121 arqueología del siglo xxi+
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Arqueología mexicana del siglo XXITRANSCRIPT
.www.arqueomex.com MEXICANA
Arqueología del siglo XXI LOS CAMBIOS QUE REVOLUCIONARON LA ARQUEOLOGíA
Nuevas teorías, nue'lOS métodos ~ ,-~ ~ ~~.
Exhibir hasta JULIO! I 0/ 1 ~
VOL. XXI _ NÚM. 1 2,~~""'J
o a:: « V> a: UJ > Z «
Efigies de cerámica benizaa· Mo Piedra Blanca de San Bias
SEP t. CONACULTA .@
o SECRETARíA DE
EDUCACiÓN rÚBLJCA
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Habitar mundos de fantasía y leyenda te hace único.
RAíCES
arqlJ~ºtQgíf'
arqlJ.~,º19gía historio Cultivadas y nutridas por
Raíces mexicanas, identidad hacia el futuro.
BÚSCALAS MENSUALMENTE EN TU PUESTO DE REVISTAS.
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Lauck, Nikolai Grübe, Peter Jiménez,Thomas Lee,Alfredo LópezAustin, Luis Albereo López
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Carlos Navarrete,Xavier Noguez, Ponciano Ortiz,Jeffrey R. Parsons, Hans Prem, Rosa Reyna
Robles, Maricarmen Serra Puche, Peter Schmidt, atto Schondube, Ronald Spores, Barbara
Stark, David S. Stuart, George E. Stuare. Philip Weigand, Marcus Winter
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en los estados y Iocolts cerrados: INTERMEX,SA DE C.v. LUCIO Blanco 435. Col. San Juan Tlihuaca.Azcapowlco. México, D.F., C.P. 02100. La presentlctón y disposición en conjunto y de cada página de Arqueología Mexicano son propiedad del editor. Derechos R.eser'lados el EDITORIAL RAleES. SA DE C.V. I
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Queda prohibida la reproducción pan:ial o total, directa o Indirecta, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la presente obra, sin contar con la autorización previa, expresa y por escrito del editor, en términos de la legislación autoral y, en su caso, de los tratados Internacionales aplicables, la persona que infrinja esta disposición, se hará acreedora a las sanciones correspondientes,
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I / 1 Clrculaci6ncernficada poflll ivrn0 lnslJtutoVerificadordeMedios .... """'""' ..... Registro No 087 / 18
REVISTA BIMESTRAL
Mayo-junio de 2013 Volumen XXI, número 121
CR~DITOS DE PORTADA PTM, GABRIELAURUfilUELA
JUAN MONSIVAlS / RA[CES; RICAROO ALVARADQ
PATRICIA PEI'iIA I tlE, UNAM, DIGITALlZACION RAicES
ATCNA I INAH. FONDO CASO l ilA. UNAM. CARLOS BLANCO
I RAiCES; FOTOTECA NACIONAL IINAH, MARCO ANTONIO
PACHECO I RAlcES. AGusrlN UZÁRRAGAI RAleES
SECCIONES
6 Cartas
8 Noticias
14 Reseñas
16
88
DOCUMENTO Mapa de Beinecke Xavier Noguez
MENTIRAS Y VERDADES ¿Un astronauta en Palenque? Eduardo Matos Moctezuma
------.-. --.- .
DOSIER
38 La arqueología del siglo XXI
Esta entrega de Arqueología Mexicana trata
de la manera en que se ha transformado
la práctica arqueológica en México en los
tiempos recientes, de los fundamentos tras
nuestro conocimiento de las antiguas culturas
mexicanas. Se trata de cambios de largo
aliento que corren a lo largo de dos vías,
www.arqueomex.com
58 La vida doméstica. Dónde y cómo vivía la gente Linda R. Manzanílla
Las interacciones entre los individuos de una
sociedad tienen lugar en diversos sitios: en los
escenarios de las actividades productivas, en
los sitios de reproducción, en los puntos de
intercambio, en el ámbito público y en el privado.
71 Los sistemas de información geográfica (SIG) en arqueología. El GPS en la mochila de los arqueólogos Diego Jiménez Badil/o Aunque algunos de los productos principales
de los SIG en arqueología siguen siendo mapas
de distribución de hallazgos, estos sistemas de algún modo con dinámica propia pero • -= son algo más que cartografía computarizada.
necesariamente complementarias: los enfoques ~X·· t( .... ~ Los SIG ofrecen una gama de herramientas para
teóricos y las técnicas. . "" ... -A. recolectar, transformar y analizar información
40 Demografía, urbanismo y población. Cómo levantar un censo de los desaparecidos Kennf'th Hirth
Las preguntas históricas más elementales son:
¡quiénes somos?, ¡de dónde venimos? Ésta es
la meta de la investigación arqueológica, y el
estudio demográfico de los pueblos antiguos es
una de las vías mediante la cual podemos llegar
a contestarlas.
49 El tiempo y la arqueología. Estratigrafía, cronología relativa y técnicas absolutas de fechamiento Joaquin Garoa-Barc~na Desde mediados del siglo xx se han
introducido en la arqueología diversas técnicas
de fechamiento, en general desarrolladas por
otros campos del conocimiento y que tienen
diversos grados de precisión y confiabilidad.
66 Enfoques ecológicos para la arqueología mexicana. El impacto del hombre en su medio ambiente Emily McClunr de Tapia
Aunque en la arqueología mesoamericana
existe una larga tradición llamada ecología
cu ltural, hoy día hay nuevas perspectivas que
ofrecen marcos teóricos y metodologías más
acordes con los tiempos.
ARQUEOLOGíA
18 Efigies de cerámica benizaa
25
Javier U, (Id
Los dientes limados,la
modificación intencional de
la cabeza y lo que se infiere
debieron ser orejeras de un
material preciado, denotan
una atri bución de gran estima
hacia lo que representaban
estas tres extraordinarias
efigies, que guardaban
múlt iples significados.
Momias y tatuajes. Leopoldo Batres y la " Momia Tolteca" /Ión Leboreiro,Josefina Mansilla, Fabiennl
de Pierrebourg, Christophe Moulherat
La "Momia Tolteca" fue un
personaje importante de
su comunidad ya que en
la antigüedad, para poder
ostentar tatuajes de tal
calidad estética, quizás de
tipo mágico-religioso y
realizados con esa técnica,
era necesario poseer cierra
jerarquía.
~
"
espacio-temporal.
77 La interpretación de la escritura.
30
La lectura de lo indescifrable Eril- Vdásquez Garcia
Aunque el desciframiento de los jeroglíficos
mayas y nahuas pudo haber tenido lugar hace
cien años, la comprensión sistemática de cómo
funcionaban y eran leídos es producto de una
serie de revol uciones científicas recientes.
ETNOLOGíA
Los coras y la Piedra Blanca de San Bias, Nayarit (siglos XVI-XXI)
Laura Magriñá En la "Estampa" de fray Antonio Arias de
Saavedra -que se aborda aquí- se plasmaron
aspectos esenciales de la cosmovisión cara
que rigen hasta nuest ros días: el quincunce como cosmograma, las deidades a las que
rinden culto, la lucha cósmica entre las
fuerzas luminosas y las del inframundo, los
ciclos rituales vinculados con los ciclos de
la naturaleza, el simbolismo de las cu lebras
de agua.
Cartas
ENTIERROS CAPACHA sobre contextos hallados en el ACLARACIÓN AL ESPECIAL otros diez años más para celebrar
estado de Colima. En efecto, 49:"LAARQUEOLOGíA propiamente la fecha al "modo En el núm. 120, "La agri cultura conocemos su valioso trabajo y EL CINE MEXICANO" prehispánico" . Así que estoy intri-en Mesoamérica", encontré un y las fechas de sus contextos gado, ¿habrá una celebración si-reporte sobre entierros "Capa- en Mascota, los cuales siempre En el pie relativo a El jardín de milar este año?, pero todavía más cha" localizados en 2011 en han sido referidos en nuestras la tía Isabel, p. 24, se dice que importante aún ... ¡me invitan? Colima. Los autores dicen que presentaciones o publicaciones, Tulum estaba abandonado en la ja ja ... Bueno, quizás me estoy acaban de obtener una segunda sin embargo, el nivel de noticia época de la conquista, cuando es adelantando demasiado, en fin, fecha de radiocarbono (inex- no nos permitió dar una extensa muy probable que para la llegada quiero felicitarlos por su labor, plicablemente tardía) sobre descripc ión de los trabajos en el de los españoles a la costa de sí, sé que faltan dos meses, pero material de la fase Capacha, y Occidente en torno a esta fase. Quintana Roo en realidad el sitio quise ser de los primeros. He que es la primera fecha de radio- En efecto, seguimos tomando siguiera habitado. El que sí se estado suscrito a la rev ista, pero carbono sobre Capacha desde la fecha publicada por Kelly, a hallaba abandonado era Copán, el correo en mi zona es nefasto la publicada en 1980 por Isabel pesar de que ello no significa que Honduras, al que pertenece el y siempre tenía que ir a reclamar Kelly. Esa fecha fue rechazada la compartimos, simp lemente monumento que supuestamente mi ejemplar a la oficina postal, por la misma Dra . Kelly por ser es la publicada para contextos encuentran los náufragos. Asi- así que ahora tengo un puesto de imposiblemente temprana, pero Capacha en Colima, por ello mismo, queremos mencionar revistas de confianza en mi tra-los autores siguen colocando a decimos que la obtenida en El que en la parte en que se hace la bajo y desde hace tres años tengo ! Capacha en el Preclásico Tem- Diezmo-Adonai es una segunda relación de las películas alusivas todos los números que han sali-prano, empezando alrededor fecha, la cual obviamente es, a la Virgen de Guadalupe, faltó do, me han publicado dos cartas e de 1500 a.c. , y así anterior a como usted dice, " incomprensi- mencionar un título fundamental: (una en especial me emocionó e las tumbas de El Opeño en Mi- blemente tardía" . Sin embargo, El pueblo mexicano que camina mucho, en aquel entonces era Do
choacán. Hay varios sitios con fue el fechamiento que obtuvi- (1995), dirigida por Juan Francis- profesor, ahora soy contador na-r;
cerámica "Capacha" en Nayarit mas de una muestra de restos co U rrusti. Se trata de un docu- cional deIINEGI) y publiqué hace j{.
y Jal isco, encontrada en asocia- óseos humanos en asociación mental que aborda el culto a la tiempo una foto de mi colección ;:¿
ción con fechas de radiocarbono directa con vasijas características Virgen y cuenta con entrevistas en su muro de facebook; así que -
que indican una colocación de de esta fase. Nuestra intención con antropólogos y historiadores. como pueden ver "soy fan" de d la fase Capacha firmemente en fue compartir el resultado, mas la revista, entonces, ¡sí me van a G el Preclásico Medio y, en estos no proponerlo como definitivo, EN LAS REDES SOCIALES invitar?, ja ja ja. Ya está bien de al
casos, posterior a El Opeño. Cito por ello únicamente la mencio- bromas, en fin , lo que de verdad :o aquí las fechas procedentes de namos para determinar el grado A partirde ahora, pub licaremos en quiero decirles es: ¡MUCHAS Ot
excavaciones en tres panteones de dificultad con el que nos esta sección a Igunos de los comen- FELICIDADES! iEspero podamos .i:
en el valle de Mascota, Jalisco enfrentamos todavía para poder tariosaparecidosen el facebookde contar con ustedes otros 20 años! ;x
(2001-2005 ), donde se encon- obtener fechamientos de estos Arqueología Mexicana. I Hector Garcia Francisco
La traron ofrendas de cerámi ca contextos y contar con una serie indudablemente de clasificación de datos cronológicos firmes, o Me encanta sus revistas, aunque o Su edición de la raza africana D Capacha en Colima y en aso- que nos permitan generar una tengo 12 años desde los ocho en nuestro país, y con datos es-ciación con muestras de carbón discusión con los investigadores colecciono y leo sus revistas com- pecíficos encontrados en la zona que rindieron fechas calibradas que trabajan esta fase en otras pletas y quisiera ser arqueólogo; arqueológica de Tecoaque, ubi- p. al 95% de confian za con las áreas, como es su caso. por cierto me gustó su última edi- cado en Calpula lpan, Tlaxcala ... H siguientes fechas centrales (a.c.): En este sentido, estamos ini- ción de la agricultura, sigan ha- ME ENCANTÓ, NOS ENCANTÓ 990, 910, 860, 855,850, 840, ciando la investigación del sitio ciendo mejores revistas por favor. al resto de la familia. ;::.
795 , 670 Y 605 . mencionado y consideramos Caneqk Robertto Arva Norlid Mp ?O Dr. Joseph B. Mountjoy, Profesor que nos permitirá obtener otras 2:)
Investigador, Universidad de muestras para fechar. Está por de- o Hace diez años hi cieron una : Ca rtas a l ed itor
Guadalajara, Centro Universita rio más decir que nos gustaría poder increíble celebración en el Mu- Incluir nombre,dirección y teltHono. Sujetas a edi- ~ tarse en función de contenido. espacio y claridad
de la Costa, Puerto Va llarta, Jalisco contar con su visita, así como seo de Antropología, recuerdo (máximo med ia cuartilla). ;::]1
• E-mail: a rque [email protected] e que serán muy bien recibidas las que vi la invitación en un periódi- • Fax: 5557· 5078
• Editorial Rakes, SA de C.v.. RESPUESTA. Estimado Dr. observaciones y consejos para co en la mañana (La jornada), fue Rodalto Gaona núm, 86. lomas de Serele, lr
11200, Mexico, O.E J. Mountjoy: Agradecemos su mejor investigación, siempre un evento magnifico, quizás lo =:: de antemano su lectura de con el afán de ampliar el conoci- único malo es que fui sólo, pero
Todas las ediciones de números pasados se pue- ~
la noticia sobre el sitio de El miento de esta fase a partir de las disfruté mucho de la plática de den solicitar al tel. 5557-500-4. ext. 2061 o 5120 ....J
Diezmo-Adonai, en Colima, parti cularidades de los contextos todo el comité editorial , así como o bien a suscrt pclo [email protected].
~ También se pueden conseguir en la propia Ed ito-
así como las observaciones que en el área de Colima y del Occi- la del maestro León-Portilla, rial Raíces o en lugares como: librerías Educal -del Conaculta. Museo Nacional de Antropologia
hace al respecto, pues al leerlas dente en general. quien en ese entonces mencionó y Escuela Nacional de Antropología e Historia. _1
entendemos que tal vez no Arqlga. Laura Almendros López, que la base de los numerales pre- Para ver los temas publicados en números ante-
estuvo del todo bien redactada, hispánicos es el número 20, así r iores puede consu ltarse el "¡ndice general" en .,
Arqlgo. Rafae l Platas Ruiz, nuestra pagina de internet.
ya que nos referíamos a fechas Arqlga. Maritza Cuevas Sagardi que deseó que la revista viviera
6 / ARQUEOLOGiA MEXICANA
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SEP SECRETARiA DE
EDUCACiÓN PÚBLICA
ZONAS
ARQUEOLÓGICAS
Chicanná, Campeche Dentro del área
arquitectónica de! río
Bec destaca por la gran belleza de su Estructura TI, ricamente decorada con
un mascarón de Itzamná,
el dios creador. Además, la
Casa de la boca de serpiente, como ha sido llamada, es
considerada por su
elegancia y riqueza decorativa como una
ciudad elitista conurbada
a Becán. Lu-Do,8a17h
$42"
Domingos entrada libre
Pañhú,
Hidalgo Sitio ocupado por la
cultura xajay, cuya
población tuvo autonomía
ante la expansión de
Teotihuacan. Podría estar
relacionada con e! mito mesoamericano de! Cerro
Coatepec, vinculado con la fundación de Tenochtitlan.
Uno de los hallazgos más
importantes ha sido la excavación en la
Estructura principal,
en busca de la ofrenda
fundacional de! lugar que se hallaba en e! interior.
Mayor información: www.inah.gob.rnx1
zonas-arqueologicas
UCONACULTA
CARTELERA DEL ARTE
'ha·titAtO Una protesta en contra de la "civilización": la casa-estudio de Juan O'Gonnan en avenida SanJerónimo (1948 y 1953)
Obras de Juan O ·Gorman, He!en O'Gorman, Armando Salas Portugal, Diego Rivera, Migue! Covarrubias,]uan Guzmán, Ánge!a Gurría, Mardonio Magaña, entre otros.
MUSEO CASA ESTUDIO DIEGO RIVERA Y FRIDA KAHLO
Un caso único de arquitectura moderna en México que, en su momento, desafió los parámetros establecidos de la disciplina creando un caso sin precedentes en la historia de la construcción.
Diego Rivera y Altavista, San Ángel Inn Ma-Do, 10 a 18 h / $12"
José Guadalupe Posada. Crónica de un cronista Muestra conformada por
450 obras de! grabador y caricaturista, un recorrido
cronológico de sus
trabajos, así como objetos
y piezas de creadores
influenciados por Posada.
MUSEO DEL ESTANQUILLO
Isabe!la Católica 26,
Centro Histórico
Mi a Lu, 10 a 18 h
Entrada libre
Domingos entrada libre Hasta junio 9
ZONA ARQUEOLÓGICA
Cuicuilco, Distrito Federal En este sitio se han encontrado las representaciones más
tempranas de! Dios Viejo de! Fuego, e investigaciones
que indican que en la zona pudieron darse los primeros
pasos en el establecimiento de un calendario basado en
la observación de los movimientos e! sol, principalmente
en su aparente desplazamiento sobre e! horizonte oriente
a lo largo de! año.
Anillo Periférico e Insurgentes Sur Lu-Do,9 a 17 h / Entrada libre
Mayor información: www.inah.gob.mx/
zonas-arqueologicas
1#34·~1M[·Ui Prodigios de la luz. Sorolla y sus contemporáneos Piezas del Museo
N acional de Bellas Artes
de La Habana, Cuba, de
Joaquín Sorolla y de representantes de la
pintura española de los
siglos XIX Y XX.
MUSEO NACIONAL
DE SAN CARLOS
Puente de Alvarado 50,
Tabacalera
Mié-Lu, 10 a 18 h / $31"
Domingo entrada libre
Hasta junio
• ha-tiNte" Compuesta por obras
recientes así como por
nuevas producciones realizadas especialmente
para el Museo Tamayo,
explora el nuevo lenguaje
ideado por el artista, así como usos y relaciones en
medios como la gráfica,
la animación y e! video.
MUSEO TAMAYO Reforma y Gandhi,
Chapultepec Ma-Do, 10 a 18 h $19**
Domingos entrada libre
Hasta julio
ZONA ARQUEOLÓGICA
Tamolúo E1Consudo, San Luis Potosí Lugar de los más representativos de la
cultura huasteca de!
periodo postclásico tardío
por su arquitectura, así
como por sus hallazgos:
e! Círculo o Espejo de
Agua con una especie
de graderías que tal vez
permitieron la observación
de los astros; el Edificio
Oeste o Estructura Mayor,
donde se localizó la escultura de El adolescente huasteco, entre otros.
Lunes a domingo, 9 a 17 h
Entrada libre
Mayor información:
www.inah.gob.rnx1
zonas-arqueologicas
www.conaculta.gob.mx www.mexicoescultura.com ·Descuenro a maestros, estudiantes, Maestros a la Culrura, Sépalo e INAPA . .I.\ l "Entrada gratuita a maestros, estudiantes, adultos mayores y personas ron di..~ihd
Noticias
EL TROPEL, COLIMA
Hallazgo de un deformador craneal de cerámica
En el marco del salvamento arqueológico de
El Tropel, llevado a cabo por los arqueó lo
gos adscr itos al Centro INAH Co lima, Car los
Jácome y Fernando Gonzá lez, se realizó el
hallazgo de un área funeraria con 26 entie
rros en un predio rústico cercano al centro
de la c iudad de Villa de Álvarez, localidad
conurbada de la capita l del estado.
El asentamiento prehispánico, al igual
que la mayoría de los que se encuentran en
el va ll e de Colima, presenta una tempora
lidad muy amplia y es evidente una reocu
pación constante de grupos humanos, ya
que el área cuenta con importantes recursos
naturales. Por lo tanto, la cronología abarca
desde las fases tempranas Ortices y Coma la,
co rrespond ientes al Preclásico Temprano y
el Clásico Temprano, respectivamente, has
ta las fases Colima y Armería, entre fines del
Clásico e inicios del Posclásico Temprano.
En fechamientos abso lutos analizados a
parti r de restos óseos recuperados en con
textos funerarios en el sitio, se cuenta con
un rango de ocupación de 384 ± 45 a.C
hasta 730 ± 48 d.C
Entre los entierros había siete individuos
con deformación craneal. Este dato cobró
mayor importancia por el hallazgo, asocia
do a uno de el los, de un elemento cerámico
que puede considerarse un deformador cra
neal. Dicho elemento fue encontrado in situ
contra la escama del occipital del esqueleto
de un infante de alrededor de 18 meses.
Edad que se determinó tanto por la erup-
El deformador craneal recuperado en El Tropel.
8 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
El entierro del individuo L con el deformador craneal in situ. El Tropel.
ción dental como por la presencia de cen
tros de osificac ión y la fusión de los com
plejos vertebrales, lo que confirmó que es
tábamos ante un individuo en la primera in
fancia . El cuerpo presenta una deformación
craneal muy severa, de tipo tabular ob li cua
en su va ri edad fronto-occipital.
Se trataba de un entierro primario, en
posición decúbito lateral izquierdo exten
dido, con una orientación general norte-sur
y con los rasgos faciales orientados hacia
el oeste.
Según se desprende de la evidencia
bioarqueológica, la forma de su occipital,
por completo modificado, se adaptaba per
fectamente a la silueta curva del elemento
arqueológico que lo sometía. Al otro lado
del hemisferio craneal , su frente mostraba
un aplanamiento severo, producto de la ac
ción de un objeto plano desaparecido que
cumplía la tarea de la sujeción antagónica
de l mecanismo de modificación craneal,
produciendo a su vez la modificación de
su escama fronta l.
El fragmento del deformador craneal ,
fabricado en cerámica , tiene un diseño er
gonómico y sumamente peculiar y no tiene
semejanza alguna con otros objetos tradi
cionalesen la industria cerámica deColima.
Su tamaño es de 15.8 cm de largo por 12.5
cm de ancho y 6.3 cm de alto; la base del ob
jetoes un rectánguloqueen su cara principal
es convexo y presenta pu limento y decora
ción pi ntada, mientras que en el reverso,
de forma cóncava, únicamente cuenta con
un ali sado burdo. Como es de esperarse, la
región convexa y decorada del objeto es
la que se colocaba sobre la parte posterior
del cráneo con la intención de modificar su
forma y modelarla durante su crecimiento .
A partir de l estudio de este objeto, y de su
interpretación funcional, fue posible iden
tificar otros objetos completos de la mis
ma forma entre las piezas depositadas en
el Museo Regional de Historia de Colima.
Asimismo, en la colección de tiestos cerá
micos procedentes de El Tropel , se identi
ficaron dos fragmentos con características
similares que posiblemente también forma
ron parte de otros ejemplares de aparatos
modificadores. El fechamiento por carbono
realizado en el hueso del infante que por
taba el deformador craneal arrojó una de
las fechas más tempranas del sitio: 2285+-
42 BP. Curiosamente el tipo de decoración
del aparato en cerámica nos remite a los
estilos Coma la y Colima, por lo que este
fechamiento nos enfrenta a una reconside
ración tanto de los tipos y sus variedades
como de sus fechas.
Los deformadores comp letos que fueron
identificados entre las piezas del Museo Re
gional de Historia de Col ima se describieron
y analizaron, al tiempo que sirvieron para
comprobar que, efectivamente, su excéntri
ca forma y diseño se adaptaba a la zona del
cráneo que permitiría el uso y función en
cuestión. Así pues pudimos concluir en hi
pótesis plausibles acerca de la forma en que
este aparato era usado para la modificación
de l cráneo de los recién nacidos.
Los resultados de los estudios yanáli
sis más profundos de los deformadores
craneales hallados en Colima, así como la
investigación respecto a la práctica de la
modificación craneal oblicua en el área yen
Mesoamérica en general , ya se encuentran
en prensa y serán publicados en breve.
Dr. Carlos Jácome. Arqlgo. Fernando González y Arqlga. Laura Almendros
Noticias
CERRO DE LOS REMEDIOS, COMONFORT, GUANAJUATO
Investigaciones recientes
Durante los trabajos de investigac ión en la
zona arqueológica de Cerro de los Remedios,
cuando se llevaban a cabo actividades de re
lleno y nivelación de viejas minas destinadas
a la extracción de basalto para la manufac
tura actual de molcajetes, se descubrió un
entierro humano prehispánico en el sector
este, el cual estaba en riesgo debido a que se
encontraba en el perfil de una mina.
El entierro se encontró asociado a una de
las estructuras principales de l sitio arqueo
lógico. De acuerdo con el registro y aná li sis
real izados, se trata de un entierro primario di
recto correspondiente a un individuo de sexo
femenino, que presentó un regular estado de
conservación, con una edad al momento de
morir de entre 36 y 55 años. El cuerpo fue
encontrado en posición decúbito latera l de
recho flexionado con orientación este-oeste
(e l cráneo hacia el este y las extremidades
inferiores hacia el oeste), sobre una capa de
tepetate excavada ex profeso.
A l rea lizar el aná l is is antropofísico de
los materiales óseos detectamos una severa
atric ión y algunas patologías dentales: car ies
degol lantes y en la raíz.
En lo referente a los materiales asocia
dos al entierro, únicamente se encontró una
ofrenda de tres piezas cerámicas -la cua l a
los pies del indiv iduo-, entre ell as una olla
Entierro en Cerro de los Remedios.
de cuerpo globular y base convexa, con tres
soportes sólidos de forma cónica y sin de
coración, que corresponde al tipo cerámico
Café Pu lido Laja Centra l, correspondiente a
la fase San Miguel (100 a.C.-300 d.C.).
Este ha llazgo const ituye unos de los pri
meros entierros reportados para esta región
- la cuenca central del río Laja- , lo que arro
ja información sobre las prácticas funerarias
desarro lladas du rante la época prehispánica
en la región.
Arqlga. Amanda Ramírez Bolaños (coord. Proyecto Arqueológico Cerro de
los Remedios), P. Arqlgo. Abraham Cortés Escobedo (colaborador del Proyecto), PAF Oiga
Villanueva Sánchez (Centro INAH Zacatecas)
---------
CHIAPA DE CORZO, CHIAPAS
Restauran ofrenda
Vasos, cajetes y ollas de 2 700 años de anti
güedad, que fueron hallados como parte de
una ofrenda en el interior de una pirámide
de Chiapa de Corzo, Chiapas, son restaura
dos por especialistas del Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH-Conacu Ita),
con miras a su exhibición permanente. La
tarea de reconstrucción de estos objetos, que
formaban parte de la que se considera la tum-
ba de el ite más antigua de Mesoamérica, ll eva
80% de avance.
racterísticas de su
ajuar mortuorio,
se considera que
FOTO MELlTÓN TAPIA I DMe. INAH
l O / ARQUEOLOGíA MEXICANA
Se trata de 17 piezas de cerámica, pro
venientes de l Montícu lo 11 de Chiapa de
Corzo, muchas dispuestas en torno al perso
naje pri ncipa l que se encontraba dentro de la
cámara funeraria. Los restosóseoscorrespon
den a un individuo masculino, de entre 40 y
50 años al momento de fallecer; por las ca-
se trató de un miembro
importante de Chiapa de Corzo, antigua urbe
vinculada a grupos de lengua zoque.
El lote cerámico se prevé forme parte de
las colecciones en exhibición en el Museo
Regiona l de esa entidad, en Tuxtla Gutiérrez.
HOMENAJE
Beatriz Barba, antropóloga mexicana
La vida y la trayectoria de Beatriz Barba, investigadora
emérita del Instituto Nacional de Antropología e H is
tor ia, están marcadas por el destino, pues desde niña
jugaba a la maestra influida por la profesión de sus
padres, y hasta el día de hoy, a los 84 años, continúa
rec ibiendo a los estudiantes en su casa de Chima listac,
c iudad de México.
Beatriz Barba fue pionera en una línea de investi
gación que no era cons iderada "seria": la historia de
las religiones, el estudio de la magia y la brujería, yel
esoterismo de las religiones preh ispánicas, áreas en la
cua les ha brindado valiosos aportes.
El pasado 12 de marzo -en el Centro Cu ltural Isidro
Fabe la (Casa del Riscol, en San Ángel, ciudad de Mé
xico- colegas y un buen número de am igos yalumnos
le rindieron un merecido homenaje por su destacada
y fructífera carrera, que el la misma define como una
"especie de ensalada profesional ", pues lo mismo ha
abarcado la docencia, que la antropo logía física, la
arqueología, la museografía, la etnología ...
En la actua lidad, entre otras de sus múltip les acti
vidades, se encuentra organizando la biblioteca de
Román Piña Chan, quien fuera su esposo, la cual será
tras ladada a la Univers idad Autónoma de Campeche.
Noticias
CERRO DE TRINCHERAS, SONORA
Cementerio prehispánico revela tradición funeraria
Vasija con restos de cremación. Cerro de Trincheras.
Investigadores del Instituto Nacional de An
tropología e Historia avanzan en el cono
cimiento de las prácticas funerarias de los
antiguos grupos que habitaron en el noroeste
de Sonora, como la incineración desus muer
tos y posterior entierro en vasijas, costumbre
que ha sido posible conocer a partir de la
detección de un cementerio prehispánico
de aproximadamente 700 años de antigüe
dad, en la zona arqueológica de Cerro de
Trincheras.
El contexto funerario es de tal riqueza que
el espacio localizado hacia la ladera nores
te de Cerro de Trincheras ha sido nombra
do como "Loma de las Cremaciones". Este
lugar se local izó en 2008, como parte de
una prospección arqueológica, pues en sus
cercanías se pensaba realizar la instalación
eléctrica del que sería el Centro deVisitantes
de la Zona Arqueológica Cerro de Trincheras.
El descubrimiento del cementerio prehis
pánico se da a conocer hasta ahora debido
a que se requería avanzar en el estudio del
contexto arqueológico. Sin embargo, los
descubrimientos, no term inaron ahí, pues
dos años después, en 2010, se llevó a cabo
otra intervención arqueológica en un predio
particular del poblado de Trincheras, dónde
se encontró la evidencia de las piras donde
se cremaba a los muertos.
12 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
PROYECTO MULTIDISCIPLINARIO
Nuevos estudios sobre la Reina Roja de Palenque
Los restos óseos de la Reina Roja, enigmático
personaje de Lakamha, "lugar de las grandes
aguas", hoy conocido como Palenque, Chia
pas, son motivo de nuevos anál isis científicos
que contribuirán a establecer con mayor pre
cisión la fecha del entierro de quien todavía
se desconoce si fue la esposa del célebre
dignatario Pakal 110 una gobernante de esa
antigua urbe maya.
Aunque noes la primera vez que los restos
mortales de la Reina Roja se someten a di
versos estudios, se espera que con la reciente
Agenda Congreso 9° CONGRESO INTERNACIONAL DEMAYISTAS "LOS MAYAS EN EL CONTEXTO DE LAS CULTURAS AMERICANAS"
iniciativa de investigación, que cuenta con el
aval del Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH-Conaculta), los exámenes,
entre ellos de ADN mitocondrial, arrojen in
formación novedosa sobre el contexto fune
rar io de esta figura de la historia maya, que
se estima falleció hace más de 1 300 años.
Independientemente de lo que arrojen
los nuevos análisis, todos los investigadores
(arqueólogos, bioarqueólogos, químicos o
antropólogos físicos) coinciden en que la
biografía de la Reina Roja está inconclusa.
Exposición "EL ESPACIO SAGRADO TOLTECA RESCATE DE UNA OFRENDA Y UNIDAD RESIDENCIAL"
Se llevará a cabo en la ciudad de Campe
che, Campeche, del 23 al 29 de junio del
presente. Para mayores informes: Centro
de Estudios Mayas, Instituto de Investi
gaciones Filológicas, UNAM, 5622-7490,
http://l 32.248.101.21 /f i lob log/V III -C IM
mayistascongreso@gmai l.com
Cuatro sa h u madores de cerá mica pertenecie
tes a una ofrenda dedicada a Itzpapálotl, I
diosa to lteca de la Tierra y la Luna -la primeil
vincu lada a esta deidad y recuperada in sitt
en el área ceremonia l de El Cerrito-, y cuatr(
escu lturas de piedra seexh iben por primera ve;
en esta exposición. Desde el 14 de marzo de
presente, en el Centro de Interpretación de 1,
Zona Arqueológica El Cerrito, al sur del va l le di
Querétaro, se pueden apreciar estas piezas de periodo Posclásico Temprano (900-1200 d.C.
La exposición tempora l da cuenta de la ex
cavación y registro efectuados en octubre d
2008 por arqueólogos del Instituto Naciona
de Antropología e Historia, delegación QUE
rétaro, con motivo de la construcción de un
albercaen la Unidad Deportiva El Pueblito, qu
dejó expuestos pisos de estuco, esculturas d
piedra y abundantes frag
mentos cerámicos, a 200
m del área delimitada.
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gía es,
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Una cita en
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ÁNGEL MARíA GARIBAY K. LA RUEDA Y EL Río MIGUEL LEON-PORTlLLA, PATRICK
JOHANSSON, I/H, UNAM/FIDEICOMISO
TEIXIDOR/EsPEjO DE OBSIDIANA,
MExlco. 20 13.318 PP.
La vida del padre Ángel María Garibay K.
(Toluca, 1892-Ciudad de México, 1967)
fue fecunda en realizaciones culturales en
torno al ser de México. Conocedor, desde
joven, del legado de los clásicos inmorta
les, latinos, griegos y hebreos, hizo valio
sas aportaciones en torno a sus respectivas
culturas. Sin embargo, lo más importante
que dejó él para beneficio de México y de
la cultura universal fueron sus estudiDs tD
cantes a la lengua y la literatura nahuas.
En su copiosa bibliografía de tema
indígena sobresale su Historia de la literatura náhuatl en dos volúmenes. Allí hizo
la sabia presentación del gran caudal de
testimonios de la antigua tradición y tam
bién del periodo colonial en la lengua
que hablaron Nezahualcóyotl y también
Sor Juana Inés de la Cruz.
En este libro, del que son autores Miguel
León-Portilla, discípulo de Garibay, y Patrick
Johansson, discípulo y ahora colega de
León-Porti lIa, se recrea lo que fue la vida del
doctor Garibay. Ampliamente ilustrado y
con algunos textos poco conocidos, es a la
vez un homenaje a quien laboró sin descan
so como maestro e investigador de la UNAM.
14/ ARQUEOLOGíA MEXICANA
Reseñas
EL JADE Y OTRAS PIEDRAS VERDES. PERSPECTIVAS INTERDISCIPLlNARIAS E INTERCULTURALES W ALBURGA WIESHEU y GABRIELA GUZZY
(COORD.), COLECCiÓN ARQUEOLOGíA,
INAH/CONACULTA. MÉXICO, 20 12,323 PP
El jade es una piedra única; su exquisita
gama de colores, su dureza y durabilidad,
su transparencia y lustre delicado, ade
más de sus cualidades sonoras, la llevaron
a encarnar, en las antiguas civilizaciones
mesoamericanas y orientales, valores
humanos y culturales intrínsecos a éstas.
Considerada durante algún tiempo más
preciosa que el oro o la plata; a lo largo
de la historia humana se le han atribuido
poderes místicos y mágicos, así como
propiedades curativas.
Mediante una perspectiva interdisci
plinaria e intercultural, esta publicación
reúne 11 estudios sobre diversos aspectos
relacionadas con este material: análisis
geoquímicos y arqueo métricos, trabajos
de arqueología experimental e investiga
ciones antropológicas que, en conjunto,
brindan un amplio panorama de la tras
cendencia sociocultural y las profundas
connotaciones simbólicas e ideológicas
que el jade y otras piedras verdes han
tenido en varias regiones del México an
tiguo, Centroamérica, América del Sur, el
Caribe, China y Corea.
TAMTOC. ESBOZO DE UNA ANTIGUA SOCIEDAD URBANA GUILLERMO CÓRDOVA TELLO, ESTELA MARTíNEZ
MORA y PATRICIA OLGA HERNÁNDEZ ESPINOZA
(COORDS.), COLECCION ARQUEOLOGíA, INAH/
CONACULTA, MÉXICO, 2012, PP.
El estudio del surgimiento, desarrollo, es
plendor y decadencia de las ciudades resulta
un tema de gran interés para los estudiosos
de diversas áreas del conocimiento. El sitio
arqueológico de Tamtoc está considerado
como uno de los asentamientos más impor-
LOS RESTOS DE LOS HÉROES EN EL MONUMENTO A LA INDEPENDENCIA l. ESTUDIO HISTÓRICO CARMEN SAUCEDO
ZARCO. INAH/¡NEHRM, MÉXICO, 2012,224 PP.
11. CONSERVACiÓN y RESTAURACiÓN
(LIL/A RIVERO WEBER, COORD.). ANÁLISIS
DE ANTROPOLOGíA FíSICA OOSÉ
ANTONIO POMPA y PADILLA, COORD.).
INAH, INEHRM, Mexlco, 20 12,356 PP.
Esta investigación describe el traslado
de los restos de los héroes a la ciudad de
México en 1823, su estancia en la Cate
dral Metropolitana, su cambio, en 1925,
al Monumento a la Independencia en el
Paseo de la Reforma, y la extracción reali
zada en 2010 para el homenaje que se les
rindió ese año, así como los resultados de
los estudios que les fueron practicados.
Así, este trabajo no se limita a acla
rar las vicisitudes por las que transitaron
los restos mortales de un puñado de
hombres, sino expone, también, las dis
tintas expresiones cívico-políticas
en torno a ellos.
Como parte de los actos conmemo
rativos del Bicentenario de la Indepen
dencia, el 4 de noviembre de 2009 fue
creada la comisión para llevar a cabo los
estudios de los restos óseos de los héroes
que se encuentran en la Columna de la
Independencia, para lo cual fue elabora
do un proyecto académico.
tantes del noreste de México. Por medio de
un enfoque interdisciplinario, se plantearon
ciertos problemas en torno a la urbe y, de
esa manera, la investigación abordó los di
versos componentes históricos y culturales
del asentamiento: prácticas funerarias, mo
dificaciones dentales, indicadores de salud,
espacios sagrados y materiales cerámicos,
entre otros. Esta obra es una importante cola
boración para el conocimiento de la ciudad
de Tamtoc, así como para la discusión del fe
nómeno urbano en las sociedades antiguas.
Documento XAVIE R NOGUEZ
Mapa de Beinecke
Contenido El mapa, que parece completo, registra tres grandes secciones: 121 terrenos, de forma rectangular o cuadrada (a) , perte
necientes a 143 individuos, hombres y mujeres, aquí identificados a través de gufos onomásticos (tradicionales y cristianos) }' una cabeza vista de perfil (h). En ocasiones una cabeza adicional (e) significa una segunda generación de poseedores de la cicrra. La mayoría de los campos son rulares, con excepción de algunas milpas de maíz ubicadas en el extremo derecho (d) .
Aquí los terrenos, ¿de menor tamaño?, parecen tener canales de irrigación. La seb'Unda sección, en el extremo izquierdo, corresponde a una lisra de gobernantes de México-Tenochtitlan, que se inicia, en la parte superior, con don Diego de AJvarado Huanitzin o Panitzin (1538-1541) (e), don Diego de San Fran
cisco Tehuetzquirirzin (1541-1554) (1), don Esteban Guzmán
(1554-1557) (g), don Cristóbal de Guzmán Cecetzin (Cece
pahcic) (1557- 1562) (h) Y Luis de Santa Maria Cipacrzin (Ci
pac) (1563-1565) (i). Con excepción de don Esteban de Guz
mán, c¡uien aparece Ut pie con vestimenta indoespañola y vara de mando, el resro de los l/oloqm tenochcas fueron representados de forma tradicional, !'cmados en un tepotzoicpalli (asiento con respaldo), rilma, xillbllilzolli (diadema de turquesa) y, en
el caso de 1 luanitzin o Panitzin y Tehuetzquiritzin, una vírgula saliendo de sus bocas. Además, el virrey don Luis de Vdasca (1550-1564) O), con una corona europea y vestimenta de
la orden de Santiago, parece tener un diálogo con don Esteban de Guzmán. Los círculos craquelados corresponden al número de años de gestión de cada gobernante (k). La tercera pane del mapa es el excepcional ambiente geográfico donde se encuentran ubicados los terrenos: en la parte superior se di· bujú un canal (1), SiClC casas representadas con el glifo de calli (m), ), una faja horizontal conglifos de piedra (Ie/I) (n) . En una
parte de esta faja se agregó una capilla que tiene como única
identificación dos cruces cristianas acompañadas de ¿orbes? P Aliado derecho y en la parre inferior aparecen cuerpos de agua, aqui expresada de manera diferente a la del canal previamen- e te citado. En el extremo izquierdo se registraron cinco árbo-les, ¿un muro? (o) y un camino que se reconoce por las pisa-das humanas (P) . Llaman la atención dos asumos: la falta de glosas explicativas en náhuad o en español, y también la au-sencia de agrimensura. Ambos aspecms impiden saber directamente la ubicación de estas tierras y su tamaño.
Fecha de elaboración A partir de la presencia de don Luis de Santa Maria Cipacrzin
(Cipac), úlcimo tla/oani registrado en el mapa, éste pudo haber
sido elaborado hacia 1565 o años ames.
Lugar de origen ]\ [éxico-Tenochritian. Se plantea la posibilidad de que los te
rrenos registrados en el mapa hayan estado ubicados en un lu~ gar cercano al dique de San Lázaro. que prmegía la ciudad en su flanco oriente, entre los barrios de San Sebastián Atzacualca )' San Pablo Teopan.
16/ AAQUEOLOGiA MEXICANA
h
o a b c~
e mn d Ur 1-·
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hie ma pie tar.
19:
vac
Fo Po
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tar
no·
yer
en
(al.
En
lli ma
pn
d Características físicas Una tira de papel de amate sin imprirnatura de 177 cm de largo por 72 cm de ancho. En algún
momento un pedazo de papel fue agregado, y se hicieron restauraciones en varias secciones del
mapa. Los dobleces que presenta sugieren que la
pictografía pudo haber sido parte de un legajo tamaño folio. Desde mediados de la década de 1980, el mapa ha sido cuidadosamente conservado y enmarcado.
Formas y colores Por lo menos seis pintores indígenas colaboraron en la elaboración del mapa. Encontramos tanto elementos del estilo tradicional corno las novedades de la pintura española. Aquí se incluyeron tres glifos indígenas que más perduraron
en las pictografías coloniales: piedra (tet~, agua (at~ y camíno (ohtli). Sólo faltaría tépetl (cerro). Entre los colores se distinguen el negro, rojo, blanco, azul maya, amarillo ocre, gris yverde. Llama la atención las dos formas diferentes de re
presentación del agua.
Breve historia del códice La primera descripción -breve- que conocemos del mapa fue escrita a fines del siglo XIX por el anticuario WW Blake (1850-1918), cuando la pictografía parece que estaba en posesión del magnate Charles F. Gunther (1837-1920). Resulta un enigma que cuando las diversas colecciones de objetos propiedad de Gunrher se subastaron, el mapa no apareció en los catálogos de venta . Fue hasta la mitad del siglo xx, en 1952, cuando nuevamente se tienen noticias de su paradero, ahora en posesión de Dawson's Bookshop, en Los Ángeles, California. La librería lo vendió al coleccionista Otto Orren Fisher, de Detroit, Michigan. Fisher lo poseyó por dos décadas y, tras su muerte, fue vendido, en 1974, en una subasta, a William Ree
se y Fred White Jr., su asociado en los negocios. Reese, en ese tiempo estudiante de bachillerato en la Universidad de Yale, lo ofrece en venta a su institución, y en 1975 se realiza la transacción.
Principales estudios Producto de una labor interdisciplinaria de carácter
internacional, el mapa se dio a conocer en 2012 en un libro, aquí citado, que rambiénincluyó una reproducción facsimilar. Fue estudiado desde las perspectivas
de la historia prehispánica y colonial, la iconografía, los materiales y técnicas de elaboración, el sistemagráfico escritural, y la historia de su origen. También se incluyeron datos sobre su restauración y preservación. La obra en cuestión es la primera y única referencia que se ha generado sobre el mapa.
Otros títulos Codex Reese.
Lugar donde está depositado Collection of rhe Beinecke Rare Book and Manuscript Library, Yale University, New Haven, Connecticut, Estados Unidos. Número de registro: WA MSS S-2533.
Para leer más ... Miller.~larl'E.l'BarbaraE.Mundl'(ed,).PailltingaMapof Sixleelllb
Cm/uf) A1exico CiD'. ~1Id, rVntif~1 "fld ]\.,Tatiz;e &t!e, Yale Univcrsity Press, New Haven-Londres, 2012. Con ensayos de Dermis Carr, Maria Castañeda de la Pa7., Pablo Escalame Gonzalbo. Diana "t\lagaloni Kerpe~ Mary E. ~[iller, Barbara E. Mundy, Richard Newman y ~[ichcllc Derrick }' Gordon \Vhirrnker.
Xavier Noguez. Profesor-investigador de El Colegio .Mexiquense, dedicado al estudio y publicación de códices coloniales del centro de México.
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DOCUMENTO / 17
Efigies de cerámica benizaa JAVIER URCID
18 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
Los dientes limados, la modificación intencional de la cabeza y lo que
se infiere debieron ser orejeras de un material preciado, denotan una
atribución de gran estima hacia lo que representaban estas tres ex
traordinarias efigies, que guardaban múltiples significados.
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H acia el fin de la época anterior a Cristo o principios de nuestra era, no muy lejos de Monte
Albán, Oaxaca, un consumado artesano alfarero produjo varias efigies cerámicas casi idénticas. No obstante, sus características tan especiales las hacen a la vez singulares. Hoy c1ia se conocen tres de esas piezas (fig. 1). Si poco sabemos acerca del pasado remoto de esos objetos, su historia más reciente es igualmente enigmática. Un ejemplar, el más completo, forma parte de las colecciones del Museo de Arte en Cleveland, Ohio; el otro, desposrillado de una parte, está en el Museo de las Culturas de Oaxaca; y la tercera pieza, de la que sólo queda la cabeza, yace relegada en la bodega del Museo Nacional de Antropología. Las dos efigies que se encuentran en México llegaron a sus respectivos repositorios a finales del siglo XJx, y nada se sabe
acerca de su procedencia precisa ni de cómo fueron descubiertas. La que está ahora en
Oaxaca perteneció primero a José Juan Canseco, un cura de Ejutla. Antes de llegar al Museo Nacional, la cabeza había sido parte de la colección del arzobispo Francisco Plancarte y Navarrete. Por otta lado, el museo en Cleveland adquirió su estatuilla en 1954 de un coleccionista particular, y falta constatar si su manufactura es antigua o si es una reproducción aproximada de la pieza que aún se conserva en Oaxaca. Las dos efigies
.....---...... \ enteras miden aproximadamente 37 cm de altura.
1. Las tres efigies de cerámica benizaa son casi idénticas. a) Museo de Arte de Cleveland. b) Museo de las Culturas de Oaxaca. e) Cabeza de estatuilla. Museo Nacional de Antropologia. FOTOS. MUSEO DE ClEVELANO. FERNANDO ARCE I RAl
e ES J. JIMt:NEZ I UNA. DIBUJO ElBIS OOMINGUEZ
EFIGIES DE CERÁMICA BENIZAA I 19
¿Un escriba sin instrumentos de escritura? Paradójicamente, la estatua en el Museo de las Culturas de Oaxaca adquirió a principios de la década de 1950 una fama especial basada en el deseo de legitimar su calidad estética al compararla con piezas del antiguo Egipto (fig. 2) . De alú que varios estudiosos la sigan llamando erróneamente "El Escriba de Cuilapan". La maestría en la elaboración de las efigies zapo tecas y egipcias es indiscutible, pero una comparación somera hace evidente que las de barro de Oaxaca no portan los instrumentos de un escribano, como en el caso de las esculturas de piedra africanas.
Sobre la procedencia del pretendido escriba, resulta quela pieza también ha sido atribuida a Zaachila, así como a un lugar intermedio. Tal vez el lugar del hallazgo fue un sitio que está un kilómetro al norte de San Raymundo Jalpan. Este asentamiento se halla entre Cuilapan y Zaachila y tiene evidencia de ocupación coetánea a la de la manufactura
20 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
de las estatuillas (fig. 3) . Curiosamente Nicolás León (quien escribió en 1896 el comentario más temprano que se conoce sobre la efigie en el Museo de Oaxaca), pensó que era maya-quiché, elaborada específicamente en Palenque o en Copán yadquirida por un mixteco mediante un intercambio comercial. Implícitamente, León fechó la estatuilla en los últimos siglos de la época prehispánica, cuando -según varias fuentes- un enclave de etnia mixteca se estableció en Sahayuco ("Al pie del Cerro (Monte Albán]", hoy Cuilapan de Guerrero). Ahora sabemos que para entonces, tanto Palenque como Copán - ciudades mayas, no quichés- ¡ya tenían varios siglos de haber sido abandonadas! E l historiador oaxaqueño Manuel Marúnez Gracida ubicó el hallazgo de la estatuilla en 1850, y usando un sólido método comparativo, argumentó en su refutación al estudio de León que la escultura debió ser un producto zapoteca (benizaa). No obstante, cayó en enredos escabrosos al intentar dar cuenta de los signos inscritos.
2. Si se compara la efigie del Museo de las Culturas de Oaxaca (200 a.C.-200 d.C.) con la del escribano procedente de Sakkara , Egipto (2563-2423a. C.), seadvierte que la postura de la mano derecha de la escultura egipcia sugiere que el pincel con el que escribía era de material perecedero. FOTO FERNANDO ARCE I RAlcES.
DIGITALIZACION RAleES
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Océano Pacífico
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de Monte Albán IJJJ®
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3. a) La estatuilla del Museo de las Culturas de Oaxaca puede proceder de las cercanías de Monte Albán, de sítios como Zaachila (Peñafiel, 1893), Cuilapan o Quicopecua (León, 1896) o un lugar, entre Zaachila y Cuilapan, que tiene montículos (Martínez Gracida , 1898). b) Sitio con montículos localizado al norte de San Raymundo Jalpan, cuya ocupación concuerda con las fechas atribuidas a las esculturas. DIBUJO . ELBIS OQMINGUeL PLANO MODIFICADO DE BLANTON ET AL 1982, P 462
Jal pan
• Zaachila
Cuerpos de barro
• San Bartolo Coyotepec
La técnica de elaboración de las efigies explica el porqué de las semejanzas entre ellas. Aunque los cuerpos fueron modelados, los rostros se manufacturaron con un molde. Así lo asegura Nicolás León, quien tuvo la oportunidad de observar ciertos detalles antes de que él mismo restaurara la fragmentada pieza ahora en Oaxaca. ASÍ, usando un barro fino de color blanquecino, y después de ensamblar los cuerpos y las caras, el antiguo alfarero dejó que las piezas endurecieran lo suficiente para permitir la incisión y el raspado de los glifos, para después dejarlas secar completamente, aplicarles un engobe café, pulirlas y hornearlas. Su elaboración siguió el ideal de un cuerpo humano delgado y esbelto, y evidentemente representan a un adolescente o a un adulto joven. La representación aparece desnuda, pero no hubo interés en representar los genitales. Aunque los pezones saltan a la vista, por haber sido añadidos al pastillaje, no hay indicación de senos desarrollados, pues quizá se deseaba representar a
una jovencita o a un jovencito para significar simultánea y explícitamente una dualidad de género (femenino-masculino) .
La falta de representación de los genitales contrasta con otros aspectos de manufactura que implican un profundo conocimiento y una penetrante observación de la anatomía humana, pues además de marcar rasgos tan obvios como los ya mencionados pezones y el ombligo -este último indicado mediante una depresión con una impresión circular al fondo-, también se modelaron sutilmente las honduras en la base anterior del cuello, originadas por la proyección anterior de las clavículas; el volumen del músculo deltoides que conforma cada uno de los hombros; la hendidura vertical a lo largo de la espina dorsal, y las prominencias en el lado lateral de las muñecas, que resultan por la proyección de la apófisis estiloides del cúbito.
Es la práctica de aplicar un engobe café pulido lo que permite establecer las fechas aproximadas de las piezas. El apego a una forma deseada del cuerpo humano también corrobora dicha fecha, pues hay cierto parecido entre las efigies y tres figuras cerámicas encontradas en la tumba 113 de Monte Albán, así como la semejanza con los personajes representados en un grupo de piedras finamente incisas, también de Monte Albán, que debieron formar un programa narrativo que decoraba una estructura arquitectónica monumental (fig. 4) . Y ese ideal del cuerpo humano, especialmente la cara, evidentemente se basó en una fisonomía real, como se puede observar aún hoy en rostros juveniles en varias comunidades de los Valles Centrales de Oaxaca.
Tres detalles en las estatuillas dejan entrever modificaciones corporales. Una concierne a los dientes limados, aunque el patrón dental que involucra ese limado en los incisivos centrales superiores no ha sido documentado aún en restos humanos de Oaxaca. Es evidente que originalmente las tres cabezas tenían orejas con grandes lóbulos perforados, horadaciones en las que seguramente se insertaron discos de otro material, tal vez jade, concha, alabastro u obsidiana. El hecho de que las tres piezas estén rotas de los lóbulos sugiere que los ornamentos fueron arrancados, posiblemente al momento de su descubrimiento. Una vista de perfil de las cabezas indica la representación de una marcada modificación intencional de la cabeza, una alteración evidente a pesar del bonete que portan las efigies.
Metáforas corporales múltiples Hay que recalcar que no se trata de urnas, pues no hay recipiente atrás. Lo que sí se aprecia en la parte posterior del gorro es una abertura simula-
EFIGIES DE CERÁMICA BENlZAA / 21
da de la que cuelga un haz de cabellos largos (fig. 5) . El bonete cubre lo que en las vasijas efigie que personifican al maíz es una extensión sobre la cabeza que forma la embocadura del recipiente. Esta extensión generalmente tiene líneas verticales paralelas, a veces aún con pintura amarilla, para imitar las barbas del jilote.
Los dientes limados, la modificación intencional de la cabeza y lo que se infiere debieron ser orejeras de un material preciado, denotan una atribución de gran estima hacia lo que representaban estas efigies. La juventud y el haz de cabellos en las cabezas puntiagudas igualmente sugieren que podrían ser una alusión antropomorfa al elote tierno, y por extensión metonímica, al origen de mujeres y hombres a partir del maíz. Tal vez ese alfarero consumado produjo cuatro estatuillas para que su mecenas formara un retablo que imitara la estructura cuatripartita del cosmos, asignándolas a cada uno de los cuatro rumbos. Una vez que las efigies se utilizaron en algún ritual, posiblemente al momento de colocarlas como ofrenda se les aplicó pintura roja, pues al menos las piezas en los museos de Oaxaca y Cleveland tienen aún restos de ella.
22 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
a 4. En la cultura material benizaa de prin
cipios de nuestra era el ideal del cuerpo
humano era delgado y esbelto. La pobla
ción actual, como esta jovencita de Teotit
lán del Valle , Oaxaca, muestra caracteris
ticas semejantes a las de las estatuillas de
cerámica. a) Estatuillas de cerámica; miden
42 cm de altura, aproximadamente. Tum
ba 113, MonteAlbán, Oaxaca. b) Mo
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La técnica de elaboración de las efigies explica el porqué de las
semejanzas entre ellas. Aunque los cuerpos fueron modelados,
los rostros se manufacturaron con un molde.
5. a) En las efigies benizaa se ve la modificación de la cabeza para simular una mazorca de maíz con sus barbas Uilote), como ocurre con otras personificaciones del elote tierno en Mesoamérica. b) Vasija efigie policromada. Tumba 103, MonteAlbán. e) Vasija impresa. Región de la Costa , Oaxaca. Colección Gentling , Fort Worth , Texas. d) Pintura mural. Conjunto 2-sub, escalinata . Cacaxtia , Tlaxcala. FOTOS· FERNANDO ARCE, GERAROO GONzAlEZ RUL I RAicES DIGITALIZACiÓN RAlcES
EFIGIES DE CERÁMICA BENIZAA I 23
Es probable que en las efigies se deseara representar a una jovencita o a un
jovencito para significar simultánea y explícitamente una dualidad de gé
nero (femenino- masculino).
Las tres efigies llevan inciso sobre la parte anterior del bonete el glifo 13 agua, ubicación que tiene un paralelo con ciertas urnas, sobre todo las que personifican al dios de la lluvia. La mayoría de las veces, éstas portan ahí el glifo e, es decir, el signo que hace referencia a la lluvia. El glifo agua, el cual representa líquido que corre, exhíbe pequeñas variaciones en cada una de las estatuillas (fig. 6) . E l ejemplar en el Museo Nacional de Antropología tiene, además del flujo acuático, una serie de volutas que denotan nubes. Las dos piezas más completas tienen inciso sobre el pecho el glifo 13 pedernal, lo que insinúa que la tercera pieza también lo tuvo. Tampoco parece caprichosa la colocación de este o tro glifo en esa parte del cuerpo, pues el signo zapoteca representa un cuchillo bifacial sobrepuesto a las costuras que se hacían en la piel de los desollados para cerrar la incisión pectoral, a través de la cual se les había extraído el corazón.
Martínez Gracida leyó infundadamente los signos en la estatuilla del Museo de Oaxaca como fechas anuales (3 pedernal y 3 agua), y sin base alguna las correlacionó a los años gregorianos de 1430 y 1443 d.C. Además, en su opinión, las barras numerales fijan fechas importantes en la vida de un sacerdo te nahua imaginario (en 1430, Ometécpatl fue nombrado pontífice, a los 78 años de edad, y en 1443 falleci ó, a los 91 años de edad). Tal vez los glifos marquen importantes días rituales en el calendario adivinatorio (13 agua es el último día de la treceava trecena, y 13 pedernal corresponde al último día de la sexta trecena, y entre estas fechas hay 13 trecenas completas). Pero igualmente posible es que los glifos se refieran a los nombres calendáricos de dos personajes importantes: una pareja de desposados o incluso los miembros intergeneracionales consecutivos de un linaj e. De ser así, la posición de los glifos nominales en las efigies tendría un referente más; además de nombrar a dos personajes y marcar dos días del calendario ritual, aluden a una serie de significados sagrados en relación con el cuerpo human o: la inmolación por extracción del corazón (el signo pedernal en el pecho) es una ofrenda para pedir la lluvia (el signo agua en la cabeza, la parte del cuerpo que apunta al cielo), y el agua que cae de las nubes provee el maíz, la sustancia de la cual se origina la humanidad y el alimento que permite la reproducción social.
24 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
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Las piezas, hechas y usadas por beruzaa ancestrales, conllevan simultáneamente múltiples significados. Los nombres calendáricos no sólo proveen la identidad de mortales de alto rango social y tal vez alcurnia política, sino que transmiten un mensaje aún más profundo, uno que situaba a los personajes nombrados dentro de una temporalidad ritual y de un marco corporal sagrado que rebasaba su propia hístoricidad. §~
Javier Urcid. Doctoren antropología porla Universidad de Yale. Profesor asociado en el Departamento de Antropología de la Universidad de Brandeis, Boston Massachussetts.
PARA LH:R .'\f .\S .. .
BI.ANTON, Richard, E., Stephen Kowaleski, Gary Feinman y J ill Appel, "Monte Alban's Hinterland, Part 1: The Prehispanic SettIement Patterns of the central and sournern parrs o f me Valle)' of Oaxaca, Mexico", Memoirs oJ /he MuseufII o/ Anlbropology, núm. 15, Universitl' of Michigan, Ann Arbor, 1982.
LEÓN, Nicolás, "Un nuevo documento geroglífico maya". Memon·as de la Sociedad Cientijica t~nlonioAlzate". t . X, Imprenta del Gobierno Federal en el Ex-Arzobispado, México, 1896, pp. 355-358.
lv[AR1;NEZ GRAC IDA, Manuel, "Refutación al estudio arqueológico del Sr. Dr. D. Nicolás León, intitulado 'Un Geroglífico Maya' n, Memonos de la Sociedad Cim/[fico ':AnlonioAlzalt", t. XI, Imprenta del Gobierno Federal en el Ex-Arzobispado, México, 1898, pp. 93-107.
MII.I.IKEN, M.W., "Two Pre-Columbian Sculprures", Bulle/in 01 ¡he C/evelolld Musell"', vol. 42 (4), 1955, pp. 59-61.
PEÑAfoIEL, Antonio, <~ rqueología zapoteca", en Trabt~jos para la Exposición Colombina de Chicago, Secretaria de Fomento, México, 1893.
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6 a) Glifos incisos en figura del Museo de las Culturas de Oaxaca . b) Glifos incisos en la cabeza de la figura del Museo Nacional deAntropologia. e) Glifos incisos en figura del Museo de Arte de Cleveland. OlBUJOS ELBIS OQMINGUEZ
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Momias y tatuajes LEOPOLDO BATRESY LA "MOMIA TOLTECA"
ILÁN LEBOREIRO, JOSEFINA MANSILLA, FABIENNE DE PIERREBOURG, CHRISTOPHE MOULHERAT
Se puede decir que en vida, la "Momia Tolteca" fue un personaje importante de su
comunidad ya que en la antigüedad, para poder ostentar tatuajes de tal calidad esté
tica, quizás de tipo mágico-religioso y realizados con esa técnica, era necesario poseer
cierta jerarquía dentro de un grupo.
E l ser humano, al igual que cualquier otra especie animal, se ha expresado de múltiples formas
por medio de su cuerpo, incluso antes de desarrollar unlenguaje fonético. Podemos reconocervisualmente estados de ánimo como la ira, la tristeza, la felicidad, el aburrimiento, etcétera. Así también aprendemos a reconocer y a expresarnos ante múltiples situaciones afines o discordes a nuestro grupo social. Al evolucionar nuestra especie, tanto biológica como culturalmente, desarrollamos innumerables y complejos sistemas de comunicación verbal y no verbal. Entre los últimos, el tatuaje es una de las formas de expresión y de modificación corporal más antiguos que nos han acompañado a lo largo de nuestra historia.
El tatuaje en momias Existen diferentes implicaciones o intenciones del tatuaje; indican ritos iniciatorios, funcionan como protectores contra enfermedades o magia negativa, dan un sentido de pertenencia jerárquica dentro de una comunidad, narran sucesos míticos o bien de la vida personal del que los porta, entre muchos otros.
La práctica de tatuarse la piel en la antigüedad no fue común a todas las culturas del mundo, sin embargo, se han hallado momias humanas con tatuajes en diferentes puntos del planeta, incluido México.
1. Las evidencias de personas tatuadas de la época prehispánica son escasas; hasta el momento, una de las pruebas más contundentes son los tatuajes de la momia estudiada por Leopoldo Batres en 1889. Litografía en Leopoldo Batres, "Momia Tolteca" (1889).
MOMIASYTATUAJES /25
2. Aunque la práctica del tatuaje no está presente en todas las áreas culturales del mundo, hay momias humanas con tatuajes en diferentes puntos del planeta, incluido México . a) Tatuajes de la momia conocida como "Otzi". Valle Otz, Alpes italianos. b) Tatuajes en momias de la cultura Chancay. Costa central del Perú. e) Tatuajes de la momia llamada "princesa Ukok" o "la dama de hielo". Meseta de Ukok, Rusia. DIGITALIZACiÓN I RAlcES
3. Leopoldo Batres menciona que "la momia fue encontrada en el pueblo de Comatlán [Camotlán], distrito de Huajuapan de León , Estado de Oaxaca".
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26 I ARQUEOLOGiA MEXICANA
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Probablemente el ejemplar más antiguo hasta el momento descubierto sea "Otzi" o "el hombre de hielo" . Se trata de la momia de un hombre adulto (de unos 45 años de edad) hallado en 1991 en el valle Otz, en los Alpes Italianos, a 3 210 msnm. Murió hace unos 5 300 años y pertenece a la Edad de Cobre europea.
Sobre el cuerpo de Otzi se encontraron más de 50 tatuajes en forma de rayas paralelas y en forma de cruces (fig. 2a). Al parecer se trata de tatuajes de tipo terapéutico, es decir, carecen propiamente de una simbología mágico-religiosa. Los estudios radiológicos demostraron que en vida e! individuo padeció osteoartritis y los tatuajes parecen coincidir con los puntos corporales sometidos a esfuerzo que le causaban fuertes dolores.
En 1993 en la Meseta de Ukok, en la Rusia siberiana, se halló la momia de una mujer joven de aproximadamente 25 años de edad. Conocida como la "princesa Ukok" o "la dama de hielo", fue inhumada hace unos 2 500 años. Presenta numerosos y elaborados tatuajes zoomorfos en buena parte de sus brazos, hombros, piernas y manos, que tenían un sentido mágico-protector y de pertenencia (fig. 2e).
En e! continente americano, en especial en la región andina de América del Sur (perú, Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina), se ha descubierto un importante número de momias tanto de tipo natural (por efecto del medio ambiente) como artificial (resultado de una intervención humana), que se encuentran entre las más antiguas del mundo, algunas de ellas con tatuajes (fig. 2b).
En el México prehispánico, tatuarse la piel fue una práctica que se extendió desde las culturas de! norte hasta los mayas en la peninsula de Yucatán, y existen numerosas referencias históricas sobre el tema.
La "Momia Tolteca" de Batres A pesar de las referencias escritas y de las representaciones de tatuajes en códices, cerámica y piedra, la evidencia fisica es verdaderamente escasa. La más contundente hasta e! momento es la de una momia estudiada por e! arqueólogo Leopoldo Batres hacia 1889 (fig. 1).
En e! artículo "Momia Tolteca", Batres menciona que "fue encontrada en e! pueblo de Comatlán, distrito de Huajuapan de León, Estado de Oaxaca, según refiere el actual poseedor de ella, Don Ignacio Peralta", en 1889 (Batres, 1889, p. 3). Sin dar mayores detalles respecto a su procedencia y descubrimiento, Batres analiza y describe morfológicamente a la momia como un adulto masculino en posición sedente, el cual poseía tatuajes en diferentes partes de! cuerpo (en ambos brazos y abdomen). Basándose en el estilo de los tatuajes y comparándolos con la incipiente información arqueológica de aquel momento, Batres concluye que la momia perteneció a la cultura tolteca, luego de compararlos con diseños provenientes de Teotihuacan, estado de México.
Es importante mencionar que la momia no fue descubierta por Batres, ni tampoco fue producto de una excavación arqueológica. Como la gran mayoría de las momias prehispánicas en México, éstas son generalmente hurtadas de cuevas, y la momia descrita por Batres no fue la excepción. Es importante resaltar que la primera norma legal en nuestro país dirigida a proteger monumentos y materiales arqueológicos, impulsada por e! mismo Batres, estuvo vigente desde junio de 1896; por lo tanto, no es de extrañar que el señor Ignacio Peralta aparezca como el poseedor de la momia. Antes de dicha norma, existía un comercio importante de objetos arqueológicos a nivel mundial manejado por coleccionistas, y entre sus clientes se encontraban numerosos museos.
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Después del estudio de Batres sobre la momia, ésta fue llevada a París por un coleccionista de la ciudad de Puebla llamado M.Ch. Baur, y adquirida por el antiguo Museo Etnográfico de Trocadero. Años después, el doctor León D erobert disertó sobre la filiación cultural de la momia de Comatlán al poder estudiarla personalmente en dicho museo, y publicó sus conclusiones en la obra Les momies (1910).
Cabe resaltar la importancia de la momia, ya que hasta la fecha sólo se han descubierto cuatro momias prehispánicas en el área cultural mesoamericana. La que comentamos se encuentra a resguardo del Museo de Quai Branly, París, Francia, en perfecto estado de conservación, ya que no ha sufrido mayor deterioro desde su descubrimiento. Como parte del proyecto de investigación "Las momias de México", de la Dirección de Antropología Física deIINAH, solicitamos a las autoridades del museo estudiar morfoscópicamente a la momia y tomar muestras para poder establecer su antigüedad con la técnica de carbono 14, así como realizar análisis de ADN, como un primer paso en nuestra investigación. Amablemente se atendió nuestra petición y ahora se trabaja en estrecha colaboración con investigadores del Museo de Quai Branly para llevar a cabo diversos estudios cienúficos. Es importante resaltar que los resultados aquí vertidos son preliminares, y aún falta un largo camino en la investigación.
Primeros avances A 123 años de distancia del estudio de Leopoldo Batres, cabe aclarar que el pueblo referido como Comatlán es probablemente un error tipográfico, ya que en realidad se llama Camotlán y pertenece al municipio de Huajuapan de León, Oaxaca (fig. 3); se encuentra a 171 km al noroes te de la ciudad de Oaxaca y pertenece a la región de la Mixteca Baja, que abarca la parte noroeste de Oaxaca y el suroeste de Puebla.
A primera vista, dadas las características del sistema de enterramiento (clase, tipo, forma y variedad) habitual en el área mesoamericana, la deformación cefálica, entre otras características que mencionaremos a continuación, nos indicó que la momia era de la época prehispánica o bien de un periodo muy temprano del contacto europeo. Posteriormente, con los resultados obtenidos con la técnica de Carbono 14 de las muestras tomadas a la momia de Camotlán, ésta se ubicó alrededor de 250 d.C. Es muy probable que la momia haya sido inhumada al interior de una cueva (ya que presenta similitud con numerosas momias de tipo natural halladas hasta la fecha en nuestro país), de la cual siglos después fuera saqueada.
La momia fue descrita por Leopoldo Batres, en 1889, como un sujeto adulto masculino que "conserva aún el pene, los tesúculos y el vello del pubis";
20 años después, León Derobert la clasificó también como masculino. Nuestro análisis morfoscópico e imageneológico (tomografía axial computarizada) indica, sin embargo, que se trata de una mujer adulta de entre 30 y 40 años de edad. Por la posición sedente que presenta la momia, la manipulación desde su hallazgo y los traslados, la zona genital se encuentra muy deteriorada y por lo tanto se entiende la confusión. En nuestros días, los antropólogos físicos tomamos en cuenta diversas características para poder emitir un diagnóstico. La momia presenta un ángulo subpúbicomuyabierto, arcadas supraor-
4. La momia fue descrita por Leopoldo Batres como un sujeto adulto masculino; en realidad se trata de una mujer adulta , de aproximadamente 30 a 40 años de edad, pues el cuerpo presenta un ángulo subpúbico muy abierto, arcadas supraorbitarias minimas y un ángulo mandibular obtuso; además tiene glándulas mamarias y el aspecto general del cuerpo es grácil.
MOMIASYTATUAJES / 27
5. El estado de conserva-ción de la momia de Camo-tlán en general es bueno y
en las caras laterales de am-bos brazos y en el antebra-zo derecho. entre la muñe-ca y el radio , tiene tatuajes de color negro con elabora-dos motivos geométricos. a) Detalle de los tatuajes del brazo derecho. b) Detalle de los tatuajes del brazo iz-quierdo. e) Dibujo de los ta-tuajes del brazo derecho. d) Dibujo de los tatuajes del brazo izquierdo.
El tatuaje es una de las formas de expresión y de modi
ficación corporal más antiguas que nos han acompaña
do a lo largo de nuestra historia.
28 I ARQUEOLOGíA MEX ICANA
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intenciones del tat uaje se pueden
mencionar: r itos iniciatorios, pro
tectores contra enfermedades o
magia negativa, sentido de perte
nencia jerárquica dentro de una co
munidad, narran sucesos míticos o
bien de la vida personal del que los
porta, entre muchos otros.
bitarias mínimas y un ángulo mandibular obtuso, todos caracteres propios de las mujeres. Además, se observan las glándulas mamarias colapsadas y un aspecto grácil en general del cuerpo (fig. 4).
El estado de conservación de la momia de Camotlán es en general bueno ya juzgar por las descripciones 1:.-'1nto de Batres y Derobert, así como por las litografías y fotografías de fmales del siglo XlX ypri ncipios del xx, no ha sufrido cambios significativos.
Se observan tatuajes en ambos brazos, en las caras laterales (fig. 5a-b), y también sobre el antebrazo derecho, entre la muñeca y el raclio, los cuales son de color negro con elaborados motivos geométricos (fig. 5c-d). Presenta impronta textil sobre la espalda -a la altura de los omóplatos-, en ambos brazos, sobre el pecho, abdomen, glúteos y rodilla izquierda. Se advierten también marcas de cuerdas en el fémur izquierdo, las cuales son inclicadores de que el cuerpo fue envuelto con textiles para formar un bulto mormorio (fig. 6) .
Sería muy aventurado con los datos obtenidos profundizar en el contexto culmral en que pudo haber vivido esta mujer; sin embargo, por la fecha obtenida de las muestras tomadas a la momia de Camotlán (250 d.C.) y por el área donde fue localizada es posible que pertenezca a la culmra ñuiñe de la Mixteca Baja. Podemos decir que en vida fue un personaje importante de su comunidad ya que, como mencionamos al principio, en la antigüedad, para poder ostentar tamajes de tal calidad estética, quizás de tipo mágico-religioso y realizados con esa técnica, era necesario poseer cierta jerarquía dentro de un grupo. A pesar de que no hay abundantes esmclios relativos a las prácticas mormorias prehispánicas en cuevas en la Mixteca Baja oaxaqueña, sabemos que en muchos casos la inhumación en cuevas se reservaba a los "principales" de la comunidad, que además se acompañaban de ricas ofrendas para su sustento en la otra vida.
Consideraciones finales Quedan penclientes para futuras publicaciones los avances en los esmclios de ésta y otras mornias halladas en la región. Cabe mencionar L]Ue el estuclio sistemático del fenómeno dela momificación en México y de csmclios de caso como la momia de Camotlán, Oaxaca, han empezado a dar importantes frutos a la investigación antropológica en nuestro país. Es de gran importancia la colaboración intcrinstimcional y multidisciplinaria en nuestros días para avanzar en el conocinuento científico. Agradecemos a las autoridades e investigadores del Museo Quai BranJy por su apoyo y colaboración. ('ii.~
• lIán Lcboreiro. Maestro en antropología)' postulante a doctor por la UN 1M. Investigador de la Dirección de Antropología Física del [N,II!.
• Josefina Mansilla. D octora en antropología por la UNAM. Investigadora de la Dirección de Antropología Física del IN V!.
• Fabienne de Pierrebourg. Dra. en prehistoria, etnología l' antropología por la Universidau de Paris T-Panthéon-Sorbonne. • Christophe Moulherat. Dr. en prehistoria, etnología y antropología por la Universidau ue Paris I-Panthéon-Sorbonne.
PARA LEER MÁS ...
AUFDI-.RHEIDI ~ . A., TIJe SciellliJic Jllldy clj t\IIfIJlIIÚeS, Cambridge Universir}' Press, 2003.
B \ntr ... ". 1..., " Momia Tolteca", AII/ropología .\fexirolltl, Tipografía de la Escuela Nacional oe Arres y Oficios/ Ex Convemo de San Lázaro, México, 1889, pp. 1-6.
f.,r.\N~III\, J., e 1. Leborciro, " 1 Lisrorias de vida. El fenómeno de la momificación en e1i\ réxico prehispánico", Arqueología Ate>.:icOJlo, vol. X\'II, núm. 97, mayo-junio de 2009, pp. 22-29.
R OBLES, N., Y 1\. Juárez, ¡Iislolia de lo orqlleología en Oo ...... a((/, Ins[iruw Oaxaqueño de las Culturas/Gobierno del Es[ado de Oaxacaj Conalculra-I" 111, México, 2004.
6. En la momia hay impronta de textil en la espalda, a la altura de los omóplatos, brazos , pecho, abdomen , glúteos yen la rodilla izquierda. Hay también marcas de cuerdas en el fémur izquierdo, indicadores de que el cuerpo fue envuelto con texti les pa ra formar un bulto mortuorio. Detalles de impronta textil sobre la piel de la momia de Camotlán .
MOMIASYTATUAJES I 29
Los coras y la Piedra Blanca de San Bias, Nayarit (siglos XVI-XXI)
LAURA MAGRIÑÁ
En la "Estampa" de fray Antonio Arias de Saavedra -que se aborda aquí- se plasmaron
aspectos esenciales de la cosmovisión cora que rigen hasta nuestros días: el quincunce
como cosmograma, las deidades a las que rinden culto, la lucha cósmica entre las fuer
zas luminosas y las del inframundo, los ciclos rituales vinculados con los ciclos de la
naturaleza, el simbolismo de las culebras de agua (los tornados) ..•
Los coras conforman un grupo indígena que habita la Sierra Madre Occidental, en el actual estado de Nayarit. Para evan
gelizarlos, primero había que conocer sus creencias y la manera en que ellos concebían el universo, labor que iniciaron los franciscanos.
Antonio Arias de Saavedra nació en Tepic y estuvo en calidad de compañero del cura de Acaponeta. Ya ordenado sacerdote, desde 1656 fungió a veces como ministro doctrinero y otras como guardián del convento, para luego pasar a Guadalajara, el convento más importante de la provincia de Santiago de Xalisco.
Arias escribió un informe de todo lo que averiguó sobre aquel grupo indígena, sus costumbres y su territorio, el cual envió junto con un dibujo a su provincial, fray Juan Mohedano de Agudo, el2 de febrero de 1672.
La "información" original llegó a manos de fray Francisco Trevifio, comisario general de todas las provincias y custodias de la orden de San Francisco en Nueva España y las Islas Filipinas, tluien le solicitó al fraile que profundizara en su investigación. El 26 de marzo de 1673 fue remitido e! segundo informe. Éste ha sido publicado y el manuscrito se encuentra en la Biblioteca Nacional de México.
Es importante destacar que sólo la primera versión, que se resguarda en el Archivo General de Indias, en Sevilla, va acompañada de la "Estampa" coloreada, a la que López González ha denominado "Calendario cora" (1990, p. 18). Su título da cuenta exacta tanto de su contenido como de su relación con el informe: "Descripción y explicación de los ritos y ceremonias que observa e! gentilismo de! Nayarit deducidos de los cuatro tiempos de! año, a que se reduce su total y vano culto. Como se irá reconociendo por mayor extensión en la relación que se hace en este escrito por las letras y reclamos de! A. B. C. D. etcétera" (AGI, MP, Estampas, 25).
Arias de Saavedra muestra en e! siglo XVJI un profundo manejo de! simbolismo local. Aunque uno de sus objetivos fuera acreditar a la orden seráfica, éste no fue e! único. Obtuvo sus datos en parte gracias al trato familiar que se dio entre él y los coras, como resultado de sus repetidas entradas a la sierra desde Acaponeta, pero también por informes que obtuvo de los indios gentiles yapóstatas que bajaban a comerciar y de los españoles y mestizos que ha-
30 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
bían entrado sierra adentro, contando así con varias percepciones acerca de los nayares. Otro de sus propósitos fue conocer a fondo a estos indígenas con el fin de destruir sus "idolatrías" y convertirlos al catolicismo, profundizando en la cosmovisión nativa. Queda patente su gran capacidad para asimilar, sintetizar y transmitir e! conocimiento de la cosmovisión de estos indígenas. Pero no se escapa de adoptar cierta visión emocéntrica en algunos pasajes.
Sin ninguna duda, este complejo documento pictográfico es el pilar de toda investigación sobre los coras.
El cosmograma de los nayares La Mesa del Tonati -hoy Mesa del Nayar-, núcleo político-religioso de los cotas, era, primero, el sitio en cuyas proximidades se encontraba la cueva de Tuakamura -esto es, e! adoratorio de las cuatro momias que se ilustran en la "Estampa", y que son descritas por fray Antonio Arias de Saavedra; segundo, el lugar central de la sierra de! Nayarit o Gran Nayar, la ranchería desde donde los indígenas rendían culto al sol, y tercero, la morada de! Tonati.
Este personaje -el tonati- era e! jefe supremo de! Gran Nayar; aunque nunca operó unilateralmente en la toma de decisiones, sí era e! cacique más importante, por la posibilidad de llegar a formar parte de la dinastía de los tonatis, pues si al morir su cadáver se momificaba, sustituiría a la momia más antigua de dicha cueva. De tal forma que contaba con e! carácter de futura deidad.
La "Estampa" es un dibujo de clara factura indígena. Los caras colocan e! oriente arriba. El punto por donde sale e! Sol es e! más importante. Aquí se han plasmado aspectos esenciales de la cosmovisión indígena que rigen hasta nuestros días: el quincunce como cosmograma, las deidades a las que rinden culto, la lucha cósmica entre las fuerzas luminosas y las de! inframundo, los ciclos rituales vinculados con los ciclos de la naturaleza, e! simbolismo de las culebras de agua (los tornados) ...
Por un lado está e! movimiento cotidiano del sol, pero además está e! tránsito estacional de! sol a lo largo de! año.
En la "Estampa" queda claro que la Piedra Blanca de San Bias es e! marcador del solsticio de invierno y e! hecho está suficiente-
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32 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
El poniente -por donde se pone el sol en el equinoccio de primavera, el 21 de marzo (señalado aqui con Nicanori)- y el interrumbo cuya "entrada del sol" es el21 de junio, duran
te el solsticio de verano (representado por Narama), corresponden a la desembocadura del río San Pedro y a las salinas de Olita , respectivamente. La Piedra Blanca , para los ceras del siglo XVII, era la Uxuu (Mujer Criatura); actualmente en cora se le denomina Niyekuari Wawatana (Mi Abuela, La que Tiene MuchaAgua) y en huichol Tatei Haramara (Diosa del Mar y Reina del Maíz de los Cinco Colores). Plano de Nueva Galicia hasta la punta de Tecucitan (siglo XVII) .
mente confIrmado por testimonios y prácticas rituales. Por otro lado, después de cotejar las dos versiones del informe de Arias de Saavedra y tras el análisis de los datos aportados por mapas y varias fuentes documentales, propongo que el poniente - por donde se pone el Sol en el equinoccio de primavera, el 21 de marzo (señalado aquí con icanori)- y el interrumbo cuya "entrada del sol" es el 21 de junio, durante el solsticio de verano (represent,'ldo por Narama), corresponden a la desembocadura del río San Pedro y alas salinas de Olita, respectivamente. La Piedra Blanca, para los coras del siglo XVII , era la Uxuu (Mujer Criatura); actualmente en cora se le denomina Niyekuari Wawatana (Mi Abuela, La que Tiene Mucha Agua) yen huichol Tatei 1 Iaramara (Diosa del Mar y Reina del Maíz de los Cinco Colores).
La distorsión que se aprecia en la distancia que separa a Nicanori y Narama, respecto a la que hay entre Nicanori y Uxuu, se debe a que los indígenas se acomodan de acuerdo con el paisaje. Es la adecuación del concepto del cosmograma a la geografía del entorno real.
En la versión " tradicional" más ampliada del cosmograma -"tradicional" en el sentido de que se puede ampliar progresivamente-, también se ve esta distorsión proyectada en la realidad geográfIca.
El panteón cora Los coras tenían por dios al Sol, por ser hijo del Dios Fuego. Nayarit es igual que Pyltzintli, Nayaly, Nahualy ("pronóstico o adivino"); es oráculo. El sol Pyltzintli era el creador de todos los animales y sabandijas; desataba los vapores en agua y enviaba los rayos y truenos. Era el dios de los ejércitos.
La Cruz era "la imagen del Nayarit o Pyltzintli, que es lo mismo en forma de cruz o aspa en quien confían la victoria [oo. La llevaban] como por su capitán" (Arias de Saavedra, apud Calvo, 1990 [1673], p. 293), para tener éxito en las batallas.
Estos indígenas eran politeístas y sus deidades principales, además del Nayarit, eran: la Uxuu (Mujer Criatura), cuya tarea era disponer la tierra con los rocíos y neblinas para que los remitiese al Sol, en el oriente, donde estaba el asiento de su hijo, para que
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El Sol Pyltzintli. Detalle de la "Estampa".
en el tiempo señalado éste desatara las lluvias, propiciando así las semillas y frutos de verano. Narama, creador de la sal, el mezcal y el chile, y Nycanori, de las aves, los ríos y los peces. Pero Pyltzintli influía en todas ellas. Pues toda su idolatría se fundaba en los cuatro tiempos del año: "verano, esúo, invierno y otoño [y] los cuatro cuerpos que están en la casa del Nayarit son relativos de estos cuatro tiempos" (ibid., p. 300), por eso les ofrendaban.
En la ranchería de Tzacaymuta estaba la casa del Nayarit, en ella había una sala con una mesa en el centro -que según Arias representa la sierra- "rodeada de cuatro cadáveres secos y enjutos [:1 el de don Francisco Nayaryt, don Pedro Huaynoli, don Alonso Yoquary y don Luys Urysti" (ibid" p. 294), sentados sobre equipales, con las manos cruzadas y atadas sobre las piernas. No los enterraban a lo largo, sino sentados para que así permanecieran. Estaban "vestidos y adornados con muchos quetzales de plata y plumas blancas y de todos colores" (idem),
Estas momias eran sustituidas periódicamente, quitando la más antigua y añadiendo una nueva. Conservaban los mismos nombres nativos y sólo los nombres de santos se modificaban.
Los cuatro cadáveres eran de antiguos gobernantes. A estas deidades les ofrendaban sacrificios humanos, los primeros frutos y semillas de todo género, "sal, carne, pescado, algodón, jícaras, platos, quetzales, plumeros, xihuites, formas de barro, arcos y flechas y en algunos tiempos sangre humana" (ibid., p. 295); para lo cual esta casa tenía un pozo donde depositaban la sangre que cada ranchería llevaba en platos, "principalmente la ofrecían cuando daban la muerte a algún indio huaynamoteco" (idem) , para brindársela al SoL
Las dos mujeres que se hallan dibujadas abajo de las momias -una a cada lado- eran las sacerdotisas: Noxat e Y chima, que se encargaban del aseo y el cuidado del oráculo.
Al oriente se representa al sol Pyltzintli -que luego fue asimilado a Cristo. Nycanori se ubica al poniente, Narama en el solsticio de verano y Uxuu en el solsticio de invierno, como una peña que emerge del mar.
Los salineros, por ejemplo, adoraban a Narama, los pescadores rendían culto a Nycanori.
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La Piedra Blanca, para los caras del siglo XVII, era Uxuu (Mujer Criatura); actualmente en cara se le denomina Niyekuari Wawatana (Mi Abuela, La que Tiene Mucha Agua) y en huichol Tatei Haramara (Diosa del Mar y Reina del Maíz de los Cinco Colores). Detalle de la "Estampa".
Arias describe a dos demonios que rodearon toda la tierra. Luego, Naycuric, creador del peyote, en forma de cangrejo se quedó en medio de la tierra. Lo "invocan para sus pactos y hechizos, advirtiendo que para la disposición del pacto beben el peyote, habiendo antes ayunado privándose en cinco días de ayuno de no probar sal ni chile y el lugar para su invocación ha de ser cueva, piedra o agua porque es natural habitación del cangrejo" (ibid., p. 301) .
El Tzotonaric, después de rodear la tierra tomó forma de culebra y se metió al ...
mar donde está la estatua de la Uxuu, le invocan para la adquisición de
mujeres, para tomar formas distintas [,] hacer hablar los cuerpos [y] volar por el aire [. Se le llama] tentación de mujer por autonomasia l ... J porque son más [ ... ] mujeres que varones [ ... ] que tienen el pacto con
este demonio a el cual llaman en otras ocasiones Chebyma criador de
la hierba Tapat, la cual dicen toman para la disposición de! pacto (idem) .
Le ofrendan en cuevas, piedras o cerros. Quien le invoca toma "la hierba del Tapat y no siendo el lugar de su natural habitación queda simple o mentecato [;] esto es general, pues sólo se diferencian en los términos y no en el significado según el idioma de cada provincia" (ibid., p, 302).
Estos dos demonios dejaron ...
estatuas milagrosas [ ... ] en un cerro inmediato al pueblo de Xalisco lla
mado Choatepet que quiere decir "cerro de la culebra", donde dicen
quedó e! Tzotonaric y otro llamado Sanhuanguey que interpretan "el
de las ancas grandes", donde dicen quedó e! Naycuric, donde hasta
hoy se ven sus efectos en formas de culebras que aparecen en las nu
bes en tiempo de aguas, batallando con rayos y truenos, la que sale de
un cerro con la que sale del otro (zdem).
Sobre el término Québima/ Kéwima, el cora Máximo Javier Solís sin ninguna vacilación dijo, "es idioma de huichoL Antes estábamos juntos y luego nos separamos". Según Nicolás Aguilar Cayetan o, Jaiyura (Nube Creciente), huichol de Teponahuaxtla, "es
LOS CORASY LA PIEDRA BLANCA DE SAN BLAS, NAYARIT I 33
Narama. Detalle de la "Estampa".
Cueva del Tuakamuta. Los cuatro tiempos del año: verano, estio , invierno y otoño, representados por cuatro momias. Las dos mujeres abajo de las momias -una a cada lado- eran las sacerdotisas en la Casa del Nayarit: Noxat e Ychima, que se encargaban del aseo y el cuidado del oráculo.
Uxuu/Niyekuari (Mi Abuela, la que Tiene Mucha Agua).
34 I ARQUEOLOGíA MEX ICANA
Nicanori. Detalle de la "Estampa".
nombre de mujer y significa Brisita de Lluvia". Por su parte, José Manuel Carrillo Carrillo, Werika Temay (Halcón Joven) asegura que "es nombre de huichola. Como la lluvia que protege todo lo que crece".
El peyote y el cheri: las culebras de agua del Valle de Matatipac
El peyote -hikllri (en huichol)- y el árbol del viento -cheri (en cora), kieri (en huichol), tapa! (en náhuatl)- son dos plantas psico trópicas de importancia central para todas las culturas del Gran Nayar, en la meruda en que éstas comparten la misma cosmovisión.
Los im-estigadores han puesto un exagerado énfasis en el peyote (Lopbopbora ¡v¡¡Jia!1lsit) y en su uso ritual por parte de los huicholes. Aunque se ha hecho mención del cheri, su papel ha sido generalmente minimizado o mal interpretado. Yas umoto presentó una síntesis sobre la función del kieli, estableciendo que este grupo étnico reconoce los efectos farmacológicos de rucho vegetal, pero, más que a la plan ta, a lo que temen es al poder sobrenatural que ésta puede llegar a conceder (1996, p. 262).
El Tzotonaric, después de rodear la tierra tomó forma de culebra y se metió aL .. "mar donde está la estatua de la Uxuu". Uxuu vista desde el camino.
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"En un cerro inmediato al pueblo de Xalisco llamado Choatepet que quiere decir 'cerro de la culebra', donde dicen quedó el Tzotonaric y otro llamado Sanhuanguey que interpretan 'el de las ancas grandes', donde dicen quedó el Naycuric, donde hasta hoy se ven sus efectos en formas de culebras que aparecen en las nubes en tiempo de aguas, batallando con rayos y truenos, la que sale de un cerro con la que sale del otro". Detalle de la "Estampa".
Jáuregui ha demostrado, por su parte, la complementariedad estructural de ambas plantas en la cultura huich ola, al esclarecer sus oposiciones simbólicas (1996 [1991], p. 332).
Los testimonios en las fuentes coloniales dan cuenta de la relación de estas dos plantas en la geografía ritual de los nayaritas desde mediados del siglo XVl. Aunque se refieren específicamente al Valle de Matatipac, su vigencia abarca una región muy vasta. De hecho, los volcanes que se mencionan -el Sangangüey y el San Juan (Coatéped)- se divisan y llaman poderosamente la atención desde las cumbres serranas occidentales del Gran Nayar, así como desde la llanura costera. Por otra parte, las culturas aborígenes de la región de Tepic y Xalisco no só lo eran vecinas de los nayariras, sino muy próximas en términos culturales.
Entre todas las implicaciones simbólicas de la "Estampa", se ilustra también la lucha entre la tempestad destructora y las lluvias favorables que fecundan la tierra.
Para los indígenas del Gran Nayar, la tradición de las culebras de agua del Valle de Matatipac sintetiza el simbolismo del tornado, de la espiral, de la serpiente, de la cuerda, de! rayo, del t1'ueno, del humo, de las nubes, del peyore y del cheri, así como de sus transformaciones, a través de mitos, cantos, disel10s de textiles, ofrendas, danzas y 1'ituales para at1'ae1' las lluvias a voluntad, pl'Opiciando las benéficas y ahuyentando las tempestades (lluvias nocivas), en lo que supone una dicotomia, esperanza-temor y atraer-aplacar. Los tornados que todavía se forman en este valle deben verse imponentes desde la sierra.
Agustin Puga Avelar, controlador de tránsito aéreo del Ae1'opuerro Nacional de Tepic nos explicó en 1999 que:
La culebra de agua es un fenómeno meteorológico. Se origina de una nube que se llama "nube de embudo" por su apariencia; la nube tiene una prolongación hacia tierra que se ve como una serpiente. Se presenta en julio, agosto)' parte de septiembre, en ocasiones hasta cinco veces durante la temporada de lluvias.
Aquí, exclusivamente en el Valle de J\1atatipac, juSto donde se ubica el aeropuerto, se originan normalmente dos zonas de tormenta en las que participan dos nubes CI/JlIlI/lIflil/1bllS, una en cada ladera de estos cerros. Asemejando dos cosas vivientes, empieza a tronar en un extremo y, en seguida, empieza a tronar en el otro)' tienden a juntarse en el centro, entre Pamana! y San Cayetano.
Los dos volcanes son factores determinantes para que suceda este tipo de fenómeno. Ambos deben tener cierta atracción magnética, porque lo curioso es que las nubes siempre se forman sobre el volcán Sangangüey y sobre el cerro San Juan. ¡Y después viene la pelea!
Los nayares emplean e! peyote como tónico, ya que estimula e! organismo y lo vuelve capaz de soportar la fatiga y las privaciones (Benzi, 1972, p. 310), y para curar distintos tipos de enfermeda-
cles, pero en especial el piquete de alacrán (Mariano Ruiz, a/md Rouhie1', 1927 [1913J, p. 341). Sin embargo, esta planta posee ot1'as cualidades, pues provoca sensaciones de falra de peso y alteración de la percepción del tiempo y del espacio (Furst, 1980 [1976], pp. 200-201).
El cheri constituye la contraparte de! peyote, pues para la concepción indígena, está en una relación de oposición y complememariedad con dicho cacto. Hoy en día está claro llue el cheri o kieri es considerado como muy poderoso para otorgar dones de diverso tipo (chamánicos, musicales, anesanales, amatOrios, etcétera), pero a la vez es muy exigente con lluienes los solicitan, de tal manera que un incumplimiento de la promesa con esta planta puede conducir a la locura e incluso a la muene. La investigación sobre el cheri de los coras se encuentra en un estado inicial, sobre todo debido a que los chamanes de este g1'UpO étnico tienden a ser mucho más reservados que los huicholes en su trato con los estudiosos "occidentales".
E l cberi tiene una naturaleza andrógina, ya que, según los informantes, puede manifestarse como hombre o mujer, o bajo la apariencia de diversos animales, como serpiente, venado, lagarto, puma, jaguar, oso, lobo, etcétera. Por último, también asume la
personalidad del Charro Negro. El Valle de Matatipac es el espacio simbólico donde se lleva a
cabo la confrontación entre las dos fuerzas opuestas. Dentro de esa geografía ritual regional se muestran dos fuerzas en confrontación: los llamados "demonios" por Arias de Saavedra.
Continuidad y cambio La transmisión oral se ha encargado de difundir los mitos y sus transformaciones rebasan el ámbito regional. Hoy en día, la religión de los caras se reproduce a través de un sistema de templos que se distribuye en cuatro categorías: e! templo "católico" (de planta cuadrangular), el patio del mitOte comunal y el patio del mitote parental (ambos de planta circular), así como los "templos naturales": cerros, promontorios rocosos, cuevas, manantiales,
ríos, lagunas, el mar. El simbolismo, el culto a la territorialidad sagrada y la corres
pondiente práctica ritual que fue plasmada en la "Estampa" en el siglo 2\."vn, siguen vigentes en e! x..'O.
LOS CORASY LA PIEDRA BLANCA DE SAN BLAS. NAYARIT I 35
Los volcanes Sangangüey (izquierda) y San Juan (Coatépetl) (derecha) se divisan y llaman poderosamente la atención desde las cumbres serranas occidentales del Gran Nayar, así como desde la llanura costera.
Dentro del cosmograma de los indigenas del Gran Nayar, en su máxima extensión geográfica, el punto del poniente corresponde a la zona del actual puerto de San BIas.
Como parte de las políticas borbónicas, en 1767 se clio paralelamente la expulsión de los jesuitas de todo el imperio y en la Nueva España cobró énfasis la empresa de expansión hacia el norte, por la costa del Pacifico. El puerto de "Matanchel como punto de partida para las Californias" (Mathes, 1993, p. 44) fue abandonado y se construyó uno nuevo a una legua de distancia (BurtUS, apud Mathes, 1993, p. 45). Durante mucho tiempo el puerto de San Blas fue la base del suminiSlro para las misiones de la Alta California (De la Torre Curiel, 2001, p. 344).
Ahí se rinde culto al monolito blanco que sobresale de las aguas del océano Pacífico, al mar mismo, a una cueva ya la cumbre del cerro del faro.
Desde diciembre de 1990, en el estado de Nayarit - por decreto administrativo- , Tatei Haramara Oa Isla del Rey, en San Blas) fue declarada "sitio de patrimonio cultural del pueblo étnico hui chol". El sitio sagrado incluye la Piedra Blanca, que es considerada la Diosa del Mar y la Reina del Maíz de los Cinco Colores; una
La tradición de las culebras de agua del Valle de Matatípac sintetiza el simbolismo del tornado, de la espiral, de la serpiente, de la cuerda, del rayo, del trueno, del humo, de las nubes, del peyote y del cheri, asi como de sus transformaciones, a través de mitos, cantos, diseños de textiles, ofrendas, danzas y rituales para atraer las lluvias a voluntad, propiciando las benéficas y ahuyentando las tempestades (lluvias nocivas), en lo que supone una dicotomía, esperanza-temor y atraer-aplacar. Los tornados que todavia se forman en este valle deben verse imponentes desde la sierra. Al fondo, los cerros Pichachos y Sangangüey.
36 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
pequeña cueva artificial que se encuentra a las faldas del cerro, que representa a Takursi akawe, la Diosa Abuela, y a Tatewarí, el Abuelo Fuego, que habita en el faro; un centro ceremonial (xirik¡) de planta cuadrangular frente a la cueva y otro circular (tukz) que está en la cima del Cerro del Vigía, junto al faro. Para los huicholes e! sitio ceremonial en su conjunto se denomina Haramaratsié. Arriba del cerro, en los peñascos que fueron destruidos en los setenta del siglo pasado, había un árbol del viento. Los huicholes construyeron ahí el kallihllBJ grande.
Pero a la par, así como los huicholes acuden a ofrendar a la cueva de Tuakamura, cerca de la Mesa de! Nayar, los coras van por peyate a Wirikuta y San BIas es visitado y está incluido en la geografía ritual cora, desde hace varios siglos.
Hoy en dia, entre los coras serranos hay tres variantes de peregrinación a la Piedra Blanca de San BIas: la peregrinación individual, la comunal y la congregación de las autoridades traclicionales de todas las cabeceras caras.
Van de manera inclividual, para solicitar dones de cliversos tipos, o cuando los curanderos acuden a entregar los elementos rituales de los di fun tos en cuya ceremonia mortuoria han participado, como
"La culebra de agua es un fenómeno meteorológico. Se origina de una nube que se llama 'nube de embudo' por su apariencia; la nube tiene una prolongación hacia tierra que se ve como una serpiente".
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fue e! caso de los instrumentos de don Esteban Chávez Silverio, chamán (sacerdote/ curandero) cora de Rosarito. Sus flechas fueron deposi tadas en la cueva de San Blas por Abundio Flores, quien ofició la primera despedida de! alma de don Esteban y comentó: "Yo las llevé las plumas de don Esteban, en San Blas, a la cueva abajo [de! faro]. Allí es lo mismo que Tuakamuta [una réplica], pero este patrón de San BIas es mujer: tiene nombre, Niyekuari Wawatana (Mi Abue!a, La que Tiene Mucha Agua). Niyashu (Mi Abue!o) Tuakamuna es e! patrón de Tuakamuta".
Por su parte, cada comunidad cora envía representantes a entregar ofrendas entre enero y mayo (que es e! límite). Llevan también tejuino que además de ofrendarlo, lo consumen ahí mismo. En la actualidad, dejan sus ofrendas en la cavidad construida a los pies del Cerro del Vigía -en la Isla del Rey. Había una cueva natural que fue destruiua, pues la dinamitó la Marina hacia 1970. Era tan grande que dentro de ella se llevaban a cabo velaciones. También dejan sus reliquias en e! farallón, justo frente a la Piedra Blanca.
En tercer lugar tenemos la peregrinación de todas las autoridades tradicionales coras. La última se llevó a cabo el5 de mayo de 2012. En esa ocasión se convocaron para ofrendar todos juntos con el fin de que cesen los temblores y la violencia del narcotráfico.
Además, acostumbran llevar agua a todo lugar donde ofrendan y de ahí también toman agua para llevarla a su comunidad, la cual es considerada bendita. Este es un aspecto que forma parte de las peregrinaciones, pues recolectan e! agua para usarla en e! mitote. La llevan a sus centros ceremoniales desde sitios lejanos asociados a los cuatro puntos cardinales y el centro (Coyle, 2000, pp. 119, 126).
Así, estos indigenas continúan marcando reiteradamente la ubicación de los rumbos cardinales y los interrumbos solsticiales en la secuencia ritual, en petrograbados, en sus jícaras, en las coreografías de sus danzas, en sus bordados . .. La lucha cósmica rige todos los aspectos de su cultura: e! simbólico, e! social, e! económico y e! político.
Estas prácticas prevalecen, debido a que e! catolicismo llevado por los evangelizadores no brindó ritos propiamente de fertilidad. Así, a través de danzas y rituales precolombinos los incligenas intentan controlar el azar (Frazer y Malinowski apud Gluckman, 1978 [1965]: 288), con base en las trayectorias de zigzag que dibuja el rayo, en' forma circular, imitando el remolino -que en estas latitudes gira en sen-
EI 5 de mayo de 2012 todas las autoridades tradicionales caras se reunieron en San Bias para ofrendar con el fin de que cesen los temblores y la violencia del narcotráfico.
tido levógiro- y representando el o//in mediante coreografías y movimientos en ocho (Ortiz, 1947: 31, 36, 598-600, 604).
La cosmovisión cora conjunta espacio y tiempo en función de gobernar a las fuerzas de la naturaleza para conseguir las lluvias benéficas que proporcionen el maíz para su sustento. Se comunican así con lo sagrado, con el fin último de obtener buenas cosechas y propiciar el bienestar y la salud de los individuos y de la comunidad. ('ii~
Laura Magriñá. Ernohisturiadora. Cemro IN.\ H
Nayarit r Universidad Iberoamericana.
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Peyote
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Árbol del viento
cheli (en cora) kieli (en huichol) tap at (en náhuatl)
El cheri tiene una naturale
za andrógina; puede manifestarse de diversas formas e incluso asume la persona
lidad del Charro Negro. FOTO LAURAMAGRIAA
Naycuric Deidad masculina Salió del norte
Tzotonaric Deidad andrógina Salió de! sur
En forma de cangrejo Se quedó en e! volcán Sangangüe)', "el de las ancas grandes"
Fuerza de la luz (del bien) Proporciona lluvias oportunas )' adecuadas
En forma de culebra Se quedó en el volcán San Juan (Coatépetl, "cerro de la culebra"), Cerro de Xalisco Fuerza de la oscuridad (del mal) Trae las tormentas y e! viento destructor
LOS CORASY LA PIEDRA BLANCA DE SAN BLAS. NAYARIT 137
DOSIER
La arqueología del siglo XXI
Desde su nacimiento, hace 20 años, Arqueología Mexicana se ha dedicado a la difusión de los resultados de la in
vestigación arqueológica desde una perspectiva informada y actualizada. Debido a las peculiaridades de nuestra historia, marcada por la mezcla de tradiciones cul turales, la arqueología en México se ha enfocado principalmente en el estudio ele la época prehispánica, y de su diversidad de objetos de estudio hemos dado cuenta en distintas ocasiones sin que esto signifique que otros periodos no pueden, ni
Tzintzuntzan, Michoacán. Pablo Beaumont, Crónica de Michoacán, siglo XVIII.
deben, ser abordados con técnicas y conceptos propios de la arqueología. Es importante destacar que buena parte de lo que hemos ofrecido a nuestros lectores a lo largo de estos 20 años son los resultados de investigaciones recientes y en curso, las que necesariamente se nutren de las llevadas a cabo durante más de dos siglos. En este sentido, el conocimiento arqueológico es el que se produce por la acumulación de datos que pueden ser analizados e interpretados bajo marcos de referencia gue se van transformando conforme se desarrollan mejores teorías,
Xochicalco, Morelos. José Antonio Alzate, 1791.
las cuales con frecuencia implican la atención sobre áreas antes poco atendidas o incluso insospechadas. Pero no es sólo de la utilización de mejores marcos interpretativos que dependen los cambios en nuestra manera de acercarnos al pasado, también son de importancia las técnicas que permiten recuperar, registrar y analizar una cada vez más amplia variedad de datos asociados a la cultura material del pasado,
De eso trata esta entrega de At'f1le%
gia NlexicCllla, de la manera en que se ha transformado la práctica arqueológica en
Cuadrángulo de las Monjas. Uxmal, Yucatán. Frederick Catherwood, ca. 1844.
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los tiempos recientes, de los fundamentos tras nuestro conocimiento de las antiguas culturas mexicanas. Se trata de cambios de largo aliento que corren a lo largo de dos vías, de algún modo con clinámica propia pero necesariamente complementarias: los enfoques teóricos y las técnicas. Respecto a los primeros, se incluyen artículos que dan cuenta de algunos de los rubros en los que el planteamiento de marcos de interpretación distintos a los que se venían utilizando ha ampliado significativamente nuestra visión del desarrollo cultural en la época prehispánica. El enfoque desde una perspectiva integral de temas como el surgimiento, desarrollo y declive de los grandes centros urbanos es esencial para entender la dinámica histórica de la región mesoamericana, al igual que lo es el estudio de la vida cotidiana tomando en consideración sus múltiples variables y ramificaciones. También son de resaltar los avances en la in terpretación de las escrituras antiguas, una rama en la que además de los arqueológicos confluyen los afanes de clisciplinas como la historia, la lingüística y la etnología.
Cempoala , Veracruz. Rafael Garcia , ca. 1895 .
Dos de los ejes principales que estructuran toda inves tigación arqueológica son el tiempo y el espacio, pues para entender cabalmente un fenómeno cultural es fundamental saber cuándo y dónde ocurrió. Respecto a las herramientas para acercarse a este par de cuestiones se han dado algunos de los avances más notorios de los últimos tiempos, en buena medida como consecuencia de la impresionante revolución digital que estamos viviendo. Ofrecemos aquí un par de artículos que sintetizan las técnicas disponibles para obtener fechas (absolutas y relativas) y para situar en el espacio y analizar metodológicamente los datos arqueológicos. El primero de ellos fue elaborado por nuestro querido maestro Joaquín García-Bárcena poco antes de su muerte y su publicación nos permite traer su recuerdo y hacer el reconocimiento a su preocupación por establecer las bases para la utilización en México de técnicas novedosas de investigación.
No está de más señalar que lo que el lector ha encontrado en los más de 120 números de Arqueología Mexicana es preci-
Trono del Templo XIX. Palenque, Chiapas, ca. 2006.
samente un pulso de los avances en la investigación en los últimos 20 años. A modo de un alto en el camino para reflexionar sobre dónde hemos estado parados, dónde lo estamos ahora y hacia dónde nos dirigimos, es que ofrecemos este dosier declicado a los fundamentos teóricos y técnicos de la arqueología. Consideramos que así ponemos a la clisposición de nuestros lectores una herramienta más para la valoración adecuada de las distintas expresiones culturales de la antigüedad. Esto no es un asunto banal, pues en la medida que se difunda y se comprenda la complejidad inherente a la investigación arqueológica y lo variado, rico y frágil que es su objeto de estuclio, estaremos en mejores condiciones de enfrentar el que, sin duda, es uno de los mayores retos de la clisciplina en la actualidad: la preservación de nuestro patrimonio arqueológico, Esta labor requiere necesariamente de la participación de todos y sólo será efectiva en la meclida que se clifunda la noción de que todo resto arqueológico, sin importar su tamaño o sus cualidades "estéticas", es fuente de información y merece ser conservado, !~,
Exploración subacuática. Costa de Canpeche , ca. 2008.
DOSIER
Demografía, urbanismo y población
Cómo levantar un censo de los desaparecidos
KENNETH HIRTH
Las preguntas históricas más elementales son: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos? Ésta
es la meta de la investigación arqueológica, y el estudio demográfico de los pueblos antiguos
es una de las vías mediante la cual podemos llegar a contestarlas.
Tajín es una de las grandes ciudades mesoame
rica nas. Como otras ha sido objeto de investiga
ciones en las últimas décadas que han permitido conocer sus características urbanas. FOTO GUlllERMOAl DANAI RAleEs
¿Quiénes eran? Ésta es la pregunta más recurrente cuando algún arqueólogo descubre un sitio prehispánico. La razón es simple: la gente quiere conocer a los otros, sean familia, vecinos o desconocidos recién llegados; queremos conocer a nuestros ancestros y a quienes construyeron los sitios antiguos. A partir de esa pregunta básica se iniciaron los estudios de población, que rápidamente se convirtieron en una útil herramienta para analizar cómo vivieron y usaron su entorno los habitantes del pasado.
El interés en la investigación demográfica es tan antiguo como la arqueología misma; ciertamente marcó la búsqueda de Troya emprendida tempranamente por Heinrich Schliemann. Conocía la existencia de Troya por las descripciones de batallas de Homero y quería identificar el lugar donde estuvo la ciudad y cómo fue realmente, en términos humanos. Sus exploraciones en el Mediterráneo occidental abarcan muchas décadas, durante las cuales encontró muchos otros sitios, cuyos constructores aún no habían sido identifi cados. Esto detonó a su vez nuevas investigaciones que par tían de la misma pregunta: "¿quiénes vivieron aquí?" Nació así e! interés por las poblaciones antiguas; aunque aún no se determinaba e! curso que tomarían eventualmente las investigaciones demográficas.
LA Ii\IPORTANCIA DE LAS INVESTIGACIONES DEMOGRÁFICAS
En 1798 Thomas Malthus escribió su famoso Ensqyo sobre el principio de la población, que le valió a la demografía el sobrenombre de "ciencia aciaga". Malthus consideraba que el tamaño y la complejidad de una sociedad era resultado directo de la cantidad de alimentos que producía. El tamaño de la población no podía exceder la capacidad de los sistemas agrícolas de los cuales dependía; e! futuro de la sociedad era aciago, según Malthus, ya que los humanos se reproducían con mayor velocidad que la agricultura que los sustentaba.
Esta idea estuvo vigente hasta mediados de los sesenta de! siglo pasado, cuando se publicó un breve y trascendental estudio de Ester Boserup, Lts condiciones del desarrollo en la agriC1lltlfra. Si bien se centraba en las condiciones que dieron lugar al cambio agrícola, sirvió de plataforma para e! lanzamiento de los estudios demográficos como parte de la investigación arqueológica. La tesis de Boserup es que e! aumento de la producción agrícola no sucede por sí mismo sino, sobre todo, como resultado de la tensión demográfica. Las poblaciones crecen hasta ellirnite que les permiten los recursos alimenticios y se ven forzadas a intensificar la producción para
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sobrevivir. Las nuevas tecnologías y lareorganización de! trabajo son resultado de la necesidad de aumentar la producción de alimentos. Según Boserup, e! crecimiento demográfico es e! pivote que motiva la inventiva humana a gran escala. El aumento de la población fue considerado el factor más importante en el cambio cultural y los arqueólogos se percataron pronto de la relevancia que tendría en sus estudios del desarrollo de las sociedades antiguas.
"'IÉXICO y EL DESARROLLO DE L\ lNVESTIG1\CIÓN DEMOGRÁFICA EN ARQUEOLOGÍA
"¿Cómo marcó el desarrollo de las sociedades antiguas el crecimiento demográfico?" Ésa fue la pregun-ta que se hicieron los arqueólogos. En el México prehispánico, corno en otras partes del mundo antiguo, hay una estrecha correlación entre el aumento de la producción, el desarrollo de
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turaL Las grandes sociedades de! Altiplano mexicano, como Teotihuacan, Monte Albán, Tula y Tenochtitlan, se desarrollaron en áreas de alta densidad demográfica, a lo que se aunaron nuevas tecnologías en la irrigación, terraceado y chinampas. Se trata de lugares idóneos para indagar si e! crecimiento y presión demográficos fueron factores clave en e! surgimiento de cacicazgos, estados e imperios. Ya para 1970, el enfoque poblacional dominaba e! panorama de la investigación arqueológica en todos sus frentes, y no sólo en México, sino alrededor de! mundo.
Es significativo que la investigación en México se enfocara en los patrones de asentamiento, que llevó al desarrollo de la metodología usada para e! estudio de la evolución de las poblaciones antiguas. Los recorridos de superficie de Pedro Armillas, Ignacio Bernal y otros, ya desde las décadas de 1940 y 1950, se plantearon la localización de comunidades prehispánkas y la determinación de las fechas en que fueron ocupadas. Desde principios de los sesenta, los investigadores que trabajaban en la Cuenca de México desarrollaron métodos de recorrido intensivo, parcela por parcela, para elaborar mapas de los sitios arqueológicos y recuperar materiales en superficie, lo que permiáa calcular el tamaño de la población de acuerdo al tamaño del sitio y a la cantidad de vestigios arqueológicos recuperados. Como cualquiera sabe, a mayor cantidad de habitantes, mayor cantidad de basura: esta simple correlación brinda las bases para calcular e! tamaño de una población. Una vez adoptada
Teotihuacan yTenochtitlan son dos buenos ejemplos de metrópolis antiguas. En condiciones distintas, derivadas de sus diferentes historias tras la época prehispánica, han sido objetos de investigaciones que han permitido acercarse no sólo a su estructura urbana, sino a la vida cotidiana de sus pobladores. a) La información sobre Teo
tihuacan, la ciudad más importante del Clásico, procede de un nutrido conjunto de exploraciones y en lo que se refiere a su estructura urbana resultó fundamental el mapa elaborado por René Millon. b) El recinto sagrado de Tenochtitlan es
bien conocido gracias a las excavaciones del Proyecto Templo Mayor y la información para el resto de la ciudad proviene en buena medida de descripciones y documentos coloniales, así como de trabajos de rescate arqueológico. ILUSTRACIONES DIGITALES JUAN MONSIVAIS I RAlcES
DEMOGRAFfA. URBANISMO Y POBLACiÓN I 43
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tal metodología, miles de kilómetros cuadrados de México se han analizado mecliante esos recorridos intensivos. El resultado es que la historia demográfica del México prehispánico se conoce mejor que la de ninguna otra civilización de la antigüedad. Esta metodología para investigaciones de campo fue más tarde adoptada y moclificada por arqueólogos en otras zonas del mundo, incluyendo Norteamérica, Sudamérica, China y el Mecliterráneo.
LOS NIVELES DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE POBLACIÓN
Los arqueólogos pronto se clieron cuenta de que los estudios de población les daban la oportunidad de estudiar las sociedades antiguas en términos de unidad habi tacional, comunidad y región. T ~a uni dad habitacional es el punto de partida en los estudios porque alli se cría a los hijos y se transmiten, de generación en generación, las normas sociales. Las unidades domésticas más grandes eran capaces de producir más trabajo efectivo que las pequeñas y por lo tanto eran más adecuadas en contextos agrícolas, en los que la uni dad doméstica producía el alimento requerido para su sobrevivencia. Las investigaciones nos muestran que la presión debida a la escasez de recursos crea tensiones en la unidad doméstica y conduce a un buen número de innovaciones económicas. Los tiempos clifíciles y el miedo al hambre son causa principal de la innovación, pues las unidades domésticas, más que permanecer estáticas a lo largo de los siglos, se comportan casi como pequeñas empresas para buscar nuevas formas de intensificar la producción y mejorar sus concliciones de bienestar.
En Mesoamérica las unidades domésticas responclieron de cliferentes maneras a estos retos: no solamente produjeron su comida, sino que fabricaron de manera casera todas las herramientas y textiles usados por la sociedad y los clistribuyeron en prósperos mercados. La arqueología examina las tensiones en el interior de las unidades domésticas analizando la salud y bienestar de sus miembros. Los análisis en los cementerios nos brindan valiosa información acerca de la esperanza de vida y
DEMOGRAFíA. URBANISMO Y POBLACiÓN I 45
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TEOTlHUACAN ESTADO DE MÉXICO
Cómo se desarrollaron las ciudades es una pregunta clave para los
estudios urbanos. Las ciudades atraen población por sus oportu
nidades de trabajo, el deseo de asociarse a miembros de la elite o
por la posibilidad de participar en formas más interesantes de
interacción social.
las principales causas de enfermedad y muerte, así como el grado de mortalidad infantil.
Los análisis químicos de huesos y dientes, junto a otros estudios, nos permiten recons truir en gran medida la dieta de una población. Aunado a esto, los esn¡dios de la organización comunitaria y la interacción regional nos permiten entender cómo se adaptaron las poblaciones antiguas a las constantes variaciones sociales y naturales de los lugares donde vivían, en términos de unidad doméstica, comunidad y región.
URBANISMO PREHISTÓRICO
El estudio de la historia urbana es parte integral del enfoque demográfico. Los arqueólogos siempre se han interesado en las ciudades antiguas, ya que se asocian estrechamente a los reyes y reinados de la an-
46 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
tigüedad. La investigación urbana comenzó con la arqueología clásica )' e! estudio de grandes cen tros como Babilonia, Roma y Atenas. Continuó, dado el desarrollo, en cantidad y tamaño, de las ciudades europeas justamente después la Revolución 1 ndustrial. Nuestra sociedad urbana actual es producto de la colonización, industrialización y un sistema capitalista mundial que se han desarrollado durante los cuatro últimos siglos. Comprender e! origen de! actual sistema urbano incluye la respuesta a las preguntas: "¿quiénes somos y de dónde venimos?"
Un sesgo desafortunado de la arqueología urbana ha sido su énfasis desmedido en la investigación de las ciudades europeas o mediterráneas. Esto se explica, claro, por el vínculo histórico entre las ciudades modernas y el capitalismo industrial global. Se pasa por alto, sin embargo, que el urbanismo se estudia mejor desde una
perspectiva comparativa y que la mayor parte de los centros urbanos de la antigüedad se encuentran fuera del mundo mediterráneo. Teotihuacan y Tenochtitlan son dos ejemplos bien conocidos de metrópolis antiguas. A principios del siglo XVI, México adelantaba por mucho a Europa en e! diseño y organización de los centros urbanos, lo cual resulta evidente por la reacción de los españoles al ver, a su llegada, el desarrollo urbano de la Cuenca de México. Bernal Díaz lo describe sorprendido: "Y de que vimos cosas tan admirables, no sabíamos qué nos decir, o si era verdad lo que por delante parecía, que por una parte en tierra había grandes ciudades, y en la laguna muchas otras, e veíamoslo todo lleno de canoas, y en la calzada muchos puentes trecho a trecho, y por delante estaba la gran ciudad de México ... "
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Desde principios de la década de 1960 se desarrollaron métodos de recorrido intensivo , parcela por parcela, para elaborar mapas de los sitios aro queológicos y recuperar materiales en superficie, lo que permitia calcular el tamarlo de la población de acuerdo al tamaño del sitio y a la cantidad de vestigios arqueológicos recuperados. Como cualquiera sabe, a mayor cantidad de habitantes, mayor cantidad de basura: esta simple correlación brinda las bases para calcular el tamarlo de una población. Una vez adoptada tal metodología, miles de kilómetros cuadrados de México se han analizado mediante esos recorridos intensivos, El resultado es que la historia demográfica del México prehispánico se conoce mejor que la de ninguna otra civilización de la antigüedad. a) Teotihuacan , estado de México. b) Monte Albán, Oaxaca. e) El Mirador, Guatemala . d) Tula, Hidalgo. e) Recolección de materiales en superficie. Teotihuacan, estado de México,
dades? Las ciudades atraen población por sus oportunidades de trabajo, el deseo de asociarse a miembros de la elite o por la posibilidad de participar en formas más interesantes de interacción social. Suelen ser con frecuencia, además, sede de mercados donde pueden venderse y comprarse mercancías. Sabemos que la mayoría de las ciudades antiguas crecen por inmigración, más que por reproducción interna. Para saber el origen de los migran tes, los arqueólogos usan análisis isotópicos de carbono y oxígeno. La gente que crece en otros entornos porta signos quimicos distintos en
A, B. C. E) TOMADAS DE M1LlON, 1913, BLANTQN, 2004 Y GRUBE. 2001 REPROGRAFIAS OUVER SANTANA f RAlcES O) DIBUJO: TOMADO DE MASTACHE y CRESPO, 1982
huesos y dientes, causados por las características del agua en sus regiones de origen. La huella química de los recién llegados a las ciudades difiere, en consecuencia, de las de los pobladores originarios. Un ejemplo es la aplicación de esta técnica en Teotihuacan, la cual ha mostrado que el 25% de sus residentes no crecieron en la ciudad, sino que llegaron siendo sobre todo jóvenes, más que adultos.
Por más atractivas que sean las concentraciones urbanas, en tiempos premodernos eran también sitios relativamente insalubres, como se ve claramente en Londres
y otras ciudades tempranas que acumularon población en condiciones de salubridad escasa y de pobreza; estas aglomeraciones permitieron la rápida diseminación de enfermedades infecciosas y produjeron altas tasas de mortalidad. A pesar de su importancia, las primeras ciudades con frecuencia se caracterizan por ser "cementerios urb ano s", dadas la s insalubres condiciones creadas por el hacinamiento. Los aztecas tuvieron especial cuidado en remover los desechos humanos de Tenochtitlan, pero es poco probable que otros grandes núcleos de población de Mesoa-
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Xochicalco, una importante ciudad del Epiclásico en el Centro de México, es uno de los sitios que fueron investigados desde una perspectiva global que buscaba determinar su desarrollo urbano. Para ello, además de un mapa detallado de sus distintos componentes, se excavaron distintos contextos. a) Xochicalco, Morelos, ca. 1950. b) Plano elaborado por el Proyecto Xochicalco en la década de 1980. e) Edificio B o el Palacio, Xochicalco Morelos. d) Unidad habitacional de la Terraza 2, Xochicalco, Morelos. A) DIGITALIZACiÓN RAICES COMPARIA MEXICANA DE AEROFOTQ. B) FOTO ADALBERTO Rlos I SECTUR MORElOS e, D, E) DIGITALIZACiÓN RAlcES TOMADO DE HIRTH Y CYPHERS, 1988
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mérica lo hicieran. Las investigaciones muestran que la tasa de mortalidad era muy alta en los grandes complejos habitacionales de Teotihuacan. Tan alta, que los arqueólogos dudan que hubiera podido mantener una población estable sin el reclutamiento de jóvenes sanos en los territorios vecinos. Teotihuacan fue, en este sentido, "completamente urbana", con todos los problemas de salud que caracterizaron la vida de las ciudades antiguas.
E n términos evolutivos, el tamaño de pobladores es una medida del éxito de la especie y en este sentido hasta ahora, he-
48 I ARQUEOLOGfA MEXICANA
mas sido muy exitosos. El crecimiento demográfico crea la necesidad de más recursos, lo cual a su vez estimula el surgimiento de nuevas formas de producción para satisfacer dichas necesidades. E l crecimiento y la presión demográficos también crean tensiones que conducen a la decadencia cultural y el colapso. E ntender la estructura de las poblaciones prehispánicas nos brinda una visión de las fuerzas evolutivas que subyacen tras el desarrollo de las sociedades complejas, a la vez que responde a nuestras preguntas históricas más elementales: ¿quiénes so-
mas?, ¿de dónde venimos? Ésta es la meta de la investigación arqueológica, y el estudio demográfico de los pueblos antiguos es una de las vías mediante la cual podemos llegar a contestarlas. @J
Traducción: E lisa Ramirez
Kenneth Hirth. Doctor en antropología por la Universidad de Wisconsin-Milwaukee. Traba ja en el Departamento de Antropología de la Pennsylvania State University.
PARA LEER MÁS •• •
Iv éase esta sección en nuestra página de internet: \Vww .
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El tiempo y la arqueología Estratigrafía, cronología relativa y
técnicas absolutas de fechamiento JOAQuíN GARCíA-B ÁRCENA
Una excavación estratigráfica es aquella en la que no sólo se registran y describen los estra
tos presentes, sino que la excavación misma se lleva a cabo estrato por estrato, empezando
~; H por el más superficial, y más reciente, y terminando por el más profundo, y más antiguo.
Desde mediados del siglo xx se han introducido en la arqueología diversas técnicas de fe
chamiento, en general desarrolladas por otros campos del conocimiento y que tienen diver
sos grados de precisión y confiabilidad.
EL TIEMPO Y LAARQUEOLOGiA / 49
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continuas, colocadas una encima de la otra. Los materiales de los que estas capas, o estratos, se formaron tienen diversas composiciones químicas y mineralógicas, y llegaron al lugar por diferentes medios: unas veces son sedimentos, materiales disgregados por erosión de otro lugar y arras-
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La excavación que Manuel Gamio realizó en San Miguel Amantla se hizo a partir de las superficie por capas de un espesor constante, que aparece marcado en el dibujo, y la cerámica contenida en cada una de las capas se estudio por separado. La estratigrafia misma no se obtuvo durante la excavación, sino que se registró a partir de la paredes del pozo excavado. Si comparamos la estratigrafia con los niveles de excavación, veremos que en los niveles 9 y 10 hay una intrusión de los estratos superiores, por lo que la cerámica de estos niveles es una mezcla de la de los estratos superiores y la de los niveles 11 y 13. Sin embargo, como los contactos entre los estratos son en general horizontales, se pudo separar satisfactoriamente la cerámica más recientes (azteca) de las intermedias (tolteca) y éstas, de las más antiguas (Cultura de los Cerros). Las excavaciones como las que realizó Gamio se conocen hoy como excavaciones por niveles métricos y se usan para obtener una primera aproximación a la secuencia estratigráfica de un lugar.
50 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
trados al lugar que ocupan por corrientes de agua o por el viento; otras veces son materiales de origen volcánico que llegaron a la superficie de la tierra en estado líquido, como los estratos de ceniza volcánica, o aquellos que llegaron al lugar como corrientes de lava que se enfriaron y solidificaron allí. En los estratos sedimentarios se hayan incluidos restos de plantas yanimales que vivieron en la época en que el estrato se formó; estos fósiles se encuentran sólo en los estratos de origen sedimentario, mas no en los de origen ígneo.
Un estrato se continuará formando mientras los aportes de sedimento, la topografía local y las condiciones ambientales no se modifiquen; si alguno de estos factores cambia, pueden ocurrir vanas cosas:
• Continuará habiendo aporte de sedimentos, pero de distinta composición, con lo que se iniciará la formación de un nuevo estrato sobre el anterior.
• Se suspenderá el aporte de sedimentos, con lo que la superficie expuesta del estrato existente se comenzará a erosionar y se perderán en parte los materiales que ya habían sido depositados, proceso que continuará hasta en tanto no se renueve la acumulación de sedimentos en el lugar.
De ahí la importancia de estudiar no sólo los estratos, sino las características de los contactos entre ellos.
El análisis de las secuencias estratigráficas, o estratigrafías, se desarrolló en el campo de la geología; un primer principio para ello es:
• Un estrato y los materiales contenidos en él corresponden a un periodo determinado, mientras que el estrato que se encuentra directamente encima de él será posterior, y el que se encuentra directamente por debajo de él será anterior.
Se mencionaba antes que los estratos de origen sedimentario pueden contener fósiles, los cuales son característicos de la época en que el estrato se formó. Si comparamos estos fósiles con los que provienen de los estratos de una secuencia estratigráfica distinta y encontramos que los fósiles de alguno de los estratos de dicha secuencia son los mismos, podemos aplicar el segundo principio de la estratigrafía:
• Dos estratos que contienen los mismos fósiles serán contemporáneos entre sí.
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~I anillo anual doble anillo anual
El tronco de un árbol crece por agregación de anillos sucesivos que se forman bajo la corteza; bajo ciertas condiciones, en diversas especies de árbol se formará un solo anillo anual, pero aún en estos casos, de acuerdo con la variación de las condiciones ambientales, pueden formarse anillos extra, como se indica. a) Sección de un tronco de árbol. b) Sección transversal , al microscopio, que muestra las series de anillos de una conifera.
De esta manera podrán correlacionarse los estratos de secuencias estratigráficas distintas, estableciéndose una cronología relativa que lo es porque conocemos qué eventos son contemporáneos en distintas áreas, cuáles son anteriores y cuáles posteriores, pero desconocemos sus fechas correspondientes.
Los sitios arqueológicos presentan también secuencias estratigráficas, pero en ellos no todos los estratos son de origen natural, sino que parte, o incluso todos ellos, son el resultado de la actividad humana. Sin embargo, los mismos principios aplicables a las secuencias estratigráficas geológicas son aplicables a las secuencias arqueológicas, pero en éstas el lugar de los fósiles lo toman los materiales arqueológicos mismos. Para llevar a cabo la correlación estratigráfica en arqueología se han usado los tiestos o tepalcates, fragmentos de cerámica que son abundantes y resistentes a la degradación; en particular, cerámicas relativamente abundantes, de dis-
túbución amplia y que se utilizaron durante un periodo reducido de tiempo; casi siempre se trata de cerámicas decoradas, ya que la decoración responde a factores estilísticos que cambian más rápido, mientras que las formas son más bien resultado de las funciones de las vasijas. Para épocas anteriores al empleo de la cerámica, se han usado ciertos artefactos tallados en piedra, con formas estandarizadas y para cuya manufactura se recurrió a técnicas complejas, pero aun estos artefactos cambian más lentamente que las cerámicas decoradas.
En 1913 Manuel Gamio llevó a cabo la primera excavación estratigráfica realizada en México, en San Miguel Amantla, Azcapotzalco, y muchas más se han hecho en todo el país desde entonces. A partir del análisis estratigráfico de todas ellas, se ha podido establecer una cronología relativa para la arqueología en México.
U na excavación estratigráfica será aquella en la que no sólo se registran y descri-
ben los estratos presentes, sino que la excavación misma se lleva a cabo estrato por estrato, empezando por el más superficial, y más reciente, y terminando por el más profundo, y más antiguo.
Sin embargo, siempre se consideró deseable contar no sólo con cronologías relativas, sino también con fechas en años, fechamientos absolutos. Desde mediados del siglo xx se han introducido en la arqueología diversas técnicas de fechamiento, en general desarrolladas por otros campos del conocimiento y que tienen diversos grados de precisión y confiabilidad; a continuación describiremos algunas de ellas, las más usadas en la arqueología de México.
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Si observamos el corte del tronco de un árbol, veremos que la madera muestra una disposición en anillos concéntricos, alrededordel centro del tronco; cada anillo está
EL TIEMPOY LAARQUEOLOGiA 151
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Construcción de una cronologia dendrocronológica mediante la correlación de los anillos de crecimiento de troncos cada vez más antiguos. Las muestras se ob
tuvieron de troncos de pinos viejos y jóvenes. La primer muestra es de un pino joven y vivo, cortado en 1939, después de su periodo de crecimiento. Dos muestras más se obtuvieron de troncos de pinos viejos o de los empleados en casas antiguas yen ruinas.
52 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
formado por un sector más claro y ancho y otro más oscuro y angosto; si se observa la madera bajo el microscopio, se verá que las partes claras están compuestas por células más grandes y de paredes más delgadas, y las porciones oscuras por células más pequeñas y de paredes más gruesas. E l tronco crece por la formación de nuevos anillos bajo la corteza, por lo que el anillo exterior será el mas reciente y el más interior el más antiguo. Muchos árboles que crecen en regiones muy frías, o muy áridas, formarán un anillo cada año, que reflejará en su espesor cuán favorab le fue ese año para el crecimiento de esa especie de árbol; ya que los requisitos ambientales de cada especie son distintos, la respuesta de cada especie a las condiciones de precipitación y temperatura será también diferente.
Por ejemplo, si el anillo exterior de un árbol vivo se ha formado en el año 2009, los anillos sucesivos en dirección al centro del tronco serán cada uno un ano más viejo, y en conjunto reflejarán las condiciones ambientales bajo las que creció éste. Al
comparar las secuencias de anillos de este tronco con las de troncos más antiguos, podrá construirse una correlación en la que la fecha de cada anillo es conocida. A partir de esa secuencia podrán fecharse muestras de madera, incluso si ésta se halla carbonizada, por comparación con ella; las fechas obtenidas serán en años de calendario.
La dendrocronología, que es la única técnica de fechamiento verdaderamente absoluta, se ha usado para fechar vigas en sitios del norte de México, como Casas Grandes, Chihuahua, y las casas en acantilado de la Sierra Madre Occidental. Para emplearla es necesario que la secuencia dendrocronológica de esa especie de árbol haya sido determinada y que haya buena conservación de la madera, por lo cual la técnica no es aplicable a las regiones más cálidas y más húmedas de México.
Una secuencia dendrocronológica de gran importancia es la derivada de PifltlS anstata, una especie de pino que crece en la Gran Cuenca, en el oeste de Estados Unidos, bajo condiciones áridas y frías. Cada árbol vive por largo tiempo y las condiciones ambientales han permitido la conservación de la madera de los árboles muertos, lo que a su vez ha permitido construir
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una larga secuencia dendrocronológica para es ta especie. Pormediodelfechamiento por radiocarbono de muestras de madera de fecha conocida, se ha construido una curva de corrección dendrocronológica para las fechas de radiocarbono.
El carbono es un elemento muy importante para los seres vivos, pues forma parte de los compuestos orgánicos que los consti-
Vigas de las casas en acantilado de la Sierra Madre Occidental y otros sitios arqueológicos de Oasisamérica han sido fechados por dendrocronología. En una misma construcción, la mayoria de los arboles de los que provienen las vigas fueron cortados el mismo año que corresponde a la fecha de con strucción, pero algunas pueden ser anteriores, lo que indica la reutilización de materiales de construcciones previas, y otros, posteriores, de los que se infiere que se iniciaron reparaciones en esta fecha.
INAH-25, 500 ±25 años C14 BP (Cal. 20 AD 1406-1444, según Reimer et al., 2004)
lNi\H identificación del laboratorio.
25 número de identificación de la fecha dentro de este laboratorio. - -500 fecha más probable en años de radiocarbono antes del presente
(BP, bifore presen~, en donde el presente es el año 1950 de nuestra era (AD).
±25 D esviación estándar de la fecha (s), también en años de radiocarbono.
AD1 406-1444 Es el rango de ± las desviaciones estándar de la fecha ya calibrada (20)
~_ [ ;~I ,".1 ¡"J' 95.4 % d, pwb.bilid.d" d, q"' " '"c"'m~ ,n l. ["h. verdadera; este valor está dado en años de calendario, antes (BC) o
después de Cristo (AD).
Reimer el al. curva de calibración usada.
Por convención internacional, las fechas de radiocarbono se reportan de esta manera, y para calcularlas se usa una vida media del l4C de 5 568 años, aún cuando determinaciones más recientes indican que un va-lor más exacto es 5 730 años.
Una fecha de radiocarbono publicada consta de varias partes.
EL TIEMPO Y LA ARQ UEOLOGiA 1 53
DOSIER
rayos cósmicos
----- • neutrón
~.protón
14 C + O 6 2
oxidación con el aire
emisión de partículas í5
incorporación a la biósfera
fotosíntesis
temporalidad promedio ca. 5 700 años
1
El radiocarbono se produce en la alta atmósfera por interacción de la radiación cósmica con el 14N del aire y luego se oxida convirtiéndose en bióxido de carbono , que en parte se disuelve en el agua , para formar allí carbonatos y bicarbonatos. Otra parte es usado por las plantas en la fotosíntesis para formar compuestos orgánicos, que a su vez son utilizados por los animales como alimento. EI 14C se incorpora a la corteza terrestre, a las aguas y a los seres vivos. El 14C no es estable y se convierte de nuevo en 14N por emisión de una partícula ; en unos 5 700 años la mitad del 14C que existia originalmente habrá desaparecido.
54 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
tuyen. Todos los átomos de carbono contienen 6 protones con carga positiva; el núcleo tiene además de 6 a 8 neutrones, sin carga, por lo que el carbono tiene tres isótopos, 12C, 13C y 14C; los dos primeros son estables, pero el 14C es radioactivo y se transforma en 14N por emisión de una partícula ~-, un electrón de alta energía.
El14C se forma en la alta atrnósfera,por in teracción de la radiación cósmica con el nitrógeno del aire. Este carbono radio activo, transformado en bióxido de carbono, es utilizado por las plantas en la fotosíntesis e incorporado a ellas como materia orgánica, que a su vez es utilizada por los animales como alimento, y así se incorpora a ellos también el 14c.
Cuando una planta o animal muere, deja de incorporar 14C, y el que ya contenía empieza a desaparecer por desintegración; en 5 568 años la mitad del 14C habrá desaparecido por conversión en nitrógeno; 5 568 años es la vida media de este isótopo de carbono, y es un valor constante y característico del mismo.
De acuerdo con lo anterior, si se determina 14C en una muestra proveniente de una planta o animal, de su proporción en relación con el carbono total podrá calcularse una fecha para la muestra, que corresponderá a la fecha de la muerte del animal o planta de que proviene.
Se usan dos formas para determinar la cantidad de 14C que hay en la muestra:
1) Después de un proceso de carácter químico que elimina los contaminantes que pueda haber en la muestra, el carbono que contiene se transforma en benceno (C6H6) y éste se introduce en un contador de centelleo, el cual cuenta las partículas ~que produce la muestra durante un periodo determinado (de dos a tres días); cada partícula ~- corresponde a la desintegración de un átomo de 14C, y de esta cuenta y la vida media puede calcularse cuánto radiocarbono hay.
2) Después de purificar la muestra, ésta se procesa en un espectrómetro de masas que separa los tres isótopos, 12C, 13C y 14C entre sí y cuenta cuántos átomos hay de cada uno.
Una fecha de radiocarbono se compone de dos partes: media ± desviación estándar.
La media es el valor más probable de la fecha, y la desviación estándar indica la pre-
cisión de la misma: así, en el intervalo entre media más desviación estándar y media menos desviación estándar, habrá 68.2% de probabilidades de que la fecha verdadera se encuentre en ese rango. Así, una fecha de radio carbono no es propiamente una fecha absoluta, sino de carácter probabilistico.
Las fechas de radiocarbono son comparables entre sí, pero no con fechas calendáricas o con las obtenidas mediante otras técnicas de fechamiento. Esto se debe a diversos factores, entre los que destaca la falta de constancia en la radiación cósmica. Cuando se estableció la técnica de fechamiento, se pensó que la radiación cósmica era constante y, por tanto, la proporción de 14C en relación con el carbono total en el aire también lo era; para compensar estas diferencias se desarrolló una curva de corrección para las fechas de radiocarbono basada en la dendrocosnología, como antes se explicaba. Tal co-
DOSIER
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Cuando un mineral está expuesto a radiación, algunos electrones de los átomos que lo forman son desplazados, al absorber parte de la energía de la radiación; si el mineral se calienta a temperaturas en elrango de 2500 a 600°C, los electrones vuelven a su lugar y la energía acumulada se emite en forma de luz.
La radiación proviene de isótopos radioactivos que se encuentran en cantidades muy pequeñas tanto en el mineral mismo como en su entorno inmediato. La radiación que estos isótopos producen es de tres clases:
1) Radiación a2+, formada por núcleos de helio de alta energía, que tienen dos prorones, con carga positiva, y dos neutrones, sin carga eléctrica.
2) Radiación ~-, formada por electrones de alta energía con carga negativa.
3) Radiación y, que es radiación electromagnética de alta energía,
Los sitios arqueológicos presentan también secuencias estratigráficas,
pero en ellos no todos los estratos son de origen natural, sino que
parte, o incluso todos ellos, son el resultado de la actividad humana.
rrección, y otras, se han incorporado a varias curvas de corrección para las fechas de radio carbono, como 1 ntca104 o SHCal 04. Las fechas ya corregidas de esa manera son comparables con fechas calendáricas o con las obtenidas por otros procedimientos, pero continúan siendo de carácter probabilistico.
La cantidad de muestra recomendada para obtener una fecha de material vegetal carbonizado es de 20 g si la cantidad de 14C presente se determina a través de su radiación ~-, pero puede ser hasta de 1 mg si se usa un espectrómetro de masas. Muestras que contengan menos carbono tendrán que ser necesariamente mayores.
El fechamiento por radiocarbono es el más utilizado en la arqueología de México, y pueden fecharse muestras con antigüedades hasta de 40 000 años; las muestras anteriores no contendrán bastante 14C para que pueda ser medido.
Además, los materiales sufren el efecto de la radiación cósmica, que es poco importante hasta altitudes de 1 000 msnm, pero debe tenerse en cuenta si la muestra proviene de un lugar más alto.
Los isótopos de los que la radiación proviene son 40K, 87Rb Y diversos isótopos de U y Th. El potasio y el rubidio producen al desintegrarse radiación ~-, y el primero también radiación y, mientras que el uranio y el torio dan origen a otros isótopos radioactivos, hasta que finalmente se convierten en isótopos de plomo, que son estables; durante este proceso se producen radiaciones a2+, ~- y y.
El efecto de estos tres tipos de radiación sobre los materiales no es el mismo, ya que la sensitividad a la radiación 0 2+ es bastante menor. La penetración es también distinta, pues la radiación y penetra 0.30 m, la radiación ~-, 3mm, y la radiación 0 2+, 0.3mm, por lo que las radiaciones 0 2+ y ~- que recibe la muestra pro-
EL TIEMPOY LA ARQUEOLOGíA I 55
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Técnicas de datación y el rango de años que pueden abarcar.
56 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
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Curva de calibración Intcal C14 en el rango entre 2000 BP y2000 BP
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Curvas de termoluminiscencia en relación a la temperatura de una muestra tomada de una estatua de terracota, La curva a corresponde al primer calentamiento y es la suma de la luz emitida como resultado del calentamiento mismo y de la termoluminiscencia; la curva bes la emisión de luz que resulta sólo del calentamiento, por lo que la termoluminiscencia es la diferencia entre ambas curvas,
• •
Curva que muestra la relación que existe entre las fechas de radiocarbono y las fechas calendáricas,
El Instituto de Geofísica de la UNAM tiene el instrumental requerido para hacer fechamientos por termoluminiscencia, Ahí, las muestras de cerámíca arqueológica son fechadas, con lo que se da aun más certidumbre a los datos provenientes de las excavaciones arqueológicas,
vendrán de la muestra misma, mientras que la radiación y se originará en los sedimentos que la rodean.
Basada en estos principios, se ha desarrollado una técnica de fechamiento aplicable a cerámica y otros objetos de barro cocido. La fecha que se obtiene, en años . de calendario, es la fecha en que el material estuvo por última vez expuesto a altas temperaturas, la cual es la fecha de manufactura de la cerámica de que se trate.
Una fecha de termoluminiscencia está dada por la energía acumulada en la muestra, que es la termoluminiscencia de la misma, dividida entre la dosis de radiación anual efectiva que la muestra recibe. A veces se usa como muestra el total de un tiesto, pero es más exacto usar minerales específicos separados de él, usualmente cuarzo o feldespatos, que están menos sujetos a irregularidades en el proceso de acumulación de energía.
Para obtener la termoluminiscencia de una muestra, ésta se calienta hasta 500°C con gran rapidez, registrando la emisión de luz que se produce mediante un fotomultiplicador, en relación con la temperatura. Una vez enfriada la muestra, se calienta de nuevo para registrar igualmente la luz emitida. La diferencia entre ambas mediciones es la termolumjniscencia. El calentamiento se hace en atmósfera de ni
trógeno u otro gas inerte, para evitar reacciones de oxidación que pudieran producir luz. Todo el procesamiento y lectura de las muestras se lleva cabo bajo iluminación roja tenue, ya que en ciertos materiales la luz, y no sólo el calor, produce pérdidas en la energía acumulada en la muestra.
Además de la radiación cósmica en muestras que provienen de altitudes mayores a 1 000 msnm, la dosis de radiación anual efectiva tiene dos componentes:
1) Radiación de la propia muestra, que se obtiene usualmente exponiendo la misma muestra en la que ya se determinó la termoluminiscencia a la radiación a2+ de un radioisótopo que emita dicha radiación durante un tiempo determinado y midiendo la termoluminiscencia así producida; este proceso se repite utilizando un radioisótopo que produzca radiación 13-o y. Esta doble determinación es necesaria porque la sensibilidad de las muestras a la ra-
diación a2+ es menor que la correspondiente a la radiación 13-o y.
2) Radiación externa a la muestra. La mejor manera de obtenerla es colocar, durante un año, una cápsula que contiene un fósforo, un material altamente sensible a la radiación, enterrada en el corte de la excavación de donde provino la muestra; al recuperar la cápsula, la radiación a que estuvo expuesta se determina por termoluminiscencia; este procedimiento tiene además la ventaja de compensar las variaciones de humedad a que la muestra estuvo expuesta, pues el agua contenida en los poros de la muestra misma y el sedimento que la rodeaba absorbe parte de la radiación.
Si no es posible colocar la cápsula, pueden obtenerse muestras del sedimento que rodeaba a la muestra, hasta 30 cm de distancia; al analizar el contenido de uranio, torio, potasio y rubidio, puede calcularse
DOSIER
no pierdan la humedad que contienen, ya que a partir de ella se estimará el contenido de agua promedio desde que la muestra quedó enterrada.
Las fechas por termoluminiscencia son de carácter probabilístico y a ellas está asociada una desviación estándar de ±S% a ± 10%. Las fechas son comparables con las fechas calendáricas o con las obtenidas mediante otras técnicas.
Además de las técnicas de fecha miento que arriba se describen, hay otras que también han sido usadas con cierta frecuencia en la arqueología de México. Una es la hidratación de la obsidiana, que permite determinar la fecha de manufactura de un artefacto hecho de ese vidrio volcánico, y otra el paleomagnetismo, que permite obtener fechas de manufactura de cerámica, hornos o edificios incendiados. Ambas son también de carácter probabilísrjco y tienen la ,'cntaja de que los costos de cada deter-
Además de las técnicas de fec hamiento aquí descritas: dendrocro
nología, carbono 14 y termoluminlscenda, hay otras que también
han sido usadas con cierta fre cue n cia en la arqueología de México,
como la hidratación de la obsidiana y el paleomagn etismo.
la radiación que éstos producen, y agregarse a ella una es tima ció n de la radiación cósmica. Si la muestra proviene de un contexto no conocido, será necesario es timar el total de la radiación externa, con lo que la fecha es menos confiable. Esta situación ocurre cuando se busca autentificar una pieza hecha de barro cocido; sin embargo, como el propósito es determinar si el objeto fue hecho hace unas cuantas décadas o varios siglos atrás, una fecha de termoluminiscencia permite distinguir si se trata de una falsificación.
Las muestras usadas para el fechamiento por termoluminiscencia deberán haber estado enterradas por lo menor a 30 cm de profundidad y consistirán entre 6 y 12 tiestos de por lo menos 1 cm de grueso; si es necesario, se tomarán también las muestras del sedimento quelos rodea. Las muestras no se expondrán a la luz ni a altas temperaturas y serán selladas de manera que
minación son más bajos que los de radiocarbono y termoluminiscencia, y es también posible repetir la determinación de la fecha sobre la misma muestra. @.~
Joaquín García-Bárcena (1935-2010). Arqueólogo e ingeniero químico. Fue miembro del Comité Cienófico-Editorial de esta revista.
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EL TIEMPOY LAARQUEOLOGIA 157
Las interacciones entre los individuos de una sociedad tienen lugar en diversos sitios, como en un grupo de casas alrededor de plazas, el barrio, la comunidad y su área de sustentación , la región y la macrorregión . Reconstrucción de la vida aldeana maya. TOMADO DE, MANZANILLAYSARSA,20n mBUJO' FERNANOOBOTAS OlGITAUZACI6N RAlcES
La vida doméstica Dónde y cómo vivía la gente
LINDA R. MANZANILLA
Las interacciones entre los individuos de una sociedad tienen lugar en diversos sitios: en los
escenarios de las actividades productivas, en los sitios de reproducción, en los puntos de
intercambio, en el ámbito público y en el privado.
58 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
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Las escalas de análisis espacial son unidades territoriales incluyentes en las que están plasmadas estas interacciones: las áreas de
actividad femeninas o masculinas, individuales o colectivas, e! espacio arquitectónico rodeado por tres o cuatro muros, la casa de una familia, sus espacios externos de actividad, las unidades residenciales multifamiliares, e!grupo de casas alrededor de plazas, e! banio, la comunidad y su área de sustentación, la región y la macrorregión (Struever, en Flannery, 1976, p. 5). En varios trabajos, siguiendo a Flannery, hemos insistido en la importancia que tiene abordar e! tema de las áreas de actividad como las unidades espaciales mínimas de! registro arqueológico en las que las acciones
Bajo el piso de la casa 17 se sepu 1 tó a una mujer de mediana edad que llevaba como ofrendas cuentas y
orejeras de jade, lo cual también es indicio de la posición social de los
habitantes de esta unidad.
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sociales, repetidas, quedan impresas (Flannery, 1976, pp. 5-6; Manzanilla, 1986). En nuestros proyectos definimos al área de actividad como concentraciones yasociaciones de materias primas, instrumentos, productos semiprocesados y desechos en superficies específicas o en cantidades que reflejen procesos particulares de producción, consumo, almacenamiento o desecho (Manzanilla, 1986, p. 11). Hemos preferido contrastar los tipos de producción (sean éstos de elementos de subsistencia, de manufactura y de construcción) contra los
tipos de consumo y uso que se hace de ellos (individual/ familiar inmediato, reproductivo, en la rama de la distribución y elintercambio, en la instancia política y en la vida simbólica).
DOSIER
Las cocinas se ubican en el registro arqueológico por el área de cocción de alimentos, sea ésta un tlécui/ o un sitio donde se encontraba e! anafre. Alrededor de! área de cocción existen generalmente evidencias de consumo, y zonas ricas en químicos de fosfatos, así como áreas de preparación y molienda. En sociedades urbanas como Teotihuacan, las cocinas tienen anexos almacenes para guardar alimentos y plantas medicinales. Cerca de ellas hay traspatios donde se llevan a acabo actividades "sucias", corno el destazamiento o la cría de animales domésticos (Manzanilla, ed., 1993).
Generalmente es importante ubicar las cocinas, ya que las sociedades mesoamericanas por lo regular tienen familias inde-
La casa 17 era la residencia de una familia de buena posición social,
... __ .-- --- como 10 indica la calidad de la ._-.,- construcción, con una capa de cal
¡/ sobre las paredes de bajareque.
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La casa 16 es una especie de cobertizo que servía de área de trabajo; ahí se
encontraba un horno que se utilizaba para quemar calcedonia y facilitar la
fabricación de utensilios con ese material.
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De acuerdo con Kent V. Flannery, las áreas de actividad pueden abordarse como unidades espaciales mínimas del registro arqueológico porque en esos espacios quedaron impresas las acciones sociales, que fueron repetidas en el transcurso del tiempo por quienes los habitaron. En el dibujo se ven las casas 16 y 17 de San Juan Mogote, Oaxaca, y sus áreas de actividad.
LA VIDA DOMÉSTICA I 59
DOSIER
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EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS LOCALIZADAS EN LA COCINA Y
ALMACÉN DEL CONJUNTO RESIDENCIAL OZTOYAHUALCO
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• OBSTDIANA GRIS
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Pirámide del Sol
Las cocinas se ubican en el registro arqueológico por el área de cocción de alimentos , sea ésta un tlecuil (fogón) o un sitio donde estuvo el anafre. Alrededor del área de cocción existen, generalmente , evidencias de consumo, y de espacios de preparación y molienda. En sociedades urbanas, como Teotihuacan , las cocinas tienen anexos almacenes para guardar alimentos y plantas medicinales. Cerca de ellas hay traspatios donde se llevan a efecto actividades "sucias", como el destazamiento o la cría de animales domésticos. Conjunto residencial de Oztoyahualco, Teotihuacan , estado de México.
60 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
pendientes (como el caso de las familias gue co-residen en los conjuntos multifamiliares de apar tamentos en Teotihuacan) o familias rituales (según Kulp, citado en Blanton, 1994), es decir, aguellas gue tienen cocinas independientes pero gue comparten un santuario doméstico, y por ende, el número de cocinas nos indica el número de unidades domésticas.
Más allá de las áreas de actividad, es necesario abordar el tema del tipo y la conformación de las unidades domésticas, las identidades y su materialización en el registro argueológico, las trazas de especialización del trabajo, los indicadores de estratificación social y jerarguías. Un grupo domés tico está formado por los individuos gue comparten el mismo espacio físico para comer, dormir, crecer, procrear, trabajar y descansar. Los tres criterios bá-
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sicos que nos permiten definir este concepto son e! de residencia, e! de actividades compartidas y el de parentesco (Manzanilla, 1986a, p.14).
Las unidades habitacionales incluyen la vivienda (con sus dormitorios, cocinas, bodegas, traspatios, sectores de desecho, áreas para recrear e! ritual doméstico y e! funerario) y las estructuras accesorias para almacenar, preparar alimentos, criar animales domésticos, cultivar hortalizas, etcétera (Flanner)' )' Winter introdujeron e! concepto de "conjunto doméstico" o h01/
sehold e/I/slel). Al analizar un sector determinado de un sitio arqueológico es necesario, pues, abordar e! problema de la función cspecífica a la que están destinadas las construcciones.
Hemos insistido en e! enorme potencial de las excavaciones extensivas con-
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troladas para comprender asociaciones de artefactos, desechos y materias primas en superficies o volúmenes discretos. Nuestro trabajo se ha basado en la premisa de que un grupo doméstico es aquel que, en esencia, comparte actividades, como Ashmore y Wilk (1988, p. 3) lo han señalado recientemente. Si bien algunos arqueólogos han escogido una metodología etnoarqueológica para abordar estudios espaciales, en particular para desarrollar métodos de estudio de áreas de actividad, mi equipo interdisciplinario ha
preferido, sin cmbargo, análisis más convencionales que se basan en la interpretación de patrones de distribución de infor
!lución arg ueológica, os teológi ca, química)' paleo biológica en esrructuras domésticas (Manzanilla, ed., 1993; Manzanilla )' Chapdelaine, eds., 2(09) .
DOSIER
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El análisis de las viviendas debe comenzar por definir los límites, la forma y las dimensiones de la estructura principal donde yacen los contextos de dormitorio y estancia, y determinar si dentro de ella o en las inmediaciones se encuentran las áreas de cocina, almacenamien to a diversas escalas, desecho, destazamiento, ritual doméstico, ritual fu
nerario, cría de animales y trabajo artesanal. Las dimensiones tienen que ver con las
funciones, las jerarquías, el tamaño de la unidad doméstica, las estrategias de reproducción ye! tipo de sociedad.
La forma de la vivienda alude a identidades (particularmente étnicas), movilidad, segregación de funcioncs, tipo dc familia, crecimiento de la unidad doméstica, factores ambientales y cosmología.
El análisis de las viviendas debe comenzar por definir los límites, la forma y las dimensiones de la estructura principal donde se encuentran los contextos de dormitorio y estancia, y determinar si dentro de ella o en las inmediaciones se encuentran las áreas de cocina, almacenamiento, desecho, destazamiento, ritual doméstico, ritual funerario, cría de animales y trabajo artesanal. Reconstrucción de viviendas y actividades de sus habitantes.
LA VIDA DOMÉSTICA I 61
DOSIER
Los materiales constructivos nos hablan de los recursos disponibles, de la adecuación al ambiente, de la tecnología empleada y de las jerarquías. Los sistemas constructivos se relacionarían con las funciones y jerarquías, así como con las adecuaciones al ambiente, pendiente y sismicidad.
La orientación aludiría a las necesidades de iluminación, ventilación y protección contra el viento; tendría que ver también con las pendientes y el régimen de lluvias; se relacionaría con la disposición
de las estructuras vecinas; en fin, con la cosmogonia.
La distribución de los espacios y funciones en el interior de la vivienda tienen que ver cQn las fuentes deilurninación, ventilación y calor; la disposición de áreas de actividad, las separaciones de sectores por género, la estructura de la familia, la jerarquía en el interior de la unidad doméstica, la organización y tipo de trabajo, y las estrategias de reproducción.
Los patrones de circulación se refieren a funciones ya la división entre espacios
más públicos (cerca del acceso, con mensajes indéxicos y despliegue de indicadores de esta tus, riqueza e identidad) versus espacios más privados, con mensajes canónicos de índole culrural (Blanton, 1994). Asimismo, las fachadas tienen ornamentos que guardan mensajes indéxicos y elementos estéticos (Blanton, 1994) que son percibidos por "los otros", es decir, los que se aproximan desde el exterior a una vivienda.
Por último, la ubicación de la vivienda en su entorno físico requeriría del análisis de la proximidad a fuentes de agua y recur-
Costin ha desarrollado una metodología para evaluar la especialización , la identificación de los sistemas productivos, la organización espacial de la producción y la división del trabajo en el ámbito doméstico. En particular, en este ámbito, señala que hay que abordar el contexto, la concentración, la escala y la intensidad de la producción. Reconstrucción de las habitaciones de una aldea de agricultores y pescadores del Preclásico en Terremote-Tlaltenco, Tláhuac, D.F.
62 I ARQUEOLOGfA MEXICANA
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La ubicación de la vivienda en su entorno físico requeriría un análisis de la cercanía a fuentes de agua y recursos, mientras que su cercanía al núcleo administrativo, político y religioso del asentamiento tendría connotaciones dejerarquía y función.
Los materiales constructivos nos hablan de los recursos disponibles, de la adecuación al ambiente, de la tecnología empleada y de las jerarquías. Los sistemas constructivos se relacionarían con las funciones y jerarquías, así como con las adecuaciones al ambiente, pendiente y sismicidad.
Las dimensiones tienen que ver con las funciones, las jerarquías, el tamaño de la unidad doméstica, las estrategias de reproducción y el tipo de sociedad.
La orientación al ud i ría a las necesidades de iluminación, ventilación y protección contra el viento; tendría que ver también con las pendientes y el régimen de lluvias; se relacionaría con la disposición de las estructuras vecinas y. en fin, con la cosmogonía.
La distribución de los espacios y funciones al interior de la vivienda tiene que ver con las fuentes de iluminación, ventilación y calor; la disposición de áreas de actividad, las separaciones de sectores por género, la estructura de la familia, la jerarquía al interior de la unidad doméstica, la organización y tipo de trabajo, y las estrategias de reproducción.
Los patrones de circulación refieren a funciones, y a la divisiónentre espacios más públicos (cerca del acceso, con mensajes indéxicos y despliegue de indicadores de esta tus, riqueza e identidad) versus espacios más privados, con mensajes canónicos de índole cultural (Blanton, 1994). Asimismo, las fachadas tienen ornamentos que guardan mensajes indéxicos y elementos estéticos (Blanton, 1994) que son percibidos por "los otros", es decir, los que se aproximan desde el exterior a esta vivienda.
La forma de la vivienda alude a identidades (particularmente étnicas), movilidad , segregación de funciones, tipo de familia, crecimiento de la unidad doméstica, factores ambientales y cosmología.
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Reconstrucción de uno de los grupos habitacionales de Dzibilchaltún , Yucatán.
LA VIDA DOMÉSTICA I 63
DOSIER
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Estructura 5
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Más allá del nivel descriptivo de áreas de actividad y viviendas, está el estudio de qué tipo de unidad doméstica utiliza dichos espacios; la manifestación más clara de las familias extensas es el solar maya. a) Reconstrucción de las unidades habitacionales mayas prehispánicas. b) Unidad habitacional excavada por el Proyecto Cobá, 1983-1984, y objetos arqueológicos asociados.
64 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
sos, mientras que su cercanía al núcleo administrativo, politico y religioso del asentamiento tendría connotaciones de jerarquía y función.
Más allá del nivel descriptivo de áreas de actividad y viviendas, se encuentra el estudio de qué tipo de unidad doméstica utiliza dichos espacios: familias poligínicas en las que cada choza está ocupada por un adulto; familias nucleares generalmente ubicadas en chozas de unos 25 metros cuadrados de área techada; familias extensas cuya manifestación más clara es el solar maya; grupos corporativos en conjuntos multifamiliares, o sociedades "de casa" (société d maison).
En su estudio clásico sobre las sociedades formativas del Valle de Oaxaca, Flannery y Winter (1976, pp. 36-40) señalaron que a través de la comparación de los artefactos, desechos y prodl.lctos de diversas casas en sitios distintos se podían establecer actividades universales, aquellas realizadas en todos los sitios por la mayor parte de las familias; actividades sólo en ciertOs sitios, y actividades únicas.
Dentro de la misma perspectiva, Costin (1991,2001,2004) ha desarrollado una metOdología para evaluar la especialización, la identificación de los sistemas productivos, la organización espacial de la producción y la división del trabajo en el ámbito doméstico. En particular, en este ámbito, señala que hay que abordar el contexto, la concentración, la escala y la intensidad de la producción. Para la metodología de Costin es importante identificar a los que producen, es decir, sus identidades sociales (género, clase, procedencia, etnicidad y estatus legal), para después abordar el grado de especialización, la intensidad del trabajo (es decir, la cantidad de tiempo invertida en la producción de las artesanias), la naturaleza de las compensaciones Oas relaciones productor/ consumidor), la destreza del productor y los principios de reclutamiento de los trabajadores. A mi modo de ver hay que analizar los lugares de producción, así como los entierros de los artesanos para evaluar estos elementos.
En relación con los medios de producción, Costin menciona la necesidad de analizar las materias primas (y los patrones de explotación de recursos), las herramientas (con sus huellas de uso) y los conocimien-
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tos técnicos, en cuamo a elecciones de tec~ nologías de manufactura y funciones pre~
vistas para los bienes hechos. Respecto de las tecnologías, éstas nos ayudan a com~ prender el grado de especialización y la na~
turaleza del iovolucramiemo de la elite en las actividades productivas; Costio propo~
ne estudiar cinco aspectos; la complejidad,
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En relación con los medios de producción es ne~ cesario analizar las materias, las herramientas (con sus huellas de uso) y los conocimientos técnicos para la manufactura y funciones de los bienes. a) Alisador, Oztoyohualco, Teotihuacan. b) Reconstrucción del uso del alisador.
la eficiencia, la cantidad de bienes produ~
cidos, el control y la variabilidad. En cuanto a los principios organizado~
res, Costin menciona que existen patrones temporales (producción diaria o estacional; de tiempo parcial o de tiempo complc~
to); patrones espaciales o sociales (la organi7,ación del trabajo, la concentración o
GLOSARIO
área dl.' acti\idau: unidad espacial mínjma del rc
gisuo arqueológico en la que las acciones socia
les, repetidas, guedan ullpresas. Se trata de COIi
centraciones y asociaciones de tnatcrias priJnas,
instrulllentos, productos semiprocesados r de
sechos en superficies especificas o en cantida
des que reflejen procesos particulares de producción, consumo, alnlacenamienro o desecho.
cocina: en el registro arqueológico, se ubica por el
área de cocción de alimentos, alrededor de la
cual hay generalmente evidencias de consumo,
y zonas ricas en quimicos de fosfatos, así como
áreas de preparación r molienda. familias independientes: ejemplo de ellas son las
familias que ca-residen en los conjuntos mul
tifamiliares de apartamentos en Teotihuacan.
familias nucleares: las ubicadas generalmente en
chozas de unos 25 m2 con área techada. fanúlias poligínic,¡s: aquellas en las que el hom
bre tiene varias esposas altnlsmo tiempo.
familias rituales: aquellas que tienen cocinas in
dependientes pero que comparten un santua
rio doméstico. grupo doméstico: el que está formado por indi
viduos que comparten el mismo espacio físico
para comer, dormir, crecer, procrear, trabajar
y descansar; tres criterios básicos para definir
este concepto son: residencia,acrividades C0111-
partidas y parentesco.
grupos corporativos: los que habüan en conjun
tos tnultifatniliatcs o sociedades " de casa".
mensajes indéxicos: elementos en las fachadas
que pel'miten a quien los ve identificar a los que
viven dentro: mensajes de tipo simbólico, je
rárquico, étnico, etc. tipos de consumo: pueden ser individual/ fami
liar inmediato, reproductivo, de la rama de la
distribución y el intercambio, de la instancia po
litica o de la vida simbólica.
tipos de producción: aquéllos formados por ele
mentos de subsistencia, de manufactura y de
construcción.
unidades habitacionales: son aquellas que inclu~
yen la vivienda (dormitorios, cocinas, bodegas, trasparios, sectores de desecho, áreas para re
crear el ritual doméstico y el funerario) y las es
tructuras accesorias (almacenar, preparar ali
mentos, criaranimales domésricos,culrivar,etc.). n,'ienda: aquélla en la que deben considerarse ele
mentos como: lúnites, forma y dimensiones de
la estructura principal, materiales y sistemas
constructivos, orientación, distribución de los espacios, funciones en su interior de la vivienda
(disposición de áreas de actividad, separaciones
de sectores por género, estructura de la familia,
jerarquia en el interior de la unidad doméstica,
etc.), patrones de circulación, ubicación en su
entorno físico.
DOSIER
dispersión de las actividades de manufac~ tura, el contexto sociopolítico en que la producción tiene lugar), y por último, la distribución y el control.
Respecto de los objetos habría que es~ tablecer, siguiendo a Costin, el uso de los productos artesanales (si se trata de obje~ tos utilitarios o bienes de prestigio), el gra~ do de restricción en su uso, y qué cantidad de bienes estaban siendo utilizados. Para los principios y mecanismos de distribu~ ción, Costin propone averiguar los medios por los cuales los bienes son transferidos de los productores a los consumidores y qué tan voluntaria es la transferencia (espe~
cializaciónindependiente versuscspccialización dependiente, cuando hay un agente que auspicia la producción). En este mo~
delo conviene indagar quiénes son los con~
sumidores. Por último esrá el asunto de las jerarquías sociales y su evaluación. (i)
Linda R. Manzanilla. An.¡ueúlvga, maestra en cienci'1s antropológicas y ooctota en cgi¡Jtologia. Investiga
dora del] nstituro de T nvesrigaciones AnrropolrígicnR de la UN,\M r miembro de El Colegio Nacional.
PAR\ LLLR ~1.\~ . ••
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LA VIDA DOMESTICA I 65
DOSIER
Enfoques ecológicos para
la arqueología mexicana
El impacto del hombre en su medio ambiente EMILY MCCLUNG DE T APIA
Siempre ha habido interés entre los arqueólogos por considerar las características del en
torno de los sitios que estudian, no obstante la dificultad de incorporar esta información
de manera productiva a la investigación. Aunque en la arqueología mesoamericana existe
una larga tradición llamada ecología cultural, hoy día hay nuevas perspectivas que ofrecen
marcos teóricos y metodologías más acordes con los tiempos.
Son varios los enfoques en la arqueología en los que se consideran aspectos de la relación entre los grupos humanos y su entorno,
natural o consrruido. Sus matices se derivan de la manera en que diferentes disciplinas, antropológicas tanto como arras, han influido en el c¡uehacer arqueológico. Así, aquí consideramos algunas definiciones/precisiones de terminología relevantes para el tema y describimos algunas de las direcciones que han tomado las investigaciones ligadas con dicha problemática, así como algunas de los nuevos rumbos que prometen ampliar el panorama de la arqueología mesoamericana.
El interés por temas relacionados con el ambiente se empezó a manifestar en la arclueología mesoamericana a partir de los trabajos coordinados por Manuel Gamio en el Valle de Teotihuacan, al inicio de los vei nte del siglo pasado. La influencia del llamado determinismo ambiental \' la teoría hidráulica de Winfogel tuvieron cierta importancia durante los cincuenta, aunque fue la perspectiva ecológico cultural, derivada principalmente ele los planteamientos de Julian Steward, la que adquirió mayor auge. Steward propuso una herramienta metodológica, no propiamente una teoría, para estudiar cómo los cambios en la adaptación del ser humano al ambiente
se manifes taban en cambios culturales; pretendía explicar los orígenes de ciertos rasgos culturales en el contexto de determinados tipos de ambientes, particularmente visibles en las formas de explorar recursos (e.g., caza-recolección) o modificar el entorno (e.g. , sistemas agrícolas). No
Los grupos humanos se han acomodado a las circunstancias cambiantes : políticas, culturales, ambientales. Algunos aspectos de las adaptaciones relevantes en épocas pasadas podrían aplicarse en la resolución de problemas regiona les actuales. Luis Covarrubias, Mural de los nichos ecológicos. Sala Maya, MNA. FOTO. MARCO ANTONIO PACHECO I RAleES
·h.o ~-'". ~ ... "
se trataba a los seres humanos como componentes biológicos del ecosistema, considerado por él tema de la ecología humana. Desde finales de los cincuenta y en la década siguiente, se desarrollaron numerosas investigaciones con el fin de entender el papel del ambiente en el desarrollo cultural de los grupos humanos antiguos. Desde entonces y hasta la actualidad se han ensayado diversas metodologías que intentan articular los conocimientos biológicos, geográficos, históricos, sociales y arqueológicos. Con todo, los resultados no siempre han despejado de manera clara las dudas respecto a la interacción hombre-naturaleza en el pasado prehispánico.
• \ 1\ 11:31 ¡"')\IT¡"'.S, E:-\I'T( ) R"J ( )~,
J..o.COSISTUL\S y P\IS \.WS
El ambiente, o entorno, se refiere aquí al conjunto de características físicas, químicas y biológicas que tiene un lugar determinado. Los ecosistemas son sistemas dinámicos, complejos, auto-sostcnibles, constiruidos por organismos y los fenómenos físico-quírnicos asociados. Incluyen las interacciones entre los componentes bióticos y abióticos del ambiente, cuya función cs la de establecer y mantener la operación de los flujos de energía propios del sistema. Por lo tanto, "ecosistema" no es sinónimo de cntorno o ambiente.
Respecto al paisaje, partimos del punto de vista de que existe de manera independiente de la percepción que determinados seres humanos tengan del mismo. Puede ser comprendido como un conjunto de ecosistemas con sus respectivos componentes dentro de las geoformas propias de una región. En la actualidad, sin embargo, hay cierta tendencia entre los arqueólogos a asociar el concepto con la manipulación y percepción que los seres humanos tienen del mismo. Si consideramos a los grupos humanos como parte de los ecosistemas presentes en uno u otro lugar, podríamos concebir al paisaje sin necesariamente tomar en cuenta la percepción cultural que ellos tienen, es decir, podemos considerar el paisaje como objeto de estudio desde una u otra perspectiva, o desde ambas.
Por otro lado, los ecosistemas pueden ser abordados como sistemas complejos
adaptativos. Asimismo, se pueden concebir las estructuras socioeconómicas y políticas de las sociedades como sistemas.
ECOLOcL\ Cl'lTLoRAL
Uno de los conceptos que tuvo impacto en la arqueología mesoamericana fue el de "zonas ecológicas", desarrollado ampliamente en la Cuenca de México por WT. Sanders y, particularmente, por J.R. Parsonso Estos investigadores definieron una serie de zonas con base en rangos de elevación, cualidades de los suelos y los recursos potenciales que ofrecian para los pobladores prehispánicos. Las relaciones ecológicas se entendían primordialmente como las económicas, de uso y explotación de dichos recursos, más que como las recíprocas entre los componentes bióticos y abióticos del entorno. Aunque se tomaba en cuenta la degradación del ambiente y la posible deforestación en lugares específicos (por ejemplo, el Valle de Teotihuacan), no se explicaba el impacto que las activiJades humanas tendrían sobre el ambiente y los ecosistemas, ni cómo ese impacto, a lo largo del tiempo, persistiría. Otro concepto propuesto por Sanders es el de "región simbiótica", con base en la idea de la simbiosis (dependencia mutua) entre poblaciones biológicas. Esta idea se manifestó en la propuesta de regiones que conjuntaban varios ecosistemas con una diversidad de recursos, de tal manera que, desde la perspectiva humana, fomentaban el contacto e intercambio cultural a través de la obtención de ciertos recursos indispensables y únicamente disponibles fuera de la zona ecológica en que se localizaban determinados centros de población.
En el curso del tiempo, los arqueólogos han considerado el ambiente como factor limitan te o como el trasfondo del desarrollo cultural. Otros han considerado a los grupos humanos como un componente más del ecosistema, especialmente en el estudio de las sociedades de cazadores-recolectores, en las cuales se supone una relación más estrecha con el entorno y sus características físicas y bióticas. Sin embargo, para la mayoría de los estudios arqueológicos, el análisis del entorno se queda en una descripción de características como clima, suelos, fauna y flora y la disponibi-
DOSIER
lidad de algunos otros recursos potencialmente útiles. Más problemática aún es la tendencia a considerar las características actuales cuando, dependiendo del tiempo transcurrido, el entorno podría haber sufrido diversas alteraciones a consecuencia de factores como el cambio climático, procesos locales -como erosión e inundaciones-, y el uso por los grupos humanos a lo largo del tiempo. Todos estos procesos se dan en distintas escalas temporales y espaciales, lo que debe considerarse para entender cómo interactúan los grupos humanos con su entorno. En algunos casos, la fácil adopción de los conceptos derivados de la ecología confunde el problema que se va a analizar; ecología implica conocer los elementos que integran el sistema pero también las relaciones existentes entre todos los componentes del mismo.
.\IODELOS SISTÉ::-.rrcOS EN L.:\ l\RQCEOLOGÍA
Un problema verdadero es tratar de entender y comunicar la complejidad de los sistemas naturales y sociales. En un intento de ir más allá de los modelos funcionalistas de la antropología, que enfatizaban la identificación de un número de variables y la interacción entre ellos para describir la trayectoria del cambio cultural, desde el final de los sesenta )' durante la década siguiente K.v. Plannery exploró la utilidad de modelos basados en la teoría de sistemas, los cuales intentan expücar la complejidad de las interacciones entre variables significativas, las confrontaciones entre diferentes mecanismos de retroaümentación positiva (favoreciendo cambios en la trayectoria del sistema) y negativa (amortiguando el cambio) y los pesos relativos de distintas variables en la operación del sistema. Algunos autores han criticado la manera en que los conceptos tomados de la teoría de sistemas se aplican a la interpretación arqueológica. Por ejemplo, la estrategia de aislar una parte del sistema por analizar y enfocarse en la actuación de las variables consideradas relevantes en dicho subsistema (por ejemplo, la procuración de alguna materia prima y su transformación en productos específicos, la distribución de éstos en espacio y tiempo, y las ramificaciones socia-
ENFOQUES ECOLÓGICOS PARA LA ARQUEO LOGiA MEXICANA / 67
DOSIER
Desde finales de los cincuenta se desarrollaron numerosas inves
tigaciones para entender el papel del ambiente en el desarrollo
cultural de los grupos humanos antiguos. Desde ento nces y has
ta la actualidad se han ensayado diversas metodologías que inten
tan articular los conocimientos biológicos, geográficos, históricos,
sociales y arqueológicos.
Generalmente, la alteración del paisaje ha sido tanta que, en ocasiones, no quedan sino restos de éste; sin embargo, las fuentes históricas y algunas tradiciones orales pueden contribuir a comprender cómo fue en el pasado. a) Casimiro Castro, El Valle de México, ca. 1865. b) Paisaje del bosque de Chapultepec, 2013.
68 I ARQUEOLOGíA MEXICANA
les, económicas y políticas para esta parte del sistema). Así, se dejan de lado otros factores que en su conjunto contribuyen al funcionamiento del sistema (como el grado de disponibilidad de la materia prima en cuestión - lejanía, escasez, estacionalidad, etc.-, así como su valor, prestigio, los riesgos implicados en su obtención y factores ecológicos que restringen su obtención, entre otros). Sin una visión del conjunto subyacente, la metodología consistía en llevar a cabo la investigación de diferentes especialistas por separado, quienes juntaban sus resultados al final.
OU'a crítica ha sido el énfasis en describir paisajes con base en sus recursos potenciales (fauna, flora, fuentes de agua y minerales, entre otros), sin considerar el papel cultural y simbólico que tuvo dicho paisaje para la población antigua allí asentada. Es difícil conocer las maneras en que las sociedades pretéritas concebían su entorno, representado por su paisaje, aunque algunos indicadores no pasan desapercibidos. Por ejemplo, la ubicación de las pirámides de la Luna y del Sol sobre la Calle del Muertos en Teotihuacan sugiere una clara relación con el Cerro Gordo en la primera y el Cerro Patlachique en la segunda. Sin embargo, para el reconocimiento de orros puntos de importancia como manantiales o zonas boscosas, formaciones topográficas menos prominentes, es tarea
arqueológica descubrirlos y asociarlos con la cosmovisión de la sociedad en estudio. D e nuevo, podemos recurrir a Teotihuacan para ilustrar este aspecto: si asumirnos que el Valle de Teotihuacan es igual que cuando fue la sede del centro urbano del periodo Clásico, no tendremos elementos para acercarnos a esos puntos, porque la alteración del paisaje durante tres milenios ha sido tal que no quedan rastros de aquel periodo en la superficie. Aunque en ocasiones hay fuentes históricas y algunas tradiciones orales que pueden contribuir al conocimiento de la cosmovisión del pasado, también hay que recordar que esa región tuvo diferentes historias a consecuencia de su ocupación por diferentes sociedades. A pesar de ciertas tendencias panmesoamericanas evidentes en Teotihuacan, ¿podemos asegurar que el paisaje tal como fue percibido por la cultura teotihuacana fue el mismo para sus habitantes aztecas?
ECOLOGí \DEL P,\IS\JE
La llamada ecología de! paisaje, desarrollada principalmente durante la década de los ochenta, representa una orien tación interesante para la arqueología, dado su énfasis en la definición de unidades de análisis que reconocen e! conjunto de hábitats (las partes de un ecosistema habitados por determinadas especies o tipos de organismo) situados en una región. Ofrece la posibilidad de integrar evidencia biológica, física e histórica. Se define paisaje como un área heterogénea constituida por un grupo de ecosistemas que interactúan y se repiten en forma similar. Una vez definida la escala de análisis, la metodología permite observar las interrelaciones existentes entre los diferentes hábitats, que pueden ser narurales o bien el resultado de la modificación y
fragmentación de los ecosistemas como consecuencia de las actividades humanas. Aun considerando la cosmovisión, la construcción del paisaje de acuerdo con la culrura en cuestión tiene componentes que pueden ser caraCterizados, cuantificados y ubicados en el tiempo y el espacio, permitiendo así la construcción de un marco de
referencia comparativo, espacial y temporalmente hablando.
STSTUI \S CO-:"lIPLFJOS .\n\PT \Tl \ ()S
El estudio de la adaptación humana fue un componen te fundamental de los enfoques ecológicos desde la mitad de! siglo pasado, pero parece haber pasado desapercibido e! problema de su caracterización y medición. Los estudiantes de antropología hasta aproximadamente finales de los setenta aprendimos que el hombre se adapta al ambiente por medio de la Cl/ltura. Pero en efecto, este planteamiento nos lleva a la conclusión simplista de que si tal sociedad sobrevive en determinado ambiente, está adaptada; si no, pues no está adaptada. Una posición poco útil para estimular la investigación con e! propósito de entender cómo opera la adaptación.
Un enfoque surgido de las deficiencias de la teoría de sistemas para enfrentar la complejidad, operación en diferentes escalas temporales y espaciales, y e! carácter dinámico de los sistemas socioecológicos ha
DOSIER
La colaboració n entre especialistas de diferentes ClenClas, como
las d e la tierra, biología y ecología, historia y arqueología, prome
te un futuro muy rico en beneficio del mejor entendimiento de las
relaciones co mplejas entre las poblaciones humanas y su entorno.
La llamada ecología del paisaje postula que es posible observar las interrelaciones que existen entre los diferentes hábitats, que pueden ser naturales o bien el resultado de la modificación y fragmentación de los ecosistemas como consecuencia de las actividades humanas. Quiahuiztlan, Veracruz.
ENFOQUES ECOLÓGICOS PARA LA ARQUEOLOGíA MEXICANA / 69
DOSIER
recibido diversos nombres, como el de teoría de la resiliencia o estudio de los sistemas complejos adaptativos. Enfatiza lo socioecológico con el propósito de señalar las conexiones estrechas entre el mundo físicobiológico y los grupos humanos. Se deriva de un cambio radical en el paradigma de la ecología, en el cual se planteó repensar el funcionamiento de los sistemas ecológicos; en lugar de concebirlos como sistemas en busca de un estado estable, o punto óptimo de equilibrio, se proponía tratarlos como sistemas dinámicos con múltiples estados estables que podrían oscilar en diferentes momentos, dependiendo de la interacción de diferentes variables internas y externas, y el efecto de variables operando en diferentes escalas espaciales y temporales. A pesar de algunos problemas con la instrumentación metodológica de tal perspectiva, a nivel teórico presenta algunas opciones interesantes, particularmente para la arqueología. Resilimcia se refiere a la capacidad de un sistema para absorber perturbaciones y reorganizarse (dentro de los límites de los diferentes estados estables que lo caracterizan) mientras cambian las con-
abiótic o : bts características 6s1cas. r químicas del entorno.
adapmbiUdud: capacidad de los ac(Ores dentro de un ~i~[~ma para influir u manipular ro,ilionci,,; cunsisle en el rango de respuestas invocadas frenle a los csttesorcs) internos y ex ternos; se
pone énfasis en la variabilidad)" flexibilidad potencial de las respuestas, en lugar de destacar los fracasos)' colapsos.
ambiente o entorno: conjunto de características físicas, químicas )' biológicas que tiene un lugar determinado.
biótico: que es característico de los seres vivos o que se refiere a ellos.
ecología cu ltural: herramienta me(Odológica para esturliar cómo los cambios en la adaptación del ser humano al ambiente se manifestaban en cambios culturales; pretende explicar los orígenes de ciertos rasgos culturales en el contexto de determinados tipos de ambientes, particularmente visibles en las formas de explotar recursos o morlificar el entorno.
ecología del paisaje: aquella que pone énfasis en la definición de unidades de análisis que reconocen el conjunto de hábitats situados en una región; ofrece la posibilidad de integrar evidencia biológica, física e histórica.
ecosistema: sistema ecológico rlinámico, complejo, auto-sostenible, constituido por organismos y los fenómenos físico-químicos asociados; incluye las interacciones entre los componentes
70 I ARQUEOLOGfA MEXICANA
diciones. En esta perspectiva, se plantea que un sistema socioecológico puede continuar funcionando bajo presión hasta llegar a un umbral a partir del cual se debe transformar, o cambiar su estructura. Adaptabilidad se refiere a la capacidad de los actores dentro del sistema para influir o manipular resiliencia; consiste en el rango de respuestas invocadas frente a los estresores, internos y externos. Así, se pone énfasis en la variabilidad y flexibilidad potencial de las respuestas, en lugar de destacar los fracasos y
colapsos. Por ejemplo, regresando al Valle de Teotihuacan, podríamos visualizar por lo menos dos momentos de colapso: Teotihuacan al final del Clásico y la organización regional del Posclásico Tardío. Ambos sistemas colapsaron, aunque por razones distintas. Sin embargo, también es posible visualizar el desarrollo de esa misma región desde una perspectiva adaptativa, en la cual desde el asentamiento inicial hasta tiempos recientes los grupos humanos se han acomodado a las circunstancias cambiantes: políticas, culturales, ambientales. Enfocando nuestro análisis de este modo, podemos aprender más del mismo pasado, incluso
bióticos y abióticos del ambiente, cuya función es la de establecer y mantener la operación de lus flujos de energía propios del sistema.
geoforma: cOD1ponentc o rasgo físico de la superficie terrestre formaclo por procesos naturales.
hábitat: parte de un ecosistema habitado por determinadas especies o tipos de organismo.
paisaje: conjunto de ecusistemas con sus respectivos componentcs dentro de las geofo tlnas propias de una región; ex iste de manera indepenrliente de la percepción que determinados seres humanos tengan del él.
región simbiótica : aqueUa basada en la idea de la simbiosis (dependencia mutua) entre poblaciones biológicas, que conjuntaba varios ecosistemas con una rliversidad de recursos, )' fomentaba el contacto e intercambio cultural a través del abastecimiento de ciertos recursos indispensables.
relacio nes ecológicas: relaciones recíprocas entre los componentes bióticos y abióticos del entorno.
resiliencia: capacidad de un sistema para absorber perturbaciones)' reorganizarse (dentro de los límites de los diferentes estados estables que lo caracterizan) mientras cambian las condiciones.
zonas ecológicas: aquellas definidas con base en rangos de elevación, cualidades de los suelos y los recursos potenciales que ofrecían para los pobladores prehispánicos.
de algunos aspectos de las adaptaciones en épocas pasadas relevantes para aplicarlos a los problemas regionales actuales.
Cabe mencionar el desarrollo de la disciplina llamada ecología histórica, que comparte algunos de los preceptos básicos de los sistemas complejos adaptativos. Por otro lado, la historia ambiental también sugiere lineas y metodologías productivas de investigación. Una linea conocida como sistemas globales se ha desarrollado con la intención de derribar las divisiones entre las disciplinas científicas para fomentar el desarrollo de un verdadero enfoque integral.
Hasta ahora, estos enfoques no han tenido un impacto importante en la arqueología mesoamericana, pero en mi opinión ofrecen herramientas útiles para plantear y entender las relaciones complejas en una perspectiva histórica y con base en el desarrollo local y regional. Ciermmen te, la estrecha colaboración entre especialistas de diferentes ciencias, como las de la tierra, biología y ecología, historia y arqueología, promete un futuro muy rico en beneficio del mejor entendimiemo de las relaciones complejas entre las poblaciones humanas y su entorno, Sobre todo, la posibilidad de contribuir al conocimiento de cómo fue el paisaje en diferentes mamemos del pasado, producto de este tipo de colaboración. (ii~
Emil)' IvrcClung de Tapia. Ductora en antropología por la Brandeis University, l\lassachuserts, E.U.A. T nvestigadora dell nstituto de Investigaciones Antropológicas, UN , \~I; responsable del Laboratorio de Paleoct11obotánica y Paleoambiente.
P.\R \ I.l:. I-R \1, ... . . .
POR.'L-"'-, R.T.T. r M. Gordoll, úmdscape Erolqgy,John Wile)' and Sons, Nue\"a York, /986.
,,-, I':CHTU ., \X'ilhelm, Las /IItH/OIias de/¡ardi"ero de l\/axi",i/it11lo. Ap,,"/es ,,,allJlSf7i/os de mis i",presiones)' e~'<fJeáenci(ls personales en Alfxico en/re 186(y 7867, estudio introductorio de Amparo Gómcz Tepexicuapan, lNAII,
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DOSIER
Los sistemas de información
geográfica (SIG) en arqueología
El GPS en la mochila de los arqueólogos DIEGO JIMÉNEZ B ADILLO
Aunque algunos de los productos principales de los SIG en arqueología siguen siendo mapas
de distribución de hallazgos, estos sistemas son algo más que cartografía computarizada.
Los SIG ofrecen toda una gama de herramientas que hacen más eficientes las tareas de re
colectar, transformar y analizar información espacio-temporal.
Gran pane de la información producida y analizada durante el curso de una investigación argueológica des
cribe las caracrerísticas físicas de los restos dejados por culruras extintas, ya sea que se trate de artefactos, restos de flora o fauna, edificios, sitios o paisajes. Otra parte está constiruida por información medio ambiental del área de estudio, a lo cual se suman cuantiosos registros de tipo cronológico. Por si fuera poco, los proyectos arqueológicos de campo también generan una gran diversidad de datos espaciales. Entre estos últimos destacan coordenadas de localización de sitios, ubicación de hallazgos, planos de estructuras arquitectónicas, mapas de densidad de materiales, e te.
Sin una adecuada integración de información descriptiva, cronológica y espacial resultaría imposible desarrollar interpretaciones sobre culturas antiguas. Por ello, los arqueólogos tratan continuamente de incorporar a su disciplina mejores medios de procesamiento y análisis de datos.
Uno de los fenómenos más frucúferos en las últimas tres décadas ha sido la adopción de los llamados sistemas de información geográfica (SlG, o GIS por sus siglas en inglés). Se trata de sistemas computarizados diseñados para adquirir, almacenar,
transformar, analizar y visualizar datos de entidades del mundo real organizándolos dentro de un marco espacial.
Dicho marco puede corresponder a un área geográfica en sen ticlo es tricto; la C uenca de México, por ejemplo, o puede ser un espacio de estudio virtual. En cualquier caso las entidades de interés inscritas en un SIG son defmidas tanto por sus caracterís-
1. Mediante datos vectoriales se muestran estructuras arquitectónicas de Teotihuacan . estado de México.
ticas no-espaciales (e.g. peso, color, texrura, estilo, materia prima, cronología, ete.) como por el lugar guc ocupan en el área de referencia, es decir, por su ubicación. Por ello se dice que el rasgo característico de los SlG es su capacidad para procesar simultáneamente esos dos tipos de datos, en otras palabras, su habilidad para gestionar información geo-referenciada.
Los componentes básicos de un SlG son: a) Equipo de procesamiento de datos
(computadoras, tabletas digitalizadoras, receptores GPS, estaciones totales, escáneres terrestres, impresoras,p/otters, ete.).
b) Software especializado (e.g. ESRl Arcgis, GRASS GIS, MapInfo, AutoCad Map 3D, ete.).
c) D atos espaciales en formato digital. d) D atos descriptivos específicos para
cada aplicación. e) Infraestructura institucional. Los expertos en tecnología srG han de
sarrollado dos modelos para representar objetos del mundo real en formato digital. El primero es conocido como vecrorial. Este utiliza puntos, lineas y polígonos para representar la ubicación de entidades discretas, es decir objetos con límites claramente distinguibles tales como sitios arqueológicos (puntos), caminos (líneas) y plantas de edificios (polígonos). Obvia-
LA UTILIZACiÓN DE LOS SISTEMAS DE INFORMACiÓN GEOGRÁFICA (SIG) EN ARQUEOLOGíA J 71
DOSIER
mente, la escala del estudio determina si entidades tales como los sitios arqueológicos pueden tratarse como puntos (estudio regional) o como polígonos (excavación) (fig. 1) .
El segundo modelo -Uamado raster- es apropiado para registrar rasgos o fenómenos continuos, entre los que se cuentan la elevación de un terreno (t.e. topogra fía), la temperatura, la precipitación pluvial de una zona, el tipo de vegetación, o la densidad de material cerámico. Un rastersegmenta el espacio de estudio en celdas de igual forma y tamaño. En la retícula resultante cada celda contiene un número, el cual representa el valor de la propiedad registrada, por ejemplo el grado de temperatura en cada cuadrante, la altura del terreno, el nivel de precipitación pluvial, la frecuencia de fragmentos líticos o cerámicos hallados sobre una superficie, etc. A este tipo de modelo pertenecen las imágenes sa telitales (fig. 2a-2c). Ambos modelos permiten representar en el espacio objetos reales y fenómenos de muy distinta naturaleza.
La mayoría de las aplicaciones de los sistemas de información geográfica demandan procesar simultáneamente varias fuentes de datos geo-referenciados. Por eUo los SI G han sido diseñados para incorporar tantas capas de información como sea necesario en un proyecto específico. El único requisito es que cada capa contenga datos de entidades del mismo tipo. Por ejemplo,
72 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
2. Ejemplos de datos raster. a) Superficie de la Cuenca de México mostrando valores de pendiente. b)Una imagen de satélite cubre la región de los volcanes Popocatépetl e Iztacihuatl. e) Los llamados modelos de elevación son generados a partir de superficies donde cada celda contiene un valor de altura. Con ese tipo de raster es posible generar modelos 3D de regiones geográficas.
la primera capa de un SIG argueológico podría contener las coordenadas de localización de si tios antiguos (i.e. pumos), la segunda podría registrar los ríos que surten de agua a la región (i.e. líneas), la tercera podría definir áreas de captación de recursos del sitio (i.c. polígonos), la cuarta podría contener información sobre la elevación del terreno (i.e. superficie), la quinta podría ser un raster que registrara la densidad de material cerámico en el área de estudio y así sucesivamente.
PROCESAIvIIENTO DE DATOS POR MEDIO DE OPERACIONES Y HERRAMIENTAS SIG
Además de permitir la incorporación de datos vectoriales y rastu; los SIG deben asociar a éstos la información descriptiva de los objetos registrados. Esto se logra anexando una tabla a cada capa,la cual contiene una hilera por cada objeto, así como una serie de columnas que almacenan los datos descriptivos. La liga de las tablas y las capas se realiza mediante un sistema de base de datos relacional. Por medio de ese mecanismo es posible efectuar consultas de muy diversa índole. Por ejemplo, si se selecciona el punto correspondiente a un hallazgo arqueológico se pueden desplegar todas las caracterís ticas asociadas al mismo como son materia prima, peso, color, medidas, etc. Asimismo, al seleccionar
un registro en la tabla descriptiva es posible ver en el mapa el punto que corresponde a dicho ob jeto (fig. 4).
A esas consultas simples se agregan operaciones más complejas para explorar las relaciones espaciales entre los objetos representados. Estas ayudan a indagar, por ejemplo, ¿cuáles se ubican en sitios cercanos?, ¿cuáles se cruzan entre sí?, ¿cuáles contienen a otros?, etc. A continuación se mencionan las más importantes.
Para trabajar con capas de tipo raster, los SJG permiten hacer cálculos matemáticos con los valores de las celdas. Dichas operaciones se distinguen por la cantidad de celdas que afectan. La Uamada operación local se centra en celdas individuales; otra operación abarca W1 conjunto de celdas adyacentes; asimismo hay operaciones que cubren toda la retícula del raster. Una operación local es útil, por ejemplo, para convertir la unidad de medida de un raster con valores de pendiente de porcentaje a grados. Otra aplicación común es aplicar una fórmula matemática para simular como luciría un terreno debido a la interacción de la luz solar con el relieve. La ladera de una montaña que recibe la luz directamente aparecerá más brillante que las zonas ocultas o profundas, dando la impresión de relieve en tres dimensiones. Otra aplicación posible es calcular el área visible desde un punto dado del terreno. De es ta forma se pueden indagar, por ejemplo, qué tan apropiados eran algunos
sitios antiguos desde un punto de vista defensivo. Ejemplos de estas operaciones pueden verse en la fig. 5a-5b.
Si la operación local se aplica a varias capas rasta; entonces puede servir para obtener una nueva capa en donde cada celda representa el promedio de valores de las capas originales (Chang, 2003, p. 10).
Cuando se trabaja con varias capas rasteres posible también aplicar la operación de sobreposición (overlqy, en inglés). La sobreposición es tal vez la operación más importante implementada por los SlG y se aplica tanto a datos raster como vectoriales, aunque su implementación difiere según el modelo de los datos. Consiste en combinar datos espaciales y atributos de distintas capas para crear una capa nueva. Por ejemplo, supongamos que un proyecto argueológico tiene como objetivo identificar las áreas de cultivo de amaranto en el periodo mexica. Sabemos que el amaranto crece en zonas de elevación de 1 000 a 1 500 msnm, que requieren de una precipitación pluvial de entre 500 y 800 mm al año, que se benefician de suelos semiarenosos y que tardan unos 120 c1ias en desarrollarse, por lo que no deben existir heladas durante dicho periodo. Para encontrar las áreas de cultivo potencial de amaranto, el arqueólogo debe incorporar al SIG capas de elevación, precipitación pluvial, tipo de suelos, temperatura promedio, etc. La respuesta se obtiene sobreponiendo dichas capas y buscando aquellas celdas donde los cuatro atributos muestren valores adecuados. El resultado
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es almacenado en una nueva capa que los arqueólogos podrían usar para calcular el volumen de una cosecha en época mexica (Ormsby el al., 2001, pp. 8-9).
Para el modelo vectorial, es decir, para capas compuestas de puntos, lineas o poligonas, existen además de la sobreposición otras operaciones útiles. Éstas se denominan análisis de proximidad (l.E .
btiffering, en inglés), manipulación de mapa y análisis de distancia.
El llamado análisis de proximidad consiste en resaltar una zona de interés alrededor de cada punto, linea, o poligono de la capa para recuperar datos dentro o fuera de dicha zona. El área obtenida podría representar un región de in fluencia. Por ejemplo, si se traza un círculo de cierto diámetro alrededor de cada punto en una capa de sitios arqueológicos, se podría evaluar el área de captación de recursos a una distancia fija de cada asentamiento.
Algunos SIG incluyen también una herramienta adicional gue calcula los llamados poligonos Voronoi. ÉS(()S uunbién representan áreas de influencia alrededor de sitios, pero a diferencia de lo que puede ocurrir con los círculos del bttjferi12g, las zonas no se traslapan y se asume que todos los sitios tienen la misma capacidad para controlar territorio. La distribución de los sitios determina entonces la forma y tamaño del área de influencia de cada asentamiento (Hodder y Orton, 1976) (fig. 6).
Por su parte, la manipulación de mapas se refiere a acciones aplicadas a los
DOSIER
objetos representados en el STG con fines exploratorios. Dichas acciones incluyen cortar, combinar, separar, borrar, disolver limites, etc.
Finalmente, el análisis de distancia sirve para mediciones que demanden conocer la separación o cercanía de rasgos y sus correspondientes atributos.
APLICACIONES DE LOS SIG EN ARQUEOLOGÍA
La combinación adecuada de las operaciones antes descritas forma la base para estudios complejos en los que los arqueólogos exploran sus hallazgos dentro de un contexto espacio-temporal. A continuación describo algunas de las aplicaciones más importantes de los SIC
en arqueología .
OBTENCIÓN DE DATOS EN CAMPO
U no de los principales beneficios de la tecnología SIC en arqueología se refiere a la recolección de datos en campo. Generalmente, dicha tarea ~e emprende en regiones donde aún no existen cartas geográficas digitales, o en ciertas áreas donde es necesario mejorar la resolución de los datos espaciales existentes. Para ello se utiliza softlJltlre SIG en combinación con dispositivos tales como receptores de posicionamiento global, estaciones totales y escáneres de diversa índole.
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3. Pantalla de inicio del sistema de inventarios desarrollado en la Dirección de Registro de Monumentos y Zonas Arqueológicos deIINAH.
4. Datos espaciales y descriptivos de sitios arqueológicos del Posclásico Tardio en la Cuenca de México mostrados mediante la aplicación de un SIG.
LA UTILIZACIÓN DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA (SIG) EN ARQUEOLOGíA I 73
DOSIER
5. Superficies generadas con dos operaciones locales sobre un mismo raster. a) La luz solar. bajo ciertas condiciones. en interacción con el relieve produce un sombreado que muestra la apariencia del relieve de la Cuenca de México. b) Un tono oscuro muestra el área de visibilidad que corresponde al sitio del Templo Mayor de Tenochtitlan. El área clara es invisible desde dicho sitio.
El sistema de posicionamiento global (¡.e. gps) funciona gracias al envío consmnre de señales de tiempo por parte de 29 satélites que recorren la órbita terrestre c1o~ veces cada día. Dichas señales son generadas por un reloj atómico que funciona a intervalos extremadamente precisos. En tierra, los arqueólogos utilizan un receptor de señal GPS -el cual cuenta con su propio reloj interno- para medir el tiempo que tardan las señales de cada satélite en alcanzar un punto sobre el terreno. Aplicando fórmulas matemáticas, las señales de tiempo son convertidas por el dispositivo GPS en mediciones de distancia, para así obtener la localización exacta en tres dimensiones (i.e. coordenadas de longitud, latitud y elevación). Existen antenas receptoras GPS de gran precisión, las cuales permiten efectuar un mapa topográfico con sólo caminar sobre el terreno, ofreciendo márgenes de error de tan solo +- 2 cm (fig. 7a-7c). OtroS dispositivos, especialmente los GPS de mano, son menos precisos -algunos llegan a tener márgenes de error de aproximadamente +- 10 m- pero su portabilidad ofrece ventajas para ciertas aplicaciones arqueológicas. Exportan-
74/ ARQUEOLOGiA MEXICANA
do los datos del GPS a un SlG los arqueólogos pueden visualizar la localización precisa de artefactos i/l si/ti o incluso realizar un mapa completo del área de esrudio (Conelly y Lake, 2006, p. 33). Se espera lJue en un par de años se ponga en funcionamiento un segundo sistema de posicionamiento global, producido por la Agencia Espacial Europea, el cual llevará el nombre de Galileo y permitirá efecruar localizaciones terrestres con mayor precisión que las logradas con el GPS.
Por su parte, las estaciones totales utilizan rayos láser o infrarrojos para medir ángulos horizontales y verticales, así como distancias desde el equipo hasta puntos del terreno con el objeto de convertir dichas mediciones en datos de elevación y orientación. Los datos pueden ser transferidos a un módulo SIG, como el Leica gis DataPRO o el softJvare Survey Analyst de ESRl,
para ser visualizados. Otro equipo utilizado en prospección
es el llamado escáner láser terrestre. Se trata de un aparato habilitado para obtener las coordenadas tridimensionales de millones de puntos sobre una superficie dada con sólo un barrido de luz láser. Por lo ge-
neral, el escáner también cuenta con una cámara fotográfica que extrae información de color y textura de cada punto medido. Tanto la "nube de puntos" resultante como la información fotográfica son posteriormente procesadas para generar modelos digitales en tres dimensiones de estructuras arquitectónicas o de partes del terreno.
Los levantamientos efectuados por cualquiera de los métodos descritos antes son transferidos a un SIG para validar y en caso necesario editar la información. Cualquier so/flvare SIG ofrece herramientas especialmente dedicadas a dichas tareas. Finalmente, los nuevos datos espaciales pueden integrarse con información procedente de otras fuentes. De tal forma que los arqueólogos pueden trabajar en un solo ambiente computarizado la información procedente de mapas topográficos, fotografías aéreas, cartas geofísicas, imágenes satelitales, planos arqueológicos, mapas de rlistribución de artefactos, modelos 3D, etc.
6. Mapa de sitios y sus área de influencia calculadas mediante un análisis de proximidad Voronoi. Este método ha sido utilizado desde la década de 1970 para generar hipótesis acerca del control de territorio por parte un sitio arqueológico determinado. La validez del mismo sigue siendo tema de discusión entre los especialistas.
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CONTROL Y REGISTRO DE EXCAVACIÓN
Los SIG desempeñan un papel muy importante como herramienta para gestionar la información procedente de una excavación arqueológica. En primer lugar, porque permiten integrar registros de localización con descripciones de los hallazgos para obtener vistas inmediatas del progreso de la excavación. Dichas vistas, generalmente en forma de mapas, pueden inducir la detección de patrones de distribución de materiales, lo cual a su vez puede ayudar a los arqueólogos a planear las sigujentes etapas de la excavación. De tal forma, que la " ... obtención de datos de excavación se convierte en un ejercicio más iterativo, permitiendo que las ideas acerca de posibles
patrones y relaciones entre los datos sean identificados y explorados más rápida yeficientemen te de lo que suele ocurrir con sis
temas de registro basados en papel" (Conell)' y Lake, 2006, p. 33).
MODELOS DE PREDICCIÓP;: DE SITIOS
Los SIG pueden ser el punto de partida para pro)'ecros que busquen predecir la existencia de sitios en regiones inexploradas. El ob jetiyo de esta aplicación es ubicar dentro de una región las zonas donde hay más posibilidades de encontrar sitios arqueológicos.
Proyectos de este tipo suelen emprenderse cuando existen planes de alteración del terreno a gran escala -por ejemplo, debido a la construcción de una presa- y no se cuenta con recursos o tiempo suficientes para efectuar una prospección física que abarque toda la región afectada. En dichas situaciones es necesario localizar las zonas de más alta probabilidad estadística donde pudieran encontrarse sitios con el objeto de protegerlos o bien de realizar
, operaciones de rescate arqueológico an tes de su destrucción.
Una metodología común, mediante la cual los arqueólogos pueden desarrollar predicciones empíricas, es la aplicación de métodos cuantitativos de localización de sitios. La premisa básica en este tipo de estudios es que existen ciertas variables medio ambientales que condicionan la pre-
senCJa de asentamientos humanos. Sabemos, por ejemplo, que los seres humanos eligen como lugares de habitación aquellos espacios cercanos a fuentes de agua, con topografía que facilita el transporte y la movilidad, así como con una apropiada distribución de recursos naturales y materias primas. La clave del análisis es entender el peso de cada variable independiente y la relación entre ellas en zonas donde hay sitios para luego comparar las condiciones de otras zonas donde no existen sitios.
Por tanto se crea un modelo matemático que evalúa la correlación entre esas variables y la presencia de sitios. Entre las técnicas más usadas se encuentran la regresión múltiple por pasos y el análisis de regresión logística.
Para su aplicación se utilizan capas de información en formato rastery se utilizan operaciones de sobreposición de datos con el objeto de generar una capa nueva con información combinada. Durante el proceso de sobreposición de datos se asigna un peso a cada variable, haciendo q\,le algunas de ellas sean más importantes que otras en la capa combinada. El peso asignado debe responder al conocimiento que se tenga sobre cuál factor es más importante en la antigüedad para la elección de asen tamien tos.
7. Tres tipos de dispositivos utilizados frecuentemente para recolectar datos en campo: a) antena gps, b) estación total, e) escáner láser terrestre.
DOSIER
El análisis consiste en examinar la capa nueva para observar que combinación de variables existe en aquellas celdas donde se sabe que existen sitios arqueológicos. Luego, a través de una prueba estadística se identifica cuáles variables son más importantes y finalmente se buscan celdas donde pudieran existir condiciones similares. El trabajo de prospección y rescate puede entonces dirigirse a las áreas representadas por estas últimas celdas (Kelinmartin, 2005, pp. 238-239).
En México, la ley federal obliga a cualquier compañía constructora involucrada en una alteración del terreno a gran escala a realizar un proyecto de salvamento y rescate arqueológico por lo que existe una enorme demanda potencial por proyectos SIG de este tipo.
GESTIÓN DEL PATRIMONTO ARQUEOLÓGICO
Tal vez la aplicación arqueológica más importante de los SIG en términos de impacto social es la gestión del patrimonio C\.11-
tural, Esta tarea surge como respuesta a las leyes federales que exigen a instituciones como el TN J\ H el inventario de recursos culturales, la evaluación de su importancia desde un punto de vista científico y turístico y la administración del patrimonio ubi-
LA UTILIZACiÓN DE lOS SISTEMAS DE INFORMACiÓN GEOGRÁFICA (SIG) ENARQUEOlOGfA 1 75
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cado en territorio público. Como recursos culturales se entienden" ... todos aquellos rasgos físicos, tanto naturales como hechos por el hombre, asociados con la actividad humana. Estos incluirían sitios, estructuras y objetos que posean alguna importancia, ya sea individualmente o en grupo, para la historia, arquitectura, arqueología, o el desarrollo cultural humano" (Fowler, 1982, p. 1).
Muchos países han aprovechado la capacidad de los SIC para almacenar una gran cantidad de información espacial y no espacial junto a las ventajas que ofrecen en términos de bases de datos y análisis. En México, la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos dellNAH estableció en 2005 un proyecto SIC para gestionar la información de los sitios arqueológicos del país. Para lograrlo se fijaron estándares y formatos de registrO de información. En el sistema se incluyeron datos georeferenciados de más de 40000 lugares de interés arqueológico, así como descripciones de los res ros arqueológicos presentes en cada caso. Los atributoS incluyen número de montículos y de
análisis de distan~ia; sirVt para hacer medi
ciones que dema nden conocer la sepa ración
o cercanía l.lt: rasgos r sus correspondientes
a tribu tos.
análisis de proximidad: consiste en resaltar una
zona ue interés alrededor de cada punto, línea,
o polígono de una capa para recuperar datos dentro o fuera de dicha zona.
escáner láser terrestre: aparato habilitado para
obtener las coordenadas tridimensionales de
millones de puntos sobre una superficie dada
con sólo un barrido de luz láser. estaciones totales: son aquellas que utilizan rayos
láser o infrarrojos para medir ángulos horizon·
tales)' verticales, así como distancias desde el
equipo hasta puntos del terreno con el objeto de convertir dichas mediciones en datos de ele
vació n y o rientación.
manipulación de mapas: se refiere a acciones
aplicadas a los objetos representados en el sig con fines exploratorios, entre ellas cortar, com
binar, separar, borrar, disolver límites, etc.
modelo raster: es el apropiado para registrar ras
gos O fenómenos continuos, entre los que se cuentan la elevación de un terreno (i.e. topo
grafía), la temperatura, la precipitación pluvial
de una zona, el tipo de vegetación o la densidad de material ceránuco.
76 I ARQUEOLOGfA MEXICANA
estructuras arquitectónicas, datos de fechamiento, extensión de los sitios, fotografías, planos y dibujos de prospección, entre muchos otros. El objetivo es la creación de un sistema centralizado que pueda ofrecer información tanto a especialistas y gestores gubernamentales como al público en general. Con dicha herramienta ha venido mejorando las tareas de planeación, organización, control y evaluación de recursos culturales en México (fig. 3).
CONCLUSIONES
Aunque algunos de los productos principales de los SIC en arqueología siguen siendo mapas de di stribución de hallazgos, debe entenderse que estos sistemas son algo más que cartografía computarizada. Como explicamos antes, los SIC ofrecen toda una gama de herramientas que hacen más eficientes las tareas de recolectar, transformar )' analizar información espacio- temporal. Tal vez la mejor manera de concluir esle artículo es enumerando algunas preguntas importantes que el arqueólogo Stanton Green enumeró en uno
modelo vectorial: el que pat'a representar objetos
dd munuo rtal en furmato iligit.1 utiliza puntos, líneas l' polígonos para sdíalar la ubicación
de entidades luscretas, es uecir, objetos cun límites claramente distinguibles, como sitios ar
queológicos (pumos), caminos (líneas) )' plan
tas de edificios (polígonos). operación de sobreposición: consiste en combi
nar datos espaciales)' atributos de distintas ca
pas para crear una capa nueva. operación local: es la que se centra en celdas in
dividuales, por ejemplo, para convertir la uni
dad de medida de un raster con valores de pen
diente de porcentaje a grados. sistema de posicionamiento global (GPS): fun
ciona gracias al envío constante de señales de
tiempo por parte de 29 satélites que recorren la órbita terrestre dos veces cada día.
sistemas de información geográfica (SIG): sistemas
computarizados diseñados para adquirir, almace
nar, rransformar, analizar y visualizar datos de entidades del mundo real organÍ7js¡dolos dentro de un
marco espacial, ra sea un área geográfica en sentido esrtictoo un espacio de estudio virtual. Sus com
ponentes básicos son: equipo de procesamiento de
datos, SOFI\X' IRE especi"lizado, datos espaciales en
formato digital, datos descriptivos específicos para cada aplicación, infraestructura insonlcional.
de los primeros libros dedicados a estimular la aplicación de los SIG en arqueología (Allen, Green, y Zubrow, 1990, p. 3): ¿cómo definir áreas de actividad?, ¿cómo definir un sitio arqueológico?, ¿cómo comparar y definir tipos de comportamiento en el espacio?, ¿cómo correlacionar espacialmente actividades sociales con actividades de su bsis tencia?, ¿cómo correlacionar espacialmente el medio ambiente percibido y usado con los medios ambientes natural y físico?, ¿cómo comparar distribuciones de artefactos en el espacio?, ¿cómo puede uno determinar los efectos relativos de diferentes aspectos del medio ambiente natural sobre aspectos del medio ambiente cultural?
El desarrollo futuro de la tecnología de los sistemas de información geográfica (SIG) y su mejor adaptación a la disciplina arqueológica deberán tener en cuenta los retos teóricos, metodológicos y técnicos que implica responder a dichas preguntas. ('ii~
Diego J iménez llaUillo. Experto en aplicaciones de COlllpu tación en arclucologia. Doctor en ci encias de la in fo t'l11ación geográfica por la Universidau ue T.ondres, maestro en ciencias de la computación )' licenciado en arqueología. Estudios de maestría de Asia y Á frica con especialidau en China en El Cokgio de México. Investigador del IN.III , dirige el proyecto "Desarrollo de aplicaciones de computación en argueología".
PAIlA LEER MAs ...
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s a n
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L ti U
p e a
1. El Bloque de Cascajal , ca. 900 a.C. , contiene secuencias lineales de signos jeroglíficos que, aunque no están descifrados , presentan patrones repetitivos que sugieren la presencia de antropónimos u otro tipo de nombres propios. El hallazgo de este bloque en las cercanías de San Lorenzo reaviva la sospecha de que los olmecas fueron la primera sociedad mesoamericana en usar un sistema de escritura , si es que, como suponen varios estudiosos, se trata de una inscripción prehispánica y no de manufactura reciente , algo que por el momento es difícil de evaluar en un sentido o en otro. FOTO. PONCIANOORnz
La interpretación de la escritura
La lectura de lo indescifrable
ERIK VELÁSQUEZ GARCIA
Aunque el desciframiento de
los jeroglíficos mayas ynahuas
pudo haber tenido lugar hace
cien años, la comprensión sis
temática de cómo funciona
ban y eran leídos es producto
de una serie de revoluciones
científicas recientes, cuando
se adoptó un método com
probado en el estudio de otros
sistemas de escritura.
LA INTERPRETACiÓN DE LA ESCRITURA I 77
DOSIER
De acuerdo con Roger D . Woodard (2004), todaescritura es un medio gráfico para registrar el habla hu
mana. Así las cosas, el sumerio sería el idioma documentado más temprano de que tenemos noticia, pues sus hablantes fueron los primeros seres humanos en desarrollar un sis tema de escritura hacia 3200 a.c., en el sur de Mesopotamia. E l hallazgo en Veracruz del Bloque de Cascajal (fig. 1), que fue dado a conocer en 2006, sugiere que los pueblos mesoamericanos contaron con medios de escritura al menos desde 900 a.c., si bien solamente de los sistemas maya y náhuad tenemos un grado avanzado de comprensión. D urante los últimos dos siglos, los estudiosos de diversas partes del mundo han podido descifrar antiguos sistemas de escritura que fueron usados en el Cercano Oriente y la Cuenca del Mediterráneo. A excepción de la escritura lineal b micénica, el desciframiento siempre fue
alcanzado con la ayuda de un biesm'to, esto es, un texto redactado en dos sistemas distintos de escritura. Otros requisitos normalmente esgrimidos para descifrar un sistema de escrirura son con tar con un corptlS de textos abundante, así como con una idea cer tera sobre el idioma que está representado.
CO"JCEPTOS R\SJCOS PAR,,\. r:5TCDL\R SlSTE\L\~
DE ESCRITL'R"\
La experiencia obtenida del desciframiento de los sistemas de escrirura del Viejo Mundo muestra que todos funcionaban con al menos dos de las siguientes categorías de signos: a) logogramas, que representan palabras completas o morfemas (la unidad lingüística más pequeiia con significado) y tienen valor tanto conceptual como fonético; b) fonogramas, que representan sonidos del habla, ya sea sílabas,
consonantes o vocales, y sólo tienen valor fo nético; y c) determinativos, que se utilizan para definir el sentido preciso de algunos signos, y tienen valor conceprual pero no fo nético; d) diacríticos, que sirven para definir ciertos rasgos prosódicos o de p ronunciación, como nuestra diéresis yacentos ortográficos; y d) atlxiliares, que ayudan a la mejor comprensión del texto, como nuestros signos de punruación. Los sistemas maya y náhuad trabajaban principalmente con logogramas y signos silábicos (silabo gramas) abiertos (figs. 5 y 9), esto es, de estrucrura V (vocal) o CV (consonante más vocal), por lo que caen en la categoría de escrittlras logosilábicas. D ebido a que sus caracteres guardan un alto grado de figuratividad o iconicidad, se les considera escrituras jeroglíficas.
Cabe advertir que los especialistas del siglo XIX usaban el término ideograma para referirse a los logogramas, pero ac tualmente dicha palabra es evitada entre los
~I 2a . Las glosas que Landa puso junto a su "alfabeto" son la mejor prueba de que, como proponía Knorozov, los signos silábicos mayas de este documento reproducían los nombres de las letras españolas. En este ejemplo Landa le pidió a Chi que le escribiera la palabra "lazo" (le ' en maya yucateco). Cuando vio que Chi sólo puso un signo (el silabograma le), le hizo "entender que son dos letras": </> y <e>, por lo que el obediente amanuense maya escribió la secuencia de signos silábicos e-Ie-e antes del le que habia colocado primero. La glosa que puso Landa es: <e-L-e-Ié>.
2b. En este ejemplo, Landa le pidió a Chi que le escribiera la palabra "agua" (ha ' en maya yucateco) , por lo que el amanuense indígena le puso un silabograma ja , que tiene forma de media luna. Al ver Landa que sólo se trataba de un signo, hizo la observación de que la palabra ha ' comienza con la letra <h>, por lo que el escriba maya lo complació escribiendo la secuencia de signos silábicos a-ehe antes del ja que habia colocado primero. La glosa que puso Landa es: <A-ha>.
2. El "alfabeto" de fray Diego de Landa es el ejemplo de biescrito más famoso de Mesoamérica , pues ha servido como clave para descifrar la escritura maya. Contiene un puñado de signos silábicos cuyos sonidos coincidian con los nombres de las letras del abecedario español. Se cree que el informante de Landa fue Gaspar Antonio Chi , un famoso miembro de la nobleza indígena. En 1880 fue descalificado por ser considerado una "fabricación española", pero más de siete décadas después Yuri V. Knorozov demostró su validez como fuente para comprender la escritura maya.
2e. La tercera glosa que acompaña al "alfabeto" de Landa no pudo ser comprendida por los estudiosos modernos sino hasta 1982, cuando Kathryn Josserand y Nicholas Hopkins observaron que el amanuense maya escribió una sorprendente expresión fonética de su frustración: ma-i -ne-k'a-ti , ma[1 ink'áati, 'no quiero'. La glosa que puso Landa es: <ma-in-ka-ti> .
78 I ARQU EO LOGíA MEXICANA
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especialistas en teoría de la escnitlra o gramat%gía (ciencia de las escrituras), en virtud de que conlleva la engañosa creencia de que en los sistemas de escritura pueden existir signos que transmiten ideas sin mediación de las palabras. De acuerdo con el reconocido sinólogo Jerry Norman (1988), "la noción que algunas veces es encontrada en el sentido de que los caracteres chinos en alguna forma platónica representan ideas más que palabras chinas específicas, es evidentemente absurda". Otro término innecesario es el de pictograma, que a veces se emplea como sinónimo de ideograma. La razón por la que esa palabra no se utiliza entre los estudiosos de la escritura reside en que no nos dice nada sobre la jtlflción de un signo, ya sea logograma, fonograma o determinativo, diacrítico o auxiliar. Finalmente, existen símbolos como los de las estaciones del metro o el cuchillo y el tenedor cruzados en los directorios de los hoteles, que transmiten conceptos en un contexto cultural plurilingüe. Ignace J. Gelb (1952) los llamó semasiogramas, pero los teóricos actuales dela escritura no suelen considerarlos lo suficientemente estandarizados para concebirlos como 10-gogramas. Más bien constituyen un código de comunicación pictórico no verbal, pero ajeno a la escritura.
Es preciso señalar que en el caso de los códices nahuas la escritura casi se restringe a fechas, numerales r nombres propios Ougares r personas), por lo que más de 90% de esos manuscritos es ocupado por un discurso de tipo iconográfico que no reproduce la lengua hablada. Como no se trata de un estilo pictórico naturalista, sino conceptual r altamente codificado, los términos lengllaje pictográfico o pictografía narrativa podrían ser adecuados en ese contexto, siempre )' cuando se precise que se trata de un sistema de comunicación distinto al dela escritura, aunque complementario y paralelo. Cada uno de esos sistemas tenía sus propias reglas y recursos, de tal modo que para poder estudiarlos necesitamos métodos distintos: la epigrafía, la lingüistica y la teoría de la escritura para los textos jeroglíficos, mientras que para las escenas pictográficas pueden ser de utilidad la historia del arte, la iconografía o la semiótica de las imágenes.
[*bul-Iu-ku, buluk, 'once' (Knorozov). Códice de Oresde. p. 19a.
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'.~~~C: ~r~~~ ", ~ t, r;:¡P . __
~ ' :~~~:: .j d) ~ , ,!\r, ' i.~ ••• &.....1 ' .. ~ ~r~. _ __ ® ~ .
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ku-Izu, kutz, 'pavo silvestre' (Thomas y Knorozov). Códice de Oresde. p. 17c.
k' u-k' u, k'uk', 'quetzal' (Thomas y Knorozov). Códice de Oresde. p. 16c.
Izu-Iu, tzul, 'perro' (Knorozov). Códice de Oresde. p. l3c.
3. Yuri V. Knorozov, apoyado en estos ejemplos del Códice de Dresde, propuso que entre las reglas de composición de los escribas mayas estaba el enlazar secuencias de signos silábicos CV-CV, pero sin leer la vocal del último silabograma escrito : CVC(V). Esta voca l, muda por lo común, era idéntica a la vocal precedente, fenómeno que bautizó como principio de sinarmonía vocálica.
LA INTERPRETACiÓN DE LA ESCRITURA I 79
DOSIER
LOS BIí~CR1TOS ME.50AMERIG \NOS
Las escrituras maya y náhuatl cuentan con biescritos que fueron producidos en e! siglo XVI. Se trata de una serie de textos cortos escritos con alfabeto latino, que servían para glosar o explicar e! valor logográfico o fonético de los jeroglíficos indígenas. El ejemplo más reconocido de biescrito es e! llamado "alfabeto" de fray Diego de Landa (fig. 2), recabado por este mismo sacerdote en algún momento entre 1549 y 1562, aparentemente con la idea errónea de que se trataba de un abecedario. Hacia 1566 Landa lo incluyó en e! capítulo 110 de una obra cuyo útulo se desconoce, mientras trabajaba como maestro en e! convento de San Juan de los Reyes, Toledo. En un momento que ignoramos del siglo XVII, algún funcionario de la Corte de Madrid escribió un extracto de la obra de Landa. o conocemos los motivos precisos que inspiraron la ejecución de esta nueva obra, que lleva como útulo Relación de las cosas de Yucatán. Según Tsubasa Okoshi, en esta última e! "alfabeto" de Landa pasó a formar parte de! capítulo 39. La Relación fue redescubierta en 1862 por e! abate Charles Étienne Brasseur de Bourbourg en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia de Madrid . El propio Brasseur la pu blicó dos años más tarde y desde entonces ha gozado de múltiples eeliciones. Los cartuchos jeroglíficos de los días y de los meses mayas que contiene enriquecen con más signos al "abecedario" de Landa.
Por su parte, tenemos una pléyade de biescritos nahuas que se encuentran en cóelices indígenas como e! Azcatitlan, Mendocino, Osuna y Tepetlao:¡foc, por mencionar algunos. Sus glosas alfabéticas en náhuatl fueron escritas o elictadas por tlacuilos expertos en las convenciones de la escritura logosilábica. Los destinatarios para los que fueron hechas esas glosas eran los funcionarios y administradores españoles de aquel tiempo, que no comprendían el sistema de escritura nativo.
Aunado a la existencia de esos biescritos, así como a la certeza de que aquellas escrituras plasmaban respectivamente algún ielioma mayance y náhuatl, ambos sistemas cuentan con cientos y aun miles de ejemplos, aunque en el caso de los nahuas la inmensa mayoría son documentos colo-
80 I ARQUEOLOGIA MEXICANA
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.~ (')0 .~ I~ ' .. ~ 4. En 1937 Hermann Beyer presentó esta lámina que atestigua una secuencia recurrente de signos en las inscripciones de Chichén Itzá. En 1968 David H. Kelley, apoyado en las ideas de Kno
rozov, pudo leer esta secuencia como k'a-k'u-pa-ka-Ia. K'a[h]k' Upakal, nombre de un personaje mencionado en las fuentes escritas del siglo XVI. La comparación de este tipo de combinaciones repetitivas de signos recibe el nombre de análisis estructural. Mediante él puede descifrarse el valor de signos desconocidos y reconstruirse confiablemente textos ya perdidos. Un modelo ejemplar de este tipo de análisis es el ensayo Ten Phonetic Syllables (1987), escrito por David S. Stuar!.
niales. Es preciso decir que también existen cóelices de! siglo XVI que fueron pintados y glosados por mixtecos y zapotecos, así como quizá por cuicatecos, otomíes y otros grupos mesoamericanos. o obstante, la mera existencia de estos biescritos no implica e! desciframiento automático de esos otros sistemas de escritura,pues es precisodominar las herramientas y técnicas necesarias para aprovecharlos adecuadamente, y elichos métodos no son otros que los que ya han probado su eficacia en otras partes del mundo. Por otra parte, no siempre están anotados en sus idiomas vernáculos, sino que lo pueden estar en alguna lengua franca como el castellano o el náhuatl, por lo que en esos casos sus glosas no constituirían lecturas directas de los signos, sino sólo paráfrasis de sus valores lago fonéticos originales. En otras ocasiones, pintores cuya habla materna no era e! náhuatl quizás escribían topónimos en eseielioma, pues durante e! siglo A'VI era usado como lengua franca. Finalmente, los estudiosos de los códices muchas veces han quedado confunelidos por e! hecho de que una buena parte de! inventario de signos de todos esos sistemas del Posclásico Tardío suele traslaparse. Ello se debe a que se trata de escrituras que pertenecen a la misma familia gráfica, pero como elice Maurice W. M. Pope (1999), dos lenguas eliferentes no pueden tener el mismo sistema de escritura.
FONETISTAS CONTRA ANTIFONET1STr\ S EN LOS ESTem OS J\L\YAS
Cuando e! llamado "alfabeto" de Landa fue publicado, un temprano grupo de estudiosos intentó aplicarlo en la investigación de la escritura maya. En 1876 un especialista en sistemas de escritura de! mundo, llamado Léon de Rosny, se percató de que, además de los signos fonéticos, los mayas usaban ideogramas (logogramas), a los que identificó como las "figuras y algunas señales de las mismas" que menciona Landa. En esto coincidiría con su contemporáneo Cyrus Thomas (1893), quien opinaba que la escritura maya era un sistema con ideogramas (logogramas), pero también con un alto número de signos fonéticos. Thomas predecía que con e! tiempo los epigrafistas iban a encontrar diferentes signos para expresar el mismo sonido, fenómeno que hoy hemos comprobado. A cada uno de esos signos elistintos pero con e! mismo valor fonético lo llamamos alógrafo (figs . 5 y 9). Con ayuda de los signos que aparecen en Landa, yvaliéndos e de la comparación entre textos e imágenes, Thomas pudo leer los cartuchos jeroglíficos de kut'{, 'pavo' (fig. 3), k'uk', 'quetzal' (fig. 3), mo'o ', 'guacamaya', otoch, 'casa', y u/e', 'su lazo'. Pero a pesar de que estos desciframientos son correctos, y de
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que poseía la visión más clara que cualquier persona de su época podía tener sobre la escritura maya, la mayoría de sus lecturas eran incorrectas, pues éstas se basaban en una identificación errónea tanto de los signos como de los objetos representados.
Sus errores fueron señalados en 1893 por e! gran sabio alemán E duard Se!er, quien no sólo se opuso a las lectu.ras incorrectas de Thomas, sino que sostuvo la idea de que las escrituras mesoamericanas eran básicamente ideográficas, y que los indígenas sólo desarrollaron el fonetismo que apreciamos en e! "alfabeto" de Landa durante la época colonial, instigados o inspirados por los frailes. Se!er se apoyaba en las teorías de Philip J. J. Valentini, quien en 1880 propuso que los signos fonéticos indígenas fueron inventados en e! siglo XVI,
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ción. La autoridad intelectual de Se!er, así como e! éxito obtenido por otros estudiosos alemanes en e! ámbi to de! desciframiento numérico y calendárico, inhibieron durante largas décadas la lectura de los 10-gogramas y fonogramas mayas.
EL APROVECI iAMIENTO CORRECTO DEL BlESCRlTO ~IAYA
Una revolución científica tuvo lugar en 1952, cuando e! inves tigador soviético Yuri V Knorozov publicó un trabajo titulado "La escritura antigua de América Central" . Knorozov era un especialista en los estudios comparativos de diversas escrituras de! mundo (gramatología). Propuso que los jeroglíficos de! "abecedario" de Landa tenían exactamente el valor fonético que e! fraile les atr ibuía, sólo que
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~~@ 5. El si labario maya (del que se ve un fragmento) es producto del trabajo de muchos epigrafistas del mundo. En él están incluidos los signos del "alfabeto" de Landa, que se han enriquecido con muchos otros fonogramas gracias al desciframiento moderno. Se trata de un si labario de tipo abierto , ya que se compone de signos que representan vocales (V) y sonidos de consonante más vocal (CV). Hay algunas casillas de este silabario que contienen dos o más alógrafos, es decir, signos diferentes que se pronunciaban igual. Por ejemplo, hay 5 alógrafos para ba y 9 para u .
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no eran alfabéticos, sino silábicos. La clave residía en que los nombres de las letras de! abecedario español eran silábicos, de tal forma que cuando Landa le solicitó al amanuense maya que le escribiera la letra < b>, és te le puso e! silabograma < be >; cuando le pidió la letra < t>, su informante le proporcionó el signo silábico < te>, y lo mismo pasó con la letra < p> , que fue escrita con e! fonograma < pe>, etcétera. Las pruebas de esta mala comprensión entre e! fraile y el escriba maya pueden encontrarse en los mismos ejemplos explicativos que incluyó Landa (figs. 2-2c).
Con base en e! "alfabeto" de! religioso español, Knorozov formuló algunos desciframientos correctos, entre los cuales se encuentran el de! número 'once' o b"Juk (fig. 3) Y el de! sustan tivo 'perro' o tifil (fig. 3). E l p ropio Knorozov reconocía que una parte de sus lecturas ya habían sido mencionadas por Thomas, a quien admiraba. Lo novedoso de la aportación del soviético es que sistematizó las propuestas de los antiguos fonetistas, al tiempo que las dotó de un susten to teóri co y metodológico. D e acuerdo con I<norozov, e! sistema maya era de tipo morfémi ca (logográfi co) y silábico, con taba con ciertas reglas de composición precisas, como por ejemplo la construcción de palabras mediante secuencias de signos silábicos (fig. 3), y h acía uso de complementos fonéticos que se unían a algunos 10-gogramas para res tar ambigüedad a la lectura (fig. 7).
Aunque durante varios años las ideas de I<norozov fueron e! blanco de un sinfín de descalificaciones encabezadas por J. Eric S. Thompson, seguidor de las hipó tesis de Valentini y Se!er, e! trabajo de todos los epigrafistas de! mundo iba a demostrar con e! tiempo que la escri tura maya era efectivamente un sistema logosilábico, semejante a otros sistemas jeroglíficos de! mundo.
E n 1968 D avid H . Kelley utilizó las propues tas de I<norozov para descifrar e! antropónimo K'ahk' Upakal (fig. 4), que desde 1937 ya había sido aislado de diversos monumentos de piedra por Hermann Beyer, quien a su vez mostró que se trataba de una combinación recurrente de signos. Era un ejercicio comparativo entre todos los ejemplos conocidos en e! cor-
LA INTERPRETACiÓN D E LA ESCRITURA I 81
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6. La transliteración consiste en representar con letras latinas cada signo escrito en los sistemas logosilábicos. Se realiza con negrillas , distinguiendo los logogramas con mayúsculas de los signos silábicos con minúsculas, como en yi-IL-Ia-ja y tla-TLATEL-ko. La transcripción es la representación con letras latinas de cada palabra pronunciada por los lectores mayas o nahuas y se anota con cursivas, como en yi/aj, 'él lo ha visto', y Tlatel[o~ko, cuya glosa del siglo XVI era: <Tlatelolco>. Estas técnicas de trabajo son comunes en los estudios sobre escrituras del Viejo Mundo, pero su aplicación en los sistemas mesoamericanos fue propuesta apenas en 1988 por George E. Stuar!. a) Estela 13. Uaxactún, Guatemala. b) Códice Xó/otl, Lám. 6.
pus, donde aparece la secuencia de silabogramas k' a-k'u-pa-ka -Ia . Conviene decir que ese tipo de análisis, que se enfoca en secuencias completas de grafías y no en signos aislados, recibe el nombre de método estructural. Su aplicación sistemática durante las últimas tres décadas fue la pieza central de una segunda revolución en el campo de la corriente fonética de la epigrafía maya, que ha permitido descifrar de forma acelerada la mayor parte del
silabario (fig. 5) . Al cabo de algunos años, la propia inercia del desciframiento generó la necesidad de refinar las técnicas de transli teración y transcripción de los textos jeroglificos (fig. 6) , pero una revolución todavía más rotunda comenzó en 1998, cuando los epigrafi stas comenzaron a trabajar en colaboración estrecha con los lingüistas a fin de comprender la gramática de las inscripcio nes mayas (véase recuadro).
FONETISTAS CONT~\ l\NTIFONETIST,\S EN LOS ESTCDIOS NAHL1r\S
Entre 1849 Y 1851 el estudioso francés Joseph Marius Alexis Aubin publicó un interesante libro sobre la escritura del náhuatl (cuya versión completa sería dada a conocer hasta 1884) donde utilizó ejemplos glosados de algunos manuscritos coloniales, como el Códice Vergara y los mapas Tlotzin
UNA NUEVA REVOLUCiÓN EN LA INTERPRETACiÓN DE LA ESCRITURA MAYA
El desciframiento de la escritura maya estaba tan avanzado en 1998, que los epigrafistas vieron la oportunidad de aclarar de una vez por todas cuál de todos los icliomas mayances es el que está representado en las inscripciones, y cómo era su gramática. Para lograr esos propósitos comenzaron a trabajar en colaboración con los lingüistas )' a ver a los textos jeroglíficos como fuentes directas para comprender la historia de las lenguas mayances. En el año 2000 Stephen D. Houston,john S. Robertson )' David S. Stuart llegaron a la conclusión de que los antiguos mayas escribían en sus signos de prestigio que estaba emparentado con el ch'olti' de la época colonial)' con el ch'orti' moderno. Aunado a esto, desde 1998 han sido aclarados mu)' cliversos aspectos relacionados con la fonologia (estuclio de los fonemas de la lengua), la morfologia (estudio de la estructura formal de las palabras) )' la sintaxis (estuclio del orden de las palabras dentro de las oraciones) de ese antiguo idioma registrado en los jeroglíficos. Gracias a ello, hoy podemos traducir con más refinamiento lo que los mayas antiguos escribieron con sus glifos. Por tomar un ejemplo, los epigrafistas ahora saben que los mayas del Clásico contaban con un sistema de cuatro voces verbales: la voz activa (a), que requiere de un sujeto \. de un objeto directo,)' las voces pasiva (b), me
cliopasi\'a (e) y antipasi\'a (d), que sólo tienen un sujeto:
82 I ARQU EOLOGíA MEXICANA
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a voz activa
(propuesta por Victor R. Bricker en 1986) u-TZAK-wa
utzak[alll1 'el lo conjuro'
fMTZUTZ 0 -- ---YI
voz mediopasiva (propuesta por Stephen D. HOllston, ¡hon S.
Robertson y David S. Stuart en 2000) TZUTZ-yi
tzutzluulyo tzutzlulyi 'ello se terminó'
mm- :: .. .... chu
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. - .. .. .. .. - .... -ka
b voz pasiva
(propuesta por Alfonso Laeadens en 2004) chu-ka-ja chu [hlkaj
'el fue capturado'
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a voz antipasiva
(propuesta por Alfonso Laeadena en 2000) K' AL-wi-TUN
k'al[aalw 'el ató-pied ra'
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7. Uno de los recursos más comunes en los sistemas de escritura es el de los complementos fonéticos , que consiste en añadir un fonograma a un logograma a fin de proporcionar una pista para leerlo correctamen
te. Un ejemplos en nuestro sistema es el dellogograma <3>, 'tres', con un complemento fonético <a> (3"), para leerlo 'tercera' en vez de 'tres'. WINIK-ki , witnik , 'hombre'o'persona' .AWEWE-we.Awéwé[panj, <glosa del siglo XVI: Ahuehuepan>. a) Es
tela 51 , Calakmul , Campeche. b) Códice Mendoza, f. 24v.
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y Quinatzin. Aubin descifró alrededor de un centenar de signos y llegó a la conclusión de que los nahuas tuvieron una escritura silábica. No obsrante, la comprensión de ésta no avanzó sino hasta 1888, cuando Zelia Nuttall, inspirada en su comparación con la escrirura egipcia, propuso que los silabogramas nahuas algunas veces podian funcionar como signos complementarios de ideogramas (logogramas), proporcionando una pista fonética para despejar posibles ambigüedades en la lectura (fig. 7).
Los desciframiento s de estos fonetistas tempranos fueron ignorados o descalificados desde los mismos tiempos de Seler, retrasando por más de un siglo la comprensión sistemática de la escritura náhuatl. Se argumentaba, siguiendo a Valentini, que todas las escrituras prehispánicas eran esencialmente ideográficas, con escaso o nulo empleo de signos fonéticos, pues sólo se llegó a reconocer el principio de rebus (fig. 8). También se decía, siguiendo a Seler, que los códices estudiados por Aubin no eran fieles representantes del sistema de escritura precolombino, ya que estaban altamente influidos por el alfabeto europeo. A esto hay que agregar que durante los siglos XIX
y x..'é la inmensa mayoría de los estudiosos de Mesoamérica estaba muy poco familiarizada con los sistemas de escritura de otras partes del mundo; de acuerdo con Marc U. Zender (2008), ello propició que ocasionalmente confunclieran la escrirura jeroglífica con las imágenes no verbales de los códi-
ces (pictografia narrativa), impulsando definiciones amplias (no fonéticas o semasiográficas) del término escritura. Aello podría agregarse el error opuesto en el que cayeron unos cuantos investigadores, de pretender leer fonéticamente 10 que de hecho eran imágenes no verbales, de tipo iconográfico o pictográfico.
EL " \PRO\'CC! L \~llEl'\TO CORRl cCTO OF LOS HIE~C:RIT()S N AtTl .AS
La comprensión sistemática de la escrirura náhuatl, que no pudo ser alcanzada durante los tiempos de Aubin, apenas lo fue en los últimos años por el historiador español Alfonso Lacadena. Gracias a su conoci-
miento ddidioma náhuarl, a su larga experiencia en el desciframienlo de la escritura maya y a su habilidad para comparar sistemas de escritura del Viejo y Nuevo Mundo, Lacadena pudo mostrar que no hubo dos sistemas de escl"itul"a náhuatl: unu prehispánico de naturaleza ideográfica y otro colonial, c¡ue estaba comaminado por el fonetismo europeo. Se trataba sólo de dos tradiciones regionales y contemporáneas del mismo sistema de escrirura: una que rendía a escúbil" silábicamente (Tetzcoco) y otra gue prefería transliteraciones con una mayor proporción de logogramas (Tenochtitlan y T latelolco). Ambas escuelas fuero n fieles a esos gustos idiosincrásicos, desde los ejemplos atestiguados más tempranos hasta la desaparición de ese sistema de es-
@ 8. Otro de los recursos escriturarios es el rebus , también llamado escritura de acertijos o de charada. Consiste en jugar con el valor de lectura de un logograma, queriendo significar no su sentido original o primario, sino otro sentido homófono (palabra
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distinta con el mismo sonido) o casi homófono, pero más dificil de representar. a) En maya, ellogograma BAH, baah, 'tuza', en un contexto donde puede significar 'asi mismo, cabeza, cuerpo, frente , imagen' o 'ser (humano)', palabras que también se decian baah. b) En náhuatl , ellogograma TZIN , tzTn[tli]. 'ano' o 'asentaderas', en un contexto donde significa un morfema diminutivo o de respeto, que se pronunciaba -tzin , como en el caso del topónimo AKA-TZIN , Akatzin[tit la']. <glosa del siglo XVI:
Acatzintitla>. a) Marcador del Juego de Pelota, Tikal , Guatemala. b) Códice Azcatitlan, Lám. XI.
LA INTERPRETACiÓN DE LA ESCRITURA I 83
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critura en el siglo XVII. Una prueba de que se trataba del mismo sistema puede inferirse del simple hecho de que los jeroglíficos escritos por un tlacuilo del área de Tetzcoca algunas veces eran glosados o leídos para los funcionarios españoles por escribas indígenas de Tenochtidan, pues se trataba de documentos legales. Es preciso señalar que los tlacuilos de esta última ciudad no parecen haber tenido díficultad para entender lo que escribieron sus colegas.
Lacadena sostiene que la escritura náhuad era un sistema lago silábico semejante en funcionamiento a las escrituras japonesa, lineal b rnicénica, luvita jeroglífica y maya. Y en opinión de Zender (2008), estas afirmaciones son indiscutibles dada la cantidad abrumadora de ejemplos existentes. Por lo tanto, hoy sabemos que la escritura náhuad contaba con todos los elementos de cualquier sistema de escritura: un repertorio de signos, una serie de recursos
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9. El primer silabario náhuatl fue publicado por Al fonso Lacadena en 2008. En él están incluidos los signos fonéticos reconocidos por Joseph Marius Alexis Aubin (1849-1851), pero refinados con las técnicas modernas del desciframiento, ya que algunos no eran si labogramas, sino logogra-mas. Signos si lábicos nuevos han sido descifrados por Lacadena. Se trata de un silabario de tipo abierto, ya que se compone de signos que representan vocales (V) y sonidos de consonante más vocal (CV). Igual que en el caso maya, hay algunas casillas de este si labario que contienen dos o más alógrafos. Por ejemplo, hay 2 alógrafos para ka y 2 para te.
84 / ARQU EOLOGrA MEXICANA
escriturariosy ciertas reglas de composición, que funcionaban del mismo modo tanto en Tenochtidan como en Tetzcoco. El repertorio de signos se componía de logogramas y silabogramas; los primeros representaban sustantivos, adjetivos o verbos en su estado más elemental, sin sufijos temáticos como -ti, -di o -ji (morfemas), mientras que los segundos eran vocales o silabogramas abiertos (fig. 9). Los recursos escriturarios eran el uso de complementos fonéticos (fig. 7) y el principio de rebtls (fig. 8), mientras que las reglas de composición incluían la utilización de alógrafos (figs. 5 y 9), la agrupación de los signos en bloques de signos con formato de emblema (figs. 6, 7, 8 y 10), la inexistencia de un orden fijo de lectura dentro delos mismos bloques (si bien favoreciendo el orden de derecha a izquierda y de abajo h acia arriba) , así como un par de convenciones de abreviación, que consistían en abreviar en medio (síncopa) (fig. 10d) o al final de la palabra (stl.rpemión) (fig. lOe), a\lnque ambos tipos de abreviarura sepuedencombinaren el mismo ejemplo. Como afirma Zender (2008), en la escritura náhuad se permite un mayor grado de abreviación que en la maya, y en ese rasgo se parece más a la uneal b micénica.
Dado que la propuesta de Lacadena es tan revolucionaria, quizá se enfrente al escepticismo de algunos académicos que no están entrenados en el estudio de la escritura. No obstante, es seguro que no será el blanco de oposiciones tan agresivas como las que experimentaron Aubin, Thomas y Knorozov, pues la experiencia obtenida del desciframiento de la escritura maya y de otros sistemas semejantes del mundo nos ha preparado para comprender mejor el caso de los nahuas.
CONCU.':SIONES
El desciframiento de las escrituras maya y náhuatl debió haber tenido lugar hace muchas décadas. Su rezago obedece a que la mayor parte de los estudiosos de Mesoamérica no contaba con preparación en el ámbito de la epigrafía y la teoría de la escritura (gramatología), por lo que durante casi un siglo se vio influida por las hipótesis ideográficas que se cultivaron al amparo de la autoridad académica de Se-
10a. Logograma WEPAN, we 'pSn[(m)itl], 'viga' o 'travesaño', incluido en TLAKA-WEPAN, TlSkawe 'pan, <glosa del siglo XVI: Tlacaquépan>.
1 Ob. Substitución silábica: we-pa, we[']pa[mitl]; <glosa del sig lo XVI: huepa>.
10c. Entre las reglas de composición estuvieron las de abreviatura. Éste es un ejemplo no abreviado: XIKO-ko-o, Xiko[']. <glosa del siglo XVI: Xico>.
10d. Abreviatura por síncopa: xa-ko, Xa['kal]ko, <glosa del siglo XVI: Xacalco> .
10e. Abreviatura por suspensión : pi-a, Pia[stISnj: <glosa del siglo XVI: Piaztlan>.
10. Para comprobar el desciframiento de un logograma necesitamos un ejemplo donde éste se encuentre escri to silábicamente.
GLOSARIO
alógrafo: signos distintos pero con el mismo valor fonético.
antropónimo: nOl11br~ propio de persona. biescrito: texto redactado en dos sistemas d istin
toS de escritura, como la fa mosa piedra de Rosena.
cartucho jeroglífico: caracteres encerrados en un bloque y que deben leerse en conjunto.
determinativos: signos que se utilizan para defin ir el sentido preciso de algunos caracteres, y que tienen valor conceptual pero no fonéti co; son habituales en las escritura s egipcia y china.
escritura lineal b micénica: escritura de tipo silábico usada en Micenas entre los siglos XV! a XI a.c., cuyo sentido era horizontal, de izquierda a derecha.
escritura luvita jeroglifíca: escritura en una lengua de un antiguo pueblo de Anatolia, en Asia Menor.
escrituras logosilábicas: sistemas de escritura que se basan en el uso conjunto de logogramas y signos silábicos.
fonética: es tudio de los sonidos de un idiom a, sea en su fisio logía y acústica, sea en su evolución hi stórica.
fonogramas: signos que representan sonídos del habla, ya sea sílabas, consonantes o vocales, )' sólo tienen valo r fonético.
fonología: estudio de los fonemas de la lengua. ideograma: jeroglífico que en la escritura de
ciertas lenguas significa una palabra o mor-
fc ma determinados, sin rep resenra r cada un a de sus síl abas o fonemas; ha sido sustituido por el tér mino logograma.
logofonético! adjetivo que significa que algo está escrito mediante logogramas )' fo nogramas,
logográfico: signo que representa una imagen. logogramas: signos que representan palabras
completas o morfemas (la unidad lingüísti ca más pequeña con significado) y tienen valo r tanto conceptual como fonético.
método estructural: análisis que se enfoca en la comparación de secuencias completas de jeroglíficos y no en signos aislados.
morfología: estudio de la estructura formal de las palabras.
principio de rebus: consiste en el uso de signos logográfi cos que representan palabras homófonas o casi homófonas.
semasiogramas: símbolos pictóricos no verbales, pero convencionales y conceptuales, aunque ajenos a la escritura (ejemplo: los iconos de las es taciones del metro de la ciudad de México) .
silabario: conjunto de los signos silábicos de ciertas escri turas.
silabogramas: signos silábicos. síncopa: convención que consiste en abreviar en
medio de una palabra. sintaxis: estudio del orden de las palabras den
tro de las oraciones. suspensión: convención que consiste en abre
viar al fi nal de una palabra.
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ler. No es casualidad que todos los investigadores que se han opuesto al paradigma antifonetista hayan contado con un amplio conocimiento sobre sistemas de escritura de o tras partes del mundo. Gracias a ellos, hoy podemos sustentar la tesis de que los principios mediante los que operaban las escrituras maya y náhuatl, así como seguramente los otros sistemas no descifrados de Mesoamérica, eran similares a los de cualquier escritura del mundo antiguo. Es to es, un repertorio de signos (logogramas, fonogramas y determinativos), una serie de recursos escriturarios (principio de rebusy complementación fonética) y reglas de composición (cierto orden de lectura, uso de variantes de signos, composición de las palabras y convenciones de abreviación) . No es necesario, pues, suponer que las escrituras indígenas de América constituyen un caso mi generis en la hi storia universal, como tampoco necesitamos pensar que pudieron exis tir sistemas de escritura en un sentido "amplio" (semasiográficas), que no se vinculaban con idioma alguno. ~!
Brik Velásquez Gu rda. D octor en hisLOria del arte por la Facul tad de Filosofia y Leu as de la UN.U !, donde imparte asignaturas sobre a rte prchispJÍnico r epigrafía map. Investigador dd Insrinuo de Investigaciones Esréticas de la UNAM, especialista en arte y escritura jeroglífica maya. Forma part~ dd equipo de p ro feso res de los Maya Meetings de la U niversidad de Texas, en AustÍn .
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LA IN TERPRETACiÓN DE LA ESCRITURA I 85
Mentiras y verdades EDUARDO MATOS MOCTEZUMA
¿Un astronauta en Palenque? En 1949, e! arqueólogo Alberto Ruz L'huillier, destacado mayista, encontró en e! interior de! Templo de las Inscrip
ciones de Palenque, Chiapas, una escalera que conducía hasta una cámara mortuoria
que contenía e! sarcófago en piedra de un soberano maya. E l sarcófago estaba cubierto por una lápida con una serie
de motivos, misma que pudo ser levantada con la ayuda de gatos mecánicos e! 27 de no
viembre de 1952 y debajo de ella había una tapa de piedra, la que una vez removida dejó
ver los restos óseos y parte de! ajuat funetado de K'inich ]anahb' Pakal (603-683 d.C.),
quien gobernó Palenque hasta su muerte. Aunque en sus
primeros informes Ruz se refirió a la lápida como un "al
tar", la duda quedó despejada una vez que se constató su ca
rácter de tumba, como antes
se dijo (Ruz, 1973).
88 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
El Templo de las Inscripciones está formado por nue
ve cuerpos superpuestos que aluden a los nueve pasos al inframundo. La escalinata interior conduce hacia e! poniente,
siguiendo e! movimiento solar. Después de un descanso, con
tinúa hacia e! oriente, trayecto que sigue e! Sol en e! inframundo, para llegar finalmente frente al acceso a la cámara mortuoria. En su interior, tanto e!
sarcófago como la enorme lápida de piedra caliza tienen una
serie de magníficos labrados que nos hablan de! pensamien
to maya acerca de la vida y de la muerte. En e! caso del primero, en sus costados norte y sur se ven las representaciones de los padres del gobernante enterrado. Diversas imágenes representan a otros ancestros, como su abuelo materno y su
bisabuela paterna, y otros más que completan ocho persona
jes, todos asociados a plantas
frutales como nance, cacao, guayabo, zapote y aguacate (De la Garza, Bernal y Cuevas, 2012). En cuanto a la lápida,
vemos cómo la figura central muestra a un hombre joven recostado sobre tres símbolos
importantes: una flor, un caracol y lo que parece ser un grano de maíz. De ser así, los tres elementos guardarían estrecha
relación con la fertilidad y la vida. Del personaje recostado - que representa a Pakal-, surge una planta cruciforme que
se eleva r sobre ella reposa un ave. A su vez, debajo del per
sonaje tenemos un rostro descarnado, rodeado de huesos de lo que podría ser el lugar de los
muertos, Xibalbá, según el pensamiento quiché. Precisamente de este lugar óseo va
emergiendo el gobernante. Toda la escena es tárodeada por una banda de glifos.
Ahora veamos la manera en
que se ha interpretado la escena por especialistas del mundo maya:
Pero exisre una novena repre
semación de un gobernante
vinculado con un árbol. Se tra
ta de la imagen del propio
K'inich Janahb' Pakal en la lá
pida del sarcófago, donde él
aparece recostado de espalda,
con sus joyas, faldellín y cintu
rón; sobre su nariz hay un sím
bolo que represema la exhala-
Alberto Ruz Lhuíllíer explorando la crípta funeraria de la tumba de K'inich Janahb' Pakal. Templo de las Inscripciones. Palenque, Chiapas. La foto fue tomada hacia 1952. FOTO: ARCHIVO DE LA MAESTAA
CELIA GUTIÉRAEZ VDA. DE RUZ
ción del pixán, que se produce
con la muerte del cuerpo. Per
sonifica al dios Unen-K'awül
(relacionado con el maíz, ma
teria de la que provenían los se
res humanos, según el mito cos
mogónico) y sale de las fauces
descarnadas de la entidad Sak
B'aak Naah Chapaat (el waf?y o
alter ego de esa deidad). En su
CaImnO ascendente desde las
profundidades delinframundo
al que ha descendido, sigue,
como el Sol, el curso quele mar
ca un árbol cósmico axis ttltln
di, formado con serpiente bicé
falas, una con mandíbula de
cuemas de jade rubulares, la
otra con cuerpo flexible forma
do por cuentas de jade, y gran
des cabezas con mandíbulas
abiertas, de las que salen dos fi
guras de deidades, el Dios Bu
fón y K'awiil, númenes de los
atributos delgobernante, la dia
dema y el cetro maniquí, res
pectivamente. Ambas serpien
tes son símbolo del Dragón
Celeste, Itzamnaaj. Este árbol
dragón-axis ttlundi conducirá al
espíritu del gobernante hasta
las alturas celestiales, donde se
posa, sobre otra cabeza de ser
piente con mandíbula de cuen
tas rubulares de jade. Muut It
zamnaaj, aspecto de ave de esta
deidad suprema del panteón
maya clásico, el numen se re
presenta con largas plumas de
quetzal, rasgos del dios K'awül
en la cabeza y, sobre ella, el sig
no yax (agua, fertilidad, verde,
azul). Este signo se repite en la
punta del ala, e identifica a It
zamnaaj en su aspecto antro
pomorfo en algunas represen
taciones de la cerámica clásica
[ ... ]10 que confirma que el pá-
La lápida del sarcófago de K'inich Janahb' Pakal en una foto tomada por Merle Greene Robertson , que apareció publicada en 1983 en The Seulpture of Palenque, vol I : The Temple of Inscriptions. REPROGRAFiA TOMAS PÉREZ SUÁREZ
jaro serpiente es un aspecto del
dios supremo celeste. Del pico
de Muut Itzamnaaj pende un
símbolo jade-petate, "poder
precioso". El simbolismo del
descenso al mundo de los
muertos, seguido por el ascen
so al cielo, parece mas trar la
deificación del gobernante.
El cuerpo de Pakal en esta
lápida reposa sobre el gran
mascarón del Dragón Celeste
Nocturno o Monstruo Cuatri
partita, cuyo cuerpo, formado
por una banda astral, se extien
de a los lados de la lápida. Así,
esta deidad, dragón bicéfalo en
sus aspectos celeste diurno y
celeste nocturno, acoge e im
pregna de sacralidad al gober
nante muerto, para situarlo en
el nivel de las deidades (De la
Garza, Berna! y Cuevas, 2012,
pp. 111-114).
Pero, ¿qué pasó con el astronauta? Como puede verse, los investigadores serios no hacen la menor alusión al tema, pero no han faltado personas pueriles que dicen que lo que se representa es la imagen de un ex-
La lápida del sarcófago de K'inich Janahb' Pakal fue dibujada por Agustin Villagra y publicada en 1951 , en Arquitectura prehispánica , p. 998 , de Ig-nacio Bernal. FOTO: TOMADA DE BEANAl. 1999. DIGITALIZACiÓN: RAreES
traterrestre que está dentro de su cápsula espacial. Se trata de personas ignorantes que, como ocurre en muchas ocasiones, niegan el poder creativo del hombre y acuden a ideas extravagantes e irreales sin valor científico para interpretar a su manera lo que es, simplemente, obra del hombre y de su pensamiento ancestral. e:.~~
Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito dellNAII.
PARA LEER MÁS .•.
BERNA!., Ignacio, Arquitectura prebispánica, facsitnilar de las ediciones de 1951 y 1964, INAII, México, 1999.
DELA GARZA, Mercedes, Guillermo Bernal Romero y Manha Cuevas Garcia, Palenqlle.Lakalllha: filia presmcia ¡"morta/ del pasado indígel/a, Serie Ciudades, FCE/ El Colegio de México, México, 2012.
GREENE ROBERTSON , j\1[erle, The SCJllpture of Palel/qm, vol 1: Tbe Temple 01 1l/scriplions, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, 1983.
RU/., Alberto, El Templo de las 1mcripcio!1es, Palenque, iV/ éxico, Colección Científica, 7, INA H, México, 1973.
MENTIRAS Y VERDADES / 89
I Q ;t-tal: t-,: ti): I ª ;t-] NÚMERO 122
Cotnercio tnercado
S N, s: