pausa #121

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AÑO 6 - Nº 121 | SANTA FE, MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2013 EDICIÓN DE 16 PÁGINAS | PRECIO: $6 Pausa periódico quincenal Cachi Martínez ahora está con Sergio Massa: la comidilla del pase ,, Drogas: el debate sobre la jurisdicción Las necesidades de fondos de Casa Cuna La cumbia ya tiene su documental, y en cuatro capítulos para televisión De polo a polo: Adelita y sus viajeros, en camino a unir las tres Américas La reciente detención de cua- tro menores que portaban un revólver y tres chuzas dentro de la escuela reactivó el debate público sobre la violencia en las aulas. Los protocolos que propone la cartera educativa se ven sobrepasados por la realidad: “la inseguridad tiene que ver con las condiciones de vida de nuestros chicos”, re- cordó Ana María Salgado. Emprendimientos agroecológicos avanzan y buscan crearse un mercado propio en Santa Fe. Tres experiencias de producción rescatan el valor cultural y sanitario del cultivo sin agrotóxicos. Cooperación, precios accesibles y espacios compartidos para la venta son las claves de una movida que crece. “Narcomenudeo” es la pala- bra central del debate por la jurisdicción de los delitos de narcotráfico de menor cuan- tía. El Senado dio media san- ción a un proyecto para que la Justicia local se haga cargo, pero la Fiscalía ya planteó sus dudas y el gobierno, sin me- dias tintas, planteó que no es el momento para hacer esa modificación. Con 78 años de historia, la tradicional institución de los menores desprotegidos nece- sita de un mayor presupuesto para poder solucionar proble- mas edilicios estructurales. Sostenida gracias a socios y colaboradores, actualmente atiende a más de 30 niños, que esperan por una familia, con actividades deportivas y culturales. AD+ La huerta llega a la ciudad PÁG. 15 PÁG. 8 PÁG. 3 PÁG. 14 Las armas en medio de la vida escolar 10 6 12 PÁG. 5 Una nueva ola de femicidios puso en el centro de la agenda las políticas públicas sobre el tema. A pedido de la oposición, la directora provincial de Políticas de Género pasó por la Cámara de Diputados a dar explicaciones, pero no convenció. Mientras se renuevan las chicanas sin soluciones de fondo, la Policía sigue actuando bajo su propio criterio y no hay un protocolo claro de procedimiento ante una denuncia por violencia de género. En 20 meses, 45 mujeres fueron asesinadas en la provincia. ¿Quién las cuida de los violentos? Estamos en la Feria del Libro Te esperamos con sorpresas y promos en nuestro stand. El destino derrumbado de los pobres del noreste Playa Norte, Bajo Judiciales y Bajo Gada, más de 250 hectáreas de tierra y cerca de 200 familias que, hace más de 8 años, iniciaron una vida de total incertidumbre. Los cambiantes proyectos de ordenamiento urbano, el interés inmobiliario, los reclamos de seguridad, con diversos fundamentos, resultaron en la demolición de más de 30 viviendas . Sin aprobación del Concejo Municipal, sobre las casas ahora avanza el plan de un reservorio. Hay dos denuncias penales en curso contra agentes municipales: uno de ellos es el subsecretario de Seguridad Rubén Montenotte 6 y7

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Edición del miércoles 11 de septiembre de 2013

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Page 1: Pausa #121

AÑO 6 - Nº 121 | SANTA FE, MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2013 EDICIÓN DE 16 PÁGINAS | PRECIO: $6

Pausaperiódico quincenal

Cachi Martínez ahora está con Sergio Massa: la comidilla del pase

,,Drogas: el debate sobre la jurisdicción

Las necesidades de fondos de Casa Cuna

La cumbia ya tiene su documental, y en cuatro capítulos para televisión

De polo a polo: Adelita y sus viajeros, en camino a unir las tres Américas

La reciente detención de cua-tro menores que portaban un revólver y tres chuzas dentro de la escuela reactivó el debate público sobre la violencia en las aulas. Los protocolos que propone la cartera educativa se ven sobrepasados por la realidad: “la inseguridad tiene que ver con las condiciones de vida de nuestros chicos”, re-cordó Ana María Salgado.

Emprendimientos

agroecológicos avanzan y

buscan crearse un mercado

propio en Santa Fe. Tres

experiencias de producción

rescatan el valor cultural

y sanitario del cultivo sin

agrotóxicos. Cooperación,

precios accesibles y

espacios compartidos para

la venta son las claves de

una movida que crece.

“Narcomenudeo” es la pala-bra central del debate por la jurisdicción de los delitos de narcotráfico de menor cuan-tía. El Senado dio media san-ción a un proyecto para que la Justicia local se haga cargo, pero la Fiscalía ya planteó sus dudas y el gobierno, sin me-dias tintas, planteó que no es el momento para hacer esa modificación.

Con 78 años de historia, la tradicional institución de los menores desprotegidos nece-sita de un mayor presupuesto para poder solucionar proble-mas edilicios estructurales. Sostenida gracias a socios y colaboradores, actualmente atiende a más de 30 niños, que esperan por una familia, con actividades deportivas y culturales.

AD+La huerta llega a la ciudad

PÁG. 15 PÁG. 8 PÁG. 3 PÁG. 14

Las armas en medio de la vida escolar

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PÁG. 5

Una nueva ola de femicidios puso en el centro de la agenda las políticas públicas sobre el tema. A pedido de la oposición, la directora provincial de Políticas de Género pasó por la Cámara de Diputados a dar explicaciones, pero no convenció. Mientras se renuevan las chicanas sin soluciones de fondo, la Policía sigue actuando bajo su propio criterio y no hay un protocolo claro de procedimiento ante una denuncia por violencia de género. En 20 meses, 45 mujeres fueron asesinadas en la provincia.

¿Quién las cuida de los violentos?

Estamos en la Feria del Libro Te esperamos con sorpresas y promos en nuestro stand.

El destino derrumbado de los pobres del norestePlaya Norte, Bajo Judiciales y Bajo Gada, más de 250 hectáreas de tierra y cerca de 200 familias que, hace más de

8 años, iniciaron una vida de total incertidumbre. Los cambiantes proyectos de ordenamiento urbano, el interés inmobiliario, los reclamos de seguridad, con diversos fundamentos, resultaron en la demolición de más de 30

viviendas. Sin aprobación del Concejo Municipal, sobre las casas ahora avanza el plan de un reservorio.

Hay dos denuncias penales en curso contra agentes municipales: uno de ellos es el subsecretario de Seguridad Rubén Montenotte

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AÑO 6 - Nº 121 | MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 20132 PAUSA

Noticiero

STAFF

DIRECTOREzequiel Nieva

SECRETARIO DE REDACCIÓNJuan Emilio Pascual

COLABORADORESPilar Guala, Marcela Perticarari, Sergio Ferreyra, Gastón Chansard, Alan Valsangiácomo, Lic. Ramiro, Ileana Manucci, Marcelo Carballo, Juan Almará, Marcelo Przylucki, Alejandro David y Milagros Argenti

FOTOGRAFÍAOlivia Gutiérrez y Héctor Bruschini

ILUSTRACIONES“Rebo” Pérez y Fausto Botta

CONTACTOSTel: (0342) 154 344 [email protected]

Registro de la propiedad

intelectual N° 667.887.

Los artículos firmados no reflejan

necesariamente la opinión del editor.

Pausa es un medio asociado a:

Elecciones 2013

Convenio de la UNL con Entre RíosComo un paso más en la inclusión

de las personas con discapacidad, se presentaron los dos equipos di-gitales móviles, uno destinado a la ciudad de Rosario y otro a Santa Fe, para la toma de trámites de DNI y pasaporte a domicilio para aque-llos impedidos de movilizarse has-ta un Centro de Documentación Rápida (CDR) del Registro Civil de la provincia. El costo del trámite es el mismo que en las oficinas (35 y 400 pesos para DNI y pasaporte, respectivamente).

El acto se desarrolló en el salón Dorado del ex Hospital Italiano, donde funciona la Subsecretaría de Inclusión para Personas con Disca-pacidad de la provincia. Su titular, Silvia Tróccoli, dijo: “Esto es un paso más que se viene realizando desde el gobierno provincial, para que la inclusión sea una realidad”. “Se tienen los pedidos de personas que no pueden movilizarse para te-ner su documento, que es necesario para la presentación en su obra so-cial. Hasta ahora los hicieron como pudieron, ahora tienen un disposi-tivo de accesibilidad domiciliaria”, expresó la funcionaria.

Asimismo, la subsecretaria ma-nifestó que los equipos “vienen de la mano de otros avances realiza-dos, como las juntas evaluadoras

de discapacidad, que también van a domicilio para aquellos que no pueden movilizarse”.

Tróccoli mencionó que al momento de asumir “había solo ocho juntas evaluadoras y hoy llegan a 49” y remarcó la existencia de una “en la Cuña Boscosa”. “Estas son marcas de una gestión comprometida con la accesibilidad, con el derecho para que las personas, así sea una, tres o las que sean, pue-dan acceder a lo que necesiten”, argumentó la subsecretaria de Inclusión.

En la ceremonia habló tam-bién el director provincial del Registro Civil, Gonzalo Carrillo Herrera: “Los equipos, provistos por el Registro Nacional de las Personas, cuentan con una com-putadora, un pad de firmas, un scanner de huellas y la cámara, más el equipo de scanner para tomar, también, la partida de nacimiento. El trámite consiste en llenar un formulario que está en la página web oficial. La so-licitud se acompaña al Registro, al cual se le abona el trámite, y se da una fecha y hora para que una persona de la repartición, concurra al domicilio donde el solicitante esté alojado”.

Discapacidad Energía alternativa

Equipos móviles para elregistro civil a domicilio

La Universidad Nacional del Li-toral y el gobierno de Entre Ríos trabajarán en conjunto para el desarrollo de energías alternati-vas. Con ese objetivo se firmó un convenio de colaboración que incluye el diseño de una planta para producir energía solar, en Aldea Esperanza, en el centro de la vecina provincia.

El acuerdo se firmó, el lunes 9, entre la UNL y el Ministerio de Planificación, Infraestructura y Servicios de Entre Ríos, que por el cual las partes acordaron co-ordinarán acciones tendientes a desarrollar programas o proyec-tos de cooperación, asistencia y complementación de carácter científico, técnico, de investi-gación, transferencia y colabo-ración en materia de energías alternativas.

Desde diferentes ámbitos y áreas del conocimiento la UNL busca opciones energéticas sus-tentables. Los problemas de abastecimiento hacen impres-cindible la necesidad de buscar e impulsar nuevas alternativas a las fuentes energéticas tradi-cionales, que cuiden el medio ambiente.

La media sanción se dio al mismo tiempo que el gobierno provincial decretó la creación de la Policía de Investigaciones, ór-gano dependiente del Ministerio de Seguridad que tiene por objeti-vo nuclear las diferentes áreas de investigaciones que pertenecen a las fuerzas de seguridad de la provincia. En cambio, el organis-mo que se creará en el ámbito del Ministerio Público estará confor-mado exclusivamente por profe-sionales civiles –médicos, peritos forenses, trabajadores sociales, psicólogos, entre otros– quienes no portarán armas ni tendrán relación alguna con la Policía ya que dependerán del fiscal general y de los fiscales regionales.

La Cámara de Diputados de la pro-vincia dio media sanción a la crea-ción de un organismo de investi-gaciones (o Policía Judicial) en el ámbito del Ministerio Público de la Acusación. El objetivo –según el di-putado Eduardo Toniolli, uno de los autores de la norma– es “transpa-rentar la administración de justicia y jerarquizar la investigación crimi-nal” en el marco de la reforma del sistema penal de la provincia.

Por unanimidad, la Cámara baja aprobó el jueves 5, y giró al Senado, la ley por la cual se crea el organis-mo de investigaciones, que ya había sido discutida con autoridades del Poder Ejecutivo y con el fiscal gene-ral de la provincia, Julio De Olazá-bal.

Media sanción para la policía de investigaciones complejas

pacios gratuitos equitativos para propaganda a todas las fuerzas políticas. La provincia había ar-gumentado la complejidad de esa distribución debido a la can-tidad de listas que se inscribieron para las internas.

Luego de varias semanas de discusiones, el gobierno de An-tonio Bonfatti –que sostiene que la ley sólo puede aplicarse para la elección de cargos provincia-les: gobernador y diputados– decidió hacer una excepción y distribuir espacios gratuitos para las generales del 27 de oc-tubre, en las que se renovarán la mitad de los concejos municipa-les, todas las comisiones comu-nales y ocho intendencias.

El Ministerio de Gobierno y Refor-ma del Estado resolvió realizar el martes 17 de septiembre el sorteo público de las franjas horarias en las cuales las agrupaciones políti-cas emitirán sus spots con vistas a las elecciones generales del 27 de octubre. Será en la sala de sorteos de la Lotería de Santa Fe y, en los próximos días, la Secretaría Elec-toral notificará sobre la resolución a los apoderados de las agrupacio-nes políticas.

El tema generó una fuerte polé-mica antes de las primarias del 11 de agosto. Los partidos de la oposición criticaron al gobierno provincial por incumplir una ley sancionada en 2011 y reglamentada en febrero de este año, por la cual se otorgan es-

Sortearán los horarios para los spots de propaganda

Campaña de mosaicos para la Monti

Solidaridad

La Asociación Mutual de Pen-sionados Sociales Ley 5110 lan-za una campaña solidaria para cubrir con mosaicos el patio de la Escuela Monti. “X 1 Metro +” es una iniciativa que convoca a contribuir con $100, el costo de 1 metro de baldosas. La ayuda podrá ser abonada en 4 cuotas de $25 y quienes colaboren par-ticiparán del sorteo de impor-tantes premios.

La campaña está dirigida a todos los que deseen participar de esta movida solidaria que permitirá mejorar las instalacio-nes de la escuela a la que asisten alrededor de 250 alumnos.

Cabe destacar que el patio, de 300 metros cuadrados, es un espacio que se utiliza como lu-gar de actos y conferencias, es-pacios de recreación y deportes, entre otros.

La Escuela Particular Incor-porada Nº 1441 Alberto Monti, con orientación agropecuaria, depende de la Mutual de Pen-sionados Sociales Ley 5110 y se encuentra ubicada en el norte de la ciudad, en calle Valentín Alsina 8250 del barrio Los Án-geles.

Seguridad pública

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Noticiero Hora libre

Mister HeisenbergPor Licenciado Ramiro

La única adicción que me quedó des-

pués de dejar de fumar es descargar y

ver casi de manera compulsiva series

de tevé. No sé si es menos, igual o más

perjudicial para mi salud que mi ante-

rior vicio, pero es lo que hay.

Una de esas series –mi favorita– es

Breaking Bad. En castellano, esto po-

dría traducirse como “Haciéndose

mierda” o “Rompiéndose mal”. Según

el espectador, la serie puede tratar

sobre varias cosas. Yo prefiero decir

que se trata de la historia de un genio

de la química que a sus 50 años traba-

ja como profesor de secundaria y se

enfrenta a un cáncer terminal de pul-

món, sin un mango en el bolsillo, con

una mujer ama de casa embarazada

y un hijo adolescente con deficiencias

psicomotrices. Este tipo, Walter White,

no quiere morir en bancarrota y por

ello, antes de confesar su enfermedad

y asumir la necesidad de un trata-

miento, prefiere ver de qué manera

puede dejarle un “futuro” a su familia.

La solución que encuentra: ponerse a

fabricar la mejor metanfetamina del

mundo… Y venderla, claro.

Tenemos a un tipo que no tiene abso-

lutamente nada para perder. Y ahí está

para mí el nudo de la trama: ¿Qué está

dispuesto a hacer alguien que no tiene

nada para perder? Todo. Y si no me

creen, lean algunas de las cosas que

hizo (Nota: peligro de spoilers)

Mata con un arma química a un nar-

co y con sus propias manos al primo

(que lo quería matar). Hace explotar el

despacho de otro narco y así se gana

una oportunidad de negocio. Deja mo-

rir de sobredosis al amor de la vida

de su socio (Jesse Pinkman) para que

no lo reconozca y no le arruine el ne-

gocio (eso genera un accidente que le

cuesta la vida a muchas personas). Se

convierte en el químico del repre-

sentante del cartel mexicano

en EE.UU. y eso lo lleva a

un nivel incontrolable

de orgullo y narcisismo

que deriva en atropellar

a dos dealers del mismo

cartel, convencer a su

socio de que mate a

un químico que su-

puestamente era una

amenaza, envenenar a un

niño para lograr la compli-

cidad de su socio y volar un

geriátrico para matar a su

propio jefe. Su

reacción a

todo eso es

“I won” (“Gané”).

En la quinta y última

temporada Walter White ya es cada

vez más su alter ego, Mister Heisen-

berg, o el emperador de la metanfeta-

mina. ¿Cómo lo logra? Entre otras co-

sas, haciendo desaparecer el cadáver

de un niño al que reconoce como un

“daño colateral” del negocio… Luego

de decirle a Jesse que eso fue algo la-

mentable que no se volverá a repetir,

se pone a cocinar meta silbando una

canción. También asesina a un ex so-

cio (que era el especialista en el tema,

“Mike, the cleaner”) que se niega a

darle una lista de posibles testigos. Así

y todo consigue esos nombres y en

una de sinfonía de dos minutos (una

de las mejores escenas en la historia

de la televisión) hace matar a diez

presos de manera simultánea en tres

cárceles diferentes. Walter ya se reti-

ró del negocio y ahora está tratando

de que no lo agarre la DEA (su cuñado

es agente allí) y también es capaz de

hacer cualquier cosa con tal de que no

lo agarren.

Habrán notado que con un poquito de

poder e inmunidad (e impunidad) una

persona sin nada que perder es capaz

de todo, ya que sin nada, todo es po-

sible porque no se arriesga nada. Sin

embargo, y muy a pesar de todos los

crímenes enumerados (algunos horro-

rosos) los fans de la serie recién en

estos últimos capítulos comenzamos

a ver en él a una suerte de monstruo,

de asesino, manipulador, especulador

capaz de usar a sus propios hijos para

no ser atrapado. Todavía nos debati-

mos moralmente entre si queremos

que Walter caiga o no. Quizás sus co-

mienzos de pobre tipo todavía hacen

que le tengamos un cierto aprecio,

aunque ya no quede nada de aquel

profesor de química moribundo. Por

eso (y porque es televisión, claro) es

que celebramos cada vez que zafa y

lo tratamos de genio y yo hablo de la

gran serie y encima escribo una co-

lumna sobre él… Y pensar

que por muchísimo menos

(por robar un par de zapa-

tillas, por ejemplo), los

mismos a los que nos tie-

ne atrapado la historia

de un asesino millo-

nario dueño de un impe-

rio de droga andamos

ansiosos de penas de

muerte y cadenas per-

petuas para adolescentes

pobres y margi-

nados que tampoco

tienen nada que

perder y que,

para colmo,

trabajan para un algún

Heisenberg.

Drogas: debate sobre jurisdicciónQuieren cambiar la ley para que la provincia se haga cargo del “narcomenudeo”. Las dudas de la Justicia.

¿Quién actúa: Nación o Provincia?

Mientras la Policía Federal reali-zaba en Funes el “mayor opertai-vo” antidrogras en la historia de la provincia (se secuestraron 300 kilos de cocaína, con una quincena de detenidos), el Senado de la pro-vincia votaba, por unanimidad, un proyecto por el cual se traspasa a la órbita de la Justicia local la compe-tencia sobre pequeñas causas vin-culadas al naroctráfico.

El acuerdo político entre la ma-yoría justicialista y la minoría ofi-cialista allanó el camino para la media sanción de la iniciativa, por la cual Santa Fe adhiere a la ley nacional 26.052 que otorga compe-tencia provincial a los delitos me-nores de estupefacientes previstos y penados por la ley 23.737. El pro-yecto fue girado a la Cámara de Di-putados donde su suerte es incier-ta, por las dudas que plantearon desde la Justicia y por las dificulta-des que se observan en esa cámara por la dispersión de sub-bloques.

En la sesión del jueves 5, el Sena-do dio media sanción a la adhesión de la provincia a la ley nacional 26.052. La propuesta, impulsada por el justicialista Eduardo Rosco-ni, busca darle competencia de la Justicia provincial en el combate al llamado “narcomenudeo”.

El proyecto de Rosconi –al que luego adhirieron con sus firmas los otros diez senadores del PJ– fue presentado hace 15 meses. Des-pués de un largo debate en comi-siones, y en medio de la sostenida polémica entre Nación y Provincia por el combate a la inseguridad y las economías delictivas, el proyec-to fue aprobado por unanimidad ya que los representantes del Frente Progresista también se sumaron.

El objetivo es desfederalizar los delitos vinculados a la venta y distribución de estupefacientes en menor cuantía. La intención, según Rosconi, es otorgar competencia a la Justicia provincial para que persiga “acciones delictivas donde se comercie, entregue, suministre

y facilite drogas fraccionadas en dosis destinadas directamente al consumo, a los fines de cortar el ca-mino de la venta de droga y buscar a los adictos para recuperarlos, no para meterlos presos”.

Desde la FiscalíaPara el fiscal general de la provin-cia, Julio De Olazábal, al proyecto que pretende desfederalizar delitos menores vinculados al narcotráfi-co “hay que trabajarlo en serio” ya que, en la actualidad, las provin-cias “no están preparadas” ni para investigar ni para perseguir a las bandas que trafican drogas.

Si bien no rechazó de plano la

iniciativa, De Olazábal se mostró muy cauto. “Hoy las provincias no pueden investigar causas menores de drogas. Si la Legislatura está convencida de esta propuesta, ten-drá que dedicar fuertes recursos para hacerlo seriamente”, opinó el funcionario judicial.

De Olazábal planteó algunas du-das sobre la viabilidad del proyec-to. Para el fiscal, la provincia “debe-ría fortificar mucho su presencia, su constitución en el campo de las investigaciones. No es un campo donde uno se pueda arriesgar a ha-cerse cargo y, luego, si uno fracasa, retroceder. Es un campo muy im-portante”.

Según el fiscal general, “a esta idea hay que meditarla mucho. Si la Legislatura está convencida que es la provincia la que tiene que hacer-

se cargo de la investigación, ten-drá que dedicar fuertes recursos para que esa investigación se pueda hacer en serio. Pasar la responsabilidad de investiga-ción sin recursos es arriesgarse a un fracaso muy serio”, argu-mentó.

“Investigar el narcotráfico tiene complejidades jurídicas además de prácticas”, continuó el funcionario. “Inicialmente, le correspondería investigar el narcotráfico a las provincias, pero intervino la Nación porque es un tema muy complejo. Las provincias no están preparadas para investigar lo que se deno-mina el ‘chiquitaje’. Además, personalmente pienso que sepa-rar la investigación de lo que es una unidad (fabricación, comer-cialización y tráfico de drogas) no es conveniente”.

Sin desautorizar a los legisla-dores –oficialismo y oposición coincidieron en la votación–, De Olazábal les pidió responsabili-dad. “Yo comprendo a los legisla-dores. Ellos están soportando un reclamo de la ciudadanía. Pero creo que hay que meditar. Si se llega a tomar esta decisión, hay que hacerlo en serio. Si no, nos va a ocurrir lo mismo que pasó cuando las escuelas pasaron a las provincias: todo se vino abajo”.

Rechazo oficialEl gobernador Antonio Bonfat-ti pidió “no tomar una decisión apresurada” en torno al proyec-to. “En primer lugar, de imple-mentarse esta ley debe hacerse en un tiempo prudencial, hasta que se ponga en marcha el nuevo sistema procesal penal”, opinó.

Menos “prudente”, el ministro de Justicia Juan Lewis consideró “inconveniente” transferir a la provincia la competencia de las causas referidas al narcomenu-deo y dijo que habría que lograr “que la Justicia Federal trabaje”.

Para la Fiscalía, “pasar la responsabilidad de investigación sin recursos es arriesgarse a un fracaso muy serio” .

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Asuntos públicos

¿Quién protege a una mujer gol-peada? ¿Qué hace el Estado ante las denuncias? La ola de femicidios en la provincia –19 en lo que va del año, cuatro de ellos el último mes– reactivó el debate y puso en la línea de fuego a las autoridades, que de-jaron más dudas que certezas al ex-plicar las políticas que llevan ade-lante para atacar la problemática.

Militantes sociales y dirigentes de todos los espacios coinciden en que se trata de un problema cultu-ral profundo. Pero difieren cuando se trata de discutir el abordaje. Para las organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres, el Esta-do sigue en mora mientras los ase-sinatos se suceden: un fenómeno que fue definido por la periodista y activista Ana Fiol como “una guerra de baja intensidad”.

Santa Fe es la segunda provincia con mayor cantidad de femicidios, sólo superada por Buenos Aires. Un relevamiento de la concejala rosa-rina Norma López (Frente para la Victoria) indica que en todos los casos la muerte fue a consecuencia de las agresiones de hombres de su círculo íntimo: parejas, ex parejas o parientes. Desde su espacio con-tabilizan 19 casos en los primeros ocho meses de 2013; la provincia suma 18.

La concejala y militante femi-nista señaló que según los datos registrados “sigue siendo la franja etaria de los entre 15 y los 50 años

donde se da la mayor cantidad de femicidios y el arma blanca es la más utilizada”. La demanda princi-pal es que se establezcan protocolos de atención y que la sociedad, en su conjunto, se sume a la lucha contra la violencia de género.

Mucho ruido y pocas nuecesEn agosto hubo cuatro femicidios: dos en Santa Fe, uno en Rosario y otro en Venado Tuerto. La cercanía en el tiempo, la alevosía con que ocurrieron, el patrón –fueron co-metidos por parejas o ex parejas–, la imposibilidad de previsión por parte del Estado, motivaron que el tema volviera al tope de la agenda. Se debate la declaración legislati-

La sucesión de femicidios puso en la mira de la Legislatura a la Dirección Provincial de Políticas de Género. Pedido de renuncia, ratificación y muy pocas explicaciones.

Las mujeres en el desamparo

Por Ezequiel Nieva va de la “emergencia por violencia de género”, pero las demoras en el tratamiento del proyecto ratifican que la solución no pasa por allí. Las leyes están; algunas no se cumplen y otras no se aplican.

En paralelo a la discusión en tor-no a la sanción de la emergencia, la directora provincial de Políticas de Género de la provincia, Mercedes Martorell, fue a la Cámara de Dipu-tados convocada por la oposición, que no quedó conforme con sus ex-plicaciones y le pidió al gobernador Antonio Bonfatti que remueva a la funcionaria.

Martorell expuso las políticas de su Dirección, tanto en lo referido a prevención y concientización como en el acompañamiento a las vícti-mas. Sus argumentos resultaron insuficientes para el PJ. No supo ex-plicar cuál es el protocolo que sigue la Policía ante una denuncia por violencia realizada por una mujer (dijo que esa respuesta debe darla el Ministerio de Seguridad). Tampoco confirmó cuándo se comenzarán a elaborar estadísticas. También des-lizó críticas –compartidas por los le-gisladores– hacia el Poder Judicial.

A la reunión pudo ingresar la prensa pero no las militantes que se habían acercado a la Legislatura. De entrada, Martorell definió la proble-mática como “compleja” y dijo que la violencia contra las mujeres es un emergente de cuestiones sociales y culturales más profundas. El abor-daje de los casos “no puede ser rá-pido”, dijo. Y puso como ejemplo los tres meses que demandó lograr una entrevista con una mujer que había hecho una denuncia.

Durante toda su exposición la directora de Políticas de Género evitó plantear casos con nombre y apellido y, en cambio, trató de seña-lar las conclusiones a las que arribó desde su asunción en diciembre de 2011. Mencionó la capacitación en materia de derechos de género para la Policía y los convenios con muni-cipios y comunas para abordar, de manera conjunta, el tema. En sus 20 meses de gestión, dijo que su oficina realizó 617 intervenciones; en el mismo lapso hubo 45 mujeres asesinadas en la provincia.

No quedó claro cuál es el proto-colo ante una denuncia. “Varios”, respondió la funcionaria. “Estamos poniendo en crisis lo que existe por-que la realidad lo demanda”. Reite-ró que se trata de un tema complejo, no sólo por su esencia sino porque además requiere de un trabajo con-junto entre la Justicia, la Policía, la provincia y las ciudades y comunas. Un “proceso de cambio cultural” que no se verá en el corto plazo.

Entre las medidas que el gobier-no implementó, Martorell enume-ró la habilitación de 12 casas de

amparo o refugios –para mujeres y niños– en distintas localidades de la provincia. Hay uno en la ciudad (por razones de seguridad, no se in-forma su ubicación).

No obstante, para los protagonis-tas del encuentro quedó la sensa-ción de que la funcionaria a cargo de la Dirección de Políticas de Gé-nero no sabe cómo trabaja la Policía ante una denuncia. “Las mandan de vuelta a su casa”, sostuvo María Claudia Albornoz, de la Coordina-dora de Mujeres. Ante los diputa-dos, Martorell había dicho que su oficina –que depende del Ministe-

rio de Desarrollo Social– está “pro-fundizando la articulación” con el Ministerio de Seguridad.

En un segundo plano quedó lo relacionado con el Poder Judicial. Oficialistas y opositores coincidie-ron en reclamar medidas concretas a jueces que no dictan medidas de restricción o que, si lo hacen, lue-go no observan su cumplimiento. También Martorell deslizó algunas críticas, en particular por “los tiem-pos”·, aunque prefirió remarcar la intención de articular el trabajo en-tre ambos poderes del Estado.

Un caso testigoGriselda Noemí Correa tenía 26 años y vivía con su pareja, de la mis-

ma edad, y su beba de nueve meses. La mataron de seis balazos la noche del martes 20 de agosto; el autor del crimen escapó de la escena con la beba, que horas después fue entre-gada a su abuela materna. Griselda había alertado sobre golpizas pre-vias: hizo una denuncia una en una comisaría de Santo Tomé y otra en la Seccional 1ª de Santa Fe. Marto-rell lo negó y dijo que se enteró por los medios de la muerte de la joven.

El hecho ocurrió en barrio Cabal. La Policía divulgó el perfil del asesi-no, apodado el “El gusano”: compra y venta de mujeres, estupefacien-tes, armas de fuego y asaltos. La información es pública y apareció en todos los medios. Por algunos episodios delictivos debió compare-cer ante la Justicia, pero “extraña-mente”, como consigna El Litoral, siempre salió airoso.

Susana Montes, la madre de Gri-selda, hizo el relato: “Ella hacía dos años que estaba juntada con este tipo. Él quería mandarla a trabajar (de prostituta). Se habían conocido en un baile. Ya el año pasado, él la hizo trabajar y ella quedó embara-zada. Cuando él se enteró, le pegó tanto que terminó internada en el Iturraspe. Allí perdió a su bebé como consecuencia de la golpiza”.

“Ahora –sigue Susana– quería quitarle a su bebé porque la quería vender para que trabaje ocho meses en Córdoba. Y ella no quería. La se-mana pasada (antes del asesinato) la encerró y la quiso quemar. Ahora no estaban viviendo juntos porque él tiene otra pareja. Él aparecía y le daba palizas. Todo siguió así hasta que ella se escapó. Los vecinos la ayudaron a escapar cuando le esta-ba pegando y la quería quemar”.

“Se fue a vivir a Santo Tomé, a la casa de mi nuera. Ella radicó una denuncia allá en la comisaría

La directora de Políticas de Género, Mercedes Martorell, junto a los diputados, en una reunión abierta a la prensa pero no a las militantes.

de Santo Tomé por el miedo que tenía. Porque él amenazaba que si ella se iba, entonces nos iba a matar a todos. Además estaba muy gol-peada. Los policías de Santo Tomé le dieron un papel para que venga a la Seccional 1ª para que la vea el médico policial. Todo eso ocurrió el mismo día que la mató, cuando este tipo supuestamente la levantó ahí, en la Seccional 1ª”.

“De ahí él la trajo en el auto has-ta acá. Yo no pude ver nada porque tiene vidrios polarizados. Entonces me metí adentro. Por ahí escucho que me gritan: ‘¡Mamá, mamá, me quitó la bebé!’. No alcancé a reaccio-nar cuando lo veo entrar a la casa con un arma. Primero le pegó tres tiros a Griselda y se fue. Al rato vol-vió y le pegó tres tiros más cuando ella estaba en el suelo. Yo estaba con mis dos nenitas, de 10 y 5 años”.

El debate en la campañaLa diputada justicialista Alejandra Obeid dijo tras el encuentro con Martorell: “La Policía no comunica las denuncias a la Dirección de Po-líticas de Género. Griselda Correa hizo dos denuncias que no fueron comunicadas a Martorell. Griselda Correa murió y la denuncia quedó en la Policía porque no se hizo nada después. Entonces, ¿para qué tantos organismos?, ¿para qué tenemos tanta gente si no somos capaces de salvarle la vida a una mujer?”.

En bloque, pese a sus disidencias internas –y acaso alentados por la coyuntura electoral–, los diputa-dos del PJ pidieron la renuncia de la directora de Políticas de Género. El gobierno ni se molestó en respon-der y Martorell quedó ratificada. Entre tanto, en el movimiento de mujeres esperan mayor compromi-so del Estado –en todos sus niveles– para ponerle fin al flagelo.

Para Martorell, la violencia contra las mujeres es un emergente de cuestiones sociales y culturales más profundas.

“Griselda Correa murió y la denuncia quedó en la Policía porque no se hizo nada después”, dijo la diputada Alejandra Obeid.

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AÑO 6 - Nº 121 | MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 20136 PAUSA

Asuntos públicos

la Setúbal. Liliana camina por el barrio a cualquier hora: sabe los nombres de cada uno de los jefes de hogar. Con un tono casi admi-nistrativo, enumeró las demoli-ciones: la casa de un pescador de Playa Norte en 2008, 20 casas de Bajo Judiciales en 2010, cinco más sobre Pascual Echagüe, otras ocho sobre Playa Norte, tres intentos que resistieron los vecinos –y que devinieron en dos denuncias judi-ciales-, y dos derrumbes efectivos, el mes pasado, sobre Pascual Echa-güe. Son 36 viviendas destruidas en cinco años. Los últimos dos casos corresponden a Acevedo, en Bajo GADA y Buratti, de Bajo Judi-ciales.

¿Qué hacemos?El 16 de junio de 2005 el Concejo Municipal sancionó la ordenan-za Nº11.197, que establecía que la Costanera debía continuar por calle Italia, primero, y Riobamba, después, con un parque lineal de 60 metros al costado. El recorte caía sobre los vecinos al oeste de Riobamba, los pobres, y no sobre los caserones del este, que tienen vista a la laguna. No hubo acción alguna hasta 2008, durante la gestión Barletta. Empleados muni-cipales trazaron una línea de cal,

como las de las canchas de futbol, paralela a Riobamba. La línea pa-saba por los patios y a veces se in-terrumpía, cuando se topaba con la pared de una casa. Se estaba marcando el ensanche de la calle. El entonces coordinador de Dis-trito Este, Jorge Rico, explicó que con esos 32 metros de calle más al oeste se mejoraba el acceso a la playa, siguiendo la sinuosa línea de la costa, y se favorecía a futuros proyectos inmobiliarios. Les dijo a los vecinos que potenciaba “el aspecto turístico”. La Vecinal de Guadalupe Noreste apoyó el pro-yecto y sumó que alentaba a la “se-guridad” del barrio. La raya de cal sentenció a 17 casas, una sola (la del pescador) se demolió “sin pre-

vio aviso y con una impresionante custodia policial”, recordó Berraz. Los vecinos en la calle detuvieron el avance.

Con gestos exagerados, en marzo de 2009 el secretario de Planeamiento, Eduardo Navarro, afirmó que “la idea es sacar la are-na y con ella refular (rellenar) la zona”: el Bajo Judiciales. El nuevo plan: viviendas, hoteles, clubes, restoranes y comercios, torres y caletas náuticas, en el humedal. En abril del mismo año, la web de la Municipalidad comunicó que el intendente, el secretario de Obras Públicas Roberto Porta y miem-bros de la Cámara Argentina de la Construcción se habían reunido para analizar las “nuevas posibili-dades de inversión público-priva-das”; la correspondiente a Guada-lupe Noreste fue presentada antes en un desayuno con la Asociación de Dirigentes de Empresas. Los anuncios se sucedieron en diversos medios locales, (en El Litoral se se-ñaló que “Los principales escollos son conseguir fuentes de finan-ciamiento y reubicar a unas 150 familias que viven en una villa cer-cana”), hasta que en abril de 2010 arribó al Concejo Municipal el nue-vo Reglamento de Ordenamiento Urbano (ROU): previo refulado, viviendas de planta baja y primer piso para el bajo, en Riobamba ha-bilitación para la construcción de torres, y las caletas. Navarro sinte-tizó la lógica del desarrollo urbano de acuerdo al interés inmobiliario con un escueto enunciado: “esta-mos garantizando la llegada de los servicios porque a las empresas de luz, gas, agua y cloacas les resul-tará más rentable extenderlos si a futuro tendrán más clientes”.

Sin embargo, en abril de 2010, quien era el secretario de Desa-rrollo Social de la Municipalidad, Alejandro Boscarol, aclaró que la zona en realidad era un reservo-rio y que, por ello, comenzarían a erradicarse a las familias allí resi-dentes. Recién en agosto de 2012 el ejecutivo local elevaría al Con-cejo Municipal el Mensaje 66, que solicitaba modificar el ROU para “construir un nuevo reservorio”.

Dos ensanches, un fastuoso plan para las inmobiliarias, un re-servorio. Desde 2005 a la fecha la Municipalidad desarrolló cuatro proyectos distintos, pero mantuvo un solo curso de acción: demoli-ción y erradicación de los vecinos.

—¿Por qué los cambios de po-sición de la Municipalidad?

—No hubo un cambio de posi-

La triste suerte de los “marcianos”Relocalizaciones y derrumbes de casas: al norte de Santa Fe se repiten los abusos en tres barrios pobres.

“Nosotros estamos acá y somos como marcianos. Nadie nos cono-ce. Hace 9 años que estoy viviendo acá. En 2009 estuve inundada, de-cían que me iban a dar una casita, que esto y aquello. Y no me la die-ron. Y yo fui a reclamar y me man-daron de acá para allá. ¡En cuatro años no hicieron nada! ¡Antes de largar la lengua hay que hacer las cosas!”, dice Esther Acevedo. Su rancho, que estaba en la zona del humedal de la Setúbal, ya forma parte del pasado. Unos 100 me-tros al sur vivía Ángel Buratti, en una casa de material a la vera de Pascual Echagüe, en zona no inun-dable. Mientras hacíamos equili-brio sobre los escombros, el viejo cuenta: “La tiraron abajo con la to-padora, hace dos meses. Mirá, ese era uno de los tirantes. Me saca-ron todos los cables de la luz y los cargaron en el camión. Tuve que pagarme los cables después para hacerme el refugio”. Al lado de la vivienda destruida hay un rancho de chapa, “Me dijeron que también lo iban a tirar al suelo. Les dije que si me lo tiraban al suelo yo les tira-ba a las patas, a ver si les gustaba. Los escombros son de la casa del pibe mío, que está preso. Yo se la iba haciendo con la plata que él me mandaba de trabajar en la cárcel”.

—¿Ya habló con su hijo?—¿Qué le voy a decir? La Muni-

cipalidad la tiró abajo, ¿qué querés que haga? Nunca tuve problemas con nadie. Pero me prometieron una casa en Pompeya, y acá están los escombros. Dijeron que tenían que hacer un reservorio, pero... Y que me pagaban. Después vinie-ron, me dieron $1000 y se fueron nomás. Me dijeron que podía le-vantar una casa en Pompeya. La fui a ver: me pidieron 150 mil pe-sos y era una cosita que se empu-jaba y se caía. La Municipalidad lo prometió y después vinieron a pre-pearme. ¿Y dónde pongo los chan-chos, los caballos, las gallinas?

Desde 2001, Liliana Berraz sos-tiene la Asociación Civil Manzanas Solidarias y un trabajo continuado con las más de 200 familias que vi-ven en los barrios Bajo Judiciales y Playa Norte: más de 250 hectáreas al norte de Guadalupe, delimita-das por French al sur, Riobamba al este, Pascual Echagüe al oeste y un terraplén construido en 1995 al norte. Además, está Bajo GADA, al norte del terraplén, con hogares al costado de la arteria que lleva a Chaco Chico, o en el humedal de

Cachi Martínez volvió a cambiar de referencias

Elecciones 2013

Se abrió el libro de pases tras las primarias del 11 de agosto. Oscar “Cachi” Martínez anunció que de-jará el bloque de diputados nacio-nales del Frente para la Victoria y se sumará a las filas del Frente Re-novador de Sergio Massa. El líder de 100% Santafesino deseró con fuertes críticas al kirchnerismo: “El gobierno nacional no entiende que tiene que abandonar la confronta-ción política”.

Martínez llegó al Congreso en 2011 dentro de la lista de diputa-dos que armó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y si bien se plegó al bloque oficialista –en aquel momento conducido por el actual ministro de Defensa, Agustín Ros-si–, en el plano provincial este año volvió a postular a su partido por fuera de la interna justicialista.

Con los resultados de las pri-marias como parámetro, “Cachi” se acercó al intendente de Tigre y avisó que en las próximas semanas oficializará su salida del bloque del Frente para la Victoria. Según el ex funcionario del Onabe y ex diputa-do provincial del reutemismo, con Massa lo une una afinidad gene-racional –tienen 44 y 41 años res-pectivamente– y un proyecto polí-tico común. “Uno percibe es que ha

habido una fuerte preocupación de la ciudadanía respecto de la necesidad de dar restricciones sobre la cuestión nacional”, evaluó Martínez sobre las pri-marias. “Evidentemente han cambiado las cosas”, analizó el diputado santafesino.

“Yo ya estaba afuera del Fren-te para la Victoria. Hace tiempo que no asistía a las reuniones de bloque y marqué diferencias en la votación de distintos pro-yectos en el Congreso, como la ley de blanqueo de capitales o los proyectos de reforma a la Justicia”, añadió el diputado na-cional.

“Cachi” planteó que los resul-tados del 11 de agosto permiten planificar el escenario del post-kirchnerismo.

“La sociedad aspira legítima-mente a más. Hay que abando-nar el camino de la soberbia, terminar con las confrontacio-nes. Por ejemplo, los cambios en el impuesto a las Ganancias sobre los sueldos de los traba-jadores es algo que se viene planteando desde hace tiempo y ahora se materializa, lo que demuestra que a veces hay que escuchar”, concluyó.

Para Guillermo Moro, de Tramas, “que haya un reservorio, o no, es una decisión política, no depende de las condiciones naturales”.

Por Juan Pascual

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AÑO 6 - Nº 121 | MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2013 7PAUSA

Asuntos públicosAsuntos públicos

cionamiento –respondió la direc-tora de la Agencia Santa Fe Hábi-tat, Sara Lauría–. Si bien el ROU define el área como de potencial desarrollo, esta gestión ha elevado un proyecto al Concejo Municipal para hacer una reserva de tierra no edificable y un reservorio. Desde el primer momento esto funciona como un reservorio. Lo que quere-mos es que se legitime. En este sec-tor no hay forma de resolver el ane-gamiento y el tiempo que demora en evacuar el agua en muchos ba-rrios. Esto ha generado muchísi-ma polémica, lo hemos discutido un montón de veces, están los in-formes del Instituto Nacional del Agua sobre el Plan General de Des-agües donde se recomienda esto.

—Pero legalmente no está ha-bilitado como reservorio.

—Lamentablemente el Concejo Municipal no ha tratado todavía el tema. Pero esto es una clara mues-tra para quienes piensan, lo voy a decir con todas las letras, que esto es un desarrollo inmobiliario.

“Que una zona sea un reservorio, o no, es una decisión política, no depende de las condiciones natu-rales. Se está intentando construir un reservorio donde habitan per-sonas. Hay una negación de la sub-jetividad ciudadana de los vecinos de los barrios, porque se le pasa por encima a las casas sin preguntarles, sin ningún tipo de legalidad y sin cuidar siquiera de los escombros. Es como que no son personas”, afirma el abogado Guillermo Moro, de la Asociación Civil Tramas, que junto a Manzanas Solidarias, Canoa Há-bitat Popular y el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos son las orga-nizaciones que hacen pie en la zona.

“Pareciera que no tienen idea de qué es un reservorio”, arranca Be-rraz. “Cualquier reservorio nuevo necesita de la evaluación de cuál es la población perjudicada. No solamente son los sectores más po-bres, sino todo el sector residencial de la zona. El reservorio nunca fue aprobado. Tuvimos reuniones con concejales del oficialismo y la opo-sición, con la comisión que está a cargo de las obras públicas, y a nin-guno le pareció lógico un proyecto de este tipo. Además, la ley pro-

vincial 11.730, establece que todo lo que tiene relación con las zonas inundables y obras hídricas de-pende de la provincia. La Munici-palidad no tiene competencia”. La letra de la 11.730 es clara: su objeto es el “uso de bienes situados en las áreas inundables dentro de la juris-dicción provincial” y quien ha de aplicarla es el Ministerio de Obras, Servicios Públicos y Vivienda.

Las demolicionesEn su mayor parte, los terrenos pertenecen a dos familias, los Acu-ña y los Funes, quienes reclaman el desalojo de los habitantes, que moran allí desde hace más de 10 años y, en muchos casos, toda la vida. Los Funes son, además, los dueños originales de las tierras que fueron tardíamente expropia-das para la construcción de Los Quinchitos (Nueva Esperanza Este para la Municipalidad), un predio donde se construyeron módulos habitacionales para los habitantes erradicados: primero 20 familias en 2010, y luego varias más. Con techo de paja, paredes de fino dur-loc y apenas 17 m2 utilizables, las pocilgas eran mucho más preca-rias que las viviendas originales. Durante tiempo, la Municipalidad incumplió la ordenanza que daba marco al emplazamiento, espe-cialmente en lo referente a ser-vicios y acceso. Recién a fines de 2012 comenzó a llegar dinero para refacciones, pero los resultados siguen siendo inferiores al hábitat que los vecinos ya poseen en su lu-gar de origen.

—¿Por qué los que se van tie-nen que derrumbar sus casas?

—Eso está en el compromiso firmado en el acta de reubicación con los vecinos –justifica Lauría–. No se derrumban. Hay un compro-miso. Están viviendo en una situa-ción de precariedad edilicia, en un lugar que hay que recuperar para poder profundizar un reservorio. El compromiso del Municipio es adjudicar un terreno y un módulo. Es de sentido común, no dejemos una vivienda que pueda ocuparse. La idea es que este lugar se recu-pere, que el reservorio funcione como debería funcionar.

—También hay demoliciones en terrenos altos, como en Rio-bamba y Pascual Echagüe.

—No sé cuáles son las demoli-ciones en terreno alto. Todas las reubicaciones que se han hecho son reubicaciones en áreas de riesgo. En área de riesgo no puede haber una vivienda para que vaya otra familia a encontrarse en la misma situación de riesgo. Todas las reubicaciones se han hecho de acuerdo con las familias que vivían. Algunos han desmantela-do los componentes porque han recuperado partes y las han lleva-do y con otros hemos colaborado porque no tenían capacidad propia para desmantelar su vivienda pre-caria. Están acordadas –enfatiza– cada una de las reubicaciones.

—Varios vecinos dijeron re-cibir presiones y hay denuncias penales.

—Acá no hemos recibido nin-guna denuncia. A mí no me consta que haya ninguna denuncia penal de ningún, ninguna, ningún fun-cionario... Yo lo que te puedo decir es que en todo el proceso de reubi-cación de familias a Nueva Espe-ranza Este es la gente de Santa Fe Hábitat la que ha trabajado con las familias, y no es esa la modalidad que nosotros tenemos de operar. Ni la presión, ni el apriete.

Sin embargo, el 19 de febrero y el 28 de mayo de 2013 se sustan-ciaron denuncias penales ante las amenazas de expulsión, desalo-jo, uso de la fuerza policial y de-rrumbamiento de las casas de dos familias de Bajo Judiciales y Playa Norte, en trámite de regulariza-ción dominial, como muchas otras de la zona. Los cargos: abuso de autoridad, amenazas agravadas y violación de los deberes de un fun-cionario público. Los acusados: el subsecretario de Seguridad Rubén Montenotte (el protagonista del in-tento de desalojo del Centro Cultu-ral y Social El Birri) y Mario Juan Manuel Martínez. Para los funcio-narios imputados, el 20 de agosto de 2013 el Fiscal pidió la remisión a la justicia de instrucción penal porque la gravedad de la califica-ción superaba la competencia de la justicia correccional. “La acción

judicial fue un último recurso. De-nunciamos por vías administra-tivas, antes de ir a la vía judicial, por ejemplo, en la Dirección de Derechos Ciudadanos municipal. La instancia de recurrir a una de-nuncia penal fue tomada cuando vimos que a pesar de esos recla-mos, manifestaciones públicas e

instancias de diálogo, una y otra vez seguía operando este esquema de violencia paralegal”, explicó Guillermo Moro.

“Por más que demuelan... ¡De-muelen dos y se edifican cuatro!”, exclama Berraz para puntuar el sinsentido de esta larga historia de violencia.

En junio de 2013 esta pala mecánica municipal intervino en el derrumbamiento de tres casas de material en la zona de Bajo Judiciales.

“En los últimos 50 años en Santa

Fe, el Estado no estuvo presente

para definir políticas o estrategias

que acompañen el crecimiento de

la ciudad, sea con infraestructura,

planes, programas, proyectos,

de manera pareja y equitativa.

Cuando el Estado aparece con

políticas, trabajamos con orga-

nizaciones sociales preocupadas

por los sectores en situación

de exclusión y pobreza, para

que puedan tener una vivienda,

como el Movimiento de los Sin

Techo, con quienes hemos hecho

convenios en conjunto con la

Provincia, incluso para la reubi-

cación de muchas familias... Fijate

cómo cuando las organizaciones

realmente están preocupadas se

suman al trabajo, podemos discu-

tir maneras, procedimientos...”

—¿Considera que las organizacio-

nes que trabajan en Playa Norte

y en los bajos nos están realmen-

te preocupadas?

—Yo lo que digo es que cuando

hay una genuina preocupación el

diálogo es posible, se puede tra-

bajar conjuntamente y a elaborar

alternativas. Nosotros en esto

somos claros: no vamos a regula-

rizar la situación de las viviendas

que estén en áreas de riesgo.

Así se manifestó Sara Lauría

respecto de la relación entre la

Municipalidad y los colectivos de

acción territorial del noreste. Quizá

como una glosa de este vínculo se

pueda recordar la historia del hoy

clausurado basural de Playa Norte.

En septiembre de 2009, Manzanas

Solidarias reveló la existencia de

un basurero a la altura de playa,

donde la firma de contenedores

Mallozi hacía sus descargas sin

ningún tipo de control. El 27 de

septiembre de 2010 iniciaron un

expediente en la Municipalidad,

para formalizar un pedido de

cierre. Los reclamos, sucesivos y

en diferentes instancias, nunca

fueron atendidos. Recién el 21 de

marzo de 2012 se tomó nota del

asunto: “Se observan en el lugar la

presencia de residuos propios de

la construcción, residuos domicilia-

rios comunes y residuos patoló-

gicos tales como jeringas y gran

cantidad de pañales geriátricos,

que habitualmente son quemados”,

reza el expediente de la Secretaría

de Control que dicta la clausura

temporal del vertedero. Casi una

copia de lo que más de dos años

atrás avisaban las organizaciones

desde el lugar de los hechos.

Diálogo y basura

Las primeras 20 familias que se

mudaron a Los Quinchitos fueron

expulsadas de Bajo Judiciales

no sólo bajo la justificación del

reservorio, sino que, además,

se suponía que vivían sobre las

tierras que reclamaban judicial-

mente los Acuña y De La Peña.

Sin embargo, desde Tramas ex-

plican que “en el expediente está

tan vagamente tratado el caso y

con tantas deficiencias que ni el

polígono del terreno reclamado

corresponde a las personas que

se quiere sacar.

Ya hay una sentencia de desalojo

como resultado de las denuncias

de los propietarios originales. Sin

embargo, “todavía no hay ningu-

na operatividad de esa sentencia

porque hay una apelación, vincu-

lada con deficiencias profundas

en el armado del proceso y en el

acceso a la defensa. Buena parte

de estos vecinos estuvieron en

el juicio sin asistencia letrada. Y

quienes sí han tenido un tipo de

asesoramiento oficial, recibieron

una defensa mínima que, por

ejemplo, no ofreció pruebas ni

opuso siquiera las excepciones

básicas como la prescripción

adquisitiva. Muchas de las familias

están allí habitando pública y

pacíficamente desde hace más de

30 años. Eso excede con mucho

el plazo de prescripción adqui-

sitiva largo del Código Civil que

les permitiría incluso reclamar la

propiedad del terreno. Es más,

numerosas familias de Playa Norte

presentaron su reclamo de regula-

rización dominial, bajo el marco de

la ley 24.374 (Ley Pierri) y presen-

taron toda la documentación ne-

cesaria. El medio camino recorrido

es el que recorrieron los vecinos,

muy esforzadamente, para

presentar la documentación. Falta

recorrer el otro medio camino, que

tiene que ver con la concreción

y el reconocimiento del mismo

por la Provincia. Se ha mostrado

que hay una tenencia legítima de

la tierra, una comunidad organi-

zada, y que hay una voluntad de

sostenerse en el lugar. Todas las

supuestas ilegitimidades que se

les imputan son por la negativa

del sistema legal de reconocer una

tenencia que encuadra como caso

perfecto para el carácter social

de las leyes que los amparan. Los

vecinos produjeron socialmente su

propio hábitat, durante décadas,

con muchísimo esfuerzo, con sus

propias manos”.

Dueños y derechos

Page 8: Pausa #121

AÑO 6 - Nº 121 | MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 20138 PAUSA

Asuntos públicos

El arma junto a las carpetasEquipos poco visibles, propuestas reactivas desatentas a contextos de antiguo abandono

profundo y la crónica policial: la violencia escolar se agita en la arena pública.

“Tras un aviso a la central de emer-gencias 911, agentes del Destaca-mento 4to acudieron a una escuela situada en adyacencias de Presi-dente Perón y Salvador Caputto, frente al parque Garay, porque recibieron la información por par-te de docentes del mencionado establecimiento educativo de que, dentro del mismo, podría haber un arma de fuego. Ante esta situación, los funcionarios intervinientes ins-peccionaron una de las aulas y se-cuestraron un revólver calibre 32 con numeración suprimida y tres objetos punzantes, tipo chuzas. A raíz de ello, trasladaron a la Sec-cional 4ta a un joven de 17 años, dos de 15 y una adolescente de 15 años de edad”. Tal era la información en el parte de prensa de la Unidad Regional I del 3 de septiembre, con respecto a lo ocurrido el día ante-rior en la escuela Constituyentes.

El hecho conmocionó al público y reavivó los ataques de los lugar-comuneros de siempre contra cier-to sector de la juventud. También despertó reflexiones de interés.

Reacción versus acciónA horas de conocido el suceso, la ministra de Educación Claudia Balagué anunció la elaboración de un “protocolo de intervención” ten-diente a que directivos y docentes sepan “qué hacer ante el hallazgo de un arma o de sustancias peligro-sas en las escuelas”. Para Ana Ma-ría Salgado, por 20 años autoridad de la Monseñor Zaspe de barrio Santa Rosa de Lima, la solución mi-nisterial tiene gusto a poco. “Siem-pre corremos detrás del suceso. Eso es ‘protocolizar’. Hay que ponerse a pensar no solamente para reac-cionar, sino ver qué hacemos con los alumnos para que tengan en su propio ADN la defensa de la insti-

Por Milagros Argenti tución escolar. Y hay que empezar a decir que la inseguridad tiene que ver con las condiciones de vida de nuestros chicos. Con no tener iluminación en la calle ni asfalto, y las cloacas llenas de agua podri-da. Están inmersos en un mundo donde la violencia se verifica en todos lados”. Liliana Fassanelli, integrante del Foro de la Infancia de la Ciudad de Santa Fe, coincide: “estas manifestaciones se dan en el barrio, en el club, en los bares donde los adolescentes concurren. La escuela no es ajena”. “El Estado tiene que coordinar programas de prevención, con la participación de la comunidad”, agrega. “La es-cuela debe seguir siendo el ámbi-to de aprendizajes saludables, que tiendan a mejorar las condiciones existentes. No es sólo un lugar de conocimiento, es una producto-ra de subjetividad. Tiene que ser formadora de ciudadanos libres y nosotros como docentes tenemos que asumir esa responsabilidad”, reconoce. Y reclama: “hace mucho que nos sentimos desprotegidos. Tenemos la Ley de Financiamiento Educativo y la de Educación Nacio-nal, que habla de la formación de gabinetes interdisciplinarios, de la articulación intersectorial con todas las áreas gubernamentales y de la atención psicológica y psi-copedagógica de los jóvenes que la necesiten. Pues bien, estas norma-tivas no se cumplen”.

Sin embargo, cada vez que sur-gen situaciones como la ocurrida en la Constituyentes, desde la cartera educativa provincial se hace alusión a gabinetes como los que pide Fas-sanelli, como si estuvieran en plena marcha. Esta no fue la excepción: “nosotros siempre estamos presen-tes con nuestros equipos socioedu-cativos, que están tomando el tema y sobre todo el trabajo posterior, de diálogo con la familia y con los

menores involucrados”, afirmó Ba-lagué ante la prensa. La represen-tante del Foro de la Infancia insiste en que esos equipos no son visibles. Lo que sí sucede es que ciertos fun-cionarios, junto a profesionales de diversas áreas, aparecen espasmó-dicamente, ante las contingencias desafortunadas. Por lo demás, el 26 de julio pasado el gobernador Antonio Bonfatti presentó el pro-grama Lazos, “diseñado a partir de la conformación de consejos esco-lares para dar respuesta a las situa-ciones de violencia y para abordar la problemática de las adicciones en el ámbito escolar”. Esos consejos, se informó oficialmente, “estarán in-tegrados por directivos, docentes, preceptores, padres, alumnos y re-ferentes barriales”. El anuncio fue bien recibido por los actores invo-lucrados, pero obliga a preguntarse qué acciones concretas desarrollan y quiénes conforman, entonces, los equipos que reiterada e histórica-mente refieren las autoridades.

Arte y libertad“¿Alguien puede pensar que uno va armado a un lugar que ama, del que se apropió?”, se pregunta en voz alta Salgado. “No hablo de esta situación en particular. Lo que quiero decir es que la escuela es uno de los últimos bastiones de resistencia. Es donde uno puede ejercer la verdadera libertad”.

—Pero los alumnos, ¿lo esta-rán sintiendo así?

—Precisamente ese es el punto… Si el discurso dice que podés pero las herramientas quedan fuera de la posibilidad de los jóvenes, induda-blemente hay que ponerse a pensar en las prácticas escolares y en las de aquellos que conducen el sistema educativo. Y esto es tarea de todos: poderes del Estado, Justicia, policía, hombres y mujeres comunes –opi-na, para luego detenerse a contem-

plar el contexto de la entrevista (el Parque Juan de Garay) y soñar des-pierta–: miremos el lugar en el que estamos. Un espacio hermosísimo. Esto tiene que estar lleno de vida para nuestros chicos: de tambores, de murga, de teatro, de danza. Las escuelas tienen que estar abiertas el día entero. Pero para eso la re-flexión tiene que ser de todos.

Sus palabras no son errantes. Luego de la inundación de 2003 Salgado, junto a la comunidad de la Monseñor Zaspe, pusieron en funcionamiento un proyecto insti-tucional de jornada completa, cuyo hilo conductor era el arte. “De lu-nes a sábado de 7 a 20 los chicos de-sarrollaban sus talleres, sus apren-dizajes, sus enojos, y las situaciones de agresión que había en la calle o entre las familias no se reprodu-cían dentro de la escuela. Podían pelearse… ¡vaya por Dios que lo han hecho! Pero no se reflejaba lo de afuera”, cuenta. Comprende, y pide ocuparse de los afectados por la violencia (docentes, directivos, vecinos, alumnos, padres), y de las realidades particulares de quienes generan esa violencia (los protago-nistas de esos episodios y sus fami-lias). Pero sobre todo exige trabajar

seriamente “en el antes. Basta de lugares ‘de contención’. Los chicos no son un rebaño a cercar. Deben sentirse partícipes y propositores”. El camino requiere “recuperar el valor de la palabra. Hablar mucho con ellos, conversar, aún en el mo-mento de mayor disgusto. Hay que tener la capacidad de hacer un pa-rate y ver qué nos está pasando”.

—Pero en el momento de la agresión, ¿Usted qué hacía?

—El abrazo fuerte, para que se termine. Tratar de intermediar con el diálogo y hasta físicamente, po-niéndose en medio de la gresca.

—Recibió varias piñas. —Y, alguna que otra recibí, sí. Pero poco le importó, evidente-

mente. Parece que los resultados del diálogo, del trabajo, del enfo-que acertado, tarde o temprano, llegan. Las satisfacciones, aunque pocas, también. Sin mediar pausa, relata: “una vez viene un chico y saca una faca de su manga. Tenía 40 cm, fácilmente. Me dice: ‘se la quiero dejar a Usted para evitar tener que usarla’. ‘Tener que usarla’ era en su propia casa, porque sufría serios abusos. Todavía la tengo. Es el mejor premio que me pudieron otorgar por mis años de docencia”.

Ana María Salgado, referente de la educación en las situaciones mayor complejidad social.

aviso DWP

10,15 cm ancho8,9 cm alto

Page 9: Pausa #121

AÑO 6 - Nº 121 | MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2013 9PAUSA

Jack LondonGallo NegroPrecio: $ 160.00

4 de julio de 1910. Reno, Nevada.

Todo está listo: James Jeffries, “la

gran esperanza blanca”, se enfren-

tará al primer campeón negro de la

historia de los pesos pesados, Jack

Johnson “el gigante de Galveston”.

Jack London está en Reno cubrien-

do la noticia para el New York He-

rald; junto a él, periodistas de todo

el mundo y miles de aficionados

presenciarán el que será recorda-

do como “El combate del siglo”.

Fue uno de los primeros aconteci-

mientos deportivos que cobró una

importancia mediática a escala

mundial. No fue solo un combate

de boxeo, fue mucho más. En el

cuadrilátero se enfrentaban todas

las tensiones y las diferencias ra-

ciales de la América de principios

de siglo. Los periódicos transfor-

maron el combate en un enfrenta-

miento racial y desde sus colum-

nas forzaron la vuelta al boxeo de

Jeffries, el campeón que se había

retirado invicto y que se vio obli-

gado a volver para hacer justicia

a la raza blanca. Jeffries cae en el

asalto decimoquinto, la muche-

dumbre explota y se desencadena

una serie de enfrentamientos ra-

cistas a lo largo de todos los Esta-

dos Unidos.

Encontrá a London en Del Otro Lado.

Vinicius de MoraesAdriana HidalgoPrecio: $144

La obra y la figura del poeta y mú-

sico brasileño Vinicius de Moraes

son tan queridas y están tan di-

fundidas dentro como fuera de su

país y más allá de América del Sur.

Sus poemas y canciones son parte

de un patrimonio latino, que junto

con los versos de otros trovadores

enriquecen el repertorio amoroso.

Esta Antología sustancial bilingüe

se compone de cien poemas cono-

cidos en vida o tras la muerte de

su autor y veinte canciones de las

distintas duplas creativas que Vini-

cius tramó con músicos brasileños:

una de ellas, un tango. A este entra-

ñable conjunto de su obra se suma

en la presente edición una comple-

ta cronología y una rica entrevista

al poeta, realizada por amigos.

Vinicius (para quien la vida era

incomprensible sin poesía) falleció

en 1980, antes de cumplir los 68

años. Se dice que tenía planeada

una fiesta bajo el lema Vat 69, tal

como la famosa marca de whisky,

sólo que en portugués vat se pro-

nuncia igual que vate: poeta. Esta

Antología sustancial conmemora el

centenario del nacimiento de Vini-

cius de Moraes.

El combate del siglo

Vinicius está en Palabras Andantes.

Antología sustancialPoemas y canciones

El papel más perfecto

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Page 10: Pausa #121

AÑO 6 - Nº 121 | MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 201310 PAUSA

Ocio y Cultura

Entrevista a Pablo Benzaquén, el director Yo, Cumbia

Cumbia es cultura

Audiovisual

La cumbia en nuestra ciudad es un

fenómeno social que excede amplia-

mente el marco musical. Bajo esa

premisa comenzó su trabajo el equi-

po realizador del ciclo audiovisual

para televisión Yo, cumbia. Durante el

2012, y a medida que le daban forma

concreta a su idea inicial, confirmaron

su hipótesis. En el camino se entre-

vistaron con Marcos Camino de Los

Palmeras y con Juan Carlos Denis (Los

del Bohío), entre otros músicos. Tam-

bién disfrutaron de los ensayos de La

Groupera y Kaniche, y de recitales al

aire libre en el barrio Yapeyú. Pre-

miados en la categoría Producción de

Contenidos para Televisión, dentro de

la Convocatoria Espacio Santafesino

2010/2011 del Ministerio de Innova-

ción y Cultura de Santa Fe, ahora se

preparan para la presentación de su

producción. Con el fin de conocer más

sobre este recorrido profundo en la

cumbia santafesina, hablamos con Pa-

blo Benzaquén, director del ciclo.

El origen—¿Cómo surgió el proyecto y de qué

manera se organiza narrativamente?

—Nació a partir de una idea para

un programa de TV y de la curiosidad

que despierta el fenómeno en Santa

Fe. Se originó por el hecho de tener

una relación un poco superficial con

la cumbia, desconociendo sus compo-

nentes internos. Y después estuvo el

empuje que representa el Programa

Estímulo, que motiva a mucha gente a

estar produciendo y, cuando se realiza

el concurso, tener carpetas armadas

para enviar. El programa se estructu-

ra con la historia de Nicolás, un joven

que quiere formar una agrupación de

cumbia. Él es la excusa para adentrar-

nos y contar lo que hay detrás de los

shows. Es ficcional desde la puesta

técnica. Hay un cuidado de luces y

planos, existe un trabajo de audio.

Pero desde el registro es netamente

documental: dejamos que las cosas

sucedieran, logrando una mirada ín-

tima. Buscamos que los protagonistas

se sintieran cómodos y a partir de ahí

trabajamos. El formato se encuadra en

la línea de Canal Encuentro, de la tele

cultural. Tenemos un protagonista con

el cual es posible sentirse identificado

y que es capaz de contar una historia,

convirtiéndose en un nexo para desa-

rrollar otras cosas.

—¿Cómo se gestó el equipo?

—El proyecto nació desde “PAR Au-

diovisual”, la empresa que llevo ade-

lante, conjuntamente con Malchiko

Cine de Mauricio Minotti. La idea sur-

gió de nosotros dos, pero Mauricio no

pudo continuar por cuestiones labora-

les. Y la persona más asociada fue el

productor Pablo Ramirez, a través de

su empresa Proaudiostore. Después se

convocó a un grupo de gente prove-

niente del Instituto Superior de Cine y

Artes Audiovisuales. Todos muy capa-

citados, técnicos muy buenos. Luego

se incorporaron profesionales más

allegados a mí, que tienen sus propias

productoras. Algunos se sumaron en

una primera etapa vinculada al rodaje

y otros estuvieron desde el principio

hasta el final. También hubo gente que

entró y salió en diferentes momentos.

Luz, cámara, música—¿Cómo fue el proceso de rodaje?

¿Mediante qué criterios seleccionaron

a los entrevistados y cómo se acerca-

ron a ellos?

—Primero se realizó una pre-pro-

ducción paralela al guión, donde se

iba conociendo a los personajes y en

base a eso se escribía. Y esos prota-

gonistas aparecen en base a la edición

que tienen los programas, que va de

lo general a lo particular. Cada uno de

los cuatro capítulos desarrolla un eje

diferente: social, musical, cultural y

económico. Dentro de las condiciones

sociales, hablan los personajes más

fuertes porque soportaron contextos

más adversos o porque fueron los

primeros que traspasaron barreras

de clase cuando la cumbia se expan-

dió. Para el segundo tópico buscamos

músicos, compositores e ingenieros de

sonido. Para retratar el aspecto cultu-

ral, nos contactamos con bailarines y

gente que participa en la difusión del

género. Y en el último programa apa-

recen empresarios y managers. Por

otro lado, nuestro productor, Pablo

Ramírez, está vinculado a la cumbia

desde hace mucho tiempo: es sonidis-

ta de muchos grupos. Incluso su tío es

integrante de Los Cartageneros. Ese

vínculo nos permitió tener una puerta

de entrada más accesible. Conocimos

gente muy amable, dada, que va para

adelante. No miden consecuencias y

no ven obstáculos, no tienen media-

ciones intelectuales. Y de ahí sale la

música, que es movilizadora, esperan-

zadora, de amor. Son tipos que siem-

pre le pusieron el pecho a la vida.

Más allá de las melodías—El tratamiento sobrepasa lo estricta-

mente musical. ¿Por qué se decidieron

por ese abordaje?

—Surge desde la mirada desprejui-

ciada del programa, entendiendo que

el conocimiento ayuda a tener una

percepción diferente de las cosas. Es el

móvil para entender o sentir la música

de forma diferente. Después, cuando

empezamos a hacer la pre-producción

y fuimos a las casas de los entrevis-

tados, nos encontramos con personas

muy enriquecedoras, con muchísimas

anécdotas y sentidos del humor suma-

mente diferentes. Los observamos en

situaciones cotidianas que contrasta-

ban con lo que pasaba en los recita-

les. En los shows, los tipos son ídolos

y ahí los veías paseando en bicicleta.

Todas esas cosas nos empezaron a lla-

mar la atención. Y esa cultura termina

conformando la música. Encontramos

músicos profesionales, personas con

capacidad de análisis sobre la cumbia

–desde la idiosincrasia del que la escu-

cha hasta la identidad que representa

en la ciudad–, empresarios que entien-

den diversos aspectos del mercado.

Esas voces comenzaron a resultar un

material rico. Nosotros preveíamos

que era un fenómeno complejo, que

nos íbamos a encontrar con algo que

iba a ir más allá del carácter binario

de la música. Y después de recorrer la

pre, descubrimos que era así. Había

múltiples aristas y no podíamos cubrir

todas. Así que tuvimos que hacer re-

cortes puntuales. Dentro de lo social,

trabajamos los prejuicios, la expansión

de clase, el aprendizaje musical, cómo

componen y graban, el fanatismo por

bailar. Son temas dispersos que están

dentro de los programas, pero siempre

mechados con música. Si bien es una

propuesta antropológica, no quisimos

desprendernos de ese aspecto funda-

mental. A partir del relato, que incluye

las situaciones diarias y del sentido

de vida de los protagonistas, la idea

es que el espectador escuche cumbia

de diferentes maneras. Los programas

están atravesados todo el tiempo por

canciones: alguien tocando la guitarra,

fragmentos de ensayos, etcétera.

Cumbia para todos—Con la primera etapa ya concluida,

¿qué expectativas tienen respecto al

estreno y lo que puede generar?

—El ciclo todavía no tiene fecha de

presentación, pero está pronta a con-

firmarse. La idea es hacerla en sep-

tiembre, organizada conjuntamente

con el Ministerio de Innovación y Cul-

tura. Tal vez mostremos un especial de

un capítulo, aún no lo sabemos. Lue-

go, a través del Programa Señal Santa

Fe, será emitido a más de 70 canales

abiertos y de cable de la provincia.

Aparte de eso, pensamos difundirlo

en las emisoras de la ciudad. Hay dos

expectativas, a corto y largo plazo. La

primera implica la presentación de

este año y la difusión. Tenemos gran-

des perspectivas, porque el fenómeno

es importante. Hablar de cumbia en

Santa Fe es referirse a lo que somos.

No podemos pretender que llegue a

pocas personas. Queremos que alcan-

ce a los que escuchan el género y a

los que no, los consumidores pasivos,

atravesando esas diferencias. Y a lar-

go plazo, pretendemos que pueda per-

sistir en el tiempo. El ser un programa

socio-cultural y documental implica

que posee un carácter atemporal. No

estamos atrás de una noticia, un hit o

la banda del momento. Hablamos de

una expresión que tiene una historia

muy larga y de la cual hacemos un

pequeño análisis o racconto a partir

de determinadas áreas. Apuntamos a

que en el 2014 podamos difundirlo en

la provincia, que llegue a las escuelas.

Y sobre todo, que los partícipes estén

satisfechos con el producto y que se

sientan identificados con el mensaje.

Por Juan Almará

I

Los programas radiales de fútbol

sirven para pensar. Hace poco es-

cuché decir en uno que “de los seis

partidos del grupo, cuatro fueron

visitantes y dos, empate”. Esto que

podría, forzosamente, considerarse

algo parecido a una información, es,

sin embargo, una explicación o jus-

tificación de la derrota que sufrió

uno de los equipos de los cuatro

que perdieron.

Contextualizo. Un equipo, que

suele ganar copas, pierde una se-

rie de partidos y esto despierta

excitación intelectual en el perio-

dismo deportivo. No se trata de

una impostura; es casi una intriga

existencial que estimula inspiración

poética y fervor militante. Las dis-

cusiones recrudecen en la semana.

“De seis partidos 4 fueron vi-

sitantes” repite un notero que, a

juzgar por su tono revelador, debe-

ríamos suponer que no estaba es-

cuchando el programa. Los conduc-

tores no lo reprenden al aire, como

suele ocurrir según la costumbre de

maltratar en público al más débil. La

sentencia detiene la polémica e im-

pone reflexión, casi silencio.

II

Es curioso que nadie considere la

hipótesis de que seis partidos de

fútbol son insuficientes para de-

mostrar una tendencia general, o

que el dato no constituya un hecho

que amerite ser explicado con ur-

gencia, o que quizás no tenga una

explicación especial, distinta, por

ejemplo, a la que logre desentrañar

el azar o la belleza.

No es menos curioso que la bús-

queda de razones para explicar el

hecho de que los equipos locales

pierdan no ilumine la posibilidad

de que el equipo en cuestión haya

jugado peor que el visitante que le

ganó.

Los programas de fútbol de la

radio sirven para pensar posible-

mente porque recurren a metáfo-

ras con valor de tecnicismo y os-

tentan misteriosos conceptos como

“volumen de juego” o “mística de

equipo” (este último de clara intri-

ga metafísica). Aparecen jugadores

cuyas debilidades defensivas obe-

decen a que “no sienten la marca”

y directores técnicos que desplie-

gan tácticas y estrategias acordes

a sus distintas “filosofías de juego”.

No menos estimulante resulta la

constante sorpresa que ofrecen re-

pentinos y abruptos cambios en el

vocabulario. Sin razón aparente un

clásico pasa a llamarse derby y una

dupla pasa a ser un tándem, como

si así hubiese sido siempre.

III

En radio y televisión, hay otros

programas, no sólo de fútbol, que

también sirven para pensar, pero

yo prefiero escuchar el horóscopo.

La filosofía, se sabe, es aburrida y

no lleva a nada. Puro chamuyo.

Yo pienso de que

La miscelánea

Por Federico Coutaz

Page 11: Pausa #121

AÑO 6 - Nº 121 | MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2013 11PAUSA

Publicaciones

Armar 100 selecciones y relacionar

cada uno de los apellidos de los fut-

bolistas con un tema específico es una

hermosa locura o, si se quiere, algo

bizarro, con un alto sentido del humor

para un fútbol con pocas alegrías.

Luego de leer la Selección de Estupe-

facientes, que forma con Lima; Pacco,

Yacolev, Dopazo y Droguett; Dell’Orto,

Colace, Bolado y Vizio; Zubavicius y

Drogba; o la loser: Manchado; Sala-

meh, Dudar, Nardi, Rebottaro; Pansar-

di, Bulgarelli, Vergassola, Malvestitti;

Naif y Mannini. Pausa cayó en la ten-

tación de salir a buscar al autor.

Juan “Tigre” Peyrú es músico y

periodista, y desde el año pasado es

el padre del libro Botinazo Cósmico.

Así define la obra en su página web:

“La idea básica de este libro era la de

juntar a muchos de los futbolistas de

la historia, agrupados y clasificados

según el significado de su apellido.

Todos los jugadores presentes en el

libro son reales, al igual que sus datos,

y están ubicados en sus puestos ori-

ginales. Disputaron Mundiales, Copas

Libertadores, Torneos de AFA, Ligas

Europeas y/o Champions League”.

—¿Quién es Juan “Tigre” Peyrú?

—Soy yo, mucho gusto. ¡Je! En se-

rio…un buen tipo, coherente, laburan-

te, emprendedor. Por suerte hago lo

que me gusta y puedo vivir de eso.

Me considero una persona auténtica y

feliz, sin maldad.

—¿Músico, periodista o escritor?

—Creo que mi vocación mas fer-

viente es la música. El Tigre & sus

Manchas es una banda de rock con

bastante pop. Si me sacás la música

me muero. Pero me encanta hacer un

poco de todo, sino me aburro. Disfru-

to mucho de escribir. Cuando me sien-

to a componer letras es de los desa-

fíos mas lindos que uno puede tener.

También me fascina hacer radio, cosa

que por suerte hago en Radio Provin-

cia (AM 1270). Ahí hago unas seccio-

ne-s particulares y hablo de deportes,

música y otras cosas que me gustan.

—¿Cómo surgió Botinazo Cósmico?

—Surgió como un juego, paveando

con amigos, como salen las mejores

cosas (en el prólogo del libro lo cuen-

to bien). Primero empezamos con los

nombres que nos venían a la cabeza

pero después, como buen obsesivo

compulsivo que soy, empecé a juntar

data de todos lados para seguir in-

corporando. Cuando me di cuenta, ya

tenía mas de 200 selecciones hechas.

—¿Cuándo te diste cuenta de que se

podía hacer un libro?

Juan Peyrú, el compilador bizarro.

Botinazo cósmico en el planeta fútbol

—Cuando empecé a mostrarles a

algunos amigos los primeros borra-

dores. ¡Se cagaban de risa! Me decían

que por favor hiciera algo con eso,

que no lo dejara en un cajón. Ahí me

noté que era divertido para cualquie-

ra y que no hacía falta saber de fútbol

para disfrutarlo. La motivación de mis

amigos fue clave. Así que me decidí

a darle forma de libro; lo patenté y

empecé a ofrecerlo en editoriales. La

primera a la que fui, Sudamericana, lo

aceptó en el acto y ofreció editarlo.

—¿Futbolero desde siempre?

—Desde la cuna, pero a los 10 años

explotó la bomba. Mi viejo, fanático de

Racing, me empezó a llevar a la can-

cha en el 88 y me volví un enfermo,

como buen hincha de Racing (¿alguien

conoce algún hincha de Racing que no

sea fanático?). Era la época gloriosa de

la Supercopa: Rubén Paz, Colombatti,

el “Toti” Iglesias, Olarticoechea, Fabbri,

Fillol… en fin, todos unos monstruos.

—¿Qué leías, escuchabas y mirabas

desde chico con respecto al fútbol?

—En esa época todo. Sabía hasta

cuanto calzaba el arquero suplente de

Mandiyú. Era muy fanático. Y eso que

en esos tiempos no existía el bom-

bardeo mediático que hay ahora. Era

esperar Fútbol de primera con ansias

los domingos a la noche para ver los

goles y los martes que salía El Gráfico,

que por suerte me lo traía siempre mi

viejo. Todavía los guardo. De hecho,

fueron una gran ayuda para la con-

cepción del Botinazo.

—¿Cuál fue la crítica más loca que

hicieron de tu libro?

—“Siento alivio tras leer este libro.

Hay gente que está mucho más loca

que yo. Fanáticos del fútbol, no se lo

pierdan. Se van a divertir mucho”, de

Juan Pablo Varsky.

—¿Cómo, cuándo y dónde le llega a

Maradona el libro? ¿Y cuál fue tu sen-

sación luego de la noticia?

—Un conocido mío, el querido Lu-

ciano Malatini, me dio una gran mano

acercándole el libro a algunos futbo-

listas como Cavenaghi, Trezeguet, Ri-

quelme, el ‘flaco” Schiavi, etc. Un día

me llama y me dice: “Me voy a Dubai a

verlo al Diego, ¿querés que le lleve un

libro?”. Imaginate. Me quedé conge-

lado. Al Diego lo amo, como a pocos.

Una emoción muy grande. Me quedé

una hora con la birome en la mano y

la primera hoja en blanco pensando:

“le estoy escribiendo al Diego. ¡Ay

mamá!”. Me temblaban las piernas.

Creo que terminó siendo más una de-

claración de amor que una dedicato-

ria. Para hacerla completa, un día abro

el mail y “Malata” me había mandado

fotos del Diego con el libro. Un maes-

tro. El Diego dio el ok para que me las

mande. Fue genial, muy emocionante.

Sueño del pibe cumplido.

—¿De las 100 que armaste, cuál es

la selección que más te gusta y cuál es

la que más te costó armar?

—Creo que de mis preferidas son

“Minas que dan” y “Minas que no dan”,

con “Chichizola” y/o “Mina de vino”, de

un lado y del otro, por ejemplo. Que

costaron hubo varias. Pero me quedo

con la corrupta: “Choriev” me comple-

tó el equipo.

Ocio y Cultura

En enero de 1990 llegué con mi

familia a Santa Fe en un camión

de mudanza. Toda mi casa de Con-

cordia trasplantada a una ciudad

que sólo conocía de pasada. Pero

en esas pasadas me habían suce-

dido dos cosas cruciales: cuando

tenía 16 años, en una visita a un

amigo artesano, tras una noche de

excesos en un departamento de un

“gay” estudiante de derecho, una

“hippie” mayor que yo me regaló

un polvazo que me dejó seco; en

otra ocasión me fugué con un ami-

go al noroeste y al mes de andar

como bola sin manija por la Puna,

vendiendo artesanías truchas en

los trenes, nos quedamos varados

en Santa Fe.

Con la mugre y las porras que

traíamos, nadie nos quería cruzar

el túnel. Dormimos una noche en

la plaza Pueyrredón, y al otro día

pedí un teléfono en la 3ra para

llamar a mi viejo. Juan Carlos nos

vino a buscar, con su peor cara de

culo pero por suerte acompañado

por un amigo que lo distrajo con

charla todo el camino de vuelta.

Pero en enero de 1990 conocí

el infierno a pleno, caminé mil ve-

ces ida y vuelta, trazando un canal

en el cemento chirle de la siesta,

la calle San Martín, sin ningún tipo

de pretensión saereana, sino para

distraer el calor con el vientito de

la marcha. Y aquí es donde entra

el agua, el asunto de esta nota. La

canilla de la placita frente al Teatro

donde nos mojábamos la cabeza

y tomábamos del pico hasta har-

tarnos, esa agua dulce y finamente

clorada de la red de la Dipos, em-

presa que por entonces prestaba

el servicio de agua potable.

Después de varios nuevos ami-

gos santafesinos apareció Martín,

el primer santotomesino que in-

gresó a mi experiencia directa. Me

gustaría extenderme en sus rasgos

particulares, un ser muy bello y me

atrevo a decir, la persona mejor

vestida que tuve cerca (ampliaré

en la próxima columna). Martín me

llevó una siesta a su casa, en una

L, a buscar un porro. Cuando el co-

lectivo bajó del puente carretero,

por cómo me picaba la imagen del

Salado y las islas, supe que mi con-

ciencia había registrado algo dura-

dero, es decir, algo que iba a durar.

El vadoA dos aguas

Por Fernando Callero

“Siento alivio tras leer este libro. Hay gente que está mucho más loca que yo. Fanáticos del fútbol, no se lo pierdan”, apreció Varsky.

Por Gastón Chansard

a

Page 12: Pausa #121

AÑO 6 - Nº 121 | MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 201312 PAUSA

Tras varios años de planeación, una

fría mañana marzo arrancamos

nuestro sueño de recorrer las tres

Américas. A Adelita aun le faltan de-

talles mecánicos y los recursos finan-

cieros y tecnológicos no llegan ni a

la mitad de lo convenido, pero ya no

hay vuelta de hoja: llegó la hora de

salir a la carretera.

Además, ya hace varias semanas

que nos venimos despidiendo en San

Cristóbal de las Casas y cada vez que

nos reencontramos con amigos en la

calle, nos miran entre sorprendidos y

escépticos.

Cruzo los dedos y doy llave. El can-

sado motor de la combi brama como si

fuera nuevo y, pocos minutos después,

estamos en camino hacia la puerta de

la selva Lacandona, donde nos espe-

ran los chicos de las Aldeas Infantiles

SOS de Comitán.

Atrás van quedando los Altos de

Chiapas y las miles de horas en las

que imaginamos este momento. Por

delante, la ruta y las ganas de recorrer

las venas abiertas del continente, bus-

cando alternativas al actual sistema de

consumo.

Pura inspiraciónLa primera parada del viaje está a

unos escasos cien kilómetros. Hacia allí

vamos siguiendo las huellas del argen-

tino Damián López, “Jamerboi”, quien

en su pedaleo de Alaska a la Patagonia,

se dio a la tarea de promocionar las Al-

deas SOS, una fundación que se dedica

a rescatar niños en situación de riesgo.

A pesar de que apenas ayer avisa-

mos de nuestra visita, Don Pepe nos

Por Pato Che

De polo a polo

da la bienvenida y nos invita a recorrer

las instalaciones. La primera señal de

los niños aparece en unos murales que

han pintado en sus clases de arte y que

recuerdan algo tan básico y olvidado

por estos pagos: los derechos a la edu-

cación, a la salud, a una vida digna.

Más delante, están las casitas que

sirven de hogar a cientos de niños,

desde 1994, cuando la embestida mi-

litar lanzada por el gobierno mexicano

para acallar al movimiento zapatista,

dejó a miles de ellos en desprotección.

Sin embargo, nos informan que el ac-

ceso a los hogares está prohibido para

los visitantes.

Damos unos pasos más y ahora sí

los chicos aparecen en bandada y se

alborotan alrededor de Chai, la perri-

ta de la expedición, quien también fue

rescatada del abandono.

Los facilitadores familiares nos

narran el trabajo que se realiza en

la Aldea. Entre ellos, Esteban Juan

Pedro, quien fue rescatado junto a

ocho hermanos menores, en 1999.

Hoy, además de ser enfermero, funge

como acompañante juvenil y estudia

Psicología.

Carlily Mendoza nos cuenta que

después de la Segunda Guerra Mun-

dial, el doctor Hermann Gmeiner tuvo

el sueño de unir a huérfanos y madres,

a través de un proyecto de maternidad

social. En 1949, creó la fundación SOS-

Kinderdorf International, en Austria,

que hoy tiene presencia en 133 países

y atiende a cerca de 60 mil niños.

Si bien el sueño de Gmeiner llegó

a Chiapas tras el conflicto armado de

1994, ahora son otros factores los

que inciden en el abandono infantil

en la región, como el alcoholismo y la

violencia familiar. También son otros

los retos, principalmente económicos,

debido a la merma de donaciones y la

falta de voluntad política.

“Buscamos una corresponsabilidad

del gobierno en la atención, pero no

se ha dado esa apertura”, nos cuenta

Néstor Piñeiro, director de la Aldea. No

obstante, las aldeas siguen adelante

con su labor. La de Comitán alberga a

72 niños, niñas y adolescentes, a quie-

nes les brinda herramientas para forjar

una vida independiente.

Al calor del hogarDespués de entrevistar a las madres

encargadas, que nos describen con

orgullo el oficio de ser “mamá social”,

Yanet Enríquez nos da una buena noti-

cia: tenemos permiso para entrar a las

casas.

A diferencia de los orfanatos co-

munes, las Aldeas ofrecen verdaderos

hogares, con un calor especial, que me

hace reflexionar sobre la suerte que

tuve de haber disfrutado una infancia

en familia.

Las mamás, que ante la cámara se

mostraban tímidas, nos explican con

alegría cómo funciona cada hogar. En

la casa de Marina, resalta una fotogra-

fía con sus ¡nueve hijos! y un mensa-

je que sintetiza el agradecimiento de

sus pequeños: “te queremos mucho,

mamá”.

Al finalizar el recorrido, nos avisan

que los niños han terminado sus tareas

escolares y están a la espera de la fun-

ción de danza aérea que prometimos

ofrecer. Escogemos un arbolito que se

erige sobre la cuenca del arroyo seco y

colgamos las telas.

Rápido, unos cuantos se animan a

ser parte del show y demuestran que

todos los niños nacen con dotes de

artistas. Algo confirmado por la lluvia

de aplausos, sobre todo de las ma-

más, que entre alegría y asombro no

despegan la vista de los “arriesgados”

movimientos.

Cuando empieza a caer la tarde,

improvisamos un picadito de fútbol,

en el que las niñas acaparan las posi-

ciones. Los gritos de gol, los abrazos y

las sonrisas, nos reafirman que no nos

equivocamos al elegir este lugar como

primera parada del proyecto.

Y es que estos pequeños encaran la

vida sin más armas que su propia ter-

nura, esa misma que pudo haber nau-

fragado de no haber sido rescatada a

tiempo por estos ángeles sociales. Son

niños, que pese a las dificultades, hoy

tienen la oportunidad de ser felices.

Con esa idea en mente, me asalta

una pregunta: ¿qué les hubiera pasa-

do a estos chicos sin la ayuda de las

Aldeas SOS? La respuesta la hallamos

en un dibujo que descansa sobre el

escritorio de una de las facilitadoras

como eterna advertencia. Se trata de

un continente americano garabateado

con crayones, con niños en sus cuatro

puntos cardinales y un mensaje que

resume los sentimientos que nos dejó

en esta tarde mágica: SOS ¡un mundo

no es nada sin ti!

Granito de arenaLa noche nos agarra exhaustos por la

intensidad de las actividades (especial-

mente Chai, que estuvo a punto de su-

frir una sobredosis de cariño), pero los

abrazos y besos que recibimos antes

de partir nos llenan de ánimo.

De vuelta en la carretera, reina el

silencio. Los integrantes del equipo es-

tán procesando lo ocurrido, cada uno

desde su experiencia personal, pero

las miradas cómplices lo dicen todo.

Un tiempo más tarde, alguien gol-

pearía la puerta de la Aldea de Comi-

tán con un camión lleno de mercan-

cías. Fue una donación que Polo a Polo

consiguió negociar con una importante

cadena de supermercados, en su paso

por el norte de México.

En ese momento, pensé en el co-

mentario de un lector en la versión

online de una entrevista que nos hicie-

ron para un periódico de Monterrey:

“¿Realmente creen que algo va a cam-

biar en su entorno por el solo hecho

de viajar?”.

No lo sé, pero hoy un pibe rescata-

do del abandono está durmiendo un

poco más cómodo y su mamá puede

lavar su ropa, cocinarle y abrigarlo con

prendas nuevas.

Tal vez no podamos cambiar el

mundo, pero al menos cambiamos el

de unos niños que pronto tendrán en

sus manos el futuro de la sociedad. Por

algo se empieza... ¿no?

poloapolo.net

Uniendo las tres AméricasAdelita arrancó su travesía y, en su primera parada, ya dejó una huella: cerca de la selva

Lacandona llegaron los viajeros y fueron recibidos por los niños de la Aldea SOS.

Desde 1994, cientos de niños fueron cobijados en los hogares de la Aldea SOS, bajo el cuidado de un proyecto de maternidad social. Actualmente, en Comitán albergan a 72 pequeños.

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AÑO 6 - Nº 121 | MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2013 13PAUSA

A la ruta por la comunicación

Las rutas criollas cargan en su historia con cierta mística, si aten-demos a que han permitido a mi-llones de argentinos movilizarse con el afán de ser protagonistas de grandes sucesos culturales y, desde hace cierto tiempo, también polí-ticos. El traslado masivo ya no es exclusividad del fútbol y del rock, sino que hay otros menesteres y otras urgencias que convocan a la reunión. Es así que una vez al año, y desde hace 11 años, los estudian-tes de comunicación de todo el país se congregan con el ánimo puesto en charlar acerca de las dificul-tades no sólo de sus necesidades más inmediatas, como reformas de planes de estudio o fotocopias y co-medores a precios accesibles, sino que también hormiguea en ellos la llama de los debates en torno a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) y políticas públicas en general, políticas aca-démicas o cómo tratar cuestiones de género desde los distintos len-guajes comunicacionales. Lejos de perseguir soluciones inmediatas y alborotadas, lo que organiza el ar-gumento de cada programa es el de generar discusiones y poner en jaque a distintas teorías y prácticas que, o son ajenas a la necesidad y a los ideales de la nueva generación estudiantil o bien han quedado ob-soletas y fosilizadas en el canon de la comunicación.

El Encuentro Nacional de Estu-diantes de Comunicación (ENEC) ha forjado un empuje que se ha des-entendido de fronteras, puesto que, por tercer año consecutivo, el título de este evento se nombra, también, como Encuentro Latinoamericano de Estudiantes de Comunicación (ELAC), de manera que se está for-mando un colectivo de estudian-tes involucrados y comprometidos cada vez más sólido.

Con la bandera plantada ya en lugares de lo más diversos (por ejemplo Rosario, La Plata, Córdo-ba e incluso Atlántida, Uruguay), el ENEC/ELAC ha sido el motor de un anhelo que se tomó su tiempo para madurar, con una concreción para nada tímida: luego de una década de encuentro y discusión, las distintas agrupaciones estu-diantiles de comunicación, de las universidades nacionales de todo el país, conformaron este año la Fe-deración Argentina de Estudiantes de Comunicación (FAEC), la cual busca construir y “aportar en la solución de las problemáticas que afectan a estudiantes, próximos profesionales y trabajadores de la información y la comunicación, en-tendida como un derecho humano de todas las personas y los pueblos, tanto desde el rol de los comunica-dores en la etapa actual como los

Por Marcelo Przylucki

Miles de jóvenes estudiantes viajaron a debatir y volvieron con una federación propia.

desafíos abiertos en el sector comu-nitario, público e incluso privado”, según su primer comunicado ofi-cial, emitido tras su fundación.

Conformada por un total de 11 agrupaciones, la FAEC germina con la ambición de motorizar el in-cremento de la participación de los estudiantes de todo el país, para que continúen haciéndose cargo del proceso de federalización de las discusiones planteadas en el campo de la comunicación, en un contexto que exige y necesita la consolidación de los actores para la profundización de los cambios que se viven en el país y en Latinoamé-rica toda.

De esta manera, ya no es la agru-pación “local” la que se ocupa de or-ganizar los pormenores de cada en-cuentro, sino que es la Federación en su conjunto la que diagrama los cronogramas. Bernardo Gaitán Otarán, secretario de DDHH de la FAEC, charló con Pausa acerca de otras cuestiones:

—¿Cuáles son las necesidades y objetivos que se plantean satis-facer desde la FAEC?

—El principal objetivo es justa-mente el Encuentro. Correr la lógi-ca del congreso con disertantes, pa-pers, ponencias y todas esas formas que muchas veces no nos permiten el diálogo y el intercambio. Una lógica más distendida donde tener en la misma mesa a estudiantes, re-presentantes de organizaciones so-ciales y de base y diferentes repre-sentantes del Estado, ministerios, organismos, etc. Es decir, generar un intercambio real entre quienes asisten para poder nutrir las discu-siones, plantear preguntas y arri-bar a posibles soluciones en conjun-to. Al mismo tiempo, conocer las realidades de otros estudiantes de

diferentes universidades del país y del continente (Uruguay, Para-guay, Brasil, Venezuela, Ecuador), saber qué problemas plantean en su formación y cómo buscan resol-verlos para, de esta manera, hacer una reflexión colectiva.

—¿Cuáles son los mayores de-safíos que encuentran hoy los es-tudiantes de comunicación y los comunicadores en general?

—Hoy, el principal desafío es poder construir nuevos medios. Desde el 2010 el Encuentro se plantea como objetivo principal la lucha por la total aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Es una de las leyes más debatidas y consensuadas de la democracia. Pero a su vez, el eje se nos fue corriendo hacia qué rol debemos tener nosotros como estu-diantes, porque somos los actuales y futuros hacedores de esas nuevas pantallas y radios. Es decir, poder responder de qué forma llevar a la práctica todos estos debates que se tienen a lo largo de las tres jorna-das que lleva el ENEC/ELAC. Por ejemplo, pensar cómo reformular los planes de estudio, para formar-nos como profesionales que pue-dan pensar, gestionar y sostener estos nuevos medios (asociacio-nes civiles, medios cooperativos o pymes), no como “empleados de”, que sigan reproduciendo las lógi-cas históricas.

Buenos Aires 2013La Universidad de Buenos Aires, Tecnópolis y la ex ESMA fueron sedes del XI ENEC/III ELAC, el cual contó con la mayor concu-rrencia desde que comenzó esta serie de cofradías (los inscriptos superaron el millar, mientras que los santafesinos –que estudian en

Paraná– fueron más de 60). El con-traste entre las 3 cabeceras no fue únicamente con motivo turístico o de no repetir escenarios, sino que poseyó un argumento mucho más poético: una de las academias más importantes de nuestro país, un parque tecnológico que cuenta con una “usina de medios cooperati-vos” y el espacio más emblemático en materia de memoria de nuestro país confluyeron para saturar las

dimensiones imprescindibles de las que un comunicador debiera poder nutrirse y sentar sus bases éticas, morales y profesionales. Acerca de la importancia de este tipo de eventos, Ricardo Forster, integran-te de Carta Abierta y candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, destacó a Pausa que “en este momento de la sociedad argentina se está dando una cele-bración democrática que radica en el hecho de que las escuelas de co-municación están abriendo el aba-nico para que todos puedan formar parte de una nueva emergencia de medios. Más puntualmente, la dis-cusión ya no es restringida a ciertos ámbitos y a profesionales doctora-dos, sino que el tema está en el co-razón mismo de la vida social”.

El saldo líquido de estos encuen-tros queda claro a medida de que caemos en la cuenta de que cada vez más personas son conscientes de que hay lógicas de intereses, concentración, distorsión de la in-formación. Ya no es posible que los dispositivos empresariales, políti-cos, ideológicos, ocultadores de sus verdaderas perspectivas de la reali-dad, se muestren como caperucitas rojas. La caja de resonancia funda-mental, que son las escuelas de co-municación, se están preocupando por la toma de conciencia y por la batalla en procura de conquistar la democratización no sólo de los me-dios en sí, sino también de la idea misma de comunicación.

Cerca de 60 estudiantes santafesinos asistieron al Encuentro Nacional de Estudiantes de Comunicación; una de sus sedes fue Tecnópolis.

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Albergue de niños desprotegidos, el histórico edificio donde funciona Casa Cuna acusa 78 años de vida y los problemas edilicios siguen a la espera de una solución estructural.

Por una solución definitiva

Por Ileana Manucci

Es un entrañable hogar. Ubicado en San Juan 2388, alberga en su interior a más de 30 niños y niñas en situación de riesgo social con el objetivo de brindarles atención in-tegral y favorecer su crecimiento y desarrollo, para lo cual cuenta con un equipo interdiciplinario, de pro-fesionales y personal especializado en diversas áreas, que está las 24 horas del día atendiendo las nece-sidades de los pequeños.

Los recursos para mantener la in-fraestructura del hogar provienen de diferentes sectores: el aporte más significativo es el de los socios, aproximadamente 6.000, otra bue-na parte proviene de los diversos actos y eventos de beneficencia y una tercera partida la reciben de la Subsecretaría de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, que es el organismo que decide el ingreso y egreso de los chicos y chicas.

Desde hace muchos años, Casa Cuna viene bregando por una solu-ción definitiva para los problemas estructurales que presenta su edifi-cio, construido en 1935. “La sema-na pasada tuvimos que clausurar una habitación porque se estaba filtrando agua y el cielo raso corría riesgo de caerse, así que ahora es-tamos tirando eso abajo para arre-glarlo. A medida que van surgiendo

convenientes que tienen hoy?—Este edificio, por su antigüe-

dad, tiene algunos problemas que son típicos del paso del tiempo, da-ños que no son estructurales pero si importantes como las cañerías, las canillas, los baños; y otros, como los que estamos estudiando aho-ra, que son un poco más grandes y para los cuales necesitaríamos una inversión muy grande de dinero, que aún no sabemos con exactitud de cuanto puede llegar a ser. Por ejemplo, tenemos una rajadura que, de encontrarse los cimientos involucrados, demandaría la reali-zación de una obra importante en la que tendríamos que apuntalar toda la esquina del hogar.

—¿Cómo afrontan los gastos?—Una vez que tengamos hecho

el análisis y el presupuesto final, comenzaremos a buscar el finan-ciamiento. Estamos viendo la posi-bilidad de que alguna universidad nos ayude, también tenemos el contacto de empresas de materia-les para la construcción que esta-rían dispuestas a darnos una mano y pensamos en desarrollar algún programa de padrinos que creemos que nos puede ser de gran utilidad. Por otro lado, contamos siempre con la ayuda de nuestros socios y de la comunidad en general, que aún no pagando una cuota mensual se acercan cuando pueden a la insti-tución para hacer sus aportes, ya sea en dinero como en cosas para los chicos, como ropa, juguetes, ali-mentos. Gracias a la gente esto se mantiene, gracias a quienes com-pran la rifa, participan del te bingo anual y ayudan en lo que pueden; son realmente colaboraciones ines-timable para nosotros.

—¿Y el Estado?—En algunos casos el Estado

asigna partidas para estos arreglos, que pueden cubrir el monto total, parcial o nada, pero para ese trámi-te necesitamos el presupuesto que estamos armando ahora. Además, al ser el edifico Patrimonio Histó-rico Provincial, tampoco podemos hacer cualquier arreglo ni cómo nosotros querramos, hay que tener determinados criterios profesio-nales específicos, autorizaciones, y eso en muchos casos encarece el proceso. Pero el Estado provincial aporta, a veces hay algunos retra-sos pero por lo general ese dinero siempre está. Además de las parti-das que los chicos y chicas reciben amparados por la ley 5.110, que es dinero para ellos pero que significa un aporte para cubrir algunas ne-cesidades como calzado o paseos, lo cual implica menos erogaciones para nosotros como institución.

El trabajo del hogar“Los niños y niñas llegan al hogar por disposición de la Subsecretaría de Niñez y permanecen aquí a la espera de un proceso legal”, expli-

ca Diego Martínez, psicólogo. “Se ponen plazos mínimos y máximos, que no siempre se cumplen, en el cual los chicos deberían volver a su hogar o, aquellos que están en con-diciones, ser adoptados”.

Aunque las edades máximas no deberían superar los 7 u 8 años, la realidad muestra que hoy Casa Cuna brinda alojamiento y conten-ción a niños y adolescentes de hasta 15 años.

Además de un techo, una cama, vestimenta y alimento, en el hogar los chicos y chicas cuentan con gran cantidad de actividades pensadas en pos de su desarrollo y bienestar. “Los niños participan de diferentes disciplinas deportivas en los clubes del barrio y también tienen talleres acá, de computación, de construc-ción de barriletes, percusión. Ade-más vienen a trabajar con ellos los estudiantes del ISEF, van al Liceo Municipal y, siempre dependiendo de los intereses del niño, se intenta que hagan actividades, tanto fuera como dentro del hogar”, finalizó Molinas.

esos inconvenientes los vamos em-parchando como podemos, pero estamos a la espera de poder hacer una obra un poco mayor, que dure y con la cual estar un poco más tran-quilos en ese sentido”, cuenta Mer-cedes Molinas, vicedirectora del turno tarde.

En estos momentos, las autori-dades del hogar se encuentran es-perando una evaluación de todo el lugar realizada por dos arquitectos, con la cual tendrían un panorama

más específico y concreto sobre las medidas a tomar para solucionar los problemas más importantes del hogar. “El edificio está muy deterio-rado porque durante muchos años no se le realizó el mantenimiento adecuado. Esta nueva dirección está intentado reordenar un poco las cosas, desde las cuentas has-ta los problemas edilicios que nos aquejan desde hace tiempo”,

—¿Cuáles son los mayores in-

“Gracias a la gente esto se mantiene, gracias a quienes compran la rifa, participan del te bingo anual”, dijeron desde Casa Cuna.

En Casa Cuna los niños se guarecen, pero además realizan talleres o actividades en el Liceo.

Olivia Gutiérrez

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Sociedad

Se afianzan diversas experiencias en la región relacionadas a la alimentación orgánica: de la producción al consumo, los cultivos libres de agrotóxicos defienden su identidad.

Los cultivos orgánicos se potencian

Definido como un sistema de pro-ducción de alimentos que se basa en la salud de los agroecosistemas, la diversidad, los ciclos y la activi-dad biológica del suelo, los cultivos orgánicos carecen de aditivos quí-micos que perjudiquen cualquier tipo de vida que se encuentre en el ambiente. Así, la idea de desarro-llar una agricultura sostenible se hermana a la necesidad de cuidar la economía doméstica a la hora de comprar frutas y verduras.

Chabela Zanutigh es una de las caras visibles de Granja Agroeco-lógica La Verdecita, ubicada en Ca-llejón Roca 1800: “Nació después del 2001 como un proyecto de autosustentabilidad que teníamos con otras mujeres, cuando todo era un caos y la gente en los barrios no tenía para comer. El proceso se fue complejizando: nosotras empeza-mos a entender cómo funciona la tierra, a saber dónde estábamos ubicadas y quedamos como parte de lo que fue desapareciendo del cordón hortícola de la ciudad que funcionaba en los 50, lo cual había cambiado la fisonomía en cuanto al territorio y composición huma-na de reproducción social”.

De ferias a intermediariosA través de los años, la producción hortícola de zonas como Monte Vera, Recreo y Arroyo Aguiar fue descendiendo en diversidad. “An-tes se producía desde arvejas hasta tomate, todas las verduras de hoja y muchas hortalizas. Ahora todo viene de afuera con mucho costo para el consumidor, en el precio y la calidad alimenticia. Aunque veamos pimientos gigantes, noso-tros dudamos mucho de su calidad. Se metió en la cabeza de los consu-midores la cosmética de la planta, y para que los zapallitos sean todos iguales o las hojas de las verduras no estén picadas se deben comprar semillas importadas, a precio dólar y en algunos casos híbridas, lo que dificulta su conservación. Todos terminan comprando las mismas semillas y produciendo los mis-mos productos. Queremos hacerle entender a la gente que a veces es mejor comprar un tomate picado porque sabemos que eso no tiene veneno”, apuntó Chabela Zanutigh en diálogo con Pausa.

Y aportó que “mucha de la pro-ducción local que se vendía en fe-rias francas santafesinas, Buenos Aires y otros puntos del país ter-minó siendo relativamente pobre en cuanto a diversidad debido a dos cuestiones esenciales: una es la especulación inmobiliaria impo-sible de parar debido a la falta de planificación urbana más allá de las legislaciones. Es decir, tierras

En la ciudad hay ferias de alimentos orgánicos a buenos precios, como El Mercadito, donde participan productores de Desvío Arijón y Rincón.

que deberíamos ver como cordo-nes sin agroquímicos destinadas a la producción de los alimentos de la ciudad. De esta manera, la con-centración de alimentos se hace cada vez más profunda. La otra cuestión es que también existe es-peculación en cuanto a la produc-ción: en la década del 90 se trajo gente de Bolivia para trabajar bajo una figura llamada mediería –ac-tualmente derogada–, que era casi anterior a lo feudal, en condiciones de semiesclavitud”.

Hoy en día, parte de esa comu-nidad boliviana forma parte del Consorcio de Orientación Produc-tiva que reúne a unas 120 familias productoras oriundas de 400 hec-táreas cercanas al norte de la ciu-dad. El 95% de esas personas no son dueñas de la tierra ni poseen herramientas propias, muchos aún trabajan con caballos y arados, y tener un tractor es una ilusión. “Si se agregaran las herramientas adecuadas la eficiencia sería mu-cho mayor, más allá de la poca po-sibilidad de planificar porque mu-chas veces los contratos de trabajo de la tierra se hacen por un año. Esta situación requiere de inter-vención estatal porque esa tierra sigue el círculo de la especulación financiera. Tampoco se respetan las leyes ambientales sobre la ur-banización para que no existan agroquímicos cerca de la ciudad. Hace poco logramos un apoyo del gobierno nacional a través de los ministerios de Agricultura y De-sarrollo Social, mediante el cual logramos asistir al consorcio con un subsidio para la compra de in-sumos y herramientas pequeñas. El gobierno provincial debería apoyar a los productores porque es

nada más y nada menos que cuidar el bolsillo de la gente”, determinó Chabela.

En este sentido, informó que algunos productores del consor-cio logran vender en otros lugares “aunque a un precio bajísimo ya que dependen de los intermedia-rios. Les cuesta entrar en el Mer-cado de Productores ya que el piso se cobra $170: si llevan 50 docenas de achicoria y se las compran a $10, apenas alcanza para pagar el transporte y el piso. Eso hace todo muy difícil para el productor”.

“Por eso empezamos con la agroecología y nos dimos cuenta que era muy difícil instaurar este sistema en donde la producción no va a ser la misma: siempre va a ser menor en cuanto a cantidad de kilos, pero de muchísima más cali-dad para el consumidor. Eso fue lo que nos llevó a armar la Escuela de Agroecología, para que los hijos de los productores no fueran expulsa-dos del campo”, explicó Chabela. La capacitación, que está abierta al público en general, dura dos años y los asistentes van a La Verdecita una vez al mes, sumado a prácticas en el territorio: “Aprenden todo lo relativo al suelo, agua, control biológico de plagas y después nos enfocamos en cada tipo de pro-ducción agroecológica, que está en un nivel superior a lo orgánico. Aquí nos importa la diversidad, donde todo se va controlando a sí mismo y la familia es el centro de ese sistema. A través de la Escuela intentamos brindar todas las posi-bilidades para agregarle valor a lo que se produce. En la primera pro-moción egresaron 15 personas y actualmente estamos capacitando a otras 25. De esta manera la pro-

ducción de la zona se diversificó, hay cerdos y pollos además de hor-talizas y aromáticas”.

Fusión urbanaCon cinco ediciones realizadas a lo largo del último año, la Permaferia de Rincón se fusionó con otra pro-veniente de Desvío Arijón –deno-minada Feria Campesina Desvío a la Raíz– para realizar su primera edición urbana en las instalacio-nes del Centro Cultural y Social El Birri. Según Yunes Hase, uno de sus organizadores, “la idea de desembarcar en Santa Fe con esta versión urbana a la que llamamos El Mercadito, significa empezar a pensar que en la ciudad también se pueden cultivar los alimentos de manera orgánica y sana, cada vez más conscientes en lo relativo al envenenamiento de la tierra con agrotóxicos”.

“Hay prácticas que van en detri-mento de ciertas costumbres que existían en el lugar. Por ejemplo, en la zona de Rincón había muchí-simos árboles de palta y huertas, pero con la gran cantidad de loteos que hubo y el avance de la ciudad, se llega a una lógica relacionada con la deforestación. Así, la gente empieza a gastar gran cantidad de energía en cuidar el césped y no toma conciencia del potencial que hay en la tierra”, añadió. Con-sultado por el público que asiste a la Permaferia, Yunes dijo: “Uno inicia algo y después la gente se va apropiando. Es interesante ver cómo la salud se transforma en un valor cada vez más en alza y se buscan los alimentos sanos. Cual-quiera que tenga un balcón o un pequeño patio puede cultivar su propia lechuga. Tener una huerta

Por Marcela Perticarari es un aprendizaje muy simple, sólo hay que ir incorporando ciertas prácticas en relación al manejo de los residuos. Las composteras case-ras para obtener tierra fértil ya son una práctica bastante difundida y el grupo Rincón Sin Basura se está acercando a la intendencia para impulsar nuevas medidas referi-das a los residuos orgánicos”.

Hijo del músico chubutense Rubén Patagonia, Jeremías Chau-que heredó de su padre el amor hacia la tierra. Hace más de cinco años comenzó a organizar la Feria Campesina Desvío a la Raíz como “una iniciativa que nos permita empezar a recuperar la memoria, todo aquello que es parte de nues-tra identidad campesina. Se trata de un proceso que se construye día a día porque la costumbre de cultivar se fue perdiendo, hay otro tipo de producción que no tiene que ver con lo campesino, donde la prioridad está puesta en otro lado. Nosotros somos algunos de los mi-les de campos fumigados pero, en contraposición, empezamos a jun-tarnos entre las familias de la zona para demostrar que la producción sin agrotóxicos y con solidaridad entre familias sigue vigente”.

“Muchas familias de golpe se dieron cuenta que habían dejado de producir huertas propias y hoy tenemos la satisfacción de decir que se puede volver a eso. Es her-moso verlas resurgir, porque el compromiso fundamental que tenemos es con nuestros hijos, queremos que ellos se proyecten desde ese lugar que estamos vi-viendo y puedan incorporarlo a su identidad. Atrás de una plantita de lechuga hay muchos sueños de dig-nidad, proyectos, propuestas que van surgiendo”, añadió.

Sobre la variedad que ofrecen las más de 60 familias vinculadas a la feria, Jeremías señaló que “la producción no se realiza en serie y se va rotando, entonces semana a semana se suman nuevos produc-tos porque esto tiene que ver con la diversidad y con respetar los tiem-pos de nuestra tierra”.

“Los precios son accesibles. Sa-bemos que mucha gente piensa que lo orgánico es un negocio, pero nosotros insistimos en que poder acceder a un alimento sano sea un derecho y quienes tenemos la capacidad de producirlo queremos aportar a eso. Venir a la ciudad es un paso muy importante para que muchos puedan conocer y abas-tecerse de estos productos, resca-tando la experiencia de los viejos mercados populares. Queremos demostrar que otra producción es posible, que estamos dispuestos a seguir peleando día a día por la sa-lud de nuestras familias y nuestra tierra”, finalizó.

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Cocoliche

Ingresar a un edificio de puertas gira-

torias es el indicio de una aventura. Si

ese edificio está rodeado de muros de

alambres y pilotes de hormigón, nada

bueno puede estar en el horizonte.

Luego de pasar el cilindro me encuen-

tro con un edificio que tranquilamente

podría ser el decorado de una película

de bajo presupuesto que narre la caída

del comunismo y la ruina de la KGB.

Carteles que explican carteles, más un

cartel que explica los dos anteriores.

Mamparas que forman un tetris hori-

zontal de un gammer de dedo mocho.

Dos ticketeras con los carteles corres-

pondientes, un panel electrónico que

no funciona y el grito a modo de jugla-

res: “67 Contadores, 68 contadores”. Y

también: “789 público, 790 público”.

Mi dedo pulgar e índice sostiene un

papel con el fatídico número 989. Fal-

tan 199 papelitos para informarle al

administrador provincial impositivo

que quiero cambiar el domicilio fiscal.

Miro a mí alrededor: pocos sacos, me-

nos corbatas, escaso aroma a perfume

caro. Albañiles, empleadas domésti-

cas, almaceneros, rubro difícil de cla-

sificar, periodistas y diseñadores, que

prácticamente no son trabajadores.

El ejército de monotributistas que

aportamos el 3,5% por brutos a los

ingresos del Estado provincial. Un

señor me dice “vengo a tramitar la

exención”. Pensé que estaba hablando

con el dueño de una aceitera grande

de la provincia, pero luego me explica

que vive de rentas y que teniendo dos

propiedades no se paga por ingresos

brutos. En todo ejercito hay rangos.

Los periodistas también pertenecen al

pelotón de exentos. Pero no todos ga-

nan lo mismo que Vicentín y acceder

a la exención es tan difícil como ver

un partido de primera en donde dos

equipos quieran jugar buen fútbol.

El tiempo pasa con una lentitud digna

de una realidad paralela. Me acompa-

ña Mr Rentas, un skater que quiere

poner una local de remeras y una pe-

luquera de Aristóbulo al 6000. Marcos

López todavía no llegó para la foto.

988. Falta muy poco. Me preparo. En

mi cabeza resuena una canción:

Arriba los pobres del mundo

de pie los esclavos sin pan

y gritemos todos unidos

viva la Internacional

989. Cara a cara con el agente fiscal.

—Hola, vengo a cambiar el domicilio.

—¿El formulario?

—¿Es éste?

—Sí, muy bien. Qué pena, también

cambias de actividad y se cumplió el

plazo de 30 días para informarlo. La-

mentablemente te voy a cobrar una

multa de $ 200.

Falling Down

Por Adrián Brecha