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Módulo 2: Alternativas saludables. Acciones individuales y colectivas 1
Módulo 2. Alternativas saludables.
Acciones individuales y
colectivas.
En este módulo…
1. Alternativas saludables generales y prevención en la infancia
2. Materiales saludables
3. Comunidades y asociaciones de ciudadanos
4. Lugares de trabajo y centros educativos
5. Presente y futuro de la salud ambiental
Introducción
Tras conocer en el módulo anterior los riesgos que nos rodean en nuestra vida cotidiana
analizaremos en este módulo qué soluciones podemos aplicar con el objetivo de reducir la
presencia de elementos nocivos en nuestro ambiente. A pesar de la gran cantidad de sustancias
perjudiciales que puede haber en un hogar, colegio o trabajo, es posible reducirlas o eliminarlas,
a menudo de forma sencilla.
Por otra parte, expondremos también qué acciones podemos llevar a cabo como ciudadanos
para mejorar el bienestar de la sociedad en su conjunto.
Ya sólo con el mero hecho de consultar una etiqueta o
tomar una decisión sobre la adquisición de un producto
u otro, el consumidor tiene en su mano el poder de
influir en los mercados. Esto se transforma en una
realidad cuando son muchas las personas que optan por
un tipo de alimentación o por unos productos
respetuosos con el medio ambiente y con la salud.
Módulo 2: Alternativas saludables. Acciones individuales y colectivas 2
Además, las distintas agrupaciones de ciudadanos comprometidos con estos principios pueden
ejercer la presión suficiente para conseguir una transformación de las normas y leyes que hoy
en día regulan la distribución de productos de consumo.
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1. Alternativas saludables generales y prevención
en la infancia
Como ya hemos comentado, en nuestra vida estamos rodeados de tóxicos ambientales, tanto
productos químicos, presentes en nuestras casas, escuelas y lugares de trabajo, en el mobiliario,
en la alimentación, en los productos de aseo y cosméticos, en la ropa, etc., como radiaciones
electromagnéticas provenientes principalmente de los electrodomésticos y aparatos utilizados
para el ocio y las comunicaciones.
Y está demostrado y justificado que los niños/as son más sensibles que los adultos a los efectos
de esta contaminación ambiental.
Por lo tanto, todas las medidas preventivas propuestas a continuación para minimizar los
riesgos de la contaminación ambiental deben ser aplicables también, e incluso con más rigidez,
sobre la población especialmente sensible como son los menores, las mujeres embarazadas, los
enfermos y los ancianos.
Algunos consejos prácticos
Alimentación
� Mantener una dieta saludable, respetando la Pirámide de la Alimentación Saludable y
llevando a cabo una alimentación variada y equilibrada, que es aquella que está
compuesta por variedad de alimentos (ya que ningún alimento nos proporciona todos
los nutrientes) y que aporta una cantidad adecuada de energía para mantener el peso
corporal en límites saludables, y que tiene un balance energético adecuado.
� Mantener una adecuada hidratación mediante el consumo de agua, infusiones, caldos,
etc.
� Practicar diariamente ejercicio físico moderado y ajustar la ingesta de alimentos de
acuerdo al nivel de actividad habitual.
Buena y mala alimentación
A grandes rasgos, la recomendación actual es una alimentación rica en hidratos de carbono y
fibra, moderada en carne, leche, mantequilla y queso, con variadas y abundantes frutas, más
verduras y en especial las de hoja verde, más hortalizas frescas y legumbre y una dieta en la que
predomina el pescado y el aceite de oliva.
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Una mala alimentación se caracteriza principalmente por un gran
uso de alimentos precocinados, con un elevado contenido en
grasas y aditivos (potenciadores del sabor, colorantes,
conservantes, antioxidantes, saborizantes, aromatizantes,
edulcorantes, antiapelmazantes, emulsionantes, estabilizantes,
espesantes,…) y también por la escasez de productos frescos,
frutas y verduras. Cabe destacar la enorme importancia que se le
está dando actualmente a la dieta mediterránea, donde la
alimentación se diferencia por el amplio uso de frutas y verduras frescas y donde la principal
fuente grasa es el aceite de oliva.
Ahora que ya tenemos claros los conceptos básicos para una alimentación saludable se nos
plantea la siguiente pregunta: ¿qué sucede cuando, a pesar de mantener unos hábitos
alimentarios correctos, los alimentos que ingerimos contienen sustancias tóxicas como
pesticidas, metales pesados, bisfenol A o ftalatos? A continuación analizaremos cómo reducir su
efecto nocivo por grupos de alimentos.
� Lavar e incluso pelar las frutas y verduras para eliminar
restos de pesticidas que pueden contener en su parte
externa, y educar a los niños/as sobre este hábito.
Siempre que se pueda, se recomienda consumir frutas y
verduras de producción ecológica certificada.
� Aunque las legumbres y cereales cuentan con menor
carga tóxica por pesticidas que las frutas y verduras, es conveniente también una
correcta limpieza antes de su consumo y es muy recomendable que sean de origen
ecológico.
� El consumo de pescados es especialmente importante en embarazadas, lactantes y
durante periodos de crecimiento, como en la edad infantil. Sin embargo, en lo referente
a la toxicidad debemos tener presente que los pescados y mariscos pueden acumular
metales pesados y otros contaminantes presentes en las aguas. Dicha acumulación es
mayor cuando se trata de pescados de gran tamaño y/o con mayor cantidad de tejido
graso: atún, pez espada, tiburón, caballa gigante o salmón (éste último por tóxicos
acumulados en su grasa), etc. Es aconsejable informarse sobre las especies de pescado
que suelan contener menor concentración de metales pesados y elegirlos
prioritariamente frente a lo que presenten mayor concentración, más aún en el caso de
embarazadas y niños, quienes deben asesorarse sobre las alternativas para ingerir los
componentes beneficiosos que aportan estos productos.
� Restringir el consumo de carne/pollo con alto contenidos de hormonas o antibióticos.
La acumulación de tóxicos se produce en las grasas por lo que es muy importante elegir
cortes magros de carne y retirar la grasa visible antes de cocinar el alimento. Los
embutidos grasos deben consumirse solo ocasionalmente.
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� Para evitar sustancias tóxicas acumuladas en la grasa, es preferible consumir lácteos
desnatados o semidesnatados, y si es posible, procedentes de ganadería ecológica.
� Es recomendable consumir huevos procedentes de ganadería ecológica para evitar la
posible presencia de productos tóxicos.
� Las grasas y aceites deben consumirse con moderación, debido a su elevado aporte
calórico. Son mucho más saludables las grasas de origen vegetal, sobre todo el aceite de
oliva virgen, por lo que deben preferirse éstas a las grasas de origen animal, que pueden
contener productos tóxicos acumulados en el organismo.
� En general, priorizar alimentos certificados como ecológicos y libres de tóxicos.
� Aumentar la variedad de la dieta, evitando una alta periodicidad de un mismo alimento,
y así una mayor acumulación del residuo asociado, lo que facilita el trabajo del sistema
natural de detoxificación y eliminación de residuos en nuestro organismo.
� Consumir siempre que podamos alimentos naturales, poco procesados y con el menor
número de aditivos o sin ellos. Evitar productos industrializados como bollería,
refrescos, chucherías, etc.; y educar a los niños y niñas en este hábito.
� El agua es imprescindible para el mantenimiento de la vida, ya que todas las reacciones
químicas de nuestro organismo tienen lugar en un medio acuoso. Con respecto al agua
del grifo, aun cuando este consumo esté permitido por no alcanzarse los niveles de
riesgo establecidos en la legislación, a menudo un análisis revela la presencia de
residuos de pesticidas o trihalometanos. Por tanto, es deseable conocer el material de
las conducciones de agua para evitar su contaminación y sustituirlos por acero
inoxidable, gres o arcilla, que suponen menos problemas por toxicidad. Una solución
sencilla al problema de las cañerías en las viviendas es dejar correr el agua. También
podemos instalar purificadores de agua con filtros que reducen la presencia de
contaminantes químicos, informándonos previamente
sobre el sistema de filtrado más eficaz y seguro.
� Con respecto a los biberones, aunque la Unión Europea
prohibió el uso de Bisfenol A (BPA) para su fabricación,
debemos asegurarnos al adquirir uno. No debemos usar
biberones, ni tazas ni vasos para bebés que contengan BPA.
Los sustituiremos por productos de vidrio o plástico etiquetado como “sin BPA” (“BPA
free”).
� Además de por los conservantes que incluyen, el BPA sigue utilizándose actualmente en
el recubrimiento interior de latas de comida y bebida, por lo que debemos reducir las
conservas de la alimentación de los niños y niñas y mujeres embarazadas.
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� En referencia a los objetos de plástico para la
alimentación, no calentar los alimentos en el
microondas en recipientes de plástico y educar en este
hábito a los menores para que lo apliquen también en el
colegio. Y utilizar recipientes de vidrio, cerámica o acero
inoxidable para contener alimentos y bebidas calientes.
� Preferiblemente almacenar los alimentos en recipientes de vidrio frente al plástico.
Preparación y conservación de alimentos
Muchos alimentos presentan el problema del envasado:
• Algunas botellas de plástico expuestas al calor liberan
productos químicos que pasan al agua, por lo que es
preferible optar por envases de cristal.
• Los envases de plástico y film transparente en que se venden
frutas, verduras, carnes, embutidos, etc., pueden liberar
contaminantes hormonales como bisfenol A o ftalatos,
especialmente si se calientan. Es preferible comprarlos a granel o al corte, o extraerlos
del envase cuando lleguemos a casa tras hacer la compra.
• En lugar de consumir productos enlatados, cuyo recubrimiento interior contiene
bisfenol A, podemos optar por conservas en cristal.
• También en casa, cuando guardamos algún alimento, solemos protegerlo con film
transparente o papel de aluminio, algo que puede suponer un riesgo por la liberación
de bisfenol A, ftalatos, aluminio, etc. Se recomienda utilizar otras opciones como el
vidrio.
Por otro lado, en la preparación de alimentos, debería evitarse el uso de algunas sartenes
antiadherentes del tipo del teflón: la alternativa del recubrimiento cerámico es más segura, así
como sartenes de hierro colado, por ejemplo. El aluminio y los recubrimientos con plomo del
menaje de cocina pueden ser fuente de contaminación por metales, por lo que deberían
sustituirse. Debe evitarse el uso de la mayoría de envases de plástico para cocinar en
microondas.
Cuando limpiamos
Los productos de limpieza suponen una fuente muy habitual de riesgo, por lo que se deben
extremar las precauciones en el uso de productos químicos en los lugares de permanencia de
los niños y niñas, como sus habitaciones y las salas de juegos, o las aulas en el colegio. Si “huele”
a limpio significa que hay vapores de productos químicos flotando en el aire y que podemos
inhalar; por lo tanto:
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� Elegir productos de limpieza con menos tóxicos, sin fragancias sintéticas y
biodegradables.
� O escoger productos ecológicos certificados
como libres de tóxicos.
� En caso de que no se desee cambiar de
productos de limpieza, es bueno reducir el volumen de
ellos que utilizamos, usar solo la cantidad de producto necesaria. Y otro aspecto a
contemplar es la reducción del número de diferentes productos de limpieza que se usan,
con el fin de minimizar el efecto cóctel.
� Utilizar productos de limpieza más saludables y naturales como el bicarbonato, el
vinagre, el limón (con alto poder desinfectante y que se pueden utilizar en solitario o
combinados), y los aceites esenciales (de tomillo, eucalipto, lavanda…).
� Evitar el uso de aerosoles.
� Evitar ambientadores con fragancias sintéticas. Ambientar con sustancias o productos
saludables (como aceites esenciales naturales e incluso plantas aromáticas).
� Ventilar, mientras y durante las labores de limpieza.
� Evitar el contacto con productos de limpieza, así como la inhalación de sus vapores
durante el periodo de embarazo.
� Guardar los productos de limpieza en lugares ventilados y fuera del alcance de los
niños/as.
� Extremar las precauciones en la limpieza del suelo, principalmente en los primeros años
en los que los niños y niñas pasan mucho tiempo moviéndose por él. Ventilar y limpiar
frecuentemente el polvo doméstico, que acumula gran variedad de sustancias tóxicas.
Utilizar métodos húmedos siempre que sea posible y reducir en la habitación infantil
elementos que tiendan a acumular polvo, y favorecer los que sean fácilmente lavables.
� Usar insecticidas y pesticidas domésticos sólo cuando sean realmente necesarios y
después de haber intentado otras alternativas. La primera opción es intentar evitar su
acceso: tapar agujeros, guardar bien los alimentos, emplear mallados en las ventanas o
bolsas para la ropa en los armarios. De esta forma se dificulta la presencia de cucarachas,
hormigas, moscas, mosquitos o polillas.
o Elegir pesticidas domésticos menos tóxicos, ecológicos e incluso recetas
caseras: plantas vivas como menta, lavanda, albahaca… para repeler los
insectos, infusiones de cítricos, limón con clavos, bórax, etc.
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Productos de aseo personal y cosméticos
Los jabones, cremas y cosméticos que se emplean comúnmente contienen
multitud de sustancias de riesgo, incluso aquellos que aparecen bajo la
denominación de producto natural o ecológico. Es necesario leer bien la
etiqueta, vigilar los distintivos y optar por los que ofrecen mayores garantías
(BDIH, Cosmebio, Ecocert,…).
� Elegir productos que no incluyan en su composición parabenos, ftalatos, fenoxietanol
y otros derivados del petróleo, además de colorantes ni fragancias sintéticas.
� Priorizar productos de higiene más saludables, eligiendo entre marcas con certificación
ecológica.
� Emplear jabones naturales e incluso fabricarlos en casa con aceite de oliva, hierbas
aromáticas o limón.
� Evitar desodorantes en spray que puedan ser inhalados. Son más recomendables los de
barra o roll-on, además de los de piedras de sales.
� Con respecto a las toallitas higiénicas para bebés, aunque muchas de ellas publicitan
de forma destacada sus componentes naturales, luego además contienen sustancias
tóxicas como el fenoxietanol y el propilene glicol. Debemos elegir entonces entre los
productos que tengan mayor número de ingredientes naturales (incluso el 100%, que
las hay, sería lo ideal), y con certificación que avale el producto.
� Tampoco los pañales están libres de tóxicos, incluyendo en su composición, entre otras
decenas de sustancias, poliacrilato de sodio (SAP), encargado del poder de absorción
del pañal pero que en contacto con la piel puede provocar irritación cutánea, dioxinas,
partículas cancerígenas que alteran el sistema hormonal e inmunitario, y perfumes y
conservantes muy agresivos para las pieles sensibles. Ante esta situación, existen otras
alternativas como los pañales ecológicos desechables o los
pañales de tela.
� Evitar dentríficos que contengan triclosán, que actúa como anti-
bacteriano, y flúor sintético (fluoruro sódico), entre otros
compuestos tóxicos. Elegir dentífricos con certificación
ecológica y, dentro de esta línea, los fabricados especialmente
para niños/as.
� Para tratar los piojos, evitar productos con compuestos
agresivos, utilizar productos ecológicos e incluso remedios
caseros como el vinagre.
� Como cosméticos, utilizar pepino como tónico facial, limón para cerrar los poros, fresa
como antiarrugas, aceite de almendras como hidratante, leche para limpiar la piel o
aceite de caléndula para las irritaciones.
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� Para mantener una piel sana hay que descansar lo suficiente, practicar ejercicio físico,
no fumar y alimentarse de forma saludable. A menudo estos factores tienen más peso
que el uso de cosméticos.
Durante el juego
Aunque los juguetes que se comercializan en la Unión Europea cumplen ciertas medidas de
seguridad, esto no los certifica como libre de tóxicos, ya que en muchas ocasiones contienen
sustancias peligrosas presentes en los plásticos (ftalatos y retardantes de llama) y pinturas
(plomo) con que están fabricados. Igual ocurre con el material escolar como rotuladores,
pegamentos, gomas de borrar, etc.
� Evitar los juguetes fabricados con vinilo de plástico blando (como algunas muñecas,
pelotas de playa, estuches y objetos para morder).
� Comprar juguetes y material escolar libres de PVC (“PVC-free”), ftalatos y plomo.
� Priorizar el uso de juguetes fabricados con materiales más saludables que el plástico
como por ejemplo la madera, tratada con conservantes de madera libres de
contaminantes.
� Adquirir juguetes y material de papelería/escolar sin
tóxicos, certificados como ecológicos.
� Educar a los niños y niñas a no chuparse las manos y
lavárselas después de manipular material escolar como
pinturas, pegamentos, rotuladores, plastilina, etc.
� Tomar precauciones en el uso por los más pequeños de los juguetes que funcionan con
pilas, y evitarlos siempre que sea posible.
Uso de dispositivos electrónicos
A la vista de todos los indicios y los hallazgos de las últimas investigaciones se considera
imprescindible la aplicación del principio de precaución y la revisión de las legislaciones
comunitarias y nacionales.
Con el fin de evitar los riesgos y proteger a las personas, hay una serie de medidas que se pueden
adoptar para minimizar la exposición a campos electromagnéticos de diversa índole:
� Limitar el tiempo de utilización de juguetes y dispositivos electrónicos (tablets,
videoconsola, ordenador) y apagarlos durante los periodos de no utilización.
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� Dado que la intensidad de los campos
electromagnéticos disminuye rápidamente al aumentar la
distancia, la primera medida a adoptar es el alejamiento:
Evitar el uso prolongado de dispositivos de comunicaciones
cerca del cuerpo, especialmente de la cabeza y los órganos
internos (por ejemplo, utilizar “manos libres” mientras se
hable con el teléfono móvil, o evitar apoyar la tableta electrónica (tablet) sobre nuestro
cuerpo mientras la utilizamos.)
� Siempre que se pueda, sustituir la conexión wifi por la conexión vía cable.
� Apagar la conexión wifi siempre que no se esté utilizando y sobre todo por las noches.
� Los dormitorios deben considerarse zonas libres de radiaciones para no alterar nuestras
horas de descanso. Por lo tanto debe evitarse cargar el teléfono móvil en la mesilla de
noche o utilizarlo como despertador.
� Con respecto a los aparatos y cámaras vigila bebés tipo DECT, está demostrado que
también emiten campos de microondas de forma continuada, incluso los de baja
radiación, por lo que deben evitarse en los dormitorios de los bebés.
� Existen grupos de riesgo que son más sensibles, como niños/as, mujeres embarazadas
o enfermos. Estas personas deberían restringir al máximo el uso de teléfonos móviles,
teléfonos inalámbricos DECT, equipos con tecnología wifi, aparatos de vigilancia de
bebés, etc.
Además, existen materiales de protección como tejidos apantallantes (cortinas, camisetas,
mantas…) o pinturas que disminuyen en más de un 95% la radiación recibida.
Ropa
En la industria textil, se utiliza un gran número de sustancias químicas, tanto si la prenda está
fabricada con tejido sintético como natural; desde los pesticidas empleados en los cultivos, de
los cuales quedan restos residuales en la ropa, hasta las sustancias tóxicas empleadas en los
diferentes tratamientos de los tejidos (tintes sintéticos, blanqueantes, retardantes de llama,
antiarrugas, antimanchas, impermeabilizadores, etc.). Puesto que la piel de los niños y niñas y
más aún de los bebés es todavía muy sensible, debemos evitar, en la medida de lo posible que
esas sustancias tóxicas estén en contacto con su piel:
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� Evitar determinados tejidos problemáticos como algunos anti-manchas o hidrófugos,
que pueden contener compuestos perfluorados; y tejidos anti-arrugas que pueden
haber sido tratados con formaldehido y otros
compuestos perjudiciales.
� Aunque la etiqueta de muchas prendas de ropa lo
advierten ya, debemos lavar la ropa antes de usarla por
primera vez para reducir la carga de contaminantes que
esas prendas llevan de inicio, e incluso se puede dejar la
prenda en remojo en agua con bicarbonato.
� Elegir tejidos naturales de origen biológico no tratados. Priorizar prendas con
certificación textil.
� Lavar la ropa con productos lo más ecológicos posibles, sin fragancias sintéticas por
ejemplo. La alternativa más clara a los detergentes convencionales, aparte de los
detergentes ecológicos que se comercializan en eco-tiendas, es el jabón natural, que
puede mezclarse con pequeñas cantidades de bórax o limón. Otra opción para personas
especialmente sensibles es el uso de bicarbonato sódico, vinagre de manzana y otros
jabones ecológicos sin fragancias. Una mezcla de bicarbonato, vinagre y aceites
esenciales puede sustituir perfectamente al suavizante.
� Evitar la limpieza en seco, donde se suelen utilizar ciertas sustancias problemáticas,
como determinados disolventes.
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2. Materiales saludables
En esta sección vamos a estudiar con qué materiales debemos tener especial cuidado y de qué
alternativas disponemos para reducir su uso.
Reducción del uso de plásticos
La presencia de plásticos en mobiliario, envases, juguetes o electrodomésticos es muy común
hoy en día. Es necesario conocer la presencia de sustancias como ftalatos, retardantes de llama
o bisfenol A y reducir su uso al máximo. Existe un código para la identificación del tipo de plástico
que fue ideado para facilitar el reciclaje. Se trata de un número que aparece rodeado por un
triángulo de flechas de reciclaje. A continuación presentamos una leyenda con el significado de
este código.
1. PET o PETE: Polietileno teraftalato 2. HDPE: Polietileno de alta densidad 3. V o PVC: Policloruro de vinilo 4. LDPE: Polietileno de baja densidad 5. PP: Polipropileno 6. PS: Poliestireno 7. Otros: Policarbonato (con Bisfenol A) y otros
no clasificados
En general, es deseable evitar los números 3, 6 y 7. Los plásticos son especialmente peligrosos
cuando se someten a altas temperaturas. Por este motivo se desaconseja calentar la comida en
envases de plástico o dejar botellas de agua al sol. Los biberones más seguros son los de vidrio,
si se temen roturas se puede usar una funda, disponibles tanto para biberones como para
botellas de vidrio transportables.
Materiales de construcción y decoración Algunos de los nuevos materiales de construcción y decoración liberan productos tóxicos
volátiles que pueden ser inhalados fácilmente. También las pinturas, barnices y productos para
tratar la madera suponen un riesgo. Es recomendable asesorarse bien antes de adquirir estos
materiales y procurar que sean ecológicos.
Para los aislamientos un material muy recomendable es el corcho, siempre que no esté revestido
con plásticos. Para su aplicación puede usarse como adhesivo la cola de lignina. Actualmente ya
encontramos en el mercado alternativas como el barro, el biocemento, la lana o la arcilla. Para
evitar otros tratamientos tóxicos, con la madera pueden emplearse barnices naturales, aceite
de linaza, bórax o cera de abeja. Cuando se trata de tableros de madera conglomerada hay que
prestar atención a la cola empleada en su fabricación. Actualmente hay algunas empresas que
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garantizan el uso de colas de base vegetal o de magnesita, en lugar de colas con formaldehidos.
En caso de que ya estén presentes en nuestras viviendas y oficinas, existen productos para
recubrirlos que pueden minimizar la exposición.
En nuestros días existe un mercado incipiente de pinturas ecológicas libres de disolventes o
metales pesados, que emplean químicos vegetales (aceite de linaza o ricino, colofonia) o base
mineral, mezcladas con pigmentos inorgánicos. Sin embargo, debemos prestar mucha atención
a determinadas pinturas que se autodenominan “ecológicas” y que contienen sustancias de
riesgo. Algunas marcas como PNZ, Livos o Naturhaus se toman muy en serio la protección de la
salud y son bastante fiables.
Textiles Otro ámbito interesante es el de los textiles. Como ya hemos comentado, algunos tipos de
tejidos con tratamientos antimanchas, antiarrugas o hidrófugos pueden contener productos
tóxicos. La limpieza en seco también supone un problema, por lo que es preferible realizar el
lavado con productos ecológicos sin fragancias.
El material preferible para alfombras y moquetas es el algodón o la lana libres de tratamientos
con sustancias peligrosas que pueden persistir tras los lavados. El pegado de las moquetas puede
hacerse con adhesivos naturales.
Tengamos presente que muchos textiles procedentes de fuera de Europa no cuentan con las
mismas medidas de control que los europeos, y que tampoco la legislación de la Unión Europea
es lo suficientemente estricta. Podemos encontrar algunas certificaciones que nos informan
sobre la restricción en el uso de determinadas sustancias: GOTS, Öko-Tex, Ecoetiqueta Europea
o Made in Green.
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3. Comunidades y asociaciones de ciudadanos
Muchos ciudadanos desean participar activamente en la protección de la salud y el medio
ambiente de la sociedad en que viven.
Comunidades de vecinos En nuestra propia comunidad de vecinos debemos prestar atención a:
Productos de limpieza y otros
Los productos de limpieza, pueden suponer un aspecto
importante de preocupación en una comunidad de
vecinos. Es muy habitual entrar en un ascensor recién
fregado y verse obligado a contener la respiración hasta
llegar a nuestro destino. La solución ya se comentó en
el módulo anterior: emplear artículos ecológicos que
evitan sustancias peligrosas, o bien utilizar sustancias
como el bicarbonato sódico, el vinagre o el limón, de
alto poder desinfectante, junto con aceites esenciales aromatizantes y desinfectantes.
En tratamientos fitosanitarios con motivo de alguna posible plaga se pueden llegar a usar
productos muy fuertes de forma innecesaria.
Jardinería
El mantenimiento de jardines es otro punto a considerar. No es conveniente el uso de pesticidas
(biocidas). Antes de emplearlos debemos estudiar el motivo de que aparezcan plagas en las
plantas. Las malas hierbas que sean nocivas para las plantas pueden
arrancarse directamente a mano o con azadas, evitando el uso de
herbicidas.
Para evitar el ataque de plagas de insectos podemos emplear otras
plantas que los ahuyentan como la lavanda, el romero, la caléndula o
la ruda. Además podemos utilizar dientes de ajo, colillas de tabaco o
incluso simple agua a presión. Estos métodos a menudo funcionan contra pulgones u hormigas.
Finalmente disponemos de pesticidas naturales en tiendas ecológicas de agricultura y jardinería
basados en extractos de hierbas como ortiga, tomillo, albahaca, etc.
Piscinas
El cloro es una sustancia química que resulta muy irritante para la piel y los ojos de los bañistas
y cuya inhalación resulta muy peligrosa si la concentración es elevada o la exposición es muy
larga, Para evitar este efecto a veces se sustituye el cloro por bromo para la desinfección y por
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sílex-diatomea para la filtración. Es muy importante controlar las concentraciones de estos
productos químicos en las piscinas para evitar efectos adversos.
Una buena alternativa son las piscinas naturales, que en lugar de cloro utilizan una forma natural
de depurar y purificar el agua: plantas acuáticas, gravas y microorganismos. Obras
Cuando llega la ocasión de pintar espacios comunes, debería hacerse con pinturas no
problemáticas.
Y en el caso de tener que sustituir elementos comunes en el edificio se debe priorizar el uso de
materiales de fabricación naturales y sin tratamientos sintéticos.
Asociaciones de ciudadanos
• La organización de ciudadanos en asociaciones puede ejercer presión sobre las
administraciones con objeto de: Oponerse a determinadas actividades municipales tales
como las fumigaciones de árboles con cañones ventiladores, perjudiciales para personas
con asma.
• Reclamar un contenido químico saludable para el agua que llega a las casas, actuando
conjuntamente ante las compañías abastecedoras.
• Actuar contra cualquier posible foco de polución cercano (industrias, estructuras de
asbesto, etc.).
• Oponerse a la instalación de antenas de telefonía móvil. Lamentablemente, la normativa
que regula las emisiones radioeléctricas (RD 1066/2011, de 28 de septiembre) es
claramente permisiva con estas emisiones estableciendo unos límites de exposición
extremadamente elevados.
También es cada vez mayor el número de asociaciones de afectados que ponen de manifiesto
las reivindicaciones de las personas que representan. Por ejemplo, enfermos de sensibilidad
química múltiple, fibromialgia, fatiga crónica o electrosensibilidad buscan la forma de que la
normativa proteja a la población frente a contaminantes químicos y electromagnéticos, y de que
se les ofrezca la necesaria atención médica especializada.
Campañas y organismos
Además de la campaña en la que se enmarca este curso, Salud
Ambiental en la Escuela, y la campaña Hogar Sin Tóxicos, focalizada
en la toxicidad química o la campaña Escuela Sin Wifi centrada en
los contaminantes físicos, existen otras muchas que han surgido en
los últimos años con finalidades similares (orientar a personas
preocupadas o afectadas por contaminación química y electromagnética), a nivel nacional e
internacional.
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En la siguiente tabla podemos encontrar algunas otras:
Denominación Actividad AFIGRANCA Afectados por Fibromialgia
ANDAFED Afectados por Dimetilfumarato
ANTI-TOXICS Defensa de la salud ambiental
ASQUIFYDE Afectados por SQM, fibromialgia, fatiga crónica y otros
AVAATE Afectados por telefonía móvil
EWG Environmental Working Group. Difusión de informes y bases de datos sobre sustancias de riesgos presentes en productos de consumo habitual.
FFISCYL Afectados por fibromialgia y fatiga crónica
FODESAM Fondo para la Defensa de la Salud
FUNDACIÓN ALBORADA Asistencia a enfermos ambientales
FUNDACIÓN PARA LA SALUD GEOAMBIENTAL Divulgación sobre riesgos en la salud por efectos naturales
FUNDACIÓN VIVO SANO Fomento de sociedades sanas y defensa de la salud
GREENPEACE Defensa del medio ambiente y la salud. Ej: Informe “Trapos sucios”
ISTAS Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud.
MERCURIADOS Afectados por mercurio
OCU Organización de consumidores y usuarios
PLATAFORMA ESTATAL CONTRA LA CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA
Afectados por telefonía móvil y transporte eléctrico
POWERWATCH Divulgación sobre campos electromagnéticos
WACR Investigación del cáncer
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4. Lugares de trabajo y centros educativos
Además de en nuestro hogar, hay otros lugares en los que pasamos un número elevado de horas
al día. Hablamos, por supuesto, del lugar de trabajo y de los centros educativos.
Riesgos en el lugar de trabajo Existen algunas ocupaciones que presentan un riesgo especial debido a los materiales con que
se trabaja o los procesos que se emplean (Industria textil, pintores, soldadores, fabricación y uso
de plaguicidas, industria maderera, peluquería, imprenta, tintorería, etc.).
Los trabajadores de este tipo de actividades deben seguir en todo momento las normas de
prevención de riesgos laborales y acudir al responsable en caso de cualquier señal de alarma.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud clasifica determinados trabajos según su
posibilidad de provocar cáncer, algunos de ellos son: el trabajo de pintor está clasificado en el
Grupo 1 de agentes que causan cáncer, junto a otros 117 agentes; el trabajo de peluquero,
trabajo en refinería y el trabajo en turno de noche está clasificado dentro del Grupo 2A de
agentes que probablemente causan cáncer, junto a otros 72 agentes; y el trabajo en industria
textil, trabajo de bombero, carpintero y en imprenta, clasificados dentro del Grupo 2B de
agentes que posiblemente causan cáncer, junto a otros 284 agentes.
A estas actividades laborales habría que sumar muchas otras en las que los trabajadores sufren
una exposición más leve, pero prolongada en el tiempo, por ejemplo, durante el trabajo en
oficinas.
En todos los puestos de trabajo es fundamental que el trabajador esté bien informado de los
riesgos que implica la tarea que desarrolla en empresa, especialmente si se trata de un grupo
de riesgo como las mujeres embarazadas o las personas sensibles.
Centros educativos Nuestros/as hijos/as pasan muchas horas al día en centros educativos en los que no se suelen
contemplar los riesgos por exposición a tóxicos químicos que hemos estudiado en este curso.
Recordemos que los niños/as son más sensibles a este tipo de contaminación ya que sus
organismos no están totalmente desarrollados y absorben más cantidad de tóxicos que un
adulto, con una eliminación lenta y difícil.
Un estudio reciente realizado por la entidad alemana BUND encontró que en guarderías y otros
lugares destinados a niños había altísimos niveles de ftalatos, muy superiores a los de los
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hogares, por la abundancia de materiales plásticos en suelos y demás productos muy habituales
en muchas de estas instalaciones. Pero además tenemos otras posibles fuentes:
Productos de limpieza
En los centros educativos se presta especial atención a la higiene con el fin de evitar proliferación
de contaminantes de tipo biológico. Aunque la mayor parte de las empresas de limpieza ya
aplican las normas para la protección del medio ambiente (por ejemplo, mediante el uso de
productos biodegradables), en muy pocas ocasiones se considera el riesgo derivado de la
química de los productos.
En los últimos tiempos han aparecido iniciativas, como el programa “Ecoescuelas” en Andalucía,
dirigidas precisamente a sustituir los productos de limpieza convencionales por otros no tóxicos,
no corrosivos, no abrasivos, no cáusticos y biodegradables.
Los progenitores preocupados por la salud de sus hijos en los centros educativos pueden
consultar los siguientes aspectos:
� Qué tipo de productos de limpieza usan y con qué finalidad.
� Proponer productos de limpieza ecológicos alternativos a los convencionales.
� Solicitar la aplicación de buenas prácticas de limpieza ecológica: limitar la entrada de
suciedad al centro, diluir adecuadamente los productos de limpieza, ventilar
suficientemente el centro.
� Recurrir a las asociaciones de madres y padres de alumnos para promover estas
medidas.
� Los profesores también pueden ser unos buenos aliados para la interlocución con la
administración del centro: es recomendable compartir la información con ellos.
� Comprobar por uno mismo si en la limpieza hay un exceso de productos químicos: un
centro educativo no debe “oler a limpio”.
También hay que considerar los tratamientos fitosanitarios intensos que emplean fuertes
pesticidas para eliminar plagas o de forma regular para una supuesta prevención.
Comedores
Un porcentaje muy elevado de los niños/as en edad escolar
hace uso diariamente del comedor. Hace años que en España
se vigila con más cuidado que la alimentación sea equilibrada
y que los niños reciban el aporte necesario de nutrientes, y
los padres reciben menús mensuales bien detallados en los
que se indican incluso las kilocalorías correspondientes a cada
uno de los platos de la comida.
Sin embargo, la calidad de los alimentos puede no ser satisfactoria desde el punto de vista del
contenido en químicos. ¿Cómo actuar frente a este problema? Ya sabemos cuál es la solución,
a pesar de que a priori pueda parecer que no está en nuestra mano: los productos ecológicos,
Módulo 2: Alternativas saludables. Acciones individuales y colectivas 19
además de materiales no tóxicos para su cocinado, almacenaje, consumo, etc., como las
bandejas en las que se sirven
Un buen ejemplo de iniciativas para fomentar la alimentación ecológica en centros escolares lo
tenemos en el programa “Ecoalimentación”, un proyecto de la Junta de Andalucía para
implantar el consumo de alimentos ecológicos en comedores escolares. El programa, además
de incentivar económicamente a los centros escolares que se adhieran para facilitar la
adquisición de alimentos procedentes de la agricultura ecológica, proporciona información a
profesores, padres y alumnos con el fin de fomentar unos hábitos alimentarios saludables y
fomenta el desarrollo rural orientado hacia la producción ecológica.
Material escolar
Un último punto sobre el que es necesario fijar la atención es el material que los niños/as utilizan
en el colegio: productos de papelería y manualidades, juguetes y nuevas tecnologías. A pesar de
que hay algunas normativas referentes a la seguridad del material escolar (RD 2330/1985, de 6
de noviembre, por el que se aprueban las normas de seguridad de juguetes, útiles de uso infantil
y artículos de broma; RD 717/2010, de 28 de mayo, por el que se modifican RD 363/1995 y RD
255/2003, sobre clasificación, envasado y etiquetado de sustancias peligrosas), seguimos
encontrando sustancias tóxicas en estos artículos escolares.
Así lo muestra un estudio de la Organización de Consumidores
y Usuarios (OCU) que en 2010 analizó ceras, rotuladores y
lápices de colores de uso escolar, detectando un uso excesivo
de compuestos tóxicos en las propias pinturas y en sus
envases. Recordemos que los niños/as hacen un uso de estos
productos que incrementa el riesgo, al manipularlos, chuparlos
o incluso ingerirlos.
Debe mencionarse asimismo que, como consecuencia del programa “Escuela 2.0” muchos
escolares pasan un número elevado de horas al día recibiendo radiación electromagnética
proveniente de la conexión wifi de sus portátiles y de los routers situados en las aulas. La
iniciativa “Escuela Sin Wifi”, promovida por la Fundación Vivo Sano, busca impulsar un uso
racional de las nuevas tecnologías y reducir la exposición de los escolares empleando conexión
por cable en lugar de tecnología wifi, además de enseñando a hacer un uso más inteligente y
menos expuesto.
Módulo 2: Alternativas saludables. Acciones individuales y colectivas 20
5. Presente y futuro de la salud ambiental
Hace algunos años un grupo de científicos expertos en toxicidad química suscribieron la llamada
Declaración internacional sobre los peligros sanitarios de la contaminación química, más
conocida como el Llamamiento de París. Este llamamiento mostraba la inquietud ante el
deterioro de la situación sanitaria en el mundo e indicaba que la contaminación química podía
haber contribuido de forma importante al incremento en la incidencia de cáncer en países
industrializados en los últimos 60 años, al igual que otras enfermedades como infertilidad o
alteraciones hormonales.
Prácticamente la totalidad de la población de los países occidentales se encuentra contaminada
por compuestos tóxicos peligrosos, e incluso siguen detectándose sustancias como el DDT, cuya
utilización fue prohibida hace años. Es tal la magnitud del problema que ya resulta altamente
complicado, por no decir imposible, encontrar grupos de control no expuestos para investigar y
comparar los resultados.
Políticas en la Unión Europea
El reglamento REACH
Las siglas REACH corresponden a la versión en inglés de “Registro, evaluación, autorización y
restricción de químicos”.
Este reglamento europeo de 2006 establece varias obligaciones respecto a la comercialización
de productos químicos. Entre ellas, está la obligación por parte de las empresas de registrar los
componentes de los productos que quieran comercializar e informar a cualquier usuario que lo
solicite sobre dicho contenido específico, siempre que las sustancias se encuentren en las listas
de sustancias preocupantes.
Los consumidores cuentan así con un arma para decidir qué producto es más seguro: la
información. Sin embargo, actualmente dicho reglamento cuenta con muchos puntos débiles
como, por ejemplo, no contemplar el “efecto cóctel”.
Módulo 2: Alternativas saludables. Acciones individuales y colectivas 21
Reglamento CLP
Se trata de un reglamento europeo, que entró en vigor el pasado 1 de diciembre de 2012, sobre
la clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas químicas. De esta forma se
introduce en la Unión Europea un sistema para clasificar y etiquetar productos químicos basado
en el SGA de la ONU (Sistema Globalmente Armonizado).
Según marca este reglamento, la industria debe establecer los riesgos de sustancias y mezclas
antes de su comercialización y proceder a clasificarlas según los peligros identificados, con el fin
de que los consumidores conozcan sus efectos por medio de la etiqueta.
Proyecto COPHES
La biomonitorización humana consiste en la recopilación y análisis de muestras de fluidos y
tejidos humanos con el fin de identificar la presencia de químicos en los organismos.
Políticas en España
En España actualmente existe un caos de las competencias en protección y control de sustancias
químicas. La gestión del riesgo químico recae en distintos ministerios, direcciones,
subdirecciones y otros servicios.
Al margen de las normativas mencionadas en apartados anteriores, en 2007 se aprobó el Plan
Nacional de Aplicación del Convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes,
pero tras este acto no se desarrollaron las líneas de actuación necesarias, tales como campañas
de concienciación, vigilancia de salud pública y medio ambiente, etc.
De la misma forma se han aparcado otras iniciativas como el Plan Nacional de Salud y Medio
Ambiente o el inventario de PCBs, entre otros. También se prometió la creación de una Agencia
de Sostenibilidad Química que centralizaría todas las acciones relacionadas con el riesgo químico
en nuestro país, algo que tampoco se ha materializado.
Por otro lado, a pesar de normas como la Directiva IPPC de Prevención y Control Integrado de la
Contaminación, las industrias españolas siguen contaminando aire, aguas y suelos sin que se
efectúe el control y las sanciones debidas.
Finalmente, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en los aspectos relativos a exposición a
riesgo químico y electromagnético no está lo suficientemente desarrollada o es
mayoritariamente ignorada por la mayor parte de las industrias.
En lo que se refiere a la lucha contra estos tipos de contaminación, las administraciones públicas
deberían afrontar los problemas en su origen sin recurrir a soluciones a posteriori como los
sistemas de depuración para aguas ya contaminadas o la acumulación de residuos tóxicos de
forma “controlada”. Algunas medidas que deberían ser adoptadas con urgencia son las
siguientes:
Módulo 2: Alternativas saludables. Acciones individuales y colectivas 22
� Forzar a las empresas a que eliminen de sus fórmulas las sustancias de riesgo, o bien
que las sustituyan por otras que no resulten nocivas.
� Incrementar los controles de presencia de contaminantes en industrias y productos de
consumo, publicando los resultados de dichos análisis para que el ciudadano los
conozca.
� Realizar un seguimiento de la presencia de contaminantes en la población general.
� Impulsar el desarrollo de estudios, tanto epidemiológicos como de investigación básica,
apoyando la creación de grupos científicos y financiando su actividad.
� Potenciar la producción ecológica.
� Realizar campañas con el fin de informar a ciudadanos y fabricantes sobre los peligros
de esta contaminación y cómo reducirla.
� Aplicar medidas preventivas como recoge la Constitución Española en su artículo 43,
apartado 1: “se reconoce el derecho a la protección de la salud” y en el apartado 2:
“compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas
preventivas”.
Módulo 2: Alternativas saludables. Acciones individuales y colectivas 23
El principio de precaución
La Organización Mundial de la Salud estima que un 24% de la carga global de enfermedad y un
23% de la mortalidad se deben a factores ambientales. Como hemos visto, se ha comprobado
que la exposición a sustancias químicas tóxicas es preocupante especialmente en países
desarrollados. Sin embargo, todavía no existen regulaciones suficientes y las que existen no
pueden ponerse en marcha de forma satisfactoria.
En muchos casos la respuesta de los legisladores y de ciertas industrias es la misma: no hay una
evidencia clara al respecto o no se conocen los mecanismos por los que un producto
desencadena o agrava una enfermedad. Ante esta situación algunos grupos de científicos y
ciudadanos reclaman la aplicación del denominado principio de precaución, es decir, que a la
vista de los indicios que ya se han observado, y a pesar de que no haya una certeza total acerca
del riesgo, debería limitarse la exposición de la población a los tóxicos químicos o contaminantes
electromagnéticos como medida precautoria con el fin evitar que las enfermedades ambientales
acaben convirtiéndose en el problema de salud pública del siglo XXI.
En la evaluación de los pros y contras de la aplicación del principio de precaución debe
recordarse que muchos de los daños analizados por los científicos han resultado ser más
diversos y extensos a exposiciones leves de lo que cabía esperar en un principio. Por ejemplo,
se sabe desde 1960 que el asbesto causa cáncer de mesotelio además del de pulmón y
asbestosis. También se sabe ahora que fumar provoca un amplio abanico de cánceres,
enfermedades cardiacas y daños fetales, más allá del conocido cáncer de pulmón. A menudo se
ha afirmado prematuramente la inocuidad de un elemento tras estudios realizados en espacios
cortos de tiempo, demostrándose después efectos a largo plazo. Algo similar está sucediendo
con tóxicos químicos y las radiaciones electromagnéticas.
Módulo 2: Alternativas saludables. Acciones individuales y colectivas 24
En resumen…
Tras conocer dónde se encontraban las fuentes de exposición, en este módulo hemos podido
explorar las posibles soluciones: productos alternativos al alcance de nuestras manos y
soluciones que no son tan difíciles de aplicar como podría pensarse en un principio. Hemos
hablado de alimentación ecológica, de productos de limpieza y de materiales seguros que,
incluso desde el punto de vista económico, pueden resultar muy positivos.
Además, en la segunda parte del módulo hemos estudiado qué acciones podemos emprender,
como ciudadanos, para evitar la proliferación de sustancias tóxicas en nuestro ambiente. . Y
hemos hecho un repaso por las acciones a nivel nacional e internacional orientadas a la defensa
de la salud pública, sus puntos débiles y sus aciertos. Con esta información ya tenemos el
equipaje mínimo para empezar a trabajar en la protección de la salud, a nivel personal y
colectivo. Está en nuestras manos poner en práctica lo aprendido e impulsar la sociedad hacia
un próspero y saludable futuro.
Recursos adicionales
Para profundizar más os sugerimos que visitéis los siguientes enlaces:
� Guía “Químicos disruptores endocrinos en la comida de la Unión Europea”:
http://www.vivosano.org/es_ES/%C3%81reas/AmbienteSano/Mientorno/Disruptorese
ndocrinos.aspx
� Documento sobre ecoetiquetado del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno
Vasco: http://www.ambientum.com/pdf/ecoetiquetado_ihobe.pdf
� Documento sobre sustitución de sustancias tóxicas de ISTAS-CCOO:
http://www.istas.ccoo.es/descargas/informe%20alternativas%20sustitucion%20-
%20esp.pdf
� Guía “Mercurio en el pescado”:
http://www.vivosano.org/Portals/13/rs/doc/pescado_mercurio.pdf
� Web de la campaña Hogar sin Tóxicos: www.hogarsintoxicos.org
� Fundación Vivo Sano: www.vivosano.org
� Fundación para la Salud Geoambiental: www.saludgeoambiental.org
� Escuela Sin Wifi: www.escuelasinwifi.org
Módulo 2: Alternativas saludables. Acciones individuales y colectivas 25
Los contenidos de este módulo han sido elaborados en base a las referencias científicas
publicadas en www.hogarsintoxicos.org.
Si deseas formarte con un nivel más avanzado en alguna de estas áreas temáticas consulta todas
las opciones de formación que te ofrece la Fundación Vivo Sano.
La campaña Salud Ambiental en la Escuela se mantiene únicamente con financiación privada.
Para poder continuar con nuestra actividad necesitamos tu apoyo. Si esta iniciativa te resulta
interesante y piensas que es necesario continuar con Salud Ambiental en la Escuela, puedes
colaborar de diferentes modos con nosotros/as.