2005: EI hemisferio occidental sin el ALCAGary Prevost*

EI ano 2005 debió comenzar con Ia total implementación dei Acuerdo deLibre Comercio para Ias Américas (ALCA), según el plan que se desarrollóen Ia Cumbre de Ias Américas, auspiciado por el presidente de los EstadosUnidos, William Clinton, en Miami, en diciembre de 1994.

Con el apoyo àe los otros treinta y tres presidentes dei hemisferiooccidental presentes en Ia Cumbre, el presidente de los Estados Unidoshabló triunfalmente de un plan que vincularía Ias Américas, desdeArgentina hastaAlaska, en un acuerdo de libre comercio animado por losprincipios neoliberales conocidos como el Consenso de Washington.

EI ALCA debía seguir el camino emprendido por el Acuerdo de LibreComercio de Norteamérica (NAFTA) entre los Estados Unidos, Canadáy México, que se implementó a principios de 1994. Sin embargo, en2005, se había desarrollado en Ias Américas una realidad diferente. EIConsenso de Washington de políticas neoliberales se veía frente a fuertesdesafios por parte de muchos sectores de Ia sociedad Iatinoamericana.Cuando Ios presidentes se reunieron en Mar dei Plata, Argentina, enocasión de Ia Quinta Cumbre de Ias Américas, George W. Bush, asistió areganadientes y se marchó muy pronto porque allí encontró escaso apoyoa sus ideas.

De hecho, en 2005, no se reanudaron oficialmente Ias negociacionesdeI ALCA a pesar de Ia constante presión de Ios Estados Unidos. En IaCumbre de Mar deI Plata, donde una fuerte seguridad aisló a los presiden-tes allí reunidos de cientos de personas que protestaron contra eI ALCA,eI mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, declaró que Mar dei Platamarcó Ia muerte oficial de Ia proposición dei ALCA. Por muchas razonesfue muy atinado que el presidente Chávez hiciera tal declaración.

En 2005, Ias negociaciones dei ALCA llegaron a un estancamientosignificativo y no hallaron una forma clara para proceder en 10 adelantey resolver los problemas clave que quedaban pendi entes, como el accesode América Latina a Ios mercados de los Estados Unidos y aios subsi-dios de Ias granjas estadounidenses. EI presidente Chávez presentó ideasalternativas de integración económica. Bajo Ia rubrica de Ia AlternativaBolivariana para Ias Américas (ALBA), estas todavía no han alcanzadoIa etapa de Ia plena implementación, pero en 2005 se realizó una discu-sión más completa de Ias que habían salido a Ia luz por primera vez en2004.

En 2005, Ia alternativa bolivariana recibió también un impulso,debido aios acontecimientos en Bolivia. En mayo y junio, el pueblo deBolivia derrocó a su gobierno por segunda vez en tres anos a travésde manifestaciones masivas sin violencia y una hueIga nacional queparalizó aI país. Estas acciones ganaron Ia promesa para unas nuevaselecciones, y en diciembre el pueblo boliviano eligió a Evo Morales, el

. Departamento de Ciencias Politicas, Universidad Saint John/Collage ofSaint Benedict.

primer socialista y el primer indígena presidente en ese país. Moralesalcanzó el poder con una notoria mayoría de votantes que apoyó suspropuestas de nacionalización de los recursos naturales dei país, espe-cialmente el gas, una promesa que llevará a cabo en 2006. La elecciónde Morales fue potencialmente significativa para los planes dei ALBA,porque le proporcionó ai presidente Chávez un fuerte aliado adicionalpara sus ideas de integraciQ~.

EI ALBA fue concebido en anos recientes en oposición ai ALCA, nocomQ un proyecto integral deI hemisferio, sino enfocado a Ias relacionescome~iales entre los países que funcionan con una perspectiva diferen-te, no neoliberal.

Las relaciones entre Venezuela y Cuba forman parte de ese modelopara el ALBA. Venezuela le proporciona petróleo a Cuba a cambio deasistencia técnica, en especial en Ia esfera de Ia educación y Ia salud. Esun arreglo mutuamente beneficioso porque Ia transferencia de petróleo aCuba Ia protege de manera parcial de los altos precios actuales dei petró-leo en el mercado mundial y se realiza un intercambio de experiencia téc-nica en materia de salud, esfera en Ia que Cuba produce un excedente deespecialistas, quienes pueden trabajar en Venezuela por largos períodosde tiempo. EI arreglo beneficia a Venezuela porque ta prioridad políticadei gobierno de Chávez es ofrecer servicios sociales a Ia mayoría de lospobres. Sin los médicos y educadores cubanos hubiera sido casi impo-sible alcanzar el progreso inmediato en Ias tasas de mortalidad infantil yanalfabetismo. Cuba ve su contribución con Venezuela como parte de suestrategia de garantizar aliados progresistas en Ias Américas y lograr uncontrapeso ai poder de los Estados Unidos. Como extensión de esta estra-tegia, algunas semanas después dei triunfo de Evo Morales, el gobiernocubano firmó acuerdos con el de Bolivia para enviar a ese país personalmédico y alfabetizadores.

EI afio pasado también se presenció el descubrimiento de otros pro-yectos ambiciosos dei presidente venezolano Hugo Chávez para promo-ver su concepto de Ia alternativa bolivariana. EI centro dei enfoque es unoleoducto sudamericano multimillonario que le permitiría a Venezuela,con su vasta reserva de gas natural, servir a los clientes por todo el conti-nente. Los presidentes Lula, de Brasil, y Kirchner, de Argentina, aproba-ron el proyecto que se estima cueste 25 mil millones de dólares, duranteseis anos. A comienzos de 2006, Bolivia fue invitada a participar en elplan.

Con los planes de un acuerdo a todo 10ancho dei continente, en granmedida frustrado, los Estados Unidos siguieron hacia adelante con suestrategia, primeramente articulada a partir de Ia reunión ministerial deacuerdos regionales y bilaterales de Miami, en 2003. Durante 2005, losEstados Unidos disfrutaron de considerable éxito ai que se agregan Iasconclusiones positivas de 2004 y el acuerdo bi lateral con Chile. EI eje deiéxito de los Estados Unidos fue Ia ratificación final dei Acuerdo de LibreComercio de Centroamérica (CAFTA), con Costa Rica, Nicaragua, EISalvador, Guatemala y Honduras. El tratado se disenó después de Iapropuesta dei ALCA, porque encarna fuertes principios neoliberales quefavorecen en gran medida Ias operaciones transnacionales con base en

los Estados Unidos. Hubo gran resistencia de parte de Ia sociedad civilcentroamericana en los cinco países, pero prevaleció eventualmente elpoder de los Estados Unidos, y todos los parlamentos de Centroaméricaratificaron el acuerdo, con complacencia hacia su puesta en práctica aprincipios de 2006.

EI Secretario Adjunto de los Estados Unidos para los Asuntos deiHemisferio Occidental, Thomas Shannon, expresó en varias ocasionesen 2005 que los Estados Unidos proseguirían acuerdos bilaterales enSudamérica como una forma de aislar el MERCOSUR y disminuir Iaresistencia de Brasil y Argentina ai ALCA. EI punto focal de Ia estra-tegia de los Estados Unidos en Sudamérica se concentró en los paísesandinos.

A principio de 2005, los Estados Unidos se encontraban en unaposición favorable con los presidentes de Ecuador, Perú y Colombia(Gutiérrez, Toledo y Uribe, respectivamente), quienes se manifestaban afavor de acuerdos bilaterales con ellos. En el caso de Perú y Colombia, Iasesperanzas de los Estados Unidos se realizaron en gran medida, según secompletaban con éxito Ias negociaciones con proyección de implemen-tación en 2006. Las elecciones a principios de 2006 en Colombia y Peruvalidaron los acuerdos, cuando se eligieron candidatos que favorecianlos acuerdos por encima de los candidatos que prometieron bloquear Iaimplementación.

Ecuador fue Ia excepción dramática para el éxito de los EstadosUnidos en Ia región andina. EI presidente Lucio Gutiérrez, quien alcanzóIa presidencia en 2002 con el fuerte apoyo de Ias fuerzas antineoliberales,incluyendo a Ia poderosa organización indígena CONAIE, cambió suorientación política una vez que alcanzó el poder y aceptó los intentos deacercamiento para contar con un acuerdo bilateral de libre comercio conel gobiemo de Bush. CONAIE, disgustada con el reverso de su política ysus aliados antineoliberales, se fue a Ias calles el ano pasado y Gutiérrezse vio obligado a abandonar el cargo y marcharse ai exilio. EI gobiernoprovisional que asumió el poder se comprometió con celebrar eleccio-nes en 2006, y mantuvo Ias negociaciones con los Estados Unidos en uncompás de espera.

EI enfoque bilateral de los Estados Unidos no se limita a Ia región an-dina, también se centraron directamente en MERCOSUR, con atencióna sus dos miembros más pequenos, Uruguay y Paraguay. Los EstadosUnidos han ofrecido negocios de comercio bilateral para ambos paísescon Ia esperanza de dividir el MERCOSUR y debilitar Ias posiciones deBrasil y Argentina. EI enfoque de los Estados Unidos hacia Paraguay nose ha limitado ai deseo de tener una nueva relación económica, más bienintenta establecer una base militar permanente en el Chaco, una región deParaguay cerca de Ia frontera con Bolivia. Como parte de una estrategiamás amplia en Ia víspera dei II de septiembre de 2001 y Ia articulaciónde Ia doctrina de Bush, los Estados Unidos tratan de tener una presenciamilitar mayor en el hemisferio. Un logro clave en este sentido fue el es-tablecimiento de una base militar permanente en Manta, Ecuador. Losplanes de Paraguay se impulsaron fuertemente en 2005 con una misión

de adiestramiento militar a largo plazo, de los Estados Unidos, que utilizóIa base en el Chaco.

Hubo hasta especulación durante Ia Cumbre de 2005, según se de-sarrollaron los dramáticos acontecimientos en Bolivia, de que los mili-tares estadounidenses pudieran intervenir para proteger ai asediado proestadounidense gobierno de Mesa, pero esa intervención no ocurrió. Sinembargo, queda claro que hay conversaciones en Ia actualidad entre re-presentantes de los Estados Unidos y el gobierno de Duarte en Paraguayen relación con Ia posible base permanente y un acuerdo bilateral de co-mercio. AI parecer, los Estados Unidos utilizan el acuerdo comercial comobaza en Ias negociaciones, ofreciéndole a Paraguay mayor acceso ai mer-cado estadounidense para sus principales productos de exportación, asaber: carne, a cambio de Ia base militar. EI gobierno de Duarte ha negadosu participación en ese tipo de comercio, pero también ha expresado queno ve contradicción entre pertenecer a MERCOSUR y tener un acuerdocon los Estados Unidos. Como es lógico, tanto Argentina, como Brasil,expresaron preocupación por el establecimiento de una base permanen-te estadounidense y el posible acuerdo comercial de Paraguay con losEstados Unidos.

A finales de 2005, funcionarios uruguayos sorprendieron a Brasily Argentina ai manifestar que ellos tenían un interés significativo enun acuerdo con los Estados Unidos. Tabaré V ázquez, primer presidentesocialista dei Uruguay, infonnó que había dado instrucciones a sus fun-cionarios comerciales para que examinaran "sin prejuicio" Ias posiblesganancias para su país de un acuerdo como ese. Para algunos esta posiciónde V ázquez, crítico abierto dei ALCA, fue inusitada. Luego de conocer Iahistoria uruguaya, a finales de 2005 el ministro de Relaciones Exterioresdei Uruguay, negó que su país estuviera buscando un acuerdo con losEstados Unidos, pero en el mismo comentario criticó Ias políticas deBrasil y Argentina dentro de MERCOSUR, que afectaban a los países pe-quefios en el bloque comercial. Parece que Uruguay, mientras claramen-te aspira a aumentar sus exportaciones a los Estados Unidos, de carne,productos lácteos y textiles, pretende ganar ajustes en el MERCOSUR.De cualquier manera, sus acercamientos han estimulado a los líderesestadounidenses a creer que su actual estrategia de acuerdos bilateralesy regionales, nacidos de Ia necesidad y no de Ia elección, pudieran con-ducir en los afios futuros a un acuerdo integral dei ALCA, sin embargo,Ia validez de esas esperanzas todavia es dudosa.