11 de mayo de 2019 homenaje al caballero de gracia · el acto terminó con un breve pero bonito...

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— 1 — 11 de mayo de 2019 Real Oratorio del Caballero de Gracia Homenaje al Caballero de Gracia IV Centenario de su muerte [13 de mayo de 1619] E l sábado 11 de mayo, a las 7 de la tarde, ha tenido lugar un homenaje al Caballero de Gracia en el IV Centenario de su muerte. Por el elevado número de personas que esta- rían interesadas en asistir se ha celebra- do en el salón de actos del Centro Cultural de los Ejér- citos, en Gran Vía nº. 13. Agradece- mos mucho a la Junta Directiva del Centro que nos lo hayan cedido tan amablemente. Intervinieron el Rector, D. Juan Mo- ya, el Vicerrector, D. José Ramón Pérez Arangüena, y la Postuladora del proceso de beatificación, Doña Juliana Congosto. Presen- tó el acto Begoña Aragoneses, periodista y miembro de nuestra Asociación Eucarística. Al terminar las intervenciones, D. Rafael García Monasterio, en re- presentación del Pre- sidente de la Asocia- ción que no pudo asistir, dirigió unas palabras de agrade- cimiento a los asis- tentes y nos animó a rezar al Caballero de Gracia y pedir por su proceso de beatificación, en es- te año del IV Cente- nario. El acto terminó con un breve pero bonito concierto del coro de nuestro Oratorio, que con- cluyó con el himno al Caballero de Gra- cia. La primera can- ción fue la Antífona de una Misa al Caba- llero de Gracia que el Director de nuestro coro está preparando, juntamente con Conchi Durán, autora de la letra. Por la extensión de las intervenciones reco- gemos por separado cada una de ellas.

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11 de mayo de 2019

Real Oratorio del Caballero de Gracia

Homenaje al Caballero de GraciaIV Centenario de su muerte [13 de mayo de 1619]

El sábado 11 demayo, a las 7 de

la tarde, ha tenidolugar un homenaje alCaballero de Graciaen el IV Centenariode su muerte. Por elelevado número depersonas que esta-rían interesadas enasistir se ha celebra-do en el salón deactos del CentroCultural de los Ejér-citos, en Gran Víanº. 13. Agradece-mos mucho a laJunta Directiva delCentro que nos lohayan cedido tanamablemente.

Intervinieron elRector, D. Juan Mo-ya, el Vicerrector, D.José Ramón PérezArangüena, y la Postuladora del proceso debeatificación, Doña Juliana Congosto. Presen-tó el acto Begoña Aragoneses, periodista ymiembro de nuestra Asociación Eucarística. Alterminar las intervenciones, D. Rafael García

Monasterio, en re-presentación del Pre-sidente de la Asocia-ción que no pudoasistir, dirigió unaspalabras de agrade-cimiento a los asis-tentes y nos animóa rezar al Caballerode Gracia y pedirpor su proceso debeatificación, en es-te año del IV Cente-nario.

El acto terminócon un breve perobonito concierto delcoro de nuestroOratorio, que con-cluyó con el himnoal Caballero de Gra-cia. La primera can-ción fue la Antífonade una Misa al Caba-llero de Gracia que

el Director de nuestro coro está preparando,juntamente con Conchi Durán, autora de laletra.

Por la extensión de las intervenciones reco-gemos por separado cada una de ellas.

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El tema de mi intervención esta tarde trataráde la actualidad de su vida y de su obra.

Parece interesante reflexionar sobre ello por-que, a primera vista se podría pensar que unapersona que murió hace cuatro siglos, en cir-cunstancias históricas y culturales tan distintasa las nuestras, no tendría mucho que aportar-nos hoy. Digo a primera vista porque no esnecesario reflexionar mucho para darnos cuen-ta que todos somos deudores de las enseñan-zas, de las obras realizadas, del ejemplo, etc.,de multitud de personas de muy diversas épo-cas. Esa herencia histórica, cultural, religiosa,etc. forma el patrimonio de un país, de una ins-titución, etc. Cuanto más rico sea ese patrimo-nio, más facilidad tendrán las nuevas genera-ciones para encauzar adecuadamente sus ener-gías, sus talentos, sus recursos humanos ymateriales.

La intensa y larga vida del Caballero de Gra-cia, puesta por entero al servicio de la Iglesia

como profesional de la diplomacia en añosimportantes de la historia de la Iglesia y de lahistoria de Europa, y particularmente de Espa-ña, le dio ocasión de ocuparse de muchostemas, en los que si bien él no era el responsa-ble principal, su trabajo abnegado, leal y com-petente al servicio del que llegó a ser el PapaUrbano VII, fue una ayuda muy eficaz.

No es este el momento de hacer una rela-ción detallada de esos servicios. Simplemente,a modo de rápido recuerdo, digamos que inter-vino —siempre junto a Giambattista Castagna,el futuro Urbano VII— en las negociaciones depaz tras la guerra de Parma, enviados por elPapa Julio III a Francia (1551); en multitud degestiones en Rossano (Italia), donde su amigo yjefe fue nombrado gobernador; en el Conciliode Trento (1573), donde Castagna fue padreconciliar; después durante 7 años en España,en la Nunciatura (1565-1572), donde por serentonces España el Imperio cristiano más

Presidencia del acto.

El Caballero de Gracia: La actualidad de su vida y de su obra

La primera intervención fue la de D. Juan Moya

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importante, las relaciones con la Santa Sedetenían especial relevancia, entre otras la resolu-ción del delicado tema del Obispo Carranza,arzobispo de Toledo acusado por la Inquisición.

Vendrían posteriormente misiones en Vene-cia, donde Castagna fue trasladado como Nun-cio; y en la formación de la Liga Santa, parahacer frente a la amenaza turco-musulmana enla batalla de Lepanto. Y, en fin, otros temas decarácter internacional en los que tuvo queintervenir, por encargo de la Santa Sede, paratratar de encontrar una solución adecuada, fue-ron la Guerra de Flandes o de los ochentaaños, que afectaba de lleno a la monarquía his-pana; la guerra confesional en Francia con loshugonotes, y la peligrosa postura de Isabel I deInglaterra.

La relación no es completa, pero puede bas-tar para ver los muchos temas relevantes en losque estuvo presente y hacerse una idea de quesu vida fue muy intensa. Y aún quedan pordelante otros 30 años hasta su muerte, desdeque hacia 1587 ó 1588 se ordena sacerdote yse irá dedicando más intensamente a las diver-sas fundaciones que promovió, de tipo benéfi-co-caritativo, y de tipo religioso: otras décadastambién de una fecunda actividad humana ycristiana.

¿Qué es entonces lo que deseamos subrayaraquí ahora?: no hechos históricos concretos enlos que él intervino, sino el valor de la vida quesubyace en ellos y los hizo posibles. Entende-mos, que esas cualidades humanas y espiritua-les son siempre de actualidad, más allá de laépoca y los hechos concretos en los que inter-viniera. Porque en todos los momentos de lahistoria serán necesarias unas cualidades, unasvirtudes semejantes en toda persona que quie-ra dejar huella en el mundo y un ejemplo a imi-tar. Veamos algunas de ellas.

1. En primer lugar su actitud ante contrarie-dades importantes en su infancia y juventud.Habiendo nacido en una familia acomodada, sepodría esperar una vida tranquila, sin especia-les dificultades económicas. Su primer biógra-fo, Remón escribe que “Jacobo se crió en casa

de sus padres con el regalo que se puede pre-sumir que se criaría un hijo varón, en la casa deun padre rico, como lo es y lo ha sido siemprela del apellido Gratiis, en la ciudad de Móde-na”1. La Historia del Origen de la Congregacióndel Santísimo Sacramento fundada por el Caba-llero de Gracia, escrita en 1752, también diceque era de “padres nobles y ricos”2.

El Señor suele hacer partícipes de su Cruz alos que quiere unir especialmente a Él. Comodice Remón, a los que Dios ha escogido para“dignidades grandes y puestos superiores,enriqueciéndoles con favores y dones de sugracia, muchas veces los ha llevado en sus pri-meros años por persecuciones y penalidades”.Y añade que “el Caballero de Gracia empezósufriendo desde sus primeros años para quesaliese, como salió, tan consumado y perfectoen todos los caminos que Dios le había deponer y acrisolar después”3.

1. Remón, cap. 1, p. 16-172. Historia del Origen de la Congregación del Santísimo Sacramen-to del Caballero de Gracia, 1752, n. 2 (Edición publicada por laAsociación Eucarística del Caballero de Gracia en 2017). 3. Remón, cap. 2, p. 19

Begoña presentando el acto.

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Efectivamente, el niño Jacopino —Jacobo—sintió en su carne el dolor de la cruz, por lamuerte temprana de sus padres, que trajo tam-bién dificultades económicas, aumentadas porla mala y abusiva administración de la econo-mía familiar por parte de diferentes tutores: “enlos primeros años de su niñez a Jacobo le falta-ron sus padres, y así tuvo que experimentar lacondición de diferentes tutores: tuvo buenadisposición desde el principio, lo llevaba todocon notable paciencia”4. Y hubo de dejar elhogar familiar y buscar trabajo en la vecina Flo-rencia.

Escribe Jacobo en su testamento: “Dios permi-tió y dispuso que de la mucha hacienda y bienestemporales que había dado a los padres tempo-rales y legítimos que me engendraron, yo noheredase ni hubiese cosa alguna, porque que-dando niño y huérfano, unos tíos y deudos míosdispusieron de la hacienda sin saberlo yo, comoquedando solo y en las manos y amparo de Dios,que lo poco que tengo, siendo más de lo quemerezco, me lo ha dado milagrosamente”5.

Todos pasamos por circunstancias difícilesde sobrellevar, si nos falta el sentido cristianodel dolor. Me parece que la actitud de JacoboGratij en esa situación es de un valor perma-nente.

2. En segundo lugar su modo de trabajarconsidero que es también un ejemplo paracualquier época. Fue un trabajo desinteresado,leal y competente al servicio de la Santa Sede,como diplomático. Jacobo Gratij conoció aGiambattista Castagna en Bolonia, dondeambos estudiaban. Con él trabajó como amigo,confidente, secretario y hombre de confianza,en misiones diplomáticas encargadas por laSanta Sede, durante más de 30 años, sin per-der la mentalidad laical, a pesar de estar dedi-cado a muchas tareas eclesiásticas.

En tantos años de servicio no buscó su gloriani beneficio propio. Renunció a cargos civiles yeclesiásticos que le ofrecían el rey Felipe II y lospapas (trató a varios, y algunos con bastantecercanía, como Gregorio XIII y Sixto V) comoreconocimiento a su leal y eficaz comporta-miento. Sirvió a la Iglesia sin servirse de ella. Ycon gran fidelidad a la doctrina, en momentosde gran confusión por el luteranismo.

3. A esas cualidades se puede añadir laconstancia y la fortaleza para sacar adelanteiniciativas benéficas y religiosas no fáciles, quevalían la pena promover. Demostró tener esasvirtudes para la puesta en marcha de algunasde sus fundaciones, como la de los ClérigosRegulares y la del Carmen calzado: no era fácilconseguir los permisos oportunos por parte delas autoridades civiles del momento, por las

D. Juan.

4. Remón, cap. 1, p. 175. Testamento de Jacobo Gratij, n. 6, 9-III-1616, Archivo de Nota-rios y Protocolos, Notario Eugenio López, Protocolo n. 3274, pp.264-286

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abundantes congregaciones religiosas que yahabía en la Corte, y la mayor parte de ellas viví-an de la caridad. Pero lo consiguió, arriesgandono ya parte de su patrimonio sino también elposible castigo por desobediencia. Pero en elcaso de los carmelitas, el propio Felipe II alabósu valentía y decisión.

Estas cualidades —competencia, lealtad, des-prendimiento de gloria humana, fortaleza en laadversidad, perseverancia...— serán siemprecualidades necesarias en cualquier profesional,y más aún en los que desempeñan puestos deresponsabilidad. La vida del Caballero de Gra-cia nos puede servir de ejemplo.

4. Otra cualidad o virtud muy importante enla vida del Caballero, que siempre será nece-sario vivir si queremos tener paz, a pesar delos errores o injusticias que a veces hayamosde padecer, es la capacidad de perdonar anuestros enemigos. El Caballero de Graciafue nombrado Abreviador de la Nunciatura —una especie de Encargado de negocios— enlos años 1591 y siguientes en que el Nunciode España, entonces Millino, acompañaba aFelipe II en Portugal, cuando este reino fueincorporado por razones de herencia, al reinode España. Al regreso del Nuncio —al parecerpor motivos de envidia— fue acusado poralgunas personas de haberse aprovechado,durante su cargo, de una importante cantidadde dinero, alrededor de 30.000 escudos, unafortuna. Llegó a ser apresado, hubo un proce-so y se demostró su inocencia. El propio Feli-pe II manifestó su confianza en él. El Caballe-ro de Gracia perdonó a los que le acusabansin fundamento.

Hoy raramente tenemos ocasión de verejemplos de esta magnanimidad, en casos degraves acusaciones, en personas de relievesocial, y no porque falten las acusaciones tan-tas veces infundadas, por motivos de podereconómico o político... La actitud de JacoboGratij no hubiera sido posible sin una grannobleza de sentimientos, y sin la virtud cristia-na de la caridad y el perdón. Buenos ejemplospara nuestros días.

5. Merece la pena recordar también su des-prendimiento de los bienes materiales. Anteshemos hecho referencia a la renuncia a puestoshonoríficos, que realmente habría merecido porsu preparación y competencia. Pero el despren-dimiento se manifestaba también en el uso desus bienes: repartía en tres partes los ingresosde los que disponía, una parte para el cuidado desu iglesia, otro para los pobres y la otra partepara la atención de su casa. Y cuentan sus bió-grafos que algunas veces daba incluso lo quenecesitaba para sí, si alguien venía a pedirle.

Otra manifestación de su desprendimientoera el empleo de su tiempo. Mientras sededicó a tareas diplomáticas renunció a cual-quier otra actividad; incluso permaneció céli-be —habría podido casarse— para una mayordisponibilidad a las necesidades de la SantaSede. Y cuando se ordenó se dedicó íntegra-mente a las fundaciones que promovió al ser-vicio de los enfermos y abandonados, y delas congregaciones religiosas que ayudó,hasta el último día de su vida. E invirtió partede su patrimonio en la promoción del hospi-tal de italianos, y donó su casa a los ClérigosRegulares y después a las Concepcionistasfranciscanas...

Hoy tenemos todos el peligro real de estardemasiado condicionados por las necesidadesmateriales; con facilidad nos creamos necesida-des sin las que no sabemos vivir, queremos tenerde todo... El ejemplo del Caballero de Gracia nospuede ayudar a una vida más sobria y una mayorgenerosidad con las necesidades ajenas.

6. Otro aspecto importante de su vida, muyactual como los anteriores, es su delicadeza enel modo de vivir la pureza. Según sus biógra-fos, algunos que le trataron mucho y más ínti-mamente afirman que Jacobo era un jovenatractivo y de buen porte. Y en esas circunstan-cias demostró su prudencia y cordura en losaños de juventud, que puede considerarse“anuncio y pronóstico de la loable y ejemplarvida que después había de vivir”6. Era de suyo

6. Remón, cap. 1, p. 18

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“recogido y humilde, deseoso de no gastar eltiempo ni vana ni ociosamente” y siendo aún“muy mozo, tendría más mérito y sería un argu-mento de su mayor prudencia”7.

Esta actitud la mantuvo toda su vida. Supohacer compatible la secularidad, el trato conmuchas personas de muy diversa condiciónsocial —desde personas de la nobleza hastaotras muchas del pueblo llano e incluso margi-nadas de la sociedad—, su modo distinguido devestir y comportarse, como correspondía altrabajo que desempeñaba, y a la vez tratar a lasmujeres como corresponde a una persona quepara una mayor disponibilidad a lo que Dios lepedía, renunció al matrimonio, como dijimosantes.

La falsa leyenda que se difundió 250 añosdespués de su muerte, presentándolo como unenamoradizo que al final se convierte, no tienefundamento en la realidad, como demuestran

los datos biográficos recogidos en vida delCaballero por Alonso Remón. Además, JacoboGratij llega a España con 48 años, cuando lleva-ba ya unos 15 trabajando para la Santa Sede yera por tanto bien conocido, y vuelve porsegunda vez con 58 años. La edad y las cir-cunstancias de su vida y su trabajo, y la fama desantidad con que murió, contradicen lo que laleyenda le atribuye.

7. Si nos referimos ahora más directamentea la vida espiritual del Caballero de Gracia trassu ordenación, los aspectos en los que pode-mos imitarle son muy numerosos e importan-tes, válidos para siempre, pues son los mismos“medios” ascéticos que la Iglesia ha recomen-dado a todos los cristianos que quieran tomar-se en serio su fe.

a) Destaca en primer lugar una intensa vidade oración, que hacía compatible con una grandedicación a las tareas relacionadas con las

El salón de actos estaba lleno.

7. Remón, cap. 1, p. 18

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diversas fundaciones que promovió, y al confe-sionario. Dedicaba 2 horas diarias a la oración,además de la celebración de la Santa Misa, elrezo de la Liturgia de las Horas, el Santo Rosa-rio, etc.

En su espiritualidad destaca particularmentela devoción a la Eucaristía, centro de la Con-gregación que él fundó. El cuidado esmeradode todo lo referente al Santísimo Sacramentose difundió como ejemplo por todo Madrid einfluyó en muchas iglesias de la ciudad.

b) Junto a la vida de oración, el espíritu depenitencia, que en nuestros días, en los quetendemos a mitigarlo, nos llama más la aten-ción. Ayunaba a pan y agua tres días a la sema-na hasta el final de su vida, y lo completaba conla mortificación corporal con cilicios y discipli-nas. Así vivían muchas almas grandes en esaépoca -recordemos la vida de Santa Teresa, deSan Juan de la Cruz, de San Juan de Avila, etc-y, con la prudencia necesaria, hoy y siempresigue siendo necesario mortificar nuestro cuer-

po. Añadamos también que esta vida espiritualintensa no supuso un cambio brusco en su vidaal ordenarse, sino más bien una intensificación.

Pero esta fuerte exigencia personal que vivíael Caballero de Gracia contrasta con la suavi-dad que defiende y organiza para los que vivencon él8. No obstante, aconseja especialmente alos que formarán parte de la Congregación deEsclavos del Santísimo Sacramento que “cui-den el ejercicio cotidiano de oración mental, dedisciplina y de penitencia, introducido por elmismo Jacobo (...) cuando este fallezca”9.

c) La vida de oración y de penitencia llevan avivir mejor la caridad con los demás. Eso es loque hizo el Caballero de Gracia con multitud depersonas. “en todo era perfectísimo, y más quetodo en la caridad, y en compadecerse del pró-jimo, y en dolerse de sus trabajos y necesida-des. Estoy por atreverme a decir que no sé si

8. Roscales p. 179-1819. Paulo V, Bula Ex debito ministerii, n. 9

El Director de Coro, presentando el concierto.

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se hallaría otro varón en otros tiempos que lesuperase en esta virtud”10. Cuando no le devol-vían algo que había prestado anotaba en ellibro: “devuélvaselo a Dios y a sus pobres, quesuyo es”11. Añade Remón que “jamás llegó per-sona a pedirle o a que le prestara que dijeraque no, dando lo que parecía que conveníadar, y prestando lo que se le pedía prestado”12.Y caritativo y compasivo “no lo fue un día, ni unaño, ni un tiempo limitado, sino desde que tuvouso de razón fue dado a este modo de dolersey compadecerse de los pobres”13.

Pero además no se limitaba a las limosnasgenerosas, sino que puso medios adecuadospara ir a la raíz de las necesidades básicas,como la salud y la educación de personas sinrecursos. Para eso promovió dos hospitales

—el de italianos, donde ahora está el Congresode los Diputados— y el de convalecientes juntocon Bernardino de Obregón, en la calle SanBernardo; y un colegio para niñas huérfanas yabandonadas en Atocha, el Colegio de la Virgende Loreto, actualmente en la calle O’Donnell,pero ahora con una orientación distinta. Estasiniciativas requerían mucho trabajo, la búsquedade muchos recursos implicando a muchas per-sonas e instituciones, además del dinero que elpropio Caballero ponía de su bolsillo.

Por esto puede decirse que el Caballero deGracia “se muestra como un hombre con seño-río, longánimo, munificiente y, además, apostó-lico: por su altura y amplitud de miras, por suarrojo y liberalidad para los grandes gastosconstructivos, para saber recabar y reconducirlos caudales de quienes los poseían hacia obje-tivos sociales, en beneficio ajeno y múltiple”14.10. Remón, cap. 10, p. 68

11. Remón, cap. 10, p. 6812. Remón, cap. 12, p. 7813. Remón, cap. 17, p. 105 14. Roscales, p. 142; Sanabria y Pérez Arangüena, p. 123

En un momento de la intervención.

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Las personas que han estado muy cerca deDios, han estado siempre también muy cercade los más necesitados. Y estos ejemplos nossirven mucho a nosotros, hoy.

8. Otras facetas interesantes de la vida delCaballero podrían añadirse, como por ejemplosu cultura, su amor a la Literatura, la Música, laPintura, su amistad con grandes intelectualesdel momento como Lope de Vega —que seríasucesor del Caballero al frente de la Congrega-ción en 1631— Alonso Remón, Tirso de Molinay el propio Cervantes. El Caballero de Graciaponía al servicio de la dignidad del culto euca-rístico las Letras y las Bellas Artes. Recogía asíel patrimonio literario y artístico tan rico en elsiglo de Oro, integrándolo en la liturgia. La feentraba más fácilmente por los ojos.

9. Por último, en cuanto a la actualidad desu obra tendríamos que hablar sobre todo dela Asociación Eucarística y el Real Oratorioque llevan su nombre. El Oratorio está íntima-mente ligado a ella, pues sus principales acti-vidades, aunque no las únicas, se desarrollanen él: las 6 misas diarias, las meditaciones yretiros espirituales, la dedicación constante alsacramento de la reconciliación, etc. A todoel que entra en el Oratorio, desde la ruidosaGran Vía, le sorprende, juntamente con labelleza del templo, obra de Juan de Villanue-va, el recogimiento, el silencio que invita arezar y adorar a Jesús Sacramentado expues-to en la Custodia: una experiencia que todospueden hacer, y creo que estarán de acuerdoen que es muy necesario encontrar lugaresasí...

Recibiendo los aplausos de los asistentes.