4 febrero 1992

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EDICIÓN ESPECIAL Domingo 3 de Febrero de 2013

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4 Febrero 1992

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  • Compaeros, lamentablemente los objetivos

    que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotros ac

    paeros,p , lamentablemente los objetivos los obj tivos

    en Caracas no logramos controlar el poder, ustedes por all lo hicieron muy bien,

    que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotroque nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotro

    pero ya es tiempo de evitar ms derramamiento de sangre

    controlar el poder, ustedes por all lo hicieron muy bien,controlar el poder, ustedes por all lo hicieron muy bien,

    E D I C I N E S P E C I A L

    Domingo 3 de Febrero de 2013

  • Domingo 3 de Febrero de 20132E D I C I N E S P E C I A L

    T/ Hctor Escalante

    F/ Hctor Rattia

    Caracas

    La relativa derrota militar que se po-

    dra leer a partir de la rebelin del

    4 de febrero de 1992 termin convir-

    tindose con el pasar de los aos en

    una victoria poltica para el proyecto bo-

    livariano, afirm el historiador Enrique

    Nbrega.

    Entrevistado por el Correo del Orino-

    co, el director del Museo Nacional de His-

    toria seal que el movimiento insurgen-

    te, cuyo principal protagonista fue el hoy

    presidente reelecto Hugo Chvez, consti-

    tuy un proceso novsimo en la dinmica

    poltica contempornea, porque implic

    un cambio completo del modelo existente.

    Lo que signific la rebelin del 4 de fe-

    brero de 1992 es parte de un proceso po-

    ltico de alcance profundo en la dinmica

    contempornea. Ahora lo que se puede de-

    cir es que de alguna forma se ha decanta-

    do, porque hay unos resultados concretos.

    De hecho, la Revolucin Bolivariana es

    hija directa del 4-F, apunt.

    En esa oportunidad, asinti, un sector

    importante de la Fuerza Armada, confor-

    mado por oficiales medios, decide, con un

    discurso poltico, realizar una accin para

    tomar el poder y reencausar el curso de la

    democracia que haba sido desviado prin-

    cipalmente durante el segundo Gobierno

    de Carlos Andrs Prez.

    Segn el especialista, este suceso ha

    sido calificado como un golpe fallido me-

    diante el cual se intent tomar el poder,

    pero que luego fracasa. Sin embargo, con-

    sidera que hablar de fracaso para referir-

    se al 4-F, es relativo.

    Record en ese sentido que de las tres

    ciudades donde se aplic la operacin

    militar que fueron Caracas, Maracay y

    Maracaibo solo en la capital no se logr

    el objetivo, mientras que en los otros dos

    casos la meta fue lograda.

    Si hubiese sido un fracaso, cmo se

    explica lo que sucedi en Maracaibo, que

    toman el poder siendo el Zulia un estado

    importante en trminos de poblacin y en

    Aragua, siendo Maracay el meollo de la

    fuerza militar?, reflexion.

    ASUMI LA RESPONSABILIDAD

    Y ARRAS

    Para Nbrega, es destacable la forma

    en que los principales protagonistas de la

    rebelin del 4-F, entre ellos Hugo Chvez,

    encararon la situacin e impulsaron un

    proyecto poltico revolucionario que ms

    adelante toma forma y se fortalece.

    Primero asumen la responsabilidad,

    luego se someten a la justicia, caen presos,

    salen como tienen que salir, optan por la

    va poltica y arrasan, expres.

    Dijo que la Venezuela de los siglos XX y

    XXI es una sociedad contempornea donde

    los medios tienen un peso importante y, en

    ese contexto, nunca antes, nadie haba uti-

    lizado los medios para asumir la responsa-

    bilidad por un hecho poltico.

    Coment que Eleazar Lpez Contreras

    fue el primer presidente al que los venezola-

    nos le escucharon la voz a travs de la radio,

    mientras que Rafael Caldera fue el primer

    presidente que utiliz la televisin para di-

    rigirse al pueblo. En tanto, Hugo Chvez

    con su frase por ahora fue el primero en

    asumir ante los medios la responsabilidad

    de lo que hicieron el 4-F.

    El investigador estim que para la pos-

    terior conformacin del proceso revolucio-

    nario, jug un papel importante la decisin

    de salir al ruedo poltico y formar el Movi-

    miento V Repblica (MVR). El proyecto

    consider refundar la Repblica, pero eso

    pasaba por refundar el Estado y la dinmi-

    ca poltica democrtica.

    Indic que el triunfo electoral de Hugo

    Chvez en 1988 con el MVR y todos los mo-

    vimientos que lo apoyaban fue aplastante,

    porque del otro lado lo que haba eran miga-

    jas, dado que partidos como Copei y Accin

    Democrtica se haban desmoronado.

    Con la Revolucin Bolivariana en el po-

    der desde 1999, sostuvo, se ha atacado lo

    que se dijo que haba que solucionar en el

    92; el descrdito de los partidos, la corrup-

    cin de los sectores polticos, econmicos y

    militares y el auge de la pobreza.

    ACCIN CONTUNDENTE

    DE TRASCENDENCIA POLTICA

    Enrique Nbrega asegura que para en-

    tender mejor la rebelin del 4-F hay que

    analizar otros acontecimientos importan-

    tes suscitados en la historia contempor-

    nea anterior.

    Se nos haba vendido la idea, sobre

    todo hacia afuera, que entre los aos 1962

    y 1992 lo que habamos vivido era un largo

    y fructfero perodo de estabilidad. Pero

    esto no fue as, porque cada vez se iban

    descuidando ms los intereses de las ma-

    yoras, critic.

    Despus de 21 aos Chvez mantiene la coherencia en sus pensamientos, afirm

    Enrique Nbrega: La relativa derrota militar del 4-F termin convirtindose en una victoria poltica

    La Revolucin Bolivariana

    es hija directa

    de la rebelin de 1992,

    afirm el historiador

  • Domingo 3 de Febrero de 2013 3E D I C I N E S P E C I A L

    Entre otros eventos, mencion la cada

    de la dictadura, suscitada el 23 de enero de

    1958, as como El Porteazo registrado en

    Carabobo y El Carupanazo en Sucre, am-

    bos en 1962.

    Contrast que el de 1992 fue un movi-

    miento armado ms complejo y con un al-

    cance nacional mucho ms completo, por-

    que se lograron tomar los objetivos en dos

    grandes ciudades.

    En tanto, El Porteazo y El Carupanazo,

    que tambin fueron rebeliones cvico-mi-

    litares porque estaba clarsima la parti-

    cipacin de civiles asociados a partidos de

    izquierda, se centraron en objetivos mili-

    tares como la Base Naval de Puerto Cabello

    y la de Carpano, ubicadas en los estados

    Carabobo y Sucre, respectivamente. Por su

    parte, el levantamiento del 23 de Enero de

    1958 como accin cvico-militar tuvo alcan-

    ce nacional. No obstante, aclar que toda su

    accin se concentr en Caracas. Si vamos

    ms atrs, otros golpes registrados en 1948

    y 1945 tambin se redujeron a Caracas, re-

    sumi.

    Ante este panorama, el investigador del

    Centro Nacional de Historia insiste en que

    el 4-F constituye la accin ms contunden-

    te de la historia contempornea de la na-

    cin y, por tanto, tiene una gran trascen-

    dencia poltica para las venezolanas y los

    venezolanos.

    VINCULACIN DIRECTA

    CON EL CARACAZO

    El director del Museo Nacional de Histo-

    ria asegur que la rebelin del 4 de febre-

    ro de 1992 tambin tuvo una vinculacin

    directa con el llamado Caracazo del 27 de

    febrero de 1989, que surgi en respuesta la

    a mala administracin durante la segunda

    gestin de Carlos Andrs Prez.

    De acuerdo con el especialista, la im-

    plementacin de un conjunto de medidas

    econmicas que le hicieron mucho dao al

    pas, no tardaron en generar una situacin

    de inconformidad que hizo que el pueblo

    saliera a las calles a protestar. El 27-F el

    pueblo se revela y alza la voz para decirle

    a todos los sujetos polticos que no est de

    acuerdo con el sistema.

    Resalt que, a pesar de la feroz represin

    de Prez, despus del 27-F el pueblo perma-

    neci en la calle. Hubo una cantidad de

    protestas impresionantes. Adems el dete-

    rioro y la incoherencia de los partidos pol-

    ticos eran galopantes, aadi.

    DOS REBELIONES

    EN MENOS DE UN AO

    Para el catedrtico de la Universidad

    Central de Venezuela, despus de su des-

    enlace, la accin militar de 1992 logr to-

    mar un perfil poltico, tanto as que el

    27 de noviembre de ese mismo ao volvi

    a producirse otra rebelin que no pas a

    mayores, pero esta vez con un abrumador

    apoyo civil que se evidenci en las calles

    del pas.

    El contacto con la poblacin civil, re-

    firi, se haba estado trabajando desde

    1982, cuando se cre el ncleo del movi-

    miento bolivariano. Para esa poca tam-

    bin se haban establecido algunos vn-

    culos con partidos polticos de izquierda

    no tradicionales.

    Rememor que durante el transcurso de

    los aos 90 y 91, Carlos Andrs Prez se

    las ingenia para seguir aplicando el mis-

    mo paquete econmico, aunque de una

    manera mucho ms suave, porque al pa-

    recer haba aprendido la leccin del 27-F.

    Sin embargo, la situacin se haca cada

    vez ms insostenible.

    Un ao despus del golpe cvico-militar

    del 4-F, Prez se ve forzado a abandonar el

    poder, entre otras razones, por una disputa

    legal desde lo interno que, en opinin del

    investigador, casi fue un pase de factura

    entre los mismos miembros de la democra-

    cia representativa, en respuesta a una pre-

    sin muy fuerte que haba desde afuera.

    RATIFICACIN DEL PAQUETAZO DEL 89

    De acuerdo con el historiador, este perio-

    do estuvo marcado por el desorden admi-

    nistrativo y poltico que rein durante el

    gobierno interino de Ramn J. Velzquez

    y la posterior eleccin de Rafael Caldera,

    quien traicion a su partido poltico para

    lograr la Presidencia de la Repblica y lue-

    go, estando en el poder, promovi el mismo

    paquetazo del 89.

    Explic que durante la gestin de Calde-

    ra, la segunda en su trayectoria poltica,

    se ratificaron una serie de medidas econ-

    micas enmarcadas en la dinmica de las

    polticas neoliberales que iban dirigidas en

    contra de los sectores populares.

    En su Gobierno se gest la apertura pe-

    trolera que foment la privatizacin de la

    industria, y adems se produjo una crisis

    bancaria que arrebat los ahorros a miles

    de venezolanas y venezolanos, detall.

    Dijo que el programa de gobierno de Ra-

    fael Caldera fue la Agenda Venezuela, que

    consisti en un acuerdo entre el Fondo Mo-

    netario Internacional y el Banco Mundial

    para subsanar los problemas del sistema

    poltico.

    Al respecto, calific como un error gi-

    gantesco pretender subsanar los proble-

    mas de la democracia solo por la va eco-

    nmica: Eso hizo que la gente siguiera en

    las calles protestando y que las respuestas

    a sus necesidades se encausaran a la opcin

    poltica bolivariana.

    Paralelamente a esta difcil situacin,

    celebr el investigador, sigui creciendo

    el movimiento bolivariano, hecho organi-

    zacin poltica, lo que en definitiva profun-

    diz la autodestruccin del sistema poltico

    de la democracia representativa.

    Cada vez crecems como poltico

    Reconoce el historiador Enrique Nbrega que la coherencia que ha mantenido el lder revolucionario a lo largo de los ltimos 20 aos ha sido impresionante. Del Hugo Chvez de 1992 al Hugo Chvez de 2013 llama la atencin la cohe-rencia que ha mantenido en todo este tiempo, analiz.

    Chvez sigue pensando en el mismo proyecto, lo que quiere decir que est ah para defender las aspiraciones y los derechos del Poder Popular, aadi.

    A su criterio, lo que ha ido pa-sando es que Chvez crece cada vez ms como poltico, hasta el punto de convertirse casi en un estadista, porque su proyecto de-rrumba fronteras.

    Argument que desde hace mucho tiempo, el luchador bo-livariano dej de ver fronteras econmicas y polticas, pues las mismas han sido derrumbadas con los procesos que ha impul-sado en materia de cooperacin econmica.

    El Chvez del 92 estaba clarsi-mo en lo que quera hacer con la rebelin del 4-F, que era cambiar el sistema para atender las necesi-dades y los problemas del pueblo. Hoy, despus de 21 aos, lo sigue diciendo y haciendo. Sabemos que hay personajes en la historia que han sido as, lo importante es que l est consciente de su papel de catalizador, reiter.

    Ramn Escovar Salom

    Fiscal general de la Repblica

    Yo le dira al Presidente que

    la primera preocupacin del

    Gobierno y del Estado, no solo

    del Gobierno sino del Estado,

    debe ser en este momento

    reestablecer el orden y

    devolverle la confianza a la

    gente, muy perdida antes de

    que esto ocurriera. porque la

    confianza no se ha perdido

    en la madrugada, ya estaba

    perdida la confianza

    (Febrero de 1992)

  • Domingo 3 de Febrero de 20134E D I C I N E S P E C I A L

    T/ Romer Viera

    F/ Manaure Quintero

    Caracas

    Transcurridos 21 aos del alzamiento

    militar del 4 de Febrero de 1992, algu-

    nas vecinas y vecinos del sector La

    Planicie del 23 de Enero, lugar donde se

    encuentra ubicado el antiguo Museo Hist-

    rico Militar, hoy Cuartel Cipriano Castro,

    todava recuerdan las acciones de uno de

    los actores principales del levantamiento: el teniente coronel Hugo Chvez Fras, ac-tual Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela.

    Como pude me acerqu hasta la cerca metlica que delimitaba el cuartel y pude ver hacia el patio central del castillo. All estaba l. El mismo muchacho que haba visto por televisin. El que haba asumido la responsabilidad del golpe de Estado e hizo un llamado a sus camaradas para que depusieran las armas. Era Chvez quien se diriga a un grupo de soldados que estaban sentados en el suelo y lo escuchaban con

    mucha atencin. No se poda or que era lo que deca, pero seguro les estaba dando un mensaje como los que solo l sabe dar a su pueblo, rememor Gisela Mendoza, mejor conocida por sus vecinos de la calle princi-pal del Museo Histrico como Chela.

    AMANECER

    Esa maana amaneci de golpe, ex-

    clam Chela, quien relat para el Correo

    del Orinoco la experiencia que vivi aquel

    da. Me levant sobresaltada por el ruido

    de un camin, que luego result ser una

    tanqueta, y por el sonido de las botas de

    los soldados. Eran como las 6:00 am cuan-do sal de mi cuarto y me encontr con mi hermano, a quien le pregunt por el albo-roto, pero l tampoco saba lo que pasaba, explic la vecina.

    El temor la acompa durante esas pri-meras horas, admiti Mendoza. Esta fue la razn por la que, a pesar de vivir a poco ms de 60 metros del hoy Cuartel Cipriano Castro, las primeras informaciones las re-cibi a travs de la televisin. As fue que vi a Chvez por primera vez, y despus de escucharlo decid salir a verificar qu era lo que realmente suceda, manifest.

    Chela record que al salir de su vivienda observ como el portn que se encontraba al inicio de la calle que daba al Museo His-trico, estaba en el suelo. Esto como conse-cuencia del accionar de las tanquetas de los rebeldes. Tambin haba una inusual can-tidad de soldados con boinas rojas a quienes me apresur a preguntarles sobre lo que pa-saba en el sector. Interrogacin para la que solo hubo una respuesta: Mtase para su casa, seora. Eso me lo dijo un soldado muy joven. Y es que todos eran muy jve-nes, mencion.

    Entre los recuerdos sonoros que Chela mantiene de esa maana, figuran detona-ciones de fusiles y pistolas accionadas por los militares que, desde el Palacio de Mira-flores, defendan al Gobierno, y que, en su versin de los hechos, eran repelidos con disparos efectuados por algunos vecinos desde los bloques aledaos del 23 de Enero.

    Cuando lo sacaron (a Chvez) del cuar-tel, ya nos encontrbamos un nutrido gru-po de vecinos en la calle. Al verlo lo aplaudi-mos mientras gritbamos el nombre de ese hombre que habamos conocido mediante la televisin. Eran como las 8:00 am cuando se lo llevaron. Y ya sentamos que l era la persona que tena que llevar las riendas del pas. l tena que ser el Presidente de Vene-zuela, sentenci.

    YO VI A CHVEZ MANIFESTARSE

    PARA PROTEGER A SU PUEBLO

    La calle principal del Cuartel est bor-deada por una hilera de coloridas casas que sirven de fachada a lo que se podra de-nominar como una barriada invisible. Y es que para los que no estn familiarizados con el sector, el barrio podra comenzar y terminar en los hogares que se orillan en el hoy denominado Bulevar de la Dignidad, y omitir otro centenar de viviendas que for-man el sector. En una de estas casas ubica-das en el laberinto que circunda el Cuartel Cipriano Castro vivi Clemencia Linares

    la experiencia del 4 de Febrero.

    Con mas de 45 aos en el sector, Linares defini como nicos los acon-tecimientos desarrolla-dos aquella maana. Eran como las 6:00 am cuando me despertaron una voces que prove-nan desde fuera de la casa. Me levant y abr la puerta para ver que pasaba, y me sorprendi ver a ms de 30 mucha-chos con boinas rojas parados en la escalera, record la vecina.

    Al verlo lo aplaudimos, rememora Gisela Mendoza

    Vecinos del Cuartel Cipriano Castro todavarecuerdan al Chvez insurrecto del 4-FLos residentes lo describen como un hombre sereno

    que imparta mensajes a sus soldados y que cuid

    en todo momento de la poblacin del sector

    Gisela Mendoza

  • Domingo 3 de Febrero de 2013 5E D I C I N E S P E C I A L

    Cuenta que su primera reaccin fue pre-

    guntarles a los militares sobre la situacin,

    pero no obtuvo ninguna respuesta. La reso-

    lucin a la incgnita lleg con una vecina.

    Fue la seora Clemen la que me dijo que

    los soldados formaban parte de un grupo

    de militares que estaban tumbando al Go-

    bierno de Carlos Andrs. Situacin que me

    pareci buena, porque la cosa en el pas es-

    taba muy difcil, declar.

    Evoc que el primer impulso fue de so-

    lidaridad con los uniformados, por lo que

    algunos vecinos propusieron cocinar algu-

    nas arepas para mitigar el hambre de los

    muchachos. A m me toc hacerles caf,

    dijo Linares, quien agreg que a pesar de

    la constante insistencia de los militares

    para que no saliera de su vivienda, en la

    primera oportunidad que le ofrecieron los

    cansados soldados se escap y subi a la

    calle principal.

    Eran aproximadamente las 7:00 am cuan-do Linares, ya en la calle, se encontr con otros vecinos quienes le dijeron que en el cuartel estaba Chvez. Ya se escuchaba el run-run de que el soldado que haba ha-blado por la televisin estaba en el museo. Haba mucha gente que lo apoyaba. ramos muchos los que sentamos que ese era el hombre que necesitaba el pas. Un llanero como yo, expres la nacida en Guasduali-to, estado Apure.

    En la mente de Linares todava se es-cucha la voz del hoy Primer Mandatario cuando les peda a las decenas de personas que queran verlo aquel 4 de Febrero, que, por nuestra seguridad nos alejramos del sector. Yo vi a Chvez manifestarse para proteger a su pueblo. Ese pueblo que, cuan-do lo sacaron detenido del Museo Histrico, gritaba su nombre y que quera acompaar-lo hasta donde fuera necesario, expres la entusiasta madre de tres hijos.

    Para Linares, a pesar de lo peligroso de la situacin, los acontecimientos en la zona fueron extremadamente tranquilos, sin disparos y sin heridos. Aqu todo fue nor-mal. Adems de los daos que la tanqueta ocasion en el portn no hubo ningn tipo de dao a estructura alguna. No hubo heri-dos. Y todo gracias a ese histrico por aho-ra, dicho por Chvez, quien no quera que ese alzamiento militar terminara con un derramamiento de sangre, manifest.

    Record que el teniente coronel Chvez Fras fue llevado a pie escoltado por un gru-po de militares armados quienes se dirigie-ron hacia el bloque 7 del 23 Enero. No hubo violencia. Los soldados que lo custodiaban fueron muy pacficos. Me imagino que la

    presencia del grupo de personas que desde cier-ta distancia lo acompa-bamos sirvi para que los militares tuvieran mucha consideracin con el hoy Presidente, opin.

    YO ME QUED CON EL YIP

    DE CHVEZ

    Yo me qued con el yip de Chvez, grit Bernarda Pedroza, de 73 aos de edad, al sea-lar un carro de juguete arrumado frente a su casa, del cual dice, de forma jocosa, es el carro en que lleg al Museo Histrico Militar Hugo Chvez la madrugada del 4 de febrero de 1992. All donde est aquel rbol dej Chvez su yip, y all qued cuando se lo llevaron deteni-do, expres la vecina.

    Pedroza cuenta que se encontraba en la cocina de su casa preparando caf cuando escucho varios disparos, situacin por la que sus hijos le sugirieron se acostara en el suelo. Yo tengo que ver qu es lo que pasa, les grit y se dirigi a la puerta de la casa desde la que se poda ver fcilmente hacia el museo. Al abrir la puerta, recor-d la vecina, observ que todo el patio del cuartel se encontraba repleto de militares con boinas rojas. Lleg la guardia presi-dencial, fue lo que dije, manifest.

    Para poder seguir el curso de los aconte-cimientos, Pedroza se subi a la plataban-da de su casa desde donde simul llenar los tanques donde almacenaba el agua. Desde all fue que vi a aquel joven delga-dito al lado del yip, el mismo que luego me enterara se llamaba Chvez, y adems, que era uno de los lderes del golpe de Es-tado, explic.

    Al igual que otros vecinos, Pedroza es de las que afirma que aquella incursin mili-tar al Museo Histrico ubicado en La Plani-cie fue totalmente pacfica. Explic luego, que los disparos que llamaron su atencin provenan del Palacio de Miraflores y ma-nifest que, durante todo el tiempo que permaneci en la azotea de su casa, nunca recibi un llamado de atencin de parte de los militares que custodiaban el lugar.

    Yo estaba totalmente desconcertada. No saba qu era lo que pasaba. Fue mi hijo, quien para ese momento trabajaba en el Ministerio de la Defensa, el que al llegar corriendo a la casa me dijo, mam, esos son unos insurrectos. Encend la televi-sin y vi a aquel muchachito delgadito del yip verde, y pens: mijo, en qu problema te metiste.

    REIN LA TRANQUILIDAD

    Elas Gonzlez, un famoso vendedor de caf de los alrededores del Cuartel Cipria-no Castro, recuerda que el da del alzamien-to amaneci en bloque 34 de la zona F del 23 de Enero, y que cuando se dio cuenta de que algo suceda corri hacia su casa donde estaban su esposa y sus hijos.

    Ya en la calle El Martirio de La Planicie vi mucha gente en la calle, todo el mundo alarmado preguntndose sobre lo que suce-da. Haba tambin muchos soldados en la calle, quienes no daban ningn tipo de ex-plicacin. Todos estaban armados y se ne-gaban a transmitirle informacin a la gente. Estbamos todos desconcertados, expres.

    Al igual que sus vecinos, Gonzlez re-afirm que a pesar de todas las armas que se vieron ese da en la zona, incluso una ametralladora apostada al frente del Museo Histrico, la situacin nunca se present violenta. Los soldados corran de un lado para otro y eso aumentaba la preocupa-cin entre los vecinos, pero, incluso cuando los soldados que defendan el Gobierno de Carlos Andrs llegaron y tomaron el lugar, todo fue muy tranquilo, manifest.

    Eso pas frente a mi casa

    Ramona Martnez, vecina de La Planicie, se encontraba en Barquisimeto el 4 de febrero de 1992. Haca una visita larga a sus familiares. Aquella maana, como la gran mayora del pueblo vene-zolano, se enter de lo que pasaba en el pas gracias a la informacin que se generaba por los medios de comunicacin especialmente la televisin.

    Eso pas frente a mi casa, dije cuando vi las primeras imgenes por televisin, e inmediatamen-te les encomend a Dios a todos mis vecinos para que no les pa-sara nada malo, fue la respuesta de Martnez ante lo que para ella, desde la distancia, pareca una si-tuacin catastrfica por la que estaban pasando sus conocidos de ms de 50 aos.

    Hoy Martnez piensa que lo ocurrido aquel 4 de febrero fue lo mejor para el pas. Una situacin que, en su opinin, tarde o tem-prano tena que llegar. Yo a mis 85 aos de edad no puedo andar pa rriba y pa bajo, pero s apoyo a mi presidente Chvez. Para m ese es el que tiene que mandar y espero que regrese pronto y sano para que siga dirigiendo al pas, puntualiz.

    Elas Gonzlez

    Bernarda Pedroza

    Clemencia Linares

  • Domingo 3 de Febrero de 20136E D I C I N E S P E C I A L

    T/ Janet Queffelec Padrn

    F/ Miguel Romero

    Caracas

    En febrero de 1992 Eduardo Fernndez

    era el secretario general nacional del

    partido opositor Copei y 38 meses an-tes haba aspirado a la Presidencia de la Repblica, eleccin que gan finalmente Carlos Andrs Prez (CAP).

    El da 3 de ese mes, en horas de la noche, cenaba con un amigo que le recomend el libro de Richard Nixon titulado Aproveche la oportunidad.

    Cuando lleg a su casa su esposa recibi varias llamadas telefnicas de un allega-do a la familia, quien le comunic que ha-ba un alzamiento.

    Fernndez no prest mayor atencin al mensaje, pero luego algunos amigos le re-comendaron que se enconchara porque supuestamente si la rebelin militar tena xito, se produciran fusilamientos y en-carcelamientos.

    Yo pensaba que el Presidente de la Re-pblica estaba fuera del pas porque la l-tima noticia que haba tenido era que esta-ba en el foro de Davos, en Suiza. Sent una responsabilidad muy grande porque yo era el lder de la oposicin. Yo haba com-petido con Prez que haba sacado 4 millo-nes de votos y yo 3 millones. Yo deca en ausencia del Presidente, el venezolano con ms responsabilidad que hay en el pas en este momento soy yo; yo no me puedo en-conchar, record.

    Coment que en ese momento ratific su postura poltica, segn la cual en un pas

    los problemas se resuelven con votos y no con balas. Decidi dirigirse a un canal de televisin para decirle al pas que un golpe de Estado no era el camino.

    Pocos minutos antes CAP se haba diri-gido a la nacin por la televisora Venevi-sin, as que enfil hacia all.

    En su alocucin manifest que tena muchas crticas con respecto a la gestin de Prez, pero que los gobiernos se cam-biaban en la democracia con votos, con la Constitucin y no con la violencia.

    COLGAR EL UNIFORME

    La rebelin militar del 4 de febrero de 1992 la calific de retroceso dramtico porque en Venezuela hemos tenido, a lo largo de 200 aos de vida independiente, demasiados golpes militares.

    Subray: Yo estoy en contra de los gol-pes, siempre he estado contra los golpes. Yo creo que un pas civilizado resuelve sus problemas, no a garrotazos o a cao-nazos, sino con razonamiento, con estrate-gia poltica, con discurso poltico. Si un grupo de militares quieren to-mar el poder, guinden el uniforme. Porque los militares tienen armas que no son de ellos, son de los venezolanos, de todos los ciudadanos. Y nosotros pagamos nues-tros impuestos para que esas armas se usen en la defensa de la soberana popular, pero no para quitar y poner gobier-nos. En los pases civili-zados hace mucho tiem-po que dejaron esa mala costumbre.

    Manifest que el gran problema que ha tenido Venezuela es el militarismo. Mencion que a partir de 1830, el general Jos Antonio Pez asu-mi la Presidencia, seguido por una larga lista de militares como Carlos Soublette, los hermanos Monagas, Juan Crisstomo Falcn, Antonio Guzmn Blanco, Joa-qun Crespo, Cipriano Castro, Juan Vi-cente Gmez, Eleazar Lpez, Isaas Me-dina, Marcos Prez Jimnez y Wolfgang Larrazbal.

    REPUDIO

    En su opinin, el 4 de febrero hubo un sentimiento unnime de repudio al golpe. El Congreso se reuni y unnimemente repudi el golpe, todas las fuerzas polti-cas, hasta que habl el senador Caldera, cuyo discurso formalmente ledo es una condena al golpe, pero le sac provecho di-ciendo que a un pueblo que tiene hambre no se le puede pedir que se inmole en la defensa de la democracia. Siendo uno de

    los padres del Puntofijismo, como que vea con simpata la accin insurreccional. Y eso quebr la unanimidad del Congreso por alguien que ya haba hablado contra el golpe y despus que oy a Caldera habl a favor del golpe, que fue el diputado Aris-tbulo Istriz.

    Reiter que no hay razn que justifique utilizar las armas de la Repblica para cambiar el gobierno; las armas de la Re-pblica son para defender la soberana nacional.

    FACTORES

    Fernndez recuerda que en 1992 haba muchos problemas en el pas. A su jui-cio, el ms significativo fue el descenso de manera abrupta del precio el barril de petrleo. Por tal razn, comenz a elimi-narse el financiamiento a los programas sociales: La gente comenz a sentirse muy mal.

    Ya en 1987 Fernndez mencion que exista una pentacrisis. En el rea de la

    poltica, las cpulas par-tidistas tenan secues-trado el poder poltico.

    Exista una crisis eco-nmica por la dependen-cia del petrleo; una cri-sis social por la pobreza extrema; crisis cultural porque los venezolanos estaban acostumbrados al populismo, y tica por la gran corrupcin.

    Refiri adems que a CAP le pasaron una fac-tura poltica: Uno de los hombres que ms influ-y para sacar a Prez del poder fue Arturo Uslar Pietri, quien era el lder del grupo de Los Nota-

    bles. Uslar tena una cuenta pendiente que quera cobrarla antes de morirse. l pudo haber sido presidente en 1945, pero los adecos se aliaron con los militares, dieron el golpe del 18 de octubre, Uslar se fue al exilio y nunca pudo ser Presidente.

    Dijo que a pesar de que haba sido em-bajador de Prez en la Unesco durante su primer mandato, fue un personaje adver-so a CAP.

    Mencion que tambin Ramn Escobar Salom, quien fue destituido de la Canci-llera en la dcada del 70 por CAP, haba quedado envenenado y lo nombran fis-cal, y el fiscal es el funcionario que tiene en sus manos enjuiciar al Presidente de la Repblica.

    Coment que tambin estaban las as-piraciones de Caldera de regresar a la Presidencia y eso lo colocaba en una si-tuacin de tratar de aprovechar la crisis para surgir como una eventual solucin al problema.

    El 4-F Eduardo Fernndez rechaz por Venevisin la rebelin militar

    Si un grupo de militares quieren tomar el poder, guinden el uniformeEl dirigente opositor sostuvo que un pas civilizado resuelve

    sus problemas, no a garrotazos o a caonazos, sino con

    razonamiento, con estrategia poltica, con discurso poltico

    No hubo relevo generacional

    Eduardo Fernndez considera que la reeleccin de Carlos An-drs Prez en 1988 impidi el re-levo generacional que a lo mejor hubiese contribuido a oxigenar el sistema poltico. Prez se empe en volver a ser presidente y creo que no estaba en condiciones de hacer los cambios que el pas es-taba reclamando, y que podran haber evitado el 4 de febrero.

  • Domingo 3 de Febrero de 2013 7E D I C I N E S P E C I A L

    El jefe de la Casa Militar en 1992

    asegur que la revuelta de hace

    21 aos fue la consecuencia

    de una serie de errores polticos

    T/ Janet Queffelec Padrn

    F/ Miguel Romero

    Caracas

    En 1992 el contralmirante Ivn Carrat

    Molina era el jefe de la Casa Militar y

    le correspondi, ese 4 de febrero, sacar

    al expresidente Carlos Andrs Prez del

    Palacio de Miraflores, que era atacado por

    los militares sublevados, y llevarlo a Vene-

    visin para que enviara un mensaje al pas.Para este militar, que se gradu en la Es-

    cuela Naval en 1965, la revuelta de hace 21 aos tuvo su origen en la dcada de 1970 y

    fue la consecuencia de una serie de errores

    polticos.

    La conspiracin comenz a raz de la

    poltica de pacificacin de Rafael Caldera

    en 1972. En su Gobierno se intervino la Uni-

    versidad Central de Venezuela y la Escuela

    Tcnica Venezuela que funcionaba en Los

    Chaguaramos. Fue cerrada la universidad

    por un largo periodo de tiempo.

    Esos muchachos excedentes digo exce-

    dentes porque quedaron sin escuela, sin

    universidad, ms los radicales de enton-

    ces, no tenan dnde estudiar, dnde cul-

    minar sus estudios. Fue entonces cuando

    se crea la Universidad Simn Bolvar y la

    Metropolitana. No todos podan entrar a

    la Simn Bolvar y por una decisin del

    Gobierno, en concordancia con el Alto

    Mando Militar, metieron a esos mucha-

    chos en las Fuerzas Armadas. Ese fue el

    primer error porque las Fuerzas Arma-

    das no son una solucin social en ningn

    pas, seala.

    Dijo que, debido a la turbulencia poltica

    que exista en el pas, haba que ubicarlos

    acadmicamente para distraerlos.

    Segn Carrat Molina, en ese momento

    comenz la penetracin de la Fuerza Ar-

    mada por parte de personas ligadas a las

    guerrillas.

    CORRIENTE SUBTERRNEA

    Seala que mientras Hugo Chvez estuvo

    en la Escuela Militar se puso en contacto

    con radicales de izquierda que estudiaban

    en la Universidad de Los Andes, por inter-

    medio de su hermano Adn Chvez.

    En 1978 indic que Chvez fue nombra-

    do oficial de planta en la Academia Mili-

    tar: De 1978 a 1990 todos los cadetes de

    la Academia Militar de Venezuela fueron

    sometidos a un proceso de ideologizacin.

    Algunos directores de la Academia y al-

    gunos oficiales de planta saban lo que es-

    taba ocurriendo, pero hicieron silencio por

    complicidades o por simpatas contra AD y

    contra Copei porque en Venezuela en aquel

    entonces haba una reaccin civil indepen-

    diente de polticos de izquierda contra los

    adecos y contra los copeyanos que todava

    est presente en el discurso poltico, eso no

    ha cesado.

    Segn su anlisis, comenz la catequi-

    zacin en la Academia Militar hacia los me-

    jores de cada promocin porque en el Ejr-

    cito venezolano los mejores cadetes siguen

    siendo los primeros de promocin en toda

    su carrera, son como un grupo selecto que

    es protegido, ayudado y proyectado.

    Refiri que en esa poca comenzaron los

    problemas internos en el Ejrcito por in-

    disciplina y por una salida demaggica

    convierten a las escuelas militares en uni-

    versidades entre 1983 y 1984. Se desvi la

    formacin profesional, que es bsicamen-

    te tecnologa militar; la institucin como

    estructura de defensa del Estado se desvi

    a ser una universidad abierta liberal y los

    oficiales fueron a estudiar all.

    Segn Carrat, fue as como se acrecen-

    t la penetracin ideolgica e institucional,

    eso era como una corriente subterrnea

    que iba rodando en el corazn de la institu-

    cin militar.

    Paralelamente, cont que lderes de la

    guerrilla cambiaron de filosofa poltica y

    se plegaron a la pacificacin, comenzaron

    la carrera poltica sin dejar de conspirar,

    siempre conspiraron hasta 1992.

    MALESTAR SOCIAL

    Relata que, con el viernes negro de 1983,

    se deterior la calidad de vida de las vene-

    zolanas y los venezolanos y se acrecenta-

    ron los problemas sociales. Dijo que en esa

    dcada se abrieron las puertas en el medio

    militar y comenz a entrar ms gente; mu-

    chos nos preguntbamos para qu tantos

    oficiales; no haba control de los oficiales ni

    de las unidades militares.

    Coment que la sociedad comenz a re-

    chazar las polticas econmicas y se inici,

    segn su opinin, un proceso erosivo de la

    democracia: Los polticos, los militares,

    las cabezas ms importantes de Venezuela

    comienzan a buscar salidas diferentes. La

    Fuerza Armada no escap a esto y comen-

    zaron los problemas internos.

    Mencion que posteriormente, en 1988,

    el presidente para ese momento, Jaime Lu-

    sinchi, cometi el a su juicio error de sa-

    turar la estructura militar. Recuerda que

    ascendi a 18 generales de divisin, 19 del

    Ejrcito, 19 de la Guardia, 7 de la Fuerza A-

    rea y 12 de la Marina. No haba cargo para

    esa gente; fue una medida demaggica para

    buscar el bienestar militar porque se saba

    que all haba algo, era una piedrita en el

    zapato que estaba rompiendo la media.

    Carrat refiere que la tensin social du-

    rante la presidencia de Carlos Andrs P-

    rez era muy grande y que fue alimentada

    por algunos medios de comunicacin que

    se dedicaban a atacar al gobierno.

    El objetivo, dijo, era que Prez cayera,

    pero no cae; se caen las estructuras insti-

    tucionales porque el pueblo comenz a des-

    confiar de las instituciones; comenzaron

    los rumores y los llamados a golpe.

    Seal que tambin haba malestar en el

    sector militar porque la calidad de vida de

    muchos oficiales dejaba mucho que desear.

    Manifest que las intrigas alrededor de

    CAP eran constantes: Eso era un desastre.

    A pesar de que Prez haba sido advertido

    de conspiraciones en las Fuerza Armadas e

    incluso llegaron a sus manos numerosos in-

    formes, no les prest atencin.

    Dijo que las confabulaciones procedan

    incluso de personajes ilustres como Arturo

    Uslar Pietri, quien tena una factura pen-

    diente con los adecos desde 1945, cuando de-

    rrocaron a Isaas Medina Angarita, y tuvo

    que salir del pas.

    Resalt que la tensin social durante la presidencia de CAP era muy grande

    Ivn Carrat Molina: La conspiracincomenz a fraguarse en 1972

    Eran dos sublevaciones

    Ivn Carrat Molina asegur que en 1992 existan dos conspi-raciones. Una que era comanda-da por Hugo Chvez y otra por el ministro de la Defensa, Fernan-do Ochoa Antich, que segn su versin se haba asociado con el mundo poltico y empresarial que se opona a CAP.

    Fernando Ochoa Antich

    Ministro de la Defensa

    El pas no puede ver esto

    como si hubiera ocurrido un

    show militar; ha sucedido

    una tragedia en Venezuela,

    una parte importante de

    sus Fuerzas Armadas ha

    entrado en rebelin, y gracias

    a haber logrado manejar

    un equilibrio importante y

    una serenidad suficiente,

    esa insubordinacin, esa

    insurreccin no estuvo

    rodeada verdaderamente

    de una tragedia

    (Febrero de 1992)

  • Domingo 3 de Febrero de 20138E D I C I N E S P E C I A L

    T/ Nancy Mastronardi

    F/ Hctor Lozano

    Caracas

    Hoy es el da y la hora. Eso fue lo que le dijeron el 3 de febrero de 1992

    al entonces capitn de la Brigada

    Blindada de Valencia (Carabobo), Wilmer

    Barrientos, actualmente mayor general y

    jefe del Comando Estratgico Operacional

    de la Fuerza Armada Nacional Bolivaria-

    na (Ceofanb). Al escuchar esas palabras,

    un fro recorri todo su cuerpo, pero jams

    sinti temor ante aquel reto: Nunca pensa-

    mos en la muerte.

    As lo record el jefe del Ceofanb duran-

    te una entrevista con el Correo del Orino-

    co y el diario hermano Ciudad Caracas.

    Desde su despacho, mencion algunos de-

    talles sobre su participacin en la rebelin

    Todos queramos ser como Chvez, afirm

    Wilmer Barrientos: El 4-F era inevitablepara despertar la conciencia del puebloEl jefe del Comando Estratgico Operacional afirm

    que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de hoy

    sali de los cuarteles y fue a encontrarse con el pueblo

    militar del 4 de Febrero de 1992, liderada

    por el ahora presidente de la Repblica,

    Hugo Chvez.

    Era inevitable el 4 de Febrero de 1992

    para despertar al pueblo de una realidad

    en la que viva, para que mirara el futuro,

    sentenci el mayor general del Ceofanb.

    NACI EN LA ACADEMIA

    Como participante del 4 de Febrero,

    cundo y dnde naci la rebelin mi-

    litar?

    El 4 de Febrero naci en la Academia Mi-

    litar. Bueno, all naci el Movimiento MBR

    200 y el 4 de Febrero naci a lo largo del cami-

    no, de las discusiones que se iban dando, de

    lo que el comandante (Hugo Chvez) les deca

    a los capitanes para hacerlos tomar concien-

    cia; tambin haba tenientes y mayores.

    El comandante Chvez comenz a captar

    a algunos oficiales y luego comenz a prepa-

    rarlos, porque no todo el mundo tena una

    preparacin poltica, ni una visin histri-

    ca, indic. En ese camino de preparacin,

    a lo mejor en su mente ya estaba el 4-F, pero

    no estaba en la de todos los oficiales que

    comenzaron a formar el movimiento MBR-

    200, mencion Barrientos.

    Por qu surgi el MBR-200?

    Ese movimiento bolivariano naci por la

    incomodidad que exista dentro de las Fuer-

    zas Armadas, por la indisciplina de algu-

    nos oficiales, por la falta de operatividad; el

    adiestramiento ya no era lo ms importante,

    los oficiales ya no estudibamos la historia.

    No se estudiaba la guerra en profundidad,

    entonces, se estaba perdiendo la esencia del

    arte militar.

    Dijo que en esos tiempos las Fuerzas Ar-

    madas (hoy Fuerza Armada Nacional Bo-

    livariana) solamente se preparaba para el

    desfile: El desfile es necesario, porque a ve-

    ces es una muestra de todo el adiestramien-

    to, pero de verdad esos desfiles no transmi-

    tan lo que suceda realmente dentro del

    organismo militar.

    Barrientos expres que el oficial no se

    preparaba en su oficio que era la defensa de

    la ciudadana, sino que bamos all, no le

    dbamos importancia a eso.

    HUGO CHVEZ: LA SEMILLA

    Cmo surgi la inquietud de un

    cambio dentro de la Academia Militar

    de Venezuela?

    Cuando yo llegu a la academia, el ase-

    sor de pelotn era el teniente Hugo Rafael

    Chvez Fras, y despus, a los das, l como

    que sali de la academia y a los aos volvi.

    Ya cuando nosotros nos estbamos gra-

    duando, Chvez volvi como capitn.

    Coment que al regresar, Chvez conti-

    nu con la misin de captar hombres para

    el movimiento bolivariano. Recuerdo que

    cuando yo estaba en la academia a m nun-

    ca me tocaron para eso, pero uno admiraba

    a Hugo Chvez, todos queramos ser como

    Chvez, que era un hombre impecable, con

    sus botas extremadamente pulidas, su uni-

    forme era impecable; pero adems, cada vez

    que Chvez hablaba con uno siempre habla-

    ba de la historia, destac Barrientos.

    El comandante del Ceofanb indic que

    las sanciones que el lder daba en ese en-

    tonces a los oficiales eran ms bien un pro-

    ceso de aprendizaje de la historia, no eran

    los castigos clsicos.

    Barrientos supo que se estaba formando

    un movimiento para la transformacin del

    pas desde el organismo militar a travs de

    un amigo, que era del sexto de la cuarta,

    el cadete de primer ao Jess Alberto Agui-

    larte Gmez, que fue mi compaero de pri-

    sin en el Cuartel San Carlos (por el 4-F).

    Cuando le hablaron a Barrientos sobre

    una posible rebelin, l nunca dud: Yo

    me senta inconforme, yo vea que haba un

    grupo de privilegiados dentro de las Fuer-

    zas Armadas, yo vea que los hijos de Ma-

    ra no ramos tomados en cuenta aunque

    furamos brillantes.

    Cunto tiempo estuvo usted en la

    crcel por la rebelin del 4-F?

    All yo dur 2 aos, 3 meses, 16 das y 14

    horas. En ese cuarto muri Castro Len.

    Recuerdo que llevamos un hornito, porque

    tenamos miedo porque nos haban contado

    cmo muri Castro Len, que era lo que se

    deca: que le iban poniendo vidrio o arsnico

    en la comida. Nosotros decamos que no nos

    iba a pasar lo mismo y cocinbamos ah.

    UNA REALIDAD, UN SOLO PUEBLO

    Cmo evaluaban ustedes la situa-

    cin fuera de las paredes militares,

    cmo observaban la realidad del pas?

    El tema de lo que suceda en la Fuerza

    Armada dej de ser relevante y comenz a

    tomar importancia la condicin del pas;

    ya el Comandante comenz a hablar de las

    condiciones del pas, de cmo despilfarra-

    ban (dinero).

    Despus del ao 1989, despus de El

    Caracazo y la rebelin del pueblo contra

    las prcticas neoliberales del Gobierno

    de esos aos liderado por Carlos Andrs

    Prez (Accin Democrtica), el MBR-200

    se fortaleci, porque ese hecho afect la

    moral de la Fuerza Armada, porque sali

    y vio tantos muertos y se dijo que esa no

    era la Fuerza Armada. Nosotros tambin

    somos pueblo.

    Enfatiz que todo lo que suceda a lo in-

    terno del cuerpo castrense era un reflejo

    de lo que ocurra en la sociedad: La so-

    ciedad vena deteriorndose, se vena de-

    teriorando en lo social, en lo cultural, en

    lo poltico, bueno, a la Fuerza Armada le

    suceda lo mismo.

    Se reunan para hablar de esos te-

    mas, de lo que suceda en el pas?

    Claro, afuera s conversbamos, haba

    reuniones que tenan un compartimiento,

    no todo el mundo al mismo tiempo, y no todo

    el mundo saba quines se reunan aqu o

    quines se reunan all.

  • Domingo 3 de Febrero de 2013 9E D I C I N E S P E C I A L

    Record Barrientos que la rebelin mili-tar contra Carlos Andrs Prez y su gobier-no estaba planificada para el 17 de diciem-bre de 1991. Sin embargo, las condiciones que se requeran no se cumplieron y el plan se abort:

    Un da estbamos en el cuartel (en Valen-

    cia), eran las 9:00 am, estaba yo en ejercicio de tiro con la primera batera de combate del Grupo de Artillera Jacinto Lara y lleg el teniente Celso Enrique Canelones Guevara, que era del Batalln Nicols Briceo, del que

    era el comandante para aquella poca mi co-

    mandante Hugo Chvez.

    Y pas: Llega la informacin el 3, hoy es el da y la hora, ese era el mensaje, hoy es el da y la hora me dijo Canelones Guevara, pero no es que te lo decan por telfono, sino que te lo decan personalmente.Qu sinti usted cuando le dijeron

    hoy es el da y la hora? Cul era su

    responsabilidad?

    Bueno, por una parte me corri un fro total en el cuerpo porque bamos a lo inespe-rado, pero no dudamos en ningn momento de recoger la cuestin y preparar a la tropa.

    He reflexionado mucho sobre la muerte, pero nunca pensamos en la muerte, seal. ramos seres humanos que tenamos cla-ro lo que bamos a hacer, a m no me traje-ron engaado y la tropa ma no la llevamos engaada, expres.

    La responsabilidad de Barrientos ese da era controlar Valencia junto con otros cua-tro capitanes.Aquellos oficiales que no se plega-

    ron al movimiento del 4-F, qu decan?

    Por qu decidieron no sumarse a la

    rebelin?

    No, fjate, todos se plegaron, excepto un subteniente, un seor que, en la maa-na del 4, se le dio la orden de que fuera con 20 soldados a tomar el arco de Carabobo y se raj; entonces yo decid meterlo preso en su habitacin.

    Para esa accin, Wilmer Barrientos de-sign a la teniente Marisol Tern, quien

    fue al arco de Carabobo y 25 minutos des-pus me llam y me dijo: Mi capitn, est controlada la situacin.

    UNA REBELIN INEVITABLE

    Era necesario el 4-F de 1992?

    Yo no creo que era necesario, yo creo que era inevitable. Era inevitable, era un momento histrico. Todas las situaciones se fueron confabulando para que ese fuera el momento ideal.Por qu era inevitable? Para qu

    era necesaria una rebelin?

    Imagnate t que no se hubiera dado ese grito del 4 de Febrero. Qu sera de Venezuela hoy en da? Cundo los ve-

    nezolanos hubieran despertado como

    despertaron ese da? Yo creo que fue ne-cesario para despertar al pueblo de una realidad que viva para que pudiera mi-rar hacia el futuro.

    Hoy nos critican, pero todos estamos construyendo un pas, y construir algo sobre una ruina de poca moral y de poca tica, cunto tiempo cuesta? Ah claro,

    hay un grupo aqu que no quiere hablar

    de eso, expres Barrientos.

    Mencion el comandante del Ceofanb

    que el 4 de febrero era necesario para po-

    ner fin a los privilegios que tenan unos

    pocos y para darles bienestar a los ms

    humildes, a los desposedos de siempre.

    Barrientos resalt que la mayora de los

    oficiales que participaron el 4 de Febrero de

    1992 eran de sectores humildes, pero ade-

    ms estbamos en los primeros lugares den-

    tro de la Fuerza Armada, ramos buenos

    oficiales, Chvez no busc bates quebrados,

    Chvez busc gente que tuviera capacidad

    intelectual, que fueran bien disciplinados

    y que sintieran en lo profundo del corazn

    cuando l les hablaba de la patria.

    LA FANB EN LA CALLE

    Estamos haciendo un esfuerzo por

    arrancar a los jvenes que ingresan al

    organismo del virus del capitalismo, del

    virus de la transculturizacin que nos si-

    guen sembrado a diario algunos medios de

    comunicacin, asever.

    La Fuerza Armada de hoy se sali de los

    cuarteles y se fue ahora a buscar al pueblo,

    sentenci Barrientos. Manifest que la rela-

    cin con el pueblo es importante, as como

    lo es generar una gran sensibilidad social

    dentro de la Fuerza Armada, agreg.

    Se alcanz el objetivo soado por

    los integrantes del movimiento boliva-

    riano, por los que participaron en la

    rebelin?

    Hay que contestar desde all de la poca

    de Bolvar. Simn Bolvar vino a hacernos

    independientes, pero dej la tarea inconclu-

    sa. Chvez ha querido continuar la tarea del

    Libertador. Hemos rescatado, despus de 200

    aos, la independencia. Pero creo que a la Ve-

    nezuela bonita que todos soamos todava le

    falta mucho, apenas estamos en el comienzo.

    A algunos les parece que 10 aos es mu-

    cho, pero 10 aos de historia para un pas

    no es nada, y yo creo que en 10 aos hemos

    avanzado, sobre todo nuestro comandante

    (Hugo Chvez) ha hecho un trabajo poltico

    extraordinario, expres.

    Barrientos indic que uno de los objetivos

    alcanzados el 4-F fue el despertar del pue-

    blo, y no lo van a dormir, creo que no se

    ha dormido todava, aqu hay pueblo para

    rato, con mucha conciencia, y ah lo vemos,

    no est el lder porque est en un proceso de

    recuperacin, pero ah est el pueblo, ocu-

    pando los espacios, manifest.

    Qu pas despus del 4 de Febrero de

    1992? Qu aprendi en la crcel?

    Yo tena el grado de capitn: era mucha-

    cho, fogoso, atrevido. Recuerdo que Chvez

    habl del por ahora como a la 1:00 pm, y no-

    sotros decamos: no, y por qu nos vamos

    a entregar? Tenamos la brigada blindada,

    tenamos todo controlado en Valencia, no

    nos queramos entregar. Pero entonces co-

    menz un proceso de negociacin con el ge-

    neral de brigada (Fernando) Ochoa Antich,

    ministro de la Defensa para ese ao.

    A las 3:00 pm, los cinco capitanes de

    Valencia nos metimos en lo que era el co-

    mando del general y decidimos entregar el

    cuartel, pero eso fue despus de una larga

    conversacin con el ministro de la Defensa

    Ochoa Antich, record.

    Despus de estar preso, qu respon-

    sabilidades le toc asumir?

    Comenc a recorrer un laberinto. Recuer-

    do que me asignaron al grupo de artillera

    Ayacucho, en Charallave, y el comandante

    me dijo que como yo era el comandante de

    operaciones tena que recibir todos los pol-

    vorines, donde estaban las granadas.

    Despus vienen las elecciones, cuando

    gan Rafael Caldera (Convergencia), y pre-

    par el Plan Repblica para esa oportuni-

    Casa Militar, Pdvsa,

    Unefa y el Ceofanb

    Durante el Gobierno del presi-dente Hugo Chvez Fras, el ma-yor general Wilmer Barrientos, jefe del Comando Estratgico Operacional (Ceofanb) y coman-dante del Plan Repblica, ha ocu-pado diversos cargos.

    En el ao 2000 fue oficial del personal de Casa Militar, lue-go fue subjefe y lleg a ser jefe encargado de la Casa Militar del Mandatario Nacional.

    A finales del ao 2002 asumi la responsabilidad de la seguridad de Petrleos de Venezuela, cargo que ejerci hasta el ao 2007.

    Tambin fue director de Inte-ligencia de la Milicia Bolivariana de Venezuela y en el ao 2008 fue designado por el Jefe del Estado como rector de la Universidad Nacional Experimental de la Fuer-za Armada.

    En el ao 2010 asumi, por r-denes de Chvez, la contralora de la FANB y en julio de 2012 fue nombrado jefe del Comando Es-tratgico Operacional, cargo que ejerce actualmente.

    dad, mencion Barrientos. Despus de la

    exposicin del operativo, el comandante del

    Ceofanb fue retirado de esa divisin por ser

    un militar golpista.

    Coment que no duraba en sus responsa-

    bilidades ms de dos meses, ya que conti-

    nuamente lo cambiaban. Seal que los mi-

    litares que participaron en la rebelin eran

    vistos, dentro de la Fuerza Armada, con re-

    celo. Cuando llegamos a los cuarteles algu-

    nos nos miraban con recelo, nos llegaron a

    llamar los mimosn, los ositos de peluche,

    y entonces no nos daban cargos claves.

    Barrientos fue uno de los oficiales que

    particip en la rebelin del 4 de Febrero de

    1992 y que no recibi la baja, sino que sigui

    su carrera como militar. Sali de la crcel el

    19 de marzo del ao 1994.

    PEQUEOS HROES

    El hoy comandante del Ceofanb asegur

    que al entregarse no se senta derrotado,

    ms bien se senta importante, integrante

    de un movimiento que se form para sal-

    var al pueblo.

    T sabes qu nos emocionaba? Que

    veamos a nuestros soldados que no queran

    que nos furamos. Cuando llegamos al mi-

    nisterio nos dieron caf, no nos sentamos

    derrotados. Nos dimos cuenta de que est-

    bamos presos cuando nos metieron en una

    perrera (patrulla) y nos llevaron al Cuar-

    tel San Carlos, cuando llegamos y abrieron

    la reja, y vimos aquello feo, sucio, oscuro, y

    aquello estaba full, no haba donde dormir,

    camas sin colchones. Pero a todo el que lle-

    gaba lo iban aplaudiendo, entonces nos sen-

    tamos eufricos, cont Barrientos.

    Destac que con la primera visita se sin-

    tieron ms eufricos porque los familiares,

    al ver a los rebeldes, comenzaron a aplau-

    dirlos, nos hacan sentir como unos peque-

    os hroes, esa es la verdad.

    Indic que la gente los felicitaba porque

    calaron en el pueblo, era una necesidad, el

    pueblo, en su subconsciente, peda a gritos a

    alguien que lo ayudara a despertar, por de-

    cirlo de alguna forma.

    EN CONTINUA EBULLICIN

    Pido a todos los compaeros de la Fuerza

    Armada que cada da seamos mejores, sea-

    mos un modelo no solamente a lo interno,

    sino para la poblacin, para el pueblo, que

    seamos ms honestos, ms transparentes,

    ms conocedores de la historia, que donde

    vayamos sembremos valores ticos, mora-

    les, expres.

    Despus del 4-F, la sociedad venezolana

    contina en ebullicin, enfatiz Barrien-

    tos. Es una sociedad que hierve, y eso es

    bueno porque va a labrar el propio camino

    del pas. Terminarn algunos convencin-

    dose de que han sido utilizados para ir en

    contra de la patria.

    El verdadero patriotismo se sigue cons-

    truyendo, asegur. Destac que es en estos

    tiempos cuando las venezolanas y los vene-

    zolanos han aprendido a considerar el valor

    que tienen los smbolos patrios, que antes

    no eran tomados en cuenta.

    Hoy, Hugo Rafael Chvez Fras ha he-

    cho entender el valor de la Bandera Nacio-

    nal, Hugo Chvez Fras ha hecho entender

    el verdadero significado de nuestro himno

    nacional, ha hecho entender por qu tene-

    mos que conocer nuestra historia y nues-

    tra geografa, por qu debemos volver a la

    lectura, sentenci.

  • Domingo 3 de Febrero de 201310E D I C I N E S P E C I A L

    T/ Alex Carmona

    F/ Miguel Romero

    Caracas

    Despus de 21 aos de la rebelin mili-tar del 4 de Febrero de 1992, varios de sus protagonistas han tenido tiempo

    para reflexionar y analizar lo que sembra-ron en ese momento.

    Ronald Blanco La Cruz fue uno de los que se embraguet con valenta y asumi el compromiso con el grupo de militares re-volucionarios.

    Con el tiempo, Blanco La Cruz echa un vistazo al pasado y sostiene que la Revolu-cin Bolivariana se debe en gran parte a esa reaccin militar y civil, la cual termin de nacer inspirada en el Caracazo del 27 de fe-brero de 1989, en el que murieron cientos de personas inocentes. Sin embargo, el ahora Vicerrector de Asuntos Sociales y Partici-pacin Ciudadana de la Unefa reconoce que todava quedan por lograr muchas cosas de las que se plantearon.

    Blanco La Cruz habla con mucha calma. Describe y recuerda aquel da cuando se prepar para morir, sobre todo cuando una bala partida le impact en la frente.

    Pens que haba muerto; de hecho, los nervios hicieron que sintiera todo lo que puede vivir una persona cuando se est muriendo, recalc en su dilogo con el Correo del Orinoco.

    Ronald Blanco piensa que tuvo sentido el sacrificio que hizo en una etapa que para l vali la pena vivir, aun cuando resta mu-cho por hacer.

    Ronald Blanco La Cruz: El 4-F se convirti en una victoria poltica

    Gracias a la rebelin de 1992

    hay un nuevo pacto socialQuien hoy es una de las autoridades de la Unefa fue protagonista de la insurreccin que cambi la historia del pas. Le correspondi tomar el Palacio de Miraflores y, segn sus propias palabras, se prepar para morir. A 21 aos de distancia, sostiene que en ese momento no quedaba otro camino que el uso de las armas

    La lucha contra la corrupcin debe ser mayor, ya que esta Revolucin hered los vicios de la Cuarta Repblica. Todava hay mucha gente de esa poca en nuestros mo-vimientos y debemos crear una estrategia para crear conciencia. Eso es lo que nos fal-ta y por ello nosotros tambin luchamos ese 4-F, acoto.

    UNA REACCIN

    En este tiempo qu reflexin le que-

    da a usted sobre lo que dej el 4 de febre-

    ro de 1992?

    Si lo vemos desde el punto de vista de lo que vivimos ahora, podemos decir que en una sociedad en la cual se respeten los pactos sociales, como la de ahorita, no debe existir otro 4 de febrero. En ese mo-mento hubo una rebelin militar por la descomposicin poltica y social que exis-ta, y hechos tales como el uso de la violen-cia poltica el 27 de febrero de 1989. Todo eso gener una reaccin.Entonces est claro que el 4 de fe-

    brero es producto del 27 de febrero de

    1989?

    Indudablemente, porque en esa poca no haba respeto por las leyes. En ese momen-to fue un hecho de armas, porque debamos reaccionar a lo que estaba sucediendo.Cmo influy polticamente el 4 de

    Febrero en la sociedad?

    Bueno, te puedo decir que la tarjeta de AD y Copei desapareci como opcin po-ltica. Fjate que la oposicin tiene ahora otros nombres. Luego sali de nuestro lado el MVR y ahora el PSUV. Hay un Gobier-no que tiene 14 aos y un lder como Hugo Chvez. Hay un nuevo pacto social y una Constitucin nueva.Qu queran promover ustedes en

    ese momento?

    La lucha contra la corrupcin y un nue-vo modelo de participacin ciudadana.Lo han logrado?

    Las muestra de lo que est sucediendo es la respuesta. Si lo medimos desde el punto de vista nacional, vemos que venimos cons-truyendo ese nuevo modelo, aunque faltan muchas cosas por erradicar. Si lo vemos desde la ptica internacional, nos damos cuenta de que esta revolucin prcticamen-te revivi el socialismo en el mundo.En que se basa para decir eso?

    En aquellos aos cay la Unin Soviti-ca y muchas naciones aplicaron medidas neoliberales, como fue el caso de Argen-tina y Venezuela. Con el tiempo la situa-cin comenz a cambiar en Suramrica con la llegada de los distintos presidentes que estn ahora. En el mbito nacional est claro que el Gobierno ha atendido a las clases que antes no se vean, tales como 1,5 millones de personas que no sa-ban leer y escribir, as como las otras 300 mil personas que antes no tenan cupo en las universidades, por ejemplo. El Presi-dente empez a atender las necesidades

    del pueblo y por eso vamos construyendo la Revolucin.Y en cuanto a combatir la corrupcin?

    Para nada. Falta mucho. Ac quedaron personas de esa Cuarta Repblica que se aliaron a la Revolucin por conveniencia. Nos falta mucho para hacer una nueva tica socialista, ya que seguimos teniendo dificultades. Por eso yo siempre digo que to-dava nos faltan cosas por lograr de las que se plantearon hace 21 aosY logros en favor de la participacin

    ciudadana?

    Eso s lo estamos ganando. Todas las de-cisiones que toma el presidente Chvez son en favor de la poblacin. Basta con ver los programas sociales.

    LUCHA ENTRE LO VIEJO Y LO NUEVO

    Piensa que existe una lucha entre lo

    viejo y lo nuevo?

    Claro, hemos hecho mucho, pero toda-va tenemos que terminar con esa manera corrupta de pensar que heredamos de la Cuarta Repblica.Alguna vez pensaron que ese cam-

    bio que ustedes queran iba a llegar de

    esta manera?

    Para nada, lo que pasa es que en ese mo-mento se juntaron muchas cosas.Cmo cules?

    En 1984 se hizo una acuerdo entre va-rios sectores de la poblacin y el Gobierno de turno que al final no se cumpli. Eso su-puestamente aliviara un poco la crisis en los ms necesitados. Antes la participacin del pueblo era muy poca y los partidos pol-ticos no se daban cuenta de eso. Nos llama-ba la atencin el nivel de desmoralizacin que tena la sociedad.Qu le hace pensar de que ahora la

    participacin ciudadana es distinta?

    Las elecciones internas que est hacien-do el PSUV son una muestra de ello. El he-cho de que le den la oportunidad al pueblo para que pueda elegir a sus candidatos es algo muy bueno. Ah es donde cada persona sabe a quin apoyar y a quin no. Esa es una manera de hacer contralora social, debido a que tienen la oportunidad de premiar a quien les ha servido.

    LA ACCIN

    En qu momento ustedes entendie-

    ron que el camino no eran las armas?

    Cuando se dio el 4-F y nos dimos cuenta de que compatriotas que se comprometie-ron no salieron, sabamos que pasaba algo. Haban 15 unidades comprometidas, pero solo aparecieron 5 comandantes. Los de-ms no tenamos fuerzas. Ah comenzamos a pensar en lo que habamos hecho.Qu pensaron?

    En que no era fcil, sencillamente eso. Hubo incumplimiento por parte de muchas personas.En ese momento qu fue lo bueno

    que les qued?

    A la larga, esto se convirti en una victoria poltica. Aunque mucha gen-te no lo crea, hubo dignidad. El mismo gobernador del Zulia en ese momento, Oswaldo lvarez Paz, dijo que cuan-do Francisco Arias Crdenas tom la gobernacin lo trat con tranquilidad.Pese a que muchos politiqueros pedan muerte a los golpistas la gente saba que habamos intentado cambiar esto a raz de aquel 27 de febrero.

  • Domingo 3 de Febrero de 2013 11E D I C I N E S P E C I A L

    Cmo pensaban explicarles ustedes

    al pas que esa rebelin era justificada?

    Por medio de los sucesos que se esta-ban dando, tales como asesinatos de estu-diantes, el paquete econmico, el aumento de la gasolina. El pueblo tena mayor exi-gencia por parte de su Presidente y enci-ma de eso, cuando reaccion, empezaron a matar a un poco de gente. Ellos mataron a personas indefensas con la polica y las Fuerzas Armadas, y el mismo pueblo se dio cuenta de ello.

    Piensa usted que en el pas hicieron

    trmites para evitar ese 4-F?

    S los hicieron, pero el mismo Gobierno los incumpli. Eso fue lo que pas.

    Lo que entendemos es que en ese

    momento se justificaba la violencia?

    No quedaba otro camino que el uso de las armas, pese a que por esa va murieron muchas personas. A pesar de que en aquel contexto apelamos a eso, las revoluciones no son para matar personas; al contrario, son para dar vida.

    Cundo entendieron que deban

    buscar otras opciones?

    Cuando pas todo y vimos la receptivi-dad de la gente. Ah pensamos que poda-mos buscar el camino para que la ciudada-na participara y comenz la historia de la creacin del partido MVR, la postulacin de Chvez como candidato presidencial, su posterior triunfo, etc.

    EN LO HUMANO

    Blanco hace una pausa para comentar lo que sinti horas antes de salir a tomar el Palacio de Miraflores. La despedida de su esposa Guadalupe fue el ltimo paso en su

    proceso de preparacin para enfrentarse a

    la muerte.

    El militar dijo que pens seriamente en

    que no vera ms a su familia; sin embargo,

    eso no lo detuvo para cumplir con el objeti-

    vo planteado.

    Sinti miedo horas antes del 4F?

    Claro. Haba un compromiso gran-

    de, porque nosotros queramos cumplir

    con un objetivo con la menor cantidad

    de bajas posibles. La mayora de los

    muertos que hubo ese da eran nuestros

    mismos compaeros. Eso era una gran

    preocupacin, sobre todo cuando veas

    a compaeros muertos y heridos. La

    postracin nerviosa propia de una con-

    frontacin violenta. Esos das fueron de

    mucha presin.

    Cmo control los nervios?

    Yo me prepar para morir. Era como si

    ese da saba que mora. Viva en El Valle.

    Llegu a la casa, me ba, busqu un uni-

    forme nuevo. Me dije que iba a cumplir con

    esa misin y no saba si regresaba. Lo que

    bamos a hacer no era una reunin, ni una

    clase. Esto no era un ejercicio militar. Sal

    con varios de mis compaeros unos eran

    ms valientes que otros y hablbamos so-

    bre lo que nos vena.

    Dicen que las autoridades militares

    del Gobierno estaban alertadas de que

    lo haran. Es cierto?

    S, pero igual lo hicimos. Algunos me

    lo dijeron y les respond: yo igual voy a

    cumplir con lo que tengo encomendado.

    Enseguida me respondieron que eso era

    lo que queran escuchar. Ah jug mucho

    el mpetu de la juventud. Tenamos temor,

    preocupacin, pero responsabilidad. Ha-

    ban muchas cosas encontradas.

    Qu le dijo a su familia?

    Le dije a mi esposa Guadalupe que les di-

    jera a mis hijos que esto lo hice por amor a

    la patria. Nos vimos despus, pero era com-

    plicado explicarles a tus hijos una razn es-

    pecfica del porqu estabas en la crcel. Era

    una gran preocupacin.

    Estuvo a punto de morir?

    S, de hecho un pedazo de bala me roz

    la ceja izquierda.

    Cmo fue ese momento y cmo se

    salv?

    Realmente no fue un disparo, creo que

    fue un trozo de bala que se astill. Ese pe-

    dacito me golpe la parte superior de la ceja

    izquierda. Ah pens que me estaba mu-

    riendo. Se me vino a mi mente una especie

    de pelcula de mi vida y tena sangre en el

    rostro. Un compaero me dijo que me lava-

    ra la cara y en ese momento fue que ca en

    cuenta de que segua vivo.

    Sinti el impacto?

    S, fue como si me diesen un golpe en la

    cabeza, una pedrada. Vi como un chispazo

    de luz. Yo escuchaba cuando los compae-

    ros decan que me haban matado. Botaba

    Muchos nos apoyaron

    Como catalogara a la reac-cin del pueblo el 4F?Muchos nos apoyaron. Los

    que nos cuidaban en el cuartel San Carlos nos decan que afuera haba muchas personas que nos venan a ver. En esos das estba-mos cerca de Carnaval y cuando vimos los peridicos, en los cua-les se mostraban los disfraces de nosotros vestidos con el uni-forme militar, nos asombramos mucho.

    Cmo piensa que fue el comportamiento de quienes se opusieron a ustedes?Los del Gobierno nos conde-

    naron, obviamente, pero haba adecos y copeyanos que acepta-ron que el rumbo del pas no era el mejor. Nos decan que no es-taban de acuerdo con las armas, pero que reconocan que se haba perdido la tica. Despus de eso, a nosotros se nos sumaron mu-chas personas que eran de esos partidos.

    Segn su ptica qu hace falta por hacer ahora para que ese 4-F no se quede en el re-cuerdo?Luchar contra la corrupcin.

    En esta revolucin se infiltr mu-cha gente que son como las man-zanas podridas que daan a los dems. El comandante Chvez tiene grandes ideas, pero por personas como estas se pierde la esencia de esas ideas.

    Entonces la Revolucin no se ha terminado de cumplir?Se est cumpliendo, pero hace

    falta lograr que haya conciencia en todos los sectores. Es impo-sible revolucionar un pas con una juventud acostumbrada a la corrupcin y funcionarios que la hagan. Eso nos hace falta lograr-lo, y ese fue uno de los principios de ese grupo que luch el 4-F.

    sangre. En medio de los nervios que tena

    pensaba que tena trozos del cerebro en

    mis manos. En ese momento pensaba que

    estaba muerto y anmicamente mal. Pens

    en mi esposa e hijos.

    Cuando supo usted que haba que-

    dado vivo?

    Cuando me sacaron, me dijeron que me

    lavara la cara. Ah volv en m y me di cuen-

    ta de que no volaron los sesos, ni nada de eso.

    En ese momento los compaeros me dijeron

    que tena un roce en la ceja. Luego entendi-

    mos que era un pedacito de bala que me dio.

    En qu parte le toc combatir?

    En Miraflores. Estaba en uno de los tan-

    ques de guerra.

    Cundo se dieron cuenta que la mi-

    sin haba fracasado?

    Cuando nos entregamos. En ese momen-

    to no sabamos lo que haba sucedido con el

    comandante Chvez, pero ya en inteligen-

    cia militar vimos su mensaje. Ah nos sen-

    timos felices. Vimos el famoso por ahora,

    tan proftico y que abrira tantas posibili-

    dades que pensamos, en ese momento, que

    vendran otras.

  • Domingo 3 de Febrero de 201312E D I C I N E S P E C I A L

    T/ Alexander Escorche Caa

    F/ Hctor Lozano

    Caracas

    El envo de cartas annimas, que fue-ron entregadas por civiles revolucio-narios, fue una de las estrategias que

    aplicaron los militares insurgentes del 4 de febrero de 1992 para descifrar el compromi-so revolucionario de los oficiales activos de las entonces Fuerzas Armadas (FFAA, hoy Fuerza Armada Nacional Bolivariana).

    Rafael Uzctegui, actual secretario ge-

    neral de Patria Para Todos (PPT), se con-

    fes como parte del grupo de ciudadanas

    y ciudadanos comprometidos con el pro-

    ceso, que estaba encargado de esta labor.

    Para ese entonces, segn indic al Correo

    del Orinoco, era un integrante ms de La

    Causa Radical (LCR), pero vena de mili-

    tar en el Partido de la Revolucin Venezo-

    lana (PRV) y de haber participado en la

    guerrilla rural y urbana.

    Uzctegui asegur que las cartas

    eran elaboradas por el propio presiden-

    te Chvez, y por su camarada Francisco

    Arias Crdenas, actual gobernador del

    estado Zulia.

    Narr que ambos militares mantenan

    contacto con Pablo Medina, actual diri-

    gente del partido Movimiento Laborista,

    que para ese entonces era el secretario

    general de LCR; tambin con el ahora se-

    cretario general de la Unin de Naciones

    Suramericanas (Unasur), Al Rodrguez,

    quien era diputado y miembro de la direc-

    cin nacional de esta tolda poltica.

    Yo era una de las personas, que por dis-

    posicin de Al Rodrguez y Pablo Medina,

    que eran los que tenan el contacto con

    Chvez y Arias, buscaba mecanismos para

    que esas cartas llegaran a oficiales de las

    entonces Fuerzas Armadas, asegur.

    Uzctegui detall que las misivas no

    estaban identificadas, sino que eran fir-

    madas con una especie de seudnimo que

    se usaba para dirigirse a los dems mili-

    tares: Era una carta que haca un oficial

    bolivariano, pero no daba nombre.

    Las maniobras no convencionales para

    entregarla implicaba desde poner las car-

    tas en un correo cualquiera, evitando

    dejar huellas dactilares, hasta buscar la

    manera de que llegaran a las propias uni-

    dades militares, o a las casas de los oficia-

    les, precis.

    Aadi que los envos por correo podan

    hacerse desde oficinas de correspondencia

    ubicadas en el interior del pas, o incluso

    en el exterior. Entregarlas en las unidades

    militares, complement, ameritaba tener

    relacin interna con otros oficiales com-

    prometidos con el proceso.

    EVALUACIN

    Para descifrar el compromiso o la pro-

    pensin de los oficiales integrantes de las

    FFAA, oficiales que participaron en el

    juramento del Movimiento Bolivariano

    Revolucionario 200 (MBR200), cofundado

    por el presidente Chvez a principio de los

    aos 80, evaluaban la actitud de los milita-

    res que reciban las cartas.

    Si un militar estaba en una unidad mi-

    litar, y los oficiales que estaban compro-

    metidos no saban cul era su opinin, se

    le enviaba una de las cartas annimas y se

    observa cul era su reaccin, indic.

    Por ejemplo, continu, si le informaban

    al oficial de seguridad o a su superior, eso

    evitaba que lo contactaran despus, porque

    descifraba que era propenso a la delacin.

    En cambio, aadi, si simplemente se la

    guardaba y la ocultaba, quera decir que

    tena una actitud positiva, porque no de-

    lat, y se le manifestaba a otro oficial que

    estaba comprometido que lo contactara.

    De acuerdo con Uzctegui, este trabajo

    comenz casi dos aos antes de la rebelin

    del 27 de febrero de 1989, mejor conocida

    como El Caracazo. Aclar que no eran en-

    vos diarios ni muy seguidos, sino espor-

    dicos, los cuales podan efectuarse cada

    mes, o cada dos o tres meses.

    Confirm que esta actividad se empren-

    di hasta pocos das antes del 4 de Febre-

    ro, porque la estrategia fue descubierta,

    en vista de que una persona a la que se le

    dio la tarea de enviar ms cartas meti

    varias en el Correo de Carmelitas y llega-

    ron agrupadas.

    OTRAS TAREAS

    Esta no fue la nica participacin de Uz-

    ctegui en la insurreccin cvico-militar

    del 4 de Febrero de 1992. El dirigente re-

    volucionario asegura que tambin se en-

    carg de las relaciones polticas, contact

    a militares y busc casas para realizar

    actividades.

    Este trabajo, segn indic, lo comparti

    con otros compaeros que militaban en La

    Causa Radical, como Carlos Melo, quien

    hoy da milita en la oposicin venezolana,

    entre otras personas comprometidas.

    Por ejemplo, agreg, Vladimir Ruiz,

    que es un barins, compaero de infan-

    La operacin comenz dos aos antes de El Caracazo

    Con cartas annimas se descifr

    el compromiso revolucionario de los oficiales de las Fuerzas ArmadasLas misivas eran entregadas por civiles, y la actitud de los

    militares era evaluada por miembros del Movimiento Bolivariano

    Revolucionario 200 (MBR-200), cont el luchador Rafael Uzctegui

  • Domingo 3 de Febrero de 2013 13E D I C I N E S P E C I A L

    cia de Chvez, vincul al Presidente con Alfredo Maneiro y con LCR; en la reunin que coordin con Alfredo Ma-neiro, la cual se hizo en Maracay, en el apartamento donde viva Chvez, estuvo Pablo Medina.

    Destac el dirigente revolucionario que todos los contactos, tanto con los partidos como con los oficiales, se establecan por la va familiar, amistosa o militante. Ar-gument que Adn Chvez, actual gober-nador de Barinas, tena relacin con orga-nizaciones de izquierda, y tambin facilit que su hermano contactara a militantes revolucionarios de Venezuela.

    OPERACIN CANCELADA

    El propio 4 de Febrero Uzctegui iba

    a participar junto con otros militantes

    de La Causa Radical para ese entonces,

    como Francisco Durn, quien es vicepre-

    sidente Hidroven; Albert Revern y Vc-

    tor ngel Garca, entre otros, que en su mayora son militantes del Partido Socia-lista Unido de Venezuela (PSUV) en este momento.

    A la medianoche de ese da se mantu-vo con sus camaradas en la avenida Las Fuentes de El Paraso. Dijo que tambin le acompaaba Jacobo Torres, hoy dirigente de la Federacin Bolivariana de Trabaja-dores (FBT). Agreg que otro grupo haca lo propio en el 23 de Enero, donde estaba Juan Contreras, cofundador de la coor-dinadora Simn Bolvar; Freddy Parra, Alexis Vielma, Jos Guzmn (Cheo), entre otros.

    bamos a participar en la toma del Co-mando Regional 5 de la Guardia Nacional, con el grupo de militares que vena desde Maracay con el presidente Chvez, apun-t. Precis que lo haran con armas pro-pias que tenan para ese momento.

    No obstante, segn su versin, a ltima hora los oficiales rebeldes cancelaron la participacin del sector civil, en el caso de Caracas; todo lo contrario a lo que ocu-rri en Valencia, donde los que estaban al frente de la rebelin, como Luis Valderra-ma, s pudieron participar porque se los permitieron, indic.

    De acuerdo con Uzctegui, el presiden-te Chvez iba a recoger a Al Rodrguez en Tazn, pero se vino a Caracas por Los Teques. Pasada la 1:00 am del 4 de Febre-ro, Al Rodrguez lleg a la avenida Las Fuentes de El Paraso y confirm que la rebelin haba comenzado finalizando el da anterior, a las 11:00 pm, con enfren-tamientos alrededor del Palacio Blanco. En El Paraso se escuchaba la balace-ra, coment.

    Uzctegui dijo que los que estaban con l se fueron al apartamento de una militante que era pareja de Jacobo Torres. Albert Revern continu hacia el 23 de Enero, para informar a los que esperaban all que ya no bamos a participar, y yo me fui con Vctor ngel Garca y Al Rodrguez, al apartamento del ingeniero Abelardo Zulueta, un vinculado a LCR y a todo lo que estbamos haciendo, subray.

    Aadi: En la madrugada lleg Alber-to Quintero, que era parte del movimien-to, y ah presenciamos la locucin que el Presidente hizo desde el Ministerio de la Defensa.

    HORAS DESPUS

    Las personas que estaban en el aparta-mento del ingeniero Zulueta salieron a la calle a distintas horas, en el transcurso de la maana, segn Uzctegui. Yo sal con Pablo Medina, quien tambin estaba all, y aprovech para declarar por Noti-Rumbos, desde un telfono pblico que es-taba en Plaza Venezuela, precis.

    Continu: Pablo Medina habl con Te-resa Maniglia, hoy encargada de Prensa Presidencial, y le declar sobre el proceso que se iba a desencadenar; entre otras co-sas, de la suspensin de las garantas.

    Uzctegui argument que la suspensin de las garantas constitucionales era una salida clsica a la que se haba recurrido en todos los acontecimientos similares de la historia venezolana, que tuvieron que ver con levantamientos y golpes de Estado.

    Lo que hacan era suspender las ga-rantas, y as arremetan policialmente, acot.

    Record Uzctegui que ese da hubo un debate en el Parlamento, y tanto el expre-sidente Rafael Caldera, senador vitalicio para el momento, como La Causa Radical se opusieron a la suspensin de las garan-tas constitucionales.

    Como senador vitalicio, Caldera llam a una sesin extraordinaria y conjunta entre las dos cmaras: la de diputados y la de senadores, para considerar la suspen-sin de las garantas, indic.

    Aadi: Ah se catapultaron Caldera y Aristbulo Istriz (actual gobernador del estado Anzotegui), porque de alguna ma-nera le dieron una interpretacin distinta a lo que vena ocurriendo, apunt.

    Refiri que el expresidente Caldera se-al que lo que ocurra en el pas permiti que la rebelin ocurriera.

    Despus de esos acontecimientos, agre-g, yo me separ de Pablo Medina, y l se fue a ver con Jos Albornoz y Jos Lira.

    Concluy: En la tarde se dio todo el pro-ceso que ya conocemos: La sesin conjun-ta para aprobar o desaprobar la suspen-sin de garantas, y el famoso discurso de Rafael Caldera.

    Referencia bibliogrfica

    En el libro 50 aos de lucha revolucionaria. La vida de Rafael Uzctegui, el periodista venezola-no Alexis Rosas destaca la par-ticipacin del secretario general de Patria Para Todos (PPT) en los acontecimientos de El Caracazo, el 4F y el 27N (Pgina 94).

    Entre datos histricos, el tres veces Premio Nacional de Perio-dismo cuenta que los causae-rristas implicados en la rebelin militar estaban actuando en contra de la direccin nacional del partido que en una reunin previa realizada en Valencia, en noviembre del 91, haba deci-dido no participar en el golpe, porque este tipo de acciones atentaba contra la instituciona-lidad del pas.

    Precisa que los ms tenaces opositores al golpe eran Andrs Velsquez, Lucas Matheus, Te-llo Bentez y Jos Lira, el mismo cuarteto que, cinco aos des-pus, se encargara de dividir el partido, divisin de la cual surgi-ra Patria Para Todos.

    Con ms detalles, Rafael Uz-ctegui le cont a Alexis Rosas sobre la coordinacin del movi-miento representado por los ci-viles, que particip en los acon-tecimientos del 4 de Febrero, y el autor describe situaciones del momento:

    Un ambiente de duelo se res-piraba por todas partes. No obs-tante, muchos ciudadanos haban salido a las calles, esperando el desarrollo de los acontecimien-tos, preguntndose quines eran aquellos jvenes oficiales que se haban atrevido a alzar la voz de esa manera.

    El libro 50 aos de lucha revolu-cionaria. La vida de Rafael Uzcte-gui fue impreso en Caracas, en el ao 2009, por la Editorial Texto. A lo largo de 164 pginas narra la vida poltica completa de su pro-tagonista, partiendo de su niez y de acontecimientos relevantes de la historia venezolana, como el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Prez Jimnez, que lo fueron contagiando con la irreverencia de los luchadores de la poca.

    talo del Valle Alliegro

    Exministro de la Defensa

    No podemos seguir llamando

    a las conspiraciones.

    No podemos seguir jugando

    a motivar a las Fuerzas

    Armadas a tomar el poder

    por asalto porque eso

    no es beneficioso

    para nadie

    (Febrero de 1992)

  • Domingo 3 de Febrero de 201314E D I C I N E S P E C I A L

    Perseguidos de la Cuarta Repblica

    aseguran que los gobiernos

    del Puntofijismo fueron muy

    estpidos y brutos al albergar

    a los presos polticos en esta

    edificacin, porque desde ella

    se poda observar el Panten

    Nacional y tener siempre

    presente al Libertador

    T/ Alexander Escorche Caa

    F/ Hctor Lozano

    Caracas

    Cuando el presidente Chvez fue en-carcelado en el Cuartel San Carlos luego de la rebelin del 4 de febrero

    de 1992, una poblada iba a darle vivas to-dos los das.

    De acuerdo con Pal del Ro, presidente

    de la Fundacin Capitn de Navo Manuel

    Ponte Rodrguez (que est a cargo de la re-

    ferida edificacin militar colonial), desde

    que amaneca haba manifestaciones que

    los guardias nacionales no podan contro-

    lar, y por eso el Gobierno de la poca deci-

    di trasladarlo a la crcel de San Francis-

    co de Yare, en Miranda.

    Bien lejos, donde no lo pudieran ir a

    ver; y sin embargo, a Yare iba la gente a

    gritarle desde afuera, apunt.

    Del Ro refiri que las autoridades no

    podan tener al lder de la Revolucin Boli-

    variana en la capital, porque Caracas es

    una ciudad rebelde, una ciudad roja.

    Acot que el gran odio de expresidente

    Rmulo Betancourt, y de todos los adecos,

    era fundamentalmente contra Caracas,

    porque era una ciudad revolucionaria.

    Esa vaina potica de la ciudad de los

    techos rojos no es cierto. Rojos no eran los

    techos sino la gente, acot.

    PRISIN EMBLEMTICA

    Durante la Cuarta Repblica, el Cuartel

    San Carlos fue una prisin emblemtica

    en Venezuela, afirm Del Ro; esto, a pesar

    de que en esa poca hubo muchas crceles

    en el pas, y muchos lugares de reclusin

    para los presos polticos, como la crcel

    modelo de Caracas.

    A nosotros no nos mezclaban con la po-

    blacin comn, porque (a los gobernantes)

    les pareca que no era conveniente sino

    peligroso, en vista de que podamos darles

    instruccin poltica y los bamos a alzar;

    no hacia el delito sino hacia la liberacin,

    seal.

    Ciro Aparicio, miembro del secretaria-

    do de la Fundacin, destac que todos los

    Tendr su propia emisora de radio

    Bajo la administracin de la Fundacin Ca-pitn de Navo Manuel Ponte Rodrguez, el Cuartel San Carlos se utiliza como locacin para actos polticos, sociales y culturales.

    En el lugar se hizo un acto especial, con la presencia de la fiscal general, Luisa Orte-ga Daz, a propsito de la exhumacin de los cadveres de los asesinados en la masacre de Yumare, entre una serie de homenajes a cadas y cados de la lucha armada revolucio-naria.

    Tambin se hizo el acto fundacional del Par-tido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), al cual acudi el presidente de la Repblica, Hugo Chvez. Ese mismo ao, que se cumpli el 50 aniversario del 23 de Enero, la Asam-blea Nacional sesion en el patio central, y el orador de orden fue el excontralor Clodosbal-do Russian, ya fallecido.

    Aqu se hizo tambin el Primer Foro In-ternacional sobre Comisiones de la Verdad, Justicia, Memoria y Reparacin, para reforzar el anteproyecto de la fundacin y la exigencia de una Ley para Sancionar los Crmenes, Des-apariciones, Torturas y Otras Violaciones de los Derechos Humanos por Razones Polticas en el Periodo 1958-1998, que luego fue publi-cada en la Gaceta Oficial N 39.808, del 25 de noviembre de 2011, acot.

    Desde hace 27 meses las instalaciones del Cuartel San Carlos estn ocupadas por un grupo de damnificadas y damnificados.

    Con respecto a la recuperacin de esta edifi-cacin militar colonial, Pal del Ro indic que se ha hecho muy poco porque la Fundacin Capitn de Navo Manuel Ponte Rodrguez no tiene recursos. No somos un partido poltico sino una cuerda de viejos que nos pusimos de acuerdo en una idea, expres.

    Detall que se hizo un memorial, con una llama eterna, que tiene un mural en el que es-tn los nombres de ms de 1.300 cados en las luchas armadas, cuyas historias estn re-gistradas. No lo hemos podido terminar de instalar, seal

    Idulfo Rojas, vicepresidente de la funda-cin, aadi que en un ala del cuartel se hizo la Sala de los Hroes Latinoamericanos y del Caribe, pero no se ha podido inaugurar por la presencia de las familias damnificadas.

    Tiene una gigantografa de los hroes que tuvieron que ver con las convulsiones socia-les de los aos 60 en adelante; son fotografas de obras de artes de pintores reconocidos, describi.

    Un equipo tcnico de ingenieros y arquitec-tos, muchos de ellos compaeros de lucha, elaboraron un proyecto para la recuperacin del cuartel, que no se ha materializado por falta de tiempo y recursos.

    Anunci que muy pronto va a empezar a operar una emisora de radio comunitaria, con 500 vatios de potencia, que permiten cubrir toda Caracas. Por supuesto, con el control poltico-ideolgico nuestro, absolutamente comprometida con el proceso revolucionario y el presidente Chvez, apunt.

    De acuerdo con Idulfo Rojas, la radio podra iniciar operaciones en unos 15 das. Solo hay que acondicionar el transmisor, que llega en una o dos semanas, y enseguida entra en pe-riodo de prueba. La frecuencia ser 95.1 FM. Queremos que muestre las vivencias del cuar-tel. Se ha pensado hasta en hacer radionovelas sobre los presos de la poca, adelant.

    En el ao 1992 haba manifestaciones en sus alrededores desde el amanecer para apoyar al Comandante

    A Chvez lo sacaron del Cuartel San Carlos porque se convirti en un smbolo de esperanza

  • Domingo 3 de Febrero de 2013 15E D I C I N E S P E C I A L

    castillos coloniales fueron habilitados en la Cuarta Repblica para apresar a los

    presos polticos.

    Para nosotros todo era provisional y

    accidental; hasta un juicio poda realizar-

    se en un gimnasio cubierto, acot.

    Y continu: Ellos crean que despus de

    que nos hicieron la trampa tan bien urdi-

    da, nosotros nos bamos a quedar tranqui-

    los, pero aquello fue una explosin de la

    juventud, y termin en una lucha armada,

    organizada, con su mando militar.

    CALABOZOS ERAN

    USADOS COMO PRISIN

    En el