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La construcción de tiempos y espacios innovadores en la escuela Rol del equipo directivo
Ada Sofía Ben
¿Una utopía?
La educación parte de la esperanza de dejar huellas imborrables en los alumnos, esperanza de transformar sus maneras de pensar y de actuar para que, en su misión de transmisión social, favorezca la inserción creativa de los sujetos en las culturas.1
La relación entre educación y enseñanza se concreta en la escuela misma, rara vez desprovista de razón y de razones; aunque muchas de sus racionalidades resulten limitadas, diversas y contradictorias, iluminan para poder reconocer cómo aprende la institución, qué capacidad tiene para cambiar, cómo mirar el entorno y el grado de conciencia sobre su accionar. La gestión del directivo brinda la luz que sirve para develar aspectos que esa institución desconoce, aspectos ocultos y/o soslayados.
Es común entender a la escuela con dos espacios diferenciados: el aula, el lugar donde transcurren los procesos de enseñanza y de aprendizaje, y el patio, lugar en el cual se desarrollan actividades que "no enseñan". Una escuela con un tiempo para estudiar y aprender durante las horas de clase y un tiempo para descansar en los recreos.
Recreo proviene de re-crear... ¿Se recrea en el patio,en las pausas de enseñanza sistemática o acaso se enseña siempre y los recreos son, en realidad, pausas recreativas en las cuales el alumno elige las actividades para su accionar? En todo caso, ¿no se re-crea en las aulas desde un aprendizaje que deviene de un modelo didáctico crítico si-tuacionalista?2
Tanto los tiempos y los espacios como los agrupamien-tos son organizadores institucionales que dan forma a la trama de las actividades escolares y durante mucho tiempo parecieron incuestionables e inamovibles.
¿Puede convertirse la escuela en un espacio "de los chicos"? Un espacio donde alternativas diferentes, múltiples y apropiadas para cada comunidad o grupo se adap
ten a las necesidades de cada actividad o disciplina (recreos que dependan de la actividad y no a la inversa; aulas preparadas para cada área, horarios diferentes según el momento del año, tiempos para el trabajo por tópicos o centros de interés entre alumnos de diferentes edades y por temas; tiempos para que los docentes intercambien estrategias).
Cómo poner en cuestión lo incuestionable
La reflexión sobre los tiempos y espacios institucionales puede contribuir así a la metacognición, pensar en lo que se está pensando y en cómo se hace, promover un mayor control del sujeto acerca del proceso de aprendizaje y alcanzar, en definitiva, niveles crecientes de autonomía.
Es probable que aparezcan dificultades para llevar a la práctica respuestas alternativas a la organización tradicional del aula. Los modelos internalizados por los docentes a lo largo de su propia historia escolar son más fuertes que las ideas innovadoras. No se podrán esperar grandes cambios sin espacios de cuestionamiento y revisión de la propia experiencia escolar del equipo directivo y de las prácticas cotidianas en la institución.
Sabemos que los alumnos llegan a la escuela con fuertes desigualdades, resultado de su experiencia de vida. Si la escuela emplea métodos que busquen la homogeneidad, cierra sus ojos a las diferencias y, en contradicción con lo que se propone explícitamente, consolida desigualdades.
En la escuela no alcanza con "dar voz" a los alumnos. Hace falta ir más allá, propiciando espacios de protagonismo de la tarea y cooperación con otros, combatiendo el aburrimiento y la apatía por la tarea escolarizada, en momentos de desafío cognitivo que se provoca con una configuración didáctica fuertemente consolidada en el saber científico, pero además altamente significativa.
No renunciar al rol
¿Por qué hablamos del rol del equipo directivo? Porque es el garante de la educación de todos los integrantes de la comunidad educativa. Si tiene en cuenta los valores de una sociedad democrática: igualdad de oportunidades y justicia, constituye una ayuda, no una amenaza. Su accionar, enseñando, evaluando, monitoreando, supervisando, "consuela" en tanto que recupera la tranquilidad, provee seguridad y protege a los alumnos, ya que sus decisiones y acciones se entraman en la buena enseñanza? El proceso de
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supervisión del directivo atraviesa los procesos de ense
ñanza y de aprendizaje de manera tal que, si se analizara y
modificara en profundidad la idea de su rol, modificaría lo que
ocurre en las aulas y los procesos de intervención de los do
centes.
La labor del equipo directivo - c o m o natural capacitador
en la escuela- llevará a los docentes a una reflexión conti
nua sobre sus propias prácticas para generar una nueva
concepción sobre los espacios y tiempos escolares: un au
la "hacia fuera" y un aula "hacia adentro", un aula flexible.
Por un lado, el aula será todo lugar que permita promo
ver la enseñanza y el aprendizaje y no a la inversa. Podrá
ubicarse el aula innovadora en una salida, en una entrevis
ta, en una zona de la ciudad que se visite o en el patio.
Por o t ro lado, la sala del aula también puede configu
rarse de otra manera en función de las tareas que se re
alizan en ella. Para esto, los docentes relevarán problemas
y posibilidades de los espacios escolares a part i r de una
observación minuciosa. Por ejemplo: organizados en pa
rejas, recorrerán el edificio. Cada pareja elegirá un lugar
para trabajar, observará cómo están ordenados los espa
cios, sus posibilidades de circulación, capacidad para el in
tercambio y analizarán qué cambios podrían hacerse pa
ra mejorar esos intercambios y agrupamientos. En reu
nión plenaria cada equipo expondrá sus conclusiones, dis
cutirá cri terios y prioridades y, finalmente, sus condicio
nes de posibilidad.
Es conveniente que los docentes expongan l ibremen
te para centrar la discusión más en las propuestas que
en las condiciones de posibilidad (o imposibil idad).
Usualmente se afirma que los recursos económicos son
el impedimento principal para la innovación, pero es más
costoso modif icar viejos esquemas de pensamiento. No
se necesitan fondos especiales para entender el aula co
mo un recurso para el aprendizaje. Para la gestión ade
cuada de espacios ociosos, se podrá, por ejemplo, recu
perar "ese aula del fondo donde se amontonan cosas"
para convert i r la en "el aula del área de matemática" o
"el salón de la creatividad", con materiales específicos, a
veces confeccionados por integrantes de la comunidad
educativa.
En ese sentido, el directivo promoverá e incentivará a los
docentes y alumnos para que organicen áreas de trabajo
en el aula, distintas y cambiantes; conjuntamente con
miembros de la comunidad, brindará recursos para que la
organización del aula sea flexible: estanterías, mesas auxi
liares, carteleras y bolsas colgantes (recordemos esos sa
lones de nivel inicial donde todo está a mano y para guar
darlo fácilmente, ¿por qué en la escuela primaria o secun
daria no?). Se trata de "darse permiso" los docentes, los
alumnos y los directivos.
Ot ra cuestión a tener en cuenta es la de brindar estos
espacios innovadores a los distintos actores de la institu
ción o de otras instituciones (por ejemplo, actividades con
juntas planificadas con otras organizaciones: muestras, ta
lleres, congresos, museos itinerantes, etc.). Al visitar las au
las, el director podrá observar que los espacios se usen
con flexibilidad y favorezcan al aprendizaje cooperativo co
mo parte del monitoreo.
Para la implementación de estrategias de prácticas con
cretas de transformación de tiempos y espacios, se pro
moverá una mirada crítica sobre la organización escolar,
analizando los modelos tradicionales y convirt iendo los
procesos de cambio y transformación en un aprendizaje
más dentro de la propuesta pedagógica de la institución.
Para esto es importante brindar al equipo docente biblio
grafía sobre el tema y poner a su disposición diferentes re
cursos.
Vale la pena
¿Vale la pena pensar en cambiar las concepciones tradi
cionales de los tiempos y espacios en la escuela? Si la edu
cación va a tener consecuencias positivas en los contextos,
los sujetos, las instituciones, vale la pena la esperanza de
aprender del cambio y el rol de quienes conducen la edu
cación: maestros, directivos, supervisores. La función peda
gógica, desarrollada en una práctica profesional situada, se
vale de la innovación para aportar a una educación integral,
inclusiva, permanente y de calidad. NE
NOTAS
1. Ben, Ada Sofía, conferencia en Concurso de Antecedentes y Oposición para Inspectores Titulares-Nivel Primario-DIPREGEP, 7 de diciembre de 2009.
2. "En la actualidad, y como consecuencia de los trabajos de la Teoría Crítica, se hace imprescindible la aplicación de un modelo critico-situacio-nalista. Su influencia en el pensamiento filosófico y pedagógico se centra en la crítica a las estructuras sociales que afectan a la escuela (cotidianidad y estructuras de poder) y en el desarrollo de procesos de pensamiento crítico-reflexivo con el fin de transformar la sociedad. El lenguaje de este modelo es un lenguaje de posibilidades, asi, adhiriendo a este enfoque, la coparticipación del alumno en la reflexión crítica de sus propias creencias y juicios es lo que guiará el proceso de enseñanza, adquiriendo importancia el medio histórico, social y político. Su didáctica pone énfasis en la problematizaáón y necesita de una escuela 'democratizante', alejada del estilo meritocrático de la burocracia. Pluralismo, antiautoritarismo y antidogmatismo. Parte de un principio hermenéutico: acciones y procesos dotados de sentido. La comunicación y la interacción desarrollan la praxis didáctica" (BEN, Ada Sofía, "La correspondencia entre los modelos pedagógico-didácticos y los estilos de gestión educativa", en Revista Iberoamericana de Educación, OEI. Ver http://www.rieoei.org/opinionl 1 .htm).
3. Aquella que brinda el deseo por seguir aprendiendo; la mala enseñanza es la que simula, un como si.
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