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Cuaderno 1: Introducción a la Ordenación Forestal. Pablo cruz
1 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12
Cuaderno 1: Introducción
Introducción a la Ordenación Forestal Los usos del bosque han sido tratados largamente en la historia forestal del mundo, y seguramente la más elaborada ha
sido su aprovechamiento maderero. Hoy es posible cubicar árboles, medir densidades de las poblaciones y comunidades
forestales, estimar sus crecimientos y la relación de su crecimiento con las aptitudes del lugar en que crecen, entre otras
más.
En este vasto conjunto de técnicas se encuentra la
ordenación de bosques. Sin embargo, como es frecuente
cuando las técnicas tienen un dinamismo acelerado, es
probable la confusión al momento de definirla, con
conceptos como el manejo forestal, la silvicultura y otras,
debido posiblemente a que, para la planificación del uso
de un bosque, se requiere construir Planes normados por
Ley, y que son definidos en los cuerpos normativos como
“Plan de Manejo” o “Plan de Ordenación Forestal” u otras.
Evidentemente, los permisos legales tienen una
concepción que no es puramente técnica, sino que la
consideración de múltiples materias, algunas de ellas
incluso que nada tienen que ver con las técnicas forestales.
Una que es común a la mayoría de los países, por ejemplo,
es la obligación es demostrar legalmente la propiedad de
bosque. En este contexto, se corre el riesgo de perder la
verdadera esencia de los conceptos originales, cuando se
quiere definir “manejo” a partir de un Plan de Manejo, y
Ordenación, a partir de un “Plan de Ordenación de
Montes”.
Así, en este escrito, se hará un esfuerzo en diferenciar
claramente cuales son los aspectos centrales del tema, y
señalar cuando alguna técnica mencionada sólo es
información necesaria para el proceso, pero que no forma
parte del concepto.
Rendimiento sostenido
Posiblemente la mayor carencia que actualmente tiene
la gestión de los bosques en Chile es su falta de
rendimiento sostenido, no obstante las abundantes citas a
estas dos palabras. Explicar esta trayectoria de gestión en
Chile es complejo por la tendencia de asumir que los
hechos están registrados exclusivamente en el Plan de
manejo Forestal que se ha exigido para el uso de los
bosques, soslayando el hecho que la responsabilidad sobre
el uso de los bosques recae en sus dueños. Son escasos los
estudios del nivel de rendimiento sostenido en la historia
de presentaciones de planes de manejo, y menos de
experiencias privadas que se hayan ejecutado al margen
del plan de manejo, es decir, bajo el supuesto que se
ejecutó una gestión bajo rendimiento sostenido en alguna
propiedad privada y que no fue plasmada en el permiso
oficial requerido, el PM. No obstante, no se puede evadir el
hecho que las acciones privadas siempre estarán
determinadas por los límites de la normativa que se
impone, y en este sentido, si el instrumento de PM no
obliga a implementar rendimiento sostenido, nada
garantiza que los dueños de bosque lo agregarán
adicionalmente. Una tercera causa de la carencia de
rendimiento sostenido, proviene de la formación
universitaria. La compartimentalización de las materias
hace difícil entregar un concepto que, para su comprensión
y el aprendizaje de cómo implementar, obliga a aplicar
sinérgicamente conceptos de economía, silvicultura,
inventario, cartografía y otros, vale decir, constituye la
compilación de las mayorías de las materias del estudio de
ingeniería forestal.
Discusión del concepto
Rendimiento sostenido es una forma de usar un recurso
renovable, de manera que la tasa de uso se equilibra con
su crecimiento, permitiendo así un flujo de extracción
permanente. La aplicación de rendimiento sostenido, así
descrito, requiere cuidar dos aspectos técnicos básicos: la
primera es la forma de extracción, que impediría deteriorar
la capacidad productiva del recurso; la segunda es la
magnitud de extracción en el tiempo (tasa) que debiera ser
equivalente al crecimiento o renovación del recurso.
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Método de extracción y magnitud para un bosque en
particular son vastos temas de las ciencias forestales, dado
que los bosques en el mundo tienen diversas
configuraciones de composición de especies, cada una con
sus propias fases de desarrollo y que, al combinarse en un
bosque, generan dinámicas que a la escala de tiempo
humana, cuesta imaginar.
Aplicación
Si se considera un capital “k” que crece y que se desea
usar bajo rendimiento sostenido, es necesario determinar
en un plazo de tiempo el monto de su crecimiento “i”.
Entonces, si cada período o año es extraído sólo el
beneficio, entonces el sistema generará un beneficio
infinito del tamaño de “i”.
Contexto caso Forestal
Aplicando el concepto a una unidad de bosque
esquemática como la de la figura 2, en el momento inicial
de su evaluación, su existencia es en realidad una suma de
capital productivo “k” más el crecimiento de ese capital “i”.
Un clásico patrimonio forestal dispuesto para ser usado
bajo rendimiento sostenido se vería como el de la figura 3,
con toda la diversidad de estados de desarrollos,
composiciones y condiciones de sitio que ofrece la imagen.
El esquema de interés sobre el capital sigue siendo válido
en este caso, y el capital “k” total es una composición de
tantos ki como unidades homogéneas o rodales tenga el
bosque, y de la misma forma, el “i” resultante será la
sumatoria de los crecimientos ii de cada ki.
Figura 2: Esquema de distribución de K e i en un patrimonio forestal.
Figura 1. Esquema de un sistema basado en interés simple en que cada período se extrae el
interés “i”. Interés sobre el capital.
Ex
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0
Pro
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Un principio básico de establecer es que el rendimiento
sostenido forestal no debe y no puede determinarse como
una sola intervención en el tiempo, cuando por definición
implica flujos en el tiempo, así como tampoco puede
aplicarse a una parcialidad del bosque o un solo rodal. Esta
afirmación requiere mayor detalle.
Rodal: Unidad mínima de gestión
Un rodal es una unidad básica homogénea de bosque
respecto de composición estructura y origen, sobre la que
se define una actividad silvícola, más específicamente el
tipo de actividad silvícola que requiere, en qué momento y
su crecimiento (figura 3). Si se analizan las múltiples
posibilidades que otorga la silvicultura, es fácil entender
que la vida del rodal dependerá en primer término de si su
composición está definida por especies tolerantes o
intolerantes.
Rodal (stand): Corresponde a una unidad de bosque que por su homogeneidad de estructura composición y origen es posible asignarle la misma actividad silvícola (Vita, 1996; Serrada, 2008), dado que es la “célula” más elemental de la gestión y es la base de la caracterización, ambiental, dasométrica (Vita, 1996). En este sentido y para efectos de la ordenación forestal, es una unidad operativa básica. La planificación bajo rendimiento sostenido deberá contar con las propuestas silvícolas, los potenciales rendimientos, urgencias silvícolas y otros aspectos relativos que impone cada rodal por sus características de composición estructura y origen. Así descritos, los rodales son las unidades básicas sobre las que se asignan las decisiones de la ordenación para el tiempo y el espacio.
Chile, posee una definición legal que indica “agrupación de árboles que, ocupando una superficie de terrenos determinada, es suficientemente uniforme en especies, edad, calidad o estado, lo cual permite distinguirlo del arbolado
contiguo” (Ministerio de Agricultura, 2001). Si bien las
legislaciones en general no constituyen un instrumento de conocimientos técnicos, la definición carece de algunos aspectos relevantes. En primer lugar, un rodal es una unidad temporal por el hecho que se define por la vegetación y una actividad silvícola relacionada con su condición en ese instante (de la Hoz, y otros, 2004). Por otra parte, la determinación en terreno puede ser compleja a veces respecto de, por ejemplo, la superficie, que si bien algunos autores recomiendan superficies mínimas de una hectárea (González, Piqué, & Vericat, 2006)es frecuente en Chile la presencia de grandes extensiones con estructura, composición y origen similar, como es el caso de los bosques de Lenga de la zona sur del país en que puede ser recomendable rodalizar a partir de áreas homogéneas respecto de factores físicos (Cruz, Honeyman, & Caballero, 2005), o el caso de los bosques mediterráneo alterados, en
que se recomienda matizar la definición y circunscribir en grandes rodales manchas de bosque cuyo rasgo común es su heterogeneidad derivada de los impactos antrópicos que lo han desestructurado, y en consecuencia, puede decidirse aplicar una actividad de restauración que justifica mantenerlos como una unidad de gestión básica. Una recomendación en el contexto de OF, es considerar en estos casos que, dada la obligatoriedad de analizar todo el patrimonio, se deberá visitar y hacer propuesta para cada rodal que se construya, y al detallar en exceso la heterogeneidad, se generará una cantidad de rodales que haga inviable el costeo de la evaluación en terreno. González, et al (2005) proponen interesantes criterios para el establecimiento de los rodales para el área de ordenación. Es relevante la discusión de la definición de rodal para el caso de Chile debido a que la evolución de los métodos de Ordenación en Europa actualmente fija como unos de los métodos más modernos el de Ordenación por Rodales, teniendo en consecuencia, las mayores simetrías con los conceptos técnicos regularmente usados en el país. El detalle operativo de ello se abordará en capítulos posteriores.
Bosquete: Área incluida dentro de rodales que suele ser menor a 0,5 hectáreas y pueden usarse en la aplicación de algunos métodos silvícolas.
No es posible establecer rendimiento sostenido sobre
un solo rodal, como se describe en la figura 1, dado que
silvícolamente, en un rodal los plazos de extracción se
determinan por su dinámica, que a su vez depende de su
composición.
Si se analiza, por ejemplo, la silvicultura que requiere un
rodal compuesto de especies de fuerte intolerancia, o
esciófilas, como las del cuadro 1 (Cruz & Bascuñán, 2014),
es posible constatar que los flujos de madera resultantes
de aplicar todo el esquema silvícola propuesto a un rodal
son extremadamente heterogéneos en el tiempo que
duraría su rotación, 70 años en este caso, tanto en su
cantidad como en el tipo de productos. En coihue durante
los primeros 19 años se deberían hacer tres intervenciones
todas sin productos de valor, a diferencia de las que se
realizarían desde ese año en adelante con grandes
volúmenes y diámetros cada vez mayores. Es importante
destacar que un esquema silvícola como el indicado se
construye basándose en la dinámica propia de bosques del
tipo, y representan la mejor manera de usar el crecimiento
y densidad del bosque. Este análisis explica la diferencia
que tienen los conceptos de silvicultura y ordenación:
Silvicultura se aplica a rodal como unidad básica de manejo
bajo rendimiento sostenido, y ordenación se aplica al
bosque completo, vale decir la sumatoria de rodales, cada
uno con su propuesta silvícola.
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Bosques multietáneos en cambio (figura 3), y que deben
ser tratados con cortas selectivas, podrían producir montos
de madera similares en cada entresaca y de calidades
similares, acercándose al objetivo de rendimiento
sostenido. Pero los ciclos podrían ser regulares en torno a
10 o 15 años y no menos, extremadamente largos para la
escala humana ideal que se busca con el rendimiento
sostenido. Además las extracciones serían relativamente
similares siempre que el rodal estuviera bien conservado,
situación cada vez más escasa.
Concepto de ordenación forestal
Entendiendo que la planificación bajo rendimiento
sostenido se aplica a un conjunto de rodales, cada uno con
su propia posibilidad de extracción, la que a su vez deriva
de la silvicultura adecuada que requiere, la ordenación
forestal es la proposición de una serie de intervenciones
1 Cuando se habla de madera, entiéndase todos aquellos productos
provenientes de los tallos leñosos, vale decir, fibras, leñas, maderas de
calidad
para cada año en rodales escogidos, de manera que la
suma de extracciones de un período, sea similar a las
siguientes (grupos de rodales y sus extracciones para el
siguiente periodo).
La ordenación forestal es un instrumento de
planificación que permite el uso del bosque cuando se
persiguen los siguientes objetivos:
i) Aprovechamiento extractivo de productos del
bosque. Aunque normalmente es la madera1, podría
aplicarse para otros productos vegetales.
ii) Rendimiento sostenido, o producción constante
para cada período de planificación sin horizonte de
tiempo. Puede considerarse que el volumen de
madera extraído sea estable, o bien que el resultado
financiero sea estable. Una extrapolación, también
podría ser que la capacidad productiva dedicada al
predio sea constante. En este caso, se podría
Cuadro 1: Esquema Silvícola para bosques de Coihue en la XI región (Cruz y Bascuñan, 2014).
Años
Edad (años)
DAP Clase (cm)
V ha-1 (m3)
Intervención
Densidad
árboles ha-1
Inicial Final Extracción
1 23 5 135 Clareo 1 20.542 10.400 58
9 31 8 168 Clareo 2 9.693 5.500 63
19 41 12 244 Raleo 1 5.024 2.750 99
30 52 18 320 Raleo 2 2.487 1.400 126
43 65 28 431 Raleo 3 1.241 700 172
59 81 44 592 Raleo 4 602 340 239
Figura 3: Distribución de especies en boques multietáneos
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plantear que el requerimiento de la mano de obra
fuera constante o el uso de la maquinaria. Un
aspecto importante de mencionar respecto de un
rendimiento constante de la capacidad productiva
es que es perfectamente factible establecer un ritmo
de extracción que mantenga dicha capacidad a
máxima producción, pero, la determinación de ese
máximo siempre estará establecido por el bosque, y
no por la capacidad financiera de comprar un
determinado tamaño de máquina. En otras palabras,
el bosque dictará el tamaño de la maquinaria y el
número máximo de trabajadores funcionando a
plena carga, porque otra forma, decir un exceso de
capacidad, por ejemplo, destruirá el bosque, y una
capacidad menor subutilizará el recurso.
Cuando se indica no definir un horizonte de
planificación, en el fondo se puede entender como “el
bosque siempre exista con la calidad que se encontró o
mejor”. Sin embargo, para todos es conocido que las
actuales condiciones de cambio de los climas globales,
podría significar que ello ya no sea posible en nuestro
tiempo. A pesar de las incógnitas que es necesario resolver
respecto de los efectos de este cambio en los bosques,
para esta publicación se hará abstracción del problema del
cambio climático global.
iii) Mantenimiento de la capacidad productiva del
bosque. Nótese que el Rendimiento sostenido
descrito, aparentemente obliga a mantener la
capacidad productiva. Sin embargo, cuando se habla
de capacidad productiva también es necesario
referirse al análisis del potencial mejoramiento del
bosque actual para mejores rendimientos futuros, lo
que puede ocurrir frecuentemente si los bosques han
sido intervenidos sin técnicas. Un ejemplo, puede ser
la abundante superficie de bosques en estados
juveniles y simplificados, a consecuencia de incendios
periódicos o antiguos usos agrícolas o ganaderos. En
estos casos se podría aspirar a acercarse a las
condiciones originales en lo posible, si ello mejora la
capacidad futura de producción2.
La escala de operación, o la superficie boscosa, es
determinante en la efectividad y economía de aplicar
criterios de ordenación forestal para lograr los objetivos
descritos. Si el área involucra una o dos hectáreas de
bosque, el sentido común y serias observaciones de cómo
crece el bosque, sumadas a buena silvicultura bastarían
para generar una producción permanente y no destructiva
2 Estos tres principios u objetivos de la ordenación han sido enunciados
largamente en la historia de publicaciones relativas a esta materia y se
del recurso. El desarrollo de un Plan de Ordenación en este
caso, sería una sobredimensión de la técnica y
probablemente los costos operativos de su confección no
podrían ser solventados con los resultados de su ejecución.
Es frecuente que interesados en el tema se cuestionen
cuál sería la superficie mínima en que funcionaría la OF, y
no existe una respuesta, porque simplemente depende de
la relación beneficio/costo que tenga el negocio, de la
misma forma que un Panadero debe evaluar en qué
momento compraría batidoras computarizadas para dejar
sus antiguas máquinas mecánicas. Sin embargo y en forma
muy general, algunas pautas para evaluar la decisión de
aplicar ordenación forestal podrían ser:
La superficie boscosa tiene suficiente superficie como
para que existan diferentes estados de desarrollo de un
mismo tipo de bosque (Bosques puros de crecimiento
secundario, y que pueden presentar zonas en monte bravo,
otras en latizal y otras en fustal).
• La superficie contiene diferentes tipos de bosques.
(Bosques puros de especies intolerantes, junto a otras
zonas con bosques mixtos de estructura multietánea, por
ejemplo).
• La superficie del bosque es lo suficientemente
grande como para que las diferencias de sitio forestal
(Estación), generen superficies con crecimientos
diferenciados para cada una de las especies.
• La combinación de las situaciones anteriores.
El aumento en la escala de operación, en la mayoría de
los casos irá incorporando la complejidad de las
situaciones indicadas, lo que permite resumir que la
decisión de gestionar un área con bosque usando
ordenación tiene una directa relación con la escala del
patrimonio.
Las herramientas de la ordenación
forestal
Supóngase la existencia de una propiedad de 500
hectáreas que recorre un valle, la ladera de una montaña y
termina en su cima. En esta fisiografía existen tres tipos de
bosques, los de fondo del valle, que serán mixtos de
especies tolerantes, la media ladera tendrá un bosque puro
de una latifoliada de crecimiento rápido, y en la parte más
han modernizado y contextualizado frecuentemente, pero su esencia no
ha cambiado hasta estos días. (Vease: (Mackay, 1944; Duboupieu, 1993;
Madrigal, 1995; González, Piqué, & Vericat, 2006; de la Hoz, y otros, 2004)
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alta existirá la misma latifoliada, pero con un crecimiento
mucho menor debido a las condiciones de la cima.
No obstante lo anterior, no puede dejar de considerarse
la perspectiva de la planificación pública y cómo se facilita
su desarrollo cuando los privados, y los bosques públicos
de un área administrativa (comuna, provincia o región por
ejemplo) han presentado un plan de ordenación. En efecto,
si el administrador recoge y organiza dicha información en
sistemas de información geomática, es posible conocer,
entre otras: necesidades de incentivos por periodo; oferta
potencial del territorio y tipos de productos; sistemas de
fiscalización temprana; focalización de inversiones en
infraestructura pública. Si las solicitudes, llámese permisos
de corta o Plan de manejo por rodales, no permite ninguna
de estas ventajas.
Ello, porque si se conoce la correcta silvicultura posible
de aplicar a cada una de las situaciones, entonces una
opción podría ser la intervención de las 500 hectáreas en
uno o dos años. Los dos efectos principales de tal opción
serían:
a) Un considerable volumen extraído y posiblemente
importante monto de renta por su venta. Dado que se
aplicó la silvicultura de forma correcta3, las tres condiciones
comenzarían a recuperarse o regenerarse, según sea el
caso, y en unos años habrían acumulado nuevo volumen o
tal vez mejor que el inicial.
b) la actividad forestal en esa propiedad, cesaría por un
período que, en el mejor de los casos sería por unos 10
años, mientras se espera la reposición del “capital”
extraído.
La opción descrita, no cumple con el segundo objetivo
de “rendimiento sostenido” (ii)), y dado que la situación es
una escena, en muchos bosques del mundo, la
consecuencia es conocida: no existen propietarios que
estén dispuestos a mantener y proteger el bosque mientras
se recupera, por muy alto que haya sido el ingreso de la
cosecha. Por tanto, la zona no ofrecerá trabajo, no
soportaría el mantenimiento de maquinaria forestal, y el
bosque debería sortear un conjunto de riesgos, que serán
presentados en el capítulo siguiente.
La decisión de buscar un rendimiento sostenido en la
utilización, evidentemente redundará en descartar la
extracción de “todo lo silvícolamente posible. La solución
será la intervención de una superficie menor y
probablemente fija para cada año, o período de
3 Evidentemente que también para el caso se requirió de inventarios
forestales, planificación de caminos y ejecución de cosechas y madereos.
planificación, que permita una dosificación de la extracción
en el tiempo.
Pero si esa superficie, menor al total, se definiera en
forma arbitraria, aun podría ser exagerada, y el
agotamiento ocurriría en unos años al futuro, o bien
reducida al punto de perder opciones de negocios y
mantener un stock innecesariamente en el bosque.
Entonces, buscar la justa superficie de intervención
requerirá de análisis, el que es parte de la ordenación
forestal.
Por otra parte, la capacidad productiva del recurso en el
futuro dependerá de las alteraciones que le provoquen las
actividades silvícolas del presente. Si se ha decidido la
producción permanente en el tiempo, sería deseable que
todos los períodos existiera el mayor número de pies de
alta calidad posible listos para cosechar, dado su alto
rendimiento económico (explotación en el presente). Si no
hay horizonte de planificación (no hay límite temporal), en
cada cosecha actual se estará regenerando los pies que se
cosecharán en el futuro, lo que significa que la cantidad de
árboles maduros, y las zonas en regeneración son una
constante para el área y para cada período. Se agrega,
entonces una segunda condición deseable de conocer: el
número de árboles a cosechar, o su equivalente en
superficie máxima y mínima, para mantener la producción
de maderas de calidad en forma permanente.
No obstante, la capacidad productiva también depende
de la condición que posee el bosque al momento de iniciar
la planificación. Si el bosque en su mayoría está en una
condición de madurez en su totalidad, la aplicación de la
“cosecha constante de sólo una parte de la superficie”, las
últimas zonas cosechadas estarían en una condición de
sobremadurez y pérdida de valor. Si, en cambio, no tuviera
árboles maduros para la cosecha, no sería posible aplicar la
porción de superficie de cosecha/regeneración
determinada. Es razonable pensar, entonces que existe una
distribución de edades ideal (traducida a superficies con
bosques de diferentes edades), que permita una cosecha
constante todos los años, con la que se pueda obtener la
máxima rentabilidad en el uso del bosque. Así, existe una
tercera condición, llamada equilibrio de producción o
equilibrio de clases de edades, que no es más que saber en
qué proporción deberían estar los árboles en cuanto a su
edad, para que todos los años algunos lleguen a la
madurez. El equilibrio de producción, además de
diagnosticar “lo ordenado que está el bosque original”,
permite evaluar cómo mejorar el equilibrio futuro a partir
de aplicaciones silvícolas que se realizan en el presente. En
Nótese que el conjunto de técnicas que concurren a esta utilización del
recurso, llamada también “manejo forestal”, no contiene la ordenación
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7 https://independent.academia.edu/PabloCruz117 [email protected] +56 99 5380567 Pablo.cruz12
general los bosques sin intervención tienden a tener una
distribución cercana a lo ideal, y bosques alterados en
contraposición, una mala distribución de clases (Cruz, Solís,
Díaz, Rojas, & Ramos, 2001; Rivera, Rudlof, & Cruz, 2002;
Cruz, Honeyman, & Caballero, 2005).
Bibliografía
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