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  Iglesia Evangélica de Hermanos, avd. Mistral 85,87-Barcelona www.iglesiamistral.org/index2 Pág. 1  La ley del T alión y la venganza personal Mt. 5:38-42) por Pedro Puigvert  Con este texto llegamos a la quinta ilustración de Jesús con relación a la interpretación incorrecta que hacían de la ley de Moisés los escribas y fariseos. En los debates de las tertulias radiofónicas que hubo con motivo de la guerra de Irak, muchos tomaron este texto para justificar el pacifismo y el no a la guerra, entendiéndolo de manera literal al margen de la enseñanza general del sermón del monte y del resto de las Escrituras. El ser pacificador, -no confundir con pacifistas- es otra cosa que tiene que ver con el cristiano. Es curioso constatar que ateos y agnósticos citan a Jesús cuando les conviene a su manera de pensar, aunque después no hagan caso de todas sus enseñanzas. 1. La enseñanza de la ley v. 38, Éx. 21:22-25)  a. Su principio regulador . Tal como vimos cuando tratamos los asuntos del adulterio, el divorcio y los juramentos, así ocurre con éste. El principio que rige la interpretación de la ley mosaica es siempre el de tener en cuenta que las leyes fueron dadas al pueblo de Israel para controlar los excesos de la gente cuando entrasen en la tierra prometida. En este caso lo que se quería controlar era la ira, la violencia y el deseo de venganza, porque se halla en el contexto de una serie de leyes relativas a la violencia. Con la ley del talión se quería poner freno a los judíos para que no se tomaran la  justicia por su mano rebasand o los límites de la prudencia e n el castigo. Sa bemos por experiencia que el instinto natural del ser humano es devolver el daño recibido de otro añadiéndole un plus para escarmentarle. Una ofensa podía derivar incluso en un homicidio y había que regular estas situaciones para que la vida del pueblo de Dios no fuera un caos. ¿Qué ocurrió en Irak después de la invasión americana? Además del pillaje, empezó una cadena de venganzas personales contra los que habían atemorizado y asesinado al pueblo. Más adelante se produjo una reacción usando el terrorismo como arma para vengarse de los invasores y de los que les apoyan actualmente porque la violencia está presente cada día en sus pueblos y calles. Esta es una de las consecuencias más terribles de la caída del hombre en el pecado. b. Su propósito . De lo que hemos dicho se desprende que el principio de la justicia debe estar presente y la justicia si es genuina nunca se excede en sus exigencias y mucho menos cuando se trata de la justicia divina. Porque el objetivo de la ley del talión era que hubiera correspondencia entre la ofensa y el castigo, entre la acción y lo que hacer con ella. En modo alguno tenía la intención de incitar al hombre a que se tomara la venganza por sí mismo o aplicarla cómo hacen los judíos en la actualidad cuando los palestinos cometen un atentado. Simplemente se quería evitar la venganza y los excesos. c. ¿Quién debía aplicar esta ley ?  Lo primero que hemos de tener en cuenta es que esta norma no fue dada al individuo, sino a los jueces de Israel que eran los responsables de aplicarla a la nación. El sistema judicial fue establecido en el pueblo de Israel para que cuando se suscitasen conflictos entre ellos pudieran recurrir a las autoridades responsables de administrar justicia. Los jueces no podían extralimitarse en sus

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LEY DEL TALION

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  • Iglesia Evanglica de Hermanos, avd. Mistral 85,87-Barcelona

    www.iglesiamistral.org/index2 Pg. 1

    La ley del Talin y la venganza personal (Mt. 5:38-42) por Pedro Puigvert

    Con este texto llegamos a la quinta ilustracin de Jess con relacin a la interpretacin incorrecta que hacan de la ley de Moiss los escribas y fariseos.

    En los debates de las tertulias radiofnicas que hubo con motivo de la guerra de Irak, muchos tomaron este texto para justificar el pacifismo y el no a la guerra, entendindolo de manera literal al margen de la enseanza general del sermn del monte y del resto de las Escrituras.

    El ser pacificador, -no confundir con pacifistas- es otra cosa que tiene que ver con el cristiano. Es curioso constatar que ateos y agnsticos citan a Jess cuando les conviene a su manera de pensar, aunque despus no hagan caso de todas sus enseanzas.

    1. La enseanza de la ley (v. 38, x. 21:22-25)

    a. Su principio regulador. Tal como vimos cuando tratamos los asuntos del adulterio, el divorcio y los juramentos, as ocurre con ste. El principio que rige la interpretacin de la ley mosaica es siempre el de tener en cuenta que las leyes fueron dadas al pueblo de Israel para controlar los excesos de la gente cuando entrasen en la tierra prometida. En este caso lo que se quera controlar era la ira, la violencia y el deseo de venganza, porque se halla en el contexto de una serie de leyes relativas a la violencia. Con la ley del talin se quera poner freno a los judos para que no se tomaran la justicia por su mano rebasando los lmites de la prudencia en el castigo. Sabemos por experiencia que el instinto natural del ser humano es devolver el dao recibido de otro aadindole un plus para escarmentarle. Una ofensa poda derivar incluso en un homicidio y haba que regular estas situaciones para que la vida del pueblo de Dios no fuera un caos. Qu ocurri en Irak despus de la invasin americana? Adems del pillaje, empez una cadena de venganzas personales contra los que haban atemorizado y asesinado al pueblo.

    Ms adelante se produjo una reaccin usando el terrorismo como arma para vengarse de los invasores y de los que les apoyan actualmente porque la violencia est presente cada da en sus pueblos y calles. Esta es una de las consecuencias ms terribles de la cada del hombre en el pecado.

    b. Su propsito. De lo que hemos dicho se desprende que el principio de la justicia debe estar presente y la justicia si es genuina nunca se excede en sus exigencias y mucho menos cuando se trata de la justicia divina. Porque el objetivo de la ley del talin era que hubiera correspondencia entre la ofensa y el castigo, entre la accin y lo que hacer con ella. En modo alguno tena la intencin de incitar al hombre a que se tomara la venganza por s mismo o aplicarla cmo hacen los judos en la actualidad cuando los palestinos cometen un atentado. Simplemente se quera evitar la venganza y los excesos.

    c. Quin deba aplicar esta ley? Lo primero que hemos de tener en cuenta es que esta norma no fue dada al individuo, sino a los jueces de Israel que eran los responsables de aplicarla a la nacin. El sistema judicial fue establecido en el pueblo de Israel para que cuando se suscitasen conflictos entre ellos pudieran recurrir a las autoridades responsables de administrar justicia. Los jueces no podan extralimitarse en sus

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    La ley del Talin y la venganza personal (Mt. 5:38-42) por Pedro Puigvert

    condenas del ojo por ojo y diente por diente, sino ser equitativos y justos a la hora de emitir un veredicto.

    2. La enseanza de los escribas y fariseos (v. 38)

    Como venimos repitiendo desde el v. 21, el osteis que fue dicho se refiere a la interpretacin errnea que los maestros de la ley haca de sta y que Jess seala como tal. Suponemos que est claro que no se trata de al ley en s misma. Escribas y fariseos, tendan a hacer caso omiso al hecho de que la enseanza era para que la aplicasen slo los jueces, convirtindola en un asunto de aplicacin personal. Adems la consideraban segn su propio concepto legalista como un deber, tomando al pie de la letra la ley del talin, es decir, como algo en lo que haba que insistir, cuando era todo lo contrario, puesto que pona limitaciones a los jueces. Eran culpables de convertir un mandato negativo (no excederse) en positivo, interpretando que eran ellos los que deban practicarlo e instando a otros a hacer lo mismo.

    3. La enseanza de Jess (vv.39-42)

    Como en los casos anteriores, Jess sale al paso de la enseanza errnea con un pero yo os digo para dar la verdadera dimensin del asunto y unos principios generales.

    a. No resistir al malo. Esta frase ha sido tomada por el pacifismo radical de manera literal y universal. Otros dirn que es imposible cumplirla, -los mismos que dicen que el Sermn del monte no es para los ciudadanos del reino-. Pero Jess no hubiera pronunciado estas palabras si no podan ser obedecidas.

    Un principio de interpretacin bsico es el que dice que un texto nunca se debe entender si el resultado es contradictorio o absurdo. Si comprendemos esta frase literalmente como aplicable a todo el mundo, el absurdo es evidente y adems estara en contradiccin con otras enseanzas de la Biblia (Ro, 13:3-4). Por ejemplo, Len Tolstoi afirmaba que tener polica, soldados, e incluso magistrados era anticristiano, porque no se deba resistir al malo ni castigar el crimen.

    Por eso, lo primero que hemos de recordar es que estas palabras de Jess no van dirigidas al mundo, sino que son para que el hijo de Dios sepa cmo tiene que relacionarse en el reino, es decir, con los bienaventurados como l. Por tanto, slo son capaces de cumplirlas los pobres en espritu, los que lloran, los mansos, los justos, los misericordiosos, los de limpio corazn y los pacificadores.

    La sociedad sigue aplicando la ley del talin en los tribunales, pero como iglesia, que es el corazn del reino, el principio es no resistir al malo. La enseanza de Jess se aplica al cristiano en sus relaciones personales en la iglesia, no al cristiano en medio de la sociedad porque en sta la justicia es de otro tipo. Por tanto, no tiene nada que ver con la guerra ni con el pacifismo.

    b. Poner la otra mejilla. Jess no da una lista completa de lo que tenemos que hacer en cada situacin que se nos puede presentar en la vida, sino unos principios generales. Esta frase hemos de entenderla en sentido metafrico y no de manera literal. Significa que los cristianos no podemos tener el deseo de represaliar a otros o

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    www.iglesiamistral.org/index2 Pg. 3

    La ley del Talin y la venganza personal (Mt. 5:38-42) por Pedro Puigvert

    vengarnos por cualquier agravio que alguien cometa contra nosotros, ya que sera tomarnos la justicia por la mano. Jess lo expresa de forma fsica como si alguien sin motivo aparente nos da una bofetada; la reaccin es volvernos y propinarle otra, pero esto es precisamente lo que no hay que hacer cuando nos ofenden. Claro que esto no puede aplicarse a la ley y el orden en el caso de un polica.

    c. La tnica y la capa. Esta ilustracin tiene que ver con la tendencia que tenemos de reclamar nuestros derechos legales. Se refiere al hombre al que le ponan un pleito para quedarse con su tnica. Segn la ley era lcito quedarse con la tnica, no con la capa, pero Jess dice: djale tambin la capa.

    Este ejemplo debemos entenderlo en su dimensin personal, o sea, cuando estamos ms interesados en nuestros derechos que en nuestros deberes. Entonces es preferible sufrir una injusticia que reivindicar unos derechos. Pero cuando est comprometido el honor de otra persona, una institucin o la misma ley, entonces hay que protestar y reclamar los derechos (cf. Hch. 16:37).

    d. La segunda milla. Se refiere a la costumbre de los invasores que en cualquier momento podan obligar a alguien a llevar una carga aunque estuviera haciendo otra cosa. La leccin es que no solamente debemos hacer lo que se nos pide, sino ir ms all de forma voluntaria, aunque lo consideremos injusto. Cmo progresaramos en la iglesia si entendisemos nuestra responsabilidad de este modo! Hacer ms de lo que se nos pide es nuestro compromiso con el Seor.

    Conclusin (v. 42).

    La vida del cristiano en este mundo y en la iglesia tiene unas caractersticas especiales siguiendo el camino trazado por Jess cuya expresin ms elevada es precisamente el Sermn del monte. El propsito de la ley del talin era controlar la venganza y la violencia en Israel, pero en el reino, Jess nos ensea que debemos poner la otra mejilla y no vengarnos por nosotros mismos. Es necesario que atendamos ms a nuestros deberes que a reclamar nuestros derechos, salvo excepciones. La conclusin al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehses tiene unas limitaciones claras: no es aplicable a defraudadores ni a mendigos profesionales.