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Las 8 preguntas para Marcelo Birmajer (*) MAR DEL PLATA DOMINGO 29 DE AGOSTO DE 2010 IDA Y VUELTA: [email protected] 1 ¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario y cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer? -Los errores que más me molestan son de los escritores que se creen eruditos en culturas ajenas y dicen cualquier disparate. El último error que encontré es de traducción: en el libro de Henry Kissinger, “Mis memorias”, cada vez que Kissinger escribe “actually”, que significaría “realmente”; el traductor lo traduce por “actualmente”, que no tiene nada que ver. Y el error se repite por lo menos una cincuentena de veces. (*) Birmajer es escritor, guionista de cine y periodista. Acaba de publicar la novela “La despedida”. Nació en noviembre de 1966. A los 20 años comenzó a desempeñarse como guionista de la revista Fierro. Escribió las novelas Un crimen más alto (1992), Un crimen secundario (1992), Derrotado por un muerto (1994), El alma al diablo (1994), Fábulas salvajes (1996), El abogado del marciano (1996), No tan distinto (2000) y Tres mosqueteros (2001) y los libros de cuentos El fuego más alto (1997), Ser humano y otras desgracias (1997), Historias de hombres casados (1999), Nuevas historias de hombres casados (2001), Ultimas historias de hombres casados (2001). Fue galardonado con el premio Konex 2004 como uno de los cinco mejores escritores de la década 1994-2004 en el campo de la literatura juvenil. Es coautor del guión cinematográfico El abrazo partido (Daniel Burman, 2001). POR EDUARDO BALESTENA http://opus155musicadecamara.blogspot.com C omo la música barroca que inter- preta, Miriam Fernández habla (con el francés como segunda len- gua) con una gran suavidad que permite entrever varias cosas: es una persona muy segura, interior y exteriormente, no dice nada de más, ella misma nunca es el cen- tro de su discurso y todo lo que narra invo- lucra dos cosas: un derrotero y una explo- ración. No podía ser de otra manera en al- guien que hacia los 24/25 años comenzó a abrirse un camino propio en Europa, que ejerció sus opciones como modos de una búsqueda que siempre está en expansión, y que no piensa en una carrera musical en términos competitivos, sino que la asume como un orden de experimentación, una exploración sobre la cual reflexiona per- manentemente. Aunque no se refiere en detalle a sus es- tudios ni a sus aptitudes, obtuvo sus pos- grados (en música contemporánea y en instrumentos históricos) con calificacio- nes sobresalientes y el hecho de que desde 2007 se haya volcado al laúd y a la tiorba, así como el manejo que hace de esos ins- trumentos, habla de sus dotes tanto para el aprendizaje como para la interpreta- ción. Estas aptitudes le valieron impor- tantes premios como el “Premier Prix en Virtuosité avec distinction” (2001) en la ciudad de Colón, y al año siguiente en Gi- nebra. Fue además premiada en Nicati, Suiza, entre 80 solistas instrumentales de 23 países. También son importantes los profesores con los cuales se ha formado, como Eduardo Isaac, Maria-Livia Sao Mar- cos, Jordi Mora (con quien actuó como so- lista en la Fantasía para un Gentilhombre, en Barcelona) y muchos otros. LA MÚSICA CONTEMPORÁNEA Recuerda una de sus presentaciones, en una gira de música contemporánea –con el apoyo de una fundación suiza, que ob- tuvo luego de ganar un premio. En aquella oportunidad, en una gira que la llevó a va- rios lugares, llegó “Hasta Santiago del Es- tero, un poco la provincia del folklore, a tocar música contemporánea” en la sede de una fundación. No hay allí conservato- rio ni se trataba de una sala de concierto “y ahí toqué mi programa, era terrible el pro- grama que tenía, estaba con la secuencia de Berio, una obra de media hora…lo que recuerdo es que estaban muy impresiona- dos con las posibilidades, porque nunca habían escuchado el instrumento de esa manera. También había obras que tenían efectos, y nunca se les hubiera ocurrido que la guitarra podía sonar de ese modo.” -¿Cómo fue el pasaje a los instrumen- tos históricos, ese mundo tan distinto? -Participé (2006) en un workshop de un profesor que venía, él es noruego (Rolf Lis- levand) pero vive en Italia ahora. Pasaba por el conservatorio a dar un workshop de tres días y me anoté con obras de Scarlatti, con la guitarra. Ahí llegó este profesor y venía con todos los modelos de laúdes, tiorba y la guitarra barroca. Él tocó mu- chos años con Jordi Savall. En muchos de los videos es el que está con la guitarra o con el laúd. Era la primera vez que los veía de cerca. A los dos meses me inscribí con el laúd renacentista. La lectura (la compleja tablatura francesa) se aprende. El único profesor de laúd que hay en Ginebra, y que viene de Berna (Jonathan Rubin), me prestó un laúd renacentista, me lo afinó, porque yo no sabía ni afinarlo. Después buscaba en internet como hacerlo, por- que se desafinan constantemente y no te- nía el oído para afinarlo. Cuando me lo prestó, estuve la primera semana todo el tiempo, era una adicción terrible. Ponía el despertador temprano para levantarme a tocar, y como es un instrumento muy sua- ve, podía tocar toda la noche. -Al principio tocó el laúd renacentis- ta, luego la tiorba y después el laúd ba- rroco. Son instrumentos muy sensibles en la afinación, hay que afinarlos todo el tiempo, y también lo son al clima, eso dificulta la afinación, en el caso del vio- lín barroco, que sólo tiene clavijas... -El día antes del concierto dos de ellas no corrían, hinchadas por la humedad; pero forma parte del modo de ejecución. Con las cuerdas de tripa del violín barroco es muy complicado afinar (no tiene mi- croafinadores, como el violín moderno). Los instrumentos están acostumbrados al clima seco de allá. No se afina de una vez y queda listo, sino que pueden pasar otras cosas. Con el laúd, que es un instrumento de tantas cuerdas, no se puede tener una afinación perfecta, sí un temperado pro- medio, sin embargo eso, y la propia dife- rencia en la afinación respecto a los ins- trumentos actuales, lo hace todo más vi- vo”. “Con el dúo tocamos mucho, empeza- mos tocando tango”. Julien Lapeyre adap- tó un violín a barroco y comenzaron re- cientemente con ese repertorio, que in- cluyó una obra no barroca, de Hydn (Cas- sation en do mayor), un trío (violín, laúd o guitarra y cello), para el cual la parte de cello la llevé al laúd…resultó un poco complicado. El arco en el violín barroco produce el sonido fuerte en la mitad, lue- go decrece, de ahí su particular sonido os- cilante. La de Hydn es una obra muy rica en lo que es articulación. Hay una rica lite- ratura de la época para instrumento meló- dico y laúd. Haciendo bajo continuo se puede tocar cualquier cosa del período. LA FORMACIÓN Miriam Fernández es docente en los dos Conservatorios de Ginebra, también lo es privadamente y dicta masterclasses (Ju- lien Lapeyre las dio de violín y viola), co- mo las que dictaron en Bahía Blanca. La conversación gira hacia los planes con alumnos y orquestas de jóvenes y el traba- jo de campus. (Continúa en página 4) EL VIR TUOSISMO DE LA MARPLA TENSE MIRIAM FERNÁNDEZ El habla por la música Miriam Fernández es marplatense, obtuvo su diploma de profesorado de guitarra en el Conservatorio Luis Gianneo y prosiguió sus estudios en Suiza, donde vive desde hace diez años, alternando presentaciones en ámbitos europeos, actividades docentes y la continua exploración en la música.

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LA MÚSICA CONTEMPORÁNEA LA FORMACIÓN Miriam Fernández es docente en los dos Conservatorios de Ginebra, también lo es privadamente y dicta masterclasses (Ju- lien Lapeyre las dio de violín y viola), co- mo las que dictaron en Bahía Blanca. La conversación gira hacia los planes con alumnos y orquestas de jóvenes y el traba- jo de campus. POR EDUARDO BALESTENA http://opus155musicadecamara.blogspot.com IDA Y VUELTA: [email protected] (Continúa en página 4)

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Page 1: 29agosto

Las 8 preguntas para Marcelo Birmajer (*)

■ MAR DEL PLATA ■ DOMINGO 29 DE AGOSTO DE 2010 IDA Y VUELTA: [email protected]

1¿Qué error le molesta más advertir en un textoliterario y cuál es el último que halló en el libro queestá leyendo o que acaba de leer?

-Los errores que más me molestan son de los escritores que secreen eruditos en culturas ajenas y dicen cualquier disparate. Elúltimo error que encontré es de traducción: en el libro de HenryKissinger, “Mis memorias”, cada vez que Kissinger escribe“actually”, que significaría “realmente”; el traductor lo traducepor “actualmente”, que no tiene nada que ver. Y el error se repitepor lo menos una cincuentena de veces.

(*) Birmajer es escritor, guionista de cine y periodista. Acaba de publicar la novela “Ladespedida”. Nació en noviembre de 1966. A los 20 años comenzó a desempeñarse comoguionista de la revista Fierro. Escribió las novelas Un crimen más alto (1992), Un crimensecundario (1992), Derrotado por un muerto (1994), El alma al diablo (1994), Fábulas salvajes(1996), El abogado del marciano (1996), No tan distinto (2000) y Tres mosqueteros (2001) y loslibros de cuentos El fuego más alto (1997), Ser humano y otras desgracias (1997), Historias dehombres casados (1999), Nuevas historias de hombres casados (2001), Ultimas historias dehombres casados (2001). Fue galardonado con el premio Konex 2004 como uno de los cincomejores escritores de la década 1994-2004 en el campo de la literatura juvenil. Es coautor delguión cinematográfico El abrazo partido (Daniel Burman, 2001).

POR EDUARDO BALESTENA

http://opus155musicadecamara.blogspot.com

C omo la música barroca que inter-preta, Miriam Fernández habla(con el francés como segunda len-

gua) con una gran suavidad que permiteentrever varias cosas: es una persona muysegura, interior y exteriormente, no dicenada de más, ella misma nunca es el cen-tro de su discurso y todo lo que narra invo-lucra dos cosas: un derrotero y una explo-ración. No podía ser de otra manera en al-guien que hacia los 24/25 años comenzó aabrirse un camino propio en Europa, queejerció sus opciones como modos de unabúsqueda que siempre está en expansión,y que no piensa en una carrera musical entérminos competitivos, sino que la asumecomo un orden de experimentación, unaexploración sobre la cual reflexiona per-manentemente.

Aunque no se refiere en detalle a sus es-tudios ni a sus aptitudes, obtuvo sus pos-grados (en música contemporánea y eninstrumentos históricos) con calificacio-nes sobresalientes y el hecho de que desde2007 se haya volcado al laúd y a la tiorba,así como el manejo que hace de esos ins-trumentos, habla de sus dotes tanto parael aprendizaje como para la interpreta-ción. Estas aptitudes le valieron impor-tantes premios como el “Premier Prix enVirtuosité avec distinction” (2001) en laciudad de Colón, y al año siguiente en Gi-nebra. Fue además premiada en Nicati,Suiza, entre 80 solistas instrumentales de23 países. También son importantes losprofesores con los cuales se ha formado,como Eduardo Isaac, Maria-Livia Sao Mar-cos, Jordi Mora (con quien actuó como so-lista en la Fantasía para un Gentilhombre,en Barcelona) y muchos otros.

LA MÚSICA CONTEMPORÁNEA

Recuerda una de sus presentaciones, enuna gira de música contemporánea –conel apoyo de una fundación suiza, que ob-tuvo luego de ganar un premio. En aquellaoportunidad, en una gira que la llevó a va-rios lugares, llegó “Hasta Santiago del Es-

tero, un poco la provincia del folklore, atocar música contemporánea” en la sedede una fundación. No hay allí conservato-rio ni se trataba de una sala de concierto “yahí toqué mi programa, era terrible el pro-grama que tenía, estaba con la secuenciade Berio, una obra de media hora…lo querecuerdo es que estaban muy impresiona-dos con las posibilidades, porque nuncahabían escuchado el instrumento de esamanera. También había obras que teníanefectos, y nunca se les hubiera ocurridoque la guitarra podía sonar de ese modo.”

-¿Cómo fue el pasaje a los instrumen-tos históricos, ese mundo tan distinto?

-Participé (2006) en un workshop de unprofesor que venía, él es noruego (Rolf Lis-levand) pero vive en Italia ahora. Pasabapor el conservatorio a dar un workshop detres días y me anoté con obras de Scarlatti,

con la guitarra. Ahí llegó este profesor yvenía con todos los modelos de laúdes,tiorba y la guitarra barroca. Él tocó mu-chos años con Jordi Savall. En muchos delos videos es el que está con la guitarra ocon el laúd. Era la primera vez que los veíade cerca. A los dos meses me inscribí con ellaúd renacentista. La lectura (la complejatablatura francesa) se aprende. El únicoprofesor de laúd que hay en Ginebra, yque viene de Berna (Jonathan Rubin), meprestó un laúd renacentista, me lo afinó,porque yo no sabía ni afinarlo. Despuésbuscaba en internet como hacerlo, por-que se desafinan constantemente y no te-nía el oído para afinarlo. Cuando me loprestó, estuve la primera semana todo eltiempo, era una adicción terrible. Ponía eldespertador temprano para levantarme atocar, y como es un instrumento muy sua-

ve, podía tocar toda la noche. -Al principio tocó el laúd renacentis-

ta, luego la tiorba y después el laúd ba-rroco. Son instrumentos muy sensiblesen la afinación, hay que afinarlos todoel tiempo, y también lo son al clima, esodificulta la afinación, en el caso del vio-lín barroco, que sólo tiene clavijas...

-El día antes del concierto dos de ellasno corrían, hinchadas por la humedad;pero forma parte del modo de ejecución.Con las cuerdas de tripa del violín barrocoes muy complicado afinar (no tiene mi-croafinadores, como el violín moderno).Los instrumentos están acostumbrados alclima seco de allá. No se afina de una vez yqueda listo, sino que pueden pasar otrascosas. Con el laúd, que es un instrumentode tantas cuerdas, no se puede tener unaafinación perfecta, sí un temperado pro-medio, sin embargo eso, y la propia dife-rencia en la afinación respecto a los ins-trumentos actuales, lo hace todo más vi-vo”.

“Con el dúo tocamos mucho, empeza-mos tocando tango”. Julien Lapeyre adap-tó un violín a barroco y comenzaron re-cientemente con ese repertorio, que in-cluyó una obra no barroca, de Hydn (Cas-sation en do mayor), un trío (violín, laúdo guitarra y cello), para el cual la parte decello la llevé al laúd…resultó un pococomplicado. El arco en el violín barrocoproduce el sonido fuerte en la mitad, lue-go decrece, de ahí su particular sonido os-cilante. La de Hydn es una obra muy ricaen lo que es articulación. Hay una rica lite-ratura de la época para instrumento meló-dico y laúd. Haciendo bajo continuo sepuede tocar cualquier cosa del período.

LA FORMACIÓN

Miriam Fernández es docente en los dosConservatorios de Ginebra, también lo esprivadamente y dicta masterclasses (Ju-lien Lapeyre las dio de violín y viola), co-mo las que dictaron en Bahía Blanca. Laconversación gira hacia los planes conalumnos y orquestas de jóvenes y el traba-jo de campus.

(Continúa en página 4)

EL VIRTUOSISMO DE LA MARPLATENSE MIRIAM FERNÁNDEZ

El habla por la música Miriam Fernández es marplatense, obtuvo su diploma de profesorado de guitarra en el Conservatorio Luis Gianneo yprosiguió sus estudios en Suiza, donde vive desde hace diez años, alternando presentaciones en ámbitos europeos,

actividades docentes y la continua exploración en la música.

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En “Amor, pobreza yguerra” se reúnen variosde los mejores artículosdel crítico inglés. Suscampos de interésabarcan desdereflexiones acerca de laobra de Jorge LuisBorges y BobDylan hastarelatos de susviajes aPakistán yCuba.

E l c r í t ico inglésChristopher Hit-chens reúne en

“Amor, pobreza y gue-rra” una colección deartículos que reflejansus variados camposde interés: allí desfilandesde apuntes sobreBob Dylan y Jorge LuisBorges hasta sus expe-riencias en Pakistán yLa Habana, sin obviarpolémicas como la crí-tica al ensayista NoamChomsky.

La obra -cuyo títuloproviene de un antiguoproverbio según el cual la vida de unhombre está incompleta a menos quehaya probado el amor, la pobreza y laguerra- es un compendio de artículoseditados anteriormente en publica-ciones como The Guardian, VanityFair o The Times Literary Supplement.

Hitchens es un periodista y críticoliterario angloamericano que ha al-canzado cierto reconocimiento pordenuncias y polémicas que lo trans-formaron en uno de los más impor-tantes intelectuales del momento.

CRITICA POLITICA

En “Amor, pobreza y guerra”, edi-tado por el sello Debate, el autoravanza en el campo literario con re-flexiones sobra la obra de MarcelProust, James Joyce y Borges, a la vezque no abandona la crítica política,todo a partir de una estructura desdo-blada en los tres ejes que preanunciael título.

En uno de los artículos, Hitchensseñala por ejemplo que el político yestadista británico Winston Chur-chill fue el único entre sus contempo-

ráneos que no denunció el imperionazi como una amenaza, real o po-tencial, censurándolo como algomalvado y nihilista.

Tampoco faltan las crónicas de via-jes, como el recorrido de la la Ruta 66,el campo de batalla de Gettysburg, lafrontera de Pakistán, el palacio deSaddam Hussein y La Habana.

En la sección “Pobreza” -una de lasmás jugosas- el periodista incluye laspolémicas contra la religión y otrosobjetivos laicos como el cineasta Mi-chael Moore, el historiador David Ir-ving o el culto a los Kennedy.

‘‘Es uno de los libros más impor-tantes de Hitchens, quizá el que me-jor explica sus pasiones y sus facetasintelectuales’’, define el escritor y tra-ductor Daniel Gascón, encargado dela traducción al castellano de la obra.

Nacido en Inglaterra en 1949, Hit-chens se licenció en filosofía, políticay economía por la Universidad de Ox-ford. Es autor de obras como “Juicio aKissinger” (2002), “La victoria de Or-well” (2003), “Cartas a un joven disi-dente” (2003), “Dios no es bueno”

(Debate, 2007) y la antología sobre elateísmo “Dios no existe” (Debate,2009).

DESPUES DEL ATENTADO

En “Amor, pobreza y guerra”, el au-tor ofrece múltiples referencias a lasolidaridad, las raíces y la idea de per-tenecer: habla de su padre y abuelo,establece su canon literario inglés, ymenciona a distintos amigos y com-pañeros desde Sarajevo hasta Cen-troamérica.

Si hay algo que deja claro Hitchenses que no existen importantes escri-tores después de Borges y GrahamGreene, ni grandes estadistas despuésdel cubano Fidel Castro.

Sobre el final, el capítulo “Despuésde septiembre” recoge los artículossobre el 11-S: en ellos el ensayista ha-bla de la perplejidad inicial, del cam-bio del paisaje, de la irrupción dura-dera del terror y de las respuestas, tan-to los despliegues del gobierno nor-teamericano como la reacción pacífi-ca de los neoyorquinos .

iDA &m~ê~ ÅçãÉåí~êáçëI

ëìÖÉêÉåÅá~ë ó ~éçêíÉëIÅçãìåáÅ~êëÉ ~

[email protected]

2 C U L T U R A Domingo 29•08•2010

2¿Qué situación de su vida cotidianaencontró reflejada con sorpresivaexactitud en un libro, una película, una

canción o cualquier otra obra de arte? -En el libro “Más historias en la corte de mi padre”,

de Isaac Bashevis Singer, hay una referencia en

contra de los perros, que es exactamente lo que yorepito cada vez que voy a una casa y me encuentro conun perro.

El roboPOR SEBASTIÁN CHILANO(sebastianchilano.blogspot.com)

Salió del Casino enceguecido. Ciego cruzó lacalle, y se sentó en el borde de la plaza de aguas dan-zantes. Miró su muñeca, donde esperaba ver la horay recordó que había empeñado el reloj. Insultó a lanada y miró las estrellas.

–Nunca fui bueno para calcular la hora –dijo envoz alta después de dudar si eran las 2 o las 5 de lamañana.

–Son las 3.La voz había salido de la oscuridad. La voz tenía

un cuerpo, aunque parecía tener dos. Los doschicos se acercaron al Diablo con las manos en losbolsillos de sus camperas y las caras ocultas debajode las gorras con visera, así como las gorras estabanocultas debajo de las capuchas de sus camperas. Delas bocas les salía un humo blanco, quizás a causadel frío.

–Gracias –dijo el Diablo y se paró.Se dio cuenta enseguida, por eso se paró. Pero no

fue suficiente. Uno de los chicos le saltó encima ycayeron al piso. El otro le pateó un pie, sacándoleun zapato. El Diablo le pegó una cachetada al quehabía caído con él y dio un salto para incorporarse.

–¿Qué hacen?–Danos la plata.–¿Saben quién soy?–Caperucita, dame la plata.–Yo no soy caperucita.–Ya sé. Dame la plata, viejo.El Diablo se sentó otra vez en el borde de la fuente.

Los dos chicos lo rodearon.–Perdí todo en el Casino.Los dos se rieron, algo nerviosos.–En serio –insistió el Diablo.–¿Cómo vos vas a perder en el Casino?–¿Cómo ustedes me van a asaltar?No se esperaban la retórica. Los dos chicos recu-

laron. Uno sacó el revolver. –No hace falta –dijo el Diablo–. Yo sé que no tenés

balas. ¿O no te acordás que las armas las cargo yo?–¿Qué?No lo entendieron.–El refrán. ¿Conocen el refrán?Los dos chicos negaron. Uno sacó el revólver

descargado y el otro un punzón.–Danos el otro zapato.–Y la guita.–Y el celular.El Diablo comenzó a desatarse los cordones del za-

pato que le quedaba aún en el pie. Lo hizo despacio,con la secreta esperanza que su demora le dieratiempo a los agentes de la SIDE que había extor-sionado para que lo dejaran solo. Pensaba que nopodían ser tan corruptos de haber aceptado sucoima, y que saltarían de un árbol, primero para lib-erarlo de los dos ladrones y segundo para decirleque no tenía que darles la mitad de su sueldo.

–Apurate, viejo.Les dio el zapato y el celular.–Y la guita.–Ya te dije que perdí tod…–¡Viejo puto! –lo interrumpieron.Le pegaron con la culata del revólver en la frente y

escaparon corriendo.

(Continuará la próxima semana)

CHRISTOPHER HITCHENS YSUS CRONICAS DE UN MUNDO REVOLUCIONADO

Reseña multidireccional

Las 8 preguntas para Marcelo Birmajer

ChristopherHitchens.

Page 3: 29agosto

Si mi casa se prendiera fuego (Dios no lo per-mita) y me fuera dado salvar un solo libro,ese libro sería Bajo el Volcán, de Malcolm

Lowry (1909-1957). Pero no voy a hablar de esarelación un poco absurda que algunos lectoresmantienen con ciertos libros y que va más alláde lo aconsejable, porque eleva el rango de losmismos a la categoría de seres queridos. Lógica-mente lo más importante, al menos en lo quehace al hábito de leer, siempre es lo de adentro.Pero también es cierto que una vez que consta-tamos la calidad del contenido, empezamos aver el todo en su conjunto; y así edición, diseñode tapa y tipografía cobran relevancia. Creo quelas lecturas que nos han construido como lecto-res, además de ese proceso, lo que narran es lahistoria de un encuentro: de qué manera los lec-tores hacen contacto con esos libros. Libros quemodifican nuestra percepción de la realidad. Eneste sentido, como diría Fabián Casas, MalcolmLowry es uno de esos escritores que no salen abuscarte desde los desmesurados aparatos edi-toriales sino que se los encuentra irremediable-mente cuando son necesarios.

Para los que todavía no lo saben, Bajo el Vol-cán es una de las grandes novelas del sigo XX, pe-ro no es de ese libro del que quiero hablar, sinodel último auténtico Lowry que acaba de editar-se en nuestro país: Lunar Caustic; nouvelle pós-tuma que pueden encontrar en las librerías bajoel título de Piedra Infernal. ¿Y por qué quiero ha-blar de ese libro y no del otro? Porque basta cono-cer apenas un poco de la obra de Lowry para dar-se cuenta de que algo no anda bien con este últi-mo libro. No está terminado. Tampoco es un bo-rrador; es algo más que eso. O tal vez sí sea un bo-rrador, pero convengamos que se trata del borra-dor de un genio. Poco más de cien páginas de pu-ro talento y momentos de gran poesía. Piedra In-fernal es lo suficientemente bueno como paraque el editor no se vea en la obligación de enga-ñarnos y así aparece una Nota sobre la edicióndonde la viuda de Lowry nos advierte: “Mal-colm, no cabe duda, lo habría reescrito todo, pe-ro ¿quién iba a poder hacerlo como él?”.

La novela está inspirada en un episodio auto-biográfico; es todo lo que sabemos. Entonces memeto a bucear en su libro de correspondencia (Elviaje que nunca termina, Barcelona, Ed. Tus-quets, 2000) en busca de más datos. Lowry escri-be su primera novela, Ultramarina, antes de losveinte años. En 1935 es internado durante diezdías en un hospital psiquiátrico de Nueva York,probablemente a causa de una crisis alcohólica, ycomo fruto de esa experiencia escribe la primeraversión de Piedra Infernal a la edad de veintiséisaños. En una carta fechada el 27 de agosto de1951 Lowry escribe: “El genio sabe lo que quiere yva tras ello”. Podríamos afirmar que si Lowrycumplió con ese mandato fue porque creyó sercapaz de “decir algo nuevo sobre el fuego del in-fierno”. Bajo el volcán, Piedra Infernal y En Lastrehacia el Mar Blanco iban a ser parte de una serie deseis novelas interrelacionadas titulada El Viajeque nunca termina (las otras son: Oscuro como latumba en la que yace mi amigo, Eridanus y Lamordida); es decir, el eterno viaje de un escritor al-rededor de la literatura. Por desgracia, el viaje deLowry fue bastante accidentado y su proyecto ar-tístico no llegó a concretarse tal como él lo imagi-nó. Pero como diría T.S. Eliot “Para nosotros sólohay intento. Lo demás no es cosa nuestra”.

La leyenda es conocida. Malcolm Lowry: es-critor alcohólico y maldito; obsesivo a la hora decorregir sus manuscritos, tuvo una vida errantemarcada por el dolor y por la pérdida. Bajo el Vol-cán le llevó nueve años de trabajo, período du-rante el que reescribió la mayoría de sus capítu-los, llegando a tener hasta cuatro versiones delmismo libro, y fue rechazada por trece editores.Las mudanzas y los incendios fueron una cons-

tante en su vida. Una de sus novelas, En Lastrehacia el Mar Blanco, se perdió en un incendioque destruyó la cabaña que Lowry habitaba consu mujer en la playa de Dollarton (Columbia Bri-tánica, Canadá). Más de mil páginas reducidas acenizas. Fue Margerie Bonner, la segunda esposade Lowry, quien salvó el manuscrito final de Bajoel Volcán de consumirse entre las llamas.

Pero vayamos hacia Piedra Infernal. Tengo ellibro frente a mí y lo abro. Lowry está calentandomotores, pone primera y así es como arranca:

“Un hombre sale a primera hora de la mañanade una taberna del puerto, con el olor del mar enla nariz y una botella de whisky en el bolsillo, y sedesliza ligero sobre los adoquines como un barcoque se hace a la mar.

Enseguida se adentra en una tormenta, em-pieza a dar bordadas y trata desesperadamentede volver atrás. Ahora cualquier puerto le ven-dría bien.

Entra en otro bar.Sale a flote reparado con astucia, pero de nue-

vo vuelve a verse en apuros. Esta vez va en serio:

por poco lo atropella un tranvía… La peregrina-ción empieza de nuevo, pero el curso es tan errá-tico que parece que, más que intentando recor-dar, esté buscando algo ¿O quizá es que, como elpobre gato que ha perdido un ojo en una refrie-ga, busca sencillamente la vista?

Ese hombre, el personaje, se llama Bill Plan-tagenet, pianista de jazz británico, alcohólico yfervoroso lector de Melville; cuando queremosdarnos cuenta Bill, como por arte de magia (enrealidad, se trata más de un pase mágico de as-tucia narrativa por parte de Lowry que de otracosa), ya no está más vagabundeando por losbares del puerto sino internado en un hospitalpsiquiátrico.

Si mal no recuerdo fue Leónidas Lamborghiniquien dijo que la grandeza de Melville había sidola de cifrar el destino del capitán Ahab bajo la for-ma de una ballena blanca. Podríamos conjetu-rar, entonces, que si la ballena blanca representael destino del personaje de Moby Dick, la fuerzadestructora del alcohol y la locura configuran eldestino del personaje de Piedra Infernal.

Las novelas de Malcolm Lowry están plagadasde simbolismos y por ese motivo las remisiones aMelville y a Rimbaud no son inocentes. Tampo-co es casual que Bill Plantagenet sueñe o recuer-de, no se sabe a ciencia cierta, con los rugidos deleones encerrados en jaulas a bordo de un barcoazotado por un huracán en el golfo de Bengala.¿Nos está hablando Lowry de Rimbaud y su ex-periencia africana?

El libro alterna citas textuales de Rimbaud y deWilliam Blake y también de la propia poesía deLowry. Para hablar de barcos, escribe: “…unosbarcos que, mientras se golpeaban suavementelas costillas unos a otros y mordisqueaban sin ce-sar la negrura suicida de la corriente, parecíancontar tiernas historias de romances de verano”;“…pasaba un petrolero…siguiendo su estela ha-bía una draga que arrastraba un bote a muchasbrazas a estribor, de manera remota, umbilical”.Para describir el vuelo de una paloma en un díade sol, dice: “…una paloma emprendió el vueloen un pánico plateado…”.

El tema de la locura, de la cárcel y el manico-mio le hubiera dado tela para cortar a Foucault.Lowry lo sabe de sobra, pero el grado de conden-sación del libro que tiene entre manos no se lopermite y por eso, en lugar de escribir páginas ypáginas criticando el sistema carcelario, de vigi-lancia y alienación de las sociedades modernas,le hace decir a uno de los personajes, a propósitodel ingreso de Bill al hospital psiquiátrico, lo si-guiente:

“Seguro que es una manera curiosa de conocerEstados Unidos”

Y luego tenemos a los locos que cuentan histo-rias, tal es el caso del joven Garry, o a los que, co-mo el negro Batlle, les ocurre algo extraordinarioporque tratan de luchar con las palabras. Por esosi, como afirma otro de los personajes, las pro-puestas más creativas salen de los internos, ¿quées la locura? Lowry parece saberlo mejor que na-die y por eso escribe:

“Cuando la lluvia llegara y aliviara la sequía, elsol se habría puesto, igual que podría sucederque cuando a un hombre le sobreviniera la locu-ra, la mente no supiera que se trataba de un ali-vio”.

Al igual que en Bajo el Volcán, en Piedra Infer-nal hay una mujer. No es tanto una presencia co-mo una ausencia. Mejor dicho: una huella; casiuna marca indeleble en la conciencia de los per-sonajes y del lector:

“No importa a qué juegue una mujer; sepa ju-gar o no, siempre te gana”.

Llego final del libro y lo cierro. Déjenme decir-les algo: un gran final. Tengo la cabeza llena deimágenes del infierno y horrores privados, es-pectros producto del alcohol temblando en pai-sajes de pesadilla. Hay una idea de circularidadque se verifica en este y otros libros de Lowry. Asífunciona su método compositivo, no sólo a ni-vel estructural sino también textual. Largos pá-rrafos que producen un efecto hipnótico, envol-vente. Piedra Infernal se lee como una droga y secierra como un círculo vicioso. Empieza en unbar y allí es donde termina, pero antes, como enel comienzo del libro, el personaje entra en unaiglesia, porque beber en las iglesias es algo que aBill “le gusta especialmente”. Hay algo románti-co ahí: Malcolm Lowry como un bebedor santo.Entre el cielo y el infierno o la tragedia de unhombre acosado por sus fantasmas. Pienso en elcorazón humano, en el enemigo interior del quenos habla William Blake desde las páginas de losCantos de la Experiencia. Y por eso MalcolmLowry, alias Bill Plantagenet, toma. Ante unmundo de fantasmas que lo va cercando, tomapara mantenerlos a raya. Eso impide que los fan-tasmas se acerquen. Tomar. Es lo único que unopuede hacer. Para mantener alejados a los fantas-mas el único remedio es tomarse otro whisky.

Domingo 29 •08•2010 C U L T U R A 3

Las 8 preguntas para Marcelo Birmajer

3¿De qué lugar, personaje común ocircunstancia en general que ofrece Mar delPlata se apropiaría para incorporarlo como

pasaje central de alguna de sus obras?-Ya lo hice: las playas que van de Punta Mogotes a La

Perla: las usé en Historias de hombres casados, en

Mitos y Recuerdos y en El abrazo partido. Reescribopermanentemente esas cuatro horas en que, cuandotenía 6 años, me perdí en las playas de Mar del Plata.

Malcolm Lowry: el viaje que nunca terminaPORJORGECHIESA

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El historiador HugoChumbita afirma que“develar la verdaderaidentidad” delLibertador es muyimportante en el 160ºaniversario de sumuerte. Las probablesraíces mestizas delhombre de trayectoriaejemplar.

H ugo Chumbita precisa que “esmuy importante en este 160aniversario develar su verda-

dera identidad, porque creo insoste-nible seguir ignorando la tradiciónyapeyuana que dice que fue nacidode madre india, conocida como RosaGuarú, así como la evidencia que loubica como hijo natural del brigadierespañol Diego de Alvear”, dijoChumbita .

El historiador presentó “evidenciapara una nueva acción ante la Justi-cia a fin de que se realice la prueba deADN que pueda zanjar la verdaderaidentidad” del Libertador. UNA CONFESION

“Hay grabaciones hechas por unsecretario del ex presidente MarceloT. de Alvear en las que relata que su fa-milia era consciente de este dato, y sesentían orgullosos”, agregó.

Chumbita ha informado que “es-tán depositadas muestras de ADN deRosa Guarú y de Alvear, y ahora faltaextraer una muestra de los restos deSan Martín, que es donde hemos tro-pezado con dificultades”, por lo quese presentará una nueva acción antela Justicia que podría fundamentar laidentidad del Libertador como unmestizo americano.

En este Bicentenario de la PrimeraJunta de gobierno “necesitamos re-cuperar la memoria de los patriotasde la primera hora, que no están pen-sando sólo en la autonomía del im-perio español sino en una repúblicaque haga realidad los ideales univer-sales de igualdad”, enfatizó Chumbi-ta.

REVOLUCION SOCIAL

En opinión del historiador, “loque se ha olvidado en la enseñanzaoficial es ese carácter social de la revo-lución, que no es una guerra de ejérci-tos profesionales sino que se trata delpueblo en armas, como se puede de-finir a esa formación que San Martín,Manuel Belgrano, José Gervasio Arti-gas, Miguel de Güemes va a dotar dearmas para liberarse”.

“Es lo que hoy tiene significado es-pecial, cuando los países sudameri-

canos viven una etapa de importan-tes luchas por cambios profundosante la dependencia de los nuevospoderes coloniales y por una redistri-bución de los frutos de la indepen-dencia prometidos hace 200 años yque todavía faltan consolidar”, dijoChumbita, docente e investigadorde la UBA y la Universidad Nacionalde La Matanza.

Junto con esto, Chumbita abogópor “la plena emancipación del sen-tido cultural, con el que podamos ha-cer un eje en la conciencia de que so-mos países que tienen que lucharcontra los nuevos poderes globalesque han sustituido a los viejos pode-res coloniales”.

“Los poderes transnacionales y laspotencias de la guerra hoy represen-tan el mismo papel que en otrostiempos jugaron los países colonia-listas”, concluyó.

Precisamente de aquellos tiemposllega la proclama del Libertador quearengaba: “La guerra la tenemos quehacer del modo que podamos. Si notenemos dinero, carne y un pedazode tabaco no nos han de faltar. Cuan-do se acaben los vestuarios nos vesti-remos con las bayetillas que trabajannuestras mujeres, y si no andaremosen pelotas como nuestros paisanoslos indios. Seamos libres, que lo de-más no importa”.

HISTORIA INTIMA

La búsqueda de la identidad filia-toria de José de San Martín, posiblemestizo americano, se remonta a unregistro de alcurnia de una antiguafamilia rioplatense en el que se con-signa que José Francisco de San Mar-tín era hijo del español Diego de Al-vear “habido de una indígena co-rrentina”.

Cuentan los documentos que Ma-ría Joaquina de Alvear y Sáenz deQuintanilla se propuso llevar un re-gistro de la alcurnia de su familia, unade las más antiguas de la Argentina, y

dejarlo todo prolijamenteanotado desde los últimosaños del siglo XIX en un librode comercio.

En el libro, Joaquina inclu-yó una ‘Cronología de misantepasados’ donde anotóque José Francisco de SanMartín era hijo del brigadierespañol Diego de Alvear habi-do de una indígena correnti-na, que sería Rosa Guarú, unajoven guaraní que la historiasólo ubicaba como niñera delLibertador.

El texto está fechado el 23 deenero de 1877, dos décadas des-pués del fallecimiento del pró-cer.

LETRA ESCRITA

El tema es analizado por el his-toriador Hugo Chumbita y el ge-nealogista Diego Herrera Vegas

en las publicaciones ‘El secreto de Ya-peyú‘ y ‘El manuscrito de Joaquina’.

Diego de Alvear (1749-1830) llegóal Río de la Plata en 1774, participó encombates contra los portugueses yluego contra los ingleses.

En 1778, el año en el que nace SanMartín, dirigió una división que tuvola misión de establecer el tratado delímites sobre los ríos Paraná y Uru-guay.

En algún lugar de las misiones co-noció a Rosa Guarú y concibieron alniño, que fue encomendado al go-bernador de la reducción de NuestraSeñora de los Reyes Magos de Yape-yú, Juan de San Martín, y a su esposa

Gregoria Matorras, quien por enton-ces tenía cuarenta años y cuatro hi-jos.

En 1780 Juan de San Martín dejaYapeyú y en 1783 viaja a España contoda la familia.

En 1781, Diego de Alvear se casacon María Josefa Balbastro con la quetuvo nueve hijos; uno de ellos, CarlosMaría, nacido en 1789.

Según los Alvear, don Diego semantuvo siempre en contacto con lafamilia San Martín, costeó los gastospara que José Francisco siguiera la ca-rrera militar, mantuvo un trato afec-tuoso con él y Carlos María supo queJosé era su medio hermano.

En 1810, al producirse la Revolu-ción de Mayo, regresan ambos de Es-paña aprovechando las relaciones desu padre en Londres y Buenos Aires, ycomienza otra historia n

Mis imágenes son con-ceptuales y elegí pa-ra presentar en esta

ocasión las siguientes obrasS.T # 1 de la serie “Habita-c ión” real izada en e l año2005, S.T # 1 de la serie “Locontrario del amor no es elodio sino el miedo a amar”del 2007 y “Dx F 41.0” de esteaño. Su forma técnica de rea-lización es analógica y de to-ma directa.

En la mayoría de mis compo-siciones construyo simbologías,intervengo espacios con objetosque fuera de tu contexto naturalse resignifican y estos en su rela-ción con el todo generan un diá-logo propio; con un resultadohermético e intimista.

Y en la otra vereda presento miobra de la serie “Lo contrario delamor no es el odio sino el miedo

a amar” con una mayor aperturaa las miradas inmediatas.

Walter Erfilio Barrios tiene 33años, egresado de la Escuela deArtes Visuales Martín Malharroy fue este año seleccionado y be-cado por la Galería Isidro Miran-da para cursar en la Escuela deProyecto. Estuvo además selec-cionado a la II Bienal de Fotogra-fía Contemporánea Arte x Artede este año, obtuvo Mención delJurado Bienal Regional de ArteBahía Blanca; seleccionado a la5ta. Edición Premio de Fotogra-fía Expotrastiendas. ¿Sin Senti-do?; seleccionado al LX SalónNacional de Rosario. Museo Mu-nicipal de Bellas Artes Juan B.Castagnino, Rosario; y seleccio-nado al Premio Argentino de Ar-tes Visuales 2006 OSDE. ImagoEspacio de Arte, Capital Federal,entre otros reconocimientos.

4 C U L T U R A Domingo 29•08•2010 C U L T U R A 5

4¿Cuál es el mejor diálogo que recuerdaentre dos personajes de ficción?

-Película Erase una vez en América:Gordo Moe: ¿Qué has hecho durante estos

últimos treinta años?

Noodles: Irme a la cama temprano.Gordo Moe: Yo lo hubiera apostado todo por ti...Noodles: Y hubieras perdido. 5Si le permitieran ingresar en una ficción y

ayudar a un personaje, ¿cuál sería y quéharía?

-Anna Karenina. Me la llevaría.

Las 8 preguntas para Marcelo Birmajer Las 8 preguntas para Marcelo Birmajer

(fotografía de autor)

La resignificación del objeto ajeno

El habla por la ...(Continuación de página 1)

La música de cámara es idealpara la formación y la proyec-ción de los alumnos hacia otrasexperiencias y aprendizajes “pe-ro hay que saber hacerlo, no essólo que las notas caigan jun-tas”.

Postula que los alumnos sue-len estar muy preocupados “ma-tándose estudiando a Bach” y“tocando contra el metróno-mo”, y que hay que abrirse a otraespontaneidad. En Europa,Bach y Brahms forman parte delfolklore, es algo más natural. Aveces se insiste sobre cosas muycomplicadas, cuando quizás hayotras que no están claras en labase. Aquí, la espontaneidad es-tá en géneros populares. Se tratade trabajar para llevar ese len-guaje natural a toda la música,en eso “toda la música se parece,la interpretación debería poderser la prolongación natural delhabla, en eso me gustaría insis-tir”.

“Pienso que no es necesario es-perar a recibirse para poder tra-bajar en masterclasses, es prefe-rible hacerlo tempranamente ypoder edificar el resto de las ha-bilidades sobre esta actitud deapertura, de espontaneidad-”.Quizás la actitud más favore-cedora fuera no abordar a los au-tores por su prestigio y su com-plejidad, sino hacerlo con la mú-sica de acá.

“Si alguien puede tocar bienun tango o una chacarera, si es-tas bases están bien aprendidasdespués se pueden aplicar a cual-quier esquema musical. Se tratade poder decir yo voy a tocar estapieza así porque la siento así.Después, si se toca algo de Bach,tiene que estar como hablado,fluir y sentirlo y no estar preocu-pado por si tengo que apoyar eldedo así; que sería algo parecidoa recitar un poema de memoriacon miedo.”

Se trata de transmitir la espon-taneidad, el placer de tocar. Lamúsica no empieza cuando sue-na la primera nota, sino antes,en la preparación, y tampococoncluye con la última nota, si-no que persiste. Hay que escu-char y reflexionar, señala.

GÉNEROS

La charla prosigue y surgen mu-chas cuestiones, el cruce con eltango, para el cual Julien Lapeyretiene una aptitud especial, el pasa-je de eso a los instrumentos histó-ricos (es posible, el un concierto,pasar de los instrumentos históri-cos a los otros, pero no a la inver-sa), el interés o la falta de interéspor instrumentos poco frecuen-tes, la música que se manifiesta endistintos géneros, la sensación deque la música barroca, hoy de con-cierto, una vez fue danzante. Mi-riam Fernández se interesa ade-

más por la danza renacentista (pa-vana, contrapaso, y minué barro-co, que estudió en París con AnaYepes, hija de Narciso Yepes), ayu-da, dice, a entender esa música, asentirla, a interpretarla de un mo-do más vivo. Un ejemplo es las ve-locidades: siempre se busca tocarmás rápido, pero si pensamos queeso se tocaba caminando, o dandola mano, la rapidez deja de ser loimportante. La danza de esa épo-ca, antes del ballet clásico, es másaccesible. Por suerte, los intérpre-tes han dejado mucho escrito so-bre sus vivencias y sus técnicas.Ellos, señala, están lejos en eltiempo, pero eso no quiere decir

que hayan sido menos inteligen-tes. El estilo galante, agrega, es unaexpresión que lo dice todo, no vacorriendo.

Los aspectos de la música siguen,inagotablemente, en una intér-prete joven que ha logrado ya unagran experiencia. Siguen y, más al-lá de la música, reflejan una acti-tud, la de asumir un camino vivi-do como libertad y descubrimien-to, igual que los viajes, aquellos deaprendizaje y aquellos otros, los devolver para formar a partir de eseaprendizaje y mostrar las curiosassimetrías que unen al tango, a lamúsica contemporánea y a los ins-trumentos históricos.

El retornoAño a año regresa a Mar del Plata con distintosproyectos. En julio hizo, junto a Julien Lapeyre, unaextensa gira que abarcó desde Tierra del Fuego a BuenosAires, Bahía Blanca, Río Grande y Mar del Plata, conmúsica barroca, tango y masterclasses.

LA FIGURA DEL PROCER SIGUE AGIGANTANDOSE CON EL CORRER DEL TIEMPO

El San Martín más humano

Hugo Chumbita.

José de San Martín retratado por Gil de Castro.

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6 C U L T U R A Domingo 29•08•2010

Mitos y leyendas de laArgentina: historiasque cuenta nuestropueblo, de Iris Rivera, Buenos Aires:Estrada, 2005 Colección Azulejos

POR CAROLA HERMIDAIntegrante de la ONG Jitanjáfora

Iris Rivera nos invita a recorrer el país a través de las le-yendas y las tradiciones orales de nuestro pueblo. La DifuntaCorrea, el Gauchito Gil, la Salamanca, Santos Vega, el Lobi-zón, la Viuda, el Sombrerudo, la Deolinda y el Pujllay son losprotagonistas de los relatos que se incluyen en este texto,construido con la sensibilidad a la que Iris Rivera nos haacostumbrado. La escritura se transforma en un discursooral, ágil, que incorpora regionalismos y giros coloquialespropios de la zona a la cual pertenece cada uno de estos perso-najes. Los juegos narrativos, las oraciones breves, los toquesde humor, el suspenso bien trabajado y la incorporación dediálogos atrapan al lector, como lo hace la magia del narradorexperto en torno a un fogón. Al igual que todos los títulos quepertenecen a esta colección, el libro incluye una introducciónen la que presenta el género y a la autora y actividades de in-terpretación y producción de textos en el final.

Grandes libros,

pequeños lectores

Las 8 preguntas para Marcelo Birmajer

6¿Recuerda haber robado un libro algunavez? ¿Cuál o cuáles?

-Nunca jamás. Nunca lo haría. Me parece un actodespreciable.

DESPUÉS DE EL NOMBRE DE LA ROSA

Umberto Eco regresa con“El cementerio de Praga”

Umberto Eco llevaba siete años sin publicar una no-vela, y ahora por fin se anuncia El cementerio de Pra-ga, un libro con ilustraciones a la manera de los folleti-nes del siglo XIX, cuya acción comienza en los iniciosde dicho siglo y sigue hasta los primeros años del XX.

Marzo de 1897, París. Allí se encuentra al capitán Si-monini, un piamontés afincado en la capital francesaque desde joven se dedica al noble oficio de falsificardocumentos. Simonini no recuerda bien quién es y, si-guiendo los consejos de ese tal Freud con el que solíacompartir cenas en el mismo restaurante, decide po-ner por escrito su vida. De Garibaldi a Dreyfus, pasan-do por muchos de los grandes hombres que marcaronel siglo XIX, el hombre va hilando su pasado, convenci-do de que el ser humano sólo busca en lo que escucha ylee la confirmación de lo que ya sabe, y por lo tanto esfácil engañarlo.

El cementerio de Praga es en palabras del propio au-tor “una novela folletinesca donde todos los persona-jes, excepto el protagonista, existieron realmente, in-cluso su abuelo, autor de una misteriosa carta al abadBarruel que desencadenó el antisemitismo moderno”.

Eco está convencido de que la novela va a gustar ados grandes grupos de lectores: el que no sabe que cier-tos acontecimientos históricos pasaron de verdad, “eseque se ha tomado en serio incluso a Dan Brown y dis-frutará algo sádicamente de una invención perversa,incluyendo la figura del protagonista”, y esos otroslectores que bien pueden conocer los hechos relatados,pero que “de pronto notarán gotas de sudor en la fren-te, girarán para ver si hay alguien a sus espaldas, en-cenderán todas las luces de la casa y sospecharán queeso que se cuenta podría volver a pasar”.

El cementerio de Praga se publicará en Lumen enpocos días más.

MATU KOCENS, AUTOR DE “PODEROSAS RAÍCES”

La experiencia de ser un escritor independiente

Enrolado dentro del movi-miento de escritores in-dependientes y coorga-

nizador de la Feria del Libro In-dependiente Autogestivo (Flia)que se desarrolla en varias ciu-dades del país, Matu Kocens esun caminante que, mientrasanda y muestra su música(también es compositor), ofrecea quien lo quiera su último librode poesías y canciones, titulado“Poderosas raíces”.

De paso por Mar del Plata,donde impulsa la realización deuna feria similar que podría ha-cerse en octubre, Matu contócómo nació esta modalidad decomercializar su obra de mododirecto, un estilo que puede pa-recer bohemio, pero que insu-me esfuerzo y trabajo.

“Mi primer libro se llamaBarcos de agua, es de 1994, eschiquito, hecho a mano en pa-pel reciclado, es un libro de poe-mas y dibujos -recuerda-. Mi tíoabuelo era el titiritero y juglarJavier Villafañe, un día lo fui avisitar y le llevé mi librito de re-galo, me acuerdo que Javier loagarró, leyó un poema y me dijoque al mundo le hacía falta gen-te que ande por las plazas ofre-ciendo poesías así, le creí y salía vender mis libros los fines desemana. Luego publiqué los li-bros Picos de magia, Pájaro delamanecer y ahora hice Podero-sas raíces”.

Con la firmeza de “trabajaren serio” para lograr llegar a la

mayor cantidad de lectores,Matu contó que “la primera edi-ción de Poderosas raíces la ven-dí en mis recitales de música ypoesía y en ferias de Capital Fe-deral, la segunda edición de300 ejemplares la vendí duran-te el verano en diferentes pue-blos de la provincia de Córdoba,y ahora tengo una nueva edi-ción un poco más cuidada quelas anteriores, vendí varios li-bros en plazas y bares acá enMar del Plata”.

Sin embargo, este modo devender su obra no es sencillo.“Hay que tener paciencia por-que la mayoría de las personascuando les ofrezco un libro depoemas y canciones ni siquieralo reciben para echarle una mi-rada, y son pocos los bares quete permiten intentar ofrecerlo asus clientes”, reconoció.

El poeta, que en sus poesíashabla de la inmensidad del uni-verso e insiste con la libertad,señaló que el movimiento deFlia agrupa a escritores, edito-res, poetas y cuentistas, perotambién a fotógrafos, músicos,actores y pintores “que creen enla autogestión como herramien-ta de construcción”, señaló.

Las ferias de Flia fueron, ensus comienzos en Capital Fede-ral, una suerte de “contraferiadel libro”, en respuesta a lamultitudinaria que se hace to-dos los años en el mes de abril.“Después se hicieron ferias enfábricas recuperadas, centros

culturales o espacios tomados -siguió-. Y ahora se expandió, sehicieron Flias en Córdoba, enEl Bolsón, en Rosario, en Resis-tencia, en La Plata y en Santia-go de Chile, no se cobra entraday los escritores no pagan porsus puestos. Casi todos leen suspoemas en el escenario, predo-mina el buen espíritu, va mu-cha gente, vendemos nuestroslibros y discos”.

-¿Se puede hablar de unverdadero movimiento deescritores independientes?

-Sí, esto lo demuestra la can-tidad de ferias y encuentrosque se hacen constantementedesde Misiones hasta el Bol-són, y en Chaco y Mendoza yhasta en Chile. También haymuchos escritores viajando porel país haciendo la experienciade vivir de su arte. Escritoresque hacen sus libros y que la pe-lean todos los días y salen a lacalle a venderlos, a intentar es-cribir un poema más, y eso hoyes alucinante. No creo que estemovimiento tenga una caracte-rística, tiene un inmenso amor,fuerza y ganas de inventar uni-versos.

Kocens, en una de las Ferias delLibro Independiente que sehacen en diversas ciudades.

Siguió el consejo de su tío abuelo Javier Villafañey hoy vende sus libros de modo directo, sin pasar

por librerías. Milita en el movimiento deescritores independientes, que organiza

encuentros en diversas ciudades del país. Quées la Flia (Feria del Libro Independiente

Autogestivo).

Poderosas raícesTodos los infiernos más her-

mosos de tu corazón conquista-ron mis sentidos. Aún no pode-mos ver. Algunas luces hayprendidas y eso no nos sirve,nada alcanzamos al llegar lamadrugada tan silenciosa. Na-die traerá fuego, ni se quema-rán las penas que no se hanahogado en tantos tragos su-cios de veneno falso.

Se puede crecer, hacer nacernuevas poderosas raíces des-pués de tanto dolor y soledad.Es todo tan bello, hay tanta ma-gia en los cielos del amor que esdulce, todo es nuevo cada día,

no hay maldades que se acer-quen a mirarnos ni de lejos por-que no se los permito.

Tengo fuerza, tengo amor, mesiento libre, sano y puro, acer-cándome de a poco a la bondadque hay en los ojos de mis seresmás amados, que dan luz y meiluminan.

EN SUEÑOS

Alguien vendrá a buscar losrestos de esta noche intermina-ble de armonías. La música flu-ye, las notas son diamantes ex-plosivos. Puro espíritu, música

del amor, melodías que cauti-van todo en sueños, enloquecenlos sentidos que parecen siem-pre ocultos.

Luego tal vez los cielos cam-bien de color, o los ojos se vuel-van ciegos, la memoria se derri-ta y se haga lava que calienta ala montaña.

El atardecer hace al cerro vio-leta brillante, luego el cielo seoscurece y el color negro parecetener vida en el aire. El fuegoilumina tres o cuatro metros, laoscuridad está ahí nomás, tanamable y santa. Se nos vieneuna noche alucinante...

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POR CRISITIAN VILLARREAL

Me siento ¿me siento? No, ca-mino. Windows Media Player. Asíva entrando por mis oídos, ¿quéhago? Alguien habla ¿Todo bien?Ya me distraje. Disculpame, mevoy. Vuelvo al papel. Ya llegó. Em-piezo. Una línea, una laguna ¿Unbote? Nada. ¿Qué andás hacien-do? Ahora se puso Led Zeppelin¡Un bote! Remo, fluyo, ya crucé la

laguna, sigo, camino, troto. Estoycorriendo. Veo un caballo. Arriba.Galopo, siento el viento en mi ros-tro. Suena Iron Maiden. Se frenómi caballo ¿por qué? Es que hayun acantilado. Necesito algo parasaltar. Me engancho en una con-versación. El aleatorio elige FooFighters. La lapicera no larga na-da, che. ¡A comer! Volví. Está RalyBarrionuevo. Sigo escribiendo. ¡Laletra i! ¡Cierto! Llega un águila gi-

gante y me captura con sus garras.Cruzamos el acantilado, aterriza-mos. Ya se fue. Camino, más lenta-mente. Me dirijo al castillo delGran “i”, uno de los veintisiete de-fensores del habla. Cuando estoypor entrar me registran, no quie-ren correr riesgos ¿Cambia el te-ma? Sí, es Sumo. Llego al encuen-tro del gran “i”. Le pido ayuda conmi cuento. “¿Eres idiota?, ya lohas terminado”.

Domingo 29•08•2010 C U L T U R A 7

Los libros más vendidos de la semanaFICCION

1.”BLANCO NOCTURNO” Ricardo Piglia. Anagrama. $59.2.”LA VENGANZA DE LOS PATRIOTAS” Miguel Bonasso. Planeta. $69.3.”LAS VALKIRIAS” Paulo Coelho. Grijalbo. $65.FICCION

1.”FIRMENICH. LA HISTORIA JAMÁSCONTADA DEL JEFE MONTONERO” Felipe Celesia y Pablo Waisberg. Aguilar. $69.2.”EL ESCARMIENTO” Juan Bautista Yofre. Sudamericana. $75.3.”SIETE FUEGOS. MI COCINA ARGENTINA” Francis Mallmann. Vergara y Riba. $139.

Recomendados:

1.”MONOAMBIENTES. MICRO RELATOSDEL NOROESTE ARGENTINO”. Ed. Desde la gente. $18.2.”CONTRA EL REVÉS DEL CIELO” Jimena Busefi. Ediciones del árbol. $38.3. “MALVINAS” Mario Sampaolesi. Ediciones del Dock. $30.

Si ustedes preguntan a un anglosajón quién es el filóso-fo más importante del siglo XX, casi sin duda les contesta-rá que es Ludwig Wittgenstein. Pero si esa pregunta se lahacen a un europeo continental, inexorablemente res-ponderá Martin Heidegger. Ambos nombres implicandos caminos totalmente divergentes de la filosofía. Siem-pre se ha dicho que la filosofía anglosajona –la de Inglate-rra y los Estados Unidos- y el pensamiento continental eu-ropeo recorren vías diferentes.

Podríamos decir que Heidegger es un filósofo oscuro,que comenzó como profesor adjunto de Edmund Hus-serl, el fundador de la fenomenología, y siguió una esca-la académica hasta llegar a rector de la Universidad deFriburgo en pleno nazismo. Algo que marcó el final de su

carrera académica y fue una situación que después de laguerra le acarreó gran cantidad de reproches. A finalesde los años cincuenta volvió a aparecer discretamenteen la vida pública y su obra fue recuperada. ¿Fue naziHeidegger? Esa es una pregunta que a lo largo de estosaños se ha hecho muchas veces. No cabe duda de queaceptó y colaboró con el régimen nazi y, por supuesto,no se opuso a él en modo alguno, a pesar de que sus se-guidores se preocupan por mostrar supuestos actos deresistencia. Dio discursos entusiastas a favor de Hitler,pero también es verdad que es su pensamiento ultracon-servador, todo lo contrario a cualquier ideología progre-sista en cualquier sentido del término, hay diferenciasfundamentales con el ideario nazi.

Recomendados:

■ Lecturas Fuente: Cámara de Libreros del Sudeste de la provincia de Buenos AiresDestacada labor de marplatensesen las Olimpíadas de Poesía

El viernes 20 de agosto los alumnos Ramiro Alfaya ( 4°4°) , JoaquínGalindo (5°1°) y Mauricio Hankovits (5°1°) del Colegio Nacional Dr.Arturo U. Illia obtuvieron una resonante actuación en las XI Olim-píadas Colegiales de Poesía, organizadas por APOA (Asociación dePoetas Argentinos).

En julio, los estudiantes resultaron finalistas entre mil ciento vein-te trabajos enviados por alumnos de todo el país. La final de las XIOlimpíadas, para la que se prepararon con la profesora de Literatura,Evangelina Aguilera, se realizó en el Salón Dorado de la Legislaturade la Ciudad de Buenos Aires, en el marco de las XI Jornadas Itineran-tes de Poesía.

La final consistió en la creación de un poema, en un tiempo máximode dos horas y media, conforme a instrucciones elaboradas por la Aso-ciación de Poetas.

El alumno Joaquín Galindo fue distinguido con la Segunda Men-ción de Honoren su categoría. “Como integrantes del Colegio Nacio-nal Dr. Arturo U. Illia nos sentimos orgullosos de la participación ydesempeño de nuestros estudiantes, quienes nos animan a seguirapostando a una calidad educativa de excelencia, comprometida yparticipativa”, dice el comunicado de la entidad educativa.

Las 8 preguntas para Marcelo Birmajer

7Un extraño hongo se esparce por subiblioteca y consume de manerairrefrenable los libros. Sólo dispone de unos

segundos para actuar y salvar a tres de ellos. Lo

que usted hace para ganar tiempo es arrojar a lavoracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuálesserían los sacrificados y cuáles los salvados?

-Sólo puedo hablar de los que salvaría: La Torá,

Enemigos, una historia de amor, de Isaac BashevisSinger; y Dormir al sol, de Adolfo Bioy Casares.

Fragmento de “La aventura del pensamiento”,de Fernando Savater(publicado por Debolsillo)

A través de una serie de cortos ca-pítulos ilustrados, “Una gloria si-lenciosa”, libro recientemente edi-tado por “Libros del Zorzal”, reca-pitula y presenta los aportes a lasciencias experimentales con signi-ficación universal efectuados ennuestro país. Escrito como contri-bución a las celebraciones del Bi-centenario, el texto parte de los re-motos orígenes virreinales de laciencia en el Río de la Plata, pero seconcentra en los dos siglos trans-curridos entre 1810 y 2010, parapasar ágil revista a una selección depersonajes, disciplinas, problemascientíficos, logros y centros de in-vestigación que merecen ser cono-cidos y recordados. Debido a queexplora en escorzo muchas di-mensiones culturales y sociales dela historia que relata, Una gloria si-lenciosa traza, en suma, las líneasmaestras de una breve historia dela ciencia en la Argentina. Escritopor un historiador y filósofo de laciencia argentino con larga expe-riencia en la divulgación y el ensa-yo, el libro evita tanto los tecnicis-mos científicos como los abstrusosanálisis sociológicos que sólo inte-resan a los especialistas, mientrasque conserva la profundidad delanálisis y el rigor informativo exi-gidos por el tema.

Miguel De Asúa es doctor en Me-dicina, máster en Historia y Filoso-fía de la ciencia y doctor en Histo-ria. Actualmente es investigadordel Conicet y profesor en diversasuniversidades. Recibió las becasGuggenheim, British Coun–cil yFundación Antorchas, entre mu-chas otras. Sus últimos títulos pu-blicados son Los juegos de Miner-va (2007) y La ciencia de Mayo(2010).

También acaba de editarse “LaPolítica Internacional Subnacio-nal en América Latina”, de LuisMaira (Editor)

Este libro examina un fenóme-no nuevo en los países latinoame-ricanos. Se trata de la actividad in-ternacional de los gobiernos sub-

nacionales: provincias, regiones,Estados o comunidades autóno-mas. En los diversos trabajos quedan forma a La Política Internacio-nal Subnacional en América Lati-na, se aborda este fenómeno demanera comprensiva, por lo quedebiera convertirse en un textoorientador de los programas y es-fuerzos que vendrán en este cam-po. Una primera sección examinasus aspectos teóricos, tanto en elcampo de las estrategias de regio-nalización como en la Teoría de lasRelaciones Internacionales. Lue-go, entrando al estudio de casos,pasa revista a las experiencias deMéxico, Brasil y a la situación quese genera en la Triple Frontera en-tre Argentina, Brasil y Paraguay,que ha tenido mucho seguimientoen los años recientes. Una tercerasección está dedicada al análisis enprofundidad de la importante rela-ción subnacional entre Argentinay Chile en las dos últimas décadas.

Luis Maira es experto en rela-ciones internacionales. Ha sidoparlamentario, ministro de Pla-nificación y Embajador en Méxi-co y Argentina. Es ex director delInstituto de Estudios de EstadosUnidos en el CIDE, de México yex coordinador académico de RI-AL (Programas de Relaciones In-ternacionales de América Lati-na). Su último libro es El LargoConflicto entre Chile y Bolivia.Dos Visiones, junto a Javier Mu-rillo como coautor (Taurus,2004).

Dos siglos de ciencia en Argentina

“I”

POR LAUTARO RIVARA

Un señor ya maduro caminaba con parsimonia pue-ril, deleitándose con cada paso con sabor a mañana. Lasmanos en los bolsillos, tiradores color aceituna, unaflor en el ojal como un galán de otra centuria. Un silbi-do cabizbajo dibujando tonos siempre mayores, y unamelancolía de planeta en su andar tranquilo. Sus piescasi marchitos pateaban una tapita de botella. Un golpede su pie derecho, un chasquido, un revoloteo ingrávi-do y el desplome suave a unos pasos.

Un golpe del pie izquierdo y una ligera curva antes dela caída. Golpe derecho y vuelta a empezar, con la tapitaensuciándose de la tierra negra empapada de ozono ymañana. Su pasatiempo era tonto, lo sabía, pero poco leimportaba.

De pronto un golpe de inusitada vitalidad eleva la ta-pita más de la cuenta, y por circunstancias inéditas o

quizás por cierto resurgir de sus años dorados como de-lantero, esta va a dar contra un vidrio que se desgranaen reflejos y astillas. El restallar de cristales se propagacon un sonido inexplicable.

El señor apesadumbrado no alcanza a coordinarmúsculos y pensamientos cuando la señora del prime-ro C sale furiosa empuñando un palo de amasar, comosi este fuera un arma capaz de descorcharle la cabeza. Elrepertorio de insultos no se hace esperar y este ruborizaal hombre hasta la punta de la nariz.

Consternado agacha con mansedad la cabeza y musi-ta algún ensayo de disculpas. Entre el palabrerío dos vo-cablos lo lastiman particularmente: viejo alcornoque.El señor regresa engalanado con sus tiradores coloraceituna y su paso pueril, pero su flor luce acaso algomarchita. Las palabras de la vecina lo aplastan comouna profecía, y en el camino de vuelta, la cara se le pue-bla de arrugas y envejece 15 años de un suspiro.

La mañana de los quince años

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8 C U L T U R A Domingo 29•08•2010

Las 8 preguntas para Marcelo Birmajer

8Se le concede la extraordinaria excepciónde hacerle una única pregunta a uno de sustantos escritores predilectos. ¿Qué le

preguntaría?-Hace muchos años he aprendido que a los escritores

favoritos nunca hay que preguntarles nada. Nada de

lo que digan personalmente puede ser mejor que susescritos, e incluso pueden intoxicarnos el placer de sulectura.

Paraíso.3POR LUCIANO W. FRANCO

Fue una verdadera obra de arte. El escultor le dio for-ma a la figura de una manera singular, sin precisiónanatómica, la cual sacrificó en nombre de los infinitosrectas y planos. Los dos brazos extendidos a los lados,los pies superpuestos allí abajo y la cabeza levementeinclinada hacia la derecha. Todo lo consiguió sin unasola curva. Era una figura angular de gran belleza, tantoque no lo comprendieron. En ocasiones a la belleza hayque explicarla y la forma en que se lo haga es la culmi-nación estética de la obra.

El escultor regresó a su casa arrebatado de dolor, conel disgusto en las manos y en el alma. Su espíritu teníaun doblez y eso interpretó el corazón que le estalló sinprevio aviso. No hubo dolor. No me gusta el dolor, aun-que piensen que no estoy siendo sincero. Es cierto quesus familiares se angustiaron no todos- y que algunoscolegas de la Escuela Municipal de Artes hablaron deinjusticia… La muerte es biliosa para la mayoría de loshumanos porque no tienen la fe suficiente para distin-guir que puede salvar a más de uno. ¿De qué beneficiohablaríamos en el caso del escultor si su permanenciacon vida habría sido una tortura?

El hombre de brazos pequeños pero manos grandes,sonrió al verme. Quiso llorar y no pudo.

-No hay llanto acá. Además, no te sientas culpable,que si estás en este sitio es porque has sido perdonado.

-Yo no creía que…-Eso ya pasó.-¿Estoy muerto? me lanzó la pregunta infalible y pa-

ra la cual tengo la respuesta automatizada.-Esas son sólo palabras… ¿Te sentís muerto? le dije.-No… ¿y dónde estoy, en el Cielo?Después de mi sonrisa, asomó Tuligaldo y lo pre-

senté como el encargado de darle las demás explica-ciones. Al escultor no le llamó la atención el menudotamaño de su guía, ni tampoco la característica mane-ra de moverse.

-Este es el momento en que me despido y en el que teconcedo la última pregunta. A partir de ahora, te esperauna etapa interminable de aprendizaje y Tuligaldo olos demás como vos te podrán instruir, le adelanté.

-Lo único que quiero saber es si todas mis esculturas,cada golpe de cincel que di, cada idea que tuve fue mía.Porque ahora que te conozco debo dar crédito a quie-nes decían que todo lo que sucede es por obra tuya…

-Si fui capaz de impedir que perdieras un dedo aque-lla mañana cuando trabajabas en el rostro de Jesús pue-do ser capaz del resto de tu obra, pero quedate tranqui-lo… Cuando se trata de un artista, yo impido lo malo yél mismo hace lo bueno.

Desaparecí de allí mientras Tuligaldo le sugería certe-zas acerca de la inexistencia del sol en este paraje.

-Hay claridad y sensación de una temperatura ide-al, y las hay en un estado de tal constancia que dejande ser advertidas. Es lo mismo que ocurre con el bie-nestar corpóreo -le dijo mi ayo.

El escultor, de nombre Fernando Portas, preguntó siera cierto que se iba a poder encontrar con otras perso-nas y Tuligaldo le dijo que sí. Que había distintas sec-ciones, pero que algunas de ellas eran impenetrables.

-La gente que fue famosa y que es muy admiradadebe estar protegida, porque si no seguiríamos en lamisma que allá abajo. Aunque acá lo que sobra estiempo, los admirados no podrían estar haciendootra cosa que no fuera saludar, recibir elogios, reco-nocimientos.

El rostro de Fernando Portas se estiró hasta el límiteprevio al llanto. Hasta ese límite. Su padre había sidoel gran Eugenio Portas. Y aquí arriba la regla de inter-venir, es inapelable.

(Continuará la próxima semana)

Una Bugia Veniale POR ROSARIO HOLLMANN

POR RICARDO [email protected]

Este invierno es particularmente duro. No da tregua. Elgris ganó la batalla de los colores y se trata, solamente,de una guerrilla de matices para definir el tono del día.

La llovizna permanente ha logrado embarrar el pavimento ymancillar toda esperanza. El agua dio paso a la tristeza que, persis-tentemente, cae sobre la ciudad. Sólo se ven rostros compungidos,escondidos dentro de los propios hombros, que miran hacia elsuelo y buscan, infructuosamente, un lugar donde guarecer la des-ventura cotidiana.

Recordamos al sol. Se lo menciona como a un dios errante al quehay que invocar, pero, en voz muy baja para no aumentar la ira -yadesatada- por la impiadosa deidad de la lluvia.

El mar se bate agitado. Una fuerza oscura lo transforma y lasti-ma en sus entrañas. No es el mismo del verano pasado. Es unmonstruo que amenaza con devorarse la ciudad costera.

Las casas huelen a humo. Hogares y salamandras dejaron de serobjetos decorativos para convertirse en artículos de uso cotidiano.Con frecuencia la calefacción a gas no alcanza y los vendedores deleña hacen –literalmente- su agosto.

Las noticias televisivas -con ese tono catastrófico al que nos tie-nen acostumbrados- anuncian la persistencia del mal tiempo portoda la eternidad.

Vos tenés el humor del cielo. Yo también.Los bares están oscuros, aún con las luces encendidas. Los parro-

quianos miran hacia afuera con la mirada teñida de melancolía.Releen, sin mirar, el diario que ya está húmedo y ajado.

Alguien mencionó a la primavera. Se dice de esa época de suce-sos breves, silenciosos y perfumados. Recordaron que, ahora mis-

mo, se están gestando los brotes de jacintos que se aprestan a ex-plotar en los jardines. Que arde el corazón de los sauces y se anun-ciará en un fuego repentino teñido de verde. No lo creo. Hoy nocreo en la primavera, ni en los jacintos, ni en el verdor de los sau-ces. No creo en ningún verdor. Sólo el gris del invierno es real.

Me voy a dormir, me decís, ¿venís? Ahora voy. Termino de ver lapelícula (que no estoy mirando) y voy.

Cuando llego estás profundamente dormida (o parecés estarlo).En la habitación hace frío. Quizá se note más porque el esfuerzocalórico está puesto en entibiar los lugares de permanente estar.Tal vez haga frío extra.

Acurrucada, mirás hacia tu pared dándome la espalda. Al acos-tarme trato de no molestar y que el frío no se filtre en la cama. Aco-modo la almohada –me gusta baja y a vos alta, imposible confun-dirnos- y comienzo a buscar una posición para dormir. Intento ha-cer mimetismo de formas y me acurruco buscando que lo cóncavoencastre con lo convexo. Un leve estremecimiento tuyo me indi-ca que debo desistir del intento. Paso mi brazo derecho por tu cin-tura y descubro que no sé dónde apoyarlo ni de dónde asirme. Sua-vemente giro y quedo mirando el techo. Finalmente, me doyvuelta y miro hacia mi pared. Me hago un ovillo para evitar lo géli-do del momento. Sin querer te rozo y, nuevamente, te corrés másallá del abismo. Yo hago lo mismo, pongo distancia, a modo dedisculpas.

Comprendo la situación. Es una cuestión de salud. Se trata deevitar el contagio. Cualquier roce puede traer consecuencias nodeseadas e inevitables. Está probado que, si nos mantenemos de-masiado cerca toda la noche, lo más probable es que despierte en-fermo de un silencio oscuro y una lánguida nostalgia. Y, aunquesea el más lejano de mis deseos, es seguro que amanecerás con el al-ma transida por una tristeza sin fin…

Contagio

Que sea una cuestión de fe,que mine el fardo católico,y se oigan las voces:¡Per’l amore de Dio!Si los cayos no te importaban,¿Por qué, no caminaste sobre tierra,en vez de hacerlo sobre el agua?Y mientras, tú aliento intentaba ser el mío.Ni en el Nuevo Testamento,ni en el Diagramma Della Vertiá, ocultobajo dobleces matemáticos,o la funda de la sábana,en ningún lado estaba explicado;¿Cómo hacer para alejarte

/de mi aliento?Y se oyeron las voces:¡Per’l amore de Dio,che coglioni che ha questa!

Eras más difícil de entender,que DIII¡Y mira lo que te digo!Necesitabas la arrogante verdad,y tu sed te daba de beber,jugabas a ser Dios,pero la piedra angular,que construyó la iglesia,fue la misma que la destruyó.¡Per’l amore de Dio!En estados inducidos, iluminada,pellizcada.Y la burda verdad, te golpeó,con deliberada fuerza,y tú gemido, se convirtióen hielo seco,cuando comprendiste.Y no hiciste más que gritarme:¡Quereme, per’l amore de Dio!