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    .HOMERO EN VIVO ENTONCES Y AHORA1

    HCTOREDUARDOGARCACATALDOPontificia Universidad Catlica de Valparaso. Chile

    Resumen:La obra homrica entraa una serie de cuestiones, vinculadas tantoa la tradicin que ella inaugura como a la crtica que suscit en el devenir de su propiacultura. Este artculo aborda uno de esos aspectos crticos a partir del anlisis, quePlatn realiza en su Repblica, contra el contenido de los versos de la poesa homrica.La crtica platnica halla su fundamento en criterios ticos y polticos, acordes a

    principios racionales de acuerdo al modelo de hombre-ciudadano que el propio filsofopropone. Por consiguiente, la esttica de la obra homrica no responde a ese modelo.

    La tachadurade los versos a este respecto significa la obliteracin de lo msenigmtico que hay en la naturaleza del ser humano y que mantiene en vilo suvigencia hasta hoy, que Homero avizor con toda diafanidad y expres con una bellezafrancamente inigualable, desentraando esehumusertico de laphysishumana, de la deentoncesy an de la deahora.

    Palabras clave: poesa homrica, crtica platnica, intertextualidad, amor-pasin.

    HOMER LIVE, THEN AND NOW

    Abstract: Homers work entails a number of questions linked both to thetradition it inaugurates and to the critique it raised in the becoming of its own culture.Tis article studies one of those critical aspects starting from the analysis which Platomakes in his Republic against the content of the verses of Homeric poetry. Platoniccriticism has its foundation in ethical and political criteria, following rational principlesaccording to the model of citizen-man which the philosopher himself proposes.Terefore, the aesthetics of Homers work does not respond to that model.

    Te erasure of the verses in this respect means the obliteration of what is most enigmaticin the nature of human beings and which keeps suspended in the air its force until today,

    1 El texto-base de este artculo corresponde a la conferencia leda en la Universidad Nacional de Cuyo eljueves 18 de agosto de 2011, en el marco del I CONGRESO INERNACIONAL DE ESUDIOSSOBRE LA PICA. CONFIGURACIONES DEL GNERO DESDE LOS CLSICOS A LA

    ACUALIDAD, el que se desarroll entre el 18 y 20 de agosto en la sede de la Facultad de Filosofay Letras de la UNCUYO, en la ciudad de Mendoza, Argentina. Se presenta aqu con las debidas

    ampliaciones y textos que no fueron expuestos, por razones de tiempo, en la conferencia misma.

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    which Homer foresaw with full diaphaneity and expressed with a beauty frankly unequaled,unraveling the erotic humusof humanphysis, that from thenand still that from now.

    Key words: Homeric poetry, Platonic criticism, intertextuality, love-

    passion.

    Recibido: 2.11.11 Aceptado:5.12.11

    Correspondencia: HCOR GARCA CAALDO. Licenciado en Filologa Clsicacon Opcin Helnica y Latina. Magister en Historia con Mencin en Historia Europea.Doctor en Filosofa. E-mail: [email protected] - el. 032- 2274391; 02- 2392292. Profesoren la Pontificia Universidad Catlica de Valparaso; Universidad de Chile y Universidadde Playa Ancha.

    Introduccin

    Homero, un nombre y un origen para la historia del devenirdel mundo occidental. Es tambin la referencia ineludiblepara todo origen cultural; con este poeta la Hlade se abrira lo que en lenguaje moderno llamaramos la contextualidad o mejor la

    intertextualidad y con ello una especie de intraculturalidad; con l se inaugurael origen y evolucin de los llamados gneros literarios: la pica. Para todaaproximacin a la obra homrica se debe enfrentar de una u otra manerauna cuestin de mtodo: desde dnde nos situamos para hablar de la poesahomrica. Dos mil ochocientos aos marcan la diferencia; ya en la propiaHlade hallamos los primeros vestigios y las primeras referencias a considerar:la primera intertextualidad y con ello las primeras manifestaciones de lo quehoy llamaramos hermenutica, crtica y esttica de la cultura.

    Desde la misma poca arcaica la poesa homrica ha tenido un rolpreponderante en la vida y la sociedad helena y los jvenes poetas as lo haninterpretado, colgndose en un amplio sentido al decir de los versos homricos:ejemplo de ello lo tenemos en los poetas lricos, que son sus ms inmediatosseguidores; en los poetas del drama, quienes han llevado el anlisis y la crticade aquella poesa mitopoitica a un mbito superior y problemtico, pasandonaturalmente por la crtica teolgica del propio mundo jnico desde la perspectivade susphysiko para luego decantar, en el siglo IV a. de C. en un anlisis y crticasevera en la obra platnica y, a la vez, de mxima alabanza en la observacin

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    al fenmeno potico en tanto que tal en el pensamiento de Aristteles, ni qudecir de la crtica en perodo helenstico, donde la propia obra homrica seallos derroteros de la crtica literaria y abri camino a la ciencia del lenguaje. Seentiende, entonces, a qu me refiero cuando sealo que estamos enfrentados aun problema de mtodo y eso sin considerar los aportes de la modernidad: de losHumanistas del Renacimiento, de las penetrantes observaciones del idealismo yromanticismo alemn, de aquel gran movimiento de 1770 y su peculiar vueltaa lo helnico en aquella alquimia de cristianismo y helenismo; smesele a estepanorama las modernas teoras literarias de los siglos XIX y XX y se tendr entoda su dimensin el problema de mtodo al que hago referencia.

    Platn y la achadura de la oesa homrica

    De acuerdo a este complejo periplo, nos limitaremos a centrar laexposicin a problemas surgidos en la propia Antigedad helena. Vamos a partircon un asunto de contextualidad y de intertextualidad, desde la cida crticaplatnica a la obra homrica, tal como es presentada en la Repblica. No vamosa discutir aqu acerca de los presupuestos de Platn que subyacen en su teorade la Repblica, pero debemos llamar la atencin, sealando que Platn rompe

    con una tradicin literaria, que en la extensin de su devenir haba levantadopoltica y culturalmente al mundo heleno. Para la crtica platnica, Homero yano ser ms el educador de toda la Hlade y, por lo mismo, la poesa en generalno puede ser paradigma de educacin en el sentido de la formacin de una ideade hombre-ciudadano, acorde al modelo que el filsofo se propone, esto es,como se ha dicho, un hombre y una sociedad que se basa en principios ticos,polticos y jurdicos, fundados en la razn.

    La esttica de la poesa, la de la pica, no respondera a este paradigma

    racional, particularmente no estara a la altura moral que Platn se propone:por la mmesis, la poesa, el arte, coquetean con la ficcin, con la irrealidad,con el no-ser; la bsqueda de la verdad, por el contrario, se halla del lado delser y una tica y una poltica en tanto que tales, en orden a la justicia y loconveniente, slo pueden fundarse en la verdad. Puede afirmarse, entonces,que la crtica platnica a la poesa se funda en una crtica ontolgico-tica2. No

    2 Al respecto vase la Introduccin del ensayo de COFR J. O., El Destino de las Artes y laEducacin Esttica en la Repblica de Platn.Univ. Austral de Chile. Valdivia, 1980, pgs. 3-5.

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    podemos discutir los detalles de esta crtica ni los problemas que entraa entrminos de comprender la originalidad e independencia de la obra de arte, yde la poesa en particular, respecto de cualquier determinacin poltica. Bastarapor el momento sealar que la Antigedad no se propuso tratar el problemade la independencia total del arte con respecto a los regmenes polticos, astambin se podra aadir con respecto a la educacin en la filosofa polticaaristotlica.

    Atenindonos a Repblica, uno podra pensar que la crtica contra lapoesa pica no es una crtica contra la poesa quapoesa pica, sino que esacrtica estara orientada a su contenido: atentara contra la formacin de undeterminado ethos3,y no podemos dejar de reconocer que en esa misma crtica

    se deja sentir, al mismo tiempo, un gran reconocimiento a la obra homrica.La tachadura a la que se refiere Platn es a la concepcin que el poeta nosrepresenta acerca de la muerte, el Hades, su idea del alma, as como de losphrenes una vez llegados a dicha mansin. La crtica platnica no tiene encuenta la concepcin homrica del mundo, porque simplemente el tiempo yala ha modificado y l, personalmente, ha elaborado la suya. Pero sobre todo,porque Platn presupone que por el modo cmo la pica habla de la muerte,del alma y de eso que Zubiri entiende como la inteligencia sentiente, lasphrnes

    homricas, es contraproducente respecto del ethosque se debera desarrollar enlos hombres de la polis.

    Asimismo, la concepcin homrica de los dioses, que actan bajoparadigma humano, no puede tener cabida en la concepcin platnica,porque el filsofo no ha visto que la mayor revolucin del pensamientopico fue el haber creado a los dioses a imagen y semejanza del hombre,una de las ms grandes proezas intelectuales del hombre arcaico heleno; losdioses son producto de la imaginacin humana4, y como los ha entendido

    3 Cfr. Rep. 387 b: , , , , . Por ello solicitaremos a Homero y a los demspoetas que no se encolericen si tachamos los versos [...], no porque estimemos que no seanpoticos o que no agraden a la mayora, sino, al contrario, porque cuanto ms poticos, tantomenos conviene que los escuchen nios y hombres que tienen que ser libres y temer ms ala esclavitud que a la muerte. rad. de Conrado Eggers L. DILOGOS IV, Repblica. Ed.Gredos, Barcelona, 2007.

    4 Cfr. al respecto FINLEY, M. I., El Mundo de Odiseo.Breviarios del F.C.E. Mxico, 1961.

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    Castoriadis, los dioses homricos son lo que en el hombre es ms que elhombre5.

    ampoco Platn puede comprender que la pica arcaica haya humanizadoa sus ms grandes hroes, hacindoles participar de las emociones propiamentehumanas. No puede entender a un Aquiles invadido por las iras o por lasangustias del hombre enfrentado a un destino superior, que le es ineludible,porque un hroe, un hombre que siente debilidad en su ser, no sera apto comomiembro defensor de la polis; se opondra a su concepcin de la andreia, talcomo la esboza a partir del libro II6.

    La lectura platnica de Homero, sin ser malintencionada, desvirtalo propiamente potico de los hexmetros homricos por el solo hecho de latachadura de los mismos, y de modo arbitrario, aunque arguya que ello seapara dar pbulo a la verdad muy estimada. La poesa pica de Homero estmuy por encima de este concepto de verdad que plantea Platn como manejode la relacin entre gobernantes y gobernados7, que suena no a la idea de unintercambio como se ver en el pensamiento de Aristteles, sino ms bien en lalnea jerrquica de sumisin y obediencia a los que caminan en el poder, asuntoque Platn destaca tambin de la obra homrica y que efectivamente apruebapara su propio sistema educativo.

    Platn desaprueba el tratamiento que el poeta da al amor, especialmenteal amor-pasin, de la piel y los sentidos. La expresin ms alta de su crticatica la formula al considerar como absolutamente inapropiados aquelloshexmetros en que Homero describe el episodio en que se invierten los papelesen los acontecimientos de la guerra de roya, gracias al engao de Hera a Zeus.En el dilogo, Scrates pregunta a Adimanto:

    ; [...]

    , ,

    , , ,

    , ,

    Cap. tica y Valores, pg. 1475 Cfr. CASORIADIS, C., Lo Que Hace a Grecia. 1. De Homero a Herclito. Seminarios

    1982-1983 La Creacin Humana II. F.C.E. Buenos Aires, 2006. Pgs. 158 ss.6 Vase Rep.desde 388 a.

    7 Vase Rep.389 b ss.

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    crees que para un joven es apropiado escuchar tales cosas en cuanto a sutemplanza? [...] O bien narrar que Zeus, el nico despierto mientras los demsdioses dorman, tras olvidar fcilmente todas las maquinaciones que habanideado, impulsado por la pasin sexual, al ver a Hera se excit de modo tal, queni siquiera quiso llegar a su alcoba, sino que prefiri acostarse con ella sobreel piso, alegando que era presa de un deseo tal como no lo haba posedo nisiquiera la primera vez que se acostaron juntos, a escondidas de sus queridospadres, o bien contar que Ares y Afrodita fueron encadenados por Hefesto porcosas de esa ndole?8

    La respuesta de Adimanto es categrica: No. Por ningn motivo estoes apropiado.

    Este es el tpico que me gustara tratar en detalle y en concordanciacon el ttulo de esta ponencia: Homero en vivo. Pero antes, unas ltimasobservaciones a esta intertextualidad en la lectura que ha hecho Platn.El contexto de la cita platnica corresponde a su tratamiento e idea de lamoderacin, esbozada en la Repblicacomo una conditiode la tica que debeasumir el guardin. Esta moderacin respecto de la multitud consistira en

    la obediencia a la clase gobernante, pero respecto del hombre particularconsistira en el dominio que debe mostrar ste en cuanto a los placeres;principalmente tres: la bebida, la comida y el sexo. La crtica platnica alcomportamiento de Zeus slo se puede comprender dentro de la propiaideologa que el filsofo se ha prefigurado acerca de los dioses, esto es, queson buenos y slo fuente de bien y en cuyo ser no se admite el cambio otransformaciones, pues la divinidad goza de perfeccin9. Pero sta no es laconcepcin homrica de los dioses, que participan de la dimensin humana,

    cuya praxis no est regida por una moralidad como la que dispone Platn10

    .

    8 Rep. 390 b-c. raduccin de Conrado Eggers Lan. Platn, Dilogos IV Repblica. EditorialGredos, Barcelona, 2007.

    9 Al respecto cfr. Rep. 379 a hasta el final del libro segundo. No olvidar que esta nueva imagenacerca de la divinidad o del dios ha sido anticipada ya por los physiko, y el principal entreellos es Jenfanes de Colofn, desde quien tambin se confirma que en el estadio arcaico entorno a los dioses stos son parte del imaginario antrpico.

    10 Entre otros textos acerca de la presentacin de los dioses en la obra homrica vase BOWRA,

    C. M., Introduccin a la Literatura Griega.Ediciones Guadarrama. Madrid, 1968, pg. 64 ss.

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    Zeus simplemente pierde el sentido. Pierde el nousy lasphrenesante la imagende Hera, que es su mujer.

    Diafanidad del hexmetro homrico

    Un enfrentamiento con el texto original permite rescatar una parte o unaimagen que genera el discurso potico homrico, cuyos hexmetros entraan por sucontenido y, estructuralmente, por sus pausas, una belleza expositiva extraordinaria:

    155 , . ,, . 160 , ,

    , . 165 , , , . 170 , , . 175 . , , . 180 ,

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    Pero Hera, la de ureo trono, divis con sus ojos,alzndose ella fuera del Olimpo desde un promontorio, y altiroconocial que jadea en la batalla que da gloria

    a su propio hermano y cuado, y se alegraba en su thyms,a Zeus sobre la ms alta cumbre del Ida, abundante enmanantiales,divis, sentado, y le fue aborrecible en su thyms.Y maquin en seguida, la de ojos de buey, la augusta Hera,cmo engaara (exapphoito) el nousde Zeus, portador de la gida,y este plan se le manifest en su thymscomo el mejor:que ira al Ida bien excitante (eu entynasan) ella mismapor si l ardiera (himirato) en deseo de amor para acostarse junto a

    su cuerpo, y a l un sueo desconocedor de dolores y clidopudiera ella esparcir sobre sus prpados yphrenesprudentes.Y se fue caminando al tlamo, que su hijo amado le fabric,Hefesto, y puertas hermticamente cerradas en las habitacionesajustcon cerrojo secreto, y que ningn otro dios abra,introducindose all, ella cerr las puertas esplndidas.Con ambrosa, en primer lugar, desde su cuerpo excitantetodas las impurezas purific y se frot con untura de aceite

    inmortal y agradable, que le haba sido perfumadoy agitndose este aceite en el palacio, de suelo broncneo, de Zeuscompletamente hasta la tierra y el cielo llegaba su fragancia.Con l, pues, ella el cuerpo hermoso untando y cabellosfijando con las manos entrelaz las trenzas brillanteshermosas-divinales, de su cabeza inmortal.Se envolvi con un divinal peplo, que Ateneale afin, despus de haberlo elaborado, le insertaba muchosornamentos

    y con broches de oro en su pecho lo cerraba.

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    Se ci un cinturn provisto de cien borlones de flecos,Y pendientes insert en sus lbulos bien perforados,de tres pupilas trabajados artsticamente: mucho encanto (charis)

    reluca.Y con un velo por encima se cubri la divina entre las diosas,hermoso y nuevo, y era blanco como el sol.Y en los pies esplndidos se amarr hermosas sandalias.Luego, cuando se puso todo tipo de adorno (kosmon) sobre su cuerposali caminando del tlamo y llamando a Afroditalejos de los dems dioses le dirigi una palabra (mython):11

    Esta es la introduccin a todo el relato acerca de la estructura del engao

    de Hera a Zeus, de una diosa a un dios o de la mujer al hombre. Hera no dudani por un instante cul sera la manera de engaarlo: la seduccin femenina,infalible (entonces, ahora y probablemente siempre). La deliberacin que sele manifiesta a Hera en su thyms, en su espritu y que aflora como acto de lavoluntad consciente es mostrarse excitante (eu entynasan), que es el primer pasopara trastocar el sentido de realidad en el hombre: el nous.

    La psicologa femenina y de esto sabe bastante Homero sabe que eldeseo sexual (himirato philtti) entra primero por la vista, todo lo demsviene por aadidura. Homero, como conocedor de la psicologa humana,saba perfectamente de la asociacin entre sexo y sueo, como reposo total delos sentidos; no por nada el poeta nos ha dicho que el sueo es hermano de lamuerte12. Sueo es lo que se propone Hera esparcir sobre los prpados y sobre lasphrenes de Zeus. Para conseguir ese aspecto excitante llama a Afrodita en privadoy le cuenta un mythos, una palabra que entraa el sentido de cuentoy lesolicita,primero que nada, que la revista en apariencia con el amor (philots) y el atractivoque despierta el deso (hmeros), ese deseo con el cual quedan rendidos tanto losdioses inmortales como los mortales homhres13. El relato, mythos, de Hera es que

    necesita de estas dotes porque va a visitar a sus padres adoptivos, Ocano y etis,que, producto de una disputa, se encuetran privados del amor y del lecho y supropsito es que reanuden este amoroso consorcio. Ante tan noble propsito,

    11 Il.,XIV, 153 189. La traduccin de los fragmentos que siguen me pertenece.12 Il. XIV, 231.13 Il. XIV, 198-199. En la traduccin de Gredos, de E. Crespo, el plural anthrpousha sido

    traducido porgentes, con lo cual se acentan los rasgos antrpicos del amor y la pasin sexual,

    y de todo el relato.

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    Afrodita le concede su peticin y traspasa a Hera esas dotes propiamentefemeninas. El narrador omnipresente, que todo lo ha visto, comenta:

    Dijo, y desde sus pechos se desat el bordado ceidorestampado, all todos los encantos se haban creado:all est el amor, el deseo, el trato ntimo y el lenguajeseductor, que roba el noushasta de los ms slidamente prudentes14.

    Afrodita entrega a Hera el doble de lo que le ha pedido; adems dephiltesy hmeros, le da la facultad del trato ntimo (oaristys, encuentro amoroso, relacinamorosa) y del lenguaje seductor (prphasis, exhortacin), aunque estas dos ltimaspodran reducirse a una sola facultad: la del lenguaje seductor de la relacin amorosa,

    si se interpretaprphasis como aposicin a oaristys. Afrodita es por excelencia ladiosa de lasfeminas, a ellas siempre regala lo que le pidan y les asegura de suyo lo quemientan en susphrenes. As lo hace tambin Safo cuando la invoca en su alocadocorazn; para Safo, ella es por excelencia la urdidora de engaos15, la que realiza loque el thymsfemenino anhela; Afrodita es la ms perfecta de las aliadas.

    Puso Afrodita este ceidor estampado en las manos de Hera, dicindoleque lo ocultara en su regazo y le coment que no regresara sin antes habercoseguido lo que meditaba en susphrenes16. La sonrisa picarona de Hera encierrael sentido del objetivo logrado. Pero la trama, la diosa no la ha concluido an, lequeda por convencer a Hypnos, al Sueo, para que se pose sobre los prpados deZeus, despus que ella se haya acostado con l. El Sueo no acepta esta propuesta,arguyendo razones de fondo y, por ltimo, porque es una cosa muy peligrosa.Hera recurrir a su boul, deliberacin que es artimaa y, ahora, para convenceral Sueo, es chantaje. Promete darle nada menos que una de las Gracias, a la queHypnos siempre ha querido poseer. A Hypnosno slo le cambi el semblante,de alegra, sino que cambi inmediatamente de parecer y por muy peligrosaque fuere la empresa, la har, e hizo jurar previamente a Hera que cumplira la

    promesa y luego se fueron envueltos en la bruma hasta el elevado Ida. El narradoruna vez ms articula magistralmente la escena con estas palabras:

    14 Il. XIV, 214-217: , , , , , .15 Cfr. SAFO, frag. 1 L-P., dolploke.

    16 Il. XIV, 221: ,

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    , , . , ; , .

    Hera rpidamente subi al Grgaro, cumbredel alto Ida, y la vio el que las nubes acumula, Zeus,y apenas la vio, el deseo [ers] lo envolvi en sus prudentesphrenes,

    como cuando por primera vez se unieron en amor [philtti],ambos teniendo relaciones en la cama, a escondidas de losqueridos padres.Se puso delante de ella y le habl desde el momento en que lanombraba:Hera! Adnde tan impaciente vas, bajando as del Olimpo?, noveo ni caballos ni carros sobre los que podras subir17.

    Hera, en quien pensamiento y dolo son una sola cosa, relata a Zeus elmismo mythosque contara a Afrodita, aadiendo que va ante l para que no seirrite si sale en silencio, y que los caballos que Zeus no ve presentes estn al piedel Ida, aguardndola. La respuesta del padre de los dioses no se hizo esperar,fuerte y derecho fue al grano:

    , ,

    .

    .

    Hera!, all es posible tambin que despus vayas,ea, nosotros dos en amor regocijmonos, acostndonos,porque jams un deseo [ers] tan grande ni por una diosa ni poruna mujer,esparcindose alrededor de mi thymsen mi pecho me subyug18.

    17 Il. XIV, 292-296.

    18 Il. XIV, 313-316.

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    Esta conducta desenfrenada del dios es la que no tolera Platn, puesla ve como inapropiada o antinatural respecto de la divinidad. Pero nopodremos decir lo mismo respecto del hombre. Qu diferencia hay entre esedesear del varn homrico del perodo ms arcaico de la historia de Occidentey nosotros, los hombres modernos, mutatis mutandis, por supuesto? Anteun espectculo como al que estuvo sujeto el dios, quedamos igualmentesubyugados, por decirlo eufemsticamente. Cuesta entender la queja platnica.La obnubilacin de los sentidos a Zeus le hace evidente slo el presente, elaqu y el ahora. El allslo es posible despus, y es lo que propone a la diosa.Pero Hera, pese a sus pensamientos dolosos, tiene sus pies bien puestos enese etreo Olimpo y conoce perfectamente del pudor, pues no est dispuesta

    a exhibirse de esa forma ante los dioses, en la cima del Ida, donde todo estpatente y a la vista. Si fuera sorprendida, despertara la clera de los dioses;pero como sabe del deseo de Zeus, lo invita a acostarse al tlamo fabricadopor Hefaistos. La repuesta de Zeus entraa no slo la mayor genialidad, sinouno de los textos ms poticos, de gran belleza, con los que nos encontramosen Ilada:

    ,

    , .

    Hera!, no temas que ninguno de los dioses ni de los varones estova a ver: yo te envolver con una nube de tal calidad,de oro, que ni Helios nos podra ver a travs de ella,y cuya luz es la ms penetrante para ver19.

    Esta bella escena de la Ilada se cierra con el igualmente hermosocomentario del narrador:

    , . , , . , .

    19 Il. XIV, 342-345.

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    Dijo, y en brazos tomaba, el hijo de Kronos, a su compaera delecho.Bajo ellos la divina tierra haca brotar tierno pasto,

    loto cubierto de roco, azafrn y jacintoespeso y suave, que desde el suelo los alejaba, levantndolos.En este lugar se acostaron y con una nube hermosa, de oro,se cubrieron, y brillantes caan las gotas de roco20.

    La imagen de Hera como una diosa con personalidad fuerte, que seenfrenta a Zeus con injuriosas palabras21y que lo rie constantemente, que estremendamente celosa, llegando incluso al espionaje, en la digresin del texto

    homrico, que hemos mostrado, se nos muestra en su faceta ms ingeniosa ysutil para conseguir sus propsitos.

    La poesa homrica, en su nuda representacin, no ha hecho otra cosa quemostrar, esclarecer, hacer perceptible el mundo, las cosas y acontecimientos, ascomo tambin los recnditos estados anmicos. Ha hecho de todo lo que ve unacontecer vivo para su auditorio y vigente en todo tiempo y en ello como hadicho E. Staiger estara la plasticidad de la mirada homrica, que se complaceante el espectculo de las cosas, que nombra e identifica a travs del lenguaje22;identifica a travs de la memoria cuando actualiza el pasado, trayendo a presencialos valores que lo animan, e identifica tambin su entonces cuando plasma enaquellos mismos hexmetros las caractersticas y condiciones de la relidadcircundante, que comparecen en la estructura tanto de las comparaciones comobien se ha dicho, pero sobre todo en las que hemos denominado digresiones deltema que narra. En ese sentido, Homero ha descubierto la esplendente visibilidadde laphysisen su conjunto y de la vida humana en particular.

    A modo de conclusin

    En la perspectiva del tpico del amor y de una concepcin delhombre, la poesa homrica abri un rico y permanente dilogo intertextual

    20 Il. XIV, 346-351.21 Il., I, 517 ss.22 Cfr., SAIGER, E., Conceptos Fundamentales de Potica. Versin espaola de Jaime Ferreiro.

    Ediciones Rialp. Madrid, 1966. Pgs. 110-114.

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    en toda la Antigedad y la posteridad hasta nuestros das. El amor comosexualidad pasional, que est en la base del canto pico, lo encontraremos enlas interpretaciones del mundo lrico en general, especialmente poetas comoMimnermo de Colofn y Semnides de Amorgo23, quienes, afirmndose enlos hexmetros de Homero, plantean, cada uno a su modo, el pensar acercade la naturaleza humana en una intertextualidad primera, notable. Safo sereferir al rapto de Helena. Para Safo no hubo tal rapto, sino que por propiavoluntad, cegada por la pasin del amor, dej su propio hogar, abandonando asu propia hija y a sus padres queridos, pues se enamor de la belleza, seducidapor Afrodita, sigui al mejor hombre24. Si nos remitimos al tema de Helena,bastara con mencionar las obras que inspir en el siglo V a. C. en autores

    trgicos como Eurpides25y en el mundo de los sofistas recordar el afamadoEncomio de Helena, atribuido no sin polmica al sofista Gorgias26. El mensajeltimo de esta digresin homrica, en el marco del canto a la mnisde Aquiles,queda ah, abierto a la imaginacin de quienes fueron sus oyentes inmediatos,y abierto a la posteridad en ese mismo juego entraable de la sexualidad, quePlatn trat de obliterar.

    23 He traducido los fragmentos de ambos poetas en mi Poesa Lrica Griega Arcaica del SigloVII a. C. Antologa de Fragmentos: de Arquloco a Anacreonte.Universidad de Chile. LOMEdiciones. Santiago, 1998.

    24 Cfr., Edicin de REINACH, SaphoI, 27, en mi traduccin , op. cit.. Pgs. 66-67.25 Vase de EURPIDES Helena y tambin Las Troyanas.26 Cfr., el volumen dedicado a los SOFISAS, Obras. raduccin de Antonio Melero Bellido.

    Editorial Gredos. Madrid, 2007. Pgs. 132 ss.

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