3.de la reconceptualización al método crítico

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    DE TRABAJO SOCIAL Y CIENCIAS SOCIALES: DE LARECONCEPTUALIZACIN AL MTODO CRTICO. UN VIAJE DE VIDA

    Alejandro H. Del Valley Mara Sol Ramella* Universidad Nacional de Mar del Plata. Buenos Aires, Argentina.

    Universidad Nacional de Mar de Plata, Buenos Aires.Resumen

    Los constantes esfuerzos por definir al Trabajo Social por el hacer y no por el serhan enfatizado la bsqueda de la especificidad de un objeto propio de la profesinque lo defina como disciplina. Los esfuerzos realizados por la reconceptualizaciny la imposibilidad de definir un objeto preestablecido, condujeron a la conclusinde que el trabajo social no tiene objeto de estudio sino objeto de intervencin quees al mismo tiempo objeto de conocimiento.

    En el presente trabajo se plantean las principales lneas argumentativas respectoa lo que se ha denominado el objeto de esta disciplina, con el fin de defender laestrecha relacin que une al Trabajo Social con las dems Ciencias Sociales.Imprimiendo una diferenciacin entre anlisis social e intervencin sealando elestrecho vnculo de este trmino con la concepcin positivista de lo social. ElTrabajo Social no puede definirse en funcin de la intervencin y no debeencontrarse animado a la bsqueda de un conocimiento exclusivo, de una teorapropia sino a la produccin de conocimiento cientfico de las Ciencias SocialesCrticas

    Palabras claves: Trabajo Social - Disciplina - Objeto.

    FROM DISCIPLINARY AUTONOMY TO THE INTEGRATION OF SOCIALSCIENCES.

    Abstract

    The efforts to define Social Work by professional activity have emphasized thesearching of specificity as the only way to define it as a discipline. The work carriedout by the movimiento de reconceptualizacin and the impossibility to define a pre-

    established object, conducted to conclude that the Social Work has got not an

    Dr. en Sociologa, Profesor adjunto de Sociologa e investigador de la Universidad Nacional de Mar delPlata. Buenos Aires, Argentina. Correo: [email protected] avanzada de la Carrera de Licenciatura en Servicio Social de la Universidad Nacional del Mar dePlata, Buenos Aires, Argentina.Artculo recibido: 22 de septiembre 2009. Artculo Aprobado: 9 de febrero 2010

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    object of study, but has an object of intervention that at the same time becomes inan object of knowledge.

    This paper develops some argumentative lines in order to understand the object ofdisciplinary study. We argued the necessity to defend the close relationshipbetween Social Work and other Social Sciences. That is why the articledifferentiates between social analysis and professional intervention showing thestrong relation between the last one and the positivist understanding of socialreality. We conclude that the Social Work cannot be defined by interventionconcept and defend that disciplinary work must be oriented to production ofscientific knowledge of critical social sciences.

    Key words: Social Work - Discipline - Object.

    INTRODUCCIN

    En el presente trabajo se plantea la necesidad de pensar el Trabajo Social en elmarco de las ciencias sociales. Para ello, analizamos las principales lneasargumentativas respecto a lo se ha denominado el objeto de esta disciplina,mostrando los lmites del planteo realizado por el movimiento dereconceptualizacin. En este sentido, se realiza una diferenciacin entre anlisissocial e intervencin para luego analizar las implicancias de ste ltimo concepto apartir de considerarlo en estrecha vinculacin con la concepcin positivista de losocial. La conclusin a la que se arriba es que slo a partir de analizar el modo enque las ciencias sociales operan sobre lo real ser posible establecer el lugar queel trabajo social como disciplina cientfica debera ocupar en el mundo actual.

    TRABAJO SOCIAL Y CONCEPTUALIZACIONES

    En el Congreso de Trabajadores Sociales organizado por el Consejo General deColegios de Espaa celebrado en Barcelona en 1992, al acabar la ponencia laprofesora Teresa Zamanillo, se pregunt: Es cientfica la actividad de losTrabajadores Sociales? La ponente fue rotunda en su respuesta: no. Silencio en lasala. Dieciocho aos despus, existen Trabajadores Sociales con dificultades paradefinir el objeto de su disciplina; y, si se les preguntase, con qu teoras trabajan,desde qu modelos de intervencin actan, las respuestas seran preocupantes.

    Se desea aventurar que el problema de la definicin de un objeto no es exclusivodel Trabajo Social, aunque en esta disciplina adquiere un sentido particular. DavidHowe1 se ha referido a este tema, su conclusin fue que cuando a la prctica

    1 HOWE, David: Dando sentido a la prctica. Una introduccin a la teora del Trabajo Social. Granada:Maristn, 1998.

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    profesional le quitamos la teora slo queda el sentido comn y la experienciaacumulada que, si bien pueden ser un bagaje importante, son insuficientes para

    configurar una disciplina que aspira a los ms altos niveles de la formacinuniversitaria. A esta misma conclusin han arribado otros autores al decir queUna cosa es que el Trabajo Social comparta teoras con otras disciplinas y sebeneficie de sus investigaciones y propuestas tericas, como las dems hacen, yotra cuestin es que las aportaciones propias del Trabajo Social al terreno comnde las ciencias sociales sean inexistentes o muy poco significativas...2.

    En relacin al debate sobre el objeto, acertadamente, se ha dicho que si elTrabajo Social transita de profesin a construirse como disciplina cientfica de lasCiencias Sociales, requiere () pensar lo que hacemos y saber lo que pensamos,a lo que agregamos que tal reflexin no debe realizarse endgenamente, sino con

    una perspectiva de visin compartida de las ciencias sociales crticas, cuyo campode investigacin se refiera a las expresiones cotidianas de la inequidad social, elacceso desigual a las oportunidades y satisfactores y a las interaccionesproblemticas en sujetos individuales y colectivos resultantes de loscondicionantes macroestructurales que obstaculizan el disfrute pleno de losderechos humanos3 .

    Sobre la relacin entre Trabajo Social y ciencias sociales se debe hacer unaaclaracin: no existe un nico modelo de Trabajo Socialcomo no existe un nicomodelo de economa o de sociologa. Molina y Romero4 han sostenido que existendiversos Trabajos Sociales y que cada uno posee sus correspondientescaractersticas. Hay uno de tipo asistencial, en la lnea de la concepcin originariadel servicio social y comprendido como otorgamiento de ayuda, gestin denecesidades o elaboracin de consejos y que en la actualidad se apoya en unenfoque psicolgico y con una supuesta actitud de neutralidad y objetividad frentea la problemtica social en el marco de lo que podramos denominar un enfoqueclnico. Existe tambin, un trabajo social de raz tecnocrtica entendido como laaplicacin de tcnicas de trabajo con individuos, grupos y comunidades, y que seorienta hacia el mtodo de caso, grupo y comunidad. Al respecto, si en la primeraversin la actividad es percibida ms como una gestin de necesidades, en lasegunda, la finalidad profesional se centra ms el servicio de los intereses

    2 ARANDA, Miguel: Pragmatismo, Interaccionismo simblico y Trabajo Social. De cmo la caridad y lafilantropa se hicieron cientficas. Tarragona: Universitat Rovira I Virgili, Departament dAntropologia,Filosofa i Treball Social, 2003. 405 p.3 MOLINA, Lorena y ROMERO, Cristina. Contribuciones al debate sobre el objeto y la identidad de TrabajoSocial. Revista electrnica de Servicio Social de la Universidad de Concepcin Chile [online], Junio-Diciembre 1999, vol. 1, no. 3 [citado ---], p.13. Publicado en internet: http://w.w.wudec.cl/ssrevi/index.html.1999.4Ibid.

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    gubernamentales que en el de los grupos sociales demandantes de los servicios 5.Asimismo, quiz sea necesario recordarlo, el movimiento de reconceptualizacin

    se produjo en un contexto donde casi la totalidad de las disciplinas cientficasentraron en debate acerca de la necesidad de elaborar interpretacionesalternativas de la realidad con el fin de generar acciones sociales comprometidaspolticamente con los intereses del pueblo, por lo que el problema de laconcientizacin, organizacin y movilizacin social para contribuir a latransformacin mediante la organizacin del pueblo, para propiciar que participeen la toma de decisiones de la vida econmica y poltica, fue uno de los ejescentrales de la discusin dentro de las ciencias sociales y su resultado fue unaseparacin ideolgica ms clara (y honesta) entre los cientistas.

    No obstante, en el trabajo social, ms que alcanzar una discusin terica, se

    arrib a un planteamiento metodolgico. La hiptesis que se defiende aqu alrespecto es que, en el intento por negar los mtodos teraputicos y asistenciales,se busc la salida por medio de la construccin del denominado mtodo integrado.Es decir, se apunt ms hacia la construccin de modelos socioeducativospromocionales, con la aspiracin de ampliar las bases de participacin socialdesde las organizaciones populares, mediante el intento de fortalecer la identidadprofesional. La tesis que subyaca a esta propuesta que se asumi comoalternativa era "el reconocer que la alternativa es la que levanta el proyectopopular respecto al proyecto de una sociedad determinada en la medida que searticula, facilita y refuerza el desarrollo organizado de los grupos populares comoconvocatoria de una nueva hegemona. Esto supuso una prctica profesional queprivilegia la creacin de condiciones objetivas y subjetivas que favorezcan que losintereses de los sectores populares sean hegemnicos. No se tratara de unapraxis militante, sino de una actividad profesional que, en cada situacin, sedesenvuelve desde las condiciones que le seala la realidad y las asignacionesque son propias de la profesin6.

    En otras palabras los esfuerzos de los autores de la Reconceptualizacin alplantear objetivos tericos para el Trabajo Social junto con los objetivos polticosde transformacin no pudieron superar limitaciones tales como unmetodologismo exagerado, una apelacin dogmtica a categoras materialista-dialcticas, expresadas en un sensualismo extremo, al sostener principios talescomo toda teora es ideolgica7. El resultado fue que a la racionalidad

    5 Los modelos desarrollistas planteados por la Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL) y demodificacin de conductas con efectos adaptativos, constituyeron los enfoques de los referentes tericos queorientaron el quehacer.6 MAGUIA (Et al). Trabajo Social alternativo y proyecto popular. En: Revista Accin Crtica. 1987, no. 22.sp.7 Gonzlez-Saibene, Alicia: El objeto de intervencin profesional: un mito del trabajo social, Rosario, Indito.2004.

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    tecnocrtica formal sobrevaloradora del procedimiento de la planificacin y, porotra parte, a una racionalidad instrumental vaca de relaciones sociales y sujetos,

    la reconceptualizacin retoma los pasos de investigacin, diagnstico,planeamiento, ejecucin y evaluacin, pero, al incorporar los procedimientos de laplanificacin, dio lugar al estallido de un metodologismo8, en el cual la fuertepresencia de positivismo en la metodologa condujo a la existencia de unmarxismo sin Marx en las construcciones metodolgicas del Trabajo Social 9.

    EL PROBLEMA DEL OBJETO EN TRABAJO SOCIAL

    Luego de analizar el recorrido de pautas de intervencin segn el tamao delsujeto, pautas referidas a los objetos y los planteamientos construidos en laprimera dcada del movimiento de reconceptualizacin (cuyo fin era superar la

    segmentacin metodolgica), Montao sostiene que stos no consiguieronsuperar la naturalizacin de la realidad, la segmentacin positivista entre cienciatcnica y el apriorismo metodolgico 10.

    Discutiremos luego la cuestin referida al concepto de intervencin y si esta es lacaracterstica propia del Trabajo Social. Claro que no es la intencin de estetrabajo relatar ni tan siquiera ingresar en la discusin respecto al objeto delTrabajo Social sino indicar cules han sido algunas lneas interpretativas, sobretodo luego del movimiento de reconceptualizacin. Al respecto, Aquin11 propusoque la discusin sobre el objeto del Trabajo Social, en el contexto de lareconceptualizacin, condujo a un intento de resignificacin y precisin a la luz desu carcter histrico-social. Se puede argumentar que la afirmacin, en s misma,no aporta demasiado, ya que necesariamente deriva en dos cuestiones: se asumeque el objeto es producto histrico y, por lo tanto, se encuentra sujeto a relacionescausales (por lo que la discusin se encierra en una suerte de crculo revisionista)o bien, se acepta que toda necesidad posee un estatus poltico y, como tal, ha deser interpretada con el fin de intervenir en la seleccin y asignacin de losrecursos necesarios para su satisfaccin.

    A nuestro entender, uno de los aportes del movimiento de reconceptualizacin hasido el promover la discusin y el anlisis sobre el carcter cientfico de estadisciplina, ya que una de las orientaciones de la reconceptualizacin otorga una

    8 LIMA, Leila y RODRGUEZ, Roberto. Metodologismo, estallido de una poca. En: Revista Accin Crtica.1977, no. 22, sp.9 FALEIROS, Vicente De Paula. Estrategias de Empowerment en Trabajo Social. En: Desafos a laconstruccin del mtodo. Lumen (Buenos Aires): se, 2003.10 MONTAO, Carlos: La Naturaleza del servicio social: un ensayo sobre su gnesis, su reproduccin y sureproduccin. Brasil: Cortez, 2000.11 AQUN, Nora. La relacin sujeto-objeto en Trabajo Social: una resignificacin posible. En: Laespecificidad del Trabajo Social y la formacin profesional. Buenos Aires: Espacio Editorial, 1996.

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    importancia fundamental a la jerarquizacin cientfica del Servicio Social, ya seamediante la constitucin del Servicio Social como rama o disciplina cientfica, o

    bien este es otro matiz proporcionndole una slida base cientfica12

    . Elproblema de la reconceptualizacin era que, en ambos casos, las opciones seapoyaban en la creencia de que existen objetos preconstituidos, es decir, en laingenuidad de considerar que la ciencia opera con objetos reales y, por ende, encomprender a la divisin del trabajo cientfico como una divisin real de lo real.Slo en virtud de esta creencia ingenua se puede entender la afirmacin deKruse, segn la cual "(). La no clarificacin de la naturaleza del objeto repercute,entonces, sobre una de las patas del trpode en que se apoya la teora. Cmoqueremos extraer saber de la prctica para enriquecer la teora si un tercio de lateora no tiene claro cul es la prctica que le corresponde hacer?..." 13.

    En cierto sentido, el principal problema reside en confundir diversas dimensionesde la vida profesional, lo cual si bien en otras disciplinas no resulta algoproblemtico, s lo es para muchos Trabajadores Sociales. Una cuestin es hacerciencia (por decirlo de algn modo), otra es producir objetos intelectuales y otrams es la producir de actos polticos14.

    La discusin, en todo caso, debera girar en el terreno normativo refirindose a lacuestin vinculada sobre si compromiso intelectual y compromiso poltico han deestar unidos o separados o si es necesario que el compromiso cientfico tenga unobjetivo poltico15. Casualmente, en esta confusin se encerr Lima y por elloconcluy que " () Slo cuando el Trabajo Social alcance el conocimientoverdaderamente cientfico de los hechos de la vida cotidiana que le son propios,ser posible la elaboracin de proyectos adecuados para transformar la realidad()"16.

    Claro que en un contexto hegemonizado por la visin del Trabajo Social comotcnica o tecnologa social, no han faltado anlisis que aceptando que "el objeto

    12 ANDER-EGG, Ezequiel. La problemtica de la reconceptualizacin del Servicio Social latinoamericano acomienzos de la dcada del 70.En: Reconceptualizacin del Servicio Social. Primera Aproximacin. BuenosAires: Humanitas, 1971.13 KRUSE, Herman. Introduccin a la teora cientfica del Servicio Social. 3ra edicin. Buenos Aires: LibreraECRO, 1976. 146p.14

    El marxismo tradicional, por ejemplo, ha sabido muy bien hacer hincapi en la segunda dimensin y poreste motivo posee una conjuncin interesante entre teora crtica y crtica normativa.15 En un comentario al borrador de este artculo, Lorena Molina ha planteado que toda accin profesional noes neutra. Claramente acordamos con este punto de vista en la medida que aceptemos que para la profesin deantroplogo, politlogo, socilogo, economista o historiador existe una dimensin tcnica y, a la vez, poltica.Es decir, toda profesin nacida de una ciencia social responde simultneamente a los intereses contradictoriosque encierra la sociedad moderna.16 LIMA, Boris. Contribucin a la Epistemologa del Trabajo Social. 3ra edicin. Buenos Aires: Humanitas,1989. 84p.

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    de una disciplina es el equivalente terico de una necesidad demandada por larealidad, para cuya satisfaccin debe ejercerse una funcin especfica, [concluyan

    que] lo que hay que investigar tericamente y en primer lugar, es esa necesidad,esos problemas, ya que el dominio gradual sobre ellos es lo que determinar laspautas para actuar"17. Pero estos planteos acabaron cercanos a posicionesfenomenolgicas18 antes que a interpretaciones propiamente materialistas y, porello, Escalada afirm que Creemos que hay una necesidad que histricamentehizo surgir la funcin social que tom cuerpo en el Trabajo Social. Esta necesidady esta funcin social definen el objeto del Trabajo Social...19. Es decir, realiz undiagnstico (a nuestro juicio, correcto) sobre presupuestos falsos, "una de lasdificultades principales que tiene an el Trabajo Social para elaborar teora para supropio consumo, es que no se sabe qu se va a estudiar, porque no hay precisinsobre el objeto. Esto, agregado a la subestimacin a la teora, lo que dificulta la

    articulacin con la totalidad y con la historia, y agregado a la prctica de unametodologa inductiva, determina que las investigaciones del Trabajo Social,queden encerradas en una descripcin de lo particular, sin superar la crtica a lasprcticas tericas del Trabajo Social Tradicional"20.

    Al decir que no hay precisin sobre el objeto..., ech por tierra todomaterialismo, ya que el objeto es la manifestacin de la contradiccin en laconciencia del sujeto, es decir, su forma externa y visible. Por ello, no existe unobjeto previo al momento en que el sujeto (investigador) lo concibe. Por ende, ladiscusin sobre el objeto es una discusin que no conduce necesariamente a larealidad sino a la reflexin (por otra parte necesaria) sobre el objeto. En otraspalabras, la discusin sobre el objeto no pertenece a la ciencia sino que ha dedesenvolverse en el plano de la metaciencia.

    Pero los esfuerzos realizados en lo que se denomin la reconceptualizacin y laimposibilidad de poder definir un objeto preestablecido, condujo a una solucin.CELATS en la dcada del 8021, concluy que el Trabajo Social no tiene un objetode estudio, sino un objeto de intervencin (que es al mismo tiempo objeto deconocimiento)22. Sin embargo, este planteo no constituy un avance en relacin a

    17 ESCALADA, Mercedes. Crtica a los Mtodos de la Reconceptualizacin del Trabajo Social. Guaymuras,Tegucigalpa: se., 1986. 91p.18 Por ello la conclusin a la que arrib, en una aplicacin rigurosa del mtodo dialctico (tal como fuera

    desarrollado por Kosik) es que la reconceptualizacin defini sus objetivos a partir de la contradiccinprincipal y no su objeto que es manifestacin de esta contradiccin....19 Ibid. --.20 Ibid., p. 9221 CELATS. La Prctica del Trabajador Social. Lima: CELATS, 1983.22 No creemos que sea fundamental para nuestro argumento desarrollar el planteo del CE.LATS, al respectoSaibene (1995: 5) ha indicado con claridad un error de carcter epistmico de ste planteo al sostener que:el proceso de produccin cientfica contiene en s no slo el conocimiento sino tambin la transformacinde la realidad, aunque no de manera inmediata.

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    la problemtica del objeto en el Trabajo Social, debido a que no condujo a ladiscusin ms all de la doctrina social y la elaboracin metafsica de Platn.

    Para ste, tal vez sea necesario recordarlo, el fin era educar a los hombres para elbien, para lo cual era necesario saber qu es el bien, por ello la tarea de lafilosofa era alcanzar ese conocimiento para convertirse en la base de la sociedad

    justa (Politeya, 532). Este conocimiento constitua para el filsofo griego laverdadera praxis como unificacin del saber y el actuar (Politeya, 473).

    Y si el Trabajo Social para constituirse en disciplina cientfica deba definir suobjeto23, es claro que ste era indefinible no por las caractersticas de la profesin,sino por lo cambiante de la realidad social que no permite delimitar o definir a priorisino que obliga a realizar construcciones, es decir, delimitaciones conceptuales delos problemas y que, en principio, son delimitaciones prcticas o empricas de

    aquello que construimos para analizar.La postura del CELATS y la rigidez de un supuesto mtodo desarrollado poretapas dej planteada la cuestin del objeto entendido como algo especfico,como objeto de intervencin al que se puede, posteriormente, definir comoproblema social o como campo problemtico definido como "la explicitacinargumentada de los nexos ms significativos de la cuestin social hoy conrelacin a la peculiaridad que adquiere la relacin problematizada entre sujeto ynecesidad"24.

    En sntesis, tal como afirma Montao25, definir a priori o ex-ante el mtodo remite auna discusin epistemolgica, porque desde esta perspectiva la elaboracin definemtodos de conocimiento con independencia del objeto, por lo cual se estableceun mtodo vlido para cualquier objeto. La perspectiva epistemolgica oapriorismo metodolgico es congruente con la perspectiva positivista que segregala realidad social y que dio origen a las ciencias sociales, las cuales se ocupan deparcelas de la realidad y fragmentan as las posibilidades de la aprehensin de latotalidad social26.

    DE TRABAJO SOCIAL Y CIENCIAS SOCIALES

    Se puede afirmar que el campo profesional del Trabajo Social se ha estructurado y

    23 No entraremos aqu en la discusin respecto al problema del objeto, para ello remitimos a la lectura deMolina (1999).24 ROZAS, Margarita. La intervencin en Trabajo Social. Propuesta Metodolgica. Buenos Aires: FundacinUniversidad a Distancia Hernandarias, 1994. 59p.25 MONTAO, Carlos y BORGIANNI, Elisabete (orgs). Metodologa y Servicio Social: hoy en debate. SaoPaulo: Editorial Cortez, 2000.26 MONTAO, Carlos: Buscando la "especificidad" prometida. El endogenismo del Servicio Social. CostaRica: Boletn electrnico Sur, Escuela de Trabajo Social, Universidad de Costa Rica, 1998.

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    desarrollado sobre la base de la tensin entre su campo de anlisis (lomacrosocial) y su campo de intervencin (lo microsocial). Desde el punto de vista

    de su evolucin histrica, esta tensin se plante en trminos ms biendicotmicos y eso explica que, al prevalecer el mandato social de laintervencin27, la resolucin de esa tensin haya privilegiado a la segunda de lasdimensiones, haciendo que por perodos extensos se postergara la reflexinterico-metodolgica sistemtica y la construccin de mediaciones (de puenteslgicos) entre ambas.

    Es oportuno decir que otras profesiones del campo de las ciencias sociales estnexpuestas a la misma disyuntiva (la sociologa, la ciencia poltica, las ciencias dela educacin, etc.), pero por mltiples razones, los procesos profesionalesexperimentados no han sido idnticos.

    Por otra parte, es necesario entender que el mtodo es cuestin de la teora socialy no de una disciplina, por lo tanto, ste se distingue de cualquier modelo deintervencin. Resulta significativo que esta posicin supone la ruptura con la lgicade constitucin de las ciencias sociales que legitima la atomizacin de la totalidady que atribuye al Trabajo Social una actividad profesional que no tiene legalidadcientfica sino tcnica.

    A nuestro entender, el Trabajo Social, al igual que las ciencias sociales, encuentrasu lugar histrico en los cambios sociales, econmicos y polticos que dieron lugaral ascenso del capitalismo moderno. stos cambios: desintegracin del tejidosocial provocada por la irrupcin del mercado como principio regulador, desarrollode la desigualdad entre clases, grupos e individuos, etc. son los preliminaresepistemolgicos sobre los que tanto las ciencias sociales, en general, como elTrabajo Social en particular se constituyeron como saberes metdicos ysistemticos, como reflexiones sobre los modos para interpretar e interveniractivamente con el objetivo de limitar el desarrollo de la desigualdad y explicar susefectos.

    La tensin entre profesin y disciplina que afecta a las ciencias sociales esresultado de una tensin estructural propia de las sociedades capitalistasmodernas, atravesadas por la libertad e igualdad formal de los individuos y por lascondiciones reales de vida impuestas por la mercantilizacin de la fuerza de

    trabajo que permanentemente recrea la dependencia y la subordinacin de laspersonas por y bajo variadas formas.

    27 El campo de problemas sobre el cual la profesin est llamada a intervenir puede ser globalmentecaracterizado como la microdinmica de la cuestin social o, en trminos ms sencillos, puede englobarse

    bajo el rtulo del proceso de reproduccin de la vida de los sujetos y de la sociedad en la que stos viven (susformas de organizacin, en sentido amplio).

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    Lo fundamental es entender que el Trabajo Social mantiene un estrecho vnculo

    con la sociologa y con las dems ciencias sociales. En primer lugar, porque elTrabajo Social aparece como profesin a finales del siglo XIX y primeras dcadasdel siglo XX, precisamente como consecuencia de hacerse una serie depreguntas: sobre el porqu de los problemas sociales, de la desigualdad, sobre elcmo intervenir, sobre desde dnde intervenir. Zamanillo ha sostenido que eltrabajo social es una forma de ayuda racionalizada para neutralizar los fenmenosde desorganizacin social, producto de situaciones de desigualdad28. En estesentido, por ejemplo, se comprenden los lazos que unieron a Jane Addams y MaryRichmond con el Departamento de Sociologa de Chicago al punto tal que se haafirmado que fue precisamente Jane Addams la verdadera fundadora de estaEscuela29. Y, en este sentido, lvarez Ura, sostuvo que "la institucionalizacin del

    Trabajo Social se oper en relacin de contigidad con el desarrollo de unaSociologa universitaria de carcter reformista vertida a demarcar las zonas dediferenciacin social de las grandes ciudades industriales"30.

    En una lnea argumental similar, la tesis que plantea Robert Castel31, respecto a laprofesionalizacin del Trabajo Social, apunta no slo al afn racionalizador ycientfico de esta profesin, sino tambin a la influencia de la sociologa en elproceso. Esta influencia de la sociologa (sobre todo la americana) resulta explcitaen el prlogo de Caso social individual, all Kisnerman escribe que "Hacia1893, advirtiendo la carencia de materiales didcticos para elevar el nivel deconocimientos de las "visitadoras", comenz a estudiar la Sociologa y Filosofaentonces en boga, especialmente la obra de William James y John Dewey,pragmticos receptores del positivismo de Herbert Spencer. Conoci a George H.Mead, con quien inicia una slida amistad que incidir en la obra de ambos. Por lse introduce en la Psicologa Social y en la dinmica de la vida de los grupos ytoma contacto con la obra de Freud y los antroplogos culturalistas delmomento"32. Otro ejemplo de la fuerte relacin entre la sociologa y el TrabajoSocial lo encontramos en Social Diagnosis, all, cuando Richmond habla deindividuo habla de personalidad y entiende este concepto a la manerainteraccionista y, por ello, no propone un trabajo con el individuodescontextualizndolo, sino todo lo contrario y, tambin por ello, conoce lasteoras sobre grupos y cita en muchas ocasiones a MacIver y su libro sobre la

    28 ZAMANILLO, Teresa; GAITN, L. Para comprender el Trabajo Social. Estella, Espaa: Verbo Divino,1991. 17p.29 MACIONIS, J. M; PLUMMER, K. Sociologa. Madrid: Prentice Hall, 2000.30 ALVAREZ URIA, F; VARELA, J. En torno a la crisis de los modelos de intervencin social. En:Desigualdad y pobreza hoy. Madrid: Talasa, 1995.31 CASTEL, F.; CASTEL, R. Y LOVELL, A. La Psicologizacin del Trabajo Social. En: La sociedad

    psiquitrica avanzada. El modelo norteamericano. Barcelona:Anagrama, 1980.32 KISNERMAN, Natalio. Introduccin al trabajo social. Buenos Aires: Humanitas, 1982.

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    comunidad, dejndose influir con sus propuestas33 .

    El trmino de la tensin entre profesin y disciplina si, por profesincomprendemos a un grupo de personas que realiza un conjunto de actividadesque proveen su principal fuente de recursos para la subsistencia; actividadesllamadas "trabajo" ms que "ocio", y "vocacin" ms que "pasatiempo". Dichasactividades se realizan a cambio de una compensacin y no por s mismas. Se lasconsidera tiles o productivas, por eso aquellos que las llevan a cabo soncompensados por los otros. Cuando una cantidad de personas realiza la mismaactividad y desarrolla mtodos comunes que a su vez son transmitidos a losnuevos miembros y llegan a ser convencionales, podemos decir que lostrabajadores se han constituido, en un grupo ocupacional, o una ocupacin.

    En una clasificacin muy general una profesin es una ocupacin34

    . Comorecuerda Comelles35, hablar de profesin implica una praxis reconocidasocialmente que es susceptible de monopolizar legalmente ese campo en un pasdeterminado y que cuenta con un aparato institucional que le permite laproduccin intelectual y sobre todo la reproduccin de los profesionales.

    Visto de este modo, el problema no reside en la profesionalizacin del TrabajoSocial sino en su constitucin como un campo disciplinar, al respecto: "EnSociologa suele decirse que "nos convertimos en aquello que hacemos"; pero loque no es posible es convertirse en aquello que decimos ser, cuando no est nadaclaro aquello que debiramos hacer. Dicho en otras palabras: una definicin, porpersuasiva que sea, no confiere realidad a una profesin si no se fundamenta enuna base emprica y real; una realidad existente puede ser definida, pero no por elhecho de definirla cobra existencia"36.

    Por ejemplo, se puede definir el objeto de cualquier disciplina social con todo tipode detalle y precisin como tambin puede hacerse lo mismo con una sirena o unminotauro, pero por ms perfecta que sea la definicin, las sirenas y losminotauros no existen sino en la literatura y en la mitologa. El nfasis que desdeel Trabajo Social se suele poner en los mtodos parece apoyarse en la creenciade que los mtodos, por s solos, pueden justificar y legitimar un nuevo espaciodisciplinar." Casi siempre que se intentan formular las proposiciones tericas deltrabajo social se abunda en metodologa, como si implcitamente se aceptase que

    33 GREER, Ann (Ed). Some next steps in social treatment. New York: The long view, 1971.34 FREIDSON, E.: La profesin mdica. Un estudio de Sociologa del conocimiento aplicado. Barcelona:Pennsula, 1978. 83p.35 COMELLES, J. M. La razn y la sinrazn. Asistencia psiquitrica y desarrollo del Estado en la Espaacontempornea. Barcelona: PPU, 1988. Pg. 15.36 ESTRUCH, J.; GELL, A. M. Sociologa de una profesin. Los Asistentes Sociales. Barcelona: Pennsula,1976. 23p.

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    la inflacin metodolgica pudiera crear y determinar una especie de cienciaautnoma. Toda ciencia tiene un mtodo (o participa del mtodo cientfico), pero el

    mtodo por s solo no fabrica la ciencia"

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    .De regreso a la citada tensin entre profesin y disciplina, los cientficos socialesno podemos olvidar que somos una parte organizada de la sociedad y que nuestrohorizonte normativo es la bsqueda de un orden social igualitario. Ciertamente,todo ejercicio profesional de los saberes cientficamente constituidos encierra unaparadoja ya que nos conduce a cierto nivel de alienacin. Es decir, nos restringecon exigencias concretas que se nos imponen; stas nos niegan tiempo y nosrestan la independencia necesarias para la meditacin y la autorreflexin y, porltimo, acabamos restringiendo nuestros horizontes a los fenmenos exteriores, asus manifestaciones. De este modo, el principio de realidad se transforma en el

    hilo alienante de nuestra praxis cotidiana, y terminamos creyendo que el trabajocientfico es divisin real de lo real y no una abstraccin conceptual que ha de sercomprobada. Por esto aparece la imagen de una sociedad conformada porregiones: clases, grupos, comunidades, organizaciones, instituciones, etc.

    Pero cuando el discurso cientfico es elevado a la categora de discurso sobre loreal, lo nico que hace es cerrarse sobre sy tender a afirmar el poder de aquelloque se encuentra establecido como supuesto elemento fundamental de cadadisciplina y que, slo en apariencia, se refieren a cosas (realidades o situaciones)que son distintas. Casualmente esa apariencia es la que establece campos deactuacin que, aunque son simblicos, no por ello son menos reales en la medidaque instituyen diferencias que nos separan y dificultan la accin interdisciplinaria.En sntesis, el empeo por constituir una pretendida autonoma mediante eldominio de lo real (es decir mediante la bsqueda de un objeto) es nada ms quela necesidad de justificar la existencia frente al resto de la comunidad cientfica. Ysi an hoy existen cientficos sociales (de todas las disciplinas) que buscan unadefinicin a priori de un objeto supuestamente propio, olvidan un hecho simple:toda realidad es el efecto de la interpretacin que hacemos, la realidad es, en smisma, una totalidad vaca de contenido subjetivo que logra traducirse en unaabstraccin eficaz, en cuanto es interpretada.

    La preocupacin por la bsqueda de autonoma ha conducido a las cienciashumanas a abandonar al sujeto para justificar su existencia. Es decir, la existenciade la ciencia y el saber cientfico. As, por ejemplo, la psicologa lo reemplaz porestmulos, respuestas y comportamientos; la historia, por determinismos sociales;la antropologa, por estructuras. Cada uno a su manera, Lvi-Strauss, Althusser,Lacan, etc. liquidaron a la vez la nocin de hombre y la nocin de sujeto, logrando,por decirlo en lenguaje Freudiano, que donde encontremos al yo busquemos

    37 Ibdem, Pg. 25.

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    liquidarlo para que advenga el ello38.

    Y para quienes ingenuamente todava creen en la capacidad de sintetizar queposee la razn, recordemos que toda sntesis supone algo que la opere, que le dexistencia, alguna esencia que la trascienda y la subordine al devenir de suracionalizacin, por ello sta creencia acaba en la bsqueda por desentraar laapariencia ya que supone que existe alguna realidad definitiva, pero como dicharealidad no aparece nunca, tiene que luchar tambin para lograr imponerla.

    No ha sido la razn sino la capacidad crtica la que nos ha dejado avanzar hacia lacomprensin que el poder del discurso cientfico radica en que no est encarnadoen ninguna sustancia, pero su eficacia reside casualmente en esa capacidad deno encarnar. Es por eso que logra romper todas las fronteras entre aquello que es

    concebido y lo que efectivamente se puede llevar a cabo permitiendo que aquelloque resulta sea inconcebible desde un punto de partida. No obstante, en nombrede la divisin del trabajo cientfico (o contra ella) nos parece fundamentalcomenzar a rechazar estas demarcaciones tan rigurosas entre el Trabajo Social, laeconoma, la historia, la sociologa, etc., porque nos hacen olvidar que en algnpunto son arbitrarias. Fuera de las mltiples determinaciones histricas que sepresentan de diversas formas en los procesos sociales, la ciencia social abandonael terreno de lo social y avanza hacia la metafsica.

    No existe una Economa pura como no existe un Trabajo Social puro ni unasociologa pura, por lo que la divisin cientfica no se identifica nunca, por decirlocon Kosik, con la estructura de la cosa. Si la razn se transformase en imperativo,es decir, si la crtica cediese su lugar, el lenguaje cientfico tendra como finimponer la verdad, comunicar decisiones tomadas de antemano, juzgar ycondenar y la explicacin devendra en una tautologa sumamente efectiva porquedara lugar a opiniones que motivasen conductas concretas que reafirmen lopredicado por la tautologa. En sntesis, un Trabajador Social puede optar pordedicarse al ejercicio de la profesin o a la investigacin u ambas cosas al igualque lo puede hacer un historiador, un filsofo, un economista o un abogado. Estono quita la posibilidad de que un Trabajador Social desee hacer historia de lasideas o filosofa, en todo caso sus anlisis dependern no del ttulo que ostentesino de su propia capacidad de reflexin, anlisis, etc. y las mismas no estngarantizadas por la obtencin de un ttulo de grado.

    38 En otro comentario, Lorena Molina nos ha recordado que la separacin objeto-sujeto es tambin lareproduccin de las visiones positivistas; mientras que la preeminencia del sujeto sobre el objeto correspondecon las visiones interpretativas-fenomenolgicas para finalizar sosteniendo (algo en lo que estamos deacuerdo) y es que contribuye ms al Trabajo social la comprensin de mutua implicacin entre el sujeto y elobjeto. A esto nos permitimos agregar que, en realidad a toda Ciencia Social contribuye ms esteentendimiento.

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    MS ALL DE LA INTERVENCIN: SUPERAR EL MODELO POSITIVO

    Afirmar que los conceptos son polismicos no es novedoso aunque nos obliga apensar en los procesos de naturalizacin que se encuentran presentes en el usode los mismos. Otro tanto puede afirmarse respecto a que en las ciencias socialesla cuestin de los conceptos es fundamental, en la medida que stas circunscribensus objetos al mundo de la produccin social y cultural, universo del que el propiocientista social es parte. En este sentido, el concepto intervencin constituye unelemento sustancial de nuestra concepcin de la sociedad en la medida que laintervencin se produce en casi todos los mbitos de nuestra vida social eindividual, lo cual dificulta la estricta divisin entre aquello que es y aquello que noes intervencin.

    Al mismo tiempo, la idea de intervencin es producto de la continuidad delpensamiento racionalista en la modernidad y se apoya en la creencia de quepodemos modelar el mundo, avanzando en un desarrollo lineal y progresivo,gracias a la razn sobre la que se construye la ciencia y su aplicacin tcnica: Laintervencin social es, por lo tanto, un producto cultural de la modernidad ancladoa sus mismos cimientos: confianza en nuestro conocimiento racional y en supotencialidad/eficacia para la accin, que inviste de autoridad a quien lo posee,habilitndolo para disear y moldear no slo a la naturaleza, sino tambin a sussemejantes39. Su carcter positivista se encuentra fundamentado en unimaginario ideolgico que subordina la prctica profesional a visiones externalistasde manipulacin, control o cosificacin de las personas y situaciones40.

    La carga instrumental que trae aparejada el trmino intervencin nos indica quel mismo ha quedado sujetado a las matrices ms positivistas en las que subyace

    entre otros aspectos la divisin teora-prctica, y en ella la separacin entre eltrabajo manual y el trabajo intelectual, reservndosele a la intervencin el lugar delhacer prctico. La presentacin como tcnica que ha tenido desde los orgenes delTrabajo Social, atravesando su trayectoria hasta hoy, expresa tanto en lascurrculos de diferentes carreras como en no pocas prcticas profesionales, ofrecelas bases empricas para que esta nocin sea considerada de este modo.

    En efecto, otorgar a la nocin intervencin social un contenido instrumentalvinculado a procedimientos racionales y, por lo tanto, eficaces para modificardeterminado aspecto de la realidad, nos recuerda aquella afirmacin de Durkheimque planteaba cul era la funcin de la sociologa. Pero el mismo trmino

    39 RUIZ BALLESTEROS, E. Intervencin social: cultura, discursos y poder. Aportaciones desde laantropologa. Madrid: Talasa, 2005.40 VELEZ RESTREPO, O. L. Reconfigurando el Trabajo Social. Perspectivas y tendencias contemporneas.Buenos Aires: Editorial Espacio, 2003.

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    intervencin evoca otros discursos que refuerzan este anclaje pragmtico o entodo caso tecnolgico. Visto as, el concepto queda encapsulado en la ilusin

    inmediatista de un hacer sin que medie la reflexin respecto a que todaintervencin social expresa (explcita o implcitamente) a diversos sistemas deideas en los que se entrecruzan distintos discursos tericos y cuestionesideolgicas y ticas.

    Al respecto, la nocin de intervencin como tecnologa, se ha utilizado en ellenguaje de la medicina (intervencin quirrgica, por ejemplo), pero tambin se hautilizado para dar cuenta de momentos polticos, por lo general autoritarios(intervenciones militares a gobiernos democrticos), en todos los casos expresaun venir entre41, con pretensiones de algn tipo de modificacin, reparacin orestauracin. Al anexrsele el trmino social slo se pone su acento en las

    relaciones intersubjetivas, o en las formas de vida colectivas. En estos casos, seestablece una suerte de externalidad de la propia intervencin social en tanto queun venir entre exige una tercera posicin frente a determinadas situaciones a laque algunos actores, a partir de ciertos criterios y desde lugares investidos deautoridad, la definen como motivo de modificacin.

    Pero si, tal como se ha dicho en el apartado anterior, aquello que denominamos losocial se construye en el seno mismo de la sociedad que lo define, todaintervencin se construye como movimiento sobre s misma y nos conduce a lacuestin de las asimetras, es decir, al modo en que se establece y distribuye elpoder. Siempre en razn del venir entre, la intervencin social, en tanto sepresenta como intencin dar respuestas a las fisuras de la sociedad, estpermeada de valores, y por lo tanto en su despliegue se pondrn en juego juiciosacerca de lo bueno y lo malo, tanto como los de verdad e incluso acerca de laesttica. Segn el sector social que condensa el ejercicio de poder en un momentodeterminado sern los criterios prevalecientes que intentarn establecerse comolegtimos y por lo tanto necesarios de irradiar al conjunto de la sociedad. Losfundamentos sobre los modos de vivir en sociedad esto es, mantener lacohesin sern motivo de reflexiones filosficas que constituirn los basamentossobre los que se erigirn las nociones de verdad y de conocimiento, impugnando,aceptando o diferenciando las fuentes que legitimarn a esas nociones comotales.

    Cada momento histrico conferir particularidades a la intervencin social,mediante la configuracin de estrategias que de este modo se tornarn tpicas entanto sern resultado (inacabado, por cierto) de las luchas de los diversos sectoressociales por imponer aquellos criterios que van a sintetizar, dicho de otro modo,

    41 ARDOINO, J. La intervencin imaginario del cambio o cambio del imaginario? En GUATTARI, F. yotros. La intervencin institucional. Mxico: Ediciones Plaza y Valdez, 1987.

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    los modos de entender el orden y el ordenamiento social.

    Por otra parte, la intervencin social entendida en forma amplia como conjunto demecanismos que se construyen en el seno mismo de la sociedad como respuestaa la aparicin de fisuras que amenazan las relaciones de interdependenciainstituidas o de conjurar el riesgo de su fractura42, se estructura a partir delgicas y discursos diversos, expresndose a la vez en prcticas definidas queintentan recomponer e imponer cierta coherencia sobre determinados modos devivir en sociedad. Visto de este modo, el problema adquiere una doble relevancia.En primer lugar, cabe preguntarnos respecto a qu ha sucedido en las demsciencias sociales, respecto al status epistemolgico que posee el trminointervencin y la inexistencia de materias o respecto a los contenidos curricularesen el caso de disciplinas cientficas que intervienen en la sociedad; en segundo

    lugar, queda la cuestin referida al sobredimensionamiento que el concepto poseedentro del Trabajo Social.

    De otro lado , y aunque la intervencin social como concepto esta compartido contodas las profesiones que podemos enmarcar dentro de lo social, en el caso delTrabajo Social se ha conformado como elemento central a la hora de construirseuna identidad acadmica y profesional. De all que disponer de una metodologade la intervencin ha sido en el pasado y lo sigue siendo en el presente una seade identidad utilizada para diferenciarse de otras profesiones de lo social, perotambin en tanto que la accin desarrollada en la prctica del Trabajo Socialera, ysigue siendo, lo que se sustantivaba a la hora de reivindicar un espacio propio ydiferenciado de las otras ciencias sociales en el mbito acadmico. Estaaceptacin generalizada, pocas veces ha enfrentado al concepto desde unaperspectiva crtica que facilite no slo el desarrollo del Trabajo Social comoprofesin sino tambin en calidad de disciplina acadmica.

    En este punto, conviene recordar que la intervencin no es una mera herramientacientfica que nos permite poner en relacin los conocimientos cientficos ytcnicos con los sujetos sociales que se sitan en una situacin problema. Ensegunda instancia, la propia nocin de intervencin nos presenta la idea de unaaccin externa de la situacin misma a la que se intenta dar una respuesta. Ennuestro caso particular, si de lo social es de lo que se trata, entonces, estamossituando a esta intervencin en el campo societal, en el espacio mismo de lasrelaciones sociales. De esta manera podemos considerar a la intervencin socialcomo la estrategia que una sociedad despliega o instituye a fin de que losdiferentes sectores que la integran mantengan una cohesin que les permitapercibirse como tal; como un mecanismo amplio, constituido por diversas prcticas

    42 CASTEL, Robert. La metamorfosis de la cuestin social. Una crnica del salariado. Buenos Aires: Paids,1997.

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    que desde cierto lugar hegemnico expresa la voluntad de dirigir la organizacinde una sociedad. En verdad, y manteniendo la lgica argumentativa que estamos

    llevando, se busca por medio de la intervencin social dirimir de alguna maneralos conflictos que en el seno social aparecen por lo que remite a la pregunta porlos conflictos o, en todo caso, por la cuestin social. En tercer trmino, el trabajosocial (como la accin de los profesionales de otras disciplinas) forma parte deldispositivo de intervencin social, aunque no se reduce a l. El trabajo social nopuede definirse en funcin de la intervencin ya que esta disciplina no es laintervencin social sino que articula su labor profesional con ella, es parte deldispositivo que las formas de intervencin social despliegan.

    Se podr afirmar que la profesin de Trabajo Social se substancia en eseentramado de prcticas y discursos presentes en lo social, orientados a atender

    las demandas e intereses que se configuran en cada formacin histrica. Estaafirmacin podr ser materia de discusin, pero resulta claro que de ella nopodemos derivar que la intervencin sea un objeto especfico de una profesinque aspire a los ms altos grados de formacin acadmica y disciplinar.

    DISCIPLINA CIENTFICA Y ACTIVIDAD PROFESIONAL

    Existe unidad en el trabajo cientfico? El objeto de la ciencia es un fragmento delo real? Se ocupa cada ciencia de un aspecto aislado de la actividad humana?

    An existen quienes pretenden definir a las ciencias por sus mtodos y no por suscontenidos, cabe destacar que el nico mtodo de las ciencias sociales es elcrtico, sin ms. Claro est que existen an aquellos que intentan diferenciar entreciencia poltica y sociologa poltica o entre historia socialy sociologa histrica, ypodramos seguir con nuestros ejemplos; no obstante, una prctica cientfica queno se plantea problemas o que plantendoselos no formula hiptesis pararesolverlos dista mucho de ser considerada cientfica.

    Asimismo, no existe una separacin real entre el pensamiento y la accin, la vidaprctica, el pensamiento crtico y la accin desinteresada es lo nico que

    justificar las largas horas que pasamos como cientficos, profesionales yestudiantes de ciencias sociales leyendo, investigando o analizando.

    Claro que no sern intervenciones exteriores a nuestra sociedad las querestablezcan la unidad de un mundo fracturado por los retazos de realidad quepretende reclamar cada disciplina. En la medida que no nos planteemos ytengamos en claro las relaciones que nos unen a todas las ciencias sociales, estasmismas demarcaciones continuarn siendo un impedimento para captarproblemas concretos e intentar resolverlos de manera positiva y prctica. La faltade espacios curriculares destinados al abordaje del problema de la intervencin,ha dado lugar a que muchas ciencias sociales y muchos cientistas hayan olvidado

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    que el compromiso tico de ayudar al ser humano en la solucin de sus problemasle pertenece a todas las ciencias, ya que la bsqueda del conocimiento por el

    conocimiento mismo acaba en el fetichismo.La cuestin que se tendra que empezar a debatir es si el fin de la ciencia social esbuscar la verdad o arribar a la verdad crtica. No existe ciencia social que tenga unmtodo preestablecido ni un objeto definitivo ni una metodologa especfica quepueda ser aplicada como declogo de preceptos (ms propios de la escolsticaque de la ciencia) y esto se debe a que la actividad cientfica nos obliga a no seruna reproduccin de lo supuestamente real en el pensamiento y, por ello, la crticase nos presenta como la forma de romper los dogmas y superar los lmites de loconcebible, como confrontacin de la cosa con el concepto y, si en nombre de unapretendida validez cientfica acabsemos viendo las cosas solo del modo en que

    ciertos mtodos nos obligan a verlas sin confrontacin alguna con lo real (esdecir, con el significado que le atribuyen los sujetos) , es claro que no tendremosuna imagen de las cosas como son sino que adems tendremos una imagentotalmente falsa.

    Por ltimo, si como disciplina el Trabajo Social se propone formar profesionalescapaces de abordar crticamente y de proponer alternativas en el campo de lasintervenciones sociales, tanto respecto de las prcticas profesionales que sepropone desarrollar como de las prcticas sociales que aspira a fortalecer, cuantode la produccin de conocimientos cientficos, surge una pregunta al menosinquietante, respecto al lugar que le corresponde al trabajador social en lainvestigacin y desarrollo de polticas pblicas o en la produccin deconocimientos y teora social.

    Las ciencias sociales y el ejercicio profesional no pueden ser entendidos enfuncin de un ttulo sino en funcin de paradigmas. Es, en ese contexto, que sefacilitar la discusin sobre los abordajes terico-metodolgicos vlidos para lamejor comprensin de los problemas sociales, en la doble perspectiva de unanlisis que es requerido tanto para la investigacin como para la intervencin,porque permite el ejercicio de vigilancia de la consistencia de las argumentacionesy los anlisis, de la bsqueda de los supuestos subyacentes y del distanciamientocrtico de los distintos planteos y teoras. En ltima instancia, todas estasdimensiones son constitutivas del objeto de conocimiento debido a que losconceptos y categoras tienen tanto la misin de abonar el anlisis de los procesosestructurales con capacidad de determinacin (siempre virtual) del campo deintervencin de las ciencias sociales, como de contribuir al desarrollo de ncleosfundamentales de la teora social considerando que, desde all, se generan lascondiciones de posibilidad para un dilogo fluido de la disciplina con otrasdisciplinas, y tambin con variados agentes y actores de distintos espaciossociales e institucionales.

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