2604ejla

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2604ejla

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  • Aiden St. Delphi har cualquier cosapor salvar a lex.Incluso si eso significa hacer la nicacosa de la que nunca ser capaz deperdonarse.Incluso si significa ir a la guerracontra los dioses.

  • Jennifer L. Armentrout

    ElixirSaga Covenant - 3.5

    ePub r1.1Titivillus 08.04.15

  • Ttulo original: ElixirJennifer L. Armentrout, 2012Traduccin: Vernica BlzquezDiseo de la cubierta: Kate Kaynak

    Editor digital: TitivillusePub base r1.2

  • Captulo 1

    lex agarr con fuerza las barras detitanio forjadas por Hefesto y Apolo.Sus ojos color mbar parecan arder deodio. Pero esos ojos esos ojos noeran de lex.

    Los suyos eran clidos y marrones,como un buen whisky. Los conoca dememoria desde que los vi por primeravez en aquel almacn de Atlanta. Estaera una criatura completamente distinta.

    Cuando la llevamos al refugio deApple River, Illinois, estuvimos a punto

  • de perderla. Ninguno de nosotros, nisiquiera yo, nos habamos imaginado taldemostracin de poder, y no estbamospreparados. Si Apolo no hubieselogrado engatusar a Hefesto, el nicodios capaz de construir algo que pudieseretener al Apollyon, para que crease unahabitacin donde poder encerrar a lex,no habramos podido controlarla.

    Si no me sacas de aqu, learrancar las costillas a tu hermano y melas pondr de corona.

    Hice como si nada. Durante estosltimos das me haba acostumbrado alas amenazas. Matar a Deacon era unade sus amenazas favoritas, peroenseguida se aburri de ella. Al

  • principio no era as. Estaba casinormal, excepto por los ojos ambarinos.Hablaba como lex, pareca ella;soltaba algn chiste, igual que lex;discuta igual que lex; haca losmismos razonamientos que lex.

    Se agarr a las barras de titanio.Cada una de ellas estaba envuelta en unamalla de metal irrompible, que Hefestoya haba probado con Afrodita una vez.Ni siquiera el Apollyon podaatravesarla.

    En el techo habamos hecho unasmarcas sobre el cemento, neutralizandoas la mayora de sus recindescubiertas habilidades. Eso no ladetena del todo, pero lo suficiente como

  • para evitar que fuese un peligro paraella misma o para los dems.

    Por ahora.La sangre me herva al recordar lo

    que ocurri cuando Despert. Habaconectado con el Primero, Seth, y todossabamos que le haba revelado suparadero. Supe de inmediato que habaque trasladarla rpidamente, pero no megust cmo lo hizo Apolo.

    Le lanz un rayo divino.Y yo le di un puetazo a l.An me sorprende seguir vivo.Sabes lo que vas a sentir cuando

    me veas hacerlo? dijo burlona. Lomismo que cuando viste a los daimonsacabar con tus padres, solo que esto va a

  • ser mucho, mucho ms bonito.Me cruc de brazos.Exhal lentamente, agach la cabeza

    y se sec las lgrimas.Por favor. Aiden, por favor,

    scame de aqu.Cerr los ojos y un msculo se tens

    en mi mandbula. Esta esta era sutctica ms dura.

    Por qu me ests tratando as?No me encuentro bien. Me duele. Porqu les dejas que me traten as?

    Abr los ojos como un resorte ytodos los msculos de mi cuerpo setensaron. Le corran lgrimas por lasmejillas, y por un segundo, tan solo unmomento, olvid que realmente no era

  • lex la que estaba ah, suplicndome yrogndome.

    Pensaba que me queras.Me mov tan rpido que se asust.

    Atraves los barrotes con las manos y leagarr la cara. Apoyado en los frosbarrotes, pos mis labios sobre sufrente. Fue un beso duro y rpido.Furioso. Desesperado. Ella se quedparalizada, sin saber muy bien quhacer. En las ltimas cuarenta y ochohoras, esa haba sido la nica forma deque callase.

    Me apart y la solt.Te quiero y por eso no te voy a

    soltar.De repente pareci frustrada, con

  • ganas de arrancarme la piel a tiras. Entan solo un segundo su mirada llorosadesapareci. lex grit y se dirigihacia el fondo de la celda. A tres metrosde los barrotes, se apoy encorvadacontra la pared.

    No puedes retenerme aqu parasiempre.

    Puedo intentarlo.Viene a por m.No va a encontrarte nunca le

    dije mientras me sentaba en la sillametlica que haba frente a la celda. Measegur de que tuviera todo lo quepudiese necesitar: un pequeo baoseparado y una cama que habadestrozado por completo, convirtindola

  • en apenas un colchn y trozos de tela.lex rio y se apart de la pared.No puedes contra l.Mir el plato de comida que segua

    intacto junto a la reja de entrada.Come, lex. Tienes que comer

    algo.Nunca podrs ser l.Me acarici la incipiente barba del

    mentn mientras ella se acercabalentamente al plato de comida, y en miinterior creci una pequea esperanza.Llevaba sin comer cuatro das, desdeque haba Despertado. No tena ni ideade cmo tena fuerzas para seguircaminando. Cogi el plato y se apart.

    Vas a comer algo esta vez?

  • pregunt cansado.lex sonri y lanz el plato

    directamente hacia donde yo estabasentado. El plstico se estamp contra eltitanio y cay al suelo. Los trozos decomida pur y algn tipo de carne,atravesaron los barrotes, manchndomeel pecho y la cara. Habamos dejado dedarle platos de cermica al ver que losrompa y converta los fragmentos enafiladas armas.

    Armndome de la poca pacienciaque me quedaba, me quit los trozos decomida de encima.

    Te ha sentado bien, lex?Hizo una mueca de tristeza.La verdad es que no. Entonces,

  • se puso a caminar. Sus movimientos eranfluidos y, a pesar de haberme vuelto atirar la comida encima, me quedembobado observndola.

    No aguanto ms. Scame de aqu.Si no me ayudas, acabar contigo.

    Negu con la cabeza.lex, tienes que quedarte ah. Te

    conozco. Se me parara el corazn si teperdiese por completo.

    Se dej caer sobre el colchn ygru.

    Dioses, pero qu bonito. Elcorazn me va a mil.

    Mralo. Me levant y agarr losbarrotes, tal y como haba hecho ellamomentos antes. Me preguntaba

  • cunto me costara que te mostraras.Acaso te molesta el amor que sientopor ella, Seth?

    Se tumb de lado, arrugando lafrente y con cara plida.

    Seth no est aqu, estpido purasangre.

    Duele cuando se une a ti verdad?Que no est aqu! grit con la

    voz rota.Saba que estaba mintiendo.Est aqu. Me inclin sobre los

    barrotes. Puedo verle en tus ojos.lex se encogi, pegando las

    rodillas al pecho. Un escalofro recorrisu cuerpo. Saba lo que estaba haciendo,se estaba escondiendo dentro de s

  • misma, llegando hasta Seth, contactandocon l.

    lex dije.Cerr los puos y levant la cabeza.Vete.La mir a los ojos.Nunca.Te odio dijo entre dientes. Lo

    cierto es que sonaba como si lo dijesede verdad. Te odio!

    Eso s que no es verdad, lex meama.

    Puso los ojos en blanco.Que yo soy lex, idiota. Y no te

    quiero. NecesitoNecesitas a Seth. Algo comenz

    a arder en mi interior y agarr los

  • barrotes hasta que me dolieron lasmanos. En el fondo, saba que no erasolo Seth obligndola a comportarse as.S, parte de lo que haba dicho era cosade Seth, pero esa necesidad lamanejaba. La necesidad de estar cercadel Primero era palpable, potente y real.

    Poda sentirla.Record lo que el orculo le dijo en

    verano sobre la necesidad. En aquelmomento no lo entend del todo, peroahora s. La necesidad la estabadestruyendo, me estaba destruyendo.

    La necesidad no es amor, lex.Antes de que lex pudiese contestar,

    la puerta se abri.Oh! Estir las piernas y dio

  • una palmada. Ms visitas para lapequea lex? Qu suerte tengo, yaestaba cansada de verle la cara a este.

    Marcus, el to pura sangre de lex,me mir.

    Veo que est de buen humor.Resopl.lex se puso de pie y se dirigi de

    manera forzada hacia la derecha. Elcolchn, lo ltimo que quedaba en lahabitacin, estaba flotando a variosmetros del suelo. Le habamos quitadotodo lo dems, ahora le resultaba fcilusar los elementos. Pareca que tan solotuviese que desear que algo ocurriese ysuceda; y dioses, le encantaba.

    Marcus y yo la observamos,

  • fascinados por lo que estbamos viendo.Era ms fuerte que el da anterior, lo quesignificaba que la magia protectoraestaba empezando a dejar de hacerefecto. Hefesto tendra que volver ahacernos una visita muy pronto.

    Y bueno, dnde estamos? Solt esas palabras con fuerza, llenas deenerga.

    Di un paso atrs. Sus palabras seabrieron paso en mi interior, las sentamuy dentro. Me obligu a romper elcontacto visual con lex y me gir haciaMarcus. Tena los ojos como vidriosos yausentes. Estaba a punto de confesarlenuestra ubicacin. Le puse una manosobre el hombro.

  • Parpade y solt un taco.Es solo cosa ma o cada vez se le

    da mejor hacer esto?lex rio nerviosamente, como

    amenazadora, y me record a aquel nioespeluznante de El Cementerio Viviente,ese que iba por ah matando gente con unbistur.

    Eso creo. Aunque debera estarcada vez ms dbil, porque no hacomido nada. La vi regresar hacia elcolchn. Se detuvo, mirndonos porencima del hombro. Entrecerr los ojos.Quise saber qu estara tramando. Detodos modos, tenemos que asegurarnosde que nadie baje aqu.

    Marcus asinti con la cabeza. La

  • casa era otra de las propiedades delpadre de Solos, pero esta tena mstrfico de Centinelas. Algunos parabanaqu de camino hacia sus nuevosdestinos, as que tenamos que tener lapuerta del stano cerrada cuando habadesconocidos en la casa, que sola ser amenudo. Dados los ltimosacontecimientos, siempre estaba llena degente. Muchos estaban siendoreubicados desde el Oeste y se diriganhacia lo que quedaba de Deity Island ohacia el Covenant de Nueva York.

    Marcus? lex nos mir.S, Alexandra?Con una media sonrisa, dirigi su

    mirada hacia m.

  • Te molesta que Aiden y yohayamos estado? Cmo decirlo?Que me haya visto desnuda? Variasveces.

    Oh. Dios. Mo. Ya estamos otra vez.Sacud la cabeza y me frot los ojos conuna mano.

    lexMarcus se puso tenso.He tenido tiempo para asumirlo. Y

    la verdad es que no puedo decir que mesorprenda. Me mir, con el ceofruncido. Si hay una regla, t vas aromperla, lex. Pero no pensaba queAiden fuese tan

    Irresponsable? aport lex.Yo mir hacia el techo, molesto. Y un

  • tremendo desgraciado por haberseaprovechado de m, tu pobre sobrina,que tanto ha sufrido? Se aprovech dem. Us una compulsin. Me oblig

    Dej caer la mano. El miedo seapoder de m. Llegu incluso asentirme mareado. No poda haberpero s, lo haba hecho.

    Es un desgraciado respondiMarcus como si nada, pero dudomucho que se aprovechase de ti o usaseuna compulsin.

    Gracias murmur.lex se encogi de hombros y se

    gir hacia nosotros.Pero se salt las reglas. No

    deberas estar ms enfadado?

  • Sinceramente, con todo lo queest pasando, esa es la menor de mispreocupaciones. Marcus sonri y enlos ojos de lex brill un reflejoambarino. Y la verdad es que, si nosponemos a hacer una lista comparandocuntas reglas se han roto, creo queprecisamente t estaras en lo ms alto.

    Pero l us una compulsin sobreun pura sangre.

    Y t mataste a uno. Una por otra,Alexandra. Aunque no era la primeravez que tenamos esta conversacin conlex, nunca dejaba de sorprenderme localmado que se mostraba Marcus todo elrato.

    Pues entonces deberas

  • castigarnos. Se inclin hacia losbarrotes con las manos pegadas alcuerpo. Las reglas son las reglas, to.Llvanos ante el Consejo.

    No vamos a dejarte salir interrump, tendrs que intentar otracosa, lex.

    Cerr los labios con fuerza y sisecomo una serpiente.

    Y qu tal si entras t aqu?Le sonre.Te gustara, eh?Movi las manos y se apart de los

    barrotes, mantenindome la mirada.Me encantara.La puerta de arriba se abri y la luz

    se extendi escaleras abajo. Marcus se

  • dio la vuelta, pero yo no apart lamirada de lex. Su miraba me retaba,me desafiaba. Quera pelea y, a pesar deque sus poderes elementales estabanbajo mnimos, sera una duracontrincante. Ms hbil que la ltimavez que la incit a pelear conmigo.Pensando en eso, me acord de cmohaba terminado aquella pelea.

    lex me haba besado.Sent un nudo en el estmago, aunque

    saba que esta vez no acabara as. Silograse ponerme las manos encima,intentara matarme. Tena que estarrecordndomelo constantemente. Cuandose conectaba con Seth no era la chica ala que haba admirado en el Covenant, o

  • de la que me haba enamorado.Marcus? Aiden? Solos nos

    llam desde arriba. Estis ah abajo?No bajes le record, mirando a

    lex, que se puso repentinamente alerta.Los mestizos eran ms susceptibles a lascompulsiones y ella lograba un efectobrutal.

    No pensaba hacerlo respondi. Os necesitamos aqu arriba. Apoloha vuelto.

    Marcus me lanz una mirada llenade significado y luego mir a lex, antesde subir. La llegada de Apolo podasignificar que, por suerte, habaencontrado algo que rompiese el vnculoque mantena unidos a lex y a Seth.

  • lex sali disparada y se agarr alos barrotes.

    Ni se os ocurra dejarme aqu sola.O que Marcus se paraba al final de

    las escaleras.Pensaba que estabas harta de m,

    lex.Cerr los ojos y apoy la frente

    contra los barrotes.Odio estar aqu. No lo soporto. El

    silencio Odio el silencio.Y yo odiaba el tono de dolor que se

    notaba en su voz.No has respondido a mi pregunta.Las comisuras de sus ojos se

    arrugaron levemente al juntar las cejas.Pues vale. Vete. Me da igual. Te

  • odio igualmente.Me acerqu a los barrotes y met la

    mano. Pas los dedos por su peloenmaraado, hacia su cuello. lexestaba tan quieta que pareca norespirar. Encontr la cadena y tir deella con cuidado hasta que la rosa decristal descans sobre la palma de mimano.

    Contuvo el aliento, pero no semovi.

    Si me odiases, habras destruidoesto.

    Dame tiempo y lo har.Me re y solt la rosa. Abri los

    ojos y me mir con recelo.No. No lo hars. Mientras lo

  • lleves puesto, sabr que sigue habiendoparte de ti ah dentro. Que siguehabiendo esperanza.

    lex cogi el collar, cerrndolo ensu puo mientras se apartaba. En lugarde arrancrselo del cuello, lo sujet confuerza y se retir hacia el colchn. Sesent, se apoy contra la pared, y pusolas rodillas contra el pecho.

    La esperanza creci en mi interiorcomo una frgil planta a la que habaque vigilar con cuidado. Me apart delos barrotes.

    Luego te traigo algo de comer y debeber.

    No hubo respuesta y saba que noiba a conseguirla. Me di la vuelta y sub

  • las escaleras rpidamente. Marcus ySolos me esperaban en el estrechopasillo.

    An no ha comido? preguntSolos mientras se frotaba la cicatriz quesurcaba su cara, desde el ojo hasta lamandbula.

    Los adelant y negu con la cabeza.Estbamos preocupados porque nocoma nada. Fuese o no fuese elApollyon, no durara mucho ms as singraves consecuencias.

    Solos se puso detrs de m.A una mala podemos sujetarla y

    obligarla a que coma.Acrcate a menos de un metro de

    ella y acabars colgado de una viga del

  • stano. Marcus le lanz al Centinelamestizo una mirada de advertencia. Nise te ocurra.

    Sin mencionar que seguramenteacabara vomitando toda la comida. Me pas los dedos por el pelo y fuihacia el saln. Haba un algo anormal enel aire, como si emanase energa.

    Energa divina.Atencin, chicos. Apolo no est

    de buen humor dijo Solos. Elestmago me dio un vuelco. No creoque haya logrado encontrar un modo deromper la unin. Odio tener quedecirlo

    Me gir tan bruscamente hacia elmestizo que incluso dio un paso atrs.

  • Entonces no lo digas.Aiden dijo Marcus con voz

    grave.Solos levant las manos.Mira, lo nico que digo es que

    tenemos que tener en cuenta laposibilidad de que no podamos romperel vnculo.

    No hay nada que tener en cuentarespir profundamente, buscando lapaciencia que haba adquirido trastantos aos de cuidar a mi hermano,pero no la encontr. Encontraremosuna forma.

    Y si no lo logramos? Respondi Solos sacudiendo la cabeza. La dejaremos salir de la jaula para

  • que ella y Seth puedan irse en planBonnie & Clyde por el mundo? Odejamos que se pudra en el stano y semuera de hambre?

    Solos, te advierto que seraprudente que parases dijo Marcus.

    No me malinterpretis. lex megusta. Creo que es una chica bastantemaja continu Solos, pero no serams humano acabar con su dolor en vezde?

    Mi puo impact contra sumandbula antes incluso de darme cuentade lo que estaba pasando. Ech lacabeza hacia atrs y se tambale haciaun lado. Me lanc hacia delante, loagarr de la camiseta y lo estamp

  • contra la pared, llevndome varioscuadros por delante.

    Aiden! grit Marcus.No vamos a hacerle dao a lex

    dije en un gruido mientras pona alCentinela de puntillas. No vamos atocarle ni un pelo. Me entiendes?

    Solos abri los ojos de par en par.S que la quieresNo tienes ni puetera idea. Ten

    por seguro que no sabes hasta dndesera capaz de ir por mantenerla a salvo.Le solt y se desplom sobre la pared. Y si eso significa tener que matar aun mestizo para asegurarme de que no lepasa nada, no dudar en hacerlo.

    Aunque veo que ests entretenido

  • yendo en plan caverncola contra Solos,tenemos que hablar dijo Apolo desdeel saln. As que ya basta, Aiden.

    Solos se puso recto y se sujet lamandbula.

    Aiden, no quera decirAhrratelo. Me di la vuelta y

    fui hacia el comedor, pasando pordelante de Marcus.

    Mir a Apolo y entrecerr los ojos.No digas nada.Vas a pegarme de nuevo? La

    verdad es que me gust la primera vez.No iba a caer en eso. Cruc el cuarto

    y descorr una pesada cortina. La nochehaba cado sobre los altos olmos yrobles. Sus ramas seguan desnudas,

  • como esqueletos. En otro momento aquelpaisaje me habra parecido hasta bonito,pero en ese momento se me antojabasolitario y desesperanzador.

    Has descubierto algo? pregunt Marcus.

    S, pero ahora mismo tenemosproblemas an peores que lex.

    Mirndoles a ambos, me apoycontra el fro cristal de la ventana.

    Y eso?Por una parte me da miedo

    preguntar dijo Marcus. Solos soltuna risita por lo bajini e hizo una muecade dolor. Marcus fue hacia el sof decuero y se sent, porque la verdad esque no s qu podra ser peor que el que

  • lex se ponga en nuestra contra.Apolo arque una ceja.Oh, esto lo supera.Ests alargando la cosa solo para

    darle ms dramatismo? Se meempezaba a agotar la paciencia.

    Sus inquietantes ojos blancoscrepitaron y la habitacin empez a olera ozono quemado. Marcus sacudi lacabeza, pero yo levant las cejas,imperturbable. La verdad es que ya nadame desconcertaba.

    Apolo torci los labios en unasonrisa.

    Se est gestando una guerra.

  • Captulo 2

    Vale, al parecer s que era difcil desuperar. De mi boca se escap una risaseca y penetrante mientras me apartabade la ventana.

    Una guerra?Ahora que todos le estbamos

    prestando atencin, Apolo pareca habercrecido.

    Una guerra entre los dioses y losque siguen al Primero.

    Marcus solt una maldicin.ltimamente lo haca mucho.

  • Los dioses van a ir contra Seth?Piensan enfrentarse a Seth y a

    cualquiera que est de su lado. Hizouna mueca de disgusto. Incluyendo aLucian.

    Es imposible que Lucian puedareunir a tanta gente. Solos se inclinsobre el respaldo del sof. Unirse a lsera una locura.

    Pero Lucian tiene al Apollyon. Ysolo eso ya tiene cierto atractivo. Marcus se ech hacia atrs; parecaestar tan cansado como yo.

    Tienes razn respondi Apolo. Hemos podido saber que hay muchosque se estn poniendo de su parte.

    Tenis espas? Le pregunt por

  • curiosidad.Apolo sonri, y fue tan espeluznante

    como la risita infantil que lex habasoltado haca un rato. Chasque losdedos y una onda de energa recorritoda la habitacin como un torbellino.Al lado de Apolo comenz a brillar unaluz azul, y una figura humana empez atomar forma.

    Apareci un hombre de unos dosmetros de alto, con el pelo rubio depunta. Se pareca muchsimo a Apolo ytena sus mismos ojos blancos. Con esospantalones cortos, chancletas y unacamiseta hawaiana, pareca un perdedorque hubiese dejado la universidad.

    Pero era un dios.

  • Igual algn da acabaraacostumbrndome a que aparecieran ydesaparecieran dioses de la nada comosi no hubiese un maana, pero como mehaba pasado toda la vida sin verninguno, me pareca increble estar en lamisma habitacin que ellos, los seresms poderosos que jams hayanexistido.

    Y, al parecer, tambin los mscabreados.

    Marcus se puso rpidamente de pie ehizo una reverencia, al igual que Solos yyo. Pero el dios ni se fij. Se gir haciaApolo con cara de cabreo.

    Simplemente chasqueas losdedos y me haces aparecer delante tuyo?

  • Como si no tuviese nada mejor quehacer?

    Apolo sonri.Acaso no es as?No soy uno de tus criados,

    hermano. La prxima vez piensoromperte uno de esos dedos y metrtelopor el

    Tenemos pblico. Apolo hizoun gesto hacia nosotros, y me parecique puso la misma cara de sorpresa quenosotros. Y ninguno quiere saber lascosas que te gusta hacer en tu tiempolibre, Dionisio.

    El dios del vino y la fiesta eterna serio de su hermano y se tir sobre unasilla. Estir las piernas y se frot el

  • cuello bajo la barbilla.Como mnimo podras hacer que

    me diesen algo de beber.Marcus se puso en pie rpidamente.Podemos traerte algo. Tenemos

    vinoNo hace falta. Apolo entorn

    los ojos. Y lo mnimo que puedeshacer es mantener una conversacindurante cinco minutos sin estarborracho.

    Lo que t digas. Dionisio girla cabeza hacia nosotros y se rio entredientes. Una parte de m se preguntaba siahora mismo estara borracho. Dospura sangre y un mestizo, pero hay algo,hay mucho, mucho ms en esta casa.

  • Sus ojos brillaban mientras olisqueabaal aire. Ah, s! La pequea Apollyonest aqu.

    Me puse tenso al escuchar un intersobvio en la voz de Dionisio. Apolo memir, advirtindome de que ningn otrodios sera tan tolerante como l si meliaba a puetazos.

    Sabes que ella est aqu y tambinsabes que esa no es la razn por la quet ests aqu.

    Por eso has tenido a Ananknerviosa toda la maana? Dionisiosonri envalentonado.

    Al escuchar el nombre de Anank,miles de sentimientos violentosafloraron en mi interior. Empec a

  • moverme, pero me par. La ansiedad mebloqueaba todos los msculos. Apolo nose habra podido atrever. Incluso Solosestaba plido. Todos sabamos sobrequin y qu mandaba Anank, y noauguraba nada bueno para lex. Larabia me dej sin palabras, y antes depoder recuperarme, Marcus habl.

    Por qu has metido a Anank enesto?

    Apolo le quit importancia.Este no es momento de discutir

    eso. Dionisio ha sacado informacinsobre el hecho de que el Olimpo se estpreparando para la guerra.

    Dionisio bostez.Tanto la poltica como la sangre

  • me aburren, pero soy de mucha utilidadpara sacarle informacin a los quesaben.

    El vino y la bebida murmurSolos.

    sueltan la lengua completDionisio sonriendo. Hay uncampamento de gente siguiendo losmovimientos de Lucian y el Primero.Tiene casi el tamao de un ejrcito. Sehan trasladado justo a las afueras delCovenant de Tennessee. Mis hermanos yhermanas los estn vigilando muy decerca.

    Mierda. Si Seth y Lucian fueran apor el Consejo, los dioses volveran atomar represalias y se perderan ms

  • vidas inocentes.Hay ms de cien Centinelas y

    Guardias mestizos con ellos aadicomo si nada.

    Por todos los dioses murmurSolos frotndose la frente.

    Sea lo que sea que estos dos estnvendiendo, la gente lo est comprandocomo si fueran adictos al crack. Dionisio se mir las uas, como siestuviera aburrido. No es por nada,pero los mestizos deben de ser bastanteidiotas si piensan de verdad que ponerseen nuestra contra es algo muy inteligente.

    No fue necesario mirar a Solos parasaber que ese comentario no le habasentado muy bien.

  • Lucian seguramente les estofreciendo lo nico que no tieneninguno.

    Y qu es eso? PreguntDionisio.

    Libertad. Me sent en el brazodel sof. La libertad de hacer lo queles plazca y no estar en deuda con lospuros de ninguna forma.

    Pero este es libre, no? Dionisio hizo un gesto hacia Solos.

    Libre? Solos se puso firme.Puedo ser sincero?

    Claro respondi el dios.Por qu no?

    Solos inspir suavemente.Convertirse en Centinela era el

  • menor de dos males. Mis opciones eranpermitir que me cogiesen como sirvientey permitir que me despojasen de mipropio ser o esta vida, que te asegurauna probable muerte prematura. Cmopuede llamarse libertad a eso?

    Dionisio arrug la frente.No sientes que tu honorable

    labor es suficiente?No tiene nada que ver con su

    deber le cort mirando a Apolo dereojo. Los Guardias y Centinelasmestizos creen en su deber y darn suvida por ello, pero no les hemos dadoeleccin, al menos no la misma que yotuve. Y si Lucian est tentndolos con laidea de poder elegir su propio destino,

  • acaso podemos culparles?Entiendo ese deseo, Aiden y

    puede que haya que cambiar algo, perono podemos permitir que Lucian losconduzca hacia una guerra contranosotros dijo Apolo. Y s lo queests pensando, que los que le siguenson inocentes en su ingenuidad, pero esono cambiar el resultado si van ennuestra contra.

    Que es exactamente lo que estnplaneando dijo Dionisio, muy anuestro pesar. La otra noche, measegur de que a varios mestizos queestaban con Lucian les aprovisionaranbien de whisky y envi a algunas demis chicas. He podido saber que

  • planean algo contra el Covenant deNueva York, pero estn esperando aSeth y a su pequea novia.

    Podra haberme partido todos losdientes de lo fuerte que los estabaapretando. Marcus se inclin haciaadelante y junt las manos.

    Lo que no entiendo es cmoninguno de vosotros puede derrotar aLucian.

    No podemos acercarnos a l.Siempre va acompaado del Primero.Dionisio se encogi de hombros.As que nosotros no podemos hacerledao a l, pero l puede hacernos daoa nosotros.

    Algunos moratones dije. Sin

  • estar a plena potencia no puede mataros.Dionisio levant las cejas.Pero mat a las furias de Tnatos.Drenndole a lex toda su energa

    argument. Sin tenerla cerca, nopuede aprovecharse de ello.

    No vamos a arriesgarnos. Apolo se inclin contra la silla.Puede dejarnos fuera de combate. Y sidebilita a uno de nosotros, lo estaremostodos.

    La familia quePues eso dijo Apolo cortando a

    Dionisio. Por lo que ha averiguado,estn planeando asaltar los Covenants. Yno podemos permitirlo.

    Y cul es el plan del Olimpo?

  • pregunt Marcus. Pareca que loshombros le pesaban, como si estuviesecargando con todo el peso de esteconflicto.

    Ves? Ah est el asunto. Lapalabra asunto salida de la boca deDionisio me son como sucia.Tenemos la intencin de ir a la guerra,pero hay algunos desacuerdos entre loslderes.

    Qu tipo de desacuerdos? Mefrot la sien, haciendo fuerza contra undolor sordo provocado sin duda por lafalta de comida.

    Seis quieren acabar con elproblema dijo Dionisio como si nada,como si estuviese contando dnde se

  • haba comprado esa camiseta tanextravagante.

    Ir a por Lucian y los que leapoyan? pregunt Solos. Llevarsepor delante a todos los que puedan?

    Apolo asinti con la cabeza.El resto pensamos que sigue

    habiendo esperanza de evitar una guerraa gran escala, porque si vamos a laguerra, lo que pas con los Titanes noser nada en comparacin. El recuentode bajas incluir a mortales,posiblemente millones de ellos. No hayforma de evitarlo.

    Sigue habiendo esperanza. Esas trespalabras me recordaron a lexrecostada contra mi pecho, hablando

  • sobre Seth, haca tan solo unas pocassemanas. Tena esperanzas en l, hasta elmomento en que se conect con ella.

    Sin mencionar el riesgo demostrarse ante los mortales aadiMarcus. Dioses, esto es

    No haba palabras para describirlo.Entonces ca en ello. Ninguno de

    nosotros, ni siquiera los dos dioses,habamos previsto esto haca un ao.Las profecas no predijeron que elmundo estara al borde de una guerracomo nunca antes se haba visto, unaguerra que podra destruir este mundo.

    Algunos creemos que la guerra sepuede evitar continu Apolo, perolos otros lo dudan, sobre todo teniendo

  • en cuenta los ltimos acontecimientos.lex dije en voz baja,

    acostumbrado ya a la punzada que meatravesaba el pecho.

    Dionisio se puso de pie.Muchos estaban dispuestos a

    quedarse al margen, incluso despus delo que el Primero le hizo al Consejo deCarolina del norte. Solo Poseidn yHades respondieron rpidamente, peroahora que ella se ha conectado, no tienenninguna esperanza. Y estn buscando

    Un malestar comenz a moverse enmi interior y se extendi por todo micuerpo como la maleza.

    Buscando qu?Con un suspiro, Apolo dijo:

  • Una forma de matar a losApollyons.

  • Captulo 3

    He entrenado mucho para mantenermi expresin en blanco y controlar migenio, pero la ira me desgarraba pordentro, acabando con mi autocontrol. Mecost lo mo no salir de la habitacin ybajar a velar por lex.

    Solos me mir y se aclar lagarganta.

    Pensaba que solo los Apollyonspodan matarse el uno al otro.

    Cerr los puos cuando Apolo segir hacia m.

  • T lo sabes.Ahora Solos y Marcus me miraban

    fijamente. Me entraron ganas deatravesar la pared de un puetazo.

    La orden de Tnatos mat aSolaris y al Primero. De alguna manerasaben cmo hacerlo, as que por qu noiban a saberlo tambin los dioses?

    Dionisio se rio.Tnatos le dio a la Orden esa

    capacidad, un cdigo o algo as, pero nisiquiera Tnatos se acuerda. Se suponaque nunca iba a haber dos Apollyons,que nunca existira esa posibilidad delAsesino de Dioses. Como pensaba queno lo iba a volver a necesitar, el muyidiota no lo anot.

  • Debera sentirme mal por estaraliviado?

    La Orden lo sabe, pero tras lamuerte de Telly se han dispersado. Porno mencionar que algunos de loscentinelas bajo las rdenes de Lucian yano cazan daimons. Apolo hizo unapausa y mir hacia la puerta. Hanempezado a cazar miembros de laOrden.

    Por todos los dioses Marcusfue hacia la ventana. Se par y se paslos dedos por el pelo. Pues no s ques peor.

    Tuve la extraa impresin de quean haba algo ms. Despus de dirigirlea Apolo unas cuantas pullas ms,

  • Dionisio desapareci, y con l parte dela tensin que se senta en la sala.

    Est de nuestro lado? pregunt.

    Apolo solt una risa seca.S, pero no porque sienta lo

    mismo que nosotros. Es solo porque esdemasiado vago como para meterse enuna guerra.

    Bueno, por lo menos eso era buenopara algo. Suspir.

    Hay ms, verdad? Y tiene quever con lex.

    S. Volvi a mirar hacia lapuerta, entrecerrando los ojos. Se girhacia m y asinti. El mensaje estabaclaro, era la misma mirada que nos

  • habamos lanzado tantas veces durantelos aos en que era conocido comoLeon. Tenamos espas. Cerr los puosy me dirig silenciosamente hacia lapuerta mientras Solos seguapreguntndole a Apolo sobre losCentinelas que estaban dando caza a laOrden.

    Dos sombras estrechas se deslizabanpor la pared del pasillo. Seguro quepensaban que eran tan sigilosos comoJames Bond. Pero eran ms como ElGordo y el Flaco. Cunto tiempollevaban ah fuera? Iba a tener queestrangularlos a los dos? Seguramente.Sal.

    Deacon dio un salto hacia atrs y

  • choc contra Luke, que estaba igual dedesprevenido. Uno podra pensar queLuke, habiendo entrenado tanto, sehabra recuperado ms rpidamente,pero ahora las cosas eran diferentes. ElCovenant no haba entrenado a losestudiantes para enfrentarse a lo que senos vena encima.

    Mi hermano me mir avergonzado,se puso recto y se pas la mano por sumaraa de rizos rubios. En vez de estarenfadado por haberle pilladoescuchando a escondidas, me alivisaber que estaba conmigo ahora quetodo pareca derrumbarse a nuestroalrededor.

    Hola, hermano dijo.

  • Levant una ceja.Deacon, qu estis haciendo

    aqu?Luke se enderez y se puso delante

    de Deacon.Ha sido idea ma, Aiden.La verdad es que no. Deacon

    mir hacia el techo. Sent la presenciade otro Dios y se lo dije a Luke

    Pero yo suger intentar averiguarqu estaba pasando. Luke respirprofundamente. Nos habis mantenidoal margen de todo esto, y la verdad esque tambin tiene que ver con nosotros.

    Seguramente sea porque es lomejor para vosotros seal.

    Luke mene la cabeza.

  • En serio, teniendo en cuenta lojodido que est todo ahora mismo? Conla lex mala encerrada en el stano yuna guerra en ciernes, creo quemantenernos a salvo no debera ser lamayor prioridad. Deberamos saber loque est pasando. Podramos ayudar.

    Intent mostrar mis respetos por eljoven mestizo con una sonrisa.

    Y cmo podrais ayudar vosotrosdos?

    Eso an no lo hemos pensado respondi Deacon, apoyndose en lapared, pero seguro que hay algo.Adems creo que Lea nos acabar dandouna paliza si tiene que volver a pasarotra tarde entera con nosotros.

  • Frunc el ceo.Dnde est Lea?La pobre mestiza ya haba pasado

    por demasiadas cosas y la habamosestado cuidando entre todos. Primeroperdi a su padre y a su madrastra en unataque daimon orquestado por la madrede lex, y luego Seth mat a su hermanadurante el ataque al Consejo. Todas esasmuertes estaban relacionadas con lex.

    Durmiendo respondi mihermano. Estir el cuello para tratar dever por detrs de m. Quin es eldios que ha estado aqu?

    No tena sentido mantenerlo ensecreto.

    Dionisio.

  • To, en serio? Deacon pusocara de fastidio. Es mi dios favoritodesde siempre.

    Por qu ser que no mesorprende? Murmur Luke.

    A m tampoco me sorprendi.Aunque Deacon haba dejado de beber,se podra decir que era como el almagemela de Dionisio.

    Tena que decidirme: echarlos de aho tratarlos como adultos, siendo que yacasi lo eran. A Luke le quedaban o lehabran quedado, unos pocos mesespara graduarse. En nada habra estadopor ah cazando daimons, pero parte dem rechazaba la idea de meter a Deaconen esto, ms de lo que ya estaba.

  • Pero no poda estar cuidando deDeacon el resto de su vida. Igual lohaba hecho ya demasiado, lo que podraexplicar en parte su comportamientoanterior y por qu no se senta cmodoal hablarme de su relacin con Luke.

    Asent.Vamos.Los dos me miraron como si les

    hubiera profesado mi amor por Seth,pero en seguida salieron disparadoscomo si les preocupase que pudieracambiar de opinin. Entr tras ellos alcuarto de estar e hice un gesto deresignacin al levantar Apolo una ceja.

    Vale dijo Apolo, mirando a sualrededor. Ahora que todos los que

  • importan estn en la sala, tenemos algoms de lo que hablar.

    Luke sonri y se puso al lado deSolos. Mi hermano se dirigi hacia lasilla ms alejada de Apolo. No entendapor qu le tena tanta mana a Apolo yjuro por todos los dioses, que si esosdos haban tenido algo entre ellos, igualme tocaba pegarme con alguien.

    lex dijo Marcus, apoyado enel escritorio. Con la mano derecha hizogirar una bola del mundo.

    Apolo hizo una mueca. Supe que novena nada bueno.

    La nica esperanza que tenemosde evitar una guerra a gran escala es silex vuelve en s y acepta acabar con

  • Seth.En el pasado, lex nunca habra

    accedido, pero ahora? Si pudisemosacercarnos a ella y romper su vnculo,acabara con Seth? Acaso yo queraque lo hiciese? Podra acabar heridao muerta. Como centinela, deba aceptaresos riesgos, pero como hombre, nopoda hacerlo si tena que ver con lex.

    Hemos encontrado la forma deromper el vnculo temporalmente continu Apolo. Cerr los ojos y volvia abrirlos. Ahora tena el iris azul. Tuveque apartar la mirada porque merecord lo mucho que lex odiaba susojos de dios, y cmo Apolo siempre loscambiaba de color por ella. Nos dar

  • algo de tiempo hasta que encontremosuna solucin permanente.

    Todo giraba alrededor de lo queApolo acababa de decir. Rompertemporalmente la conexin que tenanera mejor que nada. No poda evitar lasganas de saberlo todo.

    En qu consiste ese apaotemporal?

    No te va a gustar, a ninguno os vaa gustar, pero en este momento es lanica opcin que tenemos.

    Cerr los puos.Va, dinos. Cul es la solucin?Apolo arrug la frente. Estaba

    bastante seguro de que si no llega a serpor la amistad que habamos cultivado

  • durante nuestras caceras, ya me habrasoltado un rayo.

    He hablado con AnankNo dijo Marcus, antes de que

    me diese tiempo a abrir la boca. Seapart del escritorio. Solo hay unarazn por la que habras hablado conAnank, y la respuesta es no.

    El dios cruz los brazos y por laforma en que se endurecieron sus rasgos,supuse que no estaba acostumbrado aque le dijesen que no.

    S que solo pensarlo esdesagradable.

    Una rfaga de ira me revolvi pordentro.

    Desagradable no es la palabra

  • que yo usara grit con fuerza.Vale, no lo pillo. Deacon se

    apart un mechn de pelo de los ojos yarrug la frente. No voy muy bien enMitos y Leyendas. Quin diablos esAnank?

    El cario con que le habl Luke leborr la sonrisa.

    Adems de ser la madre de lasMoiras y del destino, es la que mandasobre las compulsiones y todas lasformas de esclavitud y cautiverio.

    Nuestro poder de usarcompulsiones es gracias a Anank explic Marcus, entrecerrando los ojos. Es una diosa poco conocida,prcticamente olvidada.

  • Excepto porque ella es la queinvent el Elixir que mantiene a losmestizos como dciles sirvientes. Solos tens la mandbula.

    Deacon mir a Apolo y arrug lanariz.

    Entonces para qu te pones encontacto con una diosa que? Abrila boca de par en par. Oh. Mierda.Quieres darle el Elixir a lex.

    Cruc los brazos para evitar darle ungolpe a algo.

    No, Apolo. Rotundamente no.No s ni qu hacemos discutiendo

    esto. Solos rode el sof, evitandopasar cerca de m, con razn. En esosmomentos era como un giser a punto de

  • explotar. Se puso al lado de Marcus.El Elixir no funciona con el Apollyon,verdad?

    No el que le damos a losmestizos, pero a lex le daramos algodistinto. Apolo hizo una pausa. Ledaramos algo ms fuerte. Anank me haasegurado que rompera el vnculo y quelos efectos sern solo temporales. No eslo mismo que se les hace a los dems.

    Ah no? Porque a m s que me loparece. La idea de darle a lex elElixir me pona malo y me estabacabreando. No puedo hacerlo.

    Apolo abri la boca, tratando deencontrar qu decir.

    Tenemos que romper el vnculo,

  • Aiden. En algn momento, lexdescubrir dnde est. Y entonces qu?Seth vendr a por ella y le pasar todasu energa. Entonces todo se habracabado. No tenemos una segundaoportunidad.

    Tiene que haber otra manera! Me puse fuera de control. En esemomento me falt casi nada paradescubrir si era capaz de tumbar a undios. Lo nico que me detuvo fue quesaba que Apolo intentaba ayudarnos;intentaba ayudar a lex. No dudaba queel dios se preocupaba por ella. Creoque no hemos buscado suficiente. Nohemos comprobado todos los recursosposibles.

  • Dnde ms podemos buscar,Aiden? Apolo me mir con los ojosbien abiertos. He puesto el Olimpopatas arriba buscando la forma deromper su vnculo. Lo nico que hay esel Elixir y

    No. Me mantuve firme.Apolo mir a su alrededor, buscando

    ayuda. Solo dio un paso atrs levantandolas manos.

    A m no me mires, quiero seguirde una pieza, gracias.

    Sonre.Luchando por conservar la

    paciencia, Apolo se puso a andar por lasala.

    Es solo una solucin temporal,

  • Aiden.Pues es una solucin inaceptable!

    Grit tan fuerte que hasta Deacon dioun brinco. Le haba tocado sufrir misenfados una y otra vez, pero la expresinde inmensa sorpresa que tena ahoramismo me dijo que nunca antes me habavisto as. Lo que senta por lex, si esque alguien en la sala an tena dudas,se notaba ahora a la legua. Nos estspidiendo que aceptemos quitarle todo loque es! Convertirla en un zombiestpido sin control Par a tomaraire. Ese era el mayor miedo de lex.Era lo que la despertaba por las noches,lo que la persegua como un fantasmavengativo. No tendra ningn control

  • sobre s misma.Ahora mismo no lo tiene

    insisti una dulce voz de mujer.Me di la vuelta. Lea estaba parada

    en la puerta, tan alta y delgada como suhermana mayor. Tena el pelo colorcanela sujeto en una coleta. Sus ojosestaban rodeados de una sombra oscuray estaba demacrada.

    No lo entiendes le dije.Entr en la habitacin, mirando

    primero a Apolo y luego al resto.No la he visto, pero la he odo.

    Todos la hemos odo. Los dioses sabenque nunca hemos sido amigas, pero lexnunca habra dicho todas esas cosas quela he odo gritar. Esa no es ella.

  • Apret los labios, me di la vuelta ysacud la cabeza. Lea tena parte derazn. Lo que haba ah abajo, en elstano, no era lex, no era la chica a laque amaba con todo mi ser. Y no tenacontrol sobre s misma.

    Pero el Elixir Eso era distinto.Lea se sent junto a Deacon y se

    puso las manos sobre el regazo.La idea de usar el Elixir parece

    mala en todos los sentidos, pero quopciones tenemos? No podemos tenerlaah abajo para siempre.

    No est comiendo nada murmur Marcus. Se frot la frente,tenso. Ni si quiera estoy seguro deque est durmiendo o de si se est

  • comunicando con Seth, y es eso lo que lamantiene despierta.

    Me lo qued mirando.Marcus, t sabes el miedo que

    tena de que le dieran el Elixir.Apart la mirada, incapaz de

    mirarme a los ojos.Lo s, Aiden. Joder, claro que lo

    s, pero hay que ceder en algn punto.Aunque odio la idea de hacerle esto, eslo nico que puede darnos ms tiempo.

    Me negaba a creer que fuera nuestraltima opcin y busqu ansioso algunaotra forma, agarrndome a lo que pude,por doloroso que fuese.

    Y qu pasa con las Moiras?Puedes ir a verlas y saber cul ser el

  • resultado? Si ser capaz de romper elvnculo por s misma? O si hay algunaforma de que lo podamos hacernosotros?

    Apolo mene la cabeza.No le caigo demasiado bien a las

    Moiras, y aunque lo hiciese y losupiesen, no nos lo diran a ninguno. Yasabes cmo funcionan, Aiden. Ya

    T sabes lo que esto le va ahacer! Rug, ardiendo de ira.

    S lo que esto te va a hacer a ti dijo en voz baja. Y s que la idea dehacerlo te est matando

    Para, para. Estaba que echabahumo. No voy a dejar que ninguno lehagis eso. As que ayudadme

  • La amenaza flot en el aire como undenso humo que los ahogaba a todos.Marcus pareca triste, devastado portodo. Solos estaba plido, seguramenteporque pensaba que Apolo estaba apunto de atravesar la pared conmigo, deun golpe. Lea y Luke miraban hacia elsuelo, compungidos. Acaso los dosjvenes mestizos sentan cierta culpapor admitir que lex necesitaba elElixir, sabiendo lo que le hara, lo queeso significaba?

    Eran demasiado jvenes para esto,para toda esta mierda. Y lex tambin.

    Y yo. Joder.El nico que me miraba era mi

    hermano. Una tmida sonrisa triste se

  • dibuj en su cara.lex nos dara de leches por

    pensar en hacerle algo as, pero creoque lo entendera, Aiden. Creo queentendera el porqu.

    Entonces Marcus dio un pasoadelante y me puso una mano en elhombro. Trat de no quitarla de ungolpe. Y de no pegarle; de no pegarle aalgo. Pero l tambin estaba sufriendo.

    Hay algo ms a lo que lex letena miedo. Habl tan bajo que dudque alguien ms, aparte de Apolo, lohubiese odo. Y sabes lo que era.

    Claro que s. Dioses, vaya que si losaba.

    lex tema perderse y entregarse al

  • Primero, a Seth. Yo le promet, le jurque nunca pasara. Y haba pasado. Lehaba fallado. Esa espina comenzaba apudrirse en mi interior, pero aceptardarle el Elixir no era mucho mejor. Tansolo sera una forma ms de fallarle.

    Me apart de Marcus y me pas losdedos por el pelo. Nadie habl duranteun tiempo. Ese silencio era tan durocomo mi amenaza. Al final, todo elmundo empez a hablar, soltando nuevasideas. Acabar con Seth era la primeraopcin de todos, pero era imposible.Llevarnos a lex ms lejos, esoposiblemente atenuara su vnculo,dndole espacio, dndonos tiempo parabuscar ms runas, hechizos y oraciones.

  • Nos esforzbamos todos por salir deesta situacin desesperada. Al finalApolo se acerc a m.

    Tenemos que hablar en privado.Quera que se marchase, pero asent,

    y salimos hacia la cocina. Iba dandopasos rpidos.

    No vas a poder convencerme deque darle a lex una versin aumentadadel Elixir es lo correcto.

    Cerr la puerta con el dorso de lamano antes de hablar.

    S lo fuerte que es lo que sientespor ella.

    Le mir fijamente.La amo. No lo entiendes.S, claro que lo entiendo. Te

  • olvidas de que estuve a tu lado cuandodiste caza a Eric. He visto cosas quenadie sabe, lo mucho que te afect loque le haba pasado a lex. Y s lo quele hiciste a ese daimon.

    Apret la mandbula y apart lamirada.

    Se lo mereca.Eso no lo discuto.No me senta especialmente

    orgulloso de lo que le haba hecho aEric. La palabra tortura erademasiado suave para nombrar lo que lehice. Me costaba tragar aire.

    Dnde quieres llegar, Apolo?Lade la cabeza.Este amor que sientes por lex es

  • admirable, pero ya lo he visto antes. Haarruinado civilizaciones enteras. Terecuerdo lo que pas con Troya?

    Me ests dando una clase dehistoria?

    Le brillaban los ojos.Vale. Correremos un tupido velo

    entonces, Aiden.Pues vale.No he sido totalmente abierto con

    la informacin que tengo dijo trasunos segundos.

    Re sin gracia.Por qu ser que no me

    sorprende? Has sido todo un manantialde sinceridad.

    Apolo no hizo caso.

  • Desde que Zeus cre al Apollyonhace miles de aos, el Primero ha sidosiempre mi descendiente.

    Qu? No lo entenda.Artemisaa dijo que lex descenda de ti.

    Y as es. Se puso junto a laestantera del vino y descorch unabotella. Durante la historia, elApollyon siempre ha descendido de m.Hasta el da de hoy no s de quindescenda Solaris, y me pasa lo mismocon Seth. Pero esta vez es que estavez, es diferente. Hizo una pausa y sellen una copa. Seth es el primero,pero no es uno de los mos. No s cmo,pero otro dios es responsable de ello. Yapostara mi corona de laurel a que este

  • mismo dios fue tambin el responsablede Solaris.

    Me ofreci un trago que rechac conun gesto.

    Ests diciendo que lex deberahaber sido el Primero y que Seth ha sidopura casualidad?

    Apolo se encogi de hombros.No lo s. Y ningn otro dios se ha

    hecho responsable de l.Ya, obviamente dije.Sonri mientras volva a poner la

    botella en su sitio y dio un trago.Esa no es la cuestin, Aiden.

    Quienquiera que sea el responsable deSeth, no lo admite porque tiene suspropias razones, las mismas por las que

  • Lucian conoce los hechizos que mepueden mantener alejado de su casa.

    Crees que hay un dios trabajandocon Lucian? El mismo del quedesciende Seth?

    Es bastante probable dijoacabndose la copa de vino, pero hayotra razn por la que ese dios no hadicho nada. Porque l o ella sabe quehay otra manera de matar al Apollyon.

    Me qued helado.A qu te refieres, Apolo?El dios ligado a ellos puede

    matarles. Yo puedo matar a lex.

  • Captulo 4

    Sent como si el suelo se moviesebajo mis pies, y las paredes comenzarona oscurecerse. Me cost unos segundosdarme cuenta de que estaba andando,apartndome de Apolo y del bombazoque acababa de soltar.

    l, por supuesto, me segua.Aiden, dnde vas?Me diriga hacia el stano. Tena que

    ponerme entre lex y cualquiera queviniese a por ella.

    Apolo se puso delante de m,

  • bloquendome el paso. Di un paso a unlado, pero l me imit.

    Aiden, escchame.Ya he odo suficiente.No es una amenaza, amigo, pero si

    trata de conectarse con el Primero,tendr que acabar con ella. Debohacerlo Me cogi el puo y meempuj hacia atrs. El mundo enterodepende de que no vayamos a la guerra.

    Di un paso hacia l, sin pensarlo dosveces, y me volvi a echar hacia atrs.Una y otra vez. El dolor me atenazaba.Era dolor fsico? O psicolgico? Nosabra decirlo.

    La mataras?No me gustara tener que hacerlo.

  • Sus ojos azules brillaron. Y por esoestoy haciendo todo lo posible porevitarlo. Darle el Elixir nos da tiempo,Aiden. Y eso es lo que necesitamos.Necesito tiempo porque tengo a seismiembros de mi familia listos paraacabar con el mundo mortal. No puedoquedarme aqu esperando a que lexlogre una forma de escapar o que Sethdescubra cmo conectar con ella.

    Nadie te ha pedido que ests aqu,Apolo. Lo tengo controlado.

    Me lanz una mirada desconfiada.No lo entiendes. Los dioses saben

    que no pueden matarla, pero eso nosignifica que no vayan a intentarlo. Yaunque no puedan matarla, le harn

  • dao.Apoyndome contra la pared, me

    llev las manos a las sienes y apret confuerza. Solo quera bajar al stano,coger a lex y llevrmela lejos de todoesto.

    Me ests pidiendo demasiado.Apolo suspir.Tienes que apartarte un poco de

    esto, Aiden. Mralo desde la perspectivade un Centinela, tal y como fuisteentrenado.

    Levant la cabeza y le clav lamirada.

    Ahora me pides que seaobjetivo?

    Solt una breve risa.

  • S, ya s que no soy el Dios msobjetivo, pero tienes un trabajo, Aiden.El trabajo de proteger a la humanidad, yproteger a los Hematoi. Ese es tu deber.Y sabes lo que es correcto en este caso.

    As que tengo que elegir entre mideber como Centinela y mi deber comohombre? Por lex?

    S y no. Tienes que elegir ambos.Apolo se apoy contra la pared. Apesar de mis casi dos metros de altura,me sacaba un buen trozo. Marcustiene razn. Sea o no el Apollyon, no lepuede quedar mucho en estascondiciones. Sin comer? Sin dormir?Acaso ha bebido algo de agua?

    Cerr los ojos.

  • Dos veces. Bebi dos vecescuando pensaba que no la estabamirando.

    Solt una maldicin.Necesita descansar. Necesita

    tomarse un respiro, Aiden. Y nosotrosnecesitamos tiempo para ver cmoacabar con todo esto.

    Y si no qu? Vas a matarla?Apolo no respondi.Dioses. Me qued unos

    momentos escuchando las pisadas de losCentinelas en el piso de arriba.Quin sabe lo que puedes hacer?

    Solo mi hermana Artemisa yseguramente Zeus, si es que ha estadoprestando algo de atencin, que eso est

  • por ver dijo. He logrado hacer quelos seis acepten que si le damos a lexel Elixir se calmarn. No es solo porella, Aiden. Son millones de personas.

    Asent, me apart de la pared y tratde recomponerme. El deber y el amornunca se haban llevado bien, perosiempre haba algo intermedio.

    Necesito tiempo.Aiden, no tenemos tiempo.No te pido das. Solo te pido

    hasta esta noche. Empec a andarhacia el stano y me par. Necesitointentarlo una vez ms.

    No puedo culparte. Sonri.Te doy esta noche de plazo. As quevolver maana por la maana.

  • Asent de nuevo y abr la puerta.Mir atrs, pero Apolo ya se haba ido.Estaba solo. Solo con esa decisin quenunca me perdonara si la tomaba.

    lex estaba tumbada en el colchn,encogida de lado, de espaldas a lapuerta. No empez a exigir que la dejarasalir ni empez a insultarme como habahecho estos ltimos das. Ni siquiera sedio cuenta de que estaba ah.

    Quiz estuviese durmiendo, pero elcorazn se me aceler y me apresur asacar las llaves del bolsillo, acercando

  • una de ellas hacia la puerta.lex?Nada. No movi ni un msculo.Con suerte, solo estara durmiendo,

    pero al abrir la cerradura me temblabanlas manos. Me met dentro y cerr lapuerta con llave. La llam de nuevomientras me volva a guardar la llave enel bolsillo. No hubo respuesta, y a estasalturas lex ya habra saltado encima dem como un daimon buscando ter.

    Algo iba mal.Corr a su lado y me puse de rodillas

    sobre el borde del colchn. Una maraade pelo le cubra la cara. Con el pulso amil, le puse una mano sobre el hombro.

    lex, ests?

  • Se puso de espaldas rpidamente yme estamp los pies contra el estmago.Todo el aire de los pulmones se meescap con un ruido ronco. Ca deespaldas, pero me recompuse antes deque se pudiese poner en pie.

    Mierda. Deb haberme imaginadoque era como un daimon fingiendo.

    Haciendo un ruido casi salvaje, setir sobre m de rodillas. Me gir haciaun lado para esquivarla. Pude haberlacogido de las piernas, pero no querahacerle dao. Cay al suelo a mi lado ypuso una pierna encima de la ma,atrapndola entre sus muslos.

    Levant las cejas.Qu haces?

  • Cllate sise, mientras meagarraba una mano.

    En serio, si queras cogerme de lamano y hacerme unos mimos, no tenasms que pedirlo.

    Se puso roja de furia y se sent ahorcajadas sobre mis piernas. Ensilencio y frunciendo el ceo, intentmeterme la mano en el bolsillo.

    Le agarr la mueca.Caray, lex, normalmente me

    encanta que me toquetees, pero djalo.Hizo una mueca y trat de soltarse el

    brazo.No saba que eras tan pervertido.Sonre, tenso. Gir el otro brazo que

    me quedaba libre y le agarr la mano

  • antes de que intentara pegarme en lagarganta.

    Sabes exactamente cmo soy.No me lo recuerdes. Usando su

    peso y las fuerzas que an le quedaban,se logr soltar. Se puso de pie y cerrlos puos.

    Scame de aqu, Aiden.Me puse de pie.Ni lo pienses.lex dio un paso al frente, y yo uno

    atrs.Dame la llave. Tengo que irme.

    Tengo que irme con l.Me doli escucharla decir eso.Lo que tienes que hacer es

    escucharme.

  • Rpidamente, tom aire y lanz lamirada hacia las puertas cerradas.Movi el pie izquierdo apenas un par decentmetros hacia atrs, tal y como lehaba enseado yo mismo, apoy supeso sobre la pierna y gir.

    La patada fue increblementeperfecta, con la rodilla doblada enngulo de noventa grados para lograrmayor fuerza al extenderla, pero me laesperaba. Con el antebrazo bloque lapatada y us ese impulso para lanzarlacontra el suelo, farfullando de dolor.

    lex era increblemente rpidacuando quera, y lo era an ms siendoApollyon. Se dio la vuelta y me lanz elcodo, y luego la palma de la mano.

  • Luego se agach para ir a por mispiernas, maniobras que habamosensayado juntos cientos de veces.Luchar entre nosotros era como lucharcontra nosotros mismos.

    Vaticinando una patada mariposa, mepuse detrs de ella rpidamente. Girsobre s misma, lanzando el brazo. Sentel aire rozndome la mandbula alesquivarla, y la agarr por la cintura.Apoy su espalda contra mi pecho yech la cabeza hacia atrs para evitar uncabezazo suyo.

    Sultame! chill mientras semova como una loca. Era un chillidoagudo, como si le estuviese haciendodao, pero saba que no era as. Que

  • me sueltes!lex, tienes que escucharme.

    Razonar con ella seguramente rozaba lalocura, pero tena que darle laoportunidad de librarse de esto. Si norompes tu conexin con Seth, no tegustar lo que va a pasar.

    A ti s que no te va a gustar loque va a pasar! Ech todo su pesohacia atrs, levantando las piernascontra el pecho, pero la sujet sinproblemas. Porque voy a hacerte daoen cuanto salga de aqu. Y el primero alque voy a visitar es a tu hermano!

    Basta! Escchame. Ech lacabeza hacia la izquierda, esquivandode nuevo la suya. Los dioses van a ir

  • a la guerra por culpa de lo que esthaciendo Seth.

    Pues vale! Que lo hagan rio ypuso los pies en el suelo. Losdestruiremos a todos. Empezando conese idiota de Apolo.

    Suspir. Se me estaba acabando lapaciencia. S, la verdad es que no eratan buenazos como deca Seth.

    No puedes seguir asMe clav el codo en la tripa y se

    solt. Di un salto hacia delante, laagarr de la cintura y la tir sobre elcolchn. En vez de eso, deb haberlatirado de cabeza contra el suelo. No esque ella me fuese a tratar con el mismocario.

  • lex se ech hacia arriba e intenttirarme, agarrndome la cintura con laspiernas. Apret ms fuerte, usando todomi peso para inmovilizarla. Ella levantlas manos hacia mi cara, como si fuerangarras. Le agarr de las muecas y se lassujet por encima de la cabeza.

    Mrame le dije. Me inclinsobre ella, separados por unos pocoscentmetros. Mrame y escucha.

    Empez a girar la cabeza, peroapret mi frente contra la suya,sujetndola. Cerr los ojos con fuerza,pero eso ya s que no poda evitarlo.

    Respir profundamente, rogando queme entendiese, solo por una vez

    Esta no eres t, lex. T nunca

  • actuaras as. Esta no eres t.Claro que s! Su voz se inund

    de dolor y se arque de nuevo. Estuvo apunto de tirarme. Solo ests enfadadoporque ya no te quiero. Ests celoso yobsesionado.

    Ignor sus palabras.Ests dejando que Seth te

    controle. Te acuerdas de cunto temasque eso pasase? De lo asustada queestabas por poder perderte en l? Quha pasado con eso?

    Se qued quieta, a excepcin de supecho, que se mova agitado por larabia.

    Pase la mirada por los contornos desu rostro.

  • Te jur que no dejara que esoocurriese, y s que te he fallado, pero nopienso rendirme sin ms, lex. Nuncame rendir por ti.

    Apret los labios con fuerza, y unescalofro recorri su cuerpo.

    Siempre has sido tan fuerte, tandiferente. Nadie ms que t controlabatu vida. Nadie decida por ti. Peroesto ni siquiera cuestionarte ni lucharcontra lo que te est pasando, es dedbiles.

    lex abri los ojos de par en par.No soy dbil.Entonces prubalo! Joder,

    tena ganas de sacudirla. Djalo fuera,aunque solo sea durante unos minutos.

  • S que puedes. S que has estadotrabajando muchos meses en poderbloquearle. Hazlo, lex, y hablaconmigo. Ensame que no eres dbil.

    Sus ojos ambarinos brillaron,luminosos y potentes. Eran hermosos,como si un dios hubiese puesto un par detopacios en ellos; pero yo los odiaba.Odiaba lo que significaban, lo queimplicaban. Odiaba que a pesar de todolo que lex haba hecho, a pesar de todolo que habamos hecho, acabconectando con Seth de todas formas yse perdi en apenas unos segundos.

    S que puedes hacerlo le dije. S que tienes esa fuerza, porque eslo que ms me gustaba de ti. Senta un

  • gran amor por ti. Tu fuerza es admirable,es preciosa. Es lo que eres. Y t no eresesto en lo que te has convertido.

    Amor? repiti la palabra comosi no la conociese.

    Se me encogi el pecho y laspalabras me salieron de la boca sinpoder evitarlo. Maldita sea, hasta lesupliqu y nunca lo haba hecho.

    Por favor, vuelve a m, lex. Porfavor. Te quiero demasiado como paraperderte. Y te quiero demasiado comopara dejar que ocurra lo que va a pasar,pero no me dejas otra opcin.

    Baj las pestaas, y en un segundovolvi a abrir los ojos. Me qued sinaliento, demasiado asombrado como

  • para poder sentir o pensar cualquier otraque no fuese el hecho de que sus ojoseran marrones, un marrn clido comoel whisky.

    Sus ojos eran marrones.lexTena la cara plida y le temblaban

    los labios.Lo siento mucho. Aiden, te qui

    Un grito desgarrador sali de ella,arquendose sobre el colchn, con losojos muy abiertos.

    Se me par el corazn.lex?No puedo est en todas partes.

    Me duele. Aiden, por favor haz quepare, por favor Se desplom,

  • gimiendo y retorcindose, echando lacabeza hacia atrs y hacia adelante.

    Con el corazn en la garganta,empec a dejar que se incorporase, peroentonces volvi a abrir los ojos y mepuse como una furia. Unos ojos doradosme devolvieron la mirada. Casi la tena.Casi.

    lex se revolvi como una loca bajomi peso.

    La extraa mezcla de emociones quese concentraban en m, no me habanpreparado para esperarme esto. Misesperanzas acabaron hechas aicos y seconvirtieron en una decepcin punzante,que finalmente acab dando paso a laira. lex estaba ah dentro y estaba

  • sufriendo. Solo haba podido verladurante cinco segundos y en seguidavolvi a ser absorbida por Seth. Nosaba si estar feliz o profundamentedevastado.

    A pesar de la falta de alimento y desueo, le cost una barbaridad detiempo cansarse. Se retorci, grit,patale e incluso intent morderme, peroal final se cans y acab jadeando.

    Esto te hace feliz? Hacermedao de esta forma? Te hace sentirpoderoso y malo?

    No te estoy haciendo dao. Abr los ojos, cansado.

    Me ests matando! Intentlevantarse, pero cay de nuevo hacia

  • atrs. La muy desgraciada iba a acabarhacindose dao ella sola.

    Por todos los dioses, lex,quieres dejar de pelear conmigo por unmaldito segundo? Abri la boca, perole puse mi otra mano sobre los labios.No digas ninguna tontera. No tienes niidea de la mierda de noche que estoyteniendo.

    Entrecerr los ojos.En serio. Ni un solo comentario

    graciosillo.Se qued muy quieta, y apart la

    mano. Se moj los labios con la puntade la lengua. Saba que tena algopreparado para decirme, pero se estabaconteniendo.

  • Necesito que vuelvas a intentarlo,lex. Bloqualo. Corta la cuerda, estavez te ayudar a hacerlo. Te lo juro. Teayudar a hacerlo.

    lex se qued mirndome fijamentedurante tanto rato que tem que hubieseolvidado cmo hablar.

    No lo entiendes. No quierohacerlo. Le necesito, Aiden. No a ti. Unmestizo y un puro no pueden amarse.Deja que me vaya.

    Fue como si alguien me hubiesehecho un agujero en el pecho. El dolorera real, tan real como el dolor quehaba presenciado unos momentos antes.

    Aiden, por favor, haz que pare.Me centr en eso en vez de en lo que

  • acababa de decir. lex sufra cuando seresista a l y quin sabe si trataba deluchar en otros tantos momentos que noveamos. Lo nico que saba era quecuando haba sido ella misma, su yoreal, me pidi que lo parase, me losuplic. Y solo haba una forma dehacerlo.

    En ese mismo momento supe que,por mucho que me doliese, no haba otraopcin.

    Me inclin hacia ella, le di un besoen la frente y cerr los ojos. Durante unsegundo, tan solo un segundo, meempap de su calor y de ese momento deintimidad sin que luchase contra m.Despus, movi la cabeza hacia un lado

  • y dijo algo demasiado horrible comopara recordarlo. Me levant, me puse depie y me di la vuelta, saliendo de lacelda.

    lex se qued en el colchn, sinmolestarse siquiera en acercarse hasta lapuerta cuando la cerr. Yo me qued ahde pie, mirndola, sabiendo que lo queiba a hacer no tena nada que ver con mideber para con la humanidad o con losmos. No tena nada que ver con Apolo ysus advertencias.

    Aiden, por favor, haz que pare.Solo haba una forma de hacerlo.

  • Captulo 5

    La maana siguiente, Apolo, Marcusy yo nos encontramos en la pequeaterraza acristalada, llena de plantas yflores. Ese fuerte aroma me record alex. Diablos, todo me recordaba alex.

    Anoche lex s que tuvo razn enuna cosa. Estaba obsesionado.

    Apolo fue al grano.Estamos de acuerdo?Mir a Marcus sabiendo que anoche,

    finalmente, l ya haba tomado una

  • decisin. Y yo tambin. Cansado, mepas la mano por mi mejilla spera.Necesitaba un afeitado.

    Aiden dijo Marcus.Exhal con dificultad y entrecerr

    los ojos. No saban que anoche, lexhaba logrado recuperarse durante unospocos segundos. El fugaz momento enque pude verla mantena vivas misesperanzas, pero visto bajo la luz delda, no estaba seguro de si habaocurrido realmente o si haba sido solouna ilusin.

    Me aclar la garganta,repentinamente seca. Me costaba formarlas palabras.

    Dadle el Elixir.

  • Y eso fue todo, lo nico necesario.El silencio reinante fue interrumpido

    por un sonido como de botellas dechampn descorchndose. La habitacinpareci quedarse sin aire y me di lavuelta. Un polvo azul brillante comenza formarse bajo los rayos del sol. Cadapartcula brillaba como un zafiro. Sejuntaron rpidamente, como si seatrajesen para formar un todo. Encuestin de segundos, tenamos frente anosotros a una mujer.

    La diosa ech ligeramente la cabezahacia atrs, envuelta en una tnica deseda azul que se ajustaba a sus curvas.Sus dorados rizos, largos y sueltos, lecaan sobre la cintura. Se dirigi hacia

  • Apolo, con una mueca en los labios.Marcus contuvo el aliento,

    impresionado por la belleza de la diosa,y yo solo senta todo el cuerpoentumecido. Hicimos una reverencia.

    Me estaba pasando algo, sin duda.O igual es que estaba demasiado

    centrado en lo que sostena en susdelicadas manos, una jarra de porcelanaque pareca antigua, grabada con unsmbolo odioso. Un crculo atravesadopor una raya, la marca de laservidumbre.

    Anank dijo Apolo mientrashaca una reverencia ante ella.

    Levant las cejas. Vaya rapidez. Eraextrao ver lo atentos que podan estar

  • los dioses cuando queran. En esemismo momento sent que la odiaba,pero me obligu a seguir impasible.

    Le dio la jarra a Apolo y se girhacia m, con una media sonrisa.Entonces, volvi a mirar a Apolo.

    Solo hace falta un poco.Tendris que acabar diciendo lacompulsin.

    Cerr los puos y comenc a darmela vuelta, pero me par. Habaescuchado la compulsin una y otra vezdurante muchos aos. De hecho yacomenzaba a rondarme la mente. Elestmago me dio un vuelco.

    La diosa se apart de Apolo yvolvi a ponerse en el centro de la sala.

  • Har efecto en unos pocosminutos. Acabar con todos sus poderesde Apollyon, y as romper la unin.Ella estar diferente.

    No me gustaba cmo sonaba eso, asque pregunt:

    A qu te refieres con diferente?Volvi a poner una media sonrisa.Ser ms fcil lidiar con ella,

    obedecer sin ms. Ella bsicamentesabr quin es, pero nada ms.

    Qu? Mir a Apolo. Yo noestaba de acuerdo con eso.

    Apolo me mir como dicindomecllate. Respir profundamente y meagarr las manos tras la espalda.

    Pido disculpas.

  • La diosa arque una ceja y asinticon la cabeza.

    He aadido Ma-Huang, que afectaa la memoria. Sus recuerdos la vinculancon el Primero. Sin ellos, lsimplemente no existe. No es perfecto,pero es lo mejor que podemos hacerdada la situacin.

    Un escalofro me recorri laespalda. Si Seth no existe para ella,entonces tampoco existira nadie enquien confiase o que le importase. Niyo.

    Se cansar fcilmente continuAnank. Y ser muy fcil tratar conella mientras buscamos alguna solucinms permanente.

  • La solucin permanente estaba enesta habitacin, Apolo, pero por suertela mayor parte de los dioses no sabanque l poda acabar con ella.

    Cunto tiempo durar? pregunt Apolo.

    Anank mene la cabeza.No se sabe. Si hay suerte, quiz

    unos das, pero sabris cundo comienzaa irse el efecto. Empezar a estar msagitada y puede que incluso empiece arecordar cosas. Cuando ocurra,necesitar una nueva dosis.

    Va a hacerle algn tipo de dao?Se notaba que Marcus estabapreocupado.

    No. Empez a brillar de nuevo,

  • pero su voz segua cargada de una fraindiferencia. Pero yo no le dara msde seis dosis. En ese punto los efectospueden llegar a ser permanentes.

    Y desapareci, dejndonos a todoscon la boca abierta. Marcus exhal confuerza.

    Pues menos mal que lo ha dicho.Podra llegar a ser permanente?

    Levant una ceja, desafiando a Apoloa que apartase la mirada. T losabas?

    Entrecerr los ojos.S lo mismo que vosotros. Por lo

    menos sabemos que no debemospasarnos de seis dosis. Si dura por lomenos cuatro das, entonces tenemos

  • casi un mes.Si dura siempre cuatro das

    seal.Apolo mir la jarra.Bueno, pues estamos a punto de

    comprobarlo.

    Baj las escaleras, tan distante detodo esto como poda. Saber en lo queestaba a punto de participar me estabamatando por dentro. Puede que suenedramtico y antes, la verdad es que nopensaba que pudiese pasar, pero ahoralo entenda.

  • Es lo mejor dijo Apolo.Le mir, pas a su lado y me qued

    quieto frente a la celda. lex estabasentada en el colchn, apoyada contra lapared y con las rodillas dobladas contrael pecho. Se qued mirando tras de m,donde Apolo estaba esperando en laoscuridad. Por alguna razn, lexreaccionaba como si fuese una hidraloca cada vez que Apolo se le acercaba.

    Al final has entrado en razn yhas decidido soltarme? Una sonrisade suficiencia torci esos labios queantes me encantaban. Ahora estabanagrietados por la falta de agua. Labotella segua intacta contra la pared.

    Abr la puerta.

  • Ya sabes cul es la respuesta.lex se puso de pie, tambalendose

    en cuanto se baj del colchn. Estabatan plida como las paredes que larodeaban.

    Deb haber supuesto que ningunode vosotros era demasiado inteligente.

    Nos metimos en la celda y cerramosla puerta detrs de nosotros. Mir alex sin muchas ganas. Cada da estabams dbil, pero era una luchadora nata.Marcus se ech atrs, dejndome a mque tratase con ella, tal y comohabamos planeado.

    Al parecer era mejor que fuese yoquien lo hiciera.

    Su inquietante mirada mbar pas de

  • mirarme a m, a lo que Marcus tenaentre sus manos. El lquido que habadentro del cristal era azul oscuro yespeso. Lo reconoci y dio un pasoatrs. Me puse a su lado y contuve elaliento.

    Como era de esperar, se puso comoloca.

    Rpidamente, me ech hacia delantey la rode con los brazos, sujetndolelos suyos contra el cuerpo. Usando mipeso, la ech al suelo con cuidado,como pude, porque no dejaba deretorcerse. Desde detrs, la rode conlas piernas, enganchando las suyas.

    lex estaba atrapada.No! No! gritaba sin parar.

  • Cada palabra era como un golpe directoa mi corazn. No! No!

    Con mi mejilla contra la suya, leobligu a echar la cabeza hacia atrs.

    Lo siento, lex, lo siento mucho.No podis hacerme esto!

    Intent mover la cabeza hacia abajo,pero no pudo. Su voz estaba impregnadade odio y poder, en un tono que no era elsuyo. Lo lamentaris. Todos vosotros.Ser la ltima cosa que hagis. Os loprometo.

    Hazlo le rogu, deseandoacabar con esto lo antes posible, mimirada se cruz con la de Apolo porencima del hombro de Marcus. Ahoraestaba justo al otro lado de la puerta.

  • Incluso l pareca asqueado por lo queestbamos haciendo.

    Con una expresin de dolor, Marcusse agach frente a nosotros y agarr alex de la barbilla. Le temblaba lamano al levantar el vaso de Elixir y sepuso firme.

    Lo siento, Alexandra. En unossegundos habr pasado todo.

    Como si se hubiese activado uninterruptor, de la temblorosa lex saliuna voz que reconoca y tema.

    Por favor no lo hagas rog.Unos segundos despus, mis mejillasestaban empapadas de sus lgrimas.Por favor, Marcus, por favor, no mehagas esto.

  • Marcus dud.lex?Su cuerpo se estremeci contra el

    mo.Me portar bien. Te lo prometo.

    Har lo que pidas, pero por favor no medes el Elixir.

    Inspir suavemente.De qu color tiene los ojos?Dorados gru.Agarr sus dos esculidas muecas

    con una mano, le apart a Marcus lamano, y la sujet de la barbilla.

    No es ella, de verdad. Hazlo. Portodos los dioses, hazlo sin ms!

    lex solt un gemido, y una parte dem se qued vaca para siempre. Le

  • obligu a abrir la boca, magullndole lamandbula al resistirse de nuevo. Sentuna corriente de energa vibrando atravs de m, sacudindome cada pocossegundos. Marcus inclin el recipientesobre sus labios y el agobiante aromadulce del Elixir inund la celda.

    lex no dej de luchar, ni siquieraestando el recipiente vaco. No dejabade gritar, de retorcerse, sacudiendo lacabeza hacia atrs y hacia delante, hastaque comenc a sentir cmo surespiracin se volva ms pesada, mslenta.

    Marcus dio unos pasos hacia atrs yapart el vaso. Se limpi las manos enlos pantalones, como si de esa forma

  • pudiese borrar lo que le acababa dehacer a su sobrina, algo que habadejado una marca en mi alma.

    Y yo nunca podra borrarla, por msque lo intentara.

    Mir hacia Marcus y Apolo segnsus msculos se soltaban y su cuerpo serelajaba contra el mo. Dej caer lacabeza sobre mi hombro y hacia un lado,mientras respiraba profundamente;sonando casi como un largo suspiro.

    Baj la mirada hacia ella y volv aver las marcas. Los diseos intrincadosse extendan por su piel, formandoremolinos sobre sus mejillas y bajandopor el cuello. Brillaron en azul hasta quetoda la habitacin acab inundada por

  • una luz de color zafiro, y luego sedesvanecieron. lex no se mova.

    Tienes que acabarlo dijoApolo.

    Un da de estos acabara pegndolea Apolo. Seguramente yo no lograsesobrevivir, pero iba a acabar pasando.Cog a lex entre mis brazos, la recostcontra mi pecho y le puse una manosobre la mejilla.

    Alexandra, abre los ojos.Sus pestaas aletearon contra sus

    mejillas plidas, y finalmente selevantaron. Contuve el aliento. Sus ojoshaban cambiado por completo, unoshilos dorados se mezclaban entre elmarrn apagado. La conexin se haba

  • roto, pero no era lex la que me mirabacon ojos perdidos. Tampoco era Seth.

    Era una extraa, una chica joven yasustada que no me reconoca, uncuaderno en blanco perfecto para unacompulsin.

    Logr aguantar la ira que trataba deescapar de mi pecho y mantuve lamirada fija en sus ojos.

    Alexandra.(Te llamas Alexandra).

    Ella parpade lentamente.El dolor se abri paso en mi pecho.T Aiden

    Me arda la garganta y senta que laspalabras se me atragantaban. Los ojos seme comenzaron a humedecer, nublando

  • la cara de lex. No puedo hacerlo.Tengo que hacerlo. Las palabrassalieron despedidas de mi boca.

    T Aiden . (Mi nombre esAiden y soy tu amo, tu Maestro).

    , , .(Obedecers todos mis deseos,caprichos y rdenes hasta la muerte. Ohasta que el Elixir pierda eficacia).

    Interioriz las palabras con cadarespiracin, se relaj un poco ms y seconvirti en ellas. Vi cmo sus ojos seapagaban an ms. Le solt las manos,que cayeron sobre su regazo.

    Cmo te llamas? Le pregunt

  • con la voz ronca.Alexandra repiti con voz

    suave. Nunca haba odo a lex hablaras en la vida real.

    Y yo quin soy?Aiden. Sonri y me sobresalt

    . Eres mi amo.

  • Captulo 6

    Lo primero que hicimos fue intentarque comiese, pero no era fcil. Me lleva lex arriba y la sent a la mesa.Durante todo el tiempo mantuvo los ojosfijos sobre las manos, que mantenasobre su regazo.

    lex no hablaba a menos que lehablaran directamente, y aun as, nolevantaba la mirada. Le puse en frente unplato de embutido y un bol de fruta,adems de una lata de refresco consabor a uva, su favorito.

  • No se movi.Mir a Marcus, que segua junto a la

    puerta, asegurndose de que nadieentrara. Apolo desapareci en el mismoinstante en que la saqu de la celda.Maldito.

    Tienes que tener hambre, lex.Hace das que no comes nada.

    Me llamo Alexandra dijo en unsusurro suave.

    Parpade varias veces y empuj elplato hacia ella.

    No tienes hambre, Alexandra?Tengo hambre?Y entonces ca en la cuenta. Haba

    que hacerlo con casi todos los mestizosque servan, haba que ordenarles, haba

  • que ordenarles que lo hiciesen todo. Meech hacia atrs y me apoy en elrespaldo mientras me pasaba la manopor el pelo.

    Por favor come, Alexandra.Levant los prpados. Esos ojos

    extraos se encontraron con los mospor un breve momento y luego sedirigieron hacia el plato de comida. Alprincipio coma despacio, pero encuanto se sinti cmoda o segura conlo que estaba haciendo, se acab elplato y casi todo el bol. Dos latas derefresco despus, juguete con unmechn de pelo.

    Marcus mene la cabeza y se dio lavuelta, dejndonos. Se arrepenta de

  • todas esas veces que haba deseado quelex fuese ms manejable? Lo graciosoes que, aun cuando en el pasado le pedaque no hiciese algo, en secreto meencantaba que no me hiciese caso casinunca.

    Me levant y me sorprendi que ellase pusiese de pie automticamente.

    Voy a ensearte tu cuarto y siquieres puedes darte una ducha. Memord la mejilla por dentro cuando la vibajar los prpados. A intentarlo denuevo. Vas a lavarte y luego adescansar.

    Vale. Levant la mirada. Susojos recorrieron toda mi cara. Yo

    Qu? Di un paso al frente.

  • lex retrocedi y se puso detrs dela silla, como si fuese una especie deescudo. Mene la cabeza. Le di unosinstantes para que volviese a hablar,pero se haba quedado en silencio.Quera tocarla, consolarla, pero tena lasensacin de que eso la molestara.

    La llev hacia el dormitorio que mehaba quedado yo. Haba una habitacinms pequea que se comunicaba con lama a travs de un bao compartido.Dejarla en ese cuarto me permita estarpendiente de ella.

    Al menos eso era lo que me deca am mismo mientras le enseaba la duchay le dejaba un par de toallas y unalbornoz sobre el lavabo. No tena nada

  • que ver con el hecho de que la quisiesetener cerca.

    Bueno, no poda engaar a nadie.Al principio pensaba que iba a tener

    que quitarle la ropa y dioses, no habraforma de hacer eso y no bueno, nopensar ni sentir lo que sentira. Entoncesagarr el borde de su sudadera ycomenz a quitrsela. Tuve queobligarme a salir del bao. Joder, SaintDelphi.

    Cerr la puerta a mis espaldas, meapoy contra ella y cerr los ojos. Abriel agua y me apart de la puerta, cruc lahabitacin y me sent en el borde de lacama. Un fuerte cansancio se apoder detodo mi cuerpo. Quizs ahora podra

  • dormir, al menos algo ms que unaspocas horas.

    Un pequeo alivio, minsculo,recorri mi cuerpo. lex caminabatranquila, sin intentar matar a nadie, yadesconectada de Seth. Pareca algo quecelebrar no? Pues no. Eso que ibacaminando por ah, en realidad no eralex. No podra estar tan mansa ni aunqueriendo.

    Quince minutos despus, la puerta seabri lentamente. lex, ya mucho mslimpia, se asom por la puertaagarrando el cuello de la bata, con lamirada baja. Entr al dormitorio, paso apaso, un pie despus del otro.

    Ya he terminado.

  • Me qued quieto, mirndola,transportado al pasado hasta el da enque la llev de vuelta al Covenant y vilo que haba bajo toda la mugre que lacubra, la misma sensacin que ahora meatenazaba.

    lex estaba guapa perfecta, oeso me pareca a m.

    Levant los prpados. Nuestrasmiradas se encontraron y un dulce ruborcomenz a aflorar en sus mejillas. Mimirada viaj hacia sus labiosentreabiertos y creci en m un hambrede otro tipo. Sin darme cuenta de lo queestaba haciendo, cruc el cuarto haciaella, con las manos extendidas.

    lex sali disparada hacia atrs, con

  • los nudillos blancos. En su cara se vioperfectamente reflejada una profundaconfusin. Se mordi el labio inferior,movida por la ansiedad, mientras memiraba fijamente.

    Me par de golpe y apart lasmanos. En qu estaba pensando? Ellame me tena miedo, tena miedo de suMaestro. Maldije.

    Ella dio un salto, con los ojos de paren par.

    Nunca me haba odiado tanto a mmismo. Contuve mis emociones y le diespacio.

    Qudate aqu. Voy a buscarte algode ropa.

    S, Ma

  • No me llames as. Lo dije en untono ms duro de lo que quera, y tratde suavizarlo. Llmame Aiden. Vale?

    lex asinti con la cabeza.Me apart de ella y, de camino hacia

    la puerta, mir por encima del hombro.Arrugu la frente. Estaba quieta en elmismo punto, agarrando la bata con lasmanos y la mirada fija en el suelo. Qudemonios estaba haciendo?

    Y entonces lo entend. Le habadicho que se quedase ah. Y ah estaba.

    lexMe llamo Alexandra.Vale suspir y me fui acercando

    a ella con cuidado. Cuando supe seguroque se haba dado cuenta de que estaba a

  • su lado, le cog del codo.No tienes por qu estar aqu

    quieta. Puedes hacer lo que quieras,lex, Alexandra. Dormir. O ver la tele.Mov la cabeza hacia la pantalla quehaba en una esquina y la fui llevandohacia la cama. Puedes hacer lo quequieras. Vale?

    lex se sent, asinti y me mir.Vas a volver, verdad?Por supuesto le asegur. Se

    puso a mirar a su alrededor, ponindosecada vez ms nerviosa. No tardarmucho. Te lo prometo.

    lex asinti de nuevo.Vale, Ma Se estremeci.

    Vale, Aiden.

  • No me cost mucho encontrar algode ropa para ella. Todas sus cosasseguan en la habitacin de al lado.Marcus pas a comprobar que todo ibabien y volvi a desaparecer escalerasabajo. Ahora era Deacon quien asomabapor la puerta.

    Mientras recoga la ropa de lex,mir a mi hermano.

    Qu pasa?Se apoy sobre el marco de la

    puerta y cruz los brazos.Qu tal ha ido?Se resisti, como era de esperar,

  • pero ha funcionado. Me sent en elbrazo de una silla, y bostec. No noest como antes.

    Te refieres a que no es la lexMala?

    Negu con la cabeza.Simplemente no es es solo

    algo temporal. Deacon apret loslabios.

    Tan malo es?No he dicho que fuese algo malo.Arque una ceja.Te conozco, Aiden. Ests

    decepcionado por ti, no por lex. Se teve en la cara. Te supura por cada uno detus sucios poros.

    Levant las cejas.

  • Tan sucio estoy?Pues ests un tanto asquerosillo.

    Igual deberas pensar tambin enafeitarte, a no ser que vayas buscandoese look de mendigo, con el que no vas aligar ni de coa.

    Me re y me puse de pie.Lo tendr en cuenta.Sus labios mostraron una sonrisa de

    verdad, difcil de ver en mi hermano,aunque desapareci rpidamente.

    Va a ponerse bien, verdad?Quiero decir, que alguien acabarencontrando una forma de romper laconexin y dentro de nada volveremos aver a esa lex sarcstica-pero-no-homicida no? Alguien tiene que

  • encontrarlo.Mi buen humor se desvaneci. Una

    grieta acab rompiendo el debilitadomuro que haba construido a mialrededor.

    Dioses, eso espero, Deacon. Nopuedo

    Vivir sin ella?Me di la vuelta y no respond,

    porque no haca falta.Ha sido siempre tan obvio?Honestamente? Deacon rio.

    S que sientes algo por ella y ella por tidesde que volviste de Atlanta y meechaste la bronca. Para m era obvio,pero solo porque te conozco. Es curioso,porque es una mestiza, pero en cierto

  • modo es perfecta para ti, no crees?Sonre un poco.S, yo tambin lo creo.Hubo una pausa y luego pregunt.Aunque todos nosotros salgamos

    de esta con vida y los dioses no sepongan en plan Dios-zilla con el mundoy ella vuelva a ser del Team Aiden,cmo vais a lograr vuestro felicespara siempre?

    Nos iremos. Ese era nuestro plan.Funcionar. Apolo nos lo debe.

    No jodas? Pareca incrdulo,no molesto. Dejaras de serCentinela? Huiris e intentaris vivircomo mortales?

    Asent y le mir. Una profunda

  • tristeza se arremolin en mi pecho.S, ese era nuestro plan. Iba a

    contrtelo. Ya se nos ocurrira algo paraque t y

    To, ya s que haras todo loposible para que supiese dndeencontrarte dijo. Joder, Aiden

    Qu pasa?Es solo que guau, me alegro por

    ti. Creo que es genial. Es amor, amor deverdad, del que te obliga a hacersacrificios por l. De ese que te hacegritarles que te den a todos los dems.Es para envidiarlo.

    Levant una ceja.No estoy muy seguro de que

    ninguna parte de mi vida sea como para

  • envidiarla ahora mismo, teniendo encuenta que lex piensa que soy suMaestro.

    Oye, sabes, eso podra serincluso

    Ni se te ocurra.Vale. Vale. Pero todo ir a mejor.

    Levant la mirada hacia m,encontrndose con la ma. Lo estshaciendo bien, Aiden. Mejor de lo quelo hara la mayora en esta situacin.

    Gracias sonre y cambi elpeso de pierna. T tambin.

    Lo s. Deacon sonri. Soygenial.

    Y modesto. Me detuve frente al y baj la cabeza. En serio, cmo

  • lo llevas?Se encogi de hombros.He pasado por cosas peores, no te

    preocupes por m. Ya tienes bastante conlo tuyo.

    No preocuparme por Deacon iba encontra de mis impulsos. Me habapasado la ltima dcada de mi vidapreocupndome por l, quiz un pocodemasiado. Agobindolo en lugar deayudndolo.

    Deacon ech la cabeza hacia atrs,aparentando de repente mucho ms dediecisiete aos.

    Descansa un poco, aunqueprimero dchate. Apareci unasonrisa fugaz. Ahora hacemos la

  • guardia nosotros.Asent y le ced el testigo. Me par

    en la puerta del bao y me gir de nuevohacia l.

    Deacon?Se apart un rizo de la cara.S?S lo tuyo con Luke y no me

    importa, siempre y cuando seas feliz.Haz bien las cosas, ya sabes a lo que merefiero.

    Abri la boca de par en par y, poruna vez, era yo el que sorprenda a mihermano y no al revs.

  • No llegu a entrar en mi habitacin.Prefera dejar la ropa de lex en unaestantera y lavarme primero. Despusde mirarme largo y tendido en el espejo,tuve que reconocer que pareca estarsucio. Saqu una maquinilla de afeitar,me duch y me afeit rpidamente. Alfondo de una estantera tena unospantalones de pijama limpios, pero sincamiseta. Abr la puerta del bao,esperando que lex no se sobresaltaraal verme desnudo de cintura para arriba.

    Pero me qued completamentequieto.

    lex estaba tumbada sobre lacubierta de la cama, de lado y encogida,con las manos bajo la barbilla, como si

  • estuviese rezando. Tena los labiosentreabiertos y rosados. Las piernas leasomaban bajo la bata, y no pude evitarmirarlas. Siempre me haban gustado laspiernas de lex.

    Estaba casi dormida.Puse su ropa sobre la silla que tena

    cerca, me puse a su lado y dije sunombre. Ella murmur algo y yo sentque algo palpitaba en mi pecho deverdad. Con cuidado, le puse una mantasobre las piernas. O bien el agotamientoo el Elixir haban hecho mella en lex.Tir de la cubierta para arroparla unpoco ms.

    Me apart de la cama, sal de lahabitacin y recorr la casa, que estaba

  • en completo silencio. Abajo, en elstano, haba una pequea habitacinque no era ms que cuatro paredes.Alguien haba colgado un saco de boxeodel techo.

    Toda la frustracin y la rabiaacumuladas llegaron a su lmite, y unsegundo despus mis nudillos chocaroncontra el duro cuero desgastado. Mevolv loco y, aunque cada golpe meprovocaba una punzada de dolor portoda la mano, lo agradec.

    Las horas fueron pasando y yosegua dando puetazos y patadas. Elsudor me caa a chorros, me picaba enlos ojos y en los nudillos raspados. Eldolor fsico no sirvi para atenuar la

  • angustia que senta.En un instante, me vi transportado al

    verano pasado, cuando vi a lexhaciendo lo mismo tras descubrir laverdad sobre su madre. Me pareci unahermosa fiera al verla luchar de esaforma con el maniqu de entrenamiento.Un remolino de emociones cruz la salade entrenamiento y se entremezcl conmis propias emociones contradictorias.Cuando not mi presencia y nuestrasmiradas se encontraron, aunque parezcauna locura, sent lo mismo que ella.

    Solt un soplido, me detuve y mirhacia la puerta por encima del hombro.No s por qu esperaba verla ah de pie.Pero, por supuesto, no haba nadie,

  • estaba vaco.lex estaba vaca.Volv arriba, cog una toalla del

    bao a oscuras y me limpi un poco. Yade vuelta en la habitacin, mir hacia elenorme sof que haba contra la pared ycog la fina colcha que haba a los piesde la cama. Cada parte de m rogabaestar cerca de ella, pero me pareci mal.Si se despertaba conmigo al lado,seguramente le molestara y laconfundira. Y eso era lo ltimo quequera. Me acomod de lado, extend lacolcha y la mir mientras dorma hastaque el cansancio pudo conmigo.

  • Captulo 7

    lex estuvo durmiendo durante casi24 horas y se despert unos minutosantes de que me preocupase demasiado.Por la noche fuimos abajo y, entre losdos, limpiamos la nevera. Ella seguanerviosa y no haca nada a menos que yose lo dijera, pero por la maana ya sehaba relajado bastante y era casi comoestar con una lex sedada y tranquila.

    Fuimos desde la cocina hasta laterraza cubierta y nos quedamos all. Nodeca nada a no ser que le preguntase

  • algo. Tras investigar todas las flores ylas plantas que haba, se sent en uno delos asientos de la ventana y se quedah, con la mirada fija sobre los tupidosbosques que rodeaban la casa.

    Me sent junto a ella, al otro ladodel asiento. Me bastaba con estarsimplemente ah, con ella. Quera saberen lo que estaba pensando, pero siempreque le preguntaba me responda lomismo.

    Nada me deca sin apartar losojos de las paredes acristaladas.

    Eso me sentaba como una pualada,pero era mucho peor cuando se oanpasos por el pasillo o voces y lex sebloqueaba. Entonces apartaba la mirada

  • del bosque y se quedaba mirando a lapuerta. El pnico se reflejaba en susojos marrones y mbar. En un momentodado, Solos entr a la terraza para ver sinecesitbamos algo de la ciudad.

    El nico que no le asustaba era suto. Sera una especie de vnculofamiliar que segua ah? Pero aun as, letrataba igual que a m. Marcus tena lamisma suerte que yo al tratar de teneruna conversacin con ella. Despus deeso, decid que sera mejor mantenerlaal margen del resto de la casa.

    Al final, despus de estar juntoshoras y horas, sus ojos se fijaron en m.Hice como que no me daba cuenta, peroera consciente de que me estaba

  • mirando.lex se movi de repente, ms lenta

    que de normal, y me cogi las manos.Tus manosMe qued tan sorprendido de que me

    estuviese tocando, que no pude niresponder. Como un idiota, segu ahsentado mientras me acariciaba loshuesos de la mano con los pulgares,parndose junto a mis nudillos en carneviva.

    Ests herido dijo. Por qu?Apart las manos lo ms suavemente

    que pude.No estoy herido. No te preocupes

    por ello.Levant los ojos y me mir a la cara.

  • Asinti con la cabeza y se ech haciaatrs. Se miraba las manos y arrugaba lafrente.

    Se cans rpidamente y, antes de lasnueve, estaba casi dormida. Logr hacerque comiese algo antes de volver allevarla arriba. Se qued inconscienteen cuanto apoy la cabeza sobre laalmohada y yo me retir al sof. Al dasiguiente repetimos lo mismo. Era comosi tuvisemos un reloj gigante sobrenuestras cabezas, contando los minutosque faltaban para tener