20171217 hoja 270 · domingo iii de adviento (gaudete ) · oviedo, 17 de diciembre de 20 17 · nº...

2
Evangelio Juan 1,6-8.19-28 Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venia como testigo, para dar tes- timonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: --¿Tú quién eres? El confesó sin reservas: --Yo no soy el Mesías. Le preguntaron: -- Entonces, ¿qué? ¿Eres tú Elías? El dijo: -- No lo soy. --¿Eres tú el Profeta? Respon- dió: -- No. Y le dijeron: --¿Quién eres? Pa- ra que podamos dar una respues- ta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo? Contestó: --Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino al Señor" (como dijo el Profeta Isaías). Entre los enviados había fari- seos y le preguntaron: --Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta? Juan les respondió: --Yo bauti- zo con agua; en medio de voso- tros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que exis- tía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia. Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde es- taba Juan bautizando. H H o o j j a a D D o o m m i i n n i i c c a a l l Parroquias del Ssmo. Cristo de las Cadenas y Latores www.cristodelascadenas.es · Tfno. 985 237 424 Domingo III de Adviento (Gaudete) · Oviedo, 17 de diciembre de 2017 · Nº 270 JAVIER LOZANO JAVIER LOZANO JAVIER LOZANO JAVIER LOZANO Diez mentiras anti Diez mentiras anti Diez mentiras anti Diez mentiras anti- - -católicas católicas católicas católicas (I (I (I (IV V V) ) ) 7. La os 7. La os 7. La os 7. La oscura Edad Media propiciada por la Iglesia cura Edad Media propiciada por la Iglesia cura Edad Media propiciada por la Iglesia cura Edad Media propiciada por la Iglesia. . . La Edad Media es presentada todavía hoy como una época oscura que frenó el progreso debido al fanatismo religioso de la Iglesia Católica. Aparece así representado en el cine e incluso en medios académicos. Sin embargo, el prestigioso historiador, no católico, Rodney Stark ase- gura que “Voltaire y sus compañeros crearon la ficción de los “años oscuros” para poder reivindicar que fueron ellos los que hicieron emerger las luces de la Ilustración. Co- mo cualquier historiador competente (e incluso ahora las enciclopedias) defiende, no hubo tales “años oscuros”. Al contrario, fue durante esos siglos cuando Europa hizo el gran salto cultural y tecnológico que la situó a la cabeza del mundo”. Guiomar Ruiz, doctora en física y profesora de Mate- mática Aplicada en la Politécnica de Madrid, comparte la tesis del libro del físico atómico Peter E.Hodgson titulado "El origen cristiano de la ciencia": la mentalidad cristiana es la que permitió buscar leyes en la naturaleza. Esta profesora lo explica con grandes clérigos medie- vales volcados en la ciencia: «Los chicos no deberían sa- lir de Secundaria sin conocer al obispo Nicolás de Ores- me, precursor de las funciones y el cálculo infinitesimal, o a fray Roberto Grossatesta, con sus leyes ópticas, o la ley de máxima economía de la naturaleza, que hoy lla- mamos ley de mínima acción: en la universidad me dije- ron que era del siglo XVII, pero Grossatesta ya lo usa en los siglos XII-XIII. Hay que conocer también las leyes de la estática de Jordano Nemorario, o cómo Jean Buridan ya explicaba que si el Sol estuviese quieto y la Tierra se moviese nos daría la sensación de que es el Sol lo que se mueve. Buridan le plantó cara a Aristóteles, durante siglos intocable, incluso respecto al movimiento de los planetas». "El nombre de la Rosa", prota- gonizada por Sean Connery, muestra una Edad Media te- nebrosa y oscura con la Iglesia Ca- tólica al frente. Rodney Stark, que también es sociólogo, agre- ga que los ‘filó- sofos’ de la de- nominada "Ilus- tración" no tuvie- ron ningún papel en el desarrollo de la ciencia, pues los grandes progresos científicos de la época se deben en su mayoría a hombre muy religiosos, muchos de ellos pertenecientes al clero católico”. Un ejemplo del siglo XVIII es Alessan- dro Volta, el gran pionero de la electricidad, católico de misa y rosario diarios. Y hay quien considera que la "comunidad científica" (científicos de distintos países que libremente comparten hallazgos) nace con las reuniones de investigadores que organizaba el monje Marin Mersenne, sacerdote, mate- mático, músico y filósofo del s. XVI, famoso por sus "nú- meros primos de Mersenne. UNA UNA UNA UNA DEVOCION DEVOCION DEVOCION DEVOCION NACIDA EN EL S.VII NACIDA EN EL S.VII NACIDA EN EL S.VII NACIDA EN EL S.VII La Virgen de la O La Virgen de la O La Virgen de la O La Virgen de la O "María de la O" es uno de los nombres de la Virgen María, refi- riéndose a la Virgen de la Espe- ranza, a la Virgen embarazada, expectante, cuando apenas le quedan 8 días para dar a luz. Del siglo VII son las antífonas que aún se cantan en esta semana de Adviento anterior a Nochebuena, entre el 17 y el 23 de diciembre. Cada antífona em- pieza por una exclamación, «Oh», seguida de un tí- tulo mesiánico del Antiguo Testamento, pero enten- dido desde el Nuevo. Estas son las invocaciones: O S O S O S O Sapientia apientia apientia apientia = sabiduría, Palabra Oh, Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísi- mo, abarcando del uno al otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad: ven y muéstranos el camino de la salvación O A O A O A O Adonai donai donai donai = Señor poderoso (en hebreo) Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ven a librarnos con el poder de tu brazo. O O O R R R Radix adix adix adix = raíz, renuevo de Jesé (padre de David) Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tardes más. O C O C O C O Clavis lavis lavis lavis = llave de David, que abre y cierra Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte. O O O O O O O Oriens riens riens riens = oriente, sol, luz Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. O R O R O R O Rex ex ex ex = Cristo como Rey Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra. O E O E O E O Emmanuel mmanuel mmanuel mmanuel = Dios-con-nosotros. Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pue- blos, ven a salvarnos, Señor Dios nuestro. Leídas en sentido inverso las iniciales latinas de la primera palabra después de la «O», dan el acróstico «ero cras», «ero cras», «ero cras», «ero cras», que significa «vendré mañana», que es como la respuesta del Mesías a la súplica de sus fie- les. Es el asombro por la venida del Salvador. El gusto popular llamó a la Doncella en espera "Virgen de la O", y la pintura y la escultura presentan piadosamente la natural redondez abultada de la Virgen grávida. La Catedral de Colonia, de estilo gótico, comenzó a construirse en 1248 y no se terminó hasta 1880, siendo el edificio más alto del mundo, con 157 metros, hasta que en 1884 se levantó el obelisco a Washington. Las catedrales romá- nicas y góticas ¿son fruto de la “ig- norancia medieval”? El tercer domingo de Adviento se lla- ma domingo «de la alegría». El título le viene de las palabras «Estad siem- pre alegres» (gaudete) que se escu- chan al inicio de la Misa: «Estad siempre alegres en el Señor; os lo re- pito, estad alegres. El Señor está cer- ca». Pero el tema de la alegría invade también el resto de la liturgia de la Pa- labra. En la primera lectura oímos el grito del profeta: «Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios». El Salmo responsorial es el Magnificat de María, intercalado del estribillo: «Me alegro con mi Dios». La segunda lectura, finalmente, comien- za con las palabras de Pablo: «Her- manos: Estad siempre alegres». Ser felices es tal vez el deseo huma- no más universal. Todos quieren ser felices. También el Evangelio es, a su modo, un largo himno a la alegría. El nombre mismo «evangelio» significa, como sabemos, feliz noticia, anuncio de alegría. Pero el discurso de la Bi- blia sobre la alegría es un discurso realista, no idealista ni veleidoso. Las alegrías verdaderas y duraderas maduran siempre desde el sacrificio. ¡No hay rosa sin espinas! En el mundo, placer y dolor se siguen el uno al otro con la mis- ma regularidad con la que al ele- varse una ola que impulsa al na- dador hacia la playa le sigue un hundimiento y un vacío que le succiona hacia atrás. El hombre busca desesperadamente sepa- rar a estos dos «hermanos sia- meses», de aislar el placer del dolor. Pero no se consigue, por- que es el propio placer desorde- nado el que se transforma en amargura. El poeta pagano Lucrecio tiene dos poderosos versos al respec- to: «Un no sé qué de amargo surge de lo íntimo de cada placer nuestro y nos angustia incluso en medio de nuestras delicias». Alguno podría objetar: ¿pero entonces para el creyente la ale- gría, en esta vida, será siempre y sólo objeto de espera, sólo un gozo «de lo que está por venir»? No. Existe una alegría secreta y profunda que consiste preci- samente en la espera. Es más, es tal vez ésta, en el mundo, la forma más pura de la alegría; la alegría que se tiene en esperar. El poeta Leopardi lo dijo maravillosa- mente en la poesía Il sabato del villag- gio. La alegría más intensa no es la del domingo, sino la del sábado; no es la de la fiesta, sino la de su espera. La diferencia es que la fiesta que el creyente espera no durará sólo algunas horas, para después ceder de nuevo el puesto a «tristeza y tedio», sino que du- rará para siempre. P. Raniero Cantalamessa, cap.

Upload: trinhkhanh

Post on 21-Sep-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Evangelio Juan 1,6-8.19-28

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venia como testigo, para dar tes-timonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: --¿Tú quién eres?

El confesó sin reservas: --Yo no soy el Mesías. Le preguntaron: --Entonces, ¿qué? ¿Eres tú Elías?

El dijo: -- No lo soy.

--¿Eres tú el Profeta? Respon-dió: -- No.

Y le dijeron: --¿Quién eres? Pa-ra que podamos dar una respues-ta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?

Contestó: --Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino al Señor" (como dijo el Profeta Isaías).

Entre los enviados había fari-seos y le preguntaron: --Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?

Juan les respondió: --Yo bauti-zo con agua; en medio de voso-tros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que exis-tía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.

Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde es-taba Juan bautizando.

HHoojjaa DDoommiinniiccaall Parroquias del Ssmo. Cristo de las Cadenas y Latores

www.cr istodelascadenas.es · Tfno. 985 237 424

Domingo III de Adviento (Gaudete) · Oviedo, 17 de diciembre de 2017 · Nº 270

JAVIER LOZANOJAVIER LOZANOJAVIER LOZANOJAVIER LOZANO

Diez mentiras antiDiez mentiras antiDiez mentiras antiDiez mentiras anti----católicascatólicascatólicascatólicas (I(I(I(IVVVV)))) 7. La os7. La os7. La os7. La oscura Edad Media propiciada por la Iglesiacura Edad Media propiciada por la Iglesiacura Edad Media propiciada por la Iglesiacura Edad Media propiciada por la Iglesia....

La Edad Media es presentada todavía hoy como una época oscura que frenó el progreso debido al fanatismo religioso de la Iglesia Católica. Aparece así representado en el cine e incluso en medios académicos. Sin embargo, el prestigioso historiador, no católico, Rodney Stark ase-gura que “Voltaire y sus compañeros crearon la ficción de los “años oscuros” para poder reivindicar que fueron ellos los que hicieron emerger las luces de la Ilustración. Co-mo cualquier historiador competente (e incluso ahora las enciclopedias) defiende, no hubo tales “años oscuros”. Al contrario, fue durante esos siglos cuando Europa hizo el gran salto cultural y tecnológico que la situó a la cabeza del mundo”.

Guiomar Ruiz, doctora en física y profesora de Mate-mática Aplicada en la Politécnica de Madrid, comparte la tesis del libro del físico atómico Peter E.Hodgson titulado "El origen cristiano de la ciencia": la mentalidad cristiana es la que permitió buscar leyes en la naturaleza.

Esta profesora lo explica con grandes clérigos medie-vales volcados en la ciencia: «Los chicos no deberían sa-lir de Secundaria sin conocer al obispo Nicolás de Ores-me, precursor de las funciones y el cálculo infinitesimal, o a fray Roberto Grossatesta, con sus leyes ópticas, o la ley de máxima economía de la naturaleza, que hoy lla-mamos ley de mínima acción: en la universidad me dije-ron que era del siglo XVII, pero Grossatesta ya lo usa en los siglos XII-XIII. Hay que conocer también las leyes de la estática de Jordano Nemorario, o cómo Jean Buridan ya explicaba que si el Sol estuviese quieto y la Tierra se moviese nos daría la sensación de que es el Sol lo que se mueve. Buridan le plantó cara a Aristóteles, durante siglos intocable, incluso respecto al movimiento de los planetas».

"El nombre de la Rosa", prota-gonizada por Sean Connery, muestra una Edad Media te-nebrosa y oscura con la Iglesia Ca-tólica al frente.

Rodney Stark, que también es sociólogo, agre-ga que los ‘filó-sofos’ de la de-nominada "Ilus-tración" no tuvie-ron ningún papel en el desarrollo de la ciencia, pues los grandes progresos científicos de la época se deben en su mayoría a hombre muy religiosos, muchos de ellos pertenecientes al clero católico”. Un ejemplo del siglo XVIII es Alessan-dro Volta, el gran pionero de la electricidad, católico de misa y rosario diarios.

Y hay quien considera que la "comunidad científica" (científicos de distintos países que libremente comparten hallazgos) nace con las reuniones de investigadores que organizaba el monje Marin Mersenne, sacerdote, mate-mático, músico y filósofo del s. XVI, famoso por sus "nú-meros primos de Mersenne.

UNA UNA UNA UNA DEVOCIONDEVOCIONDEVOCIONDEVOCION NACIDA EN EL S.VII NACIDA EN EL S.VII NACIDA EN EL S.VII NACIDA EN EL S.VII

La Virgen de la OLa Virgen de la OLa Virgen de la OLa Virgen de la O "María de la O" es uno de los

nombres de la Virgen María, refi-riéndose a la Virgen de la Espe-ranza, a la Virgen embarazada, expectante, cuando apenas le quedan 8 días para dar a luz.

Del siglo VII son las antífonas que aún se cantan en esta semana de Adviento anterior a Nochebuena, entre el 17 y el 23 de diciembre. Cada antífona em-pieza por una exclamación, «Oh», seguida de un tí-tulo mesiánico del Antiguo Testamento, pero enten-dido desde el Nuevo. Estas son las invocaciones:

O SO SO SO Sapientiaapientiaapientiaapientia = sabiduría, Palabra

Oh, Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísi-mo, abarcando del uno al otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad: ven y muéstranos el camino de la salvación

O AO AO AO Adonaidonaidonaidonai = Señor poderoso (en hebreo)

Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ven a librarnos con el poder de tu brazo.

OOOO R R R Radixadixadixadix = raíz, renuevo de Jesé (padre de David)

Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tardes más.

O CO CO CO Clavislavislavislavis = llave de David, que abre y cierra

Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

O OO OO OO Oriensriensriensriens = oriente, sol, luz

Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

O RO RO RO Rexexexex = Cristo como Rey

Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra.

O EO EO EO Emmanuelmmanuelmmanuelmmanuel = Dios-con-nosotros.

Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pue-blos, ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.

Leídas en sentido inverso las iniciales latinas de la primera palabra después de la «O», dan el acróstico «ero cras»,«ero cras»,«ero cras»,«ero cras», que significa «vendré mañana», que es como la respuesta del Mesías a la súplica de sus fie-les. Es el asombro por la venida del Salvador.

El gusto popular llamó a la Doncella en espera "Virgen de la O", y la pintura y la escultura presentan piadosamente la natural redondez abultada de la Virgen grávida.

La Catedral de Colonia, de estilo gótico, comenzó a construirse en 1248 y no se terminó hasta 1880, siendo el edificio más alto del mundo, con 157 metros, hasta que en 1884 se levantó el obelisco a Washington. Las catedrales romá-nicas y góticas ¿son fruto de la “ig-norancia medieval”?

El tercer domingo de Adviento se lla-ma domingo «de la alegría». El título le viene de las palabras «Estad siem-pre alegres» (gaudete) que se escu-chan al inicio de la Misa: «Estad siempre alegres en el Señor; os lo re-pito, estad alegres. El Señor está cer-ca».

Pero el tema de la alegría invade también el resto de la liturgia de la Pa-labra. En la primera lectura oímos el grito del profeta: «Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios». El Salmo responsorial es el Magnificat de María, intercalado del estribillo: «Me alegro con mi Dios». La segunda lectura, finalmente, comien-za con las palabras de Pablo: «Her-manos: Estad siempre alegres».

Ser felices es tal vez el deseo huma-no más universal. Todos quieren ser felices. También el Evangelio es, a su modo, un largo himno a la alegría. El nombre mismo «evangelio» significa, como sabemos, feliz noticia, anuncio de alegría. Pero el discurso de la Bi-blia sobre la alegría es un discurso realista, no idealista ni veleidoso.

Las alegrías verdaderas y duraderas maduran siempre desde el sacrificio. ¡No hay rosa sin espinas!

En el mundo, placer y dolor se siguen el uno al otro con la mis-ma regularidad con la que al ele-varse una ola que impulsa al na-dador hacia la playa le sigue un hundimiento y un vacío que le succiona hacia atrás. El hombre busca desesperadamente sepa-rar a estos dos «hermanos sia-meses», de aislar el placer del dolor. Pero no se consigue, por-que es el propio placer desorde-nado el que se transforma en amargura.

El poeta pagano Lucrecio tiene dos poderosos versos al respec-to: «Un no sé qué de amargo surge de lo íntimo de cada placer nuestro y nos angustia incluso en medio de nuestras delicias».

Alguno podría objetar: ¿pero entonces para el creyente la ale-gría, en esta vida, será siempre y sólo objeto de espera, sólo un gozo «de lo que está por venir»?

No. Existe una alegría secreta y profunda que consiste preci-samente en la espera. Es más, es tal vez ésta, en el mundo, la forma más pura de la alegría; la alegría que se tiene en esperar.

El poeta Leopardi lo dijo maravillosa-mente en la poesía Il sabato del villag-gio. La alegría más intensa no es la del domingo, sino la del sábado; no es la de la fiesta, sino la de su espera.

La diferencia es que la fiesta que el creyente espera no durará sólo algunas horas, para después ceder de nuevo el puesto a «tristeza y tedio», sino que du-rará para siempre.

P. Raniero Cantalamessa, cap.

NAVIDAD EL LUNESNAVIDAD EL LUNESNAVIDAD EL LUNESNAVIDAD EL LUNES

Misa de Nochebuena Misa de Nochebuena Misa de Nochebuena Misa de Nochebuena el próximo domingo a el próximo domingo a el próximo domingo a el próximo domingo a las 8 de la las 8 de la las 8 de la las 8 de la nochenochenochenoche

El próximo domingo, 24 de diciembre, no habrá Misa a las 6:30 de la tarde, sino a las 8:00, para celebrar ya la No-chebuena.

EN SERIO Y EN BROMA

Gómez Dávila ¿Qué importa que

nos condenen quie-nes no comparten evidencias similares?

• La verdad es persona.

• Las virtudes de la pobreza sólo

suelen florecer en el rico que se despoja.

• Lucha contra la injusticia que no

culmina en santidad, culmina en convulsiones sangrientas.

Senén Molleda La mayor contribu-

ción al progreso de la delincuencia es acos-tumbrarse a ella.

• La autocompasión es la jaula de

los débiles. •

El tapón del champán es siempre fiel a la misma botella…

MANUEL BUSTOS RODRÍGUEZMANUEL BUSTOS RODRÍGUEZMANUEL BUSTOS RODRÍGUEZMANUEL BUSTOS RODRÍGUEZ, , , , CatedrátiCatedrátiCatedrátiCatedrático de Historia co de Historia co de Historia co de Historia

El sello de LuteroEl sello de LuteroEl sello de LuteroEl sello de Lutero La reciente edición por parte del

Correo Vaticano de un sello conme-morativo del V Centenario del naci-miento del protestantismo ha causado revuelo entre muchos católicos. No cabe duda que se trata de un hecho sin precedentes,. ¿Qué sucede en la Iglesia para que se haya producido un hecho tan aparentemente insólito?

A simple vista parece lógico adjudicar el hecho a los avances del ecumenismo. Sin embargo, conviene ampliar la perspectiva, para inte-grarlo en el conjunto de rápidas transformaciones, en pequeñas dosis, a que se ve sometida la Iglesia desde dentro: para algunos un cambio de paradigma, a pesar de los esfuerzos por minimizar sus efectos, apoyándose en la parte más respetuosa con la tradición doctrinal y pastoral de los contenidos del cambio, y del intento de soslayar los as-pectos menos respetuosos con ella. Aunque exista un terreno abonado para su aceptación, subyace un temor cierto a la posibilidad de una ruptura o a ser marginado por oponerse a las iniciativas.

La Humanidad se halla ante una gigantesca mutación que, junto a las promesas de mayor bienestar de mano de la ciencia y la tecnolo-gía, está amenazada por el cambio del concepto mismo de hombre y de lo humano. Existe toda una serie de fuerzas, más peligrosas proba-blemente que la atómica, cuyo control empieza a escapársenos. Y sus más duros efectos podrían llegar en el transcurso de un par de genera-ciones, unidos a los de otros procesos paralelos externos. La imagen bíblica del Apocalipsis, no por azar tan reiterada últimamente en las pe-lículas, pasa de ser una mera ficción o elucubración mítica a convertir-se en una posibilidad.

En este contexto, el papel de la Iglesia debería quedar socialmente revalorizado como proveedora de esperanza para un hombre falto de sólidos fundamentos de sentido y con crecientes dificultades para dis-tinguir el bien del mal, si no fuese por dos razones: el cambio en su se-no y el rechazo de sus enseñanzas como parte misma del proceso que estamos viviendo. Es decir, la Iglesia y la antropología cristiana vistas como enemigas de la libre voluntad del hombre y de la construcción de un futuro a su guisa.

La apertura de la Iglesia al mundo y al diálogo con él de las últimas décadas, dirigidos a hacer más visible a Cristo, parecen resolverse en una progresiva pérdida de identidad, en el adelgazamiento de su men-saje, sin llegar por ello a desempeñar dicho papel.

Entre dichos cambios, está la importancia adquirida por la subjetivi-dad e individualidad del creyente y del pastor sobre la tradición y la norma; la descentralización, voluntariamente asumida, en lo adminis-trativo, doctrinal y litúrgico, al igual que la aceptación de situaciones personales y familiares minoritarias, hasta ahora consideradas anóma-las y llamadas a un cambio de vida.

La difuminación afecta también al lugar de la religión católica con respecto a otras confesiones, al situarla, en nombre de la paz y la tole-rancia, casi al mismo nivel en cuanto a su poder salvador del hombre. Lo cual supone desactivar el fervor misionero, no obstante las conti-nuas llamadas a preservarlo. Crece en su lugar la preocupación por lo social y el medio ambiente. Añadamos, sin ánimo de ser exhaustivo, la presentación de un mensaje aligerado de todos aquellos elementos que más pudieran inquietar al hombre de hoy, como son los que se re-fieren al componente dramático de su vida (el final de los tiempos, la muerte o la posibilidad de condenación), en favor de su rostro más amable y bonancible, considerando que la recuperación del Dios mise-ricordioso, bastará para acercar a quien no cree a Él.

En resumen, cuando el hombre más necesitado parece de su pala-bra firme y coherente, la Iglesia da la sensación, deseando un acerca-miento, de renunciar, yendo si preciso fuera contracorriente, a ese pa-pel de liderazgo espiritual, apostando en cambio por un modelo líquido en paralelo con el social. [extractado]

CAMPAÑA HASTA EL DIA DECAMPAÑA HASTA EL DIA DECAMPAÑA HASTA EL DIA DECAMPAÑA HASTA EL DIA DE REYES REYES REYES REYES

3.703.703.703.700 0 0 0 € en la Campa€ en la Campa€ en la Campa€ en la Campaña Navideña ña Navideña ña Navideña ña Navideña de Cáritasde Cáritasde Cáritasde Cáritas

Desde el día de la Inmaculada, que pusimos en marcha, por sexto año consecutivo, la Campaña de Navidad para Cáritas, hasta hoy hemos recaudado ya 3.700 €.

Las personas que deseen un Re-cibo para desgravar en la Declara-ción de la Renta deben solicitarlo al párroco antes de fin de año, pues de otro modo Hacienda no lo admitirá.

P. FERMIN RODRIGUEZ, S.J.

«Estad siempre alegres» De las diversas actitudes que el tiempo de

Adviento nos invita a vivir con intensidad, se destaca una: la alegría, el gozo. De hecho, es-te es aquel domingo llamado tradicionalmente «Gaudete», precisamente por ese tono gozoso que sobresale a lo largo de toda la celebra-ción.

Ya en la primera lectura Isaías anuncia una gran noticia: El Espíritu del Señor está sobre mí... Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados,… Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios… Ante tal perspectiva la única reacción lógica es el entusiasmo. Se trata de la misma alegría y entusiasmo que María cantó en el Magníficat, propuesto como salmo responsorial, por las maravillas obradas por Dios en su persona. Y san Pablo, en el fragmento de su primera carta a los de Tesa-lónica que leemos, acaba de remachar el cla-vo: “Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros”.

El evangelio presenta la figu-ra de Juan el Bautista como «la voz que grita en el desierto: allanad el cami-no al Señor» nos dice que Dios lo envía como «tes- tigo de la luz» capaz de despertar la fe de to-dos. Una persona que puede contagiar luz y vida. ¿Qué es ser testigo de la luz?

La fe cristiana ha nacido del encuentro sor-prendente que ha vivido un grupo de hombres y mujeres con Jesús. Todo comienza cuando estos discípulos y discípulas se ponen en con-tacto con él y experimentan "la cercanía sal-vadora de Dios". Su fe se despierta en medio de dudas, incertidumbres y malentendidos mientras lo siguen por los caminos de Galilea. Queda herida por la cobardía y la negación cuando es ejecutado en la cruz. Se reafirma y vuelve contagiosa cuando lo experimentan lle-no de vida después de su muerte.

En nuestras comunidades estamos necesita-dos de estos testigos de Jesús. En medio de la oscuridad de nuestros tiempos necesitamos «testigos de la luz».

Los testigos de Jesús no hablan de sí mismos. Su palabra más importante es siempre la que le dejan decir a Jesús. El testigo es como Juan. No se da importancia. No busca ser ori-ginal ni llamar la atención. No trata de impac-tar a nadie. Sencillamente vive su vida de ma-nera convencida. No culpabiliza a nadie. No condena. Contagia confianza en Dios, libera de miedos. Abre siempre caminos. Es como el Bautista: «allana el camino al Señor».

VOCACION MATRIMOVOCACION MATRIMOVOCACION MATRIMOVOCACION MATRIMONIAL Y DE SERVICIONIAL Y DE SERVICIONIAL Y DE SERVICIONIAL Y DE SERVICIO 3 nuevos d iáconos casados3 nuevos d iáconos casados3 nuevos d iáconos casados3 nuevos d iáconos casados

La diócesis de Oviedo tiene desde el pasado 2 de diciembre tres nuevos diá-conos permanen-tes, y ya son cin-co: casados, con hijos, trabajo y, a la vez, vocación religiosa y de servicio.

El Orden de Diaconado permanente les permitirá predicar, bautizar y casar, pero no confesar, celebrar la Eucaristía, ni administrar la Unción de Enfermos. En la misa de su ordena-ción, revestidos con sus nuevos hábitos y al lado del arzobis-po Jesús Sanz Montes, se permitieron el lujo de dar la comu-nión a su familia más cercana, incluidas sus esposas.

Son José Juan García, abogado, casado, dos hijos de 12 y 7 años, de Mieres; José María Sauras, madrileño de 67 años, li-cenciado en Ciencias de la Información y exjefe de prensa de la Policía, en Oviedo, ciudad en la que reside desde hace tres décadas, y Santos Benjamín Ferrera, de Sotrondio, casado, con una hija que reside en el Reino Unido.

"Ellos responden -dijo el arzobispo Sanz Montes en su homi-lía- a una llamada que desde su vocación bautismal y matri-monial han ido poco a poco madurando. Fueron llamados pa-ra formar una familia que Dios ha bendecido con hijos... No han sido llamados al ministerio sacerdotal, pero sí a dar el alto testimonio de la caridad".

Llegan los tres después de haber superado tres cursos de Ciencias Religiosas y de haber pasado el filtro del arzobispa-do. Asturias apenas cuenta con la figura del diácono perma-nente, cosa que no ocurre en otras comunidades. Hace dos años fueron ordenados los dos primeros diáconos y parece ser que han cantera y se sumarán algunos más en los próxi-mos años.

En la homilía, Jesús Sanz Montes contó una anécdota. Hace unos días el arzobispo recibió a los nuevos diáconos perma-nentes junto a sus esposas. José Juan García y Belén, su mu-jer, tuvieron que ausentarse "para ir a recoger a los peques", dijeron. Los otros dos matrimonios se quedaron. "Uno de nuestros hijos tiene 32 años y ya va solo para casa", explica-ron José María Sauras y su esposa Carmen.

José Juan García, que fue concejal del PP en Mieres, rela-taba otra anécdota: "Mi hijo Lucas, de 7 años, me dijo: en el cole dicen que vas a ser cura. ¿Seguirás siendo mi papá?".