24 DE MARZO: MEMORIA Y DESEO1

Por Lic. Carlos Asselborn

"El fascista est desprovisto de memoria. No aprende

nada. Lo que equivale tambin a decir

que no olvida nada, que vive en el presente perpetuo de sus

obsesiones"

(Marc Aug, Las formas del olvido, 1998, 62, 63).

El 24 de marzo no es slo un da del almanaque para hacer memoria del ltimo golpe

cvico-militar y la implementacin del sangriento terrorismo de Estado en nuestro pas.

Es tambin la posibilidad de interrumpir la aparente normalidad de la vida cotidiana,

de quebrar una temporalidad atravesada por el conformismo social y cierto realismo que

termina naturalizando desigualdades y violaciones a los derechos humanos en nombre de la

democracia. Porque el terrorismo de Estado no slo despleg todo su poder para asesinar a

militantes, desaparecer sus cuerpos y robar nios. Tambin fue una eficaz pedagoga aplicada

al conjunto de la sociedad que nos educ en el miedo a pensar que otra sociedad es posible. Y

esta pedagoga tuvo su continuidad en las polticas neoliberales profundizadas en la dcada de

los noventa.

El 24 de marzo es la oportunidad que tenemos todos los aos de hacer memoria de

tantas y tantos compaeros que soaron con una sociedad con mayor justicia social, trabajo

digno, educacin gratuita, salud y vivienda, para todas y todos. Un sueo que hoy reclama

tambin por el reconocimiento de nuevos derechos, la distribucin de la riqueza y el cuidado

del medio ambiente.

Hacer memoria en cada 24 de marzo es insistir que una sociedad con pobreza es una

sociedad injusta. Que la participacin poltica es la herramienta colectiva que puede poner a

los pobres en el centro de nuestras preocupaciones, sin moralismos hipcritas ni intereses

mezquinos. Que la memoria de tantas y tantos militantes que, antes de ser vctimas fueron

sujetos polticos, puede contribuir a repensar proyectos de sociedad alternativos a las formas

1 Revista La Lucirnaga (Marzo 2014) pg. 23

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de organizacin capitalistas, generadoras de pobreza, explotacin, discriminacin e

inseguridad.

Cada 24 de marzo es tambin una invitacin a desaprender lo aprendido bajo el terror

de fusil y del dios mercado. Pero nos preguntamos, qu aprendimos?, qu aprendieron las

clases medias y populares durante el terrorismo de Estado y el neoliberalismo feroz?, qu

modo de percibir las relaciones sociales ser preciso desinstalar de nuestras conciencias y

nuestros cuerpos?

Vayan pues algunos de aquellos aprendizajes que frenaron procesos de transformacin

socio-poltica y econmica en nuestro pas:

- Aprendimos que la participacin poltica corrompe las individualidades, que es mejor

no implicarse para no ensuciarse y dejarse seducir por el poder;

- que cada uno vive "como puede";

- que la vida es progreso econmico y para esto hay que "sacrificarse";

- que es preferible el compromiso social antes que el compromiso poltico;

- que "nada va a cambiar" ya que la corrupcin inunda todos los mbitos;

- que el estado "siempre roba y malgasta";

- que lo privado posee mayor "calidad, seriedad y excelencia";

- que hay que agradecer que se cuenta con un trabajo;

- que es injusto protestar por salarios dignos cuando hay muchos argentinos/as sin

trabajo;

- que primero "debo cambiar yo" para luego cambiar el mundo;

- que los pobres son delincuentes y vagos; que la capacidad de consumo es prueba de la

existencia individual;

- que hay que "ser uno mismo" (aunque para esto se deba hacer lo mismo que hace la

mayora);

- que no hay que debatir tanto sino hacer; que hace falta "alguien con autoridad";

- que el problema es que somos "aprovechadores, soberbios y agrandados": que todo el

problema es una crisis moral; que nos falta cultura.

- Que hay que ser "realistas" porque a los utpicos los mataron.

Hace tiempo que nuestra sensibilidad ha sido colonizada por los falsos deseos del

capitalismo, ya sea en su versin terrorista o democrtica. Y el terror permanece en los

cuerpos y conciencias cuando esos mismos falsos deseos no pueden ser satisfechos.

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Cmo recuperar los deseos de vida buena para todos y todas, cmo rescatar del

olvido cotidiano los deseos de emancipacin, igualdad, justicia y trabajo con dignidad?

Tal vez, recordar en cada 24 de marzo que las vctimas del terrorismo de Estado no

slo fueron vctimas, sino sujetos a los cuales no pudieron arrebatarle los deseos de

liberacin, sea una nueva oportunidad para desinstalar de nuestra carne tanto miedo y

fascismo que an se entromete en los mltiples senderos de la vida cotidiana. Deseo de otra

sociedad, otras relaciones... memoria del hombre nuevo.

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