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Texto Litúrgico Exégesis Comentario Teológico Santos Padres Aplicación Directorio Homilético Información Textos Litúrgicos · Lecturas de la Santa Misa · Guión para la Santa Misa 18 octubre Domingo XXIX Tiempo Ordinario (Ciclo B) – 2015

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Texto Litúrgico Exégesis Comentario

Teológico

Santos Padres

Aplicación Directorio

Homilético

Información

Textos Litúrgicos· Lecturas de la Santa Misa· Guión para la Santa Misa

18octubre

Domingo XXIXTiempo Ordinario (Ciclo B) – 2015

Domingo XXIX Tiempo Ordinario (B)

(Domingo 18 de Octubre de 2015)

LECTURAS

Si ofrece su vida en sacrificio, verá su descendencia

Lectura del libro de Isaías 53, 10-11

El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento.

Si ofrece su vida en sacrificio de reparación, verá su descendencia, prolongará sus días, y lavoluntad del Señor se cumplirá por medio de él. A causa de tantas fatigas, él verá la luz y, alsaberlo, quedará saciado.

Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 32,4-5. 18-20. 22

R. Señor, que descienda tu amor sobre nosotros.

La palabra del Señor es recta

y Él obra siempre con lealtad;

Él ama la justicia y el derecho,

y la tierra está llena de su amor. R.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,

sobre los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.

Nuestra alma espera en el Señor:

Él es nuestra ayuda y nuestro escudo.

Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,

conforme a la esperanza que tenemos en ti. R.

Vayamos confiadamente al trono de la gracia

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14-16

Hermanos:

Ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios, un Sumo Sacerdote insigne que penetró en elcielo, permanezcamos firmes en la confesión de nuestra fe. Porque no tenemos un SumoSacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario, Él fue sometido alas mismas pruebas que nosotros, a excepción del pecado.

Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia yalcanzar la gracia de un auxilio oportuno.

Palabra de Dios.

Aleluia Cf. Mc. 10,45

Aleluia.

El Hijo del hombre vino para servir

y dar su vida en rescate por una multitud.

Aleluia.

El Hijo del hombre vino para dar su vida en rescate por una multitud

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Marcos 10, 35-45

Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: «Maestro,queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir».

Él les respondió: « ¿Qué quieren que haga por ustedes?»

Ellos le dijeron: «Concédenos sentarnos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estésen tu gloria».

Jesús les dijo: «No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé y recibir elbautismo que Yo recibiré?»

«Podemos», le respondieron.

Entonces Jesús agregó: «Ustedes beberán el cáliz que Yo beberé y recibirán el mismobautismo que Yo. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a míconcederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados».

Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos. Jesús losllamó y les dijo: «Ustedes saben que aquéllos a quienes se considera gobernantes, dominana las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad.Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se hagaservidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.

Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida enrescate por una multitud».

Palabra del Señor.

O bien más breve:

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Marcos 10, 42-45

Jesús dijo a sus discípulos:

Ustedes saben que aquéllos a quienes se considera gobernantes, dominan a las nacionescomo si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes nodebe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; yel que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo delhombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.

Palabra del Señor.

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GUION PARA LA MISA

XXIX Domingo del Tiempo Ordinario

18 de Octubre 2015- Ciclo B

Entrada: En esta Santa Misa Dominical dirijamos nuestra mirada a Nuestro Señor, quehaciéndose presente en el Sacramento del Altar nos descubre nuevamente la plenamanifestación de su inmenso amor. Ofrecemos esta Santa Misa por todas las madres ensu día, pidiéndole a Dios que las bendiga y las consuele en la ardua tarea de ser elcorazón del hogar.

Liturgia de la Palabra

Primera Lectura: Is 53,10-11

Cargando con los crímenes de los hombres, el Siervo de Dios se ofrece en sacrificiofecundo.

Salmo Responsorial: 32

Segunda Lectura: Hb 4,14-16

Jesucristo es el Sumo Sacerdote que, probado en todo menos en el pecado, se compadecede nuestras debilidades.

Evangelio: Mc 10,35-45 o bien 10, 42- 45

La vida de Nuestro Señor Jesucristo es una constante llamada a los hombres para quenos olvidemos de nosotros mismos y nos demos a los demás.

Preces:

Acerquémonos con confianza a Cristo nuestro Salvador para alcanzar misericordia ygracia en favor de todos nuestros hermanos.

A cada intención respondemos cantando:

*Por la fortaleza y consuelo espiritual del Santo Padre Francisco en el ejercicio de suministerio. Oremos.

* Por la paz del mundo y la unidad de los cristianos. Oremos

* Por la conversión del pueblo judío y del pueblo musulmán y de todos los que no creenen Dios ni en Cristo su Enviado. Oremos.

* Te pedimos por todas las madres de nuestra patria en su día, para que siguiendo elejemplo de la Santísima Virgen, sean en sus hogares claro reflejo de sus virtudes y de suentrega total al querer de Dios. Oremos.

Señor nuestro Jesucristo, tu bondad es inmensa. Recibe nuestras peticiones y las detodos los que te buscan con sincero corazón. Te lo pedimos a Ti que vives y reinaspor los siglos de los siglos.

Liturgia Eucarística

Ofertorio:

Ofreciendo nuestras vidas en el único Sacrificio de Cristo, presentamos:

* Cirios, y con ellos la presencia de muchos sacerdotes y misioneros que esparcen lasemilla de la Palabra de Dios.

* Pan y vino, que serán Cuerpo y Sangre de Jesús: Sacramento de Salvación para todoslos hombres.

Comunión: Nosotros creemos Señor que la eficacia salvífica de tu Sacrificio se realizaplenamente cuando comulgamos recibiendo tu Cuerpo y tu Sangre.

Salida: Oh María, Madre y Señora nuestra, enséñanos la humildad de quienes saben queen la entrega a los demás está el verdadero reinar con Cristo.

(Gentileza del Monasterio “Santa Teresa de los Andes” (SSVM) _ San Rafael _Argentina)

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Inicio Exégesis · Xavier Leon - Dufour

Servir

La palabra servicio adopta dos significados opuestos en la Biblia, según designe lasumisión del hombre a Dios o la sujeción del hombre por el hombre bajo la forma de

esclavitud. La historia de la salvación enseña que la liberación del hombre depende de susumisión a Dios y que "servir a Dios es reinar" (Bendición de los ramos).

I. SERVICIO Y ESCLAVITUD. En las mismas relaciones humanas servir significa ya dossituaciones concretas profundamente diferentes: la del*esclavo, tal como aparece en elmundo pagano, en que el hombre en servidumbre está puesto al nivel de los animales y delas cosas, y la del *servidor, tal como la define la ley del pueblo de Dios: el esclavo no dejade ser hombre y tiene su puesto en la familia, de modo que siendo verdadero servidor puedellegar a ser en ella hombre de confianza y heredero (Gén 24,2; 15,3). El vocabulariotambién es ambiguo: `abad (hebr.) y duleuein (gr.) se aplican a las dos situaciones. Sinembargo hay servicios, en los que la dependencia tiene carácter honorífico, sea el serviciodel rey por sus oficiales (hebr. serat), sean los servicios oficiales, en el primer rango de loscuales se halla el servicio cultual (gr. leiturgein).

II. AT: SERVICIO CULTUAL U OBEDIENCIA. Servir a Dios es un honor para el pueblocon el que él ha hecho alianza. Pero nobleza obliga. Yahveh es un Dios celoso que no puedesoportar rivales (Dt 6,15), como lo dice una Escritura que citará Cristo: "Adorarás al Señortu Dios y a él solo servirás" (Mt 4,10; cf. Dt 6,13). Esta fidelidad debe manifestarse en elculto y en la conducta. Tal es el sentido del precepto, en que se acumulan los sinónimos delservicio de Dios: "Seguiréis a Yahveh, le temeréis, guardaréis sus mandamientos, leobedeceréis, le serviréis y os allegaréis a él" (Dt 13,4-5).

1. Servicio cultual. Servir a Dios es primero ofrecerle dones y sacrificios y asumir elcuidado del templo. A este título los sacerdotes y los levitas son "los que sirven a Yahveh"(Núm 18; lSa 2,11.18; 3,1; Jer 33,21s). El *sacerdote se define, en efecto, como el guardiándel santuario, el servidor del Dios que lo habita,. el intérprete de los oráculos que pronuncia(Jue 17,5s).

A su vez el fiel que cumple un acto de culto "viene a servir a Yahveh" (2Sa 15,8).Finalmente, la expresión designa el culto habitual de Dios y viene a ser poco a pocosinónimo de *adorar (Jos 24,22).

2. Obediencia. El servicio que exige Yahveh no se limita a un culto ritual; se extiende a todala vida mediante la *obediencia a los mandamientos. Los profetas y el Deuteronomio nocesan de repetirlo: "La obediencia es preferible al mejor sacrificio" (lSa 15,22; cf. Dt5,29ss), revelando la exigente profundidad de esta obediencia: "Lo que yo quiero es amor,no sacrificios" (Os 6,6; cf. Jer 7).

III. SERVIR A Dios SIRVIENDO A LOS HOMBRES. Jesús utiliza los términos mismos dela ley y de los profetas (Mt 4,10; 9,13) para recordar que el servicio de Dios excluyecualquier otro culto y que en razón del amor que lo inspira debe ser integral. Puntualiza elnombre del rival que puede poner obstáculo a su servicio: el dinero, cuyo servicio hace alhombre injusto (Lc, 16,9) y cuyo amor dirá el Apóstol, haciéndose eco del Maestro, que esun culto *idolátrico (Ef 5,5). Es preciso escoger: "No se puede servir a dos señores... Nopodéis servir a Dios y al dinero" (Mt 6,24 p). Si se ama al uno, se odiará y se despreciará alotro. Por eso la renuncia a las riquezas es necesaria a quien quiera *seguir a Jesús, que es el*siervo de Dios (Mt 19,21).

1. El servicio de Jesús. El Hijo muy amado, enviado por Dios para coronar la obra de losservidores del AT (Mt 21,33... p), viene a servir. Desde su infancia afirma que le reclamanlos asuntos de su Padre (Lc 2,49). El desarrollo de su vida entera está bajo el signo de un"hay que", que expresa su ineluctable dependencia de la *voluntad del Padre (Mt 16,21 p;LG 24,26); pero tras esta necesidad del servicio que lo lleva a la cruz revela Jesús el amor,único que le da su dignidad y su valor: "Es preciso que el mundo sepa que amo a mi Padrey que obro como me lo ha ordenado el Padre" (Jn 14,30).

Sirviendo a Dios salva Jesús a los hombres reparando así su negativa de servir, y les revelacómo quiere ser servido el Padre : quiere que se consuman en el servicio de sus hermanoscomo Jesús mismo lo hizo, Jesús que es su señor y su maestro: "El Hijo del hombre no vinopara ser servido, sino para servir y dar su vida" (Mc 10,45 p); "Yo os he dado ejemplo... Elservidor no es mayor que el amo" (Jn 13,15s); "Yo estoy en medio de vosotros como el quesirve" (Lc 22,27).

2. La grandeza del servicio cristiano. Los servidores de Cristo son en primer lugar losservidores de la *palabra (Act 6,4; Le 1,2), los que anuncian el *Evangelio cumpliendo asíun servicio sagrado (Rom 15,16; Col 1,23; Flp 2,22), "con toda *humildad", y si es preciso"en lágrimas y en medio de las *pruebas" (Act 20, 19). En cuanto a los que sirven a lacomunidad, como lo hacen en particular los diáconos (Act 6,1-4), Pablo les enseña en quécondiciones este servicio será digno del Señor (Rom 12,7.9-13). Por lo demás, todos loscristianos por el bautismo han pasa-do, del servicio del pecado y de la ley, que era unaesclavitud, al servicio de la justicia y de Cristo, que es la libertad (Jn 8,31-36; Rom 6-7; cf.lCor 7,22; Ef 6,6). Sirven a Dios como hijos y no como esclavos (Gál 4), pues sirven en lanovedad del Espíritu (Rom 7,6). La gracia, que los hizo pasar de la condición de servidoresa la de *amigos de Cristo (Jn 15,15) les da poder servir tan fiel-mente a su Señor que estánciertos de participar en su gozo (Mt 25,14-23; Jn 15,1Os).

(LEON-DUFOUR, Xavier, Vocabulario de Teología Bíblica, Herder, Barcelona, 2001)

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InicioComentario Teológico· San Alberto Hurtado

AUTORIDAD E INFLUENCIA. EL PODER DE LA BONDAD

Para cambiar al mundo dos fuerzas: la autoridad y la influencia. Para cooperar con NuestroSeñor todos necesitamos influencia. La autoridad no todos la tenemos.

1. Conceptos de autoridad:

a. pagano, barato: el derecho de mandar. Tiende a eliminar a los que también tienenautoridad: no acepta rivales, se torna suspicaz. Acaba en dictadura.

b. cristiano: el deber de proteger, de amparar: Mis derechos en la medida de mi deber deproteger. Tiende a producir la unidad. El cirujano tiene autoridad no porque puede cortar,sino porque debe proteger la vida… y por eso consulta. El bombero tiene autoridad en lamedida en que es útil para apagar el fuego. El Superior tiene una responsabilidad, por esopide apoyo. Porque la responsabilidad busca auxiliares: nada de suspicacia. Saben quetienen "rationem reddituri" [dar cuenta], no despóticamente sino conforme a derecho. [Lossuperiores] se vuelven los siervos. El Papa: "Servus servorum" [Siervo de los siervos]. Lossúbditos que comprenden este concepto cooperan con el superior. Obedecen de corazón. Loayudan a llevar su responsabilidad.

2. Obstáculos de la autoridad

La autoridad no se puede ejercer, sino en la medida que se la acepta. Donde falta esereconocimiento, la autoridad se vuelve tan estéril como sermón predicado en templo vacío.Con toda la autoridad de mi sacerdocio ¿qué puedo hacer? ¿predicar a quienes tienen lacortesía de venir a escucharme? ¿Puedo algo en los incrédulos, judíos…? La autoridad hade querer ser aceptada, como el remedio ha de querer ser tomado… si no lo quiere tomar elenfermo, se muere, pero el remedio inactivo.

La autoridad despierta recelos porque se acerca con las armas en la mano. El hombreprefiere el consejo, porque él puede elegir el consejo que prefiera; la autoridad da la últimapalabra y al hombre le gusta agregar una palabra… Por eso la autoridad, para ser eficaz, hade involucrarse en la bondad amistosa, no en tono de mando sino como el dentista con losniños asustados.

La autoridad aleja, retrae a los súbditos del Superior. En las cumbres se está solo. De ahíque las conversiones nunca por vía vertical (de autoridad), sino horizontal, de influencia delamigo, del compañero. Lo mismo pasa en las vocaciones: el más modesto compañero tienemás influencia que el Superior y que el predicador: "Cor ad cor" [de corazón a corazón],como se ve todos los días en la historia de las vocaciones; y por eso puede más el maestrilloque el Padre; y el amigo que el Jesuita.

En las misiones: vienen negros a pedir el bautismo, ¿por qué? Porque en el astillero dondetrabajan había un negro católico que les habla de Nuestro Señor, que había que bautizarsepara ser hijos de Dios y no del diablo… Y vienen. Ahora puede comenzar la instrucción. Elcamino despejado por la influencia de los compañeros.

En la familia: llega un joven a confesarse. ¿Por qué? Tengo una madre tan santa… unashermanas tan admirables. ¡Eso me trae! Nuestra influencia silenciosa ha despertado lasemilla de la fe en un corazón desamparado.

Ejemplo de ese frío: la visita del Cardenal Van Roey al Seminario de Malinas, a tener recreocon los seminaristas. Viene… Cesa el ruido, se callan, escuchan, asienten… [Les habla dela] enfermedad de Pío XI, del canónigo…, [les dice] que sean buenos… Su bendición… ¡Seva! ¡Ahora comienza el recreo!

Por eso los superiores han de ser muy amistosos, y si no su acción será estéril y aundestructora. Tienen que hacer olvidar que son superiores. Mientras más al alcance de sussúbditos, mejor. Por eso la Bula de Fundación de la Compañía de Jesús, al fijar lascualidades del Padre General, no exige ni gran talento, santidad, astucia: "Imprimis memorsit Praepositus Generalis: infinitae mansuetudinis Domini Nostri Jesuchristi" [En primerlugar el Padre General debe recordar la infinita mansedumbre de Nuestro Señor Jesucristo].Esa es su primera cualidad. El día del juicio, lo que se le preguntará antes que nada será:¿Serviste? ¿Qué hiciste en provecho de los otros? Padre Janssens: Puis-je vous demander?[¿Podría yo pedirle?].

El despliegue de autoridad multiplica los rebeldes: aplasta, pero no convierte. Apagar laautoridad cuando se tiene, y agradecer a Dios cuando no se la tiene, porque la bondad no

tiene esa cortapisa.

La autoridad mantiene la unidad, es la obra del pastor; pero la multiplicación del rebaño, esobra de las ovejas: de los fieles.

Que la autoridad se encare, pues, no como embriaguez de fuerza, sino en espíritu decooperación: como perpetua entrega de servicio.

3. La influencia es sobre todo el poder de la bondad que se irradia. Por eso Jesús dijo:"Bienaventurados los mansos, porque poseerán la tierra" (Mt 5,4). Nosotros tentados a decir:¡Error de Cristo! Los violentos poseerán la tierra. Los mansos poseerán el cielo… Otrosdicen: la tierra de sus corazones; otros, sería bueno que poseyeran [la tierra] (optativolatino).

Poseerán la tierra. Los violentos no la poseen; pueden ocuparla, pero no poseerla. El cazadormata al pájaro. ¿Lo posee? [No,] lo ocupa: El pájaro no canta, no vuela, no anida… Loposee el manso que se le acerca, lo alimenta, le quita el recelo. Llega a pararse en suhombro.

¿Al elefante? Lo mato: poseo cuatro toneladas de carne. En cambio, [como los]amansadores de Ceylán: con otros dos elefantes, poniéndolo en medio lo amanso; llego aservirme de él, con su trompa subirá mis bultos y hasta me subirá a mí.

4. Fundamentos cósmicos de la ley de la posesión por la mansedumbre. Estos no sonejemplos aislados. La naturaleza reacciona siempre así. La naturaleza se suicida siempreante la violencia: El vidrio se destruye si golpeo con él; el auto, si lo corro a muchavelocidad; el caballo, si lo galopo en exceso.

Violencia en el reino de la Ciencia = error; de la Lógica = tontería; de la Moral = pecado;de la Educación = fracaso orden externo, revolución interior; de la Oratoria = diatribas querevuelven y no convierten; de la Política = ocupar no es poseer. ¡Destruyo esos seres!

Error en materia de educación a partir del Renacimiento: creyó que el alma del niño estabavacía y se propuso amueblarla. El alma del niño [sin embargo] está llena de sueños que hayque orientar, dirigir, pero no pretender arrancar, pues sería la muerte de la espontaneidad delniño.

Las cosas no son lo mismo para el niño que para el sabio. La luna está llena de ilusionesque desconoce el sabio; el perro del [científico] naturalista es el canis–canis: para el niño esDick, Cholo, que tienen una historia ligada a la de él; las flores, los animales… todo. Hayque adueñarse del niño partiendo de lo que tiene y enriqueciéndolo. Al suponerlo vacío selo mata y sacrifica.

No poseemos ni siquiera un perro, mientras no adivinamos lo que pasa en el alma del perro."Naturae non imperatur nisi parenda" [No se domina la naturaleza si no se la gana] (Baum).

Los verdugos sacrifican a sus víctimas, pero no las poseen: los mártires hasta el fin han sidodueños de la ciudadela de su alma. Ni los más sabios, ni los más virtuosos son los que seadueñan del hombre. Se adueña de él quien lo conoce, quien entra por su puerta mansa ysuavemente. Por eso Jesús nos exhorta tanto a imitar su mansedumbre, y Él se llama elBuen Pastor que conoce a sus ovejas, las llama por su nombre, y ellas lo siguen a Él: No porviolencia sino por amor. Dio su vida por sus ovejas, y éstas, al ver su amor, sumansedumbre, lo reconocen por su Pastor.

Jesús para ganar a San Pablo no lo insulta. Le dice: "Iste, vas electionis mihi est" [Éste esvaso de mi elección] (Hech 9,15). Y Pablo para ganar a sus paganos: ¿Quién sufre que yono sufra? Me he hecho todo a todos para ganarlos a todos para Cristo (cf. 1Co 9,22).

San Francisco Javier: jugando ajedrez. San Ignacio, para ganar a Javier, entra por su puerta.

Con razón dicen los chinos: "el agua va más lejos que el acero".

El agua representa la influencia: se infiltra; el acero, la autoridad.

La influencia viene en líneas horizontales: nace y se mantiene al nivel común de todos: vade codo a codo, del obrero respecto del obrero, del marinero respecto del marinero en latripulación… La influencia no necesita súbditos, los hace. No debe ser previamentereconocida, basta que sea recibida. Mientras la autoridad asegura la cohesión del rebaño, lainfluencia asegura su extensión. Ella es la que hace la opinión, la que determina el rumbo delos ánimos populares, la que crea el clima psicológico favorable a las resoluciones, la queprepara todas las conversiones y las apostasías. Si trabaja contra la autoridad, [vendrá] laderrota; si con ella, victorias insignes.

La influencia aparece desarmada. Nadie puede identificar las fuentes de donde brota; escomo el agua misma, que se infiltra por todas las grietas.

El libro no puede mandar, ni siquiera hablar. [Pero tiene una] ¡influencia enorme! libre deno comprarlo y de no leerlo… La prensa, folletos, caricaturas, ¡Topaze! Leer un libroperverso, ruina de la fe; uno bueno hizo a San Ignacio, San Agustín…

El Cine… Nadie [está] obligado a entrar, a mirar… ¡y hasta pagar! Influencia sembradorade ideas y sentimientos que nadie puede apagar.

La influencia es tal, precisamente porque no tiene autoridad. Se pide consejo no al jefe sinoal compañero.

5. El único uso legítimo de la violencia es repeler la violencia injusta: para destruir laviolencia. Tolstoi pensó que el Evangelio condena toda violencia. Eso es falso: la admitecontra la violencia injusta.

Que nuestro carácter de militantes no nos lleve a agredir: no haríamos nada, no ganaríamosa nadie. Nada de "antis", ni excomulgar a los que llamamos adversarios. ¡Nuestra fuerza esel amor!

Un pobre preso en la cárcel de Lovaina, Sauvage: el capellán [cuenta que] va a verlo. "Noquiero nada con usted". Se vuelve a la ventana. "Pobre hijo mío, Sauvage… su corazón estálleno de tristeza… Recemos el Padre Nuestro". [El preso,] callado, furioso… Al otro día, alotro… Así 30 días. Al fin ya no podía más, ya estallaba mi corazón. El 30º día, no pudemás. "Usted ha sido demasiado bueno…", y entre sollozos de ambos terminamos el PadreNuestro. El capellán tenía grado de oficial. ¿Habría sacado algo con la violencia? Sólo conel amor… con el amor total.

Antes, cuando había amparo del brazo secular, uno no comulgaba y se enviaba al Rey (almenos en Francia) la lista de los que no habían comulgado… Venían seis Dragones y hacíanpillaje: terminaban comulgando. ¿Se había ganado o perdido…?

El de más influencia ¿quién es? ¿El Papa que tiene la plenitud del poder en la Iglesia?No… Es alguien que nunca tuvo autoridad. ¡Es Nuestra Señora! Nadie la olvida: jóvenes yviejos, hasta aquellos que se han alejado de la fe conservan la nostalgia de la Madre.

Para reconciliar un pecador [podemos decirle]… ¿Sufre, sufre mucho? ¿En su vida hasufrido mucho? ¿No ha querido hacer sufrir a los demás? ¿Recuerda el Dios te salve,María? Ahora vamos a encomendarnos a la bondad de María… Un acto de contrición detodo: no podrá acordarse de las miserias. ¡Es la influencia de la bondad de María quedispone y salva esa alma!

Emilio Van der Velde, jefe de la II Internacional, murió de repente. Comentando su muerteuno dice: –Van der Velde en el infierno. –¿Cómo lo sabe? ¡Yo pienso que en el cielo! Ydijo el porqué… En 1902 hubo una conferencia de 5.000 delegados socialistas y cantaban en

el teatro a voz en cuello: "¡Cristo a la calle, la Virgen a la caballeriza y el Papa al diablo!".Oye Van der Velde y da un golpe terrible. "No quiero que eso se vuelva a cantar. El Papano me importa; Cristo es un hombre y puede defenderse; pero que la Virgen, la Virgen delos Dolores, que no ha hecho mal a nadie, que a todos nos ha consolado, vaya a lacaballeriza… ¡Eso no lo aguanto!". ¿Cómo le habrá pagado este gesto la Madre de bondad?

El apóstol es un instrumento y como todo instrumento debe verificar en sí mismo una dobleadaptación: pasiva en las manos del artífice para recibir el impulso; y, la adaptación másdifícil, una activa, a la materia que ha de trabajar. Todo instrumento tiene punta y mango: elmango para el artífice; la punta para la materia que ha de ser modificada… La aguja valepor la punta, el cuchillo por la lámina, la lapicera por la pluma. Adaptarse a Dios es menosdifícil (Dios es una persona razonable); adaptarse a los hombres, ahí la dificultad, porqueson raros, medio locos… El verdadero pescador es el que conoce los peces, profundidad aque se esconden, ¡el verdadero momento de tirar…!

La unión con Dios se consigue por la mansedumbre. Es como una obra de santa seducción:inducirlos a que abracen la fe, despertar en ellos un deseo y una esperanza; porque en elfondo de la incredulidad hay un inmenso desaliento y una invencible tristeza.

San Alb erto Hurtado, Una verdadera educación, pp. 107-112.

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InicioSantos Padres· San Juan Crisóstomo

Lección de humildad

2. Pero sepamos antes qué es lo que le vienen a pedir estos dos discípulos, con quéintención se lo piden y cómo pudieron tener ese pensamiento. —¿Cómo, pues, vinieron enello? —Es que se veían más honrados que los demás, y de ahí nació su confianza de quehabían de salir con aquella pretensión. —Pero ¿qué es en definitiva lo que piden? —Escuchad con qué claridad nos lo descubre otro evangelista. Como estaban—dice—cerca deJerusalén y la aparición del reino de Dios parecía inminente , de ahí la súplica de los dosdiscípulos. Se imaginaban éstos, en efecto, que el reino de Dios estaba ya llamando a laspuertas y que era, naturalmente, un reino te-rreno, y que, de alcanzar lo que pedían, nohabían de sufrir molestias en su vida. Porque tampoco buscaban el reino por el reino, sinocon intención de huir de las dificultades de la vida. De ahí también que el primer cuidado deCristo es apartarlos de tales pensamientos, mandándoles estar dispuestos a sufrir la muerteviolenta, los peligros y los más duros suplicios. Porque: ¿Podéis—les dice—beber el cálizque yo voy a beber? Más nadie se escandalice de ver tan imperfectos a los apóstoles.Todavía no se había consumado el misterio de la cruz, todavía no se les había dado la graciadel Espíritu Santo. No. Si queréis conocer su virtud, mirad lo que fueron después, y losveréis por encima de toda pasión. Y si el evangelista descubre sus defectos, es justamenteporque conozcáis qué tales fueron después de recibida la gracia. Porque que nada espiritualbuscaban antes y que no tenían ni idea del reino del cielo, bien patente queda en estaocasión. Más veamos cómo se acercan al Señor y qué le piden: Queremos--dicen—que nosconcedas lo que te vamos a pedir. Y Cristo a ellos: ¿Qué queréis?—les pregunta—. Noporque ignorara lo que querían, sino para obligarles a contestar y descubrir su propia llaga,y aplicarles así la medicina. Más ellos, confusos y avergonzados por haber dado aquel pasollevados de pasión humana, tomaron al Señor aparte de los otros discípulos y así lepresentaron su demanda. Porque se adelantaron—dice el evangelista—, sin duda para no servistos de los otros, y así le manifestaron lo que querían. Y querían, según yo creo, la

preeminencia, por haber oído decir al Señor: Os sentaréis sobre doce tronos: querían, digo,la preferencia entre aquellos doce asientos. Que la tenían ya sobre los otros, no les cabíaduda; pero temían a Pedro. Y así dicen: Di que uno de nosotros se siente a tu derecha y otroa tu izquierda. Y le apremian con ese imperativo: Di. ¿Qué responde el Señor? Queriéndolesdeclarar que nada espiritual pedían, y que, de haber sabido lo que pedían, no se hubieranatrevido a pedir tamaña gracia, les dice: No sabéis lo que pedís. No sabéis cuán grande,cuán admirable, cuán por encima mismo de las potestades celestes está lo que pedís. Yluego añade: ¿Podéis beber el cáliz que yo voy a beber y bañaros en el baño en que yo hede bañarme? Mirad cómo inmediatamente los aparta de sus imaginaciones, hablándolesjustamente de lo contrario que ellos buscaban. Porque vosotros—parece decirles—me venísa hablar de honores y coronas, pero yo os hablo a vosotros de combates y sudores. No eséste aún el momento de los premios ni mi gloria celeste ha de manifestarse por ahora. Ahoraes tiempo de derramar la sangre, de luchar y de pasar peligros. Y mirad por otra parte cómo,por el modo mismo de preguntarles, los incita y atrae. Porque no dijo: "¿Estáis dispuestos adejaros pasar a cuchillo? ¿Sois capaces de derramar vuestra sangre"?, sino ¿cómo? ¿Podéisbeber el cáliz? Y luego, para animarlos: ¿Que yo voy a beber? Pues el tener parte con Élhabía de hacerlos más animosos. Y llama nuevamente baño a su pasión para dar a entenderla grande purificación que por ella había de venir al mundo entero. Seguidamente lecontestan: Podemos. Su fervor les impulsa a prometérselo inmediatamente, sin sabertampoco ahora lo que decían, pero con la esperanza de que recibirían lo que pedían. ¿Quéles dice, pues, Cristo? Mi cáliz, sí, lo beberéis, y con el baño que he de bañarme yo, osbañaréis también vosotros. Grandes bienes les profetiza. Como si les dijera: Seréis dignos desufrir el martirio, sufriréis lo mismo que yo he de sufrir, terminaréis vuestra vida de muerteviolenta, y en eso tendréis parte conmigo. Más el sentaras a mi derecha o a mi izquierda, nome toca a mí dároslo, sino a quienes está preparado por mi Padre.

SI PUEDE ALGUIEN SENTARSE A LA DERECHA. DEL SEÑOR

3. Habiendo, pues, levantado el Señor las almas de sus dos discípulos, y ya que los hubohecho inatacables a la tristeza, pasa luego a corregir su petición. Pero ¿qué es en definitivalo que aquí les dice? A la verdad, dos son los problemas que aquí se plantean muchos: uno,si está reservado para algunos sentarse a la derecha de Dios; y otro, si quien es Señor detodo no tiene poder de darlo a quienes les está reservado. ¿Cuál es, pues, el sentido de suspalabras? Si resolvemos el primer problema, el segundo quedará de suyo claro. ¿Qué hay,pues, que decir a la primera cuestión? Hay que decir que nadie ha de sentarse ni a laderecha ni a la izquierda de Dios. Aquel trono es inaccesible a todos. Y no digo a loshombres, a los santos y apóstoles, sino a los mismos ángeles y arcángeles ya todas laspotestades de arriba. Por lo menos como privilegio del Unigénito lo pone Pablo cuandodice: ¿A quién de los ángeles dijo nunca: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tusenemigos por escabel de tus pies? Y a los ángeles dice: El que hace mensajeros suyos a losvientos. Más al Hijo: Tu trono,!oh Dios!, por el siglo del siglo ¿Cómo dice, pues, Jesús: Elsentarse a la derecha o a la izquierda no me toca a mí darlo? ¿Es que pensaba que algunoshabían de sentarse? —No pensaba que hubiera de sentarse nadie; nada de eso. Lo que hacíaera responder conforme a la idea que tenían sus preguntantes y condescender con suflaqueza. ¿Qué sabían sus discípulos de aquel altísimo trono ni de sentarse a la diestra delPadre, cuando desconocían cosas muy inferiores a ésta y que estaban oyendo diariamente?Lo que ellos buscaban era conseguir los primeros puestos, estar delante de los otros, notener delante de sí a nadie al lado del Señor. Ya lo he indicado antes: Como habían oídohablar de aquellos doce tronos, sin saber lo que tales tronos significaban, buscaron ellos lapreferencia de asientos.

Lo que Cristo, pues, les quiere decir es esto: "Morir, ciertamente moriréis por mí,

derramaréis vuestra sangre por el Evangelio y tendréis parte en mi pasión. Pero esto no bastapara que alcancéis la preeminencia en los asientos y ocupéis los primeros puestos. Porque, siviniere otro que, juntamente con el martirio, posea todas las otras virtudes en grado superiora vosotros, no porque ahora os amo a vosotros y os prefiero a los demás, voy, a rechazar alque pregonan sus obras y daros a vosotros la primacía". Claro que el Señor no les habló enestos términos para no contristarlos; pero veladamente les vino a dar a entender eso mismoal decirles: Mi cáliz, sí, lo beberéis, y con el baño que he de bañarme yo, también osbañaréis vosotros; más sentarse a mi derecha o mi izquierda, no me toca a mí darlo, sino quepertenece a quienes está preparado por mi Padre. —¿Y para quiénes está preparado? —Paraquienes por sus obras han sido capaces de hacerse gloriosos. Por eso no dijo: "No me toca amí darlo, sino a mi Padre", pues pudieran echarle en cara debilidad e impotencia pararecompensar a sus servidores. —¿Pues cómo dijo? —No es cosa mía, sino de aquellos paraquienes está preparado. A fin de que resulte más claro mi pensamiento, pongamos unejemplo y supongamos un agonoteta y luego un buen número de valientes atletas que bajana la palestra. Dos de ellos, íntimos amigos del agonoteta, se le acercan y le dicen, confiandoprecisamente en su amistad y benevolencia: "Haz que a todo trance se nos corone yproclame campeones". El agonoteta les contestaría: ''No me toca a mí dar eso, sino quepertenece a quienes se lo ganen por sus es-fuerzos y sudores". ¿Tendríamos en este caso pordébil el agonoteta? ¡De ninguna manera! Más bien le alabaríamos por su espíritu de justiciay su imparcialidad. Ahora bien, como a éste no le tendríamos por impotente para dar lacorona, sino por hombre que no quiere infringir la ley de los combates ni turbar el orden dela justicia; por semejante manera diría yo que Cristo dio esa respuesta a sus dos discípulospara impulsarlos por todos lados a que, después de la gracia de Dios, pusieran la confianzade su salvación y de su gloria en sus propias buenas obras. De ahí que diga: Para quienesestá preparado. Porque ¿y si aparecen otros mejores que vosotros? ¿Y si han llevado a caboobras mayores que las vuestras? ¿Por ventura porque seáis mis discípulos, es ello bastanterazón para que consigáis los primeros puestos, si vosotros no os mostráis dignos de laelección? Porque que Él sea señor de todo, es evidente por el hecho de que É1 posee todoel juicio. Y es así que a Pedro le dijo: Yo te daré las llaves del reino de los cielos . Y lomismo declara Pablo cuando dice: Ya sólo me falta la corona de justicia, que me dará elSeñor, justo juez, en aquel día. Y no sólo a mí, sino a todos los que aman su aparición . Yaparición de Cristo se llama su presente advenimiento. Ahora bien, que nadie ha de estarde-lante de Pablo, cosa evidente es para todo el mundo. Por lo demás, si Cristo dijo todoesto con alguna oscuridad, no hay por qué maravillarse. Quería Él despachar prudentementea sus dos discípulos para que no le molestaran más sin razón ni motivo sobre primacías, yaque todo el asunto procedía de pasión humana, y no quería, por otra parte, contristarlosdemasiado. Una y otra cosa consigue por aquella relativa oscuridad.

LOS APÓSTOLES SE ENFADAN

Entonces se irritaron los diez contra los dos. Entonces. ¿Cuándo? Cuando el Señor los huboreprendido. Porque mientras la preferencia había sido decretada por Cristo, no se irritaron,y, por muy honrados que los vieran, lo aceptaban y callaban por respeto y consideración asu maestro. Quizá allá en sus adentros lo sentían, pero nada se atrevían a sacar a públicaplaza. Y cuando también de Pedro sintieron algún celillo humano, con ocasión de pagar eldidracma no se enfadaron, sino que se contentaron con preguntarle al Señor: Luego, ¿quiénes el mayor en el reino de los cielos? Más como ahora la petición había partido de los dosdiscípulos, de ahí la irritación de los demás. Y ni aun ahora se irritan inmediatamente, esdecir, en el momento de presentar aquéllos su petición, sino cuando Cristo los reprendió yles dijo que no habían de alcanzar los primeros puestos si no se hacían merecedores de ellos.

LA IMPERFECCIÓN DE LOS APÓSTOLES

4. Ya veis cuán imperfectos eran todos, lo mismo estos dos, me intentaban levantarse sobrelos diez, que los diez, que envidiaban a los dos. Mas, como anteriormente dije mostrádmelosdespués, y veréis cuán libres están de todas estas pasiones. Escuchad, por ejemplo, cómoeste mismo Juan que ahora se presentó al Señor con esas pretensiones, luego cede siempreel primer lugar a Pedro, tanto para dirigir la palabra al pueblo como para obrar milagros.Testigo el libro de los Hechos de los Apóstoles. Y no oculta sus merecimientos, sino quenos relata la confesión que hizo cuando los otros se callaron y cómo más adelante entró enel sepulcro, y en todo momento lo antepone a sí mismo. Porque, como uno y otro asistierona la pasión del Señor, Juan abrevia su propio elogio, diciendo simplemente: Aquel discípuloera conocido del pontífice . En cuanto a Santiago, no sobrevivió mucho tiempo, sino que,desde los comienzos, fue tal su fervor y, dejando atrás todo lo humano, se levantó en sucarrera a tan inefable altura, que fue inmediatamente degollado. Por semejante manera,todos los otros se elevaron después a la cúspide de la virtud. Más entonces se enfadaron.¿Qué hace, pues, Cristo? Llamándolos a sí, les dice: Los gobernantes de las nacionesdominan sobre ellas. Como los diez se habían alborotado y turbado, el Señor trata decalmarlos por el hecho mismo de llamarlos antes de hablar y por su benignidad al tenerlos asu lado. Porque, en cuanto a los otros dos, que se habían arrancado del corro de los diez, allíestaban hablando a solas con el Señor. De ahí que llame a los otros cerca de sí, y por estegesto de su bondad, por el hecho de desacreditar la pretensión de los dos y exponerla antelos demás, trata de calmar la pasión de unos y de otros.

LECCIÓN DE HIIM/LDAD

Más en el caso presente no reprime el Señor el orgullo de los discípulos del modo que lohiciera antes. Antes les había puesto en medio un niño chiquito y les mandó imitar susencillez y humildad. Ahora su reprensión es más enérgica, y, poniéndoles delante locontrario, de lo que deben ellos hacer, les dice: Los gobernantes de las naciones dominansobre ellas y los grandes les hacen sentir su autoridad. Más entre vosotros no ha de ser así,sino quien quiera entre vosotros ser grande, ése ha de ser el servidor de todos, y el quequiera ser el primero, sea el último de todos. Lo cual era darles bien claro a entender quepretender primacías era cosa de gentiles, Realmente, la pasión es muy tiránica y molesta auna los grandes varones. De ahí la necesidad de asestarle más duro golpe. De ahí también queel Señor los hiera más en lo vivo, confundiendo la hinchazón de su alma por la comparacióncon los gentiles, y así corta la envidia de los unos y la ambición de los otros poco menosque diciéndoles: No os molestéis como injuriados. A sí mismos más que a nadie se dañan ydeshonran los que andan ambicionando primeros puestos, ya que por ello se ponen entre losúltimos. Porque no pasa entre nosotros como entre los gentiles. Los gobernantes de losgentiles, sí, dominan sobre ellos; pero conmigo, el que se haga el último, ése es el primero.Y que esto no lo digo sin razón, en lo que hago y sufro tenéis la prueba. Porque yo he hechoalgo más. Siendo rey de las potestades de arriba, quise hacerme hombre y acepté serdespreciado e injuriado; y no me contenté con esto, sino que llegué hasta la muerte. Que eslo que ahora dice: Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y adar su vida en rescate de muchos. Porque no me detuve—parece decir—en eso, sino que ditambién mi vida en rescate... —¿De quiénes? —¡De mis enemigos! Si tú te humillas, por timismo te humillas; pero si me humillo yo, me humillo por ti. No temas, pues, como si tequitaran tu honra. Por mucho que te humilles, jamás podrás llegar tan bajo como llegó tuSeñor. Sin embargo, este abajamien-to fue la exaltación de todos, a par que hizo brillar lapropia gloria del Señor. En efecto, antes de hacerse hombre sólo era conocido de losángeles; más después que se hizo hombre, no sólo no disminuyó aquella gloria, sino queañadió otra, la que le vino del conocimiento de toda la tierra. No temas, pues, como si alhumillarte se te quitara la honra, pues con ello no haces sino levantar más tu gloria, con ello

no haces sino acrecentarla. La humildad es la puerta del reino de los cielos. No echemos,pues, por el camino contrario, no nos hagamos la guerra a nosotros mismos. Porque, siqueremos aparecer como grandes, no seremos grandes, sino los más despreciados de todos.¿Veis cómo siempre los exhorta por lo contrario, dándoles lo que desean? En muchos casoshemos mostrado anteriormente este modo de proceder del Señor: así lo hizo con los amantesdel dinero y los vanidosos. Porque ¿qué razón te mueve a dar limosna delante de loshombres? ¿Para conseguir gloria? Pues no lo hagas así y la conseguirás absolutamente. ¿Ypor qué razón atesoras? ¿Para enriquecerte? Pues no atesores y te enriquecerás absolu-tamente. Así procede también aquí. ¿Por qué ambicionas los primeros puestos? ¿Para estarpor encima de los demás? Pues escoge el último lugar, y entonces obtendrás el primero. Enconclusión, si quieres ser grande, no busques ser grande, y entonces serás grande. Porque lootro es ser pequeño.

EL ORGULLO ABAJA, LA HUMILDAD EXALTA

5. Mirad cómo los apartó de su vicio, queriéndoles mostrar que por la soberbia iban alfracaso, y por la humildad al triunfo, a fin de que huyeran de la una y siguieran la otra. Y siles hizo mención de los gentiles, fue para mostrarles de ese modo cuán reprobable yabominable era la ambición de preeminencias y de mando. Porque forzoso es que elorgulloso esté bajo, y, por lo contrario, el humilde, alto. Y esta altura del humilde es laverdadera y legítima, ya que no se cifra en un puro nombre y palabras. La elevaciónmundana procede de necesidad y miedo; la nuestra, empero, se asemeja a la elevaciónmisma de Dios. El humilde, aun cuando de nadie sea admirado, permanece elevado; elsoberbio, empero, por más que todos le halaguen, sigue más bajo que nadie. Además, elhonor tributado al orgulloso procede de fuerza; de ahí la facilidad con que se desvanece;más el del humilde es libre y, por ende, también firme. Así admiramos a los santos; pues,siendo superiores a todos, se humillaron más que todos. De ahí que hasta hoy permanecenelevados y ni la muerte los pudo hacer bajar de su altura. Más, si os place, examinemos estomismo por razonamiento. Alto se dice uno cuando lo es o por su talla o cuando se hallacolocado sobre un lugar prominente; y bajo, en los casos contrarios. Veamos, pues, quién eslo uno o lo otro, el arrogante o el modesto, a fin de que caigas en la cuenta de cómo nadahay tan alto como la humildad, ni más a ras de tierra que la arrogancia. Ahora bien, elarrogante quiere ser más que todos los otros, no tiene a nadie por digno de sí mismo;cuantos más honores alcanza, más ambiciona y pretende, y piensa no haber alcanzadoninguno, desprecia a los hombres y se perece por sus honras. ¿Puede haber nada másinsensato? La cosa parece realmente un enigma. A los mismos que tiene por nada, de ésospretende ser glorificado. ¿Veis cómo el que quiere exaltarse cae y se arrastra por tierra?Porque, que el arrogante tiene a todos los hombres por nada comparados consigo mismo, élmismo lo afirma y en eso cabalmente consiste la arrogancia. ¿A qué corres entonces tras elque no es nada? ¿A qué buscas honor de él? ¿A qué andas rodeado de tanta muchedumbrede gentes? ¿Veis cómo el soberbio es bajo y está en lo bajo? Pues, ea, examinemos alhumilde, al de verdad alto. Este sabe lo que es el hombre, cuán grande cosa es el hombre. Ycomo a sí mismo se tiene por el último de todos, de ahí que cualquier honor que se letribute lo tiene por cosa grande. De suerte que sólo el humilde es consecuente consigomismo, y está elevado, y no cambia de parecer. Puesto que tiene a los hombres por grandes,cree que sus honras, por pequeñas que sean, son también grandes, desde el momento queconsidera a aquéllos por grandes. El arrogante, en cambio, tiene por nada a quienes lehonran, pero sentencia que sus honras son grandes. Además, el humilde no es presa depasión alguna: ni la ira, ni la vanagloria, ni la envidia, ni los celos podrán molestarle. ¿Yqué puede haber más elevado que un alma exenta de estas pasiones? El soberbio, empero,por todas estas pasiones se ve dominado, como un vil gusano que se revuelve entre el barro.Y, en efecto, los celos, la envidia, la ira, están constantemente atormentando a su alma.¿Quién está, pues, más alto: el que está por encima de sus pasiones o el que es esclavo deellas? ¿El que teme y tiembla ante ellas o el que es a ellas inatacable y jamás puede ser por

ellas dominado? ¿Qué ave diríamos que vuela más alta: la que va muy por encima de lasmanos y trampas del cazador o la que cae en manos de éste sin necesidad de trampa alguna,por no poder volar ni remontarse por los aires? Tal es el orgulloso. Cualquier lazo le cogefácilmente, pues va siempre arrastrándose por el suelo.

SAN JUAN CRISÓSTOMO, Homilías sobre el Evangelio de San Mateo (II), homilía 65,2-5, BAC Madrid 1956, 339-51

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Aplicación· P. Alfredo Sáenz, S.J.. P. Gustavo Pascual, I.V.E.· P. Jorge Loring, S.J.. San Juan Pablo II

P. Alfredo Sáenz, S.J.

LA MORTIFICACIÓN

No deja de ser curioso el episodio que se nos relata en el evangelio de hoy: Santiago y Juanse acercan a Jesús para pedirle el extraño beneficio de sentarse uno a su derecha y otro a suizquierda cuando el Señor estuviese en la gloria. Y Jesús les responde de maneradesconcertante: "¿Podéis beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?". El cáliz que Cristo bebería sería su Pasión, cuyos sufrimientos apuraría hasta las heces; elbautismo que Jesús recibiría no sería otro que su muerte y su ulterior sepultura en la tumba,donde quedaría sumergido durante tres días. Terrible misterio éste de la muerte del Mesías,ya profetizado por Isaías, según lo escuchamos en la primera lectura de hoy: "El Señorquiso aplastarlo con el sufrimiento... Mi servidor justo justificará a muchos y cargará sobreél las faltas de ellos". De modo que Jesús pregunta a sus dos discípulos si serían capaces deacompañarlo en su pasión y muerte, más aún, si serían capaces ellos mismos de padecer yde morir. Los discípulos le pedían honores, y Jesús los invita al martirio.

1. EL BAUTISMO: MUERTE SACRAMENTAL

Hemos advertido cómo Jesús llama "bautismo" a su muerte. La palabra bautismo significasumersión. También nuestro bautismo fue una muerte. "¿No sabéis —dice San Pablo— quetodos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte? Por elbautismo fuimos sepultados con él en la muerte". Así es, amados hermanos. Cuando fuimosllevados, hace ya años, a la pila bautismal, por un momento el agua nos cubrió, quedamossumergidos en olas de muerte, olas teñidas en la sangre bermeja del Señor. Tambiénnosotros, como antaño Cristo, sentimos en los labios el gusto de la muerte. Claro que nomorimos físicamente, sino en el ámbito sobrena¬tural de la gracia y del pecado. Morimos anuestro hombre viejo, descendiente del Adán pecador, morimos al pecado original. Cuandonos sumergieron en el agua, recibimos la similitud de la muerte y de la sepultura del Señor.Entonces aquellos clavos que antaño atravesaron las manos y los pies de Jesús, taladraron

también nuestro pecado. Y lo aniquilaron, lo anegaron en las aguas. Lo que fue para Cristola cruz y la tumba, eso fue para nosotros el bautismo.

Para expresar esta realidad misteriosa, San León Magno recurrió a una expresión audaz: enel bautismo —dice— el cuerpo del nuevo cristiano se hace "carne del Crucificado". Pero enseguida agrega algo muy importante: es preciso acabar por las obras lo que se ha celebradoen el sacramento.

2. LA MORTIFICACION: CONSECUENCIA DEL BAUTISMO

Porque el bautismo, amados hermanos, no es el fin sino el comienzo. O mejor, es el fin dela vida pecadora, y el comienzo de la vida en Cristo. La muerte, el deceso bautismal, debeprolongarse a lo largo de toda nuestra existencia mediante la mortificación. Mortificarsignifica "dar muerte". ¿Dar muerte a qué? A lo que en nosotros queda del pecado original,a sus huellas y consecuencias: nuestra inclinación al pecado, nuestro deseo de falsaautonomía, nuestros desórdenes pasionales, etc. A todo eso debemos ir dando muerte.

La existencia cristiana no debería ser otra cosa que el bautismo prolongado en sus efectos.Es una especie de paradoja lo que en el bautismo se hizo de una vez por todas, hemos derehacerlo todos los días. "Hay un momento apropiado para cada cosa -decía San Basilio-:está el momento del sueño y el de la vigilia, el momento de la guerra y el de la paz; perotoda la vida humana es el momento del bautismo". Así, pues, es menester que la muerte,realizada sustancialmente en el bautis¬mo, se actualice siempre de nuevo en el decurso dela vida. Constantemente y por doquier el cristiano debe llevar en sí los sufrimientos de lamuerte de Cristo, para que la vida de Jesús se manifieste también en él. No es posible quela cabeza del cuerpo —Cristo-- haya estado crucificada, y que los miembros de ese cuerpovivan en un lecho de rosas. Hemos de cargar cada día la cruz y seguir a Jesús. Debemoscompletar en nuestros miembros lo que falta a la pasión del Señor. Sin esto, no haycristianismo.

El bautismo implica, por consiguiente, una exigencia de cambio. Ya no podemos seguirsiendo súbditos del pecado. Lo dice expresamente San Pablo: "Nuestro hombre viejo ha sidocrucificado con él [con Cristo], para que fuese destruido este cuerpo de pecado, y asídejásemos de ser esclavos del pecado. Porque el que está muerto, no debe nada al pecado".Es claro que esta muerte no es muerte tan sólo. Es también vida. Si buscásemos la muertepor la muerte seríamos masoquistas. Nos abrazamos con la muerte porque sabemos que esel único camino que conduce a la vida, así como Cristo debió pasar por la humillación de latumba para llegar a su resurrección gloriosa. Es menester, por lo tanto, según lo enseña elmismo San Pablo, consideramos a la vez "muertos al pecado y vivos para Dios, en CristoJesús". Nada debemos al pecado, porque en adelante nuestra vida se guía por otra vida, lade Cristo.

Pero como, de hecho, permanecen en nuestro interior no pocas huellas del pecado, lamortificación sigue siendo una necesidad perentoria. Aun cuando merced al bautismo seperdonan todos los pecados, sin embargo en los bautizados prosigue esa especie de guerracivil que es la lucha contra las malas inclinaciones interiores. El bautismo recibido no nosexime del combate que hay-que llevar con toda diligencia contra ese ejército de deseos

tortuosos que se agitan tumultuosamente en el seno de nuestra alma. Morir, pues, morir anosotros mismos, morir en Cristo, ya que siempre, a partir del día de nuestro bautismo,llevamos en nosotros la muerte de Cristo. O, como dice vigorosamente San Pablo, cotidiemorior, todos los días, cotidianamente muero.

Pronto nos acercaremos a recibir la Sagrada Comunión. En ella Cristo, realmente presente,luego de haber renovado sobre el altar su Sacrificio de la Cruz, se nos ofrece en alimento.La Eucaristía nos pone, de manera análoga al Bautismo, en contacto inmediato con lamuerte del Señor, ya que en ella celebramos su muerte hasta que el Señor vuelva al fin delos tiempos. Con el mismo espíritu con que María estuvo al pie de la Cruz, apoyaremos hoylos labios de nuestra fe en el costado de Jesús para beber su sangre salvadora. El mismoSeñor que fue triturado en la Cruz por el sufrimiento, hoy se hace hostia sobre el altar.Pidámosle la gracia de no eludir la cruz, de no rehuir la mortificación. Cobremos ánimoporque, según se nos dijo en la segunda lectura de hoy, "no tenemos un sumo sacerdoteincapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario, él fue sometido a las mismaspruebas que nosotros, a excepción del pecado".

(SAENZ, A., Palabra y Vida, Ciclo B, Ediciones Gladius, Buenos Aires, 1993, p. 275-278)

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P. Gustavo Pascual, I.V.E.

El que quiera ser el primero que se haga el último

Jesús camina con sus discípulos y les revela el misterio de su pasión pero ellos tienen lacabeza en otra parte. Están pensando en grandezas. Su cabeza está llena de fantasías por lossignos que Jesús ha realizado y por las multitudes que los siguen. El Reino ha comenzado adespuntar, al parecer, con grandeza y ellos, los más cercanos, van a ocupar lugaresrelevantes.

Se quedan atrás y discuten sobre quién es el mayor (Lc). Los Zebedeos se adelantan y lepiden a Jesús los puestos a su diestra y siniestra ante la indignación de sus diez compañerosque también ambicionaban esos puestos. Jesús con toda paciencia les enseña lo que significala autoridad cristiana.

¿Es malo querer ser mayor en el Reino de los cielos? Depende. Si nos referimos al Reino delos cielos en su estado triunfante no es malo querer ser mayor sino que es caridad. A mayorcaridad mayor grado de gloria. Si al Reino en su estado militante, querer tener poder sobrelos otros, regirlos a la manera que lo entendían los discípulos, es ambición. Por eso Jesúsinvita a sus discípulos a ser humildes para poder regir en la tierra y para poder alcanzar unalto grado de gloria en el cielo.

¿Y qué humildad se necesita para estar en el Reino? Al menos la de primer grado que diceSan Ignacio que es el cumplimiento de los mandamientos que nos obligan bajo pecadomortal sea divino o humano. Pero Jesús al poner a un niño (Mt-Lc) delante de ellos y decir

que lo imiten en la humildad (no en otras cosas) no pone límite a la humildad. ¿Por qué?Porque más adelante El se identifica con el niño: “Y el que reciba a un niño como éste enmi nombre, a mí me recibe” y Jesús es el modelo acabado de humildad. Se humillóhaciéndose hombre, se humilló hasta la muerte y se humilló a la muerte más humillante .Hacerse como un niño es hacerse como Jesús.

El ser mayor en el Reino militante es un don de Dios, que entre los apóstoles fue dado aPedro, pero para corresponder al don hay que hacerse como un niño, primero en nodespreciar el don, sino aceptarlo, lo que implica humildad y después ejercerlo con humildad,es decir, puesta la confianza en el Padre celestial.

Los discípulos ambicionaban ser los primeros y Jesús les dice que deben hacerse los últimos.Dios escogerá al que quiera para ser el primero entre ellos, sin embargo, para ser el primero,según el querer divino, es necesario siempre ser el último y el que se olvida de esto puedeseguir siendo el primero sin ser el último, pero ya no es agradable a Dios y aunque losdones de Dios son irrevocables el que ejerce autoridad sin humildad provoca escándaloporque no lo hace según la enseñanza de Jesús sino según el criterio del mundo donde laautoridad ejerce su poder oprimiendo a los últimos.

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P. Jorge Loring, S.J.

Domingo Vigésimo Noveno del Tiempo Ordinario - Año B Mc. 10:35-45

1.- El Evangelio de hoy nos narra un pasaje muy poco edificante: las ambiciones de algunosApóstoles.

2.- Los Zebedeos quieren ser los primeros, y los otros se enfadan con ellos.

3.- Esto me da pie para hablar de los defectos de la Iglesia.

4.- En la Iglesia hay santos y pecadores. Personas con deseos de perfección, y personas condefectos humanos.

5.- La Iglesia Católica es santa, no porque todos los católicos sean santos, sino porque sonllamados a serlo.

6.- Pero es imposible que una organización con mil millones de personas, todas sean santas;aunque cada uno de nosotros debería desear serlo.

7.- Pero el exponente de lo que es la Iglesia Católica no es la fruta podrida caída del árbolde la Iglesia, sino la fruta pujante que cuelga de sus ramas: ésos son los santos.

8.- Muchos acusan a la Iglesia por la actuación de los malos católicos. Es lamentable el malejemplo de algunos católicos, pero eso es inevitable en un colectivo de hombres libres.

9.- Pero, ¿por qué no se fijan en los ejemplos heroicos de muchos católicos?

10.- La Iglesia Católica, a través de sus fieles, ha hecho maravillosas obras en favor de laHumanidad.

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S. Juan Pablo II

1. "El Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vidacomo rescate por muchos" (Mc 10, 45).

Estas palabras del Señor, amadísimos hermanos y hermanas, resuenan hoy, Jornada mundialde las misiones, como buena nueva para toda la humanidad y como programa de vida parala Iglesia y para cada cristiano.

"El Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida comorescate por muchos". Estas palabras constituyen la autopresentación del Maestro divino.Jesús afirma de sí mismo que vino para servir y que precisamente en el servicio y en laentrega total de sí hasta la cruz revela el amor del Padre. Su rostro de "siervo" no disminuyesu grandeza divina; más bien, la ilumina con una nueva luz.

Jesús es el "Sumo Sacerdote" (Hb 4, 14); es el Verbo que "estaba en el principio en Dios:todo fue hecho por él, y sin él no se hizo nada de cuanto existe" (Jn 1, 2). Jesús es el Señor,que "a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, sedespojó de su rango, y tomó la condición de esclavo" (Flp 1, 6-7); Jesús es el Salvador, alque "podemos acercarnos con plena confianza". Jesús es "el camino, la verdad y la vida" (Jn14, 6), el pastor que ha dado la vida por las ovejas (cf. Jn 10, 11), el jefe que nos lleva a lavida (cf. Hch 3, 15).

2. El compromiso misionero brota como fuego de amor de la contemplación de Jesús y delatractivo que posee. El cristiano que ha contemplado a Jesucristo no puede menos desentirse arrebatado por su esplendor (cf. Vita consecrata, 14) y testimoniar su fe en Cristo,único Salvador del hombre. ¡Qué gran gracia es esta fe que hemos recibido como don de loalto, sin ningún mérito por nuestra parte! (cf. Redemptoris missio, 11).

Esta gracia se transforma, a su vez, en fuente de responsabilidad. Es una gracia que nosconvierte en heraldos y apóstoles: precisamente por eso decía yo en la encíclicaRedemptoris missio que "la misión es un problema de fe, es el índice exacto de nuestra feen Cristo y en su amor por nosotros" (n. 11). Y también: "El misionero, si no escontemplativo, no puede anunciar a Cristo de modo creíble" (ib., 91).

Fijando nuestra mirada en Jesús, el misionero del Padre y el sumo sacerdote, el autor yperfeccionador de nuestra fe (cf. Hb 3, 1; 12, 2), es como aprendemos el sentido y el estilode la misión.

3. Él no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida por todos. Siguiendo las huellasde Cristo, la entrega de sí a todos los hombres constituye un imperativo fundamental para laIglesia y a la vez una indicación de método para su misión.

Entregarse significa, ante todo, reconocer al otro en su valor y en sus necesidades. "Laactitud misionera comienza siempre con un sentimiento de profunda estima frente a lo que"en el hombre había", por lo que él mismo, en lo íntimo de su espíritu, ha elaboradorespecto a los problemas más profundos e importantes; se trata de respeto por todo lo queen él ha obrado el Espíritu, que "sopla donde quiere"" (Redemptor hominis, 12).

Como Jesús reveló la solidaridad de Dios con la persona humana asumiendo totalmente sucondición, excepto el pecado, así la Iglesia quiere ser solidaria con "el gozo y la esperanza,la tristeza y la angustia de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y detodos los afligidos" (Gaudium et spes, 1). Se acerca a la persona humana con la discreción yel respeto de quien quiere prestar un servicio y cree que el servicio primero y mayor es el deanunciar el Evangelio de Jesús, dar a conocer al Salvador, a Aquel que ha revelado al Padrey a la vez ha revelado el hombre al hombre.

4. La Iglesia quiere anunciar a Jesús, el Cristo, hijo de María, siguiendo el camino queCristo mismo recorrió: el servicio, la pobreza, la humildad y la cruz. Por tanto, debe resistircon fuerza a las tentaciones que el pasaje evangélico de hoy nos permite entrever en elcomportamiento de los dos hermanos, los cuales querían sentarse "uno a la derecha y otro ala izquierda" del Maestro, y también de los demás discípulos, que se dejaron llevar delespíritu de rivalidad y competencia. La palabra de Cristo traza una neta línea de divisiónentre el espíritu de dominio y el de servicio. Para un discípulo de Cristo ser el primerosignifica ser "servidor de todos".

Es una alteración radical de valores, que sólo se comprende dirigiendo la mirada al Hijo delhombre "despreciado y abandonado de los hombres, varón de dolores y familiarizado con elsufrimiento" (Is 53, 3). Son las palabras que el Espíritu Santo hará comprender a su Iglesiacon respecto al misterio de Cristo. Sólo en Pentecostés los Apóstoles recibirán la capacidadde creer en la "fuerza de la debilidad", que se manifiesta en la cruz.

Y aquí mi pensamiento va a los numerosos misioneros que, día tras día, en silencio y sin el

apoyo de fuerzas humanas, anuncian y, antes aún, testimonian su amor a Jesús, a menudohasta dar su vida, como ha acontecido también recientemente. ¡Qué espectáculo contemplanlos ojos del corazón! ¡Cuántos hermanos y hermanas consumen generosamente sus energíasen las avanzadillas del reino de Dios! Son obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas ylaicos, que nos representan a Cristo, lo muestran concretamente como Señor que no vinopara ser servido, sino para servir y dar su vida por amor al Padre y a los hermanos. A todosva mi aprecio y mi gratitud, así como un afectuoso estímulo a perseverar con confianza.¡Ánimo, hermanos y hermanas: Cristo está con vosotros!

Pero todo el pueblo de Dios debe colaborar con quienes trabajan en la vanguardia de lamisión "ad gentes", dando cada uno su contribución, como intuyeron y subrayaron muy bienlos fundadores de las Obras misionales pontificias: todos pueden y deben participar en laevangelización, incluso los niños, incluso los enfermos, incluso los pobres con su óbolo,como el de la viuda cuyo ejemplo señaló Jesús (cf. Lc 21, 1-4). La misión es obra de todo elpueblo de Dios, cada uno en la vocación a la que ha sido llamado por la Providencia.

5. Las palabras de Jesús sobre el servicio son también profecía de un nuevo estilo derelaciones que es preciso promover no sólo en la comunidad cristiana, sino también en lasociedad. No debemos perder nunca la esperanza de construir un mundo más fraterno. Lacompetencia sin reglas, el afán de dominio sobre los demás a cualquier precio, ladiscriminación realizada por algunos que se creen superiores a los demás y la búsquedadesenfrenada de la riqueza, están en la raíz de las injusticias, la violencia y las guerras.

Las palabras de Jesús se convierten, entonces, en una invitación a pedir por la paz. Lamisión es anuncio de Dios, que es Padre; de Jesús, que es nuestro hermano mayor; y delEspíritu, que es amor. La misión es colaboración, humilde pero apasionada, en el designiode Dios, que quiere una humanidad salvada y reconciliada. En la cumbre de la historia delhombre según Dios se halla un proyecto de comunión. Hacia ese proyecto debe llevar lamisión.

A la Reina de la paz, Reina de las misiones y Estrella de la evangelización le pedimos eldon de la paz. Invocamos su maternal protección sobre todos los que generosamentecolaboran en la difusión del nombre y del mensaje de Jesús. Que ella nos obtenga una fe tanviva y ardiente que haga resonar con fuerza renovada a los hombres de nuestro tiempo laproclamación de la verdad de Cristo, único Salvador del mundo.

Al final deseo recordar las palabras que pronuncié, hace veintidós años, en esta mismaplaza. "¡No tengáis miedo! Abrid las puertas a Cristo!".

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Vigésimo noveno domingo del Tiempo Ordinario

CEC 599-609: la muerte redentora de Cristo en el diseño de la salvación

CEC 520: la humillación de Cristo es para nosotros un modelo a imitar

CEC 467, 540, 1137: Cristo, el Sumo Sacerdote

"Jesús entregado según el preciso designio de Dios"

599 La muerte violenta de Jesús no fue fruto del azar en una desgraciada constelación decircunstancias. Pertenece al misterio del designio de Dios, como lo explica S. Pedro a losjudíos de Jerusalén ya en su primer discurso de Pentecostés: "fue entregado según eldeterminado designio y previo conocimiento de Dios" (Hch 2, 23). Este lenguaje bíblico nosignifica que los que han "entregado a Jesús" (Hch 3, 13) fuesen solamente ejecutorespasivos de un drama escrito de antemano por Dios.

600 Para Dios todos los momentos del tiempo están presentes en su actualidad. Por tantoestablece su designio eterno de "predestinación" incluyendo en él la respuesta libre de cadahombre a su gracia: "Sí, verdaderamente, se han reunido en esta ciudad contra tu santosiervo Jesús, que tú has ungido, Herodes y Poncio Pilato con las naciones gentiles y lospueblos de Israel (cf. Sal 2, 1-2), de tal suerte que ellos han cumplido todo lo que, en tupoder y tu sabiduría, habías predestinado" (Hch 4, 27-28). Dios ha permitido los actosnacidos de su ceguera (cf. Mt 26, 54; Jn 18, 36; 19, 11) para realizar su designio desalvación (cf. Hch 3, 17-18).

"Muerto por nuestros pecados según las Escrituras"

601 Este designio divino de salvación a través de la muerte del "Siervo, el Justo" (Is 53,11;cf. Hch 3, 14) había sido anunciado antes en la Escritura como un misterio de redenciónuniversal, es decir, de rescate que libera a los hombres de la esclavitud del pecado (cf. Is 53,11-12; Jn 8, 34-36). S. Pablo profesa en una confesión de fe que dice haber "recibido" (1Co 15, 3) que "Cristo ha muerto por nuestros pecados según las Escrituras" (ibidem: cf.también Hch 3, 18; 7, 52; 13, 29; 26, 22-23). La muerte redentora de Jesús cumple, enparticular, la profecía del Siervo doliente (cf. Is 53, 7-8 y Hch 8, 32-35). Jesús mismopresentó el sentido de su vida y de su muerte a la luz del Siervo doliente (cf. Mt 20, 28).Después de su Resurrección dio esta interpretación de las Escrituras a los discípulos deEmaús (cf. Lc 24, 25-27), luego a los propios apóstoles (cf. Lc 24, 44-45).

"Dios le hizo pecado por nosotros"

602 En consecuencia, S. Pedro pudo formular así la fe apostólica en el designio divino desalvación: "Habéis sido rescatados de la conducta necia heredada de vuestros padres, no conalgo caduco, oro o plata, sino con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sinmancilla, Cristo, predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos

tiempos a causa de vosotros" (1 P 1, 18-20). Los pecados de los hombres, consecuencia delpecado original, están sancionados con la muerte (cf. Rm 5, 12; 1 Co 15, 56). Al enviar a supropio Hijo en la condición de esclavo (cf. Flp 2, 7), la de una humanidad caída y destinadaa la muerte a causa del pecado (cf. Rm 8, 3), Dios "a quien no conoció pecado, le hizopecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él" (2 Co 5, 21).

603 Jesús no conoció la reprobación como si él mismo hubiese pecado (cf. Jn 8, 46). Pero,en el amor redentor que le unía siempre al Padre (cf. Jn 8, 29), nos asumió desde elalejamiento con relación a Dios por nuestro pecado hasta el punto de poder decir en nuestronombre en la cruz: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mc 15, 34; Sal22,2). Al haberle hecho así solidario con nosotros, pecadores, "Dios no perdonó ni a supropio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros" (Rm 8, 32) para que fuéramos"reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo" (Rm 5, 10).

Dios tiene la iniciativa del amor redentor universal

604 Al entregar a su Hijo por nuestros pecados, Dios manifiesta que su designio sobrenosotros es un designio de amor benevolente que precede a todo mérito por nuestra parte:"En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nosamó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados" (1 Jn 4, 10; cf. 4, 19)."La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, muriópor nosotros" (Rm 5, 8).

605 Jesús ha recordado al final de la parábola de la oveja perdida que este amor es sinexcepción: "De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierdauno de estos pequeños" (Mt 18, 14). Afirma "dar su vida en rescate por muchos" (Mt 20,28); este último término no es restrictivo: opone el conjunto de la humanidad a la únicapersona del Redentor que se entrega para salvarla (cf. Rm 5, 18-19). La Iglesia, siguiendo alos Apóstoles (cf. 2 Co 5, 15; 1 Jn 2, 2), enseña que Cristo ha muerto por todos los hombressin excepción: "no hay, ni hubo ni habrá hombre alguno por quien no haya padecido Cristo"(Cc Quiercy en el año 853: DS 624).

III CRISTO SE OFRECIO A SU PADRE POR NUESTROS PECADOS

Toda la vida de Cristo es ofrenda al Padre

606 El Hijo de Dios "bajado del cielo no para hacer su voluntad sino la del Padre que leha enviado" (Jn 6, 38), "al entrar en este mundo, dice: ... He aquí que vengo ... para hacer,oh Dios, tu voluntad ... En virtud de esta voluntad somos santificados, merced a la oblaciónde una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo" (Hb 10, 5-10). Desde el primer instantede su Encarnación el Hijo acepta el designio divino de salvación en su misión redentora:"Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra" (Jn 4, 34).El sacrificio de Jesús "por los pecados del mundo entero" (1 Jn 2, 2), es la expresión de sucomunión de amor con el Padre: "El Padre me ama porque doy mi vida" (Jn 10, 17). "Elmundo ha de saber que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado" (Jn 14,

31).

607 Este deseo de aceptar el designio de amor redentor de su Padre anima toda la vida deJesús (cf. Lc 12,50; 22, 15; Mt 16, 21-23) porque su Pasión redentora es la razón de ser desu Encarnación: "¡Padre líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto!" (Jn12, 27). "El cáliz que me ha dado el Padre ¿no lo voy a beber?" (Jn 18, 11). Y todavía en lacruz antes de que "todo esté cumplido" (Jn 19, 30), dice: "Tengo sed" (Jn 19, 28).

"El cordero que quita el pecado del mundo"

608 Juan Bautista, después de haber aceptado bautizarle en compañía de los pecadores (cf.Lc 3, 21; Mt 3, 14-15), vio y señaló a Jesús como el "Cordero de Dios que quita los pecadosdel mundo" (Jn 1, 29; cf. Jn 1, 36). Manifestó así que Jesús es a la vez el Siervo dolienteque se deja llevar en silencio al matadero (Is 53, 7; cf. Jr 11, 19) y carga con el pecado delas multitudes (cf. Is 53, 12) y el cordero pascual símbolo de la Redención de Israel cuandocelebró la primera Pascua (Ex 12, 3-14;cf. Jn 19, 36; 1 Co 5, 7). Toda la vida de Cristoexpresa su misión: "Servir y dar su vida en rescate por muchos" (Mc 10, 45).

Jesús acepta libremente el amor redentor del Padre

609 Jesús, al aceptar en su corazón humano el amor del Padre hacia los hombres, "losamó hasta el extremo" (Jn 13, 1) porque "Nadie tiene mayor amor que el que da su vida porsus amigos" (Jn 15, 13). Tanto en el sufrimiento como en la muerte, su humanidad se hizoel instrumento libre y perfecto de su amor divino que quiere la salvación de los hombres (cf.Hb 2, 10. 17-18; 4, 15; 5, 7-9). En efecto, aceptó libremente su pasión y su muerte por amora su Padre y a los hombres que el Padre quiere salvar: "Nadie me quita la vida; yo la doyvoluntariamente" (Jn 10, 18). De aquí la soberana libertad del Hijo de Dios cuando élmismo se encamina hacia la muerte (cf. Jn 18, 4-6; Mt 26, 53).

520 Toda su vida, Jesús se muestra como nuestro modelo (cf. Rm 15,5; Flp 2, 5): él es el"hombre perfecto" (GS 38) que nos invita a ser sus discípulos y a seguirle: con suanonadamiento, nos ha dado un ejemplo que imitar (cf. Jn 13, 15); con su oración atrae a laoración (cf. Lc 11, 1); con su pobreza, llama a aceptar libremente la privación y laspersecuciones (cf. Mt 5, 11-12).

467 Los monofisitas afirmaban que la naturaleza humana había dejado de existir como tal en Cristo al ser asumida por su persona divina de Hijo de Dios. Enfrentado a esta herejía, elcuarto concilio ecuménico, en Calcedonia, confesó en el año 451:

Siguiendo, pues, a los Santos Padres, enseñamos unánimemente que hay que confesara un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesucristo: perfecto en la divinidad, y perfecto en la

humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre compuesto de alma racional y cuerpo; consustancial con el Padre según la divinidad, y consustancial con nosotros según lahumanidad, `en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado' (Hb 4, 15); nacido delPadre antes de todos los siglos según la divinidad; y por nosotros y por nuestra salvación,nacido en los últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de Dios, según la humanidad.Se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas, sinconfusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningúnmodo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada unade las naturalezas y confluyen en un solo sujeto y en una sola persona (DS 301-302).

540 La tentación de Jesús manifiesta la manera que tiene de ser Mesías el Hijo de Dios,en oposición a la que le propone Satanás y a la que los hombres (cf Mt 16, 21-23) lequieren atribuir. Es por eso por lo que Cristo venció al Tentador a favor nuestro: "Pues notenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sinoprobado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado" (Hb 4, 15). La Iglesia se unetodos los años, durante los cuarenta días de Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto.

1137 El Apocalipsis de S. Juan, leído en la liturgia de la Iglesia, nos revela primeramenteque "un trono estaba erigido en el cielo y Uno sentado en el trono" (Ap 4,2): "el SeñorDios" (Is 6,1; cf Ez 1,26-28). Luego revela al Cordero, "inmolado y de pie" (Ap 5,6; cf Jn1,29): Cristo crucificado y resucitado, el único Sumo Sacerdote del santuario verdadero (cfHb 4,14-15; 10, 19-21; etc), el mismo "que ofrece y que es ofrecido, que da y que es dado"(Liturgia de San Juan Crisóstomo, Anáfora). Y por último, revela "el río de Vida que brotadel trono de Dios y del Cordero" (Ap 22,1), uno de los más bellos símbolos del EspírituSanto (cf Jn 4,10-14; Ap 21,6).

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InicioiNFO - Homilética.iveFunción de cada sección del Boletín¿Qué es el IVE, el porqué de este servicio de Homilética?

Función de cada sección del Boletín

Homilética se compone de 7 Secciones principales:

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como el Guion para la celebración de la Santa Misa.

Exégesis: presenta un análisis exegético del evangelio del domingo, tomado deespecialistas, licenciados, doctores en exégesis, así como en ocasiones de Papaso sacerdotes que se destacan por su análisis exegético del texto.

Santos Padres: esta sección busca proporcionar la interpretación de los Santos

Padres de la Iglesia, así como los sermones u escritos referentes al texto del

domingo propio del boletín de aquellos santos doctores de la Iglesia.

Aplicación: costa de sermones del domingo ya preparados para la predica, los

cuales pueden facilitar la ilación o alguna idea para que los sacerdotes puedan

aplicar en la predicación.

Ejemplos Predicables: es un recurso que permite al predicador introducir

alguna reflexión u ejemplo que le permite desarrollar algún aspecto del tema

propio de las lecturas del domingo analizado.

Directorio Homilético: es un resumen que busca dar los elementos que

ayudarían a realizar un enfoque adecuado del el evangelio y las lecturas del

domingo para poder brindar una predicación más uniforme, conforme al

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Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede en el 2014.

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¿Qué es el IVE, el porqué de este servicio de Homilética?El Instituto del Verbo Encarnado fue fundado el 25 de Marzo de 1984, en SanRafael, Mendoza, Argentina. El 8 de Mayo de 2004 fue aprobado como instituto devida religiosa de derecho Diocesano en Segni, Italia. Siendo su Fundador el SacerdoteCatólico Calos Miguel Buela. Nuestra familia religiosa tiene como carismala prolongación de la Encarnación del Verbo en todas las manifestaciones delhombre, y como fin específico la evangelización de la cultura; para mejor hacerloproporciona a los misioneros de la familia y a toda la Iglesia este servicio como unaherramienta eficaz enraizada y nutrida en las sagradas escrituras y en la perennetradición y magisterio de la única Iglesia fundada por Jesucristo, la Iglesia CatólicaApostólica Romana.

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