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SISTEMA NACIONAL DE INNOVACIÓN EN PESCA Y ACUICULTURA Fundamentos y propuesta 2017-2022 SERIE: ESTUDIOS DE PREINVERSIÓN 3 Con la colaboración de:

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SISTEMA NACIONAL DE INNOVACIÓN EN PESCA Y ACUICULTURA

Fundamentos y propuesta 2017-2022

SERIE: ESTUDIOS DE PREINVERSIÓN 3

PROGRAMA NACIONAL DE INNOVACIÓN EN PESCA Y ACUICULTURADirección Av. Vasco Núñez de Balboa N° 271, Mira�ores, Lima, Perú

Telf. 4796372www.pnipa.gob.pe

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tura

Con la colaboración de:

El Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura es un programa de inversión pública del Ministerio de la

Producción del Perú, a cargo del fomento del Sistema Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura"

SISTEMA NACIONAL DE INNOVACIÓN EN PESCA Y ACUICULTURA

Fundamentos y propuesta2017-2022

SERIE: ESTUDIOS DE PREINVERSIÓN 3

Con la colaboración de:

Javier Ramírez - Gastón RoeNarda Sandoval MéndezKarina Vicente Cárdenas

2

SISTEMA NACIONAL DE INNOVACIÓN EN PESCA Y ACUICULTURA, fundamentos y propuesta 2017-2022.

Serie: Estudios de Preinversión 3

Autores: Javier Ramírez-Gastón, Narda Sandoval, Karina Vicente

Responsable de edición: Javier Ramírez-Gastón Roe

Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura Ministerio de la Producción, Av. Vasco Núñez de Balboa 271, Miraflores, Lima

Diseño: Fernando Gagliuffi

Diseño digital: Henry Leandro

Supervisión y cuidado de edición: Cruz María Otoya

Impresión: Q&P Impresores Av. Ignacio Merino 1546 Lince Telfs: 470-1788 / 266-0754

Se autoriza la reproducción parcial o total del contenido de este libro, siempre que se cite la fuente y utilice para fines académicos. Agradeceremos enviar copia del material usado.

Lima, primera edición: diciembre 2018.

Tiraje: 1000 ejemplares.

ISBN: 978-612-47943-0-8

Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2019-00024.

Impreso en el Perú

3

Índice

Presentación 6

Introducción 7

PRIMERA PARTE: La innovación en pesca y acuicultura, situación actual y retos 9

Capítulo 1: Acuicultura peruana, experiencias de innovación y panorama actual 11

1. Una visión de conjunto

2. Moluscos concha de abanico (Argopecten purpuratus)

3. Crustáceos: langostino (Litopenaeus vannamei)

4. Trucha arcoíris: (Salmo gairdneri)

5. Especies nativas amazónicas

6. Tilapia

7. Principales retos y desafíos

Capítulo 2: Pesquería peruana, experiencias de innovación y panorama actual 33

1. Pesca industrial

2. Pesca artesanal

3. Principales retos

4. Conclusiones

Capítulo 3: Principales promotores de la innovación sectorial 48

1. Empresas

2. Agencias públicas proveedoras de servicios de I&D y capacitación

3. Universidades

4. Cooperación internacional

5. Interacción entre sectores

6. Conclusión

Capítulo 4: Contexto institucional actual de la innovación en el sector pesquero y acuícola peruano 54

1. El SINACYT como sistema transversal de ciencia, tecnología e innovación

2. El sistema sectorial de I&D+i del Viceministerio de Mype-Industrias

3. El Sistema de Innovación Agraria

4. Organización de la I&D y capacitación del sector pesca y acuicultura

5. Análisis de conjunto de la institucionalidad de la innovación

4

SEGUNDA PARTE: EL PROGRAMA NACIONAL DE INNOVACIÓN EN PESCA Y ACUICULTURA, FASE I 2017- 2022 67

Capítulo 5: Balance y perspectiva de la innovación acuícola y pesquera 68

1. La innovación y principales retos de la acuicultura peruana

2. La innovación y principales retos de la pesquería peruana

3. Conclusiones y retos

Capítulo 6: Marco teórico del fomento de la innovación de la pesca y acuicultura nacional 74

1. Innovación: del modelo lineal al modelo sistémico

2. Componentes del Sistema de Innovación de Pesca y Acuicultura

3. Funciones del Sistema Nacional de Innovación

Capítulo 7: Retos estratégicos del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA) 2017-2022 84

1. Finalidad y objetivos del programa

2. Población objetivo del programa

3. Líneas de intervención del programa

4. Los involucrados

5. Un modelo de construcción del sistema de innovación basado en tres fases

6. SNIPA: nuevo modelo organizacional

Referencias bibliográficas 101

5

AAA Autoridad Administrativa del AguaADEX Asociación de ExportadoresAECID Agencia Española de Cooperación Internacional para el DesarrolloALA Administración Local de AguaAMYPE Acuicultura de la Micro y Pequeña EmpresaANA Autoridad Nacional del AguaANEPAP Asociación Nacional de Empresas Pesqueras Artesanales del PerúANR Asamblea Nacional de RectoresAPEC Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Asia-Pacific

Economic Cooperation)APEGA Asociación Peruana de GastronomíaAREL Acuicultura de Recursos LimitadosASPEC Asociación Peruana de Consumidores y UsuariosBAF Barco Arrastrero FactoríaBIC Buque de Investigación CientíficaBIOINFO Dirección del Programa de Investigación en Información de la

Biodiversidad AmazónicaBIRF Banco Internacional de Reconstrucción y FomentoBM Banco MundialC.E.P. PAITA Centro de Entrenamiento Pesquero de PaitaCBI Centro para la Promoción de Importaciones de países en

desarrollo (Holanda)CEPLAN Centro Nacional de Planeamiento EstratégicoCIAT Comisión Interamericana del Atún TropicalCITE Centro de Innovación TecnológicaCONCYTEC Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica CONID Consejo Consultivo Nacional de Investigación y DesarrolloCORFO Corporación de Fomento de la Producción (Chile)CPPS Comisión Permanente del Pacífico SurCTI Ciencia, Tecnología e InnovaciónCHD Consumo Humano DirectoCHI Consumo Humano IndirectoD.L. Decreto LegislativoD.S. Decreto SupremoDGA Dirección General de AcuiculturaDGEPCHD Dirección General de Extracción y Producción para Consumo

Humano DirectoDGEPCHI Dirección General de Extracción y Producción para Consumo

Humano IndirectoDGPI Dirección General de Política de Inversión (del MEF)DGP-VPA Dirección General de Políticas y Desarrollo PesqueroDGS Dirección General de SancionesDGSP Dirección General de Sostenibilidad PesqueraDICAPI Dirección General de Capitanías y GuardacostasDIPA Dirección de Pesca ArtesanalDNEPP Dirección Nacional de Extracción y Procesamiento PesqueroDPA Desembarcadero Pesquero ArtesanalDPA Dirección de Pesca Artesanal (perteneciente a la DGEPCHD) DVP Despacho Viceministerial de PesqueríaENAHO Encuesta Nacional de HogaresEPCHAP Empresa Pública de Comercialización de Harina y Aceite de

PescadoEPSEP Empresa Peruana de Servicios PesquerosFAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la

AgriculturaFEN Fenómeno El NiñoFINCyT Fondos para la Innovación, Ciencia y TecnologíaFIUPAP Federación de Integración y Unificación de los Pescadores

Artesanales del PerúFMI Fondo Monetario InternacionalFOB Free on Board (libre a bordo)FONCOPES Fondo de Compensación para el Ordenamiento PesqueroFONDEPES Fondo Nacional de Desarrollo PesqueroFPZ Frigorífico Pesquero ZonalGEMCH Gran Ecosistema Marino de la Corriente de HumboldtGPER Grupo Permanente de Estudio sobre RiegoI+D+i Investigación, Desarrollo e InnovaciónIFFO Organización Internacional de Productores de Harina y Aceite de

PescadoIIAP Instituto de Investigaciones de la Amazonia PeruanaIMARPE Instituto del Mar del PerúINACAL Instituto Nacional de CalidadINDECOPI Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la

Protección de la Propiedad IntelectualINEI Instituto Nacional de Estadística e InformáticaIPA Infraestructura Pesquera Artesanal

IPROGA Instituto de Promoción para la Gestión del AguaIRD Institut de Recherche pour le Développement (Francia)IREMAR Instituto de Investigaciones de Recursos MarinosITP Instituto Tecnológico de la ProducciónITP Instituto Tecnológico Pesquero del PerúJICA Japan International Cooperation Agency (Agencia de

Cooperación Internacional del Japón)KOIKA Agencia de Cooperación Internacional de CoreaLMCE Ley sobre Límites Máximos de Captura por EmbarcaciónLMPC Límite Máximo Permisible de CapturaLOPE Ley Orgánica del Poder EjecutivoMEF Ministerio de Economía y FinanzasMINAM Ministerio del AmbienteNTP Norma Técnica PeruanaOceana ONG internacional que busca lograr cambios políticos para

aumentar la biodiversidad y la abundancia de la vida marinaOECD Organización de Cooperación y Desarrollo EconómicoOEFA Organismo de Evaluación y Fiscalización AmbientalOLDEPESCA Organización Latinoamericana de Desarrollo PesqueroOPD Organismo Público DescentralizadoOPE Organismo Público EjecutorOPE Organismo Público EspecializadoOPI Oficina de Programación e InversiónOSPA Organización Social de Pescadores ArtesanalesP&A Pesca y AcuiculturaPBI Producto Bruto InternoPESEM Plan Estratégico Sectorial MultianualPIP Proyecto de Inversión PúblicaPNCTI Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación para la

Competitividad y el Desarrollo HumanoPNDA Plan Nacional de Desarrollo AcuícolaPNUD Programa de las Naciones Unidas para el DesarrolloPPA Paridad del poder adquisitivoPRODUCE Ministerio de la ProducciónPROMPERÚ Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el

TurismoR.M. Resolución MinisterialRI Red de innovaciónRICYT Red de Indicadores de Ciencia y TecnologíaRNIA Red Nacional de Información AcuícolaROF Reglamento de Organización y FuncionesROP Reglamento de Ordenamiento Pesqueros.d. sin datoSANIPES Organismo Nacional de Sanidad PesqueraSENAMHI Servicio Nacional de Meteorología e HidrologíaSEPIA Seminario Permanente de Investigación AgrariaSERNANP Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el EstadoSINACYT Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación

TecnológicaSINAMOS Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización SocialSNC Sistema Nacional para la CalidadSNGA Sistema Nacional de Gestión AmbientalSNGRH Sistema Nacional de Gestión de Recursos HídricosSNI Sistema Nacional de InnovaciónSNI Sociedad Nacional de IndustriaSNIP Sistema Nacional de Inversión PúblicaSNMPE Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y EnergíaSNP Sociedad Nacional de PesqueríaSPDA Sociedad Peruana de Derecho AmbientalTCI Técnicos Científicos de InvestigaciónTIC Tecnologías de la Información y de la ComunicaciónTM Tonelada métricaTMB Toneladas métricas brutasTPZ Terminal Pesquero ZonalUD Unidad Desconcentrada (del PNIPA)UE Unidad EjecutoraUF Unidad FormuladoraUIT Unidad Impositiva TributariaUNALM Universidad Nacional Agraria La MolinaUNESCO Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la

Ciencia y la CulturaUNOPS United Nations Office for Project ServicesUPCH Universidad Peruana Cayetano HerediaUSD Dólar NorteamericanoVPA Viceministerio de Pesca y AcuiculturaWWF World Wildlife Fund

Abreviaturas y acrónimos

6

Presentación

Los acelerados y profundos cambios que se suscitan en la tecnología, el mercado y el medio natural en el que se desenvuelven la pesca y acuicultura mundial, así como los grandes retos que tenemos como país, exigen que el sector pesquero y acuícola peruano se oriente hacia la innovación de manera decidida.

Renovar nuestro patrón de desarrollo sectorial hacia el predominio del cultivo, el mayor valor agregado, el aprovechamiento de la diversidad de los recursos marinos, pero también los continentales de nuestros Andes y la Amazonía, todo ello con un enfoque de gestión de los recursos naturales con sostenibilidad y el desarrollo de mayor equidad social y económica, son grandes retos que requieren voluntad política y la más amplia convocatoria social.

El Ministerio de la Producción, a través del Viceministerio de Pesca y Acuicultura, ha creado el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura, orientado a apoyar en esta gran renovación. Lo hace a través de proponer la construcción de un sistema de innovación en el que confluyan la academia, los diversos agentes económicos de la acuicultura y pesca de todas las regiones del país y las instituciones sociales promotoras de la divulgación y transferencia tecnológica, en el entendido de que la colaboración entre estas, a través de alianzas estratégicas, facilitará el gran salto en el conocimiento e información tecnocientífica relevante para la innovación y competitividad sectorial. Con esto se espera superar esquemas de intervención tradicionales, basados en planes o programas de ciencia y tecnología, formulados unilateralmente, cuyo protagonista era solo el sector público.

La publicación de este libro que contiene los fundamentos y propuesta del programa, se hace en coherencia con el espíritu de convocatoria que lo anima, pues justamente se espera que esta propuesta sea asumida como base para un diálogo y concertación práctica para construir una visión de futuro concertada sobre el sector de la acuicultura y pesca que el Perú y todos los peruanos merecen.

En ese sentido, estoy seguro de que su lectura será de mucha utilidad en la gestación de la más amplia cooperación por la innovación de las pesquerías y acuicultura nacional y el establecimiento de un sistema de innovación abierto, múltiple, público-privado y descentralizado, donde confluyen múltiples actores de la academia, la economía, la sociedad civil y el gobierno, en el propósito común de generar, adecuar y divulgar conocimiento tecnocientífico relevante para la innovación y competitividad del sector.

Javier Atkins Lerggios Viceministro de Pesca y Acuicultura

Presidente del Comité Directivo Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura

7

Esta publicación tiene como propósito compartir con la comunidad de ciencia, tecnología e innovación del sector Pesca y Acuicultura (P&A) el enfoque y características principales del recientemente creado Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA). Con este fin, se ha usado el conjunto de estudios y documentos que se elaboraron para evaluar la factibilidad y sustentar la viabilidad por el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP/MEF).

Recoge los principales documentos que se desarrollaron durante la etapa de preinversión (2015- 2017), que impulsó la Unidad Formuladora del Despacho Viceministerial de Pesca y Acuicultura (UF/DVPA). Esta etapa se caracterizó por la reflexión intensa, el estudio de la experiencia mundial, la consulta y negociación, comprometiendo a consultores, funcionarios de instituciones públicas (MEF, PRODUCE), al equipo del Banco Mundial y al sector académico y empresarial del país. En ese sentido, esta publicación hace honor a ese esfuerzo colectivo y se enmarca en el proceso de construcción de una teoría de la innovación en el sector P&A y a una institucionalidad pública y privada de fomento de un nuevo patrón de desarrollo de dicho sector.

El libro se encuentra dividido en dos partes. La primera explica las características, desafíos y retos del sector pesca y acuicultura, desde los distintos esfuerzos de innovación llevados a cabo por agentes públicos y privados. Recoge varios estudios que explican sus potencialidades y carencias desde una perspectiva económica; pero también propone una mirada desde la interacción interinstitucional. Con ello, espera aportar a una comprensión de los antecedentes y perspectivas del Sistema Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (SNIPA).

La segunda parte da a conocer las características sustanciales de la primera fase del PNIPA. Se describe el marco institucional, los principios de acción y los principales retos del PNIPA. En ese sentido, pretende explicar, desde una perspectiva teórica y aplicativa, cómo este programa cumplirá con el propósito de ser no solo un mecanismo para la generación de conocimientos y creación de empresas innovadoras en los sectores mencionados, sino también una institución que facilite la puesta en marcha de modelos de gobernanza que gestionen con eficacia y eficiencia los conocimientos producidos. La base que sintetiza el enfoque de PNIPA radica en la hipótesis de que la alianza y colaboración entre agentes productivos y agentes de innovación constituye la mejor manera de promover el desarrollo del sector P&A, fomentar la investigación científica aplicada y contribuir a la mejora de sus actores.

Esta publicación ha sido posible gracias a la colaboración de diversas instituciones y personas. En primer lugar, nuestro agradecimiento al Viceministerio de Pesca y Acuicultura (PRODUCE), pues la Unidad Formuladora del Despacho Viceministerial (UF/DVPA) fue el marco institucional que hizo posible la etapa de preinversión, contando con el apoyo invalorable de la ingeniera Narda Sandoval y la asistencia de la ingeniera Karina Vicente. Por otro lado, gran parte de los documentos surgieron del diálogo intenso con los funcionarios de las Direcciones Generales de Inversión Pública y de Endeudamiento y Tesoro Público, del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF); nuestro agradecimiento a Edmundo Gregorio, Néstor Tejada y Marco Félix. Asimismo, el acompañamiento del equipo del Banco Mundial fue muy importante en la maduración de muchos conceptos; en ello colaboraron Michael Morris, Grisselle Vega y Juan José Miranda. Finalmente, no podemos olvidar el apoyo brindado por un conjunto de consultores que colaboraron en la elaboración de los estudios requeridos para lograr la viabilidad del programa. Nuestro agradecimiento a todos ellos.

Javier Ramírez Gastón Roe Director Ejecutivo

Introducción

PRIMERA PARTE

La innovación en pesca y acuicultura

Situación actual y retos

PRIMERA PARTE

La innovación en pesca y acuicultura

Situación actual y retos

Experiencias de innovación y panorama actual

Acuicultura peruana

11

1. Una visión de conjunto

La acuicultura es esencialmente el cultivo de peces, crustáceos y moluscos. Constituye una importante actividad de un sector tradicionalmente extractivo. En el Perú se encuentra normada por la Ley General de Acuicultura (D.L. 1195) y su reglamento, aprobado por D.S. 003-2016-PRODUCE. En estos documentos se defi ne a la acuicultura y las actividades de la acuicultura como:

"el cultivo de organismos acuáticos, que implica la intervención en el proceso de cría para aumentar la producción, como fuente de alimentación, empleo e ingresos, optimizando los benefi cios económicos en armonía con la preservación del ambiente y la conservación de la biodiversidad, el uso óptimo de los recursos naturales y del territorio; garantizando la propiedad individual o colectiva del recurso cultivado”, (Ley General de Acuicultura, artículo 6).

“Las actividades que comprende la acuicultura son: la selección y acondicionamiento del medio, obtención o producción de semilla, siembra, cultivo, procesamiento primario, investigación, desarrollo e innovación tecnológica”, (Ley General de Acuicultura, art. 7).

En el Perú, la producción acuícola está dominada por la concha de abanico, la trucha, el langostino y la tilapia. De todas estas, la trucha es, de lejos, la más antigua, ya que ingresó al ecosistema fl uvial peruano en la década de 1930. A esa le siguen, hacia fi nales de la década de 1960 la tilapia, nativa del África y el Medio Oriente y, a inicios de la década de 1970, el cultivo de conchas de abanico, inicialmente a partir de larvas captadas del ambiente natural (cultivo parcial), para pasar al engorde fi nal en sistemas suspendidos y de fondo. En la década de 1980 se inicia el cultivo del langostino en Tumbes, que despega en la década siguiente desarrollando una importante infraestructura dirigida fundamentalmente a la exportación. En tiempos más recientes se observa un crecimiento en el cultivo de especies amazónicas tales como el paiche (Arapaima gigas) o la gamitana (Colossoma macropomum). El gráfi co siguiente sintetiza los grandes hitos de la acuicultura nacional en el siglo XX.

Experiencias de innovación y panorama actual

CAPÍTULO 1

Acuicultura peruana

12

Actualmente, las principales zonas de producción acuícola en el país, por sus características ambientales y condiciones para el desarrollo de un buen cultivo de acuicultura, son las siguientes:

• Tumbes, como la zona de mayor actividad acuícola para la especie langostino. • Piura y Áncash para la concha de abanico.• San Martín y Piura para la tilapia. • Junín, Huancavelica, Pasco y Puno como las principales zonas para la producción de la trucha.• San Martín, Loreto, Ucayali y Madre de Dios para los diversos peces amazónicos.

Hitos tecnológicos en acuicultura

Fuente: FAO, 1984; González, 2010.

1999

Virus de la mancha blanca afecta el cultivo de langostinos. Promoción del

uso de sistemas de cultivo

semintensivos e intensivos.

1925

Introducción de la trucha arcoíris

de EEUU - La Oroya

1934

Primer criadero

de truchas Quichuay -

Junín

1939-1940

Introducción de la trucha en el lago Titicaca

1966

Introducción de la tilapia de Brasil a la estación de

Quistococha

1970

Desarrollo de la técnica

de cultivo de fondo de concha de abanico en la bahía de

Paracas

1980

Primeros ensayos para el cultivo de langostinos

en Tumbes realizados por el

IMAPRE

1988

Tecnología de captación

natural de semilla y cultivo

suspendido de concha de abanico.

Proyecto JICA - Pisco

Gráfico 1.1 Hitos tecnológicos de la acuicultura peruana en el siglo XX

13

Fuente: Catastro acuícola - Dirección General de Acuicultura - PRODUCE

Gráfi co 1.2Zonas con mayor actividad acuícola en el Perú

Trucha

Langostino

Concha de abanico

Tilapia

Peces amazónicos

14

En los últimos años, la producción de la acuicultura nacional se ha incrementado de manera interesante.(gráfico 1.3). De 28 400 toneladas registradas en 2006 hasta poco más de 100 000 toneladas registradas para 2017, representan una tasa de crecimiento promedio anual de 12%, en el período 2006-2017, siendo las principales especies concha de abanico, langostino, trucha y tilapia y, en una menor proporción, los peces amazónicos (paiche, paco, gamitana, sábalo). Aunque es cierto que parte del notable incremento de la cosecha de 2009 y 2010 se debió a la formalización de las cosechas de concha de abanico de las áreas de producción en la bahía de Sechura, que antes no estaban registradas, el incremento de 2013 obedece a condiciones muy favorables para el desarrollo de los cultivos de moluscos bivalvos en la mencionada zona. En los años 2012, 2014 y 2015 se produjeron reducciones significativas en la producción acuícola, motivadas principalmente por la caída en la producción de conchas de abanico en su principal zona de producción (Sechura) debido a la ocurrencia de eventos naturales adversos que ocasionaron una gran mortandad; sin embargo, el crecimiento en la producción de trucha atenuó en alguna medida dicha caída y ha permitido en los dos últimos años revertir dicha situación, dado que el evento El Niño Costero 2017 terminó por afectar severamente la producción de moluscos en la zona norte.

Gráfico 1.3 Producción acuícola en el Perú, período 2006-2017 en TM

Fuente: Red Nacional de Información Acuícola - DGA - PRODUCE. Elaboración propia.

39 530 43 119

44 317

89 021 92 201

72 293

125 693

115 269

90 976

100 219

-

20 000

40 000

60 000

80 000

100 000

120 000

140 000

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017*

TruchaLangostino Concha de abanico Tilapia Peces amazónicos

28 387

100 191

Trucha • Langostino • Concha de abanico • Tilapia • Peces amazónicos

15

El gráfico 1.4 sintetiza la importancia en términos de toneladas de cada uno de los productos acuícolas peruanos y su destino en cifras de 2017. La producción se encuentra concentrada sustancialmente en cuatro especies: trucha, langostino, concha de abanico y tilapia, que representan el 97% del volumen total cosechado. Destaca la importancia del langostino y de la concha de abanico por su rol en el mercado de exportación, pero la trucha también tiene una gran importancia por su volumen de producción y su rol en el mercado nacional, así como la tilapia, que tiene presencia en el mercado nacional y en el de exportación. Las especies gamitana y paco cumplen un rol importante en la alimentación del poblador amazónico y se espera que incrementen sus volúmenes de producción a futuro; sin embargo, el paiche es una especie amazónica promisoria, pues para el año 2017 toda la producción acuícola de esta especie se destinó al mercado de exportación.

La exportación de productos de la acuicultura en 2013 alcanzó las 35 900 toneladas, con un valor de poco más de 298 millones de dólares, el nivel más alto de exportaciones acuícolas, demostrando que la concha de abanico fue la principal especie acuícola exportada (159,4 millones de dólares), seguida por el langostino (126,5 millones de dólares). En menor importancia le sigue la trucha (8,9 millones de dólares), la tilapia, (1,4 millones de dólares) y el paiche (2,1 millones de dólares). Como se mencionó en el párrafo anterior, la reducción de la cosecha de conchas de abanico en 2015 afectó las cifras de exportación acuícola de dicho año, bajando a 31 800 toneladas y un valor de 233 millones de dólares. En el año 2017 se observa una ligera recuperación, destacándose el valor exportado de langostino, que subió a 171 009 122 de dólares, frente a la concha de abanico, que no ha logrado recuperarse aún (53 556 627 dólares), aunque fue desplazada del primer puesto de las exportaciones acuícolas desde 2014. Como se puede observar, ambas especies concentran más del 90% de nuestras exportaciones acuícolas. La producción acuícola en los últimos años se ha estabilizado, con una ligera tendencia hacia retomar la senda del crecimiento.

Fuente: Red Nacional de Información Acuícola, DGA, PRODUCE. Elaboración propia.

Gráfico 1.4Producción acuícola y destino en 2017 en TM

Trucha

Langostino

Concha de abanico

EXPORTACIÓN

MERCADO INTERNO

Tilapia

Gamitama

Paco

Paiche

Otros

97%

96%

54 424

26 769

13 137

2 657

1 733

1 047

218

228

21%

4%

Cuatro especies representan el 97% del volumen cosechado.

16

Por otra parte, el mercado interno de la acuicultura también ha tenido un crecimiento importante: desde 6 033 Tm en 2006 a 57 800 Tm en 2017. En este mercado, para 2017 se destaca la participación de la trucha (88,6%); seguida por la tilapia (3,6%), el paco (3,0%), la gamitana (1,8%), el langostino (1,4%), la concha de abanico (0,9%) y otras especies tropicales y amazónicos (0,8%). En suma, la acuicultura se encuentra incrementando su papel en la seguridad alimentaria nacional, destacándose la trucha en dicho rol, particularmente en el sur del país, donde ha adquirido una gran aceptación en los últimos años.

En términos de generación de empleo, los cálculos oficiales al año 2015 indicaron que la acuicultura generó algo más de 102 000 empleos entre directos e indirectos. Teniendo en cuenta que cada trabajador tiene a su cargo un promedio de tres dependientes, se calcula que la acuicultura peruana garantiza los medios de subsistencia de por lo menos 300 000 personas, cerca del 1% de la población peruana.

Sin embargo, a pesar del crecimiento de la acuicultura en el Perú, esta tiene aún algunas limitaciones que no han permitido su expansión en comparación con los países de la región como Chile, Ecuador, Brasil y México, que son grandes productores acuícolas. Estas limitaciones fueron identificadas en el diagnóstico del Plan Nacional de Desarrollo Acuícola 2010-2021* y sirvieron como insumo para la elaboración del Programa Nacional de Ciencia, Desarrollo Tecnológico e Innovación en Acuicultura (C+DT+i) y para la dación del D.S. 1195, que aprueba la Ley General de Acuicultura vigente.

Según cifras actualizadas del Catastro Acuícola del PRODUCE, la cantidad de derechos otorgados a julio de 2018 es de 7 018 y la estructura de los derechos otorgados para la producción acuícola se encuentra dominada por pequeños productores que corresponden a la categoría de Acuicultura de Micro y Pequeña Empresa (AMYPE), con un 50,7%, seguido por los Acuicultores de Recursos Limitados (AREL), con 47,9%, y finalmente por los Acuicultores de Mediana y Gran Empresa (AMYGE), con apenas 1,4% del total. Puede advertirse que una pequeña fracción de los acuicultores desarrollan sus actividades en volúmenes y tecnologías competitivas, orientando sus esfuerzos principalmente hacia el mercado externo.

Para que la acuicultura sea sostenible y competitiva requiere abordar una gran diversidad de dimensiones que van desde los temas tecnológicos y comerciales, la organización logística y el acceso al crédito, profesionales y técnicos y una red de proveedores de servicios y bienes de fácil acceso. En esta lista no se puede olvidar las regulaciones ambientales y aquellas propias del ejercicio formal de la actividad. Lamentablemente, la mayor parte de los acuicultores de micro y pequeña empresa —y los de recursos limitados— trabaja en condiciones muy precarias, sin formalización adecuada, con muy poco acceso a las tecnologías disponibles y poco articulados en las cadenas de valor. Enfrentar esta situación es el gran reto de la acuicultura peruana; mientras tanto, la mayor parte de los acuicultores no podrá lograr negocios sostenibles.

Seguidamente haremos un rápido análisis por cada una de las principales especies de la acuicultura nacional.

* Plan Nacional de Desarrollo Acuícola 2010 - 202, PRODUCE, 2010.

17

2. Moluscos: concha de abanico (Argopecten purpuratus)

Como se ha visto, la concha de abanico constituye una de las principales especies que actualmente se cultivan en el país1, pero las experiencias de cultivo de moluscos no tienen más de cuarenta años en el Perú.

En la década de 1980, unos pescadores de la bahía de Paracas (Ica) comenzaron a recolectar conchas de abanico juveniles y las colocaron en corrales de fondo hasta alcanzar su tamaño comercial y en 1982 se sumaron algunos empresarios. El “sistema de fondo” consistía en un cerco perimétrico a partir de una red anchovetera de una altura de entre 1 y 2 m, donde se colocaban conchas juveniles de 2 a 4 cm, extraídas en los bancos naturales para su ‘engorde’. El desarrollo de este tipo de actividad fue en paralelo —y en competencia— con la extracción tradicional de la concha de su ambiente natural que seguían realizando los pescadores artesanales.

Actualmente, la mayor producción de esta especie se concentra en las bahías de Sechura (Piura), Samanco y Casma (Ancash) y Paracas (Ica). También se observa una gran actividad en los alrededores de importantes bancos naturales que hay en dichas regiones, pues la disponibilidad de larvas naturales todavía es muy importante para el desarrollo de esta producción. La obtención de semillas producidas en centros de reproducción controlada (hatcheries) es cada vez más creciente, pero la dependencia del medio natural dista mucho de ser prescindible.

El Fenómeno El Niño (FEN) de 1982-1983 generó condiciones naturales muy favorables para la explotación pesquera y acuícola de la especie. Esta circunstancia permitió el apogeo del sistema de criaderos, particularmente en Paracas, con el consiguiente incremento de la producción y su incursión en el mercado internacional. Luego de esa coyuntura, surgió el desafío de mantener una producción sostenida, no dependiente de cambios circunstanciales del medio natural. Así, en la década de 1990 se desarrollan tecnologías a través de hatcheries que han permitido una explotación permanente y controlada de la especie, aunque la captación de semilla de ambiente natural siempre ha sido una fuente permanente de provisión de semillas para los cultivos. La innovación tecnológica que implica el uso de hatcheries y el desarrollo de tecnologías para la captación de semillas desde el medio natural fueron el fruto de la iniciativa empresarial en confluencia con la investigación académica2, apoyada por la cooperación internacional y el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero - FONDEPES3 (agencia pública dependiente del Viceministerio de Pesca y Acuicultura - VPA). Es así como, en 2018, el país cuenta con seis hatcheries en tres regiones del país (Áncash, Piura y Lima)4 que involucra, empresas, asociaciones de pescadores, la academia y agencias públicas.

La tecnología de hatcheries supone el uso de laboratorios para la inducción artificial a la puesta y la obtención de larvas que luego irán al mar para completar su crecimiento en los diversos sistemas de cultivo desarrollados para ello. La tecnología de la captación de semillas del medio natural es otra innovación adaptada a nuestro medio que implica el uso del conocimiento para determinar las puestas de las conchas de abanico en el medio natural y el uso de elementos artificiales para capturar las larvas en dicho medio y luego confinarlas para que prosigan su desarrollo y crecimiento en medios naturales o artificiales hasta alcanzar su talla de cosecha. Por otro lado, existen buzos extractores de mariscos que se dedican a extraer semillas de los bancos naturales para proveer a los productores circundantes o para realizar de manera organizada, a través de las organizaciones sociales de pescadores artesanales - OSPA, el cultivo de esta especie en el medio natural empleando para ello corrales de fondo, técnica desarrollada en la zona de Paracas en la década de 1980 que se ha irradiado hacia otras regiones costeras del país.

1 Otra es la concha negra.2 La UNALM, con financiamiento del CID de Canadá, realizó investigaciones sobre la captación de semilla de concha de abanico, un

sistema suspendido en los 80.3 FONDEPES - En 1995 se creó el Centro de Acuicultura La Arena, para desarrollar y transferir tecnologías de cultivo en concha de abanico. 4 Cinco de ellos son privados y uno público (La Arena). Su implementación y mantenimiento es alto, y por tanto hay dificultades para

que el presupuesto público pueda sostener este tipo de servicio.

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La transformación primaria se lleva a cabo por empresas dedicadas al desvalve, tanto de su propia producción como proveyendo servicios a terceros y de intermediación. Por su parte, la transformación secundaria se encuentra a cargo de empresas que realizan el congelado y otros procesos complementarios que permiten el producto final destinado a la exportación.

Los eslabones de la cadena de la concha de abanico descritos cuentan con el soporte de un conjunto de instituciones públicas y privadas y de la academia, apoyando en los diferentes eslabones de esta. Por el lado del sector público se destacan: (i) el Instituto del Mar del Perú - IMARPE, que realiza evaluaciones en las principales bahías con fines científicos ecológicos y biológicos; (ii) el Ministerio de la Producción - PRODUCE, que regula y controla en el ámbito de su competencia la producción de la concha de abanico a nivel nacional; (iii) el Servicio Nacional de Sanidad Pesquera - SANIPES, que controla los aspectos sanitarios y de inocuidad a través de sus oficinas desconcentradas en el país; (iv) el Instituto Tecnológico de la Producción- ITP, que tiene a su cargo los centros de innovación tecnológica - CITE, entre ellos los CITE acuícolas; (v) la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - SUNAT, que controla todos los aspectos legales de las empresas para su funcionamiento; (vi) el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo - MINCETUR, que analiza los volúmenes de exportación y canaliza con los demás países a través de PROMPERÚ con las promociones en ferias internacionales; (vii) Diversas agencias de PRODUCE, como FONDEPES, que cuentan con un servicio de asistencia técnica y capacitación, y (viii) las DIREPRO de los gobiernos regionales, que cumplen labores de regulación de la actividad en los niveles regional y local. El gobierno ha promulgado diversas regulaciones para promover y ordenar el desarrollo de la maricultura de la concha de abanico desde fines de 1982 y se ha orientado a la regulación de concesiones y de autorizaciones (para hatcheries y centros de producción acuícola)5.

En el sector privado se distingue a la Asociación de Exportadores - ADEX, y la Sociedad Nacional de Acuicultura que presta servicios a sus asociados en información comercial y de gestión del marco regulatorio. Diversas entidades financieras ofrecen préstamos a empresarios y pescadores artesanales vinculados con la cadena. Las prestadoras de servicio de certificación, como CERPER y SGS, realizan auditorías a las plantas de congelado, mientras que las Cámaras de Comercio se encargan de emitir el certificado de origen, requerido para los fines de exportación. Entre tanto, empresas de transporte proveen servicio de traslado de personal a los trabajadores de las plantas procesadoras de los tres eslabones. Tampoco se debe olvidar el rol que juegan los gremios de pescadores que facilitan la articulación y cooperación entre sus asociados. Finalmente, se encuentran las organizaciones no gubernamentales - ONG que, con apoyo nacional e internacional, realizan labores de capacitación y sensibilización a los cultivadores para mejorar sus prácticas y reducir la contaminación ambiental.

Algunos de los principales problemas y retos que se ha logrado distinguir son los siguientes: (i) escasez de semilla en bancos naturales como efecto de la mortandad ocasionada por los fenómenos naturales (2015) que ocasiona que muchas zonas destinadas al cultivo no se encuentren activas; (ii) insuficiente número de hatcheries para abastecer con semilla a los productores acuícolas formales, limitando el área de siembra; (iii) asociaciones sin autorización para realizar actividades de cultivo (informalidad) y otras que se encuentran realizando el proceso de adecuación (3ª. Disposición Complementaria Transitoria del D.S. 003-2016- PRODUCE); (iv) reducción de los costos de implementación de la tecnología de cultivo para facilitar el incremento de la producción, y (v) instancias de aprendizaje tecnológico muy débil, con la consiguiente escasa oferta de servicios técnicos y profesionales de calidad.

5 Las normas legales principales son: Nueva Ley General de Acuicultura (D.L. 1190) y su reglamento, D.S. 003-2016-PRODUCE, D.S. 040 Norma Sanitaria para las Actividades Pesqueras y Acuícolas.

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Asimismo, aunque la innovación tecnológica de la implementación de hatcheries y desarrollo de tecnologías de cultivo para la captación de larvas y de crecimiento de la semilla se logró gracias a la interacción entre empresas, pescadores, academia y agencias públicas, las relaciones de cooperación entre los diversos agentes de la cadena y las instancias de soporte son escasas; en ese sentido, la institucionalidad del sector tanto privado como público es débil, dominando los esfuerzos de tipo individual y la desarticulación. Ello resiente notablemente la capacidad de innovación de la cadena de valor.

Aunque la producción de larvas a través de hatcheries se lleva a cabo con éxito, aun subsisten algunos problemas en la cadena de producción, según los productores de concha de abanico, como las muertes masivas, que parecen correlacionarse con las bajas concentraciones de oxígeno (eventos anóxicos), aunque también se sospecha del virus de tipo Malacoherpesvirus. Otro tema es la escasa disponibilidad de larvas silvestres cuya captura es fluctuante, ya que las larvas captadas en dicho medio tienen un rendimiento de producción bajo debido a la naturaleza empírica con la que todavía se trabaja y la falta de información sobre endocrinología reproductiva, nutrición, patología y de la biología de las larvas en general, incluyendo el proceso de metamorfosis y el asentamiento larval. Actualmente no existe una cepa genéticamente mejorada, sobre todo con una mejor resistencia a las fluctuaciones de salinidad que parecen ser un estrés abiótico, en especial para los animales en las etapas juveniles. Recientemente, un hatchery privado en Casma ha logrado niveles de productividad altamente competitivos.

3. Crustáceos: langostino (Litopenaeus vannamei)

El cultivo del camarón marino (Litopenaeus vannamei) —llamado en el Perú langostino— se concentra en el norte, principalmente en Tumbes (en aguas marinas) y de manera complementaria en Piura (en agua dulce). Por muchos años, la industria de los langostinos de Tumbes fue la principal actividad acuícola peruana. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura - FAO6, los antecedentes se encuentran en la década de 1970, a partir de los cultivos experimentales realizados por el IMARPE, con la finalidad de determinar la tecnología más rentable y las especies adecuadas a las condiciones naturales de los manglares de Tumbes, ecosistema al cual estuvo ligada por años.

Las primeras experiencias empresariales con langostinos se realizaron en la década de 1990 con cultivo semintensivo7. Se usaron densidades promedio de 20 a 30 ind/m, con poslarvas de origen silvestre y tecnología asiática de Filipinas. Se emplearon estanques de tierra de gran área (10 ha) y baja potencia de aireación (2 hp/ha). Hacia fines de la década de 1990 (1996 y 1997), se alcanzaron los mejores rendimientos con producciones

6 La FAO sigue empleando el nombre científico Penaeus vannamei.7 En la producción de langostinos se pueden distinguir tres tipos de cultivos, según la complejidad tecnológica empleada: extensivo,

semintensivo e intensivo. La tecnología de cultivo semintensivo se caracteriza por el empleo de estanques de diferentes dimensiones (1-5 ha), considerando la utilización de fertilizantes, alimentación suplementaria y recambio de agua. En este caso, las poslarvas son adquiridas del laboratorio con densidades de siembra entre 10 y 30 PL/m2; estos sistemas son comunes en América Latina.

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de 6 200 Tm/año que representaron US$ 45 millones de exportación. Durante esos años, FONDEPES estableció el Centro Acuícola Virrilá en Sechura, orientado a la investigación, siembra experimental, promoción y asistencia técnica del cultivo.

La década de 1990 también vio el surgimiento y operación comercial de cinco laboratorios de producción de semilla: su capacidad instalada sumó alrededor de 1 000 millones de poslarvas anuales. Estos fueron diseñados para todas las etapas del proceso productivo de poslarva: maduración, producción de nauplios (primer estadio de vida) y levantamiento larval. Durante sus primeros años operaron solo con nauplios importados de otros países (Ecuador y Panamá). Desde 1996, el mayor interés se orientó a la domesticación y maduración de reproductores, a partir de los individuos de mejor desempeño en los estanques de cultivo (selección masal), iniciándose la producción en ciclo cerrado. La semilla obtenida reunió muy buenas características y fue exportada a Brasil, Ecuador y Colombia, logrando buenos rendimientos.

Lamentablemente, el FEN de 1998, y más tarde el virus de la mancha blanca (WSSV-White Spot Sindrome Virus) de 1999, pusieron en peligro a la industria langostinera, que registró una producción de 560 Tm en el 2000. Primero, el FEN destruyó parte de la infraestructura de los laboratorios, en especial los dispositivos de captación de agua marina. Inmediatamente después, el virus WSSV redujo tan drásticamente la demanda de semilla que obligó a los laboratorios a cerrar sus instalaciones, con la consiguiente pérdida económica y las dificultades para reiniciar las actividades.

Frente a la crisis sanitaria, en 2000 se gesta la alianza entre la Asociación Langostinera Peruana - ALPE y el IMARPE para luchar contra dicha enfermedad. La I&D —liderada por IMARPE— y la reingeniería de los cultivos —impulsada por los empresarios— permitieron enfrentarla exitosamente. En el contexto de la crisis, se crea el Laboratorio Costero del IMARPE de Tumbes, especializado en diagnóstico y prevención de la enfermedad y de otros potenciales virus. Los empresarios agrupados en ALPE implementaron medidas y sistemas de bioseguridad, mejorando las características de los estanques y su manejo, para reducir la ocurrencia de factores y situaciones estresantes que faciliten la expansión de infecciones y afecten la productividad.

Empresas como Isla Bella SAC, de Tumbes, fue pionera en instalar cultivos de tipo semintensivos utilizando parte de tecnología proveniente del Asia (Indonesia y Tailandia), captada por un grupo de empresarios. Esta incluía aireadores-aspiradores-inyectores (Aero-O), estanques pequeños de tierra (1,5 ha), alta densidad de siembra (40 ind/m), y el uso de compuestos químicos para controlar organismos bacteriales y otros organismos vectores del virus. Los resultados fueron bastante positivos y permitieron que la industria tenga una década de gran desarrollo.

Entretanto, otras empresas dieron un salto tecnológico mayor al introducir ensayos de cultivo intensivo⁸, como el caso de las empresas Domingo Rodas y SILMA (campo Tumpis). Otras empresas, como Refrigerados INYSA y Fragata iniciaron experiencias de cultivo intensivo, pero agregando estanques recubiertos con membrana plástica o liners. Tal como se ha comprobado en la región Tumbes, esta tecnología mejoró de manera sustancial

8 El cultivo intensivo se caracteriza por tener un desarrollo tecnológico que alcanza niveles industriales con una alta especialización del personal técnico. En la mayoría de los casos, la infraestructura se construye en estanques pequeños (0,1-1,0 ha), sean cuadrados o redondos. Comúnmente son de tierra, pero también se utilizan membranas de recubrimiento para reducir la erosión y mejorar la calidad del agua. Posee un flujo elevado de agua y altas tasas de siembra (entre 60 y 300 PL/m2). En este caso, el control de los parámetros ambientales, la alimentación, la fertilización y el manejo son estrictamente controlados. Se usan aireadores y se aplican microorganismos probióticos y bioremediadores. La inversión y los costos de operación son elevados, pero se compensan con los altos ingresos que se obtienen de la producción. Se logran rendimientos entre 10 y 15 toneladas/ha por un ciclo de algo más de tres meses.

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la productividad, al incorporar coberturas a manera de invernaderos, tecnología menos contaminante que da como resultado cultivos bioseguros. Así, desde fines de 2005 diversas empresas vienen desarrollando innovadoras experiencias y esquemas de producción para el cultivo eficiente del langostino en costo/efectividad y sostenibilidad ambiental, lo que ha permitido que se amplíe el cultivo a otras áreas fuera de los manglares.

Actualmente (2017), las larvas son de origen local e importadas; la importación se realiza desde Ecuador y en algunos casos desde Colombia, India, Tailandia e Indonesia, para lo cual obligatoriamente se pasa por un control sanitario. La dependencia de larvas importadas ha crecido al ritmo del crecimiento de la acuicultura de langostinos. La semilla importada, a precios ex laboratorio (desde Ecuador), fluctúa según la calidad y época, entre 1,50 y 3,00 US$/millar. Entre tanto, la producción local de larvas se encuentra a cargo de la empresa Camposol-Marinazul, que actualmente es el único criadero nacional. Para ello, dedica importante inversión en la investigación para el mejoramiento genético, contando con uno de los mejores laboratorios nacionales y, sin lugar a dudas, el mejor del sector privado (INCABIOTEC).

El futuro de la innovación tecnológica de la cadena del langostino se orienta a la tecnología intensiva de los cultivos con criterios de bioseguridad. Se requiere asegurar calidad y buenos niveles de competitividad. Al respecto, se observan limitantes respecto del financiamiento para el desarrollo de estas nuevas instalaciones intensivas (uso de invernaderos) o para la transformación de las tradicionales. También se requiere mejorar la cantidad y calidad de la oferta de semilla sana y adaptada (domesticación y selección genética). La informalidad, por otro lado, constituye un serio peligro en el tema sanitario, pues las empresas informales pueden ser caldo de cultivo de enfermedades, tanto por la manera como se maneja el recurso como por la importación ilegal de poslarvas sin el debido certificado sanitario.

El langostino es un producto de gran valor en el mercado mundial y su demanda está en crecimiento. Asimismo, apostar por el cultivo como un bien de exportación permite dar valor agregado a la harina de pescado, pues esta constituye la base de su alimentación.

Los principales problemas y retos de la cadena del langostino que se han identificado a través de diversas consultas son: (i) las enfermedades infecciosas virales y bacterianas; (ii) la falta de cepas y consorcios de microorganismos beneficiosos para la salud del langostino; (iii) la calidad del agua y suelos; (iv) la falta de variedades mejoradas para caracteres genéticos, el crecimiento y la fuerza; (v) el aumento de los costos de energía; (vi) la gestión de los efluentes de las granjas y plantas de procesamiento de residuos y congelación; (vii) el carácter monoespecífico de la producción; (viii) facilitar el acceso y el derecho sobre las áreas seleccionadas para el cultivo; (ix) promover la tecnología de obtención de semilla en laboratorios especializados que otorgue seguridad y continuidad de abastecimiento, y (x) abordar con efectividad las observaciones impuestas por las autoridades sanitarias de los países importadores. Corresponde trabajar de manera coordinada y decidida con el fin de resolver estas limitantes.

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4. Trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss)

La acuicultura en la sierra está fundamentalmente ligada a la actividad truchícola, principalmente a la especie trucha arcoíris (Salmo gairdneri). Según la FAO, esta especie fue introducida en el territorio peruano hacia 1925 procedente de los EE.UU. y como resultado de las gestiones de J.R. Mitchell y B.T. Colleg y de la empresa Cerro de Pasco Copper Corporation para importar huevos fertilizados de trucha, desde Sacramento (California), con el fin de promover su pesca en ríos y lagunas cercanos a La Oroya. El primer intento resultó fallido; sin embargo, el segundo envío logró producir 50 000 alevinos que, una vez que alcanzaron los diez centímetros en el estanque del campamento minero, fueron arrojados al río Tishgo y al lago Chinchaycocha para su reproducción silvestre.

Poco tiempo después, J.R. Mitchell obsequió cincuenta alevinos de truchas arcoíris a Juan Morales Vivanco, quien las llevó a Quichuay, un poblado cercano al distrito de Ingenio, a orillas del río Chiapuquio. Vivanco sembró cincuenta alevinos de truchas arcoíris, las alimentó y luego esperó a que la naturaleza hiciese el resto, lo que fue el inicio del Centro Piscícola El Ingenio9 ubicado en Concepción (Junín). En la década de 1940 esta iniciativa fue asumida por el Estado (Ministerio de Fomento), que se encargó de la gestión y el desarrollo de dicho centro. Más tarde, en la década de 1950, el Ministerio de Agricultura, a través de la Dirección de Pesca y Caza y el Servicio de Pesquería, amplió las posibilidades de cultivo creando varias estaciones de piscicultura a lo largo del territorio (Junín, Cajamarca, Huánuco, Huancavelica y Puno). En 1955 se sembraron tres millones de alevinos en 152 cuerpos de agua de los departamentos de Lima, Amazonas, Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Junín, La Libertad, Pasco y Puno.

La introducción de la trucha en la región de Puno se realizó entre 1939 y 1940 con el establecimiento de la Estación Piscícola de Chucuito, en el Lago Titicaca como una iniciativa de la cooperación internacional (Perú, Bolivia, EE.UU.). Se introdujeron cuatro especies de Salmonidae: Salvelinus namaycush, Salvelinus fontinalis, Salmo trutta y Salmo gairdneri. Aparentemente los esparcimientos de las Salvelinus fueron poco abundantes y ninguna de las dos especies se adaptó a su nuevo ambiente y colapsó en la década de 1960, porque la variedad que se introdujo diezmó las especies nativas (ispi, carachi) y porque los bolivianos introdujeron una especie más agresiva que la trucha: el pejerrey. El avance fue lento hasta la década de 1970, como consecuencia de la falta de personal preparado, al deseo de resultados rápidos y a la falta de una oferta de alimento adecuado y a bajo precio.

Respecto del cultivo de la trucha arco íris, la especie más difundida es Oncorhynchus mykiss, (antes Salgo gairdneri) al haberse introducido en un comienzo como una especie de poblamiento de distintos ambientes acuáticos fríos se desarrolló un consumo local de cierta importancia. Hoy se cría con más éxito y en distintas modalidades por las excelentes condiciones naturales que existen en los Andes, lo que permite la expansión de esta actividad y la obtención de un producto de calidad.

9 El Centro Piscícola El Ingenio se dedica a la producción de truchas de talla comercial para su venta en el mercado regional y limeño. Produce ovas embrionadas y alevinos para el abastecimiento de piscigranjas comunales y pequeños productores nacionales y regionales. Brinda asesoramiento técnico a las entidades dedicadas a la crianza de truchas, dando a su vez facilidades para la ejecución de prácticas preprofesionales y profesionales a estudiantes de distintas universidades del país. La producción anual es de 200 toneladas en promedio, tres millones de ovas embrionadas y 2,5 millones de alevinos.

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En el período 1980-1985 la crianza de truchas en el lago Titicaca vivió un período de dificultad debido al escaso apoyo gubernamental, pero en el período subsiguiente un renovado empeño del gobierno acerca de las posibilidades de desarrollo del sector llevó a la elaboración y puesta en práctica de un plan de emergencia que veía la reactivación de la piscicultura continental y, por lo tanto, también de la crianza de truchas. Sobre esta premisa nació, a propuesta de CORPUNO, el Proyecto Especial Titicaca. Pero la extracción de truchas en ambientes naturales ha venido disminuyendo significativamente desde 1989. Esta rápida disminución de la población de truchas se atribuye a diversos factores, tales como la cantidad insuficiente de ovas y alevines para satisfacer la demanda de las piscigranjas particulares, comunales, o aun estatales, y a la escasez de alimentos adecuados en las cantidades deseadas y a precios bajos. Para tratar de solucionar estos problemas, el Estado, por intermedio del Ministerio de Pesquería y sus direcciones regionales, emprendido una serie de proyectos.

Según la FAO, en 2002, en el departamento de Junín, en la sierra central, eran tres las empresas que cubrían la totalidad de la producción: Piscifactorías de los Andes S.A.10 la Sociedad Agrícola de Interés Social - SAIS Pachacayo11 y la Estación Pesquera El Ingenio (perteneciente al Viceministerio de Pesquería)12. En Junín, cuya producción en 2015 bordeaba las 934,82 Tm/año, tienen representatividad, en primer lugar, el Consorcio Acuícola Junín (que agrupa diversas empresas productoras de truchas), la Estación Pesquera El Ingenio (a cargo de la DIREPRO de Junín que produce alrededor de 120 Tm/año), la SAIS Pachacayo (inicialmente con una producción de 150 Tm/año, ahora en decrecimiento debido a problemas financieros con las cooperativas), y la empresa Piscifactorías de los Andes - Piscis Perú, en Huancayo, que se encuentra en proceso de cambio de titular13.

Según la FAO, el cultivo en la cuenca del lago Titicaca en 2002, alcanzó una producción de 1 206 toneladas. Los principales productores eran la Asociación de Productores de Trucha - APT del Lago Titicaca, Emucosa, la Empresa Comercializadora S.A.C. y diversas asociaciones de productores. Actualmente en Puno la producción bordea las 44,845 (2017) Tm/año y tiene representatividad Piscis Perú, esta empresa en el 2014 tuvo un año de transición con el fin de priorizar la rentabilidad de la compañía y en 2016 decidió cerrar la operación de Huancayo con una producción de alrededor de 300 Tm/año, y la empresa Arapa San Pedro y San Pablo S.A.C., que produce trucha orgánica y cuenta con una producción de alrededor de las 300 Tm/año y cuyo 10% de producción es exportada a los mercados de Australia y la Comunidad Europea.

10 Piscis Perú es una empresa que se dedica a la producción y acopio de trucha para el mercado internacional en sus diversas presentaciones.

11 La actividad principal de la SAIS Túpac Amaru es ganadera y pesquera (crianza de ovinos, vacunos y truchas en aguas continentales; la Piscigranja de Pachacayo, de modelo danés, produce truchas de talla commercial, y la Estación Piscícola de Vinchos está dotada de infraesctructura moderna para la producción de alevinos y los lleva hasta el crecimiento adecuado para los diversos mercados que se abastecen.

12 El Centro Piscícola El Ingenio realiza la producción de ovas y alevinos con fines de investigación, y también para abastecer a las empresas privadas que no pueden importar ovas y alevinos o no cuentan con los medios necesarios para su producción.

13 En 2015, Ábaco adquiere Piscis, empresa acuícola dedicada al mercado nacional e internacional de exportación de truchas.

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Asimismo, en Huancavelica, cuya producción bordea las 3,454 (2017) Tm/año, se cuenta con la empresa Peruvian Andean Trout S.A.C. (ex Pacsac), empresa dedicada al cultivo de trucha desde ovas hasta su talla comercial con estándares internacionales y cuya producción está alrededor de las 3 000 Tm/año14. Las principales investigaciones realizadas sobre este cultivo han sido estudios sobre nutrición y patologías y se ha innovado el diseño y la construcción de jaulas artesanales de bajo costo y buen comportamiento hidrodinámico. Asimismo, se ha innovado el empleo de alimentos con insumos locales, lo que permite una reducción considerable en los costos de producción. Sin embargo, este cultivo requiere un esfuerzo mayor de investigación científico-técnica en áreas como la reproducción y el desarrollo larval, alevinaje, genética, mejoramiento de infraestructura de cultivo y nutrición, y alimentación para los sistemas locales.

Actualmente se han establecido modelos de negocio de asociatividad en relación con la cadena productiva de la trucha, en los cuales interviene el propietario (cooperativa Ábaco15), la empresa socialmente responsable y los productores de la cadena productiva, como en el caso de Piscis. Las condiciones del financiamiento denotan el objetivo, el plazo y los montos promedio, la tasa de interés, garantías, etc. Este modelo de negocio presenta ventajas tanto financieras como empresariales para los productores.

El fuerte crecimiento de la producción de trucha arcoíris se ha convertido en una oportunidad para la exportación de ovas embrionadas. Se ha demostrado que las truchas mejoradas genéticamente (de ovas importadas) dan mejor resultado que las truchas nacionales, situación que ha determinado que la mayor producción nacional que se obtiene actualmente tenga como origen truchas importadas. La importación de ovas de trucha proviene de EE.UU. y de Dinamarca y representa el 80% del total de ovas utilizadas en un año. Las importaciones han aumentado significativamente si se considera que en 2003 se importaban solo 9,5 millones de ovas y para 2016 la cifra oficial reporta una importación de 225 315 millares de ovas embrionadas al año, situación de alto riesgo desde la perspectiva sanitaria y debido a la cual países como Chile ya han tenido experiencias de alto impacto en términos de pérdidas por introducción de enfermedades y los altos costos de control. Según PRODUCE (2018), con relación a la procedencia de las ovas embrionadas de trucha en 2016, se tiene que un 52% provienen de Estados Unidos, 30% de España, 10% de Dinamarca, 7% de Gran Bretaña y el 1% de Chile.

Corresponde al Estado, en su rol de promotor, resolver limitaciones tales como la insuficiente producción local de semilla y la carencia de centros de producción de ovas mejoradas y de alto rendimiento, así como frenar la contaminación en algunos cuerpos de agua, por ejemplo, en Puno, donde se requiere atención debido a las dificultades sanitarias ocasionadas por la contaminación del lago Titicaca. Existe una escasa infraestructura de plantas de procesamiento y frío poscosecha, y las difíciles condiciones de transporte y comunicaciones incrementan los costos del alimento balanceado. Se debe adecuar la tecnología de manejo de las pequeñas empresas y consolidar volúmenes de calidad homogénea que permitan emprender estrategias de mercadeo, así como dar un mayor impulso a la formalización y la asociatividad de los productores.

14 Programa Nacional de Ciencia, Desarrollo Tecnológico e Innovación en Acuicultura (C+DT+i).15 Institución financiera solidaria (cooperativa de ahorro y crédito), con 34 años de vida institucional. Conforme a la legislación vigente, está

regulada por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP - SBS y supervisada por la Federación Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Perú - FENACREP, que se dedica a cubrir necesidades de financiamiento diverso a sus socios.

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5. Especies nativas amazónicas

La Amazonia peruana es una región en la que se dan singulares ventajas para la expansión del cultivo de peces tropicales, ya que asegura impactos positivos en la seguridad alimentaria de la región, la apertura de nuevas opciones de negocio y de oferta de empleo, la disminución de la presión sobre los recursos naturales y la generación de divisas.

Por ello se han venido realizando acciones a cargo de organismos del Estado para el desarrollo de la acuicultura amazónica centrados en las especies paiche, paco, sábalo, boquichico y algunos bagres grandes. Sin embargo, a pesar de la riqueza y el potencial de la ictiofauna amazónica, se ha optado por la importación de especies como tilapia, carpa y el camarón gigante de Malasia, con ventajas y conocimiento de manejo, rendimiento y valor para un desarrollo acuícola más rápido. Sin embargo, la acuicultura en la Amazonia no ha cobrado aún la importancia que se espera de ella, tanto en el abastecimiento para consumo local como para la exportación. Su desarrollo es todavía marginal y de pequeña escala.

El cultivo de peces tropicales de interés comercial y social como gamitana, paco, boquichico y otros se viene incrementando en las regiones de Loreto, Madre de Dios y Ucayali. Existen operaciones para el cultivo de paiche en Pucallpa y Yurimaguas. La tilapia se cultiva esencialmente en selva alta de San Martín y en la costa norte del país para el mercado interno y para la exportación.

La primera experiencia de manejo en ambientes naturales en la cocha Zapote, del río Pacaya (1940) por los pioneros Shoji Nakashima, Arturo Miyake y Jorge Sánchez de la Dirección de Pesquería y Caza fue el hito que marcó la paichicultura. En la década 1960 se decidió el estudio de diversas especies de la selva para su cultivo y el de especies de importación, para su adaptación al medio. La acuicultura del paiche empieza con experimentos en el lago Sauce, en abril de 1962, por decisión de la Estación de Pesquería de Loreto. Se trataba de 522 alevinos. Luego, en 1963, se sembraron 240 alevinos más. El primer muestreo destacado en 1965 observó paiches de 1,40 y 1,43 m y de 26 a 27 kilogramos. Para facilitar la alimentación del paiche, en 1968 se sembraron 1 040 alevinos del herbívoro tilapia, lo que dio resultados positivos.

Poco después se establece un programa de piscicultura en la UNALM para formar ingenieros y el IVITA/San Marcos inicia sus actividades piscícolas en Pucallpa. El propio Ministerio de Pesquería decidió impulsar la I&D en acuicultura.

Luego de esos éxitos, y con la Cooperación de la Dirección Regional de Pesquería de Moyobamba se establecieron piscigranjas. En la década de 1980 se declararon 57 pisicigranjas en San Martín. Se estaba construyendo la estación pesquera de Ahuashiyacu para producir alevinos de paiche y otras especies. La misma Dirección Regional de Pesquería está construyendo el Centro Piscícola de Chachapoyas que tendrá 273 ha de estanques y se ha fijado una meta de 38 Tm de pescado al año.

Entre 1971 y 1976, con el crecimiento demográfico de las ciudades y la demanda de fuentes de alimento, los pescadores introdujeron el uso de redes agalleras para la captura. Fueron necesarios solo diez años, hacia mediados de la década de 1980, para que el paiche pase, de ser la más importante y asequible fuente de alimento para el hombre amazónico, a una rara exquisitez reservada para los que logran pagar los altos precios del mercado.

En 2000, el Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana - IIAP inició, junto con socios estratégicos, un programa de cultivo de paiche en estanques de productores de la Amazonia peruana cuyo objetivo era principalmente formar planteles reproductores de paiche mediante la crianza en estanques (ejes carreteros de la Amazonia peruana), incrementar la oferta de alevinos, disminuir la presión de pesca del recurso y contribuir con

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la diversificación de las actividades productivas. Este programa benefició a 130 productores con la entrega de seis paiches a cada uno y se registraron niveles de crecimiento y posibilidades de producción muy alentadores.

Por otro lado, en la Amazonia peruana el cultivo de paiche en jaulas flotantes ha sido poco explorado. Las primeras experiencias se iniciaron para responder la demanda del mercado por productos de calidad con valor agregado, contribuyendo de esta manera al desarrollo económico de la región. Es así que en 2003 el IIAP, en convenio con el gobierno regional de Ucayali, inició el proyecto de inversión pública Acuicultura artesanal para la producción de paiche en jaulas flotantes en la laguna de Imiria, Ucayali, y en 2005-2006 se validó por primera vez la tecnología de cultivo de paiche en jaulas flotantes con dietas extrusadas en la laguna Imiria, en Pucallpa, lo que confirma las posibilidades de producción ya identificadas a través de la investigación. Asimismo, existen importantes avances de investigación sobre el paiche realizados por el IIAP16.

Ente otros emprendimientos empresariales, en 2006, la empresa peruana acuícola Los Paiches, del grupo empresarial Hochschild, decidió iniciar un proyecto con fines ambientales y responsabilidad social en Yurimaguas, región San Martín. Luego de varios años de investigación se ha logrado desarrollar y consolidar la acuicultura del paiche a escala comercial sin afectar las poblaciones silvestres de este pez en la Amazonia y desarrollar protocolos de reproducción que permiten garantizar la sostenibilidad de la especie. Asegurar toda la cadena de frío fue un punto crítico en el proyecto debido a la falta de infraestructura para poder salir desde la selva hacia los puntos de exportación, sin embargo, a partir de 2010 se hicieron las primeras exportaciones a mercados de los Estados Unidos.

Hubo un trabajo importante de promoción del paiche a través de ferias, lo que permitió dar a conocer las bondades del pez en diferentes mercados, incluido el europeo. La comercialización de productos ayuda a la sostenibilidad del paiche, pues genera los fondos necesarios para el programa de repoblamiento de la especie en la Amazonía. Actualmente se envían más sesenta toneladas de paiche a mercados extranjeros.

Asimismo, el FONDEPES, a través de su Centro de Acuicultura Nuevo Horizonte, Iquitos17, en Loreto, viene realizando ensayos de cultivo de la especie paiche con la finalidad de determinar la factibilidad y bondades de esta especie para su difusión en el sector productivo. Del mismo modo, para contribuir al impulso y promoción de crianza de esta especie con fines comerciales, realiza capacitaciones en reproducción y manejo de semillas.

En Tumbes, como una nueva oportunidad para la acuicultura, se desarrolló el proyecto de investigación científica de crianza de paiche18 en la Universidad Nacional de Tumbes, campus universitario de Pampa Grande. Con esta exitosa cosecha se demuestra que el paiche, producto típico de la zona selvática de nuestro país, también se puede criar en la costa, que presenta características similares de clima y geografía, lo que constituye una nueva alternativa en el campo de la acuicultura en la región.

Asimismo, desde 2011, la Empresa Marina Azul S.A., subsidiaria de la agroindustrial Camposol, que se dedica a la producción intensiva de langostino, viene trabajando con paiche en el Campo Canela y ha empezado a hacer las primeras pruebas con los ejemplares traídos de la selva, los que se adaptaron a las condiciones del medio en un área de crianza de 2 ha (plan piloto). Ya se ha logrado la crianza y engorde satisfactorio y se espera así poder cerrar el ciclo de reproducción natural y no depender de las semillas silvestres.

16 Determinación del requerimiento proteico de alevinos juveniles de paiche (2007-2008), Generación de un protocolo de sexado de paiche basado en técnicas de imunoensayos (2007-2009), Determinación de los niveles de tolerancia de paiche a compuestos nitrogenados (2009), Determinación del efecto de cuatro temperaturas en el crecimiento de alevinos de paiche (2009), Estudio de las variables ambientales que influyen en la reproducción del paiche en acuicultura (2009-2010), Evaluación de tres dietas comerciales extrusadas en el crecimiento, y Conversión alimenticia y composición bromatológica de la carne de paiche (2011-2012).

17 C.A. Nuevo Horizonte realiza la producción de alevinos de gamitana y paco. Trabajos experimentales para la obtención de paquetes tecnológicos con las especies doncella, sábalo cola roja, paiche, peces ornamentales como la arawana, carachama, lagarto y carachama mama.

18 Facultad de Ingeniería Pesquera y Ciencias del Mar, a cargo del decano de la facultad, ingeniero Mogollón.

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6. Tilapia

La tilapia es una especie originaria del África que pertenece a la familia de los cíclidos. Inicialmente fue cultivada en Kenia, en la década de 1920, y luego de la Segunda Guerra Mundial se expandió hacia Asia y América. En 1962 se introduce la Tilapia rendalli al lago Sauce de la región San Martín como forraje para el paiche o pirarucu en estanques de la cuenca amazónica procedentes del Brasil por medio de la Dirección General de Caza y Pesca del Ministerio de Fomento y Agricultura, pero no se obtiene un cultivo exitoso. Posteriormente, en 1979 ingresan otras variedades de tilapia, tales como O. niloticus, O. hornorum y O. mossambicus por instituciones como el IMARPE y la Universidad Nacional Agraria La Molina - UNALM, con fines de investigación y cultivo en zonas de selva alta, y se produce una rápida adaptación a la zona. Asimismo, la Tilapia nilótica y Tilapia hornorum se introducen a la estación pesquera de Ahuashiyacu en 1983, procedentes del centro piscícola de Huachipa (IMARPE), para iniciarse el manejo de las cepas en esta estación inagurada con la finalidad de sacar y seleccionar reproductores machos de Tilapia hornorum y hembras de Tilapia nilotica, para su apareamiento, procurando la producción de híbridos machos y llegando a producir 5 000. Asimismo, cita que en 1984 se introdujeron reproductores de Tilapia nilotica a la piscigranja rural de Marona en el Altomayo, y en 1986 se comenzó a trabajar recién con reversión sexual. Estos trabajos de investigación y de adaptación de tecnología concluyeron en el establecimiento de numerosas unidades de cultivo comercial de tilapia en varios lugares del país, concentrándose estas en el departamento de San Martín debido a las adecuadas condiciones que presenta esta zona.

Las normas para el cultivo de tilapia se modificaron en 1991, cuando se publicó el D.S. 002-91-PE, que prohíbe el cultivo de tilapia en ambientes naturales y artificiales en toda la cuenca del Amazonas, limitando los trabajos con tilapia en zonas apropiadas, como el norte del país, y llevando a buscar otras zonas apropiadas como el sur chico (Ica) y alrededores de la ciudad de Lima. Es entonces cuando la Dirección General de Acuicultura - DGA, en cumplimiento con lo dispuesto en el segundo artículo del citado decreto, alcanza al despacho ministerial un proyecto de Resolución Ministerial precisando las condiciones técnicas para el cultivo del ciclo completo o parcial de las especies tilapia en ambientes controlados fuera de la cuenca amazónica.

Posteriormente, con la promulgación de la Ley General de Pesca y su reglamento, se establecen en forma muy general algunas pautas correspondientes al cultivo de la referida especie, como la presentación de un Estudio de Impacto Ambiental - EIA o Programa de Adecuación y Manejo Ambiental - PAMA, normas para importación y traslado de especies de un ecosistema a otro, etc.

A raíz de la necesidad de mantenernos a la par con otros países en cuanto al cultivo de esta especie como industria en apogeo, la tilapia roja ingresa a nuestro país en los meses de octubre y noviembre de 1996 como parte complementaria de otro lote de reproductores grises (con el objetivo de renovar la sangre), procedentes de la Estación Divisa Panamá (línea Costa Rica).

La tilapia ingresa al país después de un engorroso trámite y gracias a la perseverancia del ingeniero Julio Moscoso C., responsable del Proyecto de Acuicultura en Aguas Residuales Tratadas de San Juan de Miraflores, proyecto en convenio entre la Dirección General de Medio Ambiente - DGMA del Ministerio de Transporte, Comunicaciones y Vivienda - MTCV y el Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Medio Ambiente - CEPIS, organismo de la Organización Panamericana de la Salud - OPS perteneciente a la Organización Mundial de la Salud - OMS, proyecto financiado con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD, Banco Mundial - BM y GTZ de Alemania.

En diciembre de 1996, IMARPE, a solicitud de la Dirección Nacional de Acuicultura, alcanza una opinión técnica al respecto, precisando que no tiene conocimiento de los efectos benéficos o adversos que ameriten una prohibición tan radical como la que dispone el D.S. 002-91-PE, recomendando la realización de un estudio de impacto ambiental que fue realizado por el IIAP.

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Así, recién en 1998 nace el interés de las instituciones públicas y privadas para realizar trabajos experimentales y pilotos de prueba en los que participan instituciones como la UNALM, la Universidad de Ingeniería - UNI a través de su Unidad de Tratamiento de Aguas Residuales - UNITRAR y el FONDEPES.

La caída de la actividad langostinera en 1999 benefició en cierto modo la mayor difusión del cultivo de la alternativa de la tilapia roja, y en 2000, este evento elevaría de una vez el interés de los productores y las instituciones públicas por el cultivo de este tipo de tilapia.

En términos generales, la mayor producción de tilapia en el Perú se ha obtenido básicamente en el departamento de San Martín. No obstante, existen diversas especies que se vienen trabajando en otros lugares y que corresponden a Oreochromis niloticus (toda la costa y San Martín), Oreochromis sp, variedad chitralada (Piura, San Martín), roja (Lima, La Libertad, Lambayeque, Ica y San Martín) y Oreochromis aureus (ND 41) (Piura).

A partir de 2000 nace el interés por el cultivo de tilapia en el Perú, sobre todo al ver que Ecuador se convierte en el primer exportador de tilapia al mercado americano, desplazando a Costa Rica. En enero de ese año, una empresa privada denominada Tilapia Perú S.R.L. instala un hatchery en Piura y se dedica al abastecimiento de semilla, así como al engorde de tilapia roja y gris. Asimismo, a mediados de 2000 la empresa langostinera La Bocana (Tumbes) realiza un trabajo de investigación de la tilapia roja.

En la costa norte existen algunas experiencias importantes vinculadas con el aprovechamiento de represas y reservorios en los proyectos de irrigación del Chira-Piura y San Lorenzo. En abril de 2001, FONDEPES iniciaría el primer trabajo experimental, cultivando tilapia roja en jaulas en el reservorio de Poechos (Piura) con buenos resultados. A mediados de 2001, PRODUCE, a través del FONDEPES, realizó un workshop internacional de Cultivo y Comercialización de Tilapia en Tarapoto, San Martín, que contó con expositores extranjeros y nacionales.

A finales de 2001 el Ministerio de Pesquería (hoy Ministerio de la Producción) tenía planeado realizar un trabajo similar al de FONDEPES para cultivar tilapia en jaulas en una represa de Olmos. Se logró concluir con la planificación y la elaboración de las jaulas, pero una mala coordinación en la adquisición de la semilla (la variedad) terminaría por no llegar a concluir con la compra de esta, dando por terminado el proyecto. Se intentó continuar el trabajo con semilla obtenida de Tambo de Mora (FONDEPES), pero ni la cantidad ni el tamaño fueron los adecuados. Cabe mencionar que este proyecto pasaría a manos de FONDEPES y por consiguiente era esencial para comparar resultados con lo realizado en Poechos, lo que hubiera permitido obtener datos más reales. Lamentablemente, el centro de Tambo de Mora fue seriamente afectado por el terremoto de 2007 y fue cerrado definitivamente.

A fines de 2001, el CEP-Paita realizó el primer curso sobre cultivo de tilapia roja, incursionando así la institución en la capacitación de personal en el cultivo de esta especie, lo que se realiza cada año. Este evento tuvo mucha aceptación, sobre todo por productores de la región San Martín.

Ese mismo año, otra empresa privada conformada en su mayoría por socios extranjeros, American Quality Aquaculture S.A. (Aquaperú S.A.), obtendría la autorización para la adquisición de un predio ubicado en Piura con el fin de implementar el cultivo de Tilapia áurea (raza ND 41) en forma intensiva con la captación de 6 m3/s de agua de uno de los canales abastecidos por la represa de Poechos, teniendo como meta la exportación de filetes al mercado externo. Aquaperú ha desarrollado a lo largo de todos estos años un sistema de crianza de tilapia tecnificado y moderno, único en el país, aplicando tecnología de punta y personal altamente calificado en cada una de sus etapas. En la actualidad es la empresa líder en la producción de esta especie dentro del país. Su mercado de exportación comprende también los Estados Unidos. En sus inicios trabajó con Tilapia aurea, pero cambió a la variedad Chitralada de Brasil, de mayor calidad, más resistente a enfermedades, de mayor tamaño y tolerante a cambios climáticos, entre otras características.

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Por último, a mediados de 2002, Meli’s Fishery S.A., otra empresa privada conformada por socios peruanos, continuaría con los trabajos hechos por FONDEPES en cuanto al cultivo de tilapia roja en jaulas en la represa de Poechos, utilizando jaulas octagonales de 75 m3 aproximadamente y teniendo como meta una producción de más de 600 toneladas anuales de pescado.

Como resultado de la gestión promotora del FONDEPES, durante 2003 y 2004 se establecen en Ica (Chincha, Pisco, Ica y Llipata) alrededor de sesenta piscigranjas con fines de subsistencia, las que en su conjunto comercializaron en ese mismo período 1 270 kg de tilapia entera a un precio que fluctuaba entre US$ 1,4 y US$ 2,6 el kilogramo.

Durante 2005 y 2006, FONDEPES importó 3 000 y 2 500 reproductores de tilapia roja de las especies O. urolepsis hornorun y O. mossambicus, con las cuales estimaba producir en el primer año de producción en hatchery alrededor de un millón de alevines híbridos para incrementarlos en los años siguientes hasta llegar a los seis millones anuales. Para cumplir con esta producción, se implementó un laboratorio con el fin de llevar a cabo la incubación artificial, proyecto que ha quedado trunco desde el terremoto de 2007.

Otra empresa privada que inicia sus actividades en 2006 es Acuicultura de Huaura S.A.C. (Aquahuaura), con el cultivo de tilapia roja en la laguna de La Encantada, en Huaura, y que abarca las etapas de producción de semilla y engorde con una capacidad de 300 Tm anuales (mercados nacional y extranjero). En los últimos años, esta empresa cuenta con un centro de producción piscícola que desarrolla la actividad acuícola a mayor escala con la tilapia gris, autorizada bajo Resolución Directoral 013-2007-PRODUCE/DGA de marzo de 2007 y que viene desarrollando innovación tecnológica través de la implementación de sistemas de recirculación - RAS y estructuras de invernaderos.

Los cultivos de tilapia se programan con fines de exportación y para la atención del mercado interno de mayor poder adquisitivo. Es así que, como alternativa ante la epidemia de la mancha blanca, la tilapia fue autorizada para criarse en estanques langostineros de Tumbes por la facilidad de su cultivo y su bajo costo de producción extensiva. La tilapia mantiene vigencia como una especie que pretende satisfacer en el nivel rural los requerimientos nutricionales con proteínas de origen animal.

De acuerdo con un reciente estudio, existen diferentes niveles de cultivo de tilapia, por lo general con muy baja inversión y que redundan en un alimento de bajo costo, en represas como Poechos, San Lorenzo (Piura), Tinajones (Lambayeque), Gallito Ciego (La Libertad), laguna Morón (Ica) y lago Sauce (San Martín), sitios en donde se desarrolla el cultivo extensivo (repoblamiento). No es importante la talla final del pez, en tanto alcance el tamaño comercial. Tampoco importa el tipo de alimento utilizado en su producción. Para la producción semintensiva (San Martín), se utilizan estanques seminaturales con superficies de menos de una hectárea, manejados en derivación, que logran producir de 8 a 15 Tm/ha/año, a una densidad de 2 a 10 peces/m2.

Asimismo, se emplean jaulas con densidades de siembra de cinco a diez ejemplares por metro cuadrado en Huacho y Piura. Para el sistema intensivo se utilizan estanques pequeños de 500 a 1000 m2, con alto recambio de agua. Las densidades de siembra se encuentran en el rango de 80-150 peces/m3. Es sumamente importante la cantidad y la calidad del agua suministrada a los peces, así como el cuidado y la atención que se debe proporcionar al sistema y al cultivo superintensivo, desarrollado en estanques de concreto o de geomembrana de 100 a 500 m3, con densidades de quince a veinte ejemplares por metro cuadrado, recambios de agua de 700%, la producción de 500 Tm/ha/año, la conversión alimenticia de 2,2 a 1 y la aireación de 8HP/1000 m2.

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7. Principales retos y desafíos

La acuicultura, como actividad dependiente de recursos hidrobiológicos, está determinada por variables ambientales (FEN-Oscilación Sur, epidemias), logísticas (vías de acceso, puertos de exportación, desarrollo de mercados) e institucionales (políticas públicas, asistencia técnica y de promoción del Estado). En ese sentido, los principales problemas que afectan el desarrollo, expansión y competitividad de la acuicultura son los siguientes:

• Escasas capacidades para la producción, comercialización, gestión y organización de empresas acuícolas con enfoque de cadenas productivas.

• Escasa disponibilidad nacional de insumos para la acuicultura (semilla de buena calidad y alimentos de calidad con costos adecuados) y alta dependencia de semilla importada.

• Escaso desarrollo de paquetes tecnológicos orientados al fortalecimiento de las cadenas productivas y al desarrollo de la acuicultura de especies con perspectivas de mercado y condiciones de convertirse en industrias en las diversas áreas que comprende la acuicultura.

• Escasa información sobre la demanda de productos acuícolas en los ámbitos nacional e internacional.

• Riesgo asociado a la sanidad e inocuidad de los productos provenientes de la acuicultura debido al inadecuado manejo sanitario de las granjas acuícolas y posible introducción de agentes patógenos que pueden afectar la calidad de los organismos acuáticos y la inocuidad del producto para el consumo humano directo.

• Riesgo ambiental asociado a la producción acuícola.

• Limitado fomento de la inversión privada a escala industrial en acuicultura, así como del ordenamiento y administración de dicha actividad.

A esto debe sumarse la necesidad de un adecuado marco institucional, considerando que se trata de una actividad que se desarrolla con el concurso de distintas disciplinas, tanto en el dominio acuático como en el terrestre. En ese sentido, la escasa o inexistente coordinación entre las diferentes dependencias del Estado hace que las necesidades de este complejo sector queden desatendidas. Asimismo, se verifican dificultades de entendimiento entre instituciones que se ocupan de la pesca y las de temas relacionados con el medio ambiente, la ocupación de terrenos, el desarrollo de infraestructura urbana, industrias, minería y aspectos tributarios.

Como en toda actividad relacionada con recursos biológicos, el reto más importante de la acuicultura se refiere a la sostenibilidad ambiental y social de las especies destinadas para el cultivo. Por esta razón se deberá dirigir el futuro de los cultivos a sistemas progresivamente bioseguros que permitan producir animales sanos, de mejor crecimiento, que aseguren cosechas uniformes en cantidad y calidad y de riesgo mínimo para lograr el menor uso de antibióticos químicos y generar un menor efecto negativo en el entorno. Asimismo, deben considerarse políticas que mitiguen el impacto social y ambiental generado como consecuencia de esta actividad (contaminación biológica, orgánica y química, modificación del hábitat, cambios en los patrones de producción de las comunidades).

Otro aspecto importante es la necesidad de desarrollar mecanismos que permitan mejorar rendimientos, vincular la producción con otras industrias y promover el uso de tecnologías como semilla seleccionada, policultivos, nuevos alimentos, rotación de cultivos, empleo de microorganismos para depurar el agua, etc. Esto implica nuevos métodos de cultivo que ya se practican y que han revolucionado los conceptos tradicionales, como los cultivos intensivos en ciclos cerrados, el uso de ambientes totalmente controlados, los cultivos en jaulas, el empleo de líneas domesticadas, el uso de probióticos, levaduras y bacterias en la alimentación, y la incorporación de nuevas especies para diversificar la producción y la oferta.

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Por otro lado, debe promoverse la selección y mejora genética de las especies utilizando programas específicos de domesticación y de reproducción y crianza, tal como ocurre en el resto de crianzas animales y en cultivos vegetales. Actualmente existen muchos ejemplos de logros en este campo en acuicultura, con salmones, truchas, tilapias, ostras y langostinos. Asimismo, es importante disponer de semilla certificada proveniente de familias de reproductores seleccionados, libres de enfermedades y con las mejores condiciones de producción y manejo, así como de cualidades preferidas por los mercados. Para este fin concurren técnicas de producción de líneas de híbridos con características propias (color, monosexo, tolerancia a parámetros ambientales).

Un aspecto que permitirá el crecimiento de este sector es la tendencia a sustituir las harinas y aceites de origen marino, principal materia prima de la acuicultura, por harinas y aceites de oleaginosas, tales como soja y sorgo, como alternativa de mayor eficacia. En ese sentido, la tendencia se dirige a la formulación de alimentos que dejen menos residuos (amonio, fósforo) que puedan afectar al medio, y a la mejora de técnicas de alimentación que logren la dosificación justa y de mejor rendimiento, según la especie que se cultiva.

La experiencia señalada líneas arriba permite establecer que la acuicultura es uno de los sectores con mayor dinamismo de la economía peruana. Asimismo, gracias al esfuerzo conjunto de investigadores, productores y administradores se vienen obteniendo importantes logros en el desarrollo de nuevas tecnologías que benefician a este sector, tales como expansión sobre nuevas áreas, innovadores sistemas de producción, caracterización y cuidado del agua empleada, así como el manejo de los efluentes, formulación avanzada de alimentos y su empleo sin desperdicios, prevención y control de enfermedades y mejora de la relación costo/beneficio.

Igualmente, la acuicultura debe desarrollar políticas orientadas a asegurar la responsabilidad ambiental y social, que conducen al diseño, aplicación y respeto de conducta responsable, así como orientarse hacia sistemas progresivamente bioseguros y generar productos con altos estándares de calidad.

Experiencias de innovación y panorama actual

Pesquería peruana

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1. Pesca industrial

La pesca industrial es aquella que usa grandes embarcaciones implementadas con equipos de última generación. Se trata de una industria tradicionalmente enfocada en la producción de aceite y harina de pescado y, en menor medida, en el consumo humano directo (conservas y pescado congelado). Es un hecho bien conocido que la gran biomasa de anchoveta existente en el dominio marítimo peruano ha determinado que este sea el principal recurso pesquero utilizado para la fabricación de aceite y harina de pescado. En la década de 1960, período en el cual el Perú fue el primer productor pesquero del mundo, el 99% de la producción de harina de pescado se basaba en anchoveta y se abastecía al 40% del mercado mundial. Desde entonces, como se verá más adelante, la pesca industrial peruana ha pasado por un proceso de reconversión industrial iniciado hacia 1990, que implicó un giro hacia el mercado de consumo humano directo desarrollando productos entre los que se encuentran el pescado fresco, las conservas, los congelados y los curados (seco-salado). Hoy en día, la pesca con fi nes industriales en el Perú es abundante y diversa y se capturan varias especies de peces. En ese sentido, si bien la anchoveta continúa siendo utilizada para producir aceite y harina de pescado, también es empleada, junto con el atún, el bonito, la caballa, el jurel y la sardina, para producir conservas. Asimismo, destacan la merluza y la sardina, que se usan para producir congelados, y el bacalao de profundidad, la corvina, el dorado, el lenguado y el perico, como productos frescos.

Experiencias de innovación y panorama actual

CAPÍTULO 2

Pesquería peruana

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1.1 Anchoveta y harina de pescado

Es un hecho bien conocido que la pesca de anchoveta y la producción de harina de pescado han sido —y continúan siendo— actividades simbióticas. El origen de la industrialización de estos productos en Perú se vincula con la demanda generada en el mercado externo, producto del crecimiento de la industria avícola en la posguerra, y se remonta a la década de 1950. En este período, la captura de anchoveta constituye el 92% de los desembarques pesqueros y se destina casi exclusivamente a la producción de aceite y harina de pescado.

En materia tecnológica, la industria de harina de pescado se benefició debido a varios factores. En primer lugar, en la década de 1940 se produce el reemplazo de las viejas embarcaciones de huarango (de bajo tonelaje) por bolicheras de acero construidas con estándares japoneses. Dichas embarcaciones permitieron no solo una mayor capacidad de captura pesquera (hacia 1957 alcanzan las 120 Tm), sino también un radio de acción más allá de las 10 millas. Asimismo, hacia mediados de la década de 1950 se reemplazan las redes de algodón por redes de nylon, que no solo eran más livianas, sino más durables. Este hecho faculta adicionalmente la instalación de las primeras fábricas de redes de nylon en el país. En esa misma década la industria se beneficia de un importante influjo de bienes de capital que posibilita modernizar la producción: la importación de fábricas enteras de harina de pescado traídas desde California como consecuencia de la desaparición de la industria en esta región de los EE.UU. debido a la depredación de la sardina. Este hecho propicia que la industria peruana cuente, en un corto tiempo, no solo con una infraestructura moderna y eficiente sino con bajos costos de producción.

Los resultados de las innovaciones producidas en la década de 1950 explican, por ejemplo, una virtual duplicación de la producción de anchoveta de 16 000 toneladas en 1955 a 32 000 toneladas en 1956, tendencia que se sostuvo en la década siguiente. Hacia finales de la década de 1950 se evidencia también una verdadera globalización de los mercados de exportación, tal como comprueba el primer envío directo de harina de pescado a los países de Europa Oriental en 1959, rompiendo con la intermediación de los comerciantes europeos.

En la década de 1960, la innovación continúa mejorando la industria. En 1965, por ejemplo, se funda el artillero PICSA impulsando la industria de astilleros y convirtiendo al Perú en el mayor constructor de embarcaciones de pesca de Sudamérica. En esa época se llega a fabricar hasta 1 500 lanchas anchoveteras de 350 Tm en el país. En otros casos se producen mejoras industriales, como las prensas para la agricultura, la prensa de doble martillo de 25 Tm por hora, la separación de sólidos a razón de 2 000 a 5 000 litros/h o el curado saco por saco. Igualmente, se instalan centrífugas de 5 000 l/h, se procede a realizar la estabilización con antioxidantes y se implementan las plantas de agua de cola. Estas son un invento sueco que perfecciona el proceso de producción, mejorando del rendimiento de la materia prima e incrementando la producción de aceite de pescado.

Por otro lado, en la década de 1960 se empiezan a utilizar embarcaciones conocidas como “chatas”, que permiten el transporte de la pesca hacia la planta mediante bombas hidráulicas sin necesidad de muelles de descarga. En cuanto a la fase final de la producción, la década de 1960 estuvo marcada por la introducción de sacos de polipropileno (en reemplazo de los de yute) y por el embarque de harina de pescado a granel, en polvo o en pellets. Este hecho, iniciado en 1968 a través del Consorcio Pesquero, abarató los costos de embarque haciendo más competitiva la industria nacional de harina de pescado.

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Tabla 2.1Principales hitos de la industria de harina de pescado

Asociados a estos procesos de innovación tecnológica, en la década de 1960 se desarrollan otros negocios industriales como la producción de redes, los sacos de papel, las etiquetas, y una importante industria metalmecánica. Al inicio se montan pequeñas plantas industriales que fabricaban cocinas, rastras y gusanos. Más tarde se pasa a la construcción de zarandas, vibradoras, secadores de grandes dimensiones, prensas de tornillo y la construcción de salas de centrífuga para procesar el aceite. Los negocios colaterales, tales como astilleros, industria metalmecánica, fábricas de maquinaria especializada en redes, sacos de papel y polipropileno, etc., encuentran un nicho en expansión y crecen conjuntamente. Los puestos de trabajo del sector también se incrementan y se da empleo a miles de pescadores y trabajadores de fábricas y otros negocios relacionados.

Bolicheras de acero 1940

Importación de fábricas de harina de pescado 1950

Utilización de redes de nylon 1950

Primeros envíos al extranjero de harina de pescado 1950

Creación de la Sociedad Nacional de Pesquería 1960

Fundación de astillero PICSA 1960

Utilización de prensa de martillo 1960

Utilización de centrífugas y plantas de agua de cola 1960

Utilización de “chatas” 1960

Utilización de sacos de polipropileno 1960

Embarque de harina de pescado a granel, polvo o pellets 1960

Desarrollo de industria complementaria (redes, sacos, metalmetánica) 1960

Certificación de la calidad de la harina de pescado 1960

Consolidación de oferta exportable peruana (consorcio pesquero) 1960

Estatización de la harina de pescado 1970

Privatización de la harina de pescado 1990

Creación de flota anchovetera 1990

Utilización de bodegas refrigeradas 1990

Utilización de instrumentos acústicos para detectar cardúmenes 1990

Utilización de estándares ambientales 2000

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Otro elemento importante en el aspecto comercial es el desarrollo del sistema de embarque a granel, para lo cual se tuvo que construir terminales portuarios ad hoc en diversos puertos del mundo. Bajo el liderazgo de empresarios peruanos se crea la Fishmeal Exporter Organization - FEO, que agrupaba a los países productores y exportadores con el fin de articular información sobre el mercado mundial. Por último, otra iniciativa empresarial importante fue la creación, en 1960, de CERTESA (Certificaciones Técnicas S.A.), empresa dedicada a fomentar la colaboración en el desarrollo de un estándar de calidad en la harina y que tenía bases de control en el Callao, Chimbote, Supe, Pisco e Ilo, y luego se convertiría en CERPER.

En términos institucionales, el crecimiento de la industria pesquera en las décadas de 1950 y 1960 estuvo respaldado por el Comité de Pesca de la Sociedad Nacional de Industrias - SNI y, partir de 1952, por la creación de la Sociedad Nacional de Pesquería - SNP. Estas instituciones permiten establecer en 1961 el Consorcio Pesquero del Perú, que agrupaba casi el 92% de la oferta exportable del país, con lo que se rompe el control del mercado internacional de los traders europeos que controlaban los precios internacionales.

Luego de un breve período de crecimiento a inicios de la década de 1970, la industria de la harina de pescado entra en una profunda crisis como consecuencia de la sobreexplotación del recurso pesquero y de su biomasa. Este declive duraría hasta la década de 1990, cuando se inicia un lento proceso de transformación de la industria pesquera (reconversión industrial), teniendo como base la adquisición de tecnología de punta para producir otras calidades de harina (harinas especiales) que requería la floreciente acuicultura mundial. En pocos años se pasó de una producción de harinas especiales de 40 000 Tm a 955 000 Tm, en 2002). Es decir, un crecimiento de 2 228%. Esto, además, trajo una mejora significativa de la calidad de la producción de aceite de pescado.

Al igual que en la década de 1950, el proceso de transformación e innovación de la pesca estuvo impulsado por el mercado y tuvo como protagonistas a los empresarios. En ese sentido, por ejemplo, la producción de anchoveta para el consumo humano directo permite atender necesidades alimentarias de la población. Como consecuencia de esto, a partir de la década de 1990 se generó una flota anchovetera que introdujo diversas innovaciones tecnológicas, como bodegas refrigeradas, instrumentos acústicos que permiten detectar con mayor precisión los cardúmenes, y la modernización de fábricas con estándares ambientales, con el apoyo de normas legales tales como la R.M. 003-2002-PE y la D.S. 010-2008-Produce.

En cuanto a la sostenibilidad de este recurso, el establecimiento de vedas y de cuotas de pesca ha significado un uso más eficiente del manejo del recurso. Con todo, la pesca industrial, al igual que toda la actividad económica relacionada con el mar, depende tanto de las condiciones climáticas que determinan la disponibilidad de recursos y la captura de especies.

Asimismo, es importante mencionar que, desde la década de 1990, la pesca industrial entró en un proceso interesante de diversificación, en atención a nuevas oportunidades del mercado internacional y nacional, perfilando nuevas líneas de producción en función de la capacidad instalada (embarcaciones y plantas de procesamiento) y el conocimiento adquirido. Hoy la industria de la anchoveta está diversificada en harinas de pescado premium y en productos de consumo humano directo como conservas en aceite o anchovetas tipo anchoas, etc., que cada día tienen mayor aceptación en el mercado peruano. Fue así como han incursionado en el mercado de pescado fresco, conservas, congelados y curados (seco-salado), aunque sin dejar su sesgo dominante hacia la harina y aceite de pescado. En cuanto a la sostenibilidad de este recurso, el establecimiento de vedas y de cuotas de pesca ha significado un uso más eficiente del manejo del recurso.

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1.2 Congelado

La industria del congelado se inicia en la década de 1930 con la creación de la Compañía Nacional de Pesca, que establece una planta de procesamiento de pescado dedicada a la exportación de pescado refrigerado (atún congelado) con el apoyo de la empresa estatal Frigorífico Nacional. A diferencia de otros sectores de pesca industrial, no se exhibe un crecimiento sustancial de congelados en la década de 1970, pese a la promoción del consumo de congelados de merluza, caballa y jurel. En este período, el suministro de pescado congelado para el mercado interno se basó en convenios de pesca con flotas de arrastre tipo factoría de empresas como Flopesca y de flotas de bandera extranjera, mayoritariamente de la URSS. En la década de 1980, la estatal EPSEP (Empresa Peruana de Servicios Pesqueros) fue líder en el suministro y comercialización de pescado congelado en el mercado interno.

Al igual que la industria de harina de pescado, la industria del congelado se revitaliza en la década de 1990, especialmente en la zona de Paita, donde se produce fundamentalmente merluza, y en segundo lugar pota, langostino y concha de abanico. Se trata de un esfuerzo llevado a cabo por la propia empresa privada, así como por fondos de cooperación como la agencia de cooperación alemana GTZ, que en 1993-1994 capacitó empresas en el procesamiento de la merluza para congelado a través de un convenio suscrito con la SNP.

Luego de un episodio de sobrepesca (1995-1996) y del FEN (1997-1998), que traen consigo la virtual desaparición de la merluza, la industria de congelados inicia un proceso de reconversión. En virtud de un esfuerzo de investigación y desarrollo tecnológico (que cuenta con fondos de cooperación internacional de Japón, China, Corea y España), aparecen en el norte del Perú numerosas plantas congeladoras, gran parte de ellas de capital extranjero, orientadas al procesamiento de otras especies en reemplazo de la merluza. Gracias esto, numerosas empresas peruanas logran establecer plantas de congelado con líneas automatizadas diseñadas para congelar especies, mayormente pelágicas (jurel, caballa y sardina peruana), además de pota, perico, calamar, pejerrey y concha de abanico, entre otras.

Desde inicios de la década de 2000, la pota se ha convertido en el principal recurso de la industria congeladora y de exportación. Tomando en cuenta la experiencia en este sector luego de la virtual desaparición de la merluza en la década de 1990, la pota se encuentra protegida por normas como el D.S. 014-2011, que privilegian su explotación por la flota artesanal, principal abastecedora de las plantas de congelados en el norte del país. Junto con esta medida, la industria de congelado de pota se ha beneficiado, especialmente hacia los mercados externos, con algunas innovaciones, como pota precocida en diversas presentaciones y materia prima usada en la elaboración de diversos productos. Incluso se han encontrado casos de exportación de surimi.

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1.3 Conservas

Al igual que en los casos anteriores, el despegue de la industria de conservas en Perú se vincula con el mercado externo. Este se remonta a la década de 1940, cuando la Segunda Guerra Mundial abre una oportunidad a diversas empresas nacionales para exportar conservas de pescado enlatado (bonito) y de hígado de pescado (tiburón y bonito) como fuente de vitamina A. La reducción de la demanda de este tipo de productos en la década de 1950 no impidió, sin embargo, que en 1955 se inaugurara en Chimbote la Compañía Pesquera La Florida, de propiedad de Luis Banchero Rossi, para producir la harina de pescado y conservas de bonito. El sector conservero experimenta un verdadero auge en 1977-1981 con la súbita abundancia de la sardina, hasta superar las 120 000 Tm de enlatados. El declive de los embarques de sardina a partir de 1988 genera una baja en el sector. Este hecho permite que hacia mediados de la década de 1990 la industria de conservas incursione en el manejo de otras especies, como jurel, caballa, atún, pota, y de manera creciente, la anchoveta, de gran aceptación en diferentes mercados internacionales.

Actualmente algunas empresas como Tasa, Diamante, Hayduk, Arcopa, Coinrefri, Prisco, Seafrost y Santa Mónica trabajan temas de investigación, desarrollo e innovación. La empresa Pezex19 trajo una planta robótica de conservas que se tuvo que desarmar por falta de anchoveta. Es probable que existan más casos de investigación independiente, tanto en la acuicultura como en pesca, pero al no responder a una articulación sirven principalmente a los intereses de la entidad que realizó la investigación o el desarrollo, por lo que es difícil identificar acciones destacadas.

La industria conservera, asimismo, estaría en posibilidad de extender su producción a especies tradicionalmente asociadas con la pesca industrial, como la anchoveta, como consecuencia de enfoques ecosistémicos en la industria pesquera. En ese sentido, por ejemplo, en 2017 PRODUCE estableció una cuota de 300 000 toneladas exclusivamente para anchoveta de consumo humano directo. Este hecho posibilita significativos avances destinados a posicionar la anchoveta como alimento proveedor de proteína.

19 Pez de Exportación S.A.C.: empresa productora de conservas de pescado en formato ¼ club (RR-125), trabajando especies como la sardina peruana (Engraulis ringens) y sardinas (Sardinops sagax sagax, Sardinella aurita, Sardinella longiceps, etc.).

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1.4 Frescos, curados y macroalgas

Una de las innovaciones más significativas de la industria pesquera en los últimos años es su incursión en la producción de frescos y curados, ambos sectores tradicionalmente vinculados con la pesca artesanal.

Respecto de los frescos, la lógica detrás de este mercado se encuentra en la optimización de la infraestructura de frío y el desarrollo de la red de comercialización en el mercado nacional. Generalmente cuenta con un espacio para la venta directa en los principales mercados pesqueros de la costa: Callao, Villa María de Triunfo, Ventanilla, entre otros, o a través de distribuidores que abastecen al consumidor con productos de primera calidad. Usualmente la industria pesquera tiene una flota especializada para este fin, aunque en algunos casos cuenta con proveedores pesqueros artesanales. Empresas como Pesquera Diamante, por ejemplo, son importantes proveedores de pescado fresco para el mercado nacional, con especies como perico, jurel, caballa, sardina, y, en menor escala, atún20 y merluza21.

En relación con el curado, la industria pesquera generalmente procesa anchoveta, que tiene como principales lugares de procesamiento Pisco y Chimbote en la zona centro norte y muy recientemente Paita, en la zona de transición. Asimismo, se destaca la producción del denominado salado madurado de anchoveta (anchoado), de gran demanda internacional, y que se produce principalmente en el departamento de Ica. Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se generó una gran escasez alimenticia en los países europeos y del Asia, EE.UU., en su calidad de aliado, se convirtió en un importante proveedor de alimentos, para lo cual se constituyó en Lima la UNRRA como una dependencia que fomentaba la compra de pescado en salmuera para exportar a Europa y Asia, vía los EE.UU.

Con relación a la producción de macroalgas, uno de los nuevos sectores de la industria pesquera, la innovación ha sido producto de la empresa privada. Peruvian Seaweeds, por ejemplo, es una empresa peruana dedicada al desarrollo, producción y comercialización de productos elaborados a partir de los principales recursos algales presentes en nuestro país. Se especializa en la generación de productos con valor agregado basada en los principios biológicos, fisiológicos y ecológicos de las especies algales, así como en la experiencia biotecnológica en procesos industriales gracias al permanente monitoreo y vigilancia de tecnología, lo que permite evaluar la viabilidad del desarrollo y la aplicación de las nuevas tendencias del sector.

En suma, puede decirse que la industria pesquera nacional se caracteriza por el dominio de la producción de harina y aceite de pescado, pero con importantes signos de diversificación, hacia la explotación de especies para la industria conservera (atún, bonito, caballa, jurel, anchoveta y sardina), la producción de congelados (merluza y sardina), y productos en fresco (bacalao de profundidad, corvina, dorado, lenguado y perico).

Hay que recordar que hoy uno de los principales mercados de destino de la harina de pescado se encuentra en la acuicultura, pero aparece la orientación hacia su sustitución. Esto exige a la actual pesquería renovar sus esquemas y orientaciones, para perfilar nuevos mercados.

20 En la década de 1950 se tuvo una importante flota atunera, pero esta desapareció. Actualmente el atún es pescado por una flota extranjera y el Perú regula los permisos. Muy recientemente se esta promoviendo un nuevo marco legal para esta especie.

21 Hoy la merluza es un recurso en recuperación después de la crisis del 2000, que obligó a una larga veda, luego de la cual se asignan cuotas individuales de captura.

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2. Pesca artesanal

La pesca artesanal ha sido —y continúa siendo— la principal fuente de pescado fresco para consumo humano directo. Según las estadísticas del Anuario Estadístico Pesquero Acuícola de PRODUCE (2014), entre las especies pelágicas (del fondo del mar) de mayor desembarque se encuentran la anchoveta, el atún, la caballa, el jurel, el bonito y el perico; entre las especies demersales (cercanas a la superficie), la de mayor desembarque es la merluza, y entre los mariscos (o moluscos), se encuentra la pota. En menor escala existe una producción artesanal de pescado curado. A diferencia del curado industrial, basado en anchoveta, el curado artesanal se realiza con diversas especies. En el norte, por ejemplo, se produce pescado curado con caballa, jurel y raya. En la zona de transición, los volúmenes de curado artesanal son bajos y utilizan principalmente la caballa, la lisa, el bonito y la raya. A diferencia las dos anteriores, en la zona sur el curado artesanal no utiliza pescado sino macroalgas pardas secadas al sol.

Pese a la importancia social y económica de la pesca artesanal, esta es una actividad en la que la innovación tecnológica no ha jugado un rol importante. De hecho, la infraestructura con la que cuenta para su producción (caletas, desembarcaderos, cadenas de transporte de frío y redes de comercialización) tiene serias limitaciones y una débil regulación sanitaria. En ese sentido, continúa siendo un sector rezagado en materia en innovación. Pese a ello, en tiempos recientes se han encontrado algunas iniciativas puntuales que conducen a la modernización de embarcaciones y la incursión de nuevos sectores, como microalgas.

La pesca artesanal está definida por la Ley General de Pesca (Ley 25977) y su reglamento (D.S. 012-2001-PE) como una actividad extractiva realizada por personas naturales, grupos familiares o empresas artesanales que utilizan embarcaciones artesanales o instalaciones y técnicas simples con predominio del trabajo manual. Las normas establecen que dicha actividad debe estar destinada, de manera preferente, al consumo humano directo.

De acuerdo con un estudio reciente, la pesca artesanal contribuye con US$ 1 757,8 millones al PBI nacional que, en términos porcentuales, equivale al 0,6% del PBI total (menor del 1%). No obstante, se trata de una actividad económica con importantes tasas de participación dentro de la población. Según el Primer Censo Nacional de la Pesca Artesanal del Ámbito Marítimo, realizado en 2011-12 (I-CENPAR, 2012), existen 56 559 unidades económicas dedicadas a este sector, divididas en pescadores (44 161) y armadores (12 398). En términos de empleo, un estudio para 2009 señala que la pesca artesanal, desde la extracción hasta la comercialización minorista, generó poco más de 174 000 puestos de trabajo.

En términos generales, la flota artesanal está compuesta por embarcaciones pesqueras con una capacidad de bodega de hasta treinta toneladas métricas y se dividen en tres clases, según la región pesquera: San José en el norte, Callao en el centro y San Andrés en el sur. Los botes San José son de sólida construcción de madera, con montantes a popa, motor interno y ocasionalmente motores auxiliares en las embarcaciones de mayor tamaño. Por su lado, los Callao tienden a tener la popa similar a la proa y son también de sólida madera; tienen motor interno y en algunos casos hay motores auxiliares para los botes de mayor tamaño. En cambio los botes San Andrés son de madera más ligera, por lo general abiertos y casi siempre con motores fuera de borda. La fuente principal de generación de empleo se focaliza en la flota artesanal que usa red de cerco y en la potera, mientras que las flotas espineleras y de buceo con compresora generan más ingresos que empleo. Se calcula que la pesca artesanal genera unos 160 000 empleos directos y 220 000 empleos indirectos.

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2.1 Pescado fresco y curado

La importancia del pescado fresco dentro de la producción pesquera artesanal viene incentivando un lento proceso de innovación en varios ámbitos. Quizá el más importante, por constituir una iniciativa de los propios pescadores artesanales, es un esfuerzo por mejorar las características y revestimiento de las embarcaciones, por introducir cierta mecanización en las faenas de pesca, y por el mejoramiento —e incluso la creación— de aparejos. Por otro lado, se han verificado diversas iniciativas para implementar créditos blandos con el propósito de permitir la adquisición de motores fuera de borda y material de pesca, así como para la construcción y equipamiento de desembarcaderos pesqueros artesanales, cadenas de frío y mercados de pescado. Por último, se han realizado diversas actividades de capacitación, difusión y asistencia técnica en temas productivos (PRODUCE, FONDEPES, CEP Paita) y fomentado investigaciones en clasificación de artes de pesca (IMARPE), así como algunas iniciativas vinculadas últimamente con capacitación sanitaria pesquera (SANIPES).

La producción artesanal de pescado curado está enfocada en el pescado fresco salado, salpreso, salado, seco y seco salado. Se desarrolla fundamentalmente en los puertos de Santa Rosa, San José (Lambayeque) y Chimbote, y tiene como destino el mercado interno de la sierra del norte del país. Aunque la producción de pescado curado artesanal es baja, existen algunos ejemplos de innovación en este ámbito, como la denominada “saladita de anchoveta” diseñada por el ITP, que se convirtió en producto bandera del programa Pesca Responsable ejecutado durante cuatro años por el ex CEP Paita, en la sierra de Piura. El programa tenía el objetivo de crear el hábito de consumo de anchoveta, estimular la oferta de la anchoveta destinada al consumo humano directo y crear mercado.

2.2 Macroalgas (Lessonia trabeculata y Lessonia nigrescens)

La producción de macroalgas es desarrollada por pescadores artesanales bajo la regulación del Estado. Actualmente el permiso para extraer, colectar y acopiar macroalgas es otorgado por los gobiernos regionales o por PRODUCE, según sus competencias. El destino usual de este producto son las plantas procesadoras de la costa sur, que se encargan de procesarlas para su exportación directa a China y Chile como alga picada y molida, principalmente.

En términos generales, ninguna de las organizaciones que se dedican a esta actividad ha desarrollado de manera sistematizada procesos o productos innovadores para el negocio de macroalgas. En algunos casos se evidencian desarrollos de procesos ligeramente diferenciados que incluyen “la sacudida” de la macroalga seca artesanal, lo que permite obtener mejor precio y menor costo de flete. Asimismo, con ayuda de un profesional de la empresa privada se ha logrado cultivar macroalgas en pequeña escala, aunque al no haberlo sistematizado no es factible realizar la réplica. Por otro lado, con la finalidad de promover el cultivo de este producto, PRODUCE ha venido realizando talleres dirigidos al empresariado, al sector público y a las OSPA con el fin de dar a conocer las ventajas del cultivo de las macroalgas como alternativa, no solo laboral y económica, sino también ambiental.

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En términos de investigación, se sabe que IMARPE está en proceso de investigación de los ecosistemas de macroalgas de Ilo, con lo cual no se puede aseverar ninguna política de repoblamiento o de extracción con fines comerciales. Asimismo, la Asociación Comunidad Pesquera Artesanal de Pescadores Artesanales de San Juan de Marcona (COPMAR), conformada por dieciséis OSPA, es responsable de ejecutar un Programa Piloto Demostrativo para la recuperación de los ecosistemas acuáticos y el uso sostenible de su biodiversidad con énfasis en estrategias locales de incremento de la productividad pesquera, artesanal y de promoción de la maricultura en el distrito de Marcona, Ica. El área comprende desde Punta San Juan hasta el límite distrital sur del distrito de San Juan de Miraflores, aproximadamente veintitrés kilómetros de litoral dedicados a la recuperación de los ecosistemas acuáticos y el uso sostenible de su biodiversidad. Como consecuencia de esto, la referida asociación viene realizando una colecta pasiva de algas marinas en el litoral costero como herramienta social principal para mantener el ecosistema acuático del distrito de Marcona y proteger y conservar su biodiversidad, irrogándose ciertos derechos que la ley actual no contempla (áreas de manejo).

2.3 Especies amazónicas

En la Amazonia peruana, los niveles de extracción pesquera han sido calculados en alrededor de 80 000 toneladas/año. De estas, las faenas de pesca realizada por la flota comercial aportan con cerca del 25% del total desembarcado, mientras que la pesca de subsistencia realizada por los pescadores de las comunidades ribereñas aporta el 75% restante22. Según la Dirección General de Producción del gobierno regional de Loreto, la diversidad íctica de la cuenca amazónica se ve claramente reflejada en las pesquerías de consumo humano. En ese sentido, las estadísticas para 2017 señalan que unas doscientas especies de peces son capturadas en Loreto, siendo aproximadamente setenta las más comunes en los mercados de abastos de las ciudades capitales de provincia, entre las que destacan llambina (33%), boquichico (28%), ractacara (12%), palometa (8%) y sardina (7%), seguidas por dorado, maparate, doncella, yulilla y lisa. Todo este grupo de especies constituyen aproximadamente el 80% de los desembarques pesqueros.

Por otro lado, un estudio económico de la pesca en Loreto, publicado por Álvarez y Torres (2009), registró un desembarque de 14 135 t durante el año 2006, en su mayor parte desembarcada en Iquitos (42%) y en Yurimaguas (27.6%). De modo complementario, un estudio de García y otros reveló que, la captura anual de peces en Loreto, incluyendo los registros de pescado en estado seco-salado, pasó de 8 713 t desembarcadas en 1984 a 16 023 t en 2006 y que, a pesar de fuertes variaciones anuales, que pueden ser muy grandes (por ejemplo, en 1999 se descargaron 20 835 t), el incremento de la captura ha sido constante. Esa situación se repite en otras ciudades, como Nauta, donde los desembarques totales eran de 245 t en 1999, 575 t en 2006 y 821 t en 2009, respectivamente (Del Águila, 2011)23.

22 Salvador Tello y Peter Bayley (2001). La pesquería comercial en Loreto con énfasis en el análisis de la relación entre captura y esfuerzo pesquero de la flota comercial de Iquitos, cuenca del Amazonas (Perú). Folia Amazónica, 12(1.2).

23 Luis Álvarez y Sandra Torres (2009). Viabilidad económica de la pesca artesanal en el departamento de Loreto. Avances Económicos, 13. Iquitos: Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana; Áurea García et al. (2011). Situación actual de la pesca en la Amazonía Peruana, con énfasis en Loreto. Ponencia del III Coloquio de la Red de Investigación sobre la Ictiofauna Amazónica - RIIA, Leticia; Del Águila.

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Desafortunadamente, en las últimas tres décadas, el aparente aumento de la producción pesquera en la región Loreto disimula una realidad contrapuesta a lo que desearían los administradores del recurso pesquero, que es la cada vez más notoria sustitución de peces “nobles” como el paiche, zúngaro, doncella, paco, gamitana entre otros, por especies de tallas mucho menores, como los curimátidos y prochilodontidos, que son considerados pescado de segunda y que tenían poca demanda en Iquitos. Especies como el paiche, doncella, gamitana y paco aún pueden capturarse en el medio natural y llegan al mercado casi siempre con pesos o tallas por debajo del límite permitido. Afortunadamente su oferta ha venido incrementándose gracias a la acuicultura. En otras palabras, tal como sostiene Marc Dourojeanni, el aumento del desembarque pesquero de ningún modo significa que los recursos hidrobiológicos estén en buenas condiciones: muy por el contrario, es apenas la consecuencia de una mayor presión de pesca y de la sustitución de especies24.

Respecto de la actividad pesquera en la región Ucayali, informaciones estadísticas de los años 2010 al 2012, recolectadas y procesadas por Vela y otros (2013), revelan que la flota pesquera de la ciudad de Pucallpa mostró un incremento de los desembarques en los dos primeros años, pasando de 343,5 t en 2010 a 494,1 t en 2011 y descendiendo luego a 367,1 t en 2012. A diferencia de Loreto, las principales especies desembarcadas en Pucallpa fueron las siguientes: boquichico (34,5%), bagre (13,9%), llambina (9,4%), sardina (7,1%), palometa (5,9%) y mota (4,5%). Las localidades de Ruyuna, Utucuro, Chauya y Nuevo Italia son las áreas de mayor producción pesquera. La flota pesquera de Ucayali fue caracterizada por Zorrilla y otros (2016), quienes identificaron la existencia de 814 embarcaciones en dicha región, las cuales contribuyeron al desembarque de 8 420 t de pescado. Cuatro tipos de artes de pesca fueron identificadas, siendo la más utilizada la red “hondera”. El desembarque pesquero estuvo compuesto por 56 especies de peces siendo el de mayor volumen el boquichico, que representó el 36,5% del volumen total de pescado registrado. El mayor índice de captura por unidad de esfuerzo (CPUE) fue obtenido en la zona del bajo Ucayali, con un total de 921,4 kg/viaje 25.

24 Marc Dourojeanni (2013). Loreto sostenible al 2021. Lima: Derecho, Ambiente y Recursos Naturales, 98. 25 Vela et al. (2013); Zorrilla et al. (2016).

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3. Principales retos

El principal reto del subsector pesquero se vincula con la preservación de biomasa. En ese sentido, se espera que el cambio climático genere perturbaciones definitivas en las características abióticas de los océanos, lagos, lagunas y ríos del Perú y el mundo, generando reducciones o desplazamientos de las biomasas de las especies aprovechadas actualmente en el país. Asimismo, subsiste el riesgo —tal como ocurrió en la década de 1970— de que excesos de capturas, acompañados por eventos climáticos, conduzcan a drásticas reducciones de este recurso o a limitaciones en el reclutamiento de especies.

En el mismo sentido, eventos como prospecciones sísmicas, contaminación minera y urbana o deforestación pueden contribuir a severas disminuciones del recurso pesquero. Otro aspecto que afecta la sostenibilidad del recurso pesquero es la falta de respeto al ordenamiento legal, como las capturas de recursos en veda por debajo de las tallas mínimas, dentro de áreas protegidas o en áreas de exclusión pesquera, por encima de las cuotas determinadas. En este mismo ámbito están el uso de artes, aparejos y métodos de pesca no selectivos o destructivos, y el descarte de individuos juveniles o de la captura incidental (peces, mamíferos marinos, aves y tortugas) en altamar. Todas estas actividades atentan contra la preservación del medio ambiente, de cara a la sostenibilidad del recurso hidrobiológico.

En términos institucionales, económicos y de infraestructura, los principales desafíos del sector pesca se encuentran vinculados con la pesca artesanal.

La pesca artesanal está circunscrita a un gran número de ciclos económicos perversos que se originan de la habilitación monetaria para la compra o reparación de embarcaciones y aparejos, así como para el financiamiento de las faenas de pesca por prestamistas, intermediarios o comerciantes. De esta manera, la precariedad económica de la mayoría de pescadores, la mala planificación de su economía o la morosidad son las principales causas de que las embarcaciones sean obsoletas, ineficientes e inseguras. Desde balsillas, caballitos de totora o chalanas hasta embarcaciones de mayor tamaño, como espineleros o bolicheros, es frecuente que la mayoría de botes utilizados para la pesca artesanal carezca de las más elementales medidas de seguridad, salubridad, equipamiento, y aun de un mínimo de comodidad.

Por otro lado, la mayoría de pescadores artesanales vive en una permanente situación de precariedad y mantiene una dependencia económica del habilitador o intermediario, quien se las arregla para mantener a este colectivo artesanal en una economía de subsistencia. En tal sentido, se trata de un grupo que se siente explotado y engañado por el intermediario y busca su eliminación, queriendo asumir las labores de transporte y comercialización, lo que hace que incurran en tareas para las que no están capacitados y asuman riesgos para los que no cuentan con suficiente información ni preparación.

Por otro lado, la mayoría de las asociaciones pesqueras artesanales (organizaciones de productores, sindicatos, asociaciones, etc.) tiene una insuficiente capacidad de organización, representación y autogestión de sus recursos. Esto se refleja en programas de capacitación e incentivos insuficientes para la búsqueda e implantación de avances y mejoras encaminadas a la modernización y adopción de nuevas técnicas o procesos productivos.

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En términos generales, sin embargo, los dos principales problemas de la pesca artesanal se refieren a la falta de infraestructura adecuada y a la informalidad. En el primer caso, se observa cuidado y mantenimiento deficientes de las infraestructuras existentes. En los distintos puertos y caletas vinculadas con la actividad artesanal suelen encontrarse numerosos equipos y maquinarias averiadas y mucha infraestructura portuaria deteriorada:

• Caletas con serias limitaciones en la disponibilidad de agua dulce o energía eléctrica.

• Infraestructura para la manipulación y comercialización de los productos. hidrobiológicos no adecuada y que no cumple con la norma sanitaria vigente.

• Capturas pesqueras en condiciones higiénico-sanitarias deficientes o inapropiadas.

• Caletas cercanas a vertidos industriales o urbanos, con acumulación de residuos sólidos.

En el segundo caso, la pesca artesanal ha sido identificada como una actividad compleja, definida por una alta informalidad en sus agentes que acarrea los siguientes fenómenos:

• Embarcaciones no inscritas o indebidamente inscritas en los Registros Públicos.

• Falta de acreditación de los pescadores artesanales. De acuerdo con las cifras del I Censo Nacional de la Pesca Artesanal del Ámbito Marítimo (CENPAR) realizado en 2012, el 48% de los pescadores artesanales no cuenta con ninguna acreditación a la actividad pesquera; el 20% de ellos no tiene carnet de pescador y solo 496 han sido acreditados con patentes de buzo. Más aún, el 79% afirma que no ha realizado trámites en las DIREPRO, mientras que el 93% expresa haber realizados trámites en las capitanías de puertos.

• Ausencia de la titularidad de la infraestructura pesquera artesanal en vista de que existen aspectos pendientes del saneamiento legal de los terrenos, así como la progresiva transferencia de funciones a los gobiernos regionales, que a la fecha está inconclusa.

• Apenas doce de las treinta especies capturadas por la pesca se encuentran reguladas por un Reglamento de Ordenamiento Pesquero - ROP, hecho que permite llevar información científica sólida de este recurso, objetivos de capturas fijadas dentro de límites biológicos y una política de pesca adecuada.

En suma, la combinación de factores como falta de organización, deficiente infraestructura y poco control estatal han generado que un sector social y económicamente importante, como la pesca artesanal, genere externalidades negativas, como contaminación, informalidad y precariedad. Esta situación, que evidencia una escasa articulación entre esta actividad y el gobierno, la sociedad y los mercados, no ha permitido que el subsector de pesca marítima de tipo artesanal tenga un mayor dinamismo o crecimiento en la composición del valor bruto de la producción local.

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4. Conclusiones

Hay una clara diferencia en la dinámica de la innovación de las pesquerías peruanas, entre las de tipo industrial y la artesanal, tanto en términos de su intensidad como en sus rasgos principales, aunque ambas aprovechan las facilidades y gran disposición de los recursos hidrobiológicos del mar peruano.

La primera, muy intensa, encontró el empuje principal en un conjunto de empresarios nacionales que supieron captar las grandes oportunidades que les presentaba el mercado internacional a partir de la demanda por harina y aceite de pescado de la industria alimentaria mundial. Mientras tanto, la pesca artesanal, anclada en el mercado nacional, no se caracterizó por su dinamismo y se sustentó principalmente en un conjunto de agencias públicas que, bajo un esquema de intervención asistencialista, apoyaron a los diferentes grupos de pescadores artesanales de la costa, con infraestructura de desembarcaderos, créditos subsidiados, equipamiento y asistencia técnica, promoviendo nuevos niveles tecnológicos en la pesca artesanal.

Por otro lado, una rápida revisión de los principales hitos en innovación de la pesquería industrial permite distinguir que esta ha sido fundamentalmente tecnológica, comercial e institucional. En términos tecnológicos, la innovación se sustentó en un importante esfuerzo de adaptación a las condiciones nacionales de tecnología importada de punta, que se materializó en embarcaciones, aparejos, procesos industriales, equipos e insumos de nivel competitivo mundial. Estas fueron acompañadas de innovaciones en el plano comercial e institucional, basadas en la creación de instituciones que cimentaron algunos rasgos de colaboración empresarial en el plano comercial (consorcio pesquero, FEO, CERPER) y en el plano de la representación de intereses (SNP). Es decir, los propios empresarios establecieron mecanismos institucionales para colaborar entre sí, tanto para la defensa de intereses gremiales como para fines de información, comercial y desarrollo tecnológico. En ese sentido, dieron pasos interesantes en la creación de un sistema de innovación, con relaciones horizontales entre ellos, pero también con el apoyo incipiente de universidades.

En la orilla opuesta se encontró la pesca artesanal, cuyos protagonistas son micro y pequeñas empresas muy heterogéneas, pero que tenían en común una gran debilidad de acumulación y una reducida capacidad de ganar en la batalla por la apropiación de los recursos pesqueros, frente a la pesquería industrial. Su ritmo de innovación se sustentó principalmente en la confrontación con los industriales y la presión gremial y política sobre el Estado para lograr la atención asistencial de las agencias públicas. Esto se tradujo en ciertos avances en obras de infraestructura de desembarcaderos artesanales, donación de embarcaciones y aparejos y la entrega de créditos subsidiados.

En los últimos diez años, se observan cambios importantes en ambas dinámicas. Por una parte, los industriales han intensificado sus esfuerzos por la investigación tecnológica para incursionar en nuevos procesos y nuevos nichos de mercado. Mientras tanto, en la pesca artesanal, también se llega a observar una masa crítica de pequeños empresarios que han logrado sensibilizarse hacia la formalización y el desarrollo del mercado, insertándose en las principales cadenas de valor.

Por otra parte, el marco institucional, representado en el nivel macro por la política y la regulación sectorial, no ha sido ajeno a la innovación. Durante estos treinta años ha pasado por importantes innovaciones que han afectado, facilitado o acompañado el proceso de innovación de los agentes económicos y sociales. La institucionalidad de la pesquería se ha orientado a una mayor regulación de la intensidad de la extracción pesquera a través de la institucionalidad de las vedas reguladas por el propio Ministerio, el desarrollo de la institución de la sanidad pesquera y el control ambiental. Estos esfuerzos del marco institucional macro se ven acrecentados con los acuerdos internacionales vinculantes en los que se inserta el país. Todos ellos están asociados a los temas de pesca responsable, transparencia, combate de la pesca ilegal, el cambio climático y los océanos y las exigencias

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sanitarias y de seguridad alimentaria internacional, lo que vuelve a los mercados internacionales muy exigentes en términos de trazabilidad.

La pesca continúa siendo uno de los principales sectores económicos del Perú. En ese sentido, cumple un importante rol tanto dentro de la industria como dentro de la sociedad peruana. En términos generales ha mostrado una gran adaptabilidad a los cambios producidos por la disponibilidad de los recursos hidrobiológicos y los cambios en el mercado internacional y local. Al ser una industria extractiva, su principal limitación está en la disponibilidad de recursos pesqueros.

Tradicionalmente la industria de harina de pescado, cuyo significativo peso específico en la economía peruana data de la década de 1950, ha marcado la pauta del proceso de innovación este sector. En ese sentido, se trata de una industria que a lo largo de varias décadas ha mostrado un interés en modernizar sus métodos de producción, ampliar sus mercados y explorar nuevos productos. Pese a ello, factores como la ausencia de estudios de prospectiva en el campo pesquero, la insuficiencia de recursos para la especialización de los profesionales del ITP, la poca capacidad de aprovechamiento de nuevos recursos hidrobiológicos y la falta de métodos de identificación de especies para evitar el fraude (uso especies en peligro de extinción, comercialización intencional de una especie por otra) han imposibilitado mayor innovación en el sector.

No obstante, existen numerosos espacios que podrían dinamizar la innovación como la relación academia-empresa, la implementación de buenas prácticas logísticas, los incentivos estatales para la inversión en nuevas tecnologías, la implementación de sistemas de vigilancia tecnológica especializada y el desarrollo de productos pesqueros para nuevas industrias, tales como los cosméticos o los alimentos fortificados.

En términos generales, sin embargo, los mayores problemas se evidencian en la pesca artesanal. En resumen, la baja productividad de la pesca artesanal se debe a la escasa dotación en facilidades para el desembarque y el acopio, el almacenaje, la cadena de frío, los obsoletos equipos en bienes de capital —embarcaciones y motores—, los desaciertos de las políticas de gobierno y la existencia de una fuerza laboral con escasa preparación educativa.

A su vez, esta pérdida de competitividad ha motivado que los agentes y actores de la pesca artesanal pierdan el interés por insertarse en el mercado formal. El incremento de la informalidad (sea por desconocimiento, desinformación o desinterés) acarrea no solo externalidades negativas internas, como la inobservancia en la aplicación de buenas prácticas pesqueras, el acceso a la seguridad social o su incorporación a cadenas productivas, un mayor desarrollo empresarial, sino también externas, como la contaminación y la depredación de recursos hidrobiológicos. La pesca artesanal se encuentra en el dilema de ser una actividad económica que tiene una significativa participación de la población económicamente activa y, paradójicamente, representa una bajísima productividad en términos del PBI.

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Una rápida revisión de algunas de las principales características de la innovación en cada una de las cadenas o subsectores que comprende el sector pesca y acuicultura en los últimos diez años permite constatar dos grandes procesos de innovación: el tránsito de la pesca a la acuicultura y la transformación de la industria de harina de pescado (commodity) hacia productos hidrobiológicos con valor agregado y diferenciado. En ambos casos la innovación ha sido, esencialmente, una consecuencia de esfuerzos específicos de sus distintos actores condicionando significativamente el ritmo, alcances y orientaciones de la innovación sectorial. En ese sentido, puede decirse que la innovación en este sector ha sido producto de cuatro grandes dimensiones: el mercado internacional, los avances tecnocientíficos, las políticas públicas en I&D+i, y las condiciones de los recursos naturales. En este contexto, la innovación se desarrolló más bien de manera empírica, como producto del peso específico y roles que han tenido estas dimensiones en el sector pesca y acuicultura. Las siguientes líneas se orientan a valorar el rol de los principales agentes vinculados con el sector, en referencia a la innovación sectorial.

CAPÍTULO 3

Principales promotores de la innovación sectorial

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1. Empresas

Las empresas de nivel industrial han sido las grandes protagonistas de la innovación sectorial y han trabajado a partir de dinámicas de innovación aprovechando las oportunidades del mercado, coyunturas políticas favorables y el acceso a recursos naturales con importantes ventajas comparativas. A pesar de las épocas de boom y crisis, en el largo plazo se observa continuidad y regularidad de innovación, incorporación de nuevos productos, nuevas tecnologías en los procesos y la inserción a nuevos mercados.

Sin lugar a dudas, el subsector más importante por su trayectoria en dinámica de innovación es la industria de la harina de pescado, que logró forjar una de las industrias pesqueras más importantes del mundo gracias a la innovación en términos de tecnología, nuevos productos y nuevos mercados. Como resultado de ello, la actual industria de la harina de pescado nacional es bastante diferente de aquella de la década de 1950, ya que se observan nuevos procesos, productos más sofisticados, nuevos mercados, incorporación de tecnologías modernas en diversos puntos del proceso productivo, nuevas formas organizativas, gestación de un cluster industrial que ha acompañado a la industria con astilleros y una industria metalmecánica importante. Sin embargo, hay todavía temas respecto de innovación ambiental que merecen mayor dedicación.

Por otra parte, la empresa privada ha liderado al sector hacia la acuicultura, impulsando un nuevo subsector a partir del establecimiento de los cultivos de langostino, concha de abanico y trucha, así como a una importante industria de congelados.

En este esfuerzo por la innovación, la empresa desarrolló procesos de I&D in-house de tipo adaptativa a partir de elementos tecnológicos importados (insumos, procesos, equipos) avanzando en protocolos y en la construcción progresiva de paquetes tecnológicos adecuados a sus necesidades y condiciones. Para ello se sirvió del establecimiento de una emergente industria metalmecánica desarrollada al compás de los requerimientos de la demanda por innovación en los procesos y productos del sector. En algunas circunstancias excepcionales se observó la importación de paquetes tecnológicos. En los últimos años se puede observar algunas experiencias empresariales aisladas de investigación aplicada a partir de la provisión de laboratorios de biotecnología propios. Es el caso de las experiencias de Marina Azul e IncaBiotech.

La pesca y la acuicultura en pequeña escala se han desenvuelto más lentamente en su proceso de innovación, ancladas en la informalidad y en el escaso acceso a la información y al conocimiento tecnológico. Lo han hecho bajo la sombra de mecanismos financieros y de escasos servicios públicos de asistencia técnica, capacitación y apoyo a la mejora de la infraestructura.

Principales promotores de la innovación sectorial

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2. Agencias públicas proveedoras de servicios de I&D y capacitación

Un conjunto de agencias del sector público acompañó el proceso de innovación del sector, a través de actividades de I&D y de divulgación tecnológica: IMARPE, FONDEPES, ITP y el IIAP, en la selva. En los últimos años, con la Ley de Descentralización, han empezado a incursionar en ello las DIREPRO de cada gobierno regional.

Por una parte, la investigación básica y aplicada estuvo a cargo del IMARPE, ITP e IIAP. Si bien es cierto que nunca tuvieron el presupuesto requerido, en los últimos años el IMARPE y IIAP incrementaron significativamente sus recursos para investigación.

La institución especializada en la asistencia técnica estuvo concentrada sustancialmente en FONDEPES, pero también incursionó en dotar de mejor infraestructura y crédito subsidiado a la pesca artesanal. Es reconocida la importancia que cumplió el CEP Paita en la capacitación y asistencia técnica a los pescadores artesanales. FONDEPES también incursionó en la investigación con fines demostrativos y promocionales a través del establecimiento de centros experimentales y de servicios tecnológicos, como en el caso del Centro Virrilá, en Sechura. Por otra parte, el Estado ha intervenido en el fomento indirecto de la innovación a través del apoyo en el desarrollo de infraestructura, construyendo desembarcaderos y otorgando créditos subsidiados a la pesca artesanal para facilitar la compra de tecnología.

La divulgación de paquetes tecnológicos para mejorar el acceso de la tecnología de los sectores menos favorecidos se hace a partir de agencias públicas como FONDEPES, Direcciones Nacionales de PRODUCE y de las DIREPRO. De las actividades más importantes que se ha podido observar en la rápida reseña de la innovación, cabe destacar la presencia de IMARPE y de FONDEPES en relación y colaboración con las empresas para la solución de la mancha blanca en la cadena del langostino. En la última década, el sector público intensificó sus actividades de fomento de la I&D a través de fondos concursables (INCAGRO, FINCyT). En menor medida se observan también actividades de investigación aplicada y de tipo básica principalmente en algunas agencias públicas del nivel central, como IIAP, IMARPE, ITP y FONDEPES.

Desde su creación, FONDEPES ha fortalecido el ordenamiento y el desarrollo competitivo de la actividad acuícola. Por ello, actualmente cuenta con los centros de acuicultura de Nuevo Horizonte, Tuna Carranza, La Cachuela, Virrilá, La Arena y Morro Sama. Cada uno de estos centros se ha especializado en un determinado grupo de especies (peces, moluscos o crustáceos), que ha priorizado de acuerdo con las necesidades de la región. Asimismo, IMARPE desarrolla actividades de investigación científica en temas de acuicultura en tres de sus sedes descentralizadas de Tumbes, Ilo y Puno. El IIAP cuenta también con sedes donde promueven la investigación y transferencia tecnológica en acuicultura a través de programas tales como Aquarec. Estos centros se ubican en Loreto, Ucayali, San Martín, Puerto Maldonado, Huánuco y Amazonas.

3. Universidades

La presencia de las universidades en I&D relacionado con pesca y acuicultura ha sido, en general, débil y limitada a proporcionar los cuadros profesionales para estas actividades. En los últimos veinte años se ha incrementado el número de facultades y la oferta de formación de posgrado, destacándose la UNALM, la Universidad Peruana Cayetano Heredia y las universidades del Santa, Tumbes, Federico Villarreal y Cajamarca.

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26 CEPLAN, 2011 Plan Bicentenario: El Perú hacia el 2021.27 Franciso Sagasti, “Fortalecimiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en el Perú: Antecedente y propuesta”

(2009). Informe presentado a la PCM.

Como es bien sabido, en las últimas décadas la inversión en investigación y desarrollo en Perú, así como las actividades relacionadas con la investigación, se encuentran entre la más bajas del continente26. En ese mismo sentido, la base científica en el Perú, según los indicadores relacionados con el CTeI, coloca al país en el último lugar del continente27, concluyendo que no se está en condiciones para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrecen las diferentes tecnologías disponibles para el desarrollo de la acuicultura.

Cualquier análisis de la situación actual de la investigación en acuicultura en el Perú debe incluir principalmente dos aspectos: un breve reconocimiento de los recursos humanos involucrados en actividades de I&D+i en acuicultura, y una evaluación de los productos de su investigación en forma de artículos publicados en revistas indexadas internacionales.

No existen estudios previos sobre el estado actual de los recursos humanos para la acuicultura que permitan contar con alguna información general al respecto. A través de una encuesta, se evaluó el número y el nivel de preparación de investigadores en un número selecto de grupos de investigación. Los resultados mostraron la presencia de un grupo de investigación consolidado en el IIAP, otro en el ITP (aunque no precisamente en la actividad acuícola), y uno más en la UNALM.

Por otro lado, se encontraron grupos de investigación en formación en el Centro de Biotecnología de la empresa Marinazul S.A., en la Universidad Nacional del Santa y en la de Tumbes y en los centros experimentales de acuicultura de FONDEPES: La Arena, Tuna Carranza, Nuevo Horizonte y Morro Sama.

Una revisión de la producción científica de acuicultura en el Perú a través de los recursos en línea disponibles demuestra que, en ocho revistas indexadas relacionadas con la acuicultura, se hallaron trece artículos con alguna afiliación a una institución ubicada en el Perú. De estos, solo cinco artículos son de investigadores con afiliación peruana como autores de correspondencia. El resto de las afiliaciones es de colaboradores o autores secundarios. Esto refleja la escasa presencia de la investigación acuícola peruana en el contexto regional, y en mucho mayor grado en el contexto internacional. Asimismo, basados en el estado actual de los recursos humanos, es necesario señalar que la investigación en acuicultura en el Perú es muy baja. La conclusión se basa principalmente en la norma académica no escrita que indica: “los resultados de una investigación no existen hasta que esta no haya sido revisada por los pares en la forma de una publicación científica”.

Por otro lado, las universidades contribuyen con la innovación a través de la formación de profesionales en el sector pesca y acuicultura. En el caso de acuicultura, en las universidades de Tumbes y Piura con las carreras de ingeniería e institutos tecnológicos, pero es más bien una formación obsoleta respecto de biología moderna y biotecnología de especies acuáticas y organismos acuáticos asociados a la agricultura.

El máster en Biotecnología Molecular de la Universidad Nacional de Tumbes con Incabiotec y con el apoyo de CONCYTEC ha permitido, desde 2014, especializar a jóvenes biólogos e ingenieros en acuicultura en todas las áreas recientes de interés para el desarrollo sostenible de la acuicultura, incluidas endocrinología reproductiva, fisiología, nutrición, patología e inmunología, genética y ecología de sistemas acuáticos. Los trabajos de tesis de estos estudiantes muestran la posibilidad de modernizar la industria de la acuicultura peruana con resultados innovadores y directamente aplicables en los distintos sectores de la producción y el procesamiento. Desde 2016, existen experiencias de colaboración en materia de educación, tal como la existente entre la Dirección Regional de Educación y Incabiotec para capacitar a los institutos tecnológicos incipientes en los diversos campos de la biotecnología acuícola.

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4. Cooperación internacional

La cooperación internacional de tipo bilateral ha venido apoyando la transferencia y el acceso a tecnologías e investigaciones. En algunos casos trabaja con agencias públicas (la cooperación japonesa y el CEP Paita y la implementación del ITP), y en otros casos con la universidad (la cooperación canadiense y la UNALM), o directamente con los usuarios u ONG (cooperación española, la GIZ, CBI-Holanda etc.). También juegan un rol importante las instituciones internacionales de tipo multilateral, como la FAO y otras agencias de Naciones Unidas, y cada día con mayor importancia foros mundiales como APEC y la cooperación técnica internacional (Japón, EE.UU., Alemania, España, Corea, CIID Canadá). Cabe destacar la presencia de organismos multilaterales, como la FAO y las Naciones Unidas, que vienen colaborando en el desarrollo de un conjunto de pautas y forjando dinámicas de gobernanza. En algunos casos se ha contado con el apoyo de la cooperación internacional. Un hecho relevante fue el apoyo de Japón en la constitución del CEP-Paita.

5. Interacción entre sectores

En términos generales, la interacción entre sector público y privado ha sido baja, como producto de una falta de confianza entre ambos sectores. El sector privado, por ejemplo, ha oscilado entre la informalidad (pesca artesanal) y una cautelosa política de inversión para la innovación (pesca industrial). El sector público, por su lado, ha sido un intermitente generador de I&D especializada y sus instituciones son potenciales puentes de articulación y difusión del conocimiento. No obstante, existen algunas relaciones o alianzas interesantes, como por ejemplo las establecidas entre agencias públicas y pescadores artesanales para la solución de la mancha blanca de la cadena del langostino. Pese a los logros alcanzados, se trata de una iniciativa realizada sobre la base de un enfoque asistencialista, produciendo cierto nivel de dependencia y poca sostenibilidad, pues no existe —o no se promueve— un mercado de servicios.

Por su parte, la investigación universitaria no ha estado acompañada de una producción científica volcada hacia publicaciones y patentes. Por esta razón, el diálogo entre la academia y la empresa ha sido circunstancial o esporádico. No obstante, en los últimos años pueden observarse algunos ejemplos de cooperación universidad-empresa que, como en el caso de la trucha, permitieron articular a las empresas industriales con los productores artesanales. Asimismo, el financiamiento de proyectos de investigación a través de fondos concursables ha canalizado recursos públicos a partir del enfoque de la demanda. El acompañamiento de la innovación ha estado asociado a infraestructura, investigación, asistencia técnica y crédito.

Otro ejemplo de la interacción entre actores del sector pesca y acuicultura lo constituyen los gremios. Desde el comité de pesca de la Sociedad de Industria, el gremio de la industria pesquera constituyó la SNP, pero esto no se hizo con el fin de fomentar la I&D, sino con un propósito gremial y de gestión de intereses frente al Estado. En algunas cadenas se observa una agrupación de productores que quieren apoyar la I&D, como es el caso de la ALPE, constituida en 1978, que se convirtió en el único gremio representativo de esta industria en el Perú y que tiene a cargo la representación de las empresas langostineras nacionales. En el mismo sentido, la formación del Consorcio Acuícola Junín, que cuenta con el apoyo de la CBI de Holanda, y la Federación de Productores de Trucha de la Zona Sur (región Puno), establecida con el propósito de ayudar a la comercialización de la trucha hacia el exterior, aunque hoy en día esta también sea una institución de carácter reivindicativo.

En términos generales, la interacción entre los distintos actores del sector pesca y acuicultura en Perú ha ocurrido dentro del modelo lineal y tradicional, en donde los agentes económicos son solo “receptores” de tecnología,

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subestimando el rol que estos asumen para adaptarla y desarrollarla. En ese sentido, las instituciones de I&D públicas tradicionalmente asumen el rol de interpretar necesidades de I&D y convertirlas en demandas, sin prestar atención al rol, heterogeneidad y diversidad de los actores involucrados en los procesos de innovación. Por lo tanto, no refleja la necesaria retroalimentación con los usuarios de tecnología, como la expresión de sus demandas o necesidades, o como una opinión frente a un servicio. Tampoco recoge adecuadamente los muchos cambios que se dan en el tiempo, asumiendo condiciones más estables o constantes de las que en realidad son, y olvidan con frecuencia que en la práctica las funciones básicas de investigar, difundir y utilizar los nuevos conocimientos o tecnologías pueden ser ejecutadas por uno o más actores.

6. Conclusión

Una revisión del estado de la cuestión en materia de innovación en pesca y acuicultura permite que concluir que este sector no cuenta con suficientes organizaciones involucradas activamente en la innovación, ni con una debida interacción de estas. En tal sentido, por ejemplo, pese a las numerosas experiencias de innovación que han existido (y existen) en la pesca industrial, se verifica una débil participación de la empresa privada y los organismos no gubernamentales. Al mismo tiempo, se observa una participación insuficiente de las universidades, no solo en términos del sector en sí mismo sino también en términos de disciplinas científicas vinculadas con este. Por otro lado, se verifica que no existen políticas de ciencia, tecnología e innovación para promover la colaboración, incentivar la inversión privada en I&D, ni políticas fiscales robustas que promuevan la I&D. En este contexto, existe una débil relación entre la oferta y la demanda de nuevos conocimientos e innovación, además de inexistentes mecanismos de mercado, y otros, para mejorar la relación entre la oferta y la demanda de servicios de innovación. Como consecuencia de ello, tampoco se verifican instrumentos para gestionar eficazmente el conocimiento y la información generada de manera social y privada. En este contexto, es fundamental encontrar un mecanismo que, reafirmando el carácter particular del sector pescar y acuicultura, pueda ser un articulador descentralizado de los elementos que conforman una política de innovación.

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El PNIPA se ha diseñado en un contexto de fomento de la innovación desde el sector público que no tiene parangón en la historia reciente del país. Los signos más importantes de ello son el proceso de fortalecimiento del CONCYTEC/FONDECyT como ente rector del SINACYT y la existencia de diversas iniciativas de agencias públicas sectoriales para el fomento de la I&D+i en diversos sectores (INCAGRO, FINCYT, FIDECOM, PNIA). Como instrumento más importante de movilización, se ha usado la metodología de asignación de recursos públicos a través de fondos competitivos. Desde el primer decenio del siglo XXI se introducen para promover la innovación y la competitividad en diferentes sectores económicos, siendo el primero el Programa INCAGRO, que en 2001 se puso en marcha en el sector MINAGRI. Más tarde se formó el programa FINCYT (2007), y luego FONDECyT.

A partir del segundo decenio, se observa una segunda etapa de fomento de la innovación como política pública, caracterizada por los esfuerzos de estructurar una institucionalidad de la innovación, partiendo de los programas de fondos concursables del decenio anterior. Se pueden distinguir hasta tres principales iniciativas o subsistemas: (i) el subsistema que coordina el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación; (ii) el subsistema de coordina INIA/MINAGRI en el marco del D.L. 1060 de 2008, y (iii) el subsistema que coordina el Viceministerio de MYPE-Industria que promueve el Plan Nacional de Diversifi cación Productiva.

El sector pesca y acuicultura ha sido tangencial a estos esfuerzos y su sistema de I&D+i se encuentra dominado por los modelos tradicionales que se gestaron en el siglo pasado, es decir, con enfoque de oferta y de tipo lineal. Justamente la creación del PNIPA apuesta a revertir esta situación y ganar el tiempo perdido. En este capítulo se hará un breve análisis de las características de los subsistemas que están en formación y se planteará un análisis de la institucionalidad que precede a PNIPA en el sector P&A.

CAPÍTULO 4

Contexto institucional actual de la innovación en el sector pesquero y acuícola peruano

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1. El SINACYT como sistema transversal de ciencia, tecnología e innovación

El SINACYT es un sistema de innovación que está impulsando el CONCYTEC. Se rige por la Ley 28303, promulgada en 2004. Representa el conjunto de instituciones y personas naturales dedicadas a la investigación, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i) en ciencia, tecnología y a su promoción. En 2006 se promulgó el Plan Nacional Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Competitividad y el Desarrollo Humano 2006-2021. Es un sistema de corte transversal, es decir, intersectorial.

Gráfico 4.1 El SINACYT

Presidencia del Consejo de Ministros

Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología

e Innovación Tecnológica - CONCYTEC

Ley Marco de Ciencia, Tecnología e Innovación

Política Nacional para el Desarrollo de la

Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica

Fondo Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de

Innovación Tecnológica - FONDECYT

Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación

Tecnológica

Institutos públicos de investigación IPIS

Universidades

Instrumento financiero 1

Instrumento financiero 2

Instrumento financiero 3

Fuente: Elaboración propia.

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De acuerdo con sus normas de creación, el CONCYTEC es el ente rector del SINACYT. Cuenta con su brazo de financiamiento de proyectos, el FONDECYT, y una instancia consultiva multidisciplinaria y multisectorial denominada Consejo Consultivo Nacional de Investigación y Desarrollo (CTi - CONID).

SINACYT se ha orientado principalmente a dar coherencia y apoyo a las instituciones públicas de ciencia y tecnología que existen en los diferentes sectores públicos: CONIDA, IIAP, IGN, IMARPE, IGN, INGEMMET, INABEC, INIA, INICTEL, INRENA, INS, IPEN, ITP, SENAMHI y SENASA. En segundo lugar, ha realizado esfuerzos para gestar instancias de coordinación regional (CORECYT), pero todavía sin buenos resultados. Asimismo, involucra en el sistema al Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual - INDECOPI para la protección y difusión de los derechos intelectuales en CTi, y el registro y difusión de las normas técnicas y metrológicas.

Cuenta con el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que es su instrumento de política principal. En atención a su carácter normativo y promotor de la CTi en la sociedad, el SINACYT aspira a constituirse en una instancia que involucre a las instituciones e iniciativas académicas y científicas como las universidades y “programas especiales de CTI”, pero también a la iniciativa empresarial y de las comunidades campesinas y nativas. Estas últimas, concebidas como espacios activos de preservación y difusión del conocimiento tradicional, cultural y folclórico del país. Recientemente (2017) CONCYTEC/FONDECyT ha puesto en marcha un proyecto de inversión pública por 100 millones de dólares, con el propósito de avanzar en el desarrollo y fortalecimiento del SINACYT, como sistema articulador transversal de todos los sistemas sectoriales y regionales. Se espera que unos años se tengan resultados interesantes a partir del desarrollo de instrumentos de articulación efectivos.

2. El sistema sectorial de I&D+i del Viceministerio de Mype-Industrias

Es un sistema que inicia su gestación en julio 2014, en el marco del Plan Nacional de Diversificación Productiva - PNDP que promovió el Ministerio de la Producción (2m011-2016). El PNDP tiene tres ejes sustanciales: (i) promoción de la diversificación productiva; (ii) adecuación de regulaciones y simplificación administrativa, y (iii) expansión de la productividad. Del tradicional enfoque de fomento de la industrialización, el PNDP apuesta a una mirada más amplia hacia “motores” que fomenten alta productividad, abundante empleo y aumento de las exportaciones más complejas y sofisticadas. Toma distancia del enfoque neoliberal. El plan plantea explícitamente la importancia del rol activo del Estado como facilitador de la innovación y la diversificación productiva, a través de políticas explícitas transversales o verticales (sectoriales) y la generación de externalidades positivas, proporcionando bienes públicos e incentivos. Pero a la vez advierte de los peligros del “mercantilismo” o de la ineficacia del Estado.

Según el PNDP, el fomento de la “innovación productiva” que impulsa el Estado, compromete un conjunto de políticas que clasifica, según dos dimensiones —alcance y tipo de intervención—, en transversales y sectoriales y bienes públicos e intervenciones de mercado. Todas ellas están orientadas a la construcción del entorno facilitador para la innovación de la economía en su conjunto (Tabla 4.1).

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Tabla 4.1Tipos de intervención estatal para la diversificación productiva

28 Ghezzi, P. Op cit, p. 44.

ALCANCE INSTRUMENTOS TRANSVERSALES INSTRUMENTOS VERTICALES SECTORIALES

Bienes de servicios públicos

Fortalecimiento de capacidades fundamentales

• Infraestructura, servicios básicos

• Mejora de la educación

• Mejora de la regulación

• Mejora de la institucionalidad

Fortalecimiento de capacidades sectoriales

• Certificación de competencias

• Implementación de Institutos de I&D

• Gestión de permisos fitosanitarios

Intervención de mercado

Subsidios/apoyo transversal

• Formación de capital humano • Incentivos tributarios para la I&D• Capital semilla para innovadores (fondos competitivos)• Fondos de garantía

Subsidios/apoyo sectorial

• Régimen tributario promocional para el sector agrario

A partir de ello, se abren cuatro tipos de políticas e instrumentos públicos. La matriz tipifica las principales líneas de acción del PNDP, destacándose que los fondos competitivos para la innovación se encuentran calificados en el ámbito del tercer cuadrante, referido a las políticas de tipo transversal y de intervención del mercado28. Mientras tanto, aquellas referidas a los CITE y las mesas sectoriales son tipificadas en el segundo cuadrante como bienes y servicios públicos de tipo sectorial. El enfoque del PNDP se resiste al uso del cuarto cuadrante en atención a los riesgos que puede acarrear este tipo de intervención, trayendo a colación la experiencia errónea del pasado (décadas de 1970 y 1980), con incentivos tributarios sectoriales, recomendando que en este cuadrante lo sano es centrarnos en políticas que “resuelvan las causas subyacentes de la baja productividad” (Ghezzi, 42).

El sistema se estructura en el seno del Viceministerio de MyPE-Industria, a través de la Dirección General de Innovación y Transferencia Tecnológica y Servicios Empresariales - DIGITTSE. Tiene algunos antecedentes importantes: (i) Ley de CITE del año 2000; (ii) ROF de 2008 del PRODUCE, creando la Oficina Tecnica de CITE en el seno del VMYPE-I; (iii) cambio de nombre del Viceministerio de Industria a Viceministerio de MyPE e Industria; (iv) constitución del fondo FIDECOM, y (v) ROF de PRODUCE 2012, creándose la DIGITSE, en el seno del VMYPE-I.

Entre 2013 y 2015 se tomaron medidas que configuraron el modelo organizativo de este sistema, el cual también fue bautizado por sus forjadores como Sistema de Innovación Empresarial y Desarrollo Productivo - (SIEDP). Se pueden destacar los siguientes hitos principales: (i) En 2013, se transfiere el Instituto Tecnológico Pesquero del Viceministerio de Pesquería al Viceministerio MyPE-Industria, cambiándole de nombre a Instituto Tecnológico de la Producción, como articulador de la red de CITE; (ii) puesta en marcha del Plan Nacional de Diversificación Productiva en 2014; (iii) transferencia del FINCYT (de PCM) al ámbito del VMYPE-I del Ministerio de la Producción; (iv) creación del Programa Nacional de la Competitividad y Productividad - PNICP en 2014, bajo la responsabilidad del VMYPE-I; (v) constitución del FOMITEC, y (vi) creación de la marca INNÓVATE PERÚ para identificar todos los fondos competitivos que se administran desde el PNICP. Analicemos los principales elementos que configuran este modelo institucional.

Fuente: Ghezzi, 2016.

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2.1 Dirección General de Innovación y Transferencia Tecnológica y Servicios Empresariales

DIGITTSE es la dirección del Viceministerio MYPE-Industria (R.M. 343-2012 PRODUCE) encargada de la conducción política y estratégica de la “innovación productiva”, Particularmente, su rol de conducción estratégica se manifiesta en sus funciones: (i) diseño de la estrategia y política del PNICP; (ii) diseño de nuevos instrumentos de financiamiento, para que sean operados por el PNICP; (iii) unidad formuladora del proyecto FINCYT 3; (iv) asume la conducción y gestión de la marca INNÓVATE PERÚ, y (v) conduce la política y estrategia general del ITP como instancia de gestión de la red de CITE.

El SIEDP se estructura a partir de dos tipos de instrumentos. Por un lado, los fondos competitivos que se administran a través del PNICP, entendidos como instrumento de política transversal a los sectores productivos. Por su parte, los CITE son entendidos como instancias de servicios sectoriales, aunque en el modelo de organización domina una gobernanza de tipo transversal a partir del ITP. En términos de mejora de la institucionalidad, se la concibe como una política de corte horizontal, subestimando las necesidades de la mejora de la institucionalidad sectorial (cuadrante 2). En suma, en términos de gobernanza en el SIEDP domina el enfoque transversal/horizontal de intervención pública, aunque bajo la conducción del sector MYPE-Industria.

2.2 Programa Nacional de Innovación, Competitividad y Productividad (PNICP/INNÓVATE PERÚ)

A mediados de 2014 se crea el PNICP como Unidad Ejecutora en el ámbito del VMyPE-I. Se constituyó “en el brazo ejecutor de la política de fondos concursables para innovación y emprendimiento innovador del PNDP”

Gráfico 4.2 Innovación del Viceministerio Mype E Industrias

Plan Nacional de Diversificación Productiva - PNDP

Comisión Multisectorial del PNDP

Ministerio de la Producción

Viceministerio - MyPE - Industria

Dirección General de Innovación Transferencia Tecnológica y Servicios Empresariales - DIGITTSE

Programa Nacional de Innovación para la Competitividad y Productividad - PNICP

Fondo 1

Instituto Tecnológico de la Producción -ITP

CITE 1

Fondo 2

Fondo 3

CITE 2

CITE 3

Fuente: Elaboración propia.

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29 Desde fines de la década de 1990 surgieron los CITE, con el apoyo inicial de la cooperación española al Programa Nacional de Pequeña y Mediana Empresa (PpyME) que existía en el seno del Viceministerio de Industria del antiguo MITINCI. En ese contexto se gestaron los tres primeros: i) CITE CITECCAL, ii) CITEMadera y iii) CITEVid.

(Ghezzi: 73). En ese sentido, se ha constituido en la instancia operativa de administración de fondos de las diversas fuentes que capta y canaliza el viceministerio MyPE-Industria y que son enpaquetadas socialmente con la marca INNÓVATE, de acuerdo con los encargos que le da el Ministerio. Coordina varios fondos (FIDECOM, FINCYT, FOMITEC), especializándose en la gestión de fondos concursables para la “innovación productiva”.

En palabras del exministro que lideró la creación de PNICP, “INNÓVATE PERÚ financia proyectos en la gran mayoría de sectores y regiones del país” y “es un escalamiento de la intervención pública en innovación” (Ghezzi: 73). En ese sentido, y en coherencia con lo conceptualizado en los documentos del PNDP, el enfoque de PNICP refuerza el concepto de entender los fondos competitivos como un instrumento de política pública transversal y no sectorial. En ese sentido, se deja entrever que la Unidad Ejecutora PNICP/INNÓVATE se ha gestado como la instancia de la “innovación productiva” (transversal) que centralizará todas las iniciativas sectoriales de fondos competitivos y en una marca como INNÓVATE PERÚ.

2.3 Instituto Tecnológico de la Producción

La tercera instancia del modelo organizativo e institucional del SIEDP es el ITP, en su rol de conductor y coordinador de la red de CITE. Como se ha mencionado, el ITP surge a fines del año 2013 a partir de la promulgación de la Ley del Presupuesto de 2013 (Ley 29951), por la cual se modifica el nombre de Instituto Tecnológico Pesquero a Instituto Tecnológico de la Producción y se adscribe a los CITE. De acuerdo con la LOPE, se constituye en un Organismo Técnico Especializado (OTE), con las siguientes funciones: (i) conducir la transferencia de tecnología entre los CITE y promover servicios e investigaciones compartidas; (ii) fomento del desarrollo de la investigación aplicada con la finalidad de dar mayor valor agregado a los recursos nacionales, mediante el adecuado uso de la infraestructura y competencia tecnológica de todos los CITE, y (iii) difundir los servicios, actividades y temas vinculados de los CITE en el marco del reglamento de la Ley de Centros de Innovación Tecnológica - CITE (art. 2)29.

A partir del año 2014, los CITE inician otra etapa, convirtiéndose en una de las líneas de intervención clave del PNDP. Con este fin, entre 2015-2016 se promulgaron las siguientes normas: (i) nueva Ley de CITE (D.L. 1228 de diciembre 2015); (ii) nuevo reglamento de los CITE (D.S. 04-2016 PRODUCE); (iii) creación de veinticuatro CITE públicos; (iv) aprobación de siete CITE privados; (vi) transferencia de los CITE al recientemente creado Instituto Tecnológico de la Producción (ITP); (vii) formulación y aprobación de un conjunto de proyectos de inversión pública (PIP) por unos 200 millones de soles para la operación de los nuevos CITE.

El nuevo marco legal, los potencia notablemente a partir de las siguientes disposiciones: (i) cambian su denominación a Centros de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica; (ii) se precisan mejor sus roles y líneas de intervención para constituirse en instancias para la innovación y la diversificación productiva; (iii) fomenta la creación de una red de CITE como instancia de articulación y coordinación, y (iv) dispone su establecimiento en “un espacio geográfico estratégico” (art. 6 D.L. 1228). Los CITE estarán orientados a cinco tipos de servicios: transferencia tecnológica, capacitación, investigación, difusión de información y articulación de actores diversos (Ghezzi: 61 y 64).

El financiamiento de los CITE se sustenta en tres tipos de fuentes: (i) presupuesto público ordinario; (ii) fondos concursables, particularmente aquellos que administra PNICP; (iii) cooperación internacional; (iv) proyecto de inversión pública, y (v) recursos directamente recaudados. Por otra parte, se alienta la creación de CITE privados a través de dotarlos de “subvención mediante convenio de desempeño y con las que señale la normatividad vigente” (art. 25 del D.S. 014), monto que “puede cofinanciar hasta el 50% de los recursos necesarios para su implementación y funcionamiento” (Ghezzi: 61).

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En esta nueva etapa, el ámbito de los CITE, que tradicionalmente se había circunscrito a la “industria” (art. 2, Ley 27267), se amplía a todos los sectores productivos30, asumiendo un enfoque transversal de “innovación productiva”. Justamente, a partir de lo dispuesto en la nueva ley, recientemente se han creado ocho CITE para atender al sector pesquero y acuícuola (ver tabla siguiente). La mayor parte de ellos han iniciado operaciones —aunque parcialmente— en 2017 y 2018. Con la creación de esta densa red de CITE en el sector P&A, se da la paradoja organizativa y de política institucional de que estos no se encuentran en el ámbito del VPA, sino que son conducidos por el Viceministerio de MyPE-Industria.

Centro de Innovaciones Pesqueras o Acuícolas Instrumento de aprobación (D.L., R.S. o R.M.)

Centro de Innovación Tecnológico Pesquero-CITE pesquero

R.S. 01-2015-PRODUCE

CITE pesquero Piura R.M. 147-2016-PRODUCE

CITE pesquero amazónico R.M. 051-2016-PRODUCE

CITE pesquero amazónico Pucallpa R.M. 054-2016-PRODUCE

CITE pesquero amazónico Ahuashiyacu R.M. 051-2016-PRODUCE

CITE pesquero Ilo R.M. 039-2016-PRODUCE

CITE acuícola Ahuashiyacu R.M. 037-2016-PRODUCE

CITE acuícola Puno R.M. 068-2016-PRODUCE

En suma, el SIEDP es un sistema que conduce el Viceministerio de MyPE-Industria (PRODUCE), que se compone de tres instancias: la DIGITTSE, el PNICP y el ITP/CITE. Si bien es cierto que su base es de un sector productivo (industria), aspira a ser un sistema transversal a todos los sectores. Esto es fuente de tensión y superposición que genera confusión, en primer lugar con el SINACYT/CONCYTEC —que también tiene la vocación de ser el sistema horizontal—, y en segundo lugar con los sistemas verticales (sectoriales) que se están gestando en agricultura, pesca y acuicultura, energía, minería.

3. El Sistema Nacional de Innovación Agraria

El sector agricultura (MINAGRI) promueve el Sistema Nacional de Innovación Agraria (SNIA) desde 2008 (D.L. 1060). Este tiene como antecedente más importante al Programa INCAGRO (2001-2010), y desde 2014 impulsa el Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA), con una inversión de 100 millones de dólares. Su modelo organizativo se basa en la conducción política y estratégica del Instituto Nacional de Innovación Agraria (ente rector) y en el brazo ejecutivo de una veintena de Estaciones Experimentales Agrarias (EEA) distribuidas en todo el país.

30 MINCETUR es otro ministerio que cuenta con una red de CITE en Artesanía y Turismo. Así, desde el año 2002 se cuenta con dos ministerios promotores y articuladores de CITE como parte de un enfoque de política sectorial (vertical).

Tabla 4.2

Fuente: Elaboración propia.

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El SNIA es entendido como: “una red de actores públicos y privados que tienen como objetivo la promoción y ejecución coordinada de diversas actividades de investigación y transferencia tecnológica agraria” (Plan Nacional de Innovación Agraria, INIA, 2018). Según su norma de creación, el SNIA está conformado por: (i) instituciones públicas del sector MINAGRI, como INIA o SENASA; (ii) instituciones de otros sectores transversales, como INDECOPI y MINEDU; (iii) la academia representada por las universidades; (iv) los gobiernos regionales y locales, y (v) las empresas privadas y organizaciones de productores.

Se crea la Comisión Nacional para la Innovación y Capacitación en el Agro, integrada por:- Ministro de Agricultura

- Ministro de la Producción

- Jefe del INIA

- Representante de las universidades públicas

- Representante de la cooperación técnica y económica nacional e internacional

- Dos personas de reconocida experiencia en el área científica, de la investigación y de la innovación agraria, provenientes de las actividades públicas, privadas, académicas o de organismos internacionales.

- Tres representantes de los productores agrarios en distintos ámbitos del sector.

4. Organización de la I&D y capacitación del sector pesca y acuicultura

El VPA cuenta con un conjunto de instancias de I&D desde la época del Ministerio de Pesquería que, con algunas modificaciones, se ha mantenido sustancialmente desde el siglo pasado. Desde la Ley General de Pesca de 1992, se menciona como rol del Ministerio de Pesquería el fomento de la “investigación y la capacitación pesquera”. La primera está orientada a “obtener y proporcionar permanentemente las bases científicas que sustentan el desarrollo integral y armónico del proceso pesquero”. Por su parte, la segunda está orientada a “optimizar el desarrollo de la actividad pesquera mediante la promoción integral del potencial humano que participa en el quehacer pesquero” (art. 13).

Hasta el año 2013, la I&D del sector P&A estaba compuesta por tres instituciones públicas especializadas: ITP, IMARPE y FONDEPES. Complementariamente, tradicionalmente la Dirección de Pesca Artesanal y la Dirección de Acuicultura han impulsado actividades de extensionismo en todo el país. A partir de 2014, el ITP fue desactivado y se creó SANIPES (2013), con especialidad en regulación sanitaria. Recientemente (2016) también se promulgó la Ley General de Acuicultura y su reglamento, con algunas disposiciones sobre la I&D+i. 4.1 Instituto del Mar del Perú

El IMARPE constituye el órgano especializado en la investigación del sector P&A. Se creó para atender la investigación sobre las pesquerías. En el ROF (RM 345-2012-PRODUCE), se establece que la finalidad de la entidad es promover y realizar investigaciones científicas y tecnológicas del mar y aguas continentales (artículo 2). Su labor principal se concentra en ser fuente científica para la toma de decisiones de política del sector y cumple un rol esencial en la regulación de la explotación de la pesquería de la anchoveta, pues sus informes técnicos son pieza fundamental en la definición de las cuotas y vedas de dicha pesquería.

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4.2 El Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero

El FONDEPES se creó en la década de 1990 a partir de la fusión de diversos organismos de fomento de la pesca artesanal. Según el ROF (R.M. 346-2012-PRODUCE), su función principal se orienta a la construcción y mantenimiento de los denominados desembarcaderos pesqueros y administra créditos blandos para el equipamiento de los pescadores artesanales. En sus funciones también se establece “programar, promover, dirigir, ejecutar y evaluar actividades de capacitación, entrenamiento y transferencia tecnológica, dirigido a los gobiernos regionales y locales, pescadores artesanales y acuicultores, así como a personas interesadas en dichas actividades, en el marco de la pesca responsable y la conservación del ambiente” (art. 4).

4.3 Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (SANIPES)

El SANIPES se ha creado recientemente. En su artículo 3b, su ROF (D.S. 009-2014-PRODUCE) 3b establece que su función es formular, proponer y ejecutar planes, programas y proyectos de investigación científica y tecnológica vinculados con la sanidad acuática e inocuidad de los alimentos pesqueros y acuícolas.

Como se ha mencionado en un acápite anterior, SANIPES surge a partir de la transferencia de las funciones de sanidad pesquera que tenía el ex instituto tecnológico pesquero con las siguientes funciones: (i) realizar la vigilancia sanitaria de la captura, extracción o recolección, transporte y procesamiento de productos hidrobiológicos así como la aplicación de las condiciones higiénicas en los lugares de desembarque de dichos productos; (ii) conducir, supervisar y mantener, dentro del ámbito de su competencia, el sistema de trazabilidad en coordinación con las demás autoridades competentes; (iii) otorgar certificaciones sanitarias de alimentos pesqueros, acuícolas, piensos y animales acuáticos, así como emitir protocolos técnicos; (iv) participar en los procedimientos de calificación de infracciones y aplicación de sanciones relacionadas con el incumplimiento o transgresión de la norma sanitaria y de calidad sectorial, y (v) velar por el cumplimiento de las normas sobre sanidad e inocuidad de los alimentos.

4.4 Dirección General de Acuicultura y Programa Nacional de Ciencia, Desarrollo Tecnológico e Innovación en Acuicultura

Paralelamente, con la Ley General de Acuicultura (D.L. 1195) se crea el Sistema Nacional de Acuicultura (SINACUI) como un “sistema funcional que integra principios, normas, procedimientos, métodos, técnicas e instrumentos” con la “finalidad de orientar, integrar, coordinar, ejecutar, supervisar, evaluar y garantizar la aplicación y cumplimiento de la política pública, planes, programas y acciones destinados a fomentar el crecimiento y desarrollo de la acuicultura”, comprometiendo la participación de todas las entidades y usuarios vinculados a las actividades acuícolas” (arts. 8 y 9).

Si bien es cierto no es un sistema de I&D+i, su reglamento (D.S. 003-2016- PRODUCE destaca que “el Programa Nacional de Ciencia, Desarrollo Tecnológico e Innovación en Acuicultura define las prioridades de investigación desarrollo e innovación. Este debe ser actualizado y monitoreado cada cinco años” (art. 52). Asimismo, destaca que como DGA desarrolla actividades de extensionismo en colaboración con las DIREPRO.

El análisis de las instituciones vinculadas con el sector pesca y acuicultura que hemos realizado en líneas previas permite destacar que no estamos frente a un sistema de I&D+i, sino a un conjunto de instituciones desarticuladas entre sí y con una orientación tradicional. Por un lado, el IMARPE constituye la institución responsable de la I&D del sector, pero tiene un sesgo hacia la I&D de tipo básico y se encuentra especializado —con una importante trayectoria— en el apoyo científico para la definición de cuotas y vedas de pesca y en el estudio de las especies pelágicas que sustentan el subsector de la pesca industrial para harina de pescado. Con la desactivación del ITP como instancia de I&D aplicada, desapareció la única institución que realizaba I&D para la innovación del ámbito del VPA.

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Tabla 4.3 Sistemas públicos con incidencia en el sector P&A: características generales

Las actividades de capacitación y asistencia técnica se concentran en las Direcciones de Pesca y Acuicultura, que cuentan con un conjunto de extensionistas en todo el país. Asimismo, FONDEPES realiza actividades de capacitación, particularmente a través del CEP-Paita. Entre tanto, SANIPES tiene un rol esencial en la innovación del sector, pero su intervención actual es sustancialmente con fines regulatorios y de fiscalización.

5. Análisis de conjunto de la institucionalidad de la innovación

De los sistemas analizados, se observa que dos son de tipo sectorial: uno en el sector agrario (SNIA) y otro en el sector Industria (SIEDP). Por su parte, SINACYT es el sistema que se está construyendo como instancia transversal en su calidad de ente rector de la CTI del país, y otros dos son de enfoque de política sectorial (VP&A y SNIA).

La maduración de los sistemas es baja, a pesar de que los sistemas sectoriales tienen una trayectoria de gestación de más de diez años. El SIEDP parte de los CITE de la década de 1990, que se enmarcaban como política del sector de la industria manufacturera, y el SNIA empezó a forjarse desde 2001 con el Programa INCAGRO (2001-2010). El SINACYT tiene en la base los Institutos Públicos de Investigación (IPI) de cada sector.

SISTEMA SINACYT SIEDP SNIA VP&AEnte rector CONCYTEC VMYPEI/PRODUCE MINAGRI VP&A/PRODUCE

Instrumento de conducción política

Organismo del Poder Ejecutivo no

ministerial

DIGITSE

ITPINIA VP&A

Instrumento financiero FONDECYT/ Fondo Competitivo

PNICP/Fondo Competitivo PIP-PNIA No tiene

Fuente de los recursos financieros

RROO

PIP: RROO y endeudamiento

PIP con RROO y endeudamiento

RROO

PIP con endeudamiento

RROORROO

Instrumento técnico principal IPI/Universidad ITP/CITE INIA/EEA IMARPE/FONDEPES

Tipo de política Transversal/servicio público

Transversal/servicio público y de mercado

Sectorial/ servicio público y de

mercado

Sectorial/servicio público

Usuarios principales de P&A

IMARPE, IIAP y universidades

CITE, empresas y universidades

Universidades, productores, INIA,

IIAP

Dirección General de Política/VP&A

Proyectos en P&A Investigación básica y aplicada

Investigación adaptativa e innovación

I&D básica, aplicada adaptativa e innovación

Básica y aplicada para la toma de decisión política

Tipo de institución dominante

Organismo público del nivel central Ministerio, pliego y UE Ministerio, pliego/

PIP/UE Pliegos

Etapa de desarrollo Fundacional Fundacional En maduración No ha empezado

Fuente: Elaboración propia.

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En los últimos años se ha dinamizado la construcción del SINACYT y el SIEDP. Las pretensiones de este último de dejar de ser un sistema sectorial y pasar a ser el sistema transversal permiten observar la pugna por ser el ente rector de la I&D+i, lo que puede generar duplicidad y conflictos innecesarios con el ente rector de la I&D+i del país.

Los sistemas tienen una conducción central que no tiene vínculos de gobernanza con los niveles de gobierno subnacional. Dicho esto, se debe recordar que el SINACYT promovió los CORECYT como instancias de fomento de la CTI en el nivel de los gobiernos regionales, pero con un nivel todavía muy incipiente.

La conducción política que promueve el CONCYTEC/FONDECYT fomenta la coordinación blanda de los IPI sectoriales a través de un comité. Por su parte, PRODUCE/PNICP/ITP establecen una coordinación dura con los CITE sectoriales a través del ITP, esquema similar al que tienen el MINAGRI/INIA/PNIA con sus Estaciones Experimentales Agrarias y las oficinas desconcentradas PNIA. En el caso del VP&A/IMARPE/FONDEPES, más bien la coordinación es muy débil o inexistente.

En el sistema del MINAGRI/SNIA, el peso se pone sobre los agentes económicos que asumen el liderazgo de los proyectos y de los proveedores de servicios que vienen principalmente desde el sector privado, promoviendo explícitamente un mercado de servicios y reforzando un enfoque de demanda. En la fase actual con el PNIA, se asume que se continuará con dicho enfoque, aunque se ha agregado una visión más matizada hacia el reforzamiento de la oferta pública, con el empoderamiento financiero del INIA y sus EEA.

En el caso del SIEDP, el fomento del mercado de servicios es menos claro, pues el esquema está pautado para privilegiar al Estado como proveedor del servicio público de innovación tecnológica a través del ITP/CITE, es decir, un enfoque de oferta pública. Aunque se debe recordar que la ley CITE fomenta la creación de CITE privados, estableciendo una alianza pública-privada, entre ITP y el CITE (privado), a través de un financiamiento vía un convenio de desempeño, todavía es muy temprano para describir y evaluar las posibilidades de este tipo de modalidad.

Entre tanto, el SINACYT, privilegia el fomento de la relación universidad/IPI y agente económico. En ese sentido, privilegia como proveedor del servicio a un ente público y a un proveedor de servicio (enfoque de oferta).

Si bien es cierto que SIEDP y SINACYT coinciden en el protagonismo del servicio público de innovación, en el caso del SIEDP se observa una mejora significativa en la calidad de la relación entre este y la demanda, pues el ITP/CITE promueve servicios de investigación adaptativa y de asistencia técnica de corta maduración y en alianza estrecha con un usuario de dicho servicio, tratando de diferenciarse de la modalidad IPI, que es más distante de los usuarios finales de la tecnología. Todavía no está clara la relación que establecerá el ITP con los agentes económicos en las investigaciones y servicios que brindará a través de su Dirección de Investigación y Transferencia Tecnológica.

De los sistemas públicos analizados, el más antiguo y mayor trayectoria es el MINAGRI/SNIA, que ha pasado por cinco fases: (i) preplanificación (1998-2000); (ii) fase I demostrativa (2001-2004); (iii) fase II expansión (2005-2010); (iv) paréntesis (2011-2014), y (v) PNIA (2014-2019). Por eso podemos calificarlo de maduro o en maduración, en especial por el hecho de que cuenta con otros programas sectoriales que han abonado en la perspectiva de su construcción. Particularmente destacan el Programa Sierra Exportadora y el proyecto Agroideas. Más bien los sistemas SINACYT y SIEDP se encuentran en una etapa fundacional, en atención a que recién se están constituyendo su organización e institucionalidad principal.

Entre tanto, nuestra evaluación es que la I&D+i del VP&A no existe y requiere un sistema ad hoc a las características del sector. Su enfoque tradicional se basa en un modelo lineal de innovación, sustentado en el “empuje de la

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ciencia” y la preeminencia de la oferta de investigación, capacitación y extensión del sector público. Este enfoque ha sido efectivo para desarrollar capacidad científica en el sector P&A y poner información sustancial para regular la explotación de los recursos hidrobiológicos, pero tiene la limitación de que no está dotado para responder a los rápidos cambios del mercado y para proporcionar tecnologías para los productores. Su énfasis, puesto en la investigación, tiende a limitar la atención necesaria sobre otros factores que permiten que las nuevas tecnologías sean utilizadas. Por otra parte, la reducción del presupuesto del FONDEPES y el desmontaje del ITP debilitaron su desempeño. Más bien el refuerzo de la sanidad pesquera, con la creación de SANIPES, constituye un factor importante que fomentará la innovación sectorial.

De los sistemas del sector público en curso, tres de ellos usan como instrumento de financiamiento los fondos competitivos para proyectos de corto plazo. Mientras tanto, las actividades de investigación y capacitación del VP&A se sustentan solo en recursos ordinarios del sector público y en asignación directa y de manera inercial a través de los presupuestos anuales del sector público. El SINACYT y el SIEDP cuentan con organismos especializados en la operación de estos procesos concursales: en un caso es el FONDECYT y en el otro es el PNICP/INNOVATE. Mientras que el primero es un organismo técnico especializado del CONCYTEC, el PNICP es una Unidad Ejecutora del pliego PRODUCE del ámbito del Viceministerio de MyPE-Industria. En ambos casos, la estructura organizativa es de tipo funcional: (i) formulación de bases; (ii) convocatoria de concursos y evaluación de propuestas, y (iii) monitoreo y evaluación de proyectos. Por otro lado, el SNIA/INIA, cuenta con una Unidad Ejecutora del Programa de inversión pública PNIA.

A diferencia del SINACYT, el SIEDP y el SNIA/INIA realizan directamente actividades de investigación, transferencia y extensión, como servicio público, financiándolas por sus respectivos presupuestos ordinarios, en un caso a través del ITP/CITE y en el otro a través del presupuesto del INIA/EEA.

La conducción política de los sistemas es distinta en cada caso. El CONCYTEC concentra la conducción del SINACYT. En el SIEDP estamos frente a una estructura de gobernanza un poco más compleja, basada en hasta cinco instancias: (i) despacho ministerial; (ii) VMYPE-I y DIGITTSE; (iii) coordinador y Directorio PNICP; (iv) ITP y su Directorio, y (v) CITE y su Directorio. En el caso del SNIA/INIA, la conducción también es bastante sencilla: (i) jefe del INIA y comité consultivo, y (ii) director ejecutivo del PNIA.

En la dimensión financiera se puede observar lo siguiente: (i) los fondos competitivos dependen sustancialmente de recursos provenientes de proyectos de inversión pública (FINCyT) y de recursos ordinarios del Estado (FIDECOM y FOMITEC); (ii) los CITE públicos se sostienen con recursos de proyectos de inversión pública, recursos fiscales ordinarios, fondos concursables a los que aplican, recursos directamente recaudados y circunstancialmente la cooperación internacional, y (iii) Los CITE privados se sostienen con recursos públicos (hasta un 50%) para su implementación y mantenimiento.

SEGUNDA PARTE

Programa Nacional de Innovación en Pesca

y AcuiculturaFASE I

2017 - 2022

SEGUNDA PARTE

Programa Nacional de Innovación en Pesca

y AcuiculturaFASE I

2017 - 2022

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1. Innovación y principales retos de la acuicultura peruana

La acuicultura, como actividad dependiente de recursos hidrobiológicos, está determinada por variables ambientales (fenómeno El Niño-Oscilación Sur, epidemias), logísticas (vías de acceso, puertos de exportación, desarrollo de mercados) e institucionales (políticas públicas, asistencia técnica y de promoción del Estado). En ese sentido, los principales problemas que afectan el desarrollo, expansión y competitividad de la acuicultura son los siguientes:

• Escasas capacidades para la producción, comercialización, gestión y organización de empresas acuícolas con enfoque de cadenas productivas.

• Limitada disponibilidad nacional de insumos para la acuicultura (semilla de buena calidad y alimentos de calidad con costos adecuados) y alta dependencia de semilla importada.

• Bajo desarrollo de paquetes tecnológicos orientados al fortalecimiento de las cadenas productivas y al crecimiento de la acuicultura de especies con perspectivas de mercado y condiciones de convertirse en industrias en las diversas áreas que comprende la acuicultura.

• Poca información sobre la demanda de productos acuícolas en los ámbitos nacional e internacional.

• Riesgo asociado a la sanidad e inocuidad de los productos provenientes de la acuicultura debido al inadecuado manejo sanitario de las granjas acuícolas y posible introducción de agentes patógenos que pueden afectar la calidad de los organismos acuáticos y la inocuidad del producto para el consumo humano directo.

• Riesgo ambiental asociado a la producción acuícola.

• Limitado fomento de la inversión privada a escala industrial en acuicultura, así como del ordenamiento y administración de dicha actividad.

CAPÍTULO 5

Balance y perspectiva de la innovación acuícola

y pesquera

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A esto debe sumarse la necesidad de un adecuado marco institucional, considerando que se trata de una actividad que se desarrolla con el concurso de distintas disciplinas tanto en el dominio acuático como en el terrestre. En ese sentido, la escasa o inexistente coordinación entre las diferentes dependencias del Estado hace que las necesidades de este complejo sector queden desatendidas. Asimismo, se verifican dificultades de entendimiento entre instituciones que se ocupan de la pesca y las de temas relacionados con el medio ambiente, la ocupación de terrenos, el desarrollo de infraestructura urbana, industrias, minería y aspectos tributarios.

Como en toda actividad relacionada con recursos biológicos, el reto más importante de la acuicultura se refiere a la sostenibilidad ambiental y social de las especies destinadas para el cultivo. Por esta razón, se deberá dirigir el futuro de los cultivos a sistemas progresivamente bioseguros que permitan producir animales sanos, de mejor crecimiento, que aseguren cosechas uniformes en cantidad y calidad y de riesgo mínimo para lograr el menor uso de antibióticos químicos y generar un menor efecto negativo en el entorno. Asimismo, deben considerarse políticas que mitiguen el impacto social y ambiental generado como consecuencia de esta actividad (contaminación biológica, orgánica y química, modificación del hábitat, cambios en los patrones de producción de las comunidades).

Otro aspecto importante es la necesidad de desarrollar mecanismos que permitan mejorar rendimientos, vincular la producción con otras industrias, y promover el uso de tecnologías como semilla seleccionada, policultivos, nuevos alimentos, rotación de cultivos, empleo de microorganismos para depurar el agua, etc. Esto implica nuevos métodos de cultivo que ya se practican y que han revolucionado los conceptos tradicionales, como los cultivos intensivos en ciclos cerrados, el uso de ambientes totalmente controlados, los cultivos en jaulas, el empleo de líneas domesticadas, el uso de probióticos, levaduras y bacterias en la alimentación y la incorporación de nuevas especies para diversificar la producción y la oferta.

Por otro lado, debe promoverse la selección y mejora genética de las especies utilizando programas específicos de domesticación y de reproducción y crianza, tal como ocurre en el resto de las crianzas animales y en cultivos vegetales. Actualmente existen muchos ejemplos de logros en este campo en acuicultura, con salmones, truchas, tilapias, ostras y langostinos. Asimismo, es importante disponer de semilla certificada proveniente de familias de reproductores seleccionados, libres de enfermedades y con las mejores condiciones de producción y manejo, así como de cualidades preferidas por los mercados. Para este fin concurren técnicas de producción de líneas de híbridos con características propias (color, monosexo, tolerancia a parámetros ambientales).

Un aspecto que permitirá el crecimiento de este sector es la tendencia a sustituir las harinas y aceites de origen marino, principal materia prima de la acuicultura, por harinas y aceites de oleaginosas tales como soja y sorgo, como alternativa de mayor eficacia. En ese sentido, la tendencia se dirige a la formulación de alimentos que dejen menos residuos (amonio, fósforo) que puedan afectar al medio, y a la mejora de técnicas de alimentación que logren la dosificación justa y de mejor rendimiento, según la especie que se cultiva.

La experiencia señalada líneas arriba permite establecer que la acuicultura es uno de los sectores con mayor dinamismo de la economía peruana. Asimismo, gracias al esfuerzo conjunto de investigadores, productores y administradores se vienen obteniendo importantes logros en el desarrollo de nuevas tecnologías que benefician a este sector, tales como expansión sobre nuevas áreas, innovadores sistemas de producción, caracterización y cuidado del agua empleada, así como el manejo de los efluentes; formulación avanzada de alimentos y su empleo sin desperdicios, la prevención y el control de enfermedades y la mejora de la relación costo/beneficio.

Igualmente, la acuicultura debe desarrollar políticas orientadas a asegurar la responsabilidad ambiental y social que conduzcan al diseño, aplicación y respeto de conducta responsable, así como orientarse hacia sistemas progresivamente bioseguros y generar productos con altos estándares de calidad.

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2. Innovación y principales retos de la pesquería peruana El principal reto del subsector pesquero se vincula con la preservación de biomasa. En ese sentido se espera que el cambio climático genere perturbaciones definitivas en las características abióticas de los océanos, lagos, lagunas y ríos del Perú y el mundo, generando reducciones o desplazamientos de las biomasas de las especies aprovechadas actualmente en el país. Asimismo, subsiste el riesgo, tal como ocurrió en la década de 1970, de que excesos de capturas, acompañados de eventos climáticos, conduzcan a drásticas reducciones de este recurso o limitaciones en el reclutamiento de especies.

En el mismo sentido, eventos como prospecciones sísmicas, contaminación minera y urbana o deforestación pueden contribuir a severas disminuciones del recurso pesquero. Otro aspecto que afecta la sostenibilidad del recurso pesquero es la falta de respeto al ordenamiento legal como las capturas de recursos en veda por debajo de las tallas mínimas, dentro de áreas protegidas o en áreas de exclusión pesquera, por encima de las cuotas determinadas. En este mismo ámbito están el uso de artes, aparejos y métodos de pesca no selectivos o destructivos, y el descarte de individuos juveniles o de la captura incidental (peces, mamíferos marinos, aves y tortugas) en altamar. Todas estas actividades atentan contra la preservación del medio ambiente, de cara a la sostenibilidad del recurso hidrobiológico.

En términos institucionales, económicos y de infraestructura, los principales desafíos del sector pesca se encuentran vinculados con la pesca artesanal. La pesca artesanal está circunscrita a un gran número de ciclos económicos perversos que se originan de la habilitación monetaria para la compra o reparación de embarcaciones y aparejos, así como para el financiamiento de las faenas de pesca por prestamistas, intermediarios o comerciantes. De esta manera, la precariedad económica de la mayoría de los pescadores, la mala planificación de su economía o la morosidad son las principales causas de que las embarcaciones sean obsoletas, ineficientes e inseguras. Desde balsillas, caballitos de totora o chalanas hasta embarcaciones de mayor tamaño, como espineleros o bolicheros, es frecuente que la mayoría de los botes utilizados para la pesca artesanal carezca de las más elementales medidas de seguridad, salubridad, equipamiento, y aún un mínimo de comodidad.

Por otro lado, la mayoría de los pescadores artesanales vive en una permanente situación de precariedad y mantiene una dependencia económica del habilitador o intermediario, quien se las arregla para mantener a este colectivo artesanal en una economía de subsistencia. En tal sentido se trata de un grupo que se siente explotado y engañado por el intermediario y busca su eliminación, queriendo asumir las labores de transporte y comercialización, lo que hace que incurran en tareas para las que no están capacitados y asuman riesgos para los que no cuentan con suficiente información ni preparación.

Por otro lado, la mayoría de las asociaciones pesqueras artesanales (organizaciones de productores, sindicatos, asociaciones, etc.) tienen una insuficiente capacidad de organización, representación y autogestión de sus recursos. Esto se refleja en programas de capacitación e incentivos que no impactan en la búsqueda e implantación de avances y mejoras encaminadas a la modernización y adopción de nuevas técnicas o procesos productivos.

En términos generales, sin embargo, los dos principales problemas de la pesca artesanal se refieren a la falta de infraestructura adecuada y a la informalidad.

En el primer caso se observa cuidado y mantenimiento deficientes de las infraestructuras existentes. En los distintos puertos y caletas vinculadas con la actividad artesanal, suelen encontrarse numerosos equipos y maquinarias averiadas y mucha infraestructura portuaria deteriorada:

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• Caletas con serias limitaciones en la disponibilidad de agua dulce o energía eléctrica.

• Infraestructura para la manipulación y comercialización de los productos. hidrobiológicos inadecuada que no cumple con la norma sanitaria vigente.

• Capturas pesqueras en condiciones higiénico-sanitarias deficientes o inapropiadas.

• Caletas cercanas a vertidos industriales o urbanos, con acumulación de residuos sólidos.

En el segundo caso, la pesca artesanal ha sido identificada como una actividad compleja, definida por una alta informalidad en sus agentes que acarrea los siguientes fenómenos:

• Embarcaciones no inscritas o indebidamente inscritas en los Registros Públicos.

• Falta de acreditación de los pescadores artesanales. De acuerdo con las cifras del I Censo Nacional de la Pesca Artesanal del ámbito Marítimo (Cenpar) realizado el 2012, el 48% de los pescadores artesanales no cuentan con ninguna acreditación a la actividad pesquera; el 20% de ellos no tiene carné de pescador y solo 496 de ellos han sido acreditados con patentes de buzo. Más aún, el 79% afirma que no ha realizado trámites en las direcciones regionales de la producción (DIREPRO), mientras que el 93% expresa haber realizados trámites en las capitanías de puertos.

• Ausencia de la titularidad de la infraestructura pesquera artesanal en vista que existen aspectos pendientes del saneamiento legal de los terrenos, así como la progresiva transferencia de funciones a los gobiernos regionales, que a la fecha está inconclusa.

• Apenas 12 de las 30 especies capturadas por la pesca se encuentran reguladas por un Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP), hecho que permite llevar información científica sólida de este recurso, objetivos de capturas fijadas dentro de límites biológicos y una política de pesca adecuada.

En suma, la combinación de factores tales como falta de organización, deficiente infraestructura y poco control estatal ha generado que un sector social y económicamente importante como la pesca artesanal genere externalidades negativas, como contaminación, informalidad y precariedad. Esta situación, que evidencia una escasa articulación entre esta actividad y el gobierno, la sociedad y los mercados, no ha permitido que el subsector de pesca marítima de tipo artesanal tenga un mayor dinamismo o crecimiento en la composición del valor bruto de la producción local

3. Conclusiones y retos

Hay una clara diferencia en la dinámica de la innovación de las pesquerías peruanas, entre las de tipo industrial y la artesanal, tanto en términos de su intensidad como en sus rasgos principales, aunque ambas aprovechando las facilidades y gran disposición de los recursos hidrobiológicos del mar peruano.

La primera, muy intensa, encontró el empuje principal en un conjunto de empresarios nacionales que supieron captar las grandes oportunidades que les presentaba el mercado internacional, a partir de la demanda por harina y aceite de pescado de la industria alimentaria mundial. Mientras tanto, la pesca artesanal anclada en el mercado nacional no se caracterizó por su dinamismo y se sustentó principalmente en un conjunto de agencias públicas que, bajo un esquema de intervención asistencialista, apoyaron a los diferentes grupos de pescadores artesanales de la costa, con infraestructura de desembarcaderos, créditos subsidiados, equipamiento y asistencia técnica, promoviendo nuevos niveles tecnológicos en la pesca artesanal.

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Por otro lado, una rápida revisión de los principales hitos en innovación de la pesquería industrial permite distinguir que esta ha sido fundamentalmente tecnológica, comercial e institucional. En términos tecnológicos, la innovación se sustentó en un importante esfuerzo de adaptación a las condiciones nacionales de tecnología importada de punta, que se materializó en embarcaciones, aparejos, procesos industriales, equipos e insumos de nivel competitivo mundial. Estas fueron acompañadas de innovaciones en el plano comercial e institucional, basadas en la creación de instituciones que cimentaron algunos rasgos de colaboración empresarial en el plano comercial (consorcio pesquero, FEO, CERPER) y en el plano de la representación de intereses (Sociedad Nacional de Pesquería). Es decir, los propios empresarios, establecieron mecanismos institucionales para colaborar entre sí tanto para la defensa de intereses gremiales, como para fines de información, comercial, desarrollo tecnológico, en ese sentido, dieron pasos interesantes en la creación de un sistema de innovación, con relaciones horizontales entre ellos, pero también con el apoyo incipiente de universidades.

En la orilla opuesta se encontró la pesca artesanal, cuyos protagonistas son micro y pequeñas empresas muy heterogéneas, pero que tenían en común una gran debilidad de acumulación y una reducida capacidad de ganar en la batalla por la apropiación de los recursos pesqueros, frente a la pesquería industrial. Su ritmo de innovación se sustentó principalmente en la confrontación con los industriales y la presión gremial y política sobre el Estado para lograr la atención asistencial de las agencias públicas. Esto se tradujo en ciertos avances en obras de infraestructura de desembarcaderos artesanales, donación de embarcaciones y aparejos y la entrega de créditos subsidiados.

En los últimos diez años, se observan cambios importantes en ambas dinámicas. Por una parte, los industriales han intensificado sus esfuerzos por la investigación tecnológica para incursionar en nuevos procesos y nuevos nichos de mercado. Mientras tanto, en la pesca artesanal, también se llega a observar una masa crítica de pequeños empresarios que han logrado sensibilizarse hacia la formalización y el desarrollo del mercado, insertándose en las principales cadenas de valor.

Por otra parte, el marco institucional, representado en el nivel macro por la política y la regulación sectorial, no ha sido ajeno a la innovación. Durante estos treinta años ha pasado por importantes innovaciones que han afectado o facilitado o acompañado el proceso de innovación de los agentes económicos y sociales. La institucionalidad de la pesquería se ha orientado a una mayor regulación de la intensidad de la extracción pesquera a través de la institucionalidad de las vedas reguladas por el propio ministerio, el desarrollo de la institución de la sanidad pesquera y el control ambiental. Estos esfuerzos del marco institucional macro se ven acrecentados con los acuerdos internacionales vinculantes en los que se inserta el país, asociados a los temas de pesca responsable, transparencia, combate de la pesca ilegal, el cambio climático y los océanos, las exigencias sanitarias y de seguridad alimentaria internacional, que vuelven los mercados internacionales muy exigentes en términos de trazabilidad.

La pesca continúa siendo uno de los principales sectores económicos del Perú. En ese sentido, cumple un rol importante tanto dentro de la industria como dentro de la sociedad peruana. En términos generales ha mostrado una gran adaptabilidad a los cambios producidos por la disponibilidad de los recursos hidrobiológicos y los cambios en el mercado internacional y local. Al ser una industria extractiva, su principal limitación está en la disponibilidad de recursos pesqueros.

Tradicionalmente la industria de harina de pescado, cuyo significativo peso específico en la economía peruana data de la década de 1950, ha marcado la pauta del proceso de innovación este sector. En ese sentido se trata de una industria que a lo largo de varias décadas ha mostrado un interés en modernizar sus métodos de producción, ampliar sus mercados y explorar nuevos productos. Pese a ello, factores como la ausencia de estudios de prospectiva en el campo pesquero, la inexistente capacidad de prospectiva, la insuficiencia de recursos para la especialización de los profesionales del ITP, la poca

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capacidad de aprovechamiento de nuevos recursos hidrobiológicos y la ausencia de métodos de identificación de especies para evitar el fraude (uso especies en peligro de extinción, comercialización intencional de una especie por otra) han imposibilitado mayor innovación en el sector.

No obstante, existen numerosos espacios que podrían dinamizar la innovación en este sector, como la relación academia-empresa, la implementación de buenas prácticas logísticas, los incentivos estatales para la inversión en nuevas tecnologías, la implementación de sistemas de vigilancia tecnológica especializada y el desarrollo de productos pesqueros para nuevas industrias, tales como los cosméticos o los alimentos fortificados.

En términos generales, sin embargo, los mayores problemas se evidencian en la pesca artesanal. En resumen, la baja productividad de la pesca artesanal se debe a la escasa dotación en facilidades para el desembarque y el acopio, el almacenaje, la cadena de frío, los obsoletos equipos en bienes de capital —embarcaciones y motores—, los desaciertos de las políticas de gobierno y la existencia de una fuerza laboral con escasa preparación educativa.

A su vez, esta pérdida de competitividad ha motivado que los agentes y actores de la pesca artesanal pierdan el interés por insertarse en el mercado formal. El incremento de la informalidad (sea por desconocimiento, desinformación o desinterés) acarrea no solo externalidades negativas internas, como la inobservancia en la aplicación de buenas prácticas pesqueras, el acceso a la seguridad social, su incorporación a cadenas productivas, un mayor desarrollo empresarial, sino también externas, como la contaminación y la depredación de recursos hidrobiológicos. La pesca artesanal se encuentra en el dilema de ser una actividad económica que tiene una significativa participación de la PEA y, paradójicamente, representa una bajísima productividad en términos del PBI.

Una revisión del estado de la cuestión en materia de innovación en pesca y acuicultura permite que concluir que este sector no cuenta con suficientes organizaciones involucradas activamente en la innovación ni con una debida interacción de estas. En tal sentido, por ejemplo, pese a las numerosas experiencias de innovación que han existido (y existen) en la pesca industrial, se verifica una débil participación de la empresa privada y los organismos no gubernamentales.

Al mismo tiempo, se observa una participación insuficiente de las universidades, no solo en términos del sector en sí mismo, sino también en términos de disciplinas científicas vinculadas a este. Por otro lado, se verifica que no existen políticas de ciencia, tecnología e innovación para promover la colaboración, incentivar la inversión privada en I&D, ni políticas fiscales robustas que promuevan la I&D. En este contexto, existe una débil relación entre la oferta y la demanda de nuevos conocimientos e innovación, además de inexistentes mecanismos de mercado y otros, para mejorar la relación entre la oferta y la demanda de servicios de innovación. Como consecuencia de ello, tampoco se verifican instrumentos para gestionar eficazmente el conocimiento y la información que se genera de manera social y privada.

En este contexto, es fundamental encontrar un mecanismo que, reafirmando el carácter particular del sector pesca y acuicultura, pueda ser un articulador descentralizado de los elementos que conforman una política de innovación.

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1. Innovación: del modelo lineal al modelo sistémico

Las inversiones en conocimiento —especialmente en la forma de CyT— han sido resaltadas consistentemente en la mayoría de las estrategias del desarrollo sostenible y equitativo. El marco conceptual tradicional que ha dominado el modo de producción y divulgación del conocimiento tecnocientífi co (y la innovación) se basó en un enfoque donde la investigación, a través de la transferencia, lleva a la adopción de tecnología y al crecimiento de la productividad. La relación tradicional que se tiene sobre la innovación es que la investigación científi ca es el principal determinante de esta, creando nuevos conocimientos y tecnologías que pueden ser transferidos y adaptados a diferentes situaciones (WB, 2016: 15) Esta visión es la que tradicionalmente se conoce como el modelo lineal o de transferencia de tecnología. De acuerdo con Arnold y Bell (2001), el modelo lineal refl ejaba el convencimiento de que “la ciencia básica lleva a la ciencia aplicada, la cual genera innovadores económicos como “receptores” de tecnología, subestimando el rol que asumen ellos en adaptarla, difundirla y diseminarla y también en muchos casos en desarrollarla31.

Este enfoque se institucionalizó en el país, a través de un conjunto de instituciones públicas de investigación (IPI) en los principales sectores. Articulado a este, se estructuró el sistema de extensión público, orientado a ser la cadena de transmisión del conocimiento generado por las IPI. La lógica que está a la base de este enfoque es que la capacidad para lograr las metas de productividad se encuentra al interior de las organizaciones de investigación y extensión del sector público y esta capacidad se desarrolla a través de la inversión en infraestructura científi ca, equipamiento de recursos humanos y la provisión de fondos públicos operativos para implementar las prioridades

31 Con la mayor atención a las fuerzas del mercado en la innovación se desarrolló un modelo correspondiente (e igualmente líneal) de innovación por “jalonamiento por el mercado” (Banco Mundial 2008, 16).

CAPÍTULO 6

Marco teórico del fomento de la

innovación de la pesca y acuicultura nacional

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definidas por las entidades del Estado. Este modelo ha sido aplicado a casi todos los sectores del país, aunque con énfasis variados, teniendo como fortaleza principal la creación de capacidad científica interna en algunas instituciones públicas, pero con la limitación de su poca cercanía con la demanda y su lentitud para responder a los cambiantes retos del mercado. Particularmente, en el sector pesca y acuicultura del país se expresó en el trípode IMARPE-FONDEPES-ITP.

Entre los principales reproches que se han hecho a este enfoque destacan: (i) su énfasis en la investigación y poca atención a otros factores que permiten la aplicación de nuevas tecnologías; (ii) su enfoque de oferta y su escasa versatilidad para responder a las demandas del mercado; (iii) su carácter de servicio público con poca cobertura y enfoque asistencialista; (iv) su foco de atención al eslabón productivo y la subestimación al mercado; (v) la falta de una visión multidisciplinaria para encarar los retos cada vez más complejos de la competitividad; (vi) la poca atención en la construcción de un ambiente de política facilitador; (vii) una relación vertical con los agentes económicos como “receptores” de tecnología, y (viii) no toma en cuenta la necesaria retroalimentación con los usuarios de la tecnología, como expresión de demandas o necesidades o como opinión frente a un servicio (BM Verde: 34).

Con frecuencia, el modelo lineal asumió que los investigadores, sobre todo en instituciones formales de investigación, tienen la función de interpretar necesidades o problemas de los productores y convertirlos en demandas de investigación y no prestan suficiente atención al papel que juegan las organizaciones sociales en el proceso de innovación tecnológica ni reflejan la enorme heterogeneidad y diversidad existente entre los diferentes actores, especialmente entre aquellos que pueden pertenecer a una misma categoría pero que, por diversas razones, poseen diferentes percepciones, necesidades, intereses o problemas. Otra característica es que no recogen adecuadamente los muchos cambios que se dan en el tiempo, asumiendo condiciones o necesidades más estables o constantes de lo que en realidad son, y con frecuencia olvidan que, en la práctica, las funciones básicas de investigar, difundir y utilizar los nuevos conocimientos o tecnologías pueden ser ejecutadas por uno o más actores; es decir, quienes generan nuevos conocimientos pueden ser al mismo tiempo quienes los difunden y utilizan.

Gráfico 6.1Enfoque lineal e interactivo de gestión del conocimiento

LinealInteractivo

Instituto de investigación

Servicios de extensión

Objetivo beneficiarios, cliente

Fuente: Adaptado de Daane, 2010.

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Los desafíos y oportunidades del entorno exigieron cambios radicales en el modelo tradicional. Los impredecibles y acelerados cambios en el patrón de competencia, las regulaciones de los mercados, la variabilidad climática y la demanda de los consumidores, entre otros, presionaron sobre su efectividad. En un principio tocó los cimientos de la producción industrial, en tanto el conocimiento comenzó a jugar un rol más importante en ese sector y las inversiones en intangibles forjaron un conocimiento tácito, expresado en software, diseño e ingeniería que se forjó en el seno de las empresas, en una lógica de aprender haciendo, con mucha interacción y muchas veces ajena al conocimiento codificado. Pero paulatinamente esta situación tocó la lógica de otros sectores, conforme la globalización de los mercados y la importancia del conocimiento en la competitividad se ampliaba a la agricultura, la acuicultura y hasta la pesca, que sintieron la presión para pasar, cada vez más rápidamente, de una lógica de precios bajos y ventajas comparativas hacia otra de productos innovadores y de valor agregado (Libro verde: 19).

A finales de la década de 1980, un nuevo marco conceptual, denominado Sistema de Innovación (SI), aparece en los estudios y políticas sobre Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), poniendo en cuestión el modelo lineal de innovación hasta ese momento vigente. Este nuevo marco, surge asociado a otros conceptos como knowledge-based economy, sociedad de la información, nuevo modo de producción del conocimiento y triple hélice32.

Como consecuencia de ello, cambió la manera de ver la innovación, se acrecentó su importancia y se empezó a redefinir la forma de organizarla e incentivarla. Por una parte, se empezó a entender que las innovaciones pueden ser creaciones nuevas, pero también y con frecuencia son combinaciones nuevas de elementos existentes. También se observó que las innovaciones pueden ser radicales (disruptivas), pero muchas veces consisten en mejoramientos pequeños y comprometen un proceso continuo de actualización. Por otra parte, se amplió el

Gráfico 6.2Innovación como proceso social

INNOVACIÓN: LOS ACTORES SOCIALES CREAN VALOR A PARTIR DEL CONOCIMIENTO

Fuente: Adaptado de Daane, 2012.

32 Los principales autores que impulsaron el concepto son: C. Freeman (1987), B. A. Lundvall (1992) y R. R. Nelson (1993). Institucionalmente, la OECD ha cumplido un rol sustancial en la maduración e institucionalización del enfoque (B. Godin, 2007).

Tácito

Científico

CONOCIMIENTO

Negocios

Político

Económico

Social

VALOR

Ecológica

Política

Proceso de innovación

Aprendizaje social

Transformar el conocimiento

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espectro de lo que se entiende por innovación, destacando que esta no solo es de tipo técnico, sino que puede ser de naturaleza administrativa, social, ambiental, institucional o política. En realidad, muchas veces involucra una combinación de cambios técnicos, institucionales y de otro tipo. En esa línea, la reflexión sobre la innovación observó que esta puede ser suscitada de muchas formas y no solo por la I&D (el conocimiento codificado), destacándose la iniciativa de nuevos y múltiples actores que, retados por los cambios tecnológicos, en las condiciones de la competencia, los mercados y las regulaciones, suscitan procesos de innovación (Rosenberg, 1976, citado en libro verde: 23).

El modelo emergente entiende innovación como un proceso de aprendizaje social —no lineal— mediante el cual múltiples actores crean valor. El valor resultante puede ser de diferente tipo y comprende productos tecnológicos, modos de organización, políticas o la combinación de ellos. De esta manera, la innovación no es sinónimo de ciencia ni tecnología; más bien expresa sustancialmente la aplicación de conocimiento de todo tipo —no solo el conocimiento codificado sino también el de tipo tácito que se encuentra incorporado en destrezas, creencias y formas de hacer las cosas— para alcanzar resultados económicos y sociales deseados. Entonces estamos frente a un enfoque más totalizador y holístico.

Por otro lado, un elemento central del modelo de sistema de innovación es el enfoque interactivo, donde el punto central es que la innovación depende de la riqueza de los enlaces entre las organizaciones e individuos. Es decir, enlaces más fuertes entre los actores mejora el desempeño del sistema de innovación (“causa” explicativa). Se valora la necesidad de incrementar la cooperación, la articulación y las acciones coordinadas en los diferentes eslabones de la cadena de valor y entre los diversos actores involucrados.

En ese sentido, la construcción del sistema de innovación no se enfoca solamente en los oferentes de ciencia, sino en la totalidad de los actores involucrados en la innovación y en su interacción. Así, el concepto de SI se extiende más allá de la creación de conocimiento para incluir los factores que afectan la demanda por el uso de conocimiento nuevo y existente, de formas novedosas y útiles y pone especial empeño en el encuentro y convocatoria de todos los actores y la divulgación y consumo de conocimiento e información, para colocar en el mercado productos y servicios competitivos.

En ese marco, no existe el supuesto de que un proceso de innovación se inicia con la investigación o de que el conocimiento se trasforma directa y automáticamente en nuevas prácticas procesos y productos. Más bien se empieza a prestar atención a la demanda por investigación y tecnología, al desarrollo de más amplias competencias, enlaces, actitudes posibilitadoras, prácticas, estructuras de gobernanza y políticas que permitan que ese conocimiento se ponga en uso productivo. No se niega la importancia de la investigación científica ni la transferencia, pero se reconoce que la innovación es un proceso interactivo, de individuos y organizaciones que procesan diferentes tipos de conocimiento al interior de un particular contexto.

2. Componentes del Sistema de Innovación de Pesca y Acuicultura

Un SI se construye a partir de una red de entidades, empresas e individuos orientados a dar uso social y económico a nuevos productos, nuevos procesos y nuevas formas de organización, conjuntamente con las instituciones y políticas que afectan su comportamiento y desempeño. Se asume que los protagonistas de la innovación son los agentes económicos y es el sector público el conductor y catalizador de dicha dinámica por medio de la construcción de un ambiente facilitador.

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El Sistema Nacional de Innovación es el conjunto de actores sociales que interactúan en la generación, divulgación y valoración de información y conocimiento científico y tecnológico. Estos actores y relaciones pueden ser descritos y definidos en su problemática, tipificándolos, según el enfoque de Arnold y Bell (2001), dentro de los siguientes dominios: de la investigación y la educación tecnocientífica, de las empresas, de las instituciones puente (intermediarias), de las estructuras de apoyo (ambiente facilitador desde la política nacional y sectorial y el sistema financiero) y de la demanda. Veamos cada uno de estos dominios:

Dominio de la investigación y la educación tecnocientífica. Producen esencialmente conocimiento codificado —conocimiento explícito y registrado— en el sector público, aunque también reconoce el rol en la investigación del sector privado y de las ONG. Cabe mencionar que el conocimiento necesario no reside solo en las instituciones públicas de investigación, sino que comprende también el sistema educativo; es decir, el conjunto de instituciones dedicadas a la capacitación y desarrollo de habilidades para formar técnicos y profesionales, puesto que se requiere profesionales con un nuevo conjunto de destrezas y mentalidades.

Dominio de las empresas (agentes económicos). Involucra fundamentalmente a las empresas —desde las muy pequeñas a las más grandes— y productores, que pueden utilizar conocimiento codificado y producir conocimiento tácito —destrezas, creencias y formas de hacer las cosas—.

Gráfico 6.3Sistema Nacional de Innovación

Tomado de PNIPA, 2015.

Demandas sociales/política /ambientales de la Macrorregión

Investigación y Educación

Institucionespuente

Agentes económicos

Empresas y consorcios

Proveedores de insumos y equipos

Agentes comerciales, retail , traders

Servicio de asesoría y capacitación de la academia

Gremios, colegios profesio-nales, asociaciones

Servicios de asesoría y capacitación del sector

privado y ONG

Servicios de asesoría y capacitación de agencias

públicas

EDUCACION(SUNEDU)

INVESTIGACION(IMAPRE)

POLITICA TRANSVERSAL DEL FOMENTO DE LA INNOVACION POLITICA DE FOMENTO DEL SISTEMA DE INNOVACION SECTORIAL

MINEDU MTC CONCYTEC MINAN MEF PRODUCE MINAGRI

VP&A GORE/DIREPRO SANIPES

Gráfico XII: Sistema Nacional de Innovación

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Dominio de las instituciones puente (intermediarias). Son instituciones de vinculación, cuyo trabajo es fomentar el uso de los recursos y capacidades en otras partes de la sociedad. Son partícipes organizaciones que no necesariamente están implicadas en la creación o utilización de conocimiento, pero que juegan un papel crítico en asegurar que los flujos de conocimiento fluyan de una parte del sistema hacia las demás. Por ejemplo, las ONG, cooperativas o asociaciones del sector pueden articular la demanda de grupos desaventajados o fragmentados por conocimiento o por productos. Las organizaciones intermediarias pueden tener un papel especial en la promoción de objetivos sociales y económicos gracias a una mejor interacción entre las organizaciones públicas y privadas.

Dominio de las estructuras de apoyo. Juegan un rol importante en la facilitación de la innovación, tanto desde una perspectiva de ente facilitador institucional y financiero. En primer caso, buscar ser un facilitador desde la política nacional y sectorial. Usualmente se considera esencial establecer un ambiente facilitador para el desarrollo de la innovación por medio de estándares regulatorios apropiados, provisiones fiscales y la eliminación de los trámites burocráticos. La implementación de políticas para incentivar la innovación debe tener un impacto positivo en el comportamiento de los actores y organizaciones. También es necesario examinar los impactos de las políticas que afectan los insumos y los incentivos a los productores y a las empresas (por ejemplo, políticas de impuestos, uso de la tierra, transporte y aranceles). Finalmente, es fundamental examinar las políticas que afectan las oportunidades para aprender y la competencia en el mercado doméstico (por ejemplo, los regímenes de derechos de propiedad intelectual y las políticas de inversión extranjera). En el segundo caso, tiene como propósito promover la consideración a la innovación financiera y procurar la existencia de organizaciones financieras que jueguen un papel más amplio. Las entidades del sector usualmente son olvidadas en el proceso de análisis, diseño e implementación de intervenciones que son orientadas a fortalecer la capacidad de innovación.

Dominio de la demanda. Involucra principalmente a los consumidores en los mercados domésticos e internacionales, así como a los actores de política, quienes no son consumidores en el sentido convencional, pero tienen una demanda por conocimiento e información producida por el sistema de innovación —para apoyar las decisiones de política— y deben ser considerados una parte integral del sistema, como los consumidores de productos más convencionales lo son.

3. Funciones del Sistema Nacional de Innovación

De la literatura y experiencia mundial se pueden destacar las siguientes funciones de un SI: (Hekkert, 2017)

• Capacidad para identificar necesidades y oportunidades de innovación.

• Formación y gestión de redes de articulación y compartir conocimiento.

• Desarrollo, prueba y adaptación de oportunidades.

• Intensificación del intercambio de conocimiento e información.

• Generación y sustentación de un ambiente facilitador para la I&D+i.

• Formación de un mercado de servicios de innovación.

• Movilización de recursos para la innovación.

• Creación de legitimidad y restricción de la resistencia al cambio.

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Para el cumplimiento de estas funciones se debe poner especial empeño en la construcción de un modelo de gobernanza público y privado particular, redes de innovación y, en general, el fomento de la interacción de los actores en la generación y flujo de la información y el conocimiento relevante, la formación de talentos como gestores de la innovación y la construcción de un ambiente facilitador desde la política a nivel macro, meso y micro, sean de corte horizontal (transectorial) como vertical (sectorial).

3.1 Construcción de un ambiente habilitador

Se parte de la premisa que la investigación y la extensión no son suficientes para propiciar el acceso de los pescadores y emprendedores al conocimiento, las tecnologías y los servicios para la innovación. Se necesita fomentar un entorno de interacción social donde el conocimiento e información relevante fluya hacia la innovación.

Un ambiente promotor de la innovación supone un conjunto de procesos interactivos y flexibles, en los que actores de una gran diversidad de condiciones se encuentran simultáneamente inmersos en prácticas complementarias que van más allá de las tradicionales actividades de I&D y extensión. Al respecto, siempre se debe recordar que la innovación supone la circulación de la información y el conocimiento relevante, de la manera más asequible, y que implica la acción cooperativa, la coordinación y el intercambio.

La coordinación y organización de los diversos agentes del sistema de innovación ayudará a construir coherencia, a generar consensos en la identificación de prioridades sobre conocimientos e información, a compartir conocimientos y recursos y a fortalecer la colaboración. Por otro lado, contribuirá a reducir costos de transacción y a aumentar las economías de escala en las actividades de producción y acceso al conocimiento e información. Con todo ello, las acciones de fomento de la innovación adquieren una mayor efectividad y se logra un mayor acceso y participación, sobre todo de poblaciones tradicionalmente marginadas a la información y el conocimiento.

En ese sentido, será muy importante construir un modelo organizativo e institucional que sea capaz de ayudar a la interacción entre los agentes del sistema en la gestación de políticas de innovación sobre la base del diálogo. Tal interacción puede ser público-privado, entre la academia y los agentes económicos, entre los diferentes eslabones de la cadena de valor, a todo nivel de gobierno, desde el central hasta las organizaciones locales, propiciando la coordinación intersectorial e interministerial y entre las diferentes instancias del sector público de pesca y acuicultura.

La dinámica de estos procesos debe ser encarada de manera sistemática por medio de un ecosistema promotor consistente y sostenible, desde una voluntad política sustentada en nuevas maneras de gobernanza institucional que se constituya en motor sustancial del establecimiento de plataformas efectivas con un conjunto de capacidades y mecanismos institucionales de coordinación y cooperación que ayuden a organizar a la diversidad de actores de distintos niveles de manejo de recursos, conocimiento y experiencia.

En esa perspectiva adquiere especial importancia la definición de una política explícita de innovación y un modelo organizativo institucional que le dé operatividad y sostenibilidad, como pilares esenciales del ambiente facilitador del sistema de innovación. En general, la atmósfera promotora se define como aquellos factores que influyen positivamente sobre el SI y que son controlados por el dominio de lo político y está constituido por la estructura institucional y los mecanismos de gobernabilidad. Se reconocen cinco tipos de factores: (i)

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33 La aparición del término governance como concepto de la ciencia política puede situarse en 1985 con el artículo The governance of the american economy: The role of markets, clans, hierarchies, associative behaviour, por J. R. Hollingsworth y L. N. Lindberg. Luego, en 1991, los mismos autores publicaron el libro The governance of american economy. Más tarde se convirtió en un concepto de las Naciones Unidas (ver la Cumbre de la Tierra, de Río de Janeiro, 1992), al emplear el término «gobernanza global».

políticas de fomento de la innovación en los planos general, sectorial y territorial; (ii) la estructura institucional y los mecanismos de gobernabilidad; (iii) el marco normativo regulatorio que estimule la innovación directa e indirectamente (calidad, propiedad intelectual, seguridad y bioseguridad); (iv) las políticas de acompañamiento de la inversión (crédito, tributación, mercado, infraestructura), y (v) el sistema de M&E.

Estos definen los roles y funciones de los actores y grupos de interés al interior del SI. Asimismo, proporcionan el marco general para la política sectorial y orientan sobre el conjunto de prioridades subsectoriales y tecnologías. Además, crea condiciones adecuadas para la innovación, orientando la inversión en bienes públicos esenciales.

3.2 Gobernanza

La Real Academia de la Lengua (2017) define la gobernanza como el “arte o manera de gobernar que se propone el logro de un desarrollo económico, social, institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad y el mercado de la economía”. En lengua inglesa, governance difiere de government en que se trata de un sistema de dirección gubernamental que incluye una gama de relaciones y actores más amplia que únicamente instituciones de gobierno. La acepción vincula el sistema político con su entorno33.

El concepto de gobernanza apunta a la creación de una estructura o un orden que no se puede imponer desde el exterior, sino que es el resultado de la interacción de una multiplicidad de agentes dotados de autoridad y que influyen los unos en los otros (Kooiman & Van Vliet, 1993: 64).

En general, el concepto está asociado a la búsqueda de una nueva manera de gobernar y a los procesos de transformación que viene experimentando el Estado en el mundo. Particularmente, en nuestro país, podemos asociarlo estrechamente al incremento de la complejidad y la fragmentación de las estructuras políticas y administrativas, a los esfuerzos por una forma de gobierno más descentralizada y a los modelos de participación social mediante esquemas de alianzas público-privadas, la externalización de procesos y sistema de redes de consulta y decisión política, entre otros. Esto viene aparejado del concepto de Estado “catalizador”, en contraposición al Estado “implementador”, en el sentido de una acción gubernamental que para conseguir sus objetivos “se apoya cada vez menos en sus propios recursos”.

La estructura de gobernanza para los sistemas de innovación es un tema relativamente nuevo en la mayor parte de países, y más en el Perú, al punto que podemos decir que con ello se está iniciando una segunda generación de programas de fomento de la innovación en el país. Ello nos invita a la reflexión sobre quién o adónde se asignan las responsabilidades para las políticas de innovación al interior de la estructura gubernamental y la importancia de una adecuada combinación entre políticas transversales (horizontales) y verticales (sectoriales). El Perú se encuentra dando los primeros pasos en esta perspectiva. En cualquier caso, el objetivo general es facilitar la transición hacia una economía del conocimiento que encamine al país hacia una mayor competitividad y un crecimiento económico sostenible.

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Habitualmente se señala que se requieren condiciones mínimas para que surjan formas de gobernanza. A raíz de ello, aparece el concepto de “capital social” (Putnam, 1993: 125), haciendo referencia al conjunto formado por confianza social, normas y redes que las personas pueden construir para resolver problemas comunes, apuntando al establecimiento de una sociedad civil fuerte y empoderada.

De esta forma, el liderazgo del sector público se convierte en capital para su propio desarrollo exitoso y sostenible. Los líderes del Estado cumplen las funciones básicas de proporcionar rumbo, impulso o dirección a las estructuras de gobernanza, de la mano de diagnósticos y prescripción de cursos de acción, así como de la movilización o búsqueda de apoyos, articular la comunicación política, puesto que el flujo de información es sustancial, y seleccionar, concertar y configurar las demandas colectivas: vertebrar su capital social. Con ello surge un nuevo tipo de rol del sector público que puede legitimar una nueva forma de gobernar.

En este contexto aparece la importancia de las redes políticas en las que la cooperación Estado-sociedad tiene un espacio privilegiado. En ellas la interacción puede producir un consenso negociado que facilita la formación de una política. De esta manera, la política pública se sustenta en un modelo reticular, es decir, una red de estructuras y actores configurada alrededor de un sector determinado de acción gubernamental. Como vamos a ver con detenimiento más adelante, el mecanismo de coordinación que caracteriza las redes es, por definición, la confianza, la lealtad entre los integrantes de la red que se aleja de los mecanismos empleados por la burocracia —jerarquía— y los mercados —competencia de precios—. Finalmente, cabe destacar que hay tres elementos clave que caracterizan a las redes políticas: su estructura multicéntrica, la interdependencia entre los actores y la tendencia a tomar decisiones de manera relacional, y la existencia de interacciones con un grado aceptable de estabilidad.

3.3 Redes de innovación

Dado que un sistema de innovación se sustenta notablemente en la interacción entre los actores desde el flujo del conocimiento y la información hacia la innovación, es fundamental que la construcción de este se sustente en un conjunto de mecanismos de interacción, como la estructuración de redes, alianzas estratégicas, asociatividad empresarial, cadenas de valor coordinadas y aglomeraciones territoriales dinamizadoras. De estas, las redes de innovación adquieren especial importancia.

Una Red de Innovación (RI) debe ser entendida como un grupo de actores diversos que voluntariamente contribuyen con conocimiento y otros recursos para, conjuntamente, desarrollar o mejorar una serie de procesos sociales, económicos o productos específicos. Es una especial forma de organización social no jerárquica, sustentada en una cultura de colaboración y coordinación basada en el consenso, con diversidad de propósitos flexibles.

Para gestionar las redes y la evaluación de su desempeño se requiere considerar sus características y los diferentes tipos de redes, según las formas que adquiere la colaboración. Para esto se debe tener en cuenta las principales variables involucradas en una red, entre las que se puede distinguir el número de actores (la densidad), la naturaleza de estos (la heterogeneidad), la intensidad de las relaciones de los actores (intensidad relacional), la institucionalización de la red y su función principal, las relaciones internas de poder (grado de desigualdad de la red), las fuentes de poder de los actores y los recursos que utilizan, la distribución de intereses y valores en juego y las relaciones de la red con su entorno inmediato.

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Para el fomento de las RI se debe considerar que la sostenibilidad de las redes depende de factores internos, como la efectividad del liderazgo, el desarrollo de rutinas de aprendizaje colectivo, el cultivo de la confianza interna, el desarrollo de mecanismos efectivos de gobernanza para la acción colectiva, una cultura de respeto y la colaboración entre los diferentes socios, pero también de factores externos, como las oportunidades comerciales y tecnológicas, la posibilidad de mejorar el acceso a determinados inputs clave —por ejemplo, información especializada, profesionales cualificados, entornos de negocio positivos y sin interferencias de corte político—. Resulta indispensable crear el capital social entre los integrantes para dar sostenibilidad a la red y evitar dependencias dañinas.

Por su estructura informal y frecuentes cambios, las RI necesitan el apoyo flexible y sostenido de un broker de la innovación. Es decir, un conjunto de agentes catalizadores dotados de métodos e instrumentos que fomenten la articulación y las alianzas de los potenciales actores de las RIs (Hartwich, 2007). Ellos deben actuar a nivel interno y externo de las RI. A nivel interno, dado el carácter voluntario de las RI, estas se sostienen si realmente pueden fomentar permanentemente la acción colectiva. Para lograrlo, los promotores de la red deben enfocarse en fortalecer las capacidades de las RI para evaluar sus fortalezas y debilidades y acceder a recursos necesarios, y en construir capacidades de los líderes de las RI para mantener a las organizaciones en su condición de no jerárquicas. Asimismo, en implementar estrategias para acceder a recursos necesarios, en desarrollar nuevas capacidades para explorar instrumentos novedosos con el fin de desarrollar e incrementar la innovación y en facilitar las actividades conjuntas.

En general, los mecanismos de gobernanza y rendición de cuentas son esenciales para la sobrevivencia de las RI, pero no pueden ser impuestos: deben ser consensuados y desarrollados práctica y razonablemente. Es así que será importante que la creación de dichos mecanismos se negocie clara y cuidadosamente, involucrando a todos los participantes, quienes necesitan contar con incentivos y beneficios por su participación, así como con el apoyo de la cultura organizacional de la entidad a la que pertenece.

La creación de nodos centrales es otro aspecto imprescindible en la gestión de las RI. La creación de enlaces de conjuntos de redes facilita el flujo de información y la eficiencia en el uso de los recursos. Para este fin se puede propiciar la creación de una plataforma electrónica de comunicación y contar con un sistema de M&E para apreciar los diferentes métodos e instrumentos de promoción de las RI y sus agentes catalizadores.

Finalmente, es necesario destacar que la disposición para gestar redes de colaboración, consulta y coordinación no es fácil. Los diferentes actores del sistema de innovación tienen más o menos dificultades y resistencias para participar en estas, según la cultura institucional de la que provienen. Particularmente las organizaciones públicas generalmente son débiles en su disposición a participar en redes externas. Lo mismo sucede con las organizaciones de investigación y extensión. Por eso, se trata de desarrollar la capacidad de los funcionarios públicos y de los investigadores y extensionistas para que sean actores catalizadores y promotores de cambios culturales en las instituciones públicas y en los centros de I&D, de forma que se incremente su participación en las RI.

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1. Finalidad y objetivos del programa

1.1 Finalidad

Fomentar el desarrollo económico de largo plazo del sector P&A promoviendo su competitividad, su aporte sostenible a la seguridad alimentaria, la diversifi cación productiva y la conservación de los recursos naturales, así como su mejor adaptación al cambio e inestabilidad climática y los retos tecnológicos y comerciales que se perfi lan en el futuro.

1.2 Propósito

Renovar el modelo de desarrollo competitivo de la P&A hacia uno basado en el predominio del cultivo, la reducción de la heterogeneidad social, la agregación de valor, la formalización empresarial y un mejor uso de la biodiversidad pesquera y acuícola, con criterio de sostenibilidad, teniendo en cuenta las megatendencias tecnológicas y comerciales.

1.3 Objetivo general

Mejorar el desempeño del sistema de innovación del sector P&A, como instancia multiactor de cooperación en la generación, adecuación y divulgación de conocimiento tecnocientífico, de tal manera que se incremente el ritmo de innovación de las principales cadenas de valor en pesca y acuicultura en el Perú.

CAPÍTULO 7

Retos estratégicos del programa nacional de innovación en pesca

y acuicultura 2017 - 2022

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1.4 Objetivos específicos

• Mejorar la calidad y cantidad de la producción, adaptación y acceso del conocimiento e información tecnocientífica, relevante para la aceleración del ritmo de innovación del subsector pesca.

• Mejorar la calidad y cantidad de la producción, adaptación y acceso del conocimiento e información tecnocientífica, relevante para la aceleración del ritmo de innovación del subsector acuicultura.

• Fortalecer las capacidades y condiciones del sistema de innovación del sector pesca y acuicultura, promoviendo el ambiente facilitador para su desarrollo y consolidación

• Construir un modelo de gestión de la I&D+i en el sector pesca y acuicultura.

1.5 Visión

El Perú cuenta con un sistema de I&D+i en Pesca y Acuicultura, caracterizado por ser abierto, público y privado, múltiple, descentralizado, liderado por el sector privado, con enfoque de demanda, con alto impacto en el desarrollo tecnológico, económico, social, ambiental e institucional.

1.6 Misión

Conducir el proceso de construcción social del sistema de innovación en el sector pesca y acuicultura del Perú.

1.7 Resultados esperados

• El sector pesca y acuicultura ha incrementado notablemente su presencia en el mercado nacional e internacional sobre la base de nuevos conocimientos, competencias y formas de asociatividad y cooperación para innovar en productos, procesos y servicios, reconocidos por su calidad, competitividad y respeto por el ambiente y los derechos sociales.

• Los principales actores que ofrecen y demandan servicios de innovación se han incrementado y han establecido mecanismos e instrumentos de cooperación, fomentando la maduración e institucionalización de un sistema multiactor de I&D+i en el sector, con alcance nacional.

• El Estado cuenta con enfoques, políticas, estrategias e instrumentos de fomento del ambiente facilitador para el desarrollo del sistema de innovación del sector que funcionan articuladamente con otros sectores y con los niveles subnacionales de gobierno.

2. Población objetivo del programa

Los beneficiarios del programa son todos los actores del SNIPA. Esto comprende un conjunto de organizaciones, empresas e individuos, tanto aquellas vinculadas con la oferta de servicios de innovación como las que forman parte de la demanda de los conocimientos y la información que se genera. Asimismo, comprende a los actores de las instancias de política responsables de generar el ambiente facilitador para el adecuado desarrollo del SNIPA. Estos pueden clasificarse entre beneficiarios directos e indirectos. Entre los primeros se pueden destacar los siguientes:

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a) Agentes económicos de las principales cadenas de valor, sean individuos, asociaciones de productores o empresas que se encuentran involucradas en la captura, cultivo, proceso y distribución de especies hidrobiológicas. Comprende los pescadores artesanales, los acuicultores de pequeña y mediana escala, aquellos que participan en las actividades de provisión de insumos y equipamiento y los que participan en la post cosecha y agregación de valor.

b) Proveedores de servicios de innovación (agentes de innovación). instituciones, asociaciones comunidades, universidades, institutos de investigación, empresas, ONG, agencias gubernamentales y organizaciones internacionales que se encuentran involucradas en la generación, adecuación y divulgación de la I&D+i en el sector pesca y acuicultura. Asimismo, profesionales y técnicos independientes que proveen servicios profesionales de innovación.

c) Instituciones y funcionarios de gobierno de nivel nacional y regional, con responsabilidad en el diseño de políticas, gestión del marco regulatorio en el sector P&A.

Asimismo, los impactos directos e indirectos del programa alcanzarán a amplios sectores de la sociedad en todo el país, a través de las economías externas que se logren como resultado de las intervenciones en I&D+i.

Gráfico 7.1Un programa y tres proyectos de inversión pública

Total: S/. 428,0 millones

Proyecto Mejoramiento de la Gobernanza del Sistema

de Innovación de P&A S/. 58 587 755

Proyecto de Innovación de Pesquería S/. 108 906 293

Proyecto Nacional de Innovación de Acuicultura S/. 221 467 931

Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura| (PROG

19- 2014- SNIP)

Convenio de préstamo 8692- PE

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Gráfi co 7.2 Fomento de la innovación en P&A desde lo local y regional

(bottom up processing)

Fuente: PNIPA, 2016.

Fomento de la innovación regional

en pesca y acuicultura

Implementación de los Consejos Macrorregionales de Innovación

en Pesca y Acuicultura

Confi nanciamiento de proyectos de I&D+i

(inv, aplicada, desarrollo tecnológico, asistencia

técnica)

Fortalecimiento del mercado de servicios

de innovación en las regiones

Desarrollo de las capacidades de la oferta de servicios

regionales (gestores sistemáticos de innovación)

Construcción de redes locales y regionales

según cadenas y territorios

3. Un programa con tres proyectos de inversión pública

La Fase I del Programa Nacional del Innovación en Pesca y Acuicultura se encuentra conformada por tres proyectos de inversión pública que se articulan y cooperan entre sí, de tal manera de abordar la construcción del SNIPA de una manera holística, multidimensional y sinérgica dada la complejidad de los retos que ello implica.

Es por eso que PNIPA no es entendido como un administrador de concursos y fondos concursables, cómo parece ser la experiencia de programas similares. Más bien, asume el reto de constituirse en una experiencia nacional de programas de innovación de segunda generación, donde, por una parte, los subproyectos que se fi nancian se convierten no sólo en forjadores de nuevo conocimiento innovador, sino también en la base de una gobernanza sobre la I&D+i del sector, que surge en el nivel micro social, a través de alianzas entre múltiples actores. Por otra parte, en estrecha relación con la construcción del marco político facilitador del sistema de innovación sectorial. Así éste se forja en base a un diálogo de doble tránsito (top down y botton up) entre los múltiples actores y las instancias de gobierno, articulando el nivel micro, meso y macro social.

4. Líneas de intervención del programa

Las líneas de intervención del Programa pueden diferenciarse en aquellas referidas a procesos que van del nivel micro social hacia arriba (bottom up processing) y aquellas líneas de intervención que van de lo macrosocial hacia lo local (top down processing).

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4.1 Financiamiento de subproyectos vía movilización de recursos concursales

Uno de los ejes principales de la intervención del programa será la movilización de recursos concursables para financiar subproyectos de I&D+i a través de convocatorias periódicas con alcance nacional. A estas podrán participar empresas, asociaciones de productores, universidades, centros de investigación y otros agentes que se organicen a través de alianzas estratégicas para presentar propuestas de subproyectos.

Estos subproyectos contendrán planes de investigación y de extensión que reflejen las demandas de los productores organizados formalmente, así como las grandes expectativas sociales sobre el sector en términos de competitividad, sostenibilidad y desarrollo humano, en el nivel regional o nacional.

Se seleccionarán mediante concurso subproyectos de investigación aplicada y desarrollo experimental (SIADE), e investigación adaptativa (SIA) basados en planes de investigación que reflejen las demandas de los productores organizados formalmente.

Este tipo de subproyectos se orienta al desarrollo de experimentos asociativos o participativos enfocados a la solución de problemas que limitan la productividad y la competitividad de los productores acuícolas o pesqueros, mediante actividades que impliquen un ajuste o acondicionamiento de tecnologías ya existentes (exitosamente comprobadas en otras latitudes y circunstancias), con el fin de asimilarlas a un área geográfica determinada.

Los subproyectos deberán estar sustentados en planes de investigaciones que se establecerán conjuntamente entre los agentes económicos organizados que demandan los servicios, la institución que prestará el servicio de investigación y las entidades colaboradoras (empresas privadas, laboratorios, entre otros). Todas conforman una alianza estratégica, con el objetivo de superar limitantes en la producción, posproducción, procesamiento, comercialización o gestión.

También se cofinanciarán subproyectos de servicios de extensión basados en planes de negocios que reflejen las posibilidades de rentabilidad y sostenibilidad de los emprendimientos de los productores organizados formalmente. Los subproyectos de extensión consisten en la provisión de servicios profesionales orientados a atender la demanda por asistencia técnica y capacitación, permitiendo aplicar conocimientos especializados disponibles para resolver problemas en la producción, posproducción o poscosecha, procesamiento o transformación, y comercialización de los productos pesqueros. Forman también parte de estos servicios los orientados a mejorar la gestión de las unidades productivas, así como de las organizaciones de productores. Los subproyectos de servicios de extensión deben tener una clara orientación hacia el mercado, por tanto, deben estar sustentados en planes de negocios que se establecerán conjuntamente entre los productores organizados que demandan los servicios, los operadores de servicios y las entidades colaboradoras. El objetivo será superar limitantes en la producción, posproducción, procesamiento, comercialización o gestión.

El desarrollo de capacidades es otra línea de financiamiento de subproyectos. Se orienta a fortalecer a la comunidad de proveedores de servicios de innovación en los niveles regionales y locales. El desarrollo de competencias en servicios de I&D+i comprende el desarrollo actividades curriculares debidamente estructuradas, que aseguren contenidos de carácter conceptual, técnico e instrumental, con procesos de formación teórico práctico, orientados al desarrollo de las competencias de recursos humanos que se desenvuelven en el mercado de servicios de la pesquería.

Los subproyectos constituyen centros pedagógicos de: (i) gestión de proyectos de I&D+i; (ii) gestación de la cooperación entre diferentes agentes; (iii) escalamiento tecnológico, comercial, ambiental y social, y (iv) formación de emprendedores innovadores. En ese sentido, el PNIPA busca como resultados la innovación en nuevos productos, procesos y mercados, además de mayores ingresos de productores, la promoción del mercado de servicios y tener nuevas instituciones (a través de las alianzas).

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Gráfi co 7.3Fomento de la innovación desde lo macrosocial

(top down processing)

Mejoramiento de la gobernanza

de SISP&A

4.2 Fortalecimiento del mercado de servicios para la innovación

Se trata de fomentar el mejor acceso a los servicios de I&D+i a los agentes económicos de la cadena y a la sociedad en su conjunto. Hoy día no se cuenta con un mercado de servicios: este sustancialmente se sustenta en la intervención pública de determinadas áreas y se realiza de manera muy defi ciente y limitada. La intención es propiciar el encuentro entre la oferta y la demanda. Con ese objetivo se subsidia a la demanda, para que esta sea la que contrate los servicios que se ofrezcan desde la academia o la consultoría privada. 4.3 Desarrollo de las capacidades de la oferta de servicios de innovación

La oferta de servicios de innovación, entendida como servicios de información, consultoría, investigación, laboratorios, asistencia técnica y capacitación es muy reducida y se sustenta fundamentalmente en una oferta pública muy limitada. Se trata de apoyar a la mejora de la formación técnica y profesional de proveedores de servicios integrales. No se trata solo de servicios en el eslabón productivo: también se necesita apoyo en la formación de temas de mercado, organización, gestión empresarial, cultura emprendedora, formalización e institucionalidad, y fomento de la cooperación.

4.4 Fortalecimiento de redes locales y regionales de fomento de la innovación

La relación entre los principales actores de la innovación es muy defi ciente: se trata de generar mecanismos de dinamización del encuentro, la interacción, la cooperación y la coordinación, para lo cual se promoverá el establecimiento de redes, y sistemas locales de innovación pesquera y acuícola.

4.5 Creación y dinamización de Consejos Macrorregionales de Innovación en P&A

Con el fi n de fomentar un sistema de gobernanza que tenga en cuenta un enfoque descentralizado, se trata de fomentar la creación de Consejos Macrorregionales de Innovación. Estos deben convertirse en el nodo macrorregional de sistemas locales de innovación del sector.

Nuevo modelo de gobernanza del Sistema Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura a partir de redes públicos-

privadas en cadenas y territorios

Reforma de marco regulatorio de gestión

I&D+i Sectorial

Implementar un sistema de vigilancia y prospectiva y estratégica y tecnológica

comercial

Sistema de M&I de la innovación en P&A

Políticas e instrumentos para la promoción, regulación

y coordinación del SIP&A

90

4.6 Gestación de un nuevo modelo de gobernanza del Sistema de Innovación Sectorial

Se propiciará un nuevo modelo de gobernanza sustentado en la participación privada y social, a través de instancias de consulta experta y el fomento de redes de innovación con alcance temático, territorial y por cadenas de valor.

Se trata de encontrar e introducir en el sector P&A una explícita política de innovación dinámica y de permanente aprendizaje y maduración. Esto significa, entre otras cosas, adecuar las instituciones y prácticas que existen en el sector P&A peruano para forjar: (i) coherencia e integración de las políticas de innovación; (ii) coordinación de las políticas de innovación; (iii) involucrar a todos los actores público y privados en la interacción y cooperación, y (iv) crear las condiciones para que la política de innovación sea de aprendizaje continuo. Tiene que ser un Modelo Organizativo e Institucional que permita al Estado adecuar sus principales instituciones y prácticas públicas del sector P&A, de manera de apoyar a enfrentar los retos planteados por la globalización y sus complejidades, así como del desarrollo social del país. También deberá entenderse como un MOI dinámico que se vaya construyendo por etapas, en función de un proceso de aprendizaje.

Gráfico 7.4Gobernanza Macrorregional del Sistema Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura

Grá�co 7.4: Gobernanza Macrorregional del Sistema de Innovación en Pesca y Acuicultura

Consejo Macrorregional

(público/privada) Macrorregión

V

Consejo Macrorregional

(público/privada) Macrorregión

VI

Consejo Macrorregional (público/privada) Macrorregión

IConsejo

Macrorregional(público/privada)Macrorregión

II

Consejo Macrorregional

(público/privada) Macrorregión

IIIConsejo

Macrorregional(público/privada)Macrorregión

IV

Oficinas descentralizadas

PNIPA

Oficinas descentralizadas

PNIPA

Oficinas descentralizadas

PNIPA

Oficinas descentralizadas

PNIPA

Oficinas descentralizadas

PNIPA

Oficinas descentralizadas

PNIPA

- Demandan buenas políticas- Información: seguridad alimetaria, medio ambiente, empleo- Nacional

- Regional- Local

Sociedad civ

il

Decisores de políticaMercado de servicios

Agentes económicos

- Agentes económicos- Productores

Distribuidores o transportes- Comercialización: mercados,

restaurantes

- Educación e investigación, formación,extensión

Consejo Nacional en Pesca y Acuicultura

Programa Nacional en Pesca y Acuicultura

Viceministerio Pesca y Acuicultura

Grupos de trabajo subsector pesca y subsector acuicultura

Fuente: PNIPA, 2015.

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El SNIPA debe ser entendido como un gran sistema descentralizado que articula sistemas de innovación en cada región del país. En esa perspectiva, se trata de involucrar a los gobiernos de nivel subnacional en la construcción de políticas regionales de fomento de la innovación en coherencia y articulación con la política nacional de innovación sectorial y la promoción de redes regionales de cooperación público-privada, para la generación y divulgación del conocimiento tecnocientífico.

En tanto se den pasos decisivos para mejorar la estructura de los gobiernos regionales, se trata de propiciar la organización e institucionalización de Consejos Regionales de Innovación Sectorial (CRIS) de nivel macrorregional (seis macrorregiones), como instancias de coordinación, concertación y cooperación público-privada, y entre la academia, los agentes económicos y las instituciones puente. Cada una de estos CRIS deberá estar en coordinación y comunicación estrecha con un Consejo Nacional del Sector que deberá constituirse.

Estas instancias regionales deberán esclarecer y validar los planes regionales y determinar agendas y prioridades de nivel macro, regional y local, así como propiciar la cooperación. Deben ser los nodos del fomento de redes de cooperación de tipo horizontal o vertical, teniendo en cuenta la búsqueda de cadenas de valor efectivas y la preservación del ambiente y la gobernabilidad.

La innovación tiene su basamento en la articulación y cooperación entre todos los actores que tienen potencialidad de aportar a esta. Ello puede venir desde la academia, desde los actores económicos y desde los proveedores de bienes y servicios para la innovación. En ese sentido, un elemento esencial del MOI sectorial deberá tener como particularidad la gestión de la convocatoria más amplia y la participación en el sistema de decisiones, y promoverá la generación de instancias de consulta y cooperación entre los actores en los niveles horizontal y vertical.

El PNIPA se constituye en un instrumento esencial para ello, a través de diversos instrumentos y dimensiones de intervenciones que desplegará: (i) financiamiento de subproyectos de I&D+i colaborativos entre diferentes tipos de agentes del sistema; (ii) promoviendo el diálogo; (iii) divulgando información y conocimiento relevante; (iv) monitoreando y evaluando los avances; (v) promoviendo el fortalecimiento de las instituciones públicas y privadas, y (vi) desarrollando los talentos locales, entre otros aspectos.

El gráfico 7.4 pretende mostrar el mundo de interacciones que se deben tener en cuenta, para lo cual se deberán procesar las actitudes y prácticas de los actores, los patrones de interacción, el fomento de la participación y la creación del ambiente facilitador para promover la colaboración. Estas intervenciones se realizan en el nivel regional, a partir de una dimensión macrorregional.

Al respecto, deben quedar claros los roles y los espacios de las diferentes agentes y los roles público y privados. Se deben propiciar las alianzas entre los agentes económicos y la academia o proveedores de servicios en general, la alianza entre los propios agentes económicos, alianzas de tipo horizontal, al interior de un mismo eslabón de la cadena o de manera vertical entre eslabones de esta.

La definición de agendas macrorregionales será sustancial para poder evaluar el desempeño de la I&D que se impulse en cada macrorregión. Es imposible presentar productos de I&D capaces de llenar expectativas sociales y económicas, si la elección de temas y proyectos de investigación no toman en cuenta esas expectativas. En ese sentido, los subproyectos que se impulsen desde el programa, y otros que se hagan independientemente de este, deberán perfeccionar sus instrumentos de gestión de la selección de temas y proyectos de investigación y extensión. Al respecto, seguramente la participación social y las alianzas entre stakeholders son importantes impulsadores para perfeccionar el desempeño de la I&D+i sectorial.

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4.7 Política e instrumentos para la promoción, regulación y coordinación del SNIPA

Con esto se espera mejorar la capacidad en el diseño e implementación de políticas públicas que fortalezcan la capacidad del sistema de innovación del sector. Para ello se apoyará en la gestación de la Ley del Sistema Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura en el Perú que sirva de marco de referencia para las intervenciones en innovación en pesca y acuicultura y su regulación en los niveles regional, local y otros. El programa fortalecerá la capacidad del sector P&A para formular (i) un marco de política y estrategia para la pesca y acuicultura y sanidad en pesca y acuicultura en el Perú (desarrollo, investigación e innovación); (ii) involucrar a otros sectores en los temas de prioridad nacional (descentralización, reducción de la pobreza, etc.); (iii) elaborar programas de inversiones en coordinación con otras agencias dentro y fuera del PRODUCE; (iv) monitorear el rendimiento del sistema de pesca y acuicultura; (v) desarrollar normas y reglamentos.

Las políticas de fomento de la innovación deben ser una inteligente combinación entre políticas de tipo transversal (horizontal) y sectoriales (verticales). El fundamento sustancial de la necesidad de impulsar políticas sectoriales (verticales) para construir los sistemas de innovación es en atención a: (i) la complejidad que implica construir de manera efectiva estos; (ii) el nivel de precariedad y debilidad que tiene actualmente las dinámicas de innovación en los principales sectores del país; (iii) las grandes diferencias entre sectores que caracterizan la economía peruana; (iv) la etapa fundacional en la que nos encontramos en la mayor parte de sectores, y (v) la propia debilidad institucional del país, entre otros. En atención a ello, se requiere un gran esfuerzo de creatividad y eficacia para introducir mecanismos con las especificidades que amerita la diferencia tan grande entre sectores.

En ese sentido es indispensable complementar las políticas transversales, con las políticas verticales, pues: (i) dentro de cada uno de los sectores hay mucho trabajo por hacer en cuanto a la innovación, y por ende la política transversal por sí sola no es suficiente para una efectiva política de fomento de la innovación sectorial, y (ii) los sectores no tienen el mismo desarrollo ni evolución: hay sectores que a través del tiempo han podido desarrollarse más que otros. Por ello, frente a razonables políticas de corte horizontal, se considera pertinente construir gobernanza, políticas e instrumentos de carácter sectorial para la innovación.

Aquí se incluyen los siguientes rubros:

(i) Difusión de buenas prácticas del programa a través de publicaciones y talleres, donde investigadores e innovadores y expertos puedan contribuir al conocimiento y formulación de estrategias eficaces para la reducción sostenible de la pobreza y lograr la inclusión.

(ii) Promoción y fomento de la investigación, enseñanza y formación de especialistas en gestión de la pesca y acuicultura regional y local, con participación de universidades locales, institutos tecnológicos y centros de investigación.

(iii) Gestión de financiamiento adicional para el desarrollo y conservación de la pesca y acuicultura, promoviendo la participación de órganos subnacionales, sector privado y cooperación internacional.

(iv) Equipamientos con equipos de cómputo, GPS y vehículos especialmente para las Unidades Desconcentradas.

(v Fortalecimiento de las capacidades del SNIPA en gestión de pesca y acuicultura.

Por otra parte, se fortalecerán las capacidades del sector P&A para articular los esfuerzos de otros actores del sector privado y la cooperación técnica internacional, que permitan la investigación y desarrollo sobre pesca

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y acuicultura, a partir de acuerdos sobre la formación de especialistas en pesca y acuicultura y sanidad en ambos, apoyo para la búsqueda de financiamiento y otras actividades relativas al desarrollo e implementación integral de los objetivos del programa, incluyendo la profundización de los cambios de gestión que tiene que experimentar (tránsito de ejecutora a entidad que establece las políticas, regula la pesca y acuicultura y fortalece las capacidades locales).

En ese sentido, estamos frente a un reto de gran complejidad que requerirá una intervención a profundidad, al punto que si no se aborda con este criterio se puede fracasar y postergar hitos esenciales para madurar un sistema sectorial.

4.8 Reforma del marco regulatorio de gestión de la I&D sectorial

De manera complementaria al marco regulatorio transversal del Sistema Nacional de Innovación que administra el CONCYTEC y otras instancias del Estado, se trata de formular un marco normativo de la I&D+i sectorial, con normas y procedimientos que faciliten e incentiven la iniciativa más amplia, velando por los intereses públicos. En su primera fase, el programa pondrá especial empeño en el fortalecimiento del marco regulatorio del sistema de sanidad pesquera y acuícola que coordina SANIPES.

4.9 Implementación de un sistema de vigilancia y prospectiva estratégica tecnológica y comercial

Se trata de introducir la reflexión prospectiva en la construcción de una visión de futuro y el planeamiento estratégico de la I&D+i del sector P&A, de tal forma de preparar al sector a las oportunidades y amenazas que vengan de las megatendencias tecnológicas y comerciales. La implementación de ejercicios prospectivos por cadenas priorizadas y territorios (conglomerados) será una práctica que permitirá orientar al sector a un proceso explícito de construcción de un futuro competitivo, pero también con un claro compromiso por fortalecer la seguridad alimentaria nacional y la reducción de las brechas sociales, de tal manera de orientarnos a una nación más integrada y solidaria.

Se entiende la prospectiva como un gran mecanismo de diálogo social público-privado que permite formular nuevas visiones, modelar el futuro y desarrollar las capacidades para que la sociedad y el sector en su conjunto pueda responder de manera anticipada, frente a las transformaciones que ocurren y diseñar políticas y soluciones oportunas a los problemas que van surgiendo, sean estos tecnológicos y comerciales, pero también sociales, culturales y ambientales (Medina y otros).

4.10 Sistema de gestión del sistema de innovación en P&A

En la gestión del SNIPA, se pueden distinguir dos grandes dimensiones: (i) la interacción entre los actores, y (ii) el conocimiento y la información tecnocientífica generada, adecuada y compartida. Se espera el uso de lo más avanzado de la tecnología digital para construir plataformas que permitan, por un lado, monitorear y evaluar los avances en la interacción entre los actores del sistema sectorial, y por otro, fomentar un mejor acceso de la producción tecnocientífica nacional y mundial a todos los actores del SNIPA. Para ello, el PNIPA espera establecer lazos de colaboración con instituciones y organizaciones que realizan esfuerzos similares como FAO, bibliotecas universitarias y think tanks dedicados a la mejor gestión y divulgación de la producción de información y conocimiento relevante a la innovación sectorial. Asimismo, a partir de las principales funciones que debe cumplir un sistema de innovación, se espera contar con un mecanismo que permita monitorear su gestación y desarrollo.

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5. Los involucrados

PNIPA es un programa de inversión pública orientado a la construcción del SNIPA entendido como un sistema abierto y público-privado, por tanto, compromete a una gran diversidad de personas y organizaciones. El gráfico expresa la clasificación de estos según sus responsabilidades y roles:

El núcleo se encuentra constituido por el equipo multidisciplinario responsable de la conducción estratégica y operativa del PNIPA. Abarca desde su Consejo Directivo hasta sus profesionales y técnicos que se encuentran en las diferentes posiciones y responsabilidades del PNIPA, todos ellos profundamente comprometidos con el futuro del sector P&A y con el desarrollo del interés público.

El segundo círculo está constituido por nuestros más cercanos socios del proceso. Se distinguen los siguientes subconjuntos: (i) en primer lugar, las instituciones que sustentan directamente tanto desde el punto de vista financiero como político el programa: PRODUCE, MEF, CONCYTEC y BM, y (ii) por otro lado, el conjunto de consultores que colaboran estrechamente con el PNIPA a través de encargos específicos. En este subconjunto adquiere especial importancia los expertos nacionales e internacionales que se convocan para formar parte del Panel de Evaluación Técnica (PET) de subproyectos.

El tercer círculo concéntrico está constituido por el conjunto de usuarios del programa, tanto aquellos que vienen de la academia como los agentes económicos, profesionales y técnicos que laboran como proveedores

Gráfico 7.5Niveles institucionales involucrados en el PNIPA

La sociedad en su conjunto

Agentes económicos de las cadenas

Programas RSE

Academia, universidades,

institutos

Instituto de investigación: IMARPE, IIAP

Cooperación internacional

Inversionistas

Organizaciones de la sociedad civil CIP, SNP, ADEX, SNI

Instituciones públicas

(nacional, regional y

local)

Consejos macrorregionales

Profesionales y técnicos

Entidades financieras

SNIP/ MEF

SINACYT

Gestores de innovación

MINEDU, MINAM

PRODUCE

Consultores

PETPNIPA

Multilaterales: BM, FAO

Fuente: MANOP, PNIPA 2016.

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de servicios. Nuestra relación con ellos será también como verdaderos socios del desarrollo y la innovación del sector. Pero también debemos considerar al conjunto de instituciones y organizaciones públicas y privadas con las que nos complementamos y con las que podemos desarrollar relaciones de cooperación y sinergia. Asimismo, en este conjunto se encuentran los profesionales y técnicos que colaboran como gestores de innovación en la formulación de propuestas y desarrollo de los proyectos.Finalmente, tenemos que tener en cuenta a la sociedad en su conjunto, expresada en la opinión pública, las demandas sociales por mayor seguridad alimentaria, el bienestar social y la construcción de la paz social. El PNIPA tendrá presente permanentemente todo ello en su quehacer diario.

6. Un modelo de construcción del Sistema de Innovación basado en tres fases

En principio, se parte de la consideración de que la innovación del sector pesca y acuicultura y la consolidación de un sistema de innovación sectorial dinámica y sostenible es un proceso de largo plazo, proyectándose a un horizonte temporal de quince años. Al respecto, preliminarmente se identifican tres fases principales, entendido el proceso de una manera iterativa y no lineal:

i) Fase fundacional (2017-2021). Caracterizada por la ruptura con la inercia y la neutralización de procesos anacrónicos y retardatarios. También por el rescate y fortalecimiento de aquellas iniciativas que están en línea con el desarrollo de la innovación como sistema público-privado. Es una fase de aprendizaje social, donde se dan los primeros pasos de interacción entre los actores del SNIPA, a partir de una amplia convocatoria y del fomento de relaciones de coordinación y cooperación entre actores que tradicionalmente no interactuaban entre sí. Se espera que esto se expresa en espacios de diálogo y redes de interacción y aprendizaje acerca de nueva información y conocimiento tecnológico y comercial.

Por otra parte, la fase I está orientada a dar los primeros pasos en la construcción de mercados de servicios de innovación en el nivel local y regional, a partir del fomento de la interacción de la oferta y la demanda, vía el subsidio público a la demanda y del fortalecimiento de las competencias de la oferta. Asimismo, se espera lograr un avance en el fortalecimiento de la gobernanza y la capacidad de conducción del Estado del SNIPA. Al respecto, se crearán instancias de concertación y consulta público-privada en la definición de agendas y prioridades, así como la gestación de una primera generación de políticas y estrategias e instrumentos de fomento de la innovación en el sector.

Los resultados de los subproyectos que se financien en esta fase han mejorado notablemente la calidad de la información y el conocimiento referente a principales retos del sector y se han generado algunas tecnologías que dan un interesante salto en la calidad de procesos y productos en cadenas de valor y territorios prioritarios.

ii) Fase de profundización (2022-2026). A partir de la evaluación de los resultados logrados en la primera fase se realizan dos movimientos: (i) se validan enfoques, políticas y estrategias, y (ii) se ajustan y adecuan métodos e instrumentos de intervención. La segunda fase tiene un sentido de expansión, pues se espera que las condiciones sociales hayan mejorado y se haya reducido la resistencia y la inercia en amplios sectores que se quedaron fuera en la fase anterior. Pero también estará marcada por el afinamiento de la estrategia e instrumentos, fruto de las mejores prácticas y la madurez del equipo del PNIPA, lo que debe traducirse en incremento en la efectividad y eficiencia de la intervención.

Los resultados de los subproyectos financiados en la fase II tienen una mejora notable respecto de la calidad y relevancia de los desarrollados en la primera fase. Se observa una mejor calidad de los resultados que se traduce en innovaciones de alto impacto en las cadenas y territorios priorizados.

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iii) Fase de consolidación y nuevos rumbos (2027-2031). La fase III tiene dos perspectivas: una de consolidación de la dinámica de cooperación público-privada de la innovación sectorial, y otra de visualización de nuevos horizontes y retos, orientada a dinamizar y garantizar la sostenibilidad de la capacidad de innovación del SNIPA. Será una etapa que permitirá redefinir y ajustar modelos de intervención, actualizar y reorientar estrategias y políticas en función los cambios generados en la fase anterior. Además, se gestan nuevas líneas de intervención en atención a los avances y nuevas condiciones del entorno.

El paso de una fase a otra se hace partir de la identificación de gatilladores (triggers) de cada una de ellas que serán evaluados a través del sistema de PS&E del programa, siendo las evaluaciones intermedias y finales instrumentos decisivos en la pertinencia y definición de la siguiente fase.

7. SNIPA: nuevo modelo organizacional

El proceso de construcción del SNIPA requiere contar con una estructura orgánica y funcional capaz de conducir y facilitar la implantación de un sistema de innovación en el sector pesca y acuicultura en lugar de esperar a que este proceso se dé espontáneamente.

Se espera que el país cuente con un marco institucional sistémico consolidado, basado en un conjunto de principios y una teoría de cambio (TdC) ad hoc. Es fundamental que tome la forma de una serie de redes articuladas mediante nodos que establezcan y gestionen mecanismos institucionales que permitan una activa participación del sector público y el privado, y la sociedad en su conjunto, en el proceso de I&D e innovación pesquera y acuícola. Ello con el fin de propiciar un proceso disruptivo de gran envergadura, para pasar de un sector fundamentalmente extractivo a uno que ponga especial énfasis en el cultivo y la diversificación productiva.

En la experiencia internacional se pueden identificar tres grandes maneras de promover la coordinación de los sistemas de I&D+i: la creación de Consejos de Fomento de la Innovación, el establecimiento de fondos competitivos de investigación/innovación (con su respectiva estructura de gestión y gobernanza) y la coordinación por temas y sectores y territorios, según necesidades de los usuarios y políticas y estrategias gubernamentales.

Es necesario evaluar la aplicación de estas iniciativas para su adaptación a las condiciones específicas del sector y del país.

7.1 Consejos de coordinación

Construir una adecuada coordinación y gobernanza para la innovación sectorial es difícil de encarar porque, en ocasiones, no se llega a entender la naturaleza de la tarea y de las responsabilidades que ello implica. Además, la gobernanza por medio de redes no es una práctica de la que se tenga mucha experiencia. Existe un historial de fracasos: diversidad de consejos, mesas e instancias de coordinación que quedaron en simples nombres, sin logro alguno. No existen modelos únicos efectivos para todas las circunstancias, pues mucho depende de las condiciones específicas y de la trayectoria concreta.

Es importante remarcar que la efectividad, legitimidad, relevancia y confianza de una organización coordinadora de un sistema de innovación dependen de que se involucre a todos los stakeholders, es decir, que se refleje su diversidad. La convocatoria debe ser lo más amplia posible, haciendo partícipes desde los consumidores hasta los productores y demás actores de la cadena. Todos deberían tener voz y ser incluidos en las decisiones sobre estrategias y programas de desarrollo de la I&D+i.

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En ese sentido, las instancias de coordinación y gobernanza nacional/regional se deben orientar principalmente a ampliar la participación de los stakeholders en cada uno de los dominios que componen el SNIPA, a mejorar la transparencia y apertura de las decisiones relacionadas con fondos y las prioridades de I&D, a enfatizar la responsabilidad y la rendición de cuentas de los stakeholders, a construir consensos y a desarrollar políticas consensuadas, actividades y estrategias que reflejen una visión estratégica compartida en I&D+i.

Los principales mandatos y actividades que correspondería desarrollar a las instancias de coordinación del SNIPA deben ser el desarrollo de una visión estratégica para la I&D e innovación del sector/territorio, la formulación de una política de I&D e innovación de la P&A que sea integrada a la política general de ciencia e innovación, la articulación de las discusiones sobre ciencia e innovación sectorial a la política pesquera y acuícola en general, la definición de prioridades y agendas de I&D+i, la coordinación de la división de trabajo y canalización de fondos en áreas prioritarias de innovación, el monitoreo y la evaluación de los programas de innovación y su impacto y la promoción de la colaboración y el intercambio entre diferentes partes del sistema de innovación, incluyendo lazos internacionales.

La formalidad organizativa con una agenda no garantiza la coordinación —y acción— efectiva de los actores. Las instancias de coordinación nacional y regional necesitan un mínimo de fondos, infraestructura física e infraestructura de comunicación para facilitar la transparencia y comunicación abierta para sostener una efectiva coordinación y gobernanza. Pero lo más importante será contar con un equipo de competentes gestores de la I&D+i, dotados de habilidades para el fomento de la interacción de actores diversos, capacidad de convocatoria y gestión de la información y el conocimiento que se forja.

Algunas actividades que deberían ser asumidas son fortalecer la capacidad de comunicación e información, incentivando el diálogo y la interacción entre los proveedores de conocimiento y sus usuarios, establecer visiones, prospectiva tecnológica, análisis de políticas, renovar enlaces entre y con las universidades, formar unidades de desarrollo de negocios y ofrecer el servicio de gestión de los derechos de propiedad intelectual y acometer la ampliación organizativa de reformas de gestión, incluyendo el mejoramiento, monitoreo, evaluación y gestión financiera.

Frente a la orfandad y dispersión de las actividades de I&D+i en P&A en el país, se plantea a modo de hipótesis de trabajo la posibilidad de crear una instancia coordinadora nacional, con la conducción del ente rector del sector, en la que se convoque en el sentido más amplio a todos los involucrados en el proceso de I&D+i del sector y que asuma el rol de articular todos los esfuerzos dispersos y débiles que actualmente se realizan desde diversos actores. Esta instancia deberá promover la maduración de los dominios de la innovación y la intensificación de la interacción de estos dominios y actores.

La organización coordinadora puede constituirse formalmente y ser gobernada y gestionada de manera independiente por sus estatutos y un consejo directivo. A su vez, se debe replicar una estructura similar en las principales regiones en que se desarrollan actividades de pesca y acuicultura, de tal manera de constituir una suerte de grandes nodos o instancias de coordinación de redes de I&D+i que se conviertan en antenas de las demandas regionales y locales. Se trata de garantizar que los acuerdos de nivel nacional se implementen en el nivel regional, y que las demandas regionales, a su vez, sean reflejadas en el nivel de las decisiones nacionales. Para garantizar la articulación del ente nacional con las instancias regionales sería conveniente propiciar la representación de cada una de ellas en el consejo nacional.

Estos consejos nacionales/regionales deben dotarse de —y aplicar— diversos métodos e instrumentos. Así, deberán ser promotores de la creación de forums para el intercambio regular de puntos de vista y estrechar contactos entre los diferentes actores regionales, el establecimiento de grupos de trabajo para abordar la problemática sobre cadenas y productos específicos y propiciar la colaboración para la I&D, ya sea orientándola o participando activamente en la definición de los planes de investigación y en la evaluación y difusión de los resultados y la concertación de mesas en las que se incorporen las demandas de los productores y se identifiquen problemas, retos y oportunidades.

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Para la dinámica efectiva de estos consejos, será muy importante garantizar los recursos financieros y los talentos humanos que, mediante la implemetación de una secretaría técnica, fomenten la construcción de capacidades en colaboración con las actividades de promoción de la I&D+i en el sector. Esta secretaría técnica deberá estar constituida por agentes catalizadores de la innovación (brokers de innovación).

Actualmente, la autoridad de más alto nivel del sector es el DVP, adscrito a PRODUCE. Una primera aproximación sugiere que el SNIPA deberá ser conducido desde este nivel, para lo que se podría estructurar un Consejo Directivo de Fomento del SNIPA con una secretaría técnica.

Para estructurar los nodos regionales del sistema, se deberá considerar el momento de revisión y ajuste en el que el proceso de descentralización ha entrado —se perfila una nueva etapa a partir del año 2016— y la propia dinámica de los agentes económicos que estructurarán espacios y relaciones de cooperación que pueden intensificarse en determinados espacios regionales.

7.2 Fondos de innovación e investigación

Otra manera importante de fomentar un sistema de I&D+i es gracias a la gestión de recursos concursables (fondos competitivos). El país tiene experiencia en ello desde el año 2001 y, precisamente, el PNIPA tiene como eje sustancial de intervención los 3.2, mediante los PIP 1 y PIP 2. Estos mecanismos ayudan notablemente y de manera efectiva e inducen a la colaboración y coordinación entre los diversos actores del sistema y, particularmente, entre los proveedores de servicios de innovación y sus usuarios. La idea es garantizar que los mecanismos más finos asociados a las bases de los concursos se diseñen considerando la potenciación de la interacción y, en general, el fortalecimiento del SI en el ámbito de las regiones, los conglomerados y las cadenas de valor.

En el caso específico del Perú, la gobernanza de los fondos de innovación que se implementen en el marco del PNIPA podría requerir la implementación de un consejo directivo/consultivo, público-privado y de una secretaría técnica de gestión de dichos recursos concursables, desde la etapa de convocatoria, seguimiento y evaluación.

7.3 Coordinación temática o subsectorial

Otra manera de fomentar la construcción del SNIPA es por medio del fomento de dinámicas de coordinación específicas, en función de demandas y fines concretos. En este caso, se abre un amplio universo de posibilidades. Son deseables aquellas que promueven el fortalecimiento intersectorial, las relaciones público-privadas, el manejo de una interacción de actores por productos específicos o por territorios para identificar agendas de investigación, el estímulo de las condiciones de la I&D a partir de la cooperación de las universidades. Para ello se definen grupos de trabajo, en los que los usuarios de la investigación se unen con investigadores, consultores y funcionarios de la política pública para determinar a qué actividades destinar los recursos públicos de investigación, de manera de alinearla con las necesidades del sector.

De esta manera, es básico nombrar a un facilitador dentro del grupo, que incentive el flujo de la información y medie entre los actores. También puede constituirse un coordinador temático o de gestión del conocimiento, que informe a los investigadores sobre los resultados del grupo de trabajo para asegurar que las propuestas correspondan.

En esta línea, una estrategia interesante es aquella que fomenta aglomeraciones o comunidades de innovación en un determinado territorio. Así, se aprovecha la dinámica de relaciones entre los actores para promover la I&D+i.

El fomento de los clústers facilita la gestación y desarrollo de una visión local de innovación, el acceso a nuevas y complementarias tecnologías, la sinergia y la focalización, las alianzas y la colaboración para

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incentivar el aprendizaje colectivo, la disminución de los costos de transacción de la intervención y la superación de barreras de entrada, entre otras.

7.4 Desarrollo de competencias

En el nivel micro, la intervención debe orientarse al desarrollo de capacidades organizacionales para lograr mejores resultados y fortalecer las competencias y habilidades de los actores para la innovación, tanto a la par de los individuos —conocimiento, creatividad, conocimiento de las tareas de los individuos que la componen— como de la organización —cultura, gobernanza, comunicación, rutinas de aprendizaje y recursos—.

Para este fin se deberá desplegar el fomento de la interacción entre los actores, la creación de fondos de capital de riesgo, la consolidación de un conjunto de brokers de la innovación y el fortalecimiento del marco de política para la innovación. Asimismo, se deberá fomentar e implementar la capacitación y los programas de mentoría y plataformas de múltiples stakeholders, las ferias de intercambio de conocimiento y la creación de plataformas de TIC para facilitar la coordinación y comunicación.

El “ambiente facilitador” para la innovación se tiende a definir por aquellos factores que influyen positivamente sobre el SI y que son controlados por el dominio político. Entre estos, las políticas de fomento de la innovación en los ámbitos general, sectorial y territorial, la estructura institucional y los mecanismos de gobernabilidad, el marco normativo regulatorio que estimule la innovación directa e indirectamente —calidad, propiedad intelectual, seguridad y bioseguridad— y las políticas de acompañamiento de la inversión —crédito, tributación, mercado, infraestructura— y el sistema de M&E.

El ambiente para que mejore la innovación requiere incentivar el diálogo para desarrollar consensos en las políticas de innovación, crear mercados y oportunidades sociales para la innovación, dar facilidades para el acceso a insumos cruciales, fortalecer los flujos de información comercial y tecnológica, propiciar que las instituciones públicas interactúen con las organizaciones de los agentes económicos, promover el ambiente legal que sostenga a las organizaciones de productores y fomentar la descentralización para llegar hasta las organizaciones locales. Profundizaremos, a continuación, en cada uno de ellos.

7.5 Políticas en los ámbitos general, sectorial y territorial

Una característica clave del enfoque del SNIPA es su perspectiva holística, es decir, la comprensión de la innovación como un proceso multifacético e iterativo que es fuertemente moldeado por el contexto en el que se desenvuelve. Es por ello que se tiende a valorar la formulación de políticas de innovación a escala general y nacional desde el más alto nivel del Estado, comprometiéndose a impulsar y coordinar un amplio espectro de dominios de la política que, en su conjunto, crean y estimulan la innovación de muchas formas.

La importancia del impulso político aumenta cuando recordamos que la innovación en sí misma puede ser muy desestabilizante, pues nuevos productos y métodos de producción dejan rezagados a los tradicionales y ese proceso destruye antiguos empleos, intereses establecidos y, en algunos casos, industrias enteras.

Por esta razón, frente a la oposición que puede aparecer, la dimensión política debe crear los mecanismos y estrategias para reducir la fricción que genera la innovación. Por otra parte, la instancia política adquiere mayor relevancia cuando la innovación compromete la construcción de un capital social, orientado a la reducción de la pobreza y el fomento de la inclusión social, la mejor relación público-privada y la sostenibilidad ambiental.

Entre otras cosas, una política nacional —y sectorial— de innovación se enfoca en la creación de las condiciones generales para la innovación, la definición y organización de los grandes roles y funciones de los actores públicos

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y privados, el establecimiento del conjunto de prioridades asignadas a los sectores y las tecnologías, la provisión del marco general para políticas específicas en sectores y subsectores particulares, la promoción de la inversión en bienes públicos esenciales para la innovación y el monitoreo y la evaluación de los avances y dificultades de los procesos y políticas.

Entre tanto, las políticas de innovación de sectores específicos pretenden replicar las políticas nacionales de innovación, circunscritas al sector específico y sin mayor influencia sobre políticas fuera de sus dominios sectoriales.

7.6 Interacción intergubernamental

Se refiere a la actuación de los diferentes niveles de gobierno, al sistema de formulación de las decisiones del país y a la interrelación entre las instancias inter e intrasectoriales y las instancias subnacionales. Resulta indispensable definir cómo debe ser la estructura gubernamental que favorezca la construcción del sistema de innovación del sector P&A. Por su naturaleza, esta debe valorar un enfoque de gobernabilidad basado en redes público-privadas y ser descentralizado, es decir, tener una capacidad decisoria lo más cercana al lugar y a los actores y usuarios.

7.7 Marco legal regulatorio

Es importante estructurar un sistema de normas legales promotoras de la movilización de los actores del sistema hacia la innovación. Este debe contener precisiones sobre la normatividad de los institutos de investigación, los sistemas de interacción, la propiedad intelectual, sanidad, bioseguridad, normalización y regulaciones técnicas relacionadas con salud, seguridad alimentaria y calidad. El sistema comprende no solo una legislación sino un conjunto de instancias gubernamentales e infraestructura para sostener las acciones regulatorias.

7.8 Infraestructura

Se refiere a la inversión en infraestructura, la creación de condiciones financieras y comerciales que aportan notablemente a la mejor coordinación de los actores del sistema de innovación y a la gestación de sinergias para implementarla. Implica inversiones en vías de comunicación e instituciones del mercado, ayudando a mejorar la productividad, reducir los costos de comercialización, incrementar los márgenes de ganancia y, así, abrir nuevas oportunidades para la innovación.

Asimismo, involucra la inversión en un sistema financiero holístico que incluya crédito, ahorro, transferencia monetaria, seguros y diversas fuentes de financiamiento al alcance de los pescadores y acuicultores. Todos estos elementos gatillarán cambios significativos en el uso de mejores prácticas sustentables, en el acceso a la información y el conocimiento, en el aumento de la inversión privada en I&D y en la competitividad internacional de los productos pesqueros.

7.9 Monitoreo y evaluación

El fomento de la innovación, desde la dimensión política, compromete la necesidad de monitorear y evaluar, tanto la creación del ambiente facilitador para la innovación como los avances en el desarrollo y fortalecimiento del sistema de innovación. Este es un mecanismo sustancial para retroalimentar e inspirar mejores políticas y, en general, una mejor conducción de su proceso de construcción. Al respecto, se presenta un conjunto de tareas como, por ejemplo, la formulación de una serie de indicadores y la definición de procedimientos para la recolección de información, entre otros. El esfuerzo invertido debe permitir un seguimiento a lo largo de los años y comparar la experiencia con aquella en otros países.

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