre ellos se destacan su hermano Alejan-dro, Marisa -la única chica del grupo- y Tumbeta, hijo de una familia adinerada y el único de la banda que asiste a un colegio privado. Los Pibes tienen un único objetivo, sobre el cual fantasean día y noche: iniciarse en la vida sexual. Para conseguirlo, deciden juntar dinero vendiendo rifas a los vecinos y usar las ganancias para pagar los servicios de las prostitutas que viven en la Villa Mariel.Con el dinero en sus manos, los Pibes planifican cómo será su esperado debut sexual y tras debatir, llegan a la conclusión de que dicho evento no puede consumarse de ninguna manera sin previamente tomar unos tragos de vino. Para esto emprenden un camino hacia la Quinta de los Mellizos, en donde saben, pueden conseguir algunas damajuanas.

SINOPSIS

Los Pibes se preparan para la aventura, eligen como jefe al Gavilán, y encaran por las vías hacia el arroyo Sarandi, pasando por oleoductos y curtiembres abandonadas. Luego de caminar un par de horas, Los Pibes, llegan a la Quinta de los Mellizos. Aprovechando que el lugar está desierto, fuerzan la puerta de la bodega y entran temero-sos.En vez de llevarse las damajuanas e irse, Los Pibes se tientan y prueban de cada uno de los barriles que hay apilados en esos pasillos oscuros. Beben descontrolada-mente del vino que hacen brotar de los barriles y se emborrachan.El vino los lleva de la euforia al lento adormecimiento y cuando todos están tirados en el piso embarrado, cantando canciones del Arsenal (el club de fútbol de sus amores), Marisa se acerca al Gavilán, toda mojada de vino y lo besa en la boca.Cuando Los Pibes despiertan, todavía están mareados por la resaca del alcohol. Al salir, temen ser descubiertos por algún quintero borracho o cruzarse con el mismo mellizo. De todas formas deciden llevarse una serie de damajuanas. De esta manera, inician un camino arduo pero eufórico, enfrentando un montón de peligros -la posibildad de que algún quintero que los descubra, la explosión que provocan los desagües de los oleoductos,los basurales llenos de ratas- sólo fortaleci-dos por un canto de amistad que los une: “Dale campeón, dale campeón”.Luego de la travesía, ya en el asfalto, un camionero los recoge y los lleva hasta su esquina, Magán y Rivadavia. El barrio los recibe con un clima extraño: las calles están vacías, ni siquiera están los padres en sus propias casas.

Los Pibes corren en sentido del Arroyo, siguiendo una fuerte luz que se refleja en las paredes de la cuadra y a la vuelta a la esquina descubren a los bomberos de dos dotaciones intentando apagar el fuego que emana del mismo arroyo y que amenaza con quemar la Villa Mariel entera.Pronto los Bomberos comienzan a evacuar a la gente que vive las zonas lindantes, entre ellos las prostitutas, y les dan refugio en la escuela del barrio. Los Pibes, preocupa-dos al ver que su plan está a punto de frustrarse, resuel-ven finalmente ir a debutar adentro de la mismísima escuela.El Gavilán pasa el vino de la Damajuana a distintas petacas, y le entrega una a cada uno. Cuenta el dinero que consiguieron con la venta de las rifas, se lo da a su hermano Alejandro, y se dirigen a la escuela.En la puerta los atiende la portera y con la excusa de que quieren brindar apoyo a los damnificados, logran entrar. Encuentran los pasillos de la escuela atiborrados de gente humilde desplazada por el incendio. Justo cuando están negociando con una prostituta son descubiertos por la directora de la institución, teniendo que entregarle el dinero en concepto de donación a los damnificados. Los Pibes salen de la escuela, y se separan yendo cada uno para un camino distinto con una sensación de fuerte desi-lusión. Este hecho marca el final del verano. El Gavilán comienza su último año de Escuela primaria y allí empe-zarán una serie de cambios que marcarán el fin de una etapa. Los Pibes se preparan para empezar el séptimo grado y el grupo ya no se junta tanto como antes. Los juegos y las aventuras que antes compartían están cedi-endo paso a una realidad que se revela mucho más amarga de lo esperado.Tumbeta ya no anda tanto por el barrio y prefiere pasar más tiempo con los que viven en la villa Mariel. Algunos de los Pibes comentan que lo han visto aspirando pega-

mento con sus nuevas compañías. El Gavilán y Marisa, entre los cuales también se ha establecido un manto de distancia, son los más afectados por el brusco cambio de comportamiento del Tumbeta.La realidad del país también empieza a apretar a las familias más pobres y Los Pibes comienzan una lenta pero inexorable transformación. El padre de el Gavilán, agobiado por una realidad económica impiadosa, se encuentra a punto de perder el taller mecánico, lo cual genera una relación enormemente conflictiva entre él y la madre del Gavilán.Lo único que ilusiona al Gavilán en esta nueva etapa es que conocer a Florencia, su nueva y joven maestra, de la que cree estar enamorado. Ella es la primera persona que le regala un libro y quien, sin saberlo, lo inicia en un camino de ida hacia el amor por la literatura.Un día, el Gavilán decide no asistir a la escuela y se va al Viaducto sólo a leer.Al rato ve llegar a Los Pibes, que le dan la escalofriante noticia de que Tumbeta murió en un tiroteo con la policía.Los Pibes asisten al velorio del Tumbeta y el Gavilán se queda contemplando incrédulo el cadáver de su amigo. Después del entierro, Los Pibes vuelven con sus bicicle-tas en caravana. El Gavilán se separa del resto sin saludar y se dirige a su casa. Se mete en el taller de su padre y, sin pensarlo, se acerca a la pecera que descansa contra la pared. El Gavilán envenena a los peces que allí flotan tirándole unas ralladuras de estaño y los ve morir uno a uno mientras llora. Ese momento es lo que el Gavilán da en llamar “El origen de la tristeza”.