10.4. lecturas 10.4.1. lectura 9: la presurización en cabina

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95 10.4. Lecturas 10.4.1. Lectura 9: La presurización en cabina El oxígeno comprende el 21% de la atmósfera, independientemente de la altura. Sin embargo, la presión del aire disminuye cuando aumenta la altitud por lo cual resulta muy difícil obtener oxígeno necesario para el cuerpo a grandes altitudes. Esta dificultad comienza a los 14,000 pies de altura en donde todas las personas requeriríamos oxígeno adicional, para esto, los aviones están equipados con sistemas de presurización. Estos sistemas proporcionan oxígeno a todos los que estamos a bordo de las aeronaves para permitirnos respirar adecuadamente. 3.1 PRESURIZACIÓN EN AVIONES La presurización de una aeronave se realiza desviando parte del aire que entra en el motor. Este aire se comprime y se calienta antes de hacerlo entrar en la cabina de pasajeros y demás zonas presurizadas de la aeronave. Al comprimirlo se logra que la relación de oxígeno por unidad de volumen aumente hasta niveles similares a los existentes en capas más bajas de la atmósfera, haciendo posible que este aire sea respirable. Sin embargo, el fuselaje de toda aeronave presurizada está diseñado para soportar una determinada diferencia de presión entre el exterior y el interior. Si la diferencia es excesiva, el fuselaje explotará como un globo. Para controlar esta diferencia, la mayoría de las aeronaves presurizadas cuentan con un sistema automático que la mide, y en caso de que la presión interior aumente, deja salir parte del aire para aliviar esa subida. De igual forma, cuando el avión sube o baja, este sistema controla que la diferencia de presión se mantenga dentro de unos límites aceptables. No obstante, la tripulación dispone de un mando que permite variar la presión interior y ajustarla a determinadas alturas. Si la aeronave

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10.4. Lecturas

10.4.1. Lectura 9: La presurización en cabina

El oxígeno comprende el 21% de la atmósfera, independientemente de la altura. Sin

embargo, la presión del aire disminuye cuando aumenta la altitud por lo cual resulta

muy difícil obtener oxígeno necesario para el cuerpo a grandes altitudes. Esta

dificultad comienza a los 14,000 pies de altura en donde todas las personas

requeriríamos oxígeno adicional, para esto, los aviones están equipados con

sistemas de presurización. Estos sistemas proporcionan oxígeno a todos los que

estamos a bordo de las aeronaves para permitirnos respirar adecuadamente.

3.1 PRESURIZACIÓN EN AVIONES

La presurización de una aeronave se realiza desviando parte del aire que entra en el

motor. Este aire se comprime y se calienta antes de hacerlo entrar en la cabina de

pasajeros y demás zonas presurizadas de la aeronave. Al comprimirlo se logra que la

relación de oxígeno por unidad de volumen aumente hasta niveles similares a los

existentes en capas más bajas de la atmósfera, haciendo posible que este aire sea

respirable. Sin embargo, el fuselaje de toda aeronave presurizada está diseñado

para soportar una determinada diferencia de presión entre el exterior y el interior. Si

la diferencia es excesiva, el fuselaje explotará como un globo.

Para controlar esta diferencia, la mayoría de las aeronaves presurizadas cuentan con

un sistema automático que la mide, y en caso de que la presión interior aumente,

deja salir parte del aire para aliviar esa subida. De igual forma, cuando el avión sube

o baja, este sistema controla que la diferencia de presión se mantenga dentro de

unos límites aceptables. No obstante, la tripulación dispone de un mando que

permite variar la presión interior y ajustarla a determinadas alturas. Si la aeronave

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sube o baja algo más rápido de lo normal, puede ocurrir que el sistema automático

no responda lo suficientemente rápido, y si la tripulación está ocupada con otras

cuestiones del vuelo, y no controla manualmente el cambio de la presurización,

esto puede dejarse sentir en los oídos de los ocupantes con taponamiento y dolores

principalmente.

La presurización de cabina es el bombeo activo de aire comprimido en la cabina de

una aeronave para garantizar la seguridad y confort de los ocupantes. Es necesario

cuando un avión alcanza una altitud importante, ya que la presión atmosférica natural

es demasiado baja como para suministrar el suficiente oxígeno a los ocupantes. Sin

la presurización se puede sufrir mal de montaña o incluso una hipoxia.

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3.2 VUELO PRESURIZADO

Una falta de oxígeno puede desembocar en hipoxia por la reducción de tensión de

oxígeno en los alvéolos. En algunos casos, especialmente personas con problemas

de corazón o pulmones, los síntomas pueden comenzar en altitudes relativamente

bajas de 1500 m (5000 pies) sobre el nivel del mar, aunque la mayoría pueden

soportar altitudes de 2500 m (8,000 ft) sin ningún síntoma. A esta altura la

respiración incorpora un 25% menos de oxígeno que al nivel del mar.

Los pasajeros también pueden fatigarse o tener dolor de cabeza a medida que el

aparato se eleva. Las reacciones del cuerpo pueden verse entorpecidas pudiendo

llegar a una pérdida del conocimiento. Vuelos a una altitud estable de más de

3,000 m (10,000 pies) precisan, por regla general, oxígeno adicional (por medio de

una cánula nasal o una máscara de oxígeno o un traje de presión).

Las aeronaves que realizan vuelos rutinarios sobre 3000 m (10,000 ft) están, por lo

general, equipados con un sistema de oxígeno alimentado por medio de máscaras o

cánulas (éstas últimas típicamente para naves pequeñas), o están presurizadas por

un sistema de control ambiental (del inglés Environmental Control System, ECS)

usando gas suministrado por un compresor o aire comprimido del motor. Este aire

está precalentado y es extraído a una temperatura de aprox. 200 °C (392 °F), y el frío

por medio de un tránsito a través de un intercambiador de calor, y la máquina de aire

en ciclo (conocido en el mundo de la aviación comercial como the packs system). Las

aeronaves más modernas tienen un controlador electrónico de doble canal para

mantener la presurización junto con un sistema redundante manual. Estos sistemas

mantienen una presión de aire equivalente a 2.500 m (8.000 pies) o menor, incluso

durante el vuelo a una altitud de más de 13.000 m (43.000 pies). Las aeronaves

cuentan con una válvula de alivio de presión en casos de exceso de presión en la

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cabina. Esto se hace para proteger la estructura de la aeronave de una carga

excesiva. Si la cabina se mantuviera a la presurización a nivel del mar para luego

subir a una altura de 10.700 m (35.000 pies) o más, el diferencial de presurización

sería mayor que 60 kPa (9 psi) y la estructura del avión sufriría una carga excesiva.

Si una aeronave presurizada sufre un fallo de presurización sobre 3.000 m

(10.000 pies) entonces puede hablarse de una situación de emergencia. En ese caso

la aeronave debe comenzar un descenso de emergencia y las máscaras de oxígeno

deben de activarse para todos los ocupantes. En la mayoría de aviones de pasajeros

(como por ejemplo en el Boeing 737), las máscaras de oxígeno de los pasajeros se

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activan de forma automática si la presión de la cabina se reduce por debajo de la

presión equivalente de la atmósfera a 4.500 m (14.000 pies) (es decir, si la "altitud

de la cabina" sube de los 14.000 pies).

3.3 HISTORIA Y USO DE LAS CABINAS DE PRESURIZACIÓN

Antes de la Segunda Guerra Mundial el Boeing 307 Stratoliner ya tenía una cabina

presurizada, si bien, sólo se produjeron diez de estos aparatos. Los aviones con

motores de pistón de la Segunda Guerra Mundial volaban a menudo a gran altura sin

estar presurizadas, por ello los pilotos usaban máscaras de oxígeno. Esto era un

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problema en bombarderos de mayor tamaño pues contaban con una tripulación a

bordo mucho más numerosa. Por ello, el primer bombardero con cabina

presurizada (para la zona de pasajeros) no tardó en llegar, fue el B-29

Superfortress. El sistema de control de la presión de la cabina lo desarrolló Garrett

AiResearch Manufacturing Company, sirviéndose en parte de licencias

de Boeing para el Stratoliner.

3.4 PÉRDIDA DE PRESURIZACIÓN

Una de las consecuencias de la presurización de una cabina es que la presión dentro

del aeroplano pueda ser 70 kPa (10 psi), mientras que la presión exterior sea sólo

15 kPa (2 psi). Lo que normalmente sería un orificio inofensivo, con esta diferencia

de presión va a generar un intenso chirrido con salidas de aire a

velocidades supersónicas. Un orificio de una longitud de metro y medio

despresurizaría una aeronave jet en fracciones de segundo.

3.4.1 Descompresión lenta

Una despresurización lenta puede tardar unos pocos segundos o algunos minutos,

dependiendo del tamaño de la fuga del aire. Debido a la bajada del nivel de oxígeno,

las personas pueden sufrir de hipoxia, o falta de oxígeno en la sangre, y por eso los

aviones de pasajeros van equipados con máscaras de oxígeno de emergencia en

caso de que esto suceda. Las máscaras de oxígeno caen inmediatamente de sus

compartimientos donde van alojados para suministrar oxígenos a los pasajeros

mientras en cabina de pilotos se hace un descenso de emergencia para permitir

estar a una altitud donde el ser humano sea capaz de obtener el oxígeno de manera

natural. Si la bajada de presión es demasiado rápida, puede dañar nuestros oídos.

Además, si la despresurización se produce por un agujero en la cabina del pasaje,

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los objetos serán succionados hacia afuera y al salir volando a gran velocidad

podrían herir a alguien.

Una descompresión gradual o lenta es peligrosa porque puede que no se detecte. El

accidente de Vuelo 522 de Helios Airways en 2005 es un buen ejemplo. Los sistemas

de advertencia pueden ser ignorados, malinterpretados o fallar, y por ello el

reconocimiento autónomo de los efectos inherentes de la hipoxia puede verse

reducido a la experiencia o al entrenamiento. Los nuevos sistemas de respiración de

oxígeno reducido son más accesibles y seguros y proveen una experiencia práctica

valiosa. Un aumento de la oferta de este tipo de entrenamientos por las autoridades

reguladoras fomentaría el conocimiento de la hipoxia y, así, la seguridad en el sector

da la aviación.

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Señales de una despresurización lenta:

• A los 10.000 pies de altitud de cabina, se encienden las señales de

“Cinturones” (Fasten Seat Belt) y “No fumar” (No Smoking).

• A los 11.300 pies de altitud de cabina, se encienden todas las luces del avión

al máximo y se iluminan los letreros de las salidas.

• A los 14.000 pies de altitud de cabina, bajan las máscaras y los sobrecargos

(auxiliares de vuelo) deben tomar el micrófono y dar comandos repetitivos en

inglés y en español sobre la utilización de las mismas.

3.4.2 Descompresión rápida o explosiva

La despresurización rápida o explosiva ocurre cuando hay un cambio inmediato de

presión por daño estructural de la aeronave y los pulmones no pueden ajustarse al

cambio de presiones. En éste caso, las máscaras con oxígeno también caen, a

manera de servir de suplemento mientras se realiza un descenso de emergencia. En

una despresurización rápida, es posible que el avión pierda momentáneamente algo

de estabilidad, y que la cabina de pasajeros se llene de niebla (por la diferencia de

temperaturas) ya que se ha roto la aerodinámica del vehículo, pero seguro que los

pilotos pueden solucionarlo sin problemas.

Se denomina descompresión rápida al cambio en la presión de la cabina en la que

los pulmones se pueden descomprimir más rápido que la cabina. Este tipo de

descompresión en una aeronave comercial no ocurre a menudo pero de ocurrir es

peligrosa por objetos voladores o incluso por la posible fuerza de atracción a la fisura

si se está cerca de ella. También puede ocurrir una deformación interna de los

paneles y del suelo.

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Se denomina descompresión explosiva al cambio de presión de la cabina más

rápido de lo que pueden hacerlo los pulmones (menos de 0.5 segundos). Este tipo

de descompresión es potencialmente peligrosa para los pulmones y se corre

también el riesgo de ser golpeado por objetos voladores.

Factores físicos:

Los factores físicos básicos que determinan la velocidad de descompresión, que a su

vez influirán directamente en los efectos fisiológicos, son:

• Volumen de la Cabina Presurizada: a mayor volumen de cabina, más lenta

es la descompresión, si todos los otros factores permanecen constantes.

• Tamaño de la Abertura de la Cabina: a mayor tamaño de la abertura, mayor

rapidez de la descompresión. La relación entre el volumen de la cabina y la

superficie o área de la abertura u orificio, es tal vez el principal factor que

condiciona la velocidad y tiempo de descompresión.

.

• Presión Diferencial: La diferencia entre la presión del interior de la cabina y

la presión atmosférica (Pc -Pa) afecta directamente la severidad o intensidad

de una descompresión rápida, pero no al tiempo mismo de descompresión; a

mayor presión diferencial, mayor severidad de descompresión.

• Cuociente o Razón de Presión: El tiempo de descompresión depende del

cuociente entre la presión en el interior de la cabina y la presión exterior

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ambiente (Pc/Pa). Mientras más grande este cuociente, mayor será el tiempo

de descompresión.

• Altitud de Vuelo: Las consecuencias fisiológicas que siguen a una

descompresión rápida son influenciadas directamente por la altitud de cabina

final alcanzada por la aeronave, en especial en lo referido a Hipoxia aguda.

Señales de una despresurización rápida o explosiva:

• Disminución de la temperatura (la tendencia de la temperatura de cabina será

de igualarse con la temperatura exterior).

• Aparición de niebla por condensación.

• Ruido intenso (las dos masas de aire, interior y exterior, hacen contacto).

• Succión de objetos y partes internas de avión (los objetos vuelan, los paneles

pueden soltarse).

También se producen efectos fisiológicos como Hipoxia (disminución de oxigeno en

la sangre o pérdida de conciencia si no se suministra oxígeno de emergencia. El

tiempo que transcurre hasta la pérdida de consciencia en un entorno con escasez de

oxígeno varía con la altitud), hipotermia y expansión de gases.

3.5 PRESURIZACIÓN DE LA CABINA EN EL FUSELAJE

Cuando la aeronave se presuriza y despresuriza la capa de metal del aeroplano se

expande y contrae, respectivamente, resultando en fatiga del metal. Las aeronaves

modernas están diseñadas para resistir estos ciclos de compresión, pero algunas

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naves más antiguas (ej. De Havilland Comet) tuvieron accidentes fatales por no

estar los suficientemente preparados frente a este fenómeno.

3.6 PRESURIZACIÓN DE LA CABINA EN EL CUERPO HUMANO

� Senos nasales y del oído: Hay que adaptarse al aire de la cabina presurizada

desde el comienzo. Uno de cada 3 pasajeros tiene dolor en los oídos e incluso

pérdida temporal auditiva durante el aterrizaje o el despegue. A este fenómeno

el House Ear Institute de Los Ángeles lo denomina aerotitus. Cambios rápidos de

presión provocan que la bolsa de aire dentro del oído se expanda o contraiga

durante el despegue y aterrizaje, respectivamente, alargando así el tambor (oído).

Para igualar la presión debe de salir o entrar aire a través de la trompa de

Eustaquio.

� Dientes: quien tenga gas atrapado en un diente infectado puede

sufrir barodontalgia, un dolor de dientes provocado por la exposición a una

presión atmosférica cambiante.

� Neumotórax: a todo aquel que haya padecido un neumotórax se le recomienda

no volar (incluso en una cabina presurizada) durante, al menos, un mes, y se

recomienda que se examine con rayos x antes de volar.

� Junto con los problemas que puedan padecer algunos pasajeros, la presión de la

cabina equivalente a una altitud de 2.500 m (8.000 pies) de la mayoría de vuelos

contribuye a la fatiga que se sufre en vuelos largos.