23 poemas de amor - carlosreyna.com.ar · 23 poemas de amor y una plegaria (prólogo de ismael...

66

Upload: hoangtu

Post on 10-Oct-2018

215 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

23 Poemas de Amor

y una Plegaria

Carlos Reyna

23 Poemas de Amor

y una Plegaria

(Prólogo de Ismael Marcelo Siri)

-2da. Edición-

© Copyright 2015 Carlos Reyna "23 poemas de Amor y una Plegaria" Hecho el depósito que marca la Ley 11.723 Impreso en Argentina - Printed in Argentina ISBN: 978-987-656-300-0 Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita del titular del "Copyright", bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción, almacenamiento o transmisión parcial o total de esta obra por cualquier medio mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia u otro procedimiento establecido o a establecerse, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

Impreso en el mes de Noviembre de 2015 en

– C1427CHR – Buenos Aires – Argentina

2da. Edición 2015: Ediciones de las Tres Lagunas España 68 - Telefax 54-236-4631017 - Junín (6000) Pcia. de Buenos Aires - República Argentina E-mail: [email protected] www.delastreslagunas.com.ar

1ra. edición: ©2000 Ediciones S.I.D.E.A.

Ilustración de Tapa: Marina Viviana López www.artemarinalopez.com.ar

6| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

Reyna, Carlos María 23 Poemas de amor y una plegaria / Carlos María Reyna. - 2a ed . - Junín: De Las Tres Lagunas, 2015. 68 p. ; 21 x 14 cm. ISBN 978-987-656-300-0 1. Poesía. I. Título. CDD A861

SOBRE EL AUTOR

Descendiente de una vieja estirpe de músicos, perio-distas y escritores, Carlos Reyna nace en Mercedes, provincia de Buenos Aires (Argentina), un día de marzo de 1954. Dio sus primeros pasos en el difícil arte de las letras como redactor en un prestigioso diario de su ciudad, cuando apenas transitaba la adolescencia, incursionando poco después en el camino de la poesía. Grandes e importantes medios de difusión (diarios, revistas y radioemisoras) de la Capital e interior de su país, dieron, en varias oportunidades, gran apoyo a su obra literaria. Ha publicado dos libros de poemas y una novela autobiográfica, «Crónica de dos pasiones». Tiene pendientes, además, la edición de su tercer libro de poemas, compuesto en su mayoría por sonetos y otras métricas clásicas. Como periodista, ha incursionado en distintas emisoras radiales de Mercedes (su ciudad natal) y otras emisoras de la Capital Federal, colaborando además en distintos medios gráficos. Parte de sus trabajos han sido publicados en dos antologías de poetas hispanos: «Gotas de Poesía», con prólogo de Juan Cervera (2004 - Ediciones Malberte, España) y «Apasionados Semidioses» (2005 - Garzón Ediciones, Argentina). En la actualidad, Carlos Reyna escribe para diferentes medios literarios de extensa difusión en Internet, colaborando también en distintos medios gráficos del país, además de administrar un sitio que lleva su nombre y en el que ha incluído una selección de poetas de habla hispana, sus propios libros y una sección periodística. Es la entrega de este libro el fruto de sus primeros in-

fortunios en él se condensa gran parte de su vida sen-

timental y afectiva y un escalón más en su trayectoria por el camino de la poesía.

23 Poemas de Amor y una Plegaria |7

8| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

PROLOGO

Escribir un prólogo entraña siempre un severo compro-miso. Primeramente porque ha de servir de pórtico a una obra, fruto de profundas meditaciones enraizadas en el fondo del alma, y porque su factura debe estar acorde con su contenido. Y esto es difícil. El prologuista debe reunir las condiciones de un crítico de fuste. En segundo lugar porque quien nos solicita la tarea

confía en nuestra capacidad más allá de otras abstrac-

ciones , de la que a veces dudamos hasta nosotros mis-mos. Cuando Carlos Reyna, parte de cuya obra conocía por intermedio de su señora abuela, la querida amiga de nues-tra casa, María Elena Rapela de Bustos Berrondo

autora de "Memorias en miel y sal", además de cele-bradas piezas musicales y cantante cuya voz difundieron

las emisoras capitalinas , me enviara su atenta solicitud, estuve un poco sorprendido. No es la primera oportunidad

en que prologo un libro lo he hecho siempre con sumo

gusto, pero me han asaltado siempre los mismos te-mores. Consideré en este caso, como en los anteriores, que existen nombres más autorizados que el mío para el somero y previo análisis, pero ante su amable insistencia y su confianza, aquí estoy ante esta página recién comen-zada y ante este libro: "23 Poemas de Amor y una Ple-garia". Analizando fondo y forma, intentando un comprimido estudio completo, puede inferirse en primer término que si nacemos para amar y estar con Dios y nuestra conciencia en paz, ambos sublimes extremos se hallan insertos en este mensaje. Carlos Reyna ha impreso a sus trabajos el sello de una profunda religiosidad cimentada en la fe en la vida, en la esperanza y en el amor. En algunos casos puede advertirse el dejo de una no ocultada frustración sentimental; quizá puede intuirse esto si nos apoyamos en algunos de los textos y en el conven-cimiento de que el poeta generalmente transmite sus vi-vencias.

De cualquier modo debe valorarse que ese acontecer le sirve a Reyna para elaborar páginas de exquisita dulzura, como ocurre en "Horas lentas", "La nube azul", "Elegía de tu ausencia", "Cuando la incertidumbre muera", "Viernes por la tarde", "Veinte de Octubre", entre otras, impregnadas de una relevante dosis de suspenso. Se entrevé que logra, sin esfuerzo, figuras de acen-drada originalidad. Dice, por ejemplo, en "La plegaria": "Pero yo seré más fuerte / que el largo del camino, / y si he de caerme, / he de levantarme... / para no subir al cielo / con las manos vacías". Con el objeto de cumplir con mi anticipado propósito de efectuar un análisis completo, después de la somera refe-rencia al fondo de la poesía de este autor, he de ocupar-me de la forma. Debo confesar que soy adicto a las formas clásicas en la distribución de los versos. No del verso li-bre, caprichoso y consecuente con las más variadas for-mas de expresar ideas, prosa con forma de poesía, o de estrofa, ya que también en prosa puede hacerse poesía. Pero aquí Reyna trae varios trabajos en verso libre, mas con la cadencia necesaria, con la acentuación indispen-sable para que haya ritmo sin haber rima. Sé que es un importante músico; su oído no puede traicionarle y por ello sus versos aparecen con agradable regularidad.

Además intenta con fortuna el soneto uno en verso

alejandrino, la sextilla y el quinteto. Por los datos sobre su actividad se concluye que varias composiciones fueron realizadas apenas llegado a la mayoría de edad, y ya se advierte la madurez del poeta nacido poeta. Descendiente de una estirpe de periodistas y escrito-res, entre ellos su abuelo, Don Raúl Bustos Berrondo, uno de nuestros grandes autores ("El honrado Abraham", "Sarmiento", "El triunfador infortunado", "Huellas en los mares del sur" y la pieza teatral "Ella eres tú"), trae el ofi-cio en la sangre y, pese a que se ha escrito, se escribe y se escribirá mucha poesía, no podrá desoir las voces an-cestrales, señaladoras de su propio destino. Augúrole este primer éxito; su libro es un fruto bueno con savia de un fuerte raigón.

Ismael Marcelo Siri Mercedes (Bs. As.), 24 de julio de 1984

DEDICATORIAS Dedico estas lineas, fruto de mis diarias reflexiones, a quienes, de una forma u otra, han colaborado para que éstas, después de tanto vagar por caminos desconocidos, hayan tomado la verdadera senda de la vida. Estos son: Daniel L. Barone (mi amigo de la infancia y adoles-cencia), María Elena Rapela de Bustos Berrondo (mi abuela materna, que fue y será constante ejemplo de amor en mis futuros días), y por supuesto, Mis Padres (a quienes ni el mejor poema podría de-mostrar mi gratitud).

AL PENSADOR AUSENTE

Dedico especialmente este libro a mi abuelo y pensador ausente, Raúl Bustos Berrondo, quien tal

vez en este instante esté viviendo junto a Dios la inmensa satisfacción de poder ver en mí... a un posible heredero de su caída pluma.

Carlos Reyna

23 Poemas de Amor y una Plegaria | 11

12| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

Los Poemas

23 Poemas de Amor y una Plegaria |13

Poema 1

Hoy

oy quise hallar la verdad en tu mirada. Una lágrima resbaló por tus mejillas

e inundó mis pensamientos. Y no supe que decir... Pero allí estabas

la mirada aún más turbia que tus ojos, mortalmente acongojada. Y tu sonrisa de otrora

más pura que tu sonrisa,

más radiante que tu boca, se dibujó en una mueca de incierta y profunda burla. Y no supe qué decir... Pero allí estabas, con tus ojos apagados y la razón esquivada. Y tu impiedad chapaleaba como un náufrago en la espera del madero milagroso. Y no supe qué decir... Pero te dejé marchar, dejando mis sueños rotos, mis anhelos destrozados y mi vanidad sin calma. Y no supe qué decir...

Mercedes (Bs. As.), abril de 1974

14| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

H

23 Poemas de Amor y una Plegaria |15

Poema 2

Versos a Dios

uiero escribirle al amor y no puedo... Porque me quedé vacío

cuando dejé mi vida en tu vida, y me dejaste morir con tu amor enmudecido por la sombra del destino. Quiero escribirle al destino y no puedo... Porque me dejó volar entre caminos de estrellas, para dejarme caer por la sombra de la vida. Quiero escribirle a la vida y no puedo... Porque no quiero pecar, fingiendo noches de luna, cuando sólo son oscuras desde que amor es olvido; desde que olvido son sueños durmiendo en la eternidad. Pero a Dios he de escribirle tal vez los versos más puros que de El haya aprendido: "Todo final tiene un comienzo; todo comienzo tiene un final..." Una puerta que se cierra para cortarnos el paso... Una ventana entreabierta, con paisajes de colores, nos muestra un nuevo camino.

16| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

Q

Quiero escribir y no puedo... Pero a Dios he de escribirle porque me quitó una rosa para darme otra mejor. Porque me cerró una puerta para abrirme una ventana, que me llevará más tarde por un camino de nubes, hacia el final de un comienzo, al comienzo de un final. Ahora sí he de marcharme... Porque encontré por El la estrella que guía mi camino. Porque si un día el poeta hizo "tan corto el amor y tan largo el olvido", yo haré tan largo el amor y tan corto el olvido, para acunar recuerdos en brazos de ensueños, en noches de luna. Ahora sí... ¡he de marcharme!

Mercedes (Bs. As.), febrero de 1976

23 Poemas de Amor y una Plegaria |17

Poema 3

Nada más que un poema

uisiera... Quisiera ser la canción donde mi sonrisa en sombras

se confunda con la espuma de las olas, provocada por la luz de tus azules ojos

escondidos ahora en un mar de lejanía, y convierta en relámpagos la noche para alumbrar las horas de mi oscuro padecer. Quisiera ser la canción donde del cielo broten infinitas estrellas, y que un bagaje de soles se me despierte en el alma... y que la luna de antaño se me rompa en los bolsillos... y que un canto de gorriones me emborrache los oídos y una lluvia de desbordes se entremezcle con mi llanto. Quisiera ser la canción donde el torrente oculto de mi pasión despertara, y musitando al oído las horas que ya no existan, me resurgiera en las cosas que me hayan sido negadas.

18| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

Q

Quisiera... "Quise" ser esa canción donde hubo un solo camino que a tu alma me condujo, y al llegar hasta el final, en un rincón reflejado

como la aurora en el agua tu destino junto al mío. Más no quisiera engañarme: quise ser una canción... y sólo soy un poema.

Mar del Plata, febrero de 1975

23 Poemas de Amor y una Plegaria |19

Poema 4

Elegía de tu ausencia

stoy aquí, sentado en los umbrales del ayer, con una soledad sin vida,

traspasado de muertes y con el alma en un rincón, agonizante. Digo "Traspasado de muertes", pues muertas están las cosas que tocaste y muertas están las cosas que dejaste. La soledad que nombro es aquella que me vive desde un tiempo sin distancias; desde un tiempo ya deshecho que hoy se pobló de ausencias; desde que pronuncio un nombre con el sabor amargo de un último adiós. ¿Qué me queda entonces?... Sólo me guardé tu nombre para ahogarlo con mi llanto, junto al filo de tu ausencia que me hiere. Pero sé que llegará por fin

aunque lejano tal vez mi día de partida. E iré respirando estrellas y palpando nubes por los caminos del aire.

20| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

E

Entonces, ya no estaré aquí, sentado en los umbrales del ayer, ni guardaré tu nombre para ahogarlo con mi llanto; estaré más allá del tiempo y la distancia, porque estaré a tu encuentro y, lo que es más... ¡habré llegado hasta El!...

Mercedes (Bs. As.), junio de 1975

23 Poemas de Amor y una Plegaria |21

Poema 5

La nube azul

na mañana, de esas de abril, de fantasías te construiré, e iré juntando sueños de ayer

en mi bolsillo de ilusión. No ha de ser fácil poder hallar aquel camino que lleva a ti. Más ni siquiera sé cómo es aquel castillo de tu amor. Una mañana te encontraré entre las cosas perdidas. No te apresures, que hay tiempo para amar... ¡No sé siquiera cómo empezar! No sé en que nube te esconderás; sólo sé que estás ausente... y a cada paso te encontraré, escondida entre poemas. Mas, cuando encuentre una nube azul... allí me detendré.

Mercedes (Bs. As.), octubre de 1975

22| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

U

23 Poemas de Amor y una Plegaria |23

Poema 6

Amar no es decir te quiero

mar, amiga mía, es el continuo dar sin recibir y el constante recibir

la dicha inmensa de dar. No es amar decir "te quiero", ni entregarte una sonrisa. Es es vano repetir que amamos; porque amar, amada mía, es sentir que amamos desde lo eterno del alma. No es amar unir dos labios en un beso; no es amar unir la superficie de dos cuerpos; porque amar, dueña mía, es unir dos almas en un beso; es unir dos sueños en una misma guía. En fin, compañera mía, amar es: expresar nuestros sentimientos a través de los hechos. Yo te amo, porque nunca te lo he dicho, y siempre lo supiste. Porque amar, amada mía, no es decir "te quiero".

Mercedes (Bs. As.), noviembre de 1975

24| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

A

23 Poemas de Amor y una Plegaria |25

Poema 7

Cuando la incertidumbre muera

erdóname esta insidia cruda de la espera que me aterra; perdóname aun la poca soledad

que aunque no tenga quiera. Y si el quererme te angustia y has de correr a mi encuentro, más lenta será mi marcha que la prisa por quererte. Perdóname si abatida de desconcierto y riquezas, de añoranzas y pobrezas, mi razón se ha detenido en el desierto perdido de las cosas olvidadas. Y si al llegar al final

donde todo es armonía se me alarga la distancia y no dejo que tus labios se aproximen a los míos, es que el rostro inescrutable de la duda y la amargura se interpone ante mis ojos. Mas te aseguro que un día, cuando la incertidumbre muera y se derrumbe su muro por el suelo, en ruinas, he de beber de tus labios la cristalina verdad que los acerca a los míos.

26| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

P

Será entonces cuando sellaré mi beso en tu beso, en un fundir de dos almas. Ahora perdóname... pero es más largo el camino que la prisa por quererte.

Mercedes (Bs. As.), diciembre de 1975

23 Poemas de Amor y una Plegaria |27

Poema 8

Como un pozo de luz

rilla una luz a lo lejos de mi noche oscura... Está tan lejos que no la puedo ver;

mas la presiento... ¡es tan intenso su resplandor!... Es como un pozo de luz en una calle oscura, y he de caer en él sin darme cuenta. No he podido ver aún dónde he caído; me ha dejado su luz encandilado. Pero he sentido el golpe; incertidumbre en mi caída. No sé si es una estrella, si es el sol o es la luz que refleja un rostro de mujer. Recién entonces, cuando esparza el viento las sombras que anidan en mi mente, y se confundan mi ojos con la luz que hay en mi alma, se escucharán los sonidos enmudecidos hasta entonces y gritará mi corazón de júbilo al descubrir la verdad: ¡el amor me está llamando!...

Mercedes (Bs. As.), diciembre de 1975

28| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

B

23 Poemas de Amor y una Plegaria |29

Poema 9

El amor noble

uando en un beso nuestras almas se confundan; cuando se junten nuestros amores

y ocupen en cada extremo la balanza de los sueños; cuando sea Dios testigo de nuestro amor en silencio; cuando no exista medida ni distancia entre los dos que mis manos no desaten, has de saber, amiga mía, que ni la tinta envidiosa, ni la pluma venenosa, ni la estrofa sentenciosa de un poeta despechado y condenado a tu olvido, ante mis ojos tu imagen lograría derrumbar. Cuando, por falta de peso, en un extremo se hunda la balanza del amor; cuando no asista el derecho de pretender retener lo que ya no retendremos; cuando el amor, que es noble, sepa romper las cadenas que pusimos al amor pactado, has de saber que amar, amiga mía, es en silencio sufrir el sabor de haber perdido.

30| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

C

Y aunque he de poder amarte, no he de querer llorarte; porque también amar, amiga mía, es en silencio reir... ¡el sabor de haber ganado!

Mercedes (Bs. As.), enero de 1976

23 Poemas de Amor y una Plegaria |31

Poema 10

Viernes por la tarde

iernes por la tarde: fueron dos palabras... sólo dos palabras

con perfil de espadas, clavadas en mi alma. Viernes por la tarde de un viernes después: siguen tus palabras clavadas en mi piel. Mi corazón se ahoga en el mar de los recuerdos y mi mente se apoya en las puertas del olvido. Buscan mis manos dos parches para mis heridas, pero mis días llegan y se quedan como viernes por la tarde. Y si creo en mañanas de domingo, o en tardes de sábado, o en noches de luna, es porque quiero creer en tus ojos de mañana, curando las heridas de un viernes por la tarde.

Mercedes (Bs. As.), enero de 1976

32| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

V

23 Poemas de Amor y una Plegaria |33

Poema 11

Elegía del amor

ace ya tiempo que el amor está llamando a tu puerta, soplando con su aliento

de viento apresurado, por querer romper acaso los candados de aquella indiferencia que hoy invade los profundos mares de tu alma, oculta tras un muro de oscura incertidumbre. Hace ya tiempo que el amor estira sus brazos al viento para tocar tu rostro y despeinarlo con la suave caricia de un "te quiero"; un "te quiero" que nunca llegará, tal vez acobardado y espantado ante la oscura sombra que enmanta tus pupilas. Pero escucha bien: Si el amor pasa a tu lado y no lo ves, y no lo escuchas, tarde será para correr tras él, aunque puedas al fin romper las cadenas y liberar tu alma aprisionada hasta entonces. Porque el amor, que todo lo puede, también se cansa y claudica ante puertas cerradas y duros corazones. Porque el amor...¡también es hombre!

Mercedes (Bs. As.), enero de 1976

34| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

H

23 Poemas de Amor y una Plegaria |35

Poema 12

Amigo

o creas, amigo mío, que por haber llenado mis días con la savia incolora de tu rostro,.

he de llamarte Amigo Porque has sabido quererme sin pedirme que te quiera; porque mis noches sin luna han sido sombra en el alma del sol de tus días; porque no has tenido oídos para escuchar de mi nombre falsos sonidos que de negro pintan los pinceles de la envidia: por eso he de llamarte Amigo. Porque me diste la esencia que trae la imagen de Dios; porque eres hijo del amor

porque el amor es Dios: por eso he de llamarte Amigo. Caballero sin escudo, caballero sin espada. Sin escudo, la verdad delante de la mentira. Sin la espada que hiera y un dulce licor que alivia heridas.

36| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

N

Me enseñaste a fundir tu alma con la mía y con El fundimos nuestros sueños. Me enseñaste una sola amistad: la verdadera; la que no admite ni mal ni mejor amigo. Por todo ello, simplemente, he de llamarte Amigo.

Mercedes (Bs. As.), octubre de 1976

23 Poemas de Amor y una Plegaria |37

Poema 13

Horas lentas

n esta tarde gris de lejanía

de olvidos y de fiel monotonía tu ausencia se perfila palpitante, trayéndome al compás de su armonía, la inmensidad de un tiempo ya distante. ¿Será tal vez debido a la distancia...? ¿O es que persiste aún la resonancia de aquel lejano tiempo transcurrido entre los vanos sueños de mi infancia y la certeza cruel de lo vivido? Yo quisiera volver al calendario del tiempo de mi viejo diccionario y poder retener el minutero de aquellas horas del amor primario, que escapan con su ritmo verdadero. Dejarme estar; vagar en la tibieza de un tiempo sin fronteras ni tristeza. Y hundido en una paz que me enternece, de todo el universo y su grandeza, ¡tan sólo tu recuerdo me estremece!

Buenos Aires, abril de 1977

38| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

E

23 Poemas de Amor y una Plegaria |39

Poema 14

Versos a Graciela

stoy al fin sentado a la sombra del camino, donde el silencio es mi tiempo,

donde la luz es mi guía, y las horas se me achican cuando contigo estoy, aunque a mi lado no estés. Y es porque encontré tus ojos, que me permiten reir y llorar sin que el reir me avergüence, sin que el llorar me atormente. Es extraño, sí: las horas se me achican y, sin embargo, me sobra el tiempo para quererte. Y es que para quererte no pesa el tiempo ni la distancia, ni pierden hojas los calendarios, ni se dispersan los sentimientos. Sólo me basta buscar por dentro y pronunciar un nombre... y allí te encuentro, ceñida a mi entendimiento y a mis desvelos.

40| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

E

Mas hay en mí algo que me hace eco constante de los días eternos; porque te siento en el viento, en el sol que me cobija y en la brisa que me toca... Tu presencia es luz y canto, y tu ausencia sombra y llanto. ¡Qué no daría, entonces, de mi vida y mi razón, por poder llorar, al fin, la alegría de saberme hoy en tu nostalgia de ayer, en tus ojos de mañana y tus anhelos de siempre! Es extraño, sí: las horas se me achican y, sin embargo... ¡me sobra el tiempo para quererte!

Buenos Aires, abril de 1977

23 Poemas de Amor y una Plegaria |41

Poema 15

Tiempo de otoño

oy es tiempo de un ayer que me vive desde siempre; de un ayer que me nace

en cada cosa que no tengo: una rama, una rosa, una estrella. En la dorada alfombra del jardín han quedado mis versos; esos mismos versos que hoy, en honor a tu recuerdo, he ido recogiendo, uno a uno, una vez más. Ese tiempo aún me vive desde largas ausencias encendidas, y entre sueños enhebrados bajo un cielo de ilusiones compartidas. Aún recuerdo tus cabellos coqueteándole a la brisa de esa mañana de abril, y tu boca soñadora suspirándole a la luna en esa noche infinita. Pero todo pasa, como pasa el viento entre las hojas, y los sueños se disipan cuando sólo han sido sueños.

42| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

H

El otoño se ha ido y con él mis últimos versos... Mas te aguardaré en cada otoño, ¡porque no hay otoño sin tu amor!

Buenos Aires, mayo de 1978

23 Poemas de Amor y una Plegaria |43

Poema 16

Hoy es tiempo de mirar más lejos

í... hoy es tiempo de mirar más lejos. Mi rostro y mi sonrisa de hoy ya no se pueblan de musas y nubes azules;

ni siquiera de poemas no escritos que nunca contendrán las páginas de un libro. Mi oscura y triste figura de vago y soñador poeta se me ha ido, o acaso se ha perdido en las nubes de otro cielo, o allí, entre las ramas secas y muertas del Parnaso. Ya no quiero, ni sueño, ni escribo a las cosas intangibles. Porque mi tiempo de soñar es otro... Porque mi tiempo de ser tiene un nombre de mujer que lo volvió a la vida... Porque mi tiempo de amar y vivir está contigo, desde hoy, desde ayer y desde siempre. Por todo ello, por ser mujer y estar aquí, sí... ¡hoy es tiempo de mirar más lejos!

Buenos Aires, octubre de 1978

44| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

S

23 Poemas de Amor y una Plegaria |45

Poema 17

Veinte de octubre

í... hoy es veinte de octubre. Poco importa que estemos en noviembre, en diciembre o en enero.

Poco importa que la luna esté encendida y las estrellas palpiten, si mis días son vacíos desde que mi vida vive la sentencia de un recuerdo. Si aunque estés a mi lado, ¡te siento tan lejana!... Y aunque tus ojos me miren y tu sonrisa respire, ¡te siento tan ausente!... Tan ausente como si hubieses muerto. Y es por haber tenido la certeza de quererte y la amarga angustia de saber que no eres mía. No reniego de tu vida ni rechazo tu cariño; no lo temas. Si has querido ser mi amiga, no te culpo. Y si alguna vez mis labios tiemblan de emoción cuando te acercas y mis ojos se encienden al contacto con los tuyos, no te asustes: es mi amor que te guía a cada instante. Mas ahora, poco importa que estemos en noviembre, en diciembre o en enero; hoy...¡hoy es veinte de octubre!

Buenos Aires, noviembre de 1979

46| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

S

23 Poemas de Amor y una Plegaria |47

Poema 18

Tiempo ayer

í... Ese tiempo fue mi ayer y ese ayer fue mi tiempo. Un nacer de cosas idas

y un morir de cosas renacidas. Y un bagaje de presencias infinitas que me llegan desde la ausencia viva. Y correr por la pendiente que me arrastra. Y salir a transitar esa vereda antigua de esquina sin ochava; de vigilias muertas y esperanzas nuevas; de faroles encendidos e ilusiones apagadas... Distinta ahora, sí, pero exacta en mi fisonomía caprichosa. Y me siento viajar con esa parte de mi ayer que aún me vive y me reclama. Y así regreso hasta la última estación de la pesada y vieja ruta. Y al buscar en la canción a la que diera vida, esa vida que me diera, surge la antigua voz que en mi garganta muere, desafiándome a cantar con una voz que no es la mía.

48| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

S

Y es ahí donde nace la pregunta: Si yo vivo en la canción, ¿por qué entonces la canción no vive en mí...? Y no hay nadie que me pueda rescatar. Sólo queda la pena y la certeza de saber que, simplemente, ese tiempo fue mi ayer... y ese ayer fue mi tiempo.

Buenos Aires, abril de 1984

23 Poemas de Amor y una Plegaria |49

Poema 19

Destino

aquí estoy, destino... Otra vez sumergido en la ruta del mañana. Porque habrá un mañana, ¿sabes?...

Y otra vez por el río de mi sangre fluye la corriente pura y vertical de mi pasaje hacia la vida. Y aquí voy con mi pesada y vieja alforja de ilusiones terminadas y pasiones inventadas, hacia el cruce horizontal de mi nostalgia. Y me siento remontar hacia la altura inmensa de futura certidumbre. Y hasta puedo reflotar en el caudal extenso de pasadas alegrías. Pero aunque todo exista y exista el nombre que me dió la vida, no he de negar, destino, que es con la noche cuando muere el día. Si sabes que soy el sol que sólo quema en verano, y ella...¡oh, destino!..., sólo respira en el viento y se nutre del invierno.

50| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

Y

¿Entonces qué, destino...? ¿Me tendrás en el otoño para dejarme incrustado entre las dos estaciones? ¿O me dejarás volar hasta que el sol del verano me castigue sin piedad...?

Buenos Aires, mayo de 1984

23 Poemas de Amor y una Plegaria |51

Poema 20

Soneto a la música

e pronto me encontré con tu tibieza, sin forma ni color, pura, intangible; y allí estabas, radiante, imprevisible,

poniendo fin a mi virtual pobreza. Y del teclado fiel de tu nobleza

donde no cabe el mundo, imperceptible, surgió vivaz, perenne, indestejible, el velo sin igual de tu grandeza. Y en un vagar total de mil sonidos

donde no cabe el tiempo ni la historia, se me escapó el dolor de tiempos idos. Y entre tus cuatro espacios de victoria, viajar como torrentes embebidos, y renacer en ti, ya sin memoria...

Buenos Aires, mayo de 1984

52| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

D

23 Poemas de Amor y una Plegaria |53

Poema 21

Soneto a la vida

uando la noche inquieta me cante su quimera, y no arda en mí la llama de alguna vieja herida, me acostaré en el filo de la doliente espera

y dormiré en el sueño del viaje de partida. Cuando no suene el eco de la pasada gloria y ya no quede nada, ni el llanto ni la risa, me perderé en el canto sutil de mi memoria y dejaré esta vida con mi mejor sonrisa. Resurgiré en el cauce de nuevas alegrías

dejando mi equipaje de viejas agonías, sin tiempo ni distancia, sin forma ni envoltura. Y habrán quedado amigos, pasiones y enemigos

recuerdos y nostalgias que no tendrán testigos, en esa vieja ruta de insólita locura.

Buenos Aires, mayo de 1984

54| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

C

23 Poemas de Amor y una Plegaria |55

Poema 22

Canto a Buenos Aires

lguna vez me atrapaste, ciudad huidiza y errante, y en tu estrechez me encerraste

con la razón anhelante. Y me cambiaste el paisaje por un extraño lenguaje. Y me perdí en tus entornos de luces estrepitosas y singulares contornos. Y me gustaron tus prosas de adoquines expectantes y faroles acechantes. Y el color de tu armonía, desigual y castigada por la gris monotonía de premuras olvidadas. Y sin querer me llenaste del ciudadano contraste. Y transité tus rincones de pasiones desandadas y perdidas ilusiones. Y tus calles empedradas de tranvías olvidados y recuerdos trajinados.

56| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

A

Desde Gardel a Piazzolla, desde Evaristo a Castillo; desde la vieja pianola hasta el último organillo, y el ciudadano contraste que sin querer me dejaste.

Buenos Aires, mayo de 1984

23 Poemas de Amor y una Plegaria |57

Poema 23

Soneto a Mercedes (Ciudad Natal)

stoy desnudo en tu perfil andado, con la mirada hundida en cada objeto, y la sonrisa erguida en el inquieto

y nostalgioso espejo del pasado. Me basta el día apenas empezado; el eco roto en un zaguán inquieto; tu calidez dormida en un soneto; tu proverbial acento inescrutado. Y detener mi sed de cosas nuevas, penetrando tu impar fisonomía

y en tus ojos intactos me renuevas. Y revivir tu clara geometría, tu antiguo barbotar de voces nuevas, en el brote senil de mi poesía.

Buenos Aires, junio de 1984

58| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

E

23 Poemas de Amor y una Plegaria |59

60| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

La Plegaria

23 Poemas de Amor y una Plegaria |61

(Dirigida al Unico que puede llegar a comprender la verdadera dimensión de este mensaje)

e de rogarle a Dios que me arroje una fuente de ilusiones... para poder llevarla en el trajín

cotidiano de mis días; para poder llenarla de fe y esperanza; para no subir al cielo con las manos vacías. He de rogarle a Dios que me arroje una fuerza trepadora... para no rendirme ante el muro de la vida; para no quedar vacío cuando dé por El mis noches; para no escalar en sombras mi día de partida. Es largo el camino; lenta y dura la marcha. Pero yo seré más fuerte que el largo del camino, y si he de caerme, he de levantarme... para no subir al cielo con las manos vacías.

Mercedes (Bs. As.), mayo de 1976

62| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

H

23 Poemas de Amor y una Plegaria |63

64| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

I N D I C E

Sobre el autor ..................................................................... 7 Prólogo ............................................................................... 9 Dedicatorias ..................................................................... 11

LOS POEMAS Poema 1: Hoy ................................................................ 14 Poema 2: Versos a Dios ................................................ 16 Poema 3: Nada más que un poema .............................. 18 Poema 4: Elegía de tu asencia ...................................... 20 Poema 5: La nube azul .................................................. 22 Poema 6: Amar no es decir te quiero ............................ 24 Poema 7: Cuando la incertidumbre muera .................... 26 Poema 8: Como un pozo de luz ..................................... 28 Poema 9: El amor noble ................................................ 30 Poema 10: Viernes por la tarde ...................................... 32 Poema 11: Elegía del amor ............................................ 34 Poema 12: Amigo ........................................................... 36 Poema 13: Horas lentas ................................................. 38 Poema 14: Versos a Graciela ......................................... 40 Poema 15: Tiempo de otoño .......................................... 42 Poema 16: Hoy es tiempo de mirar más lejos ................ 44 Poema 17: Veinte de octubre ......................................... 46 Poema 18: Tiempo ayer ................................................. 48 Poema 19: Destino ......................................................... 50 Poema 20: Soneto a la música ....................................... 52 Poema 21: Soneto a la vida ............................................ 54 Poema 22: Canto a Buenos Aires ................................... 56 Poema 23: Soneto a Mercedes (Ciudad Natal) .............. 58

La Plegaria ...................................................................... 62

23 Poemas de Amor y una Plegaria |65

OTRAS OBRAS DEL AUTOR

"POEMAS DEL SEGUNDO TIEMPO" (Versos) - Ediciones S.I.D.E.A., 2001

"POEMAS HALLADOS A LA VUELTA DE UNA ESQUINA"

(Versos) – Edición Digital en internet

"CRONICA DE DOS PASIONES"

(Novela autobiográfica) – Ediciones S.I.D.E.A., 2002

"ANTOLOGIA POETICA UNIVERSAL"

(Selecciones, notas biográficas, análisis y comentarios, en una obra que reúne a los grandes maestros de la poesía

universal) - Inédito

Sitio web del autor: www.carlosreyna.com.ar

66| 23 Poemas de Amor y una Plegaria

Esta segunda edición de «23 poemas de amor y una plegaria»,

se terminó de imprimir durante el mes de noviembre del año dos mil quince, en la ciudad de Junín (Buenos Aires),

República Argentina.

Hacemos realidad el sueño de todo escritor: Publicar su libro.

Ediciones de las Tres Lagunas España 68 - Telefax 54-236-4631017 - Junín (6000)

Pcia. de Buenos Aires - República Argentina E-mail: [email protected]

www.delastreslagunas.com.ar