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    BCN 832

    ALQUILADOS PARA LA GUERRA

    Despus de los combates tan lamentables como espectacula-

    res, qued definitivamente grabada en la opinin pblica

    mundial la reivindicacin de la Argentina por la soberana

    de las islas, antes prcticamente desconocida.

    Opinin Internacional Brasil, 2004.

    Objetivos nacionales y aviones brasileros

    Los dos aviones Bandeirante alquilados a la Repblica Federativa del Brasil a nales delmes de abril de 1982, contribuyeron a objetivos buscados por la Repblica Argentina. Uno

    de estos objetivos era la urgente necesidad de contar con aviones exploradores martimosde mayor alcance que los disponibles. Haca tiempo que se intentaba reemplazar el Neptu-ne SP-2H por el Orin P-3. El Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Jorge I. Anaya,haba ordenado el da 2 de marzo de 1982, que el Estado Mayor deba accionar a n detraer al pas, antes del 1.ro de junio de 1982, todos los aviones Sper Etendard con latotalidad de su amunicionamiento adquiridos a Francia y comprar aviones de exploracinOrin P-3 en los Estados Unidos o en cualquier otro pas que los tuviera en venta antes dedicha fecha, todo ello como previsin, a una posible utilizacin del factor militar a partirdel tercer cuatrimestre del ao en curso.

    Otro objetivo fue obtener el apoyo poltico del Brasil, que hasta ese momento se apreciabareticente, indeciso y hasta incrdulo. Esta contribucin, que la Repblica del Brasil iba amedir cuidadosamente, no la eximi de tener que efectuar aclaraciones ante los reclamosinmediatos del imperio britnico, al decidirse a apoyar a la Argentina sin agredir a Gran

    65

    El Capitn de Fragata VGM(R) Lic. Enrique A. FortiniUzal-Deheza, pertenece a laPromocin 98 de la EscuelaNaval Militar.Es orientado en Aviacin ycapacitado en Exploracin

    y Guerra Antisubmarina, enInteligencia y como Instructorde Vuelo. Siendo Jefe del Centrode Adiestramiento en Vuelo Ins-trumental (CAVI), fue convocadopara completar las tripulacionesde la Escuadrilla AeronavalAntisubmarina el 6 de abril de1982, habiendo integrado suplana mayor en los aos 1978,79, 80 y 81. Particip en 15misiones de combate durante elconflicto del Atlntico Sur.Fue comisionado por el Coman-do de Operaciones Navales aArabia Saudita y Emiratos ra-

    bes Unidos en la guerra por laliberacin del Estado de Kuwait.Estuvo destinado en el Comandode Operaciones Areas (COA),de la Fuerza Area Argentina.Es Oficial de Comando y EstadoMayor (Grado y Posgrado),realiz el curso de EstadoMayor Conjunto y ejerci elComando de la EscuadrillaAeronaval de Reconocimiento y

    Enrique A. Fortini

    AVIONES BRASILEROS EN ELCONFLICTO DEL ATLNTICO SUR

    Boletn del Centro NavalNmero 832ENE / ABR 2012

    Pintura del Bandeirante 111,leo sobre tela 90 x 60 cm,de Carlos A. Garca, 2010.(Donado por los Sres. Oficialesde la Unidad de Tareas 80.2.2

    al Museo de la Aviacin Naval)

    Sigue en la siguiente pgina.

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    Bretaa. Pese a esto, la eleccin estableca una signicativa, nueva y positiva diferenciacon las actitudes de otros pases de la regin como Uruguay y Chile, que si bien haban ma-nifestado su neutralidad, su apoyo a Gran Bretaa eran harto evidentes.

    Al nal, como intentar relatar, los Bandeirante volaron 39 misiones de combate con nues-tra bandera y con nuestros tripulantes, fueron incorporados a la Escuadrilla Aeronaval An-

    tisubmarina en operaciones la noche del 21 de mayo de 1982, sirviendo con xito a losobjetivos de nuestra poltica internacional como protagonistas indiscutidos en la ltimacontienda blica.

    Encolumnando recuerdos

    El haber integrado el llamado grupo Embraer como Teniente de Navo, haber contribuidoa su organizacin y volado las aeronaves durante la guerra, en denitiva, el haber sido pro-tagonista de su insercin en nuestra organizacin de batalla, me anima 30 aos despus,a escribir estas lneas desde una visin crtica acorde a mi jerarqua de entonces, con laintencin de enriquecer la historia del fugaz paso de estos aviones por nuestra Armada en

    tiempos de guerra.

    En el ao 1988, en la Base Aeronaval Punta Indio, el entonces Sr. Capitn de FragataJulio E. Kalauz, antes de publicar un excelente y consumado artculo sobre el tema, en sucarcter de ex jefe del grupo Embraer, solicit le sugiriera un ttulo para su trabajo. Seme ocurri Malvinas: Orgullo de un recuerdo, teniendo l la deferencia de adoptarlo. Suartculo fue publicado en la revista Mach1 a principios de 1989, reejado en el diario LaPrensa en abril de 1992 y posteriormente publicado en Brasil bajo el ttulo Cumprindoo Acordo en el ao 2004 y en directa referencia al Tratado Interamericano de AsistenciaRecproca (TIAR). Es mi intencin encolumnar mis recuerdos a los suyos, publicados hace23 aos mas all de que mi experiencia en el avin (como la de todos los dems) hayasido exigua.

    Mi encuentro con el Bandeirante 111 Patrulla

    El da 19 de mayo de 1982 permaneca en las instalaciones de la Fuerza de Infantera deMarina N1 (ex Estacin Aeronaval Ro Gallegos, GOS). Haba volado en el da de la Ar-mada la sexta misin de combate a Malvinas, y sin saberlo, por ltima vez en los Trackers,cuando el comandante de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, Capitn de CorbetaHctor A. Skare me convoc y me interrog sobre mi disposicin para sumarme al elemen-to de tareas Bandeirante(*). El hecho de desempearme como comandante operativo, ha-ber adquirido experiencia de combate, ser adscripto en la organizacin de la escuadrilla,haber volado y mantener la habilitacin en aviones biturbohlice (volaba el Sper King

    Air 200 desde el ao 1976), ayudara a una rpida adaptacin al nuevo avin y con ello,a las tripulaciones designadas. Sin dudarlo, le respond que s, en el convencimiento quesi el Capitn Skare me lo sugera era porque lo necesitaba y porque constitua el modode accin ms conveniente. En lo personal lo sent como un desafo. Agrego que hastaese momento desconoca la solucin aceptada por la Armada ante la acuciante falta deexploradores areos idneos.

    (*) Los Bandeirante 111 Patrulla son derivados de un modelo de avin ejecutivo, el Embraer 110 Bandeirante, efectan operaciones de Control delTrnsito Martimo (en Brasil reemplazaron a los Lockheed B-69 de su Fuerza Area) y son conocidos en la regin como los Bandeirulha. Conla incorporacin de ellos en la Armada Argentina se intentara suplir la labor de los aviones Neptune de la Escuadrilla Aeronaval de Exploracinque ya haban sobrepasado su vida til y acababan de ser retirados de la batalla.

    El 20 de mayo, embarcamos con el Capitn de Corbeta Emilio Checho Goita en un vuelo delnea con destino a Baha Blanca (Base Aeronaval Comandante Espora). Esa noche acompa

    del Grupo Aerofotogrfico dela Aviacin Naval.Es Licenciado en SistemasNavales y Areos por elInstituto Universitario Naval,es Mster en Relaciones

    Internacionales por la Facultadde Estudios para Graduadosde la Universidad de Belgranoy Piloto de Transporte de LneaArea Comercial (TLAA).Desde su retiro voluntario dela Armada Argentina comoCapitn de Fragata desde1992 hasta el 2006, se dedical management de empresasprivadas de telecomunica-ciones. Siendo formado enla conduccin de empresaspor la Corporacin GloboNet Brasil en la ciudad deSan Pablo, desempendosecomo Operador de Negocios,Administrador, Director y/oGerente Operativo de empre-sas argentinas en Brasil, Per,Espaa, Uruguay y Paraguay,pases en donde residi.Como socio activo del ClubCentro Naval, integr susComisiones Directivas comovocal titular en dos periodosen el rea Disciplina, Ingresosy Egresos, fue miembro delConsejo Editor del Instituto dePublicaciones Navales y cola-borador del Boletn del Centro

    Naval; en la faz deportiva,desarroll responsabilidades enla Sede de Nez (1989-92),gestionando para la defensay optimizacin del predio ypara su insercin al CentroNaval; como responsable delhockey, incorpor activamenteal Centro Naval a la AsociacinAmateur Argentina de Hockey.

    Viene de pgina anterior.

    Versin definitiva delEmbraer 110 Bandeirante.

    Los Bandeirante volaron39 misiones de combatecon nuestra bandera y

    con nuestros tripulantes.

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    como copiloto de rodaje al Teniente de Navo Miguel Mike Salvador, dirigindonos al TallerAeronaval Central para trasladar el segundo de los aviones hasta hangares. La aeronave ha-ba sido pintada de color gris oscuro en tiempo rcord, como se haca todo en aquellos das.De esta manera tuve mi primer contacto con los aviones Bandeirante, a los que no llegue aconocer con sus colores originales y que volara hasta la nalizacin del conicto.

    La primera impresin que me caus como avin de combate fue pobre, dira que hastadecepcionante. Era, realmente y ms all de los adjetivos que le agregaba el fabricante, unavin de propsitos generales/ejecutivo, con un radar de emisin sectorial de 240 gradosy nada ms. Al decir de los operadores, el radar no era comparable al del Neptune ni al delTracker, pero lo calicaban de aceptable (un Eaton/Telephonics AN/APS-128 para vigilanciamartima). Para m era un radar con una emisin sectorial y desconocido, y por ende, pococonable. Adems, por la informacin recibida sobre sus capacidades, lo catalogu de in -mediato como inepto para el vuelo tctico, porque eran necesarias 12 vueltas de antenapara alcanzar su mxima escala, haba que emitir en exceso para obtener una deteccinconable, y contra una ota eso era mortal, por lo que me pareci que era un radar pocoexible y poco preciso para este tipo de operacin.

    El interior del avin era amplio, cmodo y sobresala una cocina prometedora. Sobre la ban-da de estribor se le haba incorporado en el Taller de Electrnica de Espora, un instrumentoelectrnico retirado de un laboratorio, un analizador de espectro marca Tektronix Mod.7L3 que meda desde los 200 hasta los 400 MHz, era imprescindible dotarlo de un equi-po MAE, cuestin que no se logr, o de una alarma radar para, al menos, poder detectar yanalizar las emisiones de los radares de alerta temprana de las unidades navales inglesas.Saba que la Fuerza Area Brasilera haba convertido un Bandeirante 110 en una versinpara apoyo electrnico ELINT/SIGINT y que los Bandeirante 111 brasileros y chilenos po-sean MAE. Exista por lo tanto, una suciente experiencia en la regin que lamentablemen-te no se pudo capitalizar, desconozco las razones pero deben haber sido de orden logstico,considerando que los aviones que nos fueron destinados no los posean originalmente y nohabra en disponibilidad.

    Asum que me encontraba frente a un avin modesto para volar en un escenario caracteriza-do por la presencia area y de supercie del enemigo, porque en resumen, el avin tena unradar aceptable que posiblemente no se adaptara a las necesidades tcticas, y un llamadosistema MAE, recientemente injertado, que nosotros conocamos muy bien puesto que ha-bamos participado en su concepcin y ya lo habamos operado intensamente en combate,resultando un complemento vital en los Trackers, donde constituy un equipamiento decarcter crtico, pero no dejaba de ser un instrumento de laboratorio complementario, quecubra exclusivamente un sector de frecuencias.

    Los aviones tampoco portaban armas de ninguna naturaleza, en Brasil estaba previsto suuso con cohetes y hasta contaba con una mira elemental, pero para nosotros todo ello fue

    excluido por decisin poltica, prejuzgando que el avin haba sido previamente desequipa-do, no encontrndole otro justicativo a estas ausencias.

    Mi experiencia profesional me alertaba sobre posibles futuros e imponderables costos. Sa-ba que la situacin ideal para un explorador era portar misiles aire-supercie para ataque,as como bengalas y chaffpara su defensa, como el Orin P3C, y tena conciencia quenosotros no tenamos acceso a los mismos, pero de ah a no portar nada, haba una grandistancia, todo conguraba una situacin sumamente difcil de entender. En nuestra escua-drilla, no estbamos acostumbrados a volar el material que nos asignaban con las falen-cias con que lo recibamos, tendamos a adaptarlo segn nuestras necesidades operativas.Todo ello posible gracias a las mltiples y sorprendentes capacidades en todos los rdenesdisponibles en los diferentes organismos tcnicos de la Armada, as que por lo general lologrbamos, pero en Ro Gallegos no existiran fcticamente esas posibilidades, las esta-ciones alares quedaran vacas. Haba tenido la oportunidad de volar desde Espora hasta el

    Los aviones tampocoportaban armas de ningunanaturaleza, en Brasilestaba previsto su uso concohetes y hasta contabacon una mira elemental,

    pero para nosotrostodo ello fue excluidopor razones polticas.

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    68 AVIONES BRASILEROS EN EL CONFLICTO DEL ATLNTICO SUR

    Cabo de Hornos en un P-3C dela U.S. Navy del escuadrn VP-56 Dragons en operacionesel ao anterior, me senta ac-tualizado en mi capacitacinExploracin y Guerra Antisub-

    marina, crea tener una ideaformada y slida al respecto.

    Enseguida percib que tampo-co tena botas desheladorasen los bordes de ataque de lasalas y del empenaje, que lucanparadjicamente relucientes,cuestin que me desorientporque Chile haba compradopara su armada seis avionesentre 1978 y 1979 que conoca

    muy bien, y todos tenan las bo-tas. Tiempo despus, ya pasado el conicto, identiqu al avin de la ARCH como el modeloAN, con requerimientos especcos que la fbrica tuvo que cumplimentar, los nuestros erananteriores, del modelo A, sin sistema antihielo. Alas, hlices y fundamentalmente motor sinproteccin, realmente otra tremenda desventaja.

    Insista para m, que habamos arrendado un mediocarente de las capacidades necesarias para partici-par en el conicto, me pareca que esa haba sidola idea primigenia y condicionante del acuerdo. Losaviones estaban en lnea de vuelo en la Fuerza AreaBrasilera, haban sido desafectados y entregados a

    la fbrica Embraer, que a su vez los transri a la Ar -mada Argentina y adiestr a sus dos tripulaciones, sehaba disminuido todo posible contacto entre fuerzasmilitares de ambos pases, slo excepciones ineludi-bles a la instruccin.

    Las tomas de aire de las turbinas estn por diseo a muy baja altura, esto implicaba unserio peligro en vista a las condiciones en que se encontraba la vieja pista de AeronavalRo Gallegos, que durante aos haba sobrevivido casi sin mantenimiento, la prdida deuna turbina por la ingestin de piedras estaba latente. Tambin su control de la rueda denariz era gracioso, era similar a la empuadura de una plancha y se oa como las puertasde un mnibus.

    Como punto positivo, me impresionaron muy favorablemente los navegadores inercialesLitton en el centro del tablero, maravillosa noticia para mi anlisis hipercrtico. Los inercialesse distinguan notablemente de la tecnologa rudimentaria que imperaba en el resto de lacabina; al menos tendramos una navegacin conable y cmoda, y tambin estabilizabanal radar. Seramos la envidia de los pilotos de Tracker porque ellos deban seguir dudandocon la informacin de situacin que les proporcionaba el VLF Omega (las estaciones Omegaque cubran la regin haban sido reprogramadas para inducir errores en las posiciones).

    El avin, en trminos generales, me resultaba parecido al viejo Guaran. Mi conclusin fuees lo que hay, es lo que se pudo conseguir, lo que haya sido, sent que era muy poco paraoperar contra fuerzas de la OTAN, se pona en evidencia algo que hasta ahora no habaconsiderado, las dudas y la pobreza de medios imperante en la ayuda del exterior a la quepodamos acceder, con la que podamos contar. Saba que nosotros necesitbamos una

    Bandeirante Patrullabrasilero, sus estacionesalares con cohetes.

    EMB 111 modelo AN,especial para la Armadade Chile.

    Sent que era muy pocopara operar contrafuerzas de la OTAN.

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    aeronave con agilidad en los ascensos y descensos, capaz de variar rpidamente su veloci-dad, con defensas para el vuelo en una atmosfera fra y hmeda, que portase un radar con-able para el uso tctico y un MAE amplio y sensible para poder operar bajo lbulo y comosensor principal. Deba presentar un eco radar pequeo y poseer defensas contra misiles.Tenamos que ir en busca del enemigo, encontrarlo sin que nos neutralice, era importante

    crear la posibilidad de sortear un contacto que nos hubiere detectado para poder mantenerla exploracin.

    La realidad era que estbamos a bordo de un Bandeirante brasileroque nos fue arrendadoporque no resultara peligroso para los ingleses, toda una paradoja. Me recordaba a lagura histrica y pica de nuestros inicios, cuando se utilizaban las embarcaciones disponi-bles del tipo que fuesen y se las armaba con lo que se encontraba para defender en el marnuestra incipiente independencia poltica como nacin. Comenc, antes de siquiera haberrealizado un vuelo en el Bandeirulha, a extraar al Tracker, un avin norteamericano parauso en el mar, especcamente antisubmarino embarcado, que comenz a ser fabricado enla dcada de los cincuenta, muy bien diseado por la Grumman y adaptado por la escua-drilla para operar con xito contra los medios ingleses, un avin de combate relativamente

    econmico, con motores de pistn, pero que ya haba superado exitosamente todas lasexigencias de la guerra vividas hasta el presente, operando tanto desde el portaavionesota contra ota, como desde las islas, y ahora desde la pista de Aeronaval Ro Gallegos.Esa noche en Espora no dorm bien.

    Hacia Ro Gallegos

    El da siguiente, 21 de mayo, fue una jornada con muchas malas noticias desde Malvinas,se estaba estableciendo una cabecera de playa en San Carlos, este hecho hablaba deldominio del mar y del aire por parte de los britnicos. Estas novedades no tardaron enconvertirse en rdenes para nuestro grupo, era importante el traslado de nuestro Elemento

    de Tareas, dos aviones, rebautizados 2-P-201 y 2-P-202 a Ro Gallegos para reforzar losmedios de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina. La guerra comenzara para los Bandei-rantes. Perciba mi disconformidad y no lograba superarla, tampoco estaba cmodo conmi actitud y buscaba una justicacin, se habra impuesto una visin sobre las capacida-des de estos aviones excesivamente esperanzadoras? Saba que desebamos un medioque nos permitiera la bsqueda de los portaaviones ingleses para utilizar los tres misilesExocet AM-39 remanentes. Tambin saba que al enemigo ya se lo haba sorprendido tc-nica y tcticamente una vez, sorprenderlo dos veces me pareca que era una pretensinexagerada, no obstante, nosotros deberamos intentarlo, nos comprometamos a superarlas ya demostradas capacidades operativas de los Trackers y de los Neptune, puesto quelos ingleses operaban ahora decididamente a mayor distancia y estaban a la defensivacontra los ataques aeronavales. Para ello se deba contar con una sorpresa tecnolgicaque precisamente no tenamos. Me repeta que deberamos llegar adonde los Trackers nollegaban, conseguir toda la informacin posible sobre unidades de supercie enemigas,

    Vista de perfil delBandeirante 111 Patrulla,del artista aeronuticoCarlos A. Garca.

    La realidad era queestbamos a bordode un Bandeirantebrasilero que nos fuearrendado porqueno resultara peligroso

    para los ingleses,toda una paradoja.

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    como mnimo establecer su deteccin inicial. La nica ventaja existente era nuestro mayorradio de accin, esa era la ventaja comparativa, eso se necesitaba, ah estaba puesto elfoco, pero el llegar solamente no alcanzaba, haba que tener el medio idneo para realizar

    la tarea. Ya haba volado en ese teatro y crea saber con claridad que era necesario, mepareca que el Bandeirante no calicaba. Me frustraba que la Armada incorporara medioscon menores capacidades que los que tena en existencia desde haca dcadas, esto era elresultado de una realidad impuesta, ahora no haba opciones, ahora s estaba convencidoque realmente el conicto nos haba sorprendido en el tiempo. Estbamos condicionados aasumir un compromiso operacional que evaluaba muy difcil de cumplir. Lgicamente optpor la prudencia y el silencio, haba que esperar.

    El da se lleno de urgencias, preparamos el traslado para todo el grupo con el apoyo de unvuelo de transporte, no saba cundo, pero ya me haba convertido en el Jefe de Logsti-ca. Aproximadamente a las 18:00 h, cuando comenzaba la noche, volv a ser clidamentedespedido por nuestro comandante superior, el Capitn de Fragata Luis Csar Vzquez, co-

    mandante de la Escuadra Aeronaval N2 y del Grupo de Tareas 80.2, y despegbamos conrumbo sur. Iba como copiloto del Capitn Kalauz, repasando nuestras carreras, habamosvolado casi el mismo tipo de aviones y congenibamos estupendamente, tambin era miprimer vuelo en el EMB 111, nocturno y sin que me presentaran el manual de operacin dela aeronave. Aterrizamos a las 23:10 h y sin novedad en Ro Gallegos, en nuestra vieja pistailuminada con bochones y dotada de una radio baliza porttil. Dimos las directivas de rigor yfui al reencuentro de mi espacio en la antigua, improvisada, distante y vaca casa destinadaa nuestro alojamiento. All convivamos todos los Tenientes de Navo y algunos Tenientesde Fragata aviadores navales con quienes nos llevbamos magncamente, la camaraderasiempre fue un componente fundamental de nuestro sostn. Las casas, si bien parecanque estaban abandonadas, satisfacan nuestras necesidades primarias, tenan buena cale-faccin y baos completos, aunque no tenan mobiliario, slo haba que acostumbrarse al

    fuerte olor del agua de pozo, muy sulfurosa, especialmente cuando intentbamos hacernosun caf. Quizs nuestra mayor incomodidad era durante las noches, llegar a la cmara deociales o al hangar sin el acoso de los centinelas, tal vez haya sido la razn del porqu sehicieron tan populares los juegos de cartas en la clida casa vaca.

    Rumbo 090, al encuentro de la fota enemiga

    El da 22 de mayo comenz muy agitado, los Tracker continuaban con su intensa actividadmientras observaba asombrado distanciarse mi posibilidad de hacerme con el manual devuelo antes de que me incluyeran en la primera misin de combate. Solamente dos me-cnicos y dos operadores haban hecho el curso en la fbrica Embraer, los SubocialesAppelhans y Guajardo, ambos excelentes mecnicos aeronuticos, y para la operacin ymantenimiento del radar, el Subocial Kaless y el Cabo Ramrez, todos ellos podan ilustrar-

    Vista de la estacinAeronaval Ro Gallegosdesde la casa vaca.

    A la derecha, Juan J.Lince Membrana.

    Me frustraba que laArmada incorporaramedios con menorescapacidades que losque tena en existenciadesde haca dcadas.

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    me sobre los sistemas del avin, pero en ese primer da era muy difcil coincidir en tiempo yespacio, de los cuatro pilotos que haban estudiado y volado la aeronave en Brasil, dos eranlos nicos comandantes operativos CC Kalauz y TN Salvador y dos copilotos, TF Navarro yGU Zurdo, todos volaran todos los das, y no era un turno de vuelo y vuelta al trabajo, erauna misin de combate de seis horas de vuelo neto, ocho o nueve horas entre pre y posvuelo, y cuando nalizaba, terminbamos cansados y nerviosos, estaba claro que no dis-

    pondramos de tiempo para dedicarnos. Me preocupaba ir al combate en un avin que noconoca, que no le tena conanza.

    Era consciente que los vuelos deban cumplirse, que se deba mantener actualizada la si-tuacin mar entre el continente, las islas y su entorno, una falta de informacin oportuna,una evaluacin errnea, costara vidas y tendra consecuencias estratgicas invalorables,adems, queramos encontrar las unidades importantes, queramos ser protagonistas. LosTrackers volaban hasta las islas con solvencia y superando sus reales posibilidades, en msde una oportunidad se plant un motor por agotarse todo el combustible, taxativamente sevolaba hasta la ltima gota, ahora nosotros deberamos ir ms all, asumiendo que msall implicaba mayor probabilidad de encuentro con el enemigo.

    Los objetivos impuestos en las misiones eran los bsicos, no caba duda y no haba sor-presa. Las tripulaciones estaban muy bien programadas, se dara prioridad a los pilotoscon experiencia operativa, se formaron las duplas CC Kalauz/TN Fortini y TN Salvador/CC Goita, y tambin para los operadores de sensores con ms experiencia que seran GUCarrizo (radar)/TC Rosende (MAE) y GU Gelman (radar)/GU Orono (MAE) quienes con doso tres misiones aseguraran su mejor nivel; los copilotos tendran que adiestrarse con unritmo ms pausado.

    Los operadores eran en su mayora ociales recin egresados y/o en formacin del cursode ascenso de subocial a ocial, o sea, Tenientes de Corbeta, grado con el que egresabano Guardiamarinas en Comisin, para los que no haban egresado an de la Escuela NavalMilitar, realmente excelentes y conables en su funcin, pero del avin slo saban lo indis-

    pensable para realizar su trabajo.

    El objetivo era alcanzar cuatro tripulaciones y una adecuada cadena de sostn logstico,pista y mantenimiento. Cuatro tripulaciones a dos vuelos por da, signicaba que volara -mos da por medio y era aceptable. El personal de mecnicos de vuelo fue reforzado conla llegada en Espora, de los Subociales Heredia y Roblas, mecnicos aeronuticos expe-rimentados en turbohlice. Dos abrigados tcnicos brasileros procedentes de la fbricaEmbraer y civiles pertenecientes al Arsenal Aeronaval N 1 de Punta Indio completaran lasnecesidades de personal calicado en tierra. El Capitn Kalauz decidi luego de un inter-cambio de opiniones que en los vuelos de combate no volara ni mecnico ni observador.Con referencia al mecnico, opin que deberan volar puesto que eran vuelos prolongadosy podran resolver algn problema tcnico a bordo, o dirimir alguna duda, considerando

    que muchos de los pilotos no tenamos conocimiento de los sistemas del avin, y tampocodescart la posibilidad de que tuvisemos (por emergencia o porque se nos ordenara) queaterrizar en la pista de Puerto Argentino (que se mantena milagrosamente operable y su-pona con combustible; siempre lo consider como una alternativa razonable, al punto queen todos mis vuelos cargaba mi pistola ametralladora Halcn 9 mm con tres cargadores ydos pesadas granadas americanas en mi tradicional bolso de vuelo). Con respecto a los ob-servadores o fotgrafos la situacin estaba clara, no haba nada que observar o fotograar.Tambin se present despus de que realizramos las primeras misiones, el mismo temacon el ocial navegante a quien yo evaluaba como prescindible. ramos eles a las tradi -ciones de las diferentes escuelas, el Cap. Kalauz y Mike Salvador volaban Neptune (11tripulantes) y Checho Goitia y yo, Tracker (4 tripulantes), con gusto hubiese cambiado alocial navegante por el subocialmecnico.En denitiva, la composicin de la tripulacinfue: comandante, copiloto, navegante, operador radar y operador MAE (cinco almas a bordoy, por lo general, todos ociales). Durante la primera misin de combate del grupo Embraer,

    Los objetivos impuestosen las misiones eranlos bsicos, no caba duday no haba sorpresa.

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    72 AVIONES BRASILEROS EN EL CONFLICTO DEL ATLNTICO SUR

    estos puestos estaran cubiertos por: el CCAV Kalauz, quien suscribe, el GUAV Zurdo, elGUCP Carrizo y TCCP Rosende, as que, a las 13:00 en punto, 12 horas desde nuestra llega-da a Ro Gallegos, despegamos rumbo a Malvinas para realizar una trayectoria Norte, ibacon la rme determinacin que hara lo que fuese necesario para suplir todas las falenciasmateriales con intensiones de mximo esfuerzo, arrojo, imaginacin, ingenio, inteligencia,voluntad, conducta, excelente predisposicin, perseverancia, obcecacin y plegarias, mu-

    chas plegarias; regresamos a las 18:25 con la misin cumplida.

    Extraje como experiencia, que el avin era fsicamente muy cmodo comparndolo conel Tracker, y aun vistiendo traje antiexposicin y chaleco de supervivencia; pero que nosucediera una emergencia porque sera muy difcil abandonar este aparato en caso de unamerizaje, sacar el bote por la puerta sera imposible por tamao y peso, ni pensar en unalnea de mar, las esperanzas de supervivencia se reducan al mnimo. El sistema de cifradoque nos haban asignado no era compatible con la operacin aeronutica, o cifrbamos ovolbamos, no era funcional. Nuestro control nos interrog sobre cual era nuestra posicin,si comenzaba cifrando la respuesta letra por letra, nmero por nmero la iran a recibirmedia hora ms tarde, o sea a 80 millas de distancia, as que, para cumplir con la condi-cin de oportunidad contest en claro al whisky de Pastorino, en referencia al oeste de

    la Gran Malvina, asocindolo a Malvina Pastorino, reconocida actriz argentina; nadie meentendi y me pareci inaudito. Amn de ello, me molestaba como nos haban bautizado,podan ser originales sin dejar de ser dignos, pero nuestro indicativo era Escarola a quinse le ocurre ponerle lechuga a un avin de combate en guerra?, lo senta despectivo. Esanoche so con un criptfono, y mientras tanto, no dejaba de preguntarme: El manual devuelo quin lo tiene? No es fcil para el comandante de una misin de combate dar clasesde conocimiento y operacin del avin. Con ese tema pasamos durante nuestros vuelos,los momentos ms agradables con el Capitn Kalauz; nos reamos de buena gana cuandointentaba explicarme por quinta vez cmo funcionaba el circuito hidrulico y algn acaeci-miento frustraba nuestro esforzado proceso. Tambin estoy en condiciones de aseverar queaquella tradicional conclusin leda hasta el cansancio por los pilotos de Tracker de: Loscorazones de los aviadores navales laten ms fuerte en una nal de portaaviones que en

    combate con el enemigo, es falsa, en lo personal creo que laten ms fuerte con una ideaclara, libertad y apoyo para realizarla.

    El da siguiente, 23 de mayo a las 09:45 despegbamos con la misma tripulacin para latercera misin de los Bandeirantes. Vivimos un pequeo detalle anecdtico para nosotrosen aquellos momentos: ya en el proceso de regreso de las islas un A-4 de la Fuerza Areanos sobrepas raudo y veloz rumbo a Ro Gallegos, quizs nos sorprendi que volasesolo y el bajo nivel de vuelo, pero nada ms. Cinco aos despus, en 1987, realizando unejercicio de planeamiento militar conjunto en la Escuela de Guerra Naval, conversandocon un compaero del grupo perteneciente a la Fuerza Area, nos reconocimos como lostripulantes de aquellos aviones en aquel lejano da. Realmente aquel evento haba sidobastante ms dramtico que el que nosotros habamos supuesto, el ocial en cuestin,

    mi amigo, el entonces Capitn de la FAA Pablo M. Carballo, regresaba de una misin deataque sobre el estrecho de San Carlos, habiendo perdido al Primer Teniente LucianoGuadagnini, solo y a baja altura a causa de las averas sufridas por el fuego enemigo. Fueall que visualiz un punto negro en el horizonte, un avin azulado y narign, evidente-mente (pens) un Sea Harrier, y al reconocer a la aeronave que le cerraba el paso comoenemiga se prepar para atacarla con caones, pero cuando nos tiene en la mira ya listopara hacer fuego, algo lo hace desistir, recin cuando nos sobrepasa, y ya absolutamente

    jugado, nos identica como amigo al observar nuestra bandera pintada en el empenaje,a pesar de no reconocer el avin.

    Era as, muy pocos aviadores reconocan este aparato; adems, si ramos oscuros sera-mos ingleses para los argentinos, pero si ramos claros seramos fcilmente visibles paralos ingleses, un verdadero dilema, lo preferible era que nadie nos viera, aunque ello nodependa de nosotros. Aterrizamos a las 15:30 h con la misin cumplida sin novedad.

    Nos identifica comoamigo al observarnuestra bandera pintadaen el empenaje, a pesarde no reconocer el avin.

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    Por mi parte, y volviendo a mi posvuelo, empezaba apreocuparme menos el saber dnde estara el manualde vuelo del Bandeirante 111 Patrulla?, pero tambinempec a sospechar que el analizador de espectro ra-dioelctrico no estaba operando con los mismos estn-dares de funcionamiento a los que estaba acostumbra-

    do en el Tracker, sera una falla del operador o del equi-po? cre que del equipo, pero rec para que fuera unafalla del operador, perder el MAE sera una pesadilla, im-plicaba volar sordos, volar en la incertidumbre, perder elcontrol, nosotros habamos aprendido a depender conabsoluta prioridad de la informacin del MAE.

    El 27 de mayo a las 14:10 despegamos esta vez con el 2-P-202 y en mi caso, por terceravez, con la misma tripulacin, aterrizando a las 19:30 h. Ya empezbamos todos a descon-ar de la informacin MAE, como ya tambin habamos descartado el uso de la clave ennuestras comunicaciones HF. Asumamos al Bandeirante en su verdadera dimensin, unavin lento para su categora (poco ms veloz que el Tracker), sin antihielos, con un MAE

    dudoso y con un radar comparativamente moderno, pero diseado para trabajar en emisincontinua. Me torturaba la duda sobre las detecciones logradas, muchas veces, las bajaspresiones provenientes de la Antrtida arrastraban un prolijo tren de nubes lenticularessobre la supercie del mar que eran confundidas con formaciones navales; para colmo, lasestaciones meteorolgicas chilenas no irradiaban sus reportes horarios. Las otas de pes -queros englobados dentro de la URSS, que al principio del conicto navegaban en la zonacomplicando la situacin radar, pero favoreciendo nuestra situacin tctica de supercieante las detecciones MAE y radar del enemigo, ante las imgenes satelitales y para los an-lisis acsticos, ya se haban retirado. Haba que tener fe en los operadores, pens que meestaba inclinando a considerar como vitales y casi excluyentes al comandante y al operadorradar, si esa dupla funcionaba los vuelos tendran xito, por lo que terminaba considerandoal avin y su radar, nada ms. Esa noche dorm mejor, tuve la sensacin que los puntos

    sobre las es se estaban acomodando.

    Respecto a la lentitud de la aeronave, comparndola con la agilidad de Beech BE 200(5.600 kg peso mximo de despegue), tom conocimiento por los tcnicos brasileros queal convertirse en un avin para el control de trnsito martimo, bsqueda y rescate, o cus-todio de los intereses en el mar, se le agregaron tanques suplementarios de combustibleen las puntas de las alas para mejorar su autonoma, similares a los del avin Xavante,ello implic reforzar sus estructuras alares y tambin sus jaciones a la seccin centraldel tren de aterrizaje, todos esos agregados aumentaron sensiblemente su peso en msde 1.000 kilos (7.000 kg peso mximo de despegue), 1.400 kg ms que el BE200 perocon las mismas plantas de poder, en ello radicaba la causa de sentirlo lento y pesado, eraestable pero menos maniobrable.

    A esta altura de nuestras experiencias, al manual de vuelo lo haba casi olvidado, supu-se que era como consecuencia de haber volado un par de horas como piloto recibiendoinstruccin, cosa que realmente me hizo sentir mucho ms cmodo. Era evidente que yame haba adaptado al avin y que tambin haba calculado sus posibilidades, si bien nole otorgaba toda la conanza al radar, saba que era lo nico til que tenamos y ya habadecidido cmo operarlo para cumplir con el objetivo, en cuanto al MAE lo haba descartadopor poco conable, lo utilizara como fuente de informacin secundaria. Asuma un riesgocalculado mayor que el que me haba impuesto en el Tracker. La misin se poda cumplircomo a m me gustaba, pero el resultado sera sin duda de menor calidad por las mayoresprobabilidades de error, pero ese era el medio que poseamos, esa era la herramienta quetenamos y ya estaba convencido que alcanzaba, quizs a duras penas pero alcanzaba.Alguna vez, en un posvuelo alguien me interrog telefnicamente desde Espora pidiendogarantas sobre mi exploracin, por supuesto no las pude dar. Al nal, el avin, que no era

    Haba que tener feen los operadores.

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    74 AVIONES BRASILEROS EN EL CONFLICTO DEL ATLNTICO SUR

    en mi opinin el medio ms idneo y solamente con el radar operativo, ya que el sistema deantenas del MAE tuvo que ser retirado en mitad de la campaa porque producan destruc-cin estructural severa, sirvi, fue til, quizs no como se esperaba inicialmente de l, perodemostr su utilidad, sin duda sum. Ahora expresaba mi disconformidad comparando labuena suerte de los otros (las tripulaciones de Tracker) frente a la mala suerte de nosotros(las tripulaciones de Bandeirante), el muerto se re del degollado, fascinantes mecanismos

    de nuestra naturaleza.

    Ya nuestro departamento logstica funcionaba muy bien, los aviones siempre alistados paracumplir las misiones encomendadas, se realizaba un esfuerzo tremendo con buen nimoy disposicin, el grupo funcionaba y se haca querer, las comodidades de las que dispona-mos eran pocas, se extraaba la vida en el portaaviones, nos sentamos aislados, a bordoestbamos ms cmodos y nos creamos ms funcionales, tambin se coma mejor, sinduda el buque constitua nuestro hbitat natural, pero todos comprendan el porqu de lasfalencias y se las superaba con camaradera y humor.

    Nuestra Armada Brancaleone

    El Comandante de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina y de la Unidad de Tareas 80.2.2era, como siempre, y para nuestra entera y completa satisfaccin, el Capitn de CorbetaHctor Alfredo Skare, quien conformaba dos elementos de tareas:

    -Elemento de Tarea 80.2.2.1, S2E Tracker, 5 aviones, 8 tripulaciones.

    -Elemento de Tarea 80.2.2.2, EMB 111, 2 aviones, 4 tripulaciones.

    Dotaciones de vuelo de los Bandeirantes:

    Capitn de Corbeta Julio E. Kalauz, Capitn de Corbeta Emilio V. Goita, Teniente de Navo Enri-

    que A. Fortini y Teniente de Navo Miguel A. Salvador, Comandantes de avin y operativos (4).

    Teniente de Fragata Luis Sanguinetti, Teniente de Fragata Luis Navarro, Teniente de CorbetaHoracio Nez, Guardiamarina Gustavo Zurdo, Copilotos/Pilotos (4), estaba previsto recibircomo quinto copiloto al Teniente de Fragata Marcelo lvarez, quien se desempeaba comocomandante de Tracker, pero no llegamos a concretarlo.

    Teniente de Fragata Eduardo Gatti, Teniente de Corbeta Guillermo Meneses, GuardiamarinaLuis Savoia, Guardiamarina Gonzalo Sul, algunas misiones las ejecut el GuardiamarinaGustavo Zurdo, Navegantes (4).

    Teniente de Corbeta Jorge Rosende, Guardiamarina en Comisin Jorge Orono, Guardia-marina en Comisin Hctor Carrizo, Guardiamarina en Comisin Miguel Gelman, SubocialPrincipal Hugo Kaless, Subocial Segundo Juan Fernndez, Subocial Segundo Wilfredo

    2-P-202 listo paraotra misin de combateen la plataformade GOS Aeronaval.

    S2E y EMB111formados despusde la batalla.

    Nos sentamos aislados,abordo estbamos mscmodos y nos creamosms funcionales.

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    Cabrera y Cabo Primero Miguel Ramrez,Operadores Deteccin (8), casi todas lasmisiones las llevaron adelante los ociales.

    Subocial Segundo Juan Appelhans, Sub-ocial Segundo Carlos Guajardo, Subocial

    Segundo Vctor Roblas, Subocial SegundoJos Heredia, Mecnicos de a Bordo (4).

    Mantenimiento de los Bandeirantes:

    Se alternaban: Teniente de Navo (ingenie-ro aeronutico) Gabriel Vignola, Tenientede Fragata (ingeniero electrnico) HugoMosquera, Teniente de Fragata (ingenieroaeronutico) Santiago Tondo. Permanecanestables: el Teniente de Corbeta (tcnicoaeronutico) Jos Antonio Galandrini (a mi

    juicio el real Jefe de Logstica), el SubocialPrimero Mario Enriz y el Cabo Primero Ramn Antonio.

    Se alternaba el siguiente personal civil perteneciente al Arsenal Aeronaval N1: Supervi-sor Luis de la Iglesia, Supervisor Luis Silvestri, Tcnico Felipe Gallaman, Tcnico RubnSilvestri, Ocial Juan Skoropad, Ocial Luis Correa, Ocial Rubn Ramrez, Ocial CarlosDelle Ville, Ocial Antonio Angueira, Ocial Ernesto Helling, Ocial Hctor Szabo, OcialMarn Casualdo, Ocial Horacio Santoro, Ocial Luis Endemao, Ocial Eduardo Foyth,Ocial Sergio Podoba, Ocial Gandolino Barrone, Ocial Federico Ewe.

    ramos 47 argentinos (21 rotaban entre s, as que siempre haba 36 o 37) ms los dosvalorables y emponchadsimos tcnicos brasileros, en total, 49 personas afectadas a la

    operacin Bandeirante 111 Patrulla, en guerra y todos, por supuesto, pertenecamos a di-versos destinos. Alguien con picarda bautiz al grupo como La Armada Brancaleone,en referencia a una pelcula de 1966, proyectada en Punta Indio en 1970, una comediaitaliana protagonizada por Vittorio Gassman, donde una banda de facinerosos se burla delestereotipo de los caballeros plenos en valores del medioevo.

    Trabajbamos, comamos y descansbamos cuando las rdenes que recibamos lo per-mitan, nuestros puntos de encuentro eran el hangar o nuestros lugares de descanso, nodisponamos de telfonos internos, nuestra vestimenta nunca coincida y siempre haba al-guien que recin se incorporaba y otro que ya se iba, pero todos tenamos la rme obsesinde cumplir con el objetivo, cumplir la misin. Comparndonos con la Escuadrilla AeronavalAntisubmarina, que llevaba 20 aos de existencia mancomunada, disciplinada y eciente,

    ramos diferentes, ambos grupos muy unidos, pero diferentes. Volbamos diferente (mslejos, ms tiempo, ms cmodos en lo fsico pero ms incmodos en lo operativo), nuestraslogsticas eran diferentes, demandbamos ms que los S2E, nuestros combustibles erandiferentes (aeronafta 115-145 vs. kerosene paranado JP1), nuestras rutinas eran diferen-tes (estbamos mas exigidos y en nuestras tripulaciones imperaban los ms jvenes). Tam-bin eran distintos, en nuestro heterogneo grupo, el Batalln Comando y Apoyo Logsticode la Fuerza de Infantera de Marina N1 nuestros antriones, o el Batalln de ComandosAnbios, siempre listos a cruzar a las islas y que nos brindaban seguridad con su presencia;o la seccin de Artillera Antiarea del Ejrcito Argentino, parte de nuestras defensas; o laseccin de Bsqueda y Rescate de la Prefectura Naval Argentina (un helicptero Puma y unavin Skyvan). Todos ellos respondan a otros comandos, nosotros en particular responda-mos al Comandante del GT 80.2 y ste a su vez, al Comandante de la FT 80, ContralmiranteCarlos Garca Boll (Comandante de la Aviacin Naval), ambos en la Base Aeronaval Coman-dante Espora desde donde se ejerca nuestro control.

    Harrier en Malvinasoperando desdeuna unidad auxiliar.

    Alguien, con picarda,bautiz al grupocomo La ArmadaBrancaleone.

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    76 AVIONES BRASILEROS EN EL CONFLICTO DEL ATLNTICO SUR

    Comandante de Bandeirante (sin haber ledo el manual)

    El 28 de mayo, con las tres misiones de combate en que me desempe siempre como co-piloto del Capitn Kalauz y sumando siete horas de vuelo de adiestramiento, mi recordadoy respetado Jefe del grupo Bandeirante me habilit como comandante, el Capitn valienteChecho Goita ya lo haba logrado un par de das antes. Bata as mi record de irregularida-

    des aeronuticas, era comandante de 4 aviones simultneamente: T-34C Turbo Mentor, BE200 Sper King Air, S-2E Tracker y EMB 111.

    Dos das despus, el 30, despegamos a las 14:35 h. Era mi misin de combate nmero 10y como comandante, con libertad de accin, iba con el Guardiamarina Zurdo como copiloto,el Guardiamarina Savoia como navegante, el Guardiamarina Orono como operador radar yel Teniente de Corbeta Rosende como operador MAE; mi armada Brancaleone se moviliza-ba. Debamos realizar una trayectoria Sur, nosotros desconocamos que a las 14:30, horaen que estaba programado nuestro despegue, haba sido lanzado el ltimo misil Exocet AM39 en una operacin conjunta planicada por el Comando de la Aviacin Naval y ejecutadapor aviones de la Armada y de la Fuerza Area. Al nal, no solamente se los sorprendi unavez, sino tres veces y con la misma sorpresa tctica, pero slo una vez (la primera) el blanco

    fue detectado por una aeronave exploradora, las ltimas dos lo fueron por trabajos de re-copilacin de informacin del CIC (Central de Informaciones de Combate) relevadas desdePuerto Argentino obtenidas por el radar de la FAA y ploteadas, recalculadaslasenvolventesy evaluadas las posiciones por el Comando de la Aviacin Naval, quien decida el ataquecon consulta a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Ataque. bamos a explorar el espacio

    martimo adyacente al Grupo de Tareas ingls atacado. A las 17:40 hle estbamos respondiendo a una alerta en VHF que nos efectuaba elRadar de Puerto Argentino y que nos informaba a nosotros, y a todoslos que escucharan esa frecuencia, que nos marcaba al 164/44.

    Las PACs (patrullas areas de combate) de Harriers estaban como erahabitual, presentes, ya que no operaban slo desde los portaaviones

    sino tambin desde buques auxiliares y posiblemente desde tierra,personalmente estaba convencido que siempre lo hacan bajo controlpositivo radar y que los pilotos no se desviaban un pice de la doctrina,sea desde unidades navales o desde algn centro de radar en tierra,transferan el control de acuerdo a la posicin del enemigo detectadoy a la cantidad de interceptaciones por realizar. Siempre le prestabamucha atencin a todas las seales de emisiones radioelctricas jo-robas que logrbamos captar, pero en particular, a las provenientesde las islas Soledad y Gran Malvina que tendamos a considerar comoterritorio amigo, pero que no lo era. Lament profundamente que no

    hubisemos participado en sta, la ltima operacin Sper-Etendard/Exocet.

    Nuestras trayectorias (Norte, Centro y Sur) preestablecidas nos mantenan alejados de la cos-ta de las islas, a m me resultaba correcto que as fuera, debamos explorar el mar, me sentarealmente mucho ms cmodo volando sobre el mar, adems, de esta manera, se dicultabanuestra deteccin por el radar de Puerto Argentino, mantener comunicaciones en VHF con es-tilos diferentes y en esas latitudes no me gustaba; perdamos la informacin de las PACs, perolo prefera; adems, con PACs o sin ellas hacamos siempre lo que debamos hacer, allanarleel camino a todos los que cruzaran a las islas y mantener informados a sus defensores.

    Nosotros volbamos muy bajo, nuestro color nos camuaba acertadamente con la super -cie del ocano y de las nubes densas casi siempre presentes al sur de las islas, tampocodejbamos estelas. Por la periodicidad de nuestros ascensos y emisiones radar eludamoscon buenas probabilidades a las unidades de supercie del enemigo con sus sistemas an -tiareos; consecuentemente, las PACs que vendran luego tendran dicultades en detectar-nos porque sus controladores no nos tenan en sus radares, sus interferencias a nuestro

    Copia del cuadernodel radar de Puerto

    Argentino del 30 de mayo

    donde figura Scarolapor Escarola.

    Debamos explorar elmar, me senta realmentemucho ms cmodovolando sobre el mar.

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    radar no nos molestaban, quizs habramos sido detectados pero como despus de nuestraemisin radar descendamos y cambibamos el rumbo en forma aleatoria, deberan buscar-nos a muy baja cota, y all crea, perderan las comunicaciones (nunca supimos si trabaja-ban con retransmisores areos para mantener el control informativo, pero entendamos queno). Tambin pensaba especulando, o quera creer, que nuestras tan diferentes velocidadescolaboraran para complicar las maniobras a los pilotos y a los controladores.

    Cuando los radares Ferranti Blue Fox del Sea Harrier emitan, nosotros ya estbamos connuestro radar enstand-byy sus emisiones se reejaban en nuestras pantallas con muchaclaridad, hacan tal interferencia -rueda de carro- que hasta nos permitan establecer elarrumbamiento de los emisores.

    La secuencia que suponamos en nuestras tertulias se iba cumpliendo, quedbamos en-frentados simplemente avin contra avin, sin controladores, solamente con sus capacida-des tcnicas y humanas, era fascinante, era volver a la pedana, ah nos introducamos enla mejor nube que encontrbamos, si la haba; siempre realizbamos alteraciones impor-tantes en nuestro arrumbamiento, no eran necesarias maniobras violentas, por lo general,pona rumbo aproximado en la direccin del emisor para presentar la menor supercie

    reectora radar y acelerar el encuentro o cruce o lo que resultara, obligarlos a buscar abajo,adonde el enemigo no tena la mejor visual. Asumamos que los ingleses no operaban conla capacidad de control aire-aire en esas latitudes a pesar de los esfuerzos de los norteame-ricanos de proveerles radares helitransportados. Si se daban las condiciones atmosfricaspara cargar hielo, era necesario conrmarlo, entonces cada tanto cambibamos el pasode las hlices, por precaucin, para eventualmente desprenderlo; si golpeaba en la cabinase oa fcilmente y se conrmaba la formacin del hielo, se desprenda de las palas de lahlice del motor izquierdo, aumentaba as la gravedad de la situacin y haba que salir dela nube con urgencia, pero reconozco que la mala meteorologa en la zona siempre nosfue favorable. Esperbamos llamando a la suerte, puesto que para nosotros en teora, erapreferible cargar hielo que implicara un potencial amerizaje por falta de sustentacin adesintegrarnos en el aire por la explosin de un misil o despedazarnos por los dos caones

    de 30 mm que posea el Harrier, pero lgicamente no podamos exponer el avin ante lacreencia de que el enemigo estaba a la vista.

    Mi distribucin visual se posaba demasiado frecuentemente en los instrumentos de tem-peratura de las turbinas, perder un motor sera otra historia. Era el momento para fumar-se un cigarrillo y repasar mentalmente la cinemtica de la experiencia que nos pareca su-rrealista, que todo slo estaba en nuestra imaginacin, porque en realidad nunca vimos,por lo tanto no pudimos conrmar fehacientemente todos los intentos de interceptacin,slo nos constaba la habitual y clsica emisin de un supuesto e ineciente radar BlueFox que poda ser ms o menos nervioso y persistente. Pasado un tiempo prudencial ycon ausencia de interferencia radar en nuestra pantalla siempre enstand-by, retombamosnuestro rumbo o reprogrambamos nuestra trayectoria continuando el vuelo, utilizba-

    mos tambin como un indicador secundario la luz mbar que se encenda en el transpon-dedor cuando nos iluminaban, que tambin llevbamos enstand-by. Estas experienciasnos sucedan una o dos veces en un vuelo en esas latitudes y esas fechas, no recuerdohaber enfrentado intentos de interceptacin en tres oportunidades consecutivas, loasumamos en silencio y sin comentarios, con seguridad y con cara de pker. La diferen-cia con la operacin de los Trackers era mucha, nosotros tenamos que esperar a quelas seales electromagnticas del enemigo se hicieran presentes en nuestros pobresinstrumentos (radar y transpondedor), ello nos obligaba a prever que ya nos habandetectado, ya que la intensidad de la seal deba ser alta. En el Tracker, por lo generaloperbamos bajo lbulo, o sea, que nos podamos anticipar al hecho de ser detectadosmidiendo la intensidad de la seal electromagntica en el ambiente, eso nos quitabamucha incertidumbre.

    En el Bandeirante la rueda de carro era solo percibida por el operador radar en su pantalla,en mi caso, casi todas mis misiones las hice con el Guardiamarina Hctor Carrizo como ope-

    Quedbamos enfrentadossolamente avin contraavin, sin controladores,solamente con suscapacidades tcnicasy humanas.

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    78 AVIONES BRASILEROS EN EL CONFLICTO DEL ATLNTICO SUR

    rador radar, haba volado con l en los Trackers yle tena mucha conanza, me comunicaba los su-cesos con seguridad y en tiempo para comenzarla evasin y tratbamos de no trasmitirlo al restode la tripulacin as como tampoco negarlo, sim-plemente tratarlo como un acontecimiento ms.

    Nuestra mejor defensa la constitua la franca emi-sin electromagntica del enemigo, si ste no emi-ta no tenamos preaviso, eso es precisamente loque hacamos nosotros, emitir poco, avisar poco.Muchas veces conclu que nuestro comportamien-to era el de un verdadero caradura, volbamos alas zonas potencialmente conictivas simple y lite-

    ralmente con un bajo perl, volando bajito y despacio con la precisin que nos otorgaba elnavegador inercial y una escueta emisin radar, pero con actitud y persistencia.

    El comandante del portaaviones HMS Invincibledurante la guerra, Admiral Sir Jeremy J.

    Black le coment durante una reunin a nuestro Vicealmirante VGM Benito Rtolo, queen 17 oportunidades su buque destac PACs para la interceptacin de los Trackers y/oBandeirantes previamente detectados. En el informe nal del HMSub Valiant (Report ofProceedings) donde se asientan da por da todas las detecciones de las emisiones radar yavistajes de nuestros aviones, para los Tracker se contabilizaron 37 oportunidades en quesus emisiones radar fueron detectadas y 3 avistajes, y para los Bandeirantes 32 emisionesy 8 avistajes (informacin relevada entre el 20 de mayo al 25 de junio por ese submarinoque operaba entre Ro Gallegos y Ro Grande).

    El vuelo del 30 sigui con fuertes e inusuales interferencias y seales MAE del sector Este.Regresamos a nuestra casa, donde aterrizamos a las 22:25 h, despus de ms de sietehoras de nuestro despegue de Ro Gallegos, ya tenamos iluminacin de balizas elctricas

    porttiles en la pista, nuestro aerdromo auxiliar progresaba incesantemente y otra vezsin novedad (sin novedad signicaba volver con la tripulacin y el avin sanos), todos losacaecimientos se registraban y se entregaban con los informes de vuelo (en particular de-legaba esta responsabilidad en el ocial navegante de la misin).

    El da 1.ro de junio nos toco madrugar, me despert el mutante de guardia a las 04:00. Elmutante era un personaje nico, eran conscriptos, quienes cumpliendo funciones de ima-ginarias, enfundados en sus camperas de abrigo verdes y siempre con sus cabezas cubier-tas para protegerse del fro que imposibilitaba verles el rostro, ingresaban sigilosamente ala casa vaca, nos buscaban y despertaban para indicarnos que debamos levantarnos, lohacan en silencio, sin errores y respetuosamente, a veces me recordaban que deba atar-me una prenda de color blanco en el brazo izquierdo para que los centinelas no nos impidan

    la libre circulacin (lase, no nos disparen) nunca pude hablar con ninguno, con el pasarde los aos siempre recuerdo con nostalgia a aquellas personas que permanecieron cercanuestro en momentos vibrantes y me fueron desconocidas.

    Una vez afuera, con el Negro Navarro, se nos unieron el GU Savoia, GU Carrizo y GU Oronoque dorman en la otra casa y emprendimos el camino de unos doscientos metros de cam-po helado hasta el hangar. El ocial de la UT 80.2.2 de guardia en operaciones nos recibicomo siempre, con buen humor, con la misin a realizar, con un caf, algo de inteligenciay meteorologa que en verdad no nos interesaba mayormente ya que el vuelo se realizabaigual; cuanto peor fuese la meteorologa en la zona me alegraba ms, era ms importantela conservadora porttil con algunas vituallas (normalmente para cuatro, ya que se habanacostumbrado a la tripulacin del Tracker, cuando nosotros ramos siempre cinco) y mibolso verde con la pistola ametralladora y las granadas.

    A las 05:46 despegbamos en el 2-P-202 para cumplir con la trayectoria Sur, como siempre

    Tracker y Bandeiranteoperando en la pista deGOS Aeronaval.

    Nuestra mejor defensala constitua la francaemisin electromagnticadel enemigo, si esteno emita no tenamospreaviso.

  • 7/25/2019 122424494-Fortini-EA-Ene-2012-Aviones-Brasileros-en-el-Conflicto-del-Atlantico-Sur-Boletin-del-Centro-Naval-No-83

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    BCN 832 79

    casi en silencio, en frecuencias no usuales, sin luces y a baja altitud, para no alertar a loscampanas que asumamos se concentraban sobre la pista de Fuerza Area, era la prime-ra vez que cambiaban tantos integrantes de la tripulacin, seguamos rotando, era un buenindicativo del adiestramiento en curso. Aterrizamos a las 12:06.

    El da 2 de junio, y otra vez con el TF

    Navarro, GU Savoia, GU Carrizo y GUOrono, despegamos a las 05:56 hpara una trayectoria Norte, slo losinefables movimientos en la entradanorte del estrecho de San Carlos nosmantuvieron atentos y laboriosos, yaterrizamos a las 11:02.

    Contacto a una milla!

    El 4 de junio por la tarde con el 2-P-

    202 despegamos a las 14:11 en mi misin de combate numero 13 y algo deba pasar, a 50millas al 090 de Ro Gallegos, el Guardiamarina Carrizo detect electrnicamente mien-tras calibraba el radar, a una milla aproximadamente un chico, apndices de un subma-rino que ante su alarma e inmediata marcacin alcanc a visualizar. Sin duda, los clsicosapndices de un submarino a profundidad de periscopio, que intentamos atacar con larueda del tren principal izquierdo y posiblemente con la hlice incluida, porque el parantedel tren principal es muy corto en este avin, pero los perdimos en la maniobra. Inmersinpara un submarino por una parte, pero profunda desgracia para un ocial antisubmarinopor la otra. Realmente lamentamos haber perdido la posibilidad de neutralizar al segundosubmarino nuclear de ataque ingls en la contienda, (el primero fue el HMSub Splendid el5 de mayo, ya que ese da abandon la persecucin del portaaviones y se dirigi a la zonade reparaciones para recibir repuestos va area, quiz por nuestro ataque con torpedos),

    la posibilidad de romperle la antena MAE y el periscopio de bs-queda le signicara su regreso a casa, muchas veces recordandoeste episodio me pregunt qu hubiera sucedido de tener cohe-tes, y siempre conclu que es una pregunta invlida, qu hubiesesucedido si las cuestiones hubieran sido otras, es denitivamenteuna alternativa inexistente.

    Nos elevamos para intentar visualizar la silueta bajo el agua, sinxito, e informamos del acaecimiento por UHF a GOS. Continuamosnuestra misin programada y regresamos a las 19:44 h, quizs enste hayamos alcanzado el punto ms distante en nuestros vuelos85 MN al Este de Puerto Argentino, 5234 S y 5556 W aproxi-

    madamente a 485 MN de Ro Gallegos.

    A casa y nuevamente a la guerra

    Durante unos das nuestro comando, de ser posible de a uno o de a dos, nos enviaba anuestras casas, en mi caso, desde el 6 de abril estaba ausente, en Punta Indio haba que-dado mi seora con mi hija de 5 aos recin cumplidos el 21 de marzo y mi hijo de un aoy medio, as que me toc disfrutar junto con el Teniente de Fragata Daniel Marinsalta deldescanso de un da completo y reparador en nuestros hogares.

    Regresamos de madrugada en un vuelo comercial desde el Aeroparque Metropolitano comosimples y rutinarios pasajeros con destino a Ro Gallegos, podamos conversar sobre elmundial de ftbol que estaba por comenzar en Espaa, o de la prxima visita del Papa JuanPablo II mientras saborebamos un caf y leamos el diario, realmente magnco.

    Cuaderno de PuertoArgentino. 4 de junio,efectuamos unallamada corta.

    Horas voladas como Comandante 37.9

    Horas voladas como Copiloto Operativo 17.9

    Copiloto de traslado EPO-GOS 5.3

    Copiloto 1.2

    Adiestramiento 7.0Observador 2.4

    Piloto 3.4

    Total 68.1

    Intentamos atacar conla rueda del trenprincipal izquierdo,y posiblementecon la hlice incluida.

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    80 AVIONES BRASILEROS EN EL CONFLICTO DEL ATLNTICO SUR

    El 12 de junio despegamos a las 09:50 h para realizaruna trayectoria Sur en el 2-P-201. A las 03:30 habasido exitosamente lanzado el ltimo misil Exocet MM38 desde proximidades de Puerto Argentino. En estevuelo se produjo una incompatibilidad en el uso de losmedios propios que afect mi capacidad de resistencia

    a la incertidumbre.

    El Tracker 2-AS-25 tripulado por el Sr. Comandante Ca-pitn Hctor Yunque Skare haba despegado para casila misma trayectoria Sur a las 06:15 y en proximidadesde Malvinas recibi en su analizador de espectro sea-

    les de un radar de bsqueda ingls, lo que motiv de su parte una intensa emisin radarintermitente que, a su vez, nosotros recibamos en nuestra pantalla radar y traspondedor,(que en ese momento clasicamos como Blue Fox, nuestro anlisis -rueda de carro- aeso se reduca, slo nos permita asumir que era una emisin radar que estaba cerca, erainsistente, era areo) nos sorprendi que los aviones ingleses ya operaran claramente aloeste de las islas. Una vez superado el encuentro con el Tracker continuamos con nuestra

    misin hasta aterrizar a las 15:23 h. En tierra, con el CC Hctor A. Skare y el CF Carlos A.Cortalezzi (Comandante de la Escuadrilla el ao anterior y de visita en GOS) analizamosel incidente.

    As llegamos al domingo 13 de junio, despegando a las 03:00 h de la madrugada, desde lapista de la ex estacin Aeronaval Ro Gallegos a bordo del Bandeirante 111 A Patrulla 2-P-201 de la Armada Argentina (en arrendamiento) para realizar mi misin de combate nmero15 en el conicto del Atlntico Sur, esta vez en compaa del Guardiamarina Gustavo Zurdocomo copiloto, el Guardiamarina Gonzalo Sul como navegante, el Guardiamarina HctorCarrizo como operador radar y el Guardiamarina Jorge Orono como segundo operador ra-dar (ya que la parcial alarma radar haca tiempo que la habamos perdido) para realizar unvuelo sobre la trayectoria Sur. Determinamos una unidad de supercie enemiga a 45 MN de

    distancia, caleteando o fondeada, (o quizs un centro radar en tierra) en latitud 5212 S ylongitud 5914 W en la Baha de los Abrigos de la que recibimos interferencia radar desdelas 05:10 hasta las 05:43 h y sin actividad de PACs asociada, pero ya era preocupante pues-to que la dejbamos a retaguardia y la relacionamos con la deteccin del Tracker 2-AS-25del da anterior, continuamos con nuestro vuelo y aterrizamos a las 09:00 h; cumplimentan-do sin novedad la ltima misin de combate de esta tripulacin en el conicto.

    Al nal, mis horas totales voladas en el Bandeirante fueron 68.1, que implicaron 9 misionesde combate: 3 misiones como copiloto, el 22, el 23, y el 27 de mayo y 6 misiones comocomandante, el 30 de mayo, el 1, el 2, el 4, el 12 y el 13 de Junio. Hice mi primer vuelo el21 de mayo desde Espora a Ro Gallegos y el ltimo, el 24 de junio, de Espora a Aeroparquey Punta Indio.

    RECONOCIMIENTO

    A todos los cados de Malvinas.

    A la memoria del Capitn de Navo (R) VGM Julio Esteban Kalauz.

    AGRADECIMIENTO

    Al Sr. Director, Consejo Editorial y al personal del Boletn del Centro Naval, por su encomiable labor.

    Al Capitn de Corbeta Marcelo Vulic y al Suboficial Mayor Juan Carrera, Comandante y Suboficial de Unidad de la Escuadrilla Aeronaval

    Antisubmarina por su colaboracin en el acopio de informacin.

    Al Dr. Mariano Sciaroni, por su colaboracin en la correccin del trabajo.

    Al Sr. Carlos A. Garca, artista aeronutico, por su desinteresada contribucin.

    Comandante, PlanaMayor y Dotacinde la UT 80.2.2.(24/junio/1982)

    TRACKER EN MALVINAS,JUNTOS ALL PELEAMOS.Unidad de Tareas 80.2.250 aos de la Escuadrilla

    Aeronaval Antisubmarina.

    En este vuelo se produjouna incompatibilidaden el uso de los mediospropios que afecto micapacidad de resistenciaa la incertidumbre.