16- chakrabarty- historia de las minorías, pasados subalternos

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® 1 , " ¡ I ') 1) I Historias de las minorías, pasados subaltemos' k Cilú'¡loIimiy cf C\'IÍC!.';.:J Las reciente:; ciispW:i!s \' ?<::'>léQicas e . .'\ tOr;'\iJ a! concepto tocia\ia- provisional de la; occidentales han i!\'i\'ado con frecuencia las di;;cl..!Sioil.;5 ce las histotias de bs minorías. Coruo!'We Ji: escriture. la h2 en..-e4a- do cada vez. m¿s en la ;:si llanlada ,; de b identidad", deSDues de !a todas democracias se ha -el oroble:'l"! bcici.o e:; la historia de la Meión las de gnwos oe.xc'·;¿C'S. En la década de 1960, <:st .. lista "oc!uia 10$ nom- bres de grupD$ y --= ,:<:",.Ú ..:l.: ..:Qs, de dases trabajado:-".;;, .::o:wicto,;. je r:::..::¿:.?5. etcétera. Esto se conocÍó en los ü)mo !.! ¿GS-:::.¿abaio". Con - la presión ó,- m;\::'cres C:;:rt:;:.nc.::s per ;:: de Jos pasados, Ji:!. f1.!e .:...f¡o.:; setentc ocher:ta par¡¡ ¡nel:.:i: a le.- asi !.l2..t7l.::.dc: :f"Qi::-v E'.:""":cos, <l 10$ 21.:e- :; biCis mdígen.ls. a los m.'lC's, c. ios: !e-:; \. .:: ¡ils - - "( La expresión ··hist"rias cie las: ha por re-- mitir 2 en CI.:·;O .nC' ... le? .::. dtmQc.iticil (C'::1.c-atico las exclusione;....:.:. omisiones de las m r.atins .:e L:: '.2.CÓ:'.. Como rest.!l· t;l o, lOS Ú timo,; diez ,úios ¡e:;¡igú ce t.:.."1 ;;oreC::tiento, casi u¡¡ culto al en q1.!e ;! !.:= ::istoria O;!::! ;;o- rIl¿morlJ. relatos .:d ;;asaJo ':e-lz :- . ,:;i"ic:i!:':::; o , c'n "".:;i6' .., r::: ,:;' : ::--" el. ,.. ,. ¡, 19<;$. ;:,,,. :;. 29. .,! (.ir. C'" .: _. -':: .. ,.l :.- ': c:o,,";e le,t" ::-:. J,,' f; .• =.::;:::.:...- . ..;;.:- .-

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Page 1: 16- Chakrabarty- Historia de las minorías, pasados subalternos

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1) I

Historias de las minorías, pasados subaltemos'

k Dip~sn Cilú'¡loIimiy Un;vers;~{ cf C\'IÍC!.';.:J

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Las reciente:; ciispW:i!s \' ?<::'>léQicas e . .'\ tOr;'\iJ a! concepto tocia\ia­provisional de ~ulti.::u.lh.traü;;mÓ}.;n la; ¿e..-::~-a~ occidentales han i!\'i\'ado con frecuencia las di;;cl..!Sioil.;5 ¿~ ce las histotias de bs minorías. Coruo!'We Ji: escriture. ¿~ la ~':':t0::;!'3e h2 en..-e4a­do cada vez. m¿s en la ;:si llanlada ··;:-d.!<::~ ,; ~:oCL!cción de b identidad", deSDues de !a 3':~"ln¿¿¡ G~~:;: ;q~-:~, ~"'\ todas ~a¿. democracias se ha olant~¡;,do -el oroble:'l"! Ó~ bcici.o e:; la historia de la Meión las de gnwos ar.terio~me.~¡: oe.xc'·;¿C'S.

En la década de 1960, <:st .. lista S·"·,:cr~!.Z: .e.""1,~<! "oc!uia 10$ nom­bres de grupD$ y d;¡,~..:la·,es sub";:i:i"i,~". --= ,:<:",.Ú ..:l.: "-'>:~­..:Qs, de dases trabajado:-".;;, d~ .::o:wicto,;. je r:::..::¿:.?5. etcétera. Esto se conocÍó en los ~r\~ $~:':;~ ü)mo !.! '."'~¡~~,;,;: ¿GS-:::.¿abaio". Con -la presión ó,- m;\::'cres C:;:rt:;:.nc.::s per ;:: -.:e:;:.xz~;·~ació~ de Jos pasados, Ji:!. 1¡5·~<l f1.!e inc:¿:m~!1t~nGOx ":1l~:!:::e ~cs .:...f¡o.:; setentc ~. ocher:ta par¡¡ ¡nel:.:i: a le.- asi !.l2..t7l.::.dc: :f"Qi::-v E'.:""":cos, <l 10$ 21.:e- :; biCis mdígen.ls. a los m.'lC's, c. ios: :!nC:!::·~. ~ !e-:; r.=-mo5ex~c:les: \ . .:: ¡ils tesclhn~S'.· - -

"( La expresión ··hist"rias cie las: m.:...-:.~':a.;;~ ha 2~badl) por re--mitir 2 toao~ ~sos p3.sado~ en CI.:·;O .nC' ... o~ le? .::. :::;:tt';líaor~ ,~r; ~_p~!.~ecti\·~ dtmQc.iticil h~n (C'::1.c-atico las exclusione;....:.:. omisiones de las rin.:~¡:::.les m r.atins .:e L:: '.2.CÓ:'.. Como rest.!l· t;l o, lOS Ú timo,; diez ,úios 50r~ ¡e:;¡igú ce t.:.."1 ;;oreC::tiento, casi u¡¡ culto al plurilli~;rHCl, en ::5:..:r:tC~ q1.!e C·=::::!~.:7:~:1 ;! !.:= ::istoria O;!::! ;;o­

rIl¿morlJ. Lo~ relatos .:d ;;asaJo ':e-lz :-. ..'.~~\.;'" ,:;i"ic:i!:':::; o consag~.!·

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29. ,\srJc,'c~m,,~ .,! (.ir. C'" .: _. lr'~' -':: ~:::".-.. ;:.'.::¡~ ~ :!~~ ,.l :.-.~'~:,::~r. ': ;,,=::~~. c:o,,";e ~~(C le,t" ::-:. J,,' f;

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... ~.".:-/; .. ': "';'~;.. .. ... ::::.

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88! Dipesh crukrabarty

~o~ oficialmente, han sido cuestionados en muchos patses Dor los aC!Iens(~í<:s d:, ¡as histOria~ de las minorías. las crítkas p;stm2;" de;nas de las parid narratrves" se han u~ado como arsumentos en e~ proceso para sostener 'lUf' la had~ puede tener e:::clusi. "am¡<!!lC:!. una ~arrati\'a ~standarizadá;-que la naciÓn siempre es un ~_-: res~ tilQ'J ront!!13ento Oe ... ",<;bn "trauativas enfrentadas. t2s his­tonas de las mi~Orí3s expresan, en parte, la lucha pOr la inciusión y [,a r!!!,:-e5!'ntaclón qt.:e Son caractetisticas de las democradas lib~ r:.lIPS ':' '!!Fr!!:,en~:l~:~'ilS.l

• _, Si se ::O!1Sjd~ran de esta ma!'lera, "Ids historias de las mino­.las· son de oposici6n cOIsi clesde el pr:"''1C;pio ce su .;a.rcr" c1.iando ,-,{'>n excll.lid,¡¡!' de las i;a,'ra:iy ••. .:; h;~¡,;ri,,,;,~ d.om..i!!tL'1.,e~. Ta!~ c:or.tc '''''::1('\ .. st~n "d~nt ....... I .. ', . .• . •

, . • '"'. o:: 'v ,.<1 pos;;::,..:..;, '..It: UpU:'I'-!UII O!¡'liu·f:!ce como si se VOI~:It::a rea~ndar¡~~ (osu prolop.ge.cióll podría ve,secomo un~i~. no Oe mgratltud o ht!sta d~ mai ··~usto). Iniciadas como un;:¡ forma de 00 ... ¡ "h o

_ ;. aSIC¡~n, as jstori~s de 11Is mincrí.:!s" pueden s.u ejemplos an~ol?OS C~!~ "buena histOria". C)mo dice Eric Hob:;1:>awm ~n un ' "-tlC"HO reclf;-¡',.· .. ' ¡. . . . :' '.. • • :-: ••• 1<1 ma a rustona no es una historia inof-i!!lsiva._ .~: ?0~:grc:~~".- Las ··bue~~~ hist.orias", por otro ladC!, tien~!l por •.. _bec. arnphar nuestra ~'¡Slon y nacer que el asunto re!atj\·o iI la h!s.ona s·~<: I":!prcscntctivo de la sodeda¿ en su CdC"ljunto. UI"IO ?uede "';~f':. r:-!"~g'..!¡-:~z.:;;, l~gitij¡"¡amente' [oucduldanas soore quien tiene ...:.. ~.u.o.laao.pa:il oeiu'üc <Jué es lo!! "buena" historia ° gue relaciones ~ ~e. fodery oe saber están contenidas en esas definiciones, pero CI~J,",mosli'ls de !."\.1o, Dor ei rnOlllcmo. .

La trans¡OI"m1l~ión.:le lils historias de las minoria:;, conside~ .adas antes como de·QpoSición, el"! "buenas" historias iJusle .. !a for­

~~~ l:a ~ .... ~~ (~D~r_~._~! .lne~a~~i_s.I!1~. ~e..i~~crpor~~~n,.e~.~¡~ .. ~t~~~J~~ rna~ h_l.S •. ~r~~.:. El ~roceso de fOtC"laclOn del (anon !Ul los progra­, • de es.n.:.olOs históricos en las uni ... ·ersidades. ang!o-americanas

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es distinto del que se lleva a cabo en los cieparta.rn~tos de literatu­ra y de lengua inglesa.·

La historia es una materia que se preocupa principaLrnente F'v,!::¡ f:::.bric~ción de narrativas. La cerriente principal del discur­so histórico pue e a sorber cualquier relato del. pasado y enri­qa&erla cuando dos preguntas se responden afir!ruÜ:i:vamenle;.J.!..a historia es relatada o constndda? y ¿~te el rcl2to \U\ punto de vista o Dosidón racionalmente justilicable óesóe2 cual S-2 cuente? La ?~era pregunr;:¡,5a de fubriO:1\!"lL'lreiatO.es jo que ha t:'lIri{;Il~ ciclo.<l la disciplina desde hace mucho tiempo y ru: puesto a prueba la habilidad de los historiadores Dar;::;cr i.'"¡"\a'~L-:a::h·os ',' c:-r:ath-o:;, - : . ~-

t.';:1.!';:> e:-:~"!J investig<lC:ór. ccm~ er:.~~~ ~~o;~j!~!'...a.'""!"<'t'V¡¡!-.';~ i'e escio!:'O j,;¡s historias de los gru o:; o rllnio.(k: !CÚULU:>t: ... un:-­~·"1.l\'e ' a t,~ un grupo o clase que no ll¡¡; c::.~Jaao sus prc;· Ola.~ fUentes? EStos cuestionarn¡ento;,son {os que. a menudo, eS~I­mujan innO"r.lciones en las practic?.5 de los hi.stO..-'.<2dores.

. Tambien tiene importai1cia fWld'amenlal el hecho de que la 2..) posición ¿el <H.l ... tor sea justificable i?0: I:I~dio de ji:. ¡;¡;z.6,n. ~! ~eja¡o

cc[-.e ~f)r a,eolaole en un marco denmdo de cOffip"€ruaon a" "'lue­llo en]{' ("'Jili ,esiáLda la plausibilidad. La pos~dón del ?uto: pUf­.::le reaejar l!na ideología, una elec(ión morel, !L."1e:illosoHa politica, per:.) iil~ ;:¡ltem<:ti\'a$ aqui no son iH.'Tlitadas. La n:: .. lTativa de un lo-­ca no es historia. Ni tampoco una simple ocurrencia personal o arbitruia -algo b<lsado en el p~lro gtlsto-- pt:=ce proparcion.~r. no~ ?rjr .. ::l?io:. r¡¡~ic,na!'lS acept;¡b·!:!s P;)l"G la n.=.,,?oón (quizá P'>­dna ser 'lH relato Eterar:o pero no co:no historia;. La in~·ersiÓn":e cierto tipo de racionalidad en una compré.11,Sióil ce lo "real" sigrj­fic~ qu sé.x"crúSió""ñeSQiIT.iñTs:Oi-ia;ae""Gt!15qli..'\i,·so!i.. e..'l Ulti-mo térrru."'\, "~o' .Ogll:_

rezco 05 elemp OS para mostrar qUE'. 5\ La medida en que <!stds dos preguntas ¿Euede scr relatada la ti.:-""toria? Yg'-!nniie una posición racionillmente justificeble p.n la .... ·:ca v 'oli desde la C'...la se relate 11 historia? se respondan 2..o·": .. :n:.ati\·¡unente, la dl$...."'1puna no tiene problem?os serios para incorpc,~o in.-:luso \·01-ver central F.a.r.! elia lo Que una ,'ez ~\'o una p($ici6n mugi.,:a1 o minoritaria .. El p!"~so es aqud c<?"la his,,:;!:.E. ~ritánica marxis­ta./soG;i-de.-nocrá· .. o de la así HamiOc.a "his!OC:e desóe ab:.j9".

, A."1¡¡lic~rnQS los resultado5 prcp¡óados po; la j.n.corporaci6n ¿e lo;; pasad~s ¿e grupos de m~yo:ias sccunc!2.::.:.:; tal~;; co~o h-s clases trabajadoras y las mujercs. en el discu~ de la historia. la

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~ I DipeshOaknbirty

historia )"a no ha sido la misma desde que un Thompson o un Hobsbawm tomaron su pluma para hacer que las clases trabajado­ras aparecieran como los actores centrales en la sociedad, o desde d :n{,:n~to en que las historiadoras femin.lst"ols nos hicieron des­c;.1brir la importancia fundamentill de las relaciones de género y d~ las contribuciones de las mujeres a los procesos sociales. Así. la p-egunta desi esa incorporación cambia o no la naturaleza misma de! ci!sCu.rso.,i>istó:ico so responde sendllaml!':1.te: "por supuesto que la cambia .... Perola respuesta a la pregunta: ¿esa incorporación

-"ll~vó a la disciplina a una cierta clase de crisis? tendría que ser: No. Relatar la historia de un grupo que hasta ¿hora no se .h=bía estu­diado; resolver los problemas para C!'l'.! di,:h? !'"·arr?!i~:". -r".rti­cuJarmente bajo circunstancias en las cuales no existen ios archi­vos aC05tumbrados- es como la disciplina de la historia puede renon • .rse v sos¡ene!"se a sí misma.

Esta i'nch.¡::;ión apela alSentido de democrada que impe!e a la di.sclp!ina haáa afuera de su centro.l:s.tas dos condiciones de la es­CrihL<l. de la his:oria se hallan'en'la t,ádición de 13 "historia de:;;de aba!o ... · Jos rda[Qs se contaba..., !;¡iempl~ y cuando se fuer" creativo en 12. i,-westig:adón y ciesd~ una perspectiva (Uberal o marxisti!) rador.¡¡lmente ji..¿ tiñcable en la vida pública ..

En la dlsCU3ión acerca del postmodemisrno, en eIlibre Td!;n} tIte Tr:d¡ abcuf HiSTcr J se h.¡ comentado la idea de: ve la .. natrac­\'as histonci!.srequieren una invets¡ r. mínima de r¡;ciOlmlidad. El tema al:! 1;; lilac16n entre las historias de IZos minorii!s v la democ-a-

_ de. de la postguerra es el eje central de dicho' libro, ;uyas autoras son tres de las principales historiadoras femini!;!as de Estados Unirles. En la medida en que las autoras reconocen erpostrr,oder­nismo como algo que permite' narrabvas fflOltJp!l'S la posibili­dad de muchas narrativas y múltiples [ermas ~:e crearlas acep­tan, de buen grado, la influencia de esta corriente y, así, ellas mismas se alinean en la caU,.<:a democrática de las hi!.~ori:)s de las minoríAS. Pero, el librO regist:a un mayor grado de confusión .:uando halla a:-gUl'71efltos que, l'n efecto, .ltilizan la idea de la 'l".ultipLicidad de narrati\':!s para cuestionar cualquier idea de verdad o de lo~ !le­:hos e:l. si. Aqui se C'Je,;dona la idea de ¡Ina posü:ión racionalrnen-

.' lo~''::,' .~.:,p!~y. Lynn 1-:,-'1'~' .\-flr¡;a",' J~cob. T.llj"S II'e Tm;!, nÚ<J"¡ H,¡t~l'II, N1,!.!,,-a '·ork. l':. 1\'. :-':o.:on " (..>mpMI;'. J99~. En II$pa:\ol: Ln ¡'Crrl~d ¡OOn: I~ I':;ill>r..:. :ro ~ar L-.;;s ~,lolLn.J. S .• B.!..-:"Iona. Andrés Bello, B~rce¡ona. 1';19-1.

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HisloriDs dt fos minonas, ~ y .. ixlltent05 /91

te justificable en la vida publica, desde la cua.! se conábe incluso una narrativa de voces múltiples. •

Si la5 "historias de las minorías" llegan al extremo de cues­tionar la idea misma del hecho o de la evidenci.a, en!'Onces, las au­toras preguntan, ¿cómo podría hallarse la fooma ce emitir juicios relacionados con demandas que se contraponen enla vida públi­ca? ; La ausencia de un cierto acuerdo m.inimo eni::'e lo c¡ue consti­t-"y¡ un hecho r una e~,idencia no fragmentaría;:le llIanera seria los poderes en Estados Unidos y <1.0 perjudic.cLrL;, ;,imult;i.,,¿a..-n<:.,­te, la capacidad de la nación para funcionar co=.o un todo? De :;¡qui que las autoras re,:omiende". U!la ió .. a p.-ag;:¡l.!.GCJ. .le:" ,'u~~­des factibles"', basadas en el entendimiento radc:·~ ':OffipartidO

de los hechos v la e\'idencia histórica. Para qué una nación funcion!" de ma..'1era efectiva, incluso

cuando se abstime de reivindicar una gT!m.i '~17¡:,."i;;:e superior y sob~ebarclC\ora. estas verdadesdebe.n S05\e .. !1er::.--e ~e. que los gru­pos ~ instituciones puédan emitir juicios cce,C2 .:.! .elatos!inter: prelaciones contradictorias. :\-(uchos hi.;tNiaóo¡-,s, indepe.'1di~,­temen!e de sus amarres ideológicos, muestran \.1.0, ':O;1Senso not.,r;le de opinión cua.r¡dó se trata ,:i: defender los ,i.""!C"..lios metodológi­cos de la historia con un derto entenciim.ien:o de la racionalidad, El recie¡"Jte !ibro de Georg Igg!:!!S sobre la hi.stori~..iia del siglo x.."\ enfatiza la inversión de la disciplina en la "l"I!co:2l,i¿ad":

Pete: No\"kk, en mi opinión, ha a!irmado ce~-~,.\':'".e!",~~ que la et-­j~tiddad es inalcanzable en la tusto:i!;a lo -2..-..!O:OC:-.le puede aspi= el h:.'toriacor es a la plausibilidad. Pe.."'O J¡ Flat:S0ilidad no esta o~ vlantente en I~ invención arbitraria ce Ul1 re2:O h:'3:ÓriCO, sino C!l:e entraña estr~tegias racilmale:: para dtter:ru..'1Z' :;-.:11 ;1!:;ulta de hecho

piausíb1c ... •

Hobsbawm hace e<:0 de sentimie..,tO$ no en::: Ci5tintos a aql.!l:"­Uos expresados por Appleby y sus colegas:

U m.oda ce lo que (al meno~: en ei &cu~ i!aée:::uco anglosajó;¡} se cono.::e con el impreciso térmi."'..:' ce ~jX'S~.OÓ . ..usm.OH dor.-.:.-

'(f. G. IS'S~". /--ii.lar;o<;r=p!,y;" /i:t j:;""j;;:=: C-:;~r~' _=-_'" ~=-'"'l-,~'f.c Ob~:r-:;::·:; !I~ Posrn".,im' C':¡¡I/e/lS" H~no\'c¡ r Landre;. ·,\'~i~ya.:l _'~_~.'~_:~;:y Pres" l~,.?_ 1.;3. El .~b~~·adD uta añadido_

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9?'1 Dipesh Chakrabarty

Cléldamente no ha ganado lanto terreno entre los historiadores como entre los teóricos literarioJ y culturales y entre ios antropólogos sO<­ciales. incluso en Est~dos Unidos. o., (el "pOSti;\odernismoH1 arroja d'.ldas sobre 12. distinción entre el hecho y la fiCción,!2. rcalidadob­jetiva y el discurso conceptual. Es profundame...'1re relativis~.5

Lo que estos historiadOres cOClSideran COmo una resistencia postmoderm: a la idea de [3 c!.lidad del hecho en sí no satisface _ ..• -:.., r--.:'-'~- .... " .... :._ 1:.1,.l ___ ,,: . -.......,::..~. '_o, .¡-~ ___ . __ ~ .. _._~., .... " r_~.~ •. :l, .... _~ :-- __ .:. _"'\carporar ..,,~= narra"v<'lS a la disóplina de la historia.

," •• ,....1 __ ••• ... ". .!_~.,... .• ., ,H'", Y un' o' ~" ...... , e., , .... "'. s,v, l~¡¡¡"g, ... l/U.." .-.<iQU l. n es .•• or~ .. e para .:io:n'(b~ral '~Ue jas doS Dre9.:'1;:'otas ae",!"":"! de la creacióo de 1as narra­t:'.':!s h:~t¿ri.as y s~<S ,clc.c~onc:; con 1:: vida pública Son a:tm pert:­nentes. Mientras se cumplan las dos condiciones, las "historias de las minorías" pueden. modificar el discurso de la discipüna sin lle­\'" a la pr¡ü:dca ningún principio de la revolución permanmte. L,s "llist<?rias de las minorías", si, se incorporan de manera exitosa, ;,:;1'. rnmo los r~\'oLucionario~ de ayer, se convierten en los caballe­ros de ¡-,~v. Su éx;to a.-uda a hacer rutinaria la innovación.

N,) obstante, el debate ~I\ torno a las "historias Jo: las mino.­rías" pennite otra interpretación deL término ~'minoría':"'\.linQ!i:. y mavo;ia n., soQ, después de todo, eIlJiaades m\lulales, 3011 COfIS­tr:u~ciones, Los :;ignificados comunes delas paLabras "mayoría~ y '-;~\lnQ?¡a' son estadisticQ~, Pero los campos semanticos de las pa­labra~ contienen otra ide~: ladeseruna figura "menor" o "mayor" e ..... uro ,:ontl::xto determinado, Roe ejemplo: los eurQoeos J-..:;:blando :mmérici\mente, son una min6ría si se cOnsider3 ei tot;¡ de la hu­manidaci ho~; }' lo han sido por ro ucho tiempo; Si.!1 embc:rgo, en el siglc XIX, su colon~a¡¡smo f',taba basado en ..:icrtes ideas 2.cerca de ser "mayo." o "rnenor": la idea de que sus hi!.torias eran las c¡u<:! contenian la mayoría de instanci2.s de ¡10rmaS il las que ct:a!(],uier otra sociedad humana debía aspirar o que, comp2.rados con ellos, los otros toca vía eran los "rr,'!:nores", de 'luienes ellos, los "adul­tos" del mundo, te.,'1Ían que encargarse, De esto:¡ manera, 12. ':entaja numérica por si misma no es un garante dE' un estatuto rr.2.yor I

1 mayoritario" En oc~siones, Se puede ser un gft;.i:'O más: n~so ~ que el ciC)min~e. pero 12. histona oe Uño poclria ser calific<loa, ta­I daV'lá como una "h'storía menor/minorituif.

1 ~ nobsl>awm, cp, CI!., p, ~71,

, O,"

":~fis¡orifJs de ~ mirwrias, pasmios subalternos I 93

El problema de las '''historias de las'ItÜnOrias" lleva a la in­terrogante de qué puede entenderse por, ~menor/m.inoría" de al­gunos pasados particulares; par las construcciones y experiencias del pasado que aún tienen una posición "m.c..orN

, en el senEdo de 'que su misma incorporación en las [!arrativas·históricas las Con­vierte en pasados "de menor importaDciaN .frente" a la compren­sión dominante de lo que constituye el hechd y la evidencia (y por lo tanto frente al mismo principio de racionalidad subyacente) en !'¡:"''''' ¡¡,ti,'!",~" la histQrí~ urofeo:;inro31. Uid\os casados "rne,.''\Ores" sonLesas experiencias del p~doa las ,!ue !';iemprede~e as:gnárseles ~:; F~~o::i'-'!'!. H;nf.:orio:-or" r, ,,!",.r~;fl:oI" (,llando"se ti:adl;lcen z.lle.'1· M:1.!~je J¿ !ili'.':·r'i':dOi, es de;:;;, .:'.:a:ldo se tras~d2.n :al mU!"ldc fe· nnmerÍico aue habita el histOriador ----como his'terfador a historia­dora, de ac~erdo con su capacidaq. profesional estos '500 pa·sados. que son tratados por el agente histórico. para utilizar la expresión ~ de Kant en Sl¡ C!L'<a)'0 "'vl/hat is Enlighten:nent?"', como instancias de , "~adu_r:z"',f?as2.d~!.9.~.!..~,2.E·~C!.s_.e.~·parilfl Q\.E!~Jª.9~m~_9~~fa ) ro parJ las priictic2s c~u2!4~.n.a"s_ªLn9,e~t~..:: basa.E..~s~e-,!\eIAf!,sl:?Jie:- ' Su.;. de larazón en la vi.dil.pú.olica,6 -~jenn\e Hamar a estas histori3S pasados subordinados 0_'

"subalterno:; .... Están.mélrginad05 no porque alguien consciente­ment>! ir,rente ffi.irginarlos, ,iino porque represeot.m momentos o punto'" en los '1ue <!l mismC) archivo, ese que e~r¡;'3 el historiador de un grupo (mubinado) p~ra ·pod'!r relacionu la historia de ese grupo con una narrativa mas ampli? (de cli!~e, o .::ie nación entre otras), ciesarroll~ un grado de in:ratzbilida.::i con respecto a los GO· ¡eavos mismos de Id historia profesiorul. En o:::ras palabras, éstos 'l

L sen ?'1S¿~0S .que re:.¡s.t~~~ ~,i~to~i~,,:~ó,~._;¡l"" ~~~9.::e debe t:-~~er \ mome"tos en 1¡:¡-investig<!oófI etnograií.::a que se. r<'-.Sisten al queha- J cer de la et:i1ogrúia,;

Ll"5 "paSG.cios subaltemos ", en el sentido qUE ~'o le doy al tér·

\

rr.ino, no pertenecen exclusivamente <! grupos $OCialmente subor­JinadC'$ o subclter:1C1S, n¡ tampoco sólo a id~tidades de "mino­rias .... Los grupos de élite y dominantes tambié!1 pueden tenel

6

'L':Im~CI"t!! K.\CI\, - .l.n <mSwer !.¡ lile <¡uestion: ....,h2t;5 e:-~!;hte;:m~,~t? ... \7&1 e..'1 l .... m~n..,eJ Kant, Pc""'~,,~1 pf!.;ct ~II; O~I:cr E,;:¡o;, Ir, Ted n:::moiuey, J"di""ap<>¡¡~, hackett i'ubliihir • .; C:,,"p=y In,., 191:>;, pp. 4;"-:6. ' 'UM dl:;;taci":''l :,~>tJ cter!o pu.'1to similu -;'"" al¡;u('.~~ t;;iil':t!'lcIJS- ,e nJce en C'"JI'! ¡>,~l:.ash. ~S,~:'~ile"., st",¿:~~ JS t>ostc"lo,,,al ':riti¿~-, ,"oM~"'M n¡.tc·";cal k:'iO::". ::!:deme-<e C~ l~-t,

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9-4 ! bipesh OIakrabarty

mentOdesdeiíIíaihStáñb.~~.,~p~arti~'CU~l~"~d~e~l~O~S~~~~~~~~~ ~ ejemplo prmiene de Subalttm. SWdies, el grupo con el que estoy asociado, y de un ensayo del fundador del grupo, Ranajit ,~. Desde el momento en que Guha y el grupo han sido mis maestros en muchos sentidos, ofrezco mis observaciones no con un esPíritu hostil de criticasmo con un espíritu de autoexamen; mi objetivo es entender qué r...ao::e la "historizaci6n" del pasado y que nO hace. Con esta -adnrtencia, permítarune ahora citar aig1.ill ejemplo.

_ S-ubaltenr. Studies...(. corno es bien sabido, es una serie de publi-caciones-sobre la historia de la lmÜ", q'le se !Iudó bajo ia dirección editorial general de Ranajit G lh.'l, .'1 prinl"ipioc- nI' 1.'1 rlk.:'lrlll rle NRO, Su objetivo expücito era Ülscribir a las ciases subalternas en la ¡lis­toria del nacionalismo y de la nación y combatir cualquier clase de sesgo elitista en la escritura de la historia. Hacer de los subalternos el sujeto sobe:rano de la historia, colocarlos como agentes en el pro­ceso de la historia, e..<:cuchar sus voces, retomar sus experiencias y reflexiones (y no sólo sus circunstancias materiales) de una mane­ra seria ..:stas eran los objetivos que, de manera deliberada y pú­büca, nos habíamos i..'llpuesto a nosotros mismos, Las ambiciones ¡nt",l~cti.1al7'S originales y el deseo de llevarlas a caho eran oolíti­cos, en el sentido de que estaban relacionados con la interPreta. ci¿n moderna de la \'ida pública de~ocrática; no necesariamente proveruan de las vidas de las clases subalternas mismas. aunque '¿Ilo de nuestros objeth'os, como en la tradiCión británica de la "Iús-=­

.toria aesde abajan, efa fincar nuestra propio ser político v nuestras L.'1StltuclOnes e!!)a historia, Pero, al mirar hacia atrás, veo el pro­blema de la:;. "pasaoos suba!temos" acosando la em resa de los _ ¡¡ a en! t; ... ics desde el inicio: de ha"ho podría argumentarg <q.ut

Lo I~ que diferencia al proyecto de los SlIbaltern Studies de las viejas

," tradiciones ce la "hIstoria desde abajo" es la concie'1cia autocritica

~eI problema~ en los escritos de los historiadores asociados con este grupo.

Explicaré esto con la ayuda del brillante ensayo de Ranajit Guha, Cjue ha sido justamente celebrado: "The Prose oE Counter-

o- lnsurgenc.,::", publicado en uno de los primeros volúmenes Oe ~!lbaltan S::.die~ \' considerado ~lmente como un clásico del género. ~{e ~arece que cierta,p6raduji'l)pennea en el ejercicio mis­mo qUt! Gu. .. .':. em¡ne:1de en esre-eosa.yt>, como resultado del inteñ-

1

to del historiador de llevar las historias de las cla..o::es subalternas a la corriente principat--d.eh:iisctrtWdl:!1a Il15totia ae la ku;l,j. La pa­radoja consiste en esto. El objetivo principal del ensayo de Guha es utilizar la rebelión 5mtg1 de 1855 para hacer de 12 conciencia de la insurgencia campesina el sostén más importanre de la narrativa de la rebelión, Las palabras que utiliza Guha capru..Gll el espíritu de los primeros volúmenes de SI/Emltern Studies:

Con todo, esta conciencia (la candencia dt los =pesinos rebel­des) parece haber rea.bido ::-:.:}" ?C::l ¡¡~-=6::: z:-: 2 !:teratllra sob~ el tema, La historiografía se ha conformado con ;::--atar al can?esmo rebelde me!'ame,!'\t" '::vIrlO une. yC~ ... ,;:; .:=.;::..-:= '-' :=:::::::0 :¡:;¡ rr. '-'::::­bro de una clase, p<;?ro no como una enocad C'w:"t. '''o:unrao}' ruó:: constituyó,la praxis ¿enorninada re~li6~,_ b =-surg"nda es vl.<.G COO\O externa a la concienda el campesino y la úusa aparece como un fantasma qUe sustituye a la lUt6ri, 11 log¡ci l!e es.a condenda. ~

'La frase critica aquí es "la lógica d", esa conciencia", la C!.la!·~ marca la distancia que ha de tomar GlLlta, como historiador, dei --­objeto de su estudio que es esta conciencia misrr..a... _.iJ seguir la h!5~ tona de h rebeliónSantal de 1855 -los SGnrales, 1..:.1' s-rupo "tribaj" que h<:!bit:! extensas zonas de laque ho~'es Ben~a y Bi..l,ar Guha, de m2n.:ra no sorprendente, se halia aiirmacior:es~ci·e1""-n. ... ,,,-­cS"Tlpesi..,O$ que explican la rebelión en términ sobrenaturai€j" cC'ffiouna('to e\'aaoaca oa annas e ICS_ a Uf".

Cuna mismo dirige nuestra atención hacia la e\'1¿encia '.' subr¡wa lo importante que era esta interpretación pa~ ¡os ;ebeJd~,.--\1 citar las afirmaciones hechas por los lideres de la rebelión. Sic!hu y Kanu, a Jos interrogadores militares en las q'.Je expi;C"'a!l sus propias acciones como derivadas de instrucciont!S que ~.abjan recibido ce su dios (1 hakur), quien también les hitHa asegu,;-ado que las baJ"~ ~as DO harían ningún daño a los rebeldes ce\'otos, Guha ti<:-ne mucho cuidado en e\'itar cualquier !~hlra ~~ental o elitis:3 ce estas afirmaciones, Él escribe:

Ésto:> no eran pronunciamientos p~bli;:os coCo 2 ;ntención de i::1-presionar i\ sus seguidores .. , estas eran le¡ paL:..~ de cauti\'os j..:;-

; :..majit Gu.-"¡¡, -ñ.e prose ef counter·insu~5~"C\'~, en :;.;..-... :ir Guha y G.J.~·~"" C"...Ú.r.I \'Or!\' :=:?ivak (eds_¡, SdecJed Sub~!Jern 5 • ...i:t;, :\:.lev .. ';~:--;';' O>;ford Uruve:-!',:--.' ~s,l"$.S, ;:,p_ 016·017.

,,--;-i;.

- -'-

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_ 96 1_ Dipesh Chakrabarty

to antes de su ejecución. Dirigidas a interrogadores hostiles en cam­¡x:s militares, no podian ser de gran utilidad como propaganda. ~rom!nciadas por hombres de una tribu que, segUn todas las ver­siones, no habían aprendido todavía a mentir, estas palabras repre­sentaban la verdad y nada más que la verdad pa~a aquellos que ¡as pronunciaron.9

!;n el análbis de Guha está latente un problema inherente al proyecto Suooltl!Tn Sturlil!s que es palpable aquí. Su fras," "i(igic='\ d~

I ·.:na cQr.den('i~" (") ~u idea d::!:J.r::" '.'~ • .:!acl que I1'S sólo "verdad para a.9.~ellos que las pronuncia~(ln (las palabras)" son actos, corno he .~~S"lln. 'l'l" ~1.Ü~~~':.= tc:nar ur.a "!L,,,~i1ncia crítica de lo que ~J .trata ~e ~:-;t.::;¡d¿r. S, ::.~ an::liin en .un sentido iite!'al. la afirmodón d.,!

{

::a.m?~stno rebelde muestra al s:.:balterno rechazando su pa('l~! d-e . a~en((', o su capacidad de ser sujeto en la acción, "Yo me re"belé",

,,~te, pórq~e j hakur hizo su apariciÓn y me dijo que ID'" rebele-

I td ,~~mo la n:pCort~ el c~criba coioni.l!: "¡(aooo y S~doo Manjee ~ ('5,a~ !ucnando, ,el Th,¡¡coor es el que lucnarj", Según sus pro-pias p<!.;aoras, el suoalterno no es n.xes"riame:1te el suieto de su his,toria, pero e;¡ la de los SlIbr.llcrn SllIdies o el"! cuakluie'r otra his­~onil con una perspectiva democrática, sí lo es~ ¿Qué sjgniflca en­¡Q!,\ces cuando ambos tomamos lo~untos de vista rlei 511b;>!~'!r.1'.)

\

c~n Seriedad =éste le adscribe la aman de la rebelión a alg>Jn dlos- y nosotros queremos conferirle a su acción, o a su (a02:(j­da,a a.e ser sOleto en su propl,l Historia, un estc:tuto que la afi:ma-CiO!! c:elsubalterno mismo niega?~· .

. L~ estrategiadeGuha, par3 t;atar.es dilem se desarro~~ de la s:?UI~nte manera, Su pnmera ¡ugaca, en ~ tra de la his.orio-gr<U-iaJjberal o marxista, eS resistir los análisis ue erciben a la

iyrCltglon Slmph?men e como a ex resión,no racional de un!l.e(lti­, a no re.l'Z,losa, secu ar y racional, va sea una rel1!.d.ó,nid~se. po-­d~ economla, etcetera o una conciencia:

.La relig~(lsidad fue, a decir de loc,)s, cenlral Era la /iool (rebelión). La [lOClon de poder que la inspiró .. , lera! explicitamente de carieter religioso, y no es que el poder fuera un contenidQ t'1\\'ueJto en una forma externa llamada religión .. , De ,lhí la atribLción del iel',mtil'

''''uhn, op. dI, p. SO.

I i

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I

I I

,

18 i

mie~to a W\ mandato divino más que 11 cualqcier agnnio particu­lar; la realización de rituales tanto antes (tV·~expiatorias para prevenir el Apocalipsis ae las Serp~ Primiti\·i!5.,.) y al.. ... rante el levantamiento (adoración de la dios2.~, ba."latse en el Ganges. etcétera); I~ación '! circulaciác:;:..:!l. mito es su vehícu­lo caract2rístico: el 0.10

A pesar dei deseo de escuchl!r la \'OZ de! :rebelde con serie­dad, Guha no plleQe tO!!l.~r!a,ccn,sclidfT.=,~.cGad, po:que r,o h';;f lungCtlI pümjpio en un "acontecir.uenro'", ~';-2irlcluya lo dh'j­no o lo sobren~tural, que pueda ofrecemos t:i2 estrategia na...-ari­\"<1 ral·i .. )ni\jm~nte lu~!if:!.cab~e en!~ ~!.!:! c:;;:-~;';'t..\E!a \oida nública, como se pnnpnrlp Pn ¡" mc-je!!'.!dac·. Lo! in:e¡ r.~:ación de íos mi.:;­mos Salli", it!s no sirve directamente a h C2.~ c¿ la de:r;ocraci.:¡ o de la ciudadaIÚa o del socialismo: necesita ser :-~t='Pret:cda. Evi­dentemente, en la narrativa de los rebeldes, 2l_!. . .:ontedI::Liento {la rebel.ión) no era sl!cuiar; en nuestro lenguaje. i.~-,,:y0 Jo ;;.cbrenatc­ral. Lo sobrenatural era parte de lo que cc!".s:i~":" la vida púbiicJ. para los santal~ no modernos del siglo .'ex .. Es:!D,sin e.-n:'-a.-go, sen­cillamente no puede ser el pasado en elle.'"\S..l.;:.~':e 1.: historia pro­fesional en el cual la ideo:! de la e\'idencia hb--:óri~. como aceptada en un tribunal, no puede atribuirle a 10 s~~;;::-.¿:-.=.al :\L-,¡;-o.lí,<:' da;.¿ de fuerza de agente excepto como parte de jo ~ :adonai (es dec::r. del ~¡sterna de creencias d~ alguien), El teólcgoy ::..::rrne;~ura prC"­tes,ante Rudol! Bultmanrl r.a esenio sob~¿ 7';;:oc.ie.1TI¿ de ma:-:~ ra mUY iluminadora. "El método histórico", 0:2: 3:.:1::r:->..Y'.n, "i.n­du)'t' la presuposición de que la historia es':'!la 'Siicd, en ~ sentido de un CO/ltilllHfm cerrado de efectos en ei q:.:,:> ~~:::ntzci.m¡"ntcs particulares están relacionados por la sucesi¿';~ ¿~ call..O:::!" efectoR, Con esto, Bultmann no reduce las ciencias ~rr.cs a :''-!la com­prensión mecánica del mundo. Y matiz.:! SiJ 2.o1...-=.acón z.i Ldlarur:

Esto no significa que el prQCe<:o de la r.L.~t"r~ ~ ¿:~er;:-":'"la¿o po~ la iE'y de la causalidad y que no ha~'.1 d~_~:.:;,r"-'F :~= á, los 00;;\­bm cuyas acciones determinen el Cl.:I;O ¿~ :;;,;; ... :"""':'il",,-i:!""':¿o~io-s hi.."­tóricos, Pero J'tcluso Ulla decisión libr<,;,:C' :"'.:re~s::n ~f'2 C.W~, sin un motivo: y la J.lbor del historiJC","5 ~ .. ~ ..... x.=-,:::.~ :;nc::','{\s de ¡,. .~c<ión. Todas las decisiones y todos ¡~,~ r,.:-::-:..::-;. -;~ ~ ~ ,,:n!:,3~ :.'

10 Gl!~.a. "p. nI.. p. 78.

"~',

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~s / Dipesh Chakrabarty

sus consecuencias; y el método histórico presupone que es posible, ~n principio, ellhibirlos como talt5 y con sus conexiones y asi enten­der el proceso histórico completo como \IDa unidad cerrada.

Aquí. Buhmann llega a una conclusión que nos permite ad­vertir la brecha que debe separar el conjunto de principios que em­plea el historiador para explicar la rebeliónsantaL del conjunto de principios qm~ podrían utilizar los misrno.:: !';antales (incluso des­pués de aceptar que aigunos ae tillos podrían ::ot:!. cLnn¡Ja.tidos por ambos). La conclusión de Bultrnan." que es muy pertinente para nu~tra 'lL«.C'.lsión ce lOS '·pas;.>d~ s1JoaHernos", dice io siguieme:

Esta ';:Errazón (I¡¡ pTesupues¡:a "1.L"lidad cerrada" Jel procero históri­co -OC) significa que el CClltin:.¡UIn de los acontecimientos histón­cos no puede romperse pOr la in;e:ienrncia de poderes sobrenatura­les, tras;:endentales y, por t""1"1to, no hay un "mihgw" ce la pal,!I'ora en este sentido. i..ll milagro ~ria 1.L"'1 acontecimiento cuya causa >lO

estaria dentro de ia h¡jtoria, Por ei~mpio, mientras que ia nar.a~i\·¡¡ de! Antiguo Testamento habla de la interferencia de Dios en ¡a hi5-toria, la ciencia histórica no puede demostrar dicho acto ée Dios. ~imp¡~mente percibe q!¡¡~ hay qui.:o.'1e5 ceen e:-ielio.:::in duda. como cit:ncia htstÓric;.1. no puede a¡'¡¡-ma, 'i,tle d.iá~i1 fe es una ilusión y que Dios no ha actuado en la h:.sti.':-:a. :~.unq'-le elia mismJ, .:omo ciencia. ;"10 puede percibir dicho .1'::0 : .. ~ac.lr cC;"Idusiones" partir de esa; bases;sóio deja al hombree~ la li~rtad de dete:minar si qUlere ver un acto de Dios e,n un acor¡¡eci.~i"'nto histórico que ella misma en­tiende ~olamenle en térmlnes de las cal.:...<;.lS históricas inmanentes a ese acontecimiento.!1

Básicamente, la ~ación de los s.anta!e~ de que Dios fue el principal instigador de la rebelión tiene que ser antropoIQgi~ao.~ (es deCIr. convertIrse en la cre-e:-tcia de alguien o hJcerse objeto de un análisis antropológico) an;¿,:: de que encuentre un lugar en la narr;:¡ti va del historiador. la p--..lSición adoptada por Guha, respt:c­lO a la interpretación que los sal .. a!es hacen del acontecimiento, se vucl\'t: una combinación de 13 cortesía dei antrapé :ogo -"Yo res-

1\ Rudolf Bultmann, "1s c.,e~"5'~ ' .• ::.'-.01.:: =,r·~· :-:,c~,¡\C'n, voss,bJe?·'. en Kurl \(ucJler-' .... u!!..,'er (~ds). Tj,c I·i,·n"e",·~:,:~ .Z,,;~r: :'~~:; ti! ri" C~· ,ua" Tma.:;(,u ¡ro", I¡'~ El!liS¡'t~lm""I: I~ ¡he Pr~~tIll. ~'e,," .,..-~;.;. C,,~um':!.lm. ;9:5.? 2.44.

Historias de I.z mmcr..z, ptlSOIiós suballmlrJ$ I SS

peto sus creencias pero no las comparto" - y de un sentido C.;! frustración marxista (o moderno) por la intrusión de!::;, sobrenatu-ral en la vida pública. "[Ejn suma", escribe, "no es posible hablar .... de insurgencia en este caso excepto como una concienda relig.c­sa", y, sin embargo, se apresura a añadir:

o!s decir, excepto como una demostración masiva de un a~me.""(­

trañamiento (para tomar prestado el te..-:nbo que utiliza ~,!a..-:>; pa.~ !:. ::se:1da :r:isiY'~ J~ la re:ügiüsidad) q¡.;.-:: hiz:o ,!ue el rehelce ro.. ....

siderara su proyecto como baNdo en .:;',s \-ol1.L"ltad distinta. c.e:a ¡;,.Jy;:. ... 12

Aquí tenemos tm caso de lo que he llamado ··pasados s:'b~i-­ternos", pasados que nunca pueden entrar a la historia como?a.-:e de la posición propia del historiador. Hoy 8.. día uno puede r~-:.:­rr," a ~tra'¡egias de hi.~toria:¡ de \'oces m.últiples en las que =-:-.;­cf'¡amo$ voces subalterr:::¡s de m2...'1:!ra mis c..:..ara de 13 que no...::ot:'~ o Cuna las escuchábamos en la h;.¿ i...;.ici:!l c.e los Subal:/!rr: S;;... ~:.,;. Uno incluso puede abstenerse de 23inúiar ctas distintas yoc=:;¡ ='"1 una soia y de manera deliber;:.d;:. celar cab....--s sueltos en la n~~::-'fa (como lo hace Shahid Amin ¿'lo su libro: Event:i. ¡'l/temor.;, ,I,~~- .<

iapi;or;.l3 Pero el punto ó q'.Je el r"Ü5toriarlor, como histori~i('" Q

:tistor:.;¡uora y 3 diferen.:ia..::e lo,; s.anfal<:S, no pueae m\"cc."'~!,:, ;-,. ...... orer,,:ltural par2 eX?llCar \) cescnr-i..í un aconteClJlllento.

En otras palabra;;, el acto Ce abogar;x>r las "historias ce '~'" miIlorias" ha resultado, en muc;-;os caSM. e.,"1 des.:ubrüIlien;os ':2 ·pasados subaitenlos, en constn.;.::ciones c:e historicidad q:..:-e :-..0:5

¿¡yudan a conocer los lúnit...:: del Z!'.odo de yer que se ex resa. 0"", -"'5

prácticas de la disciplina de a '''toria. ¿ o. que. arque la ~d­plina de la historia -como lo ;-..l..'1 ilrg'..l.O'Ientado muchos ~.::es..::e Greg D~lúng hasta Da\'id Cohe..'1 en tiempos recientes}-_es .se:o una forma particular de record a: el pasado. Es un.::. ~~ ~::'~ ~ .. La resistenCIa que ofrece ~3. "e':¡de."1cia histórica" en d :<"'1.-

-

I:Cuha.l·p. ",., p. ;0, , .. El lib:-o de Si"l.l¡'i,j Amtn. E::'<~::;. ,'.j,-.. ","~, .\~!:.::.v.,,~. Be~)¡.:¡e)', L';\l\·~" ci...t;! (.llif~'m\J.1995. ih";lrl de m;u-~:->.".".:;c.;e ¡.l~ =ro~~;cione$ hechas,;..'1 ~~~:&. ....

yo )' I!lu<,:i!ra un,) ~pr~-.::iJció:-; .lulXOl'.s.::e::e ¿~:;. :;-; .. blemas de ~é:.:.:::: ~ ~-::-:l .. J~! ,u!:l,li:emo en un ?o~·ecto ?Olitco ::-.~..¿~~o 'si...-. ::.~ar de lado l~ :....,:~~.r.;-.. .... ~ ~I,llrn~r.'<, neCe5MIJ ce lrJcluc:L :- \'';J.e d enSJ'·o de Gres: De::.::,;. "::-,<, ?~~;:s c; hisLOry". en G~ ~=,;.

.~

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100 " O¡pesh é:h~krabarty -- ,'c-- ~

.-~!:f. sayo c!e'Gu~~ a la ~ectura que el historiador ~!=e del pasado-un -_ .. ~. dios san tal. :TIlakur, se sittia entre el his_toriador de'Ttocrático-mar-

.'- :.,.-,:;.~ "ista y-los santales nara-decidir quié.. ..... es el sujc~o de la historia-'. .. ~;-~ ~_._~'io que p_roduce p~sados "rnenoiesh~o "subalte:.--nos" en el proce­t:....::~-. .:;0 tr:i$:7t.O de la creación de las narrativas históricas modernas_ :~-::-~:-:- -.. Los Dasados s't.lbalternos son como nudos cerrados c¡uc sur-:,~._::- en y rompen ia textura lisa y pareja del tejida. Entre la insistencia ~;o del historiador de los SlIbaItern. Studies de que los santales son los ------,

',- .-

Jqf'n~~ o !.:1t1eto::: d.e'su-ri·fu5i:i"<ii:c:óri-y !;::'-¿c le:; ~::.r.f::'i.cS-á¿ q1:r.1<.:

~~~':.r~~,ilf ~<-~_~.~ur ~sa ~obera>!!-ia;hay" ~~2.9..';I_~ ~eE..aia dos experter'.das rarucal.l11.ente diferentes de rusto6Ódad. E5tf' '.':180 ,...~ f,i'-ede.)l¿na{se por ill~ e,ierddc que cc:-,-,':crt.:.. lil ::'~:"-:':1c..:::ó .. ce :.:-:: ,;::m . .,Jes ~n f'vlcief!.\:ia pata la ar'troF~:~::;b, ?~: :;";.:.::; e:-.t::: .. ¿;~!;:: S-..;.: :':'<i.r~~z.(a ... dp.sde·ei Dunto d2 vista del his~ori<1dor, Cu<mdo hi... .. ~;:·HX; :':,istorias de las ~i.norías" en el proyecto democr:Hico de inc.!~r a tocos los gru¡...·'os ya todos los pueblos ¿entro d,:: la rorriente prin­cipal de la l-.istoria, e~uchamos y después 2ntro?olosiz~.m~ a los s2ntaies,.Trat<lmos sus creendás fáñ soro como'éso, "sus cteen.:ias". Ño-F~~;nOS escribir historia desde dentro dt !"~as creencias. En tal caso producimos histori¡;s "buenas", nosubv~rsiv.!s. Lo;; histo­riadores de las islas del Pácífico, de muchos uéb!os de AlricJ., de pUl! 0'3 In 'G~nas ':!:': t:ldo e! tr'.1.muo nos han record::do que ks :!s¡ llamadas sociedades "sin historias" -objdo dei desprecio ce ios filósofos de ia historia europeos, curante el SiSlt1 XIX- rIl' pueden se!" .-onsider<lcl.lS sociedades sin memories. Ellos r>.:;:uerdan sus pc,;¡,dos de manera dltereme de la torma e"n eue recordamos el pasado en lo~ de?(!ptamentos de historia, 'Por 'ué deh: uno =~t'i­Leg:ar _as tonnas en que a lscio ma de la historia 2.11toriza,;~ co­nocimie.,nto? ~sta no es ~3 pre~,,:a retonc~. Es una preg'..l"-lta que, en 1<1 actualidad, much05._historiadciré;·:;e n;,;cen .:on seriedad_:s

Est~ ~~~r~~_~.~_:ti!..$.e h<l d·esrn~r~.n~d·r.. esa' e;p~dede con-senso diSdplmario relacionadL' con los métodos del ;listoriadoroue -"'~ . P,·rf.~m~tlce~, Chl'::Jgo. University o/ Chl<:ol';O, 1995; r Da,'id Cd"~I1, TI,e C .... ".-'-:,,::<1,! 'C:;""'Y, ChiC¡¡gll, L!ni,'~rsity 01 Chica gil, ;994. El ensayade .4.srus,\I.:mdy, "r.:O:::"-::'~ !?rsotlen daul;¡\c~H, H;_'lv~y I/nd T;'~()r:.t. 34, 1993, ha~" proposiciones com?ar..::~, ., E:llos trabajo.< de m"'CI\,,~ ni5lori~dor~5 es c~d~ veo; rn,>s \'1$,,,1,, la cre.:.<!.'\:e ;';;"1-

SÓL'''.laa a los pasados alt~rnati\'os' mi lista 'Tluy ?ersa¡-l! )' aleM<>rj,. ¡'.c;",::-_~ a :Jau;> ~euman. ~tephen Mued,e, Christopher Healr, PatriCIa lim¡,rieJ,;, V"..l:< '-'.l. Ai·1Y S~~ja, $auril[lj Oube, Sumanthi Ramas,.-amy, Jain Mol::: CalmiUl, O ..... h-:> i-iJ.;:-;'h.:-n, e"trtl Olros. . .

ro

HistoT~ :it: ~;r.ir~ p::stJdas subalternos! H!1

alguna v~z -cÚga.I~\OS, enjós_añOs ~ estuvo representado (pOt lo ~énos en ¡"as universi~ades angJ<r>-II!.erica.nas¡poT!"O~~W"­sQS..d.e...!te"O¡í<t'~. Q'~ II)é!Q!:ios:- que impa..~ habitualmente Colling­wood o Carr (1 Bloch como materias CET..:nJes para los historiado­res. Lo que no significa nec;::sarh.ment:e~ ~qu.ía,,~~~?~~gi~ (aunque algu.'1OS puedan sentirse 10 suf!dentemente inseguros para temerla) o que Collingwood et ai, se haycnvnelto irrelevantes, pero sí manifi~ta que la pregunta de E.H. Can: "jQué es la HistOrial" necesita plant~arse áe nuevo e..'1. nu"""'t!l" bxa=---- .

La p:esiGn del pluraJbmo, íñhere:ü.e en la; lenguas y en las decisi.on€s d~ las "hi3wrias de: las min.o¡-'"...as~. h~ r(.su1~:.;.do -.u::~3-tichamiento moetodolódco- y e':!~~oe~nc~:::tic-' ~,::e!>::= de k· 'i'-h: -ti ..-.--" .. - ~-'-,. ... . -"'--- .. , ' reaimente la e$criffifadi!!1'3'"htstorla, :>",'1¡0 e. anuro no!; }Juuroo: Ut:l..ll"

cÚ ..... ,Q·-5e re501ver:m estas cuesnones pero algo si resU-ita e\'Ü .. e.,."e: la neces:idad de incluir a bs "mi .. ,orias~ enZa historia de la nació.n ha resultado ser un problema-más corr:?!ejo !!.ue la simple opc:a· o::ión de aplicar algunos métodos establ¿.~c.,; a una nLle'.-a .;..ene de ,-w:hivos y de incorporar los Tesultado~ .;:2 saber c01edve dE: la. historiografía, El acercamiento al sabe;,o.."\i:r.0 si se tratara ¿~ ~' "edificio de bloques" que va cons::ruye...ccse poco a poce, s¿ n<!

desmoronado, La pregunta que sigue abierta ahora es~!:t<I.Y_e,~ ri~ncias uel pasado qUé los métodos ce la disciplina nopue<i~'l capturar o'que al menos mi.teS"triñTos·li...:.utes c.e fa &sc!.pllna? Los temores de qüeesfe tipo aecuestí¿ñili-i1!a.hfuS cono'ui:cañ a un bro­te de i.raciondlismo, de que LL'"I3 espooe¿:: :ocura posITll.od¿ma se propague como una peste a través de to6 nistonlan¿¡a, pa.et.:t!:l ext~emcs; la disciplir.a toda,'ia cst;;i, al2.':a E.;memente alas ~;n?ul­sos positivistas de las burocracias mOOc.7..2S, judió¡Jes '! a lo:> ins­t:umcntos de 12: gobernabilidad, 16 Si las ~hF.:oria5 de las mbor1a,;N tratan de insertar en el juego de la justicia s.ocia1 a esas identidades que hasta ahora no se han tomado er, cuen.a, deben s¿r ~toria.; buenas y no subversivas, porque la rus¡oriz aquí habla de ionnas

l~ Hobsbawm ofre<.:e aquí una e~'idencia i:n-olll.'l2.n:a ~ los !uerles \·inc-J1C::'::e I.:l historia con la ley 't otros imtrumentns dd !job;~ Baibe: ~_ .. I05 proo..'<!~.>e:n­tos del tnbu:-.at que insislenen la supremc.cia CL!!a ~¡¡ tanlO romo los lr.-~ tisadares de la historia y, a menudo, en una forr..a ::r-::.' ?.ln.dda. deml,lE'5:~, "...!e la aife ... ncia "ntre el hecho hislórlcO y la ía!~..a¿ ;-,., ~ ,acolóS,ca.,., Cu""c.-. ;.;. ....... per:>ana lI'Ioc~ntc es arrestada por asesir1ato y c.<.:!e:! ~ .--C:<l..r su Lr.o...~na,)',lo C;'...'e, $e

'e>i"iere no son 1~5 técnkas de los teóricos 'p.:"s:"_",,",~<TIos·, ~ino ¿ .. i h¡S:.J'~~·-' p,"sadade moda". Hobsbawm, op. dI., F. 2;2

-

I I

Page 9: 16- Chakrabarty- Historia de las minorías, pasados subalternos

,102/ Dipesh O1.akra.barty

de una democracia representativa y de una jl.!Stida social que el l.iberalismo o el marxismo ----cada uno a su manera- ya nos han hecho familia."'e5.

Las "historias de las minorías" pueden hacer induso más; la labor de producir historias de las "minorías" se ha convertido en una labor doble, precisamente debido a la presión por una deman­da de demacrada cada vez mayor. Podría explicarlo de esta mane­ra: la "buena" historia de las minorías pretende extender las posi­bilidades de la fusticia social y de 1 ... democracia .e;neSei1tatlva. pero hablar acerca de loo Q~~[~~~~:§~~~~?:es h~blar de lu-char. o indlliO e5cudriñar. t,..,.~ rnrm~s nr> o,!st"l¡;¡¡¡~tilS (lo> clf;'jTI()(~a·

cia que toda\"Ú. no podemos e.,tender o ;·¡:::.I;.: .. -.I::;r .. ' e¡; s ... :0;a:1-dad. Esto es así porque al estar atentos a la "menor-mmona'" de los pasados s"..ibaltemos. nos quedamos con heterogeneidades, sin hacer ningún esfuerzo por reciuclrIas a ningún princi io O'eneral

Historia; de 1.lS minorins. pasados suballem05 /103

sotros definimos como nuestro presente? ¿Los santales nos ayu­dan a entender, en ciertas circunstancias, un principio que era im­port;:¡nte para nuestras vidas? Esta pregunta no histonza ni tam­poco antropologiza. a los santales, porgue el poder ilustrati\'o de los santales, como ejemplo de una posibilidad presente, no de¡::en­de de un periodo o de una sociedcd particular de la cual se extRo! la ilustración. En esta forma de intelección los s~ntales se ubican como nuestros contemporáneos y la relación sujeto-objeto, que nor­malme..-:!e deii.'1e la reiación del historiador o dI:' ld bjSlúdadüi"': con sus archivos, se disuelve en t.:1 actitud.

Este 2;estO, como va lo concib'),I<S p¿recido::,[ qU'i!; ¿esar:-o~.)

I~'(ierke:;=a~d en la critica de l:os e,':?!..!c:!<:¡om~s '~'Je (,'n~¡.I .. ,. ... h,,;l ""; ~$1el relato ~[-olico del sacriíi.cio .~e ,,-l,..or~h.d!n wt: .::.u ¡:;j,:, b.,.,.(, :'" ;..c.:

.. · .. ·~i~ .. ___ ::-...... ---- como c:!sno de lma explicacwn !U5tonca o pSKologlca o (amo u..'1':

metáfo::a o alegoría. pero nunca (omo una po,;ibilidad de acc.:ón

voz que 2simlle en si misma as os voces distintas de Cuha v del :;. ue a e un o o ya ca o. o eXiste una tercera l <lbierta ;'¡oy en día al creyente ... ¿i?]or que molo!stamos en iE'o:or·

¿"",un ?~ado"', preguntaba Kierk-==-~arden re!¡:cióncon esto ... ..::¡~~'" ;;0 pu.:-":c convertirse en un prese;"'!t",r'].; Queduse con la he:.¿<:,-üder santal, te.'1enlOS eue uedarnos con ambas, v con el vacio ue

existe entre e ,lo cual señala una ura idad i!Teductib t!.,as propias experiencias de "toricidad.

Que una o Jos palabras más para explicH la cUt;'stión de 1,1 heterogeneiccd como yo la percibo. Podemo5- tratar -y io hace­rnos gen.:ro::L'1'.c..'1te ai escribir 1 .. historiJ- a 105 santa/es d~i sigla XIX ":0:1 ¿osi!' de historic:smo y de .:l.ntropología. Pode:-nos, en otras palabras, tratados como un significante de otros tiempos: 5-ocie­dades. Este sesto hace que la relación sujeto-objeto entre el his¡o­riador y su eúdencia se mantenga. En este gesto, el pasario está ,;¡tin genuina~ente muerto: el historiador O la historiador,;¡ 10 vuelo ve "a la \"¡da" al contar el relato. lT

Pero la aiirmación de los santal..:!s. ~lo qu.., mi ~_~~" dijo que rucie!C." se nos presenta como U!\ZI rnar.,~ra ..le estar en este ~dría;n,os preguntar tambien: ¿t;;,; esa manera de

ser una Fosibilidad para nuestras ?ropias ':íd;;'5 y para lo que no-

l' As~is !':.l.."1d\· '::::~.Jrrol!a \;:, .. c:ritiCiI de la disciplina de I~ ::~tor¡a en e!'tas lineas \ .. ~;\S.e Su ~:-.sa: .. ('. -?-rom ",cuide tilO! lmptlrium··. c:"l $U liot::- Trad;~""$. T;¡r.:"".",md Ulc~!lI: ti!.;,,",:o; ;~ Poli/,es .~··."/(."a11!!1ess. Dd}u. O~fJrd l'n,,·crsW' Prcss, 19$7), pp. H7·HS )' oí ¿:... .... ~:ón 50l:~ este pumo en "The model':'! Indlru': ",te-Jlec!ual and ¡he ptobl~o C': ~'"-.e pasto L' ens~gement w¡th tnc (:100.;;nI5 c; /·.sl1\5 :'\.1nd:· ... ::"'CS::t:,~,. :-. ~. : ;;-;;:;·1900. :-';umero esp~c.J.1 sob", ".:"nc::. ,..jita':::: por V~.m· L.:II. ?p. !.;.5·1:-;'.

/J

geneid.a¿ del momentO cuando el :-.::toriador se encuentra ..:{'n 02~

~t2.1. :::.! campesino, es qued.1rEe ':0;1 la dlferencia entre esto,; ":'05

S:::to~: :..:no, e! de historizar a los s.antúes con el ¡'in de e:-;,:ribir l..!.r~" :-i.$tor!:>- ce ia justicia soóal y la de:-:-:ocracia, y d otro, e! de r",:,.::.­~:.1 ¡"~mrización v considerar <l1 ;";;i"1.:J¡ :nás bien como U:1~ fi;:.¡­r~ que :'::..¡mina una Í)Osibilidad p2:3 el prese;1:e. Vistos desde ;,.~ ..::·¡t"im2 ?erspectiva, los santal-=s 1".0'; ponen 0:':1 contacto (0:1 l.:!' h2ter0::-=:leidade.,;, con las fOimas':::e ser Flurales, que constir..:y.¿< "t:est:,~ ?ropio presente . .-1..s1, los a;-c.:,j\·os n05 ayudan a hacer ·;lsi· bie la r:.l;uraleza dislocada de nUE:$;:-a propia·epoca. ESe es iJo ii.:.n· ¿ún ce :,).,; pasados subalternOS. C~.:! necesari2 penumbra de s..:'m­ba a l.:. :.ona del pasado que el rr:~:odo de la hlstoría ilumir.a di: :na¡1er;:¡ exirosa, ellos hacen \'isible de una \'el. ~'al mismo t:e..-r:?O i.::- ':¡UI!:':' historización puede hace::: cu¿les so:, ~us ¡imite5-.

:~.:::::h.-1er a esta heteroge!'!eió.:i podria te~er muchas 12(:::!.'5 . . .'..h.or.1 . ..:.lgllnos a.cademicos fré.¡-.;r: los limites de la hsto~ia, :on- l ·.·i",rte:- ~i pasado en ficción. eXFo:',_"enfan para de,;cuorir (0:1',0 el ) c_-:e y ...l ;'¡¡storia pueden entrecr...:!~r5e en la nue\·a ¿iscip!i;1;!. Ce;; 105 es:-..:"::o~ cu¡tur.:des; nI estudiar :2.mbién la J-:l.¿moria ~'no SÓ:,-':2

.. ' .. ",,-~=-: ~n Kierk""b.lard. F.'¡¡."",i T',:"~;.-,,,· :' .. Ih·r:::.,j Lc-: ~~ ¡"J,a"",.;';t 5 .. c;-.• ;i",,:.:...:: ;;,1ru1Jy. HMmondswor~h. f'e.-.;·_:.:.:"1 6()o~j. ;;~3. ,: 60.

... ~ .. :

Page 10: 16- Chakrabarty- Historia de las minorías, pasados subalternos

- --;i

.. , _- -- _ his~ria, juegan con formas de e5critura y otros medios similares. . ___ ,-- Estf's' experimentos son bienvenidos, pero el hecho de que existan

'_;"'~ -!.. ·-.~d05 subalternos, no asimilables por las narrativas seculares ,..i..2 .-. deHústoriador, nos permite advertir la compleja intelección del ",-. ,-

~:

tl¿rnpD -tratado como invisible en la mayoría de los escritos de los historiadores- ql.!e debe subyacer y, d; hecho, hacer posible la. cronología secti!ar de las narrativas históricas, la cOi'.Strucción de las relaciones entre el antes y el después, sin las cuales no puede haber exp:ic-;:¡dóp. l-istório:;e ~Jg'.!!1a.

La aii!m~óún explicita de que lOS santales te:lian un p2..."2do <!¡-: ei :::-...:allosacontedrf"lientos poJi1.'n pertene~er al ordpn di>!o ~o­'br';::"\<ltUr;u 1"\'--' "p'"'r<!-:"e C~T.0 <"'::';0 ,~:r:ple~_--::c~!e =.j:::no =. ,,·_:~tr3. proFia expenl"~_"';;:¡' '"'0 ~<: == 1.:;-0. sy-e .ru-::!!e~a p~r-ec~~ ..:-..::~c :;l ::."1:1:1.­

ciaco Ji: '..tI, indr<.:ia...n.O. ¿Por que? Porque el principio no nos 1..'S ::om· Fi~tamente extr..ño. Tenemos una comprensión coticüana preteórica de eso precisamente! porque io sQQ.renatural o lo divi."o, como ::-nrl­c¡pic:s, r,o hi:!l\ de~aoar2Cido de las pr~cticas di:! lo moderno. Wt!fieL-n \~bo!cit :r\.~i$te""6íen en eDo eh :.U t!l~cursó t'léTSZl "On ,he T;,sk of thc E::.torian", pronur:ciado t::n la f\c3derrua de Cie:"lCias de 3edín:

C ... :mdo dos seres es!¡Ín s'-?;:!rldo~ por l!:13. br::ch.:l :0::11.':10 h.J.y ;;-;.:m­te o intcrpret::dón qlif" pueda vincularlos: para poderse com;=~-. der reutuament!l:, tienen que haberse ya comprendido mutua::f.-:.'.~ en .::o:ro !'i;:Mido.19

NÜ"i-otros no somos iguales <: los santales del siglo XIX. 1..'no no tiene que redu::ir.:t los santale-:s del siglo XIX al enunciadC' que aquí se cita. Lo~ santalcs empíricos ~ :ustóncos ta:-n .. ,ién hubiera:t podido tener Otras relaciones co" la modermdad ju'!rentes a las _~.e y? ~~_~_I1~Fzadó . ..un0~oada·Ina~so-aSüñí¡¡'~~y f¡CiI~T,~té­queTos santales en la actualidad serían muy distinros de Jo ~ue fueron en el siglo XIX, que habrbn Vivido e:1 unas circunstan::ias 50ciales muy distintas. Los santcoles modern\.is habrían podic!o go­z~r de los beneficios de la educación secular y formJr.1 sus ;:0-pos hlstoriadores profesion.l!es. Nadie pue.1e n~garestos cambios históricos, pero las columnas astrológicas en i0S diar:0S (a pesa:-de

.0 Wiihdm von H'Jmboidt, "Or: ''lc T,,5): of thc Hi<tori,ln", ero !("rt \Iueller-\·,,:':'--:-.er (<,d.). TJ:.~ H~.'"f'lf",":.I!'Ú Rt.~dt~, p. :12.

lL

Hislcn-ias de Jns minoriz, paY1das 5ubaIlGnas /105

las frustraciones que le causaban aAdomo), ~ prácticas de la "su­perstición" 9!le.J'.~~~~_las vidas y,,~ acfu.;dades de los aRoo­nacfos al deporte, pOr eje...~plo·'::':"'practica.s que a veces nos apena ad:nitir en público--, para no hablar de todas esas expresiones de religiosidad e9r medio de "cultos" que nunca han desap~ao, rre1i~"l.~ E';c:~~_arque_~too?S,enp rin9piQ, somOs capaces..de.paclki­par en acontecimientos sobrenaturales y del sentido del pasado que-a·yua-an·a-creár.··--'~--··· - .... ...-.-

Los !>ar,tales del Si~:0 XiX -~ U~ hKilll. :-.i mi arJ5UUlt!t·h..1 ~ cO:-recto, los seres humanos de cualquier otro periodo o de c-..:al­quier otra re.-;ió!"'.- so!"'. todos de ~ ma.'1ea ~;UI.a si.~Fre nue:;-­t:üs c"'-"i;¡"'t)(,~ái,"j,$. b.;. .i .. ~,í ...... pr l.,l C01\'-.UC:{'n. t.:!t.,::: POS pern;'" ría t:":!tü.rl.:.s t.-,d ... :;,;:¡ C0;,\0 ir,lcli¡5.it,lci Y"''' ¡":wu.....,, . .A:.;, k ~ :~uú. de la hi!itoria·dEbe .. sumir Unolicitamente \.!rad phn.ilidad d.;' dé~­ROS' que existen j~tOs, una diSyunción de! oresente consigo mis­rñQTo-que los-"pasa¿os subalternos" nos Pc-miten f'S hacer \~i­"ble.esta disyunción.

L"n argumente como és:e yac¿, p~_.:..,te. en el centro mis­mo de la historiografía modem.z. Uno p<>d.r...a. .::gu..-nentar, por ejem­plo, t¡L,e pClra EuropA la escritura de la ·'histcr..a medieval"" depe.'1-de de esta contemporaneidad asumida d¿ io ¡ned..ieval, o lo que es lo mismo, dE la no .::ont.ernooran¿idad del p.,;serüt:: consigo m.U;­

mo. Lo medieval en Europ~ a menudo esM "rotundamente aso­CIado con 10 sotlrenafuial y lo mágico. Sin ~argo, lo que hace

eOSUHC ~Íl&totllat !Q.m.e.~::val_~ el he-cho de que sus caracteristi­c~on completamente e;,\;:":>.fu.s para nosotros los modernos (lo que no reeg .. las c~mbios his;:ó~cos que 3e han reati· zado). Les tüstoriadcres de la E:'ropa !le-C':~"j no siempre plan­teó.n estas cuestiones de manera consc.:enle o explícita pero no e dificil re::onocer que funcionan como un p~<Ipuesto en su méto­do (de la misma forma que el antropólogo ::mere ejemplos m¿s familiares a sus lectOres para explicar eso q-t.lé:- arece extraño en un ~\ principio). En los eScritos de Arop Gur~\·ic..'1. por eje.nplo, el mo­derno hace su pacto con"jo lJ'edieval m~~iia.nte el: us<? d~.~tro­'pología, es decir, con la utilizaci0rl. c!e la ~v:icencia antropológica contemporánea de fuera de Europa pUi!. c!ar:le sentido a su pa."-<!­do. La separación estricta de lo medieval y 10 moderno esU:i. aguí falseada por su contempor2neidad global. s¡;g.erida por <sta ¡ela­dón entre la historia y la antropologfa. Pete:- Burke hace Ur> co­mentario relacionado con este tráfico intelE:ctt.:.a1 entre la Eurc2-"

~-

. ,

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106 / Dipesh Chakrabarty

medien! y la e\'idencia antropológica contemporánea al introdu­cir el trabajo de Gurevich. Gurevich, escribe Burke, "podr.a ya ha­ber sido descrito en la década de los sesenta como un antropólogo historiador, y de hecho, su inspiración se basó en la antropología y, sobre todo, en la antropología económica de Bronislaw Ivlalinowski y de Marcel Mauss, quienes habían empezado su famoso ensayo sobre la d¿diva con una cita de un poema escandinavo medie\'al: .. ! Fdd,;" :0

~·Ianiobras dobles similares a éstas -tamo ut: rus.turUd! lo medie\-a! y de \-erlo al mismo tiempo como contemporáneo con el presente-- pueden ref""onocerse en la5 slgulentes ii.neas de ]at:ques Le Coff. quien tt:ata de explicar un aspec!"n rle \n ¡:>11r.np~ r.1o?dipv¡:¡):

~_."

W. g"':ite ho~~ incluso aquella que consuita a videntes y adivm05, b\·o..:a 2spiri;:us en mesas flotantes o participa en misas negras, re­(c·no.:e una frontera entre lo visible y lo L"lI'ÍSlble,lo natural y.l.o so­brena;:u;al. =:5:0 no era asi par~ el hombre medieval. Lo visible era para .i! no sólo la huella de lo i.rwisible; ~o sobre:oatural inundaba tod<Js ios aspectos de la \'ida diaria.~1

É5~P es ~!!1 ;-·a,,?!p complejo. En la '3uper"fkie i:!naiiza Jo qut'! separa !o r;;¿dieval de lo moderno. Esta diFerencia hace üli¿ lo ~eciie~~~! _~_e3. ~na 'posi~i~i.~~d.~i;!1,:ere pr.~sente qt~e deam~~l.¡a. en ",:; pri:!<..,-=-~~::. üe Jo moderno -51 nosotros, [os moaemos, SuJo ¡.JU­dieramos ol';"\dar la" "frontera" que existe entre lo visible y Jo im·i­sible e...'l la descripción de Le Gofi, estariamos del otro lado de la fronte,a.

La gente que consulta a videntes hoyes moderna a pesar de si nisma, porque se introduce en práctic2s 'mwie\'ales" aunque no es capaz de superar Jos hábitos de lo moderno. No obstante, la expresión ··i.ncluso hoy" contiene una referencia al sentido de sor­presa que LmO experimenta por su anacronismo, como si no espe­raramos encontrar dichas prácticas hoy ~n día, como si su mera existencia ~briera un paréntesis en la continuidad del presente al

:Jrctc~ 5ur;'e. ·E.:!:tM;.l1 FrdJC~" de Aron Gur.:"i.::h, M<'di<~',,1 i'~lmla' Cul¡urc· Prol,· i'·I!!~ r.'{ "(i:",~·:".; Pr'~,"-:~:()II, Ir. hnos M. BJck :. l' ,1U! A. Hollingsw(Ort."., Clmbridge, Clmi:-.'':;;e L'::;·. ~,.,~. i'ress, l<?t::o, p. Vil. :; ¡~cC;"~'S Le Gv:i (~j. l. TI", .l,.kdi~m¡l\'arld. !r. L)"dia G. Cochrane, londres, Co!h.n5 -"= 6rm,r. U~ .. '~(¡IJ. F? 28·29.

13

HisloriJJ$ de ~ m~.lIT'.:lS. pasados subalternos / 107

insertar en él algo que parece medie\'al pero que no lo es totalmen­te. Esto hace que el presente aparezca como si no fuera contem?O­ráneo de sí mismo. Le Goff rescata el presente diciendo que inclu­so en la práctica de esta gente, queda algo irreductiblemente~­moderno: su distinción entre lo \isibJe y lo 4"1\"isible. Si bien per- , manece s610 como una frontera, como algo que define la diferen­cia entre lo medieval y lo moderno. Y como la diÍerencia es siem­pre el nombre de una relación, X!?at"a tanto como une, como de ~1.ed\o lo hace cualquier frontera, ~ p..-.ci....""ia a...51.L •• t:n~ .. .i· q;.;e .. ! ;;:?¿o de lo presente o lo moderno, lo :::1eCie\·c! debe permanecer tam­bien. incluso si fuera tan sólo eN .... l.lt:: ~~lt:: <..uHh ... d lim¡,c: v :'" frontera para las actividades- queried ... 'ler¡ lo moderno.

Los pasados subaJte.r..n.§2~-~~~¡~_~~.e5t;;:. front,?ra. CO~ ci.l.QSjk5ª-IlJ'p_s~)QsJ.imH~.s del di..,c..--so de la historia. La razón, como \·a Jo he mencionado, e:¡·-';;7f.;·-t"asa"cos: sübaHem·os ·no"le d~ ~.·.h~stgriador rJngún p'inciF:v.:e ~arraa6rrcrue· Sea .racitl::al--· men¡e .rLSt_i!k~~le .. ~n ia \·¡da, púbi.:..:::: ;-::o..:eIT,a. Y si vamos un paso adeteñte·, se advierte que este re~:':':';'¡[0 de u.., ,?" .. ncipio racio::.al, a su n~:::. marca los profundos dnC'.:;c-s <>~te~:~ entre !as COrtS:r,IC­

clones modemas de la vida púbE:;; :-. lo:; pro~·ectos de justic;:. ~o­("Í?1. t:..~ ('5 la :3zc.n ?or la que un :t:;t\:.::iieso manista como F,~i...,c .Jame>...m empieza 5U libro TlII: Pe::::.:,,: U~;col:",';.do!ls con el prece?tO: ";5i¿r:1?re historizar~" "Este lem::.·. ¿i.ce Ja.;71e$On, "el imper",:1';o <:b:; ... ~~<.!to e incluso podemos de.:: ·t:ansx.s:órico' de todo F~~-~­mi~-¡;o dialéctico --=-de mane!'a ::.c- ~,):-::"es¡-;a. se convertirá :-arr.­bié .. ll e..'lla moral de ,he Politic;i :':!:::~~':-:IJ:":; '.:2 Si mi lflter;~¿;a­ción Q correcta, el termi......,o rustCl:"'..z,,: r.o es ~a parte problerr.i.tica cel ?recepto, el término que hace ruido es "siempre". El presu­puesto de un tiempo cOntinuo, hC:<1.0g:é.lleo. quese extiende i..¡""1_'::~'lÍ­tm:e:-:te.que hace posible La ÍlnJ.:::",J.cón de~" "siempre", es ....... ~e:;.­tionaao por los pasados subalte::-:-0s que n2.:en al pr<:sente. como dice ~rrida, "dislocado", no co;:::.o'-'o consigo misr,lO.::l

i..:no historiza sólo en la me.:.:ca en que -per,enece a una. ma­neI<! ¿e ser en el mundo que se 2:.:. .... :ea ':::"1'. ei principio del "d.:sen­can:o ¿el universo", que suoya:.:-.::; :onoc:"'-:liento en las d~.:::,s

::¡:~=-...,.~ !~mt'SQn, TII( Fc:itical U"C"I!;';::,'''> '.~-:::,::",<,::';'; i_,,",...lll~ 5:m,bolic .'1.'::,::'":..1',1, C"..-... :..:. ':m'·emty Press, 1961,~.;l. :", ·e~;.e .:.!C<jues ~rrida., 5p''C¡~'' (f .',L¡~::- -,,, ~;;:f :.: :-:" D.o~:. ti" W",kuj /I~::.-::~,.' ¿- :hr :.1"":;,·¡!ltm'atiol!al. =. Pe¡;sy ;(a .. n:.;i .. ;""'. a Y,,6.: : .. !...oJndres, Routli!dse . ~.:..:.

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loa / Dipesh Chakrabarty

sociales (y hago una distinción entre conocimiento )' práctica).2~ NO"es accidental que un marxista nos exhorte a ":;.ie:":'pre hist?rizar", pues el histC!rizar está ligado a la búsqueda de la justi-

~ .. ~~a en la vida pública. Esta es la razón por la c~tal uno recibe de "--- buen grado las "historias de las minorías", )'a sea de g~U?OS ét:1icos,

de activistas por los derechos de los hom03exuale~, o de hs d3Ses sociales subalternas. Aquí, la disciplina de la historia se ""i"'.;iq' .. H~re a si misma al incorporar estas histerias pero sus ~ropio::; dcr:ünios rr.etodoln,eico$ o::re<'.n lo q'..!e yo h"" !.b_~ad0 Fas~:I.~~ s~~a!t=~os.

¡:i "ut::>t:m;anto dei r:l.unao-- no es el ü:Uco ;:.r!,-'l(:pit) ';lot el cual poblamos la tierra. E.'(ist~\ ottas lT'.~neras de ~~r':::1 el "';'..!.:-,do -1 110 SOn I"I"?ce;?namerüe ::,!;"~d~s, !~S ~~t~5 !.t!persndO::_:1s de los 3~icion¡:¡do<; ~ ¡("'c: 'i:OOf'·::-rt '?5, ;:,,=,, '?~~~F~':', ~O!1, ,1 m.::!!:..lco; :;:,ubli­'"0$. ~c. 50lhf.'!Miural ;::ouooe haait.u t·¡ !THmdc- en 1..'5 to._ otros i"!\,.>rtas y no ~iem?···: :omo ~ proble:na o resultado de una cr~nc:.a Cl d~ ideas '.:0(\:''-: ... 1.t~5. Recuerdo '.tIla historia irlande-::;¡ relaClO:1~da CCIO ei poeta V\:Ü.LJ3.m Sutler Yeats, cuyo i.."terés por l.:!s h"das :: ~tro5 seres no humarlos d~i fol!..lor<: irL:md~" es b;~n cor:('-:ido. \'0', a narrar d rda:o como;ne lo caneó "Ji amtgo Daúd Uo::d: -

Un dia, dur"r.te ",1 periodo ce sus e.xi1,1usti\'a!'i"'i\"~~tiS3.:iO.~~ ;<.ob ... e el folklorp irlatldé5 el'1.1a ;-'1"g:o:-. ru:al ce Cc!"'~.,~'"':':.:::.::, iVi!~:.!:-::. 3:.::!~: '(eats descubrió l:n tesoro. El :"soro era c.na tal 5:a. Connd!y suicn tenia el n:perlano más i.:.\C.~:ble de cuemc~ de hacias q:.le Y,,¿:5 ha­bi., "'~(o;"!trad('. Yeats :';.!<: ¡l. \·lsi:"r!? i'!. ~u pa\.hleña ca~it.l da >::i".mpo . . lona m<lfhlna ¿<:sde t"mpr:l.rv' y F.l.S.~:vn ju.ntes tod() rl <:::.1. ':;·éilts

escuchaba y a~~ndí3 St:s cue::tos y sus ~r,,';erbios r cij~f:u::;;.::'a de su "'~!Cii;:iÓn. C.J.:ondo emr-::-7.ó J 0SC'.HE' :,~r ~q d(-b!;¡ F'"rü:, :-' y: 1",_

vamO. to.1avf.a aturd:do ?or :odv !o q¡;(. habiJ €:SCl:Óad". La. $r;¡

:~ A! utJiur la idea de -desenca.'lto" '10 ni{ ;" naja d~ 1" '1ue se h~ <:iichoa("e.~ de la nlag'" de ~3S "me~c;u'[ei"-5~ o ... ~ 1;)$ asoectos :"2';"05 Ce!J nnmJ mc.!er.t;::ad. l<>¡¡ id",J ~s la d~ al,:ltm:"':"In.no ha'· "-.. ..... 1 ddere"d~ c::!ic;. en e ;.'n'o' p,. .. mi5as C<, ("e.'o­c;:ruenw. cntre ,., .. "ion del ~l1.md" <¡'-le ~¿{1~~il!\ !;lS qrr.~la~ ~~,~les v 2,::·.>!!.i.la e" !d ú,ai lo 'll,:t> i.'lter:-re~3.mos cc;:-;o ,,,o, .. ::.1h: ... 31? :..d,e,.a ~~r en f :e;-umto ;; e5:' ..llartO .le u." aC<>tuecmu,,""to. i:! hed',) d .. que lo!' ~,-,e !I;¡.mil~us !T'("d", '1$ pu~ .... ;.;:o, no n'(l<.>emos en su~ rr<ÍC1Ka5 (.'5. ro' <uoue~to .. 1lgo que yo c!··c,',,, _y di>-.",:tJ a ia· \-0'- en este en~J.\!C P~'J ""~ .::,cusión critica .: .. 1 'é=,~.,ü .. _., S<:'1lC0l.,-::,,- ;'~ase Ja'-9u~s í'am::,.e.-.::. "'·!he .. "rcr_e('.;"!,' le[:-: lu;n", en :'1ic~'ei p_ StEL"oerS (e¿.~. j,'~II~r E¡;u/dn,," alld !I,~ G~"'~",lj ,'í n:"/"r""/. ithac2 ,. londtf's, Come,1 Uni\'erslr.- ?r~s. 19%, pp. ~-l. .... m. . .

Historias de las millorúzs, ~OS slIbollunos I ~CS

COMolIy lo acompa.:i.6 a la puerta pata de..--proirlo y antes de d~# ellu.gar, desde el pOrtón. Yeats se vol ... ;ó para preguntarle con se.-e­rodad: "¿Podria hacerle una presunta más. Sra. Connolly? ¿Usted c:ee en las hadas?" La Sra. Connolly ec.'-¡.j !;¡ cabeza hada at:is y sonrió: "No, Sr. Yeats. por supuesto que no-. Yeats \'aci!6, se die !z. vuelta y prosiguió $\,.\ camino por el sencero. Entonces es..-UdlÚ la voz de la Sra. COMolIy a sus espaldas.- a lo lejos, que Ce<:Ú: "?-=ro ellas están am, Sr. Yeats, están ahin P

COmO ~a ,'i..;ja $r2l.. ConnoUy Sái.'¡"t "l'::ViIlO nosotros ¡ü.~ ci;,,:~­tüicos sociales a menudo ol·:idamos.los m:::scs .... k,-s esoíritus :i(/

dpp~n¿f'n dI:: n~tra;; ,rf'.:-nda;-. hlll·ñiht .... lx'¡ .. P.Xbbr,;o que ~-.:;; hace prl':'p:n.t.e.<; son nup.stra!' orarticas...il1os son parte de ;sta::; dis­linlas k'l rr, .. s Je ser po, ilu::dic, J~ las (ua!ti núS0üOS Jv,c:::m():; ci presente múltiple; son precisamente las c!islocactones de! prese..-:.te lo que nos permite estar con eUos. ::stas fo;T.1¿;¡ distinta:. ce ser ,,0

úejan de sugerir ciertos problemas d;; pod€:r o de jusü¿~_ F~;:o :.:._" cuestiones se plantean -tanto cuento ¡as :,::.",utuciones pl.ólic::..:­modernas l.::s hacen espacio, ya que se atr2\-ie-..,.2!n !:\uttlc.m¿:,lte--

en t¿lTI'.ino~ di~tintos a como se relaciona, l.!s cu=!S~¡()ne<: er. ;0 político moderno.

No obstante -y me gllstaría condui:- con E'.ste ~ña!.un¡e.:'l.­to-, la relación entre lo que hedcnominado "?2.sados su~.aitern(':5--y la práctica de historizar (que el marxista que tr.1emos Ó¿iltro '.C$ recomierlda) no es una relación de exclusión :ecíproca. Si n(.'SO!.'-~3 de hech,-) podemos historizar es Je\:>iao a q;;¡e desde siempre tc:-.:::-mos la '!xperiencia de eso que hace al prese..-.te no cor.tempo;-i;;eo consigo mismo. Así, lo Que les p~rmite a lo:; nisto:iadcr-: ~~:.:c-J v.distas historizar lo medieval o lo tlrn!ttío ~ oreosamente e l -..

Cf"l_O ae "iue s os mun os nunca 2saparecen 'de todo_ Se debe a ~os en nudos temporales, que pocemos ¡:}:wxamo:;: " 1.= -' tarea de deserunarañar, por así decirlo, una :,ute del nu :0 ;qU?;:':$ ... e J o e eríamos pensar a cronología):'" Les pasados subaiter-nos -asp,.ctos de estos nudos temporales- aCLÚan, entcr:-ces. c~o un suplemento a los pasados de los historiadores ~-. ce 1-.emo, t..i­litan nuestra capacidad de historizar. ~jl..:?!.~'T'entz;;:iC5enel;"'"71-tido de Derrida: le permiten a la histori ... la é L<:"::: F'b.n3. 5e!" jo q:;~-e:;

.:5Comunicación peTWna! d~ Da~'id llo~·d. !o L~ cebo el cvncepfc d~ ""Jos t"~ti,,,!.i~w:.'; " Rimajl! G",.-..a.

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1','0 I Dipesh Chakrabarty

y al mismo tiempo ayudan a mostrar sus propios límites. Fero al hacer énfasis sobre los limites de la rustorización, nos ayudan a dist 'arnosdelos' 'tosimperiososdeladisci lina-laidea ( e Haldane o de Jameson, por Jemp e ue lo o uede ser historizado o de que uno e ería siempre orizar- y nos hacen re'tOttsidEtaI el seilt!do MI lintitedo ~ue tep1'esenta la cOn~ ciencia histórica moderna, Gadamer alguna vez hizo una buena aclaración al respecto al diséutir la1nosoiCa de Heidegger. Él dijo: "La e:,:periencia de l.tlListuri" que nosotros tenemos está ... contem­plada sólo en un graáorrúnimo por lo que nosotros Ua!l1,aríamos la col1cirncill históriC11.",Z,~ Los pasados subalternos nos recuerdan de <na~Oñstdnfe1a verdad. d~ ~~t3. afÜrnación.

No,; r;:cúe.rJ.an, d!>iJ.1tbLHU, y'u~ la relación de contemporanei~ dad enrre lo moderno y 10 no moderno, un "ahora" com artido, qu SI IIIlSrno en e p cu.stórico pero cuyo carácter es ontológico, es lo que pennih?: que el tiempo histórico se desdo- '

'-, ble. Este "ahora" ontológico pr~e el vacío histórico planteado por los métodos históricos edre el "allí y el entonces'; y el "aquí y el ahora". Existe por tanto un desdoblamiento del tiempo que ga~ ra-'''\tiza nuestra propia capacidad de entender Frácticas que les asig­namos a sociedades y periodos como diferentes de las nuestras, Lo que nos da un punto de entrada a ti~mpos muy distbtos del tiem~ po vado, secular 'l homogéneo ciel calendario histórico, que ce ll.."'\a forma u otra nunca nos resultan completamente eXITaños, no­sotros ~~arnos en un principio, , , E~_emPJ' como dice la expresión en mi propia lengua, no

s¡tua dentto ir¡'; la estructure', de un "~nthi": de a/ú la expresión bengalí shonl()y~gra¡¡tl!l; sllomoi.~i~ca tiempo" r granthi se refie­re a nudos de distinta~ _c1~!.....~~d~ :~as é:O'iñ-pleja-s1!?~adones de los nudillos de nuestros dedos, hasta las uniones de un palo de bam­!.ú. Ésta es la cazón por la q~ uno'puede tener dos re!ac!Ones d~.~ tintas c~n _~();; _~nt~les,_ ,Prj.rn!!:ralT1ente, como sujeto histórico para quie:i'l -el mundo de vida de los santaJes .. es un objeto~io y -de explicación histórica. Y también esta la otra relación que desdo­bla y hace posible esta orientación de sesundo orden, de sujeto­objeto, entre los santales y el historiador, Esta es la relación que se

:: Hans-Georg Gadamer, "Kml and the h~rmfneutical tum~, UI Su libro h'ci.i''SSI'T'S ;V"!,$, tr,1ohn Stanle~', :-':ue\'a York. St<lte L'nj"ers:ty o( Ne\\' York P~5S, 199,1. p, 55, Cursiv,l$ 1':1 ei onsma!.

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Hisrorms dt ÚlS minor,z, pasndos subaltm¡os / 111

forma por el hecho de que ambos, el r.,istoriador y los santales:. cohabitan el mismo "ahora" humano y ontológico. El llamado que hacen los "pasados subalternos" puecte concebirse como insinua­ciones que recibimos -mientras esta.'7ICS trabajando en la actl',­dad específica de historizar- de ese "¿hora" ontológico, Este "ahc­ra" es, como lo he tratado de sugerir, ro que pernuTe que el tiempo histórico pueda seriarse y hace que cualquier momento particu1a& del presente histórico pueda dislocarse dt: sí mismo,~1l3

• l~$ ~S,,:,,:!('Z(;o a Hor:lI Bhabha, Cauta,.,., :::::~::!~~, :;;';':"'-.1.; 0..\1i. SanC:1J i"a;:..l.:,

R,lna¡Ü Cuna. An:1~ HJ:cg,o\'e, Patncia L..'~"e;IC;'" ::'a,'!d U;:>~',:, L'C:.l\' \l¿:::~, 6..:n¡amm I'enny, Aj";' S~",.,.':--.l !",!!",as,i;-. :"'~,;:¡-.:: ;''':'~ :C::1e~:~:cC'>~' C:JSC"~:~:"''::;_

l.;.s cuajes hm resul\.ld<J muy úul~s para ~'r-:,. e:s: .. c.s.:;:.'o y" ,.::: el t('S?(':'~~_.:' de cuaJqUler ~rrOr,

,

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Los límites de la ciudad letrada: subalternidad, literatura y transculturación'"

• JOM 6everiey Univer.Jty 01 PltsbuGh ----

¿Cuáles son las imPlicaciones de!o!S m.¡~-S ~-n\-as Inn:-ie.:­tuales asociadas conia idea de 10:; estuCÜ05suhalterr.os?Ensu pre­facio a Seleded Suba/lar! Stwiies, Ed.wa.ni Sala sitúa el trabajo del grupo de! estudios sübaItemos ¿el S1.lI Ce kia CQ!r,.O "parte de lID

vasto esfuerzo postcolonial cultcia1 y dtco que í....:..<uir".a ~D2n a noveUstas como Saktan R\:.sndie. Ga:-ea \I~:tqt:ez. George Larruning, ~o Ramirez r K'E:"l.!ti Wa t:"'i...'-,:m.;;Q, a POetaS como Faiz A.lupad Fili, Mahmud D~~;h, Ann'! ~-e: a téori..."05 v filósofos po!íti~ corno Fanon, úbral. S~-ed HU5'Sei:nAJ.a:as. c..u:t James, A.li Shariati. Eqbal Ahmad. Abdulliili Laroci.. Omar Cabe­zas ... lo. Como el suya. el trabajo del gru?O es. en p.alabras de $a:d, y.n "híbrido que participa conjunt;.rnente ce las rerrientes eu!'c- . peas y occidentales y de Asia. el C.ar.be •. -\I:",mca !...atina y .4...T~". un mondo que pr~gi:3. la foar..!! de en nue-.·o ht.::r:Ul.ni.cmo ?OSt­coloniaL I

Pero ahí donde Said o Roberto Fen'Oii,ciez ~~ en 5""<1 fo=.­moso ef\S2yo "Calibán" iIna~, UJ1 nu~'o tipo ce inte!.r.:ual ~ " trado como rotagorusta de Iz cesc:oloniudón. b. reco.lIXi.· in­tendón aradoJlca ae os estuGlOS sub.aitemos es cambi la pOSlClon e os mte ectú '. 'i recon~ cerno c',ru­ra, en la hiStoriasooaI r en la ge:'.e..ración ¿e?OEticz:s. Esto sig;.iñ-

• ÉstOl es 1:.-.... ',e:sión re:~¿a '! am!1~ ce U:'\ e".:So:y:l ~~ il?"-'"'I!ció .,.-is'~;L....~:e como ··'Nriri."'S in ~'erse: On me p~ ci :.;e La::::: • .l.~..::;;..::¡;:'.;i;J¿2;e:-:; 5<-"'¿i~ Group?~ en J. ¡Q,b¿sa. J. ~jines,":, ~ c=. ~. S~= :'" ,.:::"" ir. :i-¿ J_-c"..::.::~. num~ro e:¡~.al ce Dispw.::~,:"..;ó (l'?S-! :~). IR.. <..;uha y G . .spi"o-ak. ~r~ Suñ:!!r": ::;¿~. s~ YcO:. C:L'oro Ur_'".:~, 1988. pp, [X.X,.